Mostrando las entradas con la etiqueta Arabia Saudita. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Arabia Saudita. Mostrar todas las entradas

martes, diciembre 20, 2011

Estados Unidos contra el mundo


Hubo un tiempo en que Estados Unidos tenía muchos amigos, o por lo menos seguidores relativamente obedientes. En los días que corren, parece que no tiene sino adversarios, de todas las coloraciones políticas. Es más, no parece estarle yendo muy bien en los encuentros con sus adversarios. Tomemos lo que ha estado ocurriendo en noviembre y la primera mitad de diciembre de 2011. Ha tenido confrontaciones con China, Pakistán, Arabia Saudita, Israel, Irán, Alemania y América Latina. No puede uno decir que haya llevado la mejor parte en estas controversias.

El mundo interpretó la presencia y los anuncios del presidente Barack Obama en Australia como un abierto desafío a China, pues le dijo al Parlamento australiano que Estados Unidos estaba decidido a destinar los recursos necesarios para mantener nuestra fuerte presencia militar en esta región. Para este fin, Estados Unidos está enviando a 250 marines a una base aérea australiana en Darwin (y posiblemente aumente este número en el futuro a 2 mil 500 elementos).

Ésta es sólo una de tantas jugadas de despliegue militar semejante en la región. Así, conforme Estados Unidos se retira (o se ve forzado a retirarse) de Medio Oriente –por razones políticas y financieras– muestra sus músculos en la región Asia-Pacífico. ¿Es esto realmente creíble, en un momento en que hay una renuencia creciente del público estadunidense para involucrarse en el exterior y hay exigencias urgentes de que reduzca sus gastos, incluidos los gastos militares? Hasta ahora, la respuesta de China ha sido, virtualmente, no responder, como diciendo que el tiempo está del lado de China, aun en cuanto a sus relaciones con Estados Unidos, o tal vez, especialmente para sus relaciones con Estados Unidos.

Luego está Pakistán. Estados Unidos ha arrojado el guante. Pakistán debe cesar de proteger a sus movimientos islamitas. Debe dejar de socavar al gobierno de Karzai en Afganistán. Debe cesar de amenazar a India con acciones militares en Cachemira. ¿O qué? Ése es el problema. Aparentemente, según documentos filtrados, Estados Unidos pensaba que el último amigo que le quedaba en Pakistán, el actual presidente Asif Alí Zardari, podía correr al líder del ejército, el general Ashfaq Parvez Kayani. En respuesta, el general Kayani hizo arreglos para que el presidente Zardari fuera a Dubai a un tratamiento médico. El golpe potencial, con respaldo de Estados Unidos, falló. Y si Estados Unidos intentara tomar represalias cortando la asistencia financiera, siempre está China para tomar su lugar.

En Medio Oriente, lo que más quiere el presidente Obama es que nada grave ocurra entre Israel y los palestinos, por lo menos hasta ser relegido. Esto no satisface las necesidades de Arabia Saudita o del primer ministro Netanyahu de Israel. Así que ambos continúan agitando el caldero, desde el punto de vista estadunidense. Y Estados Unidos quedó en la posición de pedirles, no de exigirles o controlarlos.

Luego está Irán, supuestamente la principal preocupación inmediata de Estados Unidos (como lo es para Arabia Saudita e Israel). Así que Estados Unidos ha estado utilizando sus más supersecretos aviones no tripulados (los drones) para espiar a Irán. No hay nada sorprendente en esto, excepto que parece que de algún modo uno de estos drones aterrizó en Irán. Digo aterrizó porque el punto clave es por qué y cómo fue que lo hizo. La CIA, de la cual es este drone, ha intentado, de un modo poco convincente, sugerir que hubo alguna falla mecánica que explica la cuestión. Los iraníes han sugerido que lo bajaron mediante una ciberacción. Estados Unidos dice imposible –pero Debka, la voz por Internet de los halcones israelíes, dicen que es cierto. Yo en esto pienso que es probable. Además, ahora que los iraníes tienen el drone, trabajan en descifrar todos sus secretos técnicos. ¿Quién sabe? Pueden publicar los secretos para que todo el mundo los conozca. Y luego, ¿qué tan supersecretos serán los drones?

Ah, sí, Alemania. Como todo mundo sabe, hay una crisis en la zona del euro. Y la canciller Merkel ha estado trabajando muy duro para hacer que los países de la zona del euro acepten una solución que le funcionará a ella, tanto en lo político, al interior de Alemania, como en lo económico al interior de Europa. Ella ha estado presionando en favor de un nuevo tratado europeo que impondría sanciones automáticas a los países de la zona del euro que violen las condiciones de este tratado. Estados Unidos consideró que éste era el enfoque erróneo. La posición estadunidense fue que ésta era una acción de mediano plazo que no resolvía la situación en el corto plazo. Obama envió a su secretario del Tesoro, Timothy Geithner, a Europa para insistir en sus sugerencias alternativas. No importan los detalles, ni quién es más sabio. Lo importante es señalar que Geithner fue ignorado por completo y que los alemanes siguen en la suya.

Finalmente, los países latinoamericanos y del Caribe se reunieron en Venezuela para fundar una nueva organización, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Todos los países del continente firmaron, excepto los dos que no fueron invitados (Estados Unidos y Canadá). La Celac está diseñada para remplazar a la Organización de Estados Americanos (la OEA), que incluía a Estados Unidos y Canadá, y que suspendió a Cuba. Tomará un tiempo para que la OEA desaparezca y que sólo la Celac se mantenga. No obstante, esto no exactamente lo están celebrando en Washington.

Traducción: Ramón Vera Herrera

© Immanuel Wallerstein

domingo, octubre 16, 2011

Las MENTIRAS del IMPERIO....

*Holder: fue desactivado; el embajador saudiárabe, el blanco

Ligan en EU a cártel mexicano en "complot iraní"

*El sicario era informante de la DEA, revela el fiscal estadunidense

David Brooks, corresponsal, y Patricia Muñoz Ríos

Eric Holder, procurador general de Estados Unidos, acompañado de Robert Mueller, director de la FBI, da pormenores del plan iraní para matar al embajador saudita.

Aristegui - Frustran Ataque Terrorista Contra Embajador Saudita (Anabel Hernandez)

http://youtu.be/gM7IxUSBDcc


http://youtu.be/Fj52rHqmF50

"Atentado" Frustrado Contra Embajador De Arabia Saudi 13-10-11 NOTICIAS MVS

http://youtu.be/Z6RulbjI8So


http://youtu.be/ZqHTPBg8GS4


http://youtu.be/8M_2KzzfDHw

lunes, septiembre 26, 2011

Bill Clinton culpa a Netanyahu de "aniquilar la paz" y buscar la expropiación de Cisjordania

Bajo la Lupa
Trabajadores municipales de Ramalá colocan banderolas con la imagen de Mahmoud Abbas, para celebrar su regreso tras participar en la Asamblea General de la ONU anteayer.


El dirigente palestino Mahmoud Abbas presentó con 63 años de atraso –desde la génesis, de acuerdo con las resoluciones de la ONU, en una perspectiva histórica moderna– y con 20 de retardo –los Acuerdos de Oslo, en una perspectiva de negociación creativa– su petición para el Estado palestino, que ha causado enorme entusiasmo en Sudamérica (y aquí gratamente en la UNAM, cuando Felipe Calderón se encuentra más que nunca sometido a los dictados del financierismo sionista).

El periodista israelí Barak Ravid expuso el patético aislamiento de Netanyahu en la ONU, en contraste al apoyo masivo (sic) a Mahmoud Abbas por la comunidad internacional (Haaretz, 24/9/11).

El disfuncional Cuarteto –conformado por Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Rusia y la ONU, y liderado por el controvertido ex premier británico Tony Blair, presunto criminal de guerra y agente petrolero y bancario de Kadafi– instó luego al premier israelí Bibi Netanyahu, líder del partido ultrafundamentalista Likud, y al palestino Mahmoud Abbas, a iniciar las negociaciones de paz en un mes (sic), que deberán ser concluidas en el lapso de un año (sic), es decir, casi un mes antes de las cruciales elecciones en Estados Unidos.

Sin miramientos, Netanyahu se ha entrometido obscenamente en las elecciones de Estados Unidos, gracias al desproporcionado poder local/global del sionismo (la Reserva Federal, Wall Street, el Congreso genuflexo, Hollywood y los oligopólicos multimedia, que controla, además, a los votantes israelíes de Nueva York, Ohio y Florida, que pueden decidir el resultado en el Colegio Electoral, de corte decimonónico y de votación indirecta).

En tal lapso, al menos de una nada improbable liberación (literal) del enfadado Pentágono (ver Bajo la Lupa, 14, 18 y 21/9/11), Netanyahu corre con el tiempo a su favor debido al doble secuestro financierista y electorero de Obama.

El mismo día de la petición del Estado palestino, una genuina intifada legal internacional, y de la exhumación del Cuarteto –que si fuera un grupo musical no emitiría ninguna melodía–, el zar energético global Vlady Putin, apuntalado sin equívocos por su delfín Medvedev, anunciaba su candidatura a la presidencia, lo cual denota un endurecimiento estratégico del Kremlin, que se alista a entrar a la segunda fase de la regeneración histórica de Rusia, ahora desde la perspectiva multipolar.

Ya que hablamos de liberaciones, pues nada menos que el ex presidente Bill Clinton, un día antes del aquelarre diplomático en la ONU, culpó a Netanyahu de haber liquidado el proceso de paz: En una perspectiva cínica (sic) el llamado del primer ministro israelí a negociar significa que no va a ceder Cisjordania (Josh Rogin, Foreign Policy, 22/9/11, y Haaretz, 23/9/11).

Clinton, a quien le correspondió una ardua fase de las negociaciones entre las partes, develó que Netanyahu perdió interés en el proceso de paz en cuanto dos demandas israelíes básicas estaban al alcance de la mano: un liderazgo palestino viable y la posibilidad de normalizar las relaciones con el mundo árabe.

El carismático ex presidente develó que el rey de Arabia Saudita, Abdalá, estaba dispuesto al reconocimiento de Israel (en las fronteras de 1967) y a una asociación (¡súper sic!) política, económica y en materia de seguridad: Fue un enorme y tremendo trato, y agregó: Eso fue lo que sucedió, y cada estadunidense debe saberlo.

¿Protege Clinton al Partido Demócrata para las próximas elecciones, frente al apoyo irrestrictamente oportunista del Partido Republicano a Netanyahu?

En una parte explosiva, consideró que los inmigrantes rusos son un obstáculo para la paz, ya que un creciente número de miembros de las fuerzas de defensa israelíes “son los hijos de los colonos (sic) rusos, la gente que más se opone a una división de la tierra (…) Es otro (sic) Israel. Un 16 por ciento de los israelíes hablan ruso”.

¿No se habrá arriesgado demasiado al haberse expresado cándidamente, al margen de una conferencia en Nueva York (la mayor ciudad sionista del mundo)?

Clinton debe prepararse a la andanada ultrafundamentalista, que lo impugnará propagandísticamente con sus aburridos epítetos inmutables: promotor de los Protocolos de los sabios de Sion, nazi, judeófobo, antisemita, terrorista, etcétera.

Quizá un poco para requilibrar sus estrujantes revelaciones, declaró haber percibido que los palestinos aceptarían el arreglo que fue rechazado por Arafat en las negociaciones con el premier Ehud Barak en el 2000.

Relata que todavía ignora las razones por las cuales Arafat rechazó el arreglo que Barak había aceptado y quien estaba dispuesto a reconocer a la parte oriental de Jerusalén como la capital del Estado palestino. Es cierto: a muchos nos asombró, pero será interesante conocer el punto de vista de los arafatistas. Hoy, 11 años más tarde, Clinton juzga que el grupo de Mahmoud Abbas estaría dispuesto a aceptar el mismo arreglo. A mi juicio, el problema es que la dupla Netanyahu-Lieberman, entrampada en su neocolonialismo irredentista de Cisjordania y su fijación fundamentalista de hacer de Israel un exclusivo Estado judío, no está dispuesta a imitar al militar Barak.

Las metamorfosis de los políticos al dejar el poder son asombrosas, como es el caso de la voltereta pasmosa del ex premier Ehud Olmert, del Partido Kadima, quien ahora propone interesantes puntos de partida (The New York Times, 23/9/11) para solucionar el contencioso gangrenado y que, por cierto, no llevó a cabo cuando estuvo en funciones bélicas. Todo lo contrario: traicionó a Turquía en las negociaciones secretas con Siria y luego emprendió el infanticidio de Gaza. Como dice la canción mexicana: lo que un día fue no será.

Clinton coincide con la tesis sobre la tragedia del magnicidio de Ytzhak Rabin en la política moderna (sic) del Medio Oriente y que, por alguna razón, saca a relucir hasta ahora. Otra tragedia, a su juicio, versa sobre la apoplejía de Ariel Sharon.

Sus revelaciones aportan nuevas herramientas de juicio sobre las negociaciones seminales, que cobran nueva dimensión de cara a las revoluciones del mundo árabe.

A mi juicio, más que la polémica oportunidad perdida por Arafat en el 2000 –insalvable hoy en la práctica, dado el maximalismo de la dupla Netanyahu-Lieberman–, la parte más atractiva de las revelaciones es la oportunidad dorada que saboteó deliberadamente Netanyahu para reconciliarse con el plan de paz de la Liga Árabe del 2002, apadrinado por el rey saudita Abdalá.

Sabíamos que el mundo árabe durante la cumbre de Beirut de 2002 había cedido exageradamente, pero no a los niveles de profunda complementariedad estratégica que revela Clinton. Hoy eso también ya pasó cuando este Israel, dramáticamente aislado en el mundo (un Estado paria, ex canciller Tzipi Livni dixit), se ha querellado con todos sus vecinos y ex aliados estratégicos (Egipto y Turquía) árabes y no árabes (Irán), ya no se diga consigo misma.

Cuando la UE, en plena balcanización financiera, se encuentra dividida respecto a la entidad sionista, ¿puede pervivir este Israel con su verdadero único apoyo que le queda en el mundo: Estados Unidos, a quien ya le empieza a causar serios problemas en sus relaciones metaelectoreras con el resto del planeta?

sábado, junio 18, 2011

Hambre y guerra: el mundo de los próximos 100 años

Ni uno solo de los Objetivos del Milenio –reducción de la pobreza, el hambre, la mortalidad materna e infantil y, entre otros, del analfabetismo– se cumplirá. Por el contrario, los millones de personas que padecen hambre se multiplicarán. Sin un plan de contingencia para la humanidad, lo único que parecen impulsar los gobiernos de las naciones poderosas son los negocios de las trasnacionales.
Marta Gómez Ferrals / Prensa Latina

El más reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre población estima que a fines de 2011 habrá unos 7 mil millones de habitantes en la Tierra, el cada vez más candente habitáculo, donde nacen cinco humanos y otros dos mueren por segundo, aproximadamente, según expertos.

Ese ritmo de crecimiento implicará a ser unos 10 mil 100 millones dentro de 90 años –3 mil millones más que en la actualidad–, incremento físico que estará determinado por la evolución de la natalidad en áreas geográficas de alta fertilidad, localizadas en África fundamentalmente.

Un dato curioso puede ilustrar sobre tales estimados. Alemania y Etiopía, dos naciones con un número de pobladores bastante similar, con 82 millones y 85 millones, respectivamente, tendrán hacia 2050 alrededor de 70 millones y 174 millones, en ese mismo orden, de acuerdo con los pronósticos de la ONU.

América Latina, que desde 2010 registra unos 597 millones de habitantes, hacia 2050 llegará a cerca de 715 millones, para reducirse a 688 millones a la vuelta de los mencionados 90 años.

El director ejecutivo del Fondo de Población de la ONU, Babatune Osotimehin, afirmó en mayo pasado, en Nueva York, que la población mundial se ha duplicado desde 1967 a una tasa de 78 millones por año, y que de cada 100 nuevos habitantes del planeta, 97 residen en países en vías de desarrollo.

Este directivo instó a invertir en los jóvenes, en su salud reproductiva y en la igualdad de género, pues a su juicio son factores de peso para encaminar a sus países de origen hacia el desarrollo sostenible y la equidad social.

Los pobladores del más pobre de los continentes, África, que actualmente representan el 14.8 por ciento de la humanidad, llegarán a significar el 23.6 en 2050 y el 35.3 en 2100, de acuerdo con los estimados del Fondo.

Aunque la innegable tendencia al envejecimiento mundial preocupa mucho y ocupa menos a una buena parte del mundo, más de 3 mil millones de los actuales habitantes del planeta son menores de 25 años.

Esto quiere decir que los más jóvenes representan el 42 por ciento de los ciudadanos del orbe y, de ellos, 1 mil 800 millones tienen entre 10 y 24 años, es decir son niñas y niños, adolescentes y jóvenes altamente necesitados de educación, servicios de salud y oportunidades de trabajo, entre otros derechos esenciales.

En cuanto a educación, el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura sobre el programa Educación para Todos, divulgado en abril, reitera que la humanidad no llegará en 2015 a reducir en el 50 por ciento el índice de adultos analfabetos como se pretendía.

Tampoco se alcanzará la total escolarización de los niños en la enseñanza primaria –67 millones no tienen acceso a la educación–, objetivo en el cual se alcanzaron algunos resultados positivos, por ejemplo en América Latina, pero todavía insuficientes.

Otra situación dramática viven unos 28 millones de menores, en 35 países bajo conflictos o guerras, impedidos de ir a la escuela y recibir educación, uno de los problemas más preocupantes de estos momentos por sus implicaciones para el futuro.

Lo más terrible es el hambre.....

Leer mas AQUI.

Ejército de mercenarios sofocará revueltas en Oriente Medio

Manlio Dinucci / Red Voltaire

Cada Estado miembro del Consejo de Cooperación del Golfo está invitado a contribuir y a participar en la contrarrevolución árabe, es decir eliminar el movimiento de protestas y rebeliones populares que tienen causas sociales y reivindicaciones democráticas. Los Emiratos Árabes Unidos, que ya ha enviado un escuadrón de policías para reprimir manifestantes de otro país, en Baréin, constituye un ejército secreto. Para ello ha contactado a la sociedad de mercenarios Xe: la tristemente célebre Blackwater, que ha cambiado de nombre....

Brasil: CIDH, indígenas y ambientalistas contra hidroeléctrica

Mario Osava / IPS-Voces de la Tierra

Ambientalistas, defensores de derechos humanos, comunidades indígenas y hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos critican el empeño del gobierno brasileño por construir una hidroeléctrica en la Amazonia. Comienzan trabajos en la zona para declarar la construcción como un “hecho consumado”. Recursos jurídicos y movilizaciones sociales buscarán cancelar el proyecto conocido como Belo Monte

Arabia Saudita y Pakistán se alejan de EU y se acercan a China

Alfredo Jalife-Rahme

Las revueltas y la revolución del mundo árabe de 22 países están creando profundas fracturas tectónicas en la geopolítica medio oriental que acentúan las fallas geológicas del subcontinente indio con las que se ha conectado.

La revolución árabe apenas se encuentra en su comienzo generacional. Varios estadistas, como el presidente ruso Medvédev, calculan que puede durar una generación entera.

Calderón, responsable en ataques a la prensa: ONU

Redacción

La responsabilidad de Felipe Calderón en los ataques que en su gobierno se han registrado en contra de comunicadores y medios de comunicación de todo el país, entre ellos Contralínea, son exhibidos por el relator para la Libertad de Expresión de la Organización de las Naciones Unidas en el informe oficial de su visita a México, presentado a inicios de junio de 2011 ante la Asamblea General de ese organismo, en Ginebra, Suiza

Hank, Salazar y… pan y circo

Miguel Badillo

Inevitable observar las últimas detenciones de un exalcalde priista y un exgobernador surgido de la alianza entre los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), como un fenómeno que involucra intrigas políticas, revanchas, advertencias, amenazas, corrupción y juego electoral.


Sofoles esquilman a familias pobres

Edgar Ramírez / Contralínea Tamaulipas

Las empresas que ofrecen microcréditos, conocidas como Sofoles, se han convertido en las entidades del ramo que más intereses cobran a quienes demandan sus servicios. El sistema de pequeños créditos, invariablemente solicitados por familias pobres que buscan solventar necesidades básicas, es el esquema más oneroso del país: el deudor debe pagar durante años abusivas tasas de interés. Un caso destaca, el de la próspera Financiera Independencia, cuyas operaciones en tres estados de la República la han colocado como empresa “líder” en el negocio de los préstamos a familias miserables y de clase media en apuros económicos...

domingo, mayo 08, 2011

Las mentiras y las incógnitas en la muerte de Bin Laden



Los hombres que ejecutaron a Bin Laden no actuaron por su cuenta: cumplían órdenes del Gobierno de Estados Unidos. Habían sido rigurosamente seleccionados y entrenados para misiones especiales. Se conoce que el Presidente de Estados Unidos puede, incluso, comunicarse con un soldado en combate.

Horas después de realizar la acción en la ciudad paquistaní de Abbottabad, sede de la más prestigiosa academia militar de ese país e importantes unidades de combate, la Casa Blanca ofreció a la opinión mundial una versión cuidadosamente elaborada sobre la muerte del jefe de Al Qaeda, Osama Bin Laden.

Como es lógico, la atención del mundo y la prensa internacional se centraron en el tema, desplazando las demás noticias de la esfera pública.

Las cadenas de televisión norteamericanas divulgaron el discurso esmeradamente elaborado del Presidente, y mostraron imágenes de la reacción pública.

Era obvio que el mundo se percataba de la delicadeza del asunto, ya que Pakistán es un país de 171 millones 841 mil habitantes -[donde Estados Unidos y la OTAN llevan a cabo una devastadora guerra que dura ya diez años]- poseedor de armamento nuclear y tradicional aliado de Estados Unidos.

Sin duda que el país musulmán no puede estar de acuerdo con la sangrienta guerra que Estados Unidos y sus aliados llevan a cabo contra Afganistán, otro país musulmán con el que comparte la complicada y montañosa frontera trazada por el imperio colonial inglés, donde tribus comunes viven a ambos lados de la línea divisoria.

La propia prensa de Estados Unidos comprendió que el Presidente ocultaba casi todo.

Las agencias de noticias occidentales: ANSA, AFP, AP, Reuters y EFE, la prensa escrita e importantes sitios Web expresan interesantes informaciones sobre el hecho.

The New York Times asegura “que los hechos difieren significativamente de la versión oficial presentada el martes por la Casa Blanca y altos funcionarios de inteligencia, según los cuales la muerte de Bin Laden -que finalmente reconocieron no iba armado aunque aseguraron que se ‘resistió’- se había producido en medio de un intenso tiroteo.

“Más según el rotativo neoyorquino, la operación, ‘aunque caótica y sangrienta, fue extremadamente unilateral con una fuerza de más de 20 miembros de los SEAL rápidamente despachando el puñado de hombres que protegía a Bin Laden’.”

“…el ‘Times’ asegura ahora que ‘los únicos disparos efectuados por los que se encontraban en el complejo residencial se produjeron al principio de la operación’.

“Exactamente, tuvieron lugar ‘cuando el mensajero de confianza de Bin Laden, Abu Ahmed al Kuwaiti, abrió fuego desde detrás de la puerta de la casa de huéspedes adyacente a la casa donde Bin Laden se escondía’.

“‘Después de que los SEALs mataron a Kuwaiti y a una mujer en la casa de huéspedes, los estadounidenses no fueron atacados con disparos ni una sola vez más’, sostiene el rotativo en base a dichas fuentes, cuya identidad no revela…”

“El martes, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, había asegurado en una ‘narrativa’ de los acontecimientos de la madrugada del domingo al lunes que el comando estadounidense sufrió un tiroteo ‘a lo largo de la operación’.

“También el director de la CIA, Leon Panetta, había hablado de ‘algunos tiroteos’ mientras los militares de élite estadounidenses iban despejando las plantas de la residencia donde se escondía Bin Laden.”

“De otro lado sin embargo, el diario asegura que aunque Bin Laden no había alzado un arma cuando fue abatido, los comandos que lo localizaron en una de las habitaciones vieron que el líder de Al Qaida tenía una ‘AK-47 y una pistola Makarov al alcance de la mano’.”

Hoy 6 de mayo continúan las noticias.

Desde Washington una de las agencias informa que solo un hombre disparó contra las fuerzas estadounidenses. A continuación narra que “En plena noche del domingo, varios helicópteros con 79 miembros de un comando estadounidense a bordo se acercan a la residencia de Osama Bin Laden en Abbottabad, al norte de Islamabad. Habían partido desde un lugar no especificado y volaban bajo para evitar ser detectados por radar, ya que Pakistán no había sido informado de la redada.

“- Dos helicópteros liberan a más de 20 efectivos Seals de la Marina en el recinto de la residencia, que tiene paredes de cuatro a seis metros de alto cubiertas con alambres de púa. Uno de los helicópteros, un MH-60 Blackhawk, aparentemente modificado para evitar radares, aterriza bruscamente a causa de una falla mecánica y queda fuera de uso, según un primer informe de funcionarios estadounidenses.

- Un grupo de efectivos se dirige hacia un edificio anexo a la residencia principal. El mensajero de Bin Laden lo ve, abre fuego contra los miembros del comando y es abatido junto a su mujer. Este hombre es el único ocupante de la residencia que dispara contra los estadounidenses. Esta afirmación contrasta con un primer informe de Washington en el que se describía una intercambio de disparos en los 40 minutos que duró la operación.

“…otro equipo entra a la casa principal de tres plantas.”

“…se topa con el hermano del mensajero, quien también es abatido, según un funcionario estadounidense que no dio más precisiones. Según la cadena de televisión NBC, el hombre tenía una mano en su espalda cuando el comando entró a la habitación donde se encontraba. Por eso los efectivos creyeron que tenía un arma, aunque no era el caso.

“- Las fuerzas estadounidenses suben las escaleras, y en una de las habitaciones encuentran a un hijo adulto de Bin Laden, Khalid, quien también es abatido…”

“- En el último piso, los efectivos encuentran a Osama Bin Laden y a su esposa en el dormitorio. Su esposa intenta interponerse y es herida en una pierna. Bin Laden no da señales de rendirse y recibe un disparo en la cabeza y, según algunos medios estadounidenses, también en el pecho. Las primeras versiones de la redada indicaron que Bin Laden ‘se resistió’ y que había usado a su mujer como escudo humano, pero esta información fue desmentida más tarde por la Casa Blanca.

“- El presidente Barack Obama, que sigue los acontecimientos desde la Casa Blanca, es informado de que el comando identificó a Bin Laden. Un reporte de la revista Time, basado en una entrevista con el director de la CIA, Leon Panetta, sugiere que Bin Laden fue asesinado menos de 25 minutos después de iniciada la operación.

“- En la habitación de Bin Laden, los Navy Seals encuentran un fusil de asalto soviético AK-47 y una pistola rusa de 9 mm. También hallan otras armas en la residencia, pero no trascienden detalles.

“- Las fuerzas especiales también encuentran dinero y números de teléfono cosidos en la ropa del jefe de Al Qaida…”

“- El comando recoge todo lo que puede servir como fuente de información: bloc de notas, cinco ordenadores, 10 discos duros y un centenar de dispositivos de almacenamiento (CD’s, DVD’s, USB).”

“…trasladan a un lugar seguro a una veintena de mujeres y niños presentes en la residencia y destruyen luego el helicóptero accidentado.

“…38 minutos después del inicio de la operación, los helicópteros parten con el cadáver de Bin Laden.

La AP publica datos de interés político y también humanos:

“Una de las tres esposas que vivían con Osama Bin Laden dijo a sus interrogadores paquistaníes que permaneció durante cinco años en la vivienda donde se escondía el prófugo, y podría ser una importante fuente de

información sobre cómo evitó la captura durante tanto tiempo, dijo el viernes un funcionario del espionaje paquistaní.”

“La esposa de Bin Laden, Amal Ahmed Abdullfattah, nacida en Yemen, dijo que nunca abandonó los pisos altos de la casa en los 5 años que residió en ella.

“Ella y las otras dos esposas de Bin Laden están siendo interrogadas en Pakistán tras ser detenidas en el asalto del lunes perpetrado por comandos navales estadounidenses contra la residencia de Bin Laden en la aldea de Abotabad. Las autoridades paquistaníes tienen detenidos además a ocho o nueve niños encontrados en la vivienda cuando se retiraron los comandos.

“Debido a los relatos cambiantes e incompletos de los funcionarios estadounidenses sobre lo sucedido en el asalto, las declaraciones de las esposas de Bin Laden quizá aporten detalles de la operación.

“Además, sus relatos podrían ayudar a ilustrar cómo pasaba el tiempo Bin Laden y lograba permanecer oculto en una vivienda grande cercana a una academia militar en una ciudad acuartelada, a dos horas y media de coche de la capital, Islamabad.

El funcionario paquistaní dijo que agentes de la CIA no tuvieron acceso a las mujeres detenidas.

La proximidad del escondite de Bin Laden a la guarnición militar y la capital paquistaní levantó sospechas en Washington que el fugitivo fue protegido quizá por las fuerzas de seguridad de Pakistán.

La agencia EFE indaga sobre lo que piensan los habitantes de Pakistán:

“Un 66 por ciento de los paquistaníes no creen que las fuerzas especiales de EEUU mataran al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, sino a otra persona, según un sondeo conjunto del instituto demoscópico británico YouGov y de Polis, de la Universidad de Cambridge.

“El sondeo se llevó a cabo entre usuarios de internet, que suelen tener mayor cultura, de tres grandes ciudades, Karachi, Islamabad y Lahore, con exclusión de grupos demográficos rurales, lo que hace que los resultados sean más sorprendentes, según los investigadores.

“Un 75 por ciento dice desaprobar además la violación de la soberanía paquistaní por EEUU en la operación para capturar y dar muerte a Bin Laden.

“Menos de tres cuartas partes de los encuestados no cree que Bin Laden autorizase los ataques del 9 11 contra Estados Unidos, que justificaron la invasión norteamericana de Afganistán y la lucha contra el terrorismo islamista.

“El 74 por ciento opina que el Gobierno de Washington no respeta el Islam y se considera en guerra con el mundo islámico y un 70 por ciento desaprueba la política paquistaní de aceptar ayuda económica de EEUU.

“El 86 por ciento se opone además a que el Gobierno paquistaní permita en el futuro o critica que haya autorizado antes ataques con aviones no pilotados contra grupos militantes.

Un 61 por ciento de los paquistaníes interrogados dice simpatizar con los talibanes o creer que éstos representan puntos de vista respetables frente a sólo un 21 por ciento que se muestra radicalmente en contra.

La agencia Reuters aporta igualmente interesantes datos:

“Una de las esposas de Osama Bin Laden dijo a sus interrogadores pakistaníes que el líder de Al Qaeda y su familia vivieron durante cinco años en la villa donde fue abatido por comandos estadounidenses esta semana, dijo el viernes un funcionario de seguridad.

“La fuente, que identificó a la mujer como Amal Ahmed Abdulfattah, dijo a Reuters que la más joven de las tres esposas de Bin Laden resultó herida en el operativo.

“Según el funcionario, Abdulfattah dijo a los investigadores pakistaníes que ‘Vivíamos allí desde hacía cinco años’.”

Las fuerzas de seguridad pakistaníes detuvieron a entre 15 y 16 personas que vivían en el complejo, después que los comandos estadounidenses se llevaron el cuerpo de Bin Laden, dijo el funcionario. Entre los detenidos se encuentran las tres esposas de Bin Laden y varios niños.

Un avión yanki sin piloto mató hoy no menos de 15 personas en Waziristán, al norte de Pakistán, según la agencia ANSA. Otras sufrieron heridas graves. Pero, ¿quién se va a ocupar de esos asesinatos diarios en aquel país?

Me hago sin embargo una pregunta. ¿Por qué tanta coincidencia entre el asesinato realizado en Abbottabad y el intento de asesinar simultáneamente a Gaddafi?

Uno de sus hijos más jóvenes, que no se mezclaba en los asuntos políticos, Saif al Arab, estaba reunido en la casa donde residía con un hijo pequeño y dos primos menores; Gaddafi y su esposa lo habían visitado hasta poco antes del ataque de los bombarderos de la OTAN. La casa fue destruida; murieron Saif al Arab y los tres niños; Gaddafi y la esposa se habían retirado poco antes. Era un hecho sin precedentes. Pero el mundo apenas se ha enterado.

¿Fue acaso una simple casualidad la coincidencia de ese hecho y el ataque contra el refugio de Osama Bin Laden, que el Gobierno de Estados Unidos conocía perfectamente y lo vigilaba con todos los detalles?

Un despacho de hoy, procedente de Ciudad del Vaticano informaba:

“Mayo 6 (ANSA)- Giovanni Innocenzo Martinelli, el vicario apostólico de Tripoli, dijo hoy a la agencia vaticana Fides que no tiene intención de ‘interferir con la actividad política de nadie’, pero afronta el deber de advertir que los bombardeos a Libia ‘son inmorales’.

“‘Me sorprende que se hayan hecho declaraciones sobre el hecho de que debería ocuparme solo de cuestiones espirituales, y que los bombardeos fueron autorizados por la ONU. Pero esto no significa que la ONU, la OTAN o la Unión Europea tengan la autoridad moral para decidir bombardeos’, agregó.

“‘Quisiera subrayar -agregó- que bombardear no es un acto dictado por la conciencia civil y moral de Occidente, o más en general de la humanidad. Bombardear es siempre un acto inmoral’.”

Otro cable de la agencia ANSA informa sobre la posición de China y Rusia.

“Moscú, Mayo 6 -Los gobiernos de China y Rusia se declararon hoy ‘extremadamente preocupados’ por la guerra en Libia y dijeron que actuarán en conjunto para reclamar un cese del fuego.”

“‘Nuestra convicción es que el objetivo más importante es obtener el cese del fuego inmediato’, declaró Jechi Yang, canciller chino”.

Están ocurriendo hechos verdaderamente preocupantes

Mayo 6 de 2011

8 y 17 p.m.

domingo, abril 03, 2011

Coalición “occidental” se apodera del 80 por ciento del petróleo de Libia

No existe la menor consistencia entre la intervención militar de Occidente (sin Alemania) para dizque defender selectivamente a los “civiles” de Bengazi (capital de la región histórica de Cirenaica que concentra 30 por ciento de la población de Libia) y el abandono de otros “civiles” en Baréin (asiento de la quinta flota de Estados Unidos) y Arabia Saudita (la mayor potencia petrolera del mundo aliada de Estados Unidos).

Tampoco le importa a la coalición occidental que la mayor parte de los rebeldes de Cirenaica pertenezca a los jihadistas de Al Qaeda, que supuestamente combate Estados Unidos en el planeta entero, como ilustra un estudio de 2007 Harmony Project, del Centro del Combate al Terrorismo de la Academia Militar estadunidense de West Point (Al-Qaida’s foreign fighters in Iraq: a first look at the sinjar records).

Dejaremos de lado los cables secretos de 2008 (hace apenas poco más de dos años) de la embajada de Estados Unidos en Trípoli, exhumados por Wikileaks, sobre el “extremismo en la parte oriental de Libia” (léase: la Cirenaica y su capital Bengazi).

Más allá de la guerra desinformativa de los ubicuos cuan omnipotentes multimedia “occidentales”, la única constante es el petróleo que define la axiología de Occidente dependiendo de la identidad del controlador del “oro negro” y, por lo que se puede entender, la razón tanto de la intervención militar de la triada de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña en Libia, así como su pasividad pasmosa en Baréin y Arabia Saudita.

La intervención militar de la triada neocolonial consiguió levantar el sitio de las tribus de Bengazi por sus rivales de las tribus del coronel Gadafi, que se han replegado a su bastión en la parte oriental de Tripolitania (capital Trípoli), que concentra el 60 por ciento de la población.

El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle –quien se soltó la lengua a sabiendas quizá de su derrota en las elecciones regionales teutonas–, fustigó la hipocresía “occidental” en búsqueda del vellocino de “oro negro” y su involucramiento en una lucha fratricida de tribus en Libia.

La intervención militar “occidental” propició no solamente el levantamiento del sitio de Bengasi, sino también la recaptura tanto de Brega, la principal terminal exportadora de petróleo en la parte oriental, así como de Ras Lanuf, su principal refinadora.

Prácticamente el 80 por ciento de los hidrocarburos de Libia, que Alá ha dispuesto se ubiquen del lado oriental, es ahora controlado por los jihadistas de Al Qaeda, apuntalados paradójica y/o coincidentemente (como guste) por la triada Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Así las cosas, el mando militar puede ser trasladado ahora a manos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que sale triunfante de su control de los hidrocarburos de Libia, la mayor parte concentrada en la parte oriental.

Los estrategas “occidentales” se rompen la cabeza montando diferentes escenarios sobre el epílogo del coronel Gadafi, replegado en su feudo de Tripolitania, lo cual, a estas alturas, resulta irrelevante cuando, más que la balcanización de facto de Libia, la triada controla el 80 por ciento de los hidrocarburos.

En la ecuación de Libia –que depende del 90 por ciento de sus ingresos petroleros–, la única constante son los hidrocarburos y los actores resultan sus variables en consecuencia.

¿Puede existir voltereta de las lealtades de las tribus, como ha sucedido en el pasado? Todo es posible.

Inmediatamente a la recuperación de los rebeldes jihadistas en el terreno militar, Qatar –una de las seis petromonarquías del Consejo de Cooperación del Golfo que participa conspicuamente al lado de la coalición “occidental”– se ha adelantado a comprar la producción petrolera de las tribus enemigas del coronel Gadafi. Se necesita mucho dinero para mantener inalterable la lealtad de las tribus del desierto libio.

Stratfor se basa en un reporte del 23 de febrero de varias empresas petroleras que expone la importancia del control del Golfo de Sidra desde cuyos puertos se exporta el 77 por ciento del petróleo libio: “El Golfo de Sidra es crucial para las exportaciones de energía de Libia. Los puertos de Sidra, Marsa el Brega, Ras Lanuf, Tobruk y Zuetina manejan aproximadamente el 77 por ciento de las exportaciones petroleras de Libia”.

La refinería de Marsa el Brega, hoy en manos de los jihadistas de Al Qaeda, destila 200 mil barriles al día.

Los tres campos petroleros –Nafura, Messla y Sarir– están en manos de la tribu zawiya (enemiga de las tribus aún leales a Gadafi). El campo de Sarir nutre el puerto de Tobruk (donde combatieron el alemán Rommel y el británico Montgomery en la Segunda Guerra Mundial).

Ras Lanuf, en manos de los rebeldes jihadistas, aliados paradójica y/o coincidentemente de la coalición” occidental”, constituye la mayor refinería de exportación libia (220 mil barriles al día). El peso de la refinería de Ras Lanuf es enorme en la economía libia.

La relevancia de Ajdabiya (también bajo control jihadista, aliada paradójica y/o coincidentemente de la coalición “occidental”) –cerrojo de la principal carretera costera entre Bengazi y Trípoli a lo largo del Golfo de Sidra– radica en su cercanía al estratégico puerto de Zuetina.

La ráfaga de disparos de los misiles Tomahawk, al unísono de los bombardeos de los aviones de Francia y Gran Bretaña para “llevar a cabo” la zona de exclusión aérea, permitieron la recaptura de Ajdabiya por los jihadistas de Al Qaeda.

Stratfor, centro de pensamiento texano-israelí, es muy veloz para las cuentas: “Las tres cuartas partes de los ingresos petroleros de Libia, del orden de 30 mil millones de dólares en 2009, son exportados al extranjero a través del Golfo de Sidra”.

A través del prisma inamovible de los hidrocarburos, la balcanización de Libia ha resultado exitosa para la triada “occidental”, que al corte de caja de hoy controla el 80 por ciento de su producción y reservas, mientras deja el restante 20 por ciento en manos de las tribus de Gadafi, que se pudieran quedar con el yacimiento petrolero de Elephant (producción de 110 mil barriles al día) para subsistir penosa y puniblemente el tiempo que se decanta la situación.

Vale la pena consultar las fotos, publicadas por Réseau Voltaire (“Un Festival de Hipocresía”, www.voltairenet.org/article169090.html), que exhiben sin rubicundez al hoy pestilente coronel Gadafi con sus amigos aliados de ayer, los hipócritas mandatarios de Occidente, que en su infausto “pacto faustiano” hace mucho le vendió su alma a Mefistófeles, y quienes hoy, después de haber exprimido sus capitales, lo arrojan inmisericordemente a las aves de rapiña de las trasnacionales petroleras que merodean en el desierto libio.

¿Pasarán las tribus de Gadafi a una prolongada guerra de guerrillas con sus aliados de Chad y Níger?

¿Qué advendrá de los pletóricos capitales del coronel Gadafi depositados en Occidente? Estados Unidos ha congelado 32 mil millones de dólares y Gran Bretaña, otro tanto. Se recuerda que ambos países padecen una severa insolvencia financiera.

¿Tendremos una nueva narrativa “occidental” para depurar a los rebeldes de Bengazi de sus matrices jihadistas y así conservar los capitales congelados en una nueva edición de las Mil y dos noches que agregó su capítulo final más inverosímil: la salvación del género humano en el Golfo de Sidra?

¿Qué pasará con los suculentos “fondos soberanos de riqueza” (Wealth Sovereign Funds) de Libia, que superan los 100 mil millones de dólares?

Por lo pronto, los bancos “occidentales” los podrán usar ad libitum y especular con ellos las alzas del petróleo y los alimentos para cerrar su círculo vicioso.

En caso de la defenestración del coronel Gadafi, el control “occidental” de los hidrocarburos libios pasaría a un ciento por ciento. As simple as that. Lo demás es literatura barata.

*Catedrático de geopolítica y negocios internacionales en la Universidad Nacional Autónoma de México

Fuente: Contralínea 227 / 3 de abril de 2011

viernes, abril 01, 2011

Medio Oriente: la contrarrevolución de Obama

Las rebeliones en Medio Oriente dejaron estupefactos a los países de Europa Occidental y a Estados Unidos. No supieron cómo reaccionar ante las primeras sublevaciones. Ahora ya lo saben: intervenir para sofocar la revuelta y poner a un gobierno que garantice la protección de sus intereses

Thierry Meyssan / Red Voltaire

Luego de cierto titubeo sobre qué hacer ante las revoluciones árabes, la administración de Barack Obama se decide por el uso de la fuerza como medio de salvar a aquéllos de sus vasallos que aún puedan tener salvación. Al igual que en el pasado, es Arabia Saudita quien recibe la misión de dirigir la contrarrevolución. Riad ha logrado que la comunidad internacional reconozca a sus peones libios en detrimento de los sublevados y ahora acaba de invadir Baréin, ahogando en sangre la sublevación popular.

Después de reunirse en París con tres emisarios de la rebelión, el presidente francés Nicolas Sarkozy anunció, el jueves 10 de marzo de 2011, que Francia ya no reconocía al régimen del coronel Gadafi como representante de Libia, sino al Consejo Nacional Libio de Transición (CNLT).

Se trata, en este caso, de un acto contrario a toda la tradición diplomática de Francia que, hasta ahora, nunca había reconocido gobiernos, sino Estados. El 4 de diciembre de 2010, Francia había reconocido a Alassane Ouattara como presidente de Costa de Marfil, en lugar de Laurent Gbagbo.

En el caso de este país, la mayoría de la comunidad internacional imitó la decisión de París, que espera provocar ahora una reacción similar respecto de Libia. Sin embargo, nadie puede dejar de notar que las decisiones del presidente Nicolas Sarkozy no responden a los intereses de Francia –cuyas empresas están siendo expulsadas de Costa de Marfil y no tardarán en ser igualmente expulsadas de Libia–, sino que han sido tomadas en respuesta a pedidos expresos de las administraciones del presidente estadunidense Obama y del primer ministro israelí Netanyahu.

Dos operaciones se desarrollan de forma simultánea: el desplazamiento del dispositivo militar estadunidense hacia África y el salvamento de los regímenes títeres en el mundo árabe.


Meter las tropas imperiales en África

Como se ha explicado desde hace cuatro años y medio, la victoria de la resistencia libanesa ante Israel en el verano de 2006 puso fin a la estrategia estadunidense de rediseño del Medio Oriente ampliado. A pesar de diversos intentos, como la “mano tendida” de Barack Obama en su discurso de El Cairo, Washington no ha logrado elaborar su estrategia de repuesto. Todo parece seguir como antes, pero, en realidad, Estados Unidos se está desentendiendo poco a poco de esa región.

Después de todo, las reservas petrolíferas del Medio Oriente están en declive, y una intromisión militar, masiva y costosa sólo reporta beneficios a largo plazo, por lo que Washington mira actualmente hacia otras latitudes. Luego de haber estudiado la posibilidad de concentrarse en el Caribe, Estados Unidos mira ahora hacia África. Tiene que apurarse porque, en 2013, el 25 por ciento del petróleo y de las materias primas que se consuman en Estados Unidos saldrá del continente negro. Definitivamente convencido por los trabajos del instituto de reflexión y propaganda israelí, Institute for Advanced Strategic & Political Studies, Washington ha acelerado la creación del Africom.

El verdadero poder que está gobernando Estados Unidos –desde el golpe de Estado del 11 de septiembre de 2001– puso a Barack Obama en la Casa Blanca, y al general William E Ward, en el Africom.

El senador de origen kenyano Barack Obama trabajó activamente en la creación de ese dispositivo. Emprendió una gira especial por África en agosto de 2005, que terminó con una rendición de cuentas en la sede del Africom, en Stuttgart. El senador Obama se ocupó entonces especialmente de los intereses de las firmas farmacéuticas en el continente negro y de los preparativos para la división del territorio de Sudán.

El general Ward, por su parte, no es simplemente un negro estadunidense, sino que es también el exresponsable de la ayuda estadunidense de seguridad a la Autoridad Palestina, es decir fue el coordinador de seguridad entre Mahmud Abbas y Ariel Sharon. Estuvo a cargo de la aplicación de la “hoja de ruta” y de la retirada unilateral de las fuerzas israelíes de Gaza –anterior a la construcción del muro de separación, a la división de los territorios palestinos en dos (Gaza y Cisjordania) y a su transformación en “bantustanes” separados entre sí.

El conflicto de Costa de Marfil entre Laurent Gbagbo, electo por la mayoría de la población nacional, y Alassane Ouattara, que goza del apoyo de una minoría local y de los inmigrantes originarios de Burkina Fasso, marca el inicio del plan de “rediseño de África”. Falta encontrar una puerta de entrada para las tropas imperiales, ya que todos los Estados africanos han expresado oficialmente su oposición al despliegue del Africom en territorio africano. Es en este punto que interviene la sublevación libia.

La ola de oposición al imperialismo que viene sacudiendo el mundo árabe desde diciembre de 2010 ha provocado la caída del gobierno de Saad Hariri en el Líbano, la fuga de Zine el Abbdine Ben Ali en Túnez, la caída de Hosni Mubarak en Egipto, disturbios en Yemen, en Baréin y en Arabia Saudita, y enfrentamientos en Libia. En este último, el coronel Muamar el Gadafi se apoya en los khadafa (tribu del centro del país) y en la mayoría de los makarha (tribu del Oeste) y se enfrenta a una amplia coalición que, además de los warfala (tribu del Este), incluye tanto a monárquicos prooccidentales como a integristas wahhabitas y revolucionarios comunistas o khomeinistas.

Washington ha transformado esta insurrección en una guerra civil: los mercenarios africanos de la empresa israelí CST Global llegaron en auxilio de Gadafi, mientras que los mercenarios afganos de los servicios secretos de Arabia Saudita arribaron para apoyar a los partidarios de la monarquía y grupos islamistas etiquetados como Al Qaeda.

Además de los combates, esta situación provoca una crisis humanitaria internacional: en dos semanas, 230 mil inmigrantes han huido del país (118 mil hacia Túnez, 107 mil hacia Egipto, 2 mil hacia Níger y 4 mil 300 hacia Argelia).

Esta cruel situación justifica una nueva “guerra humanitaria”, según la gastada terminología de la propaganda atlantista.

El 27 de febrero, los sublevados fundan el CNLT. Por su parte, el ministro de Justicia Mustafa Mohamed Abud al Djeleil, interlocutor privilegiado de Estados Unidos en el seno del gobierno de Gadafi, se une a la revolución y crea un gobierno provisional. Las dos estructuras se funden en una sola el 2 de marzo, conservan la etiqueta CNLT, pero ahora es Abud al Djeleil quien preside el Consejo. En otras palabras, Washington logró situar su peón a la cabeza de la insurrección.

Violentas discusiones se producen durante los primeros debates del nuevo Consejo Nacional Libio de Transición. Los elementos pro estadunidenses proponen recurrir a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para impedir los bombardeos de las fuerzas leales a Gadafi, pero la mayoría se opone.

El 5 de marzo, un diplomático británico llega a Bengasi escoltado por comandos del Special Air Service ?principal fuerza de operaciones especiales del ejército británico?. Trata de reunirse con el CNLT y de convencerlo de que recurra al Consejo de Seguridad de la ONU, pero los sublevados rechazan toda forma de injerencia y lo expulsan.

Se trata de un resultado inesperado. Abud al Djeleil no logra cambiar la posición del CNLT, pero lo convence de conformar un Comité de Crisis presidido por Mahud Djebril. Este último se pronuncia a favor de la instauración de una zona de exclusión aérea.

Las agencias de prensa occidentales se esfuerzan por presentar a Mahmud Djebril como “un intelectual demócrata” que ha reflexionando desde hace mucho sobre la evolución del país y que había redactado el proyecto Visión libia. La realidad es que Mahmud Djebril, junto con su amigo Al Djeleil, formaba parte del gobierno de Gadafi como ministro de Planificación. Al igual que en los primeros días de las revoluciones de Túnez y Egipto, varios cuadros del régimen tratan de separarse del dictador para quedarse en el poder.

Creen que lograrán esto último desviando el proceso revolucionario y poniéndose al servicio de los intereses imperiales. Así que ahora agitan la bandera roja, negra y verde del rey Idris, mientras que el aspirante al trono, Mohamed el Senussi, afirma, desde Londres y a través de los canales de televisión de Arabia Saudita, que está “dispuesto a servir a su pueblo”.

El 7 de marzo, el Consejo de Cooperación del Golfo, conformado por Arabia Saudita, Baréin, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar, “solicita al Consejo de Seguridad de la ONU que tome las medidas necesarias para proteger a los civiles en Libia, como la imposición de una zona de exclusión aérea”. Esta absurda declaración desvía el debate del Consejo de Seguridad que, desde la adopción de la resolución 1970, trataba de hacer entrar en razón al coronel Gadafi mediante la limitación de sus desplazamientos y la congelación de sus bienes.

El Consejo de Cooperación del Golfo retoma así, a nivel estatal, la proposición del embajador de Libia en la ONU, diplomático que ya se había pasado a las filas del CNLT.

Supuestamente por iniciativa de los diputados, Mahmud Djebril viaja a Estrasburgo para informar al Parlamento Europeo sobre la situación de su país. El ejército francés le garantiza el transporte. Bajo el impulso del liberal belga Guy Verhofsdat y del ecologista franco-alemán Daniel Cohn-Bendit, el Parlamento Europeo adopta una resolución y llama a una intervención internacional.

El primer ministro británico David Cameron y el presidente francés Nicolas Sarkozy envían una carta de siete puntos al presidente de la Unión Europea, Herman van Rompuy. Expresan sus deseos de que el Consejo Europeo extraordinario reconozca al CNLT, apoye una denuncia contra Gadafi ante el Tribunal Penal Internacional y apruebe una intervención militar internacional. Pero sus pedidos son rechazados. Alemania se niega a meterse en terreno peligroso, mientras que Bulgaria rechaza al CNLT y acusa a sus representantes de ser criminales implicados en las torturas a las enfermeras búlgaras que el régimen mantuviera detenidas por largo tiempo.

Simultáneamente, los ministros de Defensa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se reúnen en Bruselas para preparar una posible zona de exclusión aérea.

El CNTL –ya reconocido por Francia desde el 10 de marzo– entrega el 12 de marzo una carta al secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa. El texto dice que Arabia Saudita pide que “se ponga fin al derramamiento de sangre a través de una decisión que imponga una zona de exclusión aérea en Libia y mediante el reconocimiento del Consejo Nacional de Transición como representante de Libia”. Los ministros de Relaciones Exteriores de la Liga Árabe se reúnen inmediatamente a puerta cerrada en El Cairo: deslegitiman a la delegación oficial de Libia y reconocen al CNTL como nuevo interlocutor; satisfacen después la petición de este último y recurren al Consejo de Seguridad de la ONU con vistas al establecimiento de la “zona de no sobrevuelo”.

Esta decisión debe ser interpretada como lo que realmente es: los regímenes títeres de Estados Unidos e Israel en el mundo árabe piden la protección de sus superiores. El Consejo de Seguridad puede decretar una zona de exclusión aérea, pero no tiene cómo hacerla respetar. Será la OTAN quien tenga que imponerla. Son las fuerzas imperiales, disfrazadas de Cascos Azules, quienes mantendrán en tierra la aviación libia, bombardeando sus aeropuertos e instalaciones fijas o móviles de misiles tierra-aire y, de ser necesario, derribando los aviones.

La Liga Árabe no dio a conocer los detalles del voto. De los 22 Estados miembros, sólo dos votaron en contra. Fueron Argelia, que teme un despliegue de la OTAN en su frontera Este, y Siria, el único país árabe que persiste, a pesar de la posición de todos los demás, en su oposición a la hegemonía estadunidense y al sionismo. Es probable que el Líbano y otros países hayan elegido la abstención.

Contrariamente a lo que sugieren los responsables occidentales, la Unión Africana nunca ha deseado una intervención militar extranjera. Por el contrario, la rechazó explícitamente el 10 de marzo. La razón es evidente. Está claro para todos y cada uno de sus miembros que el drama libio está siendo amplificado de manera totalmente intencional con vistas a utilizarlo como pretexto para justificar un desembarco masivo de las fuerzas armadas estadunidenses en África.

Salvar las monarquías del Golfo

Arabia Saudita es el eje del dispositivo imperial en la región del Golfo. A principios del siglo XX, la familia Saud creó ese Estado con el apoyo de los británicos, después de guerras de conquista extremadamente sangrientas. Arabia Saudita y sus reservas petrolíferas –las más importantes del mundo– cayeron dentro de la órbita estadunidense al final de la Segunda Guerra Mundial. En virtud del acuerdo del Quincy entre el rey Ibn Saud y el presidente Roosevelt, la familia Saud está obligada a suministrar petróleo a Estados Unidos y éste está obligado a garantizar la protección de la familia reinante, no la protección del país.

Arabia Saudita no es en realidad un Estado y ni siquiera tiene nombre. No es más que la parte de Arabia que pertenece a la familia Saud, cuyos miembros administran ese territorio según sus intereses personales (y los de Estados Unidos) mientras llevan una vida disoluta que nada tiene que ver con la austeridad wahhabita de la que tanto presumen. Como el rey Ibn Saud tuvo 32 esposas y 53 hijos, se decidió, en aras de limitar los conflictos familiares, que la corona no se transmitiera de padre a hijo, sino de hermano a hermano. El hijo mayor de Ibn Saud murió de enfermedad y fue, por lo tanto, el siguiente hijo, que tenía entonces 51 años, quien le sucedió en el trono en 1953.

En 1960, le siguió el tercer hijo, que contaba entonces 60 años, y así sucesivamente. El actual rey tiene 87 años; recientemente sufrió complicadas intervenciones quirúrgicas y es probable que no le quede mucho tiempo de vida. Su hermano Sultan, el presunto sucesor, padece alzhéimer. El resultado de todo lo anterior es un régimen impopular y frágil, que ya estuvo a punto de derrumbarse en 1979. Es por eso que tanto Riad como Washington ven con temor las insurrecciones árabes que se están produciendo alrededor de Arabia Saudita, en Yemen y en Baréin.

El ejército de Arabia Saudita ya está presente en Yemen y espera ayudar al presidente Ali Abdullah Saleh a poner fin a la revuelta, con la ayuda de la Agencia Central de Inteligencia. Queda Baréin.


La revuelta de Baréin

Baréin es una islita del tamaño de Micronesia o de la isla de Man. En el siglo XVIII, la familia de los Al Khalifa, primos de la familia reinante en Kuwait, arrebataron a Persia ese pequeño territorio. Así que la monarquía de Baréin es sunnita, mientras que la población es árabe chiíta. Su economía, a diferencia de las demás monarquías del Golfo, no depende únicamente de los ingresos del petróleo. En Baréin existe, sin embargo, una fuerte inmigración, cerca del 40 por ciento de la población total, proveniente principalmente de Irán y la India.

Baréin cayó en la órbita británica en 1923. Londres depuso al emir y puso en el poder a su hijo, más dispuesto a hacer concesiones. Durante 1950 y 1960, nacionalistas árabes y comunistas trataron de liberar el país. El Reino Unido respondió con el envío de sus mejores especialistas en represión, como Ian Henderson, conocido desde entonces como el Carnicero de Baréin.

En definitiva, el país recobró su independencia en 1971 sólo para caer en la órbita de Estados Unidos, que instaló allí su base militar regional y estacionó en ella la V Flota. Nuevos disturbios, inspirados en la revolución iraní, se produjeron en Baréin durante la década de 1980. En la década de 1990, las fuerzas de oposición –marxistas, nacionalistas árabes y khomeinistas– se unieron en una larga intifada.

La calma no volvió hasta 1999, con el ascenso al trono del rey Ahmad, un déspota ilustrado que instituyó una asamblea consultiva electa y favoreció el acceso de las mujeres a los cargos de responsabilidad. Esto le valió cierta conciliación con su oposición histórica, pero alejó de él a los extremistas de la minoría sunnita que sirve de apoyo al régimen.

Desde el 14 de febrero de 2011, nuevas manifestaciones han sucedido en Baréin. Organizadas al principio por el Wefaq, el partido khomeinista, las manifestaciones denunciaban la corrupción y el sistema policial. Pero el éxito popular del movimiento y la brutal represión de que fue objeto provocaron una rápida radicalización a pesar de un tímido intento de apertura del príncipe heredero.

La monarquía perdió su legitimidad como resultado de las revelaciones sobre el fortalecimiento de sus vínculos con el movimiento sionista. A partir de 2007, los Khalifa se vincularon con el American Jewish Committee. Según la oposición de Baréin, dichos vínculos se establecieron a través de Alain Bauer, el consejero del presidente francés Nicolas Sarkozy. Fue el propio Bauer quien se encargó de reorganizar el sistema policial de Baréin.

La mayoría de los manifestantes luchan ahora por el derrocamiento de la monarquía, lo cual constituye la línea roja que no se puede atravesar, según los parámetros de las demás monarquías del Golfo y de su protector estadunidense. Es por ello que el secretario estadunidense de Defensa, Robert Gates, viajó a Manama el 13 de marzo de 2011.

Oficialmente, Gates invitó al rey a tener en cuenta los reclamos de su pueblo y a buscar una salida pacífica al conflicto. Claro está, ese tipo de consejo no corresponde a un secretario de Defensa, sino a un secretario de Estado. En realidad, el señor Gates había ido a Baréin para concretar la parte política de una operación militar que ya estaba lista.

Al día siguiente, el 14 de marzo, las otras cinco monarquías del Consejo de Cooperación del Golfo dieron su consentimiento para la activación del Escudo de la Península, una fuerza común de intervención prevista desde hace tiempo para contener la posible expansión de la revolución khomeinista. Esa misma tarde, 1 mil soldados de Arabia Saudita y 500 policías de los Emiratos Árabes Unidos entraban en Baréin.

Se decretó el estado de urgencia por tres meses. Se suspendieron las pocas libertades toleradas. En la madrugada del 16 de marzo, las fuerzas de las monarquías, armadas y entrenadas por Estados Unidos, actuaron para desalojar a los manifestantes de los lugares donde estaban acampando. En vez de gases lacrimógenos, utilizaron gases de combate y munición real. Las autoridades reconocen más de 1 mil heridos de gravedad, entre los que se cuentan varios heridos de bala, pero sólo admiten cinco muertos, una proporción muy poco creíble.

La “doctrina Obama”

Ante las revoluciones árabes, Washington ya hizo su elección. Después de un adormecedor discurso sobre los derechos humanos y de saludar la “primavera árabe” con forzado entusiasmo, la administración de Obama optó por la fuerza para salvar lo que aún puede salvarse.

Al igual que en la época en que los comunistas derrocaron la monarquía afgana, fue el lacayo saudita quien recibió de Washington el encargo de dirigir la contrarrevolución. Armó a una facción de la oposición libia y convirtió el debate de la ONU sobre sanciones contra Libia en un debate sobre la creación de una zona de exclusión aérea, es decir sobre la intervención militar, e intervino militarmente en Baréin.

No hay diferencia entre la “doctrina Obama” y la “doctrina Brezhnev”. En 1968, los tanques del Pacto de Varsovia ponían fin a la primavera de Praga para proteger el vacilante imperio soviético. En 2011, los blindados de Arabia Saudita aplastan al pueblo de Baréin para proteger el imperio anglosajón.

Hipnotizados por las catástrofes naturales y nucleares que se están produciendo al mismo tiempo en Japón, los medios de prensa occidentales observan el mayor silencio sobre el desarrollo de toda esta operación.

La Revolución Francesa tuvo que hacer frente a la invasión de las monarquías que unieron sus fuerzas; la Revolución Rusa tuvo que afrontar la arremetida de los ejércitos blancos; la Revolución Iraní tuvo que enfrentar la invasión iraquí. La Revolución Árabe tendrá que hacer frente al ejército de Arabia Saudita.

[TEXTO PARA TIWTTER: La intervención imperial en Medio Oriente, para sofocar rebeliones y proteger intereses occidentales]

martes, marzo 08, 2011

RAZONES POR LAS QUE OCCIDENTE QUIERE DERROCAR Y ASESINAR A GADDAFI

EL LEÓN DEL DESIERTO
Julio César Centeno

El coronel Gaddafi nació en una tienda tribal beduina un 3 de septiembre en 1942. Se graduó de abogado a los 21 años de edad. Luego estudio en la Real Academia Militar de Sandhurst, Inglaterra, y en la Academia Militar Helénica de Grecia.

En 1969, a los 27 años de edad, derrocó al rey Idris, un tirano impuesto por Inglaterra y Francia. Declaró querer ser "el Che Guevara del oriente medio". Al año siguiente ordenó la expulsión de las bases militares extranjeras de territorio libio. Estableció el llamado "socialismo islámico" por medio del cual se buscaba una democracia directa: el gobierno de las masas a través de consejos populares y comunas. Se creó así la Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista.

La Yamahiriya: estado de las masas, es un híbrido de Islam, socialismo y democracia directa, ideología que proclama en su Libro Verde. Se estableció un Congreso General del Pueblo, con Gaddafi como su Secretario General.

Nacionalizó las empresas petroleras y expulsó a los funcionarios norteamericanos, británicos e italianos que habían dominado y vejado al país durante décadas. Libia era la sede de la base militar aérea mas grande de los Estados Unidos en el norte de África: Wheelus Air Base. El pentágono mantenía una base para el lanzamiento de misiles a sólo 25 kilómetros de Tripoli.

Nunca se lo perdonaron. Fue inmediatamente catalogado como enemigo de los Estados Unidos. Libia fue señalado como un estado paria por defender su derecho a la autodeterminación y la autonomía. Las cosas empeoraron aun mas por el papel protagónico de Gaddafi en el embargo petrolero de 1973 contra los Estados Unidos y por su cooperación con la Unión Soviética.

Fue un ferviente seguidor del destacado dirigente egipcio Gamal Abdel Nasser, especialmente en su lucha por la unión de los pueblos árabes en una gran Nación Árabe. Defendió la nacionalización del Canal de Suez por parte de Egipto. Firmó con Nasser la llamada Carta de Trípoli, donde se concretan acuerdos de cooperación militar, estratégica y económica entre Egipto y Libia.

Con la muerte por envenenamiento de Nasser en 1970, Gaddafi tomó el liderazgo del pan-arabismo. Dos años después se anuncia la creación de la Federación de Repúblicas Árabes, integrada entonces por Siria, Egipto, Irak y Libia. Fue también uno de los mas destacados líderes de la Organización de Países No-Alineados.

Gaddafi ha apoyado sin vacilación la causa Palestina durante décadas. En 1972 anunció que Libia apoyaría, entrenaría y financiaría a cualquier árabe dispuesto a defender la causa Palestina. Fue inmediatamente catalogado como "terrorista".

A partir de entonces llovieron acusaciones sobre su participación o apoyo en numerosos atentados terroristas en Roma, Viena, Berlín, Chad, Filipinas, Egipto. Se le acusó de ser el principal punto de apoyo de uno de los terroristas mas connotados de la época: el venezolano Carlos Illich Ramírez, "El Chacal". Carlos fue capturado en 1994 y cumple desde entonces una condena a cadena perpetua en la prisión La Santé de Paris.

Como es costumbre contra cualquier jefe de estado que se rebele contra el orden internacional impuesto a los países en desarrollo después de la segunda guerra mundial, se le acusó de participación en el narcotráfico, de fomentar el terrorismo, de desarrollar armas de destrucción masiva, de apoyar a las FARC en Colombia, al IRA (Ejército Republicano Irlandés), a la ETA en España, a Hizbolla en Líbano, a Hamas y otros "terroristas" palestinos. El presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, se refería a él como "el perro rabioso del desierto".

El gobierno norteamericano trató varias veces de derrocarlo. En agosto de 1981 la revista Newsweek dio a conocer un plan presentado por el director de la CIA al gobierno norteamericano para asesinar a Gaddafi. Días después dos aviones de guerra norteamericanos atacaron dos aviones Sukhoi libios en espacio aéreo libio. Los aviones norteamericanos habían despegado del portaviones John Kennedy, estacionado frente a las costas libias de mar mediterráneo.

En 1986 Ronald Reagan ordenó el bombardeo de las principales bases militares y edificios gubernamentales en las ciudades de Trípoli y Benghazi, en un intento por asesinar a Gaddafi e incitar la sublevación popular. Los aviones despegaron desde bases norteamericanas en Inglaterra. En el bombardeo murió una de sus hijas menores, Jana, y docenas de oficiales de su entorno mas cercano. El crimen quedó impune.

Libia fue rápidamente convertido en un estado paria. Durante los siguientes 10 años el coronel Gaddafi se convirtió en el Osama Bin Laden de la época. Libia fue cercada. Se le impuso un embargo comercial para forzar el derrocamiento de Gaddafi, similar al que ha padecido Cuba por mas de 50 años.

Fue acusado de ordenar la colocación de una bomba en un avión comercial Boeing 747 de la principal línea aérea de los Estados Unidos para entonces: Pan American. El avión explotó en el aire en diciembre de 1988 sobre la población de Lockerbie, Escocia. Murieron 259 personas que viajaban en el avión y 11 ciudadanos de Lockerbie. Luego de un largo proceso de negociación, en 1999 Gaddafi entregó a la justicia escocesa a los dos ciudadanos libios acusados de haber colocado los explosivos.

En 1997 Nelson Mandela tuvo la valentía de visitar a Gaddafi en Trípoli, para denunciar la injusticia que se cometía contra ese pueblo por su rebeldía y su intento de decidir su propio destino. Mandela sabía por experiencia propia lo que era ser acusado de crímenes sin que existieran pruebas sobre ellos y sin derecho a la defensa. Había sido liberado de la cárcel 7 años antes, después de 27 años de prisión por su rebeldía ante el régimen discriminatorio de la población negra de Sur África por parte de una minoría blanca de origen europeo. Visitó a Gaddafi siendo el primer presidente de raza negra y el primer presidente electo democráticamente en Sur África.

Su visita fue seguida por la del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, de origen Africano. Libia aceptó cancelar 2.700 millones de dólares en compensación a familiares de víctimas de atentados terroristas de los que se acusaba a ciudadanos libios, aunque sin reconocer culpabilidad de la nación Libia. Se levantaron las sanciones internacionales que pesaban sobre el país.

En el 2008 el presidente Bush deja sin efecto las sanciones unilaterales que había impuesto Estados Unidos contra Libia, retirándola de la lista de "estados que apoyan el terrorismo".

Las transnacionales petroleras se abalanzaron sobre Libia en busca del control de los gigantescos yacimientos de su codiciado petróleo liviano. Lo mismo hicieron los perros de la guerra, ofreciendo armas, desde sofisticados aviones de combate hasta fusiles, ametralladoras y municiones. Muchos se jactaron de haber finalmente obligado a Gaddafi a ceder en sus posiciones radicales.

Ese mismo año Gaddafi recibió la visita de Condoleezza Rice, secretaria de Estado del gobierno norteamericano. Luego desfilaron por Trípoli los jefes de estado de los países que se proclaman dueños del planeta: el primer ministro británico, Tony Blair, seguido por su remplazo Gordon Bown, el presidente de Francia, Sarkozy, el presidente de Rusia, Vladimir Putin. El rey Juan Carlos de España, y Rodríguez Zapatero se humillaron ante él en el 2009 para venderle 3.500 millones de euros en armas.

Gaddafi se convirtió en una especie de vedette política en círculos internacionales. Fue invitado a participar por primera vez en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde fue recibido por el presidente Barak Obama. Fue invitado a visitar Francia, Italia y España, siempre recibido como el "Rey de Reyes" y “el León del Sahara".
En el 2009 fue electo Secretario General de la Unión Africana. Allí proclamó su determinación a seguir luchando por el establecimiento de la integración de los países africanos y la conformación de los Estados Unidos de África. Su discurso en este foro dejaba en evidencia que sus concepciones radicales y socialista se mantenían intactas. Los analistas internacionales de las principales empresas de comunicación concluyeron sin embargo que se trataba solo de "retórica populista".

En su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 2009, Gaddafi dejó claramente definida su posición. Acusó a Israel del asesinato de John Kennedy; abogó por la solución del conflicto Israelí-Palestino a través de un estado único. Se refirió al Consejo de Seguridad como "el Consejo del Terror"; criticó la validez de la Asamblea General de la ONU por permitir que sus decisiones sean ignoradas por los países mas poderosos y rompió la Carta de las Naciones Unidas en el podio de los oradores.

En marzo del 2010 uno de sus ocho hijos, Hanibal, fue detenido en Suiza acusado de maltrato a dos empleadas domésticas. Gaddafi suspendió la venta de petróleo y adoptó represalias económicas y comerciales adicionales contra Suiza, llamó a la guerra santa contra ese país y declaró que anhelaba que fuera "barrido del mapa".

La Unión Europea no se apresuró a denunciar semejante amenaza, asumiendo una posición diametralmente opuesta a la tomada contra Irán por presumiblemente aspirar lo mismo sobre el estado de Israel. Por el contrario, la UE se disculpó públicamente por haber prohibido a unos ciudadanos libios la entrada a Europa a raíz del conflicto entre Suiza y Libia.

El comportamiento de Gaddafi ha sido frecuentemente considerado excéntrico. Cuando visitó la ciudad de Nueva York para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas solicitó autorización para colocar su gigantesca carpa beduina en un parque. Así se hizo. Armó su carpa en los jardines de la mansión del millonario Donald Trump. Allí conducía sus negocios y recibía visitas. Llevó además camellos, para tomar leche fresca al levantarse. Como es su costumbre, viajó acompañado de docenas de jóvenes mujeres guardaespaldas, quienes no sólo lo protegen, sino que se encargan de su cuidado y su alimentación: nunca falta ni el queso de cabra ni los dátiles.

En una reunión cumbre de la Liga Árabe, Gaddafi se puso un guante blanco en su mano derecha. Explicó que trataba de evitar infecciones al estrechar la mano de otros jefes de estado que pudieran haber tenido contacto con funcionarios israelíes.

Algo similar ocurrió cuando visitó Paris, por invitación de Nicolás Sarkozy. Fue recibido como un rey. La visita concluyó con negociaciones para la venta de armas de guerra y la inversión de empresas francesas en el negocio petrolero libio.

Cuando viajó a Roma, como invitado de honor de Silvio Berlusconi, colocó su carpa en un parque en el centro de la ciudad. No llevó los camellos, sino 200 mujeres guardaespaldas que conforman varios anillos de seguridad, armadas con Kalashnikovs.

Las mujeres que custodian a Gaddafi son expertas en artes marciales, en el uso de armas de fuego y de armas blancas, en pilotear aviones, helicópteros y barcazas; son entrenadas como francotiradoras, en el manejo de explosivos y en actividades de espionaje. Berlusconi lo honró con una cena de lujo para 800 personas, apropiada para un Rey.

A pesar de las atenciones y los halagos de Berlusconi, Gaddafi fue particularmente severo con sus anfitriones italianos. Fueron demasiados los crímenes y vejaciones cometidos por Italia durante su ocupación y colonización de Libia desde 1911 hasta 1943. Cuando Berlusconi menos se lo esperaba, Gaddafi se despojó de su ropaje beduino y se vistió de militar. Junto a sus condecoraciones castrenses, se colgó del pecho una fotografía en blanco y negro de 1931.

En la fotografía se encuentra, humillado y encadenado, el héroe libio Omar Al-Mukhtar, rodeado de sus captores italianos. Al-Mukhtar liderizó durante veinte años la lucha de los beduinos contra la brutal ocupación italiana. Fue para él que se acuñó el apodo de "el León del Desierto". Su figura es venerada en Libia. Los fascistas italianos lo ahorcaron en público a los pocos día después de haber tomado y divulgado aquella humillante fotografía. Justo antes de morir exclamó: "Sobreviviré a mis verdugos". Para entonces Italia se encontraba bajo el dominio de Benito Mussolini.

Cuando le preguntaron porque llevaba esa fotografía en su pecho, Gaddafi, consciente de que el catolicismo es la fe predominante en Italia, proclamó en presencia de Berlusconi: "Para nosotros la imagen de Al-Makhtar es tan sagrada como el crucifijo que llevan algunos de ustedes en el pecho"
En la lucha por el control del mar de petróleo liviano bajo el suelo libio, durante la segunda guerra mundial el país se convirtió en el campo de batalla entre las fuerzas nazis bajo el mando de Rommel y las fuerzas británicas bajo el mando de Montgomery. Con la derrota de Italia en la segunda guerra mundial, Libia fue repartida cual trofeo de guerra entre Inglaterra y Francia.

Las continuas luchas de los beduinos por su independencia condujeron a que en 1951 se declarara una monarquía bajo el rey Idris, una marioneta al servicio de los europeos. Para el momento de su independencia Libia no tenia escuelas y contaba con sólo 16 graduados universitarios, formados en el extranjero. La administración continuó así en manos de ingleses, franceses e italianos. Todo cambió con la llegada de Gaddafi al poder en 1969.

Los honores y halagos de que era objeto Gaddafi por parte de los jefes de estado de Europa hasta finales del 2010 cambiaron súbitamente. Sanguinario, loco, tirano, demente, autócrata, asesino, corrupto, psicópata, perro rabioso. Estos y muchos otros adjetivos son usados hoy contra Gaddafi. Los medios de comunicación de todo el mundo, salvo algunas excepciones, se han ensañado contra su figura. El objetivo parece ser destruirlo ante la opinión pública internacional. Algo similar le ocurrió a Saddam Hussein justo ante de la invasión de Irak por parte de fuerzas militares norteamericanas y británicas en el 2003.

Al mimo tiempo, se teje una red de "legalidad" para invadir Libia y deponer al déspota. En la ONU se toma la decisión de expulsar a Libia del Consejo de Derechos Humanos, mientras que la Corte Penal Internacional declara que actuará con agilidad para condenarlo.
En paralelo s estimula y apoya a movimientos opositores a Gaddafi para incitar a la rebelión interna, con el propósito de generar un estado de violencia y caos que contribuya a justificar la intervención de las grandes potencias para “pacificar al país y proteger los derechos humanos de sus ciudadanos”.
El objetivo es claro: invadir Libia, deponer a Gaddafi, tomar control de su codiciada riqueza de petróleo liviano, tal y como ocurrió con Irak y como trató infructuosamente de hacerse en Venezuela en el 20o2. Tal y como trata de hacerse con Irán y como años atrás se concretó en Arabia Saudita, Kuwait, Katar y los Emiratos Árabes. Las siguiente presas serán Algeria, Venezuela e Irán.

El Gadafi que hoy todos condenan fue recibido y halagado como un gran estadista en la Cumbre del G8 en Italia, invitado por el presidente Barack Obama. Hace sólo unos meses se abrazaba con Sarkozy en Paris, con Tony Blair en Trípoli y con Berlusconi en Roma.

Que ocurrió para justificar este cambio tan radical contra Gaddafi?
El despertar del pueblo árabe

Protestas populares por el aumento en el precio de los alimentos y la pobreza generalizada derrocó en pocos días a Ben Alí en Túnez. Irónicamente, sólo semanas antes Túnez había sido señalado por Hillary Clinton como el modelo de democracia a seguir en el medio oriente.
Las protestas se extendieron de inmediato a Egipto, concluyendo con la remoción del poder de Hosni Mubarak, un dictador apoyado por Estados Unidos durante 30 años. Mubarak recibía de Estados Unidos mas de 3.000 millones de dólares anuales, la cooperación mas alta proveniente de Washington después de la otorgada a su principal aliado de la región: Israel.

Las protestas en Egipto fueron también inicialmente motivadas por aumentos en los precios de los alimentos, los insoportables niveles de pobreza en que se encuentra la mayor parte de la población, la creciente indignación ante la descarada confabulación de Mubarak con el gobierno de Israel en su criminal opresión al pueblo palestino, la falta de libertades fundamentales y los grotescos niveles de corrupción. La fortuna de Hosni Mubarak se estima en 70.000 millones de dólares. Mientras el 40% de los 80 millones de egipcios viven con menos de dos dólares al día. Egipto mantuvo una suspensión de los derechos fundamentales de la población durante todo el período de dominación de Mubarak, a través de una Ley de Emergencia, con el consentimiento y apoyo de Estados Unidos.

Las analogías que se han querido trazar entre las revueltas en Libia con las de Túnez y Egipto lucen ficticias. En Libia se canalizaron enormes inversiones petroleras para financiar servicios públicos y gratuitos de salud, educación y vivienda. Se ha promovido el desarrollo económico y se han reducido sustancialmente las desigualdades sociales. El índice de desarrollo humano es el más alto de África. Los índices de desempleo son tan bajos que se ha tenido que facilitar la entrada de cientos de miles de trabajadores de otros países: Egipto, Túnez, China, Pakistán.
El consejo ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) elogió recientemente a Libia por su “ambicioso programa de reformas” y su “fuerte rendimiento macroeconómico y el progreso en el realce del papel del sector privado”.

En marzo del 2007 Anthony Gidden, asesor de Tony Blair, publicó un artículo en The Guardian en el que afirma: “Gadafi parece ser genuinamente popular. Libia será en dos o tres décadas una Noruega del norte de África: próspera, igualitaria y progresista”
A diferencia de Túnez o Egipto, Libia es una potencia petrolera. Produce 2 millones de barriles de petróleo liviano cada día, y su producción puede al menos duplicarse. Sin embargo, una buena parte de sus 6 millones de habitantes aún se mantiene en la pobreza.

Gaddafi ha sido criticado por haber fomentado el regreso de empresas petroleras europeas y su creciente participación el la actividad petrolera y gasífera. La mayoría de estas empresas operan desde Benghazi desde donde, coincidentalmente, se formó el núcleo de la rebelión contra Gaddafi.
También se le ha criticado por haber contribuido, desde su posición como secretario general de la Unión Africana, a la consolidación de un acuerdo con la NATO para ampliar sus operaciones militares en Sudan, Somalia y Etiopía. Ha venido promoviendo también una tratado de cooperación militar entre la NATO y la Unión Africana. Organizaciones radicales dentro y fuera de Libia consideran tales actitudes como traición.

A la cabeza de la insurrección se encuentra el Frente Nacional para la Salvación de Libia (NFSL por sus siglas en inglés). Sus líderes son sistemáticamente presentados como los chicos buenos, en una lucha desigual contra la opresión y la barbarie. Poco se destaca que el FNSL se creo en 1981 en Sudan, bajo la protección del coronel Nimieri, un déspota apoyado por Estados Unidos que gobernó ese desdichado país desde el 77 hasta el 85.

El FNSL realizó su "congreso nacional" en los Estados Unidos en el 2007, con el patrocinio de la NED. A la cabeza se encuentra Ibrahim Sahad, quien realiza acusaciones de toda índole contra el "régimen despótico" de Gaddafi, casi siempre sin ofrecer prueba alguna al respecto y sin que los entrevistadores o editores se las soliciten. Sin embargo, sus planteamientos son transmitidos por las principales agencias de información de todo el mundo como si fueses ciertas. La misma realidad virtual se divulga como cierta por internet, facebook, twitter.

Significativo es también que los rebeldes de Benghazi hayan bajado la bandera verde de la república de Libia y elevado en su lugar la bandera de tres franjas, roja, blanca y negra, que se usaba durante la monarquía del rey Idris, impuesta por Europa en 1951. También ha surgido de la nada un presunto Príncipe Senussi, "heredero de la corona".

Fue el rey Idris quien entregó la soberanía nacional al permitir el uso irrestricto de aire, mar y tierra por parte de fuerzas militares británicas. Fue el rey Idris quien firmó el acuerdo para que los Estados Unidos establecieran y administraran sin restricciones la base militar mas grande de África: Wheelus Air Base, cerca de Trípoli. El rey Idris firmó además un convenio para exonerar a Italia de todos los daños que pudieran imputársele como consecuencia de los 30 años de brutal colonización, permitiendo además que la comunidad italiana en Trípoli conservara todos sus propiedades, negocios y privilegios.

Pero la legitimidad o veracidad de los señalamientos contra Gaddafi parecen irrelevantes. Sirven sólo de fachada para alcanzar el objetivo estratégico deseado: la ocupación de Libia.
Paul Wolfowitz, quien sirviera como subsecretario de defensa de los Estados Unidos y como presidente del Banco Mundial, arquitecto de la guerra de Irak, publicó una carta abierta al presidente Obama incitándole a convertir a Libia en "un protectorado bajo el control de la OTAN", en nombre de la "comunidad internacional".

En su editorial del 23 de Febrero 2011, el Wall Street Journal, vocero de los intereses comerciales de los Estados Unidos, sentencia: "Estados Unidos y Europa deben ayudar a los libios a derrocar el régimen de Gaddafi". Simultáneamente, se moviliza al mar territorial libio una flota de guerra norteamericana, mientras en Naciones Unidas y en la Corte Penal Internacional se concreta apresuradamente el marco legal que justifique la invasión.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó el 25 de Febrero del 2011 una resolución para que se investiguen los posibles crímenes contra la humanidad que pudiera haber cometido Muammar Gaddafi. Pero, sin que tal investigación haya comenzado, ya Gaddafi ha sido condenado.

Es no sólo irónico, sino hipócrita, que haya sido justamente los Estados Unidos quienes hayan promovido la moción para que la ONU eleve el caso de Libia ante la Corte Penal Internacional. Estados Unidos nunca ha reconocido la jurisdicción de dicha corte. Se opuso además a su creación en 1998, junto con Israel, Irak y Libia. Tales contradicciones parecen pasar desapercibidas para los medios transnacionales de la información.

El comandante supremo de la OTAN, Wesley Clark, ya había señalado hace un par de años que Libia estaba en la lista oficial del pentágono para ser dominada después de Irak, junto con Siria y la joya de la corona: Irán.

Si se concreta lo que Fidel Castro ha llamado "La guerra inevitable de la OTAN", se desatará un movimiento de resistencia por todo el mundo Árabe que haga realidad las últimas palabras del León del Desierto: "Sobreviviré a mis verdugos".