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sábado, diciembre 03, 2011

Se perderán vidas inocentes pero valdrá la pena: Calderón

Desfiladero
Decenas de federales circulan por las carreteras de al sierra de Chihuahua, con motivo de al visita que realiza el Presidente de México Felipe Calderón a Batopilas y a Guachochi.


Ya era de noche cuando Pedro Leyva recibió en su casa a uno de sus primos, que por casualidad pasó a saludarlo. Don Pedro era comandante de la policía comunitaria de Xayakala, un pueblo náhuatl, apenas recién formado en 2009, dentro del territorio de Ostula, sobre la costa de Michoacán, muy cerca de Colima y a 10 kilómetros de la playa El Tamarindillo, que pertenece a Vicente Fox, Martha Sahagún y los Bribiesca.

Para agasajar a su pariente, que además era su amigo, don Pedro sacó una botella y se pusieron a platicar. Cuando los tragos le dieron el valor suficiente, el primo pidió ver un rifle que tenía su anfitrión. Este fue a buscarlo y se lo mostró. Quizá le sugirió que lo empuñara para que se diera cuenta de su ligereza. O tal vez el primo usó otro pretexto. Lo cierto es que, no bien lo tuvo en sus manos, cortó cartucho y disparó a quemarropa. Al oír el balazo y los ruidos que hizo mientras caía el cuerpo herido de muerte, la esposa de don Pedro se levantó de la cama y fue a ver. El asesino le dijo: Perdóname prima, pero me advirtieron, o lo matas tú o matamos a tus cuatro hijos. Ponte en mi lugar. ¿Tú qué hubieras hecho?. Y tiró para el monte.

Esto ocurrió en la primera hora del 8 de octubre de este año. Don Pedro tenía, entre otros pendientes, una cita con Javier Sicilia y los exponentes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, para acudir al diálogo con Felipe Calderón el 14 de octubre. En esa reunión iba también a participar don Nepomuceno Moreno Muñoz, quien luego de denunciar el secuestro de su hijo en Ciudad Obregón, Sonora, en julio de 2010, fue asesinado el lunes de esta semana en el centro de Hermosillo, por gatilleros que le dispararon desde un vehículo en marcha.

Don Nepomuceno murió como doña Marisela Escobedo, a quien los cómplices del asesino de su hija la mataron a las puertas del palacio de gobierno de Chihuahua, cuando exigía justicia, sólo algunos meses antes de la carnicería que elementos de la Marina, el Ejército y la Policía Federal provocaron en un retén a la entrada de Jalapa, Veracruz, en el paraje El Lencero. Hace un mes, en un programa de Televisa, la hija de una de las víctimas denunció que su padre y varios hombres más, todos ellos trabajadores honrados, fueron ametrallados desde un helicóptero de la corporación que encabeza Genaro García Luna.

En enero de 2007, en un mensaje televisado y transmitido en cadena nacional, Felipe Calderón dijo que su muy personal guerra contra el narcotráfico –que resultó un mero pretexto para militarizar el país, destruir el Estado nacional y entregar el petróleo, el gas y la energía eléctrica a los magnates de Estados Unidos y España que lo incrustaron en Los Pinos, pero también para fortalecer como nunca a los cárteles–, nos iba a salir muy cara. Esta lucha, prometió, costará vidas humanas inocentes, pero vale la pena seguir adelante. Alrededor de 60 mil muertos después, el pueblo de México pregunta: ¿valió la pena?

Pero volvamos al caso de don Pedro Leyva, porque revela que los horrores que años atrás nos documentaron en reportajes, películas y libros la desintegración de Yugoslavia, ahora ya están presentes en Michoacán, donde los habitantes más antiguos de esas tierras –las comunidades mexicas que recibieron cédulas reales en tiempos del primer virreinato (valga la aclaración porque ya estamos en el segundo)– son un estorbo para los cárteles que se diputan la zona –La Familia, Los caballeros templarios, el del Chapo y Los Zetas–, pero también para los inversionistas nacionales y extranjeros –entre éstos, sobre todo, la trasnacional Mettal Steel, de la India, y la italo-argentina Terniun, que andan en pos de los ricos yacimientos de hierro y de oro que hay en esas montañas–, y por supuesto para la feliz pareja ex presidencial que, junto con los hermanos Bribiesca, y consorcios hoteleros españoles pretenden desarrollar un emporio turístico desde El Tamarindillo hasta las playas de Pómaro, Coíre, Ostula y Coahuayana.

El conflicto que provocó la muerte de Pedro Leyva se originó en 1967, cuando una resolución expedida por Gustavo Díaz Ordaz creó erróneamente la comunidad de Ostula sobre una extensión de 28 mil hectáreas, ignorando que la superficie que ésta abarcaba, de acuerdo con sus títulos primordiales, era de 43 mil. Como GDO no daba paso sin huarache, en las 15 mil hectáreas que quedaron fuera de la resolución, su gobierno estableció el ejido La Placita e instaló una población de origen criollo que, faltaba más, se apoderó de las mejores tierras: las que dan al mar, a los bancos de pargos y langostas, y a los fabulosos crepúsculos del Pacífico.

Los indígenas interpusieron todos los recursos legales, habidos y por haber, sin éxito alguno, hasta que una nueva generación, mejor preparada escolar y políticamente, se empezó a organizar a mediados de esta década y en 2008 constituyó una comisión para recuperar La Placita. El primer líder del movimiento, el profesor Diego Ramírez, fue asesinado ese año por los usurpadores de la playa. Ante esto, la gente de Ostula formó una policía comunitaria, inspirada en el ejemplo de la que protege a los pueblos de la Montaña de Guerrero. El motivo que la orilló a tomar tal decisión fue el constante asedio de los cárteles, que actúan en esa franja de 100 kilómetros de longitud, abarrotada de montañas que bajan desde la sierra y llena de lugares ideales para la entrada y salida de sustancias ilícitas.

Pero la policía comunitaria también surgió en respuesta a las amenazas de los colonos de La Placita, mismos que en 2009 debieron huir, cuando los comuneros hicieron valer su superioridad numérica y recuperaron sus tierras y sus playas, y fundaron el pueblo de Xayakala con 200 familias. A partir de ese momento se ha desatado una ola de violencia cuyo saldo actual es de 26 muertos –dos de ellos eran adolescentes, que fueron quemados vivos– y cuatro desaparecidos. Y lo más grave del caso es que el río de sangre puede volver a correr este martes, cuando representantes del gobierno celebren una consulta entre los comuneros, para que digan si aceptarán dinero a cambio de sus tierras, o permanecerán en resistencia.

Detrás de los promotores de la consulta están los Fox, los Bribiesca y los hoteleros del reino de su graciosa majestad don Juan Carlos, así como las empresas mineras, que planean construir un ferroducto, es decir, un tubo para bajar el hierro que se extrae en la sierra de Jalisco hasta Xayakala, donde quieren instalar un puerto de gran calado, para exportar metal a China, situada como quien dice allá enfrente nomás, al otro lado del Pacífico.

Cuando desesperados por la violencia de los cárteles, y de todos los adinerados con intereses en la región, los dirigentes de Ostula fueron a Morelia, a ver al gobernador Leonel Godoy, éste se disculpó, avergonzado y compungido. En la costa no puedo hacer nada, estoy completamente rebasado, les dijo. Así que entonces, por último, solicitaron ayuda a la Marina y después al Ejército. Nada cambió, pero el riesgo de que este martes estalle una nueva cadena de asesinatos persiste, y las autoridades tienen la obligación legal de evitarla. Cosa que no hicieron ayer en Ciudad Juárez, donde Norma Andrade, activista del grupo Nuestras Hijas de Regreso a Casa, recibió cinco impactos de bala. ¿Cuándo terminará esta pesadilla? ¿Cuándo llegará la respuesta de La Haya? Para ratificar su denuncia, los 23 mil que la firmaron convocan el próximo sábado a una reunión masiva a las puertas de la PGR. Y usted, ahora que ya se fue Humberto Moreira con una cola de 34 mil millones de pesos, ¿en serio piensa votar por Enrique Peña Nieto?

sábado, octubre 01, 2011

AMLO: somos nuestra única esperanza

Desfiladero

Andrés Manuel López Obrador inicia la próxima semana una gira por Estados Unidos para reunirse con los paisanos que lo siguen desde allá y que ya son integrantes del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) o desean, pero no saben cómo, sumarse a sus filas. Sólo en California hay más de 200 mil mexicanos que pretenden votar por él en las elecciones de 2012.

El máximo dirigente opositor del país acaba de terminar un nuevo recorrido por toda la República, y una vez más congregó multitudes, mayores y menores, en las ciudades y pueblos donde se detuvo a explicar el proyecto de nación de Morena y la táctica y la estrategia para tomar el poder por la vía pacífica.

A pesar del aislamiento mediático, López Obrador apareció de manera insólita en un canal de televisión abierta hace unos días, donde fue entrevistado por tres pequeños maestros de la doctrina neoliberal, a quienes les demostró que, si llega a la Presidencia en 2012, aplicará medidas de austeridad y de ahorro interno que le darán un fondo de 600 mil millones de pesos para fortalecer la atención a las áreas estratégicas más desprotegidas (obviamente a propósito) por los pocos dueños de todo: la educación, la creación de empleos, el rescate del campo, la reactivación del mercado interno.

Para cubrir los salarios, compensaciones y bonos que reciben los funcionarios de la alta burocracia (empezando por los ministros de la Vela Perpetua, antes Suprema Corte), el presupuesto de egresos de 2012 incluye una partida de 200 mil millones de pesos. Si esos servidores públicos dejaran de percibir la mitad de sus emolumentos, el gobierno de López Obrador obtendría, nada más de ese rubro, 100 mil millones de pesos extras para invertirlos en proyectos útiles para los pobres.

El político tabasqueño ha demostrado en todas partes, como lo hizo en la televisión, que sí hay maneras y recursos para cambiar de rumbo y sacar a México de este pozo sin fondo en que lo han sumergido quienes, gracias al dolor, la miseria, la desgracia, la angustia y la frustración de decenas de millones de hombres, mujeres, ancianos y niños, se han hecho inmensa, abusiva, insultantemente ricos. Y no están dispuestos a permitir que nadie arrebate sus privilegios.

¿Alguien creyó que Vicente Fox, su caritativa esposa y los hermanos Bribiesca se habían dado por bien servidos después de apoderarse de todo lo que estuvo a su alcance durante el sexenio anterior? Pues no. En los Altos de Jalisco hay un pueblo maravilloso llamado Temacapulín, donde la gente no usa calentadores en sus baños porque vive sobre 21 manantiales de aguas termales, a la orilla del río Verde, rodeada de tierras fértiles que le proporcionan los alimentos necesarios para subsistir. Acabo de visitarlo y reconozco y declaro su carácter extraordinario.

Temacapulín fue fundado por los españoles en 1531, al norte del valle donde hoy se asienta Guadalajara. En 1540, los indios caxcanes y zacatecos, encabezados por Francisco Tenamaztle, el Señor de Nochistlán, se rebelaron contra los europeos y asolaron Guadalajara hasta 1542, cuando al frente de 50 mil hombres –entre mexicas y tlaxcaltecas– el virrey Antonio de Mendoza aplastó la insurrección e inauguró la Guerra Chichimeca, que llegaría a su fin en 1594, en Cerro de San Pedro, a 8 kilómetros de San Luis Potosí.

Hoy, Cerro de San Pedro está sometido a la canadiense Minera San Xavier, que lo destruye poco a poco mientras le arranca hasta el último miligramo de oro, a la vez que Temacapulín, joya arquitectónica y ecológica, poseedora de un templo edificado entre 1734 y 1759, que en 1959 fue consagrado como basílica por Juan XXIII, está a punto de caer en manos de los hermanos Bribiesca.

Durante el sexenio pasado, cuando gobernaba Jalisco el rupestre (con perdón de Rockdrigo) Francisco Ramírez Acuña, por órdenes de Fox, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) decidió construir una presa en los Altos, con una cortina de 80 metros de alzada, que inundaría el valle de El Zapotillo. ¿Era plan con maña para no alborotar a los habitantes de Temacapulín?

Tal vez, porque mientras se hacían los estudios preliminares se fueron Fox y Ramírez Acuña y llegaron Felipe Calderón y Emilio González Márquez. Y de pronto Conagua anunció que la cortina de la presa tendría una altura de 105 metros y el espejo de agua se extendería sobre una superficie de 60 kilómetros cuadrados y, por desgracia (oh, sí, por una muy lamentable desgracia), inundaría y desaparecería no sólo Temacapulín sino los pueblos aledaños de Acasico y Palmarejo.

¿Para qué? Hombre, hasta la pregunta ofende: para tender un acueducto de 140 kilómetros de longitud, que desembocaría (¿por casualidad?) en León, Guanajuato, a tiro de piedra del rancho de Fox y de las tierras donde el ex presidente y los suyos cultivan y exportan brócoli a Estados Unidos. Además, el agua irrigaría el puerto seco de Silao, a donde serán enviadas por carretera las mercancías que recibirá el puerto marítimo de Manzanillo, junto al cual Pemex instala una estación regasificadora, que procesará el gas natural que Repsol nos vende a precios de oro, desde Perú, gracias a los contratos absolutamente desfavorables a México pero excelentes para él, que en su momento gestionó Juan Camilo Muriño.

Para doña Abigail Sandoval y don Alfonso Íñiguez, líderes de la resistencia de Temacapulín, las órdenes de aprehensión giradas contra ellos, las amenazas de muerte (una de éstas obliga a vivir lejos de Jalisco al cura del pueblo), el hostigamiento policiaco y demás formas de presión para que abandonen sus casas y sus tierras no son más que puros engaños.

“Según mediciones hechas desde un satélite, aunque la cortina de la presa tenga 105 metros de altura, Temacapulín quedará de todos modos a 26 metros sobre el nivel del agua. Por eso quieren sacarnos, para convertir el pueblo en un desarrollo turístico. ¿Y sabes quiénes están planeando ese negocio? Los hermanos Bribiesca. Hace poco se lo dije a un tipo de Conagua y me preguntó: ‘¿oiga, y cómo se enteró de eso?’ Yo nomás puse mi carita, y él dijo: caramba, ya hablaron esos bocones”, me contó la señora Abigail, en el mesón de doña Juanita, a donde todas las noches, entre los guiños de las luciérnagas, atraído por el aroma del pozole, se acerca el espíritu de Francisco Tenamaztle.

En la esquina de Morelos Oriente y Porfirio Díaz, un muro ostenta una manta que reúne las fotos de varios niños contentos y su mensaje: Esta casa es de nuestros abuelos y no dejaremos que la destruyan porque aquí fuimos felices y aquí están nuestros recuerdos. En el curso de sus visitas a Jalisco, López Obrador ha pasado tres veces por Temacapulín. Su retrato cuelga de algunas paredes, entre insistentes carteles que repiten: Esta casa no se vende, no se traspasa, no se destruye, no se inunda. ¡Váyanse a otro lado! ¡No se metan con lo que no es suyo!.

La gente de Temacapulín dice: La única esperanza que nos queda es que Andrés Manuel gane la Presidencia. Pero López Obrador no está de acuerdo. Hace dos meses, en Durango, Joaquín Romo de Vivar le gritó a su paso por Ciudad Lerdo: Sólo tú puedes salvar a México. El dirigente de Morena contestó: Yo solo no puedo, tenemos que salvarlo entre todos. Esta creencia popular crece debido a la desesperación que reina en todo el país, pero se agigantará a medida que se acerquen las elecciones. No en vano, panistas, priístas, camachistas y chuchos se reúnen en público y en privado para formar su gobierno de coalición... contra AMLO.

sábado, junio 27, 2009

Zhenli Ye Gon: la pesadilla de Calderón



MÉXICO, D.F. 26 de junio (apro).- El retiro de los cargos que el gobierno de Estados Unidos le imputaba al empresario chino Zhenli Ye Gon y que abrió la puerta a su eventual extradición, está a punto de convertirse en una pesadilla para altos funcionarios de la Secretaría de Hacienda, de Aduanas, Puertos y Aeropuertos, por donde el dueño de Unimed Pharm Chem México traficó con cientos de toneladas de pseudoefedrina, presuntamente destinadas para elaborar drogas sintéticas.
Uno de los personajes que puede resultar clave para desentrañar la maraña de complicidades de Ye Gon es José Guzmán Montalvo, exdirector de Aduanas, quien fue investigado por una comisión especial de la Cámara de Diputados precisamente por favorecer el contrabando en el país y, en particular, a los hijos de Marta Sahagún, Manuel y Jorge Bribiesca.
Protegido del exsecretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, quien lo sostuvo en el cargo a pesar de las múltiples acusaciones que documentaron su presunta protección al contrabando, Guzmán Montalvo no es el único funcionario que resultó salpicado por las operaciones ilegales de Ye Gon.
También fueron investigados por la Procuraduría General de la República los agentes aduanales Roberto Quintanilla Salazar y Uriel Martínez, entre quienes aparece como enlace otro personaje clave: Humberto López Rodríguez, agente aduanal que, según documentos de la empresa Unimed Pharm Chem era uno de los gestores consentidos de Ye Gon y servía de enlace con otra agencia aduanal contramatada por el empresario chino –Roma Vazeli, S.A. –con sede en Monterrey y cuyo gerente general es Roberto Quintanilla.
Según datos consultados, tanto en la Administración General de Aduanas como entre agentes aduanales, Humberto López es hermano de Juan Carlos López Rodríguez, exadministrador de la aduana de Colombia, Nuevo León, y extitular del despacho central aduanero.
En el sexenio de Fox, Juan Carlos López fue una pieza clave en las operaciones de Guzmán Montalvo, pues fungió como administrador del llamado Segundo Reconocimiento y en la recta final del gobierno foxista fue uno de los principales promotores de que esa área fiscalizadora fuera concesionada a la empresa francesa SGS, relacionada con los Bribiesca Sahagún, como reconoció Guzmán Montalvo en una entrevista con los reporteros Miriam Posadas y Eduardo Martínez, del diario La Jornada (28 de octubre de 2005).
La entrevista se realizó en vísperas de que el gobierno federal diera a conocer a la empresa ganadora del concurso de licitación para operar el Segundo Reconocimiento, que es la revisión adicional de mercancías en las aduanas.
Ye Gon y el narco
A Ye Gon se le relaciona, de acuerdo con la PGR, con al menos 600 operaciones de tráfico de pseudoefedrina, la mayoría de ellas, legales, según reconocieron en su momento las autoridades federales. Pronto se supo que las excesivas importaciones de pseudoefedrina que hacía Ye Gon no se justificaban, pues el país no tenía crisis de problemas gripales.
Lo que sí se acreditó –y esta es parte de la investigación que enderezó la PGR en contra del empresario de origen chino– es que Zhenli Ye Gon suministraba pseudoefedrina a distintas organizaciones criminales, entre otras, a los cárteles de Sinaloa y del Golfo.
En la averiguación previa PGR/SIEDO7UEDO/191/2006 también se documentó que uno de los centros de operaciones de Ye Gon era, precisamente, el estado de Michoacán, pues el puerto de Lázaro Cárdenas, localizado en esa entidad, fue utilizado para realizar sus importaciones de pseudoefedrina provenientes de China y que también cruzaban el territorio estadunidense.
Sin embargo, en el expediente referido la PGR no menciona el grado de participación que tuvo Guzmán Montalvo en el presunto encubrimiento de estos negocios, aunque en múltiples ocasiones fue señalado públicamente de ser una de las piezas más importantes en el engranaje criminal de Ye Gon.
La historia del empresario chino no comenzó con el hallazgo de los 205 millones de dólares en la casa de Las Lomas. Desde tiempo atrás la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la PGR tenían conocimiento de las importaciones de pseudoefedrina que hacía Ye Gon.
Es más, el empresario de origen chino se quejó durante sus declaraciones realizadas en Estados Unidos, de que en varias ocasiones fue extorsionado por agentes federales para no ser detenido. Y señaló directamente a agentes de la Policía Federal Preventiva.
Ye Gon se convirtió, en el arranque de la administración de Felipe Calderón, en el principal detonador de escándalos. Desde Estados Unidos, a donde se refugió tras huir de México, declaró que parte del dinero asegurado en la casa de Las Lomas fue para financiar la campaña del PAN, y señaló a un funcionario de apellido Lozano (presuntamente Javier Lozano, secretario del Trabajo) como el enlace para las operaciones de financiamiento, quien le habría dicho, según Ye Gon, algo así como "copelas o cuello", frase que se hizo famosa.
El lunes pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos dio a conocer que se retiraron los cargos contra Ye Gon por introducción de metanfetaminas a Estados Unidos, y que el empresario quedaba a disposición de las autoridades mexicanas para ser extraditado.
La razón es que los dos principales testigos que lo acusaban extrañamente cambiaron de parecer: uno de ellos se retractó de su dicho y el otro no ratificó lo que ya había declarado.
El camino de la extradición de Ye Gon es largo. El gobierno mexicano solicitó su extradición formalmente pero eso no quiere decir que Ye Gon pronto llegará a México: aún debe ser vencido en juicio y, según se sabe, los abogados de Zhenli Ye tienen diversos argumentos para frenar la extradición, pues aducen razones políticas, lo que podría ser un argumento de peso para que no sea traído a México.

lunes, mayo 25, 2009

Marta y sus hijos: la entraña de sus transas

Estirpe de corrupción

El libro Los hijos de Marta.- Historias de impunidad, de Jesusa Cervantes, reportera de Proceso, es un testimonio irrefutable sobre los oscuros negocios a los que se dedicaron, al amparo del Poder Ejecutivo, Marta Sahagún y sus hijos y los amigos de sus hijos… con impunidad garantizada, primero, por su marido y en los últimos dos años y medio por aquel a quien Vicente Fox dejó en la Presidencia. La autora, dice en el prólogo Rafael Rodríguez Castañeda, director de la revista, narra puntualmente “la epopeya de Marta y sus hijos o cómo la cenicienta del Bajío llegó a ser la dueña del Palacio, con todo y progenie…”. La obra obtuvo el segundo lugar del Premio Debate, organizado por Random House Mondadori, y comenzará a circular esta semana. Adelantamos partes significativas de un libro que, sin duda, dejará huella.
Marta estaba ansiosa. Hiperactiva como era, se había levantado, como en los últimos 15 años, a las cinco de la mañana. Ahora estaba en su oficina, haciendo surcos en la brillante duela sobre la que se paseaba una y otra vez. El aire que aspiraba parecía no ser suficiente; sabía que era el síntoma de la angustia. Así que volvió a asumir el control –perdido sólo por un momento– de sus emociones.En ese instante entró todo el equipo que la auxiliaba en sus labores de primera dama, que, sin contemplación dejó caer los pesados periódicos del día sobre su escritorio. Por los encabezados, Marta sabía que no necesitaba tomarlos entre sus pequeñas manos para sentirlos más pesados de lo normal. Le encantaba sentirse la protagonista, figurar en las primeras planas luciendo su vasto guardarropa de los diseñadores más cotizados, pero lo que no podía soportar era que la cuestionaran a ella, a sus hijos y a Vicente, el presidente de la República.Ese día, más que rabia por saber de los diarios, sentía un desasosiego.“¿Qué dicen sobre mis hijos? ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo decir y qué debo callar?”, soltaba pregunta tras pregunta.Comprobado tráfico de influencias. Los hijos de Marta, rateros. Los denunciarán penalmente…Sólo esto le faltaba al gobierno de su marido. Al partido que los había encumbrado y les había abierto las puertas de Los Pinos. Sólo esto: el escándalo, ¡y a tan sólo unos meses de las elecciones presidenciales! Pensó exaltada.Su equipo de ujieres seguía leyéndole, pero Marta ya no los escuchaba.Se sumió en el mullido sillón que tenía frente a sí preguntándose qué había ocurrido, dónde había fallado, qué había fallado, en qué momento había empezado todo.Y recordó su origen, que era el origen de sus hijos. Pensó en Manuel, su exmarido; en su suegro, siempre recto; en el abuelo, implacable ante todo, velador de las buenas costumbres… El tiempo se detuvo en su tiempo.
Los vendedores de sueños
Miguel Isaac Khoury recorría la casona paterna. Pasaba su vista por los viejos muebles. Y recámara tras recámara –que parecían haberse estacionado en el tiempo–, explicaba quién, cuándo y durante cuántos años había pasado en ellas alimentando sus sueños juveniles, sus sueños de grandeza; como los que compartió desde niño con Manuel Bribiesca en esa misma habitación que daba al huerto familiar.“Como ve, no vivimos con lujos. Pero, bendito sea Dios, nunca nos faltó nada –el comentario sonó hueco, como de quien intentaba convencer de algo de lo que no estaba seguro–.Todo eso que dijeron, que yo compré casas a tres mil pesos, fue una falsedad. Yo, bendito Dios, me deshice de todo y hoy ya no tengo nada”, expresó aliviado, como si expiara una pesada culpa.Miguel Isaac Khoury Siman, amigo, socio y cómplice de Manuel, el mayor de los Bribiesca Sahagún, se refería a las cuatro subastas que durante 2004 adquirió del gobierno mediante el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).Compras a bajo precio que en 2005 resultaron objeto de una investigación impulsada por los políticos contrarios al régimen del padrastro de Manuel: el presidente de la República, Vicente Fox.Fox, luego de casarse con Marta Sahagún el 2 de julio de 2002, la convirtió en la poderosa primera dama del país y a sus ya crecidos hijos… los volvió intocables.Razones de peso no les faltaron a esos políticos para dudar de la legalidad de las subastas ni tampoco para suponer que detrás de Miguel Khoury estaba el mayor de los Bribiesca Sahagún; era un secreto a voces que Manuel y Jorge Alberto gustaban del poder y del dinero fácil, y sólo hasta ahora empezaban a surgir las pruebas de esa afición.El 10 de febrero de 2004, Construcciones Prácticas, la empresa de Khoury que sirvió de tapadera para algunos de los negocios emprendidos con Manuel Bribiesca, resultó ganadora del paquete “C” subastado por el IPAB en 8 millones 100 mil pesos. Esta primera subasta incluía 3 mil 660 casas y nueve terrenos para edificar nuevos conjuntos habitacionales. Su valor real superaba con mucho lo que los socios de la empresa habían pagado: ¡mil millones de pesos!La segunda subasta, un terreno de 43 mil metros cuadrados en Celaya, Guanajuato, se realizó el 1° de abril, por la cual Construcciones Prácticas pagó 4 millones 345 mil 621 pesos.La tercera subasta se realizó casi un mes después, el 29 de abril. Se trató de 275 departamentos ubicados en Puebla por los que se pagaron 20 millones 933 mil pesos.Y la última subasta se llevó a cabo el 25 de junio sobre un paquete de fábricas y factoraje por el que Construcciones Prácticas entregó tan sólo 1 millón 506 mil pesos. Este paquete supuestamente tenía un valor real de 114 millones 696 mil 980 pesos… Con el tiempo se sabría que costaba mucho más.“Todos estos bienes inmuebles, obtenidos a precio de remate, ¡a Dios gracias!, ya no los tengo”, dice aliviado Miguel Khoury, quien de sólo enumerarlos siente que le queman la garganta.Las palabras de su hermana cortaron el malestar que le provocaba el recuerdo de aquellas subastas realizadas cuatro años atrás:
–Miguel, ¿sirvo ya la comida?
–Aún no, pero sí trae agua por favor; siento la garganta seca –respondió mientras que la mujer abandonaba el desayunador, no sin antes lanzar una advertencia: “Estaré en la cocina… por si me necesitas”.
–¿Y qué hizo con todas las casas? Dio un sorbo al agua de sabor y ya repuesto comentó despreocupadamente:
–Pues ya ni me acuerdo –como si se tratara de los juguetes perdidos en su vieja habitación que Manuel Bribiesca, de niño, le robaba, y no de los cientos de casas obtenidas a precios irrisorios.Manuel y Miguel, que desde pequeños gustaban de los negocios, pasaron de vendedores de pollitos a constructores en gran escala.Manuel, sin ser ingeniero o arquitecto, se colocó el calificativo de “constructor” cuando en realidad era un “coyote” o “intermediario” que ayudó a grandes empresarios en desgracia a recuperar bienes que estaban en manos del gobierno federal y a quien le adeudaban sumas millonarias.Miguel, a quien el negocio textil de la familia no le satisfacía plenamente, decidió convertirse en cómplice de su amigo de la infancia, crear una empresa fantasma y pasar a ser un próspero constructor.Sin experiencia en el ramo, pero con cientos de casas que prácticamente le donó por el IPAB, los ya no tan jóvenes Bribiesca sólo tuvieron que recurrir a la ingeniería financiera para obtener del gobierno millones de pesos y con ello remozar las casitas. Además, sólo tuvieron que echar mano de los amigos de Marta para venderlas de inmediato y en el acto lograr jugosas ganancias.Mientras tanto, los empresarios beneficiados, ya sin deber un solo peso al gobierno, pero sí a sus intermediarios (Manuel y Miguel), pudieron continuar con el negocio y revendieron las casas embargadas o hipotecadas para pagar sus adeudos.
Paco Gil, la clave
“Los documentos son fríos. Dispersos y, más aún… ocultos, no dicen nada.” Éste pudo ser el pensamiento del verdadero hombre fuerte del gobierno foxista. El personaje que gozó de un genuino control sobre cómo, cuándo, dónde y quiénes pudieron hacer negocios al amparo del poder: Francisco Gil Díaz. Un hombre que empezó a forjar su fortaleza desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Encargado de implantar el “terrorismo fiscal” desde la Subsecretaría de Ingresos de Hacienda, Paco Gil se ubicó del lado de los tecnócratas y supo cómo operaba la banca del país.En su siguiente etapa política amoldó sus conocimientos para el servicio del gobierno y así creó y avaló, durante el gobierno zedillista, el Fobaproa, uno de los más grandes fraudes cometidos contra el país y su población.El poder de Paco Gil creció durante el foxismo, no sólo porque tenía a su lado a un presidente débil, sino porque logró la máxima posición de quien añora manejar los dineros de una nación: ser secretario de Hacienda y Crédito Público, mariscal de las finanzas.Habiendo salido ileso de la batalla del Fobaproa, y ya en su nuevo cargo, el mariscal de las finanzas puso y dispuso de quienes encabezaron el nuevo organismo que administró las tropelías de los empresarios, el IPAB.El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), la Sociedad Hipotecaria Federal, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el Sistema de Administración de Bienes, el Sistema de Administración Tributaria y Aduanas, todas dependían del frío y astuto mariscal de las finanzas.Pero de todas ellas, el enclave de poder de Paco Gil fue la Procuraduría Fiscal de la Federación, desde donde, si él lo deseaba, podía presentar pruebas de fraude, malversación de fondos, lavado de dinero u ocultamiento de millones de pesos contra quienes hubieran utilizado el poder para enriquecerse.El mariscal tenía la llave y a él debían controlarlo, o al menos neutralizarlo.Las subastas del IPAB de las que sacó provecho Manuel Bribiesca por medio de la empresa fantasma de su amigo Miguel Khoury, a quien le pagó con un terreno, la comercialización de algunos departamentos en Puebla y millonarios créditos otorgados por el gobierno, estuvieron controlados y bajo la batuta del mariscal financiero.Los documentos, fríos y dispersos, que fueron apareciendo a lo largo de algunos años, así lo demuestran. A partir de ellos es fácil suponer la manera en que Marta Sahagún de Fox “neutralizó” a uno de los mayores enemigos de sus hijos, a quien no podía siquiera soportar, Francisco Gil, quien sí accedió a solaparlos y encubrirlos.Durante los seis años del foxismo, Francisco Gil estuvo detrás del IPAB, y de Bancrecer, el banco al que le subastaron sus bienes, presuntamente chatarras.Fue Paco Gil quien impuso a Mario Bouregard en ese instituto; fue él quien colocó a Guillermo Babatz en la Sociedad Hipotecaria Federal; fue él quien sabía de los movimientos de Montalvo en la administración de Aduanas; fue él quien también puso a José Néstor García Reza como encargado jurídico de Bancrecer.Cada uno de estos hombres tenía conocimiento de cómo y por qué fueron beneficiados Manuel Bribiesca y Miguel Khoury desde el IPAB; todos lo supieron pero todos callaron, quizá por orden de su jefe real, Francisco Gil.El grupo político de tecnócratas del que se fue rodeando Francisco Gil figura en cada uno de los documentos que dan respuesta al porqué del encubrimiento a los hijos de Marta Sahagún. Como intermediarios, pretendían recuperar lo que empresarios tramposos no podían adquirir directamente y a la luz de todos.Quien se encargó de revelar la participación de Francisco Gil en todo este millonario entramado bancario, fue él mismo, pues su ambición lo hizo dar un paso en falso que lo puso al descubierto como su cabecilla y uno de los principales beneficiados.Esta información la tenía Marta Sahagún de Fox en su poder y con ella no sólo neutralizó al mariscal de las finanzas sino también lo hizo cómplice de los abusos de sus propios hijos.Muchos documentos –escrituras notariales, poderes, contratos, oficios de la Secretaría de la Función Pública y del Banco de México– forman parte de las piezas claves que Francisco Gil tenía bajo llave, escondidas en los archivos de Hacienda. La última pieza para armar el rompecabezas bancario la proporcionó él cuando, en enero de 2007, recién separado de su cargo de mariscal de las finanzas, anunció que sería consejero del banco HSBC en Londres. A partir de ahí la madeja se fue desenredando y cada uno de los documentos y del encubrimiento a los Bribiesca tuvo sentido.
Paco Gil, el benefactor
La administradora de activos Fénix fue la encargada de subastar y verificar que todo se hiciera conforme a la ley, es decir, fue la responsable de que se violentaran las bases de licitación al aceptar que alguien ajeno a Construcciones Prácticas pagara la garantía al IPAB, que formaba parte del pase para concursar.Fue Fénix la que decidía quiénes participaban en las subastas de Bancrecer, pues tenía la decisión final y podía vetar a quien quisiera para la compra de activos. Fue también esta administradora la que verificó que los que participaban no hubieran sido rescatados por el gobierno, es decir, que no estuvieran en el vientre del Fobaproa ni en el IPAB.Además, Fénix tenía la última palabra para aprobar o rechazar la reventa del bien subastado. En el contrato de cesión de derechos que Fénix firmó con cada uno de los ganadores de las subastas se aclara que si el ganador decidía vender lo que acababa de adquirir, la administradora de activos debía fijar su opinión; pero si en un plazo de 10 días no se pronunciaba, estaba aceptando tácitamente al nuevo comprador, sin importar si mediante esta reventa el bien iba a parar a manos de quien años antes lo había perdido y había quebrantado las arcas del gobierno federal.Como secretario de Hacienda y cabeza de sector del IPAB, Francisco Gil fue quien le dio todas estas canonjías a Fénix, cuando debió ser el gobierno federal el que impusiera sus condiciones a la empresa que remataría los bienes del gobierno federal y que mediante el rescate bancario le habían llegado a Bancrecer. Es decir, las condiciones las debió imponer el gobierno y no Fénix.El pírrico beneficio que obtuvo el gobierno federal al entregarle a Fénix toda la cartera para que impusiera sus condiciones de venta fue la donación de un terreno y un edificio ubicado en la calle de Varsovia en la Zona Rosa del Distrito Federal. El inmueble, de 2 mil 187 metros cuadrados, en diciembre de 2001 tenía un valor –ahora debe valer mucho más– de 119 millones 773 mil pesos. En ese lugar se encuentran las oficinas del IPAB actualmente.Todos los activos que subastó Fénix los “donó” Bancrecer al IPAB para que los vendiera en beneficio del gobierno. Sin embargo, el acto de benevolencia que, al parecer, tuvo Bancrecer al donarle un predio en la Zona Rosa no fue tal, pues el gobierno ya lo había rescatado de no ir a la quiebra y lo había respaldado financieramente luego de que cientos de empresarios dejaron de pagarle el dinero que les había prestado.Empresarios como el veterinario Adrián Campuzano, que debía al banco más de mil millones de pesos, con los que había construido sus 3 660 casas en 15 ciudades del país, fueron quienes, gracias a la intermediación de Manuel Bribiesca, por medio de Construcciones Prácticas, pudieron recuperar sus bienes. En el caso de Adrián Campuzano lo hizo por la mó­dica cantidad de ocho millones de pesos y el regalo de 700 casas en Acapulco que les dio a los jóvenes.De las maniobras a las que recurrió Manuel Bribiesca al recuperar para empresarios como Campuzano o Alfredo Miguel Afif sus propias empresas, sin duda tuvo conocimiento Francisco Gil y su equipo político, al que impuso en las áreas que intervinieron en esta operación.Una de las razones de por qué Paco Gil permitió la ilegal operación de los Bribiesca la ofreció la Secretaría de la Función Pública cuando en un oficio dejó claro que Fénix estaba conformada por Mex One LLC y JER Capital LLC, las que a su vez eran subsidiarias del Deutsche Bank y de JE Roberts Co. Pero hasta aquí el rompecabezas aún no adquiría forma.La segunda razón de Paco Gil y que fue la pieza que faltaba en el rompecabezas surgió sin explicación, en respuesta al paso en falso que dio cuando, en enero de 2007, aceptó el cargo de consejero en el HSBC de Londres. Ese mes el banco reveló que el mariscal de las finanzas de México era integrante del consejo de JE Roberts Co. Es decir, al concluir su mandato como secretario de Hacienda pasó a formar parte de las filas de una de las empresas beneficiadas en el sexenio foxista.
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Fox y Marta dejaron muchos candados al nuevo gobierno, que hacen casi imposible que se lleve ante la justicia a Manuel y a Jorge Alberto Bribiesca o a cualquier pariente de la familia Fox Sahagún.En 2003, por ejemplo, cuando se entregaron los contratos, el área jurídica de Pemex encargada de revisar los convenios sobre los que pesaban denuncias, como los realizados con la empresa Oceanografía, estaba encabezada por César Nava, exsecretario particular del actual presidente de la República y quien recientemente renunció al cargo para buscar por el PAN una diputación federal en julio de 2009, en tanto que Felipe Calderón, el nuevo mandatario, fungía en aquel entonces como secretario de Energía.Néstor García Reza, el mismo que operó el fideicomiso de Bancrecer en 2001, a donde fueron a parar muchos de los bienes que luego pasaron a manos de Manuel Bribiesca y Miguel Isaac Khoury Siman, y que en 2002 estuvo al frente de Pemex Exploración y Producción, actualmente es el nuevo director jurídico de Pemex. El director de Pemex Refinación en el gobierno foxista, Juan Bueno Torio, es ahora senador de la República con fuero constitucional.Uno de los hombres que Francisco Gil Díaz impuso en Aduanas durante el sexenio foxista, aunque hoy no sigue ahí, José Guzmán Montalvo, dejó ubicado en puestos claves a su principal equipo.El encargado de la Sociedad Hipotecaria Federal que entregó los millonarios recursos del gobierno a Kilate y a Construcciones Prácticas para que remozaran las casas que les entregó el IPAB, Guillermo Babatz, ahora es el nuevo titular de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la única institución que sabe hasta qué punto engrosaron sus cuentas bancarias los Bribiesca Sahagún, Guillermo Sahagún Jiménez y la demás parentela de Marta Sahagún.El titular del Fovissste, que autorizó que las casas de Manuel Bribiesca y Miguel Isaac Khoury Siman fueran adquiridas por trabajadores, hoy es diputado federal, también con fuero, cercano colaborador de Elba Esther Gordillo, quien fuera una de las políticas más admiradas por Marta y actual socia política de Felipe Calderón.Y el más importante, el entonces procurador que dio carpetazo a la investigación, Daniel Cabeza de Vaca, hoy es el encargado de asuntos jurídicos de la Secretaría de Gobernación. Difícilmente alguno de ellos aceptaría que se lleve a cabo una indagatoria, pues todos estuvieron involucrados en los beneficios que desde el poder recibieron los hijos de Marta y su familia.El poder lo transforma todo y por algún tiempo hace santo al más impuro de los hombres.

Estirpe de corrupción

Por Esto!

El libro Los hijos de Marta.- Historias de impunidad, de Jesusa Cervantes, es un testimonio irrefutable sobre los oscuros negocios a los que se dedicaron, al amparo del Poder Ejecutivo, Marta Sahagún y sus hijos y los amigos de sus hijos… con impunidad garantizada, primero, por su marido y en los últimos dos años y medio por aquel a quien Vicente Fox dejó en la Presidencia. La autora, dice en el prólogo Rafael Rodríguez Castañeda, narra puntualmente “la epopeya de Marta y sus hijos o cómo la cenicienta del Bajío llegó a ser la dueña del Palacio, con todo y progenie…”. La obra obtuvo el segundo lugar del Premio Debate, organizado por Random House Mondadori, y comenzará a circular esta semana. Adelantamos partes significativas de un libro que, sin duda, dejará huella
Marta estaba ansiosa. Hiperactiva como era, se había levantado, como en los últimos 15 años, a las cinco de la mañana. Ahora estaba en su oficina, haciendo surcos en la brillante duela sobre la que se paseaba una y otra vez. El aire que aspiraba parecía no ser suficiente; sabía que era el síntoma de la angustia. Así que volvió a asumir el control –perdido sólo por un momento– de sus emociones.
En ese instante entró todo el equipo que la auxiliaba en sus labores de primera dama, que, sin contemplación dejó caer los pesados periódicos del día sobre su escritorio. Por los encabezados, Marta sabía que no necesitaba tomarlos entre sus pequeñas manos para sentirlos más pesados de lo normal. Le encantaba sentirse la protagonista, figurar en las primeras planas luciendo su vasto guardarropa de los diseñadores más cotizados, pero lo que no podía soportar era que la cuestionaran a ella, a sus hijos y a Vicente, el presidente de la República.
Ese día, más que rabia por saber de los diarios, sentía un desasosiego.
“¿Qué dicen sobre mis hijos? ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo decir y qué debo callar?”, soltaba pregunta tras pregunta.
Comprobado tráfico de influencias. Los hijos de Marta, rateros. Los denunciarán penalmente…
Sólo esto le faltaba al gobierno de su marido. Al partido que los había encumbrado y les había abierto las puertas de Los Pinos. Sólo esto: el escándalo, ¡y a tan sólo unos meses de las elecciones presidenciales! Pensó exaltada.
Su equipo de ujieres seguía leyéndole, pero Marta ya no los escuchaba.
Se sumió en el mullido sillón que tenía frente a sí preguntándose qué había ocurrido, dónde había fallado, qué había fallado, en qué momento había empezado todo.
Y recordó su origen, que era el origen de sus hijos. Pensó en Manuel, su ex marido; en su suegro, siempre recto; en el abuelo, implacable ante todo, velador de las buenas costumbres… El tiempo se detuvo en su tiempo.

Los vendedores de sueños
Miguel Isaac Khoury recorría la casona paterna. Pasaba su vista por los viejos muebles. Y recámara tras recámara –que parecían haberse estacionado en el tiempo–, explicaba quién, cuándo y durante cuántos años había pasado en ellas alimentando sus sueños juveniles, sus sueños de grandeza; como los que compartió desde niño con Manuel Bribiesca en esa misma habitación que daba al huerto familiar.
“Como ve, no vivimos con lujos. Pero, bendito sea Dios, nunca nos faltó nada –el comentario sonó hueco, como de quien intentaba convencer de algo de lo que no estaba seguro–.Todo eso que dijeron, que yo compré casas a tres mil pesos, fue una falsedad. Yo, bendito Dios, me deshice de todo y hoy ya no tengo nada”, expresó aliviado, como si expiara una pesada culpa.
Miguel Isaac Khoury Siman, amigo, socio y cómplice de Manuel, el mayor de los Bribiesca Sahagún, se refería a las cuatro subastas que durante 2004 adquirió del gobierno mediante el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
Compras a bajo precio que en 2005 resultaron objeto de una investigación impulsada por los políticos contrarios al régimen del padrastro de Manuel: el presidente de la República, Vicente Fox.
Fox, luego de casarse con Marta Sahagún el 2 de julio del 2002, la convirtió en la poderosa primera dama del país y a sus ya crecidos hijos… los volvió intocables.
Razones de peso no les faltaron a esos políticos para dudar de la legalidad de las subastas ni tampoco para suponer que detrás de Miguel Khoury estaba el mayor de los Bribiesca Sahagún; era un secreto a voces que Manuel y Jorge Alberto gustaban del poder y del dinero fácil, y sólo hasta ahora empezaban a surgir las pruebas de esa afición.
El 10 de febrero de 2004, Construcciones Prácticas, la empresa de Khoury que sirvió de tapadera para algunos de los negocios emprendidos con Manuel Bribiesca, resultó ganadora del paquete “C” subastado por el IPAB en 8 millones 100 mil pesos. Esta primera subasta incluía 3 mil 660 casas y nueve terrenos para edificar nuevos conjuntos habitacionales. Su valor real superaba con mucho lo que los socios de la empresa habían pagado: ¡mil millones de pesos!
La segunda subasta, un terreno de 43 mil metros cuadrados en Celaya, Guanajuato, se realizó el 1° de abril, por la cual Construcciones Prácticas pagó 4 millones 345 mil 621 pesos.
La tercera subasta se realizó casi un mes después, el 29 de abril. Se trató de 275 departamentos ubicados en Puebla por los que se pagaron 20 millones 933 mil pesos.
Y la última subasta se llevó a cabo el 25 de junio sobre un paquete de fábricas y factoraje por el que Construcciones Prácticas entregó tan sólo 1 millón 506 mil pesos. Este paquete supuestamente tenía un valor real de 114 millones 696 mil 980 pesos… Con el tiempo se sabría que costaba mucho más.
“Todos estos bienes inmuebles, obtenidos a precio de remate, ¡a Dios gracias!, ya no los tengo”, dice aliviado Miguel Khoury, quien de sólo enumerarlos siente que le queman la garganta.
Las palabras de su hermana cortaron el malestar que le provocaba el recuerdo de aquellas subastas realizadas cuatro años atrás:
–Miguel, ¿sirvo ya la comida?
–Aún no, pero sí trae agua por favor; siento la garganta seca– respondió mientras que la mujer abandonaba el desayunador, no sin antes lanzar una advertencia: “Estaré en la cocina… por si me necesitas”.
–¿Y qué hizo con todas las casas?
Dio un sorbo al agua de sabor y ya repuesto comentó despreocupadamente:
–Pues ya ni me acuerdo –como si se tratara de los juguetes perdidos en su vieja habitación que Manuel Bribiesca, de niño, le robaba, y no de los cientos de casas obtenidas a precios irrisorios.
Manuel y Miguel, que desde pequeños gustaban de los negocios, pasaron de vendedores de pollitos a constructores en gran escala.
Manuel, sin ser ingeniero o arquitecto, se colocó el calificativo de “constructor” cuando en realidad era un “coyote” o “intermediario” que ayudó a grandes empresarios en desgracia a recuperar bienes que estaban en manos del gobierno federal y a quien le adeudaban sumas millonarias.
Miguel, a quien el negocio textil de la familia no le satisfacía plenamente, decidió convertirse en cómplice de su amigo de la infancia, crear una empresa fantasma y pasar a ser un próspero constructor.
Sin experiencia en el ramo, pero con cientos de casas que prácticamente le donó por el IPAB, los ya no tan jóvenes Bribiesca sólo tuvieron que recurrir a la ingeniería financiera para obtener del gobierno millones de pesos y con ello remozar las casitas. Además, sólo tuvieron que echar mano de los amigos de Marta para venderlas de inmediato y en el acto lograr jugosas ganancias.
Mientras tanto, los empresarios beneficiados, ya sin deber un solo peso al gobierno, pero sí a sus intermediarios (Manuel y Miguel), pudieron continuar con el negocio y revendieron las casas embargadas o hipotecadas para pagar sus adeudos.

Paco Gil, la clave
“Los documentos son fríos. Dispersos y, más aún… ocultos, no dicen nada.”
Este pudo ser el pensamiento del verdadero hombre fuerte del gobierno foxista. El personaje que gozó de un genuino control sobre cómo, cuándo, dónde y quiénes pudieron hacer negocios al amparo del poder: Francisco Gil Díaz. Un hombre que empezó a forjar su fortaleza desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Encargado de implantar el “terrorismo fiscal” desde la Subsecretaría de Ingresos de Hacienda, Paco Gil se ubicó del lado de los tecnócratas y supo cómo operaba la banca del país.
En su siguiente etapa política amoldó sus conocimientos para el servicio del gobierno y así creó y avaló, durante el gobierno zedillista, el Fopabroa, uno de los más grandes fraudes cometidos contra el país y su población.
El poder de Paco Gil creció durante el foxismo, no sólo porque tenía a su lado a un presidente débil, sino porque logró la máxima posición de quien añora manejar los dineros de una nación: ser secretario de Hacienda y Crédito Público, mariscal de las finanzas.
Habiendo salido ileso de la batalla del Fobaproa, y ya en su nuevo cargo, el mariscal de las finanzas puso y dispuso de quienes encabezaron el nuevo organismo que administró las tropelías de los empresarios, el IPAB.
El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), la Sociedad Hipotecaria Federal, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el Sistema de Administración de Bienes, el Sistema de Administración Tributaria y Aduanas, todas dependía del frío y astuto mariscal de las finanzas.
Pero de todas ellas, el enclave de poder de Paco Gil fue la Procuraduría Fiscal de la Federación, desde donde, si él lo deseaba, podía presentar pruebas de fraude, malversación de fondos, lavado de dinero u ocultamiento de millones de pesos contra quienes hubieran utilizado el poder para enriquecerse.
El mariscal tenía la llave y a él debían controlarlo, o al menos neutralizarlo.
Las subastas del IPAB de las que sacó provecho Manuel Bribiesca por medio de la empresa fantasma de su amigo Miguel Khoury, a quien le pagó con un terreno, la comercialización de algunos departamentos en Puebla y millonarios créditos otorgados por el gobierno, estuvieron controlados y bajo la batuta del mariscal financiero.
Los documentos, fríos y dispersos, que fueron apareciendo a lo largo de algunos años, así lo demuestran. A partir de ellos es fácil suponer la manera en que Marta Sahagún de Fox “neutralizó” a uno de los mayores enemigos de sus hijos, a quien no podía siquiera soportar, Francisco Gil, quien sí accedió a solaparlos y encubrirlos.
Durante los seis años del foxismo, Francisco Gil estuvo detrás del IPAB, y de Bancrecer, el banco al que le subastaron sus bienes, presuntamente chatarras.
Fue Paco Gil quien impuso a Mario Bouregard en ese instituto; fue él quien colocó a Guillermo Babatz en la Sociedad Hipotecaria Federal; fue él quien sabía de los movimientos de Montalvo en la administración de Aduanas; fue él quien también puso a José Néstor García Reza como encargado jurídico de Bancrecer.
Cada uno de estos hombres tenía conocimiento de cómo y por qué fueron beneficiados Manuel Bribiesca y Miguel Khoury desde el IPAB; todos lo supieron pero todos callaron, quizá por orden de su jefe real, Francisco Gil.
El grupo político de tecnócratas del que se fue rodeando Francisco Gil figura en cada uno de los documentos que dan respuesta al porqué del encubrimiento a los hijos de Marta Sahagún. Como intermediarios, pretendían recuperar lo que empresarios tramposos no podían adquirir directamente y a la luz de todos.
Quien se encargó de revelar la participación de Francisco Gil en todo este millonario entramado bancario, fue él mismo, pues su ambición lo hizo dar un paso en falso que lo puso al descubierto como su cabecilla y uno de los principales beneficiados.
Esta información la tenía Marta Sahagún de Fox en su poder y con ella no sólo neutralizó al mariscal de las finanzas sino también lo hizo cómplice de los abusos de sus propios hijos.
Muchos documentos –escrituras notariales, poderes, contratos, oficios de la Secretaría de la Función Pública y del Banco de México– forman parte de las piezas claves que Francisco Gil tenía bajo llave, escondidas en los archivos de Hacienda. La última pieza para armar el rompecabezas bancario la proporcionó él cuando, en enero de 2007, recién separado de su cargo de mariscal de las finanzas, anunció que sería consejero del banco HSBC en Londres. A partir de ahí la madeja se fue desenredando y cada uno de los documentos y del encubrimiento a los Bribiesca tuvo sentido.

Paco Gil, el benefactor
La administradora de activos Fénix fue la encargada de subastar y verificar que todo se hiciera conforme a la ley, es decir, fue la responsable de que se violentaran las bases de licitación al aceptar que alguien ajeno a Construcciones Prácticas pagara la garantía al IPAB, que formaba parte del pase para concursar.
Fue Fénix la que decidía quiénes participaban en las subastas de Bancrecer, pues tenía la decisión final y podía vetar a quien quisiera para la compra de activos. Fue también esta administradora la que verificó que los que participaban no hubieran sido rescatados por el gobierno, es decir, que no estuvieran en el vientre del Fobaproa ni en el IPAB.
Además, Fénix tenía la última palabra para aprobar o rechazar la reventa del bien subastado. En el contrato de cesión de derechos que Fénix firmó con cada uno de los ganadores de las subastas se aclara que si el ganador decidía vender lo que acababa de adquirir, la administradora de activos debía fijar su opinión; pero si en un plazo de 10 días no se pronunciaba, estaba aceptando tácitamente al nuevo comprador, sin importar si mediante esta reventa el bien iba a parar a manos de quien años antes lo había perdido y había quebrantado las arcas del gobierno federal.
Como secretario de Hacienda y cabeza de sector del IPAB, Francisco Gil fue quien le dio todas estas canonjías a Fénix, cuando debió ser el gobierno federal el que impusiera sus condiciones a la empresa que remataría los bienes del gobierno federal y que mediante el rescate bancario le habían llegado a Bancrecer. Es decir, las condiciones las debió imponer el gobierno y no Fénix.
El pírrico beneficio que obtuvo el gobierno federal al entregarle a Fénix toda la cartera para que impusiera sus condiciones de venta fue la donación de un terreno y un edificio ubicado en la calle de Varsovia en la Zona Rosa del Distrito Federal. El inmueble, de 2 mil 187 metros cuadrados, en diciembre de 2001 tenía un valor –ahora debe valer mucho más– de 119 millones 773 mil pesos. En ese lugar se encuentran las oficinas del IPAB actualmente.
Todos los activos que subastó Fénix los “donó” Bancrecer al IPAB para que los vendiera en beneficio del gobierno. Sin embargo, el acto de benevolencia que, al parecer, tuvo Bancrecer al donarle un predio en la Zona Rosa no fue tal, pues el gobierno ya lo había rescatado de no ir a la quiebra y lo había respaldado financieramente luego de que cientos de empresarios dejaron de pagarle el dinero que les había prestado.
Empresarios como el veterinario Adrián Campuzano, que debía al banco más de mil millones de pesos, con los que había construido sus 3 660 casas en 15 ciudades del país, fueron quienes, gracias a la intermediación de Manuel Bribiesca, por medio de Construcciones Prácticas, pudieron recuperar sus bienes. En el caso de Adrián Campuzano lo hizo por la módica cantidad de ocho millones de pesos y el regalo de 700 casas en Acapulco que les dio a los jóvenes.
De las maniobras a las que recurrió Manuel Bribiesca al recuperar para empresarios como Campuzano o Alfredo Miguel Afif sus propias empresas, sin duda tuvo conocimiento Francisco Gil y su equipo político, al que impuso en las áreas que intervinieron en esta operación.
Una de las razones de por qué Paco Gil permitió la ilegal operación de los Bribiesca la ofreció la Secretaría de la Función Pública cuando en un oficio dejó claro que Fénix estaba conformada por Mex One LLC y JER Capital LLC, las que a su vez eran subsidiarias del Deutsche Bank y de JE Roberts Co. Pero hasta aquí el rompecabezas aún no adquiría forma.
La segunda razón de Paco Gil y que fue la pieza que faltaba en el rompecabezas surgió sin explicación, en respuesta al paso en falso que dio cuando, en enero de 2007, aceptó el cargo de consejero en el HSBC de Londres. Ese mes el banco reveló que el mariscal de las finanzas de México era integrante del consejo de JE Roberts Co. Es decir, al concluir su mandato como secretario de Hacienda pasó a formar parte de las filas de una de las empresas beneficiadas en el sexenio foxista.
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Fox y Marta dejaron muchos candados al nuevo gobierno, que hacen casi imposible que se lleve ante la justicia a Manuel y a Jorge Alberto Bribiesca o a cualquier pariente de la familia Fox Sahagún.
En 2003, por ejemplo, cuando se entregaron los contratos, el área jurídica de Pemex encargada de revisar los convenios sobre los que pesaban denuncias, como los realizados con la empresa Oceanografía, estaba encabezada por César Nava, ex secretario particular del actual presidente de la República y quien recientemente renunció al cargo para buscar por el pan una diputación federal en julio de 2009, en tanto que Felipe Calderón, el nuevo mandatario, fungía en aquel entonces como secretario de Energía.
Néstor García Reza, el mismo que operó el fideicomiso de Bancrecer en el 2001, a donde fueron a parar muchos de los bienes que luego pasaron a manos de Manuel Bribiesca y Miguel Isaac Khoury Siman, y que en 2002 estuvo al frente de PEMEX Exploración y Producción, actualmente es el nuevo director jurídico de PEMEX. El director de PEMEX Refinación en el gobierno foxista, Juan Bueno Torio, es ahora senador de la República con fuero constitucional.
Uno de los hombres que Francisco Gil Díaz impuso en Aduanas durante el sexenio foxista, aunque hoy no sigue ahí, José Guzmán Montalvo, dejó ubicado en puestos claves a su principal equipo.
El encargado de la Sociedad Hipotecaria Federal que entregó los millonarios recursos del gobierno a Kilate y a Construcciones Prácticas para que remozaran las casas que les entregó el IPAB, Guillermo Babatz, ahora es el nuevo titular de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la única institución que sabe hasta qué punto engrosaron sus cuentas bancarias los Bribiesca Sahagún, Guillermo Sahagún Jiménez y la demás parentela de Marta Sahagún.
El titular del Fovissste, que autorizó que las casas de Manuel Bribiesca y Miguel Isaac Khoury Siman fueran adquiridas por trabajadores, hoy es diputado federal, también con fuero, cercano colaborador de Elba Esther Gordillo, quien fuera una de las políticas más admiradas por Marta y actual socia política de Felipe Calderón.
Y el más importante, el entonces procurador que dio carpetazo a la investigación, Daniel Cabeza de Vaca, hoy es el encargado de asuntos jurídicos de la Secretaría de Gobernación. Difícilmente alguno de ellos aceptaría que se lleve a cabo una indagatoria, pues todos estuvieron involucrados en los beneficios que desde el poder recibieron los hijos de Marta y su familia.
El poder lo transforma todo y por algún tiempo hace santo al más impuro de los hombres.
(Jesusa Cervantes/APRO)

martes, abril 14, 2009

En condiciones de esclavitud, navieros de Oceanográfica: ITF

PATRICIA DáVILA

MÉXICO, D.F., 14 de abril (apro).- Con el consentimiento de las secretarías del Trabajo y de Comunicaciones y Transportes, la naviera Oceanografía tiene a sus 2,300 trabajadores en condiciones de "esclavitud", opera sin las normas de seguridad, y viola las leyes federales del Trabajo, de Navegación, de Comercio Marítimo, entre otros acuerdos internacionales, según se desprende de un informe elaborado por la Federación Internacional del Transporte (ITF).La organización, cuya sede se encuentra en Londres, Inglaterra, subraya que a pesar de que dicha empresa, que opera actualmente en la Sonda de Campeche, arrastra la mayor incidencia en violaciones a las leyes nacionales e internacionales en materia laboral --seguida de las mexicanas Protexa y Diavaz, y de la noruega Tide Water--, continúa obteniendo jugosos beneficios del gobierno federal.En el sexenio pasado, recuerda, Oceanografía fue una de las navieras consentidas de Vicente Fox, gracias a las relaciones de los hermanos Bribiesca, hijos de Marta Sahagún, quienes en varias ocasiones gestionaron ante el entonces director de Petróleos Mexicanos, Raúl Muñoz Leos, contratos para la empresa propiedad de Amado Yáñez Osuna, como lo reconoció Manuel Bribiesca, en una entrevista con el periodista Miguel Badillo.
Oceanografía obtuvo una docena de multimillonarios contratos –dos de ellos por adjudicación directa—por más de 9 mil millones de dólares, para prestar servicios a Pemex de transporte de carga, posicionamiento de plataformas y operaciones de buceo, entre otras actividades. Sin embargo, pese a que es una de las navieras que mejores contratos ha obtenido, "mantiene a sus 2 mil 300 trabajadores en condiciones de esclavitud, con el fin de cumplir millonarios contratos de arrendamiento de embarcaciones y mantenimiento de plataformas de Pemex", señala el informe de la ITF. Actualmente Oceanografía controla 10% de la mano de obra que trabaja en la Sonda de Campeche.Además, el informe sostiene que las secretarías del Trabajo y Previsión Social (STPS) y de Comunicaciones y Transportes (SCT), permiten a la naviera operar sin las normas de seguridad, violar las leyes Federal del Trabajo, y de Navegación y Comercio Marítimo, así como acuerdos internacionales.De acuerdo con el organismo internacional, Oceanografía es la contratista que opera en la Sonda de Campeche con mayor incidencia en violaciones a las leyes nacionales e internacionales en materia laboral.Esta empresa de alquiler de barcos y trabajos de mantenimiento a las plataformas petroleras, realiza los llamados trabajos off shore o costa afuera, y crea figuras mercantiles para evadir impuestos, reduce al mínimo su inversión laboral, utiliza sindicatos de protección y, en general, ejerce "dumping social". Por su parte, el Frente Unido de Marinos Mercantes (FUMMAC) denunció que los trabajadores de Oceanografía no tienen contrato colectivo de trabajo; no cuentan con copias de su contratación. Por si fuera poco, cuando son contratados, se les obliga a firmar en blanco su renuncia anticipada y a afiliarse a sindicatos de protección; no tienen prestaciones de ley.Como ejemplo, señala que el servicio es de 28 días por 14 de descanso, no obstante que la Ley Federal de Trabajo, especifica que son 14 días de trabajo por una cantidad igual de descanso.De acuerdo con el FUMMAC, la mayoría de la tripulación de los 34 barcos que Oceanografía renta a Pemex no está registrada en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); y quien la fortuna de estarlo, son registrados con el salario mínimo, mucho menor al que en realidad reciben.En el caso de los trabajadores que nunca son registrados en el IMSS, si sufren invalidez o muerte por accidente, la naviera no paga las indemnizaciones correspondientes, señala el Frente.Además, dice, la empresa viola la Ley del Infonavit; no hace las aportaciones patronales y, por tanto, los trabajadores tampoco tienen el fondo de ahorro para el retiro al cual tienen derecho. Por el alquiler de sus barcos, como el Caballo de Trabajo, la naviera cobra a Pemex un millón de pesos diarios, pero retrasa el pago a su tripulación por periodos de hasta cuatro meses y, hacia el último trimestre del año, incurre en despidos masivos injustificados para no pagar aguinaldo, vacaciones y otras prestaciones. De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, la STPS tiene, por obligación, enviar inspectores que supervisen las condiciones laborales en las zonas marítimas; sin embargo, en la Sonda de Campeche, que concentra 90% de la actividad marítima de todo el país y 70% de la petrolera, no hay un solo inspector que verifique las condiciones en las que laboran 18 mil personas por turno en actividades costa afuera.De ellos, 4 mil son trabajadores del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, el resto, de las empresas privadas.

domingo, abril 12, 2009

Fox, “responsable de la crisis”

Calderón está obligado a actuar, dicen
Fox, “responsable de la crisis”: legisladores
*Debe el gobierno en turno castigar las trapacerías del guanajuatense, reclama priísta
*El Presidente no lo tocará, por el costo político para su partido: Graco Ramírez
*“Aún es posible investigar su fortuna”
En su sexenio se dilapidó la renta petrolera y no se hizo inversión productiva, señalan
Fox, corresponsable de la actual crisis nacional, dicen legisladores
*Calderón hará todo lo posible para que nada se esclarezca, advierte el senador Graco Ramírez
*El titular del Ejecutivo debe “castigar las trapacerías del ex presidente”, exige Samuel Aguilar
Roberto Garduño y Georgina Saldierna

El manejo irregular del presupuesto público y de la política económica nacional durante el gobierno del panista Vicente Fox Quesada conjuntó críticas de legisladores de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Revolucionario Institucional (PRI), quienes consideraron que el ex presidente es responsable en gran parte de la crisis por la que atraviesa el país.
El senador perredista Graco Ramírez aseveró que a pesar de los malos resultados del gobierno de Fox, Felipe Calderón hará todo lo posible para no tocar al ex mandatario, pues hacerlo implicaría un enorme costo político para su partido y asumir que no hay manera de distinguir entre una administración del PRI y una de Acción Nacional.
La Cámara de Diputados debe actuar frente a los resultados que arroja la revisión de la Cuenta Pública de 2006, abundó.
Refirió que durante el mandato de Fox se dilapidó la renta petrolera, que fue una de las más importantes en la historia, sin que se hubiera hecho una sola inversión de carácter productivo o en infraestructura. Todo se fue al gasto corriente y a fideicomisos que aún no se terminan de investigar, puntualizó.
Sumado a ello, mencionó que se mantuvo una economía de especulación en la banca y se careció de una estrategia para generar el crecimiento del país.
“Se llegó al absurdo de tener un gobierno rico sin que hubiera posibilidad de crecimiento, porque no se detonó la economía nacional”, enfatizó.
Con su actuación al frente de la administración pública, el guanajuatense demostró una total falta de compromiso con el país, explicó. Ahora Calderón va a hacer todo lo posible para que lo sucedido en el sexenio foxista en materia económica no se esclarezca, subrayó.
Lo anterior se va a hacer en función de mantener intocado al ex presidente y no asumir la responsabilidad de lo que fue la primera experiencia del PAN como gobierno federal, expuso.
Investigar fortuna foxista
A su vez, el legislador perredista Humberto Zazueta expresó: “no se puede proceder legalmente contra Fox, pero sí es posible investigar a fondo su riqueza patrimonial con objeto de imputarle, si fuera el caso, delitos contemplados en el Código Penal Federal relativos al enriquecimiento ilícito”.
Recordó que no sólo en materia presupuestaria y económica falló Fox Quesada. “También fue un ejemplo paradigmático” de los políticos que, como “en los mejores años del régimen priísta”, incumplen sus promesas de campaña.
“Recordamos cómo prometió que el país crecería en un promedio de 7 por ciento anual, cuando ni en el mejor escenario nacional se había alcanzado esa cifra.”
Agregó que en caso de que Fox haya incurrido en delitos, debe aplicarse la ley, además de que enfrentará “el veredicto negativo de la sociedad y de la historia”.
Insistió Zazueta en que la ley no contempla castigo para la impunidad en que vivió Fox durante seis años en la Presidencia, pero aún es posible emprender una investigación seria y con amplias repercusiones en torno a él y sus parientes para dilucidar si se benefició del manejo de recursos públicos para acrecentar su fortuna personal y familiar.
En consonancia, el diputado priísta Samuel Aguilar advirtió que el ex mandatario panista debe ser investigado por la actual administración de Felipe Calderón, quien está obligado a dar una “muestra mínima de congruencia para castigar las trapacerías del ex presidente”.
El representante priísta responsabilizó a Fox de “haber llevado al país a la ruina, porque no sólo manejó perversamente, en beneficio de sus amigos y el propio, millonarias cantidades de dinero, sino que cobijó los manejos turbios de su esposa, Marta Sahagún; sus familiares, entre ellos los más destacados, Manuel y Jorge Bribiesca; (Calderón) tiene la palabra, y esperamos una señal mínima de congruencia en el poder, porque, en el caso contrario, el presente será un sexenio perdido”.