Mostrando las entradas con la etiqueta Luisa María Calderón. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Luisa María Calderón. Mostrar todas las entradas

jueves, enero 20, 2011

La hermana incómoda de Calderón


Luisa María Calderón, la hermana del presidente.

Álvaro Delgado

MÉXICO, D.F., 17 de enero (apro).- En la placenta del gobierno de su hermano Felipe, que es nutriente de abundantes recursos --como las decenas de militares armados al servicio de su campaña--, se incuba el embrión de la candidatura de Luisa María Calderón a gobernadora de Michoacán, quien juró no participar en política en este sexenio para no ser la “hermana incómoda” que ya es.

Desde que regresó de Europa, en 2008, Luisa María Calderón, alias Cocoa, se hizo nombrar responsable de elecciones del Partido Acción Nacional (PAN) en Michoacán, para usarlo de plataforma de su candidatura a gobernadora, y como una virreina dispone desde entonces de todos los recursos federales, incluidos los funcionarios federales en calidad de sirvientes, para conseguirla.

Y hay que tener memoria: El 7 de diciembre de 2006, en una conferencia que impartió en Veracruz tras inaugurar las oficinas municipales del PAN en Xalapa, y que representó su último acto público antes de irse de “hippie” a España, hizo público su compromiso y el de su familia de no participar en política durante todo el sexenio para no ser tildados de “hermanos incómodos” por traficar con el poder presidencial.

“El presidente es uno solo y acordamos que estaríamos fuera del espacio político y público”, declaró Cocoa, y reveló que los hermanos Calderón Hinojosa hicieron ese pacto desde 2003, cuando Felipe decidió buscar la candidatura presidencial, en el contexto del escándalo de los hijos de Marta Sahagún, la mujer de Vicente Fox.

“El hoy presidente --añadió-- estaba pensando y trabajando en su proyecto como precandidato. Platicamos de este daño que estaba pasándole al presidente (Fox) y de que el Poder Ejecutivo es de una sola persona, y entonces acordamos los hermanos que estaríamos fuera del espacio político y público”.
Pero la incongruencia no es sólo de ella, sino del propio Felipe Calderón, quien no únicamente solapa el activismo de su hermana --que de suyo es tan repugnante como el propósito del gobernador con licencia Humberto Moreira, presidente electo priista, de dejar en la gubernatura de Coahuila a su hermano Rubén--, sino que se diseña desde el gobierno la estrategia para entronizarla.

Y no es sólo incongruencia, sino cinismo, porque a Felipe Calderón le parecía “muy sucio” el nepotismo en el sexenio de Fox por alentar las ambiciones presidenciales de Marta Sahagún y encubrir los negocios de los hijos de ésta, tal como está ocurriendo ahora con el propio clan michoacano.

En la edición 1702, correspondiente a noviembre de 2006, el semanario Zeta de Tijuana publicó una entrevista con Luisa María en la que citó a su hermano sobre el pacto entre hermanos de 2003:

“Estábamos delineando el camino a la presidencia y estaba en su auge el tema de Martha, porque ella quería ser presidenta. Entonces Felipe dijo: ‘Oigan, está como muy sucio el tema del nepotismo, a mí me gustaría que estuviéramos claros que si voy yo, ustedes no van a ningún lado.”

Dos meses antes, el 24 de septiembre de 2006, en el diario Reforma, Cocoa dio más detalles de ese pacto mediante el cual los hermanos Calderón decidieron apartarse de la esfera pública durante el sexenio. “Si yo voy a la presidencia, ¿tú qué onda?”, le preguntó Felipe a Luisa María, quien le respondió: “Si tú vas a la Presidencia, yo estoy fuera”.

A su vez, Juan Luis Calderón, otro hermano de Felipe dedicado a la política, declaró: “En términos personales estaremos ocupándonos, primero, de no influir de ninguna manera, de no tener nunca el mote de hermanos incómodos.”

Juan Luis, en efecto, ha sido muy discreto en su participación en la política y se ha dedicado sobre todo a los negocios --negocios, no tonterías, en materia de obras hidráulicas--, pero Luisa María está encaprichada en ser gobernadora de Michoacán, con la complicidad plena de su hermano desde Los Pinos.

Hay quienes dicen que los Calderón, ante el repudio de la candidatura de Cocoa, recapacitarán, que puede caber pudor. No, están encaprichados.

Por eso la “cabeza” ideada por los editores del semanario Proceso para el reportaje sobre este asunto, en el que el senador panista Marko Cortés censura la incongruencia de la familia Calderón, es precisa: “Cocoa, el otro michoacanazo”.

Pero, igual que el embate contra autoridades del estado, se perfila el fracaso. Porque, salvo la presidencia del PAN, Felipe Calderón nunca ha ganado nada...

Apuntes

Sólo la arrogancia y la estupidez pueden atribuir a la campaña “No más sangre” la censura al gobierno a combatir a los criminales, como es su obligación. No, sólo se le exige que lo haga de manera eficaz y sin incurrir en el asesinato de inocentes, incluidos niños, como justifican voces como las del porro Javier Lozano, el expriista que ahora habla de “mover almas”… Del mismo talante es su amiga Mariana Gómez del Campo, que agrede con telefonemas a deshoras en domicilios particulares para anunciar su informe de labores en su infecunda gestión como diputada local, igual como lo hizo en su campaña César Nava, el corrupto expresidente del PAN... Joaquín El Chapo Guzmán festeja una década de haberse fugado del penal de Puente Grande y ser el capo del panismo...

Comentarios: delgado@proceso.com.mx

jueves, septiembre 30, 2010

AMLO exige a Calderón decir en cadena nacional por qué ordenó el michoacanazo

También debe explicar por qué razones 34 de 35 funcionarios detenidos ya están libres
AMLO exige a Calderón decir en cadena nacional por qué ordenó el michoacanazo
Fue una decisión perversa tramada en la elite del poder: ex subprocurador Ignacio Mendoza

Saúl Maldonado y Ernesto Martínez
Corresponsales
Periódico La Jornada

Andrés Manuel López Obrador exigió al presidente Felipe Calderón que explique en cadena nacional por qué ordenó la captura, sin pruebas reales, de los 35 servidores públicos que la Procuraduría General de la República (PGR) detuvo en 2009 en el llamado michoacanazo, de los cuales ya fueron liberados 34.

En la capital de Durango, donde este miércoles presentó su libro La mafia que se adueñó de México… y el 2012, el ex candidato presidencial sostuvo que Calderón dio la orden de detener a los funcionarios de Michoacán y le exigió explicar, así como acostumbra, en cadena nacional, la razón de esas aprehensiones, y aclarar por qué 34 de los 35 detenidos ya están libres. Que explique que no tuvieron pruebas, que todo se trató de un asunto político-electoral.

Consideró que la PGR no tiene calidad política ni moral para hablar sobre la presunta implicación del diputado federal Julio César Godoy Toscano en el narcotráfico, cuando la propia corporación no pudo comprobar que los servidores públicos del michoacanazo estaban coludidos con el crimen organizado.

Además, López Obrador solicitó a Calderón que explique también en cadena nacional por qué protege a Gastón Azcárraga, quien saqueó Mexicana de Aviación. Yo sí sé por que lo protege, porque ayudó en el fraude electoral; pero me gustaría que lo explicara a todos los mexicanos.

En Morelia, el ex subprocurador del estado de Michoacán, Ignacio Mendoza Jiménez –quien estuvo preso ocho meses y cinco días acusado de brindar protección al grupo criminal La Familia–, aseguró que el michoacanazo fue una decisión perversa que se tramó desde la elite del poder.

En entrevista, manifestó que detectó más de 125 inconsistencias de la parte acusadora, que incluyen mentiras, datos falsos, fechas que no coinciden, así como siembra de pruebas que no resisten el mínimo análisis.

Aseguró que las declaraciones en su contra y de los demás acusados se concentraron en un documento de 68 páginas tamaño oficio, con letra pequeña. “Es por eso que mi caso es exactamente igual al de cualquier otro compañero encarcelado por el llamado michoacanazo”, señaló.

También en Morelia, el coordinador del grupo parlamentario del PRD en el Congreso de Michoacán, Mauricio Prieto Gómez, anunció que ex funcionarios liberados del michoacanazo exigirán a Felipe Calderón la reparación del daño por haber sido encarcelados injustamente. Esto ocurrirá durante la conmemoración del natalicio de José María Morelos y Pavón que se celebrará este jueves en la capital del estado.

A su vez, la secretaria de elecciones del PAN, Luisa María Calderón, cuestionó al juez federal Efraín Cázares López, con jurisdicción en el estado, por no actuar libremente y haber liberado a los detenidos por el michoacanazo.

La hermana de Felipe Calderón aseguró que la sociedad michoacana reprueba la excarcelación de los implicados en este caso, así como la toma de protesta del diputado perredista Julio César Godoy, quien también fue acusado de tener vínculos con la delincuencia organizada, pero no fue detenido y obtuvo un amparo.

El dirigente del PRI en Michoacán, Mauricio Montoya Manzo, dijo que confía en que pronto saldrá libre el alcalde de Múgica, Armando Medina, ya que las acusaciones en su contra se basan en los mismos testigos que participaron en los juicios de los 34 funcionarios liberados.

Fuente: La jornada

sábado, junio 06, 2009

Un golpe policiaco-electoral


Michoacán es territorio que controla La Familia, ?según testimonios del propio gobernador Leonel Godoy, quien a principios de su mandato se reunió con el titular de la Secretaría de la Defensa, general Guillermo Galván, y le comentó que esa organización estaba presionando a algunos alcaldes. Pero el gobierno federal se reservó la respuesta y sólo ?en vísperas de los comicios del próximo 5 de julio instrumentó el golpe contra un bien seleccionado grupo de alcaldes y funcionarios cercanos a Godoy. Poco le importó violentar la soberanía del estado.

MORELIA, MICH.- Derrotado una y otra vez en las urnas de su estado, Felipe Calderón aprovechó la vulnerabilidad del gobierno de Leonel Godoy por su presunta protección al narcotráfico para hacer del combate a la delincuencia organizada bandera electoral.En apenas un año y tres meses de gobierno, Godoy está por segunda ocasión sometido a una fuerte presión por hechos relacionados con la delincuencia organizada en una crisis de inseguridad que Calderón ha administrado políticamente y lo ha llevado al extremo de considerar el estado de excepción en la entidad.A pesar de que a través de su gran aliado, el Ejército, supo desde hace más de un año de las presiones de La Familia michoacana a varios de los alcaldes ahora detenidos, Calderón se guardó la oportunidad para actuar. Lo hizo a 40 días de las elecciones federales en las que en la entidad se prefiguraba una nueva derrota para el PAN.Con una actividad narcopolítica tan intensa como en otros estados, Michoacán es desde el martes 26 escenario donde los cárteles de la droga se convirtieron en actores determinantes durante el proceso electoral que culminará el 5 de julio próximo.Los informes de inteligencia civil y militar que circulan en el estado sobre las alegadas relaciones de funcionarios federales, estatales y municipales con la delincuencia organizada que operan en el estado sustituyeron a las plataformas electorales.Encaminado hasta ese día a una nueva derrota en el que aún es bastión perredista, el PAN espera capitalizar en los comicios el operativo policiaco militar que el gobierno federal ejecutó en las primeras horas del martes 26, en forma simultánea, en distintos municipios del estado, incluida esta capital.La redada acabó con la detención de 10 presidentes municipales de distintos partidos, 17 funcionarios estatales y municipales y el juez de primera instancia Jaime Liera, coordinador de la Policía Ministerial durante el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel. Además, la entrega voluntaria del exprocurador de Justicia Miguel García Hurtado, y del exsubprocurador Ignacio Mendoza Jiménez.Los 30 están acusados por la Procuraduría General de la República (PGR) de proteger al grupo conocido como La Familia michoacana, a Los Zetas –brazo armado del cártel del Golfo– o a la organización de los hermanos Beltrán Leyva.
Junto con los cárteles de Sinaloa y del Milenio, esas organizaciones se disputan el control de la ruta michoacana para el tráfico de mariguana, cocaína y heroína entre Sur y Norteamérica y de la materia prima que llega desde Europa y Asia para la elaboración de metanfetaminas.A todos los detenidos les fue decretado el viernes 29 un arraigo por 40 días que se puede duplicar antes de que se defina su situación jurídica. El primer plazo del arraigo se vence tres días después de las elecciones.Con su hermana Luisa María como ariete, responsable de acción electoral del PAN en Michoacán, Calderón ordenó el operativo que los propios panistas en el Congreso local reconocieron como violatorio de la soberanía del estado, toda vez que elementos de la Policía Federal irrumpieron armados y encapuchados en el Palacio de Gobierno para detener a un agente de la Secretaría de Gobernación local.Desde el inicio de la campaña electoral, Luisa María Calderón –quien ejerce como estratega electoral con una ostentosa protección del Estado Mayor Presidencial– acusó al PRI y al PRD de tener candidatos apoyados por el narcotráfico.Incluso, un día antes del operativo ella buscó a la presidenta del PRD en el estado, Fabiola Alanís, para que le informara sobre las presiones de los grupos de narcotraficantes a los candidatos perredistas.Como responsable de la acción electoral en su estado, se encargó de operar la definición de los actuales candidatos del PAN, que hasta antes del operativo aparecía rezagado frente al PRD y al PRI en las preferencias electorales. Según las encuestas de Parametría y Consulta Mitofsky, elaboradas para el PRD, éste aparecía favorito en ocho de los 12 distritos electorales federales con 37% de las intenciones de voto, contra 31% del PRI y 25% de Acción Nacional.Hasta antes del operativo, el PAN tendía a repetir el fracaso en la tierra de Calderón, quien en 2006 perdió por 100 mil votos de diferencia contra Andrés Manuel López Obrador, y en 1995 sufrió su primer descalabro electoral en Michoacán al quedar en tercer lugar en las elecciones a la gubernatura que ganó el priista Víctor Manuel Tinoco Rubí.En las elecciones de 2007, cuando Godoy resultó electo, el PAN perdió con una diferencia de 72 mil votos y sólo obtuvo 12 de las 113 presidencias municipales, contra 40 del PRD y 54 del PRI. El PAN, sin embargo, se convirtió en la segunda fuerza del Congreso con 12 curules, debido al reparto plurinominal. El PRD tiene 14 diputados.
Presión de “La Familia”
Contrario a lo señalado por la PGR de que el operativo fue resultado de una investigación de medio año sobre las relaciones de funcionarios del estado con el narcotráfico, por lo menos desde febrero de 2008 el gobierno federal ya sabía de las presiones de los narcotraficantes, en particular de La Familia michoacana, a una veintena de alcaldes.Según el coordinador del PRD en el Senado, Carlos Navarrete, fue el propio Godoy quien le entregó esa información al secretario de la Defensa Nacional, el general Guillermo Galván.En entrevista con Proceso, el senador relata que al inicio del actual gobierno una veintena de alcaldes del PRD, el PAN y el PRI, también recién electos en ese momento, fueron levantados por La Familia y concentrados en un salón de Nueva Italia, en la cabecera del municipio de Múgica.Rodeados por gente armada y numerosas camionetas, fueron advertidos: “los dueños del territorio donde van a gobernar somos nosotros. No se confundan: los directores de Seguridad Pública nosotros los vamos a poner”. En seguida, refiere el senador, vino la amenaza: “No deben meterse en ninguno de los asuntos de La Familia”.Uno de los alcaldes amenazados –cuya identidad no fue revelada por el legislador– le contó lo sucedido al gobernador, quien le pidió al entonces presidente interino del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, que buscara una entrevista con el general Galván.El encuentro se realizó en el Campo Militar número 1 con la presencia de Godoy, Naranjo, Navarrete y el coordinador del PRD en la Cámara de Diputados, Javier González Garza. De la Sedena, el general fue el único participante, en tanto que Godoy fue el encargado de relatar los hechos y solicitar la intervención de la secretaría.De acuerdo con Navarrete, el general aseguró que el Ejército ya sabía de esa reunión y que el reporte de Godoy reforzaba los informes que hasta entonces tenía.Acordaron que se coordinarían a través de la 43 Zona Militar, con sede en Apatzingán, y de la 21 Zona Militar, en Morelia. Nada ocurrió hasta la noche del 15 de septiembre de 2008, cuando supuestos narcotraficantes –zetas, según la PGR– arrojaron dos granadas contra la multitud que celebraba el Grito de Independencia en el Centro Histórico de esta capital.El ataque, que después de ocho meses no ha sido esclarecido por la PGR, dejó nueve muertos y más de un centenar de heridos, y colocó al gobierno de Godoy en un lugar destacado en los informes de los organismos de seguridad sobre el narcotráfico en la entidad, según constató Proceso en su edición 1664 del 21 de septiembre de 2008. El senador del PRD por Michoacán, Jesús Garibay García, asegura también en entrevista que en ese momento Calderón consideró decretar el estado de excepción en la entidad para suspender las garantías individuales y militarizar la entidad.“Pocos días después del atentado, el entonces secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, acudió al Congreso como parte de la glosa del Segundo Informe de Gobierno y negó que el gobierno federal hubiera considerado esa opción, pero la información que tuve en ese momento era sólidamente la contraria. Aún ahora, lo sostengo”, dice el senador.Godoy, quien fue secretario de Gobierno con Cárdenas Batel, en momentos en que se recrudeció el narcotráfico en la entidad, está ahora atrapado entre las presiones del perredismo local que quiere movilizarse en contra de Calderón y la información sobre la supuesta relación de algunos de sus más cercanos colaboradores con el narcotráfico, en especial con La Familia.En unas cuantas horas, Godoy pasó de la indignación a la búsqueda de reconciliación con el gobierno federal. Inicialmente molesto porque Calderón no le informó sobre el operativo y violentó uno de los tres Poderes del estado, en menos de 48 horas pidió “dar vuelta a la página” sobre la redada.Aunque el mismo martes 26 públicamente aseguró que se trataba de un hecho ilegal que violó la soberanía del estado, el jueves 28 pidió en Guanajuato cerrar la controversia, “porque la federación y Michoacán no pueden estar confrontados”. Un día antes, ya había expresado su tibieza ante el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, al calificar el operativo como “necesario” y “un gran golpe” a la delincuencia organizada.
Vulnerabilidad
El ánimo conciliatorio del mandatario michoacano contrastó con el mensaje del encargado de la política interior del país, quien en Morelia, el miércoles 27, dejó en claro que si no habían compartido la información fue porque no confían en Godoy. “Yo sólo confío en la ley y el gobierno”, expresó Gómez Mont a la prensa al final de un breve encuentro con el gobernador. El pretexto de la reunión fue la sesión extraordinaria del Consejo Estatal de Seguridad Pública.En una respuesta pública a los primeros reclamos de Godoy, Gómez Mont dijo: “Se determinó confinar la información para que la acción judicial tuviera menos riesgos” para la población. Esa actitud contrastó con lo ocurrido en Morelos, donde el gobierno panista fue avisado de la detención de dos alcaldes.En una confirmación de su ambivalencia, la tarde del viernes 29, luego de conocer el arraigo contra los detenidos, el gobernador dijo que esa acción judicial “sin duda tiene tintes electorales y levanta sospechosismo”.Godoy está en una situación vulnerable. No sólo porque siete de los detenidos fueron cercanos o estrechos colaboradores suyos, sino porque su hermano Julio César Godoy es candidato por el distrito federal I con cabecera en Lázaro Cárdenas, que abarca los municipios considerados por la PGR como focos rojos del narcotráfico en el estado.El hermano del gobernador fue detenido por el Ejército durante el operativo y, según él mismo, declaró durante una hora ante las autoridades federales. Apenas el 7 de abril pasado su compañero de fórmula, Gustavo Bucio Rodríguez, fue ejecutado en un restaurante de Nueva Italia, zona controlada por La Familia.Tres de los arraigados fueron hombres de confianza de Godoy en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), una de las dependencias más infiltradas por la delincuencia organizada: el titular, Miguel García Hurtado; el exsubprocurador en Morelia, Ignacio Mendoza Jiménez, y el coordinador de asesores, Ramón Ponce Ponce. La PGJE prácticamente quedó desmantelada con la detención también de dos primeros comandantes y dos jefas de grupo.Más cercana aún era su asesora Citlalli Fernández González, quien fue su primera secretaria de Seguridad Pública, otra de las instituciones penetradas por el narcotráfico. También, Mario Bautista Ramírez, director del Instituto Estatal de Formación Policial, que al principio de la actual administración fue director de Policía y Tránsito del estado.Otro de los detenidos del entorno del gobernador fue el empresario Ricardo Rubí Bustamante, director de Fomento Industrial de Michoacán, expresidente del Consejo Coordinador Empresarial del estado y sobre quien pesan señalamientos de lavado de dinero. También fue detenido Juan Gaona Gómez, jefe de agentes de la Dirección de Gobernación estatal, para cuya aprehensión la Policía Federal entró a la fuerza al Palacio de Gobierno.De los presidentes municipales detenidos, seis son del PRI, dos del PAN y dos del PRD. Se trata de los priistas José Cortés Ramos, de Aquila; Jairo Germán Rivas Páramo, de Arteaga; Audel Méndez Chávez, de Coahuayana, y Uriel Farías Álvarez, de Tepalcatepec, hermano de El Abuelo Farías, señalado por la PGR como miembro del cártel de los Valencia y proveedor de efedrina del empresario de origen chino Zhenli Ye Gon.También del PRI está Adán Tafoya Ortiz, de Tumbiscatío; y Juan Antonio Ixtlahuac Orihuela, de Zitácuaro, conocido como el “Enrique Peña Nieto purépecha” por su juventud y cercanía con el gobernador mexiquense; además de ser sobrino del actual diputado federal priista Ascensión Orihuela Bárcenas.Del PRD fueron detenidos Osvaldo Esquivel Lucatero, de Buena Vista Tomatlán, y Genaro Guízar Valencia, de Apatzingán; mientras que los presidentes municipales panistas arraigados son José Luis Ávila Franco, de ciudad Hidalgo, y Antonio González Rodríguez, de Uruapan, la segunda ciudad más importante de Michoacán.