lunes, noviembre 17, 2008

Un legado al vacío

Un legado al vacío

Al igual que Felipe Calderón, el nuevo secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, es hijo de un connotado dirigente panista. Defensor de la moral política y religiosa, Felipe Gómez Mont militó en la Unión Nacional de Estudiantes Católicos junto con Luis Calderón Vega, padre del actual titular del Ejecutivo. Ambos ya fallecidos, en su tiempo repudiaron las prácticas antiéticas y antidemocráticas que degradan el ejercicio de la política, denunciaron los abusos de poder y alertaron contra eventuales desvíos doctrinarios en el PAN. En el caso del nuevo titular de la Secretaría de Gobernación, no pocas de esas prácticas han marcado su trayectoria...
Álvaro Delgado

Penalista controvertido, catedrático elocuente y promotor de organizaciones católicas, como la Liga Mexicana de la Decencia, Felipe Gómez Mont, padre del flamante secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont y Urueta, fue un exitoso candidato del Partido Acción Nacional (PAN) y combativo parlamentario.Cuatro veces aspirante a diputado federal, sólo en su primera incursión fue derrotado, en 1949, debido a un fraude electoral que -afirmó- padeció ante Gabriel García Rojas, un expanista postulado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en una memorable contienda en el sexto distrito -que comprendía las colonias Roma y Del Valle- por ser ambos famosos abogados católicos.En el debate en el Colegio Electoral, en el que el PAN exigió la nulidad de la elección, porque las 11 casillas instaladas en el distrito fueron robadas y las boletas adulteradas -lo que el PRI rechazó, acusando de defraudadores a los panistas-, Gómez Mont ubicó la dimensión de la contienda: "No fue la lucha de hombres, fue la lucha de principios: Él, en el PRI; yo -¡bendito sea Dios!-, en Acción Nacional."Y razonó: "No luché contra el catedrático, maestro en Procedimientos Civiles, sino contra los procedimientos inciviles establecidos en materia educacional; no luché contra el filósofo bromista que sabe lo que vale la persona y la trascendencia del alma que tiene un fin determinado, y que es respetable por haber sido creado por quienes lo crearon, sino contra el sistema que doblega las almas, contra el sistema que subyuga las dignidades y que, usando la cláusula de exclusión y la amenaza de titulación de la parcela, se fundamentará en un poder que hace al obrero y al campesino delincuentes y los obliga a empadronarse varias veces y a votar de casilla en casilla y, por último, abusando de ese poder, traza un sistema electoral que lleva clara y definitivamente al fraude".En un ambiente de encono, con galerías ruidosas, Gómez Mont exhibió a su adversario: "El señor licenciado García Rojas, en la Junta Computadora, me juró ante Dios que él se había encontrado con situaciones hechas (...) Él sabe, en lo íntimo de su conciencia, cómo entra aquí, él lo sabe perfectamente bien. A su propia conciencia le dejo el resultado de las elecciones en el sexto distrito".Y citó a Jesús Urueta, canciller con Venustiano Carranza y tío de su esposa: "El tirano, cuando oye a las conciencias libres, saca el estoque, usa la fuerza bruta y entonces, señores, no es el primer ataque por la felicidad de nuestra patria, sino la última de nuestras victorias".García Rojas, rector de la Universidad Católica, defendió la legitimidad de su triunfo y rechazó haber ignorado a jóvenes que le advirtieron que estaban robando una urna. "¿En qué quedamos? ¿No me acusó acaso Acción Nacional, al día siguiente de las elecciones, que yo como un nuevo Onofroff, prestidigitador, me había robado las 11 ánforas de los 11 distritos (sic)? Que pasé por enfrente y se me dijo: '¡Se están robando las ánforas!' Entonces, ¿fui yo o fueron otros? Con estas contradicciones, ¿cómo voy a contestar?".En realidad, dijo, se trataba de desprestigiar su triunfo: "Dijeron: 'García Rojas va a luchar por los ideales del PRI, hay que minarlo por su base'. ¿Cómo? Haciéndole la imputación más dolosa: Lo vamos a presentar ante la sociedad de México como un ratero".Y concluyó: "¿Había en el sexto Comité Distrital alguna protesta, alguna acusación directa en mi contra? No la encontré. Nada más la insinuación en los periódicos, la imputación dolosa".Como lo anticipó Gómez Mont, la mayoría priista aprobó el dictamen y le fue cancelado su ingreso a la Cámara de Diputados.
Diputados "traidores"
De las tres veces que conquistó la dipu-tación, sólo en dos la ejerció, porque la otra, que obtuvo en 1958, decidió no asumirla por acatar la orden que la dirigencia del PAN dio a los seis legisladores electos para no tomar posesión, en repudio al fraude electoral contra su candidato presidencial, Luis H. Álvarez.Aunque él mismo combatió la decisión de la dirigencia, presidida por Alfonso Ituarte, y aun propuso su derogación, al final se disciplinó junto con Jaime Haro, quien después sería diputado del Partido Demócrata Mexicano (PDM). "Más vale una curul vacía que ocupada por el traidor, y yo no soy ni seré nunca traidor a mi partido", sentenció. La decisión del PAN provocó una crisis que hizo solicitar licencia a Ituarte, cargo que asumió el secretario general, José González Torres, debido a que no fue obedecida por cuatro diputados electos, a los que Gómez Mont intentó, estérilmente, persuadir: "Su lugar es éste y no la farsa del Congreso que ha establecido el régimen, donde sólo se puede ser, lamentablemente, comparsa".En una nota necrológica publicada en La Nación, órgano oficial del PAN, Luis Calderón Vega, padre de Felipe Calderón, titular del Ejecutivo, ponderó la trayectoria de Gómez Mont, fallecido en febrero de 1970, a los 53 años de edad, cuando su hijo Fernando tenía apenas ocho años."Jamás conversé con él este gesto, pero él supo siempre que fue para mí y para muchos aquel ejemplo (...) la medida exacta de su noble estatura moral, de la limpieza y profundidad de sus convicciones, de su varonía indiscutible."Y añadió: "Si como jurista y diputado rindió eminentes servicios a la patria, con ese gesto de disciplina -humildad y entereza- igualó con su vida el pensamiento y dejó un legado de rara e inmensa riqueza moral".Gómez Mont ejerció la primera diputación en la 42 Legislatura (1952-1955), tras un debate en el Colegio Electoral en el que su adversario priista, Roberto Treviño Martínez, insinuó una concertacesión con el PAN, pese a que él había ganado con más de 5 mil votos:"No sé, señores, si a criterio de esta Cámara sea preciso mantener, para guardar el equilibrio político, un determinado número de curules para la oposición. Esto es discutible. Yo pienso que la Revolución debe siempre mantenerse en el poder por las fórmulas democráticas; pero si por ellas no puede la Revolución mantenerse en el poder, la Revolución, que está al servicio de México, debe de todos modos mantenerse en el poder."Afirmó que los triunfos del PAN "son migajas arrojadas de la mesa de la Revolución", y añadió: "La oposición representada aquí por aquellos que a la sombra de la Revolución trafican con los contrabandos y con los contratos de obras públicas y con tantas y tantas cosas. Yo digo la verdad, jóvenes del PAN, yo no estudié en la Escuela Libre de Derecho". La respuesta de Gómez Mont fue breve. "Las elecciones en el tercer distrito electoral se desarrollaron desde el principio de la campaña en una lucha entre el ciudadano que quiere imponer su voluntad en el ejercicio de su derecho y la violencia, tratando de enfrentarse a nosotros; se caracterizaron esas elecciones por la intriga y la mentira, y el día de las elecciones por un exceso de representantes personales, de votantes acarreados, de los que pudimos aportar las pruebas directamente a la Comisión Federal Electoral que hoy ha emitido el dictamen que ustedes han oído".Y añadió: "Conste que no me he referido a mi contrincante en lo personal. Mi distrito, panista por tradición, dio la batalla limpia y honestamente, y los votos que ustedes computan son los votos honestos y limpios de la ciudadanía".En el texto que escribió en La Nación, Calderón Vega recuerda la reputación de Gómez Mont como abogado -"no sólo era penalista, sabía ser, de veras, catedrático"- y lo evoca en el PAN: "En Acción Nacional ocupó su sitial -el que mereció- desde que hizo en esta arena sus primeras armas. Yo no lo recuerdo de soldado raso, sino de jefe de grupo, desde la primera noticia".Y se admiraba de la eficacia como candidato, después de que le fue arrebatado el primer triunfo, en 1949: "Tres veces más jugó y tres ganó la curul. ¡Y le fue reconocido!...".Gómez Mont, en efecto, fue diputado de 1964 a 1966, en la Legislatura que estrenó los diputados de partido, y en la que llegó a tener 20 legisladores, entre ellos panistas de la talla de Adolfo Christlieb Ibarrola, Miguel Estrada Iturbide, Juan Landerreche Obregón...Después de concluir su última dipu-tación, y tres años antes de morir, en 1967, Gómez Mont tuvo un gesto hacia el expresidente Lázaro Cárdenas, quien fue invitado a formar parte del Jurado Internacional para juzgar los crímenes de guerra cometidos en el conflicto de Vietnam y que, según una nota publicada en Ultimas Noticias, de Excélsior, él había descalificado. Le envió una carta personal."Dados incluso los términos irrespetuosos que se hacen en dicha declaración, quiero aprovechar para aclararle que siempre he sentido por usted respeto. En efecto, durante la época en que usted fue presidente de la República, siendo yo estudiante, le aplaudí entusiastamente cuando, en el balcón de Palacio Nacional, Alejandro Gómez Arias ponía de relieve la importancia de la expropiación petrolera. Aun cuando considero la política agraria equivocada en su base, fue usted quien tuvo el valor de impulsarla sin desviaciones. "En materia obrera sentó usted el trascendental principio de que la justicia no es tratar a todos por igual, sino proteger a los débiles de los poderosos. En esta virtud, por su rectitud, por su valor personal y por su hombría, me ha merecido usted respeto y quiero hacerlo constar expresamente."
Los hijos de Luis y Felipe
Aunque Calderón Vega era un panista sin fortuna y Gómez Mont tenía un próspero despacho, que cobró notoriedad no sólo por ser representante de los más importantes bancos, sino por la defensa que hizo de priistas de la época y aun de numerosas autoviudas, los dos establecieron una relación afectiva por su militancia compartida, pero también por su devoción católica."Una confluencia esencial nos ligaría por el espíritu -escribió Calderón Vega- y nos volvería a reunir algunas veces en la vida: La combativa posición religiosa. Desde la adolescencia había sido él, como yo, católico a la jineta, aunque no por cierto 'de Pedro el Ermitaño'. Andando el tiempo le escuché uno de sus más finos discursos en el Congreso Mariano. Hablaba por sus labios la ternura de un amor que me hizo recordar a Vasconcelos cuando, ante una perdida hornacina, donde se escondía una virgen de advocación incógnita en una callejuela romana, confesó: '...Y entonces comprendí que yo había nacido para amar a la Virgen María...'."Militantes ambos de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos (UNEC), sobre la que Calderón Vega escribió Cuba 88, en el que describe la historia de esta agrupación y el intento de infiltración de los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), algo más tenían en común: Sus hijos menores, Felipe de Jesús y Fernando eran de la misma edad, nacidos ambos en 1962, y los dos estudiarían en la Escuela Libre de Derecho, en la que Gómez Mont padre -que ya había muerto- fue catedrático desde que egresó.Aunque poco roce tuvieron en las aulas -Felipe de Jesús trabó amistad casi exclusivamente con Julio Esponda Ugartechea-, la política los juntó en el PAN a tal punto que, en la contienda interna por la candidatura presidencial, en 2005, Gómez Mont optó por Calderón en vez de Santiago Creel, amigo de su familia y patrocinado por Diego Fernández de Cevallos, a su vez enemigo de Calderón.Diputado federal, entre 1991 y 1994, y miembro del CEN, Gómez Mont generó críticas en su partido por su cercanía con Carlos Salinas, quien lo invitó a formar parte de una comisión de ciudadanos para supervisar las investigaciones del asesinato del priista Luis Donaldo Colosio, a cuyo primer fiscal, Miguel Montes, respaldó en sus conclusiones."¿Por qué se quiere cuestionar tanto las evidencias? Este es un crimen filmado", dijo sobre la consignación de Mario Aburto, pero también de Adolfo Mayoral Esquer y Tranquilino Sánchez Venegas, quienes después fueron exonerados.Socio de Rubén Valdés Abascal, exdirector de Asuntos Jurídicos de la Presidencia con Salinas, en el despacho Análisis y Desarrollo de Proyectos, Gómez Mont asesoró a Ernesto Zedillo y al procurador panista Antonio Lozano Gracia, como lo confirmó el vocero Juan Ignacio Zavala, antes de que ambos fueran despedidos por usar a la bruja Francisca Zetina La Paca para resolver el homicidio de José Francisco Ruiz Massieu.Todos estos antecedentes generaban malestar en el PAN, como lo expresó, en una reunión del CEN, presidida por Felipe Calderón, el diputado federal Salvador Beltrán del Río, actual director general de Asociaciones Religiosas de la Secretaría de Gobernación.El legislador afirmó, en la reunión del CEN, que la actuación de Gómez Mont le estaba haciendo un "severo daño" a ese partido, debido a su "activismo desorbitado". Y después, en entrevista, afirmó: "Pasa por alto códigos de ética profesional, escrúpulos y principios de Acción Nacional. El aparecer con tantas cachuchas y el pretender servir a tantos amos" es perjudicial, entre otras cosas, porque es identificado como "un panista que está metido en la política y que está haciendo varias labores a la vez". Y aclaró: "No sólo es mi opinión, sino de otros miembros del PAN, integrantes o no del CEN, diputados o no".
Coincidencia trágica
Ricardo García Cervantes, coordinador de ese partido en la Cámara de Diputados, también hizo eco de esas preocupaciones: "Tener una gestión profesional y controvertida, confrontada en algunos casos con el partido, genera parque para el detractor y le arrima piedras al enemigo".Según información recogida por el reportero Mayolo López, y publicada en Proceso 1033, Calderón hizo suya la preo-cupación y se reunió con Gómez Mont. Pero no informó nada al CEN.Aunque allegados a Gómez Mont aseguran que auxilió a Calderón desde el equipo de transición, al lado de Germán Martínez, actual presidente del PAN, sólo hasta hace tres meses reanudó su participación formal en ese partido: Fue invitado a sumarse al CEN, apenas el lunes 18 de agosto, en sustitución del exsenador Javier Corral, quien renunció -dijo- en repudio a la claudicación del gobierno de Calderón ante las televisoras.Ese mismo 18 de agosto, Juan Miguel Alcántara Soria, amigo como Gómez Mont de Diego Fernández de Cevallos, asumió la Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales de la Procuraduría General de la República (PGR).Además de ocupar sus cargos el mismo día, se produjo otro dato curioso: Alcántara Soria asumió el puesto que dejó José Luis Santiago Vasconcelos, quien falleció en el desplome del avión en que viajaba también el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, a quien sustituyó Gómez Mont.Justamente el lunes 3, un día antes del desplome del avión en que perecieron Mouriño, Santiago Vasconcelos y otras 12 personas, Gómez Mont apareció en una conferencia de prensa del PAN junto con Martínez, con el fin de repudiar el fallo del Tribunal Electoral federal que ordenó al Instituto Federal Electoral sancionar a su partido, al PRI y al Partido Verde por haberse beneficiado de los spots del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en la elección de 2006."Me parece profundamente cuestionable la resolución", dijo Gómez Mont, quien anunció que el PAN recurriría a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para evitar que, en el futuro, pudiera emitirse una sentencia que, según él, atenta contra la libertad de expresión. -¿Cuánto va a cobrar su despacho? -preguntó un reportero.-Por lo que toca a mi despacho, nunca ha cobrado ni le cobrará nada al Partido Acción Nacional.Ocho días después, justamente el lunes 10, Gómez Mont asumió la Secretaría de Gobernación.

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