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viernes, julio 05, 2013

Felicidades a EU por sus 4 nuevas colonias


Desde Snowden hasta Morales En este episodio de Enfoque analizamos los últimos hechos del caso Snowden y la odisea de Evo Morales y su vuelo presidencial desde Rusia a Bolivia que ha provocado la reacción de América Latina frente a Estados Unidos y Europa en este tema. Una respuesta en bloque acordada en la reunión extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) celebrada en Cochabama para abordar este hecho diplomático insólito y vergonzoso. En el encuentro ha participado el propio Morales arropado por la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, y el presidente venezolano, Nicolás Maduro, entre otros dignatarios. "No basta una disculpa, estuve prisionero en Viena por más de 13 horas. Nuestro pecado es ser indígenas y antiimperialistas". Son palabras de Evo Morales tras el indignante periplo de su avión presidencial desde Moscú a La Paz. La causa es la presión estadounidense por el auténtico acoso al que está sometiendo a Edward Snowden y a cualquier país que le ha tendido la mano. El presidente de Bolivia reclama a la comunidad internacional que se respete y cumplan tratados y normas que permiten el libre tránsito de los aviones presidenciales. En plató el escritor, periodista y excorresponsal de TVE en América Latina, denuncia que estamos ante una auténtica "violación del derecho internacional" y que "Latinoamérica debería vetar la presencia de España y Portugal en la próxima Cumbre Iberoamericana. El presidente del Observatorio Hispano Argentino, Enrique Borcel, resalta que estamos ante el "neofascismo a nivel mundial de Estados Unidos" que ordena a Europa que controle el avión de un presidente latinoamericano, en una ruta que también siguieron los vuelos secretos de aviones de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés), que no fueron ni registrados, ni paralizados en su recorrido por el espacio aéreo europeo. Invitados: Enrique Borcel, Presidente del Observatorio Hispano Argentino José Manuel Martín Medem, Periodista y excorresponsal de TVE en América Latina

sábado, junio 29, 2013

Implicaciones geopolíticas del ingreso de Colombia a la OTAN

Atilio Boron
Atilio A. Boron / Alai Amlatina
info@alainet.org
El anuncio del presidente de Colombia Juan Manuel Santos de que “durante este mes de junio suscribirá un acuerdo de cooperación con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para mostrar su disposición de ingresar a ella”, ha causado una previsible conmoción en nuestra América. Lo pronunció en un acto de ascensos a miembros de la Armada realizado en Bogotá, ocasión en la cual Santos señaló que Colombia tiene derecho a “pensar en grande”, y que él va a buscar ser de los mejores “ya no de la región, sino del mundo entero”. Continuó luego diciendo que “si logramos esa paz –refiriéndose a las conversaciones que están en curso en Cuba, con el aval de los anfitriones, Noruega y Venezuela– nuestro Ejército está en la mejor posición para poder distinguirse también a nivel internacional. Ya lo estamos haciendo en muchos frentes”, aseguró Santos. Y piensa hacerlo nada menos que asociándose a la OTAN, una organización sobre la cual pesan innumerables crímenes de todo tipo perpetrados en la propia Europa (recordar el bombardeo a Yugoslavia), a Libia y ahora su colaboración con los terroristas que han tomado a Siria por asalto.
Jacobo David Blinder, ensayista y periodista brasileño, fue uno de los primeros en alarmarse ante esta decisión del colombiano. Hasta ahora el único país de América Latina “aliado extra OTAN” era Argentina, que obtuvo ese deshonroso status durante los nefastos años de Menem, y más específicamente en 1998, luego de participar en la Primera Guerra del Golfo (1991-1992) y aceptar todas las imposiciones de Washington en muchas áreas de la política pública, como por ejemplo desmantelar el proyecto del misil Cóndor y congelar el programa nuclear que durante décadas venía desarrollándose en Argentina. Dos gravísimos atentados que suman poco más de un centenar de muertos –a la Embajada de Israel y a la AMIA– fue el saldo que dejó en Argentina la represalia por haberse sumado a la organización terrorista noratlántica.
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jueves, marzo 21, 2013

Obama and the Empire: Fidel Castro

 
Obama and the Empire
Fidel Castro
Publisher’s Note
The main lines of US politics never change abruptly, not even when control of the presidency and the two chambers of Congress moves from one party to the other. This fact has been proven historically. But there has never been an opportunity to see how another type of politician—one who doesn’t fit the traditional male, white, Anglo- Saxon and generally Protestant model—would adapt himself or herself to fill that role. This opportunity has arisen with the election to the US presidency of Barack Obama.
Due to the racial and gender discrimination that exists in US society, the possibility of an African American or a woman being elected to the presidency could only be imagined after the extraordinary decade of social struggles of the 1960s: a decade of struggles for civil rights of African Americans, for women’s liberation, for the social acceptance of the counterculture, against the Vietnam War and many other social movements. That is why there has been a tendency to consider the election of an African American or a woman as president as something progressive in itself. This notion was reinforced by symbolic presidential campaigns, such as those of Rev. Jesse Jackson in 1984 and 1988, that were initiated largely for mass education and mobilization purposes.
The deepening of the economic, social and moral crisis of the United States turned the miracle into reality. So much damage to the credibility of the political system was inherited from the presidencies of Ronald Reagan (1981-1989) to George W. Bush (2001-2009) that, since it was impossible to change the politics of the system, it became necessary to change the type—or stereotype—of the person in charge of carrying out that policy. Therefore, for the first time in history, in the 2008 presidential campaign, the real possibility emerged of an African American (Barack Obama) or a white woman (Hillary Clinton) being elected to the highest office in the United States. So it was that Obama was elected as the Democratic presidential candidate and then as president, but it could have been Hillary Clinton. S it turned out, the miracle became reality, but not how the sixties generation dreamed of it.
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viernes, marzo 08, 2013

domingo, enero 08, 2012

Cómo reconocer a la "nogente"


El 15 de junio, tres meses después de que empezara el bombardeo de la OTAN en Libia, la Unión Africana presentó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la postura africana sobre los ataques –en realidad, el bombardeo de los agresores imperialistas tradicionales, Francia y Gran Bretaña, acompañados esta vez por Estados Unidos, que inicialmente coordinó el asalto, y otras naciones al margen.

Debe recordarse que hubo dos intervenciones. La primera, conforme a la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada el 17 de marzo, establecía una zona de proscripción aérea, el cese al fuego y medidas para proteger a los civiles. Pero después de unos momentos, esa intervención fue hecha a un lado cuando el triunvirato imperial se alió con el ejército rebelde, sirviéndole de fuerza aérea.

Al iniciarse el bombardeo, la Unión Africana exhortó a seguir el camino de la diplomacia y las negociaciones, a fin de evitar una muy probable catástrofe civil en Libia. En menos de un mes, la Unión Africana había recibido el respaldo de los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y otros, en especial de Turquía, la principal potencia regional, miembro también de la OTAN.

De hecho, el triunvirato estuvo muy aislado en sus ataques, emprendidos para eliminar a un tirano mercurial, al que habían apoyado cuando resultaba ventajoso. Las esperanzas estaban puestas en un régimen que estuviera mejor dispuesto hacia las exigencias occidentales de controlar los ricos recursos de Libia y que, quizá, le ofreciera una base en África al comando africano de Estados Unidos, Africom, hasta ahora confinado en Stuttgart.

Nadie puede saber si los esfuerzos relativamente pacíficos contemplados en la resolución 1973 de la ONU, y respaldados por la mayor parte del mundo, hubieran logrado evitar la terrible pérdida de vidas y la destrucción que sucedieron en Libia. El 15 de junio, la Unión Africana informó al Consejo de Seguridad que ignorar a la unión durante tres meses y proseguir el bombardeo de la santa tierra de África ha sido arbitrario, arrogante y provocativo. La Unión Africana presentó un plan de negociaciones y patrullaje dentro de Libia, a cargo de fuerzas de la misma UA, junto con otras medidas de reconciliación. Todo fue en vano.

El exhorto de la UA al Consejo de Seguridad también estableció el fondo de sus preocupaciones: La soberanía ha sido un instrumento de emancipación de los pueblos de África, que están empezando a trazar caminos de transformación en la mayoría de los países africanos, después de siglos de depredación por el comercio de esclavos, el colonialismo y el neocolonialismo. Los ataques temerarios contra la soberanía de los países africanos son, por lo tanto, equivalentes a infligir heridas nuevas en el destino de los pueblos de África.

El llamado africano puede encontrarse en la publicación india Frontline, pero básicamente pasó desapercibido en Occidente. Eso no debe sorprendernos: los africanos son nogentes, por adoptar el término que George Orwell aplica a quienes no son adecuados para entrar en la historia.

El 12 de marzo, la Liga Árabe ganó la condición de gente al apoyar la resolución de la ONU. Pero el apoyo pronto desapareció, cuando la Liga se negó a apoyar el posterior bombardeo occidental contra Libia. Y el 10 de abril, la Liga regresó a su condición de nogente al exhortar a la ONU a imponer una zona de restricción aérea también sobre la franja de Gaza y a levantar el asedio israelí. Este exhorto pasó prácticamente desapercibido.

Esto también fue lógico. Los palestinos son el prototipo de la nogente, como lo vemos regularmente. Examinemos el número de noviembre-diciembre de la revista Foreign Affairs, que se inicia con dos artículos del conflicto palestino-israelí. Uno, escrito por los funcionarios israelíes Yosef Kuperwasser y Shalom Lipner, culpa del conflicto a los palestinos, por negarse a reconocer a Israel como Estado judío (atenidos a la norma diplomática: se reconoce al Estado, no a sectores privilegiados dentro de él).

El segundo artículo, del académico estadunidense Ronald R. Krebs, atribuye el problema a la ocupación israelí. El artículo tiene este subtítulo: Como está destruyendo a la nación la ocupación. ¿A qué nación? A Israel, por supuesto, perjudicada por tener su bota en el cuello de la nogente.

Otra ilustración: en octubre, los titulares anunciaron con fanfarrias la liberación de Gilad Shalit, el soldado Israel capturado por Hamas. El artículo de The New York Times Magazine se dedicó al sufrimiento de su familia. Shalit fue liberado a cambio de cientos de nogentes, de quienes supimos muy poco, aparte del sobrio debate respecto de si su liberación perjudicaría o no a Israel.

Tampoco supimos nada de los cientos de otros detenidos en prisiones israelíes durante largos periodos sin haber sido acusados formalmente. Entre esos prisioneros anónimos están los hermanos Osama y Mustafa Abu Muamar, civiles secuestrados por las fuerzas israelíes que atacaron Gaza el 24 de junio de 2006, al día siguiente de que Shalit fuera capturado. Los hermanos estaban desaparecidos en el sistema penitenciario israelí.

Al margen de lo que pensemos de capturar a un soldado de un ejército que nos ataca, secuestrar civiles es un delito mucho más grave. A menos, claro, que esos civiles sean simples nogentes. Ciertamente, esos delitos no se comparan con muchos otros, por ejemplo, con los crecientes ataques a ciudadanos israelíes beduinos, que viven en el Neguev, en el sur del país. Los beduinos israelíes están siendo expulsados conforme a un nuevo programa, destinado a destruir decenas de aldeas beduinas, a las que habían sido trasladados anteriormente. Por razones benignas, por supuesto. El gabinete israelí explicó que se crearían ahí 10 asentamientos judíos para atraer nueva población al Neguev. Es decir, para remplazar nogentes con gente legítima. ¿Quién puede ponerle alguna objeción a eso?

Esa extraña especie de nogentes puede encontrarse en todas partes, incluso en Estados Unidos: en las prisiones que son un escándalo internacional, en los comedores públicos, en los deteriorados barrios bajos. Pero los ejemplos son engañosos. La población mundial en su conjunto vacila al borde de un agujero negro.

Tenemos recordatorios cotidianos, incluso de incidentes muy pequeños. Por ejemplo, el mes pasado, cuando los republicanos de la Cámara de Representantes estadunidense bloquearon una reorganización, prácticamente sin costo, para investigar las causas de los extremos climatológicos de 2011 y proporcionar mejores previsiones.

Los republicanos temieron que eso fuera la punta de lanza de la propaganda del calentamiento global, un no problema según el catecismo recitado por los aspirantes a la nominación de lo que hace años era un auténtico partido político.

¡Qué pobre y triste especie!

* Chomsky es profesor emérito de lingüística y filosofía en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, en Cambridge, Massachusetts.

domingo, octubre 30, 2011

Abrumadora condena en la ONU al bloqueo contra Cuba

Falsa imagen de flexibilidad de Obama; las sanciones siguen intactas, dice el canciller isleño

El canciller cubano Bruno Rodríguez acusó a Estados Unidos de mantener las mismas políticas contra la isla, pese a la retórica inicial de apertura del presidente Barack Obama. Su postura es repetitiva y anclada al pasado, expuso ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas.

*Sólo EU e Israel votan en contra; el asunto es con la isla, no incumbe a nadie más: Washington

*Abrumadora condena al bloqueo a Cuba en la Asamblea de la ONU

*La postura de Obama, anclada al pasado; habla como sus predecesores republicanos: Rodríguez

En imagen proporcionada por la ONU, el canciller cubano Bruno Rodríguez (al centro) conversa con colegas poco antes del inicio de la votación en la Asamblea General para condenar el embargo que Estados Unidos impone a Cuba desde 1960.

Nueva York, 25 de octubre. La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas condenó hoy, por vigésima vez, el bloqueo estadunidense a Cuba por un voto abrumador de 186 a favor y sólo Estados Unidos e Israel en contra.

El canciller cubano Bruno Rodríguez acusó a Washington de mantener las mismas políticas contra Cuba a pesar de la retórica inicial del presidente Barack Obama sobre un cambio. Señaló que por 20 años la ONU está obligada a considerar la misma condena a esa política que es tan estrechamente vinculada al derecho de los pueblos a la autodeterminación, al derecho internacional, a las reglas internacionales del comercio, a las razones por las cuales existe esta organización.

El voto abrumador contra el bloqueo durante las últimas dos décadas, afirmó, muestra con mayor nitidez el aislamiento incómodo del país agresor y la resistencia heroica de un pueblo negado a ceder sus derechos soberanos.

En torno a Obama, el canciller resumió que a pesar de la falsa imagen de flexibilidad que pretende trasladar el actual gobierno de Estados Unidos, el bloqueo y las sanciones permanecen intactos, en completa aplicación, y se ha acentuado en los años más recientes su carácter extraterritorial. Como rasgo distintivo del periodo del presidente Obama, se refuerza la persecución a las transacciones financieras cubanas en todo el mundo, sin respeto a las leyes de terceros países ni a la oposición de sus gobiernos.

Indicó que ante el ofrecimiento de Cuba de promulgar un diálogo sobre todos los temas de la agenda bilateral, la respuesta del gobierno de Obama ha sido el rechazo dejando claro que su postura es vieja, repetitiva, anclada al pasado, es como si, en vez del presidente elegido para el cambio, hablaran sus predecesores, incluso republicanos.

Señaló la información recientemente divulgada por Wikileaks sobre el manejo estadunidense a nivel mundial del asunto de Cuba para obstaculizar cualquier esfuerzo de cooperación con La Habana, como prueba de la constante agresión.

¿Por qué el gobierno del presidente Obama mejor no se ocupa de los problemas de Estados Unidos y nos deja a los cubanos resolver en paz y tranquilos los nuestros?, preguntó ante la ONU. A la vez, pidió por la liberación de cuatro de los cinco cubanos encarcelados en Estados Unidos por sus actividades antiterroristas, y que se permita al quinto, recién liberado, retornar a su país.

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sábado, agosto 06, 2011

Our Commando War in 120 Countries: Uncovering the Military's Secret Operations In the Obama Era

American secret commandos are carrying out raids in 70 countries--just today. By the end of the year, the number will probably be close to 120.

sábado, julio 09, 2011

Estados Unidos, tras petróleo de Venezuela

Venezuela –con su riqueza petrolera– podría ser el próximo país en la mira de ataque de Estados Unidos. Después de las cruzadas militares estadunidenses contra algunos países productores de petróleo en Asia y África, los grandes yacimientos petroleros venezolanos son ahora el objetivo de Washington. Las amenazas y sanciones contra el gobierno de Hugo Chávez se intensifican.

Moscú, Rusia. De acuerdo con algunos cálculos, las reservas venezolanas deberían durar entre 100 y 150 años bajo condiciones de intensa explotación.
La permanente guerra de Estados Unidos contra Venezuela por el petróleo comenzó en diciembre de 2002, cuando la gerencia del gigante petrolero venezolano PDVSA (Petróleos de Venezuela, SA) se lanzó a la huelga involucrando alrededor de 20 mil personas.
Los enemigos del presidente Hugo Chávez esperaban que la desestabilización a través del sector energético venezolano, las colas en las estaciones gasolineras y problemas con el suministro de gas doméstico harían pedazos al régimen soberano, pero los seguidores bolivarianos no se rindieron. La huelga terminó en derrota para los golpistas en febrero de 2003 y PDVSA fue convertida en empresa estatal. La quinta columna enquistada en la empresa fue denunciada y muchos de sus dirigentes huyeron del país. Unos 15 mil empleados del sector petrolero fueron despedidos y las pérdidas producidas por el conflicto superaron los 10 mil millones de dólares.
La reconstrucción de PDVSA fue una tarea ardua para el gobierno venezolano y para aquella parte del personal que resistió a las amenazas y el chantaje de los conspiradores. Las medidas que tomó Chávez apuntaron a fortalecer la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), sometiendo la producción de crudo a una reglamentación y manteniendo precios razonables; esto contribuyó al aumento de la influencia que la asociación ejerce mundialmente. Rusia, cuya economía es fortalecida por los ingresos petroleros, se encuentra entre los beneficiarios. La acción de Chávez también ayudó a Cuba, país que se encontraba al borde de una crisis energética.

Los pronósticos alarmistas difundidos por analistas estrechamente vinculados a las grandes compañías petroleras nunca se concretizaron, y Chávez siguió adelante con sus planes, tales como la original marca venezolana de socialismo, el suministro de petróleo con descuento a países vecinos y el establecimiento de la alianza Petrocaribe (en la que además de Venezuela participan Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, República Dominicana, Dominica, Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas). El régimen político venezolano y la posición de Chávez en la política internacional se mantienen en gran medida por el potencial energético del país, y el caso venezolano representa la simple verdad que el control estatal sobre las fuentes energéticas es en todos los casos, la clave para el mantenimiento de la estabilidad nacional.
Estados Unidos ha tratado, sin mucho éxito, convencer a la comunidad internacional que las sanciones de Washington contra el sector petrolero venezolano y la empresa PDVSA se deben únicamente a que el gobierno de Chávez envió un buquetanque con 20 mil toneladas de gasolina a Irán. El subsecretario de Estado James B Steinberg insistió, en un mensaje más amplio de advertencia, que compañías de otros países se exponen a sanciones similares si mantienen compromisos energéticos con Teherán.
Hasta ahora las sanciones impuestas contra Venezuela se perciben más o menos como un acto intimidatorio: el sector petrolero venezolano queda excluido de establecer contratos con compañías estadunidenses y de acceder a préstamos para importación y exportación (mecanismo fundamental en la adquisición de tecnologías avanzadas para la extracción y refinamiento de petróleo). PDVSA puede sobrevivir sin estas facilidades. Durante mucho tiempo la empresa se ha mantenido alejada del gobierno y las finanzas estadunidenses y cuenta con un sólido parque de tecnologías.
Hugo Chávez respondió a las presiones del Departamento de Estado de Estados Unidos a través de un mensaje desde su cuenta de Twitter: “¿Sanciones contra la Patria de Bolívar, impuestas por un gobierno imperialista gringo? Muy bien. ¡Entonces aplíquelas Sr. Obama! ¡No olvide que nosotros somos los hijos de Bolívar!” (sic), y declaró que PDVSA no será excluida del mercado estadunidense. Cuando se supo la noticia de las sanciones (el 24 de mayo 2011), el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, declaró a la prensa que el gobierno de su país estaba evaluando las potenciales consecuencias para la estabilidad de PDVSA y el suministro de 1 millón 200 mil barriles diarios al mercado de Estados Unidos. Maduro prometió “una respuesta adecuada a la agresión imperialista” y dijo que Venezuela, ahora más que nunca, se comprometerá en mantener relaciones fraternales con Irán, las cuales de ninguna manera amenazan la paz mundial. El gobierno de Venezuela reafirmó varias veces que los alegatos en relación con las supuestas ambiciones de Teherán en el campo del armamento nuclear son pura propaganda que no cuenta con algún argumento serio.


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sábado, julio 02, 2011

Halcones sobre Venezuela


El pasado viernes 24 de junio, Thomas Delare, alto funcionario gubernamental, admitió ante el Congreso de Estados Unidos la posibilidad de que Venezuela sea declarado, un “Estado Terrorista”.

La noticia circuló por ahí en algunos medios colombianos como cualquier otra noticia de baranda. Pero la declaración de Delare contiene implícita la mayor amenaza que el Imperio haya lanzado contra la Venezuela de Chávez.

Declaraciones similares antecedieron a horrores posteriores que han vivido países como Irak y Afganistán, en el pasado reciente, o la Libia de Gadafi en el dramático presente.

Quizás, la insidia política que en Colombia se ha cultivado contra Chávez nos tenga nublada la visión vecinal de un país cuya suerte, nos guste o no, está ligada a la nuestra, no tanto por los ya cursis discursos históricos, sino por –precisamente- ser vecinos. Podría decirse sin pestañar que si a Venezuela le va bien, a Colombia le va bien, y viceversa.

En el presente caso no se trata de asumir posiciones políticas sobre modelos de desarrollo de izquierda o derecha donde al unísono fungen amenazadoras “manos negras” a diestra y siniestra, si le creemos al presidente Santos. No, es que cuando rasuran al vecino, la praxis aconseja poner nuestras propias barbas en remojo.

Más claro nos lo dice el pastor Martin Niemoeller en su sermón de la Semana Santa de 1946: “Cuando los nazis vinieron por los comunistas”:

“Primero llegaron por los comunistas, y no hablé porque no era comunista; después vinieron por los judíos, y no hablé porque no era judío; después vinieron por los sindicalistas, y no hablé porque no era uno de ellos, después vinieron por los católicos, y no hablé porque yo era protestante; después vinieron por mí, y para entonces no había quedado nadie que hablara”.

Tal vez muchos en Colombia –los más-, y paradójicamente en la misma Venezuela, anden de plácemes con la declaración del esbirro gringo. Pero su contenido literal resulta tan amenazante como la espada de Dionisio que pendía en aquel festejo griego sobre la cabeza de Damocles.

"Si PDVSA no para, y se lo hemos dejado muy claro (a la empresa y al gobierno venezolano), la secretaria de Estado (Hilary Clinton) se reserva la autoridad de imponer sanciones adicionales más severas. Ninguna opción está descartada y el Departamento (de Estado) continuará evaluando cuáles acciones adicionales pueden justificarse en el futuro", dijo Delare, refiriéndose a las sanciones impuestas el mes pasado a PDVSA y otras seis empresas extranjeras por hacer negocios con Irán.

“Ninguna acción está descartada” (léase bien) porque, quizás, por no leer bien, fue que el Imperio tuvo que desencadenar sanciones económicas, y sobre todo militares, que no descartan “ninguna opción” contra Irak y antes Afganistán y, por lo mismo contra Irán, Sudán y Siria (y no hablemos de Cuba –caso juzgado).

Mirando el espejo retrovisor, no está el palo para cucharas ni la amenaza al vecino para echar voladores.

miércoles, junio 29, 2011

Las áreas estratégicas del imperio

Claudio Katz (especial para ARGENPRESS.info)

Las agresiones de la última década han privilegiado las zonas tradicionales. Los ataques en Medio Oriente se explican por las reservas petroleras y la ubicación geopolítica. Pero en Irak influyó también el mensaje general de dominación, junto a imposiciones del lobby sionista y presiones neoconservadoras. Luego de un gran desangre, el resultado del atolladero permanece abierto.

La extensión de la guerra hacia Afganistán y Pakistán agrava la tragedia humanitaria, recompone a Irán, genera tensiones con India y recrea el fantasma de los talibanes. Estados Unidos sostiene a Israel como un apéndice colonial que impide la constitución del estado palestino. Esta opresión es encubierta con una falsa identificación del judaísmo con el sionismo y torna improbable la repetición del curso seguido en Sudáfrica. La resistencia de los palestinos converge ahora con una sublevación generalizada que cambia el escenario regional.

Estado Unidos continúa considerando al grueso de América Latina como su “patio trasero”. Jerarquiza la presión militar a través de la IV flota y nuevas bases de Colombia, que hostigan a los gobiernos antiimperialistas y redoblan las provocaciones contra Cuba.

El imperialismo militariza esa región con el pretexto de enfrentar al narcotráfico, cuando ha utilizado esa actividad para financiar operaciones de la CIA. Pero ya se ha creado una narco-burguesía criminal, que rompe la cohesión de los estados.

La ocupación militar ha reaparecido en Haití y el golpismo clásico que resurgió en Honduras no pudo prosperar en Ecuador, Bolivia y Venezuela. Estados Unidos intenta una contraofensiva en América Latina para recuperar terreno económico frente a sus rivales, luego del fracaso del ALCA.

La intervención norteamericana en África ha crecido junto al repliegue de las viejas potencias coloniales y ante la creciente presencia comercial de China. Luego de una década de despojos neoliberales, la región se ha transformado en un escenario de disputas por el control de las materias primas. Pero también actúa una nueva burguesía africana que custodia sus propios intereses.

Las agresiones bélicas de la última década han privilegiado las zonas tradicionales de intervención imperial: Medio Oriente, América Latina y África. También en este plano Obama continúa con menos alardeos, la política de atropellos que implementó Bush. Evita las imprudencias de su antecesor, pero preserva la misma agenda militarista.

Las incursiones repiten un libreto conocido. Primero aparecen los discursos moralizadores y luego el hostigamiento del enemigo, que está invariablemente localizado en una región apetecida. Posteriormente se exige la rendición con chantajes diplomáticos de la ONU y finalmente aparece el bombardeo o la ocupación del país cuestionado.
La demolición de Irak

Los ataques en Medio Oriente obedecen a dos razones específicas: reservas petroleras y ubicación geopolítica. Estas motivaciones determinaron la continuada presencia imperial durante todo el siglo XX. Pero el ciclo iniciado en el 2001 se ha caracterizado por nuevos atropellos que alcanzaron proporciones dantescas en Irak.

Todavía se desconoce cuántas víctimas provocó la invasión norteamericana, aunque varias estimaciones computan 600.000 muertos, cuatro millones desplazados y dos millones exiliados. Aumentó la desnutrición infantil, el 43% de población recayó en la pobreza extrema, la mitad de los trabajadores quedaron desempleados, el 79% de los habitantes carece de agua potable y se perdió al 80% de los médicos. (1)

En Irak ha imperado el terror cotidiano y ya nadie recuerda los ridículos argumentos esgrimidos por Bush para lanzar el ataque. Todos los funcionarios han reconocido que nunca existieron las armas de destrucción masiva y con gran cinismo hablan de “errores de evaluación” o “fallas de información”. Es sabido que utilizaron un burdo pretexto para consumar una ocupación cuidadosamente planificada.

El control del petróleo fue la causa directa de la invasión. Es conocida la vinculación de la familia Bush con ese sector y la urgencia por ampliar el abastecimiento de crudo importado, ante el escaso desarrollo de las energías renovables. Todos los gobiernos norteamericanos han buscado incrementar esa provisión, privilegiando la región del Golfo, que concentra dos tercios de las reservas mundiales y aporta el 30% de la producción. Con el control de Irak se intentó contrapesar la excesiva dependencia de suministros sauditas y se buscó incidir en la evolución de las cotizaciones del crudo.

El recurso natural más codiciado por las potencias afronta un horizonte de agotamiento que acentúa la rivalidad por su acaparamiento. La transición hacia un patrón energético independizado del petróleo será un proceso prolongado, que estimula la captura inmediata de todas las fuentes disponibles de crudo. Como ese abastecimiento es por otra parte imprescindible para el complejo militar-industrial, salta a la vista la influencia del Pentágono en el ataque a Irak. El petróleo es un insumo vital para el funcionamiento de la maquinaria bélica y garantizar su obtención en Medio Oriente ha sido un principio estratégico central desde la presidencia de Carter.

La extensión de la guerra

Obama ha intentado salir del pantano iraquí, ampliando las operaciones en Afganistán y abriendo un nuevo frente en Pakistán. Pero al saltar de una región a otra borrando las fronteras, acentúa la ilegitimidad de guerras sucesivas implementadas por gobiernos aislados e impopulares....

Palestina y el nuevo escenario

Toda la política imperialista en Medio Oriente se basa en el sostén de Israel, que no es sólo un aliado o socio de Estados Unidos. Ese estado constituye una prolongación directa de la primera potencia en la región. Los colonos que arrebataron Palestina comenzaron a ejercer este rol semi-imperial, cuando se convirtieron en un aparato militar victorioso, con capacidad de acción sobre toda la región....

La dominación de América Latina

América Latina siempre ocupó un lugar especial en la estructura del imperialismo norteamericano. Fue el primer territorio de expansión yanqui y estuvo considerado por el establishment del norte como una posesión innegociable. La doctrina Monroe apuntó primero a limitar la presencia europea y buscó posteriormente asegurar la primacía estadounidense. La denominación “Patio Trasero” ilustra esta estrategia de sujeción....

Militarización y narcotráfico

En Colombia se descubren permanentemente fosas comunes de cuerpos descuartizados. Los gobiernos despliegan un discurso dual. Por un lado declaran victorias contra el terrorismo y el narcotráfico y por otra parte convocan a los marines, para impedir el incontenible avance de esos flagelos. Los cambios de presidente sólo han modificado la forma de gestionar el terror....

Invasiones y golpismo

La política imperial hacia América Latina incluye también el clásico expediente de la invasión, con cierta cobertura de ayuda humanitaria. Este recurso fue utilizado en Haití luego de un devastador terremoto, para justificar el masivo ingreso de los marines. Las tropas actuaron bajo la supervisión del Comando Sur y perpetraron una ocupación ensayada durante la catástrofe del Katrina. En lugar de equipos de rescate fueron enviados efectivos, que se dedicaron de inmediato a la ampliación de bases militares y al entrenamiento para el combate en Afganistán....

Los cambios en África

El continente negro es el tercer escenario de gran intervención imperial. A diferencia de Medio Oriente y América Latina, esta región constituyó durante mucho tiempo un área de dominación de las potencias europeas. Pero en las últimas dos décadas, África no sólo perdió su condición de colonia del Viejo Continente. Tampoco perdura como un área sometida al control de sus antiguos mandantes.

Durante el proceso de descolonización, Portugal, España y Bélgica resignaron por completo su preeminencia en ciertas regiones. Pero la gravitación de Francia y Gran Bretaña también decreció, a pesar de la enorme incidencia económica, política y cultural de estas dos viejas potencias sobre sus ex territorios....

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lunes, junio 06, 2011

Death By Pollution: How the Obama Administration Just Put Thousands of Lives at Risk

The Democrats and President Obama have just turned their backs on the most disenfranchised and vulnerable among us.

It must be election season. Like other prominent Democrats, Environmental Protection Agency Administrator Lisa Jackson has been making the rounds. Two weeks ago she popped up on Jon Stewart's "Daily Show" and explained that regulating toxins like mercury from coal burners across the country would prevent thousands of deaths and create jobs. She even rallied people to action.

"Environmentalism is not a spectator sport," Jackson told Stewart, as if she was encouraging viewers to turn off their televisions and get busy. "You actually have to stand up and demand that we be vigilant in protecting our air and water."

It was certainly a boisterous display of support for stronger environmental statues, something Jackson happens to know a little bit about. However, just one week after Jackson's Comedy Central performance the EPA indefinitely delayed essential health protections designed to reduce public exposure to airborne toxins such as mercury, arsenic, lead, and acid gases by thousands of tons per year.

It was back in 1990 when President H.W. Bush signed Clean Air Act Amendments into law, requiring the EPA to establish emission standards limiting toxins like mercury from the largest pollution sources. One of these laws, called Boiler MACT, covers emissions from boilers that produce power, like those from large to small coal plants. In February 2011, under court order, the EPA was forced to finally issue these rules. But now the EPA has indefinitely delayed the law from going into effect.

"Two years ago the Obama administration took office vowing to protect public health and respect the law," said Earthjustice attorney James Pew shortly after the EPA's announcement. "Today's action disserves both of these principles. By the EPA's own calculations, the health protections it has elected to delay would save up to 6,500 lives each year."

In fact, according to the EPA itself, more than 4,000 non-fatal heart attacks, 1,600 cases of acute bronchitis and 313,000 missed work and school days would be avoided if the law was enacted -- not to mention upwards of 6,600 premature deaths. All these benefits, despite the fact that the proposal had been dramatically watered down after industry pushed the EPA to weaken its original draft of the rule early last summer.

"It appears that EPA has addressed many of the industry complaints while still putting out standards that would bring significant public health benefits," Frank O'Donnell of Clean Air Watch told Greenwire. "Let's hope that EPA stands its ground when industries argue for further changes."

But the EPA didn't stand its ground. It soon backed off and has now delayed the rule indefinitely.

By all accounts the action to protect human health by regulating toxic emissions is long overdue. While there are several major air pollutants at play, mercury may be the most significant. One the largest producers of airborne mercury happens to be coal plants. This pollution ends up in water, poisoning fish and the humans that eat them. And the poisoning is rampant.

In August 2009, the U.S. Geological Survey released a study of mercury contamination in fish in 291 streams around the country. The study, which is the most comprehensive to date, was conducted from 1998 to 2005 and tested over 1,000 fish. Every fish tested, including those from isolated rural waterways, contained at least trace amounts of toxic mercury. According to the researchers, the majority of mercury in the streams tested came from coal plants.

This pollution has a direct impact on human health. According to the Centers for Disease Control and Prevention, 8 percent of American women of childbearing age have unsafe levels of mercury in their blood, putting approximately 322,000 newborns at risk of neurological deficits. Mercury exposure can also lead to increased cardiovascular risk in adults.

In order to read the complete article HERE.

America's Creeping Police State

Imperialism abroad is destroying what is left of our democracy at home. From warrantless wiretapping to warrantless door-busting, this is what a police state looks like.


The late Chalmers Johnson often reminded us that “A nation can be one or the other, a democracy or an imperialist, but it can’t be both. If it sticks to imperialism, it will, like the old Roman Republic, on which so much of our system was modeled, lose its democracy to a domestic dictatorship.” His warning rings more true by the day, as Americans watch the erosion of their civil liberties accelerate in conjunction with the expansion of the US Empire.

When viewed through the lens of Johnson’s profound insights, the Supreme Court’s recent ruling in Kentucky v. King makes perfect sense. On May 13, in a lopsided 8-1 ruling, the Court upheld the warrantless search of a Kentucky man’s apartment after police smelled marijuana and feared those inside were destroying evidence, essentially granting police officers increased power to enter the homes of citizens without a warrant.

Under the Fourth Amendment, police are barred from entering a home without first obtaining a warrant, which can only be issued by a judge upon probable cause. The only exception is when the circumstances qualify as “exigent,” meaning there is imminent risk of death or serious injury, danger that evidence will be immediately destroyed, or that a suspect will escape. However, exigent circumstances cannot be created by the police.

In this case, the police followed a suspected drug dealer into an apartment complex and after losing track of him, smelled marijuana coming from one of the apartments. After banging on the door and announcing themselves, the police heard noises that they interpreted as the destruction of evidence. Rather than first obtaining a warrant, they kicked down the door and arrested the man inside, who was caught flushing marijuana down the toilet.

The Kentucky Supreme Court had overturned the man’s conviction and ruled that exigent circumstances did not apply because the behavior of the police is what prompted the destruction of evidence. Tragically, an overwhelming majority of the Supreme Court upheld the Conviction. Writing for the majority, Justice Samuel Alito wrote that citizens are not required to grant police officers permission to enter their homes after hearing a knock, but if there is no response and the officers hear noise that suggests evidence is being destroyed, they are justified in breaking in.

In her lone and scathing dissent, Justice Ruth Bader Ginsburg agreed with the Kentucky Supreme Court, arguing that the Supreme Court’s ruling “arms the police with a way routinely to dishonor the Fourth Amendment’s warrant requirement in drug cases. In lieu of presenting their evidence to a neutral magistrate, police officers may now knock, listen, then break the door down, nevermind that they had ample time to obtain a warrant.” She went on to stress that “there was little risk that drug-related evidence would have been destroyed had the police delayed the search pending a magistrate’s authorization.”

Not only did the police instigate the destruction of evidence by banging at the door and shouting “Police, police,” but they could have easily obtained a warrant since they likely had probable cause. There is no reason to believe that delaying the search to obtain a warrant, as legally required, would have led to the destruction of evidence. This was pure laziness and contempt for the constitution on part of the officers.

An argument could be made that entering without a warrant saves money, time, and resources, especially if it’s obvious that a crime is being committed. However, the protection of our rights is worth the money, time, and resources. Living in a free society requires that we make these sacrifices, even at the peril of our safety if need be. In fact, I would argue that the wasting of money, time, and resources is the fault of a deeply flawed drug policy, not the protection of those pesky civil liberties always getting in the way of law enforcement.

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lunes, mayo 30, 2011

La insostenible posición del imperio

Nadie puede asegurar que en su agonía el imperio no arrastre al ser humano a la catástrofe.

Como se sabe, mientras exista la vida de nuestra especie, toda persona tiene el deber sagrado de ser optimista. Éticamente no sería admisible otra conducta. Recuerdo bien que un día, hace casi 20 años, dije que una especie estaba en peligro de extinción: el hombre.

Fidel Castro


Ante un selecto grupo de gobernantes burgueses aduladores del imperio, entre ellos el de inmensa mole bien alimentada, el alemán Helmut Kohl, y otros por el estilo que hacían coro a Bush padre –menos tenebroso y enajenado que su propio hijo W Bush–, no podía dejar de expresar aquella verdad que veía muy real, aunque todavía más lejana que hoy, con la mayor sinceridad posible.

Al encender el televisor aproximadamente a las 12:15 horas (del 19 de mayo de 2011), porque alguien me dijo que Barack Obama pronunciaba su anunciado discurso sobre política exterior, presté atención a sus palabras.

No sé por qué, a pesar de los montones de despachos y las noticias que escucho diariamente, en ninguno vi que el sujeto hablaría a esa hora. Puedo asegurar a los lectores que no son pocas las tonterías y mentiras que, entre verdades dramáticas y hechos de todo tipo, leo, escucho o veo en imágenes todos los días. Pero este caso era algo especial. ¿Qué iba a decir el tipo a esa hora en este mundo agobiado de crímenes imperiales, masacres o aviones sin piloto lanzando mortíferas bombas, que ni siquiera Obama, ahora dueño de algunas decisiones de vida o muerte, imaginaba cuando era estudiante de Harvard hace sólo unas decenas de años?

Nadie suponga, desde luego, que Obama es dueño de la situación; sólo maneja algunas palabras importantes que el viejo sistema en su origen otorgó al “presidente constitucional” de Estados Unidos. A estas alturas, después de 234 años de la Declaración de Independencia, el Pentágono y la Agencia Central de Inteligencia conservan los instrumentos fundamentales del poder imperial creado: la tecnología capaz de destruir al género humano en cuestión de minutos, y los medios para penetrar esas sociedades, engañarlas y manipularlas impúdicamente el tiempo en que necesiten hacerlo, pensando que el poder del imperio no tiene límites. Confían en manejar a un mundo dócil, sin perturbación alguna, todo el tiempo futuro.

Es la idea absurda en que basan el mundo del mañana, bajo “el reino de la libertad, la justicia, la igualdad de oportunidades y los derechos humanos”, incapaces de ver lo que en realidad ocurre con la pobreza, la falta de servicios elementales de educación, salud, empleo y algo peor: la satisfacción de necesidades vitales como alimentos, agua potable, techo y otras muchas.

Curiosamente, alguien puede preguntarse ¿qué ocurrirá con los 10 mil muertos por año que ocasiona la violencia derivada de las drogas, fundamentalmente en México, a lo que se pueden añadir los países de Centroamérica y varios de los más poblados del Sur del continente?

No albergo intención alguna de ofender a esos pueblos; el propósito es sólo señalar lo que ocurre a los demás casi diariamente.

Una pregunta sí hay que hacerla casi de inmediato: ¿qué pasará en España donde las masas protestan en las ciudades principales del país porque hasta el 40 por ciento de los jóvenes está desempleado, para citar sólo una de las causas de las manifestaciones de ese combativo pueblo? ¿Es que acaso van a iniciarse los bombardeos a ese país de la Organización del Tratado del Atlántico Norte?

Sin embargo, a las 16:12 horas no ha sido publicada la bendita versión oficial en español del discurso de Obama.

Espero me excusen por esta improvisada Reflexión. Tengo otras cosas de las cuales ocuparme.

Fuente Contralínea 235 / 29 de mayo de 2011

Estados Unidos: Licencia para matar

WASHINGTON, 30 de mayo (apro).- Mientras el pasado miércoles 25 en Londres el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometía --junto al primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron--, “incrementar la presión” sobre el régimen libio, en Washington la Cámara de Representantes debatía intensamente la posibilidad de conceder al jefe de la Casa Blanca todavía mayores poderes para combatir al “terrorismo” en cualquier lugar del planeta.

El proyecto 1034 de la nueva ley de autorización de gastos para el ministerio de Defensa es tan ambigua, que hace posible la entrega al presidente de un permiso para llevar la guerra contra Al Qaeda donde sea, por lo que varias organizaciones de derechos civiles, como la American Civil Liberties Union (ACLU) lanzaron, por ahora sin suerte, una campaña urgente para presionar al Congreso.

El lenguaje legislativo que abre las puertas a la “worldwide war authority”, como la bautizó la ACLU, es impulsado por los sectores más “duros” de republicanos y los demócratas, a los que se oponen oficialistas más progresistas y los “libertarios” entre las filas de la oposición. También Obama estaría en contra, pero la posición del presidente es siempre controvertida y abierta a interpretación, en especial si se tiene en cuenta que el mandatario sigue adelante con la guerra en Libia sin contar todavía con una autorización explícita del Congreso.

En sus más de 900 páginas, el proyecto de ley de gastos de defensa para el año fiscal 2012 incluye en la provisión 1034 una “afirmación del conflicto armado” con Al Qaeda, el grupo fundamentalista considerado responsable de los atentados del 11 de setiembre del 2001 contra el Pentágono y las torres gemelas de Nueva York. Y también contra los talibanes afganos y cualquiera de sus “fuerzas asociadas”.

En estos párrafos, se recuerda que el país está comprometido “en un conflicto” con esos grupos radicales y que “esas entidades siguen representando una amenaza para Estados Unidos y sus ciudadanos, tanto a nivel doméstico como en el exterior”.

Aún más, el proyecto indica que el presidente “tiene la autoridad para utilizar todas las fuerzas necesarias y apropiadas durante el conflicto armado vigente” con Al Qaeda, los talibanes y sus “asociados”. Este amplio permiso para el presidente “incluye la autoridad para detener combatientes” prácticamente en todo el mundo, “hasta que concluyan las hostilidades”.

“Nadie puede legítimamente decir” que las leyes que dan marco legal en Estados Unidos a la lucha contra los grupos fundamentalistas islámicos “no necesitaba ser actualizada”, afirmó uno de los impulsores del texto, el diputado republicano Mac Thornberry, de Texas. Según el legislador, la ley lo único que hace es “aclarar la autoridad para lo que estamos haciendo en este momento”.

En una declaración distribuida el pasado martes 24, la Casa Blanca advirtió que Obama vetará la ley de gastos de defensa si incluye la provisión de la “worldwide war authority” o recorta el poder del ejecutivo para procesar judicialmente a los detenidos de la cárcel de Guantánamo, en particular la voluntad del gobierno de llevar a algunos de ellos ante tribunales civiles en territorio continental norteamericano.

La Casa Blanca fue tajante es su negativa a promulgar la ley de defensa si “desafía la autoridad del ejecutivo” para “determinar cuándo y cómo procesar detenidos” de Guantánamo. Pero menos terminante cuando se trató del proyecto de ley 1034. En este caso, la Casa Blanca dijo solamente que la “worldwide war authority” “recaracteriza el alcance” de la lucha contra los grupos fundamentalistas islámicos y se declaró preocupada por la posibilidad de que se cree “confusión sobre los estándares aplicables” en este frente, como podría ser el polémico marco legal que argumentó Estados Unidos para justificar la incursión del 2 de mayo último en Paquistán para matar al jefe de Al Qaeda, Osama bin Laden.

En todo caso, la administración Obama dejó una puerta abierta para el proyecto 1034: “como mínimo –señaló-, este es un asunto que amerita una consideración más extensiva antes de su posible inclusión” en la ley de defensa.

El proyecto deberá llegar al Senado en junio entrante y por ahora, a pesar de la amenaza de veto de la Casa Blanca, las posibilidades de que la provisión siga con vida “son significativas”, según explicó a Apro el director de la oficina de Legislación y Seguridad de la organización Human Rights First, Dixon Osburn.

Para empezar, el texto cuenta con un fuerte “apoyo bipartidario”, añadió Osburn, quien recordó que los senadores John McCain, republicano por Arizona, y Joe Liberman, independiente por Connecticut, “introdujeron un proyecto de ley muy similar” en la Cámara alta.

Tras la aprobación de la ley de presupuesto de defensa, la organización Human Rights Watch sumó su protesta: afirmó que la Cámara de Representantes “mostró un pobre sentido del liderazgo al deslizar dentro de un proyecto de segura aprobación provisiones que, en realidad, lastiman los esfuerzos estadunidenses contra el terrorismo”.

“Ahora está en manos del Senado asegurarse de que estas provisiones innecesarias y poco inteligentes no se conviertan en parte permanente de las leyes de Estados Unidos”, afirmó Laura Pitter, una vocera de HRW.

Osburn, por su parte, remarcó que el proyecto 1034 “revive la idea de que existe una guerra global contra el terrorismo que Estados Unidos debe afrontar”. El experto reconoció que la ley, tal como salió del comité de Fuerzas Armadas de la cámara de diputados, “le da permiso al presidente para usar tropas dondequiera se considere que existe una amenaza de Al Qaeda, los talibanes” o los ambiguos “asociados”, un “término muy amplio que incluye tanto a aquellos que apoyan directa o indirectamente a los grupos terroristas”.

Este “permiso” para Obama y sus sucesores en la Casa Blanca está siendo discutido, mientras en Estados Unidos y en el mundo todavía se siguen escuchando voces que ponen en duda la legalidad de la acción de los comandos de la marina estadunidense que terminó con la vida de Bin Laden.

Osburn dijo que en Human Rights First “creemos que, bajo las layes de la guerra, la muerte de Bin Laden fue legal”, porque se trataba de “un combatiente que orquestó los ataques del 11 de setiembre del 2001” y que, “aunque cruzó la frontera entre Paquistán y Afganistán (donde las tropas de Washington marcharon a la guerra de manera “legal”), el jefe del grupo fundamentalista seguía siendo un “blanco legítimo”.

En cambio, para el activista David Swanson la operación militar que terminó con Bin Laden fue sencillamente “un asesinato” y un ejemplo del “doble estándar” aplicado por Estados Unidos.

“Los comandos de la marina tuvieron órdenes de matar, por lo tanto se trató de un asesinato”, dijo Swanson en entrevista con Apro. Y si bien el Pentágono no tiene mayores problemas en llevar adelante un operativo de este tipo en territorio extranjero, Washington “nunca toleraría secuestros o asesinatos en territorio estadounidense”.

Un proyecto como el 1034 podría resolver a nivel doméstico las dudas legales acerca de operaciones militares como la del 2 de mayo último en Paquistán o “legalizar” la guerra en Libia, señaló Swanson.

Además, agregó que si una legislación semejante termina siendo aprobada, en el presupuesto de defensa para el próximo año fiscal o cualquier otro, “éste y cualquier otro futuro presidente podrá lanzar una guerra virtualmente en cualquier lugar, sin preocuparse por obtener la autorización del Congreso”.

Según el entrevistado, el proyecto de ley sólo refleja la creciente preocupación de Washington por aumentar sus gastos militares y encuadrar legalmente sus acciones en el extranjero. “Es el peor jamás considerado por el Congreso porque le da al presidente el poder de lanzar guerras de manera unipersonal y encarcelar gente sin juicio”.

Asimismo, prosiguió, hace retroceder en los hechos a Estados Unidos “por lo menos dos siglos, desde cuando se impusieron límites constitucionales” a los mandatarios y se impidió que pudieran actuar como los antiguos reyes.

En varias oportunidades después de los atentados del 11 de setiembre del 2006, reportes de inteligencia de Estados Unidos y sus aliados señalaron la presunta presencia en América Latina de pequeños grupos relacionados de alguna manera con Al Qaeda y con otras organizaciones fundamentalistas. En el 2004, por ejemplo, el FBI lanzó un alerta sobre Adnan Shukrijumah, un piloto saudita señalado como posible líder de una célula de Al Qaeda, quien habría sido visto en Honduras en su camino hacia México, para cruzar la frontera hacia Arizona o Texas, con la intención de cometer atentados al otro lado del borde. Otros reportes indicaron presuntos lazos de Al Qaeda con los carteles del narcotráfico, en un supuesto matrimonio de conveniencia basado en dinero y zonas de influencia que abren rutas a las drogas en Europa y África.

¿Podrían estos informes sustentar una eventual incursión “anti-terrorista estadunidense en México si se aprobara el proyecto 1034? “En teoría, si”, admitió Osburn, de Human Rights First. La sección 1034 daría –explicó-- luz verde a la Casa Blanca si existen indicios de la presencia de Al Qaeda, los talibanes o sus “asociados”, aunque “bajo las leyes de guerra es difícil justificar un blanco si no está directamente asociado a los ataques del 11 de setiembre”.

“Es altamente improbable que cualquier presidente vaya a mandar aviones sin piloto o tropas a México contra un eventual líder de Al Qaeda teniendo en cuenta la relación de Estados Unidos con México, pero esta ley lo permitiría”, afirmó Osburn.

Más allá de la ley de defensa para el año fiscal 2012, en Estados Unidos “sigue habiendo un debate sin resolver sobre cómo enfrentar de la mejor manera la amenaza de los terroristas donde sea que se encuentre”, añadió Osburn.

De acuerdo con el experto, esta situación “se cubre por el miedo, y por un malentendido general sobre las herramientas que el gobierno tiene a su disposición para enfrentar las amenazas”.

Para Osburn, lo ideal sería que estas “amenazas” fueran enfrentadas –como lo son en parte ahora- por el trabajo conjunto del Departamento de Estado, el ministerio de Justicia y el Tesoro “alrededor del mundo en colaboración con nuestros aliados”. Esta posición, completó, “debería entrar al debate para que el Congreso no vuelva a caer en el ejército como única solución, pero hasta ese momento seguramente veremos nuevas propuestas parlamentarias a favor de una respuesta sostenida en la fuerza militar”.

miércoles, mayo 25, 2011

10 Steps to Defeat the Corporatocracy

The only way to overcome the power of money is regain our courage and solidarity. Here's how to do that.

Many Americans know that the United States is not a democracy but a "corporatocracy," in which we are ruled by a partnership of giant corporations, the extremely wealthy elite and corporate-collaborator government officials. However, the truth of such tyranny is not enough to set most of us free to take action. Too many of us have become pacified by corporatocracy-created institutions and culture.

Some activists insist that this political passivity problem is caused by Americans' ignorance due to corporate media propaganda, and others claim that political passivity is caused by the inability to organize due to a lack of money. However, polls show that on the important issues of our day - from senseless wars, to Wall Street bailouts, to corporate tax-dodging, to health insurance rip-offs - the majority of Americans are not ignorant to the reality that they are being screwed. And American history is replete with organizational examples - from the Underground Railroad, to the Great Populist Revolt, to the Flint sit-down strike, to large wildcat strikes a generation ago - of successful rebels who had little money but lots of guts and solidarity.

The elite spend their lives stockpiling money and have the financial clout to bribe, divide and conquer the rest of us. The only way to overcome the power of money is with the power of courage and solidarity. When we regain our guts and solidarity, we can then more wisely select from - and implement - time-honored strategies and tactics that oppressed peoples have long used to defeat the elite. So, how do we regain our guts and solidarity?

1. Create the Cultural and Psychological "Building Blocks" for Democratic Movements

Historian Lawrence Goodwyn has studied democratic movements such as Solidarity in Poland, and he has written extensively about the populist movement in the United States that occurred during the end of the 19th century (what he calls "the largest democratic mass movement in American history"). Goodwyn concludes that democratic movements are initiated by people who are neither resigned to the status quo nor intimidated by established powers. For Goodwyn, the cultural and psychological building blocks of democratic movements are individual self-respect and collective self-confidence. Without individual self-respect, we do not believe that we are worthy of power or capable of utilizing power wisely, and we accept as our role being a subject of power. Without collective self-confidence, we do not believe that we can succeed in wresting away power from our rulers.

Thus, it is the job of all of us - from parents, to students, to teachers, to journalists, to clergy, to psychologists, to artists and EVERYBODY who gives a damn about genuine democracy - to create individual self-respect and collective self-confidence.

2. Confront and Transform ALL Institutions that Have Destroyed Individual Self-Respect and Collective Self-Confidence

In "Get Up, Stand Up, " I detail 12 major institutional and cultural areas that have broken people's sprit of resistance, and all are "battlefields for democracy" in which we can fight to regain our individual self-respect and collective self confidence:

• Television

• Isolation and bureaucratization

• "Fundamentalist consumerism" and advertising/propaganda

• Student loan debt and indentured servitude

• Surveillance

• The decline of unions/solidarity among working people

• Greed and a "money-centric" culture

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miércoles, mayo 18, 2011

Un mundo más inseguro

Barack Obama, presidente de E.U.

Olga Pellicer

MÉXICO, D.F., 18 de mayo.- Refiriéndose a la captura y ejecución de Bin Laden, Barack Obama declaró con entusiasmo: “El mundo es ahora más seguro”; desgraciadamente, tales palabras no son convincentes. Hay al menos tres motivos para argumentar que el mundo enfrenta ahora más inseguridad. Primero, la posibilidad de actos terroristas planeados como represalia por la muerte del iniciador de Al Qaeda; segundo, la abierta tensión que se ha creado en la relación entre Estados Unidos y Paquistán; tercero, el nacionalismo exaltado que ha resurgido en Estados Unidos, mismo que recuerda más los años de Bush que los compromisos con la paz de la primera etapa del gobierno de Obama.

La muerte de Bin Laden no significa necesariamente la desaparición de Al Qaeda, un movimiento que encontró eco en numerosos grupos islámicos organizados en células que se han distribuido a través del mundo. El fanatismo religioso que los inspira no es fácil de eliminar. De hecho, esos grupos se han mantenido activos y multiplicándose a pesar de que, desde el 11/09, Bin Laden se encontraba escondido. Es difícil prever si ocurrirán actos de represalia y cuándo se producirían; el peligro está latente y nada invita a bajar la guardia.

Una de las primeras reacciones al conocerse la muerte de Bin Laden fue imaginar que ésta ofrecía la justificación para acelerar la salida de tropas extranjeras de Afganistán. La búsqueda del terrorista más peligroso del mundo era uno de los argumentos para que dichas tropas estuvieran allí, a pesar de lo impopular de esa guerra, tanto en las filas del Partido Demócrata de Estados Unidos como en amplios sectores de la opinión pública europea.

Sin embargo, es difícil separar lo que ocurra en Afganistán de la situación en Paquistán, país vecino con el que se comparten grupos étnicos, religión, familia y organizaciones políticas. Ahora bien, la tensión y la desconfianza entre Estados Unidos y Paquistán es una de las consecuencias más inquietantes de la captura y ejecución de Bin Laden.

No puede haber dudas sobre la complicidad de las autoridades paquistaníes que permitieron la construcción de un refugio, de proporciones y comodidades visibles, a unos cuantos kilómetros de la capital y rodeado de casas habitadas por la alta cúpula militar del país. Tampoco puede haber dudas sobre las enormes dificultades que enfrentan los dirigentes estadunidenses para confrontarse abiertamente con Paquistán.

Son muchas las razones que obligan a la cautela en la política de Estados Unidos hacia Paquistán. Entre ellas se encuentran la extrema sensibilidad de sus habitantes hacia las políticas de Estados Unidos, su papel clave en la geopolítica de Asia y, sobre todo, que posee armamento nuclear. No se puede olvidar que a pesar de la pobreza y atraso de gran parte de su territorio, los dirigentes paquistaníes tienen un poder de disuasión en dicho armamento. Pasará algún tiempo antes de que se redefina la relación entre los dos países; en todo caso, ésta siempre expresará un frágil compromiso entre la desconfianza y la necesidad de simular amistad.

El impacto mayor de la captura de Bin Laden ha ocurrido al interior de Estados Unidos al elevar considerablemente la popularidad del presidente Obama en momentos en que inicia la campaña para su reelección el próximo año. De acuerdo con las encuestas, existe ahora una imagen muy positiva de su capacidad para combatir el terrorismo y defender la seguridad nacional de Estados Unidos. Persisten las dudas sobre su habilidad para manejar la economía, pero lo cierto es que el dirigente demócrata ha recuperado un gran apoyo entre la ciudadanía que no era previsible hace unas cuantas semanas.

Es pronto para opinar si el presidente ya tiene la reelección asegurada. La pregunta clave es hasta donde seguirá operando a su favor el golpe contra Bin Laden. La respuesta conduce hacia un Obama más guerrero y menos preocupado con la legalidad internacional de lo que se había proyectado en la época en que se le otorgó el Premio Nobel de la Paz.

Al hacer de la captura de Bin Laden un asunto de orgullo nacional, fundamental para la recuperación de la confianza ciudadana en la capacidad del gobierno para combatir el terrorismo, Obama ha revivido los momentos que siguieron al 11/09. Es una manera de cohesionar a la sociedad a su favor, pero también es un momento de reafirmar la convicción de que no hay cortapisas al derecho del gran poder estadunidense para combatir a los enemigos.

Al exaltar la exitosa acción de la CIA, Obama ha cuidado dejar fuera aspectos que puedan sembrar dudas. Por ejemplo, el escaso respeto por principios jurídicos internacionales al haber desconocido las normas del derecho penal internacional que exigían un juicio y una condena pública, así se tratara del terrorista más peligroso del mundo. Así mismo, ha ignorado las sospechas sobre el uso de la tortura para obtener la información que permitió, finalmente, conocer las coordenadas de donde se encontraba Bin Laden.

El enemigo está muerto, los estadunidenses lo festejan y celebran al líder que lo hizo posible reviviendo, al mismo tiempo, el estilo y los ánimos del poder imperial. Una situación comprensible que cambia, sin embargo, la imagen de quien construyó su popularidad prometiendo el cierre de Guantánamo, condenando la tortura y asegurando que se pondría fin a un capítulo de arrogancia frente a las instituciones jurídicas internacionales.

Por todos los motivos anteriores, es difícil creer que “el mundo es ahora más seguro”. Las situaciones de riesgo en el ámbito internacional y los nuevos matices en el discurso de quien posiblemente será reelegido presidente de Estados Unidos en 2012 hablan de un futuro en el que la paz es más incierta y los peligros son más evidentes.