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domingo, febrero 24, 2013

WikiLeaks revela complots imperialistas de EE.UU. contra Hugo Chávez

Una parte de la nueva serie de documentos secretos, filtrados por WikiLeaks, está dedicada a Venezuela y muestra la clara mano de EE.UU. en los esfuerzos para derrocar al presidente venezolano, Hugo Chávez.  

RT Actualidad
Los archivos publicados evidencian que al menos dos compañías extranjeras han dirigido acciones de la oposición venezolana desde el 2006 y diseñaron su campaña para las elecciones parlamentarias del año 2010. Los documentos, que datan de entre julio del 2004 y diciembre del 2011 y que fueron publicados por WikiLeaks en su cuenta de Twitter, ya están disponibles en línea. Se basan en los correos electrónicos de las empresas Stratfor y Canvas, que según las filtraciones, en su aspiración de derrocar a Hugo Chávez utilizaban también a los estudiantes y otras figuras no formales. Uno de los informes filtrados por WikiLeaks, elaborado en enero del 2010 por la Canvas, titulado 'Análisis de la situación en Venezuela', propone una estrategia copiada del movimiento juvenil pro-democrático Otpor!, que fue aplicada con éxito en Serbia. Apoyado por la CIA, utilizó las protestas estudiantiles y una 'revolución de colores' para derrocar a Slodoban Milošević en el 2000. A su vez, Stratfor, que ha sido señalada como un tipo de versión privada de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), pretende ofrecer un análisis, dedicado a las corporaciones multinacionales que buscan invertir en Venezuela. Los correos electrónicos filtrados demuestran que sus motivos y objetivos están lejos de ser independientes, y que están trabajando como una agencia de inteligencia y estrategia para aquellos que buscan la intervención en el país. Los correos electrónicos filtrados abarcan una variedad de temas, se concentran en el sector de la energía, petroquímica y del petróleo en particular, el cambio político, la situación de las fuerzas contrarrevolucionarias, y el estado de las fuerzas militares. También tocan las relaciones de Venezuela con Cuba, China, Rusia e Irán, y proporcionan proyecciones sombrías de la economía y el futuro del sector financiero. Hace una semana el sitio de filtraciones WikiLeaks publicó un enorme archivo de correos electrónicos de la empresa estadounidense de inteligencia y espionaje Stratfor, relacionado con varios países de Latinoamérica, que implica más de un millón de documentos. Los nuevos cables revelados por WikiLeaks demuestran la creciente desesperación de los funcionarios de EE.UU. por el avance de las alianzas del presidente venezolano, Hugo Chávez, en el continente. Así lo indicó en aquel entonces el fundador del portal, Julian Assange.
Texto completo AQUI.

miércoles, agosto 15, 2012

Misión del Pentágono: atrapar al “Chapo”... o acabar con él

Fuentes militares en México y Estados Unidos confirmaron a Proceso la existencia de un plan para atrapar “o ejecutar” al Chapo Guzmán, elaborado por el Pentágono y propuesto al gobierno mexicano y aceptado, en principio, por el presidente Calderón. Prácticamente copiado del que llevó al asesinato de Osama bin Laden en Paquistán, el operativo se efectuaría exclusivamente por miembros de la Marina de los Estados Unidos, sin intervención alguna de elementos militares o policiacos mexicanos. Sólo el rechazo rotundo de los altos mandos de las Fuerzas Armadas mexicanas lo ha detenido… Pero el Pentágono lo volverá a plantear con el ánimo de que el inminente próximo gobierno lo acepte.

Ante lo difícil que ha sido atrapar a Joaquín El Chapo Guzmán, el gobierno estadunidense tiene listo un plan para capturar a este narcotraficante, el más conocido jefe del Cártel de Sinaloa, en una operación similar a la llevada a cabo en Paquistán el año pasado para dar con Osama bin Laden, líder de Al Qaeda.
Fuentes militares en México y Estados Unidos confirman la existencia del plan, que fue elaborado por el Pentágono hace varios meses y ahora se encuentra detenido porque está diseñado para ser ejecutado sólo por estadunidenses, idea que no es vista con agrado por sus contrapartes mexicanas.
El plan incluso ya fue presentado a Felipe Calderón, quien lo promovió entre las Fuerzas Armadas. Y aunque ya hubo un rechazo tajante de parte del Ejército y la Marina de México, Washington no lo ha desechado y se lo propondrá al próximo presidente.
El plan existe a partir de una orden del Departamento de Defensa y el Comando Norte lo tiene considerado como una misión prioritaria, dijo una fuente de alta jerarquía del Ejército mexicano de la que por mutuo acuerdo se conserva el anonimato. La pretensión del Pentágono obedece a los constantes “intentos frustrados” del gobierno mexicano de detener a Guzmán Loera desde que escapó del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, en enero de 2001, durante el sexenio de Vicente Fox.
El Chapo ha escapado por lo menos seis veces de cercos montados para detenerlo, confirmó la fuente militar. La más reciente ocurrió en febrero pasado en una mansión costera de Los Cabos, Baja California Sur, un día después de que la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, estuviera en visita oficial en ese balneario.
La información precisa para capturar al capo ha sido proporcionada por agencias estadunidenses, principalmente la encargada de la lucha antidrogas, la DEA, por lo que cada “intento fallido” del gobierno mexicano ha irritado a Washington.
Para México la eventual intervención militar de Estados Unidos en territorio mexicano para hacerse cargo de la detención del Chapo es “un asunto muy riesgoso”, porque además de una clara violación a la Constitución provocaría problemas de toda índole, añadió el funcionario militar.
La operación propuesta está pormenorizada en el Plan de Seguridad de Apoyo a México, diseñado por estrategas militares de las fuerzas especiales del Departamento de Defensa de Estados Unidos, el Pentágono.
La ejecución del operativo estaría a cargo de la principal fuerza especial de Estados Unidos, el Navy Seal (acrónimo de las palabras sea, air, land), formado por comandos de la Marina entrenados para acciones clandestinas en territorio enemigo, sea por mar, aire o tierra.
La operación sería una copia de la que el Pentágono ejecutó en secreto en Paquistán para “capturar o eliminar” a Bin Laden, quien finalmente fue muerto en su escondite en mayo de 2011. Helicópteros de las fuerzas especiales llegaron hasta el búnker del líder musulmán en las afueras de Islamabad, muy cerca de la academia militar paquistaní.
A partir de esa experiencia los mandos del Pentágono le explicaron a Calderón la propuesta para detener al Chapo, en lo que se definió como una operación “sencilla, rápida y quirúrgica”.
En la sierra de Sinaloa, donde Guzmán Loera entra y sale a placer, la captura requeriría tres equipos especiales de seals con el apoyo de tres aviones de alta tecnología digital operados a control remoto y armados con misiles, según el plan.
Las fuerzas especiales se desplazarían por Sinaloa o Durango en helicópteros artillados. Al llegar al objetivo, dos de los equipos actuarían en tierra y otro se quedaría en el aire, con respaldo de los aviones no tripulados, para prevenir cualquier represalia del grupo delictivo.
En 10 o 15 minutos los dos equipos de asalto atraparían al objetivo y, según la propuesta operativa, en caso de encontrar resistencia lo eliminarían en el acto, al igual que a toda su guardia. Como ocurrió con el autor intelectual de los ataques terroristas contra Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001, en caso de ejecutar al objetivo tendrían que recoger el cadáver.
El operativo contra El Chapo estaría observado y dirigido “en tiempo real” desde las oficinas centrales del Pentágono, del Comando Norte e incluso desde las oficinas del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. En la operación contra Bin Laden, el presidente Barack Obama siguió paso a paso desde la Casa Blanca el trabajo de los seals, aunque en el caso mexicano serían los mandos del Pentágono los responsables de vigilar el operativo.
En el plan no caben militares mexicanos, ni del Ejército ni de la Marina. Sólo entrarían uniformados mexicanos para presentar los resultados.
Según el mando militar consultado por Proceso es claro que Estados Unidos tiene capacidad para capturar al Chapo en México, aunque para simular la participación mexicana los estadunidenses tendrían que disfrazarse con uniformes de alguna corporación nacional, como la Policía Federal.
Para el Comando Norte, creado en 2002 por el Pentágono después de los ataques de Al Qaeda, con el propósito de realizar operaciones “delicadas” para “la seguridad de Canadá, Estados Unidos y México”, la captura del Chapo está considerada como una misión.
Washington equipara a los cárteles de la droga mexicanos con terroristas y por consiguiente los considera una amenaza a su seguridad nacional. En consecuencia, el Comando Norte asume como su obligación actuar contra los narcotraficantes, añade el jefe militar.
Objetan las Fuerzas Armadas
 De acuerdo con la información obtenida en Washington, Calderón aceptó la propuesta estadunidense, pero cuando el Pentágono explicó que la operación tendría que ser llevada a cabo exclusivamente por las fuerzas militares de Estados Unidos, fue rechazada por las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina, pese a que ésta, a diferencia del Ejército, ha favorecido más la relación con su contraparte estadunidense.
El titular del Ejecutivo intentó convencer a los jefes militares mexicanos, mientras que a los representantes del Pentágono les dijo que tendría que analizarlo y “después” les daría la respuesta.
Calderón insistió ante las Fuerzas Armadas mexicanas que la propuesta era acertada y acorde con los objetivos de combate al narcotráfico. En su desesperación argumentó que sería un operativo secreto y rápido “que se podía arreglar” para no exponer al Pentágono, con la salida inmediata de los seals, pero el rechazo del Ejército y la Marina fue contundente. Sus argumentos fueron la prohibición constitucional y la defensa de la soberanía ante la presencia de tropas extranjeras.
Después de la reunión con los mandos del Ejército y la Marina, Calderón terminó por darle la negativa al Pentágono a menos de que participaran soldados o marinos mexicanos.
En esas condiciones el Departamento de Defensa estadunidense dejó en claro que el operativo era inconcebible. Pero entre los militares consultados existe la certeza de que el gobierno de Estados Unidos “insistirá ante el próximo presidente de México”.
Para evitar sorpresas las Fuerzas Armadas mexicanas iniciaron una campaña entre las autoridades civiles para advertir de los riesgos que implicaría una operación encubierta extranjera para atrapar o matar al Chapo.
Durante el gobierno de Felipe Calderón el Pentágono logró una de sus metas: tener presencia directa en México. La apertura de la Oficina Binacional de Inteligencia (OBI) en 2010 fue el conducto para que los militares estadunidenses realicen labores de inteligencia en territorio mexicano desde la propia Ciudad de México e incluso desde instalaciones militares en Escobedo, Nuevo León.
En el Distrito Federal la OBI ocupa la parte alta del edificio ubicado en Reforma 265, donde operan tres agencias militares y seis civiles. Las primeras son la Agencia de Inteligencia Militar, la Oficina Nacional de Reconocimiento y la Agencia Nacional de Seguridad. Además hay organismos de inteligencia de los Departamentos de Justicia, Seguridad Interior y del Tesoro (Proceso 1776).
Según publicó el diario The New York Times en agosto del año pasado, agentes estadunidenses de inteligencia castrense también operan en las instalaciones de la zona militar con sede en Escobedo, Nuevo León.
De acuerdo con el mando castrense consultado, en la relación con México los militares estadunidenses siempre han tenido un pie en la puerta y han aprovechado cada espacio que se les abre. Ahora que se les franqueó la entrada ya están pensando en operar en el territorio.
La política del Departamento de Defensa hacia México fue establecida en el Reporte de Revisión de Defensa, que realiza el Pentágono cada cuatro años. Publicado en febrero de 2010, menciona que “continuará trabajando estrechamente con México para tener una frontera segura, aumentando la capacidad de defensa para operaciones coordinadas”.
Para todo el Continente Americano establece que desarrollará “asociaciones de defensa regional para enfrentar amenazas domésticas y trasnacionales, como las organizaciones narcoterroristas, el tráfico ilícito y disturbios sociales”.
En julio de 2011 el general Charles H. Jacoby, jefe del Comando Norte y del Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica, fue todavía más preciso cuando compareció ante el Comité de Servicios Armados del Senado estadunidense para ser ratificado en ambos mandos operativos del Pentágono.
Requerido por los senadores estadunidenses sobre la relación que tendría con los militares mexicanos “para vencer a las organizaciones de delincuencia trasnacional que están causando altos niveles de violencia en México y que amenazan la seguridad de nuestra frontera sur”, Jacoby mencionó que el presidente Obama emitió un decreto ejecutivo para declarar “emergencia nacional” en Estados Unidos ante la amenaza de la delincuencia trasnacional, incluida la mexicana.
“Esas organizaciones (los cárteles del narcotráfico) constituyen una inusual y extraordinaria amenaza a la política exterior, la economía y la seguridad nacional de Estados Unidos”, dijo el comandante.
Expertos en invasiones
En efecto, Obama emitió el 24 de julio del año pasado un decreto ejecutivo para bloquear en Estados Unidos las propiedades de cuatro organizaciones delictivas trasnacionales: Los Hermanos del Círculo o La Familia de los Once –que opera en la antigua Unión Soviética, Medio Oriente, África y América Latina–, La Camorra de Italia, la Yakuza japonesa y Los Zetas.
Obama decretó: “Esas organizaciones han logrado tal alcance y gravitación que amenazan la estabilidad y los sistemas político y económico internacionales y cada vez son más sofisticadas y peligrosas para Estados Unidos”. En el caso de Los Zetas, el FBI incluso ha tratado de vincularlos con “terroristas islámicos” de Irán.
De acuerdo con el presupuesto del año fiscal 2012, autorizado por el Congreso, el Pentágono dispone de 553.8 millones de dólares para apoyo internacional en sus actividades antidrogas, además de 486.5 millones para “operaciones de contingencia en el extranjero” en el mismo rubro.
En el caso de México, el Pentágono además designó agregado militar a un experto en “operaciones especiales”. En diciembre pasado envió al almirante Colin J. Kilrain como agregado militar y oficial en jefe de defensa de la embajada de Estados Unidos en México.
Antes de ese cargo Kilrain era el encargado del combate al terrorismo en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, organismo que depende directamente del presidente y que incide en la política exterior estadunidense.
Tanto Jacoby como Kilrain tienen experiencia en las invasiones de Estados Unidos. Jacoby participó en la de Granada en 1983 y en Afganistán en la Operación Libertad Duradera, iniciada en 2001; Kilrain lo hizo en Haití en 1994 y en Afganistán.
Después de la ejecución de Bin Laden, El Chapo se convirtió para Estados Unidos en el hombre más buscado del mundo. Tanto la DEA como el FBI lo tienen como su principal objetivo en el extranjero.
Guzmán Loera también sigue apareciendo en la lista de los hombres más ricos del mundo de la revista Forbes. Aunque Colombia y Estados Unidos le han dado severos golpes a su estructura económica, el capo sinaloense se mantiene como uno de los hombres del planeta con una riqueza superior a los mil millones de dólares.
La operación propuesta por el Pentágono para detener al Chapo en territorio mexicano ha estado acompañada de una serie de detenciones de sus socios, colaboradores y familiares en México, Colombia, Estados Unidos y, la semana pasada, en Belice.
Apenas el pasado jueves 9 el gobierno de Felipe Calderón extraditó a Estados Unidos a Sandra Ávila Beltrán, La Reina del Pacífico, acusada de traficar drogas del Cártel de Sinaloa en complicidad con narcotraficantes colombianos. La decisión se tomó no obstante haber sido exonerada de los delitos más graves por la justicia mexicana.
Dos días antes el gobierno colombiano extraditó a Dolly Cifuentes Villa, acusada de ser socia del sinaloense. Su hermano Francisco fue piloto del capo colombiano Pablo Escobar, jefe del Cártel de Medellín; mientras que su también hermano Hildebrando fue uno de los principales socios de Guzmán Loera.
La mujer tenía oficinas de importaciones en Colombia, Panamá, México, Brasil y Estados Unidos valuadas en más de 200 millones de dólares. Según la policía colombiana, a través de esas empresas El Chapo lavó millones de dólares y acumuló una gran riqueza en inmuebles.
En abril pasado la policía colombiana realizó un operativo de extinción de dominio contra 58 bienes supuestamente adquiridos con dinero del sinaloense en Bogotá, Cali y Medellín, valuados en 15 millones de dólares. Antes, en septiembre de 2011, le había ocurrido lo mismo con 301 bienes. Según la policía colombiana eran casas, fincas, terrenos, departamentos, empresas, vehículos e islas privadas a nombre de testaferros, valuadas en unos 250 millones de dólares.
Estados Unidos, además, tiene en su lista mundial de cabecillas del narcotráfico a dos hijos y a la primera esposa del Chapo, por lo que existe una orden para que se les congelen los bienes o cuentas que tengan en ese país. Se trata de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, El Chapito; Ovidio Guzmán López, y María o Alejandrina Salazar Hernández.
La DEA también busca a José Alfredo Guzmán Salazar, a quien la Marina dio por detenido en junio pasado aunque de inmediato la PGR negó que se tratara del hijo del jefe del Cártel de Sinaloa.
En el juicio que se sigue contra éste en una corte federal en Chicago, el gobierno estadunidense busca decomisar al menos mil 374 millones de dólares que, según dice, ha obtenido la organización criminal en los últimos siete años, luego de la fuga del Chapo del penal de Puente Grande.

domingo, abril 08, 2012

Afganistán: “el horror… el horror”

Estados Unidos sólo simulará que saldrá de Afganistán. Después de la invasión y la imposición de una clase dirigente afín, no dejará la codiciada zona a merced de China y Rusia. La ocupación tampoco será menos violenta; por el contrario, lo que sigue es el terror para afianzar sin tropas formales un régimen incondicional que arrase cualquier tipo de disidencia.

Comenzó mucho antes de que un asesino solitario, el sargento Robert Bales, del Ejército de Estados Unidos, casado, con dos hijos, entrara en las aldeas de Panjwayi, al Suroeste de la ciudad de Kandahar, y supuestamente, solo iniciará una matanza indiscriminada, que causó la muerte de 16 civiles. Tampoco es la primera vez que algo así ocurre.
Fue el momento de la masacre de Haditha de Afganistán como en Irak, o como la matanza de My Lai en la Guerra de Vietnam.
Se había intensificado por medio de bombardeos en serie de drones con misiles Hellfire contra las bodas en las tribus; las series de “incursiones nocturnas” secretas de fuerzas especiales de Estados Unidos; los homicidios seriales “de equipos de asesinato” en 2010; las meadas rituales sobre los afganos muertos por parte de “los hombres de uniforme”; y por último, pero no menos importante, la quema de Coranes en la base aérea estadunidense de Bagram. Misión… ¿cumplida?
Los afganos reclaman justicia por la matanza
De acuerdo con el último sondeo del Post-ABC News –realizado antes de la masacre de Kandahar, el 11 de marzo de 2012– un 55 por ciento de los estadunidenses quiere que finalice la guerra afgana.
El presidente Barack Obama volvió a recalcar que tras 10 años desde el comienzo de una guerra que ha costado por lo menos 400 mil millones de dólares, el “rol de combate” de las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) terminará en 2014.
Según Obama, Washington sólo quiere asegurar que “Al-Qaeda no opere allí, que exista suficiente estabilidad y que no termine en una refriega de todos contra todos”.
Al Qaeda “no opera allí” desde hace tiempo; sólo hay un puñado de instructores que no están “allí”, sino en los waziristanes, (en las áreas tribales paquistaníes).
Y olvidar la “estabilidad”. Las “fuerzas de seguridad afganas” que estarán, teóricamente, a cargo en 2014, o incluso antes, están condenadas. Su tasa de analfabetismo es de un asombroso 80 por ciento. Por lo menos el 25 por ciento deserta. La violación de niños es endémica. Más de un 50 por ciento está permanentemente drogado con hachís o esteroides.
El grado de desconfianza entre afganos y estadunidenses es cómico. Según un estudio de 2011, que fue clasificado por el Pentágono después de que se filtrara al periódico financiero Wall Street Journal, los militares estadunidenses ven esencialmente a los afganos como cobardes corruptos, mientras los afganos ven a los militares estadunidenses como matones cobardes.
Considerar un momento como en 1975, en Saigón, Vietnam (hoy Ciudad Ho Chi Minh), ahora, o en 2014, los hechos en el terreno serán los mismos: inestabilidad que sacude el Hindu Kush (macizo montañoso de Asia, situado entre Afganistán y el Noroeste de Pakistán).

A cara o cruz
Afganistán fue siempre una tragedia traspasada por la farsa. Pensar en las 83 restricciones de las reglas de enfrentamiento originales de la OTAN que llevaron, por ejemplo, a una racha de soldados franceses muertos, en 2008, porque Francia, presionada por Estados Unidos, dejó de pagar por protección a los talibanes; o pensar en Berlín que no la calificó de guerra, sino de “misión humanitaria”.
Las batallas internas –a diferencia de Vietnam– se hicieron leyenda, como la banda de la contrainsurgencia, apoyada por el entonces jefe del Pentágono, Robert Gates, investido en una “nueva misión” y un “nuevo liderazgo militar”, ganando contra la estrategia del contraterrorismo plus del vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, de menos soldados en el terreno realizando contraterrorismo.
El vencedor, como todos recuerdan, fue la estrella de rock, el general Stanley McChrystal, quien insistió en que el plan Biden llevaría a un “caosistán”, que fue el nombre de un análisis clasificado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés).
McChrystal –portavoz del Pentágono durante la invasión de Irak, en marzo de 2003– quería cambiar a toda costa la cultura de la OTAN y del Ejército de Estados Unidos, en Afganistán. También destruir la cultura de dispara-primero-y-reviéntalos y orientarse hacia “la protección de la población civil”. En sus propias palabras subrayó que las “municiones aire-tierra” y los “fuegos indirectos” contra casas afganas, “sólo estaban autorizados bajo condiciones muy limitadas y prescritas”.

Se impuso –protegido por su estatus de estrella de rock– sólo por un breve momento.
Mientras tanto, incluso si por una parte el Departamento de Estado, las oficinas de Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas y Federal de Investigación advertían de los repugnantes contrabandistas de drogas y criminales de todo tipo, por la otra la CIA y el Pentágono, elogiándolos por buena inteligencia, siempre vencían.
Y todo estaba plenamente justificado por una cantidad de halcones “liberales” renuentes en sitios como el Centro por una Nueva Seguridad Estadunidense, repleto de periodistas “respetables”.
Hamid Karzai (presidente de Afganistán) ganó las elecciones mediante un fraude rotundo. Su hermanastro Ahmed Wali Karzai –entonces jefe del Consejo en Kandahar– pudo seguir dirigiendo su masivo narcotráfico mientras desdeñaba las elecciones (“la gente en esta región no las entiende”).
¿A quién interesaba que el gobierno afgano de Kabul fuera o sea un sindicato del crimen? Comandantes locales “leales” –nuestros bastardos– conseguían cada vez más fondos e incluso los integrantes de las Fuerzas Especiales como consejeros personales para ellos y sus escuadrones de la muerte.
McChrystal, dicho sea a su favor, admitió que los soviéticos hicieron bien las cosas en la década de 1980 (por ejemplo, la construcción de carreteras, la promoción del gobierno central, la educación de niños y niñas por igual, la modernización del país).
Pero se equivocaron en muchas cosas: los “bombardeos de saturación” y la muerte de 1.5 millones de afganos. Ojalá los planificadores del Pentágono hubieran tenido la presencia de ánimo de leer Afgantsy: the russians in Afghanistan 1970-89 (Profile Books), del exembajador británico Rodric Braithwaite, basado en numerosas fuentes rusas desde el Comité para la Seguridad del Estado(conocida como la KGB) hasta la Fundación Gorbachov; del Internet a un espectacular libro del difunto general Alexander Antonovich Lyakhovsky.

“El derecho a estar mal informado”
El Pentágono nunca aceptará la fecha de retirada de 2014: choca frontalmente contra su propia doctrina de Full Spectrum Dominance (Dominación de Espectro Completo), que cuenta con numerosas bases en Afganistán para vigilar, controlar, acosar a los competidores estratégicos, Rusia y China.
La salida será una artimaña. El Pentágono transferirá sus operaciones especiales a la CIA; se convertirán en “espías”, no en “tropas en el terreno”.
Esto significará, esencialmente, una extensión ad-infinitum del Programa Phoenix en Vietnam, con el mal se realizó la matanza selectiva de más de 20 mil “presuntos” partidarios del Vietcong.
Y eso nos lleva al actual director de la CIA, conocedor de los medios, el general David Petraeus, y su bebé, el manual de campo FM 3-24 de COIN, la respuesta del Pentágono a Marriage of heaven and hell (Matrimonio del cielo y el infierno) del poeta inglés William Blake, como el matrimonio de la contrainsurgencia con la guerra contra el terror. Y esto, incluso después que el estudio de la corporación estadunidense Research and Development (encargada de ofrecer investigación y análisis a las Fuerzas Armadas y también trabaja en la organización comercial y gubernamental de Estados Unidos), de 2008, Cómo terminan los grupos terroristas, indica que la única forma de derrotarlo es mediante una buena operación de mantenimiento del orden.
A Petraeus no le importaba un comino. Después de todo sus “operaciones de información”, como en una manipulación generalizada de los medios, combinada con la masiva distribución de la proverbial valija llena de dólares, habían vencido en la oleada “suya” y de George W Bush, en Irak.
Los orgullosos pastunes son mucho más difíciles de derrotar que los jeques suníes en el desierto. Disminuyeron tanto su tecnología –al fabricar decenas de miles de artefactos explosivos improvisados con fertilizante, madera y munición vieja– que en los hechos pararon en seco la tecnología estadunidense, llevando a innumerables informes en la neolengua del Pentágono sobre el “vasto aumento en la actividad de artefactos explosivos improvisados”.
Desde la toma de posesión de Obama, el Pentágono ha jugado sucio para conseguir la guerra exacta que quería realizar en Afganistán.
La consiguieron. Petraeus se lanzó a un modo de continuo sesgo sobre el “progreso”. Poblaciones locales se “hacían más abiertas a las tropas estadunidenses”, incluso cuando una evaluación nacional de inteligencia (NIE, por su sigla en inglés) –el conocimiento acumulativo de 17 agencias de inteligencia de Estados Unidos– se mantenía sombrío.
Petraeus hizo lo que hace mejor: un remix del NIE. Nunca admitió que la guerra terminaría en 2014. Aumentó los ataques aéreos, dio rienda suelta a las agresiones de helicópteros Apache y Kiowa, triplicó la cantidad de incursiones nocturnas de Fuerzas Especiales, autorizó una mini conmoción-y-pavor, arrasando totalmente la ciudad de Tarok Kolache, en el Sur de Afganistán.
Hubo otra masacre estadunidense en febrero de 2011, en la provincia Kunar, con 64 civiles muertos, y Petraeus incluso tuvo el descaro de acusar a los afganos de quemar a sus propios hijos para que pareciera un daño colateral. ¡Qué le aproveche! Entonces, su relación con Obama incluso estaba mejorando.
El gobierno de Obama está, de hecho, convencido de que la oleada de éste, dirigida por Petraeus y que debía de terminar en septiembre de 2011, ha “estabilizado” a Afganistán, por lo menos en la región conocida como comando regional Este. Es lo que Petraeus llama “bastante buen afgano”.
La mayor parte del país es en efecto “bastante buen talibán”, ¿pero a quién le interesa? En cuanto a la quema de bebés, los cínicos podrían hablar de una característica del excepcionalismo estadunidense. Basta con recordar el refugio del barrio al-Amiriya, en Bagdad, el 13 de febrero de 1991, con no menos de 408 niños y sus madres quemados vivos por Estados Unidos.

“Nunca volveré a mirarte a los ojos… de nuevo”
Cómo no recordar al inimitable actor y director estadunidense Dennis Lee Hopper, como el fotoperiodista sicodélico de la película Apocalipse now, hablando del coronel Kurtz (Marlon Brando): “Es un poeta guerrero en el sentido clásico…”.
El “poeta guerrero” McChrystal estaba convencido de que Afganistán no era Vietnam; ahí, Estados Unidos combatía contra una “insurgencia popular”, a diferencia de Afganistán (erróneo: las numerosas tendencias aglomeradas bajo el mote de “talibanes” se han hecho más populares en proporción directa con el desastre de Karzai, para no hablar de que en Vietnam el discurso político oficial del Pentágono era que el Vietcong nunca fue popular).
Los generales, en todo caso, no salen en las matanzas indiscriminadas al estilo de Kurtz. Petraeus fue promovido para lanzar la Guerra en las Sombras & Cía en la CIA. Después de que fue despedido tras la aparición de su fotografía en la revista Rolling Stone–, ¿qué estrella de rock es eso?– McChrystal terminó por ser rehabilitado por la Casa Blanca.
Enseñó en la Universidad de Yale; pasó a la consultoría, y gana una fortuna en su circuito de conferencias –destilando sabiduría sobre el “liderazgo” y el Oriente Medio– y fue convertido en un asesor sin pago para familias militares por Obama.
McChrystal piensa que Afganistán está atrapado en “una especie de pesadilla post-apocalíptica”. “El horror… el horror…” de Conrad es perenne. La lección clave de Vietnam es cómo precintar el horror, cómo colocarlo en cajas y cómo abrazarlo, voluptuosamente.
Por lo tanto no es sorprendente que él no pueda llegar a ver que tuvo el papel principal en el remix del coronel Kurtz –mientras que Petraeus fue más metódico, pero no menos mortífero, capitán Willard. A diferencia de Vietnam, sin embargo, esta vez no habrá un Francis Ford Coppola que gane la guerra para Hollywood. Pero quedarán muchos hombres huecos en el Pentágono.
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miércoles, marzo 14, 2012

Afganistán: barbarie estructurada


Ayer, de acuerdo con información divulgada por el gobierno de Afganistán, un soldado estadunidense asesinó a 16 habitantes de Kandahar. Según los datos disponibles, el militar incursionó en tres viviendas y, al parecer, disparó indiscriminadamente contra quienes se encontraban en ellas.

Este acto de barbarie ocurre en el contexto de la indignación que recorre a la población afgana por la quema de ejemplares del Corán por las tropas invasoras y por la reciente difusión de un video en el que puede verse a elementos del cuerpo de marines que orinan sobre los cadáveres de tres afganos abatidos.

Aunque desde el primer momento el presidente estadunidense, Barack Obama, lamentó la masacre del domingo y la calificó de incidente aislado, la barbarie de las tropas extranjeras en Afganistán obedece a una pauta de agresiones regulares y sistemáticas contra la población local. A los casos mencionados deben agregarse los frecuentes bombardeos aéreos perpetrados por aviones de la coalición occidental invasora sobre concentraciones de civiles no involucrados en el conflicto. Si a ello se agrega la información contenida en los 92 mil documentos sobre la guerra en Afganistán que dio a conocer Wikileaks en julio del año pasado (The War Logs), y que registran toda suerte de atrocidades perpetradas por los invasores entre 2004 y 2009, resulta difícil creer que la más reciente carnicería sea consecuencia de la acción excepcional de un soldado que enloqueció.

Las documentadas prácticas criminales de Washington y sus aliados en la infortunada nación centroasiática son, por lo demás, consistentes con los manuales clásicos de contrainsurgencia elaborados por el Pentágono y coinciden con la barbarie estructural que caracteriza a los ejércitos colonialistas. De hecho, un modelo semejante de abusos y atropellos contra la población civil fue aplicado en Irak por los invasores estadunidenses.

Existen numerosas pruebas sobre el carácter mendaz del Pentágono y de otras dependencias de Washington en lo tocante a violaciones de derechos humanos cometidas por sus tropas. Desde la divulgación de los Papeles del Pentágono (Pentagon Papers) en 1971 por The New York Times hasta la difusión en Youtube del video Asesinato colateral (Collateral Murder) por Wikileaks, en abril de 2010, la opinión pública internacional ha podido contrastar las duras realidades de la barbaria bélica estadunidense con las versiones oficiales que atribuyen acciones criminales a equivocaciones, excepciones e incidentes aislados.

Tras la más reciente masacre de civiles afganos por un integrante de las tropas invasoras, resulta inocultable la urgencia de que el gobierno de Barack Obama ponga fin a la brevedad a la presencia militar de su país en la nación centroasiática, ofrezca una disculpa de Estado por la agresión iniciada en 2001 y emprenda un programa de indemnizaciones y compensaciones para las decenas de miles de víctimas civiles y sus familiares que las fuerzas occidentales han causado en Afganistán. De no hacerlo así, podría ocurrir que Washington estuviera plantando las semillas de un nuevo 11 de septiembre.

martes, marzo 06, 2012

Afganistán: la guerra del fracaso

Barack Obama miente, le oculta a los ciudadanos estadunidenses lo que realmente ocurre en Afganistán, el país que Washington invadió en 2001. Ésta no es la acusación de algún enemigo de Estados Unidos sino de un militar de alto rango de su ejército, que recorrió la nación asiática y pudo constatar, entre otras, tres cosas: que las tropas estadunidenses no controlan absolutamente nada, que el gobierno local es un pantano de corrupción y que los talibanes están de regreso y, según la opinión de muchos afganos, dominarán el país a partir de 2014.
Soldados norteamericanos en Afganistán.


WASHINGTON (Proceso).- La campaña militar de Estados Unidos en Afganistán es un fracaso y el gobierno de Barack Obama oculta esa verdad, denuncia el teniente coronel estadunidense Daniel L. Davis, quien luego de realizar el año pasado un recorrido por la nación asiática y entrevistar a políticos y militares, desmiente muchos mitos respecto a la guerra.
“¿Cuántos hombres más deben morir por respaldar una misión que no tiene éxito y por dar sustento a un arsenal de más de siete años de declaraciones de optimismo por parte de altos funcionarios de Estados Unidos en Afganistán?”, se pregunta.
Aparecido en la edición de este mes del Armed Forces Journal (AFJ, publicación mensual del Pentágono), el artículo recoge las reflexiones del militar que ponen en tela de juicio las afirmaciones del gobierno de Obama respecto de lo que ocurre en Afganistán: “Lo que vi no es la semblanza rosada de las declaraciones de los jefes militares de Estados Unidos sobre las condiciones en Afganistán”, apunta Davis en su texto, Verdad, mentiras y Afganistán. Cómo nos han desmoralizado los jefes militares.
Sostiene que pasó casi 12 meses recorriendo unos 14 mil 500 kilómetros en Afganistán para hacer una crónica que reflejara la verdad de lo que ha dejado a su paso la invasión ordenada el 7 de octubre de 2001 por el entonces presidente George W. Bush. Davis visitó las provincias más conflictivas y peligrosas para los militares estadunidenses: Kandahar, Kunar, Ghazni, Khost, Paktika, Kunduz, Balkh y Nangarhar, entre otras.
“Al iniciar esta misión tenía la esperanza de confirmar que eran verdad las afirmaciones del gobierno, que mejoraban las condiciones en Afganistán y que los gobiernos locales y sus soldados progresaban para hacerse autosuficientes”, subraya Davis en su artículo.
Para su análisis de la situación en Afganistán, y por encima del discurso oficial del gobierno de Estados Unidos, entrevistó a unos 250 militares, desde soldados rasos hasta jefes de grupos especiales. También habló con decenas de funcionarios afganos del gobierno de Hamid Karzai y con jefes de tribus de varias regiones del país.
Cuenta que durante su recorrido fue testigo de las dificultades que enfrentan las tropas estadunidenses para ayudar al gobierno de Karzai a pacificar y estabilizar al país: “Escuché muchas historias de cómo los insurgentes (talibanes) controlan virtualmente todo el territorio que escapa del ojo de la Fuerza Internacional de Asistencia de Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés)”, abunda.
Destaca que en las provincias que visitó no encontró evidencias que sustenten lo que propaga el gobierno de Obama respecto a que los gobiernos locales tienen la capacidad de satisfacer las necesidades básicas de sus ciudadanos. “En algunas ocasiones fui testigo de que incluso las fuerzas de seguridad de Afganistán están coludidas con los insurgentes”, enfatiza.
Pese a que el militar hace estas anotaciones sobre la realidad de Afganistán y habla de la falacia que propaga el gobierno de Estados Unidos, en su artículo aclara que la mayoría de los informes recolectados durante su viaje fueron entregados a sus superiores y al Congreso y catalogados como “informes clasificados”.

Policía pasiva

Para ilustrar las conclusiones de su artículo relata un incidente ocurrido a mediados de enero de 2011, durante su visita a un escuadrón estadunidense de caballería en la provincia de Kunar. Al llegar a las sede local de la Policía Nacional de Afganistán (PNA) Davis supo que dos horas y media antes se había recibido el reporte de un ataque talibán.
Davis preguntó cuál es el protocolo de la PNA cuando ocurre un ataque como el reportado y si en un caso así se forma un escuadrón especial para perseguir a los talibanes. “No los perseguimos; sería peligroso”, le respondió el encargado de la PNA en la provincia de Kunar.
Davis se lo contó a un jefe militar estadunidense y éste le aclaró que “sólo en raras ocasiones” la PNA abandona sus puestos para ir en busca de insurgentes. “En esa parte de la provincia los talibanes literalmente son libres”, destaca Davis en su artículo.
Da cuenta de situaciones similares en otras provincias, donde comprobó que los talibanes regresaron.
Por ejemplo: “En junio de 2011 me hallaba en el distrito de Zharay en la provincia de Kandahar”, escribe, “cuando de pronto escuchamos los disparos de un ataque de los talibanes a un puesto militar estadunidense como a dos kilómetros”. Los jefes militares del Pentágono en Zharay veían una transmisión en vivo, vía satélite, del ataque.
Para evitar que los talibanes se aceraran más al puesto militar atacado, la PNA había colocado dos vehículos que bloqueaban el acceso por una de las calles principales. “De pronto y gracias a la transmisión en vivo, vimos cómo de la nada surgían dos insurgentes en sendas motocicletas”, escribe Davis. “En los monitores vimos cómo los dos libraban el bloqueo, se acercaban a los miembros de la PNA y éstos no hacían nada para detenerlos”, añade.

Culpa de Estados Unidos

En su recopilación de testimonios con líderes de las provincias afganas e incluso con representantes del gobierno de Karzai en zonas de alto peligro, Davis resalta que la mayoría de la población achaca el aumento e intensidad de ataques talibanes a la presencia de las tropas de Estados Unidos. Además acota que entre la población afgana es sabido que los talibanes están de regreso y que son autoridad en la mayoría de las provincias.
En otro de sus recorridos Davis afirma que cuestionó a un funcionario local sobre la capacidad de la PNA para contener o enfrentar a los insurgentes: “Definitivamente la PNA no tiene la capacidad para detenerlos o contenerlos; en esta región todo mundo sabe que muchos efectivos de las fuerzas de seguridad de Afganistán han establecido acuerdos con los talibanes y que incluso pelotones de las ISAF no atacan a los rebeldes para no ser atacados por ellos”, contestó.
Davis cuenta que una noche de septiembre, cuando casi se cumplían 10 años de la invasión de Estados Unidos, a unos 700 metros de una base estadunidense un escuadrón talibán secuestró y asesinó frente a sus padres a un soldado afgano de 27 años. “Ese asesinato ocurrió a la vista de la base militar de Estados Unidos, la que nominalmente es responsable de la seguridad del área. Si esto pasó aquí, imagínense la inseguridad de la población que no está a la vista de las tropas de Estados Unidos”, dice.
Otro aspecto que destaca en el texto es que la mayoría de la población afgana considera que en 2014 –cuando saldrán de Afganistán todos los soldados de Estados Unidos, según promesa de Obama– el país volverá a ser dominado por los talibanes. Esto, asegura Davis, porque Washington no se atreve a aceptar que por su desdén a los grupos insurgentes, “de 2002 a 2009 los talibanes han recuperado poder gracias a los problemas que ha causado la corrupción del gobierno de Karzai y porque Washington ha ignorado esta situación a propósito”.
En su artículo Davis reta a sus superiores en el Pentágono y al gobierno de Barack Obama a decir la verdad sobre Afganistán. Aunque su texto aún no ha tenido eco en el Capitolio, sí ha sido retomado por algunos medios, como la revista Rolling Stone.
Proceso buscó una entrevista con el teniente coronel Davis, pero éste se negó pues, dijo, tendría que aprobarla el Pentágono, que le ha prohibido hablar con los medios. Sin embargo señaló que una forma de intercambiar puntos de vista con él es a través de su cuenta de Twitter: #DavisAFJ.
“Probablemente no soy el único que ha notado esta discrepancia entre lo que sostienen los discursos oficiales y la realidad en Afganistán”, remata Davis antes de apuntar que no ha recibido ninguna reprimenda por lo que publicó en el AFJ.

viernes, febrero 03, 2012

EU busca integrar países asiáticos a la OTAN para enfrentar a China

Los expertos de la OTAN ven sus ambiciones satisfechas, desean que más de 140 de las 194 naciones del mundo sean sus integrantes o socios. De esta manera, sus tropas, maquinaria militar y bases aéreas o de otro tipo permitirán al bloque dominado por Estados Unidos llevar a cabo acciones en casi cualquier parte del mundo, como las estrategias militares que Israel ha estado preparando en Rumania, Grecia y la base aérea de la OTAN en Cerdeña para ataques en contra de Irán. La idea es cercar a Rusia por un lado y a China por otro, para desplazar el conflicto en tierras de sus países satélites, muy lejos de sus fronteras.

Desde que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) adoptó su primer concepto estratégico para el siglo XXI, en enero de 2011 en Portugal, y casi se terminó de formalizar el bloque como una fuerza global de intervención militar, la discusión se ha extendido sobre una asociación colectiva con la Unión Africana de 54 naciones, una “mini OTAN” en el Golfo Pérsico y otra en el Océano Ártico y el mar Báltico, la culminación de la transformación del Mediterráneo en un mar de la Organización y la otanización efectiva de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por su sigla en inglés) con 10 países.
La alianza militar dominada por Estados Unidos −cuyo actual embajador estadunidense, Ivo H Daalder, ha abogado durante años por convertir a la OTAN en toda regla−, se expandió desde los 16 hasta 28 integrantes de pleno derecho en la década que comenzó en 1999, y ahora tiene 40 socios en cuatro continentes más allá de la zona Euro-Atlántica bajo los auspicios de los programas de la Asociación por la Paz en Europa y Asia, el Diálogo Mediterráneo en África y Oriente Medio, la Iniciativa de Cooperación de Estambul en el Golfo Pérsico, el formato de País de Contacto en la región del Pacífico asiático (Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur), Programas Nacionales Anuales con Georgia y Ucrania, la Comisión Tripartita Afganistán-Pakistán-Internacional de las Fuerzas de Asistencia de Seguridad, el Consejo OTAN-Rusia, la Misión de Entrenamiento de la OTAN en Irak y la Misión de Entrenamiento de la Organización en Afganistán (con la versión libia que viene a continuación), un acuerdo bilateral con el gobierno de transición federal en Somalia, donde la Organización ha aerotransportado miles de tropas de Burundi y Uganda para las guerras locales, y otros acuerdos.
La asociación formal con la Unión Africana y la ASEAN daría al único bloque militar en el mundo 50 nuevos seguidores en África (Argelia, Egipto, Túnez, Mauritania y Marruecos, este último no es integrante de la Unión Africana sino del Diálogo Mediterráneo) y 10 en el Sureste asiático: Brunei, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Birmania, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam.
Aparte de esto, en septiembre de 2011, el representante estadunidense permanente de la OTAN, H Daalder, indicó a los periodistas de India (que visitaban el cuartel general de la Alianza en Bruselas): “Pienso que es importante tener un diálogo [con India] y profundizar en éste. Es a través del entendimiento de las percepciones de cada uno y quizá al trabajar en las áreas erróneas que puedan existir, como podremos reforzar las relaciones entre India y la OTAN”.
También sugirió abiertamente que el país, integrante fundador del Movimiento no-Alineado (de 120 naciones), debería de abandonar su política de neutralidad y colaborar con Estados Unidos y la OTAN en el desarrollo de un sistema internacional de intercepción de misiles.
En artículos escritos durante la década pasada, incluido el nombrado OTAN global, Daalder y sus compañeros funcionarios del Consejo e Institución Brookings de Asuntos Exteriores discutieron la asociación del bloque con otras naciones bajo el concepto de Daalder de una alianza de Estados democráticos y otros mecanismos. Los países son Australia, Botsuana, Colombia, Costa Rica, India, Israel, Japón, Nueva Zelanda, Suráfrica y Corea del Sur.
Inmediatamente después de la cumbre de la OTAN, en Lisboa, Daalder expresó: “Lanzaremos la OTAN 3.0. No se limita ya a Europa, no es una alianza global pero es un actor global. Tenemos que buscar oportunidades de trabajo con países con los que no habíamos trabajado con anterioridad como India, China y Brasil”.
En octubre de 2011, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, indicaba en un video puesto en su blog: “Deberíamos de llegar a nuevos y más importantes socios, incluidas China e India”.
Con la OTAN como primer jugador y al mando. Añade: “Deberíamos de impulsar las consultas entre los socios y aliados interesados en los asuntos de seguridad de interés común, con la OTAN como centro de esas discusiones”.
En septiembre de 2011, indicó a la agencia de noticias china Xinhua: “Me gustaría mucho ver un diálogo entre China y la OTAN”. China e India estaban entre las 47 naciones representadas en la reunión en el cuartel general de la OTAN, el 14 de septiembre de 2011, para discutir las operaciones navales en el Golfo de Adén y más allá en el Océano Índico, donde la Organización lleva a cabo la operación Escudo del Océano. Otras naciones ajenas a la OTAN presentes fueron Australia, Egipto, Indonesia, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita, Singapur, Corea del Sur, Suecia y los Emiratos Árabes Unidos. Al mismo tiempo estos dos últimos proveían de planes de guerra para la operación Protector Unificado de asalto contra Libia.
Si los expertos de la OTAN ven sus ambiciones colmadas, más de 140 de las 194 naciones del mundo serán sus integrantes o socios. Sus tropas, maquinaria militar y bases aéreas o de otro tipo permitirán al bloque dominado por Estados Unidos llevar a cabo acciones en casi cualquier parte del mundo, como las estrategias militares que Israel ha estado preparando en Rumania, Grecia y la base aérea de la OTAN en Cerdeña para ataques en contra de Irán.
Con cada nación del continente europeo y cada nación insular europea, a excepción de Chipre, integrantes ahora, o socios de la OTAN y con la Alianza firmemente instalada en África, Oriente Medio y el Océano Índico, Estados Unidos y sus aliados occidentales están concentrando su fuerza de fuego en el Sureste asiático.
La guerra de Afganistán va por su undécimo año y le ha dado a la OTAN la oportunidad de integrar a los militares de 15 países de Asia y el Pacífico (incluido Oriente Medio y el Sur del Cáucaso en esta categoría) mediante el suministro de tropas y otro personal militar a las Fuerzas de Asistencia para la Seguridad Internacional de la OTAN: Armenia, Australia, Azerbaiyán, Bahréin, Georgia, Japón, Jordania, Kazajistán, Malasia, Mongolia, Nueva Zelanda, Singapur, Corea del Sur, Tonga, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos. Todos éstos menos Bahréin y Japón son a lo que el bloque se refiere como “naciones aportadoras de tropas”, de las que Kazajistán será la número 49, con su parlamento que impide, temporalmente al menos la formalización de dicho estatus.
Antes de su fallecimiento en 2011, el representante especial de Estados Unidos para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, reclutó a Bangladesh para convertirla en el quincuagésimo suministrador oficial de tropas para la guerra de la OTAN en Afganistán.
El actual secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, terminó recientemente un viaje de ocho días a Asia, la primera visita como jefe del Pentágono, en la que visitó Indonesia, Japón y Corea del Sur.
En el primer tramo de su viaje se reunió con los ministros de Defensa de 10 integrantes de la ASEAN. Indonesia se apropia este año de la presidencia de la organización. En 2013, será transferida a Camboya donde, mientras Panetta estaba en el Sureste asiático, su asistente, diputado y secretario de Defensa para el Sur y Sureste Asiático, Robert Scher, estuvo dos días de visita para consolidar las relaciones militares con la nación anfitriona, y donde el Ejército de Estados Unidos en el Pacífico ha dirigido los ejercicios militares Centinela Angkor, los últimos dos años. Xinhua citó al funcionario del Pentágono: “Es una visita fructífera. He participado en una serie de productivos encuentros con el ministro de Defensa de Camboya y de las Reales Fuerzas Armadas de Camboya [RCAF] para discutir el crecimiento de las relaciones con Estados Unidos”.
También indicó que había “discutido acerca de los objetivos de Camboya de cara a la toma de la presidencia de la ASEAN, en 2012.
“El Departamento de Defensa de Estados Unidos está comprometido a seguir trabajando con las RCAF en el desarrollo de una fuerza profesional que contribuirá a la paz y la estabilidad regional e internacional” y “la responsabilidad general de Estados Unidos es aumentar el compromiso con la región de Asia y el Pacífico en el futuro”.
Mientras estaba en Indonesia, se permitió la hipocresía de identificarse como “un hijo de la costa del Pacífico de Estados Unidos” (puesto que creció en California), igual que su comandante en jefe, el presidente Barack Obama que nació en Hawái, quien se vende a sí mismo como el primer jefe de Estado estadunidense del Pacífico.
Se encontró con el Ministro de Defensa indonesio, Purnomo Yusgiantoro, de acuerdo con el blog Barras y Estrellas “para discutir el crecimiento de las relaciones militares bilaterales y ensanchar las del Sureste asiático […] Al tratar entre otras cosas las crecientes pretensiones de China en un área que considera su patio trasero”. Añadió que, “he dejado bien claro que Estados Unidos continúa siendo una potencia en el Pacífico, que seguiremos reforzando nuestra presencia en esta parte del mundo y seguiremos siendo una potencia en esta región”.
Más tarde en Japón, el jefe del Pentágono expresó a las tropas estadunidenses en la base aérea de Yokota, cerca de Tokio: “No estamos anticipando recortes en esta región. Si acaso reforzaremos nuestra presencia en el Pacífico”. Dos semanas antes, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, habló en el mismo sentido: “Probablemente las mejores oportunidades en los años venideros se hallarán en la región del Pacífico asiático, que es por lo que hemos renovado el liderazgo y el rol de preeminencia de Estados Unidos allí”.
En julio de 2010, Clinton asistió al Fórum Regional de la ASEAN en Hanói, Vietnam, y saltó a la palestra en las disputas entre los Estados integrantes de la ASEAN y China sobre las islas Spratly y Paracel, en el Mar del Sur de China, al comprometer a Estados Unidos como tutor de la ASEAN frente a China. El encuentro de Panetta con sus 10 homólogos de la Asociación confiere un claro componente militar al compromiso.
Mientras en Japón el secretario de Defensa celebraba el medio siglo de colaboración militar estadunidense-japonesa consagrada en el Tratado de Cooperación Mutua y Seguridad entre Estados Unidos y Japón, de 1960: “Y así será también durante los próximos 50 años”.
Panetta expresó también a las tropas de Estados Unidos y Japón: “Acabo de tener la oportunidad de estar en Indonesia y reunirme con los ministros de defensa de la ASEAN. Y les transmití el mismo mensaje: Estados Unidos seguirá trabajando con todos ellos para mejorar nuestra cooperación, nuestra ayuda, y asegurar que fortalecemos la seguridad para todas las naciones de la región del Pacífico”.
El Sureste asiático tiene una población aproximada de 600 millones, dos terceras partes de la del hemisferio occidental y casi tres cuartas partes de Europa. Posee una de las líneas marítimas más vitales del mundo, el Estrecho de Malaca. Éste atraviesa unas 600 millas, unos 960 kilómetros entre Tailandia, Malasia y Singapur hacia el Este y la isla indonesia de Sumatra al Oeste. De acuerdo con la Organización Marítima Internacional de Naciones Unidas, al menos 50 mil barcos pasan cada año a través de esta vía, y transportan el 30 por ciento de las mercancías con las que se comercia en el mundo, incluido el petróleo del Golfo Pérsico para los principales países de Oriente, como China, Japón y Corea del Sur. Hasta 20 millones de petróleo atraviesan diario el Estrecho de Malaca, cantidad que no hará sino incrementarse conforme avance el siglo asiático.
Desde el final de la Guerra Fría, Estados Unidos y sus aliados europeos han expandido la OTAN a lo largo de Europa y combinado ese esfuerzo con la creación de una organización asiática que en parte consiste en la reactivación y expansión de otras alianzas militares de la Guerra Fría basadas en la OTAN: la Organización del Tratado Central, la Organización del Tratado del Sureste Asiático (SEATO, por su sigla en inglés) y el Tratado de Seguridad de Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos (ANZUS, por su sigla en inglés).
Pero lo que se está planeando actualmente es mucho más extensivo que los tres proyectos anteriores juntos y es, por otra parte, no complementario sino en connivencia con la OTAN. La Guerra en Afganistán sirve al propósito de unificar a Oriente y Occidente bajo el control estadunidense y de la Organización, como hicieron las guerras de Corea y Vietnam para la creación de la SEATO y el ANZUS.
En mayo de 2010, el Consejo Atlántico de Estados Unidos, el principal lobby de la OTAN en el Hemisferio Occidental –y en el mundo–, publicó un artículo de Max Boot, el experto en Estudios de Seguridad Nacional, Jeane J Kirkpatrick, del Consejo de Relaciones Exteriores y conferencista habitual en la Escuela Militar del Ejército y el comandante general del personal de la escuela, titulado Construyendo una OTAN del Este asiático, en el que se lee: “Una queja habitual entre los funcionarios estadunidenses y analistas políticos es que en el Este asiático –una de las zonas más importantes y conflictivas del planeta– no tenga un diseño de seguridad comparable al de la OTAN. Estados Unidos tienen lazos con muchos países clave: Japón, Corea del Sur, Singapur, Filipinas, Australia, Tailandia y Taiwán. Pero estos países no tienen lazos fuertes entre sí y no hay un plan militar conjunto como el que asume la OTAN”.
En los últimos meses el tema de una colaboración militar OTAN-ASEAN ha llamado más la atención.
En agosto de 2011, el secretario asistente de Estado para Asuntos del Este Asiático y el Pacífico de Estados Unidos, Kurt Campbell, concedió una entrevista al diario The Australian, en la que indicó que “uno de los mayores retos para la política exterior estadunidense es llevar a cabo una transición desde los desafíos inmediatos y desconcertantes de Oriente Medio hacia los acuerdos más profundos y a largo plazo de Asia.
“Existe una innegable cualidad enérgica en la política exterior china y lo observamos en el mar del Sur de ese país y en cualquier parte. Lo que funcionó en 2010, fue la cantidad de países del Pacífico asiático que estaban listos para exigir a China una mayor transparencia (en asuntos militares) que es en provecho de la región del Pacífico asiático [...] Pienso que es un esfuerzo [de Estados Unidos] para lograr que India tenga un papel más importante en Asia, y revitalizar las relaciones con la ASEAN –tanto ésta como institución como con sus integrantes clave: Indonesia, Vietnam y Singapur, y retomar la que fue una muy importante relación con Filipinas”.
Sus comentarios fueron similares a los del jefe de Defensa, Panetta, y otros funcionarios del Pentágono, al afirmar que con la retirada de las tropas de Irak y su reducción en Afganistán, el Pentágono está enfocado en el Este asiático con la OTAN para tener un papel más importante en la política de unos mayores y nuevos Oriente Medio y África para dejar libre al Ejército estadunidense de desplazarse hacia el Este.
En julio de 2011, apareció un artículo en el periódico indonesio Jakarta Post, titulado “Esbozando una futura asociación ASEAN-OTAN”, de Evan A Laksmana, identificado como un investigador del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Yakarta, presumiblemente afiliado al think-tank con el mismo nombre de Washington DC. Indonesia, recordemos, preside actualmente la ASEAN.
Los comentarios del autor indican que “al iniciar la OTAN su séptima década y al consolidar la ASEAN el edificio de su comunidad regional hasta 2015, y más allá, los cuerpos tienen mucho que aprender el uno del otro.
“Para la OTAN, la ASEAN cobrará una importancia creciente en el futuro de la estabilidad y el orden asiáticos y podría ser el candidato ideal como homólogo estratégico para enfrentarse a los desafíos comunes regionales y globales de seguridad –especialmente cuando la ASEAN consolida el edificio de su comunidad regional, permitiéndole compartir el papel de la OTAN como una comunidad de naciones con ideas semejantes […] El valor geopolítico, geoestratégico y geoeconómico del Sureste asiático sugiere también que las futuras misiones de la OTAN más allá de su área tradicional de operaciones, podrían depender cada vez más de la ASEAN. Además, recomendaba que “cualquier futura asociación ASEAN-OTAN podría como mínimo situarse en torno a cinco áreas de política principales: el mantenimiento de la paz, la asistencia humanitaria y el auxilio en desastres, seguridad marítima, reforma de la defensa y antiterrorismo. Estas cinco áreas de compromiso podrían ejecutarse después en cuatro niveles de cooperación: estratégico, institucional, operativo e interpoblacional […] De manera estratégica, la OTAN puede comprometerse con la ASEAN en discusiones y diálogos referentes a los cinco aspectos de seguridad al usar dos vías: la primera, la Reunión Ampliada de los Ministros de Defensa de la ASEAN (formada por todos los países de la ASEAN más Australia, Estados Unidos, China, Corea del Sur, Japón, India, Rusia y Nueva Zelanda) así como el Foro Regional de la ASEAN, proveerán foros para los diálogos importantes. En la segunda vía son cruciales dos agrupaciones: los Institutos de la ASEAN de Estudios Estratégicos e Internacionales, una red de los nueve think-tanks principales del Sureste asiático, y el Consejo de Cooperación en Seguridad del Pacífico asiático, un conjunto de casi todos los think-tank principales del Sureste de la zona.
Institucionalmente, la OTAN podría explorar cooperaciones o colaboraciones futuras bien con el Secretariado de la ASEAN, la red de Centros de Mantenimiento de la Paz de ésta, el Centro ASEAN de Asistencia Humanitaria y Auxilio en Desastres, o incluso el Instituto ASEAN para la Paz y la Reconciliación.
Otras formas de actividades de defensa diplomática como visitas a puertos o intercambio de funcionarios que son más prácticas y ‘neutrales’ podrían ayudar a paliar la sensibilidad de algunos países de la región en cuanto a la visibilidad de la OTAN”. Añade que “esto podría aumentar lenta y gradualmente el perfil público y la conciencia de la contribución potencial del Tratado del Atlántico Norte a la estabilidad de la región”. Y ésta es la impresión del autor de las discusiones con varios funcionarios de la OTAN en un viaje reciente: “La Organización debería de empezar a pensar en asociarse pronto con la ASEAN para evitar sorpresas cuando una nueva crisis regional en Asia ocurra. Para la Asociación, si somos serios en el estímulo de la construcción de nuestra seguridad regional, ¿qué daño puede hacer el aprender de una organización multinacional que tiene la mayor experiencia práctica en ese empeño?”.
Después apareció un artículo en la prensa paquistaní titulado “La OTAN llama a la puerta de la ASEAN”, del doctor Jassim Taqui, quien advirtió que “habiendo fallado en Irak y Afganistán, la OTAN ha decidido cambiar de dirección hacia el Sureste asiático. A este respecto muestra un abierto interés en establecer una asociación con la ASEAN”. Aunque “Estados Unidos ha influido en la Asociación desde 1997”, ahora Washington se combina con India para intervenir en la región en una puja por neutralizar la naciente cooperación entre la ASEAN y China.
“Durante su visita a India, Hillary Clinton urgió expandir su esfera tradicional desde el Sur de Asia hacia el Asia central y el Sureste asiático para contener la creciente firmeza de China. De manera patente, sugiere una estrategia que aspira a ceñir a China a su patio trasero en el Sureste asiático y el Arco del Pacífico por una parte y estimular el compromiso en Asia central, por otra.
“El tono de Clinton es polémico. Justifica la contención de China por Washington y Nueva Deli en el campo de los ‘valores e intereses comunes’. También indicó que la administración de Obama pronto lanzaría un diálogo a tres bandas con India y Japón como contrapeso a China”. A principios de 2012, el portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos indicó a los periodistas: “Tenemos 28 mil 500 soldados en la península de Corea. Tenemos, creo, más de 50 mil en Japón. De modo que ya son suficientes efectivos allí. Con nuestra presencia a largo plazo en el Pacífico buscamos maneras de reforzarla incluso no necesariamente en Corea y Japón, sino a lo largo del Arco del Pacífico, particularmente en el Sureste asiático”
En septiembre de 2011, un portavoz de la Comandancia del Pacífico de Estados Unidos explicó a la revista The Diplomat que “esa búsqueda de la ASEAN de una colaboración en la industria de la defensa regional podría ayudar a los intereses nacionales de Estados Unidos en el Pacífico asiático en la medida en que se establecería una nueva serie de estándares, de modo parecido a la OTAN, que facilitarán la interoperabilidad entre los ejércitos de la ASEAN y de Estados Unidos”. Añade que “desde una perspectiva operativa, la adopción de los estándares de la Organización por parte de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiáticopodrían avanzar en la operabilidad inmediata a largo plazo entre los ejércitos de la Organización y la ASEAN. Mientras esto mejoraría la acción militar conjunta en misiones en numerosos escenarios, también permitiría a los planificadores de defensa del Pentágono ver a los ejércitos de la Asociación como un multiplicador de fuerza de avanzada para algunos escenarios regionales con adversarios potenciales, inclusive China”.
A finales de 2011, el Pentágono y su creciente bloque militar, la OTAN, se concentró en integrar los ejércitos del Sureste asiático en su inexorable deriva hacia la contención y el enfrentamiento con China, y abortó el surgimiento de la Organización de Cooperación de Shangai como una alternativa no militar viable para ellos en Eurasia.

lunes, enero 16, 2012

Reacción de China y Rusia al nuevo "giro estratégico" de Obama

Bajo la Lupa
Barack Obama, durante un discurso sobre reforma del Estado, el viernes pasado en la Casa Blanca.


Antecedentes: a partir de mediados del año pasado Estados Unidos (EU) acentuó su giro estratégico, desde el punto de vista teórico y práctico, con el fin de contener a China mediante su redespliegue militar en la región Asia-Pacífico, lo cual ha sido plasmado por Project Institute 2049 y los respectivos periplos de Obama y Hillary Clinton a la zona (ver Bajo la Lupa, 4 y 18/12/11 y 4 y 8/1/12).

Hechos: el reciente giro estratégico oficial del 5 de enero (Bajo la Lupa, 11/1/12) causó diversas reacciones de Rusia y China. La más afectada es esta última, a la que se pretende contener con ayuda de India –empujada teóricamente a la contienda regional como ancla económica–, al unísono del proyecto comercial de Asociación Transpacífica (TPP, por sus siglas en inglés) al que incrustaron al México neoliberal.

Rusia aún no se pronuncia en forma oficial, con la salvedad de notables referencias tangenciales de Russia Today (RT, 5, 8 y 9/1/12) que informa las advertencias de China –recordando que el tamaño de China es casi la tercera parte del continente entero– y que las relaciones entre Pekín y Washington se bambolean en una zona entre lo neutral y lo negativo que se ha intensificado en parte por la reciente militarización de Taiwán por EU. Agrega que la salud y las pensiones serán drásticamente reducidas por el recorte presupuestal de EU y condensa que EU deja Afganistán y ahora el turno es de China.

Leer articulo completo AQUI.

viernes, diciembre 30, 2011

¡Atención crecen los nubarrones de posible guerra mundial!: Estados Unidos, principal foco de guerra

Parece ser una constante. Cuando muchos gobernantes de las potencias del mundo usan muy frecuentemente la expresión “paz mundial” es porque ésta se halla en peligro. Si mencionan mucho la paz es porque anda escaseando.

Emilio Marín

Cuando esas mismas potencias enrostran a otros países la responsabilidad de esos riesgos, habrá que convenir que el foco ígneo está en otro lado. Los ladrones gritan “al ladrón” tratando de pasar desapercibidos.

Las autoridades norteamericanas y europeas hacen acusaciones infundadas contra Irán, Siria, Corea del Norte, Cuba, China y Rusia, como si allí anidara el mayor riesgo para la paz mundial. Los arsenales convencionales y nucleares de Estados Unidos y la OTAN son los que deberían concitar las miradas y repudios. Es que la política internacional entrega fuertes indicios de que aquí están los elementos más peligrosos para la pervivencia de la humanidad.

Por un lado, hay que tomar nota de la continuidad de las guerras contra Afganistán, Irak y más recientemente Libia. Allí ha habido más de un millón de muertos civiles, una destrucción material y cultural impresionante. Hay que tomar nota que en el primer caso derribaron un gobierno talibán, en el segundo ahorcaron al presidente Saddam Hussein tras una parodia de juicio y en el tercero asesinaron a Muammar Khadafy ahorrándose tribunales.

En esas agresiones se han empleado armas de destrucción masiva, mintiendo con que eran los gobernantes díscolos quienes las atesoraban. Se han instalado centenares de miles de soldados (anuncian que retiran en un lado y lo ponen en demasía en otra parte), con bases militares permanentes en esos países ocupados.

Esos dispositivos se suman a las 872 bases norteamericanas alrededor del mundo. En Corea del Sur hay unos 30.000 marines instalados desde el fin del conflicto, 1953, apuntando hacia Pyongyang y Beijing, también en la mira de los militares y armas norteamericanas desde Taiwán y Japón.

Lo hecho por las potencias de la OTAN en Libia es espantoso y con el visible propósito de robarse su petróleo. Si la ocupación de Etiopía por la Italia mussoliniana en 1936 fue vista como el pre-inicio de la Segunda Guerra Mundial, tres años antes de la invasión a Polonia, lo ocurrido en el norte de Africa entre marzo y octubre pasado, que aún continúa, podría ser anticipatorio de lo que se viene a nivel internacional. Todavía se está a tiempo de impedirlo, pero es bueno aprender del pasado en la defensa de la paz mundial.

La actual coyuntura abona la tesis de que hay mayor peligro de guerra. Uno es la extensión de los ataques de EE UU con aviones no tripulados a zonas de Pakistán colindantes con Afganistán, la violación de su soberanía para matar a Bin Laden y el reciente ataque aéreo.

Plomo para todos

Sobre ese último bombardeo, las agencias de Beijing teclearon el 29/11/2011: “Luego del ataque letal de helicópteros de la OTAN contra una base militar en suelo pakistaní, que causó muertos y heridos, las preocupaciones de EE UU y Pakistán son muy diferentes”.
En síntesis, los militares norteamericanos no se van de Afganistán y encima están atacando a una nación vecina que hasta ahora había sido aliada suya en aquel conflicto.

Siria es otro teatro de operaciones del Departamento de Estado que fogonean la violenta protesta contra el presidente Al Bashar. Presentado como un presidente responsable de más de 5.000 muertos, las agencias noticiosas con sintonía fina con Hillary Clinton ocultan que esos reclamos no vienen de la profundidad del pueblo árabe sino de los sótanos del Pentágono. Dos causalidades: Siria también tiene petróleo y ocuparla implicaría contar con bases militares y logística en dirección a Beijing y Moscú.

La política de agresión de Washington, Londres, etc, para con Irán también registra un recalentamiento y mayor tensión. Esto está acicateado por los planes (¿propios?) de la cúpula sionista de Tel Aviv. En noviembre los diarios israelitas publicaron que Benjamin Netanyahu estaba convenciendo a la mayoría de su gabinete de la necesidad y conveniencia de atacar a Teherán. Inglaterra aparecía en esos despachos como el europeo más propenso a secundar esa campaña, siempre que el número 1, EE UU, fuera al frente.

El debate interno israelí giraba en torno a si convenía bombardear las instalaciones de las centrales atómicas (pacíficas) iraníes o incluir también otros blancos civiles. Es difícil que Tel Aviv decida una operación de tanta envergadura sin contar con la luz verde y apoyo efectivo de la OTAN. No lo puede decidir por su cuenta y riesgo.

Por ahora esas potencias siguen poniendo el acento en la demonización de Irán y las sanciones políticas, económicas y comerciales. A principios de diciembre hubo una reunión de gobiernos en Bruselas que profundizó esas sanciones contra más empresas y dirigentes de Teherán. Una contradicción: no prosperó una propuesta de penar el crudo de ese origen, temerosos los capitalistas que subiera más la cotización del barril de petróleo en esta crisis de su bloque mundial. “Tengo estos principios, pero si el petróleo se pone más caro, tengo estos otros principios”, habría dicho Groucho Marx.

Lo que más frena el plan de agresión es la capacidad defensiva del país con base en los Guardianes de la Revolución. El ministro de Defensa, Ahmed Vahidi, advirtió que si son atacados volarán 150.000 misiles hacia Israel, las bases de EE UU en Turquía y otros destinos no revelados.

Antes que sea tarde

En su planificación para un zarpazo contra los chiítas de Mahmud Ahmadinejad y el líder Alí Khamenei, el Pentágono los espía de arriba y de abajo. En el terreno, con espías de regular monta, algunos de mínima como el mexicano que se infiltró como estudiante islámico en Qom, reporteado por Univisión (de dueño sionista). Otros de mayor calado, estadounidenses, fueron desbaratados en Irán y por Hizbollah en El Líbano.

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Irán detecta portaaviones de EE.UU. cerca del Estrecho de Ormuz


http://youtu.be/nb58J8xgNW4

sábado, diciembre 17, 2011

Balcanización del euro: "riesgo estratégico" para el Pentágono

Bajo la Lupa
En un banco de Nueva York se muestra la tabla del tipo de cambio del euro, el yen japonés y el peso mexicano, entre otras monedas.


Surgen señales de desintegración del sistema financierista a los dos lados del Atlántico Norte (USA Watchdog, 12/12/11), mientras Jon Corzine, anterior director del vilipendiado Goldman Sachs (GS) y ex gobernador de Nueva Jersey, en forma desvergonzada (después de haber quebrado a la empresa MF Global por mil 200 millones de dólares) declaró desconocer dónde se encuentra el dinero (Financial Times, 12/12/11).

Lo más interesante es que Gary Gensler, anterior empleado de GS y quien ahora preside la vigilancia financiera de Estados Unidos (CFTC, por sus siglas en inglés), se rehúsa a perseguir penalmente al indiciado defraudador Corzine. Todo queda (en)cubierto entre los colegas cleptomaniacos de GS.

Me concretaré a exponer dos frases de Der Spiegel (12/12/11) alusivas a la grave crisis de la eurozona: 1. La cumbre de la crisis del euro provocó una profunda crisis en la Unión Europea (UE). Gran Bretaña (GB) ha sido puesta de lado y otros miembros sienten estar arrollados por Alemania y Francia. El futuro de la divisa común está más incierto que nunca (Porque el triunfo de Merkel se hará a un alto precio); y 2. La crisis ha alcanzado un nivel sistémico, según Andrea Enria, directora de la Autoridad Europea Bancaria.

Un artículo de Defense News (9/12/11) apunta un estudio dramático del muy influyente Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés), con sede en Nueva York, sobre Europa (sic) considerada como una de las principales amenazas (¡súper sic!) que debe enfrentar Estados Unidos (EU) debido a la intensificación de la crisis de la deuda soberana europea que lleva al colapso del euro, desencadenando una recesión de doble hundimiento en EU y aún limitando los recursos presupuestarios. En forma asombrosa, el CFR identifica a otros seis países como prioritarios a los intereses nacionales de EU: China, Irán, Norcorea, México (¡súper sic!), Pakistán y Arabia Saudita (sic)”.

Entendemos que entre los riesgos estratégicos del Pentágono se encuentren China, Irán, Norcorea, Pakistán y hasta Arabia Saudita (esta última susceptible de ser desestabilizada para despojarla de su inmensa riqueza pecuniaria y petrolera). Pero, ¿por qué aparece el itamita México neoliberal calderonista que ha obedecido supinamente en todo a EU? Curioso: el Pentágono no colocó como amenazas esta vez a Cuba ni a Venezuela.

El portal iraní Press TV (12/12/11) fue el primero en señalar la ominosa advertencia del general Martin Dempsey, jefe de las fuerzas armadas conjuntas de EU, sobre la potencial balcanización política de la UE, concomitante con disturbios civiles, durante una conferencia en el Atlantic Council (Washington).

Es poco usual que un general de la talla de Dempsey se adentre a formular críticas públicas en materia financiera y, en específico, en referencia a la gravísima crisis del euro que puede desencadenar un efecto dominó en todas las bancas occidentales: La eurozona se encuentra en serio riesgo.

El máximo militar profesional de EU expresó sus dudas sobre la practicidad de las medidas adoptadas por los líderes europeos y puso en tela de juicio que sean susceptibles de cohesionar al bloque: Estamos preocupados (sic) en forma extraordinaria (sic) por la salud y viabilidad (sic) del euro, ya que en varias formas estamos expuestos literalmente a contratos, pero también debido al potencial de disturbios civiles y a la fractura de la UE.

De dos cosas una: o bien los dos principales líderes de Europa continental, la canciller Merkel y el presidente Sarkozy –cuando el primer ministro David Cameron prácticamente se ha desvinculado de la UE– están jugando al borde del precipicio para detectar in extremis la probable jugada maestra de la dupla anglosajona (de acuerdo con la hipótesis de la guerra de las divisas: dólar vs euro) para sacarse un as final bajo la manga, o bien pecan de ineptitud egoísta cuando nadie se salvará del hundimiento del Titanic financierista.

No sin razón, la dupla franco-alemana ha fustigado todo el manejo financierista anglosajón de Wall Street y la City, y hasta ahora no ha hecho caso alguno a los consejos perversos del secretario del Tesoro de EU, Timothy Geithner, quien se ha pasado de la raya en sus intromisiones con los europeos.

Los alemanes temen revivir el trauma de la hiperinflación de la República de Weimar, que luego desembocó en el nazismo, y no desean imitar la estéril impresión masiva de billetes (eufemísticamente bautizada como facilitación cuantitativa: QE, por sus siglas en inglés) de Obama, que solamente sirvió para rescatar a los parasitarios banqueros de Wall Street en detrimento de la gran nación estadunidense.

La agencia francesa de prensa (Afp), después de dar a conocer la ominosa advertencia del general Dempsey, comenta que los militares de EU están revisando su estrategia para adaptarse a los recortes presupuestarios diseñados en reducir el exagerado déficit estadunidense.

La BBC de Londres (¡súper sic!), luego de comentar que 26 de los 27 países de la UE acordaron crear una unión fiscal más imbricada (con la notoria excepción de GB, que no quiso ceder a sus privilegios financieristas desregulados), coloca en relieve, para darle mayor dramatismo a las advertencias del Pentágono, que las fuerzas de EU tienen más de 80 mil militares y 20 mil trabajadores civiles en Europa, muchos radicados en Alemania (¡súper sic!) ¿Es simple narrativa o se trata de una brutal amenaza transmitida por la BBC?

La BBC recalca las amenazas militares de corte financierista del general Dempsey y su preocupación (sic) de que el proyecto internacional para desarrollar un súper avión sofisticado (el F-35 Joint Strike Fighther: JSF)” podría ser puesto en riesgo si los presupuestos nacionales de defensa de Europa fuesen recortados”. ¿Dio el general Dempsey doble línea, tanto militar como financierista, a Alemania, recordándole que EU ganó la primera y segunda guerra mundiales, además de la guerra fría?

La amenaza del Pentágono es prístina: Si todas las predicciones económicas sobre un potencial colapso (¡súper sic!) ocurriesen, claramente pondría los presupuestos en riesgo. ¿Si Alemania no obedece las órdenes perentorias de Geithner (y de sus amos de GS), entonces el Pentágono descobijaría a Alemania de su máxima protección aérea del futuro (léase: los aviones F-35 JSF)?

¿GB regresaría al redil de la UE siempre y cuando Alemania repita el fallido experimento hiperinflacionario que vivió durante la aciaga República de Weimar?

Cuando las finanzas fallan aparecen los militares y ahora la eurozona ha entrado a una peligrosa fase de disturbios sociales, quizá de preguerra civil, y hasta de vulnerabilidad militar sin la protección del paraguas nuclear del Pentágono.

A mi juicio, como nadie serio en Europa le ha hecho caso a Geithner –un solapador de las exacciones inimputables de GS–, ahora EU eleva la puja amenazante y lanza al ruedo a su máximo profesional militar, el general Dempsey, con el fin de que Alemania sea obligada a optar por la facilitación cuantitativa(QE), es decir, una hiperinflación monetarista para salvar ante todo a GS y luego a los otros bancos insolventes trasatlánticos, entre los que brillan Bank of America, Citigroup, Banco Santander y otros más.