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viernes, diciembre 30, 2011

¿Dónde está el dinero de Mexicana?

Gastón Azcárraga, empresario.


MÉXICO, D.F. (apro).- Hace un año cuatro meses, los trabajadores de Mexicana de Aviación dejaron de percibir sus salarios; les cerraron las puertas de su trabajo y fueron echados a la calle; el empresario Gastón Azcárraga, presidente del Grupo Posadas, sólo la tuvo en su poder cinco años, tiempo suficiente para “quebrarla”. Hasta la fecha no ha respondido por los trabajadores ni les ha pagado su llamado “pasivo laboral”.

El caso de Mexicana se ha vuelto complejo– porque así lo ha decidido el gobierno federal–, pero la denuncia penal que el pasado 27 de diciembre interpuso el sindicato de los trabajadores de tierra, con Miguel Ángel Yúdico Colín al frente, lo vuelve más claro.

El 23 de mayo de 1995, el gobierno federal creó una tenedora de acciones de líneas aéreas, entre las que estaban Mexicana, Aeroméxico, Aerocaribe, Aerolitorial y Aeromexpress, además de otras empresas que brindan servicios de mantenimiento, la cual denominó Cintra.

El 6 de julio de 2005, Cintra (el gobierno), lanzó la convocatoria para vender Mexicana y determinó que el Grupo Posadas, de Gastón Azcarraga, era el idóneo para tenerla.

Cinco años después, el 20 de agosto de 2010, “los accionistas del Nuevo Grupo Aeronáutico, SA de CV (como Grupo Posadas denominó a la empresa), vendieron a Tenedora K, SA de CV, el 95% de las acciones de dicho Grupo”, según consta en la denuncia penal que el sindicato presentó ante la Procuraduría General de Justicia el Distrito Federal.

En las dos ventas, y por ello es la denuncia, ni el gobierno ni el Grupo Posadas “notificaron oficialmente” a sus acreedores laborales, entre éstos, los propios trabajadores de Mexicana.

El caso es que no se consultó ni se avisó, ni se negoció con los acreedores laborales sobre las dos ventas; y el pasivo laboral de los trabajadores a la fecha es de cuatro mil setecientos ochenta y cinco millones de pesos (4,785,000,000.00).

¿Qué es un pasivo laboral? Para que se pueda entender, es el fondo de liquidación que toda empresa tiene para sus trabajadores.

Ahora, este 27 de diciembre de 2011, los trabajadores del sindicato de tierra están demandando penalmente al gobierno y al Grupo Posadas por no haber notificado a uno de los acreedores (los trabajadores) de las ventas ni haber notificado dónde está dicho fondo.

La demanda penal no establece si cuando la aerolínea estaba en manos del gobierno federal, dicho fondo estaba constituido ni tampoco en cuál banco; tampoco el Grupo Posadas dejó en claro si cuando se le entregó Mexicana, “constituyó dicho fondo” ni dónde está ahora. Y lo mismo en esta tercera venta a Tenedora K que aparece en la denuncia penal.

Hoy, los trabajadores de Mexicana están sin trabajo, no perciben salario alguno cuando tienen más de cuatro mil millones de pesos como parte del pasivo laboral.

El absurdo es que ni gobierno, ni Grupo Posada ni nadie se quiere hacer responsable de dicho problema.

Habrá que preguntarle al Instituto de para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB), que era la instancia que administraba a Mexicana, si supo alguna vez dónde estaba ese dinero del pasivo laboral y, si lo supo, por qué nunca se les notificó a los trabajadores de las ventas cuando, por ley, se debió hacer. Por cierto, entre quienes formaban parte del IPAB en el tiempo en que se vendió Mexicana está Francisco Gil Díaz, el todopoderoso secretario de Hacienda, en el sexenio de Vicente Fox; y en el consejo de administración del Grupo Posadas, Santiago Creel Miranda, aspirante del PAN a la Presidencia de la República.

Sería bueno que estos personajes dejarán en claro, dónde está ese dinero, y de paso, que la Procuraduría del Distrito Federal diga si dará entrada a la denuncia penal e investigará el caso imparcialmente.

Comentarios: mjcervantes@proceso.com.mx

Mario DiCostanzo con Mexicana 29Dic2011

http://youtu.be/J4J_LcQ2lF0

domingo, enero 16, 2011

Privatizan créditos a contratistas de Pemex y CFE

Los contratos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y de Petróleos Mexicanos (Pemex) son el principal objetivo de muchos grupos de poder dentro y fuera del país porque concentran la mayor parte del Presupuesto de Egresos de la Federación relacionado con obra pública.

En México, el Grupo Carso de Carlos Slim –a través de la constructora Impulsora del Desarrollo Económico de América Latina– y el Grupo ICA (Ingenieros Civiles Asociados) han buscado mantener el liderazgo y participación en el mercado de los contratistas del sector energético, aunque la competencia de multinacionales es constante y depredadora para las compañías mexicanas, como muestra el caso de Bufete Industrial, que ya desapareció.
Los contratos que otorgan las paraestatales Pemex y CFE también han sido motivo de ambición y luchas internas de grupos vinculados a influyentes políticos. Se trata de un gran tesoro con un flujo constante y seguro que se administra de manera independiente a la crisis económica del país.

Pemex, por ejemplo, planea invertir un promedio anual de 369 mil millones de pesos durante los próximos nueve años, y será entre 2012 y 2014 cuando se registren los niveles más altos de ese flujo de recursos. Mucho de este dinero, por supuesto, irá a parar a los bolsillos de funcionarios comisionistas que otorgan contratos a intermediarios y empresarios corruptos.
Además, los contratistas de la paraestatal petrolera aún esperan inversiones por 8 mil millones de dólares para la refinería que se localizaría en Tula, Hidalgo. No sólo eso, las modificaciones a la legislación de la industria petrolera permitirán que Pemex aplique esquemas más flexibles y eficientes para la contratación de servicios a través de licitaciones públicas.

Así, se esperan millonarios contratos para Chicontepec y las aguas profundas del Golfo de México. Sin embargo, la corrupción y la falta de transparencia han caracterizado, en muchos casos, el ejercicio de estos recursos, y esa situación parece que no va a cambiar.

Hasta ahora, sin embargo, no se había formalizado la participación privada en el financiamiento del mercado de contratistas del sector petrolero. Ése es otro gran negocio que hace a muchos frotarse las manos.

La banca comercial, al menos los seis principales bancos del sistema, había concentrado la mayor parte de los créditos que necesitan los contratistas de Pemex y la CFE para cumplir los compromisos con estas paraestatales.
En medio de este escenario, surge la Sociedad Financiera de Objeto Múltiple (Sofom) Navix, que, siendo un intermediario no regulado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el Banco de México o la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, participa en el mercado del financiamiento de contratistas de Pemex con más de 60 millones de pesos, y que hace unos días obtuvo de las Afores, de los fondos de pensiones de los trabajadores mexicanos, al menos, 4 mil millones de pesos.

El nombre de Navix y de los fondos internacionales que la acompañan en la operación que se cerró a través de la Bolsa Mexicana de Valores pasaría prácticamente desapercibido si entre sus directivos y fundadores no figurara Gonzalo Gil White, hijo del exsecretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, el funcionario que impulsó, casualmente, la aprobación de la figura de las Sociedades Financieras de Objeto Limitado (Sofoles) –que después se convirtieron en Sofomes–, con el objetivo de impulsar los créditos para el sector productivo ante las restricciones que aún enfrentaba la banca múltiple en sus políticas de financiamiento.

Las Sofomes han surgido como hongos bajo la lluvia y las señales de alerta comienzan a encenderse ante problemas de cartera vencida. En Navix, además, participa como socio minoritario Citigroup, que controla Banamex y que, en teoría, debería otorgar créditos al sector petrolero de forma directa.
Pero, volviendo al caso de las Sofomes, el propio exgobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, ha encendido la alarma sobre la presencia de actividades vinculadas con el lavado de dinero que utilizan estos intermediarios no regulados.

La cartera vencida de estas entidades también preocupa a las autoridades porque han encontrado en los créditos con descuento a nómina de gobiernos municipales y estatales un negocio seguro, pero con pocos controles de riesgo. Allí está el caso de los problemas que enfrentaron varias Sofomes que otorgaron créditos al gobierno del Distrito Federal y que, ante los retrasos en las participaciones federales, enfrentaron problemas para cobrar los préstamos otorgados.

Llama la atención que Gonzalo Gil White, socio de Navix y quien en su currículo destaca su experiencia en Goldman Sachs y en Equity Group Investments, la compañía de inversión del financiero Sam Zell, haya decidido participar en el mercado de créditos para el sector petrolero a través de una Sofom.

Él mismo reconoció ante la prensa que esta figura permite una mayor flexibilidad frente a las políticas tradicionales de la banca. Pero, además del sello de Gil Díaz en la figura que escogió la intermediaria y fondo de su hijo para participar en el sector petrolero, destaca otra coincidencia: la creación de un fideicomiso como el elemento central de la operación. Se trata del Fondo Inversión en el Sector Energético, en el cual para otorgar créditos a los contratistas de Pemex y la CFE, deben depositar derechos de tesorería que garanticen el cobro y el seguimiento de las inversiones. El equipo de Gil White tendrá derechos de tesorería para vigilar que se cumpla el contrato comprometido y que se apliquen de forma efectiva los préstamos otorgados.

*Periodista

lunes, mayo 17, 2010

Cínicos y desmemoriados, Aspe, Ortiz y Gil Díaz, critica consejero de Pemex

Dejaron al país hecho trizas y desmantelaron la petrolera, reclama Fluvio Ruiz
Israel Rodríguez


Fluvio Ruiz Alarcón, consejero profesional de Petróleos Mexicanos (Pemex), calificó de cínicos y desmemoriados a los ex secretarios de Hacienda Pedro Aspe, Guillermo Ortiz y Francisco Gil, quienes dejaron un “país hecho trizas y desmantelaron a la petrolera con su idea financierista” de hacer negocios privados. “Sus mandatos se caracterizaron por la falta de inversión y un despilfarro de los recursos petroleros excedentes”, sostuvo.

El miércoles pasado los ex funcionarios coincidieron en que México debe despojarse de tabúes y realizar reformas a su marco jurídico que permitan la participación de la iniciativa privada en materia energética. Advirtieron: “si no resolvemos el tema energético vamos a un callejón sin salida”. Pusieron de ejemplo lo que Brasil ha hecho con la petrolera Petrobras.

Ruiz Alarcón destacó que las declaraciones de los tres ex funcionarios no los eximen de su corresponsabilidad al conducir las finanzas públicas del país durante casi 20 años.

“Ellos fueron los que han llevado al país y a Pemex a un callejón sin salida”. El régimen fiscal que siempre defendieron (la llamada RED, en vigor hasta 2005) se terminó convirtiendo en un mecanismo de apropiación privada de la renta petrolera, al permitir sostener los privilegios fiscales de las grandes empresas para mantener favores políticos y económicos, a costa de exprimir inconteniblemente a Pemex para ajustar las cuentas nacionales durante sus mandatos.

Recordó que Francisco Gil Díaz maniobró con la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) para que el entonces presidente Vicente Fox vetara el primer intento de aligerar la pesada carga tributaria de la petrolera. “Con Francisco Gil Díaz hubo un desplome de las reservas probadas, debido en buena medida al abuso que la Secretaría de Hacienda hizo del superávit primario de Pemex, que llegó a niveles nunca vistos con el único objeto de generar la ficción contable del déficit cero en las finanzas públicas”.

Más aún, “fue Gil Díaz quien diseñó el tristemente célebre derecho adicional sobre hidrocarburos, que llevó al absurdo de que Pemex pagara al fisco por ingresos no obtenidos. Una auténtica barbaridad fiscal”.

Fluvio Ruiz, doctor por la Sorbona de París, mencionó que durante la gestión de Pedro Aspe se sentaron las bases para que el país viviera una de las peores crisis económicas de que se tenga memoria. Además, Aspe Armella muestra gran desconocimiento del tema al sostener que “los niveles de producción han descendido dramáticamente; de 4 millones de barriles que se producían ahora vamos en dos y medio”.
Como cualquier persona “medianamente enterada sabe, jamás hemos producido 4 millones de barriles. Esta aproximación lerda y dogmática lo lleva a repetir el cliché de que el éxito de Brasil se debe sólo a su apertura parcial al capital privado”.

“Su fundamentalismo neoliberal ni de lejos le permite aproximarse a la realidad: el desarrollo de Petrobras se ha sustentado en un esfuerzo sostenido, con recursos públicos, con más de 50 años de inversión en investigación y desarrollo tecnológico (2 mil 550 millones de dólares invertidos entre 2006 y 2008), formación de recursos humanos y la capacidad de definir sus proyectos sin la sujeción asfixiante de Hacienda que padeció Pemex bajo los tres ex secretarios reunidos por Peña Nieto.

“¿De dónde saca Aspe que los niveles de producción de Pemex son la quinta parte de lo que logran otras empresas petroleras? ¿Habrá obtenido en su retiro de la administración pública un doctorado en geología o geofísica?”, se preguntó.

El consejero profesional recordó que Guillermo Ortiz fue quien participó, diseño y operó el esquema perverso y oneroso de los Pidiregas, que hoy son componente fundamental del entramado que tiene endeudado a Pemex por más de medio billón de pesos.

Afortunadamente, y gracias a la reforma energética de 2008, la estrategia financiera vía Pidiregas desapareció.

Fluvio Ruiz destacó que ellos fueron miembros del consejo de administración de Pemex cuando fueron secretarios, y lo único que hicieron fue extender la mano para obtener los recursos para ajustar las finanzas del país, sin importar que se frenara la inversión en exploración, refinación y mantenimiento, por poner tres ejemplos evidentes. “No quiero pensar que en el fondo de las declaraciones de los ex funcionarios no está el interés del país ni de Pemex, sino un interés por los negocios privados”.

domingo, noviembre 22, 2009

El siniestro Lozano

Priista, panista, zedillista, calderonista… Javier Lozano Alarcón sólo es leal a sus propios intereses, individuales y de grupo, en aras de los cuales no le importa transgredir la ley o enfrentarse con empresas como Telmex y Televisa, cuando le conviene. El precio es que no ha podido ser secretario de Comunicaciones y Transportes. Pero algo ha cosechado: como sólo le teme a la ausencia de reflectores, Felipe Calderón lo puso en la Secretaría del Trabajo para confrontar a los movimientos sindicales.

Amigo personal de Guillermo Ortiz y de Francisco Gil Díaz, con quienes laboró entre 1984 y 1989 en el Banco de México y en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; funcionario de primer nivel en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes durante el zedillismo (oficial mayor, subsecretario y presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones entre agosto de 1996 y mayo de 1999), Javier Lozano Alarcón abandonó su carrera de piano en el Conservatorio Nacional de Música y su militancia priista para aspirar a ser uno de los hombres fuertes del presidente Felipe Calderón, aún a costa de que se le considere uno de los secretarios más rijosos del gabinete.A su paso por el sector de telecomunicaciones Lozano Alarcón sembró varios de los conflictos que este año revivieron con toda su fuerza: se confrontó con el magnate Carlos Slim, sentó las bases para favorecer a los competidores de Telmex, incluyendo el proyecto de la fibra óptica (ahora en el centro de la confrontación con el Sindicato Mexicano de Electricistas), y benefició con dos prórrogas simultáneas a la empresa Unefon, que posteriormente fue adquirida por Ricardo Salinas Pliego, uno de los clientes del despacho denominado… Javier Lozano y Asociados.Quienes lo conocen saben que su principal aspiración en el gobierno de Felipe Calderón fue llegar a ser titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). El veto simultáneo de Telmex, Televisa y de varios operadores de telecomunicaciones provocó que Calderón dejara a su antiguo condiscípulo de la Escuela Libre de Derecho (uno más en el gabinete) al frente de la Secretaría del Trabajo.Esto no ha impedido que Lozano se confronte lo mismo con el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, que con sus antiguos correligionarios priistas, y hasta defienda a través de cartas públicas el nombramiento de Jorge Mier y de la Barrera como oficial mayor de la Secretaría del Trabajo, después de que el Consejo de la Judicatura lo despidiera por presunto fraude y cohecho.Mier y de la Barrera conoció a Lozano desde los tiempos en que el titular del Trabajo fue subsecretario de la SCT y presidente de la Cofetel. Esa red de intereses y de compromisos están presentes ahora que, desde la Secretaría del Trabajo, el abogado originario de Puebla no oculta sus pretensiones de convertirse en el sucesor de Calderón en la Presidencia de la República.

Los conflictos
El 1 de octubre de 1998 y el 29 de marzo de 1999, la firma del entonces presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), Javier Lozano Alarcón, avaló un hecho inédito en la historia del sector: en dos ocasiones consecutivas autorizó que la empresa Unefon prorrogara el pago de 80% de 2 mil 620 millones de pesos por concepto de contraprestación en la licitación que había ganado para explotar por 20 años las frecuencias para telefonía inalámbrica, fija y móvil.A ninguna compañía, como a Unefon, se le han otorgado dos prórrogas consecutivas a fin de que pague la contraprestación de una licitación para explotar 18 títulos de concesión en telecomunicaciones que ya había ganado.Casi una década después de que Lozano, junto con los demás integrantes del pleno de la Cofetel, autorizaran este privilegio, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) subrayó en su informe de 2008 que tanto Lozano como el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de aquella época, Carlos Ruiz Sacristán, actuaron indebidamente al otorgar esas dos prórrogas.“Para el pago del 80% restante –advierte el informe de la ASF–, Unefon solicitó una prórroga de 180 días; al respecto y sin tener facultades para ello, el pleno de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) autorizó indebidamente dicha prórroga, pero condicionándola al pago de intereses. Las tasas de dichos intereses fueron sometidas por Cofetel a la consideración de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, dependencia que, sin tener facultades, señaló que las mismas eran adecuadas y que no encontraba objeción alguna para su aplicación”.La ASF le reprochó a la Cofetel que al incumplir Unefon la primera prórroga debió descalificar las concesiones de 27 bandas de frecuencia en telefonía, pero en lugar de eso le otorgó una segunda prórroga.Lozano Alarcón contraatacó a la ASF, advirtiendo que la mayor irregularidad no se cometió durante su breve periodo como presidente de la Cofetel –de abril de 1998 a mayo de 1999– sino durante la gestión de Vicente Fox.Lozano acusó a la SCT de haber perdido un litigio ante Unefon que provocó el pago de 550 millones de pesos a la empresa de Salinas Pliego por el “cobro indebido de los intereses” por una multa impuesta en 1998. Ese pago se realizó el último día de la gestión foxista, el 30 de noviembre de 2006, y quedaron por pagar 46 millones de pesos.El exsubsecretario de la SCT Jorge Álvarez Hoth le respondió a Lozano que este pago se realizó para cumplir una orden del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (TFJA) y que, en todo caso, el origen del problema radicaba en el otorgamiento irregular de dos prórrogas consecutivas (Proceso 1626, 1639 y 1642).El caso generó un fuerte debate público entre Álvarez Hoth y Lozano Alarcón, al tiempo que las bancadas del PRI y del PRD en la Cámara de Diputados demandaron que el titular de Trabajo renunciara a su cargo mientras la Secretaría de la Función Pública (SFP) investigaba las irregularidades del caso.En un extenso documento, distribuido el 1 de mayo de 2008, los exmiembros de la Cofetel Javier Lozano, Jorge Arreola, Jorge Lara y Enrique Melrose trataron de justificar su decisión en el caso Unefon. Señalaron que las dos prórrogas se le otorgaron a Unefon con el consentimiento de la Comisión Intersecretarial de Gasto Financiamiento del gobierno federal y ambas fueron objeto de análisis de la Contaduría Mayor de Hacienda (predecesora de la actual ASF) sin que existiera ninguna observación crítica en los ejercicios fiscales 1998 y 1999.En una entrevista con el especialista Gabriel Sosa Plata, quien escribió ampliamente sobre este expediente, Lozano Alarcón justificó esas prórrogas por el “contexto de crisis económica” que se presentó en 1998. De no haberse otorgado las prórrogas, argumentó Lozano, se hubiera generado una pérdida de ingresos para el Estado.El litigio aún está abierto en la SFP. Si bien ya prescribió cualquier sanción contra Lozano Alarcón, él presiona en la dependencia para que se pronuncie en contra del dictamen de la ASF, ya que, si ocurre así, habría una investigación en contra de los exfuncionarios de la SCT que autorizaron el pago de los 550 millones de pesos.Las presiones de Lozano, según fuentes de la SFP, cuentan con el aval del consejero jurídico de la Presidencia de la República, Miguel Alessio Robles, el mismo que apoyó a Lozano en el decreto presidencial para extinguir la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.La única beneficiada con esta disputa fue la empresa de Ricardo Salinas Pliego, quien desde diciembre de 2007 reclamó que la SCT le pagara 3 mil 57 millones de pesos por “actualizaciones”, intereses acumulados y “cobro indebido de intereses” a Unefon.Lozano Alarcón fue asesor de las empresas del Grupo Salinas, a través de su consultoría Javier Lozano y Asociados, S.C. En este despacho participó también como socio Enrique Melrose, excomisionado de la Cofetel que también firmó las dos prórrogas a Unefon.Desde la Secretaría del Trabajo, Lozano volvió a subirse al ring, a principios de febrero pasado, con el magnate Carlos Slim, quien había pronosticado entonces un desempleo histórico para el país, el cierre de empresas y un desplome del Producto Interno Bruto.Lozano acusó de “catastrofista” al principal accionista de Telmex y le sugirió que “debía ser más cauteloso al emitir sus pronósticos y proyecciones”. Agregó: “Más bien debería decirnos cómo él y sus empresas de su grupo van a enfrentar la crisis y retomar la senda del crecimiento”.Cuando se desempeñó como subsecretario de Comunicaciones y Transportes (1996-1997) y como presidente de la Cofetel (1998-1999), Lozano abrió el paso a la competencia en el mercado de la telefonía. Telefónica, empresa de capital español que en México dirige Francisco Gil Díaz, amigo y exjefe de Lozano en Hacienda, fue una de las compañías beneficiadas.Desde ese momento Lozano propuso utilizar nuevas tecnologías para los servicios convergentes de telefonía. En 1999 ya se proyectaba una millonaria inversión en la red de fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad, alterna a la de Telmex.Slim fue uno de los grandes empresarios que “vetó” a Lozano para que asumiera la titularidad de la SCT. Esta vieja aspiración del abogado de la Escuela Libre de Derecho se vio frustrada cuando Luis Téllez, su amigo y exiliado político, salió de la dependencia en medio de un escándalo por las grabaciones en las que atacaba a la Cofetel y por los enfrentamientos con la subsecretaria de Comunicaciones, Purificación Carpinteyro. Lozano Alarcón volvió a buscar ese cargo, pero fue nombrado Juan Molinar Horcasitas, que carece de experiencia en el sector. Eso no ha impedido que el secretario del Trabajo siga impulsando desde esa posición su agenda en materia de telecomunicaciones.

El bandazo con Televisa
Con la empresa televisiva más poderosa del país, Lozano también ha tenido desencuentros y acercamientos. Durante la discusión sobre la Ley Televisa, Lozano Alarcón llegó a calificar la iniciativa como “una ley retrógrada en la materia, que poco nos va a ayudar”, durante una entrevista en el programa radiofónico de Óscar Mario Beteta, el 10 de diciembre de 2005.En las primeras audiencias realizadas en el Senado, en febrero de 2006, manifestó su oposición a la apropiación anticipada del espectro radioeléctrico. Calculó que este negocio podría representar entre 150 y 200 millones de dólares para Televisa (Proceso 1520).Sin embargo, una conversación telefónica entre Javier Tejado Dondé y Joaquín Balcárcel, altos ejecutivos de Televisa, revela que unas semanas antes de que se aprobara la Ley Televisa en el Senado, Lozano Alarcón ya había cambiado de opinión. Ya no consideraba como “ley retrógrada” esta iniciativa que se aprobó por unanimidad en la Cámara de Diputados y generó un intenso debate en el Senado.La grabación, cuya copia tiene Proceso, revela las presiones a distintos partidos políticos encabezadas por Televisa y exhibe la animadversión que hay en esa televisora hacia Carmen Aristegui, en ese entonces conductora de W Radio, a quien describen como “vocera de los opositores” e “incendiaria”.En la parte medular de la conversación, Tejado Dondé le informa a Balcárcel:“Ya se acabaron las audiencias públicas, ya están viendo si votan o no el asunto. Entonces, estoy en eso. Algo que es muy importante: Javier Lozano, que estaba muy crítico, ya dio el bandazo y ya se pronunció a favor…”El “bandazo” de Lozano Alarcón se produjo, efectivamente, en las últimas audiencias públicas en las comisiones dictaminadoras en el Senado. Declaró que la minuta tenía “cosas positivas”; y, de ser “retrógrada”, pasó a ser una ley “que contiene avances”.De todas formas Televisa no lo ha apoyado en sus aspiraciones para ser titular de la SCT. Su cercanía durante un tiempo con TV Azteca le causa desconfianza a la empresa de Emilio Azcárraga Jean. Sin embargo, desde que estalló el conflicto con el Sindicato Mexicano de Electricistas, las críticas a Lozano han aminorado mucho en la pantalla del “canal de las estrellas”.

Arbitrario... y golpeador

Escándalo tras escándalo, Javier Lozano Alarcón ha dejado una marca de intolerancia a su paso por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. “Prepotente”, “soberbio”, “autoritario”, “bravucón”... son algunos de los motes que abogados laboralistas, líderes sindicales y hasta sus subordinados le endilgan al funcionario expriista que no pierde oportunidad para dar la cara por Felipe Calderón.El secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS), Javier Lozano Alarcón, suele saltar al ruedo para defender a la administración de Felipe Calderón, incluso más allá de su ámbito de competencia: en 2007 se confrontó con el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, por la regulación de las manifestaciones públicas que el funcionario federal pretende sean reprimidas, así como por el seguro de desempleo que el gobernante capitalino propuso para los habitantes de la Ciudad de México. Pero también lo descalificó por enviar ayuda a entidades afectadas por las inundaciones, como Tabasco.Ebrard lo ha calificado como un “porro” al que “su jefe lo mandó a decir lo que él no puede decir”.No es el único opositor que lo cuestiona. Las quejas en contra de Lozano van desde una denuncia ante la PGR por abuso de autoridad, presentada por los defensores de las viudas de Pasta de Conchos, hasta la reciente solicitud de juicio político que promueve el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) por violar los derechos de más de 40 mil electricistas con la liquidación de Luz y Fuerza del Centro. Lozano Alarcón estuvo involucrado en el escándalo de los 205 millones de dólares incautados al empresario chino-mexicano Zhenli Ye Gon, quien acusó al titular de la STPS de obligarlo a guardar ese dinero durante la campaña presidencial del panista Felipe Calderón.En tres años de gestión, el secretario del Trabajo ha chocado con los mineros, los sobrecargos, las viudas de Pasta de Conchos, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), y los electricistas y sus defensores laborales, como Néstor de Buen y Manuel Fuentes, beneficiando con sus decisiones a los empresarios, aseguraron los laboralistas citados, con quienes coinciden el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM), Napoleón Gómez Urrutia, otros litigantes en la materia que prefirieron el anonimato y hasta trabajadores de la propia STPS.

La “libreta roja”
Los abogados entrevistados cuentan que, a partir del desplegado publicado por la UNT el 15 de octubre en apoyo al SME y en contra de la “acción autoritaria y a todas luces ilegal” por la toma de las instalaciones y el decreto de liquidación de Luz y Fuerza del Centro (LFC), Javier Lozano arreció su antisindicalismo.En una reunión sostenida con la UNT –integrada por los sindicatos del IMSS, de Telefonistas y de la UNAM–, Lozano Alarcón les echó en cara su apoyo a los electricistas. El funcionario pidió a su asistente que le llevara “la libreta roja” donde anota las críticas que le hacen los líderes sindicales, con fechas y palabras exactas. Comenzó a leer sus notas y a confrontar a los dirigentes de la UNT, cuyas diferencias afloraron en abril pasado cuando el líder del SNTSS, Valdemar Gutiérrez Fragoso, aceptó la candidatura del PAN a diputado federal y anunció su salida de la agrupación.Ante los reclamos de Lozano, el representante del sindicato del IMSS se deslindó del desplegado, lo que provocó severas críticas del dirigente de los telefonistas, el diputado Francisco Hernández Juárez, quien le recriminó su tibieza y poca solidaridad hacia el SME.El 11 de noviembre, durante el paro cívico convocado por el SME, Hernández Juárez advirtió que la STPS preparaba una embestida contra los telefonistas por apoyar a los electricistas. Ahí describió la rea­cción de Lozano Alarcón al enterarse del amparo del SME contra el decreto de liquidación: enojado, anunció que la medida fracasaría porque LFC estaba muerta y él había expedido su certificado de defunción.

De cuño priista
Abogados laboralistas y trabajadores de la propia STPS sostienen que Lozano Alarcón es “insufrible”, porque es impaciente y tiene un carácter explosivo. En la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) le apodan Kid Lozano por “bravucón”, o Archivaldo, porque ordena archivar los expedientes que le resultan incómodos, como las solicitudes de aumento salarial de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA). Cuentan que sus giras las llaman “los viajes del adiós”, porque al regreso despide a uno de sus colaboradores o éstos renuncian por diferencias con el funcionario. A su equipo lo apodaron genérico intercambiable, porque al personal lo cambia de puesto a su antojo.Sus desplantes son alentados por su supuesta relación personal con el Ejecutivo, porque es su “asesor”. Lozano Alarcón conoció a Felipe Calderón en la Escuela Libre de Derecho; ambos se titularon en 1987.Su carácter lo impulsa a responder personalmente las críticas en su contra publicadas en los medios de comunicación, sólo que las redacta y firma con nombres de sus colaboradores sin antes consultarlos, sostienen.Por eso, consideran a la STPS un instrumento del sector empresarial y comparan a Lozano Alarcón con Arsenio Farell Cubillas, quien fue secretario del Trabajo durante los sexenios de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, pero “sin conocimiento jurídico. Se parecen en lo arbitrario”.Para agradar a Calderón, aseguran, el profesor titular de la cátedra de introducción al estudio del derecho de la Escuela Libre de Derecho se muestra “echado para adelante”, magnificando los problemas con los sindicatos, actuando de manera arbitraria, como lo hizo en abril pasado con los mineros de Cananea, al terminar la relación laboral con Grupo México en una sesión que duró 24 horas en la JFCA.Lozano Alarcón nació en Puebla el 21 de noviembre de 1962. Estudió en la Escuela Libre de Derecho en la generación 1981-1986. Después de hacer carrera en el área de telecomunicaciones, de 2003 a 2005 fue representante del gobierno de Puebla, encabezado por el priista Melquiades Morales Flores, en el Distrito Federal. En 2000 se desempeñó como responsable del área de prensa del CEN del PRI, encabezado entonces por Dulce María Sauri Riancho. Es un personaje cercano al expriista exsecretario de Gobernación del zedillismo y exdiputado panista Diódoro Carrasco Altamirano. Ambos se afiliaron al PAN en septiembre de 2005.En 2006, tras apoyar la campaña presidencial de Calderón como “proyectista y redactor” y responsable del “cuarto de guerra” en el cual se diseñaron las estrategias de “guerra sucia”, es nombrado secretario del Trabajo y Previsión Social. (Proceso 1601)

Los mineros
Apenas estrenado en el cargo, Lozano Alarcón debió enfrentar el conflicto con el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM) que inició el último año del sexenio foxista. En lugar de encontrar una salida negociada, se dedicó a defender a Grupo México, propiedad de Germán Larrea Mota Velasco, la empresa minera más grande del país; desconoció a Gómez Urrutia como líder y se giraron órdenes de aprehensión en su contra por el presunto desvío de fondos de un fideicomiso firmado entre la empresa y el sindicato desde 2001. Ante el golpeteo, el dirigente sindical optó por el autoexilió en Vancouver, Canadá.En entrevista telefónica, Gómez Urrutia sostiene que Lozano Alarcón, según “informes extraoficiales, estaba o está en la nómina de Grupo México”. A ello atribuye que se conduzca “de manera agresiva, prepotente e ignorante respecto a temas laborales. Su papel es defender los intereses empresariales, en contra de los sindicatos”, resalta.El líder minero cuestiona la actitud de “servilismo” que muestra Lozano Alarcón hacia Grupo México pese a que, “en privado”, Mota Velasco se refiere al funcionario como “gente a su servicio”.Cuenta que en 2007 se llevó a cabo una reunión entre la dirigencia nacional del sindicato, sus abogados Néstor y Carlos De Buen y el secretario del Trabajo, donde se discutió el tema de las huelgas de solidaridad. Para Lozano Alarcón éstas no existían, por lo que recibió una cátedra del abogado Néstor De Buen, quien lo ilustró sobre las huelgas de hecho, de derecho y por solidaridad avaladas por la Ley Federal del Trabajo (LFT). “Desde entonces le agarró un resentimiento porque lo exhibió en toda su ignorancia”, afirma.Esto lo confirma el propio Néstor De Buen. En entrevista con Proceso describe la buena impresión que le dejó conocerlo en persona, pero después de una reunión en la que estuvieron presentes Fernando Gómez Mont, como abogado de Grupo México, y el abogado priista y exlegislador Salvador Rocha Díaz, el titular de la STPS asumió “una actitud muy violenta” en su contra. Fue prácticamente la última vez que se reunieron. Hoy en día “no hay relación” con el funcionario, explica De Buen.
Las viudas
Un año antes, perfilado el conflicto con los mineros y la dependencia, una tragedia empañó el caso. El 19 de febrero de 2006 explotó la mina Pasta de Conchos, en San Juan de Sabinas, Coahuila, enterrando a 65 trabajadores, cuyos cuerpos todavía no han sido rescatados.El abogado Manuel Fuentes es el defensor de las viudas de los mineros. En entrevista con Proceso asegura que el funcionario las ha maltratado. En las reuniones donde le exigen el rescate de los cuerpos ordena grabarlas y fotografiarlas.Lozano Alarcón tampoco permite que los litigantes participen en los encuentros privados: “En alguna ocasión acompañé a unas señoras a una reunión con Lozano; dijo que yo no podía entrar y su personal de seguridad me impidió el paso. Aún así me metí, pero señaló que mientras estuviera yo dentro de la reunión ésta no se realizaría”. Destaca que el trato hacia las viudas era grosero, “incluso amenazante, como si fuera el líder de una pandilla”.Lozano acusó a Manuel Fuentes y a Cristina Auerbach, de Pastoral Laboral, de lucrar con su gestión en favor de las viudas de los mineros, por lo que ambos presentaron una denuncia en septiembre de 2007 por abuso de autoridad. Días después la PGR archivó el expediente.
¡Coopelas o cuello!
En 2007, el empresario chino nacionalizado mexicano Zhenli Ye Gon, uno de los supuestos traficantes de seudoefedrina más importantes del sexenio foxista (Proceso 1601), lo implicó en presuntas actividades ilícitas para ocultar 205 millones de dólares, destinados a la campaña presidencial de Felipe Calderón. El dinero se descubrió el 15 de marzo de 2007 en una casa de Las Lomas de Chapultepec. El empresario denunció en entrevista con AP que en mayo de 2006 Lozano Alarcón lo había amenazado de muerte si no guardaba el dinero. En ese encuentro le lanzó la célebre amenaza: “Coopelas o cuello”, citó Ye Gon mientras se pasaba la mano por la garganta como si sus dedos fueran un cuchillo.Lozano Alarcón negó las acusaciones en entrevista con Proceso en su edición 1601. En el mismo número de este semanario, Ye Gon afirmó que entre mayo y junio de 2006 el secretario le pidió que guardara 5 millones de dólares en efectivo; le prometió recuperarlo después de las elecciones presidenciales del 2 de julio de ese año.Lozano Alarcón viajó a Nueva York del 11 al 13 de julio de 2007, acompañado de su hermano Gerardo, para presentar una demanda contra Ye Gon por difamación, pero nunca procedió. Del caso, el funcionario salió bien librado. (Proceso 1602)Aún no acababa de salir de ese escándalo cuando Lozano Alarcón se confrontó con el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard. A través de una carta de cuatro fojas, el 15 de junio de ese año el secretario del Trabajo exigió a Ebrard que aplicara la ley a los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes realizaban un plantón en los alrededores de la Plaza de la República para protestar contra la reforma a la Ley del ISSSTE. En respuesta, Ebrard le pidió que estudiara la Ley del Distrito Federal, “que se dedique a su trabajo” y “que no sea ignorante”Otro caso son los sobrecargos. En septiembre de 2007 la Compañía Mexicana de Aviación presentó una demanda de conflicto colectivo de naturaleza económica ante la JFCA, luego de que la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) la emplazó a huelga. Argumentaron que el Contrato Colectivo de Trabajo de esos empleados era tan caro que Mexicana de Aviación era inviable. Hasta la fecha, sigue sin resolverse.Es el mismo argumento que dio el gobierno federal para justificar la liquidación de Luz y Fuerza del Centro el pasado 11 de octubre. Pero en esta ocasión decidió decretar la extinción de la empresa paraestatal, con lo que prácticamente desapareció al sindicato que el 14 de diciembre cumplirá 95 años de creación. Lozano Alarcón está a la espera de que el próximo 27 de noviembre se resuelva el amparo interpuesto por el SME contra el decreto de liquidación de LFC, para pedir a la JFCA que dé por terminada la relación laboral entre la extinta paraestatal y los electricistas sindicalizados. Para Martín Esparza, detrás de la embestida contra 44 mil electricistas está la oportunidad para hacer negocio con la red de mil 100 kilómetros de fibra óptica de LFC, misma que la administración de Calderón pretende concesionar para ofrecer servicio de internet, televisión por cable y telefonía. (Proceso 1719)Mientras tanto, Lozano Alarcón espera “el momento oportuno” para presentar la iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) a la Cámara de Diputados, como lo anunció desde mayo del año pasado. El proyecto, de 131 fojas, ha sido bautizado como Ley Lozano, aunque está basado en la iniciativa elaborada por el difunto Carlos Abascal cuando fue presidente de la Coparmex en 2001 (Proceso 1648).

miércoles, noviembre 18, 2009

El gobierno espurio hipoteca el futuro con la anticonstitucional Ley de Asociaciones Público-Privadas

BOLETÍN MÉXICO, DISTRITO FEDERAL, 16 NOVIEMBRE DE 2009

* La ley deja en descubierto la política del PAN de abrir el endeudamientopúblico sin la autorización del Congreso.

La iniciativa de la Ley de Asociaciones Público-Privadas (LAPP),presentada por el gobierno espurio en el Senado, pone a descubierto lapolítica económica promovida por el PAN de abrir el endeudamiento público sin la autorización del Congreso y sin que se registre como deuda públicaal clasificarlo como “gasto corriente”, expresó la secretaria de Salud del Gobierno Legítimo de México, Asa Cristina Laurell.Además, el gobierno usurpador, detallo, pretende facilitar la expropiaciónpor “utilidad pública” mediante un procedimiento simplificado para poner adisposición del sector privado los bienes expropiados.“La ley legalizaría la suscripción de contratos, mediante licitación oadjudicación directa, con el sector privado nacional e internacional quecomprometen el gasto público durante 25 a 40 años y dándole prioridad aestos pagos por encima de cualquier otro gasto”, señaló Asa CristinaLaurell.Especificó que los contratos de inversión-administración están previstospara la construcción y administración de infraestructura. El objetivo dela ley es “brindar mayor certeza jurídica a los inversionistas y a losfuncionarios públicos”.Las modificaciones a los procedimientos de la expropiación por causa deutilidad pública consisten en separar la declaratoria de utilidad públicay el decreto de expropiación, explicó al mencionar que para la primerabastará el dictamen técnico de la entidad o dependencia pública y luegose procedería a desarrollar el proceso legal administrativo de laexpropiación.Con ello se limita la defensa de particulares, ejidos y comunidades alreducir el tiempo para interponer recursos legales a 15 días. Lainiciativa propone además que no proceda la suspensión ante un decreto deexpropiación, prosiguió.Expuso que otra novedad de la ley es la posibilidad de recibir y aprobarpropuestas no solicitadas de la Iniciativa Privada. “Al proponente se lepagarán además los gastos de la elaboración de su propuesta, eso es que elgobierno espurio no sólo dejaría de cumplir la función de proporcionarlos servicios públicos sino que los particulares realizarán el trabajo delejecutivo que será retribuido a precios que determine la iniciativaprivada” explicó.Calificó a la iniciativa de ley de anticonstitucional “porque infringelas facultades del Congreso de la Nación plasmadas en el artículo 73-VIIIque faculta al Congreso decidir sobre el endeudamiento de la nación. Elhecho de que se clasifique el pago como “gasto corriente” no cambia quesea endeudamiento público sólo lo disfraza”.Recordó que esta maniobra se inventó en la Unión Europea que puso comotecho máximo un endeudamiento del 60 por ciento del PIB en 1997 para losestados miembros. Para salir a paso de este límite se ideó la llamadaAsociación Público-Privada(APP) o en inglés “Private Finance Iniciative”que permite a los estados violar sus propias reglas sobre el nivel delendeudamiento.Sin embargo, continuó, actualmente la Unión Europea está planteando lanecesidad de abrir estos contratos al escrutinio público con la finalidadde conocer su monto y costos. Por ejemplo en Inglaterra, el pionero deestos contratos, se ha decidido cambiar las reglas de la contabilidadpública para que esta deuda escondida (off balance sheet) aparezca comoparte de la deuda pública.Esta medida, mencionó, se actualizó a raíz de la crisis económica mundialcausada, entre otras cosas por el desconocimiento respecto alendeudamiento real y la capacidad de pago de los grupos financieros y delos estados.Destacó que los contratos APP consisten en contratar con el sector privadoel financiamiento, la construcción y la administración de una obra–hospital, carretera, puente, de agua, etcétera—a cambio de un pago,mensual o anual, al ganador del contrato y/o el otorgamiento de unaconcesión para cobrar por su uso.Explicó que se pide al inversionista-constructor-administrador que: pongaun capital de “riesgo”, frecuentemente muy bajo; consiga en el mercadofinanciero el resto del capital, generalmente a una tasa mayor que lagubernamental; construya la obra y; la administra.Estos contratos, aclaró, ya existen en México con el nombre eufemístico“Proyectos de Prestación de Servicios” (PPS) justificados legalmente conun “Acuerdo Secretarial” de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público(SHCP) en 2004 (DOF 9/4, 2004) que tiene una jerarquía legal muy baja.Este acuerdo se publicó durante el gobierno de Fox con Gil Díaz comotitular de la SHCP y Barrio Terrazas en la SFP.La LAPP, sostuvo, tiene la finalidad de resolver esta debilidad legal. Esmás, en 22 entidades federativas ya fueron aprobadas leyes semejantesgeneralmente sin mayor conocimiento y sin un debate a fondo. “Se trata nimás ni menos de una hipoteca de un monto desconocido a cargo de losfuturos ingresos públicos que obliga a los gobiernos —federal, estatal omunicipal— a pagarla prioritaria- y puntualmente. Los célebres “Pidiregas”de PEMEX tenían el mismo carácter y han sido reconocidos por el Congresocomo deuda pública” resaltó.Especificó que operan en México un grupo de asesores-cabilderosespecializados en este tipo de contratos, destacadamente los despachos deWhite & Case, Currie & Brown, Pricewaterhouse y Jáuregui y NaderAsociados, entre otros. “Estos despachos se han encargado de “vender unaimagen falsa de estos proyectos además de elaborar los contratos y lasiniciativas de ley” comentó.Mencionó que han cobrando honorarios por un monto acumulado de unos cienmillones de pesos sólo en el sector salud por estas actividades y al serasesores de los gobiernos influyen en el dictamen de las propuestas de loslicitantes. Uno de los casos más emblemáticos es el estado de México.Indicó que el contenido de la iniciativa de ley permite inferir quealguno(s) de estos despachos están detrás de su redacción ya que dice quepermitirá reducir los costos hasta en un 15 por ciento y sobre tododisminuir los tiempos de ejecución hasta en un 30 por ciento.“Estos son los argumentos machaconamente esgrimidos a favor de los PPSpero la realidad los ha desmentido tanto en México como en el extranjero.Ponemos el ejemplo de los Hospitales Regionales de Alta Especialidadcontratados por la SSA” e expuso.El primero hospital ubicado en León, Guanajuato fue asignado a la empresaespañola Acciona con un contrato por 3,600 millones lo que significa unmonto superior en 164 millones del proyecto de referencia. Sin embargo seestima que su costo total –sin contar el costo de la prestación de losservicios médicos, medicamentos y otros insumos—serán unos 7,500 millonespor las actualizaciones del INPC y los ajustes pactados en el contrato,detalló.“La inversión realizada en la construcción y equipamiento del hospital fuede 603.7 millones y entre abril, 2007 y junio, 2009 Acciona ha recibidopagos por 391 millones. Si el gobierno federal hubiera contratado unpréstamo por 603.68 millones con una tasa de interés de 4% anual habríapagado 61 millones por el tiempo señalado. Es decir, hubiera tenido unexcedente de 330 millones respecto al contrato PPS y con este dineropodría haber pagado el 55% del préstamo original. Es una mentira que losPPS son 15% más baratos”, pormenorizó.La secretaria de Salud mencionó que la eficiencia privada se ha ademásmostrado ser bajísima. El hospital fue inaugurado en marzo de 2007 con unretraso de cinco meses. El problema no terminó allí ya que durante elprimer año sólo estaban en funcionamiento 25 de sus 180 camas. Los últimosdatos oficiales permiten estimar que se llegará al 36% de la metacontractual de egresos hospitalarios anuales en 2009. Esto equivale a unfuncionamiento regular de 60 a 70 camas.Resaltó que el segundo hospital en Ciudad Victoria, Tamaulipas, fueasignado a la empresa mexicana Marhnos que carece de la experienciasolicitada pero aportó a la campaña del PAN. El monto del contrato es de4,725 millones de pesos y aumentará al menos al doble por lasactualizaciones previstas. Se inauguró en marzo de 2009 con un médico y 15altos funcionarios.“Hasta la fecha no está funcionando, carece de personal y sólo estánpresupuestados para 2010 los recursos para el pago del contrato. Estosignifica que se mantendrá cerrado también durante 2010. Es decir, es unbuen negocio para las empresas contratantes pero un desastre para lospacientes no atendidos y para los contribuyentes”, informó.La suerte de las carreteras concesionadas es de sobra conocida –susquiebras, rescates y saneamiento—, sus altos costos para los usuarios y elpésimo mantenimiento. Con estos antecedentes no hay nada que haga suponerque una Ley de Asociaciones Público-privadas tenga algo que ofrecer que nosean grandes negocios al sector privado, señaló.Aseguró que los investigadores ingleses Liebe y Pollock acaban de publicaruna revisión de este tipo de proyectos (The experience of the privatefinance initiative in the UK’s Nacional Health Servicewww.health.ed.ac.uk/CIPHP/publications) en Inglaterra después de diez añosde experiencia con ellos. Su revisión se basa fundamentalmente en lainformación oficial y los documentos del Ministerio de Finanzas, laAuditoría Superior y el Regulador Autónomo del sistema de salud.Manifestó que esta revisión les permite extraer tres lecciones. La primeraes que los PPS no proporcionan financiamiento adicional porque el estadode cualquier modo tiene que pagarlo. La segunda es que no son más baratasya que el costo del financiamiento incrementa y tampoco proporcionanmejores servicios. La tercera es que sus altos costos obligan a reducirlos servicios prestados.Indicó que la iniciativa mexicana llega 10 años tarde cuando ya estáprobada su inoperancia y altos costos. Es una propuesta disimulada paralegalizar la privatización de los bienes públicos y desresponzabiliar alestado de sus obligaciones. Procuraría además la silenciosa privatizaciónde PEMEX.

miércoles, junio 10, 2009

Guerra subterránea por la fibra óptica


En las cuatro últimas semanas, los directivos de Televisa y de Telmex movieron sus piezas en el gobierno y en los medios de comunicación luego del anuncio del presidente Felipe Calderón sobre la privatización de los dos primeros pares de fibra óptica oscura pertenecientes a la CFE. Hasta hoy el gobierno oculta más de lo que ofrece, pues no ha decidido aún ni las fechas ni la forma de licitación. Y mientras Televisa y su aliada española Telefónica Movistar parecen tener amarrado un multimillonario negocio, Slim teje alianzas.

La declaración hecha por el presidente Felipe Calderón Hinojosa, el 19 de mayo pasado, sobre la privatización de los primeros dos pares de redes de fibra óptica oscura para que provea los servicios de audio, video e internet (el triple play) abrió un nuevo capítulo en la guerra entre Televisa y Telmex por el control de las telecomunicaciones.Valuado en cerca de 2 mil millones de dólares, este negocio beneficiará sobre todo al monopolio televisivo presidido por Emilio Azcárraga Jean y a su aliado español, Telefónica Movistar, dirigida por el exsecretario de Hacienda Francisco Gil Díaz.Televisa busca incursionar en el mercado de la telefonía móvil en los próximos 18 meses, y se alista para participar en la licitación del espectro de 1.7 y 1.9 GHz. A su vez, el gobierno federal descartó ya la posibilidad de abrir las licitaciones en el espectro de televisión abierta, a pesar de que sí existe espectro disponible, sobre todo en la banda UHF, según los documentos internos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).Gil Díaz, secretario de Hacienda en el sexenio de Vicente Fox, autorizó una inversión extraordinaria de 30 mil millones de pesos, vía contratos multianuales, entre 2006 y 2007 para construir las rutas de fibra óptica que serían rentadas u otorgadas “a precio de regalo” a Telefónica Movistar, la empresa española que ahora dirige.Esa maniobra fue denunciada por el diputado federal del PRD, Juan Guerra Ochoa, quien hoy reitera que el exsecretario de Hacienda, ahora como presidente de Telefónica, cabildeó a inicios de febrero de 2009 una modificación a la Ley de Inversión Extranjera para permitir que empresas extranjeras pudieran invertir hasta 100% en los servicios de triple play.“Hemos presionado para que no se vaya a regalar esta red, para que se maneje con un criterio de interés nacional y a favor de los consumidores. Al menos logramos parar la iniciativa en febrero junto con algunos diputados del PRI, pero ahora van de nuevo”, dice el legislador a Proceso.
–¿El proyecto de licitación anunciado por Felipe Calderón enfrentará a Televisa con Telmex? –pregunta el reportero.
–Hay una disputa entre Televisa y Telmex por el control del triple play, eso es evidente. El pleito es entre los dos monopolios. Entre ambos existe un pacto: Movistar no se mete en video y Televisa se podría asociar con ellos para otorgar el servicio de telefonía celular.
–En esta disputa, ¿cómo ve usted al gobierno de Felipe Calderón?
–Tanto él como su área económica están cargados hacia el grupo Televisa-Telefónica-Roberto Hernández. El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, la Comisión Federal de Competencia y la Cofetel están en ese plan.
Licitación oscura
Hasta ahora, los detalles de la licitación anunciada por Calderón, durante el evento Conectividad para la Competencia, aún no se definen. Se ignora, por ejemplo, qué dependencia será la responsable de esa licitación: la SCT o la Comisión Federal de Electricidad; tampoco se conocen los términos en que se realizará ese proceso, si será por región (son 13 las que hay en el país) o una sola convocatoria; se ignora de igual manera cuál será el costo total.Sólo se sabe que el gobierno federal realizará “consultas” durante los próximos tres meses con los principales operadores privados, así como con los organismos que representan a las compañías de telecomunicaciones, como la Cámara Nacional de la Industria de Televisión por Cable (Canitec) y la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti), ambas claramente alineadas a los intereses de Televisa.En su discurso, Calderón afirmó que “en un plazo no mayor de 90 días, la CFE restablecerá las condiciones técnicas para instalar, operar y dar mantenimiento a los equipos de iluminación y repetición de esta red, de manera que se garantice la seguridad del Sistema Eléctrico Nacional y se preserven, desde luego, los derechos de los trabajadores del instituto”.Así mismo, advirtió que la CFE pondrá a disposición de los operadores 111 puntos de entrada denominados “hoteles de telecomunicaciones”, en los cuales los operadores podrán interconectarse para dar servicios de voz, datos y video.Ese día se pusieron en marcha “hoteles de telecomunicaciones” en nueve ciudades: Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Torreón, Hermosillo, Mexicali, Veracruz, Mérida y Tuxtla Gutiérrez.El 20 de mayo la subsecretaria de Comunicaciones, Gabriela Hernández, afirmó que “si todo el proceso ocurre de manera fluida, el ganador de la licitación podría iniciar operaciones el próximo año”.Para Jorge Álvarez Hoth, que fue subsecretario de Comunicaciones durante el sexenio de Vicente Fox, la licitación “debe ser regionalizada y hacerse en cada una de las nueve regiones”; también sostiene que, por estatuto, es la CFE la que debe hacer la licitación del proyecto.“La fibra óptica le pertenece a la CFE y no a la SCT”, dice a Proceso, y advierte que para evitar un fenómeno de concentración es necesario que un primer par de fibra óptica oscura se licite a una empresa y el segundo a otra. Además, aclara, los dos pares de fibra oscura “no llegan a las casas, por lo que será necesario licitar la última milla”.
El plan de Televisa y Telefónica
Versiones recabadas por Proceso confirman que el proyecto de licitación de la fibra óptica de la CFE obedece a una presión de Televisa y Telefónica. Al interior de la televisora el principal impulsor fue el vicepresidente ejecutivo Adolfo de Angoitia, así como su asesor Tony Rayo. De Angoitia es cerebro financiero del consorcio y cabildeó desde la llegada de Juan Molinar Horcasitas a la SCT para acelerar la licitación. Incluso marginó al vicepresidente Bernardo Gómez, encargado de las “relaciones políticas” de Televisa y que se ha concentrado más en obstaculizar la posibilidad de que se licite una tercera o cuarta cadena de televisión nacional.En entrevista con Milenio Diario, publicada el viernes 5, Carlos Ferreiro, coordinador de Telecomunicaciones de Televisa, admitió que Televisa sí está interesada en invertir en la fibra óptica, pero cuestionó el esquema de licitación y que sólo se privaticen dos pares de fibra óptica.“El esquema de licitación puede no ser el mejor vehículo porque no se tiene claro qué se va a licitar y cómo”, afirmó. Así mismo, abogó por que se estudie “el esquema más simple” para que la CFE abra sus redes a las empresas que requieran sus servicios y “les cobre a precios internacionales”.Fabián Bifaretti, director general de Telefónica Movistar declaró a El Financiero el 20 de mayo, al día siguiente del anuncio de Calderón: “Estamos ansiosos de que salga la licitación. De hecho hemos sido los principales impulsores de esta iniciativa que ha tenido el gobierno”.El funcionario de la empresa española anunció que durante este año Telefónica planea invertir un total de 300 millones de dólares y crecer 16%, sobre todo en telefonía fija.En un acto cerrado realizado el viernes 5 en el Hotel Camino Real, los representantes de la Canieti y de la Canitec se pronunciaron por un esquema que facilite la inversión de varios operadores privados. Eduardo Ruiz Esparza, presidente de la Canieti, presentó un estudio en el cual propone que “el consorcio, la asignación por porcentaje de capacidad o la constitución de un Organismo Administrador Privado (OAP) pueden ser mejores formas que las tradicionales”.La propuesta que la Canieti presentó ante los operadores privados, y en ausencia del director de la CFE, Alfredo Elías Ayub, está encaminada a configurar un consorcio “integrado por concesionarios”.De acuerdo con el documento de la Canieti, cuya copia obtuvo Proceso, un consorcio permitirá “maximizar el aprovechamiento de las dos fibras disponibles de la CFE; ofrecer transporte nacional a cualquier concesionario afiliado, de manera no discriminatoria; alcanzar costos más bajos y economía de escala para oferta de tarifas del servicio final competitivas; que sea administrado y operado por un tercero de manera neutral; que cada concesionario pueda elegir las rutas y capacidades que requiere”.Y agrega: “El consorcio fungiría como vehículo común de los concesionarios para contratar, operar y administrar la red arrendada a CFE” Según el documento, el consorcio estaría integrado “sólo por concesionarios de red pública, un voto cada uno”; también se encargaría de asignar la capacidad adquirida a sus socios.Ruiz Esparza advirtió: “Se deben encontrar alternativas de licitación que permitan que esas dos fibras puedan ser utilizables por el mayor número de concesionarios posibles”. Y criticó el dominio de Telmex, sin mencionar por su nombre a la compañía de Slim.Explicó: La demanda de servicio de banda ancha nacional “actualmente es ofrecido por un solo proveedor, cuyas tarifas son aún muy altas, comparadas con las de los países que son nuestros principales socios comerciales, por lo que la nueva oferta derivada de la licitación de la fibra oscura de la CFE va a contribuir a que los agentes económicos nacionales dispongan de servicios de telecomunicaciones con tarifas competitivas internacionalmente”.El evento fue clausurado al mediodía del viernes 5 por el secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas. Los organizadores declararon que la reunión era parte de una “ronda de consultas” antes de que se cumpla el plazo de los 90 días.
La reacción de Slim
El anuncio de la licitación de la fibra óptica oscura de la CFE cayó como bomba en el círculo cercano al magnate Carlos Slim. Desde febrero pasado la relación entre el principal accionista de Telmex y el gobierno de Calderón se ha tensado.Desde julio de 2008 Telmex espera la autorización para el cambio de título de concesión para ingresar al mercado de la televisión restringida. Esa posibilidad ha sido vetada por la Canitec y por Televisa.En respuesta a ese bloqueo, Telmex constituyó una sociedad con Multivisión, del empresario Joaquín Vargas, para crear el sistema Dish México, en alianza con la estadunidense Echo Star. Esta nueva compañía de televisión restringida representa una nueva competencia para Sky, Cablevisión, Cablemás y TVI, filiales de Televisa.En su informe anual ante la Securities Exchange Commission (SEC), el organismo regulador del mercado bursátil de Estados Unidos, Telmex advirtió que busca invertir directamente en Dish México, pero que está en espera de la autorización de la SCT y de la Comisión Federal de Competencia.Al mismo tiempo, las autoridades de Comunicaciones y Transportes acusan a Telmex de incumplir, desde el 16 de mayo, con los compromisos para consolidar las Áreas de Servicio Local (ASL), claves en el plan de interconexión.El lunes 1, Slim decidió abrir frontalmente la guerra contra el gobierno de Felipe Calderón. En una larga entrevista concedida a Lawrence Wright, de The New Yorker, Slim relató un encuentro privado con el presidente Calderón en el cual le reprochó que obstaculizara el ingreso del gigante de la telefonía al mercado de video.De acuerdo con el relato de la publicación, donde Grupo Carso ahora es accionista, en Los Pinos hubo un encuentro entre el mandatario y Slim, quien estuvo acompañado por su equipo, incluyendo a su hijo Carlos Slim Domit, su sobrino Héctor Slim, cabeza de Telmex, su yerno Daniel Hajj, director de América Móvil, y su otro yerno, Arturo Elías, vocero del grupo y hermano de Alfredo Elías Ayub, director de la CFE.Del lado del gobierno participaron el propio Calderón, el entonces titular de la SCT, Luis Téllez, y su subsecretario Rafael del Villar, actual comisionado de Cofetel.“Del Villar abrió la reunión y dijo a Slim: ‘Vamos a permitirle entrar a la televisión, pero primero tenemos que acordar una serie de ‘términos’, los cuales incluían bajar las tarifas de interconexión, introduciendo costos de larga distancia, compartir la infraestructura de Telmex y eliminar la práctica de redondear los costos de una llamada al minuto siguiente. De haber aceptado estas concesiones, las ganancias que hubieran perdido las empresas de Slim habrían sido superiores a todo el valor de la televisión en México”, relató el reportero Wright.Según el reportaje, la discusión duró dos horas y media y subió tanto de tono que Calderón tuvo que pedir calma. Tres de los participantes dijeron que Slim estaba “tan enojado que amenazó con vender Telmex, versión que el empresario niega.“Dije: díganme qué quieren. Si quieren que venda, está bien. Si quieren que nos dividamos en dos, tres partes, está bien. Lo único que no haremos es destruir Telmex”, afirmó Slim.La reunión “terminó en punto muerto”, según el reportero del New Yorker.Un año y medio después de aquel encuentro con Slim, el gobierno de Calderón anunció la licitación del primer paquete de fibra oscura de la CFE.Al día siguiente, el pasado 20 de mayo, el dirigente del sindicato de los telefonistas, Francisco Hernández Juárez, declaró que ese proyecto presidencial “destruye a Telmex”.“Tengo la sospecha de que el gobierno piensa que la manera de lograr que las redes den servicio a todo el país es destruir a Telmex… pero permite que Televisa funda a todas las empresas cableras y tenga mejores condiciones de operar en el mercado”, afirmó Hernández Juárez en entrevista con El Economista.Para la mayoría de observadores y analistas del sector, la batalla es entre los dos grandes rivales surgidos en el seno del salinismo: Roberto Hernández y Carlos Slim. El primero es el principal aliado de Televisa y desplazó a Slim como segundo accionista en importancia dentro del consorcio televisivo. Junto con Gil Díaz, su exempleado, Roberto Hernández presiona y cabildea desde febrero en el Senado para modificar la Ley de Inversiones Extranjeras y permitir que empresas extranjeras como Telefónica puedan ser accionistas hasta en 100% en áreas restringidas de telecomunicaciones.Por lo pronto, el área de análisis financiero de Banamex, institución vinculada a los intereses de Hernández, advirtió en su análisis publicado el 31 de mayo que “existe una probabilidad mayor de 50% de que Televisa ingrese al mercado móvil. La compañía estaría interesada en añadir banda ancha móvil a su servicio existente de banda ancha por cable”.

lunes, mayo 25, 2009

Marta y sus hijos: la entraña de sus transas

Estirpe de corrupción

El libro Los hijos de Marta.- Historias de impunidad, de Jesusa Cervantes, reportera de Proceso, es un testimonio irrefutable sobre los oscuros negocios a los que se dedicaron, al amparo del Poder Ejecutivo, Marta Sahagún y sus hijos y los amigos de sus hijos… con impunidad garantizada, primero, por su marido y en los últimos dos años y medio por aquel a quien Vicente Fox dejó en la Presidencia. La autora, dice en el prólogo Rafael Rodríguez Castañeda, director de la revista, narra puntualmente “la epopeya de Marta y sus hijos o cómo la cenicienta del Bajío llegó a ser la dueña del Palacio, con todo y progenie…”. La obra obtuvo el segundo lugar del Premio Debate, organizado por Random House Mondadori, y comenzará a circular esta semana. Adelantamos partes significativas de un libro que, sin duda, dejará huella.
Marta estaba ansiosa. Hiperactiva como era, se había levantado, como en los últimos 15 años, a las cinco de la mañana. Ahora estaba en su oficina, haciendo surcos en la brillante duela sobre la que se paseaba una y otra vez. El aire que aspiraba parecía no ser suficiente; sabía que era el síntoma de la angustia. Así que volvió a asumir el control –perdido sólo por un momento– de sus emociones.En ese instante entró todo el equipo que la auxiliaba en sus labores de primera dama, que, sin contemplación dejó caer los pesados periódicos del día sobre su escritorio. Por los encabezados, Marta sabía que no necesitaba tomarlos entre sus pequeñas manos para sentirlos más pesados de lo normal. Le encantaba sentirse la protagonista, figurar en las primeras planas luciendo su vasto guardarropa de los diseñadores más cotizados, pero lo que no podía soportar era que la cuestionaran a ella, a sus hijos y a Vicente, el presidente de la República.Ese día, más que rabia por saber de los diarios, sentía un desasosiego.“¿Qué dicen sobre mis hijos? ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo decir y qué debo callar?”, soltaba pregunta tras pregunta.Comprobado tráfico de influencias. Los hijos de Marta, rateros. Los denunciarán penalmente…Sólo esto le faltaba al gobierno de su marido. Al partido que los había encumbrado y les había abierto las puertas de Los Pinos. Sólo esto: el escándalo, ¡y a tan sólo unos meses de las elecciones presidenciales! Pensó exaltada.Su equipo de ujieres seguía leyéndole, pero Marta ya no los escuchaba.Se sumió en el mullido sillón que tenía frente a sí preguntándose qué había ocurrido, dónde había fallado, qué había fallado, en qué momento había empezado todo.Y recordó su origen, que era el origen de sus hijos. Pensó en Manuel, su exmarido; en su suegro, siempre recto; en el abuelo, implacable ante todo, velador de las buenas costumbres… El tiempo se detuvo en su tiempo.
Los vendedores de sueños
Miguel Isaac Khoury recorría la casona paterna. Pasaba su vista por los viejos muebles. Y recámara tras recámara –que parecían haberse estacionado en el tiempo–, explicaba quién, cuándo y durante cuántos años había pasado en ellas alimentando sus sueños juveniles, sus sueños de grandeza; como los que compartió desde niño con Manuel Bribiesca en esa misma habitación que daba al huerto familiar.“Como ve, no vivimos con lujos. Pero, bendito sea Dios, nunca nos faltó nada –el comentario sonó hueco, como de quien intentaba convencer de algo de lo que no estaba seguro–.Todo eso que dijeron, que yo compré casas a tres mil pesos, fue una falsedad. Yo, bendito Dios, me deshice de todo y hoy ya no tengo nada”, expresó aliviado, como si expiara una pesada culpa.Miguel Isaac Khoury Siman, amigo, socio y cómplice de Manuel, el mayor de los Bribiesca Sahagún, se refería a las cuatro subastas que durante 2004 adquirió del gobierno mediante el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).Compras a bajo precio que en 2005 resultaron objeto de una investigación impulsada por los políticos contrarios al régimen del padrastro de Manuel: el presidente de la República, Vicente Fox.Fox, luego de casarse con Marta Sahagún el 2 de julio de 2002, la convirtió en la poderosa primera dama del país y a sus ya crecidos hijos… los volvió intocables.Razones de peso no les faltaron a esos políticos para dudar de la legalidad de las subastas ni tampoco para suponer que detrás de Miguel Khoury estaba el mayor de los Bribiesca Sahagún; era un secreto a voces que Manuel y Jorge Alberto gustaban del poder y del dinero fácil, y sólo hasta ahora empezaban a surgir las pruebas de esa afición.El 10 de febrero de 2004, Construcciones Prácticas, la empresa de Khoury que sirvió de tapadera para algunos de los negocios emprendidos con Manuel Bribiesca, resultó ganadora del paquete “C” subastado por el IPAB en 8 millones 100 mil pesos. Esta primera subasta incluía 3 mil 660 casas y nueve terrenos para edificar nuevos conjuntos habitacionales. Su valor real superaba con mucho lo que los socios de la empresa habían pagado: ¡mil millones de pesos!La segunda subasta, un terreno de 43 mil metros cuadrados en Celaya, Guanajuato, se realizó el 1° de abril, por la cual Construcciones Prácticas pagó 4 millones 345 mil 621 pesos.La tercera subasta se realizó casi un mes después, el 29 de abril. Se trató de 275 departamentos ubicados en Puebla por los que se pagaron 20 millones 933 mil pesos.Y la última subasta se llevó a cabo el 25 de junio sobre un paquete de fábricas y factoraje por el que Construcciones Prácticas entregó tan sólo 1 millón 506 mil pesos. Este paquete supuestamente tenía un valor real de 114 millones 696 mil 980 pesos… Con el tiempo se sabría que costaba mucho más.“Todos estos bienes inmuebles, obtenidos a precio de remate, ¡a Dios gracias!, ya no los tengo”, dice aliviado Miguel Khoury, quien de sólo enumerarlos siente que le queman la garganta.Las palabras de su hermana cortaron el malestar que le provocaba el recuerdo de aquellas subastas realizadas cuatro años atrás:
–Miguel, ¿sirvo ya la comida?
–Aún no, pero sí trae agua por favor; siento la garganta seca –respondió mientras que la mujer abandonaba el desayunador, no sin antes lanzar una advertencia: “Estaré en la cocina… por si me necesitas”.
–¿Y qué hizo con todas las casas? Dio un sorbo al agua de sabor y ya repuesto comentó despreocupadamente:
–Pues ya ni me acuerdo –como si se tratara de los juguetes perdidos en su vieja habitación que Manuel Bribiesca, de niño, le robaba, y no de los cientos de casas obtenidas a precios irrisorios.Manuel y Miguel, que desde pequeños gustaban de los negocios, pasaron de vendedores de pollitos a constructores en gran escala.Manuel, sin ser ingeniero o arquitecto, se colocó el calificativo de “constructor” cuando en realidad era un “coyote” o “intermediario” que ayudó a grandes empresarios en desgracia a recuperar bienes que estaban en manos del gobierno federal y a quien le adeudaban sumas millonarias.Miguel, a quien el negocio textil de la familia no le satisfacía plenamente, decidió convertirse en cómplice de su amigo de la infancia, crear una empresa fantasma y pasar a ser un próspero constructor.Sin experiencia en el ramo, pero con cientos de casas que prácticamente le donó por el IPAB, los ya no tan jóvenes Bribiesca sólo tuvieron que recurrir a la ingeniería financiera para obtener del gobierno millones de pesos y con ello remozar las casitas. Además, sólo tuvieron que echar mano de los amigos de Marta para venderlas de inmediato y en el acto lograr jugosas ganancias.Mientras tanto, los empresarios beneficiados, ya sin deber un solo peso al gobierno, pero sí a sus intermediarios (Manuel y Miguel), pudieron continuar con el negocio y revendieron las casas embargadas o hipotecadas para pagar sus adeudos.
Paco Gil, la clave
“Los documentos son fríos. Dispersos y, más aún… ocultos, no dicen nada.” Éste pudo ser el pensamiento del verdadero hombre fuerte del gobierno foxista. El personaje que gozó de un genuino control sobre cómo, cuándo, dónde y quiénes pudieron hacer negocios al amparo del poder: Francisco Gil Díaz. Un hombre que empezó a forjar su fortaleza desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Encargado de implantar el “terrorismo fiscal” desde la Subsecretaría de Ingresos de Hacienda, Paco Gil se ubicó del lado de los tecnócratas y supo cómo operaba la banca del país.En su siguiente etapa política amoldó sus conocimientos para el servicio del gobierno y así creó y avaló, durante el gobierno zedillista, el Fobaproa, uno de los más grandes fraudes cometidos contra el país y su población.El poder de Paco Gil creció durante el foxismo, no sólo porque tenía a su lado a un presidente débil, sino porque logró la máxima posición de quien añora manejar los dineros de una nación: ser secretario de Hacienda y Crédito Público, mariscal de las finanzas.Habiendo salido ileso de la batalla del Fobaproa, y ya en su nuevo cargo, el mariscal de las finanzas puso y dispuso de quienes encabezaron el nuevo organismo que administró las tropelías de los empresarios, el IPAB.El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), la Sociedad Hipotecaria Federal, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el Sistema de Administración de Bienes, el Sistema de Administración Tributaria y Aduanas, todas dependían del frío y astuto mariscal de las finanzas.Pero de todas ellas, el enclave de poder de Paco Gil fue la Procuraduría Fiscal de la Federación, desde donde, si él lo deseaba, podía presentar pruebas de fraude, malversación de fondos, lavado de dinero u ocultamiento de millones de pesos contra quienes hubieran utilizado el poder para enriquecerse.El mariscal tenía la llave y a él debían controlarlo, o al menos neutralizarlo.Las subastas del IPAB de las que sacó provecho Manuel Bribiesca por medio de la empresa fantasma de su amigo Miguel Khoury, a quien le pagó con un terreno, la comercialización de algunos departamentos en Puebla y millonarios créditos otorgados por el gobierno, estuvieron controlados y bajo la batuta del mariscal financiero.Los documentos, fríos y dispersos, que fueron apareciendo a lo largo de algunos años, así lo demuestran. A partir de ellos es fácil suponer la manera en que Marta Sahagún de Fox “neutralizó” a uno de los mayores enemigos de sus hijos, a quien no podía siquiera soportar, Francisco Gil, quien sí accedió a solaparlos y encubrirlos.Durante los seis años del foxismo, Francisco Gil estuvo detrás del IPAB, y de Bancrecer, el banco al que le subastaron sus bienes, presuntamente chatarras.Fue Paco Gil quien impuso a Mario Bouregard en ese instituto; fue él quien colocó a Guillermo Babatz en la Sociedad Hipotecaria Federal; fue él quien sabía de los movimientos de Montalvo en la administración de Aduanas; fue él quien también puso a José Néstor García Reza como encargado jurídico de Bancrecer.Cada uno de estos hombres tenía conocimiento de cómo y por qué fueron beneficiados Manuel Bribiesca y Miguel Khoury desde el IPAB; todos lo supieron pero todos callaron, quizá por orden de su jefe real, Francisco Gil.El grupo político de tecnócratas del que se fue rodeando Francisco Gil figura en cada uno de los documentos que dan respuesta al porqué del encubrimiento a los hijos de Marta Sahagún. Como intermediarios, pretendían recuperar lo que empresarios tramposos no podían adquirir directamente y a la luz de todos.Quien se encargó de revelar la participación de Francisco Gil en todo este millonario entramado bancario, fue él mismo, pues su ambición lo hizo dar un paso en falso que lo puso al descubierto como su cabecilla y uno de los principales beneficiados.Esta información la tenía Marta Sahagún de Fox en su poder y con ella no sólo neutralizó al mariscal de las finanzas sino también lo hizo cómplice de los abusos de sus propios hijos.Muchos documentos –escrituras notariales, poderes, contratos, oficios de la Secretaría de la Función Pública y del Banco de México– forman parte de las piezas claves que Francisco Gil tenía bajo llave, escondidas en los archivos de Hacienda. La última pieza para armar el rompecabezas bancario la proporcionó él cuando, en enero de 2007, recién separado de su cargo de mariscal de las finanzas, anunció que sería consejero del banco HSBC en Londres. A partir de ahí la madeja se fue desenredando y cada uno de los documentos y del encubrimiento a los Bribiesca tuvo sentido.
Paco Gil, el benefactor
La administradora de activos Fénix fue la encargada de subastar y verificar que todo se hiciera conforme a la ley, es decir, fue la responsable de que se violentaran las bases de licitación al aceptar que alguien ajeno a Construcciones Prácticas pagara la garantía al IPAB, que formaba parte del pase para concursar.Fue Fénix la que decidía quiénes participaban en las subastas de Bancrecer, pues tenía la decisión final y podía vetar a quien quisiera para la compra de activos. Fue también esta administradora la que verificó que los que participaban no hubieran sido rescatados por el gobierno, es decir, que no estuvieran en el vientre del Fobaproa ni en el IPAB.Además, Fénix tenía la última palabra para aprobar o rechazar la reventa del bien subastado. En el contrato de cesión de derechos que Fénix firmó con cada uno de los ganadores de las subastas se aclara que si el ganador decidía vender lo que acababa de adquirir, la administradora de activos debía fijar su opinión; pero si en un plazo de 10 días no se pronunciaba, estaba aceptando tácitamente al nuevo comprador, sin importar si mediante esta reventa el bien iba a parar a manos de quien años antes lo había perdido y había quebrantado las arcas del gobierno federal.Como secretario de Hacienda y cabeza de sector del IPAB, Francisco Gil fue quien le dio todas estas canonjías a Fénix, cuando debió ser el gobierno federal el que impusiera sus condiciones a la empresa que remataría los bienes del gobierno federal y que mediante el rescate bancario le habían llegado a Bancrecer. Es decir, las condiciones las debió imponer el gobierno y no Fénix.El pírrico beneficio que obtuvo el gobierno federal al entregarle a Fénix toda la cartera para que impusiera sus condiciones de venta fue la donación de un terreno y un edificio ubicado en la calle de Varsovia en la Zona Rosa del Distrito Federal. El inmueble, de 2 mil 187 metros cuadrados, en diciembre de 2001 tenía un valor –ahora debe valer mucho más– de 119 millones 773 mil pesos. En ese lugar se encuentran las oficinas del IPAB actualmente.Todos los activos que subastó Fénix los “donó” Bancrecer al IPAB para que los vendiera en beneficio del gobierno. Sin embargo, el acto de benevolencia que, al parecer, tuvo Bancrecer al donarle un predio en la Zona Rosa no fue tal, pues el gobierno ya lo había rescatado de no ir a la quiebra y lo había respaldado financieramente luego de que cientos de empresarios dejaron de pagarle el dinero que les había prestado.Empresarios como el veterinario Adrián Campuzano, que debía al banco más de mil millones de pesos, con los que había construido sus 3 660 casas en 15 ciudades del país, fueron quienes, gracias a la intermediación de Manuel Bribiesca, por medio de Construcciones Prácticas, pudieron recuperar sus bienes. En el caso de Adrián Campuzano lo hizo por la mó­dica cantidad de ocho millones de pesos y el regalo de 700 casas en Acapulco que les dio a los jóvenes.De las maniobras a las que recurrió Manuel Bribiesca al recuperar para empresarios como Campuzano o Alfredo Miguel Afif sus propias empresas, sin duda tuvo conocimiento Francisco Gil y su equipo político, al que impuso en las áreas que intervinieron en esta operación.Una de las razones de por qué Paco Gil permitió la ilegal operación de los Bribiesca la ofreció la Secretaría de la Función Pública cuando en un oficio dejó claro que Fénix estaba conformada por Mex One LLC y JER Capital LLC, las que a su vez eran subsidiarias del Deutsche Bank y de JE Roberts Co. Pero hasta aquí el rompecabezas aún no adquiría forma.La segunda razón de Paco Gil y que fue la pieza que faltaba en el rompecabezas surgió sin explicación, en respuesta al paso en falso que dio cuando, en enero de 2007, aceptó el cargo de consejero en el HSBC de Londres. Ese mes el banco reveló que el mariscal de las finanzas de México era integrante del consejo de JE Roberts Co. Es decir, al concluir su mandato como secretario de Hacienda pasó a formar parte de las filas de una de las empresas beneficiadas en el sexenio foxista.
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Fox y Marta dejaron muchos candados al nuevo gobierno, que hacen casi imposible que se lleve ante la justicia a Manuel y a Jorge Alberto Bribiesca o a cualquier pariente de la familia Fox Sahagún.En 2003, por ejemplo, cuando se entregaron los contratos, el área jurídica de Pemex encargada de revisar los convenios sobre los que pesaban denuncias, como los realizados con la empresa Oceanografía, estaba encabezada por César Nava, exsecretario particular del actual presidente de la República y quien recientemente renunció al cargo para buscar por el PAN una diputación federal en julio de 2009, en tanto que Felipe Calderón, el nuevo mandatario, fungía en aquel entonces como secretario de Energía.Néstor García Reza, el mismo que operó el fideicomiso de Bancrecer en 2001, a donde fueron a parar muchos de los bienes que luego pasaron a manos de Manuel Bribiesca y Miguel Isaac Khoury Siman, y que en 2002 estuvo al frente de Pemex Exploración y Producción, actualmente es el nuevo director jurídico de Pemex. El director de Pemex Refinación en el gobierno foxista, Juan Bueno Torio, es ahora senador de la República con fuero constitucional.Uno de los hombres que Francisco Gil Díaz impuso en Aduanas durante el sexenio foxista, aunque hoy no sigue ahí, José Guzmán Montalvo, dejó ubicado en puestos claves a su principal equipo.El encargado de la Sociedad Hipotecaria Federal que entregó los millonarios recursos del gobierno a Kilate y a Construcciones Prácticas para que remozaran las casas que les entregó el IPAB, Guillermo Babatz, ahora es el nuevo titular de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la única institución que sabe hasta qué punto engrosaron sus cuentas bancarias los Bribiesca Sahagún, Guillermo Sahagún Jiménez y la demás parentela de Marta Sahagún.El titular del Fovissste, que autorizó que las casas de Manuel Bribiesca y Miguel Isaac Khoury Siman fueran adquiridas por trabajadores, hoy es diputado federal, también con fuero, cercano colaborador de Elba Esther Gordillo, quien fuera una de las políticas más admiradas por Marta y actual socia política de Felipe Calderón.Y el más importante, el entonces procurador que dio carpetazo a la investigación, Daniel Cabeza de Vaca, hoy es el encargado de asuntos jurídicos de la Secretaría de Gobernación. Difícilmente alguno de ellos aceptaría que se lleve a cabo una indagatoria, pues todos estuvieron involucrados en los beneficios que desde el poder recibieron los hijos de Marta y su familia.El poder lo transforma todo y por algún tiempo hace santo al más impuro de los hombres.

miércoles, abril 22, 2009

Las malas cuentas

JESUSA CERVANTES

Primero fue la negociación política con Elba Esther Gordillo, después el acuerdo entre los actuales coordinadores parlamentarios de PRI y PAN, Emilio Gamboa y Héctor Larios. Entre todos ellos postergaron el juicio político al desempeño del gobierno de Vicente Fox, el cual se realiza a través de la revisión de las cuentas públicas en la Cámara de Diputados.Hoy, a dos meses y medio de las elecciones federales del 5 de julio próximo, el PRI decidió sacar de la congeladora las irregularidades detectadas durante el sexenio foxista y, coordinados con el PRD, lograron llevar el debate al pleno de la Cámara de Diputados donde, por primera vez en la historia, dos cuentas públicas de un presidente de la República se rechazaron.Durante seis años, la Cámara de Diputados evitó la revisión de la cuenta pública de 2002 y 2003 de Vicente Fox. Ángel Buendía Tirado, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública durante 2004-2006, revela que debido a un acuerdo político entre una fracción del PRI con el PAN y el entonces secretario de Hacienda y Crédito Público, Francisco Gil Díaz, se evitó que la comisión cumpliera con su obligación.En contravención al artículo 74 de la Carta Magna, el cual obliga a los diputados a revisar las cuentas públicas al año siguiente de su aplicación, los legisladores postergaron lo que hoy llaman “el juicio político” a Fox para no hacerlo durante su mandato.Buendía, expresidente de la Comisión de Presupuesto encargada de elaborar el dictamen de la cuenta pública, resume los obstáculos durante el último trienio de la administración foxista:“El interés de Fox y el interés de la secretaria de Hacienda para que no se avanzara en la revisión encontró eco en un importante grupo, por supuesto de panistas, pero también de priistas.”El diputado Pablo Trejo, integrante de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública por el PRD, señala que PRI y PAN pretendieron no hacer el juicio político –que es en lo que se traduce la revisión de la cuenta pública– siendo Fox presidente de la República.“La intención de ambos grupos parlamentarios fue obvia: no levantar más suspicacias sobre el manejo de los millonarios recursos públicos justo cuando Marta Sahagún era cuestionada por el posible desvió de recursos federales a su fundación privada Vamos México y aparecían los primeros indicios de los negocios de los hermanos Bribiesca, quienes se estaban beneficiando a través del gasto público ya fuera mediante gestores de contratos de adquisiciones u obras públicas”. Sostiene el perredista.Al inicio de la actual LX Legislatura, en agosto de 2006, la fracción del PRI no encontró utilidad política a la revisión de las cuentas de Fox, “pero en tiempos electorales parece que se trata de denostar al adversario”, añade Trejo.Tres años antes, al arranque de la LIX Legislatura, la coordinación del PRI en la Cámara de Diputados recayó en Elba Esther Gordillo, quien meses después entró en conflicto con el dirigente nacional de su entonces partido, Roberto Madrazo Pintado; la maestra fue removida del cargo y sustituida por Emilio Chuayffet.Gordillo había logrado colocar en las principales comisiones a gente cercana. Por ejemplo, en la presidencia de la Comisión de Presupuesto había colocado a Francisco Rojas, y le puso de apoyo a Francisco Suárez Dávila, al maestro José Ángel Ibáñez Montes y al exboxeador Jorge Kahwagi.
Maniobra electoral
Aunque su primer objetivo fue revisar y dictaminar las cuentas públicas de 2001, 2002 y 2003, Buendía Tirado tardó un año en llevar al pleno la revisión del primer año de gobierno foxista, la cual fue aprobada el 21 de abril de 2005 a pesar de contener “observaciones” de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por 334 mil millones de pesos.La actual legislatura se encontró con que sólo se había dictaminado y aprobado la cuenta pública de 2001 de Vicente Fox; el PRD presentó varias excitativas para que se revisaran las cuentas pendientes, al igual que Manuel Cárdenas de Nueva Alianza: no prosperaron.Trejo detalla que cada vez que se exigía la revisión al actual presidente de la comisión, el panista Raúl Padilla Orozco, “se abría un impasse para no discutirlas; y el PRI no daba argumentos a su negativa, simplemente lo iban postergando”.La estrategia del PRD, agrega, fue promover un dictamen a favor de la aprobación de las cuentas públicas, e incluso logró que el 1 de septiembre de 2008 fueran aprobadas en comisión las cuentas de 2002, 2003 y 2004, así como un avance de la de 2005.Una fuente del PRI revela que el coordinador priista, Emilio Gamboa Patrón, retrasó la discusión lo más que pudo. Incluso, “a trastienda se empezó a agendar un acuerdo económico entre todos los coordinadores para sacar las cuentas pendientes y que éstas aparecieran entre las varias reformas o aprobaciones en paquete que se dan al finalizar la legislatura.“La verdad es que la aprobación por unanimidad de los dictámenes en la comisión, el 1 de septiembre de 2008, fue una trampa y el PAN se confió dejando que algunos de sus legisladores no asistieran”, revela la misma fuente priista.Trejo acepta que los seis años de retraso en la revisión no tienen consecuencias económicas como para resarcir los efectos negativos, “pero el juicio político y el de la historia ya se está dando”.
Manejo escandaloso
Cuando la ASF realizó la revisión de la cuenta pública 2002 detectó observaciones por 77 mil millones de pesos y en la de 2003 por 48 mil millones de pesos.Carlos Altamirano, diputado del PRD que participó en la elaboración del dictamen, aclaró que “esos dictámenes se hicieron tarde, con poca información, basados únicamente en el contenido de la ASF y sin una verdadera confrontación con los verdaderos ejecutores del gasto”.Según el análisis, Fox incurrió en manejo “discrecional y abusivo” del presupuesto, y subejerció y transfirió recursos que la Cámara de Diputados no aprobó. Por ejemplo, en 2002 “movió” a su antojo 173 mil millones de pesos. Para 2003 fueron 136 mil millones de pesos que afectaron y redujeron 89% el presupuesto de apoyo a madres jóvenes; a niños migrantes en 62%, a pueblos indígenas 58% y al hospital de la mujer en el Distrito Federal en 51%.La revisión destaca tres aspectos que denotan la discrecionalidad con que Fox manejó los recursos y de los cuáles, a la fecha, se ignora su uso y destino final.El primero: los fideicomisos “privados” creados por el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, y que por la forma en que se constituyeron no se puede tener acceso a las cuentas.Según el reporte, hasta 2003 Fox contaba con mil 353 fideicomisos los cuales tenían o tienen (no se tiene la certeza) un monto en activos por 662 mil millones de pesos. De éstos, 497 mil 402 millones de pesos corresponde a 801 fideicomisos vigentes y 164 mil 605 millones de pesos a 552 no vigentes.Trejo explica que ni la ASF ni la Cámara de Diputados saben dónde está ese dinero ni qué es lo que está financiando o financiaron, “porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que, como su carácter es privado –aunque hayan sido creados y se manejen con recursos públicos–, no se pueden revisar debido al secreto fiduciario”.Un ejemplo claro es el de ISOSA, la empresa creada por Francisco Gil Díaz para administrar el pago del llamado Derecho de Trámite Aduanero (DTA). La ASF determinó que los 5 mil 561 millones de pesos que obtuvo en 2001 no fueron depositados en la Tesorería de la Federación. La SHCP alegó que, por tratarse de un fideicomiso privado, no tenía por qué entregarlos a la hacienda federal. A pesar de ello, la ASF recomendó enterar esos recursos, pero el gobierno foxista no le hizo caso.En 2002 ocurrió lo mismo, pero el monto de lo no entregado a la federación fue por 2 mil millones de pesos; y para 2003 la suma alcanzó 2 mil 585 millones de pesos.Otro aspecto que destacaron los diputados y la propia ASF en las cuentas de 2002 y 2003 fue el ingreso de 70 mil millones de dólares por excedentes petroleros, “de los cuales nunca se rindieron cuentas y nadie supo en dónde quedaron o en qué se gastaron”.El tercer aspecto que destacaron los legisladores fue la triangulación de recursos federales a la Fundación Vamos México de Marta Sahagún, primero vocera y después esposa de Vicente Fox.Como muestra, el diputado Trejo recuerda que en esos años, el fideicomiso Transforma México de la Lotería Nacional autorizó un donativo de 3 millones de pesos a la Fundación Vamos México, pero luego de los señalamientos de la ASF tuvo que ser cancelado.En la cuenta pública de 2003, la ASF informó que Transforma México donó a diversas instituciones 84 millones de pesos, pero “no cumplió con las disposiciones normativas aplicables de administración, ejecución y control, ya que se otorgaron donativos a instituciones y asociaciones que presentaron irregularidades en su comprobación”. De hecho, recomendó la desaparición de dicho fideicomiso, lo cual ocurrió hasta 2005.