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sábado, enero 15, 2011

Moreira: el regreso de los viejos tiempos

Humberto Moreira, virtual presidente del PRI.

Jenaro Villamil

MÉXICO, D.F., 14 de enero (apro).- Como en los viejos tiempos de la cargada, Humberto Moreira y su compañera de fórmula, la diputada federal nuevoleonesa Cristina Díaz, han emprendido desde su inscripción, el pasado viernes 7, una intensa campaña interna para entrevistarse con las “fuerzas vivas” del PRI, para endurecer el discurso político frente al gobierno federal panista y, sobre todo, para insistir que lo importante es la unidad para lograr el retorno del Revolucionario Institucional a Los Pinos en 2012.
Para Moreira, esta unidad está concentrada en la estrategia electoral de los próximos meses. Y en tres eventos consecutivos ha repetido su calendario de objetivos: “Después del 4 de marzo faltarán cuatro meses para las elecciones en el Estado de México, Nayarit, Coahuila e Hidalgo; ocho meses para las de Michoacán y nueve meses y medio para el registro de precandidatos a la Presidencia de la República; 11 meses para tener candidato; 13 meses para tener registro de ese candidato, y para ganar la elección 16 meses. Este calendario ya está encima”.
Matracas, acarreados, porristas y uno que otro crítico tímido han acompañado a Moreira y a Díaz en sus eventos públicos con la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la Confederación Nacional Campesina (CNC), el Frente Juvenil, la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), la Fundación Luis Donaldo Colosio y las organizaciones de mujeres priistas.
Ante los dirigentes de la CTM, el pasado miércoles 12, Moreira rechazó que se trate de una “operación cicatriz” con las bases priistas, marginadas de la decisión cupular. Se trata, dijo, de una “operación gratitud”.
“Desde hace mes y medio tengo la firma de todos los sectores; fueron los primeros que se pronunciaron unánimemente en mi favor, por eso es todo lo contrario a una operación cicatriz”, afirmó Moreira en rueda de prensa.
El 9 y 12 de enero se dejó apapachar por Joel Ayala, dirigente de la FSTSE, y luego por el septuagenario dirigente de la CTM, Joaquín Gamboa Pascoe; por el recién ungido líder de la CNC, Gerardo Sánchez; por el presidente de la Confederación Revolucionaria Obrero Campesina (CROC), Isaías González Cuevas, y hasta por el impugnado líder sindical petrolero, Carlos Romero Deschamps, a quien Moreira calificó como hombre “valiente y congruente”.
No han faltado contradicciones entre su discurso y los hechos. Mientras ha criticado duramente al gobierno federal panista por inepto y por haber generado 6 millones de pobres en los últimos años, el dirigente electo del PRI apadrinó a Gamboa Pascoe, un líder corporativo caracterizado por sus lujos.
“Don Joaquín Gamboa Pascoe debe ser reconocido como el gran promotor de la estabilidad laboral. El auténtico promotor de la nueva cultura laboral”, sentenció Moreira en su discurso ante la CTM, el miércoles 12.
Además, advirtió que gracias a Gamboa Pascoe se logró “la unidad” interna para su candidatura a dirigir el PRI, y presumió que la CTM cuenta con “una sólida estructura electoral”.
Un día después de que los representantes de los gobiernos priistas vetaran una investigación sobre los más de 900 crímenes de mujeres ocurridos en el Estado de México durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, su principal aliado, Moreira se reunió con mujeres del PRI y nada mencionó sobre la ola de feminicidios en esa entidad ni en Chihuahua, también gobernada por el PRI.
A las priistas les arengó : “Nos están dejando hecho pedazos el país. Necesitamos construir la mejor propuesta para lograr realmente resolver los problemas de México y para poder resolver y tener la mejor propuesta para las mujeres.”

Tímidas críticas y endurecimiento
Han sido escasas las críticas o cuestionamientos públicos que las “fuerzas vivas” del PRI le han planteado a su futuro dirigente, frente a la clara estrategia de Moreira de concentrar sus opiniones más duras en contra del gobierno federal panista.
El pasado martes 11, en un encuentro con los representantes estatales de la Fundación Luis Donaldo Colosio, organismo dirigido por Marco Antonio Bernal, Moreira escuchó con el rostro serio las impugnaciones de Inocencio Yáñez, de Veracruz, quien le reprochó que el PRI se vuelva “un partido cártel al servicio de las corporaciones”.
“No queremos que las decisiones del partido se tomen en Palacio Nacional o en los palacios de gobierno o en los municipales”, insistió Yáñez Vicencio.
En el mismo evento, la embajadora Roberta Lajous destacó que existe un punto pendiente en el discurso de Moreira: “La reforma necesaria para el partido”.
“Una de las funciones de la Fundación es reflexionar sobre la estructura que debe tener el partido”, insistió. Lajous recordó que en los tiempos de Luis Donaldo Colosio se inició el fortalecimiento de la estructura territorial del PRI, pero esa reforma “no se completó”.
Moreira planteó ante los representantes estatales de la Fundación Colosio que este organismo será el responsable de elaborar el “diagnóstico de lo que sucede en el país” en materia de desempeño económico, en educación, marginación social y en pobreza.
“El tema de la pobreza es un tema grave en el país. Es un crimen social: hay 5.9 millones de mexicanos en pobreza extrema, de acuerdo con la Cepal (Comisión Económica para América Latina), y es un tema que nunca se discute, estamos todos en el tema de la violencia y los balazos”, afirmó.
El gobierno de Felipe Calderón ha reaccionado ante las críticas lanzadas por Moreira. El secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix; el secretario de Gobernación, Francisco Blake; el titular de la Secretaría del Trabajo, Javier Lozano, y el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, se han subido al ring para responderle al futuro dirigente priista.
Feliz porque han caído en sus provocaciones, Moreira calificó al gabinete actual como ni-ni porque “ni saben ni pueden”, y afirmó que los secretarios de Estado “son unos montoneros. ¡Cómo se vienen todos, pero para todos tengo, eh!”.
En el evento del Congreso del Trabajo, el jueves 13, Moreira le recordó a Javier Lozano su propio pasado priista:
“Le digo que no hable, pues él habló del pasado y él formó parte de ese pasado. Su barriguita se llenó con el salario de ese pasado del que habla. Entonces que no hable.”
Un tema incómodo para Moreira entre las filas priistas, su supuesta alianza con la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, no ha sido tocado en las audiencias públicas con las corporaciones del PRI.
Sin embargo, en conferencia de prensa, el viernes 7, Moreira afirmó que le tiene un “gran respeto” a Gordillo, pero que nunca han tocado el tema de su futuro retorno al Revolucionario Institucional. Insistió que él forma parte del SNTE y que mantiene un constante diálogo con Elba Esther Gordillo, pero negó que ella fuera la artífice de su ascenso a la dirigencia nacional del partido.
Por lo pronto, Moreira ha logrado en menos de una semana revitalizar la imagen pública del PRI, en los medios de comunicación, como un partido opositor y crítico a la administración federal panista, mientras que las contradicciones y la oposición interna del partido que aún dirige Beatriz Paredes se han plegado al discurso de la unidad.
De paso, ha tendido un puente político con el excandidato presidencial del PRD, Andrés Manuel López Obrador, a quien Moreira no ha criticado hasta ahora, concentrándose en endurecer el discurso priista frente al gobierno de Calderón, a quien le recordó que el PRI fue importante para que asumiera el poder, “después del fraude del 2006”.

viernes, febrero 27, 2009

LA REELECCION DE GAMBOA PASCOE



Joaquín Gamboa Pascoe se ha reelecto, aunque nunca fue electo, como secretario general de la Confederación de Trabajadores de México. Ocurrió el martes 24. La mayoría de la prensa no consignó el dato. Reforma lo publicó en primera plana y La Jornada, con una muy buena crónica, en interiores. La mayoría de los medios, nos cuentan, ya habían abandonado el lugar cuando se dio la escena. La "reelección" sucedió fuera de la orden del día y al final de una asamblea que se convirtió en pachanga. Supongo que se creía que ya no habría prensa y dieron paso a la propuesta del propio Gamboa Pascoe para que se formara un comité para organizar la elección de dirigente que se tenía que llevar a cabo en 2010. Obsequioso, el líder de la Federación de Trabajadores de Jalisco, Rafael Yerena, postuló al único candidato posible, es decir, el propio Gamboa. Imelda García, en estas páginas, contó con detalle cómo se entronizó al líder cetemista: "'Es el único líder auténtico, de unidad, y debe estar al frente de la CTM otros seis años' (declaró Rafael Yerena)... en el auditorio sonaron las matracas, estallaron las porras, la banda tocó fanfarrias y se desplegó una manta tricolor en la que se leía: 'Gamboa 2010-2016'... 'De veras quieren que sea su líder en el próximo sexenio?', preguntó Gamboa Pascoe. '¡Síiiiii!', fueron los gritos". Por aclamación, pues, y después de tan potente discurso de convencimiento, Gamboa Pascoe se echó a la bolsa la continuación en el puesto. Ya para entonces, los asistentes a la Asamblea General Ordinaria del Consejo Nacional de la CTM se habían recetado una fiesta con la Sonora Dinamita y un grupo de seis bailarinas en bikini que se dedicaron a entretener a los presentes.Gamboa Pascoe quien, alguna vez, acuño la frase: "A mí nunca me verán jodido ni con huaraches", al ser cuestionado por periodistas acerca de sus viajes a África y de su afición por los automóviles de lujo, acababa de asumir la presidencia del Congreso del Trabajo apenas unos días antes frente al presidente Calderón. En el discurso pronunciado en Los Pinos para esa ceremonia, evitó el humorcillo cínico de la frase anterior, pero no regateó en las adulaciones para el presidente panista.No debe pasar desapercibido este acontecimiento, entre otras cosas porque nos recuerda que de esta manera está constituida una parte sustantiva de la realidad laboral en este país. La configuración injusta que produce líderes enriquecidos y trabajadores pauperizados -en una situación que tiende a agudizarse en tanto avanza la crisis económica- está retratada con amplitud en la figura de este líder cetemista.Mientras que los trabajadores enfrentan una severa caída salarial y sus fuentes de trabajo están en peligro por la contracción de las economías, la guardia cetemista se reproduce en sus viejas formas acompañada, ahora, por los gobiernos de la alternancia. Para nadie es un secreto lo que conlleva para los trabajadores la permanencia de las viejas estructuras corporativas del sindicalismo mexicano que, por más mermadas y disminuidas en su representación política que estén, siguen concentrando un alto porcentaje de las contrataciones colectivas de este país. Las fortunas y privilegios obtenidos por décadas por dirigencias como ésta han significado para la clase trabajadora la expoliación de sus derechos laborales a través, fundamentalmente, de la existencia de contratos de protección y los manejos oscuros de las cuotas sindicales. Los viejos líderes que orondos pasean sus fortunas son la representación perfecta de esta asimetría. Especialistas como Enrique de la Garza, de la Universidad Autónoma Metropolitana, afirman, por ejemplo, que el beneficio por administrar un contrato de protección ronda entre el 10 y el 25 por ciento del total de la nómina. Imagínese el dinero que corre por ese circuito. El pago a quien firma un contrato de esta naturaleza a nombre de los trabajadores "libera a la empresa de toda clase de conflictos laborales que finalmente les significa sustanciales ahorros frente a riesgos de huelga o tener que acceder a otorgar aumentos salariales más allá de lo necesario". Los contratos de protección son, dice el académico Alfonso Bouzas de la UNAM, un "centro de negocios" para los dirigentes. Y sí, las grandes fortunas visibles, conocidas o sospechadas de los líderes de esa cúpula entronizada desde hace décadas, provienen, precisamente de esa connivencia ratificada en estos días en la figura de Gamboa.Los estudiosos de la realidad laboral en México estiman que los llamados contratos de protección o de simulación -que conllevan esas jugosas rentas para quienes los administran- representan aproximadamente el 90 por ciento de los 300 mil inscritos en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Por eso hay que ver en la "reelección" del líder cetemista no sólo el madruguete que lo perpetúa y las viejas formas con que se hizo. En el fondo, el triste panorama que ofrecen los liderazgos sindicales que dominan la escena nacional nos recuerdan algo grave y profundo. Son figuras arcaicas, premodernas y dinosáuricas que -como la de Gamboa- se "reeligen" y ensanchan en nuevos espacios que cuentan con la bendición oficial. Son la huella fallida de nuestra transición.

sábado, febrero 21, 2009

Corporativismo refrendado


Resulta difícil imaginar un cuadro más ilustrativo de la persistencia de alianzas políticas impresentables entre el gobierno federal y las expresiones más descompuestas, arcaicas y antidemocráticas del sindicalismo, así como de la insensibilidad, compartida por autoridades y liderazgos sindicales, ante las necesidades de los trabajadores y de la población en general en la presente coyuntura, que la ceremonia de investidura de Joaquín Gamboa Pascoe –secretario general de la Confederación de Trabajadores de México– como nuevo presidente del Congreso del Trabajo, celebrada el pasado miércoles en Los Pinos.
Durante esa reunión, que remitió inevitablemente a los besamanos tradicionales de las presidencias priístas –y que han encontrado continuidad, por lo que puede verse, bajo las siglas del blanquiazul–, el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, reiteró inverosímiles pronósticos en torno a una rápida superación de la actual crisis económica, convocó al llamado sindicalismo oficial a “cerrar filas” y reclamó “unidad y colaboración” ante los problemas que enfrenta el país, elogió el “sentido nacional y patriótico” del dirigente cetemista y manifestó que su gobierno es y será “respetuoso de las conquistas de los trabajadores y de la autonomía sindical”. Por su parte, Gamboa Pascoe ratificó su “solidaridad, respeto y afecto” hacia la presente administración, alabó la actitud “valiente y viril” de Calderón y se declaró admirado por la “agilidad” y la “urgencia” con que el político michoacano ha respondido, a su parecer, ante el desorden económico mundial.
De tal forma, el líder cetemista dejó en claro su obsecuencia ante un gobierno que ha mantenido intacta la aplicación de una política económica de corte antipopular y lesiva para amplios sectores de la población –incluidos los asalariados, a los que Gamboa dice representar– y demostró, con ello, que su propósito no es la defensa de los trabajadores y el mejoramiento de sus condiciones de vida, sino el empeño por mantener privilegios, prebendas y posiciones de poder en el actual ciclo de gobierno.
De su lado, Calderón Hinojosa, además de reiterar su característica indolencia y su propensión a edulcorar la realidad, refrendó su disposición a legitimar, en razón de la conveniencia política, a cúpulas sindicales charras corruptas, así esto implique ir en contra de las inercias ideológicas en las que el gobernante se formó y, por supuesto, en contra de los principios que debería observar el jefe de un Estado que se reclama democrático. La más acabada expresión de estas actitudes se refleja en la alianza del calderonismo con la “dirigente vitalicia” del magisterio, Elba Esther Gordillo, quien ejerce, ya sea de manera personal o a través de sus operadores, una amplia influencia en las decisiones políticas del actual gobierno.
En suma, durante la ceremonia del pasado miércoles quedó en evidencia que la estructura corporativa que caracterizó al régimen priísta se mantiene, al día de hoy, intacta en lo esencial, de espaldas a las necesidades del país y a la realidad misma. A pesar de la disminución que los sindicatos han sufrido en sus filas, los elementos rectores de tal relación son los de antaño: la connivencia, el buen trato y el otorgamiento de prebendas para los liderazgos que acepten compartir complicidades en el poder; represión, persecución y hostigamiento político para quienes no lo hagan. Ante ello, queda en entredicho la transición democrática que supuestamente tuvo lugar en el año 2000 y, en cambio, pareciera que el recambio de siglas y colores en la Presidencia de la República fue sólo eso: una simulación.