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miércoles, enero 05, 2011

La caída masculina

MÉXICO, D.F., 5 de enero.- ¿Son las mujeres un género mejor? ¿Poseen características que las harán dominantes en la sociedad postindustrial y en la era de la información? ¿Estamos presenciando la decadencia lenta pero segura de los hombres a nivel global? ¿Sirven para algo cuando las mujeres pueden hacer cada vez más cosas solas, incluyendo la procreación? ¿Estamos presenciando un histórico cambio de papeles? Estas son las preguntas que plantea Hannah Rosin en un artículo provocador publicado en The Atlantic Monthly. Allí llega a la conclusión de que las décadas por venir estarán definidas por el ascenso de las mujeres. La lucha por la equidad cederá el paso a una realidad innegable: Los sistemas económicos que están cobrando fuerza en el mundo dependen más de los atributos femeninos que de las características masculinas. En el siglo XXI las mujeres se están adaptando mejor.

Históricamente, el mundo ha estado poblado por sociedades patriarcales, centradas en la concepción, educación y dominancia de los hombres. Durante milenios, las niñas han sido sacrificadas, asesinadas, subyugadas para asegurar el predominio del género opuesto. Las mujeres han sido, como bien lo definió Simone de Beauvoir, el “segundo sexo”.

Pero ahora la preferencia milenaria en favor de los hombres está cambiando. Las mujeres de nuestra generación quieren hijas porque nos gusta cómo somos y sabemos lo que es posible lograr. Poco a poco, las mujeres están ocupando papeles importantes en la ciencia, la ingeniería, la computación, la medicina. Como argumenta Rosin, las mujeres tienden a vivir más que los hombres, acaban sus carreras en proporción más alta que los hombres, y les va mejor en la sociedad de la información que nivela el terreno de juego entre los sexos.

La economía global está evolucionando de una manera que erosiona la preferencia histórica en favor de los hijos varones. En Corea del Sur –un país patriarcal y rígido durante la mayor parte de su historia– la entrada de las mujeres a la fuerza de trabajo, primero como obreras y después como profesionistas, ha llevado a cambios sustantivos en las costumbres y en las leyes. Ahora las mujeres que se divorcian pueden obtener la custodia de sus hijos, heredar propiedad, mantener su propio nombre. Apenas en 1985 las encuestas revelaban una preferencia marcada (50%) en favor de los hijos varones. Hoy la proporción de mujeres coreanas que desean tener niños en vez de niñas ha caído a 15%. Y lo mismo está ocurriendo en países como India y China.

Los cambios que explican este viraje son cada vez más obvios. El éxito económico está definido cada vez menos por la fuerza y el vigor físicos, y cada vez más por la habilidad para pensar y comunicar. Las sociedades que han aprovechado el talento de todos sus adultos –y no sólo de los hombres– son las más exitosas en la actualidad. Según la OCDE, mientras más grande sea el poder de las mujeres, mayor será el desarrollo económico. Mientras más grande sea la presencia femenina en la fuerza de trabajo, mayor será la capacidad de crecer y de competir exitosamente. Mientras mejor les vaya a las mujeres, mejor le irá al país.

A los hombres les ha afectado más la crisis económica global que a las mujeres. Los empleos perdidos han sido aquellos ocupados predominantemente por hombres: las manufacturas, la construcción, las finanzas. Y algunos de esos trabajos regresarán, pero el patrón de la dislocación masculina no es algo temporal o aleatorio, explica Rosin. La recesión ha revelado el cambio paradigmático que ha ocurrido durante los últimos 30 años. México, al igual que muchos otros países, se está convirtiendo en un matriarcado de facto, donde la mayor parte de las decisiones se toman ante la ausencia física o económica de los hombres. Esa tendencia irá al alza ya que la economía postindustrial valora una serie de habilidades –inteligencia social, comunicación abierta, la capacidad de concentración– que no son predominantemente masculinas. En partes pobres de la India, las mujeres están aprendiendo inglés con mayor velocidad que los hombres para poder trabajar en los call centers. En China, 40% de las compañías pertenecen a mujeres.

Y sí, es cierto que muchos patrones de discriminación prevalecen y es doloroso ver su perpetuación en nuestro país y en otras latitudes. Los pasillos del poder siguen dominados por hombres. Pero al mismo tiempo están ocurriendo cambios paradigmáticos y estructurales que abrirán las puertas a mujeres dispuestas a empujarlas. No se están dando a la misma velocidad en distintas partes del mundo, pero la tendencia al empoderamiento económico femenino está allí. Mientras las mujeres se educan e ingresan al mercado de trabajo en el sector servicios, los hombres se vuelven víctimas del fin de la era de las manufacturas. Las mujeres han aprendido a usar su cabeza, mientras que los hombres siguen apostándole a sus manos. Las expertas en computación y en enfermería y en contabilidad y en administración están reemplazando a los electricistas y a los trabajadores de las fábricas y a los empleados en la industria de la construcción.

Cuando la fuerza física se vuelve un factor secundario del éxito, las mujeres demuestran lo que ya sabíamos pero que al mundo le ha tomado mucho tiempo aceptar: Las mujeres son inteligentes, responsables, confiables, flexibles, buenas empleadas. Su estilo de liderazgo tiende a ser más incluyente y consensual. Cargan consigo una sensibilidad moral muchas veces ausente en los ámbitos dominados por hombres. El impacto de todo ello va a ser grande y duradero; demográficamente hablando, en las décadas por venir la clase media va a estar dominada por mujeres. Conforme pase el tiempo, van a ser cada vez más educadas, más independientes, más competitivas. Van a hacer lo que la bailarina Ginger Rogers dijo a su pareja Fred Astaire: lo mismo que tú, pero con tacones altos.

domingo, enero 02, 2011

La colisión de EU y China en 2011, según los arruinados globalizadores unipolares

Bajo la Lupa
Evolución en la Ciudad Prohibida, de Pekín, previa a la celebración del Ejército Popular de Liberación de China, el primero de agosto pasado.


Los desprestigiados cuan vilipendiados oráculos del caduco orden globalizador unipolar, hoy en decadencia irreversible e insolvencia plena, vaticinan un turbulento 2011 y más allá, como refiere George Soros, megaespeculador con travestismo de filántropo y presunto operador de los banqueros esclavistas Rothschild.

Al no haber podido persuadir a China sobre las supuestas bondades de un G-2, los arruinados globalizadores unipolares apuestan a la escalada militar en todo el planeta, la última carta que le queda a Estados Unidos, como deja entrever cruda y cruelmente George Soros: En poderío militar, China no es equiparable con Estados Unidos por algún (sic) tiempo (The Star Online, Project Syndicate, 24/12/10), lo cual refrenda la tesis bélica de Ambrose Evans-Pritchard, portavoz oficioso de la City, sobre el óptimo momento propicio para asestarle el golpe militar de gracia a China, antes de que sea demasiado tarde.

Desde Irán hasta China, el discurso publicitario de los arruinados globalizadores unipolares, es decir, de los limosneros globales con garrote, se ha vuelto excesivamente análogo.

En paralelo, el muy polémico Grupo Internacional de Crisis (ICG, por sus siglas en inglés), financiado públicamente por el mismo George Soros –y del que forman parte nada sorprendentemente los mexicanos Castañeda Gutman y Zedillo–, avisa en la revista ultraconservadora Foreign Policy, que publica el controvertido Índice de los Países Fallidos, las 16 guerras de 2011, las cuales, por cierto, implican a cuatro países de Latinoamérica: México, Guatemala, Colombia (¡súper sic!) y Venezuela.

Baste por ahora destacar que el editor en jefe de Foreign Policy, anterior propiedad de Carnegie Endowment for International Peace, adquirida por el grupo de The Washington Post, es nada menos que el israelí-venezolano Moisés Naím, connotado fanático neoliberal y anterior ministro de Turismo de Venezuela en su época aciaga. Se me pasaba: Moisés Naím es miembro del consejo de ICG.

A la sinergia del caos global militarizado propalado por el conglomerado propagandístico George Soros/ICG/Foreign Policy, nada asombrosamente imbricados entre sí, no podía faltar el muy tóxico neoliberal israelí-británico Gideon Rachman, jefe de los comentaristas de asuntos internacionales de The Financial Times, rotativo portavoz del neoliberalismo global).

Después de una extraña visita privada a Calderón (¿para agilizar la privatización petrolera?), Gideon Rachman vaticinó el cambio de régimen en Irán a finales de 2010, lo cual, a propósito, resultó grotescamente equivocado

La revista británica The Economist (22/11/10), presunta propiedad de los banqueros esclavistas Rothschild, le consagra una revisión al libro reciente de Gideon Rachman El mundo suma-cero, ilustrado con la imagen de un precario equilibrio entre Estados Unidos y China, es decir, del idílico G-2 que no pudo ser.

Gideon Rachman, íntimo del espionaje británico (de su propia confesión), sentencia que la atmósfera global será tensa por lo que más vale la pena acostumbrarse a ello.

Como si fuera novedad, Rachman asienta que durante el curso de 2011 será más claro que la crisis económica global habrá amargado también la política internacional.

Mucho antes, LEAP/GEAB, centro geoeconómico francés, ya había adelantado la dislocación geopolítica en todo el mundo como consecuencia del desplome neoliberal anglosajón.

Para Gideon Rachman, quien sufre nostalgia del momento unipolar posterior a la guerra fría cuando Estados Unidos, la Unión Europea (UE), China e India crearon (sic) un mundo ganar-ganar. No vale la pena discutir tamaño simplismo al que no llegó siquiera la novela pícara del siglo XVII Simplicius simplicissimus, del alemán Hans Jakob Christoffel von Grimmelshausen.

Hoy, una generación más tarde a la supuesta época dorada de Gideon Rachman, los estadunidenses, como nación e individuos, han empezado a preguntarse si el nuevo orden mundial que ha emergido todavía favorece a Estados Unidos.

Rachman amarra sus muy afiladas navajas israelí-británicas: el ascenso de China está cada vez mas asociado con la pérdida de empleos para los estadunidenses ordinarios (¡súper sic!) y como desafío (sic) al poder de Estados Unidos. La UE tampoco se salva y sufre de una atmósfera defensiva con un sentimiento proteccionista y antimigratorio, en medio de la crisis de la eurozona.

Hilarantemente sicologista, Gideon Rachman aduce que la era de los buenos (¡súper sic!) sentimientos con el apogeo de la globalización se ha ido para siempre cuando el mundo ganar-ganar ha cedido su lugar al mundo suma-cero (nota: donde uno gana y el otro pierde).

A su juicio, durante 2011 prevalecerá el desorden en las relaciones internacionales y sus tres síntomas (sic) más importantes serán el empeoramiento (¡súper sic!) de las relaciones entre Estados Unidos y China, las querellas en el seno de la UE y el fracaso acrimonioso (sic) para realizar progresos en cualquiera de los grandes temas de la agenda diplomática global; en particular, el cambio climático y la no proliferación.

¿Por qué, entonces, publicita insensatamente su asesorado Calderón que la cumbre del cambio climático en Cancún, despreciada por los grandes actores globales, fue todo un éxito?

El cambio climático fue enterrado en Copenhague como lo había sido anteriormente la Ronda Doha en Cancún, y no es nada genial vaticinar su fracaso, que ya pasó, como el que aventura sobre la no proliferación (léase: selectivamente contra Irán y Corea del Norte, pero no contra Israel) que, por cierto, ha tenido milagrosos avances recientes: desde el tratado de reducción de armas estratégicas (START, por sus siglas en inglés), en su segunda versión, entre Estados Unidos y Rusia, pasando por la desactivación de la tensión en la península coreana (gracias a la mediación del mexicano-estadunidense Bill Richardson y China), hasta las negociaciones del contencioso nuclear iraní que proseguirán en Turquía (una señal alentadora).

Al igual que el conglomerado propagandístico George Soros /ICG/Foreign Policy, Gideon Rachman confunde la agenda nihilista de la banca israelí-anglosajona con la de Estados Unidos en su conjunto.

Gideon Rachman sostiene que la devaluación artificial del yuan, la divisa china, es fuente del elevado desempleo de Estados Unidos y que Obama, si desea relegirse, será orillado a firmar la legislación proteccionista del Congreso, que envenenará la amplia relación estratégica entre China y Estados Unidos y cuyo síntoma (sic) principal será la abierta rivalidad en el Pacífico, lo cual coincide con la tesis hipermilitarista de su correligionario George Soros.

Simplonamente sesgado, Gideon Rachman fustiga el reforzamiento militar de China que obligará a que los estrategas de Estados Unidos reaccionen (sic) en 2011 cuando intensificarán los ejercicios militares con sus aliados regionales como Japón, India y Corea del Sur. ¿No se precipita con la incrustación forzada de India?

Amén de que China tiene un gasto militar que equivale a la sexta parte del de Estados Unidos (en realidad es la doceava parte, debido a los ocultamientos contables con máscara civil en investigación y desarrollo del Pentágono), falta ver las repercusiones que tendrá en la filosofía bélica de la Secretaría de Defensa la salida de Bob Gates y su probable remplazo con el general Colin Powell, como adelanta De Defensa, centro de pensamiento europeo.

Pero más que nada falta ver el resultado de la próxima visita a Washington del presidente chino Hu Jintao a su homólogo Obama en la tercera semana de enero, donde se puede profundizar el G-0 de caos global militarizado, pero también se puede alcanzar la estabilización de un equilibrio entre ambas superpotencias globales en la óptica multipolar del G-20, sin tener que pasar necesariamente por el esquema inoperante del G-2.

domingo, mayo 23, 2010

Furia ciudadana global: Obama intenta sujetar a los banqueros

Bajo la Lupa
Un corredor de la Bolsa de Valores de Nueva York en su sitio de trabajo, mientras al fondo se aprecia en una pantalla de televisión al presidente Barack Obama, el pasado 22 de abril; ese día hizo un enérgico llamado a Wall Street por sus “furiosos esfuerzos” para eludir una regulación más estrecha, y afirmando que EU se dirige a otra crisis financiera si no se realizan reformasFoto Reuters

Alfredo Jalife-Rahme

Como habíamos previamente formulado, las votaciones en el G-7 van en contra de los pusilánimes políticos instalados en el poder, independientemente de sus siglas partidistas (en inglés les llaman incumbent), y quienes son controlados por los banqueros que dominan la desregulada globalización financiera. Este es el verdadero diagnóstico de la multicrisis global que traduce un genuino cambio de paradigma.

El problema cesó de ser la consabida criminalidad de la banca israelí-anglosajona, encabezada por la inimputable Goldman Sachs, que controla de facto al gobierno de Estados Unidos.

Hoy el problema nodal radica en que no existen políticos capacitados para lidiar con el cambio de paradigma del nuevo orden global por edificar. Las reformas civilizatorias y humanistas del nuevo paradigma del siglo XXI las deben realizar los “nuevos políticos” que no hayan sido infectados letalmente por la pandemia neoliberal (también en extinción).

De allí que ante la furia ciudadana global, los pusilánimes políticos del ancien régime intenten limitar los daños con medidas caducas que tienen como objetivo final preservar en las asíntotas del poder los intereses patrimonialistas de la omnipotente banca israelí-anglosajona.

En la época de Internet, era previsible el despertar de la furia ciudadana como lo había anticipado Zbigniew Brzezinski, ex asesor de seguridad nacional de James Carter e íntimo de Barack Obama.

¿Se preparan los Rotshchild, atávicos esclavistas banqueros (ver Bajo la Lupa, 8/7/09), para la furia ciudadana global?

A raíz de la furia ciudadana todavía focalizada en las urnas de Gran Bretaña y Estados Unidos, el historiador británico-israelí Simon Schama –muy cercano a la dinastía Rothschild y autor del libro Ciudadanos: una crónica de la Revolución Francesa– diagnostica que el mundo se encuentra “al borde de una nueva era de furia”, escrito exclusivamente para los lectores neoliberales de The Financial Times (21/5/10): “los historiadores advierten que existe seguido un lapso entre la aparición del desastre económico y la acumulación de la furia social”.

¿A través de Simon Schama, uno de sus tantos portavoces oficiosos (v. gr. George Soros, Niall Ferguson, Jacques Attali, etcétera), los esclavistas banqueros Rothschild –a nuestro juicio, los patriarcas del sionismo financiero global– advierten el advenimiento de la revolución social planetaria?

Schama compara a los “ricos egoístas” de la Revolución Francesa con la plutocracia reinante de Wall Steet y la City, y aduce que la “catástrofe (sic) financiera, con sus efectos en la economía real, se escenificó en medio de oscuras (sic) transacciones diseñadas para nada, salvo producir ganancias de corto plazo, lo cual agrava el sentimiento de traición social”.

En el segundo acto de la furia ciudadana en el esquema de Simon Schama, “el control de daños significa colocar en la picota a los perpetradores”.

Schama concluye que “enfrentamos un momento polvorín (sic): una prueba de la fuerza de las instituciones democráticas en un tiempo de extremo estrés fiscal”, cuando se encuentran en juego “la supervivencia de la administración Obama en las elecciones de noviembre” y “la gobernabilidad de Estados Unidos”, lo cual exige la “profilaxis (sic) de las instituciones”.

Obama apenas entró al primer acto del “control de daños” frente a la furia ciudadana local y global. Después de su histórico triunfo con la reforma en salubridad, ahora intenta sujetar al dragón de Wall Street, encabezado por la inimputable Goldman Sachs, miembro prominente del sionismo financiero global.

No es una batalla menor: Obama confronta al verdadero gobierno paralelo tras el trono y se juega tanto su vida como su presidencia.

Thomas Noyes, de The Guardian (21/5/10), considera que la reforma financiera de Obama “coloca a Wall Street en su justo lugar como un servidor de la economía y no como su amo”.

La aprobación de la reforma financiera de Obama no fue sencilla, después de mil bloqueos tácticos del Partido Republicano.

El texto de la reforma no es definitivo, ya que todavía sufrirá diluciones semánticas, en las que se especializan los cabilderos de los grupos de interés, tan persuasivos en unciones pecuniarias. Vamos a ver qué queda de los textos originales.

De todas formas, no se puede escatimar el sonoro triunfo de Obama, que por lo menos sujeta, todavía sin domar, al dragón de Wall Street: mucho dependerá de la fortaleza de los amarres, que cuentan con el aplastante apoyo de la furia ciudadana local y global.

Thomas Noyes reconoce que la reforma financiera de Obama cobró vigor “después de la revelación del escándalo de Goldman Sachs”, cuando urge “la supervisión por adultos (sic) de la conducta de Wall Street”.

A juicio de Noyes, “la más importante disposición de la reforma puede ser la regla Volcker, que restringe la habilidad de los bancos de comerciar con sus propias cuentas”, de lo cual “Goldman Sachs se volvió el emblema”.

Thomas Noyes recuerda que “el rescate de Wall Street por el gobierno federal enfureció (sic) a los ciudadanos comunes (sic) quienes sufrieron la recesión creada por la locura (sic) de los bancos”, por lo que se lamenta de que “la propuesta de mayor alcance para colocar una barrera entre la banca comercial y la banca de inversiones (nota: la doble personalidad esquizofrénica de Goldman Sachs) nunca fue votada”. Tal barrera fue erigida por la visionaria enmienda Glass-Steagal de 1933 y eliminada en 1999 por los fundamentalistas neoliberales del Partido Republicano (recordemos un partido mexicanófobo y aliado del PAN, que además financió la campaña presidencial de Calderón) encabezados por el texano Phil Gramm.

La enmienda de Obama no se atreve a desmontar el casino especulativo de los “derivados financieros”, que acaban siendo mínima y tangencialmente transparentados.

Los senadores de Estados Unidos, en su mayoría ignaros en los asuntos esotéricos de las finanzas posmodernas, nunca entendieron durante las audiencias públicas la necesidad existencial de los “derivados”, cuyo “valor nocional” excede varias veces el valor de la economía real.

Sucede que los “derivados”, verdaderas armas financieras de destrucción masiva de la dupla anglosajona, constituyen el gran negocio para las plazas de Wall Street y la City, quienes despojan así, con el simple teclazo de una supercomputadora, las joyas estratégicas de los valetudinarios países globalizados, como demostramos desde hace mas de 10 años en nuestro libro agotado El lado oscuro de la globalización: post-globalización y balcanización (Editorial Cadmo & Europa, 2000).

Conclusión. En el esquema de Simon Schama, portavoz oficioso de los atávicos esclavistas banqueros Rothschild, apenas vamos en el primer acto del control de daños en el seno del G-7, en pérdida de su gobernabilidad cuando el pacto social fue resquebrajado a favor de los parasitarios banqueros y en detrimento del bien común ciudadano.

El problema mayúsculo advendrá cuando el segundo acto de la furia ciudadana global se empate con la segunda ola, que habíamos anticipado, de la multicrisis que se exacerbó con la balcanización y vulcanización del euro y que pronto alcanzará a Gran Bretaña (de hecho tocada de muerte) y a Estados Unidos, que acelera su decadencia interna y externa.

lunes, diciembre 21, 2009

Memorias del Saqueo by Fernando Solanas (2003)

Memorias del Saqueo is an interesting documentary about the causes of the actual poverty in Argentina. It reveals how the globalization initiatives are destroying some countries when the international economic powers break the rules created by themselves. The question is, if this big international corporations doesn't care about human life how they will care about our environment? Everything is linked on this planet. The documentary is in Spanish with no subtitles. Help to add the English subtitles is welcome .




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miércoles, diciembre 02, 2009

La privatización del agua

El reconocimiento de los derechos humanos surge en torno a las necesidades del contexto sociohistórico vivido, siempre en búsqueda de un mejor desarrollo para todos y todas y la afirmación de la dignidad humana. Hoy en día, la discusión respecto del agua como un derecho humano ha sido larga. La importancia del líquido como elemento esencial para la vida, así como la crisis mundial respecto de las reservas en los mantos acuíferos la han vuelto un tema de preocupación en las agendas nacionales e internacionales, privadas y públicas.

La cantidad de agua extraída en el mundo, exigida por los usos modernos, obstaculiza la recarga natural. La globalización económica, la predominancia de la visión de mercado y la libre actuación de sus principales actores, las empresas nacionales y trasnacionales impactan en el disfrute de los derechos humanos. Si a esto le sumamos el desarrollo de una crisis multidimensional, como la que nos envuelve en la actualidad, el panorama se torna negativo, sobre todo para aquellos sectores en situación de pobreza y discriminación.
Para 2025, datos publicados por La Jornada estiman que en México la disponibilidad de agua por persona será “baja”, es decir, de aproximadamente 3 mil 788 metros cúbicos (cuando el volumen de agua disponible por habitante es menor a 1 mil metros cúbicos al año, se está hablando de una grave crisis hídrica). Nuestro país cuenta con un gran número de problemas respecto de la distribución del agua, como la sobreexplotación de los mantos acuíferos, cuyo resultado es la escasez en las zonas rurales y que, sin embargo, no soluciona las altas demandas y la insuficiencia del suministro, principalmente en el centro y norte del país. Asimismo, la contaminación de aguas superficiales y aguas subterráneas a causa del desagüe –que incluye el uso doméstico pero que en gran medida es industrial– y la filtración de materias tóxicas afectan a la agricultura y al suministro de agua potable; al igual, la ineficaz atención de las fugas en la red propicia que se desperdicien millones de litros del líquido mucho antes de llegar a los hogares.
De no haber un cambio en el modelo de gestión, dependiendo de las regiones del país y de los contextos urbanos o rurales, las diferencias en cuanto a la disposición del líquido también se mantendrán. Por ejemplo, en el Distrito Federal, algunos hacen uso de 28 litros al día, en cambio, otros disponen de más de 800 litros diarios, tales son los casos de Iztapalapa y de Lomas de Chapultepec, respectivamente.
Las organizaciones de derechos humanos estamos convencidas de que una de las formas de asegurar la sostenibilidad del recurso, pensando en la dignidad y el bienestar de las personas, es su reconocimiento y ejercicio como derecho humano. Desafortunadamente, el acceso al agua no figura en el catálogo de derechos reconocidos en la Constitución Mexicana; mucho menos, la administración del “oro azul” se realiza bajo esta perspectiva.
Para la sociedad civil es preocupante que las discusiones en foros mundiales del agua, en el marco de la Organización Mundial del Comercio, sobre la venta del agua como estrategia para preservar el recurso, la coloquen como un bien privado. En México, la visión del agua como bien público se está perdiendo ante los argumentos de que el Estado no ha podido solucionar las fallas estructurales en la repartición y explotación del recurso natural. Ante la corrupción por parte de las autoridades y la falta de recursos para inversión en infraestructura, se tiende a una política privatizadora de un bien común.
Las autoridades mexicanas han adoptado ya este discurso, en el cual, junto con la alusión al libre comercio y la descentralización de los servicios, se encuentran las recomendaciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Dichas medidas buscan la menor participación del Estado en el manejo de bienes públicos; sin embargo, con estas disposiciones se beneficia la participación de las empresas extranjeras.
De este modo, durante las últimas décadas, principalmente desde la década de 1990, los cambios legislativos, la política pública y la actuación de la Comisión Nacional del Agua desarrollan diversos modos de apertura o participación de capital privado en el sector, que en el trasfondo no son más que diversos modos de llamar a la privatización.
Algunas de estas formas de privatización que se dan en nuestro país se expresan mediante el embotellamiento y comercio del líquido. En este modelo son las cuatro trasnacionales (Danone, Pepsico, Nestlé y Coca-Cola) las que mantienen el mayor control de un negocio que les brinda ganancias entre 1 mil y 10 mil veces más del costo inicial.
Con la política descentralizadora, los municipios, al verse a cargo de un sistema con grandes problemas, pero sin recursos suficientes para solucionarlos, optaron por cambios legislativos en torno al agua, y con ello abrieron paso a la privatización de los servicios mediante las llamadas empresas descentralizadas o paramunicipales. Se otorgó la oportunidad a las trasnacionales de apropiarse de las redes de extracción, distribución y saneamiento, como sucede en los casos de Saltillo, Distrito Federal y Aguascalientes.
En Saltillo, desde 2001, se da una participación mixta entre Aguas de Barcelona (49 por ciento) y el gobierno municipal (51 por ciento), a través de Aguas de Saltillo. Si bien el suministro ha sido “suficiente” es gracias a la sobreexplotación de los pozos y, con ello, la mala calidad del agua que se distribuye. Además, como producto de la manipulación de la información, se dan altos costos y cobros indebidos violentando el principio de accesibilidad económica. Ante esto, la sociedad civil en Saltillo sigue su lucha para que se disuelvan las concesiones y la empresa vuelva a ser netamente municipal.
En Aguascalientes se da una concesión integral a una compañía privada francesa (hoy día Vivendi), para extracción, saneamiento, distribución, facturación y cobranza. Los resultados son como en Saltillo. Aunado a ello, el gobierno federal brindó subsidios públicos a la empresa privada y, sin embargo, el mal estado de las redes y la infraestructura sigue sin solucionarse. Ante la falta de pagos por parte de los usuarios, las empresas tienden a cortar el suministro, negando la accesibilidad física al agua.
Existen más casos a lo largo del país. Las autoridades niegan que estas formas de invertir capital privado en bienes públicos sea privatización, con todo, beneficios y ganancias son para las empresas, mientras la población “costea” los problemas.
Cabe recordar que el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas dio origen a la Observación General Número 15. En ella se precisa el contenido del agua como un derecho fundamental, señalando que ésta debe ser suficiente para satisfacer las necesidades básicas de consumo, cocina, higiene personal y del hogar; debe ser de buena calidad, sin sustancias nocivas y con color, olor y sabor aceptables; accesible, por lo que los servicios deben estar al alcance físico de toda la población; accesible económicamente, los costos no pondrán en riesgo el ejercicio de otros derechos, como el contar con una vivienda digna, el tener salud, una alimentación adecuada; el goce de una vida digna; que el agua sea un bien de dominio público (artículo 2); y que tenga mucha importancia el acceso sostenible a los recursos del agua para la agricultura (artículo 7).
Un bien imprescindible, indispensable para la vida, no debe ser fuente de comercio y quedar a disposición de las leyes del mercado. Los Estados deben reconocer el agua como derecho humano y, como tal, respetarlo, protegerlo, promoverlo y garantizarlo.
*Director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria; doctor en teología y diplomado en ciencias sociales