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sábado, enero 15, 2011

Masacre en Arizona, la comunicación del odio

La ofrenda en Tucson, Arizona.

Jenaro Villamil

MÉXICO, D.F., 11 de enero (apro).- “Todas las sociedades tienen sus locos. Pero nosotros les damos las mejores armas”, afirmó en su blog el esposo de una de las 6 víctimas mortales del tiroteo protagonizado el sábado pasado por Jared Lee Loughner, un joven de 22 años que decidió aplicar de manera literal la recomendación de Sarah Palin, la reina del Tea Party, quien, en su página de Facebook, le puso precio a la cabeza de 19 congresistas demócratas, entre ellos Gabrielle Giffords, quien se encuentra gravemente herida.

Después de conocer las dimensiones de la masacre de Tucson, los padrinos intelectuales de esta ola de xenofobia, racismo y resentimiento social que precedieronn a los acontecimientos de esa ciudad de Arizona, decidieron lavarse las manos.

Sarah Palin retiró de su página el polémico mapa donde pedía “recargar” el arma contra los congresistas enemigos. El republicano Rick Barber también quitó de su blog la referencia “Preparen sus armas” contra los enemigos de la ola neoconservadora del Tea Party. El canal Fox de televisión, firme aliado del Tea Party, insiste que Loughner no tiene ninguna relación con el movimiento iniciado en 2009.

Sin embargo, en la mayoría de los medios de Estados Unidos y en amplios círculos de las propias redes cibernéticas se ha generado un debate inevitable: ¿los blogs y mensajes de odio no tienen ninguna relación con los crímenes de odio como los cometidos por Lee Loughner? ¿Quién es más peligroso para Estados Unidos: un sitio como Wikileaks y su creador, Julian Assange, acusado de promotor de terrorismo, o los auténticos sembradores del terror y del estigma social?

A nadie ha pasado desapercibido que Arizona se ha convertido en el epicentro de una ola de polarización y de odio, a raíz de las medidas legales aprobadas por la gobernadora republicana Jan Brewer para detener a los inmigrantes indocumentados –la gran mayoría mexicanos-- por su simple apariencia física. Y que Giffords fue una firme opositora a estas medidas y por esta razón recibió muchas amenazas previas.

Tampoco es accidental que uno de los think tanks del pensamiento neoconservador que alimenta el Tea Party y otros movimientos es el Phoenix Institute de Arizona. En un extenso reportaje, publicado en El País el pasado 2 de enero, el reportero José Luis Barbería, advirtió que existe una mezcla de “masonería blanca” al estilo del Yunque mexicano y el extremismo ideológico del Phoenix Institute de Arizona en el surgimiento de distintos movimientos españoles de extrema derecha.

En sus folletos propagandísticos, el Phoenix Institute pone el acento en que sus alumnos ‘suelen participar activamente en la vida política, económica, académica y social’. Como prueba, señalan que entre sus egresados mexicanos se contabilizan, al día de hoy, dirigentes de grandes partidos políticos, varios diputados federales, el representante de México ante el Consejo de Europa, prestigiosos profesores universitarios, importantes directivos del ámbito bancario y empresarial… Sus fundadores becan a adolescentes para que hagan determinados cursos en Estados Unidos y ya hay casos en que los padres muy conservadores se escandalizan a la vista de las ideas con que vuelven sus hijos”, escribe Barbería en su extenso reportaje.

El texto de El País revela que existe una misma línea ideológica entre el Phoenix Institute, defensor del modelo wasp (blanco, anglosajón y protestante) más conservador, con el rechazo de grupos de extremismo católico en España y México que rechazan el evolucionismo y tienen una amplia capacidad para utilizar las nuevas tecnologías digitales y los blogs para expresar sus ideas.

El “disparador solitario” de Tucson, Jared Lee Loughner, presumió en su propia página de Youtube su paso por varios institutos de Arizona, vinculados a ese movimiento neoconservador y presume así su condición de vengador blanco:

“Si me llamas terrorista, entonces el argumento para llamarme terrorista es ad hominem.” Y en el mismo tono del analfabetismo cívico que caracteriza a amplios grupos que forman parte del Tea Party, afirmó:

“La mayoría de los ciudadanos no leyó nunca la Constitución. NO tienes que aceptar las leyes federalistas. Pero lee la Constitución para saber todo de las actuales leyes traidoras. ¿Eres instruido oyente?”

La delgada frontera entre la tontería neoconservadora expresada en los blogs y el activismo de tintes cada vez más intolerantes de Sarah Palin, y sus seguidores y apoyos mediáticos, encontraron en la masacre de Tucson su punto de encuentro y la demostración más clara de hasta dónde pueden llegar.

“El odio, el rencor y la intolerancia se han vuelto ultrajantes. Creo que Arizona se ha convertido en una especie de capital: nos hemos convertido en la Meca del prejuicio y la intolerancia”, se quejó Clarence Dupnik, el comisario de Pima, al conocerse la masacre.

Desgraciadamente, Arizona y su clima de intolerancia no está muy lejos de México y de los movimientos semejantes que se aglutinan en nuestro país.

www.jenarovillamil.wordpress.com

domingo, enero 24, 2010

Partido del Té: revuelta populista contra Obama y Wall Street

Bajo la Lupa

*Partido del Té: revuelta populista contra Obama y Wall Street

Scott Brown, durante una conferencia de prensa el miércoles pasado en Boston.


Aun año de su presidencia, Barack Obama ha sido sacudido casi letalmente en el bastión demócrata de Massachusetts, donde Martha Coakley, candidata a ocupar la senaduría que dejó vacante el icono Ted Kennedy, fue duramente vapuleada con 5 por ciento de diferencia cuando a finales de año llevaba una ventaja cómoda de 21 puntos.
La catástrofe rebasa los confines de Massachusetts y ha puesto en tela de juicio la capacidad de gestión de Obama, lo cual conlleva profundas implicaciones en la política exterior de Estados Unidos.
Anna Fifield, de The Financial Times (19/1/10), diagnostica correctamente que detrás del triunfo sorprendente del republicano Scott Brown (un óptimo candidato) se encuentra el Partido del Té (The Tea Party), que catalizó a la extrema derecha populista y racista.
Ya habíamos anticipado el ascenso irresistible del Partido del Té (ver Bajo la Lupa, 13/12/09), genuina protesta ciudadana frente a los atracos descarados de los banqueros de Wall Street.
Como hace más de dos siglos, hoy se repite en el mismo Boston la revuelta populista en contra de los excesos de un mal gobierno que ignora el malestar ciudadano.
Anna Fifield pone en relieve que el Partido del Té ha absorbido a la extrema derecha televangelista y racista del Partido Republicano.
Puntualiza que el Partido del Té “está bien organizado, y bien financiado (sic) por una red de grupos conservadores” cuya punta de lanza la constituyen FreedomWorks y Americans for Prosperity, que han congregado masivas manifestaciones en Washington en las que “se oponen a todo (sic), desde la legislación del cambio climático hasta el paquete de estímulo económico”, en donde han insultado con ataques racistas a Obama, tildado de “marxista musulmán” (otros lo han vilipendiado como instrumento de los banqueros israelíes Rotschild).
Cita a Faiz Shakir, del Centro del Progreso Estadunidense, centro de pensamiento cercano a los demócratas, quien considera que las protestas del Partido del Té “persistirán”, debido a su enorme financiamiento proveniente del “sector petrolero (¡súper-sic!) y/o de Wall Street”, quienes saben que no serán favorecidos por Obama, por lo que “usan la furia popular para sus propios intereses empresariales”. ¿Pues qué se esperaban los ingenuos demócratas?
Anna Fifield asevera que la influencia del Partido del Té es ya “muy significativa en la política interna de Estados Unidos” y que está apoyado por Sarah Palin, la fracasada candidata a la vicepresidencia, y Rush Limbaugh, “el incendiario conductor de Fox News”.
Mas que votar por el Partido Republicano y/o el Partido del Té, el iracundo electorado estaría votando en contra de Obama, quien ha sufrido una transmogrificación (transformación a una forma extraña) al actuar más como presidente del statu quo del establishment que como “el presidente del cambio” del Partido Demócrata que se esperaba, pretendiendo ignorar, a su cuenta y riesgo, la gravedad de la situación económica y financiera de Estados Unidos, que ha martirizado primordialmente a la clase media, ya no se diga a los miserables desahuciados, en beneficio de una caterva de banqueros parasitarios.
El Obama de inicios de 2010 no tiene nada que ver con el candidato de 2008 que tanta esperanza le infundió a Estados Unidos y al mundo.
El Obama de todo el 2009 fue un espejismo insalubre que pretendió engañar con su seductora grandilocuencia desvinculada de sus actos de gobierno y que dejó perdidas sus promesas en el desierto de sus maravillosos discursos de conciliación biosférica en Egipto, Turquía y Trinidad-Tobago.
El ascenso del Partido del Té es imponentemente real, como reflejo de una profunda crisis que se manifiesta más que en otro lado en el cementerio masivo del desempleo: 5 millones de estadunidenses perdieron su trabajo en 2009; solamente en diciembre se alcanzó medio millón de despedidos, mientras los banqueros de la plutocracia parasitaria de Wall Streeet se gratificaban con bonificaciones subvencionadas por los contribuyentes.
La reforma de salud de Obama ha quedado en el aire, mientras en Alemania lo dan por liquidado (Der Spiegel, 21/1/10).
No nos preocupa tanto la elección de “medio término” en noviembre de este año, cuando, en caso de proseguir la tendencia de la justificada revuelta ciudadana, el Partido del Té no solamente le quitaría las mayorías que todavía conserva el Partido Demócrata en las dos cámaras, amén de paralizar la lubricación del Ejecutivo con el Legislativo, sino, peor aún, pudiera llevar a la ominosa defenestración (impeachment) de un Obama pusilánime e irreconocible para sus electores defraudados.
Lo que más nos preocupa es la elección presidencial de 2013, que pudiera colocar a una amazona como Sarah Palin en la Casa Blanca, lo cual acercaría más que nunca al país a una confrontación bélica con Rusia y/o China, cuyos estrategas han de estar perplejos ante la acelerada descomposición doméstica de Estados Unidos.
La única salvación de Obama –y de paso, del mundo– es que regrese a ser aquel candidato que la mayoría de los ciudadanos del planeta anhelaron.
Obama tuvo un pésimo primer año de gobierno cuando fue secuestrado por los banqueros parasitarios de Wall Street y el complejo militar-industrial, mientras reaccionaba con un desprendimiento evasivo ante la gravedad de la situación.
No será tarea fácil su reconversión y pareciera que los tres años que le quedan serán todavía más difíciles después de haber perdido su oportunidad dorada hoy descarrilada por su vacuidad retórica.
Simon Schama, historiador israelí-británico de la Universidad de Columbia, aconseja que Obama “está obligado a jugar al populismo (¡súper-sic!)”, así como realizar un ajuste de sus consejeros, quienes han dejado mucho que desear.
Schama exagera los logros domésticos de Obama, pero considera que tiene una gran oportunidad de resucitar mediante “una reforma regulatoria de las finanzas”, como “su teatro perfecto para reclamar el populismo” y llenar “el vacío de pasión que la extrema derecha ha rugido (sic) con una histriónica furia infecciosa (sic)”.
¿Las múltiples amenazas de muerte a Obama en Facebook lo habrán eviscerado de su mística apasionada?
Son tiempos inéditos cuando la grave crisis financiera y económica global, propalada por el bushismo del Partido Republicano, requiere el ineludible golpe de timón de un gran estadista a imagen y semejanza de Franklin D. Roosevelt, a quien Obama debe emular para bien común de Estados Unidos y del planeta entero. No tiene otra opción y todavía está mínimamente a tiempo para revertir el doble tsunami doméstico e internacional que se le vino encima, ya que de otra manera pasará al basurero de la historia como un intranscendente Gorbachov, el sepulturero de la URSS.
Reconocemos que el daño que exhibe Estados Unidos es estructural y rebasa las contingencias sicoanalíticas de los personajes. Pero justamente los estadistas trascendentales son quienes entienden los ritmos y alcances de los tiempos.
Hoy Obama se encuentra ante un dilema de alcances shakespearianos: ser Roosevelt o Gorbachov. That is the real question.
Por su reciente declaración de guerra a los banqueros de Wall Street, Obama parece que no desea ser un Gorbachov.

domingo, julio 26, 2009

Estrellas fugaces

Rebeldes azules pintan sus rostros y hacen sonar sus tambores de guerra para salir a confrontar la designación e imposición del nuevo presidente del PAN. Son seis personajes que intentan convencer a sus correligionarios de que un dedazo presidencial podría ser mortal rumbo al 2012. Por eso están decididos a librar…
LA BATALLA DEL TUCONCA

Todos Unidos Contra Calderón
No queremos un presidente espurio

Rebeldes azules pintan sus rostros y hacen sonar sus tambores de guerra para salir a confrontar la designación e imposición del nuevo presidente del PAN. Son seis personajes que intentan convencer a sus correligionarios de que un dedazo presidencial podría ser mortal rumbo al 2012. Por eso están decididos a librar…
LA BATALLA DEL TUCONCA
Todos Unidos Contra Calderón
Manuel Espino / Ex presidente del PAN

En 1997, el gobierno de Canadá recibió 800 solicitudes de mexicanos que pedían refugio. En 2005, la cifra llegó a 3 mil 400.
En 2006, cuando el presidente Felipe Calderón inició la guerra contra el narcotráfico, se registraron 4 mil 948 solicitudes. Dos años más tarde, este número casi se duplicó: 9 mil 400 peticiones de refugio en 12 meses.
En 2009, las luces de alerta se encendieron. En Vancouver aumentaron los crímenes violentos y las autoridades de Canadá confirmaron que existían vínculos entre las pandillas de narcotraficantes de ese país y los cárteles de México. ...Hoy, en medio de desencuentros diplomáticos entre dos países que son socios comerciales, los mexicanos se preguntan...

Los antagonistas republicanos que iban a frenar a Obama, hoy protagonizan la historia de un gran fracaso político.