sábado, noviembre 22, 2008

Desfiladero

Jaime Avilés

Opinan las bases del movimiento de AMLO: suicida, seguir con los chuchos

En las bases del movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador hay muestras de ira, insatisfacción y desencanto frente a la decisión que adoptó el ex candidato a la presidencia nacional del PRD, Alejandro Encinas Rodríguez, en el sentido de no renunciar al partido de los chuchos. El combativo dirigente de los masones, Rafael Maldonado Tovar, escribe por ejemplo al respecto:

“Si Encinas y el grupo que representa no han podido contrarrestar la acción de los entreguistas, no veo cómo podrán hacerlo en el futuro. Si a pesar de la enorme popularidad del presidente López Obrador y de su decidida labor en defensa de la soberanía nacional, se han dado las traiciones y titubeos que todos conocemos, así como la imposición de políticas y leyes contrarias al interés del país, es difícil suponer que los próximos candidatos serán seleccionados con la honestidad y el patriotismo que garanticen el buen cumplimiento de su misión”.

Estas palabras forman parte de una respuesta de muchas voces a una de las preguntas que Desfiladero planteó a sus lectores el sábado pasado: “renunciar a la lucha electoral en estos momentos significa dar vía libre a Salinas y al PRI para que en 2009 obtengan mayoría absoluta en las cámaras (…) ¿qué debemos hacer al respecto?”. Maldonado contesta: “Yo he preferido alejarme de la suciedad que rezuman los partidos, esperar a que se destrocen los políticos y atender puntualmente las convocatorias patrióticas del presidente López Obrador, para tratar de frenar, con la fuerza de la movilización popular, el inmoral avance del gobierno usurpador, con la esperanza de continuar vivo hasta la instauración de la cuarta república”.

Más pragmático, un lector llamado René Ostos estima que “tal vez no es una buena estrategia abandonar el partido en vísperas de las elecciones de 2009”, pero subraya que “AMLO debe ser tajante y dejar ver que ha roto por completo con esas corrientes clientelares y oportunistas del PRD”. Sergio Morales Polo discrepa: “La única posibilidad de rescatar a la izquierda mexicana consiste en aglutinar a los izquierdistas de corazón en torno a AMLO y convencer a los mexicanos, en los hechos, que nuestra lucha es por el bien de todos. El PRD se irá transformando en un queso gruyere, lleno de agujeros y gusanos”.

“El PRD ya no tiene compostura y hay que dejarle el cascarón vacío de los edificios y la infraestructura para que se convierta en el moderno PPS. Hace falta un movimiento que se identifique ampliamente con las clases populares para darle voz a la esperanza ante las grandes crisis que se vienen el año entrante”, opina Javier Silva.

“Creo que vislumbrar todo desde lo electoral es contraproducente hasta para los fines electorales, porque estaríamos subordinando (otra vez) el movimiento al mercado electoral de la oferta y la demanda. Se requiere un programa revolucionario de ideas y fortalecimiento de la organización social que luche por candidaturas independientes. Que priorice la organización social y la producción de ideas, conceptos, métodos de trabajo, desde lo local. Y esa es la debilidad que tiene el Frente Amplio, no hace eco en la lucha local, no hay producción de concepto y organización desde lo local. No lo sé a ciencia cierta pero lo electoral por sí mismo infecta el futuro político, y el ejemplo perredista es la consumación y el ejemplo de ello”, expone Antelmo García desde Tláhuac.

Marina Sánchez enfatiza que “si el PT, Convergencia y PRD desean votos (en 2009), se debe exigir que sean candidaturas ciudadanas apoyadas por todos aquellos que vamos a las asambleas, y Andrés Manuel debe ser claro en ese apoyo: así como se hicieron presentes ciudadanos con conocimiento sobre Pemex para fortalecer una propuesta no privatizadora, es de esa calidad de candidatos ciudadanos que necesitamos, no de maiceros que junten gente. Seamos congruentes siempre y aspiremos a construir un parlamento desde nuestra propia trinchera ciudadana”.

“¿De qué serviría ahora continuar con los chuchos, en un partido contaminado? El patrimonio material del PRD, opino, no es tan importante como la vida misma de lo que representa el Movimiento Nacional por la Transformación de México. A mi juicio, insistir en un partido asaltado por los corruptos es una necedad que tarde que temprano acabará por corromperlo todo”, vaticina Alma Padilla.

Amanda Bautista, Jesús Jaimes e Igor Sánchez van más lejos: renuncian al PRD. Juan José Albores Rovelo piensa que “integrarse a los chuchos será la más absoluta falta de congruencia y aniquilación de principios (…) sería en suma dejar colgados de la brocha a millones de ciudadanos que se han manifestado por sacudirse a la mafia política que tiene (al país) subyugado en la miseria”.

“Desde mi perspectiva, el señor Alejandro Encinas, el grupo de Izquierda Unida y los grupos afines al movimiento de AMLO debieran separarse, formar su propio partido o unirse a Convergencia o al PT”, externa la abogada Ivonne Pruneda Güitrón, en una amplia y conceptuosa carta, mientras Rocío González, desde Monterrey, coincide en la necesidad de la ruptura y estima con optimismo que es “un buen momento” para empezar “desde cero”.

“Yo pienso que López Obrador y este movimiento deberíamos deslindarnos de estos personajes (Carlos Navarrete y Graco Ramírez), pues el PRD ya está muerto”, diagnostica Roberto Martínez desde Jojutla, Morelos, y exhorta a que en esta lucha tenga un papel preponderante el movimiento de los maestros. “Hay que mandar a la chingada al PRD”, simplifica Luis Elizondo desde Salvayunque (Salvatierra) Guanajuato.

“¿Usted cree que la gente votará por el PRD?”, pregunta Antonio Castro Rojas desde Puebla. “No nos pueden pedir unidad en torno a los chuchos”, observa Mónica García, y mientras los integrantes de la brigada La Redecita, de Cuernavaca, le piden a López Obrador “desvincularse definitivamente de los chuchos”, y Kike Romero le anticipa que mañana llevará al mitin en Bellas Artes una manta que diga “¿Qué esperas para formar tu partido?”, y Margarita Huesca postula que “si AMLO y Encinas deciden aliarse con los chuchos, ¡ya valimos!”, Víctor Adrián Trujillo, desde San José del Cabo, Baja California Sur, lamenta:

“Digan lo que digan, la decisión de Encinas revalida la injerencia del Estado en la vida del partido, legitima la actual dirigencia, queda aislado al interior y cunde su descrédito entre las bases que se sienten, con justificada razón, traicionadas. Desde mi perspectiva, sólo veo un suicidio político en proceso”.

Todas estas cartas, y algunas más, que llegaron al buzón de Desfiladero a lo largo de esta semana, pueden leerse completas en El Patín del Diablo, o sea, en http://patindeldia.blogspot.com desde ya. Pero como el tema, lejos de agotarse, va a seguir dando de qué hablar, manden sus comentarios a jamastu@gmail.com, porque como bien lo dijo Antelmo García en su análisis, al movimiento de AMLO, si algo le urge ahora, es debatir, debatir, debatir y debatir.

Si llegan a tu casa, (la que tú y otros compañeros construyeron, incluso dando su vida), unos cabrones a llenarla de mierda, ¿se las dejas y te vas a otra? ¿O la limpias y echas de ahí a los malandros? Si te vas a otra ¿quién te garantiza que a esa otra no llegaran otros a enmierdarla nuevamente? ¿Te irás entonces a otra? Y así, la gente honesta irá perdiendo su vida construyendo casas que van siendo abandonadas porque son invadidas, después de que ellos lucharon por lavantarlas. ¿Algún día habrá pues una casa en la que reine el orden y la limpieza? ¿O será un continuum de lucha por mantenerlos? A los apartidistas no nos importa porque no fuimos de los que lucharon por ese partido, pero para los que lo fundaron es otra cosa. Respeto ambas posiciones siempre y cuando el fin sea la transformación de este país.

Como ciudadana apartidista sé lo que tengo qué hacer, votar según las personas que se postulan, no según un partido, eso es todo.

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