jueves, noviembre 22, 2007

Los principios de un hombre al que debemos unirnos


Reseña de “Sobre la guerra. La paz como imperativo moral”, de Howard Zinn

Pascual Serrano
Rebelión


Howard Zinn se alistó en la Segunda Guerra Mundial como piloto de las Fuerzas Aéreas estadounidenses y participó en bombardeos contra los nazis en Europa. A pesar de estar convencido de encontrarse en el bando adecuado, las atrocidades que pudo contemplar, y en alguna de ella participar activamente, le hizo llegar a la conclusión de que “nunca más”. El libro “Sobre la guerra. La paz como imperativo moral”, es un noble alegato contra la guerra por parte de un historiador convencido de que nunca la violencia está exenta de injusticias, matanzas indiscriminadas y actos brutales que impiden definir claramente la línea que divide el bien del mal. Zinn, catedrático emérito de ciencias políticas e historia social en la Universidad de Boston, lo tiene muy claro. “Nuestros enemigos más mortíferos no se ocultan en cuevas y campamentos en el extranjero, sino en las salas de juntas de las empresas y en las oficina gubernamentales: allí se toman decisiones que condenan a millones de personas a la muerte y la miseria, no de forma deliberada, sino como daño colateral en la búsqueda del dinero y el poder”.

También nos presenta un valioso mensaje, y es del valor y el poder moral que puede tener un pueblo convencido de la justicia de su lucha frente a las armas y el dinero: “Ningún frío cálculo del balance de fuerzas debería disuadir a un pueblo convencido de que su causa es justa”.

La obra “Sobre la guerra” recopila textos escritos entre 2001 y 2006 y aparecidos en diversas publicaciones estadounidenses donde repasa esos escenarios de barbarie y sin razón de ayer o de hoy que son Iraq, la mal denominada guerra contra el terrorismo, Vietnam, Libia, Yugoslavia, la segunda Guerra Mundial…

Zinn representa claramente la conciencia noble de un pueblo, el estadounidense, cuyos líderes han sido los responsables de innumerables masacres desde su fundación. Pero también es la viva imagen de la lucha contra el adocenamiento, y la obsesión inasequible al desaliento por movilizar y dignificar a la ciudadanía de su país para que se rebele. El poder de un gobierno -dice Zinn- “depende de la obediencia de los ciudadanos. Cuando se les retira esa obediencia, los gobiernos se vuelven impotentes. Es algo que hemos visto una y otra vez a la largo de la historia”. Y “¿qué hace falta para que se produzca un giro importante en la conciencia social, por ejemplo, para que los racistas se vuelvan partidarios de la igualdad racial, para que aquellos que apoyan el programa fiscal de Bush lo rechacen, para que aquellos que apoyan la guerra de Irak se apongan a ella?”. De esto y de otras muchas cosas trata este libro, de indignación ante la guerra y la muerte, pero también de la esperanza de un hombre que lleva décadas luchando contra ellas y contra los poderosos que las defienden.

Creo que lo mejor que se puede decir de Howard Zinn después de leer este libro es que si todas las personas pensaran como él, el mundo sería mucho mejor. Y si un hombre, con 85 años, que lleva más de medio siglo enfrentando la adversidad dentro del país más poderoso de la Tierra dirigido por el gobierno más criminal del planeta, sigue animándonos a luchar y seguir defendiendo la esperanza, sin duda alguna tenemos que acompañarlo.

Howard Zinn. ““Sobre la guerra. La paz como imperativo moral”. Traducido por Ramón Vilà Vernis. Debate. Barcelona. Febrero 2007. www.editorialdebate.com

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