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miércoles, diciembre 14, 2011


Indignados durante una  manifestación en el Banco Central Europeo en Frankfurt, Alemania. Foto:  AP

Alemania: La desigualdad se afianza

BERLÍN (apro).- El chico que sube al Metro de la Línea 8 tiene alrededor de 20 años y un aspecto que a primera vista no delata la situación que atraviesa. Recita su pedido con voz agria y tono monocorde, mientras …

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El presidente de  Estados Unidos, Barack Obama. Foto: AP

Estados Unidos: Las engañosas cifras del desempleo

SAN DIEGO, (apro).- El pasado 2 de diciembre, el Departamento del Trabajo de Estados Unidos dio por adelantado su regalo de Navidad al presidente Barack Obama, al dar a conocer que el índice de desempleo se había reducido de 9.2 a 8.6%, su nivel más bajo en los últimos tres años.Esto sin duda representa una excelente noticia para el presidente, ya que le....

David Cameron,  primer ministro británico. Foto: AP

UE: El veto británico

LONDRES, (apro).- Mientras que Francia y Alemania, las dos principales economías de la Unión Europea (UE), buscan reformar el Tratado de Lisboa para establecer mayores controles fiscales y financieros en el bloque actualmente sumido en una profunda crisis de deuda, Gran Bretaña intenta utilizar su poder de veto para frenar cualquier reforma que no beneficie a la city financiera de Londres y le quite....

Somalia. Entre los  señores de la guerra y la hambruna. Foto: AP

Somalia: La hambruna

MÉXICO, D.F. (apro).- Primero fue la dictadura de Siad Barre; después, la descomposición y la llegada de los señores de la guerra; luego, el caos total, la invasión y los bombardeos de Estados Unidos, la opresión de Al-Shabaab y la piratería; ahora, la hambruna.Con todas estas tragedias a cuestas, Somalia sigue siendo el país que más sufre en el África.La hambruna, por....

Dolientes en  Gaziantep, al sur de Turquía, en el funeral de una mujer que murió la  semana pasada en un incendio en Ludwigshafen, Alemania, que mató a ocho  inmigrantes turcas. Foto: AP

Alemania: El estigma de ser turco

BERLÍN (apro).- “Llegamos a Berlín de noche, todo me parecía muy lindo, la entrada de la casa tenía azulejos con figuras hermosas. Todo estaba muy limpio, había una estufa revestida de cerámica, que nosotros no sabíamos que era una estufa, y los baños, que tampoco conocíamos”, recuerda Leyla Çelic.“Fue muy linda la primera impresión –dice–. También cuando empecé a ir a la escuela....

El sepelio de los  activistas asesinados. Foto: Miguel Dimayuga

Informe europeo: Los crímenes de San Juan Copala, puras disculpas

BRUSELAS (apro).- “Los cambios no se dan de la noche a la mañana, y un nuevo partido llegó al poder en Oaxaca después de 70 años de gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Sin embargo, la desarticulación entre el nivel federal y el estatal, la coexistencia de sistemas judiciales distintos y los pobres estándares existentes en materia de investigación continúan obstaculizando que haya progresos....

sábado, abril 18, 2009

Somalia: nos mienten sobre los piratas

En CNN (en inglés) llevan más de dos semanas pasando día y noche, hasta la saciedad, la repetición del caso de los piratas somalíes. Como el análisis de la manipulación mediática es imprescindible para avanzar, me preguntaba qué había detrás de esa avalancha de los medios sobre algo que si bien puede resultar noticia no es para que estén constantemente repitiendo las mismas imágenes como si eso fuese lo único relevante que sucede en el mundo. Por ejemplo, la Cumbre del ALBA no se mencionó, sólo ahora que Barack Obama está en la V Cumbre de las Américas ha sido noticia y hasta eso se ha manipulado no pasando las intervenciones más relevantes.

En fin, que este artículo que aparece en Rebelión nos da cierta luz de por donde anda la cosa:

Johann Hari
Global Research

Traducido para Rebelión por Christine Lewis Carroll

¿Quién podría imaginar que en 2009, los gobiernos del mundo declararían una nueva guerra a los Piratas? Mientras está leyendo esto, la Marina británica – apoyada por los buques de más de dos docenas de naciones, desde los Estados Unidos hasta China – se está internando en aguas de Somalia para perseguir a hombres que todavía vemos como villanos de circo con un loro en el hombro. Pronto estarán luchando contra buques somalíes y hasta persiguiendo a los piratas en tierras de Somalia, uno de los países más rotos de la tierra. Pero detrás de la extravagancia de este cuento, hay un escándalo por contar. La gente que nuestros gobiernos etiquetan como “una de las grandes amenazas de nuestros tiempos” tiene una historia extraordinaria que contar – y algo de justicia de su parte.

Los piratas nunca han sido exactamente lo que creemos que son. En la “edad dorada de la piratería” – desde 1650 hasta 1730 – la idea del pirata como el ladrón salvaje e insensato que perdura hasta nuestros días fue creada por el gobierno británico en un gran esfuerzo propagandístico. Mucha gente corriente creyó que esto era falso: con frecuencia la muchedumbre les rescataba de la horca. ¿Por qué? ¿Qué vieron entonces que nosotros no vemos ahora? En su libro Villains of all nations (Villanos de todas las naciones), el historiador Marcus Rediker escudriña las pruebas para averiguarlo. Entonces, si te alistabas en la Marina Mercante o en la Marina británica – reclutado en los muelles de Londres, joven y hambriento – terminabas en un infierno flotante de madera. Trabajas a todas horas en un buque angosto y medio muerto de hambre, y si remoloneabas algo, el todo poderoso capitán te azotaba. Si remoloneabas constantemente, te podrían tirar por la borda. Y después de meses o años soportando esto, a veces te timaban en la paga.

Los piratas fueron los primeros en rebelarse contra este mundo. Se amotinaron contra sus capitanes tiránicos – y crearon un modo distinto de trabajar en la mar. Una vez tomado un buque, los piratas elegían a su capitán, y tomaban todas sus decisiones colectivamente. Compartían el botín, lo que describe Rediker como “uno de los planes más igualitarios del siglo dieciocho para aprovechar los recursos disponibles”. Hasta acogían a esclavos africanos y convivían con ellos como iguales. Los piratas demostraron “de forma bastante clara y subversiva – que no hacía falta llevar el buque en la manera opresiva y brutal que lo hacían la Marina Mercante y la Marina británica”. Es por esto que eran populares, a pesar de ser ladrones improductivos.

Las palabras de un pirata de esa edad perdida – un joven británico llamado William Scott – deberían tener eco en esta nueva edad de piratería. Justo antes de que lo ahorcaran en Charleston, Carolina del Sur, dijo: “Lo que hice fue para no perecer. Fui obligado a hacerme pirata para sobrevivir”. En 1991, cayó el gobierno de Somalia, situado en el Cuerno de África. Sus nueve millones de habitantes han estado al borde de morirse de hambre desde entonces – y muchas de las fuerzas más feas del mundo occidental han visto esto como una estupenda oportunidad para robar las provisiones de comida del país y verter nuestros residuos nucleares en sus mares.

Sí: residuos nucleares. En cuanto desapareció el gobierno, llegaban misteriosamente buques europeos a la costa de Somalia, vertiendo enormes barriles en el océano. La población de la costa empezaba a enfermar. Al principio, padecieron extrañas erupciones, nausea, y nacieron niños malformados. Entonces, después del tsunami de 2005, cientos de estos barriles vertidos y con fugas terminaron en la orilla. La gente empezó a enfermar de la radiación, y más de 300 personas murieron. Ahmedou Ould-Abdallah, el enviado de Naciones Unidas a Somalia, declara: “Alguien está vertiendo material nuclear aquí. También hay plomo, y materiales pesados, tales como cadmio y mercurio – o sea, de todo.” Se puede seguir su rastro hasta los hospitales y las fábricas europeos, y se entrega a la mafia italiana para que ésta se deshaga de ello de la manera menos costosa. Cuando pregunté a Ould-Abdallah qué hacían los gobiernos italianos para combatir esto, dijo con un suspiro: “Nada. Ni se ha limpiado, ni ha habido compensación ni prevención.”

Al mismo tiempo, otros buques europeos han estado saqueando los mares de Somalia de su mayor recurso: el marisco. Hemos destruido nuestras propias existencias de pesca por sobreexplotación – y ahora queremos las suyas. Enormes palangreros roban cada año más de 300 millones de dólares en atún, gambas, langosta, etc. al internarse ilegalmente en los mares no protegidos de Somalia. Los pescadores locales han perdido de buenas a primeras su sustento, y se están muriendo de hambre. Mohammed Hussein, un pescador de la ciudad de Marka, a 100 kilómetros de Mogadishu, declaró a Reuters: “Si no se hace nada, pronto no quedará pesca en las aguas de nuestra costa”.

Éste es el contexto en el que han surgido los hombres que nosotros llamamos “piratas”. Todo el mundo está de acuerdo en que eran pescadores corrientes somalíes que primero intentaron disuadir con lanchas veloces a los que vertían residuos desde los palangreros o por lo menos cobrarles un tributo. Se llaman a si mismos los Guardacostas Voluntarios de Somalia – y no es difícil entender por qué. En el transcurso de una entrevista telefónica surrealista, uno de los dirigentes piratas, Sugule Ali, dijo que su propósito era “parar la pesca ilegal y vertidos en nuestras aguas... No nos consideramos bandidos de los mares. Los bandidos son aquellos que pescan, vierten residuos y llevan armas en nuestros mares.” William Scott habría entendido estas palabras.

No, esto no justifica la toma de rehenes, y sí, algunos son evidentemente gángsteres – especialmente aquellos que han retenido los suministros del Programa Mundial de Alimentos. Pero los “piratas” tienen el apoyo abrumador de la población local por algo. El sitio web de noticias independiente somalí WardherNews encuestó a la población local sobre su opinión del tema – un 70 por ciento “apoyó la piratería como forma de defensa nacional de las aguas territoriales del país”. Durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos, George Washington y los padres fundadores pagaron a piratas para proteger las aguas territoriales de su país porque no tenían marina ni guardacostas propios. La mayoría de los estadounidenses los apoyaron. ¿Es esto tan diferente?

¿Esperábamos que los somalíes hambrientos nos mirasen pasivamente desde sus playas o mares en medio de nuestros residuos nucleares mientras robábamos sus peces para comerlos en los restaurantes de Londres, París y Roma? No actuamos cuando se cometían estos crímenes - pero cuando algunos pescadores respondieron interrumpiendo el pasillo de tránsito del 20 por ciento del suministro de petróleo mundial, empezamos a gritar sobre la “maldad”. Si de verdad queremos ocuparnos de la piratería, necesitamos erradicar su causa – nuestros crímenes – antes de mandar los cañoneros para erradicar a los criminales somalíes.

La guerra contra la piratería, también ésta de 2009, fue resumida por otro pirata que vivió y murió en el cuarto siglo antes de Cristo. Se le capturó y llevó ante Alejandro Magno, que quiso saber “qué quería decir con guardar el mar”. El pirata sonrió y respondió: “Lo que quiere decir Vd. con apoderarse de toda la tierra; pero como yo lo hago con un barco insignificante, soy un ladrón, mientras que a Vd., que lo hace con una gran flota, lo llaman emperador.” Una vez más, nuestras grandes flotas imperiales navegan hoy - ¿pero quién es el ladrón?

http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=13193

Es decir, que no dan paso sin guarache, ahora con la cuestión de los "piratas somalíes" los europeos y los gringos podrán apropiarse de las aguas somalíes y explotar sus recursos, tranquilamente, al fin que la opinión pública ya se tragó a costa de repetición lo "malos que son esos piratas" que secuestran al capitán del barco gringo aunque éste haya salido ileso. Hubo varios muertos pero... al fin que esos eran piratas. El mismo cuento de "los terroristas" a los que hay que invadir para robarles a los pueblos sus recursos naturales, destruir y contaminar sus países sin que haya mención alguna de ello.

sábado, enero 24, 2009

Crisis olvidadas

LA REDACCIóN

Fuera de foco de las estrategias de la geopolítica internacional, lejos de los intereses de los poderes políticos y económicos del mundo y ajenas a la atención de los grandes medios de comunicación, existen diversas crisis humanitarias que azotan a pueblos en distintos países del planeta y provocan la muerte, el hambre y el desplazamiento de millones de personas. La organización Médicos Sin Fronteras difundió el pasado 20 de enero un informe sobre las “diez crisis humanitarias más desatendidas de 2008”. Apro reproduce el contenido de dicho informe sobre dos de ellas, las relativas a Somalia y Zimbawe.
MÉXICO, DF, 23 de enero (apro).- Aunque la ruina de las estructuras estatales hace que las estadísticas sean difíciles de confirmar, Somalia presenta algunos de los peores indicadores de salud del mundo: una de cada diez mujeres muere durante el parto y más de uno de cada cinco niños no llega a cumplir los cinco años. La población somalí ya partía de una situación de lucha por la supervivencia, con poco o nulo acceso incluso a los servicios más básicos, cuando en 2008 quedó expuesta a uno de los peores episodios de violencia registrados en el país en más de diez años.Como consecuencia, en especial en el centro y el sur del país, la situación humanitaria se deteriora cada vez más, sobre todo en lo relativo a los índices de desnutrición infantil. Al impacto de la guerra, además, han venido a unirse los desorbitados precios de los alimentos y una prolongada sequía. Desde que en diciembre de 2006 comenzaron los enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno federal de transición, respaldadas por las tropas etíopes, y toda una serie de grupos insurgentes, Naciones Unidas estima que aproximadamente un millón de somalíes puedan haberse visto obligados a huir de sus hogares.Cientos de miles de personas viven hoy en zona de guerra. El recrudecimiento de los combates en una de las zonas más pobladas de Mogadiscio (la ciudad capital) provocó un gran número de heridos civiles, así como el desplazamiento de miles de personas. En la capital, entre enero y noviembre de 2008, Médicos Sin Fronteras (MSF) trató a casi a 2 mil 300 pacientes con heridas por bala y proyectiles de mortero.En Galcayo, ciudad del norte relativamente tranquila en comparación con Mogadiscio, MSF proporcionó atención médica a más de 500 víctimas de la violencia el año pasado. En la carretera entre Mogadiscio y Afgooye, localidad hacia la que muchas personas huyeron de la violencia en la capital, más de 250 mil desplazados sobreviven en terribles condiciones; dependen en su mayoría de la ayuda alimentaria externa, pero ésta es intermitente.Quienes huyen de la violencia, además, deben enfrentarse a la falta de refugio y de atención sanitaria. Desde enero, los equipos de MSF trataron sobre esa carretera a más de 9 mil 500 niños con desnutrición. La población somalí que deja su país corre grandes riesgos, principalmente los que se dirigen al sur, hacia Kenia. En este país, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), se cuentan 200 mil refugiados repartidos en tres campos, a los que recientemente se sumaron 35 mil personas más. Quienes no pueden dirigirse hacia Kenia optan por desplazarse hacia el norte, y muchos arriesgan la vida embarcando en pateras controladas por las mafias de traficantes para cruzar el Golfo de Adén rumbo a Yemen.Según la ONU, más de 43 mil 500 personas --en su mayoría somalíes, pero también etíopes que huyen de la pobreza extrema y la persecución-- intentaron esta travesía en 2008 en condiciones terribles: con más de cien pasajeros hacinados en barcas para apenas 30 o 40 personas. Muchos mueren asfixiados o ahogados antes de alcanzar la orilla. Desde principios de 2008, los equipos de MSF han asistido a más de 8 mil supervivientes en la costa sur de Yemen. A todo ello se suma el flagrante incremento de ataques selectivos (incluyendo asesinatos y secuestros) perpetrados contra trabajadores humanitarios, convirtiendo a Somalia, país con un sinfín de necesidades humanitarias, en un lugar donde resulta prácticamente imposible proporcionar este tipo de asistencia.A principios de 2008, MSF se vio obligada a evacuar a sus 97 trabajadores internacionales después que tres de ellos fueran asesinados en la ciudad portuaria de Kismayo, al sur del país.Apenas unas semanas antes se había producido el secuestro y posterior liberación de otras dos expatriadas de MSF en Bossaso (Puntland), obligando al cierre del proyecto nutricional y sanitario en la ciudad.De nuevo, en agosto, en Mogadiscio, MSF interrumpió sus actividades médicas en una de sus clínicas en la zona de Wardigley/Hodan, debido al recrudecimiento de los combates y la amenaza directa que suponían para pacientes y personal del centro. En estos momentos, MSF no cuenta con personal internacional en Somalia: la vital labor humanitaria de la organización prosigue gracias al personal nacional que continúa gestionando los proyectos.En 2008, MSF siguió trabajando en nueve regiones del país, proporcionando atención primaria de salud, tratamiento contra la desnutrición, atención médica y apoyo a los desplazados, suministro de agua y distribución de artículos de primera necesidad, en un intento por responder a las carencias masivas a las que se enfrenta la población somalí.
Zimbawe: el derrumbe
En Zimbawe, los primeros meses de 2008 estuvieron marcados por el colapso económico y la violencia política. Aunque el país atraviesa una crisis desde hace años, la situación se deterioró hasta alcanzar unos niveles alarmantes, con una inflación desbordada, escasez de artículos de primera necesidad, represión de partidarios de la oposición y restricciones adicionales contra las organizaciones humanitarias al aproximarse las reñidas elecciones de junio. La crisis fue especialmente perturbadora para los 2 millones de personas con VIH/sida que se estima pueda haber en el país. Según Naciones Unidas, debido a la pandemia, la esperanza de vida en Zimbabwe ha caído en picada hasta los 34 años.Como resultado de la crisis, muchas personas sometidas a tratamiento tuvieron que reducir la cantidad y calidad de su alimentación justo cuando más la necesitaban, pues no pudieron costearse los billetes de autobús para acudir a las clínicas o simplemente tenían miedo de salir de casa. MSF asiste a unas 40 mil personas con VIH/sida, la mitad de ellas en tratamiento con antirretrovirales. Cuando los pacientes empezaron a no acudir a sus citas, se temió que pudieran haber abandonado el país, con las graves consecuencias que una interrupción del tratamiento puede tener, en particular el fracaso terapéutico debido al desarrollo de resistencias a los medicamentos.Durante todo el año, cifras alarmantes de personas que siguieron huyendo del país, entre ellos el muy necesario personal sanitario, contribuyó a incrementar la presión sobre un sistema de salud ya al límite.Unos 3 millones de personas han cruzado a Sudáfrica, algo sin precedente para un país que no está en guerra. Cada día, miles de personas cruzan el río Limpopo para llegar la ciudad sudafricana de Musina, exponiéndose a palizas, violaciones o robos a manos de salteadores de caminos. MSF inició un proyecto en la ciudad fronteriza de Beitbridge, del lado zimbabuense, para asistir a los inmigrantes, y del otro lado organizó clínicas móviles para los recién llegados en puntos situados a lo largo de la orilla del Limpopo y en la misma Musina.Una vez en Sudáfrica, muchos tuvieron que esconderse y vivir de forma clandestina para evitar arrestos y deportaciones, al tiempo que las masivas llegadas empezaban a crear malestar en la población local. En mayo de 2008 ciudadanos de Zimbabwe, junto con otros extranjeros, fueron objeto de violentas agresiones xenófobas que provocaron un desplazamiento de más de cien mil personas por toda Sudáfrica. MSF proporcionó asistencia de emergencia a las víctimas de esos incidentes.En agosto pasado, estalló el peor brote de cólera de los últimos años, propagándose con gran rapidez como resultado del derrumbe de las infraestructuras de agua y saneamiento en el país.Cuando el brote centrado en Harare se declaró emergencia nacional a principios de diciembre, MSF ya había tratado a más de 11 mil pacientes; entonces se cloraron fuentes de agua, se desinfectaron casas y se enviaron equipos a zonas rurales.Y a mediados de diciembre pasado se produjeron brotes significativos y particularmente preocupantes, teniendo en cuenta que la estación de lluvias todavía no había comenzado en muchas zonas. MSF alertó que el cólera se propaga más fácilmente durante este periodo del año, de noviembre a marzo, cuando el agua contaminada tiene más probabilidades de verterse en pozos no protegidos.