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lunes, agosto 09, 2010

El vaciamiento educativo y cultural

Alonso Lujambio, titular de la SEP.

Axel Didriksson

MÉXICO, D.F., 6 de agosto.- A unas semanas de dar inicio a las celebraciones centenarias, se vive en el país un proceso de vacío educativo y cultural, en el espanto de las muertes por violencia, de los jóvenes sin futuro, de la descomposición política y social, y de la ineficacia de las políticas de Estado.

La crisis económica que, se asegura, será muy prolongada, va de la mano con el deterioro de la escuela y de las posibilidades de desarrollo social y cultural del país. La pretendida recuperación financiera y de los activos públicos al nivel de las grandes potencias aparece en los debates económicos como bastante insegura, y la vuelta a una nueva fase recesiva apunta, hacia el siguiente semestre del año, de forma bastante fuerte. Para los países dependientes, como México y el resto de América Latina, la recesión ha sido más breve y la crisis se ha podido sortear con mayores expectativas (Cepal, 2010), pero nadie puede asegurar que el impacto de una nueva fase de recesión mundial no alcance a frenar y deshilvanar las condiciones favorables que se alcanzaron en estos meses pasados.

En el fondo, lo que no ha podido superarse es la creciente desigualdad en los ingresos, la ampliación de la pobreza, la exclusión educativa y cultural. Y es esto lo que tendrán enfrente los festejos, que buscarán resaltar una pretendida identidad nacional. Los pobres resultados de la transmisión educativa y cultural dan cuenta, mucho más de lo que se cree, de una verdadera catástrofe que no podrá ocultarse en la parafernalia de los festejos y en el derroche criminal de los recursos, cuando deberían prevalecer la austeridad y el debate sobre el cambio y la creación de nuevas instituciones educativas y culturales para alcanzar una sociedad más justa.

El tema no es de ninguna manera irrelevante, pero se aniquila cualquier debate desde el discurso monotemático del enfrentamiento contra el crimen organizado, o se raya en la superficie de los grandes problemas con la sola aplicación de políticas cortoplacistas de fuerte orientación clientelar, ahora que se ha adelantado la sucesión presidencial de 2012, porque hay que acarrear votantes con becas, programas insustanciales de combate a la exclusión educativa y cultural, y promesas de mayores lugares educativos de baja calidad, cuando el abandono de la escuela es cada vez mayor, los logros educativos y docentes están por los suelos y las desigualdades educativas debidas a los ingresos que se reciben, al tipo de institución y a la ubicación geográfica, son reconocidas pero no atendidas.

En el sistema educativo y cultural mexicano se forman élites que ya son indiferentes a la historia nacional y a la identidad popular que se pregonará como incólume en los festejos centenarios, frente al declive de la autoridad gubernamental, del enorme deterioro de las condiciones de transmisión de aprendizajes de los docentes (que debería ser motivo de verdadera alarma) y de la crisis de las instituciones educativas y culturales a nivel nacional. En este vaciamiento general ya se están apuntando algunos políticos e intelectuales de la derecha para atacar a las pocas instituciones públicas que nos quedan, como las universidades, y muy en lo particular a la UNAM, para evidenciar esta crisis con aseveraciones mal formuladas y datos inconsistentes fuera de contexto y de lugar, con la sola intención de degradar.

Va a ser muy chocante presenciar la inauguración de obras de relumbrón, programas televisivos de ficción histórica, y la hora de los discursos elocuentes sobre la mexicanidad, en medio de la realidad estrujante de poblaciones enteras excluidas y marginadas, en zonas sin autoridad, de desintegración y de total falta de protección. Debería dar pena lo que está pasando y proponerse la hechura de, aunque fuera, algún remedio en serio.

domingo, junio 06, 2010

Calderón y Aguirre: la mancuerna mediática

El uso político del futbol se está llevando al extremo en México. Montado en los quehaceres de la selección mexicana, Felipe Calderón ataca con sus arengas de unidad envueltas en el discurso deportivo, mientras que Javier Aguirre, el técnico del equipo tricolor, se ha convertido –alejado ya de sus convicciones izquierdistas– en punta de lanza del mandatario. En el mayor de los excesos, Aguirre comparó al presidente mexicano con Nelson Mandela. Por si fuera poco, se paró al pie del Ángel de la Independencia y, con un lenguaje mimetizado del oficial, nos recetó una perorata con resabios de informe de gobierno.

..........el ariete oficial


El presidente Felipe Calderón se presenta como un devoto del futbol. Frecuentemente ataviado con la camiseta verde, al menor pretexto se deja ver con la selección mexicana que participará en el mundial de Sudáfrica. Con sigilo, su gobierno se aprovecha políticamente del equipo tricolor y de su director técnico, Javier Aguirre, antes de que se mueva el balón en Johannesburgo.

Sin saberlo, los jugadores y Aguirre han servido al gobierno: primero como señuelo para desaparecer a Luz y Fuerza del Centro (LFC), luego como estandartes para llamar a la unidad nacional en la guerra contra el narcotráfico, como comodines de una campaña publicitaria de programas oficiales y, por último, como arietes en los festejos patrios de 2010.

En 1995 Nelson Mandela se apoyó en la selección sudafricana de rugby para transmitir un mensaje de reconciliación tras la caída del apartheid. Este ícono universal, que estuvo 27 años de prisión, arrasó en las elecciones para convertirse en el primer presidente negro de Sudáfrica.

En 2010, guardada toda proporción, Calderón ha usado a la selección de futbol para llamar a la unidad en la guerra contra el narco, que ha dejado 22 mil 700 muertos, entre ellos víctimas inocentes. El segundo de los mandatarios panistas llegó a Los Pinos con una diferencia de votos de 0.56% sobre una izquierda que lo acusa de haberse encumbrado mediante un fraude.

A pesar de las evidentes diferencias que hay entre Calderón y Mandela, según Aguirre ha sido igual de alentador para sus jugadores sentir el apoyo del panista que para los sudafricanos era escuchar a su presidente.

El pasado 7 de mayo, tras un juego contra Ecuador disputado en Nueva Jersey, Aguirre dijo que para sus futbolistas tuvo el mismo efecto de bienestar haber comido con Calderón y su esposa, Margarita Zavala, en Los Pinos, que para la selección sudafricana de rugby haber sido apoyada por Mandela en la Copa Mundial de 1995.

“Sudáfrica apela mucho a eso, a su presidente, como en la película Invictus. Nosotros también estamos cubiertos en ese aspecto. Imagínate lo que es para los chavos compartir con la familia del presidente. A mí me ha tocado convivir con cinco presidentes distintos y siempre nuestras señoras y nuestros hijos lo ven por televisión, pero ahora fue muy emotivo. Una muy buen idea de la primera dama y del presidente invitarnos”, dijo.

Y Y Y

Los discursos motivacionales de Calderón dirigidos a los jugadores para que “lleguen lo más alto posible” se resquebrajan a contraluz de la realidad: el estudio The World Cup and Economics 2010 concluye que México no llegará al anhelado quinto partido de la Copa del Mundo.

De acuerdo con el estudio publicado por Goldman Sachs, el favorito para ganar el mundial es Brasil con 13.6% de posibilidades, seguido por España con 10.46%. México está en el lugar 11 con 2.40%. Goldman Sachs basa su modelo probabilístico en la clasificación de la FIFA, en estimaciones de las casas de apuesta y en las condiciones económicas de cada país.

En medio de la guerra contra el narcotráfico y tratando de sortear la crisis financiera internacional, Calderón lanzó una campaña para fortalecer la imagen de su gobierno. El 8 de enero de 2010, durante una comida en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), pidió al cuerpo diplomático hablar bien de México. Molesto, el mandatario expuso que nunca había escuchado a un brasileño hablar mal de Brasil.

Pero no sólo los diplomáticos se pusieron esa camiseta. El sábado 15 de mayo, durante el abanderamiento de la selección nacional, el presidente de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut), Justino Compeán, dijo: “Por eso hemos tenido la mejor preparación para corresponder a lo que usted nos ha pedido: que hablemos bien de México, y la Federación Mexicana de Futbol cumple”.

Un día antes de la ceremonia de abanderamiento en el Centro de Alto Rendimiento (CAR), Compeán informó que en Johannesburgo y las sedes donde jugará México, se instalarán paneles con el nombre “Probadita de México” –hasta mariachis habrá– a fin de seguir las instrucciones presidenciales: “Hablar bien del país”.

Y Y Y

El 14 de enero de 2009 el equipo Toluca visitó la residencia oficial de Los Pinos tras coronarse campeón del Torneo Apertura 2008. Ese día, los colaboradores del mandatario tomaron nota cuando escucharon a su jefe expresar que el futbol es un deporte que une, que apasiona y entusiasma.

“Mientras nos mantengamos jugando en equipo, mientras prevalezca la cooperación por encima de cualquier otro interés, estoy seguro de que cualquier reto que se presente a nuestra gran nación será superado”, afirmó Calderón en un discurso improvisado, enfundado en la camiseta de los Diablos Rojos.

Cinco meses después, el 3 de junio, Calderón interrumpió un entrenamiento de la selección nacional unas horas antes de que el equipo visitara a El Salvador para jugar un partido crucial en las aspiraciones mundialistas de México.

La visita fue anunciada un día antes. Era el primer juego de Aguirre en su retorno como técnico del equipo nacional. La calificación estaba en riesgo. El helicóptero con Calderón a bordo aterrizó en el CAR. Acompañado de Margarita Zavala y de su hijo, Luis Felipe, el mandatario charló con los jugadores y luego observó el entrenamiento.

En los costados del campo fueron colocados anuncios del programa Vive México, el mismo que Aguirre promovió en una conferencia de prensa después de la emergencia sanitaria por el virus A H1N1. “Viajen cabrones”, les dijo a los reporteros. “Lo de Vive México no es una tontería, entendamos el compromiso social de ser futbolistas, la repercusión de las palabras, hay que tener un comportamiento ad hoc”, agregó el entrenador, que usaba una gorra verde con la leyenda “Vive México”.

Las fotografías de Calderón con una chamarra de la selección aparecieron al día siguiente en los diarios. La noche del sábado 6 de junio México perdió 1-2 contra El Salvador.

El 10 de octubre de 2009 en el estadio Azteca tuvo lugar el juego de vuelta. En esos cuatro meses México había cosechado buenos resultados y estaba a un triunfo de conseguir su boleto al mundial. Lo lógico sucedió: los salvadoreños sucumbieron 4-1.

En el palco de honor, Margarita Zavala festejó los goles con sus hijos pero sin su esposo. Algo debió pasar esa tarde para que el mandatario no estuviera en el Azteca. Calderón no había faltado a ningún juego de México como local. En Los Pinos, mientras la gente festejaba en las calles, el mandatario grabó el mensaje en el que anunció la liquidación de LFC. Coincidencia o no, un anuncio prioritario del gobierno se engarzó al festejo de la calificación al mundial de la selección mexicana.

Vino entonces un largo periodo en el que aparentemente se cortó el vínculo entre el equipo mexicano y Calderón, hasta el pasado 27 de abril cuando el mandatario apareció otra vez en el CAR.

La Presidencia no incluyó esa visita en la agenda oficial. Ese día Calderón asistió más tarde a la toma de protesta de la Mesa Directiva Nacional 2010-2011 de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación. Al retirarse, le preguntaron cómo había visto a la selección, a lo que respondió: “Bien y muy fuerte”.

En ese último encuentro privado, Calderón invitó a los seleccionados a comer en Los Pinos el sábado 1 de mayo. Los jugadores fueron recibidos por el mandatario y su esposa. La coordinación de logística y la sección del Estado Mayor Presidencial encargada del protocolo montaron mesas sobre uno de los jardines de Los Pinos e instalaron un “brincolín” para los hijos de los seleccionados.

En la mesa principal estuvieron Calderón con su esposa; Javier Aguirre con su consorte, Silvia Carrión, además de los capitanes Cuauhtémoc Blanco, quien fue acompañado de su pareja, la actriz Rossana Nájera, y Gerardo Torrado, también con su esposa.

No hubo vino de mesa ni tequila, la bebida predilecta de Calderón. Los seleccionados comieron un bufete que acompañaron con aguas de sabores. Al final hubo una foto oficial, que apareció en la mayoría de los diarios capitalinos.

Calderón pronunció un discurso de tres o cuatro minutos para apoyar a los jugadores y expresar toda su confianza en el entrenador Aguirre. “Le deseo mucha suerte y quedo a las órdenes de las familias, de las viudas del futbol”, bromeó Calderón.

Los jugadores se rieron; sin embargo, estaban cansados por el entrenamiento matutino y la mayoría de ellos miraba impaciente el reloj, ya que a las 17:00 horas se iniciaba el juego de liguilla del torneo local entre Monterrey y Pachuca.

Antes de retirarse, Calderón comentó que el futbol anima a la gente y fortalece al país. Los jugadores, sus esposas y niños salieron de Los Pinos con banderitas mexicanas obsequiadas por la familia Calderón Zavala. Faltaban 40 días para la inauguración del Mundial de Sudáfrica.

Y así, mientras el gobierno calderonista se afanaba en minimizar los “daños colaterales” que va dejando la guerra contra el narcotráfico, la Selección Mexicana de Futbol partió a una gira de preparación por Estados Unidos, donde enfrentaron a Ecuador (0-0), Senegal (1-0) y Angola (1-0). La raquítica cosecha de goles se repitió en el partido de despedida en el Azteca ante Chile, cuando el marcador fue nuevamente de 1-0 a favor de México.

Y Y Y

La liga entre la selección y el gobierno federal se mantenía intacta. Calderón se montaba en el mundial de Sudáfrica. Antes de que los seleccionados regresaran de su gira por Estados Unidos, se sometió a votación popular si Calderón debía o no asistir a la inauguración de la Copa de Mundo.

La noche del 2 de mayo la Presidencia colocó en su portal en internet una encuesta con preguntas inducidas sobre la tradición diplomática de que los mandatarios de los equipos que juegan el primer partido asistan al estadio. La encuesta fue colocada en la parte superior del portal mientras que abajo permanecieron intactas las noticias sobre actividades del mandatario, los vínculos con programas oficiales, los videos sobre giras y fotos de recorridos oficiales.

Antes que las propuestas de reformas estructurales, como la política, la energética, la de seguridad nacional, la de combate a los monopolios y, recientemente, la laboral, el gobierno decidió que el futbol fuera el primer tema que se sometiera a consulta pública.

Desde el sexenio pasado y hasta hoy en las encuestas mandadas a hacer con empresas privadas, el tema de futbol ha sido utilizado para medir el ánimo de la gente cuando se van a tomar decisiones importantes.

Esta información se guarda con sigilo. Los resultados están clasificados como confidenciales. Pero en esta ocasión, desde la Presidencia se dio un viraje a esa política.

El cuestionario fue de ocho preguntas. Entre ellas: ¿hasta dónde llegará la selección en Sudáfrica?, ¿hasta dónde ha llegado en otros mundiales?, y ¿qué resultado tendrá México en el partido inaugural?

Tras las preguntas introductorias, la Presidencia dirige al aficionado hacia la figura del primer mandatario: “¿Usted cree que el presidente Calderón sí debe ir al partido inaugural o no?”, en virtud de que fue “invitado personalmente” por su par sudafricano, Jacob Zuma, y de que “la mayoría de los presidentes de los países que juegan el partido inaugural del mundial asisten al estadio”.

Para medir el éxito de la cercanía de Calderón con los jugadores, la Presidencia cuestionó: “¿Usted cree que la presencia del presidente Calderón en el partido inaugural del mundial será un apoyo moral para la selección nacional o no?”

La Presidencia difundió al día siguiente los resultados. La mayoría de la gente, entre 59% y 63%, estuvo de acuerdo en que Calderón asista. Los votos en contra fluctuaron entre 37% y 41% de los 2 mil 556 participantes.

Y Y Y

El sábado 15 de mayo Calderón abanderó a la selección antes de salir de gira de trabajo por España y Estados Unidos. Durante la ceremonia organizada en el CAR, el mandatario elevó al rango de embajadores a los 23 jugadores: “Como embajadores de México, que hoy los nombro y pido que lo sean, lleven en su sangre, en su fuerza, en su espíritu, en cada jugada que disputen, lo que México es hoy y lo que será”.

En un afán por exaltar el nacionalismo, Calderón utilizó con los deportistas el mismo discurso con el que se dirigió antes a funcionarios y miembros de las Fuerzas Armadas el Día de la Bandera. De traje oscuro, el mandatario explicó el significado de los símbolos patrios y pidió a los futbolistas sentirse orgullosos de portar el escudo nacional.

El escudo nacional –detalló– tiene un significado para quienes en algún momento tenemos que pelear por el país, en cualquiera de los terrenos que la nación nos haya reclamado, sea en el deporte, sea en la vida pública o en el servicio a los demás.

Aun cuando la selección calificó de panzazo al hexagonal final de la Concacaf y echó mano de cuatro entrenadores, Calderón se descosió en elogios.

“México es un pueblo guerrero, somos un pueblo luchador, sé que ustedes sabrán llevar ese espíritu de superación al terreno de juego, sé que sabrán mostrar en la cancha no sólo nuestro anhelo de triunfo, sino lo mucho de lo que son capaces y lo mucho que se han preparado.”

El capitán, Gerardo Torrado, remató su intervención con una invitación a Calderón: “Ojalá nos pueda acompañar al juego inaugural. Sé que usted tiene muchas actividades, pero ojalá pueda estar con nosotros para brindarnos al máximo”. Calderón, complacido, movió la cabeza de un lado a otro como diciendo que no.

El pasado domingo 30 de mayo el Presidente encabezó la exhumación de los restos de 12 caudillos de la Independencia de México para llevarlos del Ángel de la Independencia al Castillo de Chapultepec. Los huesos de los Héroes de la Patria serán sometidos a un análisis para conocer las enfermedades que padecieron, su complexión, así como las circunstancias en que murieron.

A las 21:00 horas de ese mismo día, las televisoras interrumpieron su programación para trasmitir un mensaje de Javier Aguirre. Con el Ángel de la Independencia como fondo, llamó a pasar “del México del sí se puede al México del ya se pudo”.

Sintonizado en el mismo lenguaje utilizado por Calderón en los discursos con motivo de los festejos por el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, el entrenador de la selección nacional dijo que cada 100 años México se propone hacer algo nuevo y lo logra.

“Es 2010 y parece imposible ser el gran país seguro, justo y próspero que todos deseamos. Pero nuevamente es el momento de actuar”, enfatizó.

En el juego del gobierno, Calderón se transformó en el director técnico y Javier Aguirre, en su ariete. u

martes, noviembre 24, 2009

Intolerancia: clases de solfeo a directores de orquesta


Durante el régimen autoritario priista la intolerancia oficial reaccionaba con virulencia a la crítica externa. Paradigmáticamente, se recuerda la actitud del nacionalismo ramplón ante Los hijos de Sánchez, el estudio antropológico de Oscar Lewis, cuya publicación por el Fondo de Cultura Económica generó el despido de Arnaldo Orfila de la dirección de la editorial del Estado. Más recientemente –y cito sólo ejemplos sueltos– ante la sentencia de Mario Vargas Llosa sobre la "dictadura perfecta" que imperaba en nuestro país, el novelista peruano prefirió salir anticipadamente de México, ante los "numerosos tirones de orejas" que recibió.

La intolerancia panista es de la misma catadura de la practicada por el régimen que lo antecedió. Es quizá más torpe, más impertinente porque ocurre en tiempos en que formular observaciones sobre lo que acontece en cualquier país no es anatema prácticamente en ningún lugar del mundo, salvo extremos como los de Myanmar u otros sistemas despóticos.Acaba de ocurrir un episodio de intolerancia autoritaria que por sus rasgos cómicos no merecería siquiera comentario, pues en sí mismo no habría pasado del rango de anécdota chusca. Pero la actitud de Ernesto Cordero, mucho más que la de Agustín Carstens ante la reciente crítica pronunciada por Joseph Stiglitz, es reveladora de un fenómeno de impaciencia gubernamental que conduce a entablar disputas en vez de persuadir y conciliar. La posición de Cordero es paralela, y tiene la misma sustancia, que la del secretario del Trabajo, que concibe una porción de sus tareas como un litigio o, peor aún, como una riña en la que le corresponde el papel de fajador –es decir, el que se lanza a la pelea sin vigilarse– del cual se ufana.Stiglitz vino a México, como varias veces en los años recientes, a decir una conferencia en un foro empresarial. No pudo evitar, seguramente no quiso evitarlo, externar juicios sobre la coyuntura económica mexicana. No lo hizo de modo espontáneo sino ante preguntas de periodistas, ganosos de recibir un diagnóstico sobre la situación de nuestro país frente a la crisis, procedente de una autoridad en la materia, que en 2001 mereció el Premio Nobel de Economía y a partir de entonces se ha erigido, fundadamente, en una especie de conciencia sobre el funcionamiento de los mercados y del gobierno. Sintetizó su análisis sobre la crisis financiera estadunidense en casi un epigrama, un juego de palabras en que comparó dos momentos cruciales de la humanidad: la caída del Muro de Berlín con la de la calle del muro en Nueva York (Wall Street). La primera simbolizaba el fin de las economías centralmente planificadas. La segunda, el derrumbe del capitalismo accionario, el de la especulación con papeles carentes de valor sustantivo.Como otros muchos observadores, nacionales o extranjeros, Stiglitz puso malas calificaciones al manejo mexicano de la crisis. Dijo que el desempeño del gobierno frente a ella ha sido "uno de los peores del mundo". Censuró la excesiva dependencia mexicana respecto de la economía de Estados Unidos. Dijo que las cifras del crecimiento son débiles y producían pesimismo. "Una política fiscal que no estimule la economía mexicana es fuente de preocupación."Elogió en cambio a los países que han diversificado sus exportaciones, especialmente hacia las economías asiáticas, "y la recuperación de Asia está ayudando a la recuperación de América Latina". En Brasil se han hecho bien las cosas, opinó. Ese país "ha tenido una regulación financiera mejor y quizá evite una recesión…; ya se recuperaron y ahora está fluyendo el dinero".Ignoro qué escoció más a las autoridades mexicanas, si la crítica a su desempeño o el elogio al de otros países. El hecho es que no pasaron por alto las expresiones de Stiglitz. El secretario de Hacienda Agustín Carstens le reprochó falta de información, como no considerar el efecto general de la desaceleración añadido a la caída de los ingresos petroleros. Es comprensible que Carstens enfrentara los juicios del Premio Nobel porque su voz influyente puede impactar a inversionistas o acreedores de México. "No teníamos la opción de contratar más deuda", aclaró, y se justificó a sí mismo: "Uno tiene que actuar responsablemente".En cambio, el insulso secretario de Desarrollo Social, ajeno al manejo financiero desde que dejó la Subsecretaría de Egresos de Hacienda, hace casi dos años, entró a una discusión que no le concierne y para la que carece de títulos. Lo hizo además en el tono insolente del ignorante, pretendiendo dar lecciones de un modo equivalente a enseñar solfeo a un director de orquesta.Stiglitz "no conoce a detalle las políticas contracíclicas que implementó el gobierno mexicano: no conoce la realidad de las finanzas públicas mexicanas, y creo que mejor se ponga a leer un poquito más de México".Fue una recomendación fatua, y de seguro redundante. La seriedad profesional del Premio Nobel le habría impedido hablar huecamente, sin saber de qué se trata. Ha sido profesor de las mejores universidades de la Gran Bretaña (Cambridge y Oxford) y de Estados Unidos. Actualmente lo es de Columbia y antes lo fue de Yale, Duke, Stanford y Princeton, pero ciertamente no de Pennsylvannia, donde Cordero hizo su doctorado tras recibirse de actuario en el ITAM.La experiencia profesional del secretario de Desarrollo social es tan breve como dispersa. Ha sido, siempre por lapsos cortos, funcionario de Banobras y de la Secretaría de Energía, donde tuvo por unos meses rango de subsecretario. Lo fue igualmente, y también por corto tiempo, en Hacienda. Los casi dos años que lleva al frente de la Sedesol ha sido el periodo más largo en que ha servido una responsabilidad. La experiencia de Stiglitz, que le da bases para opinar sobre la economía mexicana, se ha extendido al gobierno de Clinton y sobre todo al Banco Mundial, donde fue primer vicepresidente y economista en jefe.Nadie, que yo sepa, objetó el que se le otorgara hace ocho años el Premio Nobel de Economía, que ha reforzado su autoridad como examinador de las políticas internacionales. Pero no es candil de la calle y oscuridad de su casa. Si bien ha dirigido su mirada a un fenómeno tan ancho y diverso como la globalización, de la que es crítico documentado, también se ha referido a la política de su propio país. En coautoría con Linda E. Blines, igualmente funcionaria de la administración Clinton, y profesora de Harvard, publicó el año pasado La guerra de los tres billones de dólares. Ese es, según sus cálculos fundados, el costo financiero de la guerra de Irak, de la que ha sido crítico aun antes de su comienzo. He aquí el mirador desde donde examinan ese y otros fenómenos políticos, como el manejo de crisis por gobiernos en todo el mundo:"Como científicos sociales, los dos nos hemos involucrado en el estudio de la economía del sector público y hemos intentado comprender cómo funcionan los gobiernos, sus fallos sistemáticos y qué es lo que podemos hacer para ayudarles a satisfacer mejor las necesidades de sus ciudadanos. Ambos nos hemos enfrentado al problema no sólo desde la perspectiva académica sino también como profesionales. Durante años ocupamos cargos político-tecnocráticos en el gobierno de Clinton, poniendo en práctica estas ideas para conseguir un gobierno más eficiente, receptivo y responsable y crear mejores sistemas de contabilidad para lograr esas metas. Creemos que en nuestra sociedad el gobierno tiene un papel importante que jugar, al igual que lo tiene el mercado. Los mercados a menudo se comportan de forma poco deseable, pero lo mismo ocurre con los gobiernos. El fracaso de Irak no fue el resultado de un único error, sino la culminación de decenas de errores cometidos a lo largo de varios años. Los científicos sociales se esfuerzan por entender las fuentes sistémicas de esos errores y buscan reformas para reducir su frecuencia y mitigar sus consecuencias".En vez de aprovechar el interés mostrado por Stiglitz ante nuestros problemas, el gobierno pretendió estérilmente descalificarlo. Generó ese resultado, pero aplicado a sí mismo.

martes, agosto 18, 2009

Leyes pro vida, fracaso cultural de la derecha, señala Monsiváis

*Envía participación por escrito a la consulta organizada por el Congreso de Querétaro
*Castigar la interrupción del embarazo sería un retroceso histórico, advierte Hugo Gutiérrez Vega
*Patricia Mercado exhorta a panistas a no insistir en los errores que causaron su derrota electoral


Imagen del 24 de julio, cuando un grupo de mujeres se manifestó frente al Congreso de Querétaro, donde se llevaba a cabo una sesión de la Comisión de Puntos Constitucionales sobre la llamada ley antiaborto .Foto Demián Chávez
Mariana Chávez
Corresponsal

Querétaro, Qro., 17 de agosto. La derecha quiere fiscalizarlo todo, y su campaña contra la despenalización del aborto es porque desemboca en la ampliación del Estado laico, que se da partir de las exigencias de la bioética y los derechos ocultos de minorías y mayorías, pospuestos o cancelados hasta ahora, señaló el escritor Carlos Monsiváis.
“A la derecha le importa el ejercicio del poder, que le permite negociar y refrendar a la sociedad que vive en culpa y pecado”; pero la lucha del Partido Acción Nacional (PAN) contra la despenalización del aborto, con apoyo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), sólo ha tenido un éxito legislativo que “no significa gran cosa”, pues desde el punto de vista de la sociedad hay una “despenalización moral” expresa.
En la participación que envió por escrito a las audiencias públicas del Congreso local, donde se analiza la llamada ley antiaborto del estado, Monsiváis asegura que negar a mujeres violadas el derecho a abortar, como ya se aprobó en varios congresos estatales, implica “simplemente creer que las concepciones medievales regresan al gusto de una minoría”.
Se preveía que el escritor expondría su punto de vista ante los diputados de la Comisión de Puntos Constitucionales del Congreso local, pero no acudió y su ponencia de 10 cuartillas fue leída por Modesto Sixtos Cervantes.
En su texto, Monsiváis define la derecha como una “decisión de pensar por los demás y ordenar a los demás un comportamiento”, y como “la usurpación organizada del libre albedrío en nombre de Dios o de la empresa y el libre mercado u otros componentes de la Trinidad, la moral y las buenas costumbres”.
La derecha, añade, es la herencia virreinal que se extiende a la “tradición de intolerancia hasta 1857”, cuando el desarrollo de las libertades, principalmente la de culto, se logra merced a las Leyes de Reforma, aunque en su enfrentamiento con el Estado se arrogó “el control de la formación de la clase dirigente” para también apropiarse de la “educación de las elites”.
La derecha, recordó, hizo campaña contra la educación sexual en 1932, cuando el entonces secretario de Educación, Narciso Bassols, proponía incorporarla en la instrucción primaria y secundaria; mientras, la censura se volvió su “enclave más poderoso” y sirvió para negar a la sociedad “la mayoría de edad sicológica y cultural”.
Otra fortaleza de la derecha, agregó Monsiváis, es el control histórico sobre las mujeres, con “la consagración del machismo en la vida social” y la culpabilización de las víctimas, que ha prevalecido hasta fechas recientes. Sin embargo, el aborto ya es “un tema más”, no un tópico prohibido, lo cual “prueba el fracaso cultural de la derecha, que no entiende las limitaciones del mero triunfo legislativo”.
El “bastión central de la derecha”, escribió, es la noción de pecado y el sentimiento de culpa, al estar contra el cine “obsceno” de los años 50 y lanzar campañas “desde los púlpitos contra Agustín Lara y Cri-Cri, o con la quema de revistas pornográficas” y el decomiso de material “pecaminoso” antes de llegar a expendios de periódicos y revistas.
El poeta Hugo Gutiérrez Vega tampoco pudo acudir. Su ponencia, leída por Luis Felipe Zamudio, indica que oponerse a la despenalizacón del aborto es un retroceso histórico, una falta de respeto a la capacidad de decisión de las mujeres y un ataque al Estado laico.
Martha Lucía Micher Camarena, directora del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal, dijo que un Estado que penaliza el aborto sacrifica la vida de las mujeres embarazadas, las deshumaniza, atenta contra su carácter de personas y las confunde con un simple vehículo de desarrollo molecular.
Si los diputados locales aprueban la iniciativa presentada por el panista Fernando Urbiola Ledesma “estarán violando tratados inernacionales en materia de derechos humanos”, advirtió la funcionaria capitalina.
Patricia Mercado, ex candidata del Partido Social Demócrata a la Presidencia de la República, llamó a los legisladores panistas de la entidad a “recuperar su camino y su doctrina democrática”, en lugar de cometer más errores como los que provocaron su reciente derrota electoral.