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sábado, marzo 26, 2011

Portugal: Castigar al pueblo para salir de la crisis

José Sócrates, primer ministro de Portugal.

Orlando Delgado Selley

MÉXICO, D.F., 25 de marzo (apro).- El Plan para la Estabilidad y el Crecimiento que instrumentó el gobierno de Portugal para intentar sacar al país de su profunda crisis económica –y que mereció el aplauso unánime de los ministros de Finanzas de la Unión Europea--, fue finalmente rechazado por el parlamento luso, hecho que provocó la caída del gobierno socialista de José Sócrates.

El diputado comunista Bernardino Soares criticó las medidas propuestas en ese Plan, toda vez que –dijo-- castigaba “a los de siempre”, con “más impuestos a las pensiones, liberalización de los alquileres, aumento al precio de los transportes públicos y disminución del copago de los medicamentos. Ni una sola medida contra la banca y el sector financiero”.

La contradicción es muy clara: a los llamados mercados les gustan los planes de ajuste draconiano, porque esencialmente reducen el gasto social para liberar recursos para que les paguen a ellos. Los pagos de intereses han aumentado recientemente porque las agencias calificadoras han dicho que es posible que los gobiernos tengan dificultades para pagar, lo que ha hecho que los inversionistas exijan mayores intereses complicando ellos mismos el cumplimiento de esos compromisos, lo que ha obligado a que los gobiernos recorten el gasto social para liberar recursos y pagarles.

Las crisis no se han hecho esperar: Grecia, después de muchos titubeos por parte del gobierno alemán fue rescatada; Irlanda fue obligada a aceptar recursos europeos a cambio de un feroz plan de ajuste del gasto público. Seguía Portugal, que hasta ahora había logrado evitar la “ayuda” de fondos europeos, pero los inversionistas corporativos seguían presionándolo elevando los intereses del refinanciamiento de su deuda. El límite estaba en el 8%: si el costo de la deuda no superaba ese nivel, el gobierno podía salir avante. Pero otros factores intervinieron.

A principios de marzo, el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, insinuó que en la próxima reunión de su Junta de Gobierno podrían aumentar las tasas de interés, como respuesta a los incrementos de precios observados, los que se explican por las alzas en el precio del petróleo por los acontecimientos políticos en el norte de África. La mera insinuación ha tenido efectos sobre las tasas a las que se han colocado los bonos gubernamentales de países con problemas como Portugal, España, Bélgica e incluso Italia.

Los banqueros centrales son verdaderamente insensibles. Cuando sus leyes orgánicas establecen que su responsabilidad es mantener la estabilidad de precios, es decir, evitar que los precios aumenten, son capaces de todo para cumplir con ese mandato. El Banco Central Europeo (BCE), creado a partir de la unión monetaria que dio lugar al euro, tiene como finalidad única mantener los precios controlados, lo que fue una conditio sine qua non planteada por el Bundesbank. Por ello, frente a la menor sospecha de presiones inflacionarias han respondido elevando las tasas de interés de referencia, que sirven como piso para establecer la tasa a la que se colocan los bonos soberanos de los países de la zona euro, sin importarles su efecto en las condiciones de vida de muchas familias.

A mediados de 2008, cuando la recesión en el mundo se afirmaba, la Reserva Federal estadunidense redujo drásticamente las tasas de interés de referencia hasta niveles del 2%, en un movimiento continuo a la baja que venía de seis meses atrás, con el propósito de estimular la inversión.

El BCE, en cambio, preocupado por la posibilidad de que se consolidaran presiones inflacionarias, no sólo no redujo las tasas sino que las aumentó de 4 a 4.25% lo que, por supuesto, tuvo el efecto inmediato de encarecer la deuda pública que los países europeos colocaban para poder sufragar el crecimiento del gasto provocado por los elevados índices de desempleo.

La recesión en estados Unidos y Europa fue detenida gracias a que los gobiernos aplicaron políticas de gasto que lograron paliar las consecuencias más gravosas en las personas que habían sido despedidas debido a la reducción de la actividad económica. Los seguros de desempleo existentes en toda Europa sirven para mitigar el impacto de esa pérdida del empleo en las condiciones de vida de la población sin trabajo. Estos seguros son estrictamente automáticos, no están sujetos a aprobación del Congreso, lo que implica que cuando un trabajador es despedido el gobierno tiene que pagarle un seguro por estar desempleado. Si los desempleados aumentan, el gasto público destinado a pagar ese seguro se incrementará.

Se trata, por esto, de estabilizadores automáticos que requieren financiarse con endeudamiento, o con incrementos en impuestos o en los precios de bienes y servicios públicos. Consecuentemente, conforme la recesión se mantenía y los despidos aumentaban, el gasto público también lo hacía y el endeudamiento crecía. Aumentar las tasas de referencia para la colocación de deuda gubernamental europea ha tenido impactos en los problemas que han enfrentado los países de la periferia europea: Grecia, Irlanda, Portugal y España.

La crisis portuguesa evidencia que lo que gusta a inversionistas, ministros de economía y banqueros centrales, afecta duramente a las poblaciones. Se olvida que, como ha dicho con claridad George Soros (Financial Times 22/03/11), los problemas europeos no son solamente la deuda soberana, es una crisis del euro y es una crisis bancaria. En consecuencia, es equivocado el sesgo impuesto por Alemania al “cargar” el ajuste a los gobiernos deudores y, por tanto, a sus poblaciones.

En Portugal habrá elecciones adelantadas y desde ahora se anticipa que la Unión Europea apuesta a que este país, independientemente de la lucha política interna, no tendrá más opción que cumplir con los objetivos de déficit acordados. Y eso quiere decir, otra vez, ajuste contra los de siempre.

Pero ya es momento de reconocer que los banqueros también tienen que perder, pues no están exentos de responsabilidad por la crisis ni son ajenos al origen de ésta.

Comentarios: odselley@gmail.com.mx

jueves, septiembre 30, 2010

Sindicatos: la democracia mutilada

Sindicatos: la democracia mutilada

Adolfo Sánchez Rebolledo

Para documentar la distancia que aún nos separa de las llamadas democracias avanzadas, las europeas en particular, basta echar una mirada a lo que hoy mismo está sucediendo en el mundo del trabajo, más concretamente, en las relaciones laborales en tiempos de crisis. Si damos por descontado que el principal saldo negativo de la recesión internacional es el aumento del desempleo y, con él, la disminución de la calidad de vida de las familias, también es evidente que, aunque las causas de la crisis sean la mismas, los modos de afrontarla podrían diferir de país a país según en ellos existan o no sistemas de seguridad social, mecanismos de protección universales capaces de frenar sus efectos más destructivos sobre los asalariados.

En general, la crisis agudiza la inequidad, multiplica la pobreza y libera nuevas fuerzas, destruyendo parte de la riqueza acumulada en el pasado. Vista en su conjunto, la solución capitalista orquestada por los grandes centros financieros, no obstante las lecciones derivadas de la situación actual, omite una rectificación de fondo en las desgastadas líneas del catecismo neoliberal. En rigor, por eso se canta en París, Madrid o México la misma tonada acerca de la austeridad y el déficit, o se promueven idénticas reformas estructurales en materia laboral. En consecuencia, la situación empeora, ahondándose la desigualdad en la sociedad.

Allí donde sobreviven las instituciones del estado de bienestar, la principal resistencia a las medidas impuestas por las agencias supranacionales proviene de los sindicatos en defensa de sus derechos, con lo cual se protegen, a querer o no, también los de la ciudadanía entera, lanzada por la crisis a la más feroz competencia por la sobrevivencia. Pero las medidas preconizadas a escala global no responden, realmente, a situaciones específicas porque, en definitiva, están diseñadas para mantener la salud global de un sistema del que sólo se benefician las poderosas minorías que, en definitiva, cargan con la responsabilidad teórica y práctica de fomentar un modelo esencialmente injusto e ineficiente.

El resultado es el intento de de crear un mercado de trabajo sin interferencias proteccionistas, es decir, reduciendo a su mínima expresión los derechos alcanzados por los trabajadores en las etapas precedentes. La precarización absoluta de las condiciones de trabajo a escala universal se presenta como la gran fórmula para hacer despegar la productividad y recuperar el crecimiento. Pero es obvio, como ocurre hoy en España, que la reforma laboral presentada por el gobierno –y aprobada en el Congreso– no es una vía para la recuperación del empleo perdido dramáticamente en los años de crisis, sino el mecanismo ad hoc para abaratar el despido, asestándole un golpe seco al corazón mismo del diálogo social. Bajo la protesta en curso contra la reforma laboral, la reducción de la edad de jubilación y la prevista revisión de las pensiones, está la disputa entre quienes adoptan la estrategia conocida y fracasada y aquellos que creen posible una opción que no descargue en los más débiles la solución de la crisis. Es un dilema político que cada quien asumirá partiendo de sus fortalezas y debilidades. El éxito de la huelga general en el país peninsular, más allá de las campañas de desinformación bien concertadas, ilustra hasta qué punto la necesidad de buscar alternativas es ya una prioridad política incontestable para las fuerzas progresistas del orbe.

Sin embargo, pensando en nuestras particularidades nacionales, hay todavía una diferencia importante que también está vinculada al desarrollo y a la seriedad de la democracia: la presencia real (y por supuesto legal) de un sindicalismo actuante cuyos derechos no están sujetos a la voluntad del poder o al capricho de las empresas dominantes. Se podrá debatir la actualidad de sus soluciones o protestas, pero a nadie sorprende que en Francia se realicen sucesivas huelgas generales para revertir las decisiones del gobierno nacional o las disposiciones europeas que lesionan derechos colectivos. En México nada de eso es imaginable sin que antes se produzca un gran terremoto en el campo sindical. Crisis van y vienen y, excepción hecha de los sindicatos independientes que han planteado un programa coherente, lo cierto es que la minoría que admistra y gobierna el país se ve favorecida por la ausencia de un sindicalismo crítico, clasista, racional y socialmente responsable. Durante décadas los presidentes han hecho y deshecho a su antojo (y de sus sostenedores) la política económica sin recibir a cambio la respuesta necesaria de los trabajadores organizados, sujetos a la tutela de un sindicalismo decadente, fantasmal, desfasado que, sin embargo, resulta funcional dado el orden piramidal del poder, las complicidades interclasistas e interpartidistas y la mezquidad histórica del empresariado local. Hay, sí, muchas quejas provenientes de los círculos oficialistas contra el monopolio sindical, pero si se rasca un poco la superficie se verá que el tema de fondo en este caso no es tanto la democracia sindical como la intención de erosionar el principio nacionalizador que aún pervive en la denuncia de la corrupción (que es una realidad en Pemex y su sindicato) y tiene el no tan noble objetivo de atacar al sindicalismo en general en la perspectiva de las políticas privatizadoras que este gobierno no abandona.

Si de verdad se pretendiera fortalecer a los sindicatos, el gobierno, sus aliados en los medios y cierta intelectualidad que presume de liberal, habrían dirigido sus baterías al antidemocrático sindicato de la CFE (el innombrable SUTERM, que aplastó la autonomía sindical para servir al régimen en la privatización silenciosa de la energía e industria eléctrica) o al SNTE, cuyo papel en el atraso educativo del país es un hecho sabido y reconocido por propios y extraños. Más bien, la obsesión es, reitero, desnaturalizar por completo al sindicalismo. Esa es, en definitiva, la estrategia de Felipe Calderón, en cuyo nombre habla el secretario Lozano cuyas fobias –reiteradas en el caso del SME y el sindicato minero– ya merecerían un serio análisis sicológico.

A estas alturas, visto lo visto en México y en el mundo, se puede colegir que aquí la democracia está atrofiada por la mutilación histórica de uno de sus potenciales actores: las organizaciones sociales protegidas por la ley, entre ellas los sindicatos, cuya voz apenas si se escucha en tiempos de crisis. Hay quienes creen, por cierto, que este es un asunto de modas y que el impulso hacia el sindicalismo está muerto. Pero nada puede ser más falso. Hay que leer en estas mismas páginas los artículos de Arturo Alcalde (con las aberrantes reacciones que provoca) y Néstor de Buen, para darle dimensión al atraso que en términos legales, políticos y morales nos impone la existencia de ese sindicalismo de mentiras.

La ausencia de organizaciones sociales auténticas, representativas de los intereses legales e históricos de los trabajadores es la principal falla estructural en la configuración de una ciudadanía democrática, vigilante de sus derechos. Es esa terrible omisión la que castra el desarrollo político de generaciones de mexicanos.

Fuente: La jornada

martes, enero 26, 2010

La ultraderecha y sus patadas de ahogado...

Si se consuma la fusión de Telmex y Telmex Internacional con América Movil, la nueva acción significaría en volumen el 27.7 por ciento de las operaciones de la Bolsa Mexicana de Valores… Sería la 158 empresa más grande del mundo, pero la 29 con más utilidades… ¿Autorizará la Comisión Federal de Competencia la fusión? ¿Impondrá el gobierno calderonista un alto a lo que podría convertirse en un poderoso gigante de las telecomunicaciones?
Conoce…EL DESAFÍO DE SLIM
Son como el agua y el aceite. Uno no reconoce al otro, y a veces hasta uno le llama “espurio” al otro. Aun así, PAN y PRD parecen estar dispuestos a unirse. Si esta alianza se consuma, ¿rendirá frutos? Hay quienes dicen que los partidos están enfrentando a su propia naturaleza.

El desempleo que provocó la Gran Recesión que inició en 2008 ha causado estragos en los países emergentes y en desarrollo. Por desgracia, varios millones de personas continuarán sin trabajo a pesar de la mejora relativa de la economía global.

Las negociaciones de un acuerdo multilateral que pretende combatir la piratería podría cambiar la manera en que se utiliza la Red. Mientras unos quieren impedir la violación de los derechos de propiedad intelectual, otros ven amenazadas las libertades civiles elementales asociadas a Internet. Y la más importante es la privacidad.
Hasta ahora, las pláticas en torno a este acuerdo se han realizado a puerta cerrada, en secrecía, sin transparencia. Sobre la mesa solo están los argumentos e intereses de una de las partes involucradas. La voz de los usuarios/consumidores ha sido relegada.
¿Qué es ACTA?
En 2007, presionados por la industria de los derechos de autor, Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Suiza y Japón dieron a conocer en forma conjunta el inicio de las negociaciones del Acuerdo Comercial Antifalsificación, conocido como ACTA por sus siglas en inglés.
Según un documento que dio a conocer la UE, el objetivo del ACTA (Anti-Counterfeiting Trade Agreement) es “establecer normas internacionales para la aplicación de los derechos de propiedad intelectual a fin de combatir más eficazmente el creciente problema de la falsificación y la piratería”.
El convenio comprende la “cooperación internacional”, nuevas “prácticas de control” y un “marco legal” para combatir la proliferación de infracciones a la propiedad intelectual.
A esta serie de negociaciones se han sumado Australia, Canadá, Corea, Marruecos, Nueva Zelanda, Singapur y México, país sede de la Séptima Ronda de Negociaciones que se llevará a cabo del 26 al 29 de enero en Guadalajara.
El ACTA se compone de seis capítulos, pero el que ha causado más controversia y debate es el referente a la "Ejecución de los derechos de la propiedad intelectual en los medios digitales". Y esto tiene que ver con la creación de un "Marco legal sobre la observancia de los derechos de propiedad intelectual" en Internet.
El problema
La comercialización de productos piratas o falsificados es una amenaza permanente para la propiedad intelectual.
Esfuerzos bilaterales y multilaterales para erradicar la piratería se han negociado como parte de acuerdos comerciales y de seguridad entre países.
El esfuerzo multilateral más reciente es el ACTA, y los gobiernos involucrados están siendo presionados por los grandes corporativos de la industria del copyright para combatir la falsificación y venta de sus productos, que incluyen desde cosméticos hasta música y películas.
Según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el comercio internacional de productos pirata genera 215 mil millones de dólares anuales. Tan solo en la UE, en 2007 fueron incautados 79 millones de artículos pirata en las fronteras de los países miembros.


La tierra comenzó a sacudirse a las 4 con 53 minutos de la tarde, hora de Haití. Era el martes 12 de enero. El epicentro del terremoto de 7 grados en la Escala Richter se ubicó a tan solo 25 kilómetros de Puerto Príncipe, la capital.
La ciudad de Léogâne prácticamente quedó bajo los escombros con 80 ó 90 por ciento de destrucción. En Jacmel, la devastación fue de 50 ó 60 por ciento, y en Gressier y Carrefour de 50 por ciento.
El último gran desastre natural que sacudió a la isla se registró en 1946, cuando un sismo de 8.1 grados en República Dominicana provocó un tsunami que mató a casi 2 mil personas. Pero lo que ocurrió la semana pasada no tiene comparación.
La explicación geológica es que el sismo ocurrió a lo largo de la falla Enriquillo, que va desde la Bahía de Montego, en Jamaica, hasta la parte sur de la isla, que es compartida por Haití y República Dominicana.
La falla había permanecido más de 250 años en una extraña estabilidad, pero se esperaba que ocurriera un temblor en cualquier momento. Lo que no podían prever los geólogos era si la energía se liberaría en intervalos, poco a poco, o en un terremoto intenso, como el que dejó a Haití en estado de desolación.
Y conforme pasan los días, la magnitud del desastre crece por el número de muertos. Ahora se estima que 200 mil personas perdieron la vida, cifra que ubica a este terremoto muy cerca del tsunami asiático que mató a 226 mil personas en 2004.
Por ahora, y si la cantidad oficial de decesos no aumenta, el sismo de Haití es el tercero más devastador de la historia en todo el mundo.
En 1976, murieron en China 242 mil personas debido a un sismo. En 2004, el tsunami asiático mató a 226 mil. En 2010, se estiman 200 mil víctimas mortales en Haití.
En 2008, China sufrió otro terremoto. Ese año, la cifra fue de 88 mil muertos. Y en 2005, Pakistán, India y Afganistán sumaron 75 mil muertes provocadas por un sismo.


PARA VER REPORTE ÍNDIGO AQUI.

sábado, diciembre 05, 2009

La crisis y las respuestas

Olga Pellicer

La opinión externa sobre lo que ocurre en México es desalentadora. Desde los resultados de la encuesta de Transparencia Internacional sobre las percepciones de la corrupción en México, hasta las proyecciones de la OCDE sobre qué tan profunda es la recesión económica y cuándo saldremos de ella, las noticias son malas. Para no dejar dudas, la agencia Fitch Ratings acaba de bajar la calificación de la deuda mexicana expresando, entre otras cosas, dudas sobre la salud fiscal y el potencial de crecimiento de la economía mexicana, dado lo limitado de las reformas estructurales y el descenso en la producción petrolera.

Los datos más abrumadores, porque reflejan mejor que otros el agravamiento de los problemas sociales, son los relativos a la pobreza. El estudio de la Cepal sobre el Panorama Social en América Latina 2009 nos informa que “las nuevas cifras disponibles para el año 2008 reflejan una evolución positiva de la pobreza respecto al 2007 (...) El único país en que se registró un empeoramiento de la pobreza fue México, cuyo incremento de 3.1 puntos entre 2006 y 2008 refleja los primeros efectos de la crisis económica”.En contrapartida, y para hacernos sentir que las crisis no pegan parejo, los brasileños andan cada día más contentos. La revista The Economist ha dedicado su portada a celebrar a Brasil, “la gran historia de éxito de América Latina”. Dentro de los logros más convincentes anotan el comportamiento de empresas públicas y privadas, como Petrobras, el gigante minero Vale y la constructora de equipo de aviación Embaer. Dentro de las privadas, se menciona a los productores de acero Gerdau o JBS, pronto el productor de carnes más grande del mundo. Todos ellos contribuyen a las proyecciones de un crecimiento económico de 6% en este año de crisis.Los mexicanos querríamos tener mejores noticias; más aún, querríamos sentir que los gobernantes son conscientes de la magnitud de los problemas, que no escamotean los datos y que se han preparado para poner en pie un magno plan para enfrentar la caída económica más grave desde 1995. Pero eso es justamente lo que no ocurre.Las reacciones gubernamentales ante el difícil comportamiento de la economía y el empeoramiento de los problemas sociales se caracterizan por ser erráticas y superficiales. Tan pronto se celebra que ya estamos en la recuperación (cuando en realidad se trata de una disminución en la velocidad de la caída), como se recomiendan cambios “que tengan la intensidad de una revolución”. Tan pronto se enumera un decálogo de cambios profundos, como se envía un paquete fiscal que contiene todos los defectos de años anteriores.Las críticas de premios Nobel de economía sobre los desaciertos de las medidas económicas adoptadas son descartadas apresuradamente y con mal gusto. No puede verse de otra manera el comentario de un secretario de Estado que atribuye ignorancia a Stiglitz y le recomienda “que lea más sobre México”.Desde comienzos de año advertimos un gran defecto en la actitud del jefe del Ejecutivo. Felipe Calderón se comporta como si, independientemente de los datos duros, lo importante fuera transmitir optimismo o irritación, según el caso. Cuando a comienzos de año aseguró en Davos que la economía mexicana no resultaría tan afectada por la crisis económica, lo hacía convencido de que sus palabras tranquilizarían a inversionistas y financieros. Cuando declaró que era imperativo realizar cambios profundos, creía que con ello ya era suficiente para enderezar el rumbo. Que la realidad no se comporte de acuerdo a sus declaraciones es algo que no interesa; quizá porque piensa que, si él lo dice, así será.Lo que se ha logrado, de verdad, es infundir una enorme desconfianza sobre el manejo del país. El temor ante lo que pueda ocurrir los próximos años se ha generalizado, y las especulaciones sobre las consecuencias del malestar social son cada día más comunes. Preocupa, en particular, la situación de los jóvenes, cuyas opciones en el terreno de la educación o el empleo son notoriamente limitadas.Ante tal situación, la responsabilidad frente a las dificultades del país recae en la sociedad y su capacidad para buscar alternativas que orienten el futuro. Encuentro particularmente alentador que se estén produciendo diagnósticos y propuestas provenientes de grupos diversos. Un ejemplo sería el muy comentado documento México frente a la crisis: hacia un nuevo curso de desarrollo, producido desde la UNAM; otro, el artículo aparecido en el último número de Nexos con el título Un futuro para México, escrito por Jorge Castañeda y Héctor Aguilar Camín; finalmente, la propuesta La reforma del Estado, elaborada por el IIJ de la UNAM.Esos documentos contienen afirmaciones discutibles y hay omisiones que se requiere remediar; sin duda ameritan ser discutidas con amplitud. Lo importante es abrir el debate, movilizar a la ciudadanía e invitar a repensar el funcionamiento del Estado y las políticas públicas para que puedan imprimir un rumbo más promisorio a la vida del país.El año entrante, además de ser el bicentenario, será el año en que mayormente se resientan las consecuencias sociales de la crisis económica. Se combinarán situaciones difíciles con incapacidad y contradicciones de la dirigencia política. Urge, entonces, mayor compromiso de la sociedad para contribuir a recuperar la confianza en el México del próximo decenio. Hacer buenos diagnósticos, buscar en la experiencia de otros países, imaginar el camino para alentar los acuerdos políticos, investigar, denunciar, analizar. Desde nuestro espacio, esa es la única respuesta posible ante la crisis, la respuesta con la que debemos comprometernos.
Fuente: Proceso

viernes, noviembre 27, 2009

Más deuda para que paguen mexicanos

México SA
*Crédito del Banco Mundial al gobierno
*Más deuda para que paguen mexicanos

Apenas tres días atrás el Banco Mundial aprobó un crédito por mil 504 millones de dólares para el gobierno calderonista, dineros que oficialmente utilizaría para apoyar políticas económicas que mitiguen el impacto de la crisis y fortalecer las bases, a mediano plazo, para una recuperación y un crecimiento sostenible”. De ese monto, 34 por ciento se canalizaría al sector financiero, 33 por ciento a la administración pública y una proporción igual al sector industrial y a la integración comercial. Para celebrar el acontecimiento, el secretario Carstens destacó que “México mantiene un diálogo activo con esa institución multilateral, que comprende el intercambio de experiencias y asistencia técnica en áreas esenciales del marco institucional. Las mejoras institucionales han permitido la aplicación de políticas contracíclicas y macroeconómicas que contribuyan a la recuperación y el crecimiento sostenible de la economía”.
Miel sobre hojuelas, en apariencia, porque todo indica que el Banco Mundial no coincide con la festiva versión del inquilino de Los Pinos, de que “la recesión llegó a su fin” en el caso mexicano. La lectura real sobre la crisis económica en el país y los riesgos que enfrenta México no forman parte de los azucarados comunicados oficiales divulgados días atrás, que anunciaban la referida aprobación crediticia, pero sí del documento de evaluación elaborado por el propio organismo financiero multilateral (Reporte AB5168).
El gobierno calderonista contará con un crédito por mil 504 millones de dólares, aunque en la óptica del Banco Mundial las perspectivas del país no son tan gratas como las divulgadas en el discurso oficial. Así, el organismo financiero advierte (no sin antes subrayar que “todos los indicadores se han discutido con el gobierno durante la evaluación del programa crediticio”) sobre “el riesgo de una posible débil recuperación de la crisis económica, así como de una “doble caída” (tras una eventual recesión en W en Estados Unidos, el principal mercado para México) que podría conducir a un segundo año de mediocre desempeño económico y de reducidos ingresos del sector público. Los resultados fiscales pueden estar en peligro, y (por lo tanto) la situación será difícil para que el gobierno mantenga los niveles de gasto destinado a los principales programas sociales y de infraestructura. Un factor atenuante es que el historial fiscal de México asegura un buen acceso a los mercados financieros con una calificación crediticia dos escalones por encima del grado de inversión grado”, aunque en los hechos una de las principales calificadoras internacionales, Fitch, recién redujo tal calificación.
También advierte sobre la posibilidad de que “los esfuerzos por mejorar el flujo de crédito a través del sistema financiero podrían verse superados por acontecimientos negativos, como una recuperación económica mucho más débil (como actualmente se prevé). El sistema financiero se mantiene sólido, pero una segunda ronda de desarrollo económico negativo inevitablemente podría dar lugar a aumentos adicionales en el índice de morosidad y limitar aún más el alcance bancario en el otorgamiento de crédito. Los factores atenuantes incluyen la condición inicial fuerte del sistema financiero, el alcance de la intermediación financiera adicional por los bancos de desarrollo del país, y la fuerte la credibilidad del Banco de México en la conducción de la política monetaria”.
Por lo que toca a la generación de empleo, el Banco Mundial advierte que las condiciones del mercado laboral mexicano “podrían continuar deteriorándose, incluso durante una incipiente recuperación económica. El gobierno podría tener que ampliar o mejorar las medidas de apoyo, a fin de mitigar el impacto social y económico de ese deterioro. Estas acciones podrían hacer frente a las limitaciones fiscales, particularmente en caso de presentarse una doble recesión. Un atenuante podría ser una mejor selección, evaluación y coordinación en la aplicación de los programas sociales gubernamentales, así como los avances en la gestión y reasignación del gasto”.
Además, indica que “un riesgo para esta operación es una modificación sustancial, por parte del Congreso, del paquete económico y el presupuesto de egresos propuesto por la administración (calderonista)… El presupuesto final que se aprobó en última instancia podría representar un empeoramiento inesperado de la posición fiscal en 2010”. De cualquier suerte, destaca la necesidad de “mejorar la estructura” del ingreso público y reducir la dependencia, “ampliamente reconocida”, de las arcas petroleras, amén de que existe la posibilidad de que el Ejecutivo ponga en práctica “políticas alternativas bajo su control, si es necesario”.
La supuesta miel sobre hojuelas y la “confianza” que el organismo financiero dice tener en el gobierno calderonista desaparecen cuando el propio Banco Mundial impone su condición y deja en claro que “supervisará la aplicación y resultados (del crédito) más allá de 2010”, es decir, meterá las narices en “cuatro áreas de política: fiscal y gestión del gasto público; sector financiero (es de suponer que el correspondiente al aparato gubernamental, no al privado); mercado de trabajo e integración comercial”. Así, subraya, “el préstamo apoyaría al gobierno central en la implementación de la política económica durante la recesión”, así como en “las políticas comerciales” y “sentar las bases para un crecimiento económico renovado”.
En vía de mientras, el gobierno calderonista ya cuenta con su crédito de mil 504 millones de dólares, autorizado por el organismo financiero multilateral; el pueblo de México con una deuda adicional que pagar y el Banco Mundial con un juguete al que le revisará hasta los tornillos.
Las rebanadas del pastel
Algunos entusiastas del sector privado celebran que el tipo de cambio peso-dólar “muestra una posición ganadora” y se encuentre “en su mejor nivel”, pues reporta una cotización ligeramente inferior a 13 unidades por billete verde. ¡Felicidades!, pero resulta que antes del “catarrito” dicho tipo de cambio rondaba los 10.5 pesos por dólar, de tal suerte que el “mejor momento” de nuestra devaluada moneda brilla por su ausencia.
cfvmexico_sa@hotmail.com - mexicosa@infinitum.com.mx

sábado, noviembre 07, 2009

Por decreto, fin de la recesión

México SA
*Por decreto, fin de la recesión
*Subirá el costo de la deuda de los países en desarrollo

Nadie sabe con base en qué decretó el fin de la recesión económica en el país”, ni de dónde sacó que en el tercer trimestre de 2009 la economía nacional “creció 2.7 por ciento”, pero el hecho es que el inquilino de Los Pinos se animó a decirlo en público y a dar por hecho que la “crisis externa” llegó a su fin. Tal vez le leyeron las cartas a Calderón, o éste consultó su destartalada bola de cristal –la misma que le notificó sobre el advenimiento del “catarrito”–, pero cualquier aseveración de esa naturaleza tendría que considerar el hecho de que en 2009 México destaca por ser el país latinoamericano que reportará, por mucho, el peor comportamiento económico regional, y que el desplome de su producto interno bruto será tres veces mayor al del promedio de América Latina, de acuerdo con diversos organismos internacionales.
Hasta ahora, el inquilino de Los Pinos no ha dado una en materia de pronósticos económicos, de allí que su nuevo descubrimiento sólo provoque suspicacia. De cualquier suerte, si lo dicho por Calderón resulta correcto no habría qué celebrar, pues sólo implicaría que el nivel del agua bajó unos cuantos milímetros, pero se mantiene por arriba del cuello.
En vía de mientras, hay que considerar lo que organismos como el Fondo Monetario Internacional advierten sobre el no muy grato futuro para México, en particular, y América Latina, en general: “se prevé que el crecimiento medio de la región se reactive gradualmente en 2011-2013. Sin embargo, no se vaticina que el crecimiento retorne a los altos niveles de 2004-2007. Se pronostica que el proceso de cierre de las brechas del producto no entrañará un periodo de crecimiento rápido. El escenario supone que el crecimiento del producto potencial de América Latina y el Caribe en los próximos cinco años será un poco inferior al de los años previos a la crisis”.
El FMI subraya que “las secuelas de la crisis internacional se harán sentir en la región” y que el crecimiento del producto potencial durante el próximo quinquenio “será algo más lento que en los años previos a la crisis. La pérdida será más pronunciada en Estados Unidos y otras economías avanzadas, pero también se registrará en América Latina y el Caribe. A mediano plazo, las políticas de la región tendrán que ajustarse a este nuevo ambiente de expansión más suave. Como el ingreso público crecerá con más lentitud, habrá que reconstituir los amortiguadores fiscales, fijar prioridades para el gasto público y estimular el crecimiento tendencial y la lucha contra la pobreza en medio de un clima económico menos propicio”.
El momento en que se produzca la recuperación y el rumbo de la misma “variarán entre las economías de la región, dependiendo de la naturaleza de las vinculaciones internacionales”, de tal suerte que la reactivación “será tímida en muchos países” que dependen del ingreso generado por las remesas de trabajadores y el turismo, ya que esos flujos están vinculados a condiciones de empleo aún débiles en Estados Unidos y otras economías avanzadas.
Si bien todos los países latinoamericanos sintieron el impacto de la menor demanda externa, el efecto de la crisis sobre las exportaciones de materias primas fue fundamentalmente distinto al efecto sobre las de bienes manufacturados. En el caso de las manufacturas, la merma de la demanda externa se sintió en la disminución de los volúmenes, lo que afectó especialmente a México y a los países que participan en el acuerdo de libre comercio que Estados Unidos suscribió con América Central y la República Dominicana. En tanto, la disminución en el valor de las exportaciones de materias primas, se debió principalmente al descenso de los precios de estos productos. Dicha reducción afectó principalmente a los países exportadores de materias primas con fuertes vínculos financieros.
Es de esperarse que los ingresos derivados del turismo sigan siendo afectados por las mayores tasas de ahorro privado que se prevén para Estados Unidos y otras economías avanzadas, aun después de que se recupere el empleo en estos países. Las remesas también dependen de las condiciones de empleo en las economías avanzadas, por lo que sus perspectivas tampoco son favorables. Estas han seguido disminuyendo, afectando especialmente a los países importadores de materias primas, sobre todo a los de América Central. La reducción de la actividad de la construcción y el continuo aumento del desempleo de los hispanos en Estados Unidos son los factores que han determinado esta disminución.
Además de su impacto en los precios de las materias primas y en el crecimiento de otros países, la desaceleración estadunidense incidió de forma directa y significativa en variables clave para América Latina y el Caribe. “El fuerte desempleo y el colapso del mercado de la vivienda han tenido repercusiones para los trabajadores latinoamericanos en Estados Unidos, observándose tasas de desempleo de 16 por ciento en el sector de la construcción y de alrededor de 13 por ciento entre los trabajadores de origen hispano, que en ambos casos equivalen a incrementos de más de 7 puntos porcentuales con respecto al promedio de 2007. El descenso pronunciado de la actividad en el sector de la construcción ha ido en paralelo con una merma de las remesas de trabajadores enviadas a México en particular, en tanto que las condiciones generales débiles del empleo han hecho que se reduzcan las remesas a otros países de la región. Además, el gasto de consumo personal siguió disminuyendo en el segundo trimestre en cifras anualizadas, frenando las importaciones hacia Estados Unidos provenientes del sur de su frontera”.
Las condiciones financieras más restrictivas en Estados Unidos “se reflejarán a su vez en condiciones más restrictivas para los países que obtienen préstamos de las instituciones financieras estadunidenses, por lo que se espera un bajo crecimiento del crédito bancario transfronterizo en los próximos años. El legado fiscal de la crisis, con el aumento de los niveles de deuda pública en Estados Unidos y otras economías importantes, pueden presionar al alza los costos de endeudamiento a mediano plazo para los países de mercados emergentes, en especial para los valores públicos que son sustitutos más cercanos a la deuda pública de Estados Unidos”.
Las rebanadas del pastel
Qué bueno, pues, que en México la recesión concluyó… Mi agradecimiento a los integrantes del Círculo de Estudios Coapa por su generosa recepción el pasado jueves… Y un enorme beso para mi amado Adrián, por sus 21.
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¿Recesión o requesón?


Indice Político

¡QUE SUENEN LAS fanfarrias! Por decreto, el ocupante de Los Pinos ha declarado el fin de la recesión económica. ¿Quiere decir esto que ha aumentado la producción de bienes y servicios? ¿Que el consumo se ha incrementado y que hoy se venden como pan caliente automóviles y viviendas? ¿Que los desempleados han vuelto a encontrar un salario remunerador a cambio del alquiler de su fuerza de trabajo? No, obviamente.

La mente del señor Felipe Calderón es prodigiosa. Posee la capacidad de crear escenarios fantásticos o bien del todo fantasiosos. “Catarritos” económicos, cuando el país está tendido en una camilla de la sala de urgencias demandando una intervención quirúrgica a cargo de manos expertas. “Fin de la recesión”, cuando la nación toda está sumida en una depresión ya no sólo de liquidez, incluso emocional.Pero demos por buena la inventiva política del michoacano. Hagámosle creer que, otra vez, nos dora la píldora o que, sin siquiera chistar, nos tragamos fácilmente sus palabras.Preguntémosle entonces ¿qué ha hecho su requetefallida Administración para ayudar al país a salir de la recesión? ¿Cuál de sus programas anticíclicos fue el atinado? ¿Acaso aquél de hace poco más de un año que consistía en “congelar” el precio de los tés en bolsita, al que tanta propaganda hicieran los plumíferos de siempre? ¿A lo mejor el de la deschatarrización vehicular, a cambio del equivalente a mil chinchurrientos dólares?Todo lo contrario. Al señor Calderón y al cerrado grupito de funcionarios tóxicos que todavía le aguantan sus berrinches y rabietas –la mayoría está en espera de que le pidan la renuncia, pues ya no soportan la muy comentada “mecha corta”—, todo se les ha ido en hablar y sólo hablar. También en estorbar. Incluso hasta en contribuir al caos que, pese a lo apenas declarado, aún se vive aquí.Por rencores personales, por ejemplo, mantienen acorralado al principal inversionista mexicano, Carlos Slim, quien desde el más reciente febrero –justo después de sus pronósticos realistas, que provocaron la ira de Calderón— no ha levantado una sola torre de su vasta red de telefonía celular. Si ha concretado algunos nuevos negocios, tal es porque estaban en vías de cristalizar antes de que fuese injuriado por personajes tan atípicos como el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón. Slim, por eso, se ha ido poco a poco con su música –y su dinero— a otras partes.La pírrica Administración calderonista, además, ha contribuido apenas a engrosar las filas del desempleo, enviando a la calle a decenas de miles de electricistas con la controvertida extinción de Luz y Fuerza.

¿Es por ello que –otra vez fanfarrias— ha terminado la recesión?Creo que lo entendimos mal. Creo que el único que sí lo entendió al momento fue uno de los twitteros más populares de la red mexicana, @elnaquito, quien apenas terminando el partido futbolero de la mañana de este jueves, se fue a “echar unos tlacoyos” para quitarse el mal sabor de boca que le provocara el adverso resultado, y se encontró con la muy desagradable noticia de que “la seño de los tlacoyos le copio la frase al Calderón... dice que ya no hay requesón”.Y no. No hay.

Índice Flamígero: Dice don Emilio Treviño, con respecto al escuadronero edil en Nuevo León, Mauricio Fernández, “creo que pocos analistas han señalado la gravedad por la actuación abierta de un Estado criminal sin caretas. Y creo que nadie ha exigido (como deberíamos) la destitución y el encarcelamiento de Mauricio Fernández por organizar y ordenar asesinatos. ¿Qué nos está sucediendo? Es común que un criminal delinca, ¿pero… la “autoridad” delinquiendo? Mauricio Fernández representa al Estado. Y cuando un Estado se convierte en criminal no tiene razón de ser. Y a un Estado criminal vamos llegando con ese presidente municipal asesino. Ese señor tiene que ser encarcelado por ordenar homicidios. Es un criminal. ¿Por qué nadie lo llama así? Es un asesino, es un delincuente. Está organizando grupos criminales para organizar asesinatos. No hay ninguna diferencia entre él y los criminales a los que dice perseguir. Me extraña porqué en la prensa nadie se refiera a Mauricio Fernández como lo que es: un asesino, un criminal. Y un criminal confeso. En una sociedad civilizada, ya se habría destituido al funcionario que confiesa organizar escuadrones de la muerte. Tenemos el caso español de los “Gal”, constituidos para cazar etarras. Criminales en el poder como Mauricio Fernández han empezado a eliminar a supuestos secuestradores. Después irán por los disidentes políticos. Ante esa amenaza, los disidentes se prevendrán y acudirán a la autodefensa por la fuerza, ¿o qué? ¿No los están obligando a ello?”

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martes, agosto 25, 2009

EL TABLERO DEL DERROCHE


A 10 días de que se renueve la Cámara de Diputados, las circunstancias políticas, económicas y sociales colocan a ese órgano legislativo como el epicentro estratégico para fabricar en los próximos tres años un camino hacia Los Pinos.

Esa fue la cantidad por la que un antiguo chofer señaló a Yolanda Cevallos Coppel como una potencial víctima de secuestro. Conoce la confesión del hombre que jugó un papel clave en el caso Coppel.

La devolución de 827 mil 633 pesos al Congreso de la Unión de parte del diputado Gerardo Priego puso en evidencia un gran derroche de recursos. Y eso sin que nadie les exija cuentas.


ELECCIÓN IMPUGNADA
La disputa por Sonora

Mientras el candidato de la Alianza del PRI, PVEM y PANAL alega que no pudieron transmitir el mensaje, los panistas declaran que buscan “agandallar” los comicios. La última palabra la tendrá el Tribunal Federal Electoral.



Relevo en la CNDH
El orador mudo
José Luis Soberanes ya se va. Su legado es dejar la figura de ombudsman como un personaje decorativo que emite recomendaciones, pero no se asegura de que se haga justicia.



La construcción de la Presa Picachos en Sinaloa va a beneficiar a la mayoría de la población. Lo malo es que la comunidad que está alrededor del embalse no ha recibido lo que el gobierno prometió. Ahora los vecinos viven en casas que se inundan.

No hay razones para pensar que nuestra moneda se va a revaluar en lo que resta del año. Y la razón es muy simple: la economía mexicana no ha dado señal alguna de recuperación.

El shock económico en Japón, provoco un crecimiento de 0.9 por ciento. En Francia y Alemania, el crecimiento fue de 0.3 por ciento. En México, el otro shock económico lejos de revivirnos, nos ha paralizado.

Escuadrones de la muerte de Irak se han dedicado a eliminar selectivamente a hombres por el solo hecho de manifestar conductas homosexuales.
PARA VER REPORTE ÍNDIGO AQUI.

lunes, agosto 24, 2009

Gobierno Paralizado o Gobierno de Paralizados...


Al gobierno de Felipe Calderón le falta visión de largo plazo y capacidad para hacer ajustes al modelo económico cuando las circunstancias lo requieren. El temor y la indecisión lo tienen paralizado y no sigue el ejemplo de países que, como Estados Unidos y China, se han volcado a fortalecer su mercado interno y su infraestructura con el fin de lograr la recuperación. Para el investigador Mauricio de Maria y Campos la economía se desliza en un tobogán y añade: “Urge un cambio de timón, pero ya. No hay tiempo para actuar con lentitud y con miedos”.El espectacular tijeretazo de 85 mil millones de pesos que se dará al gasto público este año –un ajuste que no se veía desde tiempos de Miguel de la Madrid–, y que incluye recortes a los programas contracícliclos, sobre todo la cancelación de obras de infraestructura, con los que se pretendía contrarrestar los efectos de la crisis internacional, no es sino la expresión del “miedo paralizante” que invade al gobierno federal y de su “incapacidad para maniobrar en momentos complicados”.

El gobierno del presidente Felipe Calderón ha actuado “con lentitud y timidez” ante la crisis, dice Mauricio de Maria y Campos, quien fue subsecretario de Fomento Industrial en aquel gobierno y que tiempo después, como ningún otro latinoamericano, sería director general en la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi), cargo que dejó en 1997.El actual director del Instituto de Investigaciones sobre Desarrollo Sustentable y Equidad Social de la Universidad Iberoamericana (IIDSES) afirma, en entrevista con este semanario, que el gobierno federal “no escucha” ni ve la “actitud firme y decidida” de otros países para salir del bache.Y ahí están las consecuencias: mientras el mundo se recupera –muchos países han frenado la caída de su economía; muchos, también, han empezado a crecer–, en México la economía sigue en el tobogán: durante el segundo trimestre del año el Producto Interno Bruto se desplomó un 10.3%, que es no sólo la caída trimestral más dramática de la historia económica reciente del país sino, también, la más pronunciada en el mundo, apenas superada por la baja de 10.9% de la economía de Rusia.Cuando De Maria y Campos dice que el gobierno no escucha se refiere, entre otras cosas, a que en diversos foros públicos que recientemente se han hecho sobre la crisis, ha habido propuestas y recomendaciones dignas de tomarse en cuenta.Menciona, entre otros, el foro senatorial denominado México ante la crisis, ¿qué hacer para crecer?, en marzo pasado, en el que participaron, por ejemplo, Carlos Slim, el expresidente chileno Ricardo Lagos y el expremier italiano Romano Prodi.El empresario mexicano acaparó reflectores luego de hacer un pronóstico, que el gobierno calificó de “catastrofista” –el desempleo será brutal; el PIB caerá como nunca, auguró acertadamente–, a partir del cual le recomendó que emprendiera una gran batalla por la infraestructura.Pero más por la vía del mantenimiento de escuelas, hospitales, vialidades, caminos y carreteras, e instalaciones públicas, que por las grandes obras de construcción –sin que dejen de hacerse–, que son más tardadas y se pierden en la maraña de la burocracia y la corrupción. Eso, como fórmula para crear rápidamente empleos, incentivar el consumo, la producción y la actividad económica en general.Pero antes que escucharlo, y hacerle caso, el gobierno emprendió una campaña de críticas y denuestos contra el magnate.A su vez –recuerda el entrevistado–, los exmandatarios Lagos y Prodi coincidieron, en esas reuniones del Senado, en que ante una crisis como la actual hay que actuar con rapidez y decisión, porque cada día que un gobierno se tarde en promover el empleo, a través de programas de rápida ejecución, más difícil le será sacar del bache a la economía.Justo lo que está pasando en México, dice.Pero es más grave, lamenta el exfuncionario, que el gobierno de Felipe Calderón no vea cómo están actuando los demás países. Pone de ejemplo al propio Estados Unidos y a China, cuyos programas contracíclicos sí están funcionando.Plantea: El gobierno estadunidense no se anda por las ramas ni con timideces. Ha canalizado una cantidad impresionante de recursos para invertir en los sectores más dañados por la crisis, a fin de rescatar empresas y darle un impulso espectacular a la infraestructura.“Y qué cosa: En el país del automóvil, o donde éste es todo un símbolo, hasta cultural, están construyendo –como una de las medidas contracíclicas– 10 grandes rutas de trenes rápidos, similares a los portentosos trenes de Francia, España y China. Eso tendrá un efecto dinamizador de la economía, del sector privado, del consumo. Son proyectos de gran aliento”. Y esto es sólo un ejemplo, dice.“Y los chinos, ¿qué están haciendo? Como Estados Unidos es el principal destino de sus exportaciones –igual que le sucede a México–, se les cayó la demanda; los gringos no les están comprando igual que antes de la crisis, como a nosotros.“Pero no se quedaron con los brazos cruzados: se volcaron más a su mercado interno, con políticas para incentivar el empleo y el consumo. Claro que no saldrán indemnes de la crisis. Pero de 10% que iba a crecer su economía, ‘sólo’ lo hará 8%.“Y en México también habrá un 8% este año, pero no de crecimiento, sino de caída en la actividad económica”, puntualiza De Maria, quien es economista por la UNAM y maestro en Desarrollo Económico por la Universidad de Sussex, Inglaterra.

“Son pequeñitos”
El especialista precisa que Estados Unidos, China, Francia, Alemania y, en general, los países que ya se están recuperando –Brasil, inclusive, en América Latina–, lo han podido hacer porque toman decisiones y actúan rápido. “Tienen visión de largo plazo, capacidad de hacerle ajustes al rumbo, al modelo, cuando las circunstancias así lo exigen.“Lamentablemente, aquí ni tenemos visión de largo plazo ni hemos demostrado capacidad para maniobrar en momentos complicados de crisis.”–El gobierno alardea de sus programas contracíclicos, de su efectividad; argumenta que sin éstos la economía estaría peor –se le plantea.–Son pequeñitos, proporcionalmente, frente a los de otros países. Y lo poco que anunciaron ya lo recortaron. El ajuste más fuerte en el segundo recorte anunciado por 50 mil millones de pesos (adicional a los 35 mil millones del primer recorte) será en Comunicaciones y Transportes. ¿No que la infraestructura nos iba a sacar del bache? En efecto, hace 10 días se dio a conocer que del último recorte al gasto público, por 50 mil millones de pesos, casi 13 mil millones –la cuarta parte– se reducirán del presupuesto de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, equivalentes a más de 20% de los 60 mil millones de pesos que tenía como gasto aprobado para 2009.Y el propio titular de la dependencia, Juan Molinar Horcasitas, se encargó de reconocer que se afectarán programas de caminos rurales y planes carreteros, pero también otras obras de infraestructura de todos los tamaños, pues deberán cancelarse muchas licitaciones.Sostiene De Maria y Campos: “Esa es una manera tímida, con estrechez de miras, de enfrentar la crisis. Hay que ver lo que hace Estados Unidos. Ese descomunal gasto contracíclico que está ejerciendo le implicará un déficit histórico de entre 13% y 14% para 2010, que no habían tenido desde la posguerra.“Acá, nosotros seguimos con el dogma del déficit cero, del presupuesto equilibrado. Se nos anuncia que para el próximo año podría haber –si el Congreso acepta– un mayor déficit público, pero moderado y temporal.“Claro, el gobierno de aquel país puede aventurarse a tener un déficit de ese tamaño, que le significará una deuda enorme, espectacular. Pero tiene confianza en solventarla, pues cuenta con una gran capacidad de pago en el futuro, por sus propios ingresos fiscales.”Pero es justo ahí donde el gobierno mexicano se entrampa, expone el entrevistado: “Tiene muy clara la grave vulnerabilidad que hay por el lado de las divisas y de los ingresos fiscales, pero se pasma. Esa conciencia que tiene de las debilidades de las finanzas públicas se ha trocado en un miedo para actuar.“Y no hay peor cosa que un miedo paralizante, como el que está mostrando el gobierno”, remata.De Maria y Campos acaba de concluir la investigación titulada El desarrollo de la industria manufacturera en su encrucijada; entorno macroeconómico, desafíos estructurales y política industrial, en coautoría con los doctores Lilia Domínguez Villalobos, Flor Brown Grossman y Armando Sánchez, todos de la UNAM.El documento, que es el estudio más completo y actualizado acerca de la evolución y actualidad de la industria mexicana –en particular la manufacturera–, será presentado este martes 25 en la Universidad Iberoamericana.En la entrevista, el investigador retoma datos y argumentos de ese estudio, para enfatizar que la crisis que vive el país, con todo y que sea parte de una crisis internacional, “de cualquier manera se iba a dar”.Explica: “El que no tengamos ya la producción petrolera de antes nada tiene que ver con la crisis internacional. El que tengamos un pésimo sistema impositivo, que nos deja la recaudación más baja de entre los países latinoamericanos –no se diga ante los de la OCDE, a la que pertenecemos–, nada tiene que ver con la crisis internacional”.Y abunda: “La crisis económica del país, con todo y que digan que es efecto de la internacional, que no la propiciamos nosotros, en realidad –para hablar en términos económicos– tiene un gran componente nacional. Es un producto netamente mexicano”.En efecto, añade, la actual situación económica del país es el resultado de un largo período de deterioro constante de la dinámica de crecimiento en el país. “En los últimos 25 años ha habido un crecimiento económico muy bajo y volátil. Hasta 1981 crecíamos a tasas superiores a 6.5% del PIB.“Pero desde 1982, cuando la crisis petrolera y la deuda, el crecimiento promedio de la economía no alcanza siquiera 3% al año. Un crecimiento muy mediocre para un país con una economía que por años ha estado entre las 15 más grandes del mundo.“Y esto último es una vergüenza: ese crecimiento pírrico de 3% es más que una abstracción, pues en la realidad significa una total incapacidad para generar empleos suficientes, de calidad y bien remunerados. Cada vez es mayor la incapacidad de la economía para absorber a la Población Económicamente Activa.“El empleo en México lleva más de 25 años en un tobogán. Y la única manera en que, en ese tiempo, ha podido atenuarse el desempleo es con la válvula de escape de la migración y el empleo informal.”

Sin esperanza
En el origen de todos los males que hoy vive la economía y que tienen a millones de mexicanos en la desesperanza, está la incapacidad de los distintos gobiernos para aprovechar los abundantes recursos económicos que hemos tenido, pero sobre todo la incapacidad para pensar en grande, la falta de visión de largo plazo, considera el experto.Dice que todo se ha dilapidado en la coyuntura. No se aprovecharon suficientemente los recursos petroleros; tampoco los ingresos que dejaron la apertura comercial, la explosión exportadora y las privatizaciones de paraestatales.Uno a uno, afirma, los gobiernos fueron acabándose los recursos, sin tener claro un proyecto de país. Acabaron con la industria, sobre todo la manufacturera, y le quitaron el gran motor que impulsó la economía mexicana durante décadas. Y que en el mundo sigue siendo fundamental para el desarrollo de los países, porque es la que más impacta el terreno tecnológico, aumenta la productividad de muchos sectores de la economía y arrastra al conjunto de ésta.Hoy, en México, esa industria apenas significa 17% del PIB, cuando llegó a ser de más de 22% en los años ochenta. “Esa caída, además de brutal, es un retroceso que nos pone en desventaja frente a todos los países. Las manufacturas en Brasil, por ejemplo, aportan más de 20% de su producto; en Indonesia es de 28%; en China, que se ha convertido en el taller industrial del mundo, anda en 35%. Sólo por mencionar algunos países de igual desarrollo”, dice De Maria y Campos.Pero lo más grave es esa falta de visión de los últimos gobiernos mexicanos, de no saber qué queremos para el futuro, para el país, para la sociedad, agrega.Contrasta el entrevistado las experiencias de otros países que en algún tiempo tenían un desarrollo similar al de México o incluso por debajo.Por ejemplo: Cuando China reconoce sus rezagos frente a Occidente y decide, en 1979, reformar su economía y abrirse al mundo, su líder Deng Xiaoping dijo “en 30 años seremos la segunda potencia económica mundial”. Están a un paso.Su fórmula: “Primero, ganas y decisión; es decir, voluntad política; luego, trabajo intenso, ahorro, inversión, educación y tecnología. Nada más un dato para ver el alcance de su decisión: antes de la actual crisis económica, China ya era el segundo productor de autos más grande del mundo, después de Japón”.Otro ejemplo que elige el especialista: Corea del Sur. “En 1981, ese país nos envidiaba nuestros avances en materia petrolera, petroquímica y en infraestructura. Hoy Corea tiene un ingreso per cápita dos veces superior al de México; es una gran potencia industrial y tecnológica, y el quinto productor de automóviles del mundo, con diseño y tecnología propios.“México, en cambio, con todo y el gran crecimiento de sus exportaciones automotrices es apenas el décimo productor mundial de autos, además de que depende fundamentalmente de capital y tecnología extranjeros.Un dato más acerca de Corea: “Sin producción petrolera propia, tiene una de las industrias petroquímicas más fuertes y modernas del mundo”.Para no ir tan lejos, está el ejemplo de Brasil, dice el especialista. “Los brasileños, por años, vinieron a México a aprender de nuestra industria petrolera. Hoy Petrobras, la petrolera brasileña, que también es estatal, es un portento trasnacional, que está en una veintena de países y perfora en profundidades marinas hasta 10 veces más que Pemex.Pero no sólo eso: “Hace 30 años Brasil no tenía la industria aeronáutica que tiene ahora. Hoy cuentan con Embraer, que empezó como empresa estatal, y que es una de las principales fabricantes de aviones de medio alcance en el mundo, con tecnología propia”.Concluye De Maria y Campos: “Por falta de visión estratégica y de voluntad política; por no saber aprovechar nuestros recursos; por no ser pragmáticos y hacer a tiempo los cambios necesarios, por todo eso México se ha quedado chiquito, a la zaga de los países que fueron sus pares.“Urge un cambio de timón, pero ya. No hay tiempo para actuar con lentitud y con miedos.”

domingo, abril 05, 2009

Los Eliot Ness Mexicanos

La diplomacia de Estados Unidos hacia México luce distinta. Unos meses de la nueva administración de Barack Obama bastaron para que los norteamericanos decidieran asumir su factura en la guerra contra los cárteles de la droga.

La comparación que hizo el presidente Barack Obama refleja una visión y un diagnóstico de la problemática que se vive en México. Lo que es cierto es que el país requiere con urgencia una figura “incorruptible” e “intocable”.

El secretario de Seguridad Pública Federal Genaro García Luna naufraga en sus inexplicables finanzas personales. Intenta salir a flote mintiendo sobre el origen del dinero con el que construye su nueva residencia en el fraccionamiento Jardines en la Montaña, cuyo valor ronda los 20 millones de pesos.

Los millones de mexicanos que viven en Estados Unidos han buscado tener representación en el Congreso mexicano, pero se les ha negado. En cambio, en el país vecino han encontrado espacios abiertos para participar en la política.
En entrevista, Germán Trejo, de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos, habla de esta problemática.

La FARSA

Por años, la economía estadounidense fue respetada, incluso admirada. Pero al final, como ha quedado claro en esta crisis, resultó ser un gran espejismo.

La suerte de Irlanda parece haber llegado a su fin. La prosperidad que imperó durante 25 años se está convirtiendo en un recuerdo. Y la recesión podría provocar la caída de otro primer ministro europeo.

Muchos tienen esperanzas en la receta económica de Barack Obama para aminorar los efectos negativos de esta recesión. Sin embargo, no todos opinan igual y creen que queda crisis para rato.

La victoria de Barack Obama inyectó entusiasmo a los liberales de EU. Pero la balanza de los medios se está inclinando hacia el lado conservador.

Se repite la historia con la Selección Nacional, ganar de local y no hacerlo
como visitante. Esta vez en Honduras la situación se tornó grave, fue
humillante la forma de perder. El Tri requiere de un golpe de timón
drástico, que pase de la cabeza, hasta irónicamente, los pies.
PARA VER REPORTE ÍNDIGO AQUI.

¿Guerra sucia, humor negro o premonición?

México SA
*Cambian previsiones del clima tropical al frío europeo
*México vence en peores resultados
*¿Guerra sucia, humor negro o premonición?
El Limosnero (FECAL) y su garrote (Zapatero)

Parece que los aires londinenses sacudieron la deteriorada neurona del gobierno calderonista, pues su terca cuan irreal expectativa sobre la economía mexicana cambió de un día para otro (del tequilero Medellín a la refrescante capital inglesa), pues la Secretaría de Hacienda ya no se aferra a que México registrará este año un crecimiento económico positivo” (Carstens dixit en la ciudad colombiana; ver México SA del pasado 30 de marzo), sino que ahora reconoce, en pleno periplo por la tierra de Isabel) una caída de cuando menos 2.8 por ciento en 2009.
En Medellín, el doctor “catarrito” celebraba, con una “edición exclusiva de 120 botellas” de tequila reposado, la designación de Cancún como la sede de la asamblea 2010 del Banco Interamericano de Desarrollo; en Londres, el crédito del Fondo Monetario Internacional que “blindará” a la “blindada” economía mexicana. El problema es que de una ciudad a otra, de un clima tropical a los fríos europeos, la calculadora del fallido beisbolista reaccionó en sentido contrario: del “México registrará este año un crecimiento económico positivo” pronunciado en el cálido clima colombiano, al México registrará una caída de 2.8 por ciento en 2009.
A ciencia cierta no se sabe si las estimaciones de la Secretaría de Hacienda dependen del clima, el humor o el tequila reposado, pero si nos atenemos a la más reciente de ellas, entregada formalmente el miércoles muy noche a la Cámara de Diputados, el gobierno calderonista se vio en la penosa necesidad de aproximarse a la realidad económica del país y, por ende, reducir, una vez más, su proyección sobre el “crecimiento” en el presente año, dado lo profundo de la crisis, o lo que es lo mismo, lo que todos de tiempo atrás sabían.
Así, del originalmente previsto 3 por ciento de crecimiento económico en 2009, pasó a 1.8 por ciento; de allí a cero por ciento; en Medellín reconsideró y se apresuró a pronosticar un “crecimiento positivo”, para 24 horas después reconocer una caída de cuando menos 2.8 por ciento, no sin antes difundir la nota feliz de que en 2010 “creceremos 2 por ciento” (SHCP: Documento relativo al cumplimiento de las disposiciones contenidas en el artículo 42, fracción I, de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria 2009), aunque no explica cómo.
Con las nuevas proyecciones del doctor “catarrito” y técnicos que lo acompañan, se llega a la siguiente conclusión: la tasa anual promedio de “crecimiento” económico en México sería de un raquítico 0.92 por ciento en cuatro años de calderonismo (2007-2010), la peor, para un periodo igual, desde tiempos del inefable Miguel de la Madrid, cuyo promedio fue -0.25 por ciento. El “logro” del actual inquilino de Los Pinos sólo es equiparable al de Alvaro Obregón (0.98 por ciento) entre 1921 y 1924, es decir, 85 años atrás, cuando el país también estaba en crisis.
Lo anterior, desde luego, en el lejano caso de que se cumplan las idílicas expectativas del gobierno calderonista para 2009 y 2010, porque la cosa pinta mucho peor, pero en cualquiera de los casos con dicho resultado (0.92 por ciento) obvio es que nadie puede “vivir mejor”, como asegura el bombardeo propagandístico del inquilino de Los Pinos.
Para dar un punto de comparación, hay que ver cómo se comportó la economía mexicana en los primeros cuatro años de los seis gobiernos anteriores (todos con devaluación y crisis, y algunos con mega crisis). Va la tasa anual promedio alcanzada por: Vicente Fox, 1.5 por ciento; Ernesto Zedillo, 2.65; Carlos Salinas, 4.26; Miguel de la Madrid, -0.25; José López Portillo, 7.82; y Luis Echeverría, 6.4. De hecho, administraciones como las de Miguel Alemán y Adolfo Ruiz Cortines (con devaluaciones superiores a 50 por ciento en cada una) los resultados para un mismo periodo fueron infinitamente superiores a los de Calderón: 5.72 y 6.41 por ciento, respectivamente.
Entonces, para que Felipe Calderón cumpla con una de sus promesas de campaña (5 por ciento de crecimiento promedio anual durante su sexenio) y con lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 (la misma proporción), la economía mexicana tendría que reportar un incremento del PIB no menor a 15 por ciento en 2011 y una proporción igual en 2012, si es que quiere alcanzar ese 5 por ciento comprometido. Así, sumen la anterior al de por sí grueso inventario de FC de promesas incumplidas.
Mientras él y Carstens celebran el “blindaje” referido, hay noticias que reflejan lo bien que va el modelo económico mexicano: Haití, nuestro sempiterno competidor en lo que se refiere al peor crecimiento económico en América Latina y el Caribe, se aleja peligrosamente de su rival, México, y en este caótico 2009 ocupará el escalón número 13 en el contexto latinoamericano, con 0.5 por ciento de crecimiento.
Así, México resulta el indiscutible vencedor en eso del peor comportamiento regional, al ocupar el escalón 20 de 20 posibles (el último, pues) de acuerdo con la proyección que ayer hizo circular la Cepal. Brasil se estaciona en la penúltima posición, con una caída de uno por ciento, y arriba de él se colocan Costa Rica y Paraguay, con un descenso en sus respectivas economías de 0.5 por ciento. Son los únicos países de la región que reportarán caída en sus economías.
En sentido contrario, sin “blindaje” ni “líneas de crédito”, Panamá reportará un crecimiento de 4 por ciento, ocupando la primera posición latinoamericana; le siguen Perú (3.5 por ciento), Cuba y Bolivia (3) y Uruguay (2.5 por ciento), proporciones que en tiempos de crisis representan un verdadero bombón. Cuatro países reportarán un crecimiento de 1.5 por ciento en 2009: República Dominicana, Honduras, Guatemala y Argentina; uno por ciento Nicaragua y Venezuela; Colombia, Haití y El Salvador, 0.5 por ciento; Ecuador y Chile redondean el panorama, con cero por ciento.
México, pues, con su “blindaje”, su “línea de crédito”, su “sólido” navío de “gran calado” y su “envidiable equipo económico y financiero”, último lugar latinoamericano en crecimiento, o lo que es lo mismo, realidad contra discurso oficial.
Las rebanadas del pastel
Ahora que la propaganda electoral está a la orden del día, no sé por qué viene a la memoria aquel espot panista transmitido por los medios electrónicos a mediados de 2006, el cual advertía (en off una voz de sepulturero): si gana el contrincante, “aumentará la deuda, habrá devaluación y crisis; ¿quién puede salvar a México”... y sonriente aparecía el mismísimo Felipillo. Tres años después, uno se pregunta: ¿esa propaganda blanquiazul fue guerra sucia, humor negro, o premonición?
cfvmexico_sa@hotmail.commexicosa@infinitum.com.mx

G-20 ante el mundo

Acentos
Pablo Gómez

“Hacer todo lo que sea necesario” para recuperar las economías del planeta es el gran acuerdo de los veinte Estados que representan el 80 por ciento de la economía mundial. No es poca cosa que se hayan reunido tan poderosos personajes pero tampoco lo es que la crisis en curso haya golpeado a todos los países.
La conclusión no tiene peso económico más que por cuanto el fortalecimiento del FMI y el Banco Mundial –instituciones formadas para otra época y para otra situación–, lo cual tiene por objeto garantizar que los países con problemas de pago cuenten con dinero suficiente para pagar, es decir, que los pobres no dejen de cubrir sus obligaciones con los ricos mediante nuevos préstamos que algún día tendrán que pagar. México ya lo ha hecho, sin necesidad alguna, al anunciarse que hay en el FMI 45 mil millones de dólares para ser usados si acaso la situación lo hace inevitable, lo cual, por cierto, tranquilizó un poco al mercado cambiario, por ahora.
En cuanto a la cancelación de los paraísos fiscales –demanda de los gobiernos de Francia y Alemania— se espera una regulación, cualquier cosa que tal expresión indique, pero de seguro que van a seguir existiendo. Parece que Brown siguió el texto convenido de “la era del secreto bancario ha terminado”, pero agregó de su cosecha una exageración: “Esto es el principio del fin de los paraísos fiscales”. No es fácil que lo del secreto bancario se lo vayan a tomar muy en serio los financieros de la ciudad londinense, los parlamentarios franceses y los banqueros suizos, para no poner énfasis en los financistas del gobierno mexicano. La verdad es que el capitalismo no puede ser reformado –nunca lo fue— sin movimientos sociales y políticos poderosos, capaces de obligar a los Estados a entrar en negociaciones serias.
En realidad, Obama no logró lo que se propuso: inversión pública en Europa a costa de un mayor déficit público. Pero tampoco México se sintió presionado por el mandatario estadunidense, pues Calderón no ha dicho nada sobre la exigencia de aumentar el gasto gubernamental en infraestructura productiva.
En realidad, es natural que no haya acuerdo sino sólo líneas de entendimiento sobre puntos concretos. La intervención del Estado en la economía no es poca cosa para las derechas de todos los países. Mientras el llamado mercado no puede eludir su responsabilidad en la crisis actual y los grandes excedentes de capital han sido sin duda los generadores principales de la recesión y la bancarrota de bancos, las derechas no quieren que el Estado perturbe el capitalismo, aunque plantean que éste funcione bien. Ah, los paraísos fiscales son el problema, dice Sarkozy, lo que no es cierto en general pero sí lo es en alguna medida.
En cuanto a regular los riesgos, la verdad es que eso sí tendrá que hacerse pero sería una decisión de doble filo, que crearía inspectores tanto sobre los grandes fondos como sobre préstamos a las pequeñas empresas.
Hemos tenido una cumbre llena de fotos y con magros resultados, pero eso ya lo sabía todo mundo, digo, el mundo.
pgomez@milenio.com

sábado, marzo 07, 2009

El gobierno espurio en contubernio con las Afores son los responsables del atraco del siglo

México SA
*De todos los diagnósticos, sólo el de Calderón ve pronto el regreso de las vacas gordas
*Una encuesta del BID y la Felaban señala que la crisis será superada en uno a tres años
Carlos Fernández-Vega

Uno de los mayores temores que provoca la actual crisis económico-financiera es su duración, porque nadie sabe a ciencia cierta qué tanto se extenderá, cuántos años será necesario soportar la precaria situación, hasta dónde llegará la sacudida y el sacrificio ni el costo que tendrá al final de cuentas. A estas alturas del partido el único adivino que le ha puesto fecha final a la zarandeada es el inquilino de Los Pinos, quien asegura –a saber con base en qué– que en el próximo verano a México regresa la temporada de vacas gordas.
Pero más allá del pésimo chiste que Calderón contó el día de la Marina, la mayoría de banqueros que operan en México y el resto de América Latina consideran que la crisis económico-financiera tardará de uno a tres años en superarse en la región, de acuerdo con una encuesta divulgada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban).
El sondeo recabó las opiniones de más de cien ejecutivos de bancos grandes, medianos y pequeños en 19 países latinoamericanos y caribeños a finales de 2008, cuando se intensificaron los efectos de la crisis financiera en la región. Así, dos de cada tres de los encuestados opinaron que la crisis afectará a los mercados financieros de sus países entre uno y tres años. Los ejecutivos de bancos mexicanos se mostraron algo más optimistas que sus colegas en América Central y América del Sur, pero por lo que se observa en pleno mes de marzo de 2009 estaban rotundamente equivocados.
De acuerdo con la encuesta, entre las consecuencias de la crisis seis de cada 10 banqueros anticiparon una escasez de financiamiento para sus instituciones. Otros efectos esperados son menores ingresos de remesas a la región y una disminución en las operaciones de comercio exterior, pero en cuanto a la superación de la crisis los resultados fueron los siguientes: 51 por ciento de los entrevistados consideró que tendrá una duración de uno a dos años; 11 por ciento de dos a tres años; 3 por ciento más de tres años; 17 por ciento de plano no se animó a fijar una fecha en el calendario; 2 por ciento ofrecieron pronósticos un tanto estrambóticos y sólo 16 por ciento consideró que en un año se resolverá el problema. Calderón no fue encuestado, pero hasta ahora es el único que jura que en menos de seis meses el asunto no sólo se resuelve, sino que inicia una temporada de riqueza generalizada (algo así como sus “cifras históricas” en empleo).
El BID explicó que la encuesta, que en años previos se llevó a cabo para conocer la predisposición de la banca comercial para financiar a la pequeña y mediana empresa (pyme), encontró que los banqueros prevén que habrá menos crédito y tasas de interés más altas para tales empresas. A pesar de ello, el 90 por ciento de los encuestados manifestaron que las instituciones que representan continúan interesados en mantener o incrementar su apoyo a este segmento empresarial, el gran generador de empleo en México y el resto de América Latina. La crisis ha impactado de distintas forma a la banca latinoamericana. De acuerdo con el BID, algunas instituciones han fortalecido su liquidez y su capitalización, pero otras registran severos problemas.
Las rebanadas del pastel
En este 2009 de crisis, las Afore han optado por “rasurar” los informes que, por ley, están obligados a entregar detalladamente dos veces al año a sus cuentahabientes. En el correspondiente al segundo semestre de 2008 (el de las multimillonarias “minusvalías”, como le llaman a las pérdidas) tales informes sólo incluyen el saldo y el porcentaje de comisión. Nada más. El ahorrador deberá calcular el quebranto y consultar su bola de cristal para conocer cómo quedó el saldo de ahorro y a cuánto asciende el de vivienda. Parece que a la Consar –el organismo gubernamental que, se supone, supervisa a las administradoras privadas– esta violación legal le pasó de noche, porque hasta ahora no se sabe de ningún correctivo, si es que en realidad está interesada en proceder. Por ello, los lectores reclaman: “a las Afores se le ha de hacer mucho entregar al menos dos estados de cuenta al año, como lo marca la ley porque lo que vienen entregando es un Estado de Cuenta simplificado. ¿Esto qué significa? Simple y llanamente no entregar la información necesaria a los trabajadores sobre el manejo de su fondo para el retiro, y así poder ocultar sus triquiñuelas. Debe de costarles mucho trabajo hacer tantos cálculos (como si no existieran las computadoras) porque la Consar les da 60 días para entregar el estado de cuenta de los movimientos del semestre. Y los 60 días se los toman. Yo recibí mi estado de cuenta” el 3 de Marzo pasado. ¿Qué información trae el inútil estado de cuenta que envían? Aparte de los datos generales del trabajador, trae solamente 2 datos numéricos: el porcentaje que cobró la Afore como comisión por el manejo (sic) de los fondos de los trabajadores y el importe total de lo ahorrado, en donde va revuelto el dinero que manejan las Afores con el dinero que tiene en su poder el Infonavit. ¿Cuánto fue el importe de las comisiones cobradas? ¿Cuál fue la tasa y el importe que se está ganando (o perdiendo)? ¿Cuál es el saldo inicial? ¿Cuánto importaron las aportaciones patronales y del trabajador durante el semestre? Ninguna de esta información viene en el estado de cuenta. Dirán las Afores que se puede consultar en línea esa información. Acabo de intentar consultar mi estado de cuenta en la página de ING Afore, con la sorpresa de que lo que puedo consultar es el estado de cuenta del primer semestre del 2008. El segundo semestre aún no está disponible. Los adelantos en tecnología de la información parece ser que no existen para las administradoras de nuestro dinero. No cabe duda que esta falta de información a la que tenemos derecho como cualquier otro usuario de un servicio financiero es totalmente tramado para ocultar el robo de que estamos siendo objeto todos los trabajadores en nuestro patrimonio. El gobierno espurio en contubernio con las Afores son los responsables del atraco del siglo” (Alfredo García Marín, alfredo.garciamarin@gmail.com).
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