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lunes, junio 13, 2011

Consejeros electorales, ¿le tocan al juez?



“¡Alguien tiene que poder hacer algo!” es una frase que emerge espontánea de la preocupación. Clamor que proviene de la ansiedad. Esa es mi reacción cuando pienso en la intransigencia de los diputados priistas y la impericia de los otros que, en conjunto, han impedido el nombramiento de los tres consejeros que le faltan al IFE.
La cosa es seria, porque han maltratado a una institución clave para la democracia mexicana y porque, en estricto sentido, si nos atenemos a lo que dicta el artículo 41 de la Constitución, el Consejo General de esa autoridad no está plenamente integrado. Ese órgano tiene una conformación constitucional puntual: “se integrará por un consejero presidente y ocho consejeros electorales”. Y hoy sólo hay un presidente y cinco consejeros que, para colmo, como en el chiste aquél de las neuronas, están peleados.
Así que la omisión de los diputados no es cosa menor. La falta de nombramiento, en un cierto sentido, materializa la violación de una obligación constitucional: los consejeros “serán elegidos sucesivamente por el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara de Diputados, a propuesta de los grupos parlamentarios”. Y ello se traduce en la deficiente integración del órgano “superior de dirección” de la autoridad que tiene a su cargo “en forma integral y directa”, entre otras, nada más y nada menos que “las actividades relativas a la capacitación cívica (…), al padrón y lista de electores, impresión de materiales electorales, preparación de la jornada electoral, los cómputos (…), declaración de validez y otorgamiento de constancias en las elecciones de diputados y senadores, cómputo de la elección de Presidente (...)”.
Algunas voces ocurrentes ya preguntan qué pasaría si comienza el proceso electoral de 2012 sin que se verifique el nombramiento de los consejeros. Conviene advertirlo: la legitimidad de la elección podría quedar comprometida, y la legalidad de las decisiones del consejo podría controvertirse. Y, tratándose de una elección presidencial y de la renovación del Congreso de la Unión, ello puede provocar una crisis constitucional. Basta con que los poderosos actores que se ven afectados por las decisiones del máximo órgano de dirección del IFE usen este defecto como estrategia. Por eso, potencialmente, el orden constitucional democrático y, junto con éste, el Estado mexicano (Kelsen, dixit) pueden entrar en crisis. De ese tamaño es la irresponsabilidad de los partidos y de sus diputados. Y por eso conviene preguntarnos si existe una ruta constitucional para sortear la omisión legislativa. Ello para garantizar que el nombramiento de los consejeros se realice antes del 1 de octubre de este año. Propongo una alterativa que, dada la situación, conviene analizar.
Todos los poderes tienen la responsabilidad de velar por la vigencia del ordenamiento constitucional. Y, cuando algo falla, en última instancia, corresponde al Poder Judicial —en particular a la SCJN en sus vestes de Tribunal Constitucional— garantizar la integridad del mismo. Este es el caso porque la omisión legislativa amenaza al orden constitucional del país. Pues bien: el Poder Ejecutivo o incluso los senadores podrían presentar una controversia constitucional en contra de la Cámara de Diputados para que el Pleno de la SCJN intervenga (Art. 105, I). Ello aduciendo que no se trata de un asunto en estricto sentido electoral y porque la Corte es el último garante del sistema constitucional mexicano.
En su defecto, si se considera que la materia sí es electoral, la estrategia sigue abierta, pero ante el Tribunal Electoral (Art. 99, V). La Corte o el Tribunal podrían: a) ordenar a los diputados sesionar para nombrar inmediatamente a los consejeros; b) establecer un plazo perentorio para que los propios diputados hagan su tarea, pero si no lo hacen; c) nombrar a los consejeros mediante la insaculación de tres nombres de la lista que ya existe. Es una solución extrema —que trastoca el sentido político del nombramiento—, pero hay un precedente: Yucatán en 2001.

*Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM

martes, noviembre 09, 2010

El juego perverso de la elección de consejeros

Vázquez Mota. Al estilo PRI

Jesusa Cervantes

MÉXICO, D.F., 5 de noviembre (apro).- ¿Cuál es el juego de Josefina Vázquez Mota, coordinadora del PAN y presidenta de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, en el proceso para elegir a tres nuevos consejeros del IFE?
La diputada panista se ha dedicado a promover reuniones “bilaterales”, en lugar de buscar acuerdos de consenso con el PRI y el PRD o, incluso, con las demás fuerzas políticas que permitan encontrar una salida a lo que ya se anuncia como la próxima crisis política del 2012 por la conformación del IFE.
Vázquez Mota ¿actúa como precandidata de su partido a la elección presidencial? o ¿cómo verdadera cabeza de Cámara que busca consensos en bien del país o en bien de su partido?
El PRI pretende dos de las tres posiciones que quedaron vacantes en el IFE. Los nuevos consejeros serán parte de lo nueve funcionarios electorales que organizarán la elección presidencial de 2012.
Si resulta crucial para la vida democrática del país la elección de los consejeros; si de la forma en que se designen recobrará o cavará su tumba la credibilidad del IFE, ¿por qué el PRI se empecina en tratar de imponer dos lugares en lugar de uno? ¿Por qué se quiere agandallar, ¿por qué al PAN le ofrece su respaldo incondicional a su candidato, a cambio de su apoyo a dos posiciones; ¿por qué? el PRI da la media vuelta y ofrece lo mismo al PRD a cambio de traicionar al PAN.
En 2003, el PRD fue excluido de las negociaciones por su inamovible actitud de imponer al exconsejero Jesús Cantú. Incluso, el entonces coordinador del PRD, Pablo Gómez estuvo a cuatro votos de ser destituido por sus compañeros. Dee ese gran error del PRD, se abrió la puerta a la “transacción” PRI y PAN para imponer sus consejeros que, por cierto, no estuvieron a la altura de una elección presidencial, que no se atrevieron a transparentar los resultados electorales de 2006.
Si ya se vivió esa amarga experiencia ¿por qué? el PRD, encabezado entonces por Javier González Garza, permitió en la Legislatura 2006-2009 que entrara al IFE Leonardo Valdez Zurita, de quien hoy reniegan.
Si tan importante es la elección de los nueve consejeros que habrán de organizar la elección presidencial de 2012, ¿por qué? el PRD “negoció” esa posición, por lo menos así lo denunció en su momento la entonces diputada Valentina Batres?
Hoy que el PRD es tercera fuerza en la Cámara ¿por qué?’ confía en el PAN, en que éste no cederá a los encantos del PRI. ¿Por qué? lucha por una posición en el IFE, con base en su alianza con el PAN.
Acaso el PRD desconoce que Felipe Calderón Hinojosa “vetó” al candidato de los diputados panistas, que éstos no se atreven a sostener su posición ante “el Presidente de la República” y se achican con las primeras llamadas por teléfono; acaso no saben que Calderón “vetó” a la propuesta que hizo el ala moderada de ese partido, a Ciro Murayama, para querer imponer a Jacinto Silva, un magistrado electoral proclive al PAN, filopanista que ha incluso protegido corruptelas de gobiernos panistas en Jalisco.
Cómo es que el PRD confía en el PAN, si Vázquez Mota, la de la sonrisa permanente, tampoco es clara ni siquiera en sus declaraciones ante la prensa, y no es capaz de defender las propuestas de sus legisladores.
Vázquez Mota dice a los perredistas: “esta bien Emilio Alvarez Icaza como consejero, en principio el PAN no lo vería mal pero el único problema es que estuvo a favor del aborto”. ¿Creen acaso los perredistas que en el PAN los criterios moralinos no pesan?
Pero, además, permitiría el PAN que Álvarez Icaza transite cuando sabe, como muchos políticos, que la ascendencia y vínculo de éste con los consejeros Alfredo Figueroa y Leonardo Valdez es tal que podrían llegar a hacer alianzas en el IFE. ¿Esto le conviene al PAN?, ¿le conviene al PRI? Por supuesto que no, entonces, porqué la confianza del PRD en la panista.
Y por si algo falta a la enmarañada elección de los nuevos consejeros, Calderón introdujo otro elemento que a todos hace reflexionar: la participación de Roberto Gil Zuarth en la negociación, el diputado que también busca la dirigencia presidencial de su partido y quien es considerado “el candidato oficial”, “el candidato de Calderón”.
El problema que hoy se enfrenta en la elección tiene un origen: el reparto de cuotas entre partidos, los pleitos internos de los propios partidos, las diferencias entre los distintos grupos políticos, las actitudes aliancistas de una corriente del PRD con el grupo en el poder. A lo largo de cuatro años se eligieron a seis nuevos consejeros. El PRD descuidó esos nombramientos debido a la ambición de la corriente que hoy encabeza la dirigencia nacional.
Hoy eso ya no se puede revertir pero…se podría recomponer con Emlio Álvarez Icaza como nuevo consejero. Pero si al gobierno federal le ha costado cuatro años minar la fuerza del PRD, ¿cree el resto de los perredistas que lo dejará pasar para perder todo en una votación? La respuesta es no, de ahí el interés de Calderón por llamar a un nuevo negociador, Gil Zuarth, de ahí el veto de Calderón a Ciro Murayama, de ahí su deseo de imponer a Jacinto Silva.
Del lado del PRI este ya perdió dos espacios en el IFE, por eso pretende imponer a dos candidatos. La diputación mexiquense, que respalda a Enrique Peña Nieto como su candidato presidencial, sostiene, que esta elección es para ellos “de vida o muerte”. Quieren dominar el IFE, el Registro Federal Electoral y también el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
La diferencia entre el PRI y el PAN, entre el PRI y el PRD, es que los tricolores, aunque sean de grupos políticos distintos, aunque diferentes políticos, como Peña Nieto y Beltrones Rivera o Beatriz Paredes, busquen cada uno ser el candidato presidencial, se pueden poner de acuerdo.
Saben aliarse porque saben que ahí radica su fuerza. Lo importante para ellos es recuperar la presidencia de la república, mientras que en el PRD y en el PAN, los desencuentros entre las distintas fuerzas políticas hace que se den zancadillas entre ellos mismos.
Por eso es difícil pensar que PAN y PRD se impondrán al PRI y lograrán que cada uno de los tres elija a un consejero. El PRI tiene todos los elementos para imponerse, la elección esta contaminada por otros elementos que el PRI sabrá usar a su favor.
El problema serán las consecuencias: de nuevo un IFE sin legitimidad, débil, sin respeto. Y con ello, un proceso electoral presidencial del 2012 que se antoja complicado, incluso, que puede llevar a una nueva crisis política institucional. Y como dice Jesús Zambrano: de mayores dimensiones de la crisis de 2006. Y todo por una silla presidencial, y todo por el poder tras el poder en donde lo que menos importa es el país y sus ciudadanos.
Por el bien de todos es mejor que se logren nombramientos por consenso, futuros consejeros sin filias ni fobias y en donde cada uno de los tres partidos mayoritarios proponga uno, por lo menos se podría intentar un nuevo camino por la vía del equilibrio político.

mjcervantes@proceso.com.mx

sábado, octubre 30, 2010

México en llamas: Beatriz Paredes sabrá lo que hace

Desfiladero


Entre las nuevas matanzas de civiles en Tijuana, Ciudad Juárez, Tepic, DF y otra vez Ciudad Juárez (más de 50 muertos en esta semana); entre los ataques con granadas y ráfagas de cuerno de chivo a instalaciones policiacas de Nuevo León y la emboscada a un convoy en la que fallecieron nueve policías en Jalisco; entre la danza de cifras que hablan acerca de los municipios controlados en todo el país por el narcotráfico –el experto Edgardo Buscaglia habla de 982, el Senado de mil 695, Gobernación "reconoce" 400–; entre el delirio declarativo de los altos burócratas ("las matanzas confirman que la estrategia es correcta": José Francisco Blablablake; "habrá más muertes": Felipe Calderón) y la incompetencia absoluta del procurador Arturo Chávez Chávez y del secretario Genaro García Luna, la noche del jueves, en la Cámara de Diputados, ocurrió un milagro.

Pese a la generalizada opinión de que PRI y PAN rompieron su alianza histórica –algo que desmienten dos hechos: ambos partidos aprobaron en el Senado la ley que permite a inversionistas privados prestar todo tipo de servicios públicos y, en San Lázaro, la que autoriza al Seguro Social entregar vales para medicinas canjeables en las farmacias de la familia verde ecologista–, antenoche legisladores azules y tricolores tenían planchado un acuerdo para nombrar a los tres nuevos consejeros ciudadanos del IFE, excluyendo al PRD, lo que nuevamente dejaría sin representante, en el organismo que arbitrará (si es que hay) los comicios de 2012, a la enorme fuerza social que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

Priístas y panistas estaban de acuerdo en repetir el esquema que hizo posible el fraude electoral de 2006, tras la designación de consejeros ciudadanos impuestos por esos partidos en 2003, año funesto en que asumió la presidencia del instituto, por designio de Elba Esther Gordillo, Carlos Salinas de Gortari y Vicente Fox, el fascineroso Luis Carlos Ugalde, corresponsable de la tragedia que nos enluta día tras día desde que Calderón fue incrustado en los pináculos del poder.

El acuerdo que tenían panistas y priístas consistía en lo siguiente: el partido de Salinas impondría a dos consejeros y el de Calderón a uno. Pero cuando todo estaba a punto de chocolate sucedió el milagro: el gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, se peleó con Beatriz Paredes, y el diputado panista Javier Corral se enfrentó, incluso a gritos, con Josefina Vázquez Mota. Dicho de otro modo: los priístas se jalaron de las greñas (piénsese en el famoso copete de uno y en la abundante melena de la otra) porque ella se obstinó en impulsar a Arely Gómez –hermana del número dos de Televisa– y Peña en que ese puesto lo ocupara Enrique Ochoa, ex secretario particular de la desprestigiadísima María del Carmen Alanís (que tiene varias cartas más bajo la manga).

A su vez, Corral desató la ira de Vázquez Mota porque borró de la nómina de 17 finalistas a Max Kaizer, un hombre siniestro ligado a Juan Molinar Horcasitas, a la propia Josefina, a Alonso Lujambio, a Germán Martínez y a Roberto Gil. Porque Dios no existe pero a veces ayuda, Kaizer quedó fuera de la jugada. Sin embargo, el PAN tiene un plan B, peor todavía: Jacinto Silva, ex magistrado del tribunal electoral de Jalisco, ex contralor del gobierno de Alberto Cárdenas Jiménez (el mismo que prohibió las minifaldas en las oficinas públicas del estado) y, lo más grave, está ligado al Yunque, y su hija, Verónica Pía Silva Rojas, al gobernador Etilio González Márquez. A Jacinto Silva lo postularon el ex gobernador troglodita jalisciense, Francisco Ramírez Acuña, y el optimista Blablablake, que ve en las matanzas de civiles inermes una señal inequívoca de la fortaleza política de Calderón.

¿Se capta ya la dimensión del milagro? Las desavenencias entre Peña y Paredes, y entre Vázquez Mota y Corral impidieron –de momento– la llegada de personeros de Televisa, el Yunque, el cavernal Sandoval Íñiguez, Molinar Horcasitas, Lujambio y la venal Maca Alanís, es decir, la toma de una tercera parte del IFE por incondicionales de los actores más nefastos de la política nacional.

La prórroga –hasta el miércoles– que provocó el doble desencuentro, abre una rendija de esperanza para que Beatriz Paredes, sobre quien recaerá esta decisión histórica –y que mal tomada puede desencadenar un huracán que arrase con lo poco que queda en pie– atienda los llamados a la prudencia de ilustres dinosaurios de su partido, como César Augusto Santiago, del mismísimo José Woldenberg –padre de aquel IFE que gozaba de prestigio en el mundo y ayudaba a organizar elecciones en países destrozados como Irak y el Congo– y de otros que le aconsejan no dejar fuera de la nueva terna al PRD.

Ahora bien ¿a cuál PRD? ¿Al de los chuchos, es decir al de Calderón, o al de Encinas, esto es, al de AMLO? En un principio los operadores de Jesús Ortega apoyaron al filopanista Emilio Álvarez Icaza, pero por fortuna, fue vetado por el PRI. Después, también para distanciarlo de Encinas, apostaron por Ciro Murayama, académico muy cercano a Woldenberg, que en su momento criticó la complicidad de Ugalde con el PAN y los empresarios en la campaña de odio contra López Obrador, si bien se opuso al plantón.

Temerosos de que Muramaya, en su afán por restaurar la credibilidad del IFE, no se dejara manipular por ellos, fingieron que lo respaldaban cuando lo cierto es que su comodín es el ex periodista Salvador Guerrero, por el que Jesús Zambrano pujará hasta el último instante.

Quienes observan de cerca y desde adentro esta complicada negociación, interpretan que el apoyo de Paredes a la hermana de Bernardo Gómez significa su autodestape al 2012, para lo cual busca un vínculo directo con Televisa. Pero Peña Nieto la rechaza porque hace cuatro años compró las lealtades de Televisa y en el IFE necesita a su tocayo Enrique Ochoa, súbdito de Maca Alanís, que actuaría a las órdenes de ésta a la hora del cochinero. Si Ochoa no queda, el copetón se inclinará por Roberto Duque, otra fichita, que fue socio de Maca en una consultoría privada, en 2006, y luego su asesor en el Trife.

El país está en llamas. Detrás del horror generado por la violencia, empiezan a multiplicarse las voces indignadas que claman por la renuncia del gabinete de seguridad (¿?). Pero éste, como si no hubiera sido rebasado en todos los órdenes, enfrenta desde ayer otro problema mayúsculo: ante periodistas y testigos que grabaron y difundieron la escena, decenas de soldados y marinos, con uniformes de campaña y rifles de alto poder, entraron el jueves por la noche a la casa de Jimena Mari-Fouche, y causando destrozos, la maltraron a ella y a sus padres, para arrebatarle a sus hijos, un niño de año y medio de edad y otro de cuatro, que tuvo en matrimonio con David Fernández de Cevallos, o sea, nietos del jefe Diego.

Según el portal www.sipse.com de Quintana Roo, David y su hermano, Rodrigo Fernández de Cevallos, que también estaban armados, llegaron a la residencia ubicada en la avenida 50 de la colonia Independencia en la isla de Cozumel, protegidos por los militares que iban al mando del oficial Sergio Ricardo Martínez Ruiz. Aterrados, los niños fueron introducidos en una camioneta blanca, misma que se dirigió al parecer hacia el aeropuerto escoltada por los vehículos de la Marina y el Ejército. ¿Operación conjunta autorizada desde el centro? ¿Insubordinación? No: caos, caos absoluto. No es el momento de cerrar la única puerta que aún tiene abierta la vía electoral. Beatriz sabrá lo que hace.

jamastu@gmail.com

sábado, octubre 16, 2010

Los abusivos gastos del IFE

Los sueldos y prestaciones de los consejeros del Instituto Federal Electoral rebasan en 16 por ciento el salario del presidente de la República. Además, informes oficiales revelan que cada uno de los nueve consejeros cuenta con un “amplio” equipo de asesores, que significan un gasto de más de 4.6 millones de pesos mensuales. Es una administración “obesa” y “despilfarradora”, amparada por la “autonomía” de la institución, critican expertos. Las nóminas de la cúpula del Instituto desacatarían un decreto presidencial

Árbitro de la democracia mexicana, el Instituto Federal Electoral (IFE) rebasa el tope salarial impuesto por un decreto de la Presidencia de la República. Cada uno de los nueve consejeros electorales obtiene 40 mil pesos mensuales más en sueldos y prestaciones de lo que percibe Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.

Los montos asignados a los funcionarios que integran el máximo grupo jerárquico del IFE, así como a sus subordinados, son avalados por la misma autoridad electoral. Esta facultad está amparada por la autonomía del Instituto encargado de brindar certeza, legalidad y certidumbre en los procesos electorales.

Sin embargo, estas disposiciones administrativas se oponen a la reforma constitucional del artículo 127 –del 22 de julio de 2009–, que ordena que “ningún” servidor público puede recibir remuneración mayor a la establecida para el presidente de la República.

En 2009, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) criticó que, en algunos cargos de los Poderes de la Unión (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y de los organismos autónomos, se opera con “opacidad y un exceso de discrecionalidad” la asignación de sueldos y salarios. Esto, ante la carencia de un tabulador universal.

Eduardo Huchim May, exconsejero del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), señala que, en el IFE, “hay una falta de austeridad que se refleja de muchas maneras. Es un órgano obeso al que hay que quitarle grasa para que su presupuesto tenga límites de racionalidad”.


Los salarios

El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2010 establece que el consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, tiene una percepción mensual de 244 mil 472 pesos, al igual que los ocho consejeros electorales.

De acuerdo con el documento publicado el 13 de noviembre de 2009 –bajo la rúbrica del entonces presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Francisco Javier Ramírez Acuña–, Valdés Zurita y sus colegas obtienen un sueldo de 180 mil 496 pesos mensuales. A éste se suman 63 mil 975 pesos en prestaciones entregadas en efectivo y especie, lo que incrementa sus sueldos por encima de los 244 mil pesos al mes.

Incluso, el secretario ejecutivo del IFE, Edmundo Jacobo Molina, rebasa por casi 6 mil pesos las remuneraciones del presidente de la República. El PEF 2010 indica que este funcionario obtiene 209 mil 742 pesos, derivados de un sueldo máximo de 154 mil 4 pesos más 55 mil 738 pesos en prestaciones otorgadas en efectivo o especie.

El PEF –que ordena el ejercicio, el control y la evaluación del gasto público federal– también estipula el sueldo del presidente de México, que asciende a un total de 203 mil 899 pesos al mes; es decir, 16.59 por ciento menos de lo que gana el titular del IFE.

De acuerdo con las disposiciones presupuestales, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa tiene una percepción máxima de 152 mil 305 pesos mensuales. Adicionalmente, obtiene prestaciones en efectivo y en especie por 51 mil pesos.

Los límites de percepción ordinaria en la cúpula de la administración pública federal también establecen un tope salarial de 200 mil 841 pesos para los secretarios de Estado, y de 200 mil 589 pesos para los subsecretarios. Las cifras indican que el gabinete presidencial percibe 17.84 por ciento y 17.95, respectivamente, menos que los consejeros electorales.

El exconsejero del IEDF, Eduardo Huchim, dice que en el IFE “se ha hecho un tabulador salarial excesivo. Nadie estaría en desacuerdo de que un funcionario que ejerce una responsabilidad importante tenga un salario alto, pero éste es excesivo, al igual que el de los magistrados”.

“Tienen adiposidades burocráticas que no se justifican; pero de esto no sólo son responsables los consejeros, sino también los diputados que aprueban los presupuestos. Es resultado de intereses mancomunados, ya que los partidos acompañan el presupuesto descomunal del IFE porque reciben una tajada muy importante”, opina Huchim May.

El decreto

En julio de 2009, el Congreso de la Unión autorizó al presidente reformar y adicionar los artículos 75, 115, 116, 122, 123 y 127 de la Constitución, en los que se establecen diversas disposiciones relacionadas con el PEF, proyectos de presupuestos, tabuladores y remuneraciones de los servidores públicos. Entre ellas, un tope salarial a todo aquel que ejerza un cargo de la administración pública.

Asesores por 4.6 MDP

Además de las remuneraciones mensuales, cada consejero electoral cuenta con un equipo de asesores, que significa un gasto al erario de casi medio millón de pesos mensuales.

La Nómina de Consejeros Electorales, actualizada a la segunda quincena de junio de 2010, indica que el máximo nivel jerárquico del IFE cuenta con 67 consultores, que en total significan un gasto mensual de 4 millones 668 mil 790 pesos.

Los documentos oficiales –cuya copia posee Contralínea– muestran que el equipo que apoya el trabajo del consejero presidente, Leonardo Valdés Zurita, se compone de ocho personas. Los asesores del primer círculo perciben sueldos que van desde los 25 mil pesos a los 103 mil pesos mensuales, que implican un gasto de 692 mil 158 pesos cada 30 días.

Leer articulo completo AQUI.

sábado, octubre 02, 2010

Los superconsejeros del IFE

La sesión en el IFE.

John M. Ackerman

MÉXICO, D.F., 30 de septiembre.- No sería exagerado afirmar que el perfil de los tres nuevos consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE), a ser nombrados antes del 30 de octubre, determinará el destino de la democracia en el país durante la siguiente década. Los nuevos funcionarios se convertirán rápidamente en una suerte de “superconsejeros”, ya que permanecerán en sus cargos durante nueve años, hasta finales de 2019. Ellos atestiguarán la salida de todos y cada uno de los actuales integrantes del Consejo General y serán los primeros consejeros en la historia en organizar dos elecciones presidenciales, las de 2012 y 2018.

Así, el actual proceso de selección cobra una mayor importancia que el que tuvo lugar en junio de 2008, cuando fueron elegidos Macarita Elizondo, Alfredo Figueroa y Francisco Guerrero para miniperiodos de cinco años que vencerán en 2013. Este proceso incluso podría llegar a ser más trascendente que el de principios de febrero de 2008, cuando fueron designados el actual consejero presidente y dos consejeros electorales más.

Tendrían que llegar tres verdaderos demócratas para que hubiera alguna posibilidad de recuperación de la confianza en las instituciones electorales del país. El IFE cuenta con vastas responsabilidades de regulación del espacio público-electoral y con un enorme potencial institucional para reconstruir la democracia del país. Del éxito o fracaso del IFE en los próximos años dependerá que en algún momento futuro lleguemos a tener un gobierno federal realmente interesado en atender las necesidades más básicas de la población.

El pasado 20 de septiembre, Ulises Beltrán informó que 14% de los mexicanos no cree que “las condiciones de desigualdad y pobreza pueden resolverse actualmente poco a poco en forma pacífica”, sino que “sólo se darán con un nuevo enfrentamiento armado entre los mexicanos, como ocurrió en la Independencia y la Revolución”. El mismo día, El Universal nos informó que 29% de los ciudadanos encuestados piensa que la democracia no “es la forma de gobierno más adecuada para el futuro”, sino que “sería mejor otra forma de gobierno”. Asimismo, 74% cree que “el sistema político actual de México está mal”.

Sin duda, las condiciones para un nuevo estallido social están listas. Una revuelta armada en favor de la justicia tendría un universo potencial de varios millones de mexicanos. Y si la revuelta social no fuera armada, sino pacífica, el apoyo fácilmente podría duplicarse y quizá incluir a los insatisfechos con el sistema político.

La concreción de un IFE independiente fue un eje central de la transición democrática. Hoy el fortalecimiento de este instituto sería una de las tareas claves para conquistar la paz social y auspiciar una genuina participación ciudadana. Sin embargo, todo parece indicar que una vez más los partidos privilegiarán las lealtades políticas y personales por encima de las capacidades de los nuevos consejeros. Adicionalmente, lo más probable es que la izquierda vuelva a quedar sin representación alguna, lo cual implicaría una peligrosa ausencia de pluralidad en el seno del Consejo General.

Frente a esta situación, algunos analistas han llegado a proponer que se excluya a los partidos políticos del proceso de selección y que los nombramientos se encarguen a una comisión de ciudadanos independientes. Un sistema similar existe en Ecuador y otros países latinoamericanos.

La propuesta, aunque es atractiva, plantea dos grandes dificultades. Por un lado, para la selección de los integrantes de la comisión ciudadana nos enfrentaríamos exactamente a los mismos problemas de cuotas y lealtades. Las negociaciones palaciegas simplemente se trasladarían desde el proceso de designación de los consejeros electorales al proceso de nombramiento de los ciudadanos integrantes de esta comisión.

Por otro lado, la propuesta también emerge de una visión equivocada del perfil del consejero electoral. La historia nos ha demostrado que los mejores consejeros no son necesariamente aquellos con la mejor preparación “técnica” o quienes cuenten con mayor “carisma mediático ciudadano”, sino quienes verdaderamente aseguren la necesaria pluralidad del Consejo General y se conduzcan de forma autónoma. Necesitamos consejeros con principios tan firmes como diversos, sin padrinos políticos o sociales, y dispuestos a defender el espacio público-electoral a toda costa.

Lo mejor entonces no es imaginar un proceso idealizado para encontrar un conjunto de “ángeles guardianes” de la democracia, sino un procedimiento práctico que corte de tajo el vínculo entre consejeros y partidos, que abra paso a personajes verdaderamente “incontrolables” desde el poder.

Para lograr este fin habría que considerar un retorno al mecanismo democrático por excelencia: la lotería. Una selección completamente al azar de los nuevos consejeros entre los candidatos que cumplan con una serie de requisitos mínimos acabaría con las humillantes pasarelas y sucios cabildeos de los anteriores procesos. Se abriría la posibilidad a la llegada de consejeros electorales sin compromiso alguno con los políticos, los partidos o los poderes fácticos.

Si se adoptara esta fórmula, por lo menos podríamos dar el beneficio de la duda a los nuevos consejeros. De otra forma, una vez más los ciudadanos tendríamos la obligación cívica de mantenernos radicalmente escépticos con respecto a las intenciones y acciones de los nuevos integrantes del Consejo General. l

www.johnackerman.blogspot.com

jueves, marzo 19, 2009

“Un dedo en una llaga”

Finalmente, el Presidente de la República envió al Senado su propuesta para la designación de los cuatro consejeros profesionales que, de acuerdo con la nueva Ley de Petróleos Mexicanos, se incorporarán a su consejo de administración. La comisión correspondiente de ese cuerpo legislativo entrevistó a los profesionales propuestos, para la aprobación prevista en la propia ley.
De acuerdo con lo consignado en la prensa nacional, uno de los profesionales propuestos, el doctor Rogelio Gasca Neri, “advirtió la necesidad de revisar el programa de Chicontepec, ya que se corre el riesgo de producir petróleo caro y venderlo barato. Pemex –agregó– tiene muchos proyectos más atractivos que Chicontepec, en aguas someras, con pozos maduros, y deben ser evaluados a la luz de los riesgos y la crisis global”.
El doctor Gasca “puso un dedo en una llaga”. Se trata de un asunto de la mayor relevancia que se ha ventilado públicamente en múltiples ocasiones; que expertos en la materia han criticado con datos duros y conocimientos profundos como un proyecto no rentable, excepto para los contratistas que reciben altas remuneraciones por los servicios de exploración y explotación que contratan con Pemex –mucho más altas de lo que por lo mismo cobran en otras partes del mundo–, pero frente a cuya crítica los funcionarios de la paraestatal han prestado “oídos sordos”.
Es un buen síntoma el que uno de los futuros consejeros haya expresado esa inquietud ante los senadores, lo que no debe ser sino una muestra, el principio de una acción permanente de todos. Se trata apenas de “un dedo en una llaga”, acertado y oportuno, pero Pemex, que es en ese sentido un cuerpo gravemente llagado, con una enorme cantidad de pústulas purulentas, requiere no un dedo, sino que los cuatro consejeros, en un concierto a ocho manos, con sus 40 dedos al unísono, lo recorran completo, con vértigo incesante, brincando patrióticamente de llaga en llaga.
Llagas hay incontables: la quema de gas; los contratos de servicios múltiples; la isla Bermeja; las asignaciones directas; la hegemonía de contratistas como Halliburton y Schlumberger; las licitaciones orientadas; los contubernios con el sindicato; los conflictos de interés; los funcionarios contratistas; los contratistas funcionarios; las concesiones amistosas; la restructuración de la paraestatal; la multiplicación de funciones; los salarios, bonos y liquidaciones generosas y discrecionales –de los funcionarios que no son de “elección popular”– y una larga lista de etcéteras que se antoja interminable.
Y desde luego, antes de que se llague, la definición de los nuevos contratos incentivados que deben servir para estimular la productividad y la rentabilidad de Pemex y no la proclividad a los negocios turbios o al disfraz de los “contratos de riesgo” que prohíbe la Constitución.
Menuda responsabilidad la de los consejeros profesionales, que tienen la gran oportunidad de hacer un enorme bien a la nación y que estarán bajo la lupa de quienes mantenemos la esperanza de un Pemex a la altura de las necesidades nacionales.
* Premio Nacional de Ingeniería 2008
jimenezespriu@prodigy.net.mx

miércoles, marzo 18, 2009

Avala Senado a consejeros de Petróleos Mexicanos

Farsa

Acusa el senador Ricardo Monreal que el procedimiento para nombrar a los cuatro nuevos consejeros profesionales del Consejo de Administración de PEMEX fue un mero trámite que respondió a una negociación “cupular”

MEXICO, D.F., 17 de marzo (APRO).- Con el voto en contra del coordinador del PT, Ricardo Monreal, y precedida de una negociación de último momento entre pristas y perredistas, el Senado ratificó y tomó protesta hoy a los cuatro nuevos consejeros profesionales del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos (Pemex). Fluvio César Ruiz Alarcón permanecerá en el cargo tres años; Rogelio Gasca Neri, cuatro; Héctor Moreira, cinco, y José Fortunato Alvarez Enríquez, seis años.Gasca Neri fue impulsado por el PRI; Fortunato Álvarez y Héctor Moreira, por el PAN, y Fluvio César Ruiz, por el PRD. En tribuna, el coordinador del PT, Ricardo Monreal dijo: “Este es un trámite y, para muchos, una farsa”.Señaló que el movimiento de Andrés Manuel López Obrador se opone a este “reparto” que fue producto de “una negociación cupular”, y dijo. “Este es un gobierno de cuates no de capacidades ni talentos”.“Qué lastima que la izquierda mexicana se preste a esta farsa”, añadió Monreal, sin mencionar al PRD, cuyo coordinador en el Senado, Carlos Navarrete, avaló y negoció junto con el senador Graco Ramírez la integración de la propuesta.
Por su parte, el priísta Francisco Labastida, presidente de la Comisión de Energía, afirmó que Pemex enfrenta una crisis que, entre otras cosas, le hace perder el 22% del gas que produce.
“No podíamos ser irresponsables respecto de la propuesta que nos hicieron. No desconocemos a lo que se enfrentan; no les pedimos que hagan milagros, pero sí que cambien esta tendencia tan negativa que hoy se ve en la empresa”, añadió.A su vez, el senador perredista Graco Ramírez, avaló la decisión y dijo que los legisladores deben asumir sus responsabilidades. Afirmó que Fluvio César Ruiz, no fue colocado ahí para rendir cuentas al PRD, sino por su capacidad técnica.El artículo 8 de la Ley de Pemex, en vigor desde el 29 de noviembre de 2008, establece que, “en todo caso, la Cámara de Senadores o la Comisión Permanente resolverán en un plazo improrrogable de 30 días a partir de la fecha de presentación de la propuesta”.
México, DF. Toma de protesta de los cuatro nuevos consejeros de Pemex, Fluvio Ruiz, Rogelio Gasca, Héctor Moreira y José Fortunato Álvarez, que fueron avalados por el Senado. Notimex

La propuesta del Ejecutivo fue aprobada por las fracciones del PRI, PAN, PRD y PVEM.

De acuerdo con el PT, la ratificación fue producto de una negociación cupular.


México, DF. El pleno del Senado dio este martes su aprobación a los cuatro consejeros de Petróleos Mexicanos propuestos por el presidente Felipe Calderón.
Luego de comparecieran ante la Comisión de Energía en fechas anteriores, Fluvio César Ruiz Alarcón, Rogelio Gasca Neri, Héctor Moreira Rodríguez y José Fortunato Alvareza Enríquez recibieron el aval de parte de los legisladores del PAN, PRI, PRD y PVEM para ocupar el cargo por tres, cuatro, cinco y seis años, respectivamente.
Por su parte, el coordinador de la fracción del PT, Ricardo Monreal, al señalar que éste fue producto de una negociación cupular, entre bancadas.
Ello, dijo, denota que en lugar de ponderarse el perfil profesional en beneficio del interés público, los partidos sólo buscan expandir "su esfera de control". Incluso, manifestó, "es una lástima que la izquierda mexicana se preste a esta farsa", en alusión al PRD, que dio su voto a favor de los nuevos consejeros, y que incluso, en voz de Graco Ramírez, defendió el nombramiento.