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miércoles, junio 29, 2011

Mi gallo

Por Guadalupe Loaeza

Querido Alejandro:

Te escribo porque me tienes muy apantallada. Desde que empezaste tu campaña a la gubernatura del Estado de México por la coalición "Unidos podemos más", te he seguido paso a paso. A partir del primer debate del programa de Denise Maerker, Punto de Partida, hasta el más reciente, incluyendo, la larga entrevista que te hiciera Brozo, he escuchado con atención tus propuestas, tus logros como jefe de Gobierno y tus reflexiones en relación con temas tan fundamentales como son la democracia, la participación ciudadana; y la importancia de la unión de las izquierdas. Eres de los pocos políticos mexicanos cuyas reflexiones siempre me iluminan, especialmente en estos tiempos de tanta oscuridad y mediocridad. Respecto a los debates que se han dado entre los tres candidatos, no te tengo que decir que has sido la estrella, por eso has dicho que estarías dispuesto a debatir "aunque sea una vez por semana...". Allí están las estadísticas (en el primero con Carlos Puig, obtuviste el 53%, encima de tus contrincantes, el del PRI, 27% y el del PAN 8%), allí está también la aprobación en las redes sociales, en relación con tus intervenciones.

Me tienes igualmente apantallada con tu declaración patrimonial. Te confieso que me diste un poco de envidia, pero a la vez algo de ternura, cuando me enteré que tu cuenta bancaria asciende, en estos momentos, a menos de 300 mil pesos (hasta me dieron ganas de pedirte prestado para que me ayudaras a pagar mi hipoteca). Estoy segura que me hubieras prestado para liquidar, aunque hubiera sido una mensualidad, pero consideré que no era el momento para ti. Tal vez te busque después del 3 de julio... ¿Te imaginas las cuentas bancarias de Montiel o de Jorge Hank Rhon y de otros priistas cuyos nombres prefiero no recordar? Me apantalló que tus bienes inmuebles estuvieran a nombre de tu mujer (esa generosidad entre esposos ya no se usa), quien por cierto se mantiene de su trabajo. "Son departamentos modestos y la casa donde está uno de nuestros domicilios, porque la del Estado de México es rentada", apuntaste en una entrevista que te hiciera Irma Valadez, de nuestro periódico.

Sé que eres muy buen padre (tienes toda la actitud de papá buena onda, se te ve a leguas): "Es una relación de padre e hijo, pero no con esta noción de la familia jerárquica, verticalista, claro que discutimos, que debatimos, pero yo le reconozco una autoridad natural, que es la de ser el padre", comenta Alejandro, tu hijo menor, de 26 años. De hecho, cada vez que ha tenido problemas graves, al primero que recurre es a ti. "Es diferente como padre y como político, porque en la familia el valor que impera es el del amor y, muchas veces, en la política es el de la confrontación, entonces creo que son lógicas distintas y que no podría desempeñarse del mismo modo en estas dos esferas", señaló tu hijo, quien osara pintarle bigotes a un cartel de Emilio Chuayffet, por lo que le acusaron de delitos electorales. "Dime, cómo eres como padre y te diré cómo serás como gobernador", debería de decir uno de los slogans políticos. En tu caso, intuyo que eres un papá que has sabido educar a tus hijos con valores, pero sobre todo, con convicciones de vida.

Te confieso que dos de las características de tu personalidad que más me llaman la atención son tu serenidad y tu equilibrio emocional (inútil mencionar al que se refiere a tu inteligencia). Cuando fuiste a Atlacomulco (of all places...) y te lanzaron huevos, tú jamás perdiste la compostura, al contrario, seguiste con el tema de tu discurso, el cual no podía ser otro que el grupo de Atlacomulco. Seguramente te imaginabas que ése iba a ser el recibimiento; incluso la agresión (fallida) te ha de haber divertido, porque si hay un candidato a la gubernatura del Estado de México que ha gozado la campaña a fondo, ése eres tú. No tienes miedo porque ciertamente no tienes cola que te pisen, eres un político congruente (como tú mismo dices: "nací en el ala izquierda del hospital...") y un líder sólido cuyo principal objetivo político, en estos momentos, es la coalición de las izquierdas, como fue demostrado el día del arranque de tu campaña, fotografiado junto con Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Jesús Zambrano y Marcelo Ebrard. Solamente Alejandro Encinas pudo lograr esa foto histórica.

Dicho todo lo anterior, sé que la distancia que existe entre tú y el candidato del PRI, PVEM y Panal, Eruviel Ávila, es de por lo menos 25 puntos; asimismo sé que cuentas con muy poco tiempo para escalar en las encuestas; también sé la imposibilidad que existe de una coalición con el PAN. Además, tienes un enemigo feroz, la imagen de Peña Nieto, fabricada por Televisa. No seamos pesimistas, porque como se pregunta José Antonio Sosa Plata, en la Silla Rota: "¿Seremos testigos en los próximos 40 días de un escándalo en el Estado de México como en el que está inmerso en Francia Dominique Strauss-Khan, el precandidato principal del Partido Socialista?". Como bien se dice, en la guerra y en el amor, todo es posible, hasta un milagro.

Por lo pronto, mi querido Alejandro, me despido de ti diciéndote que eres mi gallo (y también mi Santa Clos) y que nada me gustaría más que el PRI del Estado de México se fuera a descansar a Atlacomulco, después de 82 años de gobernar un estado al cual le urge: justicia, honestidad y democracia.

Atentamente. GL.

gloaeza@yahoo.com

martes, octubre 12, 2010

‘La casita de Patylu’

Guadalupe Loaeza

Querida Patylu:

Aunque no tengo el gusto de conocerte, siento que ya te admiro. Te confieso que hasta que te convertiste en la señora Nava (¡ay, qué ilusión!) ignoraba toda tu trayectoria artística. Pero ahora, gracias a YouTube y a la revista Quién, conozco tus canciones y sé todo de ti. “¡Qué bonita pareja!”, exclamé cuando los vi retratados por primera vez. Es cierto que eres un poquitiiiito más alta que César Nava. Pero eso no tiene la menor importancia. No hay nada como los flats (zapatos sin tacón), además, le puedes mandar a poner a los tacones de César unos elevadores, como los que usa Carlos Salinas de Gortari para verse más alto.

Fíjate, Patylu, que yo sí creo en el destino o en la Providencia, o como quieras llamarle; también creo en las almas gemelas y, naturalmente, en el amor desinteresado. Digan lo que digan (nunca faltan los envidiosos y los típicos amargados), los dos se ven súper ena-mo-ra-dos. A leguas se ve que a César se le cae la baba por ti. Es obvio que lo traes de cabeza. Te apuesto lo que quieras que si en estos momentos le hablaras al presidente del PAN: del crimen organizado, de las inundaciones de Veracruz, de Oaxaca y de Chiapas, de los secuestros, del desempleo, del presupuesto próximo a discutir, de las alianzas entre partidos y de lo bajo que está Acción Nacional en las encuestas para las próximas elecciones, estoy segura que no le importaría en lo absoluto. Él nada más ha de tener ojos y oídos para su Patylu chula. ¡Ay, qué ilusión...! Nada más pensar que están de luna de miel en las islas Fiji, me pongo de buen humor. Te lo juro que te tengo envidia, claro, de la buena, no vayas a pensar lo contrario. No me quiero imaginar sus momentos de romanticismo, sus carcajadas, sus planes a futuro, pero sobre todo sus conversaciones en torno a su nuevo depa. ¡Qué suertudos! ¡Cómo lo encontraron! ¡Qué ganga! ¡Qué increíble y qué espléndida oportunidad! Dios los premió. Se lo merecen. Ya les tocaba.
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martes, noviembre 24, 2009

Berman y Loaeza encabezan protesta contra leyes antiaborto


LA REDACCIóN

MEXICO, D.F., 23 de noviembre (apro).- La aprobación en 17 estados del país de reformas legales con las que se criminaliza el aborto fue calificado por un grupo de mujeres encabezadas por las escritoras Sabina Berman, Guadalupe Loaeza y Lucía Melgar como un "atentado" contra los derechos humanos de las mujeres.
Por ello, acusan una colusión de los líderes y legisladores, principalmente del PAN y el PRI con la jerarquía católica y de "un silencio cómplice" al Congreso de la Unión y de un "silencio ominoso" a buena parte de los medios masivos de comunicación.
Ante ello, las mujeres dieron a conocer un escrito titulado Por los Derechos Humanos de Todas las Mujeres Mexicanas decimos BASTA que se reproduce íntegro:
La oleada de reformas legales en 17 estados del país con las que se criminaliza el aborto, es un atentado contra los derechos humanos de las mujeres y un ataque directo al estado laico garantizado por la Constitución de México.
Ante la colusión de los líderes y legisladores políticos principalmente del PAN y del PRI con la jerarquía católica, impulsora de esta cruzada internacional; ante el silencio cómplice del Senado y del Congreso de la Unión; ante el silencio ominoso de buena parte de los medios masivos de comunicación, alzamos nuestras voces para denunciar lo que las reformas implican:
1).- La imposición de una interpretación religiosa a la vida reproductiva de las mujeres.
2).- El otorgamiento de personalidad jurídica al embrión, que contraviene, los principios científicos y conduce a aberraciones jurídicas.
3).- La violación de los derechos humanos de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, a ejercer su sexualidad librementey a elegir libremente la maternidad y el número de hijos que desean y pueden tener, lo que afecta a su vez los derechos de los hombres y el bienestar de las familias. Derechos queestán garantizados en los artículos 1 y 4 de la Constitución mexicana, así como en la Ley de Igualdad y en la Ley de No discriminación.
4).- La violación de los derechos humanos de las mujeres a vivir una vida libre de violencia, derechos garantizados por lasleyes mexicanasy estipulados por Convenciones internacionales suscritas por nuestro país, como la de Belem do Pará y la CEDAW.
5).- La institucionalización de la violencia de género. Hoy día en estos estados existen niñas que están siendo obligadas a ser madres de hijos producto de violación incluso por incesto y hay también mujeres encarceladas por haber tenido un aborto espontáneo, mientras que mujeres que abortaron han sido detenidas y tratadas con más saña y escándalo que delincuentes peligrosos. Es intolerable que "la protección de la vida" sirva para desatar una represión sistemática y generalizada contra las mujeres.
6).- La negación de una realidad: el aborto clandestino es inseguro, tiene tazas altas de letalidad en países donde su ejercicio es ilegal, y representa además un problema de injusticia social, en cuanto son las mujeres más pobres las que se ven forzadas a someterse a abortos en circunstancias insalubres.
Por ello, reivindicamos para todas las mujeres mexicanas:
A.- El derecho a decidir sobre su cuerpo, su sexualidad y su maternidad
B.- El derecho a no ser violentadas y a recibir servicios médicos y legales del estado en los casos de violación y violencia sexual
C.- Y los derechos humanos básicos a la salud, al bienestar y a una vida digna.
Al documento se han adherido el ex presidente del IFE, José Woldenberg, el exsecrertario de Relaciones Exteriores, Jorge Castañeda, la politóloga Denise Dresser y Claudia Lomnitz.
Sabina Berman informó que se reciben adhesiones a esta iniciativa en la dirección electrónica eugenia.cervera@yahoo.com.mx
Fuente: Proceso

miércoles, agosto 09, 2006

Desayuno en el Balmoral

Guadalupe Loaeza en Reforma

"El Consejo General del IFE es un gran trasatlántico conducido por una tripulación de buque pesquero".
Clara Jusidman .

Confieso que cuando la voz de una señorita me anunció por teléfono que me pasaría al señor Luis Carlos Ugalde me sorprendió. En un lapso de medio segundo pensé que el consejero presidente del IFE me llamaba para señalarme que habían encontrado mis anteriores credenciales del IFE que había perdido, o bien que me buscaba para anunciarme que efectivamente había ganado AMLO y quería que fuera yo la primera en conocer la noticia. Pero no fue así, me había llamado para concertar una cita. "Muy bien. Nos vemos en el Balmoral el viernes 21 de julio", concertamos antes de colgar. La llamada se dio un lunes, es decir que durante tres días, me estuve preguntando, entre divertida e intrigada, cuál sería realmente la razón de nuestro encuentro.

Eran las 9:03 a.m. cuando llegué al restaurante. Después de saludar a lo lejos en distintas mesas a Tere Vale, a Raymundo Riva Palacio, a Manuel Ángel Núñez, a Lino Korrodi y a Marcela Gómez Zalce, finalmente llegué hasta el mezzanine donde se encontraba el doctor Ugalde. Nos saludamos, él, con una sonrisa forzada y yo, intimidada pero eso sí, muy educada.

No acababa de pedirle al capi un poco de café, cuando a boca de jarro me pregunta Ugalde: "¿De veras crees que hubo fraude?". Lo miré con sorpresa. "No uno, sino tres: antes, durante y después de las elecciones", le dije mirándolo derechito a los ojos. A partir de ese momento, me temo que empezó nuestro desencuentro de un supuesto encuentro que nunca se dio. La expresión de disgusto de su cara era más que elocuente. Era evidente que mi afirmación le había caído como balde de agua fría. Esto en lugar de despertarlo o avisparlo a esas horas de la mañana, tuve la impresión de que le sucedía exactamente lo contrario, lo distanció por completo.

Había entonces que exponerle los motivos, el porqué de mi aseveración. Con mucha vehemencia le expuse lo que, a mi manera de ver, había sido el pecado original; es decir, la forma en que se había constituido el actual IFE gracias a una negociación entre el PRI y el PAN bajo la sombra protectora de la maestra. Enseguida le enumeré una serie de irregularidades que habían influido en el proceso electoral como, por ejemplo, las constantes intervenciones de Vicente Fox; la implacable campaña del miedo; la no intervención del IFE ante la contratación de tiempos de televisión por grupos empresariales muy poderosos; la lentitud de reacción por su parte ante el daño irreparable que habían causado estos spots; la forma en que se habían anunciado los resultados del PREP; la información tardía al público acerca de los más de 2 millones de votos que no aparecían y por último, los errores aritméticos que habían evidenciado muchísimas casillas.

Ugalde me escuchaba sin escucharme. Varias veces me percaté que mientras hablaba, miraba hacia otro lado, evitando verme a los ojos. "Entonces. ¿para qué me invitó?", me preguntaba cuando en realidad debí de habérselo preguntado a él. No me atreví. Había algo en su actitud que no me gustaba. Además de muy lejano lo sentí huidizo, era como un pez que no se dejaba sujetar. De vez en cuando me sonreía pero lo hacía con una especie de condescendencia. Se hubiera dicho que me estaba haciendo el favor de estar allí presente.No, Luis Carlos Ugalde, en esos momentos, no se comportaba con cortesía. Su frialdad me inhibía. Era evidente que no le importaba lo que le decía. Tal vez en su fuero interno también él se preguntaba por qué diablos me había invitado a desayunar.

Pobre, porque durante más de una hora, tuvo que soportar mis preguntas tan impertinentes: "Pero, ¿por qué el IFE nunca paró los spots del Consejo Coordinador Empresarial? ¿Cómo era posible que tomaran la figura de Chávez, un Presidente en funciones, para desprestigiar a un candidato mexicano?", le preguntaba. "Guadalupe, yo no tengo un botón rojo en mi oficina que me permita parar de inmediato la propaganda que contratan para la televisión", me dijo un poco rijoso. "Entonces, ¿el IFE no tiene disposiciones en ese sentido?", le inquirí. "No, no tiene", me respondió cortante.

No había nada qué hacer. Le estaba cayendo como patada al estómago. Así me lo indicaban esos pequeños silencios pesados como plomo, interrumpidos de vez en cuando. "Te repito, Guadalupe. Es imposible que se hubiera dado un fraude. Existen muchísimos candados. Vinieron observadores extranjeros, cada casilla tenía sus representantes. Por otra parte, el IFE tiene funcionarios de carrera ejemplares. Además, cuestionar en su totalidad el proceso electoral es descalificar a miles y miles de personas que organizaron esta elección. Ese domingo se despertaron muy temprano y trabajaron hasta muy tarde en la noche. Fue una jornada ejemplar".

Dos veces me mencionó lo de la despertada temprano. Por un momento tuve ganas de preguntarle a qué horas solía despertarse él los domingos ya que le había parecido tan excepcional que lo hubieran hecho los responsables de casilla, pero no me atreví. La distancia que marcaba su lenguaje corporal no permitía la mínima cercanía. Hacía mucho tiempo no me encontraba con una persona tan renuente a un diálogo amistoso.

Estaba yo intentando disfrutar mi papaya con yogurt cuando de pronto dijo: "Oye, Guadalupe, te invité a desayunar porque quiero aclararte que Felipe Calderón no fue testigo de mi boda. La que fue testigo por parte de mi ex mujer fue Margarita Zavala, su esposa. Son amigas desde hace mucho tiempo".

No lo podía creer, ¿nada más me había dado cita para esta aclaración? ¿Qué para efectos prácticos no era lo mismo? No supe qué decirle. Lo único que se me ocurrió decirle fue: "¡Ah, bueno!... Entonces las cosas cambian... ¿Te gustaría que hiciera una rectificación en mi próximo texto?", le pregunté entre cándida y maliciosa. No recuerdo qué me contestó. A lo mejor no me respondió nada. Tampoco me acuerdo de qué más hablamos después de la aclaración. Creo que ya no conversamos nada más. De lo que sí me acuerdo es de que ya quería que se acabara el desayuno. Ya me quería ir a mi casa.Al salir del hotel Presidente Intercontinental, tenía un pésimo sabor de boca... Después de ese desayuno, me explico tantas cosas...