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viernes, agosto 18, 2006

Desplegado de la Coalicion por el Bien de Todos sobre el recuento

EL RECUENTO PARCIAL DEL TRIBUNAL
PRUEBA PLENAMENTE EL FRAUDE ELECTORAL

El recuento de casillas, ordenado por Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en el 9% del total de las instaladas el 2 de julio, prueba plenamente que en la elección presidencial hubo un operativo de defraudación, organizado, masivo y sistemático para usurpar la voluntad ciudadana. Se demostró que hay cientos de miles de votos introducidos y sustraídos ilegalmente en las urnas y, además, miles de actas falsificadas que cambian el resultado real de la votación emitida por los ciudadanos.


I.- INFORMACIÓN DEL RECUENTO Y SUS RESULTADOS.

1.- La diligencia ordenada y practicada por el Tribunal, tenía como objetivo central revisar si el hecho de que hubiera votos de más y de menos en las casillas denunciadas por nuestra Coalición, era producto de un error aritmético subsanable con el recuento o de irregularidades graves no subsanables con el mismo.

Se prueba que la mayor alteración de la voluntad ciudadana se realizó con un operativo de defraudación electoral, mediante el cual se introdujeron y sustrajeron ilegalmente votos de las urnas.

En 3,873 de las casillas, es decir, en el 33 por ciento, fueron introducidos ilegalmente (se taquearon) 58 mil 056 votos, es decir un promedio de 3 votos por casilla en el total de la recontadas. Por sí sola, esta defraudación modifica completamente los resultados electorales.

En 3,659 casillas, es decir en el 31 por ciento, fueron retirados ilegalmente (se robaron) 61 mil 688 votos. Es decir, un promedio de 3.2 votos por casilla en el total de las recontadas. Por sí sola, esta defraudación modifica completamente los resultados electorales.

Es decir, el número total de casillas en donde ilegalmente se introdujeron y sustrajeron votos, es 7 mil 532, el 65% de las casillas recontadas, y significan 119 mil 744 votos alterados.

Esta situación, confirmada y cuantificada en el recuento realizado por el Tribunal Electoral, no es reparable ni con el recuento mismo, pues el Tribunal no puede contar votos robados, ni identificar los votos introducidos en la urna ilegalmente, de aquellos que genuinamente depositaron los ciudadanos, pues se trata de las mismas boletas que imprimió el IFE y que modifican, evidente y ampliamente, el resultado de la elección. Por lo tanto, si actúa con imparcialidad y limpia la elección, estas casillas en que, con el recuento se ha acreditado plenamente las graves e irreparables irregularidades que ponen en duda la certeza de la votación, deberán ser anuladas por el Tribunal Electoral, ya que son determinantes para el resultado de la votación.

En la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral se establece, en su artículo 75, las causales de nulidad de casillas: “k) Existir irregularidades graves, plenamente acreditadas y no reparables durante la jornada electoral o en las actas de escrutinio y cómputo que, en forma evidente, pongan en duda la certeza de la votación y sean determinantes para el resultado de la misma.”

2.- Se prueba, como un efecto secundario de la indagatoria, que hubo falsificación dolosa de las actas de escrutinio, al asentar en miles de ellas un número de votos que claramente no correspondían a la voluntad de los electores. Si bien hubo errores humanos en el escrutinio, no son estos los que modifican el resultado.

Hubo variación en los datos en el 81% de las actas de escrutinio recontadas. La votación obtenida por López Obrador prácticamente no tiene variación, pues sólo perdería 43 votos en el total de las actas recontadas. Por el contrario, resulta evidente que existió una falsificación masiva y deliberada para beneficiar a Felipe Calderón, pues en el papel se le habían registrado a su favor 13 mil 335 votos que nunca existieron en 4,969 casillas, en el 43%, dando un promedio de 1.14 votos por casilla recontada. Es decir, que lo que el PAN ha llamado “errores humanos comprensibles” beneficiaron 5000% veces más a Felipe Calderón que a López Obrador (No se incluyen los votos reservados por el Tribunal).

3. Se prueba que los paquetes electorales han sido abiertos y violentados después del Cómputo Distrital. En prácticamente todos los distritos donde se realizó el recuento se encontraron decenas de miles de paquetes sin sellar y centenares de miles de los sobres que contienen la votación electoral, con sellos violados y sin firmas e incluso paquetes electorales desaparecidos. Es decir, que tal como lo denunciamos, hubo manipulación ilegal de los paquetes, los sobres y las boletas electorales antes, durante y después del Cómputo Distrital.

4.- Se prueba que el Consejo General del IFE y los Consejos Distritales actuaron con dolo, al ser omisos en el cumplimiento de sus obligaciones legales y al abusar de su autoridad. Esto es evidente y explícito en la resolución judicial del Tribunal Electoral que ordena un nuevo cómputo parcial. Los funcionarios del IFE impidieron deliberadamente que se cumpliera con la Constitución Política de la República y con el Código Federal de Procedimientos Electorales. Impidieron con premeditación, alevosía y ventaja la aplicación de la ley para encubrir las evidentes y señaladas alteraciones al proceso electoral.

II.- IMPACTO EN LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL DEL FRAUDE ELECTORAL YA COMPROBADO EN EL RECUENTO REALIZADO POR EL TRIBUNAL ELECTORAL.

Sostenemos que el recuento parcial realizado por el Tribunal Electoral es insuficiente para garantizar el principio de certeza en la elección presidencial consagrado en el Artículo 41 de nuestra Constitución. Sin embargo, lo consideramos un extraordinario botón de muestra de lo que pasó en la elección a nivel nacional. Los resultados de las diligencias judiciales practicadas, proyectados a nivel nacional, muestran la magnitud del fraude:

Felipe Calderón obtuvo a nivel nacional, producto de la introducción fraudulenta de 651,538 votos, en las casillas instaladas, además de 149,653 votos por la falsificación de los resultados en las de actas de casilla. A López Obrador por el contrario, se le eliminaron cerca de 692,299 votos como resultado de los votos extraídos ilegalmente.

Esto significa, que Andrés Manuel López Obrador ganó la elección del pasado 2 de julio con cerca de 1.5 millones de votos.

Podemos afirmar, contundentemente, con las pruebas en la mano, que la voluntad ciudadana expresada en las urnas pretende ser usurpada.

La demanda de la mayoría de pueblo de México, de contar voto por voto y casilla por casilla y limpiar la elección presidencial, no sólo es sensata, legal, posible y necesaria, sino que, además, cuenta ahora con un nuevo soporte legal producto de las pruebas plenas aportadas por el recuento del Tribunal Electoral.

Anhelamos que el Tribunal Electoral esté a la altura de las circunstancias y resuelva de acuerdo a nuestra Constitución y nuestras leyes. El pueblo de México merece saber la verdad y merece contar con un presidente legítimamente electo.

¡Qué se respete la voluntad ciudadana!
¡Que se limpie la elección!
¡Voto por voto y casilla por casilla!
¡No aceptaremos la imposición de un presidente espurio!

¡Viva la resistencia civil pacífica!
Coalición por el Bien de Todos

sábado, agosto 12, 2006

AMLO en la asamblea permanente


Con las graves irregularidades descubiertas en el recuento de votos, deben reconocer que ganamos la elección presidencial, sostiene López Obrador

Texto


Audio

jueves, agosto 10, 2006

Análisis sobre el recuento





En el conteo del primer día del 9% de los votos, a partir de distintas fuentes como El Universal, Notimex y el sendero del peje he podido recoger información de los siguientes Estados y Distritos: Baja California 2, 3, 5, 7 y 8; Campeche 2, Chihuahua 6, 8, 9; Chiapas 10; Coahuila 6, 10; Distrito Federal 5, 8, 10, 12, 15, 16, 20 y 24; Estado de México 14, 18 y 20; Jalisco 3, 4, 8, 10, 19; Michoacán 3, 5; Nuevo León 5, 8, 12; Quintana Roo 1, 3; San Luis Potosí 5; Sonora 3; Tamaulipas 5 y 6; Veracruz 1, 3 y 21; Yucatán 3.

De 43 distritos:

En 29 estaban los paquetes abiertos.
En 2 todas las boletas del PAN estaban marcadas exactamente igual.
En 1 hay boletas de otros paquetes.
En 2 no están los votos para Presidente.
En 2 no hay lista nominal.
En 4 los paquetes o las casillas no están enlistadas.
En 8 faltan boletas, dando un total de 41 de menos.
En 10 sobran boletas, dando un total de 257 de más.
En 1 hay 21 boletas extraviadas.
En 1 se reportaron 11 votos de AMLO menos al IFE.
En 1, 6 de las casillas no pertenecen a ese distrito.
De 4 a 5 casillas en el Distrito 12 de Nuevo León hay de 1 a 2 votos más al
PAN.
En Yucatán, Fecal pierde aproximadamente 5 votos por casilla.
En 1 había boletas tiradas en el piso.
En el Distrito 5 del D. F. el magistrado es rígido y parcial hacia el PAN.
En el 20 de Edomex el Magistrado se reúne en privado con Presidente del
Consejo.
En el 5 de San Luis Potosí se descubre dolo frente a juez árbitro del
distrito y los magistrados impiden abrir el sobre de votos nulos.

De las 53 casillas que se tiene información:

AMLO gana 333 votos y pierde 66, mientras que FECAL gana 5 y pierde 1,182. Es decir, en total AMLO gana 1,444 votos, amén de todas las irregularidades señaladas anteriormente en las cuales no se sabe que se va a determinar. Esto en términos generales representa en promedio 27.2 votos más para AMLO por casilla. En 130,000 casillas serían 3,541,886, siendo conservadores digamos que sea la mitad, 1,770,943. Más conservadores todavía, la mitad de
la mitad, 885,471, más conservadores, la mitad de la mitad de la mitad, 442,735 más para AMLO.
Veamos por otro lado conservador, supongamos que esas irregularidades sólo se presentan en las 72,000 casillas impugnadas por la Coalición: serían 1,961,660. Sigamos más conservadores, que sea la cuarta parte de eso: 490,415 más para AMLO.

Es decir, AMLO ES PRESIDENTE ELECTO.

SEÑORES MAGISTRADOS, GOBIERNO DE LA REPÚBLICA, ACCIÓN NACIONAL, IFE, MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES, AMANTES DE LA DEMOCRACIA Y LEGÍTIMOS ESPOSOS: ¿NO AMERITA ESTO UN CONTEO VOTO POR VOTO? ¿NO ESTÁ AL MENOS EN ENTREDICHO EL SUPUESTO TRIUNFO DE FECAL? ¿ESTO ES UNA ELECCIÓN LIMPIA?

Si consideran que esto no es una muestra de fraude, entonces, o bien hay una pérdida del sentido de realidad severo por lo cuál habría que ingresarlos a una institución mental, o son unos delincuentes vulgares que tendrían que estar en un reclusorio. ¿Cuál prefieren? Porque no hay de otra. La Coalición y los millones de seguidores exigimos porque es nuestro derecho a la certeza y a la transparencia y porque hay evidencias de un fraude, lo cual se confirma ante su negativa de contar voto por voto:

VOTO POR VOTO, CASILLA POR CASILLA, COMO DIJO AMLO: ES LO MÍNIMO.

miércoles, agosto 09, 2006

Las urnas de Pandora

Luis Linares Zapata

El resquicio abierto por el tribunal electoral con la revisión de 12 mil urnas bien puede ser suficiente para dejar salir una cauda de secretos mal guardados. Después vendrá algo parecido al diluvio. El recuento se llevará a cabo en aquellos distritos donde Calderón ganó la mayoría de sus votos y cualquier error o trampa maquinada será en extremo costoso para sus intereses. La pequeña historia escenificada durante las últimas semanas cambiaría de tonos, actores y promesas. Pero, también, los citados paquetes pueden comprobar que las irregularidades en actas sólo muestren diferencias irrelevantes con los datos oficiales (IFE) Esto es así puesto que la conocida operación fraudulenta emprendida por la maestra Gordillo -ave de pasiones, cacicazgos y maniobras- bien pudo ocultarse mediante un eficaz proceso de falsificación de actas en lugares hasta hoy no protestados. Es posible que los profesores del SNTE, avezados en el mapacheo, hayan dejando tras de sí documentos en apariencia impolutos: sin defectos numéricos u otras alteraciones notables.

La cantidad de urnas a revisión es una muestra para nada despreciable. Por el contrario, puede ser crucial o representativa, sobre todo debido a su ubicación territorial. Sin embargo, la posibilidad de que con dicha revisión pueda alterarse el resultado de toda la elección es lejana. Mas si los hallazgos arrojan cifras que apunten hacia un achicamiento del ralo porcentaje actual (0.56 por ciento) de diferencia entre el primero y el segundo lugar, se tendría que proceder, obligadamente, a mayores revisiones. Hay que recordar que la inconformidad presentada por la coalición Por el Bien de Todos hace referencia a 27 mil paquetes con precisos señalamientos de irregularidad. Pero se podría aumentar el número a otros miles más, hasta llegar a los 72 mil bajo cuestión (pruebas supervinientes). Sería entonces imposible para el tribunal mantener su decisión de estricto apego a la letra de la ley y no cuestionar la sentencia ya dictada. La presión de la disidencia perredista, respaldada por todos aquellos que están convencidos de contar voto por voto (60 por ciento de la población) sería monumental. Es por esto que la coalición no podía ausentarse del conteo, aunque sea bajo protesta. Todavía bulle, allá en la lejanía, un rayito de esperanza en las instituciones y en la ley como cauce para dirimir conflictos.

Hay que considerar que, aun en el escenario donde no se encontraran indicios claros del fraude proclamado y el tribunal a continuación declarara válida la elección, la movilización social deberá mantenerse viva. La diferencia, en todo caso, habría que ponerla en los objetivos a perseguir con ella a futuro. La reconstrucción de todo un movimiento social y político de gran vitalidad tiene que asegurarse. Cuenta con la energía suficiente para introducir los balances necesarios en las fuerzas que actúan en el ámbito público de México. Posee, de suyo, arrestos suficientes para modificar en su favor la realidad que, mediante su accionar, se pueda arribar al poder sin las turbulencias que ahora se dan. Un movimiento que forje su propia madurez, que mantenga su centro vital y entre en contacto e intercambios con las demás tendencias y formaciones políticas que dan contenido a la pluralidad nacional. Se daría así realidad a la pretensión de cambiar la vida y las instituciones que ahora rigen, depurar el espíritu justiciero que proclamó AMLO en su vigoroso discurso a las puertas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el lunes pasado.

Mantener la movilización en curso es también necesario para evidenciar, certificar y para aumentar los costos de un proceder delictivo, autoritario, tramposo de los grupos de poder establecido, en particular del presidente Fox y su entorno cercano. La inequidad de la contienda, aun cuando no sea reconocida por el tribunal, se dio con cruda frecuencia. Fue una pesada carga que sobrellevaron, no sin sufrimiento y desesperación, los mexicanos a lo largo de varios años. Nadie puede sustraerse, a pesar de la endeble y hasta convenenciera actitud que en muchos sectores sociales prevalece, a las nocivas consecuencias de las campañas negras y el dolo con que se quiso evitar que AMLO fuera presidente, que la izquierda tuviera su oportunidad, que el cambio pudiera ensayarse en este desfalleciente país. Incidir, con la fuerza requerida, sobre la urgencia de reformar al Estado es la tarea venidera, se gane o pierda la elección. Hay que corregir, entre otros muchos fenómenos cotidianos, las ríspidas aristas que circundan y emanan desde las pantallas y micrófonos de los medios de comunicación masiva. Con inusitada frecuencia tales actores ignoran sus drásticas, exageradas y hasta falsas imposiciones sobre la vida cotidiana de sus oyentes o espectadores. Se escandalizan de los plantones y las luchas callejeras sin ver el gran roble que lanzan desde sus altares virtuales para defender, con ahínco y soberbia, las interesadas visiones de sus patrones.

sábado, agosto 05, 2006

Convocatoria de Proceso

La revista Proceso requirió al Instituto Federal Electoral (IFE) el acceso a los votos de la elección presidencial con el propósito de hacer un conteo independiente de los partidos políticos y de los funcionarios públicos.

Este ejercicio, amparado por la Ley de Transparencia, requiere un gran esfuerzo en todo el país, pues se solicitó el acceso directo a los lugares donde se encuentren los sobres con las boletas electorales una vez que el Tribunal Electoral califique la elección presidencial.

A todos los ciudadanos interesados en participar en esta iniciativa los invitamos a que nos envíen un correo electrónico con su nombre y dirección para organizar el conteo solicitado.

Para inscribirse acude al siguiente link:


http://www.proceso.com.mx/convocatoria/

viernes, agosto 04, 2006

A un paso del recuento

A un paso del recuento

Pablo Gómez

Algunos no discuten otra cosa que los plantones en el Paseo de la Reforma, pero el asunto de fondo sigue siendo el del recuento. El Tribunal Electoral ha creado la vía procesal para resolver la petición de abrir los paquetes como un incidente del juicio de inconformidad. En cualquier momento, los magistrados pueden estar en condiciones de votar si admiten la petición.

La base del recuento es la pequeña diferencia de votos. Este elemento no es despreciable y no se supera con la máxima de que una elección se decide por un solo voto. La anulación en Tabasco se produjo debido a una situación de iniquidad generalizada y demasiado evidente, pero el punto decisivo fue la pequeña diferencia entre los principales contendientes. Por más iniquidad, si no se hubiera presentado tan pequeño margen, la elección de gobernador de ese estado jamás se habría anulado.

La pequeña diferencia no es el único argumento, pero es el principal, ya que los indicios de errores o alteraciones de resultados se amarran en esas 58 centésimas de punto porcentual que arrojaron los cómputos distritales.

Es del todo natural que quien está abajo en los cómputos recurra al Tribunal Electoral. Lo mismo hubiera hecho Felipe Calderón. El asunto del plantón se debe a que, mientras el panista hubiera tenido todo el apoyo de los medios, del gobierno y de los grupos de presión para lograr el recuento, López Obrador no puede echar mano más que de la movilización de la gente. En otras palabras, Calderón es un candidato oficial y López Obrador es el dirigente de un movimiento popular a favor del cambio.

Los magistrados tampoco deben estar seguros de que los cómputos reflejan el sentido exacto de la votación. Y como no pueden juzgar algo sin tener todos los elementos, tendrían que recurrir a un nuevo cómputo. La idea de abrir sólo un porcentaje de paquetes para observar si los nuevos resultados están alejados de los originales y, de ser así, proceder con las demás casillas, no parece ser más fácil que la de ordenar el recuento completo. ¿Cuál sería la norma, y con base en qué, para decidir si hace falta abrir todos los paquetes a la luz de un resultado parcial por más representativa que pudiera ser la muestra seleccionada de casillas? ¿De qué tamaño debería ser la diferencia entre el cómputo anterior y el nuevo en la muestra de paquetes electorales? Con dos votos por casilla, en promedio, el resultado cambiaría por completo, por lo que sería mejor que el recuento fuera total y rápido, como en Costa Rica.

pgomez@milenio.com