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domingo, junio 30, 2013

Oportunistas, caudillos y aficionados hundieron al PAN

Durante décadas el PAN presumió de ser el partido de la “leal oposición”, pero conforme adquirió fuerza comenzó a evidenciar su debilidad intrínseca pues en rigor nunca se preparó para gobernar, según el investigador Carlos Arriola, quien conoce de cerca la historia del panismo. A partir de 2000, dice, el partido se llenó de oportunistas, como Vicente Fox, un candidato caudillesco que encarnó los valores opuestos a los de Manuel Gómez Morin, el fundador de Acción Nacional. Su crítica coincide con el diagnóstico de la Comisión de Reflexión del Partido Acción Nacional: “No hemos sabido convertir nuestra doctrina en políticas públicas y programa de gobierno… Ya no somos el partido del cambio”.
El nuevo coordinador del PAN en el Senado, Jorge Preciado, y el presidente del partido, Gustavo Madero.
Foto: Germán Canseco


“La lógica del poder y el dinero le está ganando a la lógica del bien común”, sentencia el diagnóstico autocrítico de la Comisión de Reflexión del Partido Acción Nacional (PAN) integrada tras la derrota de la elección de 2009, antesala del colapso que sobrevino el año pasado.
Y describe:
La lucha por el poder es la prioridad.
En el comportamiento de los panistas no aplica la fuerza de las ideas, sino la fuerza del interés, la nómina y el poder.
Se ha olvidado la mística del partido.
No ha habido congruencia entre la democracia exigida y las prácticas del partido.
Perdimos el valor de la ciudadanía, hasta en la integración del IFE.
Falta trabajo y compromiso personal de los militantes.
Se perdió la responsabilidad ética ante el juicio ciudadano.
Y sigue: “No hemos sabido convertir nuestra doctrina en políticas públicas y programa de gobierno… Ya no somos el partido del cambio”.
En el apartado “Impunidad por razones de índole política”, el diagnóstico obtenido por Proceso y que hasta ahora sigue mantenido en secreto por la cúpula del PAN, es contundente:
Se han tolerado los actos de corrupción de militantes y funcionarios panistas.
No se sanciona a miembros que hablan mal de funcionarios del partido y de sus dirigentes hacia afuera.
Aplicación discrecional de estatutos y reglamentos.
No hay castigo para militantes y funcionarios que trabajan para el contrario.
Esta evaluación del PAN y sus propuestas de solución elaboradas por una comisión de 10 panistas encabezados por José Luis Coindreau, fue desdeñada por las facciones dominantes y la degradación fue extendiéndose hasta la grotesca disputa por las chequeras del grupo parlamentario en el Senado que protagonizan los incondicionales de Gustavo Madero y de Felipe Calderón.
Este conflicto grupal, que se perfila como el peor en su historia de 74 años, forma parte del olvido no sólo metafórico sino literal de Manuel Gómez Morin –su fundador y referente ético– y su herencia ideológica, porque la cúpula omite hasta conmemorar las efemérides de su natalicio, el 27 de febrero de 1897, y de su muerte, el 19 de abril de 1972.
El desprecio a Gómez Morin llega a extremos ridículos: En Batopilas, Chihuahua, su lugar de nacimiento, se han cometido fraudes electorales en el PAN –con muertos que votan– que han quedado impunes, y en Guanajuato se recuerda al prócer no por sus ideas sino por la panista “Asociación de Taxistas Gómez Morin”, ejemplo del clientelismo blanquiazul.
La honradez, la democracia interna y hasta la deliberación han sido liquidadas también en el PAN, porque la estrategia de los grupos no es vencer con argumentos sino con el sabotaje al quórum, como ocurre en la Asamblea Nacional, el Consejo Nacional y el Comité Ejecutivo Nacional, los máximos órganos de dirección del partido, en ese orden.
El pleito grupal en curso, por el dinero público que reparte el Senado, ha llegado ya a la barandilla y sólo falta que los contendientes, detrás de los que se encuentran Calderón y Madero, crucen puñetazos.

Víctima de sus mitos

Tal descomposición no sorprende a Carlos Arriola, catedrático de El Colegio de México, del que fue secretario general, y autor de numerosas obras sobre ese partido: “El PAN es víctima de sus propios mitos y de sus propias mentiras”, afirma.
Autor de Cómo gobierna el PAN y El miedo a gobernar, la verdadera historia del PAN, su libro más reciente (2009), Arriola explica que Gómez Morin difundió una visión maniquea que prevaleció hasta 2000, cuando se inicia con Fox el ciclo de gobierno que terminó con Calderón.
“Hubo una actitud maniquea que duró 61 años: Un partido formado por ciudadanos puros, honrados, eficaces, todo lo que se quiera, y por el otro lado un PRI corrupto, interesado sólo en el poder y el dinero. Las dos imágenes son totalmente falsas. La verdadera dimensión y estatura de un partido se da al llegar al poder, porque en la oposición es relativamente fácil mantener esos valores.”
El PAN, explica, no sólo tuvo siempre una “debilidad intrínseca” para gobernar, sino que se llenó de oportunistas a partir de que ganó la Presidencia de la República en 2000.
“La gran tragedia del PAN es que no se preparó para gobernar”, afirma Arriola, quien militó en el partido y fue líder juvenil en Jalisco, y afirma que Ernesto Cordero, el depuesto coordinador de los senadores, y Jorge Luis Preciado, su sucesor, son sólo oportunistas aficionados de la política.
“Buena parte de la gente que ahora se está peleando surgió de esta corriente de oportunistas –hay que llamarlos por su nombre– y es el caso muy claro de Cordero y de Preciado. Pero no son profesionales de la política, son simples aficionados.”
Desde 1947, recuerda, Daniel Cosío Villegas anticipó en su ensayo “La crisis de México” lo que le pasaría a Acción Nacional de llegar al gobierno: “Él escribió que el PAN, de llegar al poder, se desplomaría porque no tiene ni los programas ni los hombres capaces de gobernar al país. Fue profético, con una gran sensibilidad percibió la debilidad intrínseca del PAN, un partido de cuadros con gente distinguida en sus localidades, pero sin políticos profesionales. Esa fue la gran tragedia del PAN, que no preparó ni se preparó para gobernar”.
Arriola reconoce que la gran contribución del PAN a la normalidad democrática del país es la formación de ciudadanos, pero jamás se preparó para gobernar:
“Entonces, claro, a la hora que llega al poder, primero tiene el problema de la debilidad intrínseca. Fox, en cierta manera, tenía razón: no había muchos panistas capaces de gobernar, claro que lo hizo por meter a sus amigos, que eran igual de incapaces.”
Otro problema que tuvo el PAN, agrega, es que registró la “entrada masiva” de simpatizantes que formó una élite gubernamental que sólo buscaba dinero y poder. “Eso no tendría nada de malo, pero hay algo fundamental: Todos son aficionados, no profesionales de la política”.
Sobre los principios del PAN, Arriola afirma que funcionaron mientras fue oposición, pero no en el ejercicio de gobierno, en los tres niveles, pero además, en 2000 “accede al poder con un candidato caudillesco, todo lo contrario a la idea de Gómez Morin”.
Arriola, autor también de Ensayos sobre el PAN y Los empresarios y el Estado 1970-1982, recuerda que Gómez Morin y Efraín González Luna, el otro pilar de la fundación del PAN, se opusieron a apoyar en las elecciones de 1940 a Juan Andrew Almazán, justamente por su carácter caudillesco.
“Fox llega al poder no como panista y no llama a los panistas a gobernar al principio de su sexenio. Es decir, revistió todas las características de un caudillo y fue una de las cosas contra las que luchó Gómez Morin”.
El experto aclara también que la situación por la que atraviesa el PAN no comenzó con la debacle electoral de 2012: “La crisis no es por la derrota, porque el PRI fue derrotado y no entró en una crisis parecida. La crisis viene desde antes y se debe a la debilidad de los principios”.
Explica: “Hicieron principios éticos y morales, muy respetables, pero no propios de la actividad política. Es lo que decía Cosío Villegas: No tienen ni los programas ni los hombres, y los programas y los principios de doctrina no tenían nada que ver con el ejercicio de la política y, lo que es más grave, no tenían que ver con los problemas reales de México” .
Las motivaciones de los panistas, según él, eran religiosas o empresariales, pero no propiamente políticas, y por eso fracasaron. “Se desplomaron solos, porque hablaban de un país que no existía, de problemas locales que los pretendían nacionales, daban palos de ciego los dos presidentes, mientras todos los arribistas, todos los oportunistas estaban en la administración pública enriqueciéndose”.

El bien hipócrita

La decadencia del PAN la había advertido Juan José Rodríguez Prats en 2007, cuando estaba en curso la imposición de Germán Martínez Cázares como presidente, candidato único al cargo apoyado con todo el aparato gubernamental encabezado por Calderón.
“¡Si el PAN traiciona sus tesis y olvida su tradición sería mandar el mensaje de que, desde 1939, todo fue una farsa!”, decía el exsenador y exdiputado federal, quien advertía que si ese partido se sometía a Calderón, se convertirá en lo que Gómez Morin definió como “el bien hipócrita”.
“El PAN está en una encrucijada: Se asume como un partido político independiente del gobierno o nos convertimos en el PRI”, insistía, pero esta “infidelidad” a la tradición panista sería peor, porque de ella no podrían esperarse bienes.
“En su ensayo ‘1915’, Gómez Morin habla del bien hipócrita, que es peor que el mal mismo. Él decía que contra el mal se está prevenido. O sea, el mal era el PRI y contra ese mal estás prevenido, pero del bien esperas bienes y el PAN no es consecuente con eso.”
–Esa imputación es durísima…
–Te lo dice Gómez Morin: El bien hipócrita es peor que el mal y, entonces el PAN resulta peor, porque el PRI era un mal necesario y el PAN, si llega a traicionar sus principios, es el bien hipócrita.
Calderón no sólo impuso a Martínez, quien renunció al cargo tras la debacle de 2009, sino que impuso también a César Nava, contraviniendo lo que Gómez Morin postulaba:
“Un partido –dijo en 1945– tiene el derecho de llevar sus programas y sus hombres al gobierno, pero ese mismo gobierno, en el momento de llegar a serlo, deja de ser partido para ser la representación de la nación, y no tiene derecho de utilizar los recursos del poder, que son de aquélla, para el sostenimiento del partido, ni tiene derecho de utilizar la estructura jurídica y administrativa para coaccionar voluntades en pro del partido.”
Pero el desdén de panistas por la herencia de Gómez Morin quedó evidenciada no sólo durante el sexenio de Calderón, sino con Fox, quien desde 1992 planteó mandar “de vacaciones” a la doctrina del PAN. Además de imponerse como candidato presidencial único, ese partido solapó el ilegal financiamiento de su campaña.
En 2003, cuando estaba en auge el escándalo por el financiamiento a través de los Amigos de Fox, Mauricio Gómez Morin, uno de los hijos del fundador, calificó de “profundamente inmoral” ese comportamiento.
“Es una traición insolente a los fundadores de Acción Nacional. Se me hace un golpe terrible al propio partido”, dijo en entrevista publicada en La Crónica de Hoy del 11 de agosto de ese año. “Acción Nacional no es ya lo que fue en años pasados. Está muy alejado de su origen, de su esencia.”
Fox quiso darse un barniz de doctrina panista cuando, a 15 meses de iniciado su gobierno, en febrero de 2002, trasladó los restos de Gómez Morin a la Rotonda de las Personas Ilustres, junto con el luchador de izquierda Heberto Castillo y el priista Jesús Reyes Heroles.
Pero, aunque no intervino tanto en la vida interna del PAN como Calderón, Fox no honró el propósito de Gómez Morin de cambiar a México a fondo y no sólo sustituir hombres.
“Un simple cambio de personas de nada serviría, aun podría hacer más grave la situación si no está acompañado de ese resuelto propósito de revisión total”, proclamó en 1939, cuando criticaba al régimen de Lázaro Cárdenas.
Y luego, tras participar en la primera elección presidencial, en 1940, planteó: “Nuestro propósito no es el de ganar una elección, sino el de luchar por una verdadera transformación de México… Hay que dar la batalla sin otro interés, sin resentimientos y sin malicia, sin apetito y sin odio, sin otro compromiso que deliberar en la verdad, resolver en conciencia y acatar con lealtad la decisión a que lleguemos por los caminos que libremente hemos aceptado. No olvidemos que nuestro deber es permanente, no lucha de un día, sino brega de eternidad”.

Diego, el árbitro

Carlos Arriola minimiza las expresiones de panistas como los exgobernadores Ernesto Ruffo, Carlos Medina, Alberto Cárdenas y Fernando Canales Clariond, de “volver a los principios”, y los define como “un coro de iglesia”.
“Estamos a casi 100 años de la fundación del PAN y todavía siguen hablando de volver a los principios, pero son principios éticos y morales que poco tienen que ver con la política y que poco tienen que ver con el país, con sus problemas”, puntualiza.
Aclara también que “Gómez Morin no era un santo” y cita lo que éste escribió en 1918: “Me planteo lanzarme como profeta del nuevo mundo, alumbrado por el sol de la Unión Soviética, cuya organización, tendencias y procedimientos me han cautivado, o dedicarme a ser rico, navegando en los negocios con bandera de pendejo, la única que salva en este oficio”.
Apunta: “Gómez Morin se hizo enormemente rico. Hay que desmitificarlo un poco”.
–Pero ni siquiera esos principios éticos y morales son respetados por los panistas.
–¡No, porque no son operativos en la vida real de todos los días de la política! ¡Carecen de sentido!
Estos principios, explica, están pensados en función de la doctrina social de la iglesia, pero no sirven para generar bienestar económico colectivo, limitar las ganancias del capital o distribuir el ingreso.
El PAN ha evidenciado ya sus limitaciones: “Estas personitas que están en conflicto son realmente muy menores y son una decepción para la política, para el país y para el PAN, que es la primera víctima de sus propias mentiras”.
Arriola aclara que no es antipanista y que en todo caso se ha “quedado corto” al analizar las limitaciones del PAN para gobernar y la falta de oficio político de la mayoría de los panistas, a excepción de Diego Fernández de Cevallos, a quien identifica como “el último que les queda de arbitraje” a los panistas.
–Hay quienes lo ven no como árbitro, sino como presidente del PAN.
–¡No, no! Diego es muy inteligente como para buscar la presidencia del PAN. No, sus posibilidades de arbitraje y de salvar al PAN están en mantenerse fuera de la lucha por un puesto en el partido. En el momento en que él dijera que va por la presidencia del PAN, no tendría posibilidades de resolver el conflicto. Y si lo hace, sería una tontería.
–¿Cree que Josefina Vázquez Mota tenga posibilidades para la presidencia del PAN?
–También es muy pequeña, muy menor. Realmente no tiene la estatura para dirigir al partido.
El académico tampoco le ve posibilidades al exgobernador Juan Carlos Romero Hicks y, sin atreverse a identificar a uno que pudiera presidir al PAN, lamenta que no haya líderes. “No tienen una figura importante. Ninguna. Esa es una tragedia. No hay líderes por una ramplonería intelectual pavorosa. Puras figuras políticas menores”.
–¿Incluyendo a Madero?
–Incluyendo a Madero, sí. Ese es un hombre todavía más limitado que su tío abuelo, don Francisco.
–¿Qué futuro tiene el PAN?
–El otro día platicaba con Rafael Segovia y él decía que veía a punto de deshacerse al PAN y de cambiar a otro partido, como el Partido Popular en España que también es fruto de una división de la derecha. Yo no estoy tan seguro. Creo que puede dividirse y que un grupo cree otro partido. Pero, bien que mal, va a subsistir.
 

El PAN en su ignominia

Con la innegable presencia de Felipe Calderón a través de sus incondicionales en la fracción parlamentaria del PAN en el Senado, este partido se ve inmerso en una pugna por el dinero que le corresponde como grupo legislativo y por el poder que le puede significar la cercanía a los proyectos del actual presidente de la República, que es miembro… del PRI. Panistas del grupo cercano al presidente del partido, Gustavo Madero, y aquellos encabezados por el excoordinador de la bancada senatorial, Ernesto Cordero, se enfrascan en una pugna lodera donde lo que menos importa es la fidelidad a los principios del partido fundado por Manuel Gómez Morín.

A mediados de abril, Ernesto Cordero,  aún coordinador de la bancada del PAN en el Senado y presidente de la Mesa Directiva, se reunió en privado con Luis Videgaray, secretario de Hacienda del gobierno federal y contemporáneo suyo en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
El propósito de Cordero era pedir al gobierno de Enrique Peña Nieto a través de Videgaray que definiera a quiénes quería como interlocutores en el Pacto Por México: al grupo de Gustavo Madero–a quien le quedaban “sólo unos cuantos meses” como presidente del PAN– o a los senadores que él encabeza en el Senado, a quienes, dijo, “nos quedan cinco años” en ese cuerpo colegiado.
Desde entonces quedó claro que la disputa entre corderistas y maderistas en el Senado, donde el PAN tiene 38 curules, no era por el contenido y el método de las reformas aprobadas en el Pacto por México, sino por la interlocución política con el gobierno priista.
Tanto, que ante observadores internos y externos del PAN el mismo Cordero se proclamó este jueves 20 aliado de Peña Nieto en favor de la reforma constitucional para abrir Pemex a la inversión privada. Al día siguiente se modificaron los estatutos de la bancada panista para quitarle el control administrativo y político a su sucesor, Jorge Luis Preciado.
Cordero, en el papel de coordinador de facto, pasó por alto la propia regla del estatuto reformado, según el cual coordinador de la bancada sólo podía hacer y declarar políticamente acatando la decisión de la mayoría de los 38 legisladores.
En rueda de prensa, sentenció: “Le quiero mandar un mensaje al presidente Peña Nieto sobre el tema energético (para) que no se desanime; puede modificar la Constitución y hacer una reforma de a de veras en el sector energético.
“…Los legisladores del Partido Acción Nacional estamos dispuestos a resolver de fondo el asunto; queremos una reforma que verdaderamente genere empleos e inversión en México; que nos dé insumos energéticos a precios competitivos a todos los mexicanos y sea verdaderamente una palanca de desarrollo… Entendemos que para eso hay que hacer una reforma a fondo que necesariamente pasa por modificar la Constitución”.
Cordero también negoció con Videgaray, en abril, la aprobación de la reforma constitucional para regular la deuda de los estados y municipios en el Senado, como cámara de origen, a pesar de la polémica con los diputados federales.
El líder de la bancada priista, Manlio Fabio Beltrones, y otros coordinadores reprocharon a Cordero por invadir, le dijeron, las facultades constitucionales de la Cámara de Diputados. Pese a ello, la reforma fue aprobada el 18 de abril con 100 votos a favor, ocho en contra y cuatro abstenciones.
El senador perredista Mario Delgado, quien votó en contra, advirtió en tribuna que los cambios constituían un nuevo “Fobaproa de las deudas” porque “regula endeudamientos que han estado escondidos” desde la época en que el propio Cordero era el titular de Hacienda en el gobierno de Calderón.
Para el senador Javier Corral, uno de los adversarios del grupo corderista, la disputa que se ha ventilado públicamente en las últimas semanas constituye un pleito “cínico” por el manejo del fondo de 210 millones de pesos que distribuye discrecionalmente el coordinador de la bancada, pero también por el poder y la interlocución política del llamado “calderonismo residual”.
“El calderonismo residual representa este tipo de PAN que ya no queremos: el que protesta contra el Pacto por México, porque los únicos pactos que valen son los que ellos realizan; porque las únicas negociaciones oscuras son las que ellos encabezan; porque la única opacidad que defienden es cuando ellos están al mando. Sí, ese PAN que nos hundió como gobierno y ahora quiere dividirnos como bancada y como partido”, escribió Corral en su blog Rotafolio.

Cercanía con Calderón

La fractura al interior del PAN quedó marcada desde la definición de la lista de candidatos plurinominales al Senado en 2012. Los más importantes colaboradores del gabinete de Felipe Calderón garantizaron una posición privilegiada para acceder a la cámara alta, empezando por el propio Cordero, quien perdió la contienda interna frente a Josefina Vázquez Mota.
Cordero llegó al Senado con el mismo sello que ha marcado su vida política: su cercanía con Calderón, a quien conoció en el ITAM. Ambos fueron alumnos de Georgina Kessel, a la postre secretaria de Energía calderonista. En 2000, Cordero fue presidente de la Fundación Miguel Estrada Iturbide, un organismo de asesoría política del PAN, a propuesta de Calderón; jefe de asesores, subsecretario, secretario y supersecretario de Hacienda durante el sexenio de Calderón, y finalmente un frustrado candidato a la Presidencia de la República.
El primer círculo calderonista recuerda que Cordero se convirtió en el colaborador más importante y de mayor confianza de Calderón, a raíz de la muerte de Juan Francisco Mouriño, en el avionazo de 2008.
En enero de 2008 Calderón lo nombró titular de la Secretaría de Desarrollo Social y menos de medio año después, en 2009, lo designó titular de Hacienda en sustitución de Agustín Carstens.
El equipo de Cordero comenzó a fortalecerse al interior del calderonismo. Él impulsó a José Antonio Meade para que llegara a la Secretaría de Energía; a Dionisio Pérez Jácome como titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; a Alejandra Sota, al frente de Comunicación Social de la Presidencia.
Ella fue la principal aliada de Cordero frente a los medios de comunicación. Antonio Vivanco, otro de sus protegidos, quedó al frente de la Comisión Federal de Electricidad. Como titular de Hacienda, Cordero participó en el Consejo de Administración de Pemex. Luego perdió la contienda interna por la candidatura a la Presidencia frente a Josefina Vázquez Mota, Ese proceso demostró los niveles de rudeza a los que puede llegar Cordero en pleitos por el poder.
Desconocido por más de la quinta parte de la población –según la encuesta Mitofsky–, Cordero se hizo famoso por una desafortunada argumentación que quería presumir el avance de la clase media en el calderonismo
Así lo hizo el 20 de febrero de 2012: “Hay familias mexicanas que con ingresos de 6 mil pesos al mes tienen crédito para una vivienda, tienen crédito para un coche, se dan tiempo de mandar a sus hijos a una escuela privada, y están pagando colegiaturas”, dijo.

Reparto en el Senado

El PAN pasó de primera a tercera fuerza política a nivel presidencial, pero en el Senado se mantuvo como una débil segunda fuerza con 38 curules, de los cuales poco más de 10 provenían del entorno calderonista: el propio Cordero, Roberto Gil Zuarth, Luisa María Calderón, Mariana Gómez del Campo, Gabriela Cuevas, Maki Esther Domínguez, Jorge Luis Lavalle, Francisco Domínguez y Javier Lozano, este último como senador de primera minoría por Puebla.
El 13 de agosto de 2012, Gustavo Madero designó a Cordero coordinador de la bancada del PAN. En el reparto de las 61 comisiones ordinarias, 18 le correspondieron al partido; de las cuales 13 se las repartieron los calderonistas-corderistas.
Gil Zuarth quedó al frente de la Comisión de Justicia; Javier Lozano, preside la de Comunicaciones; Jorge Luis Lavalle la de Administración, una de las más poderosas; Gabriela Cuevas, en la de Relaciones Exteriores; Mariana Gómez del Campo, la de Relaciones Exteriores de América Latina y El Caribe; Laura Angélica Rojas Hernández, la de Relaciones Exteriores con Organismos Internacionales, y el veracruzano Fernando Yunes Márquez, la de Defensa Nacional.
Al margen de la presidencia de comisiones quedaron varios legisladores que no son del entorno calderonista, sobre todo Javier Corral. Incluso, el 12 de septiembre los senadores Manuel Bartlett, del PT, y del PRD criticaron la exclusión de Corral como presidente de alguna de las comisiones relacionadas con telecomunicaciones, radio y televisión, a pesar de su experiencia en el tema.
La coordinación de los 38 senadores panistas, así como la presidencia de la Mesa Directiva del Senado –en la que estará hasta agosto próximo– no sólo permiten a Cordero el acceso a un fondo de más de 200 millones de pesos, más los recursos extraordinarios, no auditables, que manejan las comisiones más importantes.
El 24 de agosto de 2012, recién integrada la bancada, Corral envió a su correligionario Cordero una carta para establecer el principio de “máxima publicidad” que permitiera el “desglose de la totalidad de los recursos que recibe el grupo parlamentario de parte de la hacienda pública y la forma pormenorizada como la ejerce”.
Corral le recordó a Cordero que una de las principales quejas de grupos y personas “fue la de los altos salarios que recibimos los servidores públicos, pero sobre todo detecté una molestia por los apoyos adicionales y demás prestaciones que no se trasparentan.
“Además de responder a ese llamado- expuso Corral–, considero estimado coordinador, que abrir la información evita también los manejos discrecionales en la asignación de apoyos y recursos entre senadores de un mismo grupo parlamentario, que tanto daña a la unidad y buen marcha del trabajo legislativo”.
La propuesta de “máxima publicidad” al manejo de los recursos no fue admitida por Cordero y el bloque de senadores calderonistas. Nueve meses después, en plena disputa por el relevo de Cordero al frente de la coordinación, el tema de los depósitos directos de 350 mil a 400 mil pesos a cada uno de los senadores (16.3 millones de pesos en total), en una sola exhibición, se convirtió en un elemento más de la fractura interna.

“Tuits” y gritos

Cuando el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, se enteró del encuentro entre Cordero y Videgaray, decidió remover de la coordinación a Cordero, según confirmaron a Proceso  varios senadores panistas que exigieron el anonimato. Madero hizo público el anuncio el 17 de mayo.
El pretexto fue la presunta desobediencia de Cordero a los lineamientos de la dirigencia nacional panista sobre la reforma política y electoral. Tres días antes, Cordero apoyó la propuesta de 30 puntos presentada con su homólogo del PRD, Miguel Barbosa Huerta.
El asunto no era sólo desobediencia, sino una lucha frontal de grupos. El 18 de mayo, desde su refugio en Estados Unidos, el expresidente Felipe Calderón lanzó un tuit con una clara dedicatoria a Madero y contra su decisión de remover a su antiguo colaborador desde el gobierno de Vicente Fox.
El ataque contra Madero y los políticos que no formaran parte del grupo corderista se agudizó desde el flanco calderonista; el más virulento fue Juan Ignacio Zavala, cuñado del exmandatario. (ver recuadro).
El 17 de mayo, los senadores corderistas: Gil Zuarth, Lozano, Rosa Adriana Díaz, Francisco Domínguez, Yunes Márquez, Gómez del Campo, Martha Elena García, Pilar Ortega y Lavalle lanzaron una “cargada tuitera” para apoyar a través de la red social a su líder.
“La gran mayoría de los senadores del PAN estamos con nuestro coordinador Ernesto Cordero, pues los resultados de su liderazgo están a la vista”, escribió Lozano.
Gil Zuarth, brazo derecho de Cordero y vocero de facto del bloque corderista en el Senado, afirmó que gracias al exsecretario de Desarrollo Social “hemos demostrado eficacia. Aprobamos reformas, ganamos los debates. No hemos regateado nada a México”.
Gómez del Campo, sobrina de Margarita Zavala y Felipe Calderón, expresó su respaldo al liderazgo de Cordero: “Concentrémonos para seguir trabajando por los ciudadanos”, escribió.
Luisa María Calderón, hermana del expresidente, fue más allá: “Hoy parece que disentir ha de sancionarse. Mal: la democracia necesita oposición deliberante.
“Ernesto Cordero es excelente dialogador de los valores y prioridades del PAN, sobre la mesa, sin engaños, y ganando debates, limpio y abierto”.

La remoción y la judicialización

Frente a la presión de los calderonistas-corderistas, Gustavo Madero decidió nombrar a Jorge Luis Preciado –de escasa trayectoria nacional pero leal a él–, como coordinador de los senadores panistas; lo hizo de manera atropellada.
Los  22 legisladores corderistas lo desconocieron. Y comenzaron a preparar una reforma al reglamento interno de la fracción para quitarle el control administrativo y político a Preciado; evitaron que removiera a los presidentes de comisiones o tuviera acceso a los millonarios recursos de la bancada.
El jueves 13, Corral demandó una auditoría a la coordinación de Cordero porque, dijo, “durante esta gestión se han manejado recursos de manera indebida, incluso podría catalogar como desviación de recursos públicos a los allegados al expresidente Felipe Calderón”.
El escándalo sobre el manejo irregular de millones de pesos de la bancada se desató cuatro días después, el lunes 17, en los medios de comunicación. Se confirmó que Cordero creó “asignaciones especiales trimestrales” (entre 350 mil y 430 mil pesos) que entregó a algunos miembros de la bancada.
Cinco legisladores corderistas acumularon préstamos por 940 mil pesos: 300 mil para Roberto Gil Zuath –que fueron un “préstamo personal” a Juan Ignacio Zavala– y 160 mil para cada uno de los cuatro legisladores que, con esos recursos, pagaron una “asesoría extranjera” para exigir la recuperación del dinero que los hermanos Moreira depositaron en Estados Unidos. Entre ellos estaba Luis Fernando Salazar, cuya hermana trabaja en el despacho de asesores.
En medio de esta polémica, Preciado quedó embarcado. Jorge Luis Lavalle, exvicecoordinador administrativo con Cordero, lo acusó de haber autorizado asignaciones por 430 mil pesos entre el viernes 7 y el lunes10 por “gestión legislativa”.
Preciado se defendió echándole la culpa a Cordero. El miércoles 19 lo acusó de haber autorizado el lunes 10 un “depósito anticipado” por 16.3 millones de pesos para los 38 senadores panistas. “Yo no autoricé y no tengo nada qué ver con ese dinero”, respondió Cordero.
Ese mismo día, 23 de los 38 senadores del PAN se reunieron, al margen de la dirección nacional del partido, para hacer 17 reformas a los estatutos de la bancada para quitarle el control financiero, político y operativo a Preciado.
“Técnicamente se trata de un golpe faccioso a la institucionalidad partidaria y al nuevo coordinador nombrado por Gustavo Madero”, dijo Corral, el senador más confrontado con el bloque corderista; afirmó que ninguna de las reformas aprobadas obliga a una mayor transparencia y rendición de cuentas en el manejo de los fondos.
Y se “judicializó el conflicto. El jueves 20, al día siguiente del “golpe técnico” contra Preciado, agentes judiciales del Distrito Federal impidieron el acceso a las oficinas panistas en la Torre Azul de avenida Reforma, al  senador Francisco Domínguez, designado por los corderistas  como administrador de los recursos.
Mientras los corderistas tomaron el control estatutario y político de la bancada, los maderistas tomaron el control judicial de las instalaciones y pusieron en un “limbo jurídico” el destino de los recursos, según el senador Gil Zuarth.
El viernes 21 comentó que el CEN del PAN no tiene facultades para desconocer la reunión de los 23 senadores y que, en todo caso, su disputa no es con la bancada sino con Senado, ya que Cordero es aún el presidente de la Mesa Directiva de la cámara alta.
En un salto de interpretación jurídica, Gil Zuarth advirtió: “De entrada, el órgano demandado no es la mayoría del grupo parlamentario sino el Senado de la República porque fue éste, a través de su Mesa Directiva, la que ha recibido y ha validado los estatutos que se aprobaron por mayoría del grupo parlamentario. En consecuencia, deben demandar al Senado de la República”.

domingo, diciembre 19, 2010

Los nuevos dirigentes partidistas

Gustavo A. Madero, nuevo presidente del PAN.

Jesús Cantú

MÉXICO, D.F., 16 de diciembre.- A más tardar en marzo del próximo año, los tres partidos políticos con mayor participación electoral en México tendrán nuevas dirigencias nacionales. En los casos de PAN y PRI serán básicamente relevos formales, pero no se avizoran modificaciones importantes en sus definiciones, alianzas o posicionamientos públicos. En cambio, en el PRD, la nueva directiva sí puede modificar sustancialmente su estrategia de alianzas con el blanquiazul. El Partido Acción Nacional eligió el sábado 4 de diciembre como nuevo dirigente nacional a Gustavo Madero, quien ya manifestó que buscará integrar alianzas con el PRD para competir en las elecciones del Estado de México y Nayarit. Pero además de eso, quien seguirá definiendo los destinos del blanquiazul será Felipe Calderón, tal como lo ha hecho desde que Germán Martínez asumió la dirigencia el 8 de diciembre de 2007. En esta ocasión, Calderón no jugó con uno, sino con dos candidatos, y uno de ellos era Madero, quien además tuvo que recurrir al apoyo del llamado Yunque, el cual postuló a Cecilia Romero, quien, a su vez, ocupó el tercer lugar en la primera ronda de votaciones. El pago por dicho apoyo se reflejó de inmediato en la integración del Comité Ejecutivo Nacional, donde los yunquistas obtuvieron 15 de las 40 posiciones. Aunque esta composición atemperará la intromisión presidencial, de ninguna manera la evitará. Mientras tanto, el Partido Revolucionario Institucional ya convocó a la reunión del Consejo Político Nacional para el lunes 13 de diciembre, en el que definirán el método para la elección del próximo presidente y secretario general, así como la fecha en que lanzarán la convocatoria respectiva. La nueva dirigencia asumirá sus funciones el 4 de marzo del año próximo. Pero al margen de las formalidades, ya todo está cocinado para que el nuevo dirigente sea Humberto Moreira, actual gobernador de Coahuila, quien con el respaldo del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, logró hacer desistir a todos los otros posibles contendientes, como fue el caso de Fidel Herrera, exgobernador de Veracruz que ya aceptó incorporarse al Consejo Político como secretario técnico y manifestó públicamente su respaldo a Moreira. Otro apoyo de Moreira es la dirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo, personaje que sigue ejerciendo mucha influencia entre los gobernadores aunque ya no milita en el tricolor. La designación de Moreira, al margen de la vía que elija el Consejo Político priista, resuelve dos sucesiones: la relativa a la presidencia del PRI y la correspondiente a la gubernatura de Coahuila, pues dicho movimiento le abre la puerta a su hermano Rubén para buscar la candidatura del tricolor en el estado, para lo cual ya solicitó licencia como diputado federal con el fin de regresar a su estado para iniciar su precampaña. La definición de las dirigencias del PRI y del PAN dio pie a especular sobre las posibilidades de los precandidatos a la Presidencia de la República. Sin embargo, debe recordarse que hace seis años Santiago Creel –entonces secretario de Gobernación– logró colocar como dirigente del PAN a Manuel Espino, pero un año después perdió la candidatura a la Presidencia. Así que, aun cuando las elecciones de dirigentes son sin duda un buen termómetro de cómo están las preferencias y los apoyos dentro de los respectivos partidos, sería prematuro cantar victorias, pues son muchos los acontecimientos que pueden sobrevenir antes de que haya candidatos. Mientras esto sucede en el PAN y en el PRI, los integrantes del Partido de la Revolución Democrática apenas lograron ponerse de acuerdo en que convocarán a un Consejo Nacional para el 17 de diciembre. El propósito, que avale la propuesta de que en la primera quincena de enero se lance la convocatoria para elegir al nuevo dirigente en marzo. En caso de que logren una candidatura de unidad, la elección sería por la vía de un Consejo Nacional, porque de otro modo los perredistas nuevamente acudirían a las urnas para elegir a su nuevo dirigente. Los grupos opositores a Los Chuchos –éstos detentan la dirigencia nacional– presionaron para que la renovación del liderazgo se diera en el presente mes de diciembre, pero al parecer Jesús Ortega finalmente logró un acuerdo para concluir su periodo. La principal razón es que para esos momentos ya estarían definidas las alianzas electorales en el Estado de México y en Nayarit, de modo que si éstas se concretan –lo cual no es muy seguro el día de hoy, al menos en lo que respecta al Edomex–, quien llegue a la dirigencia partidista tendrá que sumarse a las campañas si quiere contribuir a obtener un buen resultado en las urnas. A pesar de ello, las diferencias en el seno del partido del sol azteca son evidentes, y aunque parece que hay consenso en torno a Lázaro Cárdenas, ahora les falta convencerlo, ya que él se encuentra en el extranjero en un proyecto que lo tendría ocupado hasta finales del próximo año, con lo cual se muestra renuente a regresar para encabezar a los amarillos en estos momentos. No obstante, recurrir a una elección abierta para elegir al nuevo presidente del partido puede resultar catastrófico para el PRD, pues otro escándalo como el suscitado en marzo de 2008 en la contienda entre Jesús Ortega y Alejandro Encinas resultaría devastador para el partido en vísperas de las elecciones en el Estado de México, Nayarit y Coahuila (julio de 2011). Ahora bien, si el que llega es Lázaro Cárdenas, todo indica que no continuaría con la política de alianzas electorales con el PAN; y si en la elección gana alguien del grupo opositor a Los Chuchos, lo más probable es que asuma esta misma decisión, por lo cual –al menos en ese tema– la renovación de dirigentes sí puede impactar directamente en los procesos electorales en puerta. Así el PAN ya resolvió, sin mayores contratiempos, el cambio de dirección, y todo hace suponer que el PRI hará lo propio; pero en el PRD la sucesión es todavía una incógnita y bien puede terminar en una nueva elección abierta que evidencie, una vez más, todos los vicios de sus líderes y militantes, con el consiguiente desgaste de su imagen pública.

viernes, mayo 07, 2010

Ley de Seguridad Nacional, la discordia

Gustavo Madero y Manlio Fabio Beltrones.

Jesusa Cervantes

MÉXICO, D.F., 7 de mayo (apro).- Si resulta cierto el dicho de los senadores Manlio Fabio Beltrones, del PRI, y Gustavo Madero, del PAN, de que no habrá marcha atrás en lo que ellos aprobaron como Ley de Seguridad Nacional, e incluso que el tema se negoció con el gobierno federal, entonces sólo se pueden concluir dos cosas:

La primera, no habrá nueva Ley de Seguridad Nacional y, segundo --aunque con más de una implicación--, que el gobierno federal, las fuerzas castrenses, PRI y PAN están divididos; aparte de que Beltrones sigue apostándole al apoyo a Felipe Calderón para ciertos temas, y con ello reposicionarse en su lucha por la candidatura presidencial de su partido, mientras que el gobernador mexiquense, el también priista Enrique Peña Nieto, tratará de sacar ventaja de ello ante los legisladores y otra parte del sector castrense.

Cómo podrá darse una nueva ley si los senadores hicieron exactamente lo contrario de lo que les pedían los militares.

Así, mientras los senadores modificaron en los puntos cruciales la iniciativa enviada por el Ejecutivo federal y acordada con el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, los diputados decidieron detenerla, ya que no fue del agrado de “todas” las fuerzas castrenses.

Apenas el pasado jueves, tanto Beltrones como Madero dijeron que no darán marcha atrás a lo modificado por ellos como lo relativo al fuero castrense; es decir, que la participación de un militar en “errores de operativo” en la lucha contra el crimen organizado sea juzgada por “los tribunales constituidos”, esto es, por juzgados civiles, y no sólo los militares.

Tampoco darán marcha atrás a su negativa para que el Ejército tenga facultades de investigación para realizar cateos y allanamientos.

Del otro lado, el de los diputados, sostienen que no aceptarán la minuta tal cual, debido a que contraviene las propias leyes orgánicas, tanto de la Armada (Marina), como del Ejército, que resulta “inconstitucional” y que pretende subordinar a los militares a las policías locales.

Si las diferencias entre senadores y diputados son tan grandes, difícilmente saldrá una nueva ley.

Y segundo, ambas posiciones --la de los senadores y la de los diputados, así como la aseveración de que fue el propio general Galván Galván quien estuvo al tanto en todo momento de los cambios que se le hacían a la propuesta inicial en la casona de Xicotencatl, mientras que otro sector hacía lo propio, pero en San Lázaro para manifestar su descontento-- sólo implican que la división, en todos los frentes, existe.

Y es que mientras el senador panista Gustavo Madero dice que no habrá marcha atrás, su homóloga en la Cámara de Diputados, Josefina Vázquez Mota, insiste en que antes de avalar lo hecho por los senadores hablarán con los militares.

Además, si Beltrones, quien encabeza la fracción del PRI en el Senado, defiende contra todo su minuta, entre los diputados de su partido, gente tan decisiva como el exdirector del Cisen y exencargado de la entonces Policía Federal Preventiva, además de presidente de la Comisión de Defensa Nacional en San Lázaro, Ardelio Vargas, sostiene públicamente que la ley aprobada bloquea el trabajo de los militares en la lucha contra el crimen organizado.

En cuanto al efecto político que estas acciones tendrán, aún no está claro, pues Beltrones, quien operó para que Felipe Calderón pudiera ingresar al recinto legislativo de San Lázaro y rendir protesta el 1 de diciembre de 2006, nuevamente parece respaldarlo negociando la iniciativa enviada por el Ejecutivo federal y discutida, en sus cambios, con el propio Galván Galván.

Uno podría creer que Beltrones, cabeza y operador de los senadores priistas, contaba con el respaldo de las fuerzas castrenses, pues supuestamente Galván habría estado en todo el proceso de discusión, pero también con el apoyo del propio Calderón, pues aceptó discutir y aprobar la iniciativa.

Todo estaría claro si dentro de los propios mandos castrenses no hubiera también división.

Si realmente existiera un solo pensamiento y con capacidad suficiente para imponerse ante el resto, entonces se podría decir que Beltrones tiene el apoyo castrense, pero el malestar dado a conocer a través de distintos medios de una parte de los militares hace percibir otra realidad.

Si no, ¿por qué entonces en la Cámara de Diputados --donde uno de los aspirantes a la candidatura presidencial, Enrique Peña Nieto, tiene gran ascendencia-- un grupo de militares presionó y logró frenar la aprobación de lo operado por el propio Beltrones?

Esto, lo único que demuestra, es que en la desgracia de la violencia y enfrentamientos que se viven en el país, a los políticos lo único que les sigue importante es cómo sacar beneficio de todo, cómo lograr posicionarse políticamente rumbo al 2012.

El tema de si la ley aprobada por el Senado brinda realmente o no, a las Fuerzas Armadas, las herramientas para frenar al crimen organizado, o si respeta o vulnera los derechos humanos de los civiles, es otra discusión.

Aquí simplemente lo que se vislumbra es una lucha de poder al interior de cada uno de los sectores involucrados.

Comentarios: mjcervantes@proceso.com.mx

sábado, noviembre 21, 2009

MANIFIESTO A LA NACIÓN

*“Yo estoy resuelto a luchar contra todo y contra todos, sin más baluarte que la confianza y el apoyo de mi pueblo”. Emiliano Zapata
*La realidad del México de 1910 es parecida a la de ahora. Sólo que nosotros buscamos el cambio con una revolución de las conciencias
*Las dos grandes demandas de la Revolución siguen vigentes: La justicia y la democracia.
*Madero, en el Plan de San Luis, decía:

MANIFIESTO A LA NACIÓN
Los pueblos, en su esfuerzo constante porque triunfen los ideales de libertad y justicia, se ven precisados en determinados momentos históricos a realizar los mayores sacrificios.
Nuestra querida patria ha llegado a uno de esos momentos: una tiranía que los mexicanos no estábamos acostumbrados a sufrir, desde que conquistamos nuestra independencia, nos oprime de tal manera, que ha llegado a hacerse intolerable.
En cambio de esa tiranía se nos ofrece la paz, pero es una paz vergonzosa para el Pueblo Mexicano, porque no tiene por base el derecho, sino la fuerza; porque no tiene por objeto el engrandecimiento y prosperidad de la patria, sino enriquecer a un pequeño grupo que, abusando de su influencia, ha convertido los puestos públicos en fuente de beneficios exclusivamente personales, explotando sin escrúpulos todas las concesiones y contratos lucrativos.
Tanto el Poder Legislativo como el Judicial están completamente supeditados al Ejecutivo; la división de los Poderes, la soberanía de los Estados, la libertad de los Ayuntamientos y los derechos del ciudadano, sólo existen escritos en nuestra Carta Magna; pero de hecho, en México casi puede decirse que reina constantemente la Ley Marcial; la justicia en vez de impartir su protección al débil, sólo sirve para legalizar los despojos que comete el fuerte; los jueces, en vez de ser los representantes de la Justicia, son agentes del Ejecutivo, cuyos intereses sirven fielmente; las Cámaras de la Unión no tienen otra voluntad que la del Dictador; los Gobernadores de los Estados son designados por él y ellos a su vez designan e imponen de igual manera las autoridades municipales.
De esto resulta que todo el engranaje administrativo, judicial y legislativo obedece a una sola voluntad, al capricho del General Porfirio Díaz, quien en su larga administración ha demostrado que el principal móvil que lo guía es mantenerse en el poder a toda costa.
Hace muchos años se siente en toda la República profundo malestar, debido a tal régimen de Gobierno, pero el General Díaz, con gran astucia y perseverancia, había logrado aniquilar todos los elementos independientes, de manera que no era posible organizar ninguna clase de movimiento para quitarle el poder de que tan mal uso hacía.
El mal se agravaba constantemente, y el decidido empeño del General Díaz de imponer a la Nación un sucesor y siendo este el Sr. Ramón Corral, llevó ese mal a su colmo y determinó que muchos mexicanos, aunque carentes de reconocida personalidad política puesto que había sido imposible labrársela durante 36 años de dictadura, nos lanzásemos a la lucha intentando reconquistar la soberanía del pueblo y sus derechos en el terreno netamente democrático.
Entre otros partidos que tendían al mismo fin, se organizó el Partido Nacional Antireeleccionista proclamando los principios de SUFRAGIO EFECTIVO y NO REELECCION, como únicos capaces de salvar a la República del inminente peligro con que la amenaza la prolongación de una dictadura cada día más onerosa, más déspota y más inmoral.
El Pueblo Mexicano secundó eficazmente a ese partido y respondiendo al llamado que se le hizo, mandó sus representantes a una Convención, en la que también estuvo representado el Partido Nacionalista Democrático, que así mismo interpretaba los anhelos populares.
Dicha Convención designó sus candidatos para la Presidencia y Vice-Presidencia de la República, recayendo esos nombramientos en el Sr. Dr. Francisco Vázquez Gómez y en mí, para los cargos respectivos de Vice-Presidente y Presidente de la República.
Aunque nuestra situación era sumamente desventajosa porque nuestros adversarios contaban con todo el elemento oficial, en el que se apoyaban sin escrúpulos, creímos de nuestro deber, para mejor servir la causa del pueblo, aceptar tan honrosa designación.
Imitando las sabias costumbres de los países republicanos, recorrí parte de la República haciendo un llamamiento a mis compatriotas.
Mis giras fueron verdaderas marchas triunfales, pues por doquiera el pueblo, electrizado con las palabras mágicas de Sufragio Efectivo y No Reelección, daba pruebas evidentes de su inquebrantable resolución de obtener el triunfo de tan salvadores principios.
Al fin, llegó un momento en que el General Díaz se dió cuenta de la verdadera situación de la República y comprendió que no podría luchar ventajosamente conmigo en el campo de la Democracia y me mandó reducir a prisión antes de las elecciones, las que se llevaron a cabo excluyendo al pueblo de los comicios por medio de la violencia, llenando las prisiones de ciudadanos independientes y cometiéndose los fraudes más desvergonzados.
En México, como República democrática, el poder público no puede tener otro origen ni otra base que la voluntad nacional y ésta no puede ser supeditada a fórmulas llevadas a cabo de un modo fraudulento.
Por este motivo, el Pueblo Mexicano ha protestado contra la ilegalidad de las últimas elecciones, y queriendo emplear sucesivamente todos los recursos que ofrecen las leyes de la República, en la debida forma pidió la nulidad de las elecciones ante la Cámara de Diputados, a pesar de que no reconocía en dicho cuerpo un origen legítimo y de que sabía de antemano que no siendo sus miembros representantes del pueblo, sólo acatarían la voluntad del General Díaz a quien exclusivamente deben su investidura.
En tal estado las cosas, el Pueblo, que es el único soberano, también protestó de un modo enérgico contra las elecciones, en imponentes manifestaciones llevadas a cabo en diversos puntos de la República, y si éstas no se generalizaron en todo el territorio nacional, fue debido a la terrible presión ejercida por el gobierno, que siempre ahoga en sangre cualquier manifestación democrática, como pasó en Puebla, Veracruz, Tlaxcala, México y otras partes.
Pero esta situación violenta e ilegal no puede subsistir más.
Yo he comprendido muy bien que si el Pueblo me ha designado como su candidato para la Presidencia, no es porque haya tenido oportunidad de descubrir en mí las dotes del estadista o del gobernante, sino la virilidad del patriota resuelto a sacrificarse, si es preciso, con tal de conquistar la libertad y ayudar al pueblo a librarse de la odiosa tiranía que lo oprime.
Desde que me lancé a la lucha democrática sabía muy bien que el General Díaz no acataría la voluntad de la Nación, y el noble Pueblo Mexicano, al seguirme a los comicios, sabía también perfectamente el ultraje que le esperaba; pero a pesar de ello, el pueblo dió para la causa de la Libertad un numeroso contingente de mártires cuando estos eran necesarios, y con admirable estoicismo concurrió a las casillas a recibir toda clase de vejaciones.
Pero tal conducta era indispensable para demostrar al mundo entero que el Pueblo Mexicano está apto para la democracia, que está sediento de libertad y que sus actuales gobernantes no responden a sus aspiraciones.
Además la actitud del pueblo antes y durante las elecciones, así como después de ellas, demuestra claramente que rechaza con energía al gobierno del General Díaz y que si se hubieran respetado sus derechos electorales, hubiese sido yo el electo para Presidente de la República.
En tal virtud, y haciéndome eco de la voluntad nacional, declaro ilegales las pasadas elecciones y quedando por tal motivo la República sin gobernantes legítimos, asumo provisionalmente la Presidencia de la República, mientras el pueblo designa, conforme a la ley, sus gobernantes.
Para lograr este objeto es preciso arrojar del poder a los audaces usurpadores que por todo título de legalidad ostentan un fraude escandaloso e inmoral.
Con toda honradez declaro que consideraría una debilidad de mi parte y una traición al pueblo que en mí ha depositado su confianza, no ponerme al frente de mis conciudadanos, quienes ansiosamente me llaman, de todas parts del país, para obligar al General Díaz, por medio de las armas, a que respete la voluntad nacional.
El Gobierno actual, aunque tiene por origen la violencia y el fraude, desde el momento que ha sido tolerado por el Pueblo, puede tener para las naciones extranjeras ciertos títulos de legalidad hasta el 30 del mes entrante en que expiran poderes; pero como es necesario que el nuevo gobierno dimanado del último fraude, no pueda recibirse ya del poder, o por lo menos se encuentre con la mayor parte de la Nación protestando con las armas en la mano, contra esa usurpación, he designado el DOMINGO 20 del entrante Noviembre, para que de las seis de la tarde en adelante, todas las poblaciones de la República se levanten en armas bajo el siguiente
PLAN:
1o.- Se declaran nulas las elecciones para Presidente y Vice-Presidente de la República, Magistrados a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Diputados y Senadores, celebradas en Junio y Julio del corriente año.
2o.- Se desconoce al actual gobierno del General Díaz, así como a todas las autoridades cuyo poder debe dimanar del voto popular, porque además de no haber sido electas por el pueblo, han perdido los pocos títulos que podían tener de legalidad, cometiendo y apoyando con los elementos que el pueblo puso a su disposición para la defensa de sus intereses, el fraude electoral más escandaloso que registra la historia de México.
3o.- Para evitar hasta donde sea posible los trastornos inherentes a todo movimiento revolucionario, se declaran vigentes, a reserva de reformar oportunamente por los medios constitucionales, aquellas que requieran reforma, todas las leyes promulgadas por la actual administración y sus reglamentos respectivos, a excepción de aquellas que manifiestamente se hallen en pugna con los principios proclamados en este plan.
Igualmente se exceptúan las leyes, fallos de tribunales y decretos que hayan sancionado las cuentas y manejos de fondos de todos los funcionarios de la administración porfirista en todos sus ramos: pues tan pronto como la revolución triunfe se iniciará la formación de comisiones de investigación para dictaminar acerca de las responsabilidades en que hayan podido incurrir los funcionarios de la Federación, de los Estados, y de los Municipios.
En todo caso serán respetados los compromisos contraídos por la administración porfirista con gobiernos y corporaciones extranjeros antes del 20 del entrante.
Abusando de la ley de terrenos baldíos, numerosos pequeños propietarios, en su mayoría indígenas, han sido despojados de sus terrenos, ya por acuerdos de la Secretaría de Fomento, o por fallos de los tribunales de la república.
Siendo de toda justicia restituir a sus antiguos poseedores los terrenos de que se les despojó de un modo tan arbitrario, se declaran sujetos a revisión tales disposiciones y fallos y se exigirá a los que los adquirieron de un modo tan inmoral, o a sus herederos, que los restituyan a sus primitivos propietarios, a quienes pagarán también una indemnización por los perjuicios sufridos. Sólo en el caso de que esos terrenos hayan pasado a tercera persona antes de la promulgación de este plan, los antiguos propietarios recibirán indemnización de aquellos en cuyo beneficio se verificó el despojo.
4o.- Además de la Constitución y Leyes vigentes, se declara ley suprema de la República el principio de No-Reelección del Presidente y Vice-Presidente de la República, Gobernadores de los Estados y Presidentes Municipales, mientras se hagan las reformas constitucionales respectivas.
5o.- Asumo el carácter de Presidente Provisional de los Estados Unidos Mexicanos, con las facultades necesarias para hacer la guerra al Gobierno usurpador del General Díaz. Tan pronto como la capital de la República y más de la mitad de los Estados de la Federación estén en poder de las fuerzas del Pueblo, el Presidente Provisional convocará a elecciones generales extraordinarias para un mes después y entregará el poder al Presidente que resulte electo, tan pronto como sea conocido el resultado de la elección.
6o.- El Presidente Provisional antes de entregar el poder, dará cuenta al Congreso de la Unión del uso que haya hecho de las facultades que le confiere el presente plan.
7o.- El día 20 del mes de Noviembre, de las seis de la tarde en adelante, todos los ciudadanos de la República tomarán las armas para arrojar del poder a las autoridades que actualmente la gobiernan.
(Los pueblos que estén retirados de las vías de comunicación lo harán desde la víspera).
8o.- Cuando las autoridades presenten resistencia armada, se obligará por la fuerza de las armas a respetar la voluntad popular; pero en este caso las leyes de la guerra serán rigurosamente observadas, llamándose especialmente la atención sobre las prohibiciones relativas a no usar balas expansivas, ni fusilar a los prisioneros. También se llama la atención respecto al deber de todo mexicano de respetar a los extranjeros en sus personas e intereses.
9o.- Las autoridades que opongan resistencia a la realización de este plan, serán reducidos a prisión para que se les juzgue por los tribunales de la República cuando la revolución haya terminado. Tan pronto como cada ciudad o pueblo recobre su libertad, se reconocerá como autoridad legítima provisional, al principal Jefe de las armas, con facultad para delegar sus funciones en algún otro ciudadano caracterizado, quien será confirmado en su cargo o removido por el Gobernador Provisional.
Una de las primeras medidas del gobierno provisional será poner en libertad a todos los presos políticos.
10o.- El nombramiento de Gobernador Provisional de cada Estado que haya sido ocupado por las fuerzas de la revolución, será hecho por el Presidente Provisional. Este Gobernador tendrá estricta obligación de convocar a elecciones para Gobernador Constitucional del Estado tan pronto como sea posible, a juicio del Presidente Provisional.
Se exceptúan de esta regla los Estados que de dos años a esta parte han sostenido campañas democráticas para cambiar de gobierno, pues en éstos se considerará como Gobernador Provisional al que fue candidato del pueblo, siempre que se adhiera activamente a este plan.
En caso de que el Presidente Provisional no haya hecho el nombramiento de Gobernador, que este nombramiento no hubiera llegado a su destino o bien que el agraciado no aceptare por cualquier circunstancia, entonces el Gobernador será designado por votación entre todos los Jefes de las Armas que operen en el territorio del Estado respectivo, a reserva de que su nombramiento sea ratificado por el Presidente Provisional tan pronto como sea posible.
11o.- Las nuevas autoridades dispondrán de todos los fondos que se encuentren en las oficinas públicas, para los gastos ordinarios de la administración y para los gastos de la guerra, llevando las cuentas con toda escrupulosidad. En caso de que esos fondos no sean suficientes para los gastos de la guerra, contratarán empréstitos, ya sean voluntarios o forzosos. Estos últimos sólo con ciudadanos o instituciones nacionales.
De estos empréstitos se llevará también cuenta escrupulosa y se otorgarán recibos en debida forma a los interesados, a fin de que al triunfar la revolución se les restituya lo prestado.
Transitorio. A.- Los jefes de fuerzas voluntarias tomarán el grado que corresponda
al número de fuerzas a su mando. En caso de operar fuerzas militares y voluntarias unidas, tendrá el mando de ellas el jefe de mayor graduación, pero en caso de que ambos jefes tengan el mismo grado, el mando será del jefe militar.
Los jefes civiles disfrutarán de dicho grado mientras dure la guerra, y una vez terminada, esos nombramientos, a solicitud de los interesados, se revisarán por la Secretaría de Guerra que los ratificará en su grado o los rechazará, según sus méritos.
B.- Todos los jefes, tanto civiles como militares, harán guardar a sus tropas la más estricta disciplina; pues ellos serán responsables ante el Gobierno Provisional de los desmanes que cometan las fuerzas a su mando, salvo que justifiquen no haberles sido posible contener a sus soldados y haber impuesto a los culpables el castigo merecido.
Las penas más severas serán aplicadas a los soldados que saqueen alguna población o que maten a prisioneros indefensos.
C.- Si las fuerzas y las autoridades que sostienen al General Díaz fusilan a los prisioneros de guerra, no por eso y como represalia se hará lo mismo con los de ellos que caigan en poder nuestro; pero en cambio, serán fusiladas dentro de las veinticuatro horas y después de un juicio sumario, las autoridades civiles o militares al servicio del General Díaz, que una vez estallada la revolución hayan ordenado, dispuesto en cualquier forma, transmitido la orden o fusilado a alguno de nuestros soldados.
De esta pena no se eximirán ni los más altos funcionarios; la única excepción será el General Díaz y sus ministros, a quienes en caso de ordenar dichos fusilamientos o permitirlos, se les aplicará la misma pena, pero después de haberlos juzgado por los tribunales de la República, cuando haya terminado la revolución.
En el caso de que el General Díaz disponga que sean respetadas las leyes de la guerra, y que se trate con humanidad a los prisioneros que caigan en sus manos, tendrá la vida salva, pero de todos modos deberá responder ante los tribunales de cómo ha manejado los caudales de la Nación y de cómo ha cumplido con la Ley.
D.- Como es requisito indispensable en las leyes de la guerra que las tropas beligerantes lleven algún uniforme o distintivo y como sería difícil uniformar a las numerosas fuerzas del pueblo que van a tomar parte en la contienda, se adoptará como distintivo de todas las fuerzas libertadoras, ya sean voluntarias o militares, un listón tricolor, en el tocado, o en el brazo.
Conciudadanos: Si os convoco para que toméis las armas y derroquéis al gobierno del General Díaz, no es solamente por el atentado que cometió durante las útlimas elecciones, sino por salvar a la patria del porvenir sombrío que la espera continuando bajo su dictadura y bajo el gobierno de la nefanda oligarquía científica, que sin escrúpulos y a gran prisa están absorbiendo y dilapidando los recursos nacionales, y si permitimos que continúen en el poder, en un plazo muy breve habrán completado su obra: habrán llevado al pueblo a la ignominia y lo habrán envilecido; le habrán chupado todas sus riquezas y dejándolo en la más absoluta miseria; habrán causado la bancarrota de nuestras finanzas y la deshonra de nuestra patria, que débil, empobrecida y maniatada, se encontrará inerme para defender sus fronteras, su honor y sus instituciones.
Por lo que a mí respecta, tengo la conciencia tranquila y nadie podrá acusarme de promover la revolución por miras personales, pues está en la conciencia nacional que hice todo lo posible por llegar a un arreglo pacífico y estuve dispuesto hasta renunciar mi candidatura siempre que el General Díaz hubiese permitido a la Nación designar aunque fuese al Vice-Presidente de la República; pero dominado por incomprensible orgullo y por inaudita soberbia, desoyó la voz de la Patria y prefirió precipitarla en una revolución antes de ceder un ápice, antes de devolver al pueblo un átomo de sus derechos, antes de cumplir aunque fuese en las postrimerías de su vida, parte de las promesas que hizo en la Noria y Tuxtepec.
El mismo justificó la presente revolución cuando dijo: "Que ningún ciudadano se imponga y perpetúe en el ejercicio del poder y esta será la última revolución".
Si en el ánimo del General Díaz hubiesen pesado más los intereses de la Patria que los sórdidos intereses de él y de sus consejeros hubiera evitado esta revolución haciendo algunas concesiones al pueblo; pero ya que no lo hizo... ¡tanto mejor! el camino será más rápido y más radical, pues el pueblo mexicano en vez de lamentarse como un cobarde, aun cobarde, aceptará como un valiente el reto, y ya que el General Díaz pretende apoyarse en la fuerza bruta para imponerle un yugo ignominioso, el pueblo recurrirá a la misma fuerza para sacudir ese yugo, para arrojar a ese hombre funesto del poder y para reconquistar su libertad.
Conciudadanos: No vaciléis pues un momento: tomad las armas, arrojad del poder a los usurpadores, recobrad vuestros derechos de hombres libres y recordad que nuestros antepasados nos legaron una herencia de gloria que no podemos mancillar. Sed como ellos fueron: invencibles en la guerra, magnánimos en la victoria.

SUFRAGIO EFECTIVO. NO REELECCION.
San Luis Potosí, Octubre 5 de 1910.
FRANCISCO I. MADERO


Nota.- El presente plan sólo circulará entre los correligionarios de más confianza hasta el 15 de Noviembre, desde cuya fecha se podrá reimprimir; se divulgará prudentemente desde el 18 y profusamente desde el 20 en adelante.

Fuente: http://twitter.com/lopezobrador_