domingo, septiembre 30, 2007

Olvido y reducción presupuestal socavan la industria petroquímica

En una década la producción cayó 45 por ciento, según reportes oficiales

El gas extraído por Pemex Exploración es vendido a Pemex Gas a precios internacionales

Se desplomó la generación de amoniaco de 15.4 millones a 4.2 millones de toneladas

Israel Rodríguez J.

México ha perdido paulatina y sostenidamente participación en el negocio de la petroquímica, pese a contar con varios complejos industriales, así como petróleo y gas natural, según se desprende de datos de la Secretaría de Energía (Sener).

De acuerdo con el Sistema de Información de Energía de Pemex Petroquímica, se observa que mientras en 1995 la producción de petroquímicos fue de 19 mil 73 millones de toneladas anuales, para el 2006 fue de sólo 10 mil 422.5 millones de toneladas, una caída de 45 por ciento.

Este comportamiento se explica por dos factores importantes: el primero es el olvido presupuestario en el que se ha tenido a la petroquímica, ya que los recursos destinados a esta actividad de Petróleos Mexicanos (Pemex) se han reducido permanentemente con una disminución real anual de 35 por ciento, al pasar de 11 mil 996.4 millones de pesos en el 2000 a sólo 7 mil 714.9 en 2007, con base a los datos en el presupuesto aprobado en el año respectivo.

El segundo aspecto, se explica en función de la manera en cómo está organizado Pemex y sus diferentes subsidiarias, ya que Pemex Exploración, que es la empresa encargada de extraer el gas, le vende a Pemex Gas y Petroquímica Básica el gas extraído a precios internacionales, aun cuando el costo de extracción de este combustible es muy bajo.

Es importante destacar que la industria petroquímica procesa materias primas y obtiene una serie de derivados del petróleo; abastece a una gran variedad de cadenas productivas que, entre sí, cubren la demanda y su uso final deriva en: fertilizantes, plásticos, resinas, solventes, fibras sintéticas, pesticidas, medicinas, farmacéuticos y artículos para el hogar, entre otros.

Estas circunstancias ocasionan que las plantas petroquímicas que existen en el país (Morelos, Cangrejera, Cosoleacaque, Pajaritos) entre otras, de entrada queden fuera de competitividad en precios, por lo que muchos de estos derivados del gas y del petróleo tienen que ser importados a un precio mayor.

Particularmente llama la atención el caso de la producción de amoniaco, el insumo más importante para la producción de fertilizantes y en donde la producción se ha desplomado en los últimos siete años, al grado, que el complejo petroquímico Cosoleacaque, que está diseñado para producir aproximadamente 2 millones 220 mil toneladas anuales de amoniaco, es decir, 15 millones 440 mil toneladas en siete años, produjo apenas cuatro millones 200 mil toneladas. Esto implicó que el gobierno dejara de percibir al menos unos 30 mil millones de pesos, tomando en consideración el valor comercial de este producto.

El amoniaco es un insumo fundamental en la elaboración de fertilizantes, los cuales representan casi el 20 por ciento del costo en la producción de maíz, por lo que es un claro ejemplo de la falta de coordinación entre la política energética y la política agroalimentaria, con consecuencias graves para la alimentación de los mexicanos.

Mario Di Costanzo, secretario de la Hacienda Pública del denominado gobierno legítimo, que encabeza Andrés Manuel López Obrador, comentó al respecto que en el caso de los fertilizantes, muy cerca del complejo petroquímico de Pajaritos, en Coatzacoalcos, Veracruz, y en parte de las instalaciones abandonadas que algún día fueron propiedad de Fertimex, opera una empresa llamada Agro-Mex, que importa amoniaco y lo transforma en fertilizantes que vende a los productores nacionales a precios internacionales.

Otro caso que resalta, añadió, es el de la producción de polietileno en el que se observa que es el complejo petroquímico de Pajaritos, el único lugar en el país, en el que se produce polietileno de alta densidad, producto que es muy demandado en la industria y según autoridades de Pemex, dicho complejo opera con pérdidas.

Un factor adicional, aseveró, es que mientras en nuestro país el gas natural se utiliza para producir electricidad, en otras naciones, y dado que existen procesos para dañar menos al medio ambiente, la electricidad se genera con combustóleo que es un residuo del proceso de refinación del crudo, guardando el gas natural para la producción de petroquímicos, que es el verdadero negocio de la industria del petróleo.

Di Costanzo Armenta destacó: “Es fundamental que en el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2008, los legisladores revisen a fondo la situación en que se encuentra el sector petroquímico en el país, y se impida que este negocio siga siendo una fuente de saqueo a la riqueza nacional, por parte de las empresas privadas y extranjeras”.

El último reporte anual de resultados financieros dictaminados de Pemex al 31 de diciembre de 2006, da cuenta de las reducciones en la producción de petroquímicos como el polietileno de alta densidad, así como de aromáticos y sus derivados como el tolueno, benceno y propilenos. También se observan caídas en la producción de acrilonitrilo, debido a una menor demanda asociada al incremento en su precio.

Adicionalmente, la disminución en polietileno de baja y alta densidad se debió a la elaboración de una mayor variedad de polietilenos y a fallas operativas.

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