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miércoles, marzo 16, 2011

Hipoteca Pemex ventas de petróleo hasta 2018

*Sin autorización del Congreso ofreció una garantía de 190 veces la deuda por Pidiregas
*Comprometió Pemex 72% de la factura petrolera hasta 2018: ASF
*Esto "huele a pescado podrido"; alguien está haciendo un buen negocio a costa del patrimonio nacional: Saxe-Fernández
*Hay "un círculo bárbaro de intereses", afirma especialista


Sin una autorización del Congreso de la Unión, Petróleos Mexicanos (Pemex) comprometió hasta 2018 parte de la factura por ingresos derivados de la exportación de petróleo crudo, en un hecho cuyo precedente más próximo es la hipoteca de los ingresos de la paraestatal a cambio del paquete de rescate financiero después de la crisis de 1995.

Una investigación de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), organismo fiscalizador del Congreso, encontró que el actual gobierno comprometió una parte de los ingresos petroleros, en una proporción que supera en varias veces el monto de la deuda garantizada con esos recursos, una diferencia significativa respecto de lo ocurrido en 1995.En aquella ocasión la factura por las exportaciones de Pemex fue usada como garantía de un paquete de asistencia financiera por 50 mil millones de dólares, de los cuales 20 mil millones eran aportados por el gobierno de Estados Unidos y el resto por organismos financieros multilaterales.La ASF descubrió que en 2009 la administración de Pemex aceptó dejar en prenda siete de cada diez dólares de facturación por ventas al exterior de petróleo crudo de los tipos Maya y Altamira (una variedad pesada), para garantizar el pago de una deuda en moneda extranjera contratada por una filial que la propia paraestatal constituyó en el paraíso fiscal de las Islas Caimán, territorio en el Caribe en el que ninguna autoridad mexicana tiene jurisdicción para investigar.Relata la ASF: Conforme a lo dispuesto por el Congreso de la Unión (en la discusión y aprobación de la reforma petrolera de 2008), Pemex asumió como deuda pública directa la proveniente de sus vehículos financieros Pemex Project Funding Master Trust por 55 mil 198.3 millones de dólares, y el Fideicomiso F-163 por 118 mil 557.7 millones de pesos, que utilizó para el financiamiento de proyectos Pidiregas.Los proyectos de inversión de impacto diferido en el registro del gasto (Pidiregas) son un mecanismo financiero creado a finales del gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo (1994-2000). A través de ellos, Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) contratan deuda en moneda extranjera y/o nacional con empresas privadas para financiar la construcción de proyectos que no pueden hacer con recursos propios. En la reforma petrolera de 2008 se acordó que el saldo de los Pidiregas, que hasta entonces se registraba como deuda de las paraestatales, se contabilizara dentro de la deuda pública. A la fecha, el valor estimado de la deuda Pidiregas en Pemex es de un billón 360 mil millones de pesos, y en la CFE, de 251 mil millones de pesos.La ASF añade que en 2009 quedaron de asumir y reconocer como deuda pública los bonos que en el periodo 1998-2000 contrató Pemex hasta por 5 mil millones de dólares mediante el vehículo Pemex Finance para iniciar el financiamiento de proyectos Pidiregas, y cuyo saldo a 2009 fue de 893.3 millones de dólares, el cual se continuará pagando hasta 2018.Apunta la ASF: El mecanismo establecido para el pago del capital e intereses de esa deuda de 893.3 millones de dólares obliga a Pemex el poner a disposición de un tercero el 71.9 por ciento de la facturación de las ventas al exterior del crudo Maya y Altamira del orden de 18 mil 951.3 millones de dólares, equivalentes a 247 mil 479 millones de pesos, cifra que podría alcanzar entre 2010 y 2018 un monto de 170 mil 561.5 millones de dólares, a fin de que en la cobranza de esa cartera se cubran las amortizaciones de la deuda y sus intereses y el remanente se le devuelva a Pemex.Las cifras aportadas por la ASF significan que Pemex estaría ofreciendo una garantía total por el equivalente a 190 veces el saldo de la deuda pendiente de pago.“Con este mecanismo –sigue la ASF– además de los efectos que conlleva poner a disposición de un tercero una cartera de esa magnitud, se tienen que pagar comisiones a los diversos participantes en el programa de financiamiento estructurado creado por Pemex en 1998.La ASF considera que resulta excesivo comprometer las ventas de petróleo crudo Maya y Altamira de clientes designados a un tercero, las cuales representan 71.9 por ciento del total de las ventas de PMI CIM en un ejercicio para pagar las amortizaciones de capital de los bonos en los próximos nueve años, que representan sólo 0.5 por ciento del total de recursos que se comprometieron.John Saxe-Fernández, doctor en Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comentó que esto indudablemente evidencia que hay una imposición arbitraria de las fuerzas ocultas que han estado en pos del petróleo mexicano y el desmantelamiento de Pemex y de México como Estado-nación.El también coordinador del programa El mundo en el siglo XXI, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM dijo que esta estrategia se parece a la hipoteca de la factura petrolera que entregó en su momento Ernesto Zedillo al gobierno estadunidense de Bill Clinton, que parecía el tratado de rendición incondicional que se firma después de una guerra.Sobre esta nueva hipoteca de la factura petrolera que abarca hasta 2018, John Saxe-Fernández dijo: Esto da muy mala impresión y huele a pescado podrido, y ameritaría que la Auditoría Superior de la Federación nos ilumine al respecto y haga la investigación respectiva porque alguien está haciendo un buen negocio. Alguien se está beneficiando del patrimonio nacional.Francisco Carrillo Soberón, ex secretario de la Comisión de Energía en la 59 Legislatura de la Cámara de Diputados, afirmó que con la garantía de la factura petrolera entregada a un tercero se lee que al gobierno se le está haciendo bolas la falta de planeación en la industria en el sentido financiero y presupuestal.No es posible, dijo, que los proyectos Pidiregas se conviertan en un cuello de botella. Además, no suena racional que se tengan que entregar esas garantías. Todo esto es resultado de la visión de corto plazo y de una política que sólo responde a la extracción de crudo para resolverle la falta de recaudación de la Secretaría de Hacienda.Carrillo Soberón, integrante de la coordinación colegiada del Comité Nacional de Estudios de la Energía (CNEE), consideró que hay un círculo bárbaro de intereses. No dudo que haya sido la Secretaría de Hacienda la que haya autorizado esta hipoteca, porque ninguna de estas medidas se hace sin la mano de Hacienda, y por si fuera poco nunca ha respondido al verdadero daño que ha hecho a Pemex, destacó.

sábado, enero 02, 2010

Estado y guerra

John Saxe-Fernández

Ya son más de 16 mil bajas. El sexenio termina su tercer año empapado en sangre por la hipertrofia militar de la guerra al narcotráfico y el crimen organizado y aplicando, en medio de la matanza y la peor crisis económica de los últimos 80 años, el recetario pro cíclico/extractivista del FMI-Banco Mundial-BID: lo último que se hace en estas circunstancias, según un premio Nobel. De ahí el creciente mar de pobreza, desempleados y su ocupados; la ruina del mercado interno y el aparato productivo (¡ya ni la informalidad económica crece!): se ataca con igual saña a la sociedad civil y a la demanda agregada, cortejando más desastres. El país se desestabiliza a ritmo preocupante.
Sin noción de la razón de Estado ni presencia de la gesta de Independencia; del despojo formalizado en 1848; de la centralidad del 27 constitucional; de la nacionalización petrolera y eléctrica; sin piso electoral, Calderón abrazó la Iniciativa Mérida, hija del Plan Colombia.
Por el diseño imperial de guerra al narcotráfico que se centra en la fuerza militar, en la oferta de drogas y desatiende aspectos cruciales de corte fiscal, socioeconómico y de salud y transforma el territorio nacional (y no el de Estados Unidos), en campo de batalla, Calderón abandonó la soberanía nacional afectando la esencia y función del Estado-nación mexicano: esa guerra y su estado de excepción, donde la violación a los derechos humanos y específicamente a las convenciones de Ginebra, con sus ejecuciones extrajudiciales, matanzas y los ataques indiscriminados a la población civil son la norma, es la cubierta bajo la que opera un diseño contrainsurgente, imperial-empresarial de ocupación territorial-jurisdiccional.
Su primera manifestación fue en Colombia (1999), traduciéndose hoy en la entrega de bases y del espacio aéreo, marítimo y terrestre al Pentágono y en la apoplejía constitucional de esa nación: Uribe, al mando del Poder Ejecutivo, en los hechos capitula desnacionalizando el monopolio de la violencia física legítima sobre territorio colombiano, a decir de Max Weber (et. al.), elemento esencial del Estado.
En México, Carlos Pascual, el embajador estadunidense y especialista en estados fallidos, dijo que a partir de 2010 operará una instancia binacional, una suerte de estado mayor de la mencionada guerra para la que Estados Unidos cuenta con mil 400 agentes en territorio nacional. Es la guerra que Calderón adoptó como suya y no es otra cosa que un equivalente, al lado sur de la frontera imperial, del diseño elaborado por el país vecino para el control y usufructo en Colombia, Irak y Afganistán/Pakistán de los recursos naturales bajo jurisdicción ajena a la suya.
La binacionalización del uso de la violencia legítima sobre territorio mexicano se realiza en paralelo a la desnacionalización y extranjerización del estratégico sector petroeléctrico del país en cuya operación diaria se involucra a enormes complejos económico-territoriales que se despliegan por todo el espacio nacional: culmina así el tercer año de un gobierno de cuestionada legitimidad de origen sin que la embajada de Estados Unidos y Los Pinos den a conocer la puesta en marcha de otra instancia binacional en territorio estadunidense para que nuestros oficiales y especialistas les ayuden en esa guerra.
Después de todo, como se reconoce en investigaciones realizadas por el Colegio de Guerra de esa nación, allá está la gran masa de consumidores; ahí se realiza el negocio en grande gracias a su sistema bancario, empresas y nexos oficiales que dan sustento operativo al narcotráfico. Es ahí donde están las fábricas y miles de distribuidoras, a lo largo de la frontera, de las armas de todo calibre que, como río de plomo, transitan a México sin mayor dificultad (como el Colorado sobre el Gran Cañón): son armas imprescindibles para la masacre de mexicanos y mexicanas que abarrotan las morgues del país. ¿O es que sólo Estados Unidos reclama para sí el monopolio de la violencia física legítima en su territorio?
http://jsaxef.blogspot.com
Fuente: La jornada

jueves, marzo 26, 2009

Caos e intervención

John Saxe-Fernández


Cuatro son los pilares de los “juegos geoestratégicos” propiciados por el aparato de seguridad de EU en México: armas, droga, negocio y caos. El término “juegos” es engañoso. No son travesuras espontáneas sino sangrientos esquemas encaminados a eliminar, del Bravo a la Patagonia, “obstáculos jurisdiccionales” al dominio hegemónico y empresarial de EU sobre naciones con recursos humanos y naturales estratégicos. México y Colombia son los “campos de prueba” para impulsar la doctrina de las “fronteras flexibles”, como ya lo experimentó Ecuador, en Sucumbios, el año pasado. El manejo que hace el aparato de seguridad de EU, de la dinámica entre armas, negocio y drogas, es central en la promoción del caos y la inestabilidad en dichos países que es base y excusa para la intervención y ocupación militar. Son realmente espectaculares y muy preocupantes los datos ofrecidos por instancias oficiales del gobierno mexicano sobre la cauda inagotable de armamento de gran calibre, volumen y alta tecnología que, bajo las narices (si no es que con la venia) de las aduanas de EU, se envía a México: se han “asegurado” 29 mil armas de nueva tecnología de uso exclusivo militar, como lanza granadas MGL calibre 37 y 40 mm; fusiles Barret 50; sub ametralladoras y pistolas belgas importadas por EU y enviadas de manera expedita a México; armamento diseñado para penetrar vehículos blindados, cohetes anti tanque M72 y At4; lanza-cohetes; granadas de fragmentación como las usadas contra la población en Morelia el 15 de septiembre de 2008 - un operativo utilizado para el lanzamiento de la “Iniciativa Mérida”—. Ese armamento, por su volumen (imposible de escapar detección en aduanas), alto calibre junto con un probable despliegue de mercenarios y/o fuerzas especiales bajo cubierta, serían ingredientes centrales de los esquemas de “ampliación militar” del Departamento de Defensa (DdD) en curso en México, montados en el baño de sangre en que se transformó la militarización de la guerra contra el narco con que inició un sexenio huérfano de legitimidad después de la cuestionada elección de 2006. El escenario es deplorable: Mexicanos aniquilando mexicanos mientras EU, su aparato de seguridad y sistema bancario sacan jugo con la dinámica entre el tráfico y consumo sin control de drogas allá y la venta de armas aquí. Al norte, los dólares, al sur las balas y las pilas de cadáveres. Todo con graves riesgos para la soberanía e integridad territorial del país y sus vastos recursos naturales. Es una dinámica en la que los organismos de espionaje de EU y su DdD, ahora bajo Robert Gates, ex director de la CIA, juegan un papel primordial: la inter-relación con y protección de, los negocios mundiales del narco y el tráfico de armas, quedaron ilustrados en el escándalo Irán-contras, un operativo secreto de la CIA para financiar la guerra de Reagan contra la revolución sandinista usando dinero del tráfico ilegal de armas a Irán. Según Michel Chossudovsky Gates está implicado en el Irán-contra y hoy las fuerzas de ocupación en Afganistán apoyan el narcotráfico que produce cerca de 200 mil millones de dólares “en ingresos para el crimen organizado, las agencias de inteligencia e instituciones financieras occidentales”. (Voces del Periodista, III-09). Además, se ha documentado que la CIA jugó un papel central en el desarrollo de los triángulos de la droga latinoamericanos y asiáticos. Estos fabulosos negocios y “arreglos” siguen “bajo la protección de los servicios de inteligencia de EU” indicando su vigencia bajo el nuevo gobierno demócrata, lo que además ofrece una base para la interpretación adecuada de un documento del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas cuyo eje es el “caos en México”, ante el cual EU “estaría obligado a dar una respuesta dadas las consecuencias para su seguridad interna”. Lo que no se menciona es el papel de EU en la génesis del caos inducido por medio del trinomio armas-negocio-drogas.

jsaxef.blogspot.com