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domingo, enero 08, 2012

Cómo reconocer a la "nogente"


El 15 de junio, tres meses después de que empezara el bombardeo de la OTAN en Libia, la Unión Africana presentó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la postura africana sobre los ataques –en realidad, el bombardeo de los agresores imperialistas tradicionales, Francia y Gran Bretaña, acompañados esta vez por Estados Unidos, que inicialmente coordinó el asalto, y otras naciones al margen.

Debe recordarse que hubo dos intervenciones. La primera, conforme a la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada el 17 de marzo, establecía una zona de proscripción aérea, el cese al fuego y medidas para proteger a los civiles. Pero después de unos momentos, esa intervención fue hecha a un lado cuando el triunvirato imperial se alió con el ejército rebelde, sirviéndole de fuerza aérea.

Al iniciarse el bombardeo, la Unión Africana exhortó a seguir el camino de la diplomacia y las negociaciones, a fin de evitar una muy probable catástrofe civil en Libia. En menos de un mes, la Unión Africana había recibido el respaldo de los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y otros, en especial de Turquía, la principal potencia regional, miembro también de la OTAN.

De hecho, el triunvirato estuvo muy aislado en sus ataques, emprendidos para eliminar a un tirano mercurial, al que habían apoyado cuando resultaba ventajoso. Las esperanzas estaban puestas en un régimen que estuviera mejor dispuesto hacia las exigencias occidentales de controlar los ricos recursos de Libia y que, quizá, le ofreciera una base en África al comando africano de Estados Unidos, Africom, hasta ahora confinado en Stuttgart.

Nadie puede saber si los esfuerzos relativamente pacíficos contemplados en la resolución 1973 de la ONU, y respaldados por la mayor parte del mundo, hubieran logrado evitar la terrible pérdida de vidas y la destrucción que sucedieron en Libia. El 15 de junio, la Unión Africana informó al Consejo de Seguridad que ignorar a la unión durante tres meses y proseguir el bombardeo de la santa tierra de África ha sido arbitrario, arrogante y provocativo. La Unión Africana presentó un plan de negociaciones y patrullaje dentro de Libia, a cargo de fuerzas de la misma UA, junto con otras medidas de reconciliación. Todo fue en vano.

El exhorto de la UA al Consejo de Seguridad también estableció el fondo de sus preocupaciones: La soberanía ha sido un instrumento de emancipación de los pueblos de África, que están empezando a trazar caminos de transformación en la mayoría de los países africanos, después de siglos de depredación por el comercio de esclavos, el colonialismo y el neocolonialismo. Los ataques temerarios contra la soberanía de los países africanos son, por lo tanto, equivalentes a infligir heridas nuevas en el destino de los pueblos de África.

El llamado africano puede encontrarse en la publicación india Frontline, pero básicamente pasó desapercibido en Occidente. Eso no debe sorprendernos: los africanos son nogentes, por adoptar el término que George Orwell aplica a quienes no son adecuados para entrar en la historia.

El 12 de marzo, la Liga Árabe ganó la condición de gente al apoyar la resolución de la ONU. Pero el apoyo pronto desapareció, cuando la Liga se negó a apoyar el posterior bombardeo occidental contra Libia. Y el 10 de abril, la Liga regresó a su condición de nogente al exhortar a la ONU a imponer una zona de restricción aérea también sobre la franja de Gaza y a levantar el asedio israelí. Este exhorto pasó prácticamente desapercibido.

Esto también fue lógico. Los palestinos son el prototipo de la nogente, como lo vemos regularmente. Examinemos el número de noviembre-diciembre de la revista Foreign Affairs, que se inicia con dos artículos del conflicto palestino-israelí. Uno, escrito por los funcionarios israelíes Yosef Kuperwasser y Shalom Lipner, culpa del conflicto a los palestinos, por negarse a reconocer a Israel como Estado judío (atenidos a la norma diplomática: se reconoce al Estado, no a sectores privilegiados dentro de él).

El segundo artículo, del académico estadunidense Ronald R. Krebs, atribuye el problema a la ocupación israelí. El artículo tiene este subtítulo: Como está destruyendo a la nación la ocupación. ¿A qué nación? A Israel, por supuesto, perjudicada por tener su bota en el cuello de la nogente.

Otra ilustración: en octubre, los titulares anunciaron con fanfarrias la liberación de Gilad Shalit, el soldado Israel capturado por Hamas. El artículo de The New York Times Magazine se dedicó al sufrimiento de su familia. Shalit fue liberado a cambio de cientos de nogentes, de quienes supimos muy poco, aparte del sobrio debate respecto de si su liberación perjudicaría o no a Israel.

Tampoco supimos nada de los cientos de otros detenidos en prisiones israelíes durante largos periodos sin haber sido acusados formalmente. Entre esos prisioneros anónimos están los hermanos Osama y Mustafa Abu Muamar, civiles secuestrados por las fuerzas israelíes que atacaron Gaza el 24 de junio de 2006, al día siguiente de que Shalit fuera capturado. Los hermanos estaban desaparecidos en el sistema penitenciario israelí.

Al margen de lo que pensemos de capturar a un soldado de un ejército que nos ataca, secuestrar civiles es un delito mucho más grave. A menos, claro, que esos civiles sean simples nogentes. Ciertamente, esos delitos no se comparan con muchos otros, por ejemplo, con los crecientes ataques a ciudadanos israelíes beduinos, que viven en el Neguev, en el sur del país. Los beduinos israelíes están siendo expulsados conforme a un nuevo programa, destinado a destruir decenas de aldeas beduinas, a las que habían sido trasladados anteriormente. Por razones benignas, por supuesto. El gabinete israelí explicó que se crearían ahí 10 asentamientos judíos para atraer nueva población al Neguev. Es decir, para remplazar nogentes con gente legítima. ¿Quién puede ponerle alguna objeción a eso?

Esa extraña especie de nogentes puede encontrarse en todas partes, incluso en Estados Unidos: en las prisiones que son un escándalo internacional, en los comedores públicos, en los deteriorados barrios bajos. Pero los ejemplos son engañosos. La población mundial en su conjunto vacila al borde de un agujero negro.

Tenemos recordatorios cotidianos, incluso de incidentes muy pequeños. Por ejemplo, el mes pasado, cuando los republicanos de la Cámara de Representantes estadunidense bloquearon una reorganización, prácticamente sin costo, para investigar las causas de los extremos climatológicos de 2011 y proporcionar mejores previsiones.

Los republicanos temieron que eso fuera la punta de lanza de la propaganda del calentamiento global, un no problema según el catecismo recitado por los aspirantes a la nominación de lo que hace años era un auténtico partido político.

¡Qué pobre y triste especie!

* Chomsky es profesor emérito de lingüística y filosofía en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, en Cambridge, Massachusetts.

sábado, mayo 16, 2009

Alemania: el “Big Brother” moderno


BERLÍN, 15 de mayo (apro).- El deseo creciente del Estado y las empresas alemanas por captar, almacenar, usar e incluso vender los datos personales de los ciudadanos, ha motivado una inusual advertencia pública del juez más importante del país.Hans Jürgen Papier, presidente del Tribunal Constitucional Federal, máxima instancia de la justicia germana, alertó sobre la posibilidad de que se produzca una catástrofe de dimensiones imprevisibles en torno de la protección de datos personales.

En declaraciones realizadas al periódico Bild Zeitung, el pasado 3 de mayo, el juez Papier sostuvo que el derecho básico a la protección de datos personales está sometido a amenazas desde los sectores público y privado. Advirtió que si el Estado incumple su obligación constitucional de velar por una adecuada protección de los datos personales de sus ciudadanos, se cierne la amenaza de una catástrofe de dimensiones imprevisibles, debido a las posibilidades que ofrece la técnica moderna y al grado de interrelación existente en todo el mundo. Y comparó el peligro en torno de la desprotección de datos personales con un accidente en un reactor nuclear."El juez que hace temblar a nuestro gobierno", título que el diario dio a la entrevista, puede sonar un poco exagerado. Lo cierto es que casi todas las leyes importantes pasan por la revisión final del Tribunal Constitucional Federal. Sus jueces no pueden ser relevados. Sus fallos son inapelables.Repetidas veces, el tribunal supremo le ha torcido el brazo a los intentos gubernamentales que pretenden recortar las libertades individuales, en aras de la lucha contra el terrorismo. La insuficiente protección de los datos personales también ha sido motivo de diversos fallos en los últimos años. La lista de escándalos recientes vinculados a este tema es larga y frondosa. En 2005 involucró a miembros del servicio secreto federal BND en el espionaje a periodistas. Alcanzó también a altos directivos de grandes consorcios, tales como la empresa telefónica Deutsche Telekom, en junio de 2008.Y más recientemente ha salpicado a la compañía de ferrocarriles alemanes, Deutsche Bahn, donde se espió a cientos de miles de empleados, a sindicalistas e incluso a otros miembros del consejo de dirección. Ciudadanos, clientes y consumidores no corren mejor suerte. La información personal que los consorcios y bancos acumulan sobre sus clientes suele ser vendida a otras empresas con fines de marketing publicitario.La motivación que mueve a la economía privada a recolectar datos personales de sus clientes es explicada de manera concisa por Thilo Weichert, director del Centro Independiente para la Protección de Datos Personales de la ciudad de Kiel."En este sector se trata sólo de una cosa: ganar dinero. Los datos relacionados con las personas tienen hoy en día un valor de mercado, y se intenta obtener este valor en dinero", dice Weichert a Apro.La acumulación de datos personales permite confeccionar el perfil de consumidor de un inmenso número de ciudadanos. El marketing se ajusta al perfil del cliente. Cuanto mayor es la información que las empresas tienen de los consumidores, más alta es la probabilidad de hacerles llegar ofertas personalizadas --sobre todo a través de internet-- y de concretar las ventas. "Desde la esfera oficial, se trata de la lucha contra el terrorismo, pero también se quiere lograr un mayor control social", comenta Christian Thorun, especialista de la Central Federal de Consumidores (VZBV, según sus siglas en alemán). Desde comienzos de este año rige una ley federal que faculta a la Policía de Investigaciones para intervenir correos electrónicos, comunicaciones telefónicas e instalar dispositivos de video o audio en viviendas privadas. "La privacidad del ciudadano, núcleo de su libertad, es cada vez más restringida por el gobierno de la Gran Coalición", ha dicho la exministra de Justicia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger.En declaraciones al diario berlinés Tagesspiegel, el pasado domingo 3, la política del Partido Liberal (FDP, según sus siglas en alemán) habló de un "dramático recorte de derechos ciudadanos".
Consorcios espías
Varios consorcios alemanes se han visto envueltos en los últimos años en escándalos de espionaje. El más reciente le costó el puesto a Hartmut Mehdorn, gerente de la empresa de ferrocarriles alemanes, Deutsche Bahn, el 30 de marzo de este año.Dos meses antes había comenzado a desenmascararse la trama de espionaje dentro del consorcio, que afectó a miembros del directorio, sindicalistas y empleados rasos. En un principio, la empresa justificó su accionar, hablando de una investigación interna por supuesta corrupción de algunos empleados. Después se supo que se había espiado a 173 mil trabajadores, fisgoneando comunicaciones telefónicas, cuentas bancarias y correos electrónicos. Se buscaba el contacto de empleados con periodistas y voces críticas hacia la conducción del consorcio, que en 2008 sufrió una larga huelga del gremio de maquinistas. "La diferencia de magnitud en los espías es cualitativa porque las posibilidades técnicas actuales lo permiten", sostiene Thorun. "Creo que también hace 20 años había jefes que decían: 'Mire las actas personales de los empleados, para ver si encuentra algo.' Hoy no sólo es fácil hacerlo con determinados trabajadores, sino con toda la plantilla."En el caso de la Deutsche Telekom, los directores del consorcio --líder europeo en el sector de telefonía e internet-- ordenaron espiar a miembros de su consejo de empresa y su consejo de vigilancia. Los espías incluyeron también a periodistas que informaban sobre estrategias y disputas internas dentro del consorcio. Su objetivo era determinar de dónde provenían las filtraciones de las que se hacía eco la prensa.Una de las agencias de detectives contratadas a tal fin es dirigida por antiguos miembros de la Stasi, la policía secreta de la antigua Alemania del Este. "Hasta ahora, ni las empresas que hacen el encargo ni las agencias de detectives han tenido la menor sensibilidad frente a la protección de datos personales. A los detectives no se los controla porque los estamentos estatales que deberían hacerlo están totalmente faltos de personal", sostiene Weichert.
Trampitas
El crédito personal a baja tasa de interés es uno de los mecanismos que usan los bancos en Alemania para atraer clientes. En los hechos, casi nadie obtiene estas ofertas. Los clientes se han acostumbrado ya a que en estas circunstancias se les pida todo tipo de información personal. Lo que pocos saben es que ésta se usa para someterlos a una prueba de solvencia. El scoring compara los datos de un cliente con otros casos, almacenados en un banco de datos, que corresponden a clientes de características similares. De este cálculo se desprende un valor estadístico, el score (puntaje), que supuestamente indica el grado de solvencia de cada cliente. La compra y venta de esta información posibilita que en la actualidad se lo utilice en todos los sectores de la economía; así mismo, el cliente es catalogado por sus criterios de consumo y se le ofrece una publicidad personalizada.Los espías acechan a clientes y empleados también a la hora de hacer las compras. En marzo de 2008, el escándalo salpicó al consorcio Lidl, la cadena de supermercados más grande de Europa, con presencia en 20 países y 80 mil empleados. El espionaje de Lidl contra sus empleados se parece mucho a las que realizaba la Stasi contra el ciudadano común de la República Democrática Alemana.A lo largo de una semana, un "técnico" se ocupaba supuestamente de prevenir el robo de mercadería por parte de los clientes. Al menos ese era el mensaje que recibían los empleados. En realidad el "técnico" no era otra cosa que un detective quien a través de la información recabada con imperceptibles cámaras ocultas, escuchas de comentarios y comunicaciones telefónicas, consignaba finalmente un breve protocolo secreto de cada empleado. El consorcio Lidl es conocido por impedir a rajatabla la creación de comisiones sindicales en sus filiales y por el trato castrense que dispensa a sus empleados. De su dueño, Dieter Schwarz, uno de los hombres más ricos de Alemania, apenas se conocen dos fotos. Ley aguada
Presionado por los escándalos, el gobierno alemán realizó en septiembre de 2008 una cumbre para dar forma a una futura Ley Federal de Protección de Datos Personales, que limite su comercio y mal uso. Debido a la acción de los lobbystas de la economía privada, dicha ley no ha podido ser promulgada.Peter Schaar, encargado Federal para la Protección de Datos Personales, solicitó recientemente que el proyecto se convierta a la brevedad en una ley "lo menos aguada posible." La diputada de La Izquierda Petra Pau criticó la inacción vivida desde la cumbre realizada hace ya siete meses. "Desde entonces, la economía privada se movilizó en contra de la protección de datos y la Gran Coalición bajó el tono y se puso a cubierto", dijo. La diputada sumó su voz de alerta a la del juez Hans Jürgen Papier. "Las alternativas son: Vigilancia o derechos ciudadanos, comercio o protección de datos, lucro o democracia", sostuvo.Thilo Weichert cree que la promulgación de la ley no avanza debido al fuerte lobby en su contra. A su juicio, los partidos de la coalición en el gobierno, la Unión Democristiana (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD), han dado marcha atrás y sólo intentan satisfacer las demandas de las empresas."Las reformas para modificar la Ley Federal de Protección de Datos que iban en la dirección correcta han sido torpedeadas a través de un trabajo intensivo de lobby, sobre todo de parte de la economía privada. Lo que finalmente quedará de estas reformas es totalmente incierto", sostiene. Políticos de diferentes sectores han instado a los ciudadanos a no actuar con despreocupación o negligencia y a poner más atención en el cuidado de sus datos personales.Christian Thorun, de la Central Federal de Consumidores, comparte la advertencia sólo a medias: "Uno sólo puede ser miembro de e-bay o Facebook si permite que sus datos puedan ser utilizados para marketing publicitario. Aquí hay una obligación. Mientras los consumidores sigan siendo obligados a entregar sus datos para la publicidad y las multas para quienes violan la privacidad sean ridículas, la mejor protección de datos no va a aportar demasiado".
Agrega:
"Ya nadie duda de que estamos todos vigilados, observados y fichados", sostiene Ignacio Ramonet, en un artículo publicado el 03 de mayo en Le Monde Diplomatique, titulado "Control social total". Allí señala la paradoja de que la realización del objetivo máximo de las sociedades totalitarias se dé en un marco democrático, en el que cada individuo está convencido de vivir en la mayor libertad. Ramonet inicia su artículo con un epígrafe extraído de la novela 1984, de George Orwell, publicada en 1949: "Siempre esos ojos que miraban, vigilantes, en el trabajo o comiendo, en casa o en la calle, en el baño o en la habitación, en vigilia o en el sueño: no había privacidad posible."¿Se corre el peligro de que la economía de mercado se convierta en un sistema totalitario o adopte rasgos totalitarios como algo normal?, se le pregunta a Thilo Weichert.El director del Centro Independiente de Protección de Datos Personales de la ciudad de Kiel cree que el sistema democrático dispone de los anticuerpos necesarios para defenderse."En principio existe este peligro, pero no así en países en los que funciona adecuadamente la protección de datos personales y de derechos del consumidor. Porque justamente este tipo de protecciones, combinados con un sistema democrático, permiten reconocer a tiempo y evitar este tipo de peligros", añade."El peligro no proviene tanto por la acción del Estado sino la de las empresas privadas", sostiene Thorun, y advierte que "los datos que éstas recogen sobre los consumidores, a través de tarjetas de cliente, en internet o en redes sociales, cobran poco a poco dimensiones que superan largamente lo que George Orwell escribió en su libro 1984."

martes, mayo 05, 2009

Pendejemia

La pendejemia es la peor de las epidemias extendidas a nivel pandémico (ora sí que global), sembrada por los clérigos del neoliberalismo gringo, desde los años 70 del sigo pasado. Esta influenza se combate con simples medidas: limpieza -frecuente-, manos lavadas con agua y jabón, evitar las aglomeraciones (en el metro??? Sí cómo no!), no exponerse al rocío de quien tose o estornuda, comer sanamente (es especial frutas y verduras frescas y no muy cocidas) y tomar agua natural POTABLE, lo que se consigue tras hervirla durante 20 minutos (no refrescos ni aguas embotelladas o empaquetadas y con popote que son carísimas). Estas medidas previene cualquiera gripe o influenza. Hay miles de variedades: naturales y de diseño en laboratorios (biológicos tanto militares como comerciales).
Y es claro que no todos tenemos acceso a agua corriente y no contaminada, a una jabón en todo lavamanos, regadera (uf! que lujo!), alimentación sana; es caro y no estimula el libre mercado de las grandes empresas que nos mantienen en casita con telerrisa o kakazteca y esclavizándonos mediante el control, más avanzado y a la vez el más primitivo: el que se desata desde el biopoder que la tecnología ha permitido desarrollar a los países y capitales más poderosos. El control de los individuos primero y luego de la sociedad entera que ve constantemente amenazada su sobrevivencia más elemental: la de su propio cuerpo. Las medios masivos se han encargado de meter el control político dentro del cuerpo (convirtiéndolo en Biopoder) y con ello el miedo colectivo, el terror y la obediencia ciega. Lean o relean a Orwlell (“Rebelión en la granja” o sobre todo: “1984” o de perdis renten la peli que fue estrenada precisamente en 1984; también pueden registrarse y obtener una copia en línea del libro en http://www.librodot.com/index.php), para desentrañar este asunto de ingeniería social.
La pendejemia que padecemos, es responsabilidad de la pasividad y ausencia de pensamiento crítico y capacidad de juicio de enormes masas de población que responden y bailan al son que les tocan los medios masivos de des-información, y no tiene fácil curación. Porque ha de buscarse información diversa y balanceada en fuentes confiables que primero hay que aprender a detectar… escarbando en la memoria (que pocos conservan o ya tienen atiborrada de propaganda mediática) colectiva -pregunten a los viejos, a los desposeídos, a los excluidos-, acudan a las bibliotecas -ya se que son muy pero muy pocas y que están mal surtidas- y en medios alternos de comunicación: ¡¡ Pero hay que chambear para hacerse de argumentos sólidos !!
Aprender a hacerlo requeriría que la Sra. Gordillo no tuviera tanto tiempo como lidere sindical del sector educativo (ni ella ni una buena cantidad de maestros corruptérrimos y huevones), ni que el panismo hubiera sido tan pendejo, errático e imbécil (ni siquiera pueden articular respuestas coherentes), ni que el priísmo postcardenista se hubiera sometido -con sus debidas ganancias millonarias para las elites empresariales y políticas- al neoliberalismo rapaz -que exige el corporativismo transnacional-: ni que muchos estuvieran tan contentos con la militarización del país y la desaparición de nuestras garantías individuales, justificadas con el cuento del combate al narcotráfico. Esta parafernalia de policías y narcos de dimensiones descomunales, ya que TODOS sabemos que son los mismos: gobierno, narcos y muchos empresarios, los que orquestan esta GUERRA, el más rentable de TODOS los negocios (vean inversiones/préstamo que a nuestro país para cooperar en la lucha contra el narco): y nadie nos pregunta si estamos de acuerdo en adquirir más y más deudas.
Así que si el ejército ocupa y golpea una plaza (y hay más narcos que militares) surgirán otras -como el cuento del dragón al que le cortaban una cabeza y le salían otras tantas- y no terminarán hasta que haya ciudadanía HACIENDO, PROTESTANDO, PROPONIENDO Y CONTESTANDO con más compromiso y conocimiento de causa. NO DEJANDO de ir a clases, DESOBEDECIENDO medidas estúpidas de control socia: que quitaron a más de 30 millones de estudiantes dos semanas de clases (10 días hábiles, hasta el momento), vitales, semanas de repaso, de terminar programas y planes de estudio para preparar exámenes. Y no falta quien dé gracias al cielo por tan largas e inesperadas vacaciones.
El segundo negocio más importante a nivel planetario es la SALUD (entre empresas farmacéuticas y biotecnología, vinculada con la primera y con la industria de los alimentos, fertilizates, vacunas y transgénicos); el tercero son las COMUNICACIONES (vinculadas con la guerra, las finanzas y el control social); y el cuarto, que ya debería ser el primero son los recursos hídricos.
Si este asunto de la maldita influenza ya es un asunto de BIOTERRORISMO, sigue siendo parte de la industria más rentable de la historia de la humanidad: la GUERRA. ¿Estamos dispuestos a seguir siendo manejados así, a lo pendejo?

jueves, abril 30, 2009

Influenza, ¿Orwell o Juan Orol?


MEXICO, D.F., 28 de abril (apro).- Debido a las dimensiones internacionales acreditadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), las medidas de emergencia adoptadas en México y en Estados Unidos, y por la aparición de la epidemia de temor, pánico y vulnerabilidad extremas, lo ocurrido con la influenza porcina ha adquirido características dignas de 1984, la distopía más famosa del escritor inglés George Orwell.

Sin embargo, el toque mexicano al estilo Juan Orol le ha dado otras características a la epidemia. La actitud de los gobiernos federal, capitalino, mexiquense y de varios estados es digna de una mala película del famoso director de "churros" mexicanos de los años cincuenta.

Pretenden que creamos que, con tapabocas generalizados, cierres de escuelas, reclusión forzosa en los domicilios capitalinos y una ostentosa y grosera intoxicación informativa –donde son prácticamente linchados quienes cuestionen la eficacia de las medidas adoptadas desde hace cuatro días--, se resolverán la crisis de confianza y las dudas que se han generado en torno al manejo de la peor crisis sanitaria en los tiempos modernos.

Estamos ante una crisis de riesgo global y ni las bravatas de Felipe Calderón o las apariciones de Javier Lozano y las contradicciones del doctor José Angel Córdova evitarán las preguntas que no han sido respondidas hasta ahora:

1.- ¿Por qué si desde el 2 de abril las autoridades de la Secretaría de Salud confirmaron el primer caso de influenza porcina en un niño de 4 años de edad en la comunidad veracruzana de Perote, no se tomaron las medidas adecuadas?

2.- ¿Por qué si desde el 13 de abril el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) había advertido del riesgo de un nuevo virus de influenza, distinto al de la influenza aviar, no se realizaron las medidas epidemiológicas necesarias, la investigación en los laboratorios y el aislamiento indicado entre las personas que estuvieron en contacto con esos primeros pacientes?

3.- No sólo eso. El doctor José Angel Córdoba, el mismo jueves 23 de abril, en la mañana, minimizó la información que ya estaba difundiendo el periódico Reforma. En menos de 12 horas, al filo de las 11 de la noche, anunció las primeras medidas de emergencia sin responder a las preguntas básicas: ¿por qué el titular de Salud modificó el mismo día su apreciación? ¿Qué registros exactos existían sobre las personas que ya habían fallecido de esta nueva epidemia?

4.- ¿Por qué las autoridades sanitarias suspendieron las clases en todos los planteles educativos del país y aún se mantiene abierto un foco de infección, como es la fábrica de puercos de Perote, perteneciente a Granjas Carroll, subsidiaria de la empresa norteamericana Smithfield? ¿Acaso esta empresa, cuya contaminación en las aguas y en el medio ambiente de La Gloria, Veracruz, se ha acreditado no es un foco de infección? ¿A quién quieren proteger o a quién quieren engañar con este escándalo medio ambiental? La Cofepris no ha dicho nada sobre este caso documentado ya en varios medios impresos y denunciado desde hace cinco años por el ambientalista Iván Restrepo.

5.- La duda más perniciosa e incómoda de todas: ¿por qué en Estados Unidos ya se detectaron 64 casos y ninguno ha sido mortal? ¿Qué diferencia hay entre el sistema sanitario y de emergencia de nuestro vecino y el nuestro? ¿Por qué se murieron los pacientes mexicanos y los que están investigándose en Costa Rica, Colombia, Brasil y Venezuela no presentan cuadros mortales como en México?

Estamos ante el encubrimiento más escandaloso de un manejo criminal de la información epidemiológica de México que ha tenido repercusiones globales. Esta es la verdadera dimensión orwelliana del caso de la influenza.

El director general de la Agencia de Vigilancia Sanitaria de Brasil, Agenor Alvares, lo dijo claro y contundente el pasado 27 de abril:"Considero que hubo demora y, en casos como éste, la notificación no debe tardarse".

El reproche a México no podía ser más claro. Por supuesto, eso no se escuchó en las horas de transmisión de los noticieros radiofónicos y televisivos que se han dedicado a intoxicar a sus audiencias cautivas.

La dimensión más oroliana de la epidemia es el tratamiento excesivo, indiscriminatorio de los canales de televisión privados y públicos que están haciendo lo que siempre han hecho: infantilizar a las audiencias con recomendaciones incompletas, regaños absurdos y dándole voz a una serie de "voceros oficiales" que insisten en presumir una eficacia que no se vio con anterioridad.

El exceso de "información" evita la auténtica información. Es decir, la saturación mediática ya no distingue entre lo que es presunción, rumor, regaño o medida de emergencia, creando una hipersensibilidad al tema. El estado de ánimo de los capitalinos pasó de la incredulidad al pánico y a la depresión. No será difícil prever que cuando se cuenten con los elementos necesarios de información, el enojo y la ira sociales serán mucho mayores de lo que han previsto las autoridades.

No se puede infantilizar eternamente a las audiencias, mucho menos cuando se juega con su salud y con el estado de ánimo.

Por lo pronto, el impacto económico para el sector restaurantero del Distrito Federal es brutal. La Canaco-Servytur calcula en 777 millones de pesos las pérdidas acumuladas desde el viernes 24 hasta este martes 28 de abril. Y puede rebasar los mil millones de pesos sólo en la capital del país. Las agencias de turismo y las aerolíneas están en el pánico más absoluto. El destino mexicano o "la marca" México está señalada ahora a nivel internacional por un virus que, siendo atendible y curable, se ha convertido en una especie de peste negra.

Email: jenarovi@yahoo.com.mx