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domingo, abril 15, 2012

Informa López Obrador la propuesta para fomentar el desarrollo industrial del país

Transcripción de la conferencia de prensa que ofreció esta mañana Andrés Manuel López Obrador, candidato a la Presidencia de la República por la coalición Movimiento Progresista

¡Buenos días! ¡buenos días! ¡ánimo! Nada más es hoy y mañana que vamos a estar a las 6 de la mañana por razones de la gira es que tenemos que salir a una gira hoy vamos a estar en Guasave, Sinaloa y en Ciudad Obregón, Sonora por la tarde, noche, mañana también salimos temprano, vamos a estar en Ciudad Valles, San Luis Potosí y en Tampico, por esa razón como no tenemos forma de viajar en avión privado, en helicóptero privado como lo hacen los otros candidatos, pues tenemos que hacer temprano la conferencia para que nos alcance el tiempo y podamos tomar los vuelos en las líneas comerciales.

Hoy quiero puntualizar sobre la propuesta que tenemos para fomentar el desarrollo industrial del país, es una propuesta para los empresarios y en particular para los industriales de México.

Como todos sabemos a partir de 1983 se puso en práctica una política económica que abandonó por completo el fomento de las actividades productivas en aras de mantener la estabilidad macroeconómica. Aunado a ello se inició una apertura comercial indiscriminada y sin límites estratégicos de ninguna índole, en los hechos esto ha significado poner a competir a productores nacionales con productores del extranjero en condiciones de desigualdad, es decir, mientras en otros países los gobiernos apoyan con subsidios, créditos baratos e impuestos bajos a sus productores, a sus empresarios, a sus industriales, en México, se eliminó la política de fomento a la actividad productiva y en particular al sector industrial.

No debe de olvidarse que hace alrededor de 20 años un tecnócrata del más alto nivel llegó a decir, cito textualmente: “que la mejor política industrial es la que no existe, que esto demuestra con mucha claridad que no les importó y sigue sin importarles el fomento a la industria nacional.

Los resultados de esta irresponsable desatención a la actividad productiva han sido desastrosos, en casi 30 años, de 1983 a la fecha, el crecimiento de la economía ha sido en promedio de 2.3 por ciento y si se considera el aumento en la población el per cápita es de 0.4 por ciento anual, una de las tasas más bajas del continente americano y del mundo.

La falta de crecimiento ha limitado la creación de empleos, el sector industrial no ha crecido y se han perdido empleos formales que suelen ser los mejores remunerados. Por causa del abandono de la industria nacional, el mercado interno ha quedado a merced de las importaciones y de manera que creciente de productos chinos que han desplazado a manufacturas nacionales y de otros países.

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miércoles, marzo 14, 2012

Conferencia de prensa sobre ciencia, tecnología e innovación

Andrés Manuel López Obrador y René Drucker Colín sostuvieron una reunión de trabajo con 45 reconocidos científicos

http://youtu.be/SCeItQtnJ8Y

jueves, abril 14, 2011

En riesgo, la divulgación de la ciencia en la UNAM

Una de las labores sustantivas de la UNAM se encuentra en riesgo. Reducida a un museo y a un público juvenil, lejos de la academia, la divulgación de la ciencia aún no logra su cometido: “Poner los resultados de la investigación científica en manos de la población”, asegura Luis Estrada Martínez, pionero de la divulgación científica en México. René Drucker Colín, actual titular de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la Universidad, reivindica el nuevo carácter “administrativo y de servicio” desarrollado en los últimos tres años. Durante su gestión, la dependencia universitaria ha renovado 5 mil 30 metros cuadrados del Universum, dice, orgulloso.

http://archivo.contralinea.info/2011/abril/228/fotos/unam/universum.jpg

Flor Goche

A un costado del Universum Museo de las Ciencias, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en un espacio ajeno al bullicio, se encuentra la Casita de las Ciencias. Allí, en un rincón, está la oficina de Luis Estrada Martínez, el divulgador de ciencia más reconocido del país.

Un convenio con el Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico, al que formalmente pertenece, le ha permitido conservar este modesto lugar en la dependencia universitaria “más aproximada” a la divulgación científica: la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la UNAM.

En 1997, por decreto del entonces rector Francisco Barnés de Castro, el Centro Universitario de Comunicación de la Ciencia (CUCC), que además de hacer divulgación invertía en formar divulgadores, dejó de existir y en su lugar se creó la DGDC.

El carácter administrativo de esta Dirección impidió que los académicos e investigadores que laboraban en el Centro se incorporaran al nuevo proyecto. “Busquen a dónde ir”, les dijeron, recuerda Estrada Martínez.

Este hecho y la creación, a principios de la década de 1990, del Universum cambiaron el enfoque de la divulgación científica en la UNAM. La parte académica se debilitó, no obstante que el Reglamento Interno de la DGDC establece que la formación y capacitación de divulgadores y el establecimiento de criterios de evaluación de la divulgación de la ciencia son parte de las funciones de esta dependencia.

Estrada Martínez –el primer mexicano en recibir el premio Kalinga, que otorga la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, por una labor excepcional en el campo de la divulgación científica– dice que la situación por la que atraviesa la divulgación de la ciencia en la UNAM es “triste”. Reducida a un museo y a un público juvenil, particularmente estudiantil, la divulgación científica está lejos de lograr su cometido: “Poner los resultados de la investigación científica en manos de un público grande”.

Por eso, aunque conserva un cubículo de escasos 9 metros cuadrados en la DGDC, Estrada Martínez ha optado por “encerrarse en cosas” que buscan recuperar la esencia del proyecto original de la divulgación científica.

—A la larga, mantener un museo [el Universum] de tal tamaño y tal ambición resultó un poco contraproducente porque [la divulgación de la ciencia] se redujo a una sola actividad y todo lo demás quedó volando o muy debilitado.

René Drucker Colín, quien desde marzo de 2008 está al frente de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, está satisfecho con los resultados de su administración, especialmente con la renovación de 5 mil 30 metros cuadrados del Universum, que fue posible gracias a los patrocinios de los sectores público y privado, y con el incremento, durante 2010, del número de visitas a este museo.

Al preguntarle sobre su proyecto de trabajo, el doctor en fisiología solamente refiere el Reglamento Interno de la DGDC que él, con la aprobación del Consejo Técnico de la Investigación Científica, modificó. La razón: “Ordenar la dependencia de una manera más apropiada” para que ésta responda a las dos formas de hacer divulgación que, a decir de Drucker Colín, son los museos y la divulgación “hacia fuera”, es decir, a través de los medios de comunicación.

En el organigrama anterior, la Coordinación de Prensa y Radio y la de Innovación Tecnológica, así como las subdirecciones de Conservación Museográfica, Exposiciones, Estudios y Formación en Divulgación de la Ciencia, Medios Electrónicos, Medios Audiovisuales y las del Museo de la Luz y el Universum compartían la misma jerarquía.

Con las modificaciones al Reglamento Interno de la DGDC, la dependencia se dividió en dos áreas: la Coordinación de Museos y la de Medios. La Comisión Evaluadora desapareció y la Subdirección de Estudios y Formación en Divulgación de la Ciencia se convirtió en la Unidad de Formación de Divulgadores, que actualmente se encuentra en el nivel de las unidades de Servicios Audiovisuales, Cómputo y Biblioteca.

Drucker Colín reconoce que existe una forma más académica de hacer divulgación de la ciencia. La revista ¿Cómo Ves?, que la UNAM edita desde hace 13 años, y el diplomado en divulgación de la ciencia, que en 2011 cumple 16 años, contribuyen en este aspecto. Sin embargo, el titular de la DGDC asegura que “ese esfuerzo alcanza a un público relativamente reducido; un público dedicado que le interesa leer artículos largos”.

Cuando el CUCC se convirtió en la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, esta dependencia perdió su carácter estrictamente académico y se volcó en una “dependencia de servicio”, explica el científico. Julia Tagüeña Parga, quien lo antecedió en su cargo, piensa que este lugar debe tener una función académica. “Aquí no hay investigadores; no es esto un centro de divulgación de la ciencia”, revira, tajante, Drucker Colín.

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Profesionalizar la divulgación

A decir de Estrada Martínez, quien fuera director del CUCC, aunque en México cada vez más personas se dedican a la divulgación científica, en realidad son pocas las que tienen una formación que les permita profundizar en sus labores.

La UNAM cuenta con un diplomado en divulgación de la ciencia, además una maestría y un doctorado en filosofía de la ciencia con una línea en comunicación de la ciencia. No obstante, Luis Estrada considera que sería muy importante que en la UNAM se creara un posgrado especializado en divulgación de la ciencia.

Refiere que el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente es la única institución en el país que imparte la maestría en comunicación de la ciencia y la cultura. “Pero eso es bastante irreal; aquí no ve usted la puerta”, manifiesta el también fundador de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica.

Drucker Colín comparte la idea de profesionalizar la divulgación científica. “En realidad, no son los científicos [como él mismo] quienes deberían dedicarse a la divulgación”, reconoce. La divulgación debe recaer en aquéllos que estudian comunicación y deciden orientarse hacia la comunicación de la ciencia.

Integrantes de la DGDC propusieron a Drucker Colín la creación de una maestría en divulgación de la ciencia. El funcionario rechazó la petición.

—¿Maestría aquí? No se puede. No porque yo no quiera; porque no se puede por reglamento [General de Estudios de Posgrado]. Aún si se pudiera, yo no lo permitiría porque esto no es una unidad académica. Es una dirección general que da servicio; no puede tener posgrados.

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La divulgación, “el patito feo

En la UNAM, como en muchos otros recintos del país, quienes ejercen la divulgación de la ciencia lo hacen de manera marginal y complementaria a lo realmente prioritario, asegura Estrada Martínez. “Para mucha gente, esto sigue siendo el patito feo; la cosa que a nadie le preocupa mucho”, lamenta el doctor en física.

Los bajos sueldos que perciben los profesores universitarios se compensan con las remuneraciones adicionales que consiguen. No es el caso de los divulgadores. En la UNAM, la divulgación científica “no da puntos”.

Así, al desconocimiento de la labor del divulgador, aun entre la propia comunidad universitaria, se suma que los investigadores que son entusiastas de la divulgación científica pocas veces pueden dedicarse a ella porque están ocupados en otras cosas, explica Estrada Martínez. “Si no, no hay puntos; les va a ir mal en la evaluación”.

Drucker Colín considera que la divulgación científica sí es prioritaria para la UNAM. Tan es así que tiene una dirección dedicada a ello. El problema en la Universidad, dice, es que “la divulgación no se toma mucho en cuenta para las promociones y todo ese tipo de cosas”.

Además, el dinero que se destina a la dependencia a su cargo es insuficiente. El 80 por ciento del presupuesto de la DGDC (169 millones 662 mil 47 pesos, incluidos los 44 millones 545 mil 47 pesos que se obtienen de ingresos extraordinarios y apoyos) es para cubrir los sueldos de las 786 personas que integran esta Dirección, asegura Drucker Colín.

A decir del director General de Divulgación de la Ciencia, el gobierno federal debería apoyar el Universum como lo hace con otros museos. “El museo requiere urgentemente más fondos para ser un museo más moderno, más al día”.

Estrada Martínez no se rinde. Su actitud jovial y entusiasta contrasta con la blancura de su cabellera. Para el destacado divulgador, a pesar de que la UNAM ya no cuenta con un programa sistemático e integral en materia de divulgación científica, “la idea es que sí lo haya”, y hay gente trabajando en ello, asegura.

—¿Ha platicado con las autoridades de la UNAM al respecto?

—Con el doctor Narro [actual rector], no he pedido verlo ni mucho menos. No sé si he hecho mal. Con De la Fuente [rector de la UNAM de 1999 a 2007], sí. Insistí mucho, y finalmente logré que me diera una cita. Y platicamos, y dijimos, pero [nada]… Lo más importante que he logrado en esta época fue hablar con el secretario general, con el doctor Alcocer. Él no me dijo nada ni contestó nada, pero sí entendió de qué se trataba. Sé que lo entendió, pero tampoco hizo nada.

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Científicos y divulgadores

Paula Ximena García Reynaldos es profesora de asignatura en la Facultad de Química de la UNAM; además, divulgadora científica. Actualmente colabora en el programa de radio La feria carrusel cultural, del Instituto Mexicano de la Radio, que destina un espacio a la divulgación de la ciencia. También dirige una tesis de licenciatura donde se “creará un manual de experimentos químicos, fáciles, divertidos y seguros”.

En mayo de 2010, la candidata a doctora en química renunció a su plaza de técnico académico titular “A” de tiempo completo en la DGDC; con ello, a los 19 mil pesos que le proveía su puesto en el Universum. “No me siento satisfecha con las perspectivas de desarrollo profesional y académico de las labores que realizo en la dependencia”, expuso a Drucker Colín en su carta de renuncia.

La maestra en ciencias químicas recuerda la emoción que experimentó cuando supo que la sala de química, de la que ella se encargaba, sería remodelada. Luego, la decepción que le produjo enterarse, de boca de Lourdes Guevara, la coordinadora de Museos de la DGDC, que ella no podría participar en la elaboración del guión científico de la nueva sala.

Más tarde, García Reynaldos se enteró también de que, una vez concluido el guion científico –en el que finalmente logró participar como profesora de la Facultad de Química, sin que esto se reflejara en los informes y planes de trabajo que, para conservar su plaza de técnico académico, presentaba anualmente–, la DGDC contrató a una persona externa para que lo revisara.

A casi un año de haber dejado el Universum, García Reynaldos no se arrepiente de su decisión. No obstante, lamenta que sus expectativas de servir a la UNAM, a través de la DGDC, en la que cursó el diplomado en divulgación de la ciencia, no se hayan cumplido a plenitud.

—Yo creo que en esta Dirección parten de que tú eres incapaz; no se te da el beneficio de la duda, no se te da la oportunidad.

A pesar de que en la DGDC laboran 27 técnicos académicos, la mayoría con estudios de posgrado y con una gran trayectoria en la divulgación científica, su labor es poco valorada, considera Ana María Sánchez Mora, representante de esta Dirección ante el posgrado en filosofía de la ciencia.

La razón es el estatus que les confiere su nombramiento de técnicos académicos y su pertenencia a la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, una instancia dependiente de la Coordinación de la Investigación Científica, cuyos criterios responden a los intereses de los científicos, no así a los de los divulgadores.

Los divulgadores y los científicos son como los hombres y las mujeres: complementarios, explica Sánchez Mora, quien ha dedicado más de tres décadas a la divulgación científica. Sin embargo, algunos de los científicos que han dirigido la DGDC “nos consideran seres de quinta, pues, según los criterios de la Coordinación de la Investigación Científica, no damos el ancho”.

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¿Qué es la divulgación científica?

“Una ventana que nos permite mirar hacia otro lado”, así define Luis Estrada Martínez, el divulgador mexicano más reconocido, la divulgación de la ciencia. Sin esta parte de la cultura –pues el entendimiento de la ciencia forma parte de ésta–, los prejuicios se imponen.

—Es indispensable, en toda cultura, tener una idea del mundo en que uno vive. Todas las culturas han tenido su visión del mundo y, obviamente, la nuestra la tiene, pero la que tiene es del siglo XIX. Todas las discusiones sobre el aborto no tienen base de conocimiento; se mueven por conveniencias, por influencias. Las discusiones de género están llenas de prejuicios; la ciencia moderna ya piensa de otra manera.

Es ahí donde entra el papel de la divulgación. Crear una conciencia, en el mejor de los casos, de cuál es la situación más aproximada del mundo en que vivimos o, por lo menos, dar las pistas de dónde aprender eso. Si nosotros queremos cambiar el enfoque y el modo de proceder en este país, tenemos que abrir esa ventana y ver cómo están las cosas

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Fuente: Contralínea 228 / 10 de abril de 2011

domingo, febrero 06, 2011

Este es el auto del que se burlaron en la BBC de Londres

El Mastretta MXT alcanza los 100 kilómetros por hora en menos de cinco segundos, tiene acabados de lujo, consola multimedia y costará 56 mil dólares; fue diseñado, fabricado y producido en serie por ingenieros mexicanos.
Paris Auto Show 2010: Interview Daniel Mastretta

http://www.youtube.com/watch?v=adhGyLhCakU

http://www.youtube.com/watch?v=CbZ6rQcsoAA

http://www.youtube.com/watch?v=Crv85PAD3Aw

martes, noviembre 09, 2010

El “desmantelamiento” del IPN

Considerar “usuarios de servicios educativos” a los alumnos, reconocer los estudios parciales mediante “certificados de competencias técnicas” o “títulos de técnicos superiores” y promover la migración de los estudiantes más talentosos son algunas de las reformas en puerta en el Instituto Politécnico Nacional. “La gran columna vertebral de la modernización del trabajo educativo institucional”, como define Efrén Parada –secretario académico del Instituto– a dicho proyecto, representa para profesores y estudiantes el “desmantelamiento” del proyecto educativo mexicano más importante del siglo XX

Desmantelar al Instituto Politécnico Nacional (IPN) para convertirlo en un centro privado de capacitación técnica al servicio de las trasnacionales es el verdadero objetivo del Proyecto de Reglamento General de Estudios (PRGE) impulsado, desde mayo pasado, por la actual administración politécnica a cargo de Yoloxóchitl Bustamante Díez, concluyen profesores y estudiantes de esta institución educativa.

La autoridad politécnica, en voz de Efrén Parada Arias, secretario académico del IPN, no está de acuerdo. Para el funcionario, se trata de “confusiones interesadas” de “algunos grupos”. Asegura, en cambio, que “el Politécnico seguirá siendo una institución revolucionaria –por su origen y por su base filosófica– y que estará dirigida a trabajar, como desde el principio, con los sectores más desprotegidos de la población”.

Parada Arias señala que se trata, simplemente, de modificar los “aspectos operativos” de ingreso, trayectoria, permanencia y egreso de los estudiantes de esta casa de estudios. Las reformas, a decir del doctor en tecnología de alimentos, responderían a necesidades normativas en materia de movilidad, cooperación e internacionalización y a las nuevas exigencias sociales y laborales.


“Mercantilizar” la educación

El proyecto, elaborado por la Secretaría Académica y que actualmente se encuentra en fase de “consulta”, incorpora términos que han generado polémica entre la comunidad politécnica. En el artículo 3 del proyecto se integra el término “servicios educativos”, con lo que transforma a los alumnos en “usuarios de servicios educativos”.

“En nuestro país existe una tendencia general de trastocar el sistema de derechos humanos, sobre todo los derechos económicos, culturales y sociales, entre éstos el de la educación, para suscribirlos como mercancías”, asegura Adrián Ramírez, presidente de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos, quien imparte el taller El Derecho a la Educación.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado por México, Estados Unidos y Canadá en la última década del siglo pasado, sería el origen de la “mercantilización”, a decir del doctor en educación por la Universidad de Harvard, Hugo Aboites.

“En la legislación mexicana ya se utilizaba la palabra servicio, pero con otro sentido: como servicio a la comunidad o servicio social. Sin embargo, el TLCAN no sólo le quita a la educación el carácter de derecho, sino que la vuelve una mercancía, lo que tiene implicaciones muy fuertes”, agrega el investigador del Departamento de Educación y Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco.

Reglamentar cobros

Aunque los artículos 5 y 6 de la Ley Orgánica del Instituto Politécnico Nacional garantizan la gratuidad de la educación, los “donativos” impuestos a los estudiantes son, en realidad, pagos obligatorios. Así, por este concepto ingresan alrededor de 1 mil 700 millones de pesos –el 10 por ciento de su presupuesto total–, asegura Luis Niño de Rivera, profesor con 40 años de antigüedad en el Instituto. La legislación universitaria, expedida por el Congreso de la Unión el 29 de diciembre de 1981, señala en su artículo quinto: “La educación que imparta el Instituto Politécnico Nacional será gratuita”.

Sin embargo, inscribirse en un programa académico, aprender un idioma, recibir atención médica, presentar un examen, practicar un deporte, todo implica pagar cuotas obligatorias, documentan alumnos del IPN. Su preocupación es que, de aprobarse el PRGE, estas prácticas se “reglamenten”.

La autoridad politécnica, en voz del secretario académico, niega que el PRGE atente contra la educación pública. Efrén Parada dice que, en el IPN, no existe ninguna asignación de cuotas por contraprestación de servicios, pero reconoce que la Secretaría de Hacienda les exige, al igual que a otras instituciones federales, ciertas “aportaciones”.

“Hay un catálogo de servicios en donde la propia Secretaría establece tarifas. Eso está mucho más allá de lo que quisiéramos hacer en esta materia porque forma parte de la estructura hacendaria.”

¿Usuarios o alumnos?

Efrén Parada señala que alumnos son las personas inscritas en algún programa académico. Y dice que usuarios, de acuerdo con el PRGE, serían quienes “atienden a una oferta específica”, como los servicios educativos complementarios: lenguas extranjeras, cursos, educación continua.

Sin embargo, en la última versión del PRGE se define como “servicios educativos” a todo lo que ofrece el Instituto, incluidos los programas académicos. Es decir, un alumno es también un usuario. Parada confirma lo anterior: “Un servicio educativo puede ser parte de lo que nosotros tenemos en la estructura académica regular; no necesariamente tiene que ser un diseño aparte”.

Las “salidas laterales”

El secretario académico del IPN acepta que el término “salida lateral” –incluido en la primera versión del PRGE– resulta polémico.

Se trata de la propuesta para que el IPN reconozca los estudios parciales de nivel medio superior o superior mediante un “certificado de competencias técnicas y/o laborales o un título de profesional asociado”.

Deterioro del nivel académico

Académicos señalan que la aplicación del Nuevo Modelo Educativo –que ahora con el PRGE se pretende reglamentar– ha deteriorado la calidad de la educación que imparte el Politécnico.

“Si yo comparo el nivel de mis estudiantes que actualmente llegan a posgrado y que son buenos estudiantes –tienen promedio de 8 y están becados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología– con los estudiantes que tenía hace 10 años, la diferencia es notable”, confiesa Luis Niño de Ribera, profesor en la maestría de microelectrónica y en el doctorado en comunicación electrónica en la ESIME Culhuacán.

Golpear las matemáticas, “el lenguaje fundamental para poder hablar y entender la ingeniería”, es para el catedrático el motivo principal de que el nivel de los cursos que ahora imparte en el posgrado sea el que impartía en licenciatura.

“Esto no se puede entender más que como un acto deliberado para golpear la formación de los jóvenes en aspectos fundamentales de las matemáticas, para que en México no se desarrolle tecnología y ciencia.”

Movilidad, fuga de cerebros

La movilidad académica que, de acuerdo con el PRGE, consiste en el intercambio de estudiantes entre las unidades académicas del IPN y de éste con otras instituciones –del mismo país o del extranjero– contribuye también al desmantelamiento del IPN, asegura el profesor Víctor Moreno. Se trata, en realidad, de un mecanismo para institucionalizar la fuga de cerebros, pues sólo los estudiantes regulares (los que no adeudan materias) pueden participar en estos intercambios.

Pensar que en el Politécnico se genera todo el conocimiento mundial y, por tanto, cerrarse ante experiencias como ésta “sería fatal para la institución”, asegura Efrén Parada, quien define “movilidad” en términos de mejorar la formación de los estudiantes y la calidad del servicio educativo.

La movilidad significa, en el fondo, reforzar el mercado de estudiantes, asevera Hugo Aboites, estudioso del campo de la educación por más de tres décadas.

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domingo, marzo 07, 2010

Entrega Calderón áreas estratégicas a trasnacionales

Con su plan México 2030, Proyecto de Gran Visión, Calderón cederá a corporativos mexicanos y trasnacionales el control total de la vida, el movimiento de las personas y las mercancías y el mundo de las ideas y el acceso a la información. La concesión de las áreas estratégicas –salud, educación, telecomunicaciones, carreteras– y los bienes nacionales –agua, energía, medio ambiente, patrimonio cultural– se hace de manera paulatina por medio de “asociaciones público-privadas”. A tres años de iniciado el proyecto, el gobierno federal consolida los monopolios privados, destruye las paraestatales y los servicios públicos, garantiza multimillonarios subsidios y exenciones fiscales al empresariado y robustece el aparato punitivo contra la protesta social.


Al pactar México 2030, Proyecto de Gran Visión, el panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa acordó con las empresas mexicanas y trasnacionales la entrega total de las áreas estratégicas y los bienes de la nación. En su primera etapa, vigente desde el 1 de diciembre de 2006, las privatizaciones se dan como “asociaciones público-privadas”, “proyectos de prestación de servicios” y “obras públicas financiadas”.

El doctor en economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y posdoctor por la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París, Francia, Carlos Antonio Aguirre Rojas, advierte que las asociaciones de “capital público-privado” no son más que una forma de referirse a “la vergonzante privatización de los servicios públicos y de los bienes públicos, que son patrimonio de la nación”.

Cuatro documentos de trabajo desclasificados por la Presidencia –y elaborados en el marco de los talleres del “Eje 2. Economía competitiva y generadora de empleos”– revelan las áreas en las que se aplica o aplicará el esquema: energía, hidrocarburos, transporte, telecomunicaciones, servicios urbanos, infraestructura ambiental, hidráulica, educativa, en salud, en seguridad pública, en campo, vivienda y desarrollo urbano.

Además, detalla que se desarrollará la “vocación turística del país en materia de patrimonio cultural y patrimonio ambiental”. También, que se garantizará la certeza en la tenencia de la tierra y en la inversión privada. De acuerdo con los documentos, las reformas que “flexibilizan” los ámbitos fiscal, laboral, educativo, de pensiones, de salud son fundamentales para el cumplimiento de los objetivos.


El maestro Luis Arriaga Valenzuela, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, explica que los daños industriales contra el ambiente, la violación a los derechos laborales y el despojo de los recursos a los pueblos responden a una lógica sostenida de subordinación de los derechos humanos a los derechos patrimoniales.

—La acción gubernamental privilegia los derechos de algunos grupos poderosos, con quienes establece relaciones de complicidad y bajo un discurso de prosperidad, entre comillas. Hay un énfasis en la seguridad y en la prosperidad, pero una merma en los derechos humanos de la población. Ese énfasis es resultado de las exigencias de los socios comerciales de México; por eso, el Estado deja en segundo término temas de salud, educación, vivienda, ambiente sano y condiciones laborales justas.

Los investigadores consultados coinciden en que éste es el pago de facturas que hace Calderón Hinojosa tras su controvertida llegada a la Presidencia de México. El economista e historiador Aguirre Rojas señala que la lista de privatizaciones inmediatas y futuras contiene las tareas que le competen al Estado de manera exclusiva.


Más despojo y represión

Además de los multimillonarios recursos, los proyectos de infraestructura, por ejemplo “las carreteras, se logran construir gracias a la expropiación masiva de tierras contra los campesinos”, indica Aguirre Rojas. Agrega que a eso se refiere el documento cuando aborda la certeza en la tenencia de la tierra: los programas de Procampo y Procede eliminaron la estructura del ejido, una conquista histórica de la Revolución de 1910.

Explica que, para la inmensa masa de campesinos, el ejido era la certidumbre sobre la tenencia de la tierra. No obstante, recuerda que el gobierno de Carlos Salinas de Gortari “echó para atrás el artículo 27 constitucional, lo cual permitió que el ejido se pudiera fraccionar, vender y privatizar”.

En ese mismo contexto es en el cual –apunta el investigador– el documento propone crear “una ley que, en relación al derecho de vía de una carretera o al derecho de paso de una línea de transmisión, impida que los expropiados o antiguos propietarios de la tierra puedan oponerse o bloquear el proyecto. Esta ley debe normar que estas personas podrán exigir un pago mayor mediante un procedimiento establecido, pero en ningún caso obstaculizar el desarrollo del proyecto”.

“Esa parte del documento tiene un destinatario y un referente obvio en el caso de San Salvador Atenco, la presa de La Parota y Santa María Ostula. Hay una cosa que el gobierno y los capitalistas no entienden: para la gente, la tierra y los recursos no son mercancías, no es una cuestión de precios, de dinero. La tierra para los capitalistas es un simple instrumento de producción, pero para la gente es el lugar donde moran sus muertos, la fuente de toda la vida, la madre; es seña de identidad”.

El investigador indica que “esa ley está diciendo que se debe prevenir un segundo o un tercer Atenco. Ellos están diciendo que el próximo aeropuerto no va a sufrir el tropiezo de Atenco”.

Luis Arriaga Valenzuela explica que hay una tendencia encaminada a “robustecer el aparato punitivo”. Recuerda que ya se aprobaron en 2008 las reformas al sistema de justicia, y que su aplicación será gradual.

El director del Centro Miguel Agustín Pro Juárez indica que este tipo de reformas, incluida la propuesta del Proyecto de Gran Visión, dejan resquicios que permiten un uso arbitrario e indebido del sistema de justicia.

Esta situación ya tiene víctimas concretas, expone: “Aquéllos que han sido acusados injustamente y cuyas motivaciones son la venganza, el castigo, la protección de intereses. El caso relevante es el de Ignacio del Valle y los 12 presos de San Salvador Atenco; el de Teresa y Alberta, a quienes por protestar contra las arbitrariedades del Estado se les imputan tipos penales que tienen un alto repudio social, como el secuestro equiparado”.

Apertura total en la energía

En su capítulo “Energía”, el Proyecto de Gran Visión busca abrir totalmente a Petróleos Mexicanos. Para ello, propone que cuente con “participación accionaria del Estado, de fondos de pensión (e) inversión de particulares, sindicatos y otros actores sociales”.

En ese mismo esquema entra la Comisión Federal de Electricidad, una vez que se consiguió, de facto, la fusión con Luz y Fuerza del Centro. Con ello, el poder político y los poderes fácticos buscan “erradicar” una de las “distorsiones” del mercado.

Ciencia y tecnología en manos privadas

En materia de ciencia y tecnología, el proyecto plantea que el 70 por ciento de la investigación sea hecha por privados. Además, buscaría “desmantelar” los institutos de las universidades públicas y la red de investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

También, pretende conseguir una reforma que incentive la educación tecnológica y la asignación de más subsidios y exenciones fiscales.

Respecto de la afirmación que hace el Proyecto de Gran Visión, de que en 2030 “México invierte el 4 por ciento de su PIB en la materia, del cual el 70 por ciento está financiado por el sector privado y el 30 por ciento por el sector público”, Vítor H Palacio opina: ese 70 por ciento sería en realidad innovación tecnológica, y ocasionaría que grupos privados sean los que estén financiando el desarrollo tecnológico del país.

Apunta que las universidades o institutos privados y las empresas privadas financiarán “lo que ellos necesitan. Buscan esta famosa relación universidad-empresa”.

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domingo, enero 31, 2010

(In)coherencias en el sector educativo


En unos cuantos días se han conocido verdaderas pifias y escándalos que profundizan la crisis de la educación en el país: más medidas de control, ajustes en los cuadros de mando, recortes financieros para algunos y transferencias generosas para otros. Aparecen como actos aislados y sin conexión, como incoherencias que ya no son raras, pero que revelan también una suerte de movimientos articulados desde una suerte de lógica.

El 19 de enero fue dado a conocer el Reporte Global 2010 de la UNESCO, intitulado “Llegando hasta los marginalizados”, en donde se demuestra que las metas trazadas en el año 2000 no han podido alcanzarse y que ahora es mucho más difícil brindar educación a todos los que se encuentran en condiciones verdaderamente dramáticas de exclusión educativa. Se trata de una nueva categoría: los excluidos de los excluidos, los marginalizados.
Ante ello, la UNESCO propone la creación de un fondo de emergencia anual por parte de los países ricos, convocar a la acción inmediata hacia la educación de los más marginados, que los gobiernos asuman mayores responsabilidades, y enfrentar lo que está propiciando la actual crisis financiera global (calificada como la más severa desde la Gran Depresión de los años 30) para mitigar las estrujantes realidades que se evidencian en este informe.
Los datos que se ofrecen para documentar la crisis educativa de México son abundantes. Se hace referencia, sobre todo, a las enormes disparidades regionales, a la falta de políticas públicas que atiendan a los más excluidos –como niñas-madres, indígenas, campesinos, adultos semialfabetizados o analfabetos, discapacitados–, a la baja calidad en el desempeño de la escolaridad y a los bajísimos niveles de aprendizaje significativo que tiene la población escolarizada; todo lo cual lleva a considerar que en el país se viven condiciones de mediocridad en el sector.
Sin embargo, las recomendaciones de la UNESCO han estado en un lugar también marginal para el gobierno federal y la SEP. Desde hace unos cuantos años, las recomendaciones internacionales privilegiadas por la SEP y el gobierno han sido las de la OCDE, como las pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), el enfoque economicista del currículum por competencias, la reducción de la inversión pública, la mercantilización de la educación y la formación técnica instrumental, y no las que insistente y profusamente ha hecho la UNESCO: apoyar los aprendizajes más amplios e integrales, la creatividad y el espíritu crítico en los alumnos, la educación permanente y la inclusión, el desarrollo de una ciencia y de tecnologías de base endógena, así como la universidad pública. ¡Para qué preocuparse por los marginados, como lo indica la UNESCO, si la OCDE preconiza mantener la educación de las élites y las “competencias laborales” de los trabajadores!
A tal grado es marginal la UNESCO para el gobierno panista, que éste ha decidido cerrar sus oficinas de la sede y dejar como relleno sus trabajos vinculatorios en manos de la embajada mexicana en París. Esta decisión, criticada de forma muy amplia por reconocidos intelectuales y académicos, revela la miopía con la que se ha valorado el trabajo en ese organismo, así como la huella y la trayectoria de la representación mexicana a través de las contribuciones de intelectuales de la talla de Jaime Torres Bodet, Miguel León Portilla, Luis Villoro, Víctor Flores Olea y Pablo Latapí Sarre.
Pero el atraso del panismo en la SEP, arropado en lo más pútrido de las representaciones de la política nacional (como las de la dirigencia del SNTE y del Yunque), también se muestra en la manera como consideran los “ahorros” y las supuestas “medidas de austeridad” con las que justifican estos atropellos a la historia del país y el incumplimiento de las responsabilidades educativas que debieran asumirse ante tantos rezagos sociales. Así, mientras el gobierno federal destina más de 3 mil millones de pesos a la dirigencia del SNTE –donde se manejan alrededor de mil 400 millones de pesos en cuotas sindicales– y dedica otros sustanciosos montos a prerrogativas electorales de varios partidos políticos, aplica un grosero recorte a las universidades e instituciones federales de educación superior.
Efectivamente, con todo y lo aprobado por la Cámara de Diputados para la educación superior, la Secretaría de Hacienda ha anunciado una reducción presupuestal de más de 757 millones de pesos que afectará a la UNAM, a la UAM, al IPN, al Colmex y a la UPN, entre otras destacadas instituciones académicas. Funcionarios de las mismas ya están protestando y movilizándose frente a esta arbitrariedad, mientras que en otros lados hay regocijo por la cantidad de recursos que les están llegando a manos llenas.
Incoherencias, pero también coherencias, porque no hay tabla rasa para todos, sino medidas, políticas y prioridades que benefician sólo a algunos. Y en esta operación política, la educación es lo que menos importa, porque desde la cúpula de la SEP, la figura del secretario Lujambio, un panista de familia y de frecuentes reyertas y golpes bajos, ha pasado a ser motivo de promoción mediática como posible candidato a la Presidencia de la República, mientras que el SNTE mueve sus piezas para acometer sin ningún recato el control del más grande aparato burocrático y de recursos del Estado. Para lograrlo, ya sacaron a un subsecretario y al titular de la Unidad de Planeación de la SEP, Jorge Santibáñez, quien ha señalado con todas sus letras la manera como se están copando los puestos directivos por parte del SNTE y de personajes afines al secretario, y van por más. Allá van, tendidos como bandidos, efectivamente.

miércoles, noviembre 18, 2009

Educación superior: alarma nacional

Más recursos o...

El rector de la UNAM, José Narro Robles, ha sido una de las voces que más reiteradamente han advertido de los riesgos inminentes de que el país entre en una espiral de deterioro social que desemboque, eventualmente, en un estallido. La causa fundamental: cientos de miles, millones de jóvenes mexicanos carecen de oportunidades de educación superior por culpa del desdén con el que la han tratado sucesivos gobiernos. A su reclamo se unen, en este Reporte Especial, las voces de rectores de otras universidades públicas que apenas sobreviven en nuestro país y que, en conjunto, exhiben una situación de alarma nacional.

La noche del 23 de octubre, en el teatro Campoamor de Oviedo, España, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recibió el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades cuando ya padecía el desdén gubernamental, igual que el resto de la educación pública superior, a la que se le sigue escamoteando el presupuesto.A menos de un año de que la UNAM cumpla su centenario –como heredera de la Real y Pontificia Universidad de México, creada en 1551–, el rector José Narro Robles repasó con Proceso los significados de este reconocimiento que en México, España, Costa Rica y Brasil se acogió como “un premio al mundo universitario iberoamericano”.El viernes 6, en su oficina de Rectoría en Ciudad Universitaria, Narro sostuvo que “la reacción de las universidades en esos países que mostraron una enorme simpatía y acercamiento con el otorgamiento de este premio a la UNAM… contrasta con algunas expresiones dentro del país”. Sólo seis días después de la entrevista, el 12 de noviembre, la UNAM emitió un comunicado en el que manifestó “preocupación” por las “lamentables” declaraciones de la legisladora panista Teresa Ortuño, que preside la Comisión de Educación del Senado de la República.Durante una entrega de reconocimientos a institutos tecnológicos, Ortuño pidió a los directivos de instituciones de educación superior que “todos nos apretemos el cinturón y, por favor, no me vengan con esa demagogia de que nadie pueda apretárselo”, porque, “perdónenme, donde quiera hay grasita y se puede cortar grasita sin llegar al músculo ni al hueso”.“No se vale echarle la pelotita a Calderón”, remató la senadora. En el mismo foro, el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, avaló a Ortuño al señalar que ella “prestigia la política” y le agradeció su “inteligencia, entusiasmo y pasión”...
En su comunicado, la UNAM señaló que con su postura Ortuño “sólo muestra su absoluto desconocimiento de la realidad educativa nacional”, y manifestó su extrañeza por el aval implícito del secretario de Educación a la senadora.
Refundación
Precisamente esas resistencias motivaron a Narro Robles para alertar al gobierno de Felipe Calderón y al Congreso sobre los riesgos de que se produzca un estallido social en México, agravados por la falta de visión para invertir más en educación superior, investigación, desarrollo científico y humanístico, que el rector considera como “la alternativa para que el país enfrente sus graves problemas”.Este médico cirujano de origen saltillense, exdirector de la Facultad de Medicina y con dos años de rectorado, profundiza en sus argumentos: “Yo he hablado varias veces sobre el potencial riesgo de que México viva una crisis social. No puede ser de otra manera, cuando veo que tenemos 7.5 millones de mexicanos jóvenes que no estudian ni trabajan, y carecen de toda posibilidad de hacerlo; cuando veo la enorme disparidad de las posibilidades de ir a la universidad, dependiendo del estrato socioeconómico del que se proceda; cuando veo que 6 millones de mexicanos no saben leer ni escribir.”Argumentos graves, pero no son los únicos: “También cuando veo que el presidente de la República dice que en dos años se incrementó en 5 millones la población de pobres extremos (para sumar 20 millones) y uno de cada dos (habitantes) vive en condiciones de pobreza; cuando veo que los salarios que tiene la población son cada vez más bajos; cuando veo los enormes contrastes entre los que más tienen y los que menos tienen; cuando veo una situación de exclusión que afecta a grupos indígenas y a las mujeres, pese a lo que hemos caminado; cuando veo los niveles de subempleo y los conflictos laborales...”.No es un diagnóstico para tomarse a la ligera ni mucho menos con frivolidad: “Es entonces cuando advierto que tenemos que hacer algo, porque a nadie en México le conviene que vivamos una crisis social por estos detonantes. Debemos solucionar estas disparidades, desventajas y condiciones no pertinentes en amplísimos sectores de la población”.No se trata de una visión insólita: “Somos muchos los que consideramos que el Estado mexicano debe hacer una crítica sobre el papel que juega la educación superior para solucionar muchos de estos problemas, para ayudar al desarrollo del país, que requerimos hacer un buen diagnóstico” y encontrar “las distintas soluciones”.Por supuesto, añade, “eso cuesta, pero al país le va a costar más no hacer lo que se tiene que hacer, sumando nuestras capacidades, haciendo el diagnóstico oportuno y planteando las distintas soluciones. Es sumamente delicado para el país y no podemos permitir que 7.5 millones de jóvenes no tengan posibilidad de acceso a estudios ni al trabajo”.Con esas bases, el miércoles 4, en el foro “Hacia un pacto nacional para la reforma económica”, convocado por el Colegio Nacional de Economistas, Narro Robles hizo un llamado para la “refundación de la República”.En su intervención, el rector de la UNAM se sumó a la creciente exigencia de la opinión pública para avanzar en la “urgente refundación de la República”, ya que “nuestro modelo de organización nacional ya dio de sí, y ya no nos sirve ni para vernos hacia fuera ni para resolver los problemas hacia adentro”.Justo en el momento en que se discutía en el Congreso el presupuesto de egresos para 2010, Narro expuso: “Requerimos muchas reformas y las requerimos impulsar de manera urgente, no sólo la fiscal y la económica, sino la reforma política, la social, la de las finanzas públicas y la reforma del estado de derecho. Tenemos que dar un paso muy importante, pero debe ser poniendo por encima los intereses del país a los muy legítimos que se corresponden a los de grupos, partidos y sectores”.
Definiciones necesarias
Al entregarle a Narro el premio correspondiente a la UNAM, el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, se refirió a la institución educativa como “el alma de México” y la consideró “mucho más que una universidad en el sentido tradicional”.Aseguró que la máxima casa de estudios “ha contribuido a vertebrar, abrir y modernizar una sociedad que sin la existencia de la UNAM sería, sin ninguna duda, menos próspera y mucho menos vital”, ya que “ha contagiado a la sociedad mexicana y a la de muchos otros países iberoamericanos el culto a la justicia, a la tolerancia y a la democracia”.Además de acoger a intelectuales españoles exiliados por la guerra civil, se reconoció a la UNAM como la mayor de Iberoamérica, con cerca de 300 mil estudiantes y 34 mil académicos e investigadores, con 18 facultades y cuatro escuelas universitarias, además de 46 institutos y centros de investigación, así como sedes en Estados Unidos y Canadá.De la UNAM egresaron tres premios Nobel (Alfonso García Robles, Octavio Paz y Mario Molina) y ocho galardonados con el mismo premio Príncipe de Asturias.A su vez, el rector Narro reiteró en su discurso el compromiso de la UNAM con “la educación y las causas de la sociedad”, porque “no hay campo de la vida en el que no influya el saber”.Y criticó: “Por eso preocupa el desinterés de algunos en la materia, como que en muchos sitios no sea una prioridad o que se le escamoteen los recursos para su generación y transmisión. Sin ciencia propia, sin un sistema de educación superior vigoroso y de calidad, una sociedad se condena a la maquila, a la medianía en el desarrollo”.Ya en la entrevista, Narro sostiene que, pese a las dificultades mencionadas, la educación superior en México creció 32 veces en los últimos 50 años, mientras la población se triplicó. “Esa es la buena noticia. La mala es que otros países crecen más rápido. Hemos aumentado la cobertura sólo 1% anual, pero seguimos teniendo gravísimos problemas porque apenas cubrimos 27% de la demanda estudiantil”.En sus recientes encuentros con dipu­tados para discutir el presupuesto de la UNAM para 2010, Narro ha planteado la necesidad de una nueva política de Estado en materia de educación superior, y propone que se defina el periodo de 2010 a 2019 como la década de la recuperación de la cobertura estudiantil, con el fin de incrementarla de 27% a 50%, y para dotar al sector de los recursos necesarios.Reconoce que entre 2000 y 2009, durante el sexenio de Vicente Fox y lo que va del de Calderón, la Cámara de Diputados reasignó a la UNAM casi 5 mil millones de pesos adicionales respecto del monto que le destinó el Ejecutivo en su proyecto de presupuesto. Además, se reasignaron 42 mil millones al conjunto de las universidades del país, “pero no es todo lo que se requiere”, comenta el rector.
–¿Cuál sería el monto necesario para responder a la creciente demanda estudiantil? –se le pregunta.
–Por lo menos se requiere una inversión etiquetada de 6 mil millones de pesos adicionales cada año, en forma sostenida, para que la UNAM pueda imprimir el ritmo exigible para llegar a una cobertura de 50% de la demanda estudiantil.“Es obligada una modificación que es simple de entender, aunque muy difícil de comunicar. Si esto no fuera posible, que me expliquen por qué en Finlandia nueve de cada 10 jóvenes pueden ir a la universidad; por qué en Estados Unidos son ocho de cada 10; en Argentina dos de cada tres; en Uruguay, seis de cada 10; en Chile la mitad, uno de cada dos... Es un esfuerzo todavía muy grande, pero que debemos afrontar urgentemente.”Actualmente, dice, el monto que se destina a la educación superior por cada alumno en México es de sólo la mitad que en Brasil o en España, y 75% menor que en Estados Unidos.El presupuesto general de la UNAM para el presente año es de 24 mil millones de pesos, y recibió 21 mil de los 79 mil millones del presupuesto para educación superior, pero sufrió un inesperado recorte de 200 millones de pesos en el último trimestre (octubre-diciembre). Además, el proyecto del Ejecutivo para 2010 prevé un presupuesto para educación superior de 72 mil millones de pesos, es decir, 6 mil 200 millones de pesos menos que en 2009, lo que le mermaría a la UNAM 300 millones de pesos.“Para nosotros esos 200 y 300 millones menos son muy importantes –explica el rector José Narro–, porque nosotros asignamos 80% a cubrir la nómina del personal académico y administrativo que hace posible la tarea cotidiana de la institución, y el restante 20% es presupuesto comprometido para pagar luz, mantenimiento y enseres. Este presupuesto es muy restringido para poder operar.”(El viernes 13 se conoció en la Cámara de Diputados un dictamen que asigna a la UNAM un presupuesto total de 23 mil 738 millones 932 mil 148 pesos que, según la Comisión de Educación Pública, representa un incremento de 6% respecto del que recibió en 2009.)Comenta que 10% del presupuesto general de la UNAM proviene de recursos autogenerados por proyectos y servicios, que no salen de los estudiantes. Se trata de 2 mil 500 millones de pesos que, “si los colocáramos en la tesitura de una empresa productiva del sector privado, la UNAM estaría en el lugar 350 de las 500 firmas más importantes del país”, ejemplifica el rector.Precisa, sin embargo, que la UNAM es “una institución pública, irrenunciablemente, indeclinablemente pública, nacional y autónoma. Lo digo porque no nos vayamos con la idea de que estos esfuerzos deben sustituir el recurso federal. De ninguna manera: el gobierno de la República tiene un compromiso con la educación superior”.Para el rector, la mejor solución es aplicar presupuestos multianuales, porque el financiamiento debe generar una certidumbre que el actual modelo anual no aporta: “Hoy tenemos, pero el próximo año quién sabe, y cuando nosotros admitimos estudiantes no es sólo por un año”.Paralelamente, manifiesta la disposición de los universitarios para hacer una autocrítica, ya que se necesitan nuevas instituciones universitarias, planes de estudio más flexibles y conectados con los sectores laborales. Sin embargo, aclara, “no vamos a admitir que se nos diga que las artes no son esenciales, que para qué gastamos en carreras de humanidades, la literatura, la filosofía, la pintura o la escultura. Para la UNAM lo prioritario no es nada más lo ‘productivo’. Las humanidades son tan productivas para nosotros porque generan valores, juegan un papel de fortalecimiento de lo humano, y eso para los universitarios resulta indispensable”.Sostiene que la UNAM acepta revisar los niveles de eficiencia terminal y una “mayor coordinación de la educación superior con los sectores público y privado, que generan empleo, para estimular el empleo formal con mejores prestaciones y mejores condiciones de vida a la población”.Para eso, reitera, es necesario replantear el proyecto nacional: “Definamos a qué temas vamos a dar la prioridad, cuál es la apuesta del país. ¿Nos vamos a seguir yendo por el turismo? ¿Serán las telecomunicaciones? ¿Será la informática? ¿Será la nanociencia o la nanotecnología? ¿Será la genómica? ¿Serán los grandes problemas del agua y del cambio climático global? ¿Los problemas de la migración? ¿La petroquímica, la farmacéutica o la industria automotriz?”Estas opciones son vitales “para saber entonces qué tipo de recursos humanos debemos formar, qué tipo de investigación y aplicaciones tecnológicas vamos a desarrollar”.De otra forma prevalecerán las presentes condiciones, que ya son inaceptables. “Sólo la Universidad de Sao Paulo graduó a 2 mil 266 estudiantes de doctorado en 2008, cuando en conjunto todas las universidades mexicanas graduaron un número de doctorados muy inferior. Eso no puede estar bien. Es una situación indiscutible: tenemos que modificar eso, incrementar nuestros posgrados”, dice Narro.Pero también, afirma, es necesario incrementar la capacidad de transformar la investigación en desarrollo tecnológico, en patentes: “Hasta ahora hemos seguido un régimen en el que el buen científico es el que publica más artículos y en las mejores revistas. Esa es una parte importante de la investigación, pero es fundamental transferir el conocimiento en desarrollo tecnológico.“En el informe 2008 del presidente Calderón existe un dato revelador: de cada 100 patentes concedidas en México, sólo dos son otorgadas a mexicanos, y 98 a extranjeros. Eso tampoco está bien. Algo tenemos que hacer, algo no está funcionando y debemos arreglarlo.”Para lograrlo, hace un nuevo llamado al gobierno de la República para que “entienda y se comprometa” con la educación superior, porque ésta “no es sólo espacio para transmitir, sino para generar conocimiento, generar investigación. Y aquí aclaro que la poca investigación y conocimiento que se produce (en México), no exclusivamente pero sí fundamentalmente, proviene de la universidad pública”.