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viernes, marzo 18, 2011

Serrano Limón: la doble moral de la ultraderecha

El 1 de febrero se dio a conocer la inminente aprehensión de Jorge Serrano Limón, dirigente histórico de Provida, acusado de peculado por más de 2 millones de pesos.

El personaje, emblemático de la represión sexual, trató de esquivar la acción penal mediante un recurso de amparo, pero, cualquiera que sea el desenlace legal de este asunto, los problemas en que se ha visto involucrado ponen de manifiesto la doble cara de una ultraderecha que pregona un moralismo a ultranza a la vez que es capaz de incurrir en los mayores abusos.

La vida pública de Serrano Limón, que comenzó hace décadas con un agresivo activismo contra las libertades sexuales, ha culminado con su total desprestigio y el de la organización que dirige.

La historia negra de Provida

El Comité Nacional Provida fue fundado a fines de la década de 1970 por el panista Jaime Aviña Zepeda, quien presidió ese grupo de 1978 a 1981; lo sucedió en ese cargo el también panista Alfonso Bravo Mier, de 1981 a 1987, y su tercer presidente fue Jorge Serrano Limón, de 1987 a 2001, cuando se formó la coalición conservadora Cultura de la Vida, a la cual se integró Provida.

Con la falsa bandera de la “defensa de la vida” y de “los valores”, Provida ha buscado imponer al resto de la sociedad la moral sexual más conservadora del catolicismo, con medidas como el encarcelamiento de las mujeres que abortan y la censura de espectáculos “irreverentes”, además de promover la homofobia y oponerse al uso de métodos anticonceptivos.

Antecesor de Serrano Limón en ese activismo fue su hermano Francisco, quien fundó la Juventud Lasallista, un grupo violento que operaba en escuelas de esa congregación.

Significativamente, entre los estudiantes de mentalidad liberal que a mediados de la década de 1970 se opusieron a las agresiones de los ultraderechistas, estaba el hoy jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, quien desde ese cargo ha apoyado el respeto a los derechos sexuales.

Por su parte, Francisco Serrano ha sido asesor del movimiento Testimonio y Esperanza, grupo de la ultraderecha del cual fue dirigente el actual gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame.

Provida, Testimonio y Esperanza y otros grupos, como la Unión Nacional de Padres de Familia y la Asociación Nacional Cívica Femenina, que suelen colaborar en una lucha común contra el Estado laico y a favor de la hegemonía clerical, se consideran hoy membretes de la Organización Nacional del Yunque.

Desde su primera juventud, Jorge Serrano Limón fue fiel al espíritu conservador que pretende llevar a la hoguera a quienes no comparten sus ideas.

Cuando tenía unos 20 años y trabajaba en un centro de cómputo, Serrano le ocasionó graves quemaduras a uno de sus compañeros de trabajo, pues el hoy enjuiciado dirigente de Provida solía colocar pólvora en los ceniceros para evitar que sus compañeros fumaran (el episodio lo relata Enrique Calderón Alzati en un artículo publicado en La Jornada, en abril de 1989).

Muchos años después, Serrano Limón seguía recurriendo a ese tipo de métodos. En agosto de 2008, encabezó una protesta frente a la oficina de la Organización de las Naciones Unidas, en Polanco, donde se quemaron condones y uno de sus acompañantes resultó lesionado al encender la hoguera inquisitorial.

La primera acción notoria de Serrano Limón al frente de Provida fue la toma del Museo de Arte Moderno para protestar por una exposición del pintor Rolando de la Rosa, que incluía un cuadro irreverente según el gusto de Provida.

El episodio, en el que también intervinieron personajes como el hoy muerto José Barroso Chávez, quien fuera el millonario presidente de los Caballeros de Malta y promotor de grupos de la extrema derecha, presagiaba el auge que bajo Salinas de Gortari (1988 a 1994) cobraría la extrema derecha católica.

Por otra parte, el activismo de Provida y de grupos similares en otros países encontró terreno fértil en las cotidianas predicaciones sexofóbicas del papa Juan Pablo II, quien varias veces visitó México.

En las décadas de 1980 y 1990, Provida participaba en protestas contra el condón y otros anticonceptivos, fraguaba denuncias contra clínicas que practicaban abortos, entonces prohibida en la ciudad de México; se oponía a la educación sexual y a la planificación familiar; apoyaba las reivindicaciones de la jerarquía católica, y seguía promoviendo la censura de espectáculos.

En aquel tiempo, las huestes conservadoras y la jerarquía católica lanzaban fuertes campañas contra instituciones de educación sexual y contra instituciones dedicadas a la lucha contra el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, a la vez que los alcaldes “mochos” del Partido Acción Nacional (PAN) se dedicaban a prohibir escotes, minifaldas, propaganda del preservativo o espectáculos eróticos en Mérida, Guadalajara, Monterrey y Guanajuato.

Era frecuente ver a Serrano Limón en debates televisados, enarbolando un feto en miniatura, para luchar por el encarcelamiento de las mujeres que recurren al aborto. En ocasiones, recibía el apoyo del polémico Onésimo Cepeda y la extitular del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia y de la Secretaría de Desarrollo Social, la panista Ana Teresa Aranda, también exdirigente de la Asociación Nacional Cívica Femenina.

En 1989, se fundó el Centro de Ayuda para la Mujer (CAM), organización gemela de Provida dedicada a tratar de evitar que las mujeres aborten, para lo cual usaba anuncios engañosos en los periódicos y fomentaba sentimientos de culpa entre las mujeres atraídas de esa manera, a quienes les inculcaba que deberían considerarse como “asesinas” si abortaban.

Tanto Provida como el mencionado Centro han establecido relaciones con organizaciones antiabortistas de otros países. Provida ha formado parte de Vida Humana Internacional (VHI), una coalición latinoamericana de grupos similares que cobró auge durante la época de Bush, con quien se identificaban plenamente. VHI tiene su sede en Miami, donde ha contado con el apoyo de personajes del anticastrismo.

Moralismo y corrupción

Cuando el PAN llegó al poder, Provida obtuvo cuantiosos fondos gubernamentales para sus proyectos por mediación de Luis Pazos, otro personaje conocido de la ultraderecha.

En 2003 y 2004, millones de pesos otorgados al grupo encabezado por Serrano Limón fueron desviados para la compra de tangas (supuestamente para uso de las mujeres embarazadas captadas por el CAM), plumas Mont Blanc y otros artículos de lujo, así como a operaciones en la Bolsa de Valores.

El descrédito cosechado por su líder histórico, la despenalización del aborto y el reconocimiento del matrimonio homosexual, medidas aprobadas en la ciudad de México, han sido las principales derrotas históricas del conservadurismo encabezado por la jerarquía católica y por grupos como Provida.

Luego de la legalización del aborto en 2007, Serrano Limón trató de recurrir a métodos importados de los grupos radicales de Estados Unidos, como el bloqueo de clínicas que practican abortos. Sobre todo, la derecha optó por endurecer las penas contra el aborto en los demás estados de la República, apoyada no sólo por Provida, sino por políticos oportunistas del Partido Revolucionario Institucional y de otros partidos.

Provida promueve también la canonización del fallecido Carlos Abascal, quien fuera secretario del Trabajo y de Gobernación con Fox, pues ha sido uno de los políticos más comprometidos con la lucha contra el Estado laico y contra los derechos sexuales.

Serrano Limón tiene en común con Marcial Maciel –ese criminal que vestía de sotana y se codeaba con el papa– encarnar una hipocresía que los llevó a conjuntar los más graves abusos, sean de naturaleza económica o sexual, respectivamente, con el discurso más represivo y mojigato, basado en la castidad y la abstinencia sexual.

*Maestro en filosofía; especialista en estudios acerca de la derecha política en México

Contralínea 224 / 13 de marzo de 2011

lunes, octubre 18, 2010

Francisco Javier Salazar y los mineros chilenos

Francisco Javier Salazar en la Cámara de Diputados.

Miguel Ángel Granados Chapa

MÉXICO, D.F., 18 de octubre.- Sacudido en su modorra legislativa por el pasado, que nunca se va por completo, Francisco Javier Salazar Sáenz se apresuró a establecer las diferencias entre una mina de carbón y una de cobre, para distinguir también las tragedias que se abaten sobre una y otra y, en fin, para que no se establezcan parangones entre las conductas gubernamentales en uno y otro caso.

Lejana ya la tragedia de Pasta de Conchos, ocurrida el 19 de febrero de 2006, donde murieron 65 mineros, el rescate de 33 trabajadores chilenos en la mina de San José, cercana a Copiapó en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, la trajo abruptamente a la actualidad por el rudo parangón que de inmediato se estableció entre ambas situaciones, que tuvieron un desenlace contrastado. Hasta ahora no han sido recuperados los restos de las víctimas en la región carbonífera coahuilense, mientras que al cabo de un vasto, inteligente y sostenido esfuerzo se salvó la vida a los empleados de la empresa San Esteban, omisa en su conducta de establecer medidas de seguridad, como lo fue Industrial Minera México, filial del Grupo México.

Salazar era entonces secretario del Trabajo. Había llegado allí tras una breve carrera política, iniciada desde su papel como líder de los profesores universitarios en San Luis Potosí. Nacido en el Distrito Federal, cursó ingeniería química en la UNAM y concluyó la carrera en la Universidad Iberoamericana. En la potosina se hizo doctor en ciencias sociales, derivación que juzgó oportuna para defender su credo religioso y político, que en su caso se integran. Además de su trabajo en la representación sindical del personal docente universitario, tanto en San Luis como en el ámbito nacional, militó en el tradicionalismo panista potosino. Fue diputado federal por primera vez de 1994 a 1997, al cabo del cual buscó ser candidato a gobernador, sin conseguirlo, como tampoco lo conseguiría en 2003, cuando en las elecciones internas fue vencido por Marcelo de los Santos.

Ya para entonces Salazar era subsecretario de Previsión Social de la Secretaría del Trabajo, cuyo titular era el hoy finado Carlos Abascal. Estaban unidos ambos por una ideología férreamente conservadora, por lo que no resultó extraño que al transitar Abascal a Gobernación, para reemplazar a Santiago Creel, Salazar Sáenz lo sustituyera.

En febrero de 2006 se le encomendó atender la emergencia de Pasta de Conchos. Por tratarse de un desastre, hubiera sido un asunto atendido en Gobernación. O en Economía, dado que es competencia de esa secretaría regular las concesiones mineras. Pero se responsabilizó del caso a Salazar Sáenz, tal vez porque se percibió en la coyuntura el escenario adecuado para un lance político de mayor alcance, la defenestración de Napoleón Gómez Urrutia de su liderazgo en el sindicato minero.

Gómez Urrutia había cultivado una buena relación con el presidente Fox y el secretario Abascal, a quienes el gremio minero aclamó después de que se tomó nota de la elección del secretario general, acto que le había sido negado por el último secretario del Trabajo del régimen priista, Mariano Palacios Alcocer. Remediada esa situación, floreció el vínculo entre el dirigente sindical y el gobierno de la alternancia. En esos años el sindicato mantenía una disputa con una de sus contrapartes, el Grupo México. La causa inmediata era un litigio sobre acciones de las empresas adquiridas por ese grupo de la familia Larrea al gobierno federal. Finalmente, no sin un largo trayecto en tribunales, el sindicato recibió 55 millones de pesos, importe de las acciones que al ser privatizadas varias compañías mineras debía entregar al sindicato.

La derrota así infligida al Grupo México, más la exigencia permanente de mejores salarios para los trabajadores de sus minas, tensó y agrió las relaciones con el sindicato minero. Mucho ha de haber influido una creciente rivalidad personal entre el presidente del consorcio, Germán Larrea, y el líder gremial, Gómez Urrutia. Cada uno de ellos había sucedido a su padre en la tarea que los enfrentaba, y mientras que los progenitores establecieron una relación provechosa para ambos, el desencuentro rigió el trato entre los jóvenes herederos.

Fue ostensible que por pedido del grupo empresarial el gobierno de Fox mudaría su propia relación con los mineros. De esa manera, cuando la atención del secretario Salazar debería estar plenamente orientada a rescatar a los mineros de Pasta de Conchos, se anunció que el liderazgo de Gómez Urrutia estaba siendo impugnado, y en menos de una semana, mediante un procedimiento tramposo y apresurado, se colocó a un líder postizo en el lugar del secretario general hasta ese momento reconocido.

El papel de Salazar ante la tragedia fue cumplido de mal modo. El viernes siguiente al domingo trágico, antes de una semana de ocurrido el desastre, el secretario anunció el fin del intento de rescate. Se dictaminó entonces que la mina había sido destruida por un estallido de gas metano, asociado a la explotación carbonífera, y que la catástrofe impidió desde el momento mismo de su ocurrencia que los mineros sobrevivieran. En ese supuesto, era inútil esforzarse por localizarlos y rescatarlos. Simplemente se les dio por muertos. Tan definitiva fue en los hechos la decisión de clausurar la mina –acaso para que un diagnóstico imparcial no determinara que la inseguridad industrial había causado la tragedia–, que no se han rescatado los cuerpos, los restos de los mineros atrapados por el infortunio y una mezcla de factores humanos que debieron ser castigados.

Incapaz de lidiar con la angustia de los deudos, Salazar peleó con ellos, insinuó que los mineros ingresaban a la mina ebrios o drogados, recibió abucheos y proyectiles que mancharon su ropa, pero no su reputación. Terminó su gestión en la Secretaría del Trabajo sin hacer otra cosa que proteger al personal de esa dependencia involucrado en los antecedentes del desastre y coincidir plena y puntualmente con los intereses de la empresa, que ha dejado enterrados a sus antiguos empleados para ocultar la codicia que la hizo ahorrar a costa de la vida de los mineros. Exactamente lo contrario de lo que se hizo en Chile a la hora de su propio desastre.

Al comenzar este sexenio, Salazar ingresó al Comité Ejecutivo Nacional del PAN, bajo la presidencia de Germán Martínez, y el año pasado fue elegido diputado federal, por la vía plurinominal, sitio reservado a los militantes de largo trayecto, a los grandes apellidos o para premiar servicios prestados. Fue vicepresidente de la mesa directiva al lado de su correligionario y tocayo Francisco Javier Ramírez Acuña, durante el primer año de la legislatura. Fue conservado allí durante el segundo año, el que está corriendo, bajo la presidencia del priista Jorge Carlos Ramírez Marín. En uno y otro caso, su papel lo obliga a dirigir los debates, en ausencia del presidente. Lo hace distraídamente. Y las más de las veces atestigua desde su alta posición (físicamente hablando) lo que ocurre en la llanura de San Lázaro.

En esa alta posición fue sorprendido por la vuelta del pasado, nunca ido del todo, pues no ha cesado la exigencia de las familias de Pasta de Conchos por recuperar los cuerpos de sus seres queridos, enterrados por decisión de Salazar al servicio del Grupo México. Su triste actuación en esa mina coahuilense, en el conflicto minero que artificialmente encendió –aunque el dirigente fantoche que inventó haya sido vuelto al rincón de los trebejos, de donde Salazar lo sacó–, no había sido olvidada. Se hace vigente ahora su gestión, en contraste con la del ministro de Minería chileno, que trabajó a favor de la vida, como Salazar a favor del dinero.

martes, enero 26, 2010

Los cachorros del Yunque

Después de que Felipe Calderón pretendió frenar la hegemonía de El Yunque en la estructura del PAN, él mismo está propiciando que su gobierno y el partido se infesten de “cachorros” de los jerarcas de esa organización de ultraderecha, empezando por la imposición de César Nava en la dirigencia partidista. De acuerdo con algunos testimonios, este giro se debió a la estruendosa derrota electoral del PAN en julio de 2009 y a que el propio presidente considera que hay “un Yunque bueno y uno malo”.

MEXICO, D.F., 26 de enero (Proceso).- Nacidos en la década de los setenta, educados en colegios privados, adiestrados políticamente desde la adolescencia y con experiencia en la alta burocracia gubernamental, un grupo de políticos noveles, encabezados por César Nava Vázquez, controla la dirigencia y la estructura del Partido Acción Nacional (PAN).
Pero no se trata de una camada de jóvenes ordinarios y heterogéneos, sino de hijos de los jerarcas de El Yunque, la organización ultraderechista que tiene en Nava Vázquez al tercer presidente del PAN después de Luis Felipe Bravo Mena, actual secretario particular de Felipe Calderón, y de Manuel Espino, hoy presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA).
Adoctrinados en el catolicismo más conservador, son egresados de instituciones educativas fundadas por El Yunque: la Universidad Vasco de Quiroga de Michoacán y la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP); de las universidades confesionales Panamericana y La Salle, y de centros educativos de tipo empresarial, como el Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
El caso de César Nava Vázquez es ilustrativo: es hijo del fallecido César Nava Miranda, jefe de El Yunque en Michoacán, quien presidió la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en ese estado, fundó la Universidad Vasco de Quiroga y encabezó la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF).
Otro es el de Guillermo Bustamante Ruisánchez, actual director jurídico del CEN del PAN y representante de dicho partido ante el Instituto Federal Electoral (IFE), quien es hijo de Guillermo Bustamante Manilla, sucesor de Nava Miranda en la presidencia nacional de la UNPF. Este organismo sigue siendo presidido por Bustamante Manilla y es controlado por El Yunque desde 1976, cuando el actual presidente del PAN tenía apenas dos años de edad.
Pues bien, César Nava Vázquez y Guillermo Bustamante Ruisánchez, nacidos en 1974 y 1971, respectivamente, estudiaron derecho en la Universidad Panamericana, la institución educativa del Opus Dei, y juntos han sido funcionarios de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el sexenio de Vicente Fox y en la Presidencia de la República con Felipe Calderón.
A su vez, el director de Comunicación Social del CEN del PAN, Abel Hernández López, es hijo de Abel Hernández Rosete, quien fungió como jefe de El Yunque en Jalisco después de que, en 1980, fue asesinado Jorge Kalfópoulos, y lideró la UNPF junto con Nava Miranda, con quien cofundó la Universidad Vasco de Quiroga.
Egresado de la carrera de periodismo en la UPAEP, Hernández López se desempeñó como secretario general del PAN de Puebla entre 2001 y 2002, durante la presidencia partidista local de Juan Carlos Espina von Roerich, quien es hermano de José, actual presidente de la Comisión Nacional de Elecciones. También ellos han sido identificados como militantes de la organización clandestina.
Abel Hernández López, quien nació en 1979, trabajó en la Presidencia de la República con Marta Sahagún, mujer de Fox, a las órdenes de Guillermo Velasco Barrera, hijo de Guillermo Velasco Arzac, jefe nacional operativo de El Yunque.
Por su parte, el hoy secretario particular de César Nava, Roberto Eduardo Aguilar Pirez, quien tiene 35 años de edad y ha sido asistente del primero desde hace al menos una década, egresó igualmente de la UPAEP.
A esta camada de “cachorros” de El Yunque pertenecen asimismo los hijos del actual jefe general de esa organización secreta –Bernardo Ardavín Migoni, expresidente de la Coparmex–, dos de los cuales, José Antonio y Santiago, militan en el PAN desde 1996.
José Antonio, nacido en 1977, es economista por el ITAM y trabajó en la Secretaría de Hacienda y el Banco de México durante el sexenio de Fox, y Santiago, actualmente de 38 años, estudió administración en el ITESM y, después de trabajar para Lorenzo Servitje en Bimbo, es consultor en ESEM, Estrategia Empresarial, el negocio de su padre, que ha recibido jugosos contratos del gobierno federal.
José Ramón, otro hijo del jefe de El Yunque y presidente de la flamante Fundación Carlos Abascal, aunque no milita en el PAN, funge como subdirector de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), cuyo titular en el gobierno de Calderón es José Luis Luege, otro prominente militante de esa organización extremista.
Integrante de esta casta es igualmente Francisco Xavier Salazar Díez de Sollano, hijo del diputado federal Francisco Xavier Salazar Sáenz, quien fue jefe de El Yunque en San Luis Potosí, secretario del Trabajo con Vicente Fox y vicepresidente de la UNPF con Nava Miranda.
Salazar Díez de Sollano, quien estudió química en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, preside la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y ha sido dos veces diputado federal, en una de las cuales, la LIX Legislatura, presidió la Comisión de Energía.
Un caso peculiar es el de Juan Carlos Plata Ibarra, hijo del fundador de El Yunque Ramón Plata Moreno: militante activo del PAN desde el 1 de junio de 1988, con registro en Puebla –donde se fundó esa organización en 1955–, hizo una carrera política de la que muy pronto desistió.
Después de haber sido director de la Coparmex en la entidad, coordinó la campaña de Jorge Ocejo Moreno a la presidencia municipal de Puebla en 1992, y luego fue regidor de Turismo en el ayuntamiento presidido por Gabriel Hinojosa Rivero, primo hermano de Calderón, entre 1997 y 2000. Desde entonces radica en Guadalajara, Jalisco, donde es directivo de la agencia Saiffe, que diseña campañas de publicidad y que ha sido contratada por el gobernador de Puebla, Mario Marín.

Los “buenos”

El ascenso de los hijos de prominentes miembros de El Yunque a la dirigencia nacional del PAN, gracias a los nombramientos que ha hecho César Nava, coincide con el 30 aniversario del asesinato de Ramón Plata Moreno, que se perpetró la noche del 24 de diciembre de 1979 y que permanece impune.
Y se da también en el marco del lanzamiento de la Fundación Carlos Abascal, cuyo propósito es convertirse en semillero de cuadros políticos, según anunció el presidente del nuevo organismo, Bernardo Ardavín Migoni.
El anuncio se hizo en un acto celebrado el pasado 2 de diciembre, a un año de la muerte de quien fue secretario de Gobernación, Carlos Abascal. Un hijo de éste, Rodrigo, milita en el PAN desde 2002, y dos de sus hijas, Luz del Carmen y Rosa Martha, forman parte del equipo de Guillermo Velasco Arzac, presidente de la Coordinadora Ciudadana. Por cierto que esta agrupación política nacional obtuvo el registro del IFE gracias a la membresía de El Yunque, como consta en el padrón de afiliados que consultó el reportero.
La fundación que lleva el nombre del prototipo de político de derecha, “Carlos Abascal” –personaje al que también se pretende convertir en santo–, convocó a un nutrido grupo de miembros de El Yunque que encabeza Ardavín: además de Velasco Arzac, Salazar Sáenz, el procurador Arturo Chávez Chávez, el gobernador Marco Antonio Adame, José Luis Luege, Luis Pazos…
Entre los asistentes estaba, asimismo, el presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Justicia Penal, José Antonio Ortega Sánchez, quien se dice representante legal de la familia de Plata Moreno y ha sido señalado como el principal obstáculo para saber quién asesinó al fundador de El Yunque.
Este reacomodo se da después de la peor derrota del PAN en su periodo de ascenso, la cual se produjo en julio de 2009 y derivó en la renuncia del dirigente del partido Germán Martínez, impuesto en el cargo por Felipe Calderón, quien utilizó la estructura gubernamental para desplazar a Espino de la dirigencia panista, como se ha documentado en Proceso.
Martínez, quien asumió la presidencia del PAN en diciembre de 2007, supuestamente tenía el propósito de poner fin al predominio que tuvo El Yunque en ese partido con Bravo Mena y Espino, pero César Nava fue impuesto por Calderón a sabiendas de que es también un miembro juramentado de la organización ultraderechista, cuyo proyecto es imponer en México un régimen teocrático.
Al respecto, Luis Paredes Moctezuma, exalcalde del PAN en Puebla y quien militó tres décadas en esa organización clandestina, califica de “desatino” que Calderón haya impuesto a Nava después de que había logrado darle un golpe contundente al poder de El Yunque y sus integrantes con la remoción de Espino.
“Cuando los tenía arrinconados, (Calderón) les da oxígeno”, censura el político poblano, autor del libro Los secretos de El Yunque / Historia de una conspiración contra el Estado mexicano, y recuerda que, antes de la llegada de Nava, Martínez nombró a José Espina von Roerich como presidente de la Comisión Nacional de Elecciones, el “IFE” del PAN.
“La señal que manda es que (los de El Yunque) siguen teniendo la manera de nombrar candidatos. Esto les da una tregua y siguen vendiendo la idea al panismo de que son ellos los que reparten el pastel, cuando los debió haber desmantelado. La llegada de César es la culminación de aquello y es una señal absolutamente equivocada.”
–¿A qué atribuye esta decisión de Calderón?
–Él parte de una premisa absolutamente falsa: que hay dos Yunques, uno bueno y uno malo. El bueno es el de Luis Felipe Bravo Mena y el malo es el de Manuel Espino, y no considera que ambos obedecen al mismo jefe: Bernardo Ardavín y, además, a Guillermo Velasco Arzac.
El Yunque, advierte, ha tomado mucha fuerza con el arribo de Nava a la presidencia del PAN, porque es el tercer presidente partidista que proviene de esa organización, cuyos militantes “es más que obvio que están” en posiciones relevantes en el CEN.

El ala delictiva

Y en efecto, forman parte de esta escalada de El Yunque otros personajes, si bien ya no son tan jóvenes. Uno de ellos es el secretario de Formación del PAN, Gerardo Aranda Orozco, quien funge al mismo tiempo como director de la Fundación Rafael Preciado Hernández, en sustitución de Abascal, a quien también relevó en la Coparmex.
Gerardo es hermano de Ana Teresa Aranda Orozco, quien fue presidenta de la Asociación Nacional Cívica Femenina (Ancifem), directora general del DIF, secretaria de Desarrollo Social (Sedesol) en el gobierno de Fox y subsecretaria de Gobernación con Felipe Calderón. Hoy, cuando busca ser candidata de su partido por la gubernatura de Puebla en los comicios que se realizarán este año, cuenta con cinco hijos que la apoyan como militantes del PAN.
Uno más es Alfredo Botello Montes, nombrado secretario de Acción de Gobierno del CEN apenas dejó la Secretaría General de Gobierno de Querétaro, el estado que junto con San Luis Potosí perdió el PAN en las elecciones de julio pasado.
Botello Montes, quien usa el seudónimo de Paul Keres en honor del genial ajedrecista estonio, es un experto en integrar grupos de choque desde que era estudiante de preparatoria. Se le identifica como el estratega de El Yunque en Querétaro, donde se le vio trabajar como promotor de campos de adiestramiento para reclutas de esa organización.
La incorporación de Botello Montes al CEN no es casual, porque forma parte del grupo que controla al PAN desde la década de los ochenta. Una de las familias hegemónicas es la de quienes comparten los apellidos Nava Bolaños, primos de César Nava Miranda y tíos de César Nava Vázquez. Eduardo Nava Bolaños es senador, en tanto que Arturo Nava Bolaños ocupó igualmente una senaduría y una diputación federal.
Alfredo Botello fue compañero en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) del exconsejero electoral Jaime Cárdenas, actual diputado del Partido del Trabajo, quien recuerda que era un estudiante mediocre y faltista, que a menudo se quedaba dormido en las clases.
La razón era que, desde entonces, Botello se hallaba muy ocupado encabezando operativos con grupos de choque. Uno de ellos fue la quema de la Aula Magna de la UAQ, que se consumó en 1976 en protesta porque consideraban “comunista” al aspirante a rector Álvaro Arreola, y otro fue el embate contra estudiantes “comunistas” de Zacatecas, al año siguiente.
Tal como se detalla en el libro El Yunque, la ultraderecha en el poder, editado por Plaza y Janés en 2003, el grupo de choque de Botello irrumpió con violencia en la Universidad Autónoma de Zacatecas en 1977, pero dos de sus integrantes –Lázaro Barrón Frías, alias Mateo Letrán, y Pedro Luis López Solorio, cuyo seudónimo era Cornelio Laurens– fueron detenidos y expusieron ante las autoridades la manera de operar de El Yunque.
Según el testimonio de López Solorio, quien entonces tenía 19 años de edad, conoció a Botello Montes en una peregrinación al Cerro del Cubilete, en Guanajuato, y fue quien lo inició en El Yunque, en una ceremonia celebrada justamente en casa de éste:
“El 22 de febrero del presente año es afiliado al grupo que sabe lleva el nombre de Organización del Yunque, por medio de una ceremonia en casa de Alfredo Botello Montes, sita en calle 5 de Mayo, en el barrio de la Cruz…”, registran los documentos judiciales.
De acuerdo con la declaración del muchacho, se identificó como uno de los jefes de El Yunque en Querétaro a Arturo Nava Bolaños –tío de César Nava–, quien fue citado el 20 de mayo de 1977 ante el Ministerio Público de Zacatecas.
Al respecto se asentó: “Nava Bolaños negó todos los cargos, por lo que el procurador de Justicia lo dejó en libertad, asegurando que si se comprobaba actuación delictuosa sería severamente castigado”.
Nada ocurrió, como tampoco nada ha ocurrido con otros miembros de El Yunque que han sido sorprendidos en conductas delincuenciales, como Gustavo Villegas Nava, hijo de Elías Villegas Torres, jefe de El Yunque en Guanajuato, cuyos gobernadores –desde Carlos Medina hasta Juan Manuel Oliva– han sido omisos ante las denuncias.
Como otros jerarcas de El Yunque, Elías Villegas ha impulsado la carrera política de sus hijos. Así, Leticia Villegas Nava es actualmente presidenta del Congreso local, luego de desempeñarse como diputada federal y como regidora de León. Con el arzobispo Guadalupe Martín Rábago desayuna casi a diario en dicha ciudad.
Elías Villegas y su hija han sido denunciados públicamente por Carlos Alberto Zepeda Orozco, quien, después de militar en El Yunque, decidió escribir un libro (Decepciona el PAN en Guanajuato…) para narrar cómo los jefes de El Yunque destruyeron su familia y su patrimonio.
Zepeda Orozco es primo hermano de Ana Teresa Aranda, quien de Guanajuato se fue a Puebla, entidad donde hijos de jerarcas de El Yunque tienen gran influencia en el PAN.
Por ejemplo, Bernardo Arrubarrena García, hijo de José Antonio Arrubarrena –fundador y rector de la UPAEP–, presidió el comité del PAN en la capital de Puebla entre 2008 y 2009, y Pablo Rodríguez Regordosa –hijo de Herberto Rodríguez Concha, fundador también de El Yunque– es diputado federal y coordinador de la precampaña del expriista Rafael Moreno Valle, aspirante a ser candidato a gobernador de Puebla.

domingo, noviembre 08, 2009

El IVA, Enrique y sus miedos

• Carlos María Abascal Carranza
• La ASF y el monitoreo del ife…


A Puerta Cerrada
Marcela Gómez Zalce


La economía, mi estimado, es siempre una garantía de paz. A estas alturas del partido ya no existe duda alguna de que el h. congreso (of course, con minúsculas) con sus raras excepciones, no vela por el interés de la ciudadanía. De nada sirve el fuero, que con su voto los mexicanos hicieron posible, si arribando a la divertida curul estas lacras (léase dickweeds) olvidan la palabra empeñada haciendo de su metamorfosis un estudio digno para Animal Planet.
El abominable engendro fiscal que danzó por las Cámaras exhibiendo un espectáculo tragicómico, my friend, a los únicos que benefició fue… a los mismos, a los podero$$os. A los que con argucias y fintas legaloides no cumplen con su obligación de pagar sus impuestos para que México sea el país, que todos estos pasados dicen, al que se puede aspirar.
Al final de la película legislativa salieron con la lindura de (no tener madre) que hay que joder al ciudadano, y qué tanto es tantito. Que sean otros los que se aprieten el cinturón y paguen los platos rotos de dispendios, caprichos, prebendas y beneficios. Lo importante fue darle márgenes de maniobra fiscales a quienes quieren incursionar en nuevos negocios y para los que preocupados por mantener su leverage electoral.
Las declaraciones recientes del gobernador de Hidalgo a MILENIO sobre asumir los costos políticos de más impuestos porque, con la pena, es necesario el sacrificio de los mexicanos para que el PRI llegue a Los Pinos, sumadas a las escupidas por Francisco Rojas de evitar la catástrofe de gobernar sobre ruinas en el sexenio próximo, develan los verdaderos intereses que no son los de su electorado… que elección tras elección vuelven a darle el beneficio de la duda a un partido con las mismas inclinaciones de fondo que el PAN, mientras el PVEM es comparsa del mejor postor.
Pero porfa corra por su drink, porque ahí le va una joya… ¿Listo?
Turns out que las piruetas de Enrique Peña Nieto, principal impulsor y protagonista del IVA, mostraron sus verdaderos miedos que desencadenaron el fin que justificó los medios. Enrique al lado de Beatriz Paredes —lamentable ícono de falsedad, mentira y simulación—terminaron por hacer el arreglón con Los Pinos a cambio de que el PAN, el gymboree (con minúsculas) y Felipe les prometieran que bajo ningún pretexto y/o justificación se dieran alianzas electorales con el PRD, PT y Convergencia en estados que pronto irán a las urnas en 2010… aunque el quid del asunto es… ¡adivinó usted!... el Estado de México.
Por la sencilla razón de que al PRI de Peña Nieto no le dan ni le alcanzan los números. Es decir, de ir el PAN, PRD, PT y Convergencia juntos (¿pero no revueltos?) ponen en serios aprietos al figurín de gel que se ve despachando en Los Pinos. Con esa promesa, Enrique y Beatriz movieron a sus fichas aliadas en San Lázaro —topándose con un atractivo muro en el Senado— para empinarle a millones de mexicanos el 16% de IVA… que no resuelve el hoyo(negro) de fondo pero sí resuelve el dinero que necesita Peña Nieto (¡23 mdp!) para ayudar(se) a otros candidatos (ahí tiene el botón de Rodrigo Medina) en el 2010 y con esto colocarse como el facilitador (Salinas dixit) y benefactor de los que pesarán en la báscula priista para definir el 2012. ¿Me sigue?
Por eso Peña Nieto, como su alfil Osorio Chong y Paredes tienen la conciencia tranquila de mentirle al electorado, de asaltar a los mexicanos y de cuidar a los poderosos.
Confiados sonríen espetándole a México que, haiga sido como haiga sido, tenemos Ley de Ingresos.
¡Chingón!
Por la mirilla
Uno. El gobernador de Tamaulipas estuvo hoy en la pasarela y solicitó 13,871mdp para distintos y muy importantes rubros en infraestructura carretera y de salud.
Dos. El pasado miércoles, se firmó el Acta Constitutiva de la Fundación Carlos María Abascal Carranza (q.e.p.d.), cuyo propósito será la preservación y difusión del pensamiento de un hombre que se caracterizó por su sensatez, pluralidad y tolerancia y el 18 será presentado el libro A cada paso, un Legado de Congruencia. Carlos Abascal Carranza, presentado por Héctor Larios y Francisco Salazar Sáenz.
Y tres. La ASF le dio al ife 30 días para que rinda un informe de situación excepcional sobre el mentado monitoreo de 24 mdd que ha desencadenado una cascada de cínicas afirmaciones. Nuevamente este espacio le solicita al ife sus datos de monitoreo para compulsar públicamente las cifras de toda la información electoral de 20 plazas…
¡Adiós!
gomezalce@aol.com
Fuente: Milenio

sábado, abril 11, 2009

Gobernación contrató en 2006 a GEA-ISA

El convenio fue detectado por el IFAI; se favoreció a Calderón en sondeos
Pese a que la Secretaría de Gobernación trató de negar la existencia de convenios suscritos con la consultora Grupo de Economistas Asociados (GEA-ISA) –cuyo ex director Guillermo Valdés, hoy titular del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), favoreció a Felipe Calderón en las encuestas para la Presidencia–, tras la intervención del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) se localizó el contrato 6800000268, celebrado en febrero de 2006.
De acuerdo con el expediente 5336/09 del IFAI, el contrato se efectuó en forma “directa” con el entonces titular de Gobernación, Carlos Abascal Carranza.
En la instrucción del IFAI, que en unos días debe cumplir Gobernación, ésta no puede mantener en reserva el contrato con la encuestadora, sino debe publicitarlo y entregar una copia y los anexos correspondientes al solicitante.
Aun cuando la dependencia federal alegó que tenía “resguardado” el documento porque no era de carácter público y la petición del ciudadano era “genérica”, el comisionado Alonso Gómez Robledo señaló que ese tipo de contratos por ley tienen carácter público.
De hecho, la Secretaría de Gobernación tiene la obligación de difundir la descripción del servicio y cronología del trabajo, la autorización de pago, la factura de cobro, así como las indicaciones que dio la dependencia para realizar el objeto del contrato.
También debe proporcionar datos de la encuestadora, como escritura constitutiva, cédula de identificación fiscal, comprobante de domicilio, carta compromiso de no encontrarse en ninguno de los supuestos del artículo 50 de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, entre otros.
De la información obtenida por el IFAI, se desprende que el contrato de referencia se convino por la “prestación de servicios profesionales”, y su propósito en 2006 fue realizar el estudio Escenarios de gobernabilidad para México 2004-2006.
No hubo licitación, sino directamente se convino por órdenes de Abascal Carranza en 2006. Ese año, GEA dio a Calderón un amplio margen de ventaja como candidato a la Presidencia, pese a que la mayoría de los sondeos señalaban como favorito a Andrés Manuel López Obrador.
En el portal de Transparencia de Gobernación no se difunde ningún contrato celebrado con GEA-ISA, empresa que también fue favorecida por la Presidencia de la República en 2007 –año en que Calderón nombró a Valdés titular del Cisen–, mediante la suscripción de diversos convenios por un monto de poco más de 5.7 millones de pesos.
Además de la encuesta sobre Calderón en 2006, GEA-ISA ha llevado a cabo otras más que han beneficiado a funcionarios de su gabinete, como Francisco Ramírez Acuña, a quien la empresa promovió en un sondeo trimestral como “el secretario de Estado que mejor está haciendo su trabajo”. En ese tiempo el jalisciense era titular de Gobernación. Josefina Vázquez Mota y el procurador Eduardo Medina Mora, también se vieron favorecidos.

jueves, marzo 12, 2009

Los malos y los buenos, según el PAN


Preocupados por emular pronto lo que el PRI consiguió en décadas de uso autoritario del poder, los miembros del gobierno panista lanzan su propia versión oficial de la historia de México. Como parte de esta labor, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México publicó el libro Ministros y secretarios de Gobernación, en el cual, como en las vidas de santos, se pone de manifiesto la intrínseca superioridad moral y política de los últimos tres panistas que ocuparon ese puesto sobre sus antecesores priistas.

El gobierno de Felipe Calderón rescribe la historia del México contemporáneo al gusto del Partido Acción Nacional (PAN) y, en ese revisionismo, los secretarios de Gobernación panistas, con excepción de Santiago Creel, se alzan, virtuosos, sobre sus siniestros antecesores priistas.Carlos Abascal, Francisco Ramírez Acuña y Juan Camilo Mouriño son descritos por los historiadores oficiales como individuos excepcionales en el libro Ministros y secretarios de Gobernación: Dos siglos de política interior en México, editado por la Secretaría de Gobernación.En el libro, impreso y distribuido bajo la gestión de Fernando Gómez Mont, a los tres más recientes encargados de la política interior del país les es dado un trato lisonjero en sus respectivas biografías, con la retórica del nuevo oficialismo y desprovisto de cualquier elemento crítico.En las biografías de los altos servidores públicos panistas –elaboradas por miembros del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM)– no existen la represión, los abusos de poder, el tráfico de influencias, el uso faccioso de los recursos públicos, la opacidad en la información…Aunque también entre los secretarios panistas hay diferencias: La semblanza de Creel, que es de una extensión de media cuartilla –semejante a la de los priistas Patrocinio González Garrido y Emilio Chuayffet–, apenas menciona su paso como secretario de Gobernación durante cinco años, mientras que las efímeras gestiones de los difuntos Abascal y Mouriño ocupan un espacio cuatro veces mayor y aparecen como seres intachables.Abascal: “Se destacó por su capacidad conciliadora y de generación de acuerdos en la economía, en el mundo laboral, en lo social y en la política desde el humanismo trascendente; es decir, desde y para la persona humana”.Mouriño: “Enfrentó importantes desafíos, privilegiando siempre el bienestar de todos los mexicanos. El año 2007 fue decisivo para despegar el proyecto nacional del presidente Calderón (y) la visión estratégica de Mouriño fue sustancial para cumplir con estos objetivos”.Hasta Ramírez Acuña despunta como un político incorrupto: Si bien no merece a sus biógrafos ningún reconocimiento de su gestión de un año en la Secretaría de Gobernación, se destaca su trayectoria panista y su papel como alcalde de Guadalajara y gobernador de Jalisco, cuyas acciones represivas y de corrupción se omiten.En contraste, la maldad se le confiere a los secretarios de Gobernación priistas, desde Gustavo Díaz Ordaz hasta Diódoro Carrasco –actual diputado federal del PAN–, en cuyas semblanzas proliferan los señalamientos críticos a su ejercicio del poder y episodios controvertidos, si bien nada que no haya sido documentado periodísticamente.
Líder de asesinatos
Manuel Bartlett, quien fue secretario de Gobernación todo el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988), leyó el libro y le envió una carta a Gómez Mont, el 24 de febrero, en la que repudia la lógica facciosa que se imprime a las biografías de priistas y panistas, de “simpatías hacia algunos y de antipatías y desinterés para otros”.“La Secretaría de Gobernación es una institución del Estado y debiera ser cuidadosa en sus publicaciones, al menos objetiva. Las descalificaciones parciales corresponden más bien a su partido”, le advierte a Gómez Mont, a quien le reclama que en su semblanza, de una cuartilla, se hayan incorporado los asesinatos del periodista Manuel Buendía y del estadunidense Enrique Camarena Salazar, agente de la DEA, acaecidos durante su gestión.“No me atrevería a reclamar mala intención, tal vez el añadido se deba al actual acento penalista en Gobernación”, aclara el priista en alusión a la rama de la abogacía que ejerce el secretario de Gobernación, a quien le hace ver “algunas coincidencias.”Una de ella es que el libro coincide con la imputación que le hizo el presidente del PAN, Germán Martínez, de ser el “presunto asesino” de Buendía, por lo que Bar¬tlett lo demandó por daño moral, en agosto de 2006. Al respecto, Bartlett dice en su carta, una copia de la cual entregó a Proceso: “En este juicio, actualmente en la Suprema Corte de Justicia, aparece usted desde su inicio como defensor de mi demandado Germán Martínez, entonces secretario de la Función Pública, ahora presidente del PAN, defensa de la que estoy seguro se ha retirado. Se vería mal a un secretario de Gobernación litigando, aunque fuera sutilmente. Todo se llega a saber. Recordemos a algunos de sus compañeros de gabinete”.La otra “coincidencia” que le hace ver Bartlett a Gómez Mont es que Televisa, al informar sobre la liberación de José Antonio Zorrilla, sentenciado como autor del homicidio de Buendía, “recuerda a su estilo que el asesinato ocurrió siendo secretario de Gobernación Manuel Bartlett, mención que coincide con lo del citado folleto. Ningún otro nombre de funcionarios de entonces se les vino a la cabeza, 20 años después”.Mordaz, aclara: “Desde luego, no creo que Televisa haya leído el opúsculo, ni que ustedes en su empeño de amigable componedor de las violaciones a la ley electoral por Televisa, por cierto exculpada, se lo hayan platicado ni mucho menos que tenga que ver con la ‘Ley Televisa’. Simples coincidencias”.Y reta a Gómez Mont: “Me parece interesante que se constate la estadística de muertos que ocurran durante la gestión de cada secretario de Gobernación. Sin duda, pese a su breve estancia en Bucareli, que seguramente será larga por su indudable experiencia política, ya es usted campeón nacional. Lleva en su haber decenas de asesinatos de todos los niveles y bandos, todos los días, periodistas, soldados, agentes, narcotraficantes, hasta un general de división. Imaginemos la extensión de la futura semblanza, nada más en lo que a muertos se refiere”.
Tufo panista
El libro Ministros y secretarios de Gobernación: Dos siglos de política interior en México, cuyo tiraje fue de 2 mil ejemplares que comenzaron a circular en diciembre de 2008, adolece de falta de rigor en algunos datos significativos.Por ejemplo, en la biografía de Creel se señala que fungió como consejero ciudadano del Instituto Federal Electoral (IFE) hasta el 31 de octubre de 1996, lo cual es cierto, pero enseguida se anota una falsedad: “Durante su desempeño se organizaron los comicios federales de 1997”.Otra: En la semblanza de Fernando Gutiérrez Barrios se asegura que, después de haber sido secretario de Gobernación con Carlos Salinas, entre 1988 y 1992, “partidos de oposición intentaron, sin lograrlo, enrolarlo en sus filas, tal y como lo hizo el Partido de la Revolución Democrática (PRD) a inicios de 1997”. Los historiadores panistas no ofrecen ninguna prueba en ese sentido, quizá porque fue Ignacio Morales Lechuga, y no Gutiérrez Barrios, a quien el PRD coqueteó para impulsarlo como candidato a gobernador de Veracruz y a quien vetó Cuauh¬témoc Cárdenas. Pero el libro no fue hecho por historiadores improvisados: Fue coordinado por Pablo Serrano Álvarez, doctor en historia y autor, entre otros estudios, de El sinarquismo en el Bajío mexicano (1934-1951), historia de un movimiento social regional y La política pública regional en el gobierno de Lázaro Cárdenas, 1934-1940.Los coautores son Elsa Aguilar Casas, Roberto Espinosa de los Monteros y Luis Enrique Moguel Aquino; son también historiadores y, al igual que Serrano Álvarez, funcionarios del INEHRM, cuyo director general es José Manuel Villalpando, quien asumió también la coordinación de los festejos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución a la renuncia de Rafael Tovar y de Teresa.De hecho, Carlos Abascal Carranza nombró a Serrano Álvarez director general interino del organismo que se llamó Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INEHRM), cargo que desempeñó de octubre de 2005 a marzo de 2008, cuando Mouriño designó a Villalpando, quien fue secretario general de la Escuela Libre de Derecho, alma mater de Calderón.Director de Investigación y Documentación del INEHRM, a Serrano Álvarez se le solicitó formalmente una entrevista sobre el libro que coordinó, de abierta propaganda panista, pero alegó que le ha sido impuesta una prohibición para hablar al respecto. La misma respuesta dio Villalpando, quien sostiene que si Benito Juárez viviera “sería panista”.No es la primera ocasión en la que se cuestiona el trabajo de los historiadores del INEHRM, organismo de la Secretaría de Gobernación: En enero de 2007, cuando Serrano Álvarez era director del instituto, un historiador denunció en el diario La Jornada que por órdenes de Abascal fue censurado el libro Juárez de su puño y letra.El propio Serrano Álvarez aseguró, en una carta a ese diario, que el libro “jamás fue censurado por el exsecretario de Gobernación, Carlos Abascal. Se trató de una realidad más banal: la del recorte de presupuesto después de la elección presidencial que afectó a todas las dependencias”.En la carta descalificó el “recurso temerario y simplificado de una guerra sucia y la revancha entre conservadores y liberales del siglo XIX, que algunos políticos quieren ver en el presente”, y aseguró que la transformación del INEHRM “fue producto de un arduo trabajo y consenso entre profesionales de la historia para que nunca más se vuelva a instaurar una versión oficial de la historia al servicio de un partido político o de un régimen”.Y subrayó: “Borrarle el tufo autoritario del pasado a este instituto fue un logro para todos los mexicanos.”
Zalamerías para Abascal
Pero el libro que él mismo coordinó va en sentido contrario a sus palabras: Las biografías de los secretarios de Gobernación del PAN tratan de instaurar una “versión oficial al servicio” de ese partido o, al menos, la facción dominante que encabeza Calderón.Quizá por ello la semblanza de Creel es minúscula. Ocupa apenas seis párrafos sobre su trayectoria como abogado, miembro del Grupo San Ángel, la diputación a partir de 1997 y su derrota en la elección por la jefatura de gobierno del Distrito Federal ante Andrés Manuel López Obrador. “Ese mismo año Vicente Fox fue electo presidente de la República y llamó a Creel para hacerse cargo de la Secretaría de Gobernación, donde se desempeñó hasta el 1 de junio de 2005, cuando lanzó su campaña como precandidato a la presidencia de la República por el PAN, partido en el que había sido consejero nacional de 2004 a 2007.”El contraste con Abascal es notable: Las tres cuartillas de su biografía están colmadas de elogios y hasta alusiones a su padre, Salvador Abascal Infante, fundador de la Unión Nacional Sinarquista.Incluye su paso por la Coparmex, a partir de 1995: “Desde ese año fue comprometido promotor del diálogo entre los sectores obrero y empresarial, siendo el primer dirigente empresarial orador en la Asamblea de Aniversario de la Confederación de Trabajadores de México, así como el primer anfitrión del secretario general de esta central obrera, Fidel Velázquez, en la sede de un organismo empresarial, para la firma de un acuerdo de entendimiento denominado ‘hacia una nueva cultura laboral’”.Como secretario del Trabajo: “Su de¬sempeño en esa dependencia, entre diciembre de 2000 y junio de 2005, se distinguió por el clima de paz laboral en el país, por el impulso de una nueva relación entre sindicatos, empresas y gobierno, a la luz de la Nueva Cultura Laboral y por la incipiente recuperación del poder de compra de los trabajadores.”Ya como secretario de Gobernación: “En su administración se concibió la relación del Ejecutivo federal con el Congreso de la Unión como una política de Estado, estableciendo un diálogo institucional permanente y respetuoso con todos los grupos parlamentarios”.Se enumera una larga lista de leyes aprobadas y, después, se detallan logros que incluyen “la firma de un convenio para transparentar la publicidad pagada por los partidos políticos durante el proceso electoral presidencial de 2006”.Y sigue: “En los meses siguientes a la elección del 2 de julio y ante la no aceptación de los resultados de la votación por el candidato de la Alianza por el Bien de Todos, simpatizantes de dicha Alianza bloquearon el Paseo de la Reforma y el Zócalo de la Ciudad de México. El secretario Carlos Abascal, convencido de que el diálogo era la única salida al conflicto, realizó acciones de distensión, las cuales permitieron que el Zócalo y Reforma fueran desocupadas para los festejos del 15 y 16 de septiembre”.En la extensa semblanza de Abascal se incluyen, inclusive, los temas “filosóficos, laborales, educativos, económicos, históricos, políticos, empresariales y religiosos” de sus conferencias, y su breve militancia en el PAN.Menos entusiasta es la biografía de Ramírez Acuña, quien ocupó la Secretaría de Gobernación al inicio del gobierno de Calderón, cuya gestión ni se menciona: “En enero de 2008 renunció al cargo y regresó a Guadalajara, donde atiende asuntos particulares”.No hay ninguna referencia al destape que Ramírez Acuña hizo de Calderón y, menos aún, a la represión y tortura de las fuerzas policiacas a su mando contra manifestantes altermundistas.
Mouriño, casi Dios
En otro contraste entre panistas, la semblanza del “economista y político” Juan Camilo Mouriño, aunque un poco más corta que la de Abascal, es igualmente obsequiosa por su “vertiginosa carrera política” que inició en Campeche y luego como diputado a las órdenes de Calderón.Con Calderón como secretario de Energía, Mouriño fue asesor y subsecretario. “Su experiencia como diputado y su visión estratégica fueron fundamentales para cumplir con los retos de ese cargo.”Mouriño fue “clave”, dice la semblanza, para que Calderón ganara la candidatura presidencial del PAN: “Su acción consistió en estimular los consensos y acuerdos en torno a la figura y proyecto del licenciado Calderón.”También “su capacidad de organización, negociación y liderazgo en la coyuntura política del cambio de gobierno favoreció para que la experiencia de la transición se concretara, hasta la toma de posesión”.Y más: “A la cabeza de Gobernación, trabajó por generar un clima de civilidad política y reconciliación que fue reconocido por todas las fuerzas políticas; reformas fundamentales como la Energética, fueron resultado del trabajo de Mouriño Terrazo con todas las expresiones políticas organizadas. Es un común denominador el reconocimiento a Mouriño como un hombre de capacidad política, que logró el diálogo con los distintos partidos políticos y el gobierno en general”.

martes, diciembre 09, 2008

El verdadero Abascal, sin responsos

Vamos deshaciendonos de la mierda apa'!
Carlos Abascal junto a Juan Camilo Mouriño....."dime con quien te juntas y te dire quien eres"

El martes 2 falleció el exsecretario del Trabajo y de Gobernación Carlos Abascal Carranza, a quien las cúpulas del empresariado, la derecha católica y del panismo y muchos medios de comunicación elevaron a la categoría de prócer, con aires casi de santidad. Si bien para ellos el activismo católico de este personaje, aun siendo funcionario público, no fue otra cosa que prueba de "congruencia", lo mismo puede decirse de su conducta intolerante, represiva y facciosa, congruente así mismo con su expresión confesa de repudio a la democracia. Ésta es, llegó a decir, "una farsa de la que se ha servido la masonería en México..."Detrás de los alardes religiosos y el catolicismo militante de Carlos Abascal Carranza, que para la clase política que lloró su muerte son prueba de "congruencia", se encuentran acciones represivas con numerosos muertos, contubernio con líderes corruptos, promoción del sindicalismo blanco, contratos para amigos, negociaciones de la ley y maniobras para instaurar un Estado confesional contrario a la Constitución.Activo dirigente patronal y promotor de diversas iniciativas católicas, elevado ya a prócer de la derecha, Abascal repudió la democracia la mayor parte de su vida -"es una farsa de la que se ha servido la masonería en México" -, pero murió como un prominente ideólogo del Partido Acción Nacional (PAN), al que su padre y maestro, Salvador Abascal Infante, detestaba. Fue "un panista de los grandes", lo definió el presidente del PAN, Germán Martínez, a pesar de que Abascal militó formalmente en ese partido apenas seis años, desde el 2002, cuando ya era secretario del Trabajo del gobierno de Vicente Fox, con quien compartió escándalos a lo largo del sexenio por mezclar sus creencias personales con la función pública.Abascal como secretario de Gobernación y Eduardo Medina Mora como secretario de Seguridad Pública federal -hoy procurador general de la República- formaron parte del gobierno de Fox que le heredó a su sucesor, Felipe Calderón, un Estado "doblegado", como éste se lo hizo saber, por escrito, al Congreso."Estaba doblegado por el poder de grupos criminales que conducían sus actividades delictivas (narcotráfico, secuestros y tráfico de drogas, entre las principales) con absoluta impunidad y el Estado no podía cumplir a cabalidad con su obligación de salvaguardar la integridad de las personas y su patrimonio", describió Calderón el momento en que tomó posesión, el 1 de diciembre de 2006.Abascal y Medina Mora -también exdirector del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) en el sexenio de Fox- diseñaron la estrategia para reprimir, en medio del proceso electoral de 2006, movimientos sociales y sindicales, cuyas arbitrariedades permanecen impunes porque, precisamente, uno de los involucrados es el titular de la PGR.En la incursión policiaca de San Salvador Atenco, Estado de México, el 3 de mayo de ese año, murieron dos personas y elementos policiacos cometieron violaciones tumultuarias contra mujeres, y en el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, el 20 de abril, el embate de la tropa federal arrojó dos trabajadores mineros muertos con arma de fuego.Los hechos en Michoacán eran parte del conflicto del sindicato minero en el que el gobierno de Fox tomó partido al negar la toma de nota a Napoleón Gómez Urrutia y dársela, con base en documentos falsos, a Elías Morales, el 20 de enero, un mes antes de la muerte de 65 trabajadores en la mina de Pasta de Conchos, Coahuila, el 19 de febrero del mismo 2006, que padecían peligrosas condiciones de trabajo ignoradas por funcionarios de la Secretaría del Trabajo designados por Abascal.La política laboral del gobierno implicó establecer contubernios con líderes corruptos y autoritarios, como Víctor Flores, a quien el sucesor de Abascal en la Secretaría del Trabajo, Francisco Xavier Salazar Sáenz, validó la ilegal prórroga de su gestión al frente del Congreso del Trabajo. Abascal operó también la política del gobierno de Fox para disolver el movimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y mantener en el cargo al gobernador priista Ulises Ruiz: Primero mediante la cooptación de la cúpula del sindicato magisterial del estado y luego con la acción represiva de la policía federal."Calderón solicitó que el asunto quedara resuelto antes de asumir su responsabilidad. Fox se comprometió que así sería. El conflicto quedó en manos de Abascal", escriben Rubén Aguilar y Jorge Castañeda en su libro La diferencia, con base en lo que Fox les platicó y el exvocero sabía como protagonista de la trama.Abascal procedió a convencer al secretario general de la Sección 22 del magisterio, Enrique Rueda, de separarse de la APPO a cambio de dinero, cancelar órdenes de aprehensión y excarcelar maestros, según se pactó en una reunión celebrada en 27 de octubre de 2006, tal como se consigna en una grabación reproducida en el libro Oaxaca sitiada, de Diego Enrique Osorno:El líder asegura: "Tenemos otras cosas torales: el asunto de los compañeros detenidos en la jornada: Evangelino (Mendoza), Germán (Mendoza Nube)..." a lo que el secretario -¿reconvenido en magistrado?- responde: "Me comprometí. El lunes están libres" (...) La negociación continúa, el audio no miente. Rueda asegura: "El asunto de las órdenes, la revisión que hay contra los dirigentes...". Abascal contesta: "Eso está claro: se cancelan...".Dos días después de ese arreglo violatorio de la ley, el 29 de octubre, más de 5 mil agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP) y de la Agencia Federal de Investigación (AFI) recuperaron el centro histórico de Oaxaca, y el resto lo hizo ya Calderón: El 4 de diciembre siguiente fue detenido el líder de la APPO, Flavio Sosa, quien había sido citado a conversar por el sucesor de Abascal, Francisco Ramírez Acuña.En gratitud a tales acciones en Oaxaca, Calderón asistió al funeral de Abascal, la tarde del martes 2 pasado, y aunque fue menos prolijo en elogios que a Juan Camilo Mouriño, el fallecido secretario de Gobernación, lo enalteció como un gran mexicano y un hombre congruente. "Que descanse en paz Carlos Abascal y que seamos capaces quienes lo conocimos de poder seguir su ejemplo y su testimonio", expresó Calderón, quien compartió con él no sólo su repudio al Estado "ateo y antirreligioso" vigente en la Constitución, sino el proyecto de reformar ésta para impartir educación religiosa en las escuelas públicas.
Calderón, discípulo
Calderón, en efecto, comparte con Abascal la agenda de la derecha en materia religiosa y educativa, como lo escribió hace casi dos décadas, el 2 de diciembre de 1991, cuando el fallecido exsecretario de Gobernación apenas comenzaba a simpatizar con la democracia y a participar en la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).En "Educación religiosa", un artículo que publicó en el diario Uno Más Uno, justo cuando comenzó su gestión como diputado federal en la segunda parte del sexenio de Carlos Salinas, Calderón exigía una reforma constitucional para garantizar la educación religiosa, porque los católicos "han tenido que vivir una suerte de clandestinidad educativa, social y política".En este contexto, exponía, es que debía analizarse la reforma educativa: "No es sólo el argumento difícilmente refutable de que la actual Constitución viola el universalmente reconocido derecho humano de los padres a escoger el tipo de educación de sus hijos, sino también el argumento de que la democracia implica pluralidad y que el sistema educativo actual no es estrictamente laico, sino ateo y antirreligioso, que no es lo mismo."Inclusive Calderón proponía que el Estado apoyara económicamente la educación religiosa: "Esto significa que si una persona es marxista, católica, judía, protestante, anarquista, etcétera, tendría el derecho de educar a sus hijos en esas convicciones, con el apoyo del Estado".Abascal pensaba igual y por ello exigió reformas al artículo 3 de la Constitución para impartir educación religiosa en las escuelas públicas, a todos los niveles, como lo ratificó en entrevista con el reportero, en junio de 2007:"El Estado coadyuva con los padres de familia y el Estado debe asegurarse de que todos los niños tengan acceso a la educación. Si un padre de familia escoge que en la escuela su hijo reciba educación religiosa, debería ser posible."
-¿Aunque sean escuelas públicas?
-A ver: Los papás siguen siendo papás siempre, trátese de escuelas públicas y escuelas privadas.-No lo establece así la Constitución.
-Pero no estamos hablando de la Constitución, sino de derechos humanos anteriores y superiores al Estado, y por tanto anteriores y superiores a la Constitución."Es como la vida: '¿Yo tengo derecho a la vida porque la Constitución me la dé? Yo tengo derecho a la vida. Punto. Y la Constitución tiene el deber de tutelar el derecho a la vida. ¿Tengo el derecho de educar a mis hijos? Lo tengo, aunque la Constitución no me lo dé'."En esa medida, añadía, la Constitución debería consagrar el derecho de recibir educación religiosa en las instituciones de educación pública. "Habrá padres que digan: 'Yo no quiero religión para mi hijo'. Está bien. Pero que haya materias optativas para responder a ese derecho natural de los padres".
-¿En todos los niveles o sólo en educación básica?
-¡Es que la educación es un continuo! Cada edad y cada etapa del chico tienen sus propios requerimientos. Entonces, ¿por qué limitarnos tan sólo a la educación básica?
Contratos para los amigos
Abascal enarboló esta concepción cuando al inicio del gobierno, en abril de 2001, se quejó de que una maestra de su hija Luz del Carmen, Georgina Rábago, le había encomendado leer la novela Aura, de Carlos Fuentes, un episodio que el escritor evocó, hace dos semanas, en su homenaje nacional. "Hace poco tiempo un libro mío fue objeto de un acto de censura mínimo pero, como todo acto de censura, fue ominoso".Aura, dijo Fuentes en presencia de Calderón, es "una simple historia de amor que no le faltaba al respeto a la vida privada ni de nada ni perturbaba la paz pública, aunque sí, lo admito, podría perturbar la moral de las buenas conciencias". Las "buenas conciencias" han salido en defensa de Abascal en cada ocasión en que hizo ostensible su catolicismo, como cuando incitó a miembros de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) a encomendarse a la Virgen de Guadalupe, algo que había hecho en 1996 sin ser servidor público o, en marzo de 2001, cuando redujo el papel de la mujer a ama de casa y madre, porque el feminismo causaba "desastre moral".Ya como secretario de Gobernación, cargo que asumió en junio de 2005, protagonizó otra acción congruente con su agenda de repudio al Estado laico: En julio, la Secretaría de Salud publicó en el Diario Oficial de la Federación el cuadro básico de medicamentos, que incluía la píldora de anticoncepción de emergencia (PAE).Después de entrevistarse con el cardenal Norberto Rivera, Abascal declaró que la PAE estaba todavía sujeta a "revisión", pero el secretario de Salud, Julio Frenk, aclaró que no porque ya había habido una consulta de tres años con el aval de la Organización Mundial de la Salud.En entrevista con los reporteros Rodrigo Vera y Jenaro Villamil, Abascal negó que hubiera asumido la postura de la Iglesia al condenar la PAE y ofreció abrir un debate para escuchar a las partes y "evitar un conflicto".
-El Diario Oficial había publicado la inclusión de la pastilla en el cuadro básico. ¿Esto no era ya una cuestión definitiva?
-En esta vida lo único definitivo es la muerte -respondió-. ¿Es intocable un artículo de la Constitución por el solo hecho de que ya se discutió y promulgó? ¡No! Nuestra Constitución ha tenido más de 300 enmiendas, cambios y correcciones. La vida humana es así: Vuelve a provocar discusiones que ya estaban apagadas.Calificado de clerical y reincidente en violar el Estado laico, Abascal se vio defendido, en esa como en todas las acciones análogas, por la red de membretes de derecha, la mayoría de ellos creados por la Organización Nacional de El Yunque, cuyo jefe nacional, el expresidente de la Coparmex Bernardo Ardavín, recibió contratos de la Secretaría del Trabajo.En efecto, Abascal entregó tres contratos a la empresa de Ardavín Migoni, ESEM, Estrategia Empresarial, S.C., de la que son socios sus hijos y Antonio Sánchez Díaz de Rivera, expresidente también de Coparmex y actual diputado federal del PAN.En la Secretaría de Gobernación contrató, en 2006, al Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE), la escuela de negocios del Opus Dei de la que es egresado, para el curso "relación efectiva jefe-colaborador".Este curso costó 250 mil pesos, y otro al Instituto de Capacitación de Mandos Intermedios (Icami), institución también de esa congregación religiosa, fue por 178 mil pesos (Proceso 1535).
Sindicalismo blanco
Desde el inicio del gobierno de Fox comenzó el coqueteo de Abascal con dirigentes de sindicatos blancos, particularmente en Nuevo León y en zonas de El Bajío, entre ellos Juan Alberto Escamilla Garza, dirigente de la Unión de Trabajadores de Cuauhtémoc y Famosa (UTCyF).Hasta principios de 2002, Escamilla era un desconocido en el sindicalismo nacional y sus méritos eran haber encabezado la UTCyF, la Federación de Sindicatos Libres (Fesil) y la Federación Nacional de Sindicatos Progresistas (Fenasip).Estas tres organizaciones se unieron para formar la Confederación Nacional de Agrupaciones Sindicales Mexicanas (Conasim), cuyo secretario general fue nombrado Escamilla, a quien Abascal le tomó la protesta el 31 de enero de 2002.Cuatro años después, Abascal vio los frutos de ese esfuerzo: Se creó la Alianza Sindical Mexicana (ASM) con el concurso de ocho agrupaciones, entre ellas Conasim, la Confederación Auténtica de Trabajadores (CAT), la Confederación Mexicana Sindical y la Confederación Nacional de Trabajadores de Sindicatos Independientes.El 26 de abril de 2006, una semana después de la incursión policiaca federal en Lázaro Cárdenas, y ante el sucesor de Abascal en la Secretaría del Trabajo, Francisco Xavier Salazar Sáenz, Fox le tomó protesta a la dirigencia de la ASM encabezada por Ricardo Espinoza López. No pasó mucho tiempo para saber de qué era capaz la ASM: En abierta -y tolerada- violación a la ley, suscribió la intensa campaña de spots, en radio y televisión, contra Andrés Manuel López Obrador, en los que se trasmitían proclamas e imágenes del golpe de Estado de Hugo Chávez, en 1992, en Venezuela.Suscritos también por el Centro de Liderazgo y Desarrollo Humano (Celiderh), una agrupación de la familia Terrazas Torres de Chihuahua, de activa militancia en el PAN, los spots fueron declarados ilegales por el Instituto Federal Electoral y se solicitó a la Secretaría de Gobernación sacarlos del aire, pero Abascal fue omiso y todavía se trasmitió uno tras el spot final de López Obrador, en Canal 2, la medianoche del 28 de junio de 2006.Los sindicatos blancos de la ASM y Celiderh transmitieron otra campaña de spots para exigir el fin del plantón de seguidores de López Obrador en el Paseo de la Reforma, en apoyo a las gestiones de Abascal ante el jefe de gobierno, Alejandro Encinas, para desalojar el Zócalo y que Fox pudiera dar el Grito de Independencia el 15 de septiembre.