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miércoles, diciembre 30, 2009

Arranca escalada de precios

México SA
*Arranca escalada de precios
*Cuesta de enero en vertical
*Dinero plástico: más intereses
Antes de arrancar formalmente la masacre fiscal y de precios 2010 que para los mexicanos dispusieron Felipe Calderón y legisladores que lo acompañan, sobresalen algunos adelantados que desde ya cobran a los indefensos consumidores cualquier merma que, según sus estimaciones, pudieran llegar a reportar en el año por inaugurar como resultado de lo que algunos llaman política económica. La Secretaría de Hacienda ha puesto el ejemplo con el indecoroso incremento a la gasolina Magna y el diesel; de inmediato actuaron supermercados y tiendas departamentales; igual los cableros, quienes descaradamente notificaron a su clientela que le trasladarán el nuevo impuesto a las telecomunicaciones que, se supone, a las empresas del ramo corresponde pagar; sigilosos, continuaron tortilleros, panaderos, carniceros y, en fin, todos los demás, que transitan por la misma ruta, pues su tesis es que ninguno de ellos (con el gobierno a la cabeza) tiene por qué pagar su parte, y que al final de cuentas los únicos responsables de la crisis, del hundimiento de la economía, y de todas las barbaridades cometidas y por cometer, son los mexicanos de a pie, que nada tienen que ver con la toma de decisiones.
Y en esta masacre en contra de los consumidores no podía quedar fuera el sistema bancario que opera en México, el cual (en línea con Los Pinos, San Lázaro, Marcelo y sus asambleístas del Distrito Federal, los gobernadores, los legisladores estatales y demás fauna que sólo ve por el “bien del pueblo”) utilizó la cuchara más grande para servirse: de un mes para otro (noviembre a diciembre) aumentó más de 30 puntos porcentuales (180 por ciento) a las tasas de interés que cobran a los usuarios de las tarjetas de crédito y prácticamente triplicó el castigo monetario para clientes morosos.
Tal es el caso de la trasnacional financiera HSBC, que al cierre de noviembre pasado aplicaba una tasa de interés de 18 por ciento (anualizada) a sus tarjetahabientes cumplidos. Para diciembre de 2009 incrementó dicho indicador a 50.6 por ciento (anualizada); es decir, un aumento de 32.6 puntos porcentuales de un plumazo, sin considerar comisiones e impuesto al valor agregado. Todo ello sin mover un milímetro el pago mínimo mensual, con lo que cerca de 95 por ciento de dicho pago se destina a cubrir los intereses y tan sólo 5 por ciento a la amortización de capital, de tal forma que la deuda se convierte en un excelente cuan perverso negocio para las hacendadas instituciones financieras y en una tienda de raya para el usuario del dinero plástico, el moderno peón del siglo XXI.
Lo anterior, en medio de la aseveración del Banco de México de que el crecimiento del índice nacional de precios al consumidor a lo largo de 2009 sería de 3.6 por ciento, aproximadamente, lo que de ser correcto implicaría que la banca que opera en el país –HSBC, por ejemplo– cargaría a sus tarjetahabientes tasas de interés 14 veces mayores a la inflación oficial, la misma que se utiliza para “actualizar” salarios y –como dice la patronal– para “cobrar multas”. Por el lado del castigo monetario para la clientela morosa, en el periodo referido la tasa anualizada pasó de 36 a 98 por ciento, un enloquecido incremento de 62 puntos porcentuales, que provoca el avance exponencial del adeudo y, en automático, hace irrecuperable el débito de tal clientela. Por si fuera poco, a partir del primer día de 2010 el IVA que se carga a intereses y comisiones se incrementa un punto porcentual (de 15 a 16 por ciento).
Para el caso bancario, las cifras citadas son las más recientes, las más frescas, las que a las de ya deberán pagar los tarjetahabientes, pero los organismos públicos oficialmente encargados de “vigilar” y “meter en orden” a las instituciones financieras apenas divulgan los números correspondientes a septiembre (Comisión Nacional Bancaria y de Valores) y octubre (Banco de México), con lo que aparentemente la situación no es tan mala como la descrita (no se cita a la Condusef, porque ya ni siquiera funciona su página web “calculadora de tarjetas de crédito”, pues “está en construcción”).
En este sentido, el Banco de México (que en unas horas más quedará en manos del doctor catarrito, el resultón soldado del inquilino de Los Pinos) asegura estar “comprometido con mejorar la transparencia en el sistema financiero, a fin de alcanzar niveles de competencia más intensa y mayores beneficios para los usuarios finales”, para lo cual “publica información detallada sobre las tasas de interés efectivas que dichos intermediarios cobran a sus clientes de tarjeta de crédito”. Qué bueno, pero la publica con dos meses de retraso, cuando menos.
Así es. En su más reciente reporte, correspondiente a octubre de 2009, el Banco de México asegura que en ese mes HSBC, por ejemplo, registró una “tasa efectiva promedio ponderada” de 33.5 por ciento y una “tasa efectiva mediana” de 35.8 por ciento (aplicables sólo “a clientes que se encuentran al corriente en sus pagos, es decir, se excluye la cartera de los atrasados o morosos”, según explica el propio banco central), aunque la propia institución bancaria documenta que tal rédito no pasó de 18 por ciento. ¿Qué sucedió en noviembre y diciembre con los salvajes intereses que cobran a los usuarios de dinero plástico? Calma, pues quien desee saberlo de manera oficial deberá esperar el respectivo informe de la institución –por esos meses ya “gobernada” por Agustín Carstens– correspondiente a febrero o marzo de 2010, según sea el caso, es decir, después de practicado el embargo al tarjetahabiente deudor.
En vía de mientras, el reporte del Banco de México correspondiente a octubre pasado ubica a Banco Coppel (cuyo dueño, Enrique Coppel Luken, promovió a Felipe Calderón en tiempos electorales con aquella famosa carta “personal” que dirigió a sus trabajadores y se publicó por doquier, y a cambio obtuvo rápida autorización de Hacienda para operar la citada institución bancaria, de las llamadas “chatarra”) como el emisor de tarjetas de crédito con intereses (sólo intereses) más elevados en el mercado mexicano: 67 por ciento (falta noviembre y diciembre). Le sigue banco Invex, con Juan Bautista Guichard Michel, con 65.8 por ciento (ídem).
Las rebanadas del pastel
Lo descrito no significa que hasta allí llegó el saqueo, porque es previsible que a lo largo de 2010 la citada práctica bancaria en contra de los usuarios de dinero plástico se refuerce lo mismo con los bienes y servicios, en medio de un océano de impuestos. Entonces, ¿alguien mínimamente cuerdo en el gobierno y/o en la iniciativa privada supone que con la masacre fiscal, de precios públicos y privados y de tasas de interés a la que someten a los mexicanos se logrará reactivar la economía, el país saldrá del hoyo y todos “vivirán mejor”?
cfvmexico_sa@hotmail.commexicosa@infinitum.com.mx

viernes, marzo 06, 2009

Especulación, un barril sin fondo

México SA
Especulación, un barril sin fondo
Grito de plañideras contra tope a tasas de interés bancarias
Para estabilizar” el tipo de cambio e inyectar “confianza” en el mercado, según dice, el gobierno federal mantiene su rígida “estrategia” de llenar el barril sin fondo de la especulación cambiaria. En poco más de cuatro meses sacrificó más de 22 mil millones de dólares de las reservas internacionales para tal fin y, a cambio, en el mismo lapso, el peso se ha devaluado casi 50 por ciento frente al dólar, con lo que la administración Calderón ya supera la “quema” de reservas que para igual propósito –con idéntico resultado– ordenó en 1994 el gobierno salinista saliente y el zedillista entrante.
A razón promedio de casi 185 millones de dólares cotidianamente –sábados, domingos y días festivos incluidos–, en 143 días se han “quemado” 22 mil 89 millones de dólares en reservas internacionales, un monto superior a los aproximadamente 20 mil millones de billetes verdes que el gobierno salinista “sacrificó” de enero a noviembre de 1994, más el primer mes de la administración zedillista. En todos los casos el resultado obtenido fue idéntico: la caída en picada del peso y la felicidad plena de las hordas especulativas.
Más allá de que con Calderón el “sacrificio” de reservas ya es mayor que el reportado por la dupla Salinas-Zedillo, la diferencia entre uno y otro episodio, es que en 1994 en promedio se “quemaron” casi 55 millones de dólares por día, mientras que en el caso del actual inquilino de Los Pinos esa proporción alcanza ya los 185 millones de billetes verdes cada 24 horas, en los 143 días que van del 8 de octubre de 2008 al 28 de febrero de 2009, una diferencia de 3.4 tantos entre una y otra cifra, marcador favorable al mochoacano.
“Es el mercado”, gritaron a coro gobierno y jilgueros en 1994, en plena sacudida político-económico-financiera, y ahora lo repite, con sospechosa puntualidad, la actual administración e idénticos jilgueros, como si tal mercado no tuviera responsables y éstos nombre y apellido, los cuales, sin duda, deben ser los mismos que saquearon al país en las no pocas devaluaciones registradas en las tres últimas décadas.
En su edición de ayer, La Jornada (en nota de Roberto González Amador) denuncia que “uno de cada cuatro dólares que el Banco de México tenía en la reserva internacional de divisas al inicio de octubre, cuando comenzaron los ataques especulativos contra el peso, se han esfumado de las arcas del banco central, mientras el valor del peso frente a la divisa estadunidense continuó cayendo esta semana a niveles sin precedente, indicaron reportes oficiales. Desde principios de octubre de 2008 y hasta el cierre de febrero de este año, la reserva internacional de divisas acumuló una pérdida de 22 mil 89 millones de dólares, que han sido utilizados por el banco central para proveer liquidez al mercado de cambios, a través de dos mecanismos: la subasta de dólares entre las instituciones financieras o, como es práctica desde el mes pasado, la venta de manera discrecional y opaca a determinados bancos. La pérdida de reservas por estas dos vías es equivalente a 26.51 por ciento –es decir, poco más de una cuarta parte– de las divisas que el banco central tenía en custodia a principios de octubre de 2008, al comenzar el actual periodo de inestabilidad financiera mundial, que eran 83 mil 312 millones de dólares, de acuerdo con datos del banco emisor”.
Pues bien, la cifra detallada por el buen Roberto resulta casi el doble, si se compara con lo que al país le costó, en términos de reservas internacionales, el asesinato de Luis Donaldo Colosio, que el próximo cumple 15 años. En esa ocasión, el “sacrificio” para estabilizar, fallidamente desde luego, el tipo de cambio del peso frente al dólar le costó al país 10 mil 388 millones de dólares, de acuerdo con la estadística del Banco de México, la misma que hoy documenta los citados 22 mil 89 millones de billetes verdes que, antes como ahora, han sido servidos en bandeja de plata por la Comisión de Cambios (Secretaría de Hacienda y el propio Banco de México) para que las hordas especulativas se alimenten, aunque nunca quedan satisfechas. Y van por más, y se los van a servir.
Sólo para dar un punto de comparación, el llamado “error de diciembre” (el día 21 del último mes de 1994, o lo que es lo mismo el arranque de la crisis económico-financiera de entonces) a los mexicanos les significó la pérdida de 4 mil 543 millones de dólares en reservas internacionales, y si se considera el mes completo, el primero del gobierno zedillista, 6 mil 336 millones de billetes verdes, lo que arroja un promedio diario en el último mes del año citado de poco más de 204 millones, un monto no lejano de los 185 millones que cotidianamente, a lo largo de 143 días, ha “quemado” el que, según Felipe Calderón, resulta un “muy buen equipo económico, probablemente uno de los mejores del mundo” (¿cómo serán los peores?).
Si tal “sacrificio” cuando menos arrojara resultados tangibles, pues bueno se podría pensar que ese es el lamentable y elevado costo que hay que pagar por la estabilidad de la moneda nacional, pero a mayor “quema” de reservas internacionales más alto vuela el tipo de cambio, en detrimento, obvio es, del peso mexicano. Si ello es exasperante, peor aún resulta que el gobierno federal se niegue a denunciar, con nombre, apellido y nacionalidad, quiénes son los “devoradores” –como bien lo apunta la cabeza jornalera de ayer– de los recursos que pertenecen a la nación, en este nuevo capítulo del inagotable historial de saqueos de que han sido víctimas los mexicanos.
De cualquier suerte, la “estrategia” y el saqueo de las reservas internacionales deben concluir, y los responsables de la sangría –de ambos lados, meseros y comensales– pagar las consecuencias.
Las rebanadas del pastel
Agarraditas de la mano, ya se escucha a las plañideras: “sería nocivo poner un tope a tasas de interés”, según la trinca infernal (Secretaría de Hacienda, la Condusef y la Asociación de Banqueros de –en- México), porque, dicen con el pañuelo húmedo, una decisión de tal naturaleza “afectaría a sectores desprotegidos que no tendrían acceso a las tarjetas de crédito”, es decir, los mismos indefensos usuarios que por el agio institucionalizado que avala el gobierno federal hoy no pueden pagarlas.
cfvmexico_sa@hotmail.com
mexicosa@infinitum.com.mx

COMENTARIO:
El infierno existe! Esta asentado aquí en México. Pero cúando pasaron los mexicanos de patriotas y entrones a viles pusilánimes valemadristas? En cualquier otro país el nefasto e inepto gobierno ya hubiese sido obligado a dimitir, excepto aquí. Para qué demonios quieren tragarse 6 años de estupideces sin decir ni pío? Para que al final les quede el "orgullo" de gritarles rateros? Valiente pueblo mexicano y con gustos muy raros y caros...

martes, enero 13, 2009

Congelan dólares en bancos de Tijuana

Situación causa temor a cuentahabientes y empresarios

HSBC en Tijuana se niega a entregar dólares en efectivo inclusive a cuentahabientes con cuentas en esta divisa sin dar una explicación al respecto desde el primero de enero de 2009. Autoridades federales lo saben, pero sólo "investigan."
(Tijuana, BC - 13 de Enero de 2009) Bancos como HSBC dejaron de entregar dólares y euros en efectivo inclusive para quienes tienen cuentas en efectivo desde el pasado primero de enero, dio a conocer el diario El Mexicano, de Tijuana. La situación ha generado descontento e incertidumbre por parte de usuarios financieros.A los cuentahabientes se les advirtió que las divisas simplemente no llegaron "a tiempo", lo cual causó gran molestia y temor por parte de empresarios y personas físicas, ya que saben que esto les podría causar importantes pérdidas monetarias por cada dólar. El Mexicano dio a conocer que ya saben sobre esta situación tanto el Banco Nacional como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. La CONDUSEF dio a conocer que la situación solamente afecta a la franja fronteriza.SDP pudo constatar el día de ayer que HSBC, en efecto, no está entregando dólares en sus sucursales en Tijuana. De acuerdo con la CONDUSEF el banco no ha declarado por qué está ocurriendo esto.Los bancos tampoco están recibiendo dólares ni euros en ventanilla. Lo único que se le ofrece al cliente es recursos mediante transferencias electrónicas, a través de cajeros, pero con un límite diario y al tipo de cambio del banco. También se ofrecen cheques de viajero hasta por 5 mil dólares. Lo único que se niega es efectivo. El problema es que el contrato con cuentahabientes no contemplaba esta situación.Según el diario tijuanense, la CONDUSEF "seguirá analizando la situación", que ya es del conocimiento del Banco de México y de la CNBV. No se ha mencionado ninguna sanción ni se ha dado ninguna explicación por esta situación. Hasta el momento, la CONDUSEF se ha limitado a decir que espera que el banco "recapacite" y que los clientes tienen derecho a cambiar de banco.

lunes, diciembre 22, 2008

No cesan los gastos superfluos de las autoridades: “gobierno legítimo”

■ Balones de futbol, pelotas de tenis y ligas para pilates, entre las adquisiciones
No cesan los gastos superfluos de las autoridades: “gobierno legítimo”
Pese a la crisis económica, dependencias financieras de la administración federal pretenden erogar millones de pesos en gastos superfluos para beneficiar a funcionarios de alto nivel, denunció la secretaría de la hacienda pública del “gobierno legítimo” de México.
Informó que el Programa Anual de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios 2009 (PAAAS-09) del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la Comisión para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) planean compra de medicinas, accesorios para juegos y cocina; gastar en rentas de inmuebles y computadoras a un elevado costo y realizar erogaciones millonarias para gastos médicos mayores.
En el caso de la SHCP, destacó que en el PAAAS-09 incluye como “materiales y suministros para el trabajo: aspirinas, Melox, Alka Seltzer, Neomelubrina, Pepto Bismol, Buscapina, Desenfriol, así como otros antigripales y ungüentos para torceduras, como Lonol”.
Además, lotes de productos alimenticios y gastos de alimentación para funcionarios, dominós, refrigeradores de diversas capacidades, hornos de microondas, acondicionadores de aire y ventiladores. Lo mismo, cafeteras, ollas, cacerolas, abrelatas, rayadoras, batidoras, rebanadoras, platos, tazas, vasos, cubiertos, galletas, azúcar, café, té y refrescos. También vasijas de porcelana y barro.
De igual manera, balones de futbol, pelotas de tenis y ligas cortas y largas para practicar pilates; caminadoras con inclinación, así como artículos y prendas de vestir para caballero y dama, donde figuran trajes sastre y calzado.
El PAAAS-09 de la SHCP tiene también previstos pagos de tenencia y mantenimiento de vehículos oficiales, viáticos, adquisición de televisores de plasma y la contratación de servicios de televisión privada como Sky con sus paquetes Movie City y Fun, y el pago de la impresión de tarjetas de presentación de funcionarios públicos.
La secretaría de la hacienda pública destacó, en el caso del IPAB, que durante el próximo año prevé destinar 7 millones 727 mil pesos para el pago de renta de tres pisos (6, 7 y 8) en un edificio ubicado en la calle Hamburgo número 213.
Asimismo, “10 millones 795 mil pesos para el arrendamiento de computadoras, 54 millones 151 mil pesos para servicios de asesorías externas; un millón 519 mil pesos por concepto de pago de estacionamiento para los funcionarios de alto nivel; tres millones de pesos para la difusión de mensajes, 5 millones 237 mil para servicios de administración y más de 2 millones 500 mil pesos para pasajes internacionales”.
Para gastos médicos mayores, el IPAB planea –de acuerdo con el análisis del “gobierno legítimo”– 55 millones de pesos, en virtud de que el seguro correspondiente otorga una cobertura hasta de 66 salarios mínimos por concepto de honorarios médicos; 30 por ciento de lo que cobre el anestesiólogo, cuando se trate de intervenciones quirúrgicas; 35 por ciento para el pago de los ayudantes del especialista, más lo que corresponda a personal de enfermería, por uso de cuarto y alimentos en habitación tipo suite, una cama extra y consultas de médicos por tres turnos diarios de 8 horas cada uno. Aparte, menciona “ayuda” funeraria hasta por 20 mil pesos.
En cuanto a la CNBV, 712 mil 670 pesos para la compra de dulces, extracto de café, refrescos, desayunos, entre otros, para la oficina del presidente. Un millón 416 mil pesos para el pago de teléfonos celulares de funcionarios de alto nivel y un millón 166 mil pesos para arrendar vehículos terrestres. También 60 millones de pesos, en promedio, para servicios de asesoría y gastos médicos.
La Condusef destinará, por su parte, para la renta de inmuebles, 24 millones 391 mil pesos, y para el “arrendamiento de computadoras, 14 millones 196 mil pesos”. Por concepto de vales de gasolina, mensajería y pasajes internacionales, más de 3 millones 500 mil pesos. Asimismo, 246 mil pesos para la adquisición de galletas, refrescos, café, agua mineral, refrescos de naranja y de manzana, y más.