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jueves, marzo 22, 2012

martes, noviembre 22, 2011

Alfonso Reyes y la República Amorosa de AMLO

Andrés Manuel López Obrador no se sacó de la manga el concepto de la República Amorosa. La idea de la fraternidad con el prójimo, que es la base de la propuesta de AMLO, tiene un antecedente histórico: un texto de Alfonso Reyes publicado en 1944 llamado La Cartilla Moral.

El sitio de internet del periódico Regeneración publicó recientemente el texto completo de la Cartilla Moral de Alfonso Reyes. Considero que se puede sintetizar y resumir la cartilla moral de manera concisa para que el público de 2011, acostumbrado a 140 caractéres, lo pueda digerir con mayor facilidad.

Blogdeizquierda.com, por lo tanto, presenta para el público la Cartilla Moral de Alfonso Reyes en versión breve, esperando sirva para como preámbulo para entender el concepto de la República Amorosa.
PREFACIO
La Carilla Moral se hizo para enseñarse durante la campaña de alfabetización a principios del siglo 20 en México, pero no se pudo utilizar en ese entonces. Dentro del cuadro de la moral, abarcan nociones de sociología, antropología, política o educación cívica, higiene y urbanidad.

LECCIÓN 1
EL HOMBRE debe educarse para el bien. El bien no sólo se funda en una recompensa que el religioso espera recibir en el cielo. Se funda también en razones que pertenecen a este mundo. El bien no debe confundirse con nuestro interés particular en este o en el otro momento de nuestra vida.

LECCIÓN 2
EL HOMBRE tiene algo de común con los animales y algo de exclusivamente humano. Advertimos, pues, que hay siempre algo de equilibrio y de proporción. Ni hay que dejar que nos domine la parte animal en nosotros, ni tampoco debemos destrozar esta base material del ser humano, porque todo el edificio se vendría abajo.

LECCIÓN 3
La educación moral consiste en saber qué es lo principal, en lo que se debe exigir el extremo rigor; qué es lo secundario, en lo que se puede ser tolerante; y qué es lo inútil, en lo que se puede ser indiferente. Poseer este saber es haber adquirido el sentimiento de las categorías.

LECCIÓN 4
LA APRECIACIÓN del bien supone el acatamiento de una serie de respetos. En este reconocimiento se fundan la subsistencia de la especie, la perduración de la sociedad, la existencia de los pueblos y de los hombres. Sin este sentimiento de nuestros deberes, nos destruiríamos unos a otros, o sólo viviríamos como los animales gregarios.

LECCIÓN 5
Lo primero es el respeto que cada ser humano se debe a sí mismo, en cuanto es cuerpo y en cuanto es alma. Todos los hombres son igualmente dignos, en cuanto a su condición de hombres, así como todos deben ser iguales ante la ley.

LECCIÓN 6
DESPUES DEL RESPETO a la propia persona, corresponde el respeto a la familia. Si los padres, que son nuestros primeros y nuestros constantes maestros, se portan indignamente a nuestros ojos, faltan a su deber; pues nos dan malos ejemplos. El hijo al padre no cumple su fin educador cuando no se completa con el respeto del padre al hijo.

LECCIÓN 7
En torno al círculo del respeto familiar se extiende el círculo del respeto a mi sociedad. La buena disposición para con el prójimo es un sentimiento relacionado con los anteriores. Cuando una mano se alarga para pedirme algo, pienso que esa mano puede ser, mañana, la que me ofrezca un vaso de agua en mitad del desierto.

LECCIÓN 8
El segundo grado del respeto social se refiere ya a la sociedad organizada en gobierno con sus leyes propias. Este grado es el respeto a la ley. Cuando el gobierno (que no es lo mismo que la ley) comienza a contravenir las leyes, o a desoír los anhelos de reforma que el pueblo expresa, sobrevienen las revoluciones.

LECCIÓN 9
La paz es el sumo ideal moral. Pero la paz, como la democracia, sólo puede dar todos sus frutos donde todos la respetan y aman. Cuando, en el seno de un país libre, los enemigos de la libertad atacan esta libertad valiéndose de las mismas leyes que les permiten expresar sus ideas aviesas, el espíritu de la libertad exige que se les castigue.

LECCIÓN 10
Las buenas obras del hombre deben ser objeto de respeto para todos los hombres. Romper un vidrio por el gusto de hacerlo, destrozar un jardín, pintarrajear las paredes, quitarle un tornillo a una máquina, todos éstos son actos verdaderamente inmorales.

LECCIÓN 11
El respeto a la naturaleza. El espíritu de maldad asoma cuando, por gusto, enturbiamos un depósito de agua; o cuando arrancamos ramas de los árboles por sólo ejercitar las fuerzas; o cuando matamos animales sin necesidad y fuera de los casos en que nos sirven de alimento; o cuando torturamos por crueldad a los animales domésticos. El amor a la morada humana es una garantía moral.

LECCIÓN 12
El respeto a la verdad es, al mismo tiempo, la más alta cualidad moral y la más alta cualidad intelectual. Sin una dosis de respeto para lo que escapa a la voluntad humana, nuestra vida sería imposible. Nos destruiríamos en rebeldías estériles, en cóleras sin objeto.

LECCIÓN 13
RESUMEN 1: El bien nos obliga a obrar con rectitud, a decir la verdad, a conducirnos con buena intención. Pero también nos obliga a ser aseados y decorosos, corteses y benévolos, laboriosos y cumplidos en el trabajo, respetuosos con el prójimo, solícitos en la ayuda que podemos dar. El bien nos obliga asimismo a ser discretos, cultos y educados en lo posible.

LECCIÓN 14
RESUMEN 2: La moral humana es el código del bien. La moral nos obliga a una serie de respetos. Primero, el respeto a nuestra persona, en cuerpo y alma. Segundo, el respeto a la familia. Este respeto va del hijo al padre, pero también el padre debe respetar al hijo, dándole sólo ejemplos dignos. Tercero, el respeto a la sociedad humana en general, y a la sociedad particular en que nos toca vivir. Cuarto, el respeto a la patria. Quinto, el respeto a la especie humana. Cada persona es como nosotros. No hagamos a los demás lo que no queremos que nos hagan. Sexto, el respeto a la naturaleza que nos rodea.

viernes, febrero 25, 2011

ABRAZOS GRATIS-Abbracci in Dono-Free Hugs

ONE HEART, ONE EARTH

http://www.youtube.com/watch?v=hN8CKwdosjE


http://www.youtube.com/watch?v=t7djKL5o4C8

"For one moment our lives met our souls touched"
- Oscar Wilde -

martes, agosto 10, 2010

El otro rostro de López Obrador

Sin elecciones en puerta, volvió a llenar hace una semana el Zócalo de la Ciudad de México. Está vendiendo decenas de miles de ejemplares de su nuevo libro. Y en entrevista exclusiva, el político calificado como “un peligro para México”, al que muchos daban ya por muerto, se reinstala en la agenda del 2012 con un discurso que incluye expresiones como “el prójimo”, “la felicidad”, “la espiritualidad” y “el amor”.

sábado, agosto 07, 2010

El otro rostro de López Obrador

Sin elecciones en puerta, volvió a llenar hace una semana el Zócalo de la Ciudad de México. Está vendiendo decenas de miles de ejemplares de su nuevo libro. Y en entrevista exclusiva, el político calificado como “un peligro para México”, al que muchos daban ya por muerto, se reinstala en la agenda del 2012 con un discurso que incluye expresiones como “el prójimo”, “la felicidad”, “la espiritualidad” y “el amor”.

lunes, febrero 15, 2010

Son imprescindibles la solidaridad y el amor

Félix Sautié Mederos

El mundo en que vivimos cada vez se torna más agresivo para la existencia de la humanidad e incluso de la naturaleza dentro de la cual nos desenvolvemos cotidianamente. En estas circunstancias se generaliza un sentimiento de desamparo y soledad, mientras que unos y otros tendemos a despedazarnos sin comprender que todo lo que nos rodea está en una espiral de franca destrucción: la naturaleza, la sociedad e incluso la civilización que hemos erigido en tantos siglos de historia humana.
A veces, es posible percibir la sensación de que muchos están sordos a lo que nos dicen y nos piden los demás que conviven en nuestra era y en nuestra dimensión espacio temporal. Es como si de repente, nos hubiéramos quedado sin la facultad de oír y asimilar los clamores que nos rodean. Y cuando los percibimos, entonces la sensación es de que lo que nosotros comprendemos otros lo entienden como si no estuviera sucediendo. Lo peor de todo es que por la magnitud de lo que acaece, ya no es posible considerarlo algo aislado.
En el muy intercomunicado mundo en que vivimos, cualquier problema se difunde y se magnifica con sólo producirse. Ya es muy difícil que algo que suceda en una dimensión específica no afecte a las demás. Ese es un resultado del fenómeno de la globalización que constituye un asunto mucho más serio y profundo de lo que nos imaginamos al respecto. A veces el día a día y las urgencias cotidianas nos hacen perder la noción holística de lo que sucede a nuestro derredor.
Ya en los tiempos del Israel, cuando se gestó el Cristianismo, este fue un problema de esencial preocupación para Jesús al responder al doctor de la ley que le preguntó sobre cuáles eran los mandamientos más importantes. Entonces, en una época en que estaban vigentes cientos de regulaciones morales, Jesús, pasando por encima de todo eso, le respondió que dos eran los mandamientos, uno el amor a Dios y el otro el amor al prójimo. Asimismo, en su Primera Epístola, Juan profundizó este concepto cuando planteó que “quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve”.
Este es un viejo concepto planteado en el siglo I de nuestra Era, que adquiere en estos momentos una vigencia tan actual como si fuera devenido ley para esta época compleja que estamos viviendo. Las soluciones que necesitamos son radicales y no puede dudarse para su adopción porque las señales que nos está dando la vida y el planeta son muy fuertes.
Es una obligación, moral y de vida, no aislar en el desierto a las voces que desde diversas latitudes de nuestro mundo de hoy se alzan para advertirnos que el tiempo que nos queda está marcado y es muy corto para disponernos a salvar a la vida humana. Hay que detener las contingencias que tratan de ahogar al pensamiento, que no conceden razón a quienes no concuerdan con nuestras propias ideas.
Es necesario que todos participemos, que todos tomemos conciencia, que quienes aportan sus criterios para solucionar nuestros problemas deberían ser oídos, respetados y tomados en cuenta. Es un momento de todos, porque todos vamos en una misma nave que gira en el espacio sideral. En estas circunstancias, es imprescindible responder a la soledad y al desamparo que se generaliza por todas partes, con la solidaridad efectiva y con el amor sin límite. No hay otra solución posible.

fsautie@yahoo.com

sábado, enero 16, 2010

¡Qué asco me dan los gays!


MÉXICO, D.F., 11 de enero.- La legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, junto con el derecho a que adopten criaturas, ha desatado una andanada de respuestas críticas entre las que sobresalen las campañas de odio homofóbicas. Lo de los obispos era previsible, aunque no en ese nivel (el obispo de Aguascalientes, ignorando a Darwin, dijo: “Ni siquiera los perros hacen sexo con perros de su mismo sexo”). En la Ciudad de México, por lo que muestran las encuestas y la red de conversaciones, se ha alcanzado un nivel civilizatorio muy aceptable aunque no faltan los que sueltan frases del tipo de: “Yo estoy a favor de que las parejas homosexuales tengan derechos, ¡pero la verdad me da asco pensar lo que hacen en la cama!”.

Hace tiempo la antropóloga británica Mary Douglas explicó, en su famoso libro Pureza o peligro, que el asco no sólo es una reacción biológica, sino que básicamente es una construcción humana: lo que nos da asco depende de nuestra percepción de las reglas sociales, o sea, de nuestra cultura. La homofobia es una combinación de asco, miedo y odio, pero como no es políticamente correcto sentir odio por los homosexuales, y como nadie acepta tener miedo (¿a la atracción?), el asco resulta ser el sentimiento que se manifiesta más frecuentemente. Se siente asco por aquellas personas a las que se desprecia (en ocasiones también lo provocan los políticos). El asco es el sentimiento despectivo cuya siguiente etapa es un rechazo muy activo.
El problema político con el discurso del asco es que deriva en prácticas excluyentes, incluso, represivas. La antropóloga peruana Rocío Silva considera que el asco es una forma de construir una “otredad”. Las fronteras entre lo que aceptamos y lo que nos da asco crean una división entre “nosotros” y los “otros”. Silva llama basurización simbólica a una forma de organizar al otro como elemento sobrante de un sistema simbólico. La Iglesia católica acepta únicamente la heterosexualidad reproductiva, y condena la homosexualidad como motivo de abominación. Así, el dogma católico, entretejido en la cultura mexicana, alienta la basurización simbólica de las personas homosexuales. Este tipo de asco “ideológico” genera no sólo rechazo a la otredad, sino también miedo teatral a la contaminación. Por eso, además de ver a lesbianas y gays como seres degenerados o anormales, se les considera peligrosos y se teme que “corrompan” a los demás.
Los seguidores del Vaticano no se preguntan por qué varios países han borrado toda referencia al sexo en los contratos matrimoniales ni indagan por qué se permite a parejas del mismo sexo adoptar. Desconocen que sociedades preocupadas por hacer efectivo el principio de no discriminación encontraron lo negativo que era normar la ciudadanía a partir de la vida sexual, y eso condujo a cambios legales para dar igualdad jurídica a la diversidad sexual. Contar con una legislación que explícitamente vea en la homosexualidad una conducta lícita ha sido un avance democrático indudable, aunque, como bien nos explicó el obispo Lozano Barragán, esa forma de amar impide llegar al cielo.
Ahora bien, la basurización simbólica que en nuestro país se hace de las lesbianas y los gays se apoya en la ignorancia cerril de quienes desconocen los planteamientos éticos y políticos, psicoanalíticos y antropológicos que han llevado a reformular el estatuto social y jurídico de la homosexualidad. En México amplios sectores de la población aún ven en la homosexualidad una degeneración asociada con pedofilia, pederastia y prostitución. Las patéticas muestras de intolerancia de los funcionarios del Vaticano en nuestro país y el asco “moral” que expresan algunos sectores de la población hablan no sólo del desprecio por los otros, sino también de su autocomplacencia: “Te agradezco, Señor, que no me gusten los vecinos o mis acólitos”, algo no pronunciado por Marcial Maciel.
La reciente reforma en el Distrito Federal, concebida como una acción antidiscriminatoria, no va a impulsar por sí sola una mejor comprensión sobre la sexualidad humana ni tampoco va a esclarecer cómo se construye la orientación sexual. Si bien la estricta aplicación del principio de igualdad obliga al debate público sobre el tema, es muy probable que la carencia de información científica al respecto haga que se ventilen prejuicios y opiniones personales.
Como las fuerzas conservadoras van a impugnar la decisión de la mayoría de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, no estaría de más una discusión pública sobre el asco, la basurización simbólica, la discriminación y el principio de igualdad. Eso sí, habría que compartir un piso mínimo de conocimiento con una serie de lecturas básicas; por ejemplo, la de Mary Douglas. Ella explica que en muchas culturas lo situado en lugares inadecuados provoca asco. ¿Será por eso que las personas que piensan que las lesbianas y los gays que quieren casarse y tener una familia están “fuera de lugar” también suelen sentir asco?
¿Qué es lo opuesto al asco? ¿El amor, el respeto, la indiferencia? ¿Por qué hay gente capaz de decir: “Yo respeto que cada quién haga de su vida un papalote, pero me da asco pensar en dos hombres o dos mujeres ayuntándose”? No da asco lo que se respeta. Hay mucho sobre lo cual reflexionar y seguiré en mis próximas colaboraciones.

domingo, mayo 10, 2009

Filosofía cancelada o lo que es lo mismo: Chafeando a modo de tango

“Roma se hizo en un día”. Considero que 20 años (“no es nada”) de Tecnologías de Información y Comunicación-digitales, son apenas el despertar a un sueño soñado por todos en momentos de comunión con la otredad, que usualmente ocurren en los procesos creativos (artísticos o científicos o filosóficos), en la contemplación de expresiones estéticas, en la compasión, que es otra forma de la pasión amorosa: placer y goce en el dar-nos y no existir sino en el otro, por instantes que duran la única eternidad que nos es dada. Puedo se pesimista u optimista al respecto, pero el entorno global me inclina al pesimismo en el corto plazo. La globalización llegó antes de nuestra madurez, no hemos conseguido construir sujetos colectivos conscientes de las limitaciones a las que el universo -que tiende al caos- nos tiene sujetos. Somos sujetos sujetados, persistimos antientrópicos, egoístas, individualistas, consumistas: somos el ombligo del universo. Tener mejor que ser, entre rudos y cursis terminamos invariablemente despojados. Deseamos creer que estar conectados e informados sobre temas que son significativos y relevantes, nos aporta beneficios colectivos que siempre están por llegar: ya mero somos una democracia. ¡Ya se fue Bush: el cretino! Algún día los genocidios, la miseria, el hambre y el sufrimiento de millones de otros yos… desaparecerán. La mercadotecnia mediática es ahora la democracia y no hay lugar para la verdad, porque ¡ya no existen!, La verdad, ni La realidad. Las perdimos antes de darnos cuenta de su monstruosidad. Para que exista el bienestar de unos cuantos, se necesita control, censura, no saber (decrecer la sabiduría) y mantenernos servidumbre de las elites. Los discursos a favor de la tolerancia a las diferencias son irrelevantes cuando en el “hacer” la narrativa es contraria. No ha concluido la Revolución Francesa, seguimos en el terror desatado por la consciencia de la responsabilidad que impone ser liberes porque “Dios ha muerto”.

viernes, febrero 13, 2009

Amor

Alberto Híjar

Sorprendió al encuentro La Digna Rabia a principios de año la participación de Michael Hardt, compañero de Antonio Negri en la investigación y escritura de dos libros claves para transformar la historia: Imperio y Multitud. Habló del amor con su muy buen español para describir las cinco reducciones a las que ha sido sometido. La primera y quizá más poderosa es la reducción a la pareja sin más. Habría que añadir que la propaganda mercantil exige ignorar al mundo para amarse en pareja. La segunda es la unidad a partir de una cierta postulación de relaciones sociales como única posibilidad de vida. Tal es lo que hacen los fundamentalismos y el fascismo: quien no viva y crea como nosotros, dirían sus dirigentes, es nuestro enemigo y hay que acabar con él.
La tercera es la separación entre el eros como potencia integradora y el ágape como dimensión social de esa potencia. Para ilustrar la dialéctica entre estas posibilidades, Hardt citó al Che cuando escribe sobre el motor revolucionario para explicar el amor y con él la indignación. Lo importante, precisó Hardt, es quitarle la carga negativa a ese sentimiento espontáneo en apariencia para dar lugar a la dignidad. La cuarta reducción la atribuye a la Teología de la liberación y en especial a sus promotores Leonardo Boff y Gustavo Gutiérrez cuando hablan del amor como potencia de los pobres, con el peligro de orientar la caridad en una especie de pobrismo sin más. La quinta reducción sería la de la sensación inmediata altamente rentable por la industria de las sustancias maravillosas para alcanzar la plenitud del orgasmo. Contrapone Hardt el amor político o politizado, habría que precisar, como práctica creativa de relaciones sociales plenas.
El final de su celebrada exposición fue sobre la "construcción de encuentros en el común". Lo natural erigido como necesidad social y pleno respeto a la unidad del universo, Hardt lo advierte en las aportaciones de José Carlos Mariátegui cuando reivindica las tradiciones comunitarias indígenas de Los Andes arraigadas en la tierra, el agua, el sol. Aprueba Hardt las reflexiones del Grupo Comuna, heredero del Tupac Katari del que el actual vicepresidente de Bolivia Álvaro García Liniera fuera dirigente encarcelado. El grupo plantea la pregunta clave sobre la posibilidad de que la multitud pueda organizar el poder político sin necesidad del partido. El partido unifica pero uniforma y en cambio la multitud alude a los pueblos no homogéneos característicos de las formaciones sociales. Las guerras del gas y del agua probaron en Bolivia el poder constructor de la multitud, esa agrupación disímbola que René Zavaleta llamó sociedad abigarrada. Habría que tener claro que las formas comunitarias no son inferiores según el esquema del progreso positivista en el cual el Estado-nación capitalista sería el máximo logro histórico, económico, político y social de la humanidad, tal como nos enseñaron en las clases de civismo y de historia. Todo lo contrario: las formas comunitarias son en potencia la oposición a la mercantilización privatizada que sustituyen con el amor como don supremo constitutivo de la humanidad.
Antes que Hardt, Roque Dalton escribió desde su lugar poético y revolucionario un poema para un buen amor en donde afirma a la economía política como condición suprema para que la pareja entienda que la misma productora de la crema para embellecer hace el napalm que incendió niños y poblaciones enteras en Vietnam. Dice Roque: "cuando una mujer dice que el sexo es una categoría política puede comenzar a dejar de ser mujer en sí para convertirse en mujer para sí, constituir a la mujer en mujer a partir de su humanidad y no de su sexo". Esto es mucho más que reconocer "que el sexo es una categoría económica: basta mencionar la prostitución, las modas, las secciones de los diarios que sólo son para ella o sólo son para él". Así es la cosa, idiotas celebrantes del Valentine´s day.