domingo, octubre 09, 2011
FALSAS PROMESAS entre Israel y Palestina
http://youtu.be/mKMcjvhEmtg
El conflicto árabe-israelí es aquel entre el Estado de Israel y sus vecinos árabes, en particular los palestinos. Su definición, historia y posibles soluciones son materia de permanente debate, y los problemas que incluye varían con el tiempo. Al día de hoy, las principales cuestiones son la soberanía de la Franja de Gaza y Cisjordania, la eventual formación de un Estado palestino en dichas áreas, el estatus de la parte oriental de Jerusalén, de los Altos del Golán y de las Granjas de Shebaa, el destino de los asentamientos israelíes y de los refugiados palestinos, el reconocimiento de Israel y Palestina y de su derecho a existir y vivir en paz al abrigo de amenazas y actos de fuerza, así como la relación de Israel con Siria y el Líbano. Actualmente Israel tiene tratados de paz vigentes con Egipto y Jordania que garantizan su convivencia pacífica.
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lunes, septiembre 26, 2011
Bill Clinton culpa a Netanyahu de "aniquilar la paz" y buscar la expropiación de Cisjordania

El periodista israelí Barak Ravid expuso el patético aislamiento de Netanyahu en la ONU, en contraste al apoyo masivo (sic) a Mahmoud Abbas por la comunidad internacional
(Haaretz, 24/9/11).
El disfuncional Cuarteto
–conformado por Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Rusia y la ONU, y liderado por el controvertido ex premier británico Tony Blair, presunto criminal de guerra y agente petrolero y bancario de Kadafi– instó luego al premier israelí Bibi Netanyahu, líder del partido ultrafundamentalista Likud, y al palestino Mahmoud Abbas, a iniciar las negociaciones de paz en un mes (sic), que deberán ser concluidas en el lapso de un año (sic), es decir, casi un mes antes de las cruciales elecciones en Estados Unidos.
Sin miramientos, Netanyahu se ha entrometido obscenamente en las elecciones de Estados Unidos, gracias al desproporcionado poder local/global del sionismo (la Reserva Federal, Wall Street, el Congreso genuflexo, Hollywood y los oligopólicos multimedia, que controla, además, a los votantes israelíes de Nueva York, Ohio y Florida, que pueden decidir el resultado en el Colegio Electoral, de corte decimonónico y de votación indirecta).
En tal lapso, al menos de una nada improbable liberación (literal) del enfadado Pentágono (ver Bajo la Lupa, 14, 18 y 21/9/11), Netanyahu corre con el tiempo a su favor debido al doble secuestro financierista y electorero de Obama.
El mismo día de la petición del Estado palestino, una genuina intifada legal internacional, y de la exhumación del Cuarteto
–que si fuera un grupo musical no emitiría ninguna melodía–, el zar energético global Vlady Putin, apuntalado sin equívocos por su delfín Medvedev, anunciaba su candidatura a la presidencia, lo cual denota un endurecimiento estratégico del Kremlin, que se alista a entrar a la segunda fase de la regeneración histórica de Rusia, ahora desde la perspectiva multipolar.
Ya que hablamos de liberaciones
, pues nada menos que el ex presidente Bill Clinton, un día antes del aquelarre diplomático en la ONU, culpó a Netanyahu de haber liquidado el proceso de paz: En una perspectiva cínica (sic) el llamado del primer ministro israelí a negociar significa que no va a ceder Cisjordania
(Josh Rogin, Foreign Policy, 22/9/11, y Haaretz, 23/9/11).
Clinton, a quien le correspondió una ardua fase de las negociaciones entre las partes, develó que Netanyahu perdió interés en el proceso de paz en cuanto dos demandas israelíes básicas estaban al alcance de la mano: un liderazgo palestino viable y la posibilidad de normalizar las relaciones con el mundo árabe
.
El carismático ex presidente develó que el rey de Arabia Saudita, Abdalá, estaba dispuesto al reconocimiento de Israel (en las fronteras de 1967) y a una asociación (¡súper sic!) política, económica y en materia de seguridad: Fue un enorme y tremendo trato
, y agregó: Eso fue lo que sucedió, y cada estadunidense debe saberlo
.
¿Protege Clinton al Partido Demócrata para las próximas elecciones, frente al apoyo irrestrictamente oportunista del Partido Republicano a Netanyahu?
En una parte explosiva, consideró que los inmigrantes rusos son un obstáculo para la paz
, ya que un creciente número de miembros de las fuerzas de defensa israelíes “son los hijos de los colonos (sic) rusos, la gente que más se opone a una división de la tierra (…) Es otro (sic) Israel. Un 16 por ciento de los israelíes hablan ruso”.
¿No se habrá arriesgado demasiado al haberse expresado cándidamente, al margen de una conferencia en Nueva York (la mayor ciudad sionista del mundo)?
Clinton debe prepararse a la andanada ultrafundamentalista, que lo impugnará propagandísticamente con sus aburridos epítetos inmutables: promotor de los Protocolos de los sabios de Sion, nazi, judeófobo, antisemita, terrorista, etcétera.
Quizá un poco para requilibrar sus estrujantes revelaciones, declaró haber percibido que los palestinos aceptarían el arreglo que fue rechazado por Arafat en las negociaciones con el premier Ehud Barak en el 2000
.
Relata que todavía ignora las razones por las cuales Arafat rechazó el arreglo que Barak había aceptado y quien estaba dispuesto a reconocer a la parte oriental de Jerusalén como la capital del Estado palestino. Es cierto: a muchos nos asombró, pero será interesante conocer el punto de vista de los arafatistas. Hoy, 11 años más tarde, Clinton juzga que el grupo de Mahmoud Abbas estaría dispuesto a aceptar el mismo arreglo. A mi juicio, el problema es que la dupla Netanyahu-Lieberman, entrampada en su neocolonialismo irredentista de Cisjordania y su fijación fundamentalista de hacer de Israel un exclusivo Estado judío
, no está dispuesta a imitar al militar Barak.
Las metamorfosis de los políticos al dejar el poder son asombrosas, como es el caso de la voltereta pasmosa del ex premier Ehud Olmert, del Partido Kadima, quien ahora propone interesantes puntos de partida (The New York Times, 23/9/11) para solucionar el contencioso gangrenado y que, por cierto, no llevó a cabo cuando estuvo en funciones bélicas. Todo lo contrario: traicionó a Turquía en las negociaciones secretas con Siria y luego emprendió el infanticidio de Gaza. Como dice la canción mexicana: lo que un día fue no será
.
Clinton coincide con la tesis sobre la tragedia del magnicidio de Ytzhak Rabin en la política moderna (sic) del Medio Oriente
y que, por alguna razón, saca a relucir hasta ahora. Otra tragedia
, a su juicio, versa sobre la apoplejía de Ariel Sharon.
Sus revelaciones aportan nuevas herramientas de juicio sobre las negociaciones seminales, que cobran nueva dimensión de cara a las revoluciones del mundo árabe.
A mi juicio, más que la polémica oportunidad perdida por Arafat en el 2000 –insalvable hoy en la práctica, dado el maximalismo de la dupla Netanyahu-Lieberman–, la parte más atractiva de las revelaciones es la oportunidad dorada que saboteó deliberadamente Netanyahu para reconciliarse con el plan de paz de la Liga Árabe del 2002, apadrinado por el rey saudita Abdalá.
Sabíamos que el mundo árabe durante la cumbre de Beirut de 2002 había cedido exageradamente, pero no a los niveles de profunda complementariedad estratégica que revela Clinton. Hoy eso también ya pasó cuando este Israel
, dramáticamente aislado en el mundo (un Estado paria
, ex canciller Tzipi Livni dixit), se ha querellado con todos sus vecinos y ex aliados estratégicos (Egipto y Turquía) árabes y no árabes (Irán), ya no se diga consigo misma.
Cuando la UE, en plena balcanización financiera, se encuentra dividida respecto a la entidad sionista, ¿puede pervivir este Israel
con su verdadero único apoyo que le queda en el mundo: Estados Unidos, a quien ya le empieza a causar serios problemas en sus relaciones metaelectoreras con el resto del planeta?
sábado, septiembre 24, 2011
Un presidente patético que habla sólo de los problemas de los israelíes

el hombre canoso que usa trajes grises y zapatos cómodos ya sale lentamente de su propia sombra. El monocromático líder de la Autoridad Nacional Palestina, quien escribió un libro de 600 páginas sobre el conflicto de su pueblo con Israel sin mencionar nunca la palabra
ocupación, no debe tener problema alguno esta noche en superar el patético y vergonzoso discurso que pronunció el miércoles Barack Hussein Obama ante la ONU, en el cual puso la política estadunidense para Medio Oriente en manos del gobierno israelí, siempre tan lleno de trucos.
Resulta que el presidente estadunidense, quien durante su campaña clamó por el fin de la ocupación israelí en tierras árabes, el fin del robo del territorio de Cisjordania por medio de lo que entonces llamaba los asentamientos
, y llamó a la formación de un Estado palestino para 2011, tuvo una actuación patética.
Como siempre, la legisladora Hanan Ashrawi, la única voz elocuente de Palestina en Nueva York, acertó en su opinión. No puedo creer lo que escuché
, declaró a Haaretz, uno de los mejores diarios israelíes. (Obama) parecía creer que los palestinos son quienes ocupan Israel. No tuvo una palabra de empatía para los palestinos. Habló sólo de los problemas de los israelíes...
.
Muy cierto, y como siempre, los más cuerdos periodistas israelíes condenaron abiertamente a Obama y se constató una vez más que esos príncipes que son perioidistas estadunidenses, se caracterizan por su cobardía.
El blandengue discurso sin imaginación que el presidente estadunidense Barack Obama pronunció ante Naciones Unidas refleja lo indefenso que está el mandatario estadunidense ante las realidades de Medio Oriente
, escribió Yael Sternhell.
Leer articulo completo AQUI.
viernes, agosto 05, 2011
La tragedia de Gaza
Silvia Cattori / Red Voltaire*
Christophe Oberlin es un cirujano especializado en microcirugía y en cirugía de la mano, responsable de misiones de cirugía reparadora de las parálisis entre los heridos palestinos desde diciembre de 2001, y profesor en varias universidades, además de estar a cargo de dos licenciaturas. Tiene un centenar de publicaciones y dos libros traducidos al inglés y al chino.
—Su relato [Chroniques de Gaza 2001-2011, Ediciones Demi-Lune, 2011] es muy apasionante. Nos hace entrar en la vida cotidiana de estas familias asediadas expuestas a todo tipo de dificultades, que sobreviven y se renuevan volviéndose hacia el futuro haga lo que haga Israel. Se comprende que desde que usted llegó a Gaza en diciembre de 2001 haya visto con incredulidad a los aviones del ejército israelí surgir a baja altura, atravesar la barrera del sonido y arrojar bombas sobre una población pacífica. Diez años después de ese primer contacto con la violencia, ¿qué ha cambiado en su percepción?
—Lo que ha cambiado es que hoy hago una correlación entre lo que veo sobre el terreno y lo que nos dicen nuestros medios de comunicación y nuestros políticos. Su manera de presentar los hechos raramente se corresponde con lo que constato sobre el terreno. Esto me irritó así que anulé la suscripción a ciertos periódicos, dejé de leer y de escuchar la información en la radio y la televisión. Prefiero una información de calidad a través de otras fuentes.
—Se comprende que muy rápido el cirujano que fue a Gaza para salvar vidas fue llevado a reflexionar sobre el trasfondo de estos reiterados baños de sangre tras tenerse que enfrentar a tantos cuerpos mutilados. Dar testimonio de lo que usted había visto y reestablecer la información que nuestros medios de comunicación habían sesgado, ¿no era para usted una forma de devolver la justicia y la dignidad a ese pueblo?
—Está muy claro. Y es la razón por la que desde hace años reacciono, escribo pequeños testimonios y acepto dar conferencias. Durante años he ido a operar a otros países sin sentir nunca la necesidad de expresarme. Pero cuando uno descubre que los acontecimientos que uno mismo ha vivido son deformados completamente, entonces se enfurece. Después de la agresión israelí de 2008-2009 me invitaron a expresarme en un programa de [la cadena de televisión francesa] France 24. El título que se le había dado era “¿Ha habido crímenes de guerra en Gaza?”. Estos signos de interrogación estaban completamente fuera de lugar, lo mismo que el hecho de saber si los muertos y heridos eran o no combatientes. Al haber estado yo en el lugar había podido ver que [entre los muertos y heridos] prácticamente sólo había civiles, familias enteras. Por consiguiente, en este contexto de desinformación estamos obligados a tomar la palabra para decir lo que realmente pasó. En lo que concierne a los medios de comunicación, se ve claramente que hay una censura, una autocensura y que no les interesa lo que dicen o escriben los raros testigos que hay sobre el terreno.
—Al hilo de las páginas se descubre a unos personajes desgarradores, como el cirujano Fayez. A través de su trayectoria resulta impactante ver que este pueblo constantemente perseguido vive sin odio ni resentimiento hacia sus opresores. Y es sorprendentemente optimista. En su opinión, ¿de dónde saca la fuerza para mantener esa extraordinaria vitalidad y humanidad?
—Creo que forma parte de la humanidad que es inherente a cada individuo. Todas aquellas personas que han vivido en estos infiernos tienen relatos idénticos. Primo Levi da ejemplos de ello. Cada uno de nosotros tiene unas capacidades de resistencia absolutamente extraordinarias que se develan en condiciones extremas. No es algo particular de Gaza. En mi opinión, no hay poblaciones que resisten mejor que otras. Pero no es menos cierto que es admirable la resistencia y el aguante de la población de Gaza. Respecto a Fayez, recuerdo una mañana que estaba bastante abatido: “He pasado una mala noche. Mi cuñada ha muerto de cáncer de mama. No sé cómo decírselo a mi mujer”, dijo. En nuestros países tenemos medios para detectar estos cánceres y salvar a la mayoría de los pacientes. Ahí no. Es una lección para cada uno de nosotros la simplicidad con la que estas personas asediadas por el ocupante hablan de su vida cotidiana. Las enfermedades para las que no tienen curación hacen que esa realidad sea aún más atroz.
—¿Con qué secuelas salen en particular los niños?
—Puede resultar sorprendente que no haya más personas que pierden la razón. He hablado con Maryvonne Bargues, una médica siquiatra que ha trabajado durante años con familias que vivían en ese entorno, hacinadas en 10 metros cuadrados y cuyos hijos y parientes cercanos habían sido gravemente heridos o habían muerto. Su constatación es sorprendente. A pesar de las condiciones de vida espantosas hay unas recuperaciones sicológicas impresionantes. Si uno se pasea hoy por las calles de Gaza, luego de una semana de bombardeos que han causado muchos muertos y heridos, se tiene la impresión de una población que vive en estado de paz.
—En el libro son muy elogiosas sus descripciones de personalidades de Hamás a las que usted ha conocido bien. Se comprende que usted haya establecido vínculos de confianza recíproca con estas personas, con unos destinos fuera de la norma que a pesar de los dramas que han vivido, han seguido siendo plenamente humanas. Por ejemplo, es muy impresionante el retrato que usted hace del cirujano y responsable político, Mahmoud Khalid al-Zahar. Esto contrasta singularmente con la imagen tosca, incluso execrable, que sistemáticamente se nos ofrece de él. Al ver la caricatura que han hecho de él los periodistas que han tenido ocasión de conocerlo, ¿qué le inspiró eso?
—Me sentí escandalizado y sigo estándolo. De hecho hay que saber que las autoridades israelíes tienen que acreditar necesariamente a los raros periodistas occidentales que van a Gaza. Para mí está claro el criterio de acreditación: se avala a los periodistas que los israelíes tienen la seguridad de que van a denigrar todo lo que haga Hamás. Tuve la oportunidad de observar muchas veces esto que estoy afirmando. Hasta ahora nunca he visto a un periodista autorizado a entrar a Gaza por el paso de Erez, escribir un artículo que narre con objetividad lo que se ha hecho bajo la administración de Hamás.
En las elecciones de enero de 2006, Hamás obtuvo la mayoría absoluta de los escaños en el Consejo Legislativo Palestino. Sin embargo, la Autoridad Palestina de Ramala –el partido Fatah que había perdido las elecciones– no dejó el poder; continuó recibiendo órdenes de Israel y de Estados Unidos. Desde 2009, se considera que el presidente Mahmoud Abbas no tiene ninguna legitimidad.
No obstante, la Unión Europea sigue apoyando a la Autoridad Palestina con 500 mil euros al año. Las supuestas conferencias y negociaciones de paz en las que ha participado tenían por objetivo, en connivencia con Israel y Estados Unidos, financiar y programar el poner fuera de la ley a Hamás.
Después de las elecciones de 2006, los dirigentes del movimiento de solidaridad contribuyeron a reforzar la idea de que la carta fundacional de Hamás es “antisemita”. La propaganda de los sucesivos gobiernos israelíes, que se sirven de la carta de Hamás para criminalizar a este movimiento, es explotada por todas aquellas personas que privilegian a los “laicos” para desacreditar este movimiento político y religioso palestino que afirma ser de la resistencia. Esta propaganda ha pervertido y ralentizado mucho la acción del movimiento de solidaridad.
—Qué pasa con los a priori de estos ideólogos que, en el seno del movimiento de solidaridad, han privilegiado el campo de los “laicos”, de esta Autoridad Palestina “moderada” a la que ellos consideran la única representante legítima del pueblo palestino. ¿Le han hecho reproches y le han pedido explicaciones sobre la carta de Hamás a la que generalmente califican de antisemita?
—Por desgracia hay muy pocos reproches directos. Lo lamento porque es más interesante tratar de convencer a quienes no son de la misma opinión. Simplemente, quienes no están de acuerdo con lo que digo o escribo no me invitan. La manera de luchar en el seno del movimiento de solidaridad contra quienes dicen cosas positivas sobre la gestión política de Hamás es marginarlos. Finalmente, a su escala, su manera de comportarse apenas es diferente de la que conocemos con los medios de comunicación. A pesar de todo, regularmente se me invita a dar conferencias en las provincias francesas. Ahí los militantes tienen cierta independencia respecto a París, sede del movimiento. Dicen que me invitan porque les interesa conocer todos los puntos de vista, al tiempo que saben que su directiva no me aprecia. A través de estos encuentros con el público me doy cuenta de que cuando uno describe los acontecimientos y lo siente de buena fe, se le cree. En Chroniques de Gaza sólo cuento sucesos rigurosamente exactos con el mínimo de apreciaciones personales. Los hechos hablan por sí mismos y es tarea de cada uno sacar conclusiones.
“Sobre la carta de Hamás no he tratado de convertirme en un especialista de la cuestión, pero resulta que desde 2001 cada vez que volvía de Gaza me pedían que hablara de lo que ocurre ahí. De una conferencia a otra me hacen preguntas y eso me obliga a profundizar mis conocimientos. Lo cual me llevó a pedir a mis interlocutores de Gaza que se explicaran, sobre todo, en relación a esta cuestión de la carta de Hamás, algunos de cuyos aspectos se han considerado inaceptables entre nosotros a justo título. Se me dijo que esta carta, que data de 1988, la escribieron determinadas personas, que después Hamás se convirtió en un partido político y que desde 2006, cada vez que había elecciones había un programa claro que se podía consultar y que era la referencia. Y que, en consecuencia, esta carta ya no era válida. Dicho esto, me gustaría ampliar un poco el debate. Esta manera de basarse siempre en la acusación de antisemitismo que permite arrojar instantáneamente la condenación sobre todo lo que tiene que ver con Palestina, en cuanto hay una frase o una palabra que molesta, es una forma de proceder muy desleal si se tiene en cuenta el hecho de que los palestinos, familias enteras que fueron diezmadas por los judíos y expulsadas de sus hogares en 1948, lo han perdido todo. En cuanto se pronuncia la palabra ‘judío’ en Occidente, hay oídos que están alerta. Pero de todos modos se creó un Estado judío en nombre del judaísmo, de la conciencia judía. Y en nombre de un Estado que se proclama judío las autoridades israelíes persiguen a todo aquel que no es judío. Por lo tanto, pedir a los palestinos que han sido golpeados en su propia carne que no digan que no les gustan los judíos es un poco fuerte. El hecho de que pueda haber lo que consideramos ‘deslices’, en mi opinión, es algo completamente venial en relación con el destino que han tenido. Es absurdo reprochar a este pueblo al que se oprime en nombre del Estado judío llamar ‘judío’ a su opresor. Este delito de antisemitismo que se busca detrás de cualquier palabra es algo profundamente desleal.”
—Usted describe con una rara objetividad las circunstancias en las que Hamás se vio obligado en junio de 2007 a intervenir contra los mercenarios de Fatah, financiados y armados por Estados Unidos de acuerdo con Israel, para desbaratar el plan secreto que debía llevar a su liquidación. También en relación con esto hay un abismo entre lo que usted observó sobre el terreno y lo que informaron los “enviados especiales” acreditados por Israel o los partidarios de Fatah. Se habían puesto todas las pruebas sobre la mesa, pero los periodistas del establishment siguen ignorándolas. Oír que se imputaban las intimidaciones a las fuerzas de Hamás y no al plan criminal de Fatah, debió de provocar una enorme cólera a la gran mayoría de los palestinos que no colabora con el ocupante. ¿Para qué debían servir estas mentiras sino para legitimar que se siguiera con las ofensivas del ejército israelí contra Hamás y para mantener el poder de la Autoridad Palestina?
—Es una historia desoladora. Pero también es una historia que se repite. En relación a la guerra de independencia argelina, por ejemplo, la resistencia recibió un fuerte apoyo de una parte de la izquierda y sobre todo de los comunistas; y en cuanto se vio que la Argelia independiente no iba a bascular hacia el campo socialista, hubo varias deserciones. En Argelia, en 1992, los mismos que apoyaron lo que púdicamente se llamó “la interrupción de proceso electoral” fueron el respaldo de lo que en realidad fue un golpe de Estado militar; se trató de los occidentales. La consecuencia de ese apoyo fue una guerra con 100 mil muertos. Con la victoria electoral de Hamás se vio cómo se reproducía instantáneamente el mismo fenómeno. Recuerdo una tribuna libre escrita por un notorio sionista titulada Hamas, “L’ennemi commun”. En la última fiesta del diario L’Humanité, me vino a hablar un militante que apoyaba una pequeña actividad asociativa en Gaza “a condición de que siguiera estando en un marco laico”.
“Pretender ir a hablar de laicismo a un país donde el 95 por ciento de la población tiene sentimientos religiosos está completamente fuera de lugar. Hay que saber si se quiere ayudar a una causa porque vale la pena o por imponer un ‘modelo’. Ha llegado a ocurrir que militantes que querían invitarme a hablar del libro se enfrentaran en el seno de su comité con ‘laicos’ que no querían oír hablar de Hamás. ¡Despreciar a Hamás es despreciar a la población que la ha elegido! Gaza hoy es indisociable del voto a Hamás. Y limitarse a hablar de Cisjordania es ir en el sentido estadunidense-israelí de apoyo ciego a la ‘Autoridad Palestina’, aunque se sabe que unas elecciones libres hoy en Cisjordania probablemente darían la victoria a Hamás.”
—El capítulo de su libro titulado “Sara” deja atónito al lector. Reunidos en el velorio de una anciana que resulta ser la madre de Mohammed Dahlan, cuadros de Hamás discuten cortésmente con partidarios de Fatah. Este tipo de episodio es sorprendente, esta ausencia de animosidad por parte de los cuadros de Hamás, cuyos militantes son torturados y arrojados a la cárcel en Cisjordania por las fuerzas de seguridad de Fatah, ¿dejan augurar que mañana sea posible una reconciliación, a pesar de las traiciones?
—He asistido con frecuencia a escenas de este tipo. Una vez me encontraba con una familia en la que se reunían a la misma mesa miembros de Hamás y uno de sus primos al que pagaba la dirección de Fatah para que no fuera a trabajar. Yo estaba estupefacto por el clima que ahí reinaba. No había más que pequeñas pullas, sin maldad. Todo se decía en un tono de humor. Esta fraternidad entre palestinos ya la había observado en las elecciones que llevaron a Hamás al poder y continúa hoy. Creo que es posible una reconciliación. No hay reivindicaciones de odio entre Fatah y Hamás. Es una disputa de jefes. La Autoridad Palestina ni siquiera representa a la base de Fatah. Es una falsa disputa. A nivel de los electores no existe animosidad entre Hamás y Fatah. Si se organizaran elecciones en unas condiciones electorales normales se desarrollarían de una manera tan pacífica como en 2006.
—Una vez más no se puede dejar de pensar que Israel no hubiera podido llegar tan lejos en el horror si los ideólogos que dictan la línea política en el seno del movimiento de solidaridad en vez de apoyar al campo de Fatah y de quienes optaron por la colaboración con el ocupante, hubieran apoyado claramente el campo de las fuerzas que, como Hamás, rechaza esta vía y sigue reivindicando el derecho de los palestinos a resistir a la ocupación. ¿Acaso no le han puesto las cosas más fáciles a Israel y prologando el sufrimiento del pueblo palestino por medio de este tipo de extraña mala unión?
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domingo, marzo 29, 2009
Colonos judíos apedrean policías israelíes disfrazados de árabes
JERUSALEN (AP) — Colonos judíos de Cisjordania apedrearon a policías israelíes disfrazados de palestinos, informaron la prensa y la policía israelí el sábado.
El vocero policial Dany Peleg confirmó a la Associated Press que se produjo el ataque.
La prensa usraelí informó que los policías se habían vestido como árabes para atrapar a los colonos que se sabe atacan a palestinos.
Seis personas fueron detenidas. Una quedó en libertad y las cinco restantes bajo arresto domiciliario.
El incidente salió a la luz cuando un tribunal criticó a la policía por el riesgo que corrieron sus agentes.
viernes, marzo 20, 2009
Salen a la luz “sucios secretos” de la incursión israelí en la franja de Gaza
*Nuestro ejército, “el más moral del mundo”; se investigará cada “incidente”: Ehud Barak
*La atmósfera entre las tropas era que las vidas de los pobladores “no importaban”, dice un soldado

Jerusalén, 19 de marzo. Israel enfrentaba esta noche un severo cuestionamiento a la conducta mostrada en su ofensiva de 22 días en Gaza, al darse a conocer testimonios de sus propios soldados según los cuales se les permitió, y en algunos casos incluso se les ordenó, disparar a palestinos civiles desarmados.
Los testimonios –primeros de ese tipo que surgen de las propias fuerzas armadas– se apartan marcadamente de las afirmaciones oficiales de que los militares se esforzaron al máximo por evitar bajas civiles, y tienden a corroborar acusaciones palestinas de que los soldados abrieron fuego en forma indiscriminada y desproporcionada en zonas civiles durante la operación.
En uno de los testimonios que arrojan una dura y nueva luz sobre lo que según los soldados eran las reglas permisivas de la Operación Plomo Endurecido, un militar describe la forma en que un oficial ordenó disparar contra una anciana a 100 metros de una casa que ocupaban las tropas.
Otro soldado, al describir cómo una madre y sus hijos fueron muertos a tiros por un francotirador por haberse equivocado de puerta al salir de una casa, señala que la “atmósfera” entre las tropas era que las vidas de los palestinos “importaban mucho menos que las de nuestros soldados”.
El líder de un escuadrón narró: “Al principio la directiva era entrar en una casa con un vehículo blindado, echar abajo la puerta y abrir fuego contra cualquier persona que avistáramos. Yo lo llamo asesinato. En un principio me preguntaba qué sentido podía tener aquello. Los superiores dicen que era permisible porque todos los que quedaban en la ciudad eran culpables, puesto que no escaparon”.
Los relatos, que también describen la destrucción al parecer indiscriminada de propiedades, se dieron durante un debate posterior a la operación entre graduados del curso premilitar Yitzhak Rabin, en el Colegio Académico Oranim, en el norte de Israel. La transcripción de la sesión, presidida por el director del curso –el diario Haaretz publicó detalles de ella–, obligó al abogado general de las fuerzas de defensa israelíes, Avichai Mendelbit, a anunciar este jueves una investigación de la policía militar sobre las acusaciones.
Haaretz señaló que tras ventilarse esos “sucios secretos” se volverá más difícil para los israelíes minimizar las acusaciones de la propaganda palestina. El director del curso, Danny Zamir, declaró al periódico que se sintió “estremecido” por los testimonios, presentados el 13 de febrero, y que a raíz de ello dijo al jefe del estado mayor de las fuerzas armadas, Gabi Ashkenazi, que temía una “grave pérdida de moral” de los militares.
En un relato, el líder un escuadrón de infantería describe cómo las tropas soltaron a una familia que tuvieron cautiva durante varios días en una habitación de su casa. “El comandante del pelotón los dejó salir y les ordenó salir por la derecha, pero olvidó decirle al francotirador que estaba en el techo. Éste, al ver a una mujer y niños que se le acercaban, abrió fuego. No creo que se haya sentido muy mal por hacerlo, porque hasta donde él sabía sólo estaba siguiendo las órdenes recibidas. Y la atmósfera en general, según lo que entendía de la mayoría de mis hombres a quienes hablé, era que las vidas de los palestinos, digamos, es algo mucho, pero mucho menos importante que las de nuestros soldados”.
Otro líder de escuadrón, quien describió el asesinato de una anciana, afirma que discutió con su comandante por las laxas reglas que permitían ‘limpiar’ las casas disparando sin avisar antes a los residentes. Cuando cambiaron las órdenes, los soldados se quejaban porque “debemos matar a todos los que hay aquí (en el centro de Gaza). Todos son terroristas”.
“Escribir ‘muerte a los árabes’ en las paredes, apoderarse de fotos de las familias y escupirles nomás porque sí… eso es lo peor. Entender cuán bajo han caído las fuerzas armadas en cuestión de ética.”
Ehud Barak, ministro israelí de Defensa, expresó: “Les digo que desde el jefe del estado mayor hasta el último soldado, el ejército más moral del mundo está listo a recibir órdenes del gobierno de Israel. No tengo duda de que todos los incidentes serán examinados uno por uno”.
Sin embargo, organizaciones israelíes de derechos humanos, entre ellas B’Tselem y la Asociación pro Derechos Civiles de Israel, exigieron una investigación independiente y se quejaron de que sólo se anunció la pesquisa militar después que Haaretz publicó la nota, es decir, “tres semanas después de que los asuntos principales fueron conocidos por el jefe del estado mayor. Este retraso sigue la pauta de otras sospechas de crímenes graves que no han sido investigadas”.
Amos Harel, el respetado corresponsal militar del periódico, quien dio a conocer la historia, escribió que Zamir fue condenado en 1990 por negarse a respetar una ceremonia de los colonos en la tumba del bíblico José en Cisjordania. Pero añadió que al leer la transcripción se percibe que Zamir “actúa movido por un profundo interés por el espíritu de las fuerzas armadas”.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya
domingo, enero 18, 2009
CARTA CONTRA EL TERRORISMO SIONISTA
El 4 de diciembre de 1948, el New York Times publicó una carta firmada por un grupo de intelectuales judíos (entre ellos Hannah Arendt y Albert Einstein) que condenaba rotundamente el terrorismo sionista y comparaba a la extrema derecha sionista isarelí con el fascismo y el nazismo. El motivo de la carta fue la visita a Estados Unidos de Menachem Begin, fundador y líder del recién creado Partido de la Libertad (Tnuat Herut), integrado por antiguos miembros del grupo terrorista Irgún y que, en la década de los setenta formaría con otros partidos el actual Likud, al frente del cual Begin sería primer ministro de Israel entre 1977 y 1983 (culminando, con premio Nobel de la Paz incluido, una asombrosa trayectoria: de terrorista a primer ministro de la "única democracia de Oriente Medio").
A continuación, reproduzco íntegro el texto de aquella carta histórica. La traducción es mía. Se puede encontrar el texto original aquí.
A los editores del New York Times:
Uno de los fenómenos políticos más inquietantes de nuestros días es el surgimiento, en el recientemente creado Estado de Israel, del “Partido de la Libertad” (Tnuat Herut), un partido político que tiene un enorme parecido, en su organización, métodos, filosofía política y demandas sociales, con los partidos nazi y fascista. Ha sido formado por miembros y seguidores del antiguo Irgún Zvai Leumi, una organización terrorista de extrema derecha y chauvinista de Palestina.La actual visita de Menachem Begin, dirigente de este partido, evidentemente está planeada para dar la impresión de que existe un apoyo estadounidense a este partido en las próximas elecciones y para consolidar los vínculos políticos con los elementos sionistas conservadores de Estados Unidos. Varios estadounidenses de prestigio nacional han acogido con entusiasmo su visita. Es inconcebible que aquellos que se oponen al fascismo en todo el mundo, si estuvieran correctamente informados acerca de los antecedentes y proyectos políticos del señor Begin, pudieran añadir sus nombres y apoyo al movimiento que representa.Antes de que causen un daño irreparable las contribuciones financieras y las manifestaciones públicas de apoyo a Begin y se cree en Palestina la impresión de que una gran parte de Estados Unidos respalda a los elementos fascistas en Israel, el público estadounidense debe estar informado de los antecedentes y objetivos del señor Begin y su movimiento.Las declaraciones públicas del partido de Begin no dan la más mínima pista sobre su verdadero carácter. En la actualidad hablan de libertad, democracia y anti-imperialismo, a pesar de que hasta hace bien poco defendían la doctrina del Estado fascista. Son sus acciones las que revelan su auténtico carácter; por sus acciones pasadas podemos juzgar lo cabe esperar que hagan en el futuro.
Asalto a un pueblo árabe
Un terrible ejemplo es su comportamiento en el pueblo árabe de Deir Yassin. Este pueblo, alejado de las carreteras principales y rodeado de tierras judías, no había tomado parte en la guerra e incluso había combatido a las bandas árabes que pretendían usar el pueblo como base. El 9 de abril, las bandas terroristas asaltaron este pueblo pacífico, que no era un objetivo militar, y asesinaron a la mayoría de sus habitantes (240 hombres, mujeres y niños) y mantuvieron con vida a algunos de ellos para mostrarlos como prisioneros por la calles de Jerusalén. Aquel acto horrorizó a la mayoría de la comunidad judía, y la Agencia Judía envió un telegrama de disculpas al rey Abdalá de Transjordania. Pero los terroristas, lejos de avergonzarse de su acto, estaban orgullosos de aquella matanza, la difundieron ampliamente e invitaron a todos los corresponsales extranjeros que se encontraban en el país a ver los cadáveres amontonados y la devastación de Deir Yassin.Los sucesos de Dair Yassin ilustran el carácter y los actos del Partido de la Libertad. Los miembros del partido predican entre la comunidad judía una mezcla de ultranacionalismo, misticismo religioso y superioridad racial. Al igual que otros partidos fascistas, se ha recurrido a ellos para romper huelgas y ellos mismos han presionado para que se destruyan los sindicatos libres. En su lugar, han propuesto que se creen sindicatos corporativos siguiendo el modelo de los fascistas italianos.Durante los últimos años de violencia esporádica contra los británicos, el IZL y el Grupo Stern instauraron un reinado del terror en la comunidad judía de Palestina. Propinaron palizas a los profesores por hablar en contra de ellos y fusilaron a adultos por no permitir que sus hijos se unieran a sus filas. Usando métodos propios de gánsters, dando palizas, rompiendo ventanas y llevando a cabo atracos por todas partes, los terroristas intimidaron a la población y le exigíeron pagar un fuerte tributo.Los miembros del Partido de la Libertad no han participado en ninguno de los logros constructivos alcanzados en Palestina. No han reclamado ninguna tierra, no han construido ningún asentamiento y sólo han conseguido restar mérito a las actividades de defensa judía. Sus esfuerzos para ayudar a la inmigración, tan divulgados, fueron mínimos, y se concentraban principalmente en llevar a compatriotas fascistas.
Discrepancias
Las discrepancias entre las valientes afirmaciones hechas por Begin y su partido y sus acciones pasadas en Palestina llevan la marca de un partido político poco corriente. Es el sello inconfundible de un partido fascista para el cual el terrorismo (contra los judíos, los árabes y los británicos por igual) y la tergiversación son medios en la consecución del objetivo de un “Estado líder”.Teniendo en cuenta las anteriores consideraciones, es necesario que se sepa en este país la verdad sobre el señor Begin y su movimiento. Lo más trágico es que la cúpula del sionismo estadounidense ha rechazado unirse a la campaña contra los proyectos de Begin, o incluso se ha negado a exponer a sus bases los peligros que supone para Israel apoyar a Begin.Por ello, los abajo firmantes usamos este medio para exponer públicamente algunos hechos relevantes acerca de Begin y su partido y para exhortar a todos los interesados a que no respalden esta última manifestación de fascismo.
Firmado:
Isidore Abramowitz, Hannah Arendt, Abraham Brick, Rabbi Jessurun Cardozo, Albert Einstein, Herman Eisen, Hayim Fineman, M. Gallen, H.H. Harris, Zelig S. Harris, Sidney Hook, Fred Karush, Bruria Kaufman, Irma L. Lindheim, Nachman Majsel, Seymour Melman, Myer D. Mendelson, Harry M. Orlinsky, Samuel Pitlick, Fritz Rrohrlich, Louis P. Rocker, Ruth Sager, Itzhak Sankowsky, I.J. Shoenberg, Samuel Shuman, M. Singer, Irma Wolfe, Stefan Wolfe.
Publicado por Dontriana de RadioAMLO.
jueves, enero 15, 2009
La utopía de la paz
MÉXICO, DF, 15 de enero (apro).- Una vez más nos enfrentamos a un liderazgo que solamente conoce una solución: la guerra. El gobierno israelí debatió durante meses una solución para Gaza, de forma muy parecida a los frecuentes debates de los anteriores gobiernos, la situación en el Líbano, la primera y segunda Intifada y, de hecho, todas las crisis a las que se ha enfrentado Tel Aviv. Sin embargo, al final, a estos dirigentes electos y sagaces, mujeres incluidas, sólo se les ocurrió una solución, una visión: una ofensiva militar. Como si no hubieran probado ese tipo de solución en el pasado. ¿Qué otra cosa se puede hacer? ¿Ocupar Gaza? Ya lo hemos hecho. ¿Imponer un bloqueo? Ya lo hemos hecho. ¿Bombardearla? ¿Matar? Ya hemos utilizado estos métodos muchas veces. No aparecerá ninguna solución mágica mientras que los gobiernos israelíes regurgiten sus respuestas militares agresivas.Oímos a nuestro ministro de Defensa, Ehud Barak, insistir en que "no hay nadie con quién hablar al otro lado" -una justificación demasiado frecuente para adoptar una respuesta militar al margen de la diplomacia. Como todo el mundo conoce, siempre son culpables los enemigos de uno. Como los niños en el recreo, culpándose el uno al otro por haber iniciado la pelea, nuestro gobierno, por un lado, culpa a la otra parte, y por otro se presenta a sí mismo como indefenso. Su incapacidad, o quizás su falta de voluntad para encontrar una solución no militar a la situación de Gaza, es todavía otra prueba de su falta de visión. Por si fuera poco, se niegan a escuchar a sus ciudadanos. La mayoría de la gente en Israel no cree que la guerra en Gaza vaya a aportar una solución duradera a la crisis actual. Incluso aquellos judíos israelíes, que lamentablemente han aplaudido la muerte de cientos de palestinos, probablemente no darán su apoyo a la matanza una vez que la ofensiva empiece a cobrar victimas entre los soldados israelíes. Hemos vivido una experiencia similar hace dos años, durante el ataque de Israel al Líbano. Al igual que hoy, aquellos de nosotros que nos opusimos a la incursión militar desde sus inicios fuimos objeto de iras y burlas, hasta que se produjo la primera baja de Tel Aviv.Ninguna comisión de investigación va a devolver la vida a los muertos de ambos lados. ¡Es hora de escuchar las voces de la razón! Por supuesto que existen otras soluciones que no tienen que ver con la violencia y el poder militar. Existen alternativas a la violencia. ¡Si no son evidentes por sí solas, entonces hay que buscarlas y visualizarlas!, y hay que tener en cuenta la historia a la hora de considerar estas opciones. Por ejemplo Gaza, con sus campos de refugiados, es en sí el resultado de una guerra sin fin que empezó en 1948. La agencia de Naciones Unidas de ayuda a los refugiados palestinos (UNRWA) trabaja hoy con cerca de 500 mil refugiados sólo en la Franja de Gaza.Estos refugiados son descendientes de familias que fueron expulsadas de sus hogares no sólo en 1948 sino también en 1952, cuando los residentes palestinos de Ashkelon, que por cierto eran ciudadanos israelíes, fueron expulsados a la Franja de Gaza...No se puede poner fin a la injusticia con el poder militar y la destrucción. Los palestinos están hartos de este enfoque y probablemente no están dispuestos a quedarse sentados y esperar pacíficamente hasta que Israel se dé cuenta que no hay una solución militar al conflicto.Si hemos de encontrar una solución duradera al conflicto, necesitamos un enfoque muy diferente al de la crisis actual. Israel tiene que levantar el bloqueo y permitir la libertad de movimiento, tanto en el interior como para salir y entrar en la Franja de Gaza.Esto incluye la reapertura del aeropuerto y el puerto pesquero, asegurando el suministro de combustible y electricidad, y sobre todo hacer frente a la necesidad perentoria de suministros médicos.Además, se deberá permitir a los estudiantes salir de la Franja de Gaza y proseguir sus estudios en otros sitios, y autorizar a los trabajadores palestinos a trabajar en Israel. Esto sólo es el comienzo. Deberíamos apoyar la instalación de un ferrocarril que conecte la Franja de Gaza con Cisjordania para permitir las visitas de familias y otros intercambios vitales.En resumen, para deshacer parte del daño infligido durante décadas de soluciones militares, Israel necesita demostrar generosidad. Deberíamos buscar la paz con un enemigo vivo en lugar de uno muerto y, ¡cuanto antes, mejor!
*La doctora Hannah Safran es integrante de Mujeres de Negro, en Haifa, Israel.
martes, enero 13, 2009
Chávez, nuevo héroe de los palestinos faltos de un líder fuerte

http://www.youtube.com/watch?v=Y8YblQn0OkI&eurl=http://www.aporrea.org/ddhh/n126941.html&feature=player_embedded
domingo, enero 11, 2009
EL ESPLENDOR DEL SUPLICIO

Movimiento de Solidaridad Nuestra América
EL ESPLENDOR DEL SUPLICIO
Danilo Zolo (*)
La ensangrentada Franja de Gaza es el último testimonio de una tragedia sin retorno que se dirige ya hacia la solución final. En estos días, miles de heridos y centenares de muertos, víctimas de los bombardeos y los ataques terrestres de la gran potencia nuclear israelí, se han sumado a las decenas de miles de personas que se hallan en condiciones desesperadas a causa de la miseria, las enfermedades, el hambre. La extorsión financiera y el bloqueo impuesto por Israel a la población de Gaza no tenían por objeto golpear sólo al movimiento de Hamás. Es imposible pensar mínimamente, a pesar de los ríos de retórica lanzados por los creadores de opinión occidentales, que la operación Plomo Fundido haya sido preparada para replicar a los cohetes Kassam. Diez años de uso de estos rudimentarios instrumentos bélicos no habían producido más de una decena de víctimas israelíes. Gaza debe desaparecer, ahogada en sangre: éste es el objetivo estratégico de las autoridades israelíes tras el fracaso de la retirada propiciada por Sharon en 2005. Gaza será erradicada como entidad civil y como estructura política autónoma, no por casualidad los misiles y los tanques israelíes están destruyendo encarnizadamente sus estructuras civiles, políticas y administrativas. Gaza se verá reducida a un amasijo de ruinas y desaparecerá, del mismo modo que está desapareciendo Cisjordania, que ya sólo sobrevive como pecio histórico, como una especie de vertedero humano diferenciado, tras cuarenta años de ilegal ocupación militar. Lo que quede del pueblo palestino se verá sometido por siempre al poder de los invasores, en nombre del mito político-religioso del Gran Israel. Respecto a este mito, el valor de las vidas humanas es igual a cero, a pesar del derecho a la vida sobre el que fabula la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. Éste año, 1948, es precisamente el de la proclamación del Estado de Israel y de la feroz limpieza étnica impuesta por los líderes sionistas al pueblo palestino, hoy rigurosamente documentada por historiadores israelíes como, entre otros, Ilan Pappe, Avi Shlaim y Jeff Halper. En estos últimos años, la idea de un Estado palestino ha sido la última impostura sionista, sostenida por el poder imperial de Estados Unidos, con la complicidad de la Unión Europea. El engaño ha servido no sólo para encubrir un proceso de ocupación aún más invasora de la exigua porción de territorio –el 22 por ciento de la Palestina del Mandato británico– que le dejaron al pueblo palestino tras la guerra de agresión de 1967. El engaño ha servido sobre todo para llevar a cabo una progresiva e irreversible colonización de toda Palestina. Hoy están implantados en Cisjordania no menos de 400.000 colonos, y las colonias se extienden sin límites. En Gaza y Cisjordania, los líderes políticos palestinos se han visto empujados al exilio o la cárcel, o han sido eliminados con la feroz técnica de los asesinatos selectivos. Han demolido decenas de miles de viviendas y devastado centenares de poblaciones. Han destruido centenares de pozos, y se han apropiado y explotado las reservas hídricas para la irrigación de los cultivos de las colonias y los territorios israelíes. Miles de olivos y frutales han sido arrancados de raíz. Una compacta red de carreteras que unen a las colonias entre sí y con Israel –las tristemente famosas by-pass routes– están prohibidas a los palestinos, y hacen aún más difícil las comunicaciones por tierra, ya de por sí obstaculizadas por centenares de puestos militares de control. A todo esto se añade la erección de la llamada barrera de seguridad querida por Ariel Sharon, el muro destinado a aprisionar a la población palestina, relegándola a zonas territoriales cada vez más fragmentadas y desplazadas. Entretanto, Jerusalén se ha convertido en una inmensa colonia hebrea que se amplía cada vez más hacia el Este, suprimiendo todo rastro de presencia árabe-islámica y de sus milenarios monumentos. El etnocidio del pueblo palestino se está consumando ante la indiferencia del mundo, con la complicidad de las cancillerías occidentales, el silencio de los grandes medios de comunicación de masas, el servilismo de los expertos y juristas que pretenden ubicarse por encima de ambas partes, y el apoyo ferviente del más obtuso y sanguinario presidente que haya podido tener Estados Unidos. En lo relativo al pueblo palestino, el Derecho Internacional es un pedazo de papel ensangrentado; mientras, las Naciones Unidas, dominadas por el poder de veto de Estados Unidos, siguen instaladas en la inanidad y dejan sin castigo los infinitos crímenes internacionales cometidos por Israel. La triste peripecia vivida por Richard Falk (1), relator especial de las Naciones Unidas, nos ha ofrecido estos días la enésima prueba. Lo que seguramente tomará fuerza en un futuro muy próximo –y será para todos la tragedia más grave– será el terrorismo suicida de los jóvenes palestinos, la única réplica económica al terrorismo de Estado. Asimismo, el riesgo de una extensión del conflicto a toda la media luna fértil será altísimo. ¿Qué sentido histórico y humano tiene todo esto? ¿Cuál es el destino de Oriente Próximo? ¿Qué función tiene la matanza de hombres, mujeres y niños palestinos? ¿Cómo se justifica la falta de piedad del gobierno de Olmert y la complicidad de las autoridades religiosas israelíes? Una cosa parece cierta, y es la función sacrificial de un pedazo de tierra entre los más densamente poblados, pobres y desesperados del planeta. Quien persigue un objetivo absoluto y se cree portador de la justicia y la verdad, se atribuye una inocencia absoluta y está siempre dispuesta, como nos enseñó Albert Camus, a imputar a los adversarios una culpa absoluta y a disponer de sus vidas negándoles toda esperanza. Gaza es hoy un inmenso patíbulo donde se celebra ante todo el mundo una condena a muerte colectiva. La Humanidad asiste al esplendor del suplicio, para utilizar una célebre expresión de Michel Foucault. La pública ejecución de la condena a muerte de los adversarios es un instrumento esencial de la glorificación de un poder que se considera más que humano.
( *)Danilo Zolo (Fiume, 1936) es un distinguido jurista y filóso del Derecho italiano. Enseña filosofía en la Universidad de Florencia y ha sido profesor asociado en Cambridge, Harvard, Princeton, entre otras. Es fundador del Centro Jura Gentium, para el estudio de la filosofía del Derecho Internacional y las políticas globalizadoras.
Barbarie planeada

El ataque de Israel a la Franja de Gaza contó con la aprobación de Estados Unidos y Egipto, y con el silencio cómplice de la Unión Europea y de varios países árabes. Su objetivo: destruir la infraestructura militar y civil de este territorio palestino, aniquilar a cuadros y miembros de la dirección política de Hamas y aterrorizar a la población para evitar cualquier resistencia.