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sábado, julio 02, 2011

Corporaciones compran Congreso estadunidense

El Congreso de Estados Unidos, la “imagen de la democracia”, es en realidad una de las instituciones más corruptas del planeta. La compra de conciencias y votos se realiza todos los días. Y de manera “legal”. Grupos especiales, más conocidos como lobbies, gastan en promedio 32 mil 523 dólares por legislador cada día de sesión del Congreso. Esta actividad, que podría ser considerada criminal en diversas partes del mundo, es admitida como un simple business en el país defensor de la “democracia”. El estudio más reciente, con datos hasta 2009, revela que la “industria de la salud” es la que más invierte en promover sus intereses en el poder legislativo estadunidense.

Lindsay Renick Mayer / Red Voltaire

Proyecto censurado

Los “intereses especiales” (eufemismo que designa a los grupos de presión que influyen en los poderes públicos de Estados Unidos: Congreso, Casa Blanca y Poder Judicial) pagaron 3.2 mil millones de dólares a los lobbies (o cabilderos) de Washington en 2008, más que en cualquier otro año estudiado, informa el Centro para la Responsabilidad Política. El aumento fue de 13.7 por ciento respecto de 2007, que a su vez había superado el 7.7 por ciento de incremento respecto a 2006.

El Centro calcula que los grupos de interés gastaron 17.4 millones de dólares diarios en cabildeo por cada jornada en que hubo sesión del Congreso en 2008, o 32 mil 523 dólares diarios por legislador. Sheila Krumholz, directora del Centro, dice: “El gobierno federal está asignando miles de millones de dólares cada día y esto significa un trabajo seguro para los cabilderos capaces de ayudar a conseguir un pedazo de la torta a las corporaciones y a las industrias”.

El grupo de intereses de la “industria de salud” gastó más que cualquier otro sector económico en cabildeo federal. Su “inversión” de 478.5 millones de dólares le garantizó la corona por tercer año consecutivo, por encima del sector financiero, aseguradoras y bienes raíces, que desembolsó 453.5 millones de dólares en sus actividades de lobby o cabildeo. La industria de productos farmacéuticos/salud contribuyó con 230.9 millones de dólares, elevando su total para los últimos 11 años por encima de 1.6 mil millones de dólares.

El segundo mayor gastador de dinero en lobby entre las corporaciones durante 2008 fue el rentable sector de las empresas eléctricas, que pagó 156.7 millones de dólares en cabildeo, seguidas por los seguros, que gastaron 153.2 millones, y el petróleo y gas, que pagaron a los lobbies 133.2 millones. Los grupos pro israelíes, las empresas de transformación de alimentos y la industria del petróleo y gas fueron quienes más aumentaron el porcentaje de sus gastos en cabildeo entre 2007 y 2008.

Las finanzas, seguros e inmobiliarias estuvieron compitiendo para conseguir del Congreso un buen pedazo del paquete de ayuda urgente de 700 mil millones de dólares aprobado a fines de 2008. Las compañías que redujeron el cabildeo son aquellas que se declararon en quiebra o cuyo control fue asumido por el gobierno federal y paralizaron sus operaciones de cabildeo. “Aunque algunos intereses financieros, de seguros y de propiedad inmobiliaria se retiraron el año pasado, todavía manejaron más de 450 millones de dólares gastados como sector para cabildear por políticas de mercado. Ese dinero puede comprar mucha influencia, y es una fracción de lo que a cambio el sector financiero está cosechando con el programa de ayuda urgente del gobierno”, dijo Krumholz.

Los negocios, asociaciones y coaliciones de propiedad inmobiliaria están entre las organizaciones ascendentes en la rampa de los mayores gastos de cabildeo de 2008. La Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios aumentó el gasto en un 25 por ciento, de 13.9 a 17.3 millones de dólares. La Asociación Americana de Banqueros gastó 9.1 millones de dólares en 2008, con un aumento del 47 por ciento respecto de 2007. Otros grupos industriales que pagaron más en 2008 incluyen al Consejo Privado de la Equidad, la Asociación de Banqueros Hipotecarios de Estados Unidos y la Mesa Redonda de Servicios Financieros.

La Cámara de Comercio estadunidense siguió siendo el principal gastador en lobbies en 2008, al pagar casi 92 millones, más de 350 mil dólares por cada día laborable, con un aumento del 73 por ciento comparado con 2007, en gestiones a favor de los intereses de sus miembros. Las asociaciones pro empresariales en conjunto aumentaron su gasto en cabildeo en un 47 por ciento entre 2007 y 2008.

Según los registros del gasto en lobbies, algunas industrias hicieron recortes severos y pusieron freno al dispendio, pero no interrumpieron la práctica. Las compañías automotrices disminuyeron en 7.6 por ciento la cantidad que pagaron a los cabilderos, desde 70.9 millones a 65.5 millones de dólares. Éste fue un gran cambio respecto de años anteriores; los fabricantes y distribuidores de automóviles aumentaron su gasto en cabildeo en 21 por ciento entre 2006 y 2007. Entre 2007 y 2008, la Alianza de Fabricantes de Automóviles, cuyos tres grandes de Detroit (General Motors, Ford y Chrysler) atestiguaron ante el Congreso para pedir ayuda en 2008, rebajó en un 43 por ciento su cabildeo conocido, de 12.8 a 7.3 millones de dólares.

Entre los tres grandes, solamente la Ford aumentó sus esfuerzos en lobbies, aunque no mucho: de 71 millones a 77 millones, un 8 por ciento.

Entre las empresas de lobby de Washington, Patton Boggs (que significa “volando muy alto”) divulgó sus ingresos, los más elevados registrados en cabildeo por quinto año consecutivo: 41.9 millones de dólares, con un aumento de más del 20 por ciento respecto de 2006.

Entre los clientes más lucrativos de la empresa figuran la financiera privada Cerberus Capital Management, el fabricante de dulces y alimentos para animales Marte, el grupo de comunicaciones Verizon, los fabricantes farmacéuticos Bristol-Myers Squibb y Roche y la Asociación Americana para la Justicia (llamada antes Asociación de Abogados Litigantes de Estados Unidos).

Actualización de Lindsay Renick Mayer (de Open Secrets)

Parece un anuncio clasificado: “¿Despedido y buscando trabajo? ¡La industria del lobby lo necesita!”. Desde que publicamos esta historia en OpenSecrets.org en enero de 2008, sólo la industria del cabildeo ha continuado creciendo, incluso mientras otras industrias han continuado encogiéndose en el país, llevando al desempleo a centenares de miles de estadunidenses. Este crecimiento se podría atribuir en parte a la economía en sí misma, porque muchos ejecutivos están buscando una cierta ayuda del gobierno para mantener a flote sus negocios. Otros simplemente están sacando ventajas de las oportunidades que presenta la crecida de los paquetes del gobierno. Pero mientras exista un gobierno federal dispensando fondos, los cabilderos gastarán cada vez más anualmente en seducir a sus clientes que fabrican leyes.

Año tras año vemos incrementos efectivos en los gastos de lobbies, más del ciento por ciento en la última década, y la ráfaga de actividad durante los primeros tres meses de 2009 indica que la tendencia no acabará en un futuro cercano. De acuerdo con los expedientes de la Oficina de Registros Públicos del Senado, el independiente Centro para una Política Receptiva (CRP, su sigla en inglés) encontró precisamente eso entre enero y marzo: un crecimiento leve del cabildeo comparado con el mismo periodo del año anterior, de por lo menos 2.4 millones de dólares. Las uniones, organizaciones y compañías pagaron por lo menos 799.7 millones de dólares en lo que va de este año en mandar vendedores ambulantes de influencia al Congreso de Estados Unidos, en comparación con 797.2 millones de dólares gastados durante el mismo trimestre de 2008.

Esto puede parecer un pequeño aumento comparado con los miles de millones gastados cada año en esta actividad, pero en una época de turbulencia económica constituye una fuerte corriente de ingresos para una sola industria. Dicho esto, las industrias que aparecen en la mayoría de los titulares relacionados con la ayuda, sea porque han pedido o recibido fondos del gobierno federal, realmente disminuyeron la cantidad gastada en cabildeo en los primeros tres meses de 2009 comparados con 2008.

Los beneficiarios del dinero en efectivo repartido por el programa de rescate de activos financieros del gobierno federal (Troubled Asset Relief Program, TARP, literalmente Programa de Alivio para los Activos en Problemas) distribuyeron menos dinero entre los cabilderos que en cualquier trimestre de 2008, quizás en parte porque hicieron frente a nuevas reglas que restringían sus contactos de lobby con los servidores públicos respecto del programa de ayuda urgente.

El CRP encontró que los beneficiarios del TARP habían gastado 13.9 millones de dólares en cabildeo hasta el primer trimestre de 2009, comparados con los 20.2 millones desembolsados entre enero y marzo de 2008 y los 17.8 millones del último trimestre de ese mismo año. Con el gobierno repartiendo hacia fuera cientos de miles de millones de dólares, estas sumas resultan pálidas respecto a las ventajas que están cosechando las corporaciones.

Fuente: Contralínea 239 / 26 de junio de 2011

jueves, abril 14, 2011

Trasnacionales se benefician del fondo para microempresas

Distribuidores de las trasnacionales Chevrolet, General Motors, Ford, Volkswagen, Nissan, así como tiendas departamentales son beneficiarios del programa gubernamental que financia a micros, pequeñas y medianas empresas del país. El Fondo Pyme carece de mecanismos de operación y control a pesar de ejercer 5 mil 300 millones de pesos anuales, advierte el máximo órgano de fiscalización en México. En duda, la conservación de empleos formales en las compañías subsidiadas.

Érika Ramírez

La Secretaría de Economía (SE) entrega casi el 40 por ciento de los recursos del Fondo de Apoyo para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Fondo Pyme) a las grandes empresas del país, revela la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Entre los beneficiarios, se encuentran distribuidores de las marcas Chevrolet, General Motors, Ford, Volkswagen y Nissan, muestran los kárdex correspondientes a 2010 de la SE, encabezada por Bruno Ferrari García de Alba.

Sin metas definidas ni indicadores que permitieran medir la cobertura del programa, la dependencia encargada de coordinar las estrategias económicas del país le destinó más de 5 mil 300 millones de pesos en 2009, según el Informe del resultado de la fiscalización superior de la Cuenta Pública 2009 elaborado por la ASF.

Con una disminución en el número de proyectos financiados, el año pasado le fueron asignados 5 mil 290 millones de pesos. En 2011, opera con más de 6 mil 700 millones de pesos, indica el Presupuesto de Egresos de la Federación.

Además de los distribuidores de la industria automotriz, el Fondo Pyme financia 475 empresas pertenecientes a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) de Jalisco, a través del Proyecto Pabellón Hecho en México en el Marco de Expo ANTAD, con un ejercicio de 9.5 millones de pesos.

En marzo de 2010, Contralínea reveló que General Motors y Ford Motor Company –trasnacionales de origen estadunidense– han sido incentivadas con más de 3 mil millones de pesos mediante subsidios del Fondo Pyme y exenciones en el pago de impuestos, desde el inicio de las administraciones panistas, mediante la SE y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

Sin mecanismos de control

Con la auditoría de desempeño 09-0-10100-07-0040, el máximo órgano de fiscalización del país determina que el Fondo no dispone de “la evidencia documental de practicar estudios y formular planes y proyectos en los que se establecieran prioridades, asignación de recursos, responsabilidades y tiempos de ejecución, así como un diagnóstico de las necesidades de apoyo de las Mipymes (Micro, Pequeñas y Medianas Empresas)”.

La SE, resalta el informe, “no cuantificó en las Reglas de Operación del Fondo PYME 2009 la población objetivo por atender; tampoco identificó el número de empresas que requieren ser apoyadas con recursos por cada una de las categorías de apoyo, ni por región del país, entidad federativa y municipio, lo que limita el direccionamiento de los recursos”.

Fue a través de la auditoría que la ASF determinó que hay 5 millones 144 mil 56 unidades económicas. De las cuales, 4 millones 877 mil 70 son micreoempresas y representan el 94.8 por ciento de la “población potencial susceptible de ser apoyada por el Fondo Pyme”. Otras 214 mil 956 fueron clasificadas como pequeñas empresas y representan el 4.2 por ciento; 42 mil 415 medianas, 0.8 por ciento, y apenas 9 mil 615, que son el 0.2 por ciento, entran en el rubro de las grandes compañías.

El documento indica que de las más de 5 millones de unidades, 10 mil 782 empresas fueron atendidas a través del Fondo, el 0.2 por ciento del total; de ellas, “no fue posible comprobar la cobertura de atención de las pequeñas y de las medianas empresas respecto del total existente en el país, debido a que la SE las reportó en un solo rubro”. En tanto, la mayor cobertura por tamaño correspondió a las grandes empresas, con el 39 por ciento.

Los beneficiarios

De acuerdo con la lista de beneficiarios del Fondo Pyme de la SE, en 2009 se apoyaron a 170 Organismos Intermedios (OI) –encargados de facilitar su acceso al financiamiento y proporcionar servicios de capacitación, comercialización, gestión empresarial y desarrollo tecnológico.

Los proyectos de este ejercicio llegaron a 390 e implicaron un importe de 3 mil 337 millones 686 mil 700 pesos. El principal grupo de OI apoyado correspondió a las asociaciones civiles y mercantiles, con 101 organismos y 205 proyectos, seguido por las cámaras nacionales de Industria y Comercio, con 29 organismos y 70 proyectos.

Sin embargo, la Secretaría de Economía “no estableció criterios y parámetros para determinar en qué medida se deberían canalizar los apoyos a cada uno de los OI, por lo que no fue posible evaluar la eficacia en el cumplimiento de estas acciones”.

Según el kárdex de 2009, entre los primeros cinco beneficiarios, se encuentran el Programa Nacional de Incubadoras Fase 2009, con 4 mil 959 empresas; Semana Regional Pyme Puebla, 2 mil 577; Programa Nacional de Consultoría Moderniza, 2 mil 459; Programa de Apoyo Emergente para la Reactivación Económica, 2 mil 263, y la Cruzada por los Negocios y el Autoempleo, 2 mil.

Durante 2010, la lista es encabezada por el proyecto Fortalecer la Red de Distribuidores del Sector Automotor, autorizado a través de tres folios (FP2010-485, FP2010-1120, FP2010-1155), que implica el subsidio a 1 mil 983 agencias distribuidoras de las marcas Chevrolet, General Motors, Ford, Volkswagen y Nissan, entre otras.


Falta de impulso

Entre las observaciones realizadas, la ASF destaca que durante 2009 no se le asignaron recursos a empresas localizadas en 13 estados del país: Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Colima, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Querétaro, Tabasco, Tamaulipas y Yucatán.

Además, dice el informe, la SE “no estableció metas de las empresas por desarrollar y consolidar por cada una de las categorías previstas con los recursos del Fondo Pyme”, como se tiene previsto en las Reglas de Operación del Fondo Pyme.

Entre los incisos de las Reglas de Operación –publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 29 de diciembre de 2008–, se ordena la generación y conservación de empleos, creación y fortalecimiento de micro, pequeñas y medianas empresas, así como la contribución al desarrollo regional, sectorial, económico y sustentable, entre otras.

La dependencia que encabeza Bruno Ferrari no estableció metas y parámetros ni contó con la evidencia documental de las empresas que se integraron a las cadenas productivas, lo que impidió evaluar el cumplimiento del propósito establecido en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, que señala como “prioridad nacional” la generación de empleos.

Se solicitó entrevista con el titular de la Secretaría de Economía, a través de Joaquín Álvarez, director de Prensa, sin que al cierre de la edición se haya obtenido respuesta.

Fuente: Contralínea 228 / 10 de abril de 2011

martes, octubre 27, 2009

El regalo secreto de Bours a la Ford


Autoritario como político, Eduardo Bours fue un desastre como administrador. Fracasó incluso en las operaciones financieras que realizó para reactivar económicamente a Sonora y así proyectar su figura política. Copias de documentos oficiales muestran que, con tal de elevar los indicadores de empleo, Bours incluso le dio “incentivos no fiscales” y “confidenciales” al menos por 100 millones de pesos a la trasnacional Ford Motor Company... Pero ni así.

Eduardo Bours Castelo dejó el estado de Sonora en una situación de emergencia financiera. Al tomar el poder el nuevo gobernador, Guillermo Padrés Elías, encontró las arcas vacías y una deuda presupuestal de mil 402 millones de pesos.
Pero no sólo eso: el nuevo mandatario del PAN también está por comprobar que la administración estatal realizó transferencias irregulares de dinero, como aquella por 100 millones de pesos con la que benefició a Ford Motor Company en 2006, operación que no aparece en las cuentas públicas de Bours porque se hizo a través de un convenio “confidencial”, pero ahora puede ser objeto de una investigación o de auditorías externas.
El excoordinador de Acción Nacional en el Congreso de Sonora, Florencio Díaz, señala que la falta de transparencia fue una de las deficiencias más graves del gobierno anterior, por lo que hace falta auditarlo para conocer con precisión lo que hizo con el dinero del erario estatal.
En el mismo sentido se pronunció la exdiputada del PRD Petra Santos, quien al igual que su colega panista se sorprendió al enterarse del depósito millonario que le hizo Bours a la trasnacional. Ella propone que se forme con ciudadanos una comisión investigadora para llegar al fondo de éste y de otros casos de malos manejos de los recursos públicos.
“No se puede aceptar que se haya dado esa cantidad de dinero, 100 millones de pesos, a una empresa sin que se sepa públicamente, sólo porque se trata de un convenio confidencial. Eso es ilegal porque se trata de recursos públicos y por eso se tiene que investigar”, reitera Santos, quien fue candidata a gobernadora en la pasada elección.
Señala que aunque se generaron empleos, éstos no justifican el monto que Bours le otorgó a Ford y tampoco que lo haya hecho con carácter “confidencial”, ya que de por sí, gracias a su administración, Sonora está en el penúltimo lugar nacional en el rubro de transparencia.
Cuando Bours inició su gobierno en 2003 prometió a los sonorenses que los iba a llevar a los niveles de prosperidad de los países desarrollados. Les ofreció “un estado de primer mundo”.
Basado en el éxito de las empresas de su familia en las ramas vitivinícola, financiera y de venta de autos, Eduardo Bours ofreció crear empleos y para ello firmó un “convenio de coordinación” con Ford Motor Company por 900 millones de pesos, a condición de que la automotriz modernizara y ampliara su planta de estampado y ensamblado en Hermosillo.
Con esa acción, que sí se hizo pública, Bours deseaba iniciar exitosamente su gobierno en Sonora. Necesitaba reafirmarse con acciones populares, ya que ganó el cargo por sólo 1% de votos ante el panista Ramón Corral.
Según el convenio con Ford, cuya copia tiene Proceso, la trasnacional utilizaría los 900 millones para costear la ampliación de la planta mencionada, donde se producirían 300 mil unidades anuales de un nuevo modelo que sólo se vendería en el extranjero a partir de 2005.
Para ampliar su planta, Ford tenía previsto invertir mil 600 millones de dólares, de los cuales mil 200 eran de sus propias arcas; los 400 millones restantes los aportarían proveedores. Ese proyecto implicaba la creación de 6 mil 800 empleos directos, 5 mil temporales y 22 mil indirectos para impulsar el desarrollo económico de Sonora, que se encuentra en último lugar de las entidades fronterizas mexicanas.
Sin embargo, no fue suficiente. Sonora sólo alcanzó a ocupar el lugar 14 de productividad en el país entre 2003 y 2006, según las estadísticas del Instituto Mexicano de Competitividad (Imco). Entonces Bours tomó otra decisión: bursatilizar los impuestos de tenencia, placas y el impuesto a autos nuevos para contar con mayores recursos y realizar grandes obras públicas que la gente asociara con su figura y de esta forma lo catapultaran a la elección presidencial de 2012.
Pero esa medida también falló.
Fracaso confidencial
A mediados de 2007, Bours presentó el Plan Sonora Proyecta (PSP), consistente en crear uno o varios fideicomisos para administrar, en un plazo de 30 años, 114 mil millones de pesos provenientes de los impuestos por tenencia y placas, así como el de autos nuevos.
Para ello, el entonces gobernador mandó al Congreso local dos iniciativas para reformar la Ley de Deuda Pública de modo que permitiera la apertura de un fideicomiso de financiamiento para que el gobierno estatal obtuviera de inmediato hasta 9 mil 200 millones de pesos.
Las iniciativas fueron aprobadas con un solo voto de diferencia. Y el gobernador afirmó que, de entrada, asignaría 4 mil millones de pesos “para detonar” la infraestructura de los 35 municipios, mientras que los 5 mil 200 millones de pesos restantes se destinarían a pagar la deuda pública.
No obstante, los diputados panistas del estado presentaron una controversia constitucional contra la jugada financiera de Bours, alegando que los recursos públicos no pueden ser manejados mediante un fideicomiso privado. Esto paró en seco los planes del ambicioso empresario y político priista. La Suprema Corte de Justicia de la Nación aún no da a conocer su fallo, en tanto Bours, para salir del paso, decidió endeudarse con Banorte por 4 mil 588 millones de pesos.
Esta deuda agravó la emergencia financiera en la que Bours dejó a Sonora, lo que obliga al nuevo gobernador a implantar medidas de austeridad, pues según el secretario de Hacienda estatal, Alejandro López Caballero, en las cuentas bancarias oficiales únicamente quedan 587 millones de pesos.
Paralelamente, y a pesar de ese fracaso, Bours donó de manera confidencial 100 millones de pesos a Ford para que continuara con la ampliación de su planta en Hermosillo y de esa forma creara 12 mil empleos.
El 10 de octubre de 2006, en el salón Constitucional de la sede oficial en Hermosillo, se llevó a cabo una reunión extraordinaria de la Comisión para el Desarrollo Económico de Sonora con Bours. De acuerdo con el acta correspondiente, de la cual tiene copia este semanario, ahí se aprobó que el gobierno del estado le otorgara a Ford un subsidio adicional de 100 millones de pesos como incentivo por la ampliación de su planta armadora.
“Dentro de las negociaciones y compromisos que se emprendieron desde el sexenio pasado y que fueron ratificadas por nuestro gobernador al inicio de esta Administración para con la Empresa Ford Motor Company, S. A. de C. V., se encuentra un subsidio a la tasa de crédito de la señalada empresa correspondiente a la cantidad de 100 millones de pesos a otorgarse del ejercicio 2006”, se asienta en el acta.
En esa reunión, se informó que el gobierno de la entidad recibió una carta de Louise K. Goeser, presidenta y directora general de la trasnacional, en la que señala que Ford cumplió con la meta de generar 12 mil empleos desde que instaló la planta en 1986, por lo cual ya se hacía acreedora de los incentivos fiscales prometidos.
Asimismo, la Comisión para el Desarrollo Económico manifiesta que puede cumplirse el compromiso sin afectar sus fondos originales, aplicando una ampliación presupuestaria.
El acta, firmada por el gobernador, especifica que el acuerdo es “confidencial” e incluye un llamado a los funcionarios sonorenses para que respeten esa condición:
“Es necesario que independientemente de lo que se decida en esta reunión, los hace partícipes de un Acuerdo de Confidencialidad que el Gobierno del Estado tiene suscrito con la Empresa Ford Motor Company, S.A. de C.V., en el que se establece que cualquier documento, comunicación, o resolución que sea presentada, contestada o emitida a la citada empresa, en relación a este tema, tiene carácter de CONFIDENCIAL; por lo que solicita su compromiso de mantener este asunto en esos términos.”
De acuerdo con el acta, en esa reunión se sometió a voto la solicitud de la representante de Ford y la consiguiente entrega inmediata de los “incentivos no fiscales”. La medida fue aprobada por unanimidad y la sesión extraordinaria se cerró a las 13 horas del 10 de octubre de 2006.
Dos meses después, el 14 de diciembre, la Secretaría de Economía de Sonora emitió un cheque de Banorte por 100 millones de pesos –del que Proceso también tiene copia– y lo transfirió vía electrónica a una cuenta de Ford Motor Company en HSBC.
De esa manera se cerró el trato de Bours con Ford, empresa que desde 2003 anunció que invertiría mil 200 millones de dólares en la ampliación de su planta en Hermosillo con el fin de producir los modelos de lujo Fusion, Mercury Milán y Lincoln Zephyr. Este último es el primero de su tipo que se fabrica fuera de Estados Unidos.
Sin embargo, la disposición del gobierno de Bours para facilitar la ampliación de la planta automotriz fue más allá.
Según una carta de Raymundo García de León, presidente ejecutivo del Consejo para la Promoción Económica de Sonora (Copreson), fechada el 2 de mayo de 2003 y dirigida a la Secretaría de Hacienda del estado, desde entonces ya se había negociado con Ford un subsidio a la tasa de crédito por 32 millones de dólares para 2005 y 2005.
En esa misiva se desglosa el apoyo que el gobierno de Bours heredaría a los gobiernos sucesivos hasta 2015: la aportación para el subsidio a la tasa de crédito sería de 10 millones de dólares anuales, es decir, en el periodo de 2005 a 2015 se daría una ayuda a la trasnacional por un total de 132 millones de dólares.
Este compromiso, precisa la carta de García de León, se traduciría “en obras, derechos, becas para la capacitación, infraestructura para proveedores y para la zona donde se ubicara el proyecto”, y con la condición de que Ford cumpliera con la generación de 12 mil empleos directos.
Pero el compromiso de la trasnacional quedó en entredicho. Según el economista Germán Palafox, investigador de la Universidad de Sonora, la entidad únicamente se benefició con 3 mil empleos y la empresa se quedó con todas las ganancias.
Opacidad gubernamental
Al revisar la cuenta pública de Sonora correspondiente a 2007 y 2008, donde debieron registrarse todos los apoyos públicos que el gobierno de Eduardo Bours dio a las empresas para la generación de empleos, no se encontró información sobre el acuerdo con la trasnacional automotriz.
Florencio Chito Díaz, entonces coordinador de la bancada del PAN en el Congreso de Sonora, tampoco recuerda haber visto, en los informes financieros que Bours envió a los legisladores, el apoyo que se daba a Ford.
“Ni la más mínima idea tengo al respecto –dice cuando se le pregunta si se enteró de que Bours le dio 100 millones de pesos a Ford–; muchas de las cuentas públicas que nos enviaban a los diputados ya estaban ‘planchadas’; la verdad, yo no recuerdo haber visto nada de ese dinero”, insiste.
Pero señala que, también por aquellas fechas, el gobierno de Bours “olvidó” registrar el ingreso de 500 millones de pesos por la concesión de la carretera Santa Ana-Altar. Señala que cuando él cuestionó a la Secretaría de Hacienda del estado dónde estaba ese dinero, la dependencia le mandó a destiempo y sin detalles una lista de obras donde supuestamente se había invertido.
“No sé si haya salido de ahí una parte del dinero para la Ford, pero es evidente que ningún gobierno tiene a su disposición tanto dinero para dárselo a alguien de manera inmediata. Estoy especulando, pero igual pudo haber salido ese dinero para la Ford de la concesión de la carretera”, comenta Díaz, quien actualmente es delegado de la Comisión Nacional del Agua en Sonora.
Sostiene que la falta de transparencia fue precisamente una de las deficiencias más graves del gobierno de Eduardo Bours, y que hace falta auditar su administración para conocer con exactitud cómo manejó los recursos financieros de la entidad.
A su vez, la exdiputada Petra Santos recuerda que ella nunca votó por la aprobación de la cuenta pública que el gobernador enviaba al Congreso, porque el PRI siempre negociaba con el PAN.
La perredista supone que ambos partidos se pusieron de acuerdo para no dar a conocer el convenio confidencial de Bours con la trasnacional. “Llegaban a arreglos para no sacar la información. Yo nunca supe de esos 100 millones de pesos. Cuando nos daban la cuenta pública, ya llegaba negociada y ni siquiera podíamos revisarla. Si querías poner una solicitud en el Instituto de Transparencia, no había posibilidad de tener la información porque la manejaba el Instituto Electoral, que estaba a favor de Bours”, reitera.

sábado, abril 25, 2009

Las cuentas públicas Hitlerianas

Nepotismos y compadrazgos en candidaturas por dedazo. Traiciones a consejeros leales y una militancia desilusionada ponen bajo la lupa al presidente del PAN. Para sus críticos es un émulo de Hitler: impositivo y tiránico. Para sus allegados es el Gral. Patton: un estratega con un sólo objetivo, ganar las elecciones a cualquier precio.
Germán Martínez: ¿Hitler o Patton?
El espectáculo terminó antes de lo planeado. El PAN accedió a posponer el debate de las cuentas de Fox apegándose a los términos que le impuso el PRI. ¿A qué le teme el partido del gobierno?

Autoritarismo panista

En sus viajes más recientes, el presidente Barack Obama no se ha apegado a las formas de sus antecesores. En México aceptó que EU también es responsable del narcotráfico y en la Cumbre de las Américas hasta a Hugo Chávez saludó.

La industria automotriz de Detroit está casi muerta y con esto los papeles se invierten. Aunque para muchos resulte increíble, el rescate está en manos de “pequeñas” armadoras como Tata Motors y Fiat.

El maratónico proceso electoral en la India ya comenzó. Sus 714 millones de votantes la convierten en la democracia más grande del mundo.

El presidente Barack Obama dice que no quiere dramas. Pero en la Cumbre de las Américas, Hugo Chávez y Daniel Ortega le hicieron un teatro. Algunos creen que un gesto más enérgico hubiera sido lo correcto.


PARA VER REPORTE ÍNDIGO AQUI.

domingo, marzo 08, 2009

El declive terminal de la ciudad de Detroit

Otrora símbolo del poderío industrial de EEUU, Detroit se convierte en una ciudad fantasma

Detroit, EEUU .Las bellas palabras de Barack Obama resuenan por todos los rincones de Detroit y todo el mundo las escucha aquí embelesado. Pero no dan de comer: el corazón industrial de Estados Unidos sangra por los cuatro costados y el colapso económico amenaza con no dejar ni rastro de lo que fue el gran símbolo del poderío estadounidense. Hoy parece una ciudad fantasma y sin futuro.
Detroit es la sede de las llamadas Big Three, las tres grandes compañías automovilísticas que en el siglo XX convirtieron la Ciudad del Motor en una de las más pujantes de América. General Motors (GM), Ford y Chrysler se entremezclan con la ciudad y todo lleva su nombre, desde el estadio deportivo hasta el hospital. Las tres empresas tienen problemas desde hace años, pero la crisis global las ha puesto al borde del precipicio. Ningún analista apostaría hoy un solo centavo a que las tres sobreviven a 2009. Y su declive arrastra a toda la ciudad.
Edificios vacíos
"Éste es con diferencia el peor año en los 43 que lleva mi negocio", se lamenta Bruce, propietario de un humilde motel de Detroit. "Nos apañamos como podemos, pero esto no puede durar mucho tiempo", opina Reshima, recepcionista en el centro. Nadie recuerda un momento peor.
Cuesta creer que Detroit sea una gran ciudad de la superpotencia mundial: supera el 21% de paro y el 30% vive por debajo del umbral de la pobreza. Pero el problema es mucho más hondo de lo que sugieren las cifras. Parece como si, de repente, aquella ciudad de rascacielos imponentes e ínfulas de capital industrial del mundo se hubiera transformado en el decorado de una película que ya hace mucho que se rodó. Los actores se fueron y sólo quedó el cartón.
La gran mayoría de los grandes edificios del centro están vacíos y hay muchas más tiendas cerradas que abiertas. Algunos tramos de la Avenida Michigan, una de las arterias principales de la ciudad, tienen tantos baches que la calle no desentonaría en África. Y cuando alguien se adentra en los barrios, asoma el desastre: miles de casas vacías abandonadas por sus propietarios, toneladas de basura sin recoger, viviendas quemadas, naves industriales en ruinas... Nunca han caído bombas sobre ciudades de Estados Unidos. Pero Detroit parece una ciudad tras la guerra.
En este entorno deprimente, vender la casa es tan difícil que muchos se van con lo puesto y simplemente la abandonan. En la calle Linsdale, a un par de kilómetros de donde se fundó la mítica discográfica Motown hace ahora justo 50 años, se ofrece una casa de más de 100 metros cuadrados por sólo 4.500 dólares. Pero ni siquiera a este precio se venderá: no hay vecinos, ni comercios, ni vida. Sólo las viejas casas algunas muy hermosas abandonadas y ahora desvencijadas.
El estado de la industria no es mucho mejor. "Vivimos un momento dramático y somos conscientes de que la situación actual es insostenible", afirma Tom Wilkinson, portavoz de GM, en la lujosa sede de la entidad, el Centro Renacimiento, construido en los años setenta y formado por cinco torres de más de 30 pisos cada una. GM lucha por sobrevivir: el año pasado perdió 31.000 millones de dólares, sus ventas han caído más del 50% este año y reclama al Gobierno una inyección de 16.000 millones de dólares para evitar la quiebra.
Sus hermanas están igual: Ford perdió 14.600 millones en 2008 y Chrysler tiene respiración asistida. El otrora poderoso Sindicato de Trabajadores del Automóvil (UAW, en inglés) ha pedido a sus afiliados que hagan las concesiones necesarias. "Tenemos que sobrevivir para poder luchar otro día, cuando la economía mejore" es su nueva y desesperada consigna.
Modelo insostenible
"Juntos, las empresas y los líderes del sindicato han formado parte de un mismo sistema insostenible", opina Jane Slaughter, editora de Labor Notes, punto de referencia de la izquierda local. "Juntos apostaron por los grandes coches y los beneficios a corto plazo, pero su opción es la que más se resiente de una crisis económica y ecológica como la de ahora", añade.
En Flint, donde se fundó GM, la compañía tiene 5.000 trabajadores, cuando en los años sesenta empleaba a más de 80.000.
La sede de la UAW simboliza su poderío, pero también su aislamiento: la bautizaron como Casa de la Solidaridad, pero más bien parece una fortaleza inexpugnable, siempre protegida por la Policía y sin contacto con los barrios pobres que la rodean.
A cambio de mantener los salarios y condiciones de los suyos servicio médico, plan de jubilación, los sindicatos avalaron la estrategia global de la empresa: se continuó como siempre, produciendo coches grandes y caros, poco eficientes y nada ecológicos, con la confianza de tener detrás a la gran potencia mundial.
La connivencia sindical ni siquiera ha salvado los puestos de trabajo: desde la década de 1980, la deslocalización es masiva y la pérdida de empleo, constante. La Rouge Plant, emblema de Ford que empleaba a 100.000 obreros en 1950, da trabajo ahora a 10.000. En Flint, donde se fundó GM, la compañía tiene 5.000 trabajadores, cuando en los años sesenta empleaba a más de 80.000.
La crisis de 1980 truncó las expectativas de muchos obreros que aspiraban a convertirse en clase media. Pero la de ahora se está llevando por delante a la aristocracia obrera, cuyas condiciones eran envidiadas por todos. Esta clase se está extinguiendo: el salario mínimo en las Tres Grandes era de 28 dólares por hora en 2007. Las últimas concesiones sindicales lo han dejado en 14. Los funcionarios municipales, con el Ayuntamiento estrangulado por la deuda, se mueven en los mismos márgenes.
"No nos queda más remedio que aceptar recortes", admite apesadumbrado Joe Valenti, líder de uno de los sindicatos de funcionarios. Tiene 73 años y medio siglo de militancia y nunca había tenido que plantear esta disyuntiva: "Le digo a mi gente que entre perder el trabajo y ganar menos, está claro qué debemos hacer". En EEUU, perder el trabajo es mucho más dramático que en Europa: el subsidio de desempleo es mínimo, la pensión de jubilación queda en entredicho y se pierde el seguro médico.
Cierre de plantas
La situación es tan mala que parece imposible que pueda empeorar, pero es probable que lo haga. En los planes de reestructuración de GM, Ford y Chrysler se incluye el cierre de plantas en la zona. Eso en el mejor de los casos. El peor escenario es la quiebra, que supondría no sólo una nueva onda sísmica se estima que cada trabajo fijo en los automóviles genera siete empleos subsidiarios, sino el derrumbe de las condiciones de jubilación de miles de ex empleados.

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martes, febrero 10, 2009

El truene del “Detroit” mexicano

ARTURO RODRíGUEZ GARCíA


Con los centenares de despidos consumados en las “Tres Grandes de Detroit” asentadas en Coahuila, se están perdiendo miles de puestos de trabajo en las empresas asociadas a la industria automotriz. Ante ello, el gobernador Humberto Moreira dio la voz de alarma y pidió apoyo al presidente Calderón. Especialistas consultados por Proceso afirman que los planes presidenciales anticrisis son una burla. Por ejemplo, con los paros técnicos las armadoras de autos están violando todo tipo de derechos laborales. Al final, esos paros se convierten en despidos...RAMOS ARIZPE, COAH.- Los despidos masivos de personal en los 17 estados del país donde existen fábricas de automóviles y autopartes, como está ocurriendo en la conubarción Saltillo-Ramos Arizpe, motivaron que el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, anunciara el jueves 5 que su gobierno aportará un millón y medio de dólares a la empresa General Motors, y que reclamará al jefe del Ejecutivo federal un apoyo semejante para las tres plantas instaladas en la zona.Luego de que el 12 de septiembre del año pasado Chrysler despidió a 300 trabajadores, el 19 de diciembre las armadoras de General Motors (GM) y la propia Chrysler iniciaron aquí prolongados paros técnicos que, al afectar a las empresas proveedoras, enviaron a su casa durante varias semanas, con 50% del salario, a 41 mil trabajadores de la región.De acuerdo con el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Metalmecánica, Automotriz y de Proveedores de Autopartes (SNTIM), Tereso Medina Ramírez, las empresas están al límite y en algunos casos ya no pueden mantener ni siquiera la reducción de los salarios, por lo que han tenido que iniciar recortes de personal.El caso de GM causó alarma la primera semana de febrero en el sureste de Coahuila, donde 80% de la industria se dedica a la producción de artículos para el sector automotriz. El 3 de febrero, luego de seis semanas de paro técnico, 300 trabajadores regresaron sólo a firmar sus finiquitos, mientras el vocero de GM México, Mauricio Kuri, confirmó que en seguida se producirán despidos escalonados de 600 trabajadores más.Medina Ramírez calcula que por cada asalariado que despidan GM y Chrysler se perderán cinco empleos más en la cadena productiva de la zona. Entre las dos empresas, hasta diciembre pasado, sumaban 8 mil 600 trabajadores, pero con los paros técnicos de diciembre tuvieron que irse temporalmente casi 33 mil trabajadores de la cadena productiva que abastece al sector.Entrevistado por teléfono mientras negociaba el contrato colectivo en Silao, Guanajuato, donde GM despidió a 600 trabajadores en agosto, Medina Ramírez resume las negociaciones actuales del gremio:“No estamos negociando mejoras salariales; estamos negociando la crisis. Estamos negociando que no se vayan las fuentes de empleo, que no cierren las empresas, aunque para eso debamos aceptar medidas impopulares como los paros técnicos y los despidos parciales.”Medina Ramírez, quien también es líder de la CTM en Coahuila, asegura que una situación semejante se presenta en Chrysler, donde en los últimos tres años ha habido paros técnicos y despidos de personal. El desplome en la demanda internacional de automóviles durante enero y los comodities para 2009 hicieron insuficiente, al menos para mantener los empleos de las plantas en México, el salvamento que Estados Unidos había autorizado en diciembre.Según los reportes financieros de las llamadas “Tres Grandes de Detroit”, el comportamiento del mercado en enero de 2009, comparado con el mismo mes de 2008, tuvo un severo desplome de las ventas en Estados Unidos: en Chrysler, de 55%; en GM, de 49%, y en Ford, de 38.9%.En diciembre, el Congreso estadunidense aprobó apoyos para el sector automotriz por 17 mil 400 millones de dólares, en tanto que Canadá, que tiene en Ontario un amplio asiento productivo de las mismas empresas, anunció un paquete financiero de 3 mil 300 millones de dólares.Acciones semejantes se han emprendido en otras regiones del planeta. Por ejemplo, Alemania anunció un rescate por 67 mil millones de dólares entre inversiones, alivios fiscales y apoyos especiales para el sector automotriz, aunque el desplome de las ventas sigue ocasionado despidos masivos de personal.Por lo que respecta a México, Medina Ramírez advierte: “Ese rescate financiero funciona en el nivel macro, pero no servirá si no se acompaña de medidas nacionales. Hasta ahora, el presidente Felipe Calderón; el secretario de Economía, Gerardo Ruiz, y el del Trabajo, Javier Lozano, han mostrado tener buenas intenciones, pero ahí quedan, porque no se han concretado acciones que faciliten anclar a las empresas en México, evitar que cierren”. El SNTIM agrupa sindicatos en Coahuila, Chihuahua, Sonora, Baja California, Puebla, Estado de México, Aguascalientes, San Luis Potosí, Jalisco y Guanajuato, donde existen armadoras de diversas compañías, mientras que la industria de autopartes y metalmecánica, que provee al cluster automotriz, tiene presencia en otras siete entidades, entre las que destacan Tamaulipas, Nuevo León, Querétaro y Morelos.Un plan que “da risa”A mediados de noviembre, en Stabilus, una empresa de Ramos Arizpe dedicada a la fabricación de pistones neumáticos a base de nitrógeno, los directivos convocaron a una junta de personal para anticiparles la posibilidad de recortes. “Nosotros no queremos correr a nadie, pero si alguien se quiere ir podemos liquidarlo en buenos términos”, les dijo un alto ejecutivo.Aunque algunos empleados aceptaron el finiquito, la mayoría prefirió esperar y conservar su puesto de trabajo. Ya en diciembre, las vacaciones, el paro técnico y los despidos comenzaron.Enfrascado ahora en labores domésticas y en el envío de decenas de solicitudes de empleo a diferentes empresas, Gilberto Rivera, un inspector de calidad, refiere que fue despedido al regresar de sus vacaciones decembrinas en Stabilus. “Ahora debo ayudarle a mi esposa porque ella sí tiene trabajo… Se invirtieron los papeles, y hoy tengo otra entrevista de trabajo. Espero que todo salga bien”, comenta a este reportero. Tras los primeros ceses que ejecutó General Motors en la región, la cortadora de piel para asientos Garden State informó que haría un reajuste de personal que afectaría a cerca de 200 trabajadores.Por eso a los más de mil puestos de trabajo perdidos en la primera semana de febrero se suman los 10 mil despidos que, según el periódico Zócalo de Saltillo, se produjeron durante 2008 en 18 empresas –incluidas GM y Chrysler– relacionadas con la industria automotriz, metalmecánica y de electrodomésticos que cerraron definitivamente sus operaciones el año pasado. Ante los despidos de febrero, el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, urgió al presidente Felipe Calderón a impulsar un plan de apoyo al sector automotriz, como lo había propuesto desde diciembre. Se trata de eliminar el Impuesto Sobre Automóviles Nuevos (ISAN), con el fin de incentivar el mercado nacional, con lo que sólo se estaría adelantando una medida prevista por el TLC para finales de 2010.En entrevista con Proceso, Moreira aseguró que los recursos que se dejen de captar por concepto del ISAN son recuperables mediante el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Sobre la Renta (ISR). Además, propuso bajar 20% el precio de la gasolina y el diesel, y establecer barreras arancelarias a la importación de automóviles cuyas marcas no se producen en México.Moreira reiteró que su gobierno aportará 1 millón y medio de dólares a GM para evitar más despidos y exigió a Felipe Calderón hacer lo mismo.“En Ontario, Canadá, donde existe un desarrollo automotriz, el gobierno federal y el local anunciaron planes de rescate y apoyos o estímulos a las armadoras. Vemos que en todas partes los gobiernos están tomando medidas para evitar la pérdida de empleos, y aquí, nada”, reclamó.El pasado 19 de enero, Felipe Calderón llamó a las empresas a que recurran a “paros técnicos” con el fin de reducir sus operaciones sin despidos; anunció que el gobierno federal destinará 2 mil millones de pesos para apoyar a esas compañías y, “más que ello, a los empleados, pues aportará una cantidad para cada uno de ellos, la empresa otra, y quizá la persona en lugar de verse despedida sólo vea reducido su ingreso temporalmente”.El objetivo, enfatizó, es “proteger la industria nacional y el empleo”.Al respecto, el diputado federal Yericó Abramo Masso, quien presentará una iniciativa a finales de febrero para afrontar la crisis en el sector automotriz, expresó: “Ya nos dimos cuenta de que el plan anticrisis de Felipe Calderón sólo da risa. No contempla nada para la industria automotriz, con presencia en más de la mitad de los estados de la República, y lo que sí contempla no sólo es insuficiente, sino que también tiene requisitos que no se pueden cubrir”. Si una empresa paga 5 millones de pesos de nómina mensual, el apoyo del gobierno federal será de 200 mil pesos, dijo Tereso Medina, pero para obtener ese beneficio la empresa tendría que acreditar una productividad de 40%, con el problema de que algunas compañías están en paro técnico. La cascaritaEn la colonia Fidel Velázquez, en Ramos Arizpe, las calles se empiezan a convertir, a media tarde, en canchas de futbol y tochito, pues la cascarita entre niños ahora es practicada sobre todo por adultos. Al declinar el sol, la esquina se vuelve centro de reunión y de convivencia donde los asistentes, atentos a la irrupción de la redada antialcohólica, se pasan la caguama de mano en mano.“Así están desde diciembre. Lo bueno es que no se quedaron sin chamba. Pero yo lo que les digo es que ahorren, porque les están pagando la mitad”, comenta Virgina Cerda, madre de un obrero de GM residente de ese barrio que ignora que, al reanudar las actividades en el corredor industrial, su hijo tendrá –si no es despedido– un día de descuento por semana.Algunos incluso se sienten consolados con el paro técnico, como Juan Elías Tovar, asalariado de GM, quien dice: “Yo, como trabajador, para mí, lo bueno es que no perdí el empleo. Por lo pronto tengo trabajo y, pues, bueno, a descansar un rato”, agrega con amplia sonrisa.El abogado integrante del Equipo Nacional de Pastoral Laboral, Manuel Fuentes Muñiz, expuso el 30 de enero, en un artículo para la agencia Apro, que “los paros técnicos se han convertido en el instrumento cada vez más socorrido de los empresarios para reducir, suspender o congelar incrementos salariales por tiempo indefinido.“En la mayor parte del país se están suscribiendo convenios, la mayoría sin conocimiento de los trabajadores, por medio de sindicatos patronales en los que se justifican la paralización de labores y las afectaciones salariales. “Hay paros técnicos que ni siquiera son formalizados ante ninguna autoridad laboral. Simplemente se avisa a los trabajadores que ya no hay producción y se les pide regresar tres o cuatro semanas más tarde, pero sin pago de salario.“Tampoco se les entrega constancia y, cuando regresan, se les avisa que están despedidos por ausencia o, en algunos casos, se llevan la sorpresa de que su fuente de trabajo ha desaparecido”, escribió.Sobre el programa de paros técnicos de Calderón, señaló que “la pretendida aportación gubernamental es una verdadera burla, ya que representaría 4 mil pesos por trabajador afectado, cantidad que además tendría que ser compartida con los empresarios en paro”.A su vez, el jesuita Carlos Rodríguez Rivera, integrante del Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal), externó la sospecha de que las empresas toman de pretexto la crisis para hacer ahorros, pese a que las utilidades generadas durante tres décadas de operaciones en México han sido mayores que las pérdidas, por lo que, subrayó, “de ahí deberían de servirse”. La cuestión para Rodríguez Rivera es que hay mucho de dónde echar mano antes de parar la producción, reducir salarios o perder cláusulas o plazas. No son aceptables, manifestó, el tipo de opciones que presentan las empresas, como las ofrecidas por Chrysler de México al despedir en septiembre a 300 trabajadores de su planta de esta ciudad, cuando el vocero de la firma, Manuel Duarte, explicó a los reporteros que lo cuestionaban por el impacto de los despidos: “(Los desempleados) podrán ocuparse en la fábrica de Freigthliner que se inaugurará el próximo año (en febrero de 2009) o acercarse al Instituto Estatal del Empleo. Por un lado cerramos… por otro abrimos.”Rodríguez Rivera dice que “el gobierno federal debe cambiar de modelo. Lo que vemos es el fracaso del modelo que sólo exporta, que depende del capital extranjero, que idolatra la inversión foránea”, y remató:“Los sindicatos, en general, no se prepararon para la flexibilización de las relaciones laborales; se prepararon para acatarla, pero no para disputarla. Los sindicatos deberían disputar las acciones a concertar y no sólo acatar como quien se resigna a pensar que no hay de otra.” l

domingo, diciembre 14, 2008

Cierran cuatro fábricas de GM y Ford en México


MEXICO, D.F., 12 de diciembre (apro).- La empresa General Motors informó que recortará en 30 por ciento su producción de vehículos y cerrará temporalmente la mayoría de sus plantas en América del Norte, incluidas tres en México.Por medio de un comunicado, la empresa dijo que "la medida forma parte de un esfuerzo para obtener fondos federales que le ayuden a sobrevivir", luego de que ayer se rechazó en el Senado de Estados Unidos la iniciativa de rescate financiero que se negociaba para la industria automotriz.La empresa señaló que los recortes de producción -se dejarán de fabricar unas 250 mil unidades en el primer trimestre de 2009-- y los cierres temporales, afectarán a 14 plantas en Estados Unidos y tres en Canadá.Las plantas afectadas en México son: la Ramos 2 de Ramos Arizpe, Coahuila; la de Silao, Guanajuato, y la de San Luis Potosí.El recorte de las 250 mil unidades ya toma en cuenta la producción de 60 mil automóviles y camiones que se habían anunciado la semana pasada.La compañía informó que comenzó a notificar hoy a sus trabajadores en las distintas plantas sobre los cierres temporales y recortes.Añadió que la duración de los cierres variará de acuerdo con los modelos que se fabrican en cada planta, pero algunas de ellas permanecerán cerradas todo el mes de enero.General Motors ya había anunciado importantes reducciones a su producción, así como sus planes de cerrar cinco plantas.Sin embargo, ante el acelerado deterioro de la empresa debido a la situación económica y aún a la espera de recibir créditos del gobierno federal, la empresa determinó esos recortes.Otras empresas como la Ford también anunciaron recortes en su producción para los primeros tres meses del año. La empresa realizará cierres temporales en 11 plantas en América del Norte, incluida la que tiene en Hermosillo, Sonora.