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lunes, agosto 02, 2010

Entrenan al Ejército en contrainsurgencia

Doris Gómora
El Universal

Domingo 27 de junio de 2010

Ahora estadounidenses trabajan con las Fuerzas Armadas de México entrenándolas con la idea de que el enemigo vive entre civiles y no es un enemigo externo al país, como tradicionalmente se ha formado a militares mexicanos

política@eluniversal.com.mx

El Comando Norte de Estados Unidos entrena a miembros de las Fuerzas Armadas de México en programas de contrainsurgencia que utiliza para desmantelar redes en Afganistán e Irak, y que en algunos aspectos se aplican para combatir a los cárteles del narcotráfico, según información de la organización estadounidense.

Precisa que desde hace dos años, el ejército estadounidense envía anualmente 20 equipos, integrados por cuatro o cinco militares, que viajan a México para entrenar a sus contrapartes sin participar en operaciones en el país, y destacó que la mayoría de ellos ha encabezado operaciones en Afganistán e Irak, incluyendo trabajo social y reconstrucción.

Información de mayo del Comando Norte indica que basados en la experiencia que han adquirido las fuerzas estadounidenses combatiendo a contrainsurgentes, ahora trabajan con las Fuerzas Armadas de México entrenándolas con la idea de que el enemigo vive entre civiles y no es un enemigo externo al país, como tradicionalmente se ha formado a militares mexicanos.

“La prioridad número uno será nuestra asociación con México. No hay duda”, afirmó James Winnefeld Jr., nuevo comandante del Comando Norte.

domingo, julio 25, 2010

Balaceras en Saltillo y el cerco informativo

Saltillo, Coah.
Junio 25 de 2010.

Que pena que hoy no puede estar de cuerpo presente en la plancha poblada del zócalo capitalino y -terminar abrazándonos- como lo he podido hacer en otras muchas ocasiones. Pero que maravilla que pude escucharnos y vernos a TODOS por Radio AMLO: Zócalo a reventar.
Vamos contigo Andrés, hasta donde tengamos que ir y -deseo de corazón- que sea por vía pacífica. Pues siento los ánimos más caldeados que nunca, listos para reventar en guerra civil, listos para morir de pie en lugar de seguir viviendo agachados o arrodillados.
Qué estúpido es el fecal y sus 30 ladrones, que imbéciles las televisoras vendidas al mejor postor y atentas a sus gordas cuentas y especulaciones bursátiles: ¿es que nunca van a entender que les iría mejor si están con el pueblo, porque del pueblo viven? Si todos estamos mejor y llegamos a estar bien... ellos estarán también más felices. No hay mayor felicidad que colaborar en la felicidad de todos. El descontento ya no está enmudecido (Atenco, ABC, SME, el descaro de los ministros de la SCJN, Cd. Juárez, Torreón, Conflictos post-electorales permanentes, los crímenes contra el medio ambiente de las mineras en zonas alejadas de la prensa y cuantas injusticias, abusos e impunidad siguen pendientes); aunque es verdad que muchos mexicanos prefieren no pensar y estar sentados mirando la caja idiota.
Es verdad que tengo la fortuna de haber lologrado estudios de posgrado y de tener la posibilidad de acercarme vía Internet a lo que me interesa y debería interesarnos a todos los que cada día vivimos el adelgazamiento de nuestros ingresos, una calidad de vida aceleradamente descendente y la amenaza de una vejez de quinta, tras una vida de trabajo. ¿No sería mejor que al ingresar por cualquier catarrito, después de los 65-70 años, a cualquier clínica del sector salud... simplemente nos eliminaran con una indolora intravenosa? Cuando menos sería más humano morir rapidito, sin agonía, ni cronicidades que tan caro le salen los que maladministran el sistema de salud pública (¡Hijos de la chingada!, pero mejor no darles ideas tan siniestras, ssshhhh).
Hoy mando esta nota porque no puedo creer -aunque lo sepa-, el nivel de censura y control de los medios locales -además de los televisivos- impresos en Coahuila; pues además de vergonzoso... aterrador. En la semana que acaba de pasar, han habido dos eventos que no pueden ocultarse simplemente no dejando rastro impreso.
Uno de ellos fue una balacera cruzada en la colonia Las Torres (con dos secuencias, una en la mañana y otra en la tarde) y el otro, un impresionante cateo e invasión de un fraccionamiento privado, "popismente" amurallado -cual debe de ser- (Las Cabañas), al norte de la ciudad. Con despliegue impresionante de policía estatal, militares federales, helicópteros y decenas de camiones del ejército (?). A lo mejor algo se esconde detrás de las murallas de esos fraccionamientos, aparte de la fobia endémica a la realidad que los circunda y prefieren ignorar...
Y nada, ni una nota en la prensa. ¿Hasta cuándo carajos, podremos estar bien informados? Ya sé que les conviene tenernos DESINFORMADOS para controlarnos e infundirnos miedo. Saben que una sociedad con miedo es una sociedad obediente.
Cuidado mexicanos: no nos dejemos embaucar por sus campañas mediáticas. Creo que éste es un tema que debemos conversar a profundidad en los comités ciudadanos del movimiento que encabeza el pueblo al lado de AMLO.

viernes, febrero 12, 2010

Las fuerzas armadas están divididas, se confrontan y pueden rebelarse a favor del pueblo

Pedro Echeverría
Argenpress

1. La llamada Marcha de la Lealtad del 9 de febrero de 1913, que fue una marcha militar que acompañó al presidente Francisco Madero a Palacio Nacional, pasa a tercer plano si tomamos en cuenta que 1) ese mismo día se inició el Golpe de Estado planeado en la embajada yanqui y 2) que esos días terminaron con la traición, encarcelamiento y asesinato del presidente Madero y del vicepresidente Pino Suárez.

Así que la marchita sirvió muy poco, la unidad y el patriotismo se hizo trizas y los yanquis demostraron una vez más sus ambiciones de dominación. Por eso esta fecha, en vez de levantar las banderas de unidad y heroicidad, debería ser un día de condena contra los gobiernos yanquis y su embajada siempre llena de miles de agentes de la CIA que intervienen en México. Sesenta años después, de manera muy similar, se repitió el golpe en Chile.

2. El general secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván mencionó que México sigue presente “a pesar de sus detractores y pierden el tiempo quienes pretenden dividir a las Fuerzas Armadas”. En el 97 aniversario de la Marcha de la Lealtad, reiteró que soldados y marinos continuarán bajo las órdenes del presidente Calderón, Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas. Dijo Galván: “Con tener en primera línea el daño que la criminalidad organizada causa a la sociedad, los hace consiente de los peligros que acechan y de los riesgos que se corren, continuaremos redoblando esfuerzos para combatir esos desafíos a la seguridad interior, dando todas las batallas, las que sean necesarias, contra viento y marea, sin la mínima confusión”. Pero el general sabe que las fuerzas armadas están divididas y pueden rebelarse.

3. En México hay fuerzas del ejército, de la marina, aéreas, policía secreta, policía federal, policías estatales, policías privadas, paramilitares o parapolicías, y hasta policías municipal y rural. Todas ellas son fuerzas armadas, o con armas, que crecen en número sin parar, que cobran del presupuesto público y privado, que no producen y que muchas veces están fuera de control, a pesar de estar “bajo las órdenes del comandante supremo”. Todas esas “fuerzas armadas” que “los detractores quieren dividir”, no han estado unidas nunca; por el contrario: están divididas y muchas veces se han enfrentado –con saldos de decenas de muertos- por el control de plazas. Están súper divididas en jerarquías, salarios, privilegios, mandos superiores y medios, ligados o no con los narcos, trabajando en zonas peligrosas o privilegiadas. En fin están súper divididas.

4. En los últimos 16 años, después del levantamiento armado en enero de 1994 de los indígenas zapatistas, se han contratado a cientos de miles de soldados y policías para incrementar el número de miembros del ejército y demás organismos oficiales armados así como para suplir los que han renunciado o desertado. En casi todas las capitales de los estados se colocan durante meses grandes mantas invitando a la población a contratarse en el ejército. La realidad es que ante el gigantesco desempleo que se registra en México desde hace por menos 10 años, para los campesinos, contratarse en el ejército es asegurar ingresos de por vida, y renunciar a él sería una tontería si asegura la vida de la familia. Pero, ¿por que desertan por decenas de miles? Hay varias razones: patriotismo de palabra, jerarquía autoritaria, privilegios y negocios escondidos.

5. El patriotismo de palabra, la disciplina militar, la bandera nacional, los héroes de la historia oficial y el himno como canto obligatorio, en vez de convencer tienden a ser rechazados porque tras ellos está el poder, los gobiernos, la corrupción y un terrible discurso demagógico. Los ciudadanos, en vez de recibir tratos amables, respetuosos, tolerantes, reciben prohibiciones, órdenes, regaños y hasta golpes “en nombre de la ley”. En los sesenta nos burlamos de esas “disciplinas impuestas desde arriba” por el gobierno, los empresarios, en la escuela, en la iglesia, en el hogar, en la fábrica y en la sociedad y decidimos construir la libertad no condicionada. Nos preguntábamos quienes eran los “terceros”, si eran viejos o jóvenes, ricos o pobres y hasta dónde llegaba su libertad. ¿Eran tan grandes como los monopolios de tierras, bancos y fábricas?

6. Lo que ha sucedido con las fuerzas armadas en México, dado que el país lleva casi un siglo de régimen “presidencialista”, es que en nombre de la Constitución han defendido fielmente a los presidentes de la República y han reprimido a los trabajadores que hacen huelgas, manifestaciones o se rebelan. Pueden los funcionarios de la Presidencia estar destruyendo al país, puede ser evidente que el pueblo mayoritario sufra miseria y hambre, puede demostrarse que el régimen está al servicio de intereses transnacionales, se puede demostrar todo y el ejército seguirá reprimiendo las protestas y las luchas de los trabajadores para salvar el poder presidencial. Por eso el pueblo no cree ya en los mitos militaristas, en soldados y policías, les tiene mucho terror. ¿Qué decir cuando se entera que principales jefes del ejército son también jefes del narcotráfico?

7. Por eso el señor general Galván no puede cantar victoria; no puede gritar que “pierden el tiempo los detractores que quieren dividir a la fuerzas armadas”, cuando éstas están súper divididas. La situación del país, lo sabe el pueblo mexicano y el general, empeora por culpa de los delincuentes de arriba no por los de abajo, por culpa de los gobiernos, los empresarios, los medios de (des)información y de todos aquellos que desde arriba determinan las políticas económicas y mantienen al 70 por ciento de la población en la pobreza, la miseria y la desesperación. Eso que se llama la clase política y poderes fácticos que durante siglos han oprimido a la población. Por ahora las divisiones en el ejército son aprovechadas por el narco y la derecha, pero espero que un día ese ejército conformado por campesinos recuerde sus orígenes y se sume a las luchas de sus hermanos de clase.

- Fuente: http://www.argenpress.info/2010/02/mexico-las-fuerzas-armadas-estan.html

viernes, agosto 07, 2009

El Ejército en peligro

Víctor M. Quintana S.

El Ejército Mexicano está siendo derrotado en Chihuahua. No sólo por el crimen organizado, también por él mismo. A 16 meses de haber comenzado el Operativo Conjunto Chihuahua, la gente se pregunta para qué están aquí los soldados si la delincuencia se ha disparado en todos los órdenes, y muchos mandos y tropa sistemáticamente violan los derechos humanos.

En los primeros siete meses de 2009 el número de ejecutados en todo el estado de Chihuahua fue de mil 626, le siguió Sinaloa con 564. Incluso si se restaran las poco más de mil ejecuciones que hubo los primeros siete meses del año en Ciudad Juárez, el resto del estado de Chihuahua seguiría a la cabeza en esta macabra estadística. Ahora bien, el número de ejecuciones de enero a julio de 2009 superó en 103 por ciento a las habidas en el mismo lapso de 2008, cuando apenas comenzaba el Operativo Conjunto.

En Ciudad Juárez los primeros siete meses del año pasado hubo 688 ejecuciones mientras en los mismos meses de este año, mil 25: las cifras del fracaso. La presencia militar, incluso reforzada, no ha podido disminuir el número de ejecuciones en este estado norteño, sino que las ha incrementado. Como también han aumentado las de secuestros, robo de vehículos, extorsiones y violaciones.

No sólo es la ineficacia en lo policiaco-militar lo que molesta a la población. Es también el desprecio sistemático de las fuerzas castrenses por el estado de derecho. Lo dijo desde el comienzo del operativo el comandante de la región militar: el marro será mi orden de cateo. En 16 meses se han denunciado ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos 592 quejas contra militares. Ha habido también varios asesinatos, como el de tres personas en el retén de Casa Colorada, municipio de Cuauhtémoc, en junio de 2008, o el de una mujer embarazada que fue acribillada en un retén del municipio de Aldama.

Más todavía: al contrario de lo que señala la Constitución, en la mayoría de los operativos los militares no acuden subordinados a la autoridad civil, acompañando a un agente del Ministerio Público Federal. Tampoco informan de los operativos ni de sus resultados. La opacidad es su modo ordinario de actuar: a pesar de un acuerdo unánime del Congreso del estado para concertar una entrevista con el comandante de la quinta Zona Militar y cabeza del Operativo Conjunto Chihuahua no se ha logrado siquiera que éste responda la llamada de la presidencia del Congreso.

Impunidad uniformada: ni el más de medio millar de denuncias formales ni la multiplicación de levantones, torturas, desapariciones, allanamientos de morada, dizque para buscar armas, robos de despensa, etcétera, han conducido hasta ahora a la detención y procesamiento de algún militar siquiera. Los organismos de derechos humanos –la comisión estatal, pues la nacional está ausente para fines prácticos– reciben las quejas, la Procuraduría General de la República recibe las denuncias, pero todo se pierde en el inmenso hoyo negro del fuero militar.

A este paso, el Ejército va a una segura derrota y no sólo militar, también en su imagen y en su presencia moral en la República. Lo que no lograron los estadunidenses en el 47 ni la intervención francesa ni la expedición punitiva de 1914 lo pueden lograr la testarudez de Calderón y obcecamiento de los jefes militares: precipitar a nuestras fuerzas armadas en el desprestigio y rechazo de la ciudadanía.

A no ser que… haya otra hipótesis para leer lo que ocurre en Juárez y en todo Chihuahua. Habría algunos fundamentos para hacerlo: el desproporcionado número de ejecuciones que acá se da, así como el hecho de que el Operativo Conjunto no haya logrado cuando menos contener la delincuencia, como en Baja California y Tamaulipas. Esto puede revelar que en esta frontera no se estaría librando una guerra local contra la delincuencia, sino un primer y ejemplar episodio de una guerra global. Un experimento conducido por los poderes económicos y políticos trasnacionales para combatir a quienes no se ciñen o incluso desafíen el modo de acumulación global: los cárteles de la droga y todo su sistema de acumulación con base en las ganancias del crimen. Una batalla para obligarlos a que se exterminen o exterminarlos mediante grupos paramilitares. Guerra global que, en este caso, implicaría limpiar el espacio de delincuentes y de adictos. Pero llevaría también implícito el control del territorio y la siembra del terror ante eventuales estallidos sociales.

Si es esto segundo, ya no sería la derrota. Sería el fin del Ejército Mexicano.

¡Qué ironía! La frase con la que atacaron a AMLO durante la campaña sucia del PAN se ha vuelto una realidad bajo el régimen espurio. Fecal ha sido, es y será un peligro para México empezando por poner en peligro al ejército que comanda espuriamente. Lo sorprendente de quienes se asustaron ante un hipotético peligro que no tenía ninguna base lógica ni verdadera, todavía no se percatan de dónde está el peligro real. México se derrumba y éstos aún ciegos por la enajenación televisiva, radial y de prensa si acaso se truenan los dedos y continúan con sus argumentos pendejos en contra de AMLO. Desesperante.

domingo, junio 21, 2009

¿Saben a dónde están llevando a las fuerzas armadas?

Jorge Carrillo Olea

Hace ya muchos meses que hay una creciente inquietud respecto de la forma de participación del Ejército en el combate contra el delito organizado. Aunque la opinión generalizada es que las fuerzas armadas no debieran participar en esta nefasta tarea, lamentablemente la misma proporción de opinantes acepta que no hay otra solución por el momento. Pero hay que aceptar costos, aunque se está tocando un punto neurálgico para la vida nacional: se está echando mano, y parece que de mala manera, del último recurso para la defensa del Estado nacional. No queda otro. Ni dilapidar todas las reservas en divisas o cambiar de punta a punta al gabinete o cosas por el estilo, tendrían el peso tremendo de estar comprometiendo tan irresponsablemente a las fuerzas armadas.

Las señales son ominosas: el país está militarizado, quien lo dude que se asome a la ventana; todas las corporaciones policiacas están en manos de militares; hace unas semanas nos enteramos de algo absolutamente inconcebible: una decena de jóvenes oficiales habían sido puestos a disposición del Ministerio Público Federal por ser supuestos coadyuvantes de bandas de narcotraficantes. Todos ellos son jóvenes oficiales hijos del Colegio Militar: ese nivel ha alcanzado la contaminación. Ahora nos enteramos que varios miles de cadetes, alumnos de las escuelas militares, todos ellos adolescentes, han sido enviados al norte para ambientarse en el combate al narcotráfico, bajo la excusa de que ayudarán a destruir plantíos, y esto según la supuesta tesis de que la aspersión aérea de herbicidas seguramente no existe.

Se están destruyendo los invaluables principios militares. Hasta hoy se daba sólo en las corporaciones y entre adultos; ahora vamos a destruirlas en la simiente, que son los adolescentes escolares, por lo que nadie se atreve, con estas prácticas, a teorizar cuáles serán los valores y convicciones con que egresarán de sus escuelas y con ello cuál será el futuro del Ejército. Pero hay más aún: ahora se ha anunciado el reclutamiento voluntario de conscriptos de la presente clase 1990 para que con ese carácter se sumen a las filas del Ejército por un trimestre a cambio de 20 mil pesos y la liberación de su cartilla. ¡¡Inaudito!!, ¿significa esto que las tropas regulares ya se agotaron? ¿Es un primer paso para regresar al Servicio Militar Obligatorio? Nunca hay transparencia.

Por eso vale preguntar si saben el presidente Felipe Calderón y sus asesores en seguridad nacional hacia dónde están llevando lo que, ya se comentó, es el último reducto defensivo del Estado. ¿Se están dando cuenta de la transformación total y radical de un Ejército nacional lleno de honor y tradición en una masa amorfa y sin principios, inconforme con sus expectativas de muerte o de una carrera de evidente indefinición profesional?

Por eso la moral está en el suelo, por eso no hay convicción sobre la validez de sus misiones, por eso las deserciones y las traiciones.

Los alcances de este conjunto de decisiones, ni siquiera corresponden a un proyecto de necesaria transformación. Si así fuera se estuvieran planteando los cambios necesarios en la Constitución, en las leyes y los reglamentos, se dejaría de engañar a la sociedad y en particular a los jóvenes que aspiran a una carrera digna como la que han conocido hasta estos momentos.

jueves, abril 23, 2009

Extranjeros capacitarán a policías mexicanos: SSP

Gustavo Castillo García

Policías de países como Estados Unidos, Francia, Colombia e Israel, entre otros, capacitarán a 300 elementos mexicanos a fin de que se conviertan en los mandos de los nuevos agentes dedicados a realizar tareas de inteligencia.

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal precisó que no se está contratando a ex agentes de la Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI) para que adiestren a los policías mexicanos, sino que únicamente se está pidiendo el apoyo de gobiernos como el de España, para que sus instructores y especialistas dirijan la capacitación.

De acuerdo con la información obtenida, 300 agentes –desde oficiales hasta mandos de la policía federal– pasarán, antes de ser entrenados, por una serie de exámenes de confianza para evitar posibles vínculos con el crimen organizado.

Hasta el momento, según la versión de la SSP federal, una vez que sean seleccionados los 300 agentes a entrenar, los policías estadunidenses, españoles, franceses, colombianos, israelíes y de otras naciones, los capacitarán para convertirlos en los mandos o jefes de los 9 mil universitarios que pretende contratar la Secretaría de Seguridad Pública como agentes en áreas de inteligencia e investigación policial.

Este miércoles, en el diario USA Today apareció una información en la que se menciona que los gobiernos tanto de México como de Estados Unidos negociaban la posible contratación de 300 ex agentes de la FBI para que capacitaran a 9 mil policías mexicanos, y que entre las tareas primordiales estaría el combate al tráfico de estupefacientes y armas, así como el lavado de dinero.

A ese respecto, la Dirección de Comunicación Social de la Secretaría de Seguridad Pública federal indicó que es una versión equivocada y que el objetivo es que instructores de diversas naciones apoyen en la capacitación de 300 policías mexicanos para que éstos, una vez adiestrados, se conviertan en los jefes de los nuevos elementos y difundan entre ellos los conocimientos adquiridos.

martes, abril 21, 2009

Seguridad: definiciones equívocas

Editorial

Más de 350 elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) iniciaron ayer, en la base naval de Mayport, Florida, maniobras conjuntas con efectivos estadunidenses, en el marco del ejercicio naval internacional Unitas Gold-09, en el que también participan destacamentos castrenses de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, República Dominicana y Uruguay. De tal forma, durante los próximos 15 días, los integrantes de la Semar llevarán a cabo, entre otras actividades, pruebas de fuego real, ejercicios de guerra submarina, electrónica y de características especiales, acciones de defensa aérea, y simulacros de incendios y de rescate de embarcaciones.

La participación de marinos mexicanos en los ejercicios navales conjuntos con Estados Unidos es preocupante e indebida por varias razones. Por principio de cuentas, establece similitudes y destaca relaciones inexistentes entre los problemas de seguridad pública que actualmente padece nuestro país y lo que las autoridades de la nación vecina perciben como amenazas a su seguridad nacional.

Las doctrinas militares de ambas naciones obedecen a circunstancias, objetivos y principios distintos y hasta contrapuestos. La naturaleza tradicional y predominantemente agresiva e imperialista del aparato militar estadunidense –características que han llevado a ese país a convertirse en violador sistemático de las soberanías nacionales y a crear engendros como las guerras preventivas–es incompatible con el espíritu de defensa de la integridad tradicional y de la soberanía en que se fundamenta la acción de las fuerzas armadas de nuestro país, así como con los principios de resolución pacífica de los principios, no intervención y autodeterminación de los pueblos que han caracterizado a la política exterior mexicana. Adicionalmente, la incorporación de la marina mexicana al Unitas Gold-09 encierra un contrasentido histórico, habida cuenta de que la principal amenaza para el país a lo largo de su vida independiente han sido, precisamente, los afanes expansionistas e intervencionistas de Washington.

Durante los últimos años Estados Unidos ha tenido al terrorismo como tema casi único en materia de seguridad y, en esa lógica, ha pretendido imponer al resto de los países un discurso y una agenda de combate común a ese flagelo. A pesar de los manifiestos cambios que han tenido lugar en la política exterior de ese país tras el arribo de Barack Obama a la Casa Blanca, es claro que, así sea de manera inercial, Washington sigue persiguiendo una recomposición de su hegemonía mundial, y ello se expresa en este tipo de maniobras, las cuales no son un mero instrumento de transmisión de conocimientos y experiencia militares, sino también expresión de una ideología imperial por completo ajena a la esencia de nuestro país y a los principios que han orientado, por décadas, al Estado mexicano ante el concierto internacional. El envío de efectivos nacionales a esos juegos de guerra reviste una inocultable carga simbólica que podría desembocar en una indeseable inserción de México en una lógica y un conflicto a los que ha sido tradicionalmente ajeno.

Otro aspecto criticable de la integración de México a las maniobras navales que se comentan es que con ello se evidencia, una vez más, la propensión del actual gobierno por hacer frente a los problemas de seguridad pública –el narcotráfico en particular– con operaciones militares antes que con acciones de inteligencia policial y de combate a la corrupción. De manera significativa, mientras en naciones como la nuestra se producen cruentas guerras contra el narcotráfico avaladas e impulsadas desde Estados Unidos, las autoridades de Washington nunca han recurrido al despliegue de efectivos militares en su territorio como medida para combatir el trasiego de estupefacientes.

Ante estas consideraciones, queda en entredicho la utilidad y la pertinencia de la participación de México en las labores navales conjuntas que a partir de ayer se realizan en las costas estadunidenses.

martes, marzo 24, 2009

El ejército más moral del mundo

Pedro Miguel

Entre finales del año pasado y el arranque del presente, mientras las fuerzas armadas de Israel masacraban a miles de civiles indefensos en la franja de Gaza, había que leer, en la prensa nacional e internacional, doctas opiniones según las cuales la culpa de todo la tenían los propios palestinos, ya porque fueran terroristas o porque eligieron, en comicios democráticos, a una autoridad terrorista, o bien porque se dejaban usar por los terroristas como escudos humanos. Y decían, a coro con los órganos de propaganda del régimen de Tel Aviv: en su misión estrictamente defensiva, los soldados israelíes procuraban minimizar las bajas humanas pero, por desgracia, los fanáticos fundamentalistas estaban tan mezclados con sus propias familias que resultaba imposible no provocar una que otra muerte colateral, por más que una que otra significara, en el contexto de la operación Plomo Fundido, algo así como las tres cuartas partes de los fallecimientos totales. Pensar y escribir algo distinto (por ejemplo, que la incursión era en realidad una agresión genocida y racista de exterminio deliberado) constituía una clara expresión calumniosa de judeofobia y de antisemitismo, y quienes se refirieran a las acciones del Estado de Israel como crímenes de guerra, de seguro eran nazis.

La semana pasada, sin embargo, Haaretz dio a conocer testimonios de algunos soldados israelíes que participaron en la incursión y que dijeron haber recibido órdenes de disparar contra civiles desarmados y directivas que llevaron al asesinato de ancianos, mujeres y niños palestinos; dio cuenta, asimismo, de la noción, transmitida a las tropas por los mandos militares, de que las vidas de los palestinos son mucho, pero mucho menos importantes que las de nuestros propios soldados.

A la luz de tales revelaciones, el ministro de Defensa de Tel Aviv, Ehud Barak, saltó de su asiento para exclamar que el de Israel es el ejército más moral del mundo y que los incidentes relatados serán examinados uno por uno. Ajá: si alguien se tomara la molestia de indagar los asesinatos de civiles en Cisjordania y Gaza a manos de las fuerzas agresoras, las cárceles de Israel tendrían que estar llenas de militares israelíes.

Ahora, los avezados opinadores que hace un par de meses se indignaban por la judeofobia de los críticos de la agresión militar podrían aducir que los soldados que decidieron contar una pequeñísima parte de las atrocidades entonces cometidas son, en realidad, enemigos de Israel; que esos muchachos que fueron a defender a su país de los ataques con misiles resultaron ser propagadores de la calumnia urdida por los propios terroristas de Hamas; que son antisemitas; que son nazis.

Pero no lo harán. Olvidarán el episodio, escribirán textos sobre historia, cultura y otros temas y voltearán la espalda ante la obscena mentira orwelliana (cuando escribió 1984, George Orwell tenía en mente a Goebbels y a los aparatos de propaganda del estalinismo) de que el ejército de Israel es el más moral del mundo. En cuanto a la política de exterminio y de limpieza étnica impulsada por Tel Aviv en Gaza, Cisjordania y la Jerusalén oriental, no volverán a recordar esos asuntos por un largo tiempo, a menos que en un caso de emergencia –un nuevo crimen de guerra que deba ser solapado– se requiera de sus servicios.

navegaciones@yahoo.com http://navegaciones.blogspot.com

martes, febrero 24, 2009

Devaluación y violencia: se rebasan fronteras “psicológicas”

Julio Pimentel Ramírez

El pasado viernes 20 de febrero en nuestro México, sumido en un proceso de aguda crisis integral del sistema neoliberal agravada por la descomposición política del régimen, se rebasaron fronteras “psicológicas” en la seguridad y en la economía: mientras la fallida estrategia aplicada en contra del crimen organizado derivó ya en más de mil ejecuciones en tan sólo 50 días de este año, el peso continúa su declive y se cotizó por momentos en más de 15 unidades por dólar.
Mientras funcionarios calderonistas, siguiendo la línea del usurpador de Los Pinos, se esfuerzan en forma patética tratando de convencer a una escéptica opinión pública de que la violencia se encuentra “focalizada” en solamente algunos puntos de la República, crecen las voces que advierten que nos encontramos como en la Colombia de los años 80, es decir, en condiciones en que el narcotráfico infiltra profunda y extensamente la estructura estatal al tiempo que utilizando sus vastos recursos económicos se hace de una “base social”, proceso que desnuda lo que se califica como un “Estado fallido”.
Diversos funcionarios del gobierno federal, acorde con la instrucción de Los Pinos de “limpiar” la imagen de México -en realidad les preocupa la propia-, se afanan en pretender tapar el sol con un dedo. La secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, declara que la violencia delincuencial se concentra en tres entidades de la República, Chihuahua, Baja California y Sinaloa, cuando todos sabemos que no es así, ahí están para desmentirla los crímenes horrendos que se presentan lo mismo en Michoacán que en Cancún, en la Comarca Lagunera (Coahuila, Durango) que en Guerrero, en Monterrey que en la Ciudad de México, en Tamaulipas que en Aguascalientes, en fin en la presencia ominosa del criminal cáncer hace metástasis en todo el cuerpo de la República.
Se ha escrito y analizado ya sobre las manifestaciones manipuladas y financiadas por el narcotráfico, las de los jóvenes denominados como “los tapados” reforzados por mujeres y niños, que demandan el retiro del Ejército de las calles. Una de de las lecturas de este fenómeno es la que indica por un lado el poder económico del narco y, en la otra cara de la moneda, la incapacidad del Estado por atender adecuadamente a la población marginada a la que no ofrece en el presente perspectivas de un mejor futuro.
No se olvide que estas tácticas del narcotráfico, conformar un segmento social que facilite sus operaciones, son precedidas y van a la par de la “cooptación” de sectores empresariales que cumplan funciones financieras, es decir de “lavado” de dinero.
De ahí que se hable de que México se encamina a replicar el caso de la Colombia del tiempo del famoso capo Pablo Escobar, pues se encuentran presentes elementos similares, tales como la infiltración del narco en el Estado (altos mandos policiacos de la AFI, SIEDO, Interpol, militares. No se olviden las fuertes sospechas sobre Genaro García Luna, titular de la SSPF, además de que desde hace tiempo existen indicios de complicidades de diversos políticos con el narco), la inoperancia de la justicia que ya ni siquiera investiga los miles de crímenes cometidos, la penetración del crimen organizado en sectores sociales altos (lavado de dinero) y marginados (para facilitar operaciones y protestas manipuladas), formación de grupos paramilitares para proteger a empresarios, etc.
Por otra parte, el pasado viernes 20 de febrero el peso mexicano continuó su carrera devaluatoria y rebasó la barrera de los 15 pesos por dólar, aunque posteriormente cerró unos centavos por debajo de ese nivel gracias a la intervención del Banco de México que subastó y vendió directamente a los demandantes de la divisa estadounidense, a los que mantiene en el anonimato, más de 400 millones de dólares de las reservas nacionales.
La acelerada depreciación de nuestra moneda, insuficiente para alentar las exportaciones en medio de una recesión mundial y con una desmantelada planta productiva nacional a excepción de enclaves económicos en poder de un selecto grupo de capitalistas, además de que encarecerá las importaciones de las que cada día dependemos más, si bien se presenta a partir de la crisis capitalista internacional se agudiza por las graves limitaciones y errores cometidos por el gobierno calderonista.
Las tardías medidas “contra cíclicas” tomadas por Calderón son además insuficientes y no satisfacen siquiera a extensos grupos empresariales, no se diga a las capas medias, campesinos y obreros que en los próximos meses verán decrecer aún más su ya de por sí golpeado poder adquisitivo.

ONG: no hay niveles aceptables cuando se trata de violaciones a derechos humanos

Critican a general por considerar admisible la cifra de recomendaciones hechas a Sedena
Militares han torturado, ultrajado mujeres y asesinado a ciudadanos en retenes, deploran
Han saqueado hogares, desaparecido personas y realizado detenciones ilegales, acusan

Enrique Méndez y Víctor Ballinas

Reacciones de reprobación y censura recibió el titular del área de Derechos Humanos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Jaime Antonio López Portillo, quien consideró que frente a 45 mil soldados que diariamente combaten al crimen organizado en México, las 671 recomendaciones hechas a la institución por violentar esas garantías son aceptables en términos númericos.

Legisladores federales; el ombudsman capitalino, Emilio Álvarez Icaza, y organizaciones no gubernamentales (ONG) puntualizaron que no es aceptable que las fuerzas armadas cometan una sola violación.

Los diputados Juan Guerra Ochoa (perredista), Samuel Aguilar (priísta) y Silvano Garay (petista) aseveraron que nada justifica los abusos militares en los operativos contra la delincuencia.

“No es justificable que se afirme que se trata de casos ‘totalmente involuntarios’, porque agresiones contra civiles rompen con la tradición militar de defensa de la población”, advirtió Aguilar.

Guerra Ochoa apuntó: no hay niveles aceptables cuando se trata de violaciones a derechos humanos. Ninguna es aceptable, lo importante es que no las haya.

Silvano Garay deploró a su vez que ahora se pretenda minimizar el número de quejas contra la actuación de las fuerzas armadas, porque se trata de casi dos diarias en solo un año, cuando no debía ocurrir una sola.

Entrevistado también en San Lázaro, Álvarez Icaza aseguró que el respeto a los derechos humanos es una estricta obligación (del Ejército), no una molestia, y aseguró que en las operaciones de fuerza pública, militar y policiaca, debe existir estricta consideración a los ciudadanos.

Apuntó que en la defensa del derecho a la seguridad no pueden violarse las garantías de los ciudadanos. No puede ser que la intervención de las fuerzas del orden genere nuevas violaciones o maltratos, declaró.

De acuerdo con ONG defensoras de las garantías individuales, entre ellas la Academia Mexicana de Derechos Humanos (AMDH), la Red Nacional de Organismos Civiles Todos los Derechos para Todos y la Liga Mexicana de Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), los soldados han cometido cientos de violaciones graves a los derechos humanos; han ultrajado ancianas, señoras y menores de edad; han asesinado a ciudadanos en los retenes; han torturado, saqueado hogares, desaparecido personas; han detenido ilegalmente, y (han perpetrado) muchas atrocidades más, y eso no lo dice el titular de Derechos Humanos de la Sedena.

Gloria Ramírez, presidenta de la AMDH; Édgar Cortez, secretario ejecutivo de la red Todos los Derechos para Todos, y Adrián Ramírez, presidente de la Limeddh, indicaron: es una afrenta y un menosprecio a los derechos humanos. Con ese discurso muestra (el general) López Portillo que no entiende las obligaciones del país con la comunidad internacional.

Gloria Ramírez manifestó: es lamentable que partamos de esa concepción que tienen las fuerzas castrenses sobre el respeto y el cumplimiento a los derechos humanos. No hay ningún margen, ningún umbral aceptable de violación a los derechos humanos; con esa respuesta ofenden a las víctimas y a la comunidad internacional.

¿A qué le tiene miedo, mucho miedo?

De la Lámpara de Diógenes:


El Zócalo de la Ciudad de México fue tomado desde la tarde de ayer por fuerzas militares. En todo el perímetro de la plaza mayor las vallas y la presencia de cientos de miembros de la Policía Federal Preventiva (PFP), del Estado Mayor Presidencial (EMP), del Cuerpo de Guardias Presidenciales (CGP) y de granaderos de la policía de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Distrito Federal (SSP-GDF) impiden el paso a los ciudadanos que intentan circular por esa área. Varias docenas de miembros del EMP están en el atrio de la catedral metropolitana, otros en campanarios y azoteas del templo.





A un costado del templo católico una docena de autobuses de la PFP con pertrechos varios, cascos, petos y toletes sirven de vestidor a los granaderos federales, en la calle de la Moneda, frente la fachada norte del Palacio Nacional una decena de autobuses militares están estacionados mientras los soldados se organizan en la acera.





Apenas Gerardo Fernández Noroña apareció por la salida del Metro cercana al Sagrario de la catedral, los elementos del EMP comenzaron a seguirlo nerviosos. Al llegar al cruce con la calle Cinco de Mayo, un grupo de EMP y de la PFP intentaron impedir el paso a los demás miembros del Movimiento Rebelde de la resistencia civil pacífica (RCP) quienes lograron evadir el cerco y llegar hasta la esquina de la calle de Madero.





Rápidamente una docena de elementos del EMP se colocaron amenazantes impidiendo el paso al contingente ciudadano, cerrando con las vallas la circulación de Madero, al tiempo que dos agrupamientos de granaderos de la PFP llegaban a paso veloz por el otro costado.





Aprovechando la presencia de algunos medios de comunicación, y dado que las fuerzas federales impedían el regreso de la RCP a la entrada de la estación del metro "Zócalo", se hizo un recorrido por alrededor del cerco federal. La RCP avanzó hasta el fondo de la calle de Guatemala, donde dos docenas de miembros de la EMP llegaron corriendo impidiendo al contingente la vuelta hacia el Zócalo. A través de un pasaje se llegó hasta la calle de Justo Sierra y se recorrió hasta la calle de Correo Mayor avanzando por esta avenida hasta entrar por la calle de Moneda, para llegar finalmente frente al Sagrario de la catedral metropolitana.



La intención original de la RCP era acampar alrededor del asta bandera para al día siguiente impedir al presidente usurpador izar el lábaro patrio en el septuagésimo quinto aniversario de la conmemoración del Día de la Bandera. ¿Los miles de militares, federales y demás elementos de la fuerza pública fueron puestos ahí para impedir que haciendo uso de su derecho constitucional un centenar de ciudadanos protestaran? ¿Es tanto el miedo que le produce la RCP a quien se robó la presidencia de la República? O ¿de qué o de quién se protege el usurpador? ¿A qué le tiene miedo, mucho miedo?



CROQUIS


Las líneas color rojo indican la posición de las vallas custodiadas por la PFP y el EMP. Las áreas color azul indican los grupos y camiones de la PFP, mientras que las de color verde señalan las posiciones de miembros del Ejército Mexicano. Las zonas color rosa muestran las áreas ocupadas por el EMP. La línea naranja discontinua indica la ruta que siguió la resistencia civil pacífica. Los dos círculos del mismo color señalan, el primero, la entrada de la estación "Zócalo" del metro junto a la catedral metropolitana y el segundo el sitio del mitin junto a la calle de Madero.

viernes, febrero 20, 2009

Ejército Huertista

De Praxedis:

Viene a cuento lo del ejército huertista porque ayer fue su día, y yo pienso que alguien tiene que decir la verdad, por lo menos mi verdad, que es la verdad histórica, a menos que los libros de historia que nos enseñaron en la escuela sean puras mentiras. Yo pienso que ya volvimos a una situación parecida a los años veinte del siglo pasado cuando Huerta usurpó el poder y asesinó a Madero y Pino Suárez. Felipe Calderón hizo lo mismo que Huerta, usurpó el poder y marginó al ganador, Andrés Manuel López Obrador-menos mal que no lo mandó matar, como Huerta, aunque todavía quien sabe que pueda pasar cuando el usurpador esté desesperado. El ejército mexicano lo protege y lo apoya-es el único-, exactamente igual cuando el usurpador Huerta. Claro, en ese tiempo todavía teníamos mexicanos con dignidad y patriotismo y muchos se rebelaron, entre otros Venustiano Carranza. Parece que esta especie de mexicanos está en proceso de extinción y digo proceso porque son pocos los que protestan por esta tragedia mexicana. Al contrario, abundan los periodistas que cierran los ojos a la evidencia; el 80 o 90% de la prensa en este país está vendida al dinero y por lo tanto al gobierno y consecuentemente al imperio. Cada periódico y cada estación de radio y cada televisora es un soldado extranjero en suelo mexicano,-con sus heroicas excepciones-. Ya no se necesitan soldados de otro país estacionados en un país invadido, basta con controlar la economía, los medios de información y los vende patrias. Estos sí, son una especie que se multiplican como conejos y tienen invadidas todas las instituciones. ¿De qué nos sirve cantar el himno nacional si cada mexicano y cada institución no reaccionan ante la invasión silenciosa pero igual o más efectiva junto con la complicidad nacional?

Nuestro ejército es Huertista, ni más ni menos. Qué pena dan ver a esos periodistas y autoridades de todos los niveles ejerciendo entusiaticamente el vicio mexicano de la simulación, como si estuvieran fingiendo demencia. ¿O es que están ciegos? Lo evidente no necesita ninguna demostración. ¿Cuándo un país puede levantarse si los medios y las instituciones tienen a la gente sumida en la ignorancia, la mentira y la simulación?

El general Galván, jefe del ejército piensa que está defendiendo las instituciones de la patria; es una ilusión; en realidad está defendiendo un fraude electoral, está defendiendo la pérdida de la soberanía de la mayoría del pueblo de México, justamente la que está obligado a defender; para eso está el ejercito, para defender la soberanía de la nación, no solo de los enemigos extranjeros sino también y con más razón de los enemigos internos que coludidos con instituciones y empresas extranjeras están saqueando al país e imponiéndonos autoridades a espaldas de la nación. Baste un botón de muestra; Banamex acaba de repatriar a su matriz en el extranjero 70 mil millones. Esa es solo una, pero hay miles más de fugas. ¿Cuándo vamos a completar? ¿Y a cuanto ascienden los moches que Felipe y miles de funcionarios, representantes y ministros están recibiendo para que esta situación criminal se prolongue indefinidamente?

Así que celebramos el día del ejército y nadie pero nadie se atrevió a hablar con la verdad. ¡Que pena! ¡Que país! ¿Será verdaderamente esta dependencia onerosísima externa y eterna nuestra vocación?


El Ejército en las calles: signo de fracaso e ingobernabilidad

Julio Pimentel Ramírez

Los diagnósticos sobre la profundidad de la crisis económica que afecta al país van desde el ya moderado optimismo de los "doctores" del calderonismo hasta las previsiones de los "catastrofistas", avaladas por análisis de especialistas que auguran una caída del PIB superior al 2 por ciento, índice que se traduce en desempleo y pobreza, situación que se agrava por la incontrolable violencia desatada por el crimen organizado, fenómenos que al confluir llevan a considerar a muchos que nos encontramos ante un "Estado fallido" o en el mejor de los casos ante una "ingobernabilidad" que desnuda la ineficacia de la actual administración panista.
En los últimos días fuimos testigos de la forma en que, ejerciendo el derecho constitucional a la libre manifestación, se efectuaron múltiples protestas populares simultáneas en Monterrey, Reynosa, Nuevo Laredo, Ciudad Juárez, Veracruz denunciando violaciones a los derechos humanos cometidas por el Ejército en el combate al narcotráfico y exigiendo su regreso a los cuarteles.
Entender esta situación sin dejar que por ver los árboles perdamos de vista el bosque, exige una serena reflexión que sitúe correctamente los factores que intervienen en este explosivo cóctel que ya ha sido abordado por diversos actores políticos desde su posición en la estructura social o de poder y desde su perspectiva ideológica.
No se puede ocultar la larga la cadena de arbitrariedades cometidas por soldados en retenes, cateos y operativos en contra de civiles ajenos al crimen organizado. Las denuncias de los agraviados y las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), no han sido atendidas adecuadamente y al permanecer las investigaciones ministeriales, cuando se llegan a abrir averiguaciones previas, bajo el fuero militar la impunidad se garantiza automáticamente.
En tanto si bien los hechos cotidianos apuntan al fracaso de la militarizada estrategia de lucha contra el narcotráfico, sobre todo por carecer de una visión integral que incluya la transformación del actual modelo económico de desarrollo, la dramática inseguridad que azota a toda la República al lado de la descomposición de los cuerpos policiacos no permite vislumbrar un retiro inmediato del Ejército de esa tarea.
Si bien muchos ejemplos (desde el caso del General Gutiérrez Rebollo, ex zar antidrogas, hasta el de los militares altamente capacitados en tareas de combate contra el narco que desertaron para formar a los temibles y sanguinarios Zetas) muestran que el Ejército no es el cuerpo incorruptible que dice ser, dejar en estas condiciones solamente a las policías en las calles equivale a fortalecer aún más a la delincuencia organizada.
Otra arista de este fenómeno, el de la manipulación de sectores marginados por parte del narcotráfico, significa en todo caso un fracaso más del neoliberalismo que excluye a amplios grupos sociales del desarrollo y los coloca en condiciones depauperadas y en la desesperanza que los hace fácil presa de quienes les ofrecen, aunque sea en forma mínima, lo que el Estado es incapaz de asegurarles.
La ingobernabilidad está ahí, presente, y es un signo ominoso de quien al usurpar el poder político ha pretendido adquirir legitimidad a un elevado costo de sangre de miles de mexicanos. El narcotráfico ya no es únicamente un enfrentamiento entre cárteles rivales o de éstos con el gobierno, ya es un problema de la sociedad en su conjunto. Muchos de los miles de ejecutados son consumados delincuentes producto de un régimen decadente, otros son jóvenes que ante la falta de perspectivas ofrecidas por la sociedad son atraídos por el dinero inmediato y los lujos "fáciles" del narco.
Pero cada día crece el número de víctimas inocentes: niños, mujeres, personas que se encuentran en el lugar equivocado en el momento indebido, los cuales no tuvieron tiempo para decir si México vive una catástrofe o se trata de simples problemas que todos unidos sacaremos adelante, como reza la propaganda oficial.
En todo caso la disyuntiva es falsa ya que el Ejército seguirá en las calles porque el gobierno ilegítimo no tiene opción pues es incapaz de romper el círculo vicioso del neoliberalismo-ineficacia-corrupción-narcotráfico. Esa tarea tendrán que llevarla a cabo otras fuerzas políticas progresistas que, en todo caso, pueden presionar para avanzar en ciertas modificaciones que disminuyan los daños al tejido social.

No es tiempo de cobardías: Guillermo Galván

Lilia Arellano

“Un Estado donde quedan impunes la insolencia y la libertad para hacerlo todo termina por hundirse en el abismo”. Sófocles

Ante el inocultable fracaso del gobierno federal en “su” guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado, la corrupción que impera en los cuerpos policíacos totalmente vulnerados en su estructura, desde los mandos superiores hasta la base, el país se encuentra en un callejón sin salida. La sociedad organizada clama que se frene la ola criminal, el baño de sangre en todo el territorio nacional, la impunidad que prevalece y beneficia a los delincuentes, el aumento de la drogadicción entre niños y jóvenes, y la administración calderonista no es capaz de dar una respuesta satisfactoria a los reclamos populares, por lo que opta por tender cortinas de humo sobre el espinoso problema de seguridad nacional.
La derrota de Felipe Calderón en materia de seguridad pública ha degenerado en un grave problema de seguridad nacional y todo parece indicar que se transformará en uno peor con la promoción, desde diferentes niveles del gobierno federal, de una abierta intervención de las fuerzas armadas de Estados Unidos en nuestro territorio para hacer frente al “gran desafío” que representan las bandas organizadas de narcotraficantes mexicanos a la seguridad nacional estadounidense, lo que se realizaría a través del Plan México camuflajeado como Iniciativa Mérida que servilmente firmó Vicente Fox y que todavía más lacayamente ratifica el actual inquilino de Los Pinos.
De ahí que revistieran una gran importancia las frases del titular de la Defensa Nacional, General Guillermo Galván, en el Día del Ejército, fecha que tuvo como marco una ceremonia realizada en Monterrey, Nuevo León, justo en el lugar en donde se escenificaron durante 6 días protestas de ciudadanos en contra de la permanencia de los militares. Al referirse a la actuación de las fuerzas armadas, Galván Galván sostuvo: “destaca en este sentido el combate al crimen organizado, amenaza de largo aliento que exige la actuación indubitable del Ejército, Fuerza Aérea y Armada”.
Fue tajante al señalar que se han revisado rubros torales como el jurídico, el de derechos humanos, el cívico-militar, la equidad de género, el doctrinario y el operativo para adecuar aspectos de organización y funcionamiento del instituto armado. Recordó que desde 1933 los delitos contra el derecho de gentes, el abuso de autoridad, maltrato, pillaje, saqueo o violencia contra las personas, integran la columna vertebral del código de justicia militar.
No se abstuvo de mencionar que las fuerzas armadas están conscientes que el cumplimiento de tareas en la coyuntura actual, transcurre mayormente en una riesgosa franja donde la sociedad se desenvuelve y la delincuencia suele agazaparse. “Nos estimula saber que la ciudadanía distingue entre quien la protege y quien se escuda en ella tomándola como rehén”.
Para que tomen nota quienes deben tomarla, el titular de la Defensa Nacional advirtió: “no es momento para postergar compromisos, ni espacio para indecisiones. Es tiempo de actuar sin cobardía, con coraje, sin ira ciega. De abandonar letargos donde algunos se encuentran”. Un mensaje enviado desde un punto en el que cada palabra, cada gesto, cobró un singular significado.

Recompensas para tapar ineficiencia
En el Congreso de la Unión, la derrota de la estrategia calderonista contra el crimen organizado ya ni siquiera es discutible, es totalmente evidente. Entre los legisladores, al igual que en el grueso de los ciudadanos, hay una gran preocupación por el grado de corrupción existente en los cuerpos policíacos y en general en la estructura judicial de la Nación. Para muestra de la total ineficacia de los cuerpos policíacos destaca el hecho de que las autoridades federales -la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Seguridad Pública- ofrecen una recompensa de hasta 10 millones de pesos a quien proporcione información sobre los autores de la matanza que dejó 12 muertos, entre ellos seis niños, el sábado pasado en una ranchería del municipio de Macuspana, en el Estado de Tabasco.
Así, este jueves el pleno de la Cámara de Diputados emitió un exhorto a los tres niveles de gobierno para que se coordinen en el combate a la delincuencia, para que frenen la ola criminal que sufre el país, para que no se repitan los graves hechos que se han resentido en la Comarca Lagunera, de Coahuila, en Macuspana, Tabasco, en Reynosa, Tamaulipas, en Ciudad Juárez, Chihuahua, en Nuevo León, en Baja California y en gran parte del territorio nacional.
A nivel internacional, es evidente también la preocupación por la creciente inseguridad en México. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, advierte que pese a las medidas adoptadas por el gobierno, el abuso de drogas sigue siendo alto, especialmente entre los niños en edad escolar y los jóvenes. Ese organismo con sede en Viena, advierte que la corrupción sigue siendo un grave obstáculo para combatir las drogas en México, en parte por el gran poder que ejercen grupos delictivos organizados en algunas regiones del país. Resalta que el cultivo ilícito de adormidera y de planta de cannabis sigue siendo considerable y el narcotráfico sigue planteando graves problemas. También destaca que México y el Caribe siguen constituyendo una de las principales rutas de tráfico de drogas ilícitas de América del Sur con destino a América del Norte y Europa.

Guardia nacional
En ese complejo contexto destaca la labor del Ejército Mexicano para hacer labores de policía y perseguir a los integrantes de los cárteles de la droga, lo cual choca con los intereses y la incapacidad probada tanto de la Secretaría de Seguridad Pública Federal como de la Procuraduría General de la República, y desnuda la gama de complicidades de los titulares de esas dependencias, Genaro García Luna y Eduardo Medina Mora, quienes, respectivamente, intentan la creación de un cuerpo paramilitar, que pudiera garantizar dizque detener o al menos poner un freno al avance de los cárteles del narcotráfico, cuyas actividades se han expandido a centro, Sudamérica e incluso a Europa.
Para terminar de empeorar la situación, todo parece indicar que hasta algunos legisladores federales –¿serán de los de la narcopolítica que organiza manifestaciones contra el Ejército?- le siguen el juego al cuestionadísimo Gerardo García Luna y al procurador Eduardo Medina Mora, otro de los funcionarios más señalados por incapacidad del gabinete calderonista, quienes tienen la clara y añeja intención de hacer a un lado al Ejército y así apropiarse del control de la presunta “guerra” contra el narcotráfico, manteniéndose como supuestos enemigos de la complicidad entre los de la delincuencia organizada y los políticos.
Dentro de ese adverso escenario, este jueves en la Cámara de Diputados se promovió la creación de una mala copia de la “Guardia Nacional” de los Estados Unidos para combatir la delincuencia organizada y al narcotráfico. Roberto Badillo Martínez, secretario de la Comisión de Defensa Nacional, señaló que se plantea iniciar la creación de cuerpos militares que sustituyan paulatinamente la labor que desarrolla el Ejército en el combate a los cárteles del narco, pues, sostiene, el actual sistema policiaco es inoperante porque ha sido vulnerado.
Así, en San Lázaro, los legisladores ya analizan una propuesta de reforma a los artículos 73, 76 y 78 constitucionales, para la creación de dicha Guardia Nacional, que estaría conformada por militares “de alta capacitación y adiestramiento en labores de inteligencia”, debido a que “los cuerpos civiles no sólo presentan altos grados de corrupción e infiltración, sino que es evidente que sus estrategias cortoplacistas no han arrojado los resultados que la sociedad espera de ellos”.
Ninguno se atrevió, todavía, a preguntar si serían en realidad miembros del Ejército los que conformarían esta “Guardia” de la que ya se habla quedaría unida e incluso recibiría órdenes del vecino del Norte junto con los de Canadá, o si serían los egresados de la escuelita potosina, al mando de otro cuestionado miembro de la PFP, los que obtendrían un grado militar para actuar conforme a los planes de García Luna respaldados totalmente por Calderón.
En ambos casos, no son ni de cerca ni de lejos una solución sana para enfrentar los embates de una delincuencia que, a cada movimiento, demuestra que la cabeza de sus tentáculos se encuentra ejerciendo labores políticas y sí se sitúa como un peligro más de intervención que ya más bien sería de total vigilancia del vecino del Norte en nuestro territorio. Con ello se redondearía la estrategia para aplastar, de paso, cualquier movilización de protesta por las condiciones económicas actuales que dañan a millones de mexicanos.
De acuerdo con la propuesta original publicada en la Gaceta Parlamentaria, sería la Secretaría de la Defensa Nacional la instancia responsable de activar, organizar, armar y operar la Guardia Nacional –con personal militar, egresado de las escuelas militares del Ejército, Fuerza Aérea y Armada, tanto oficiales como de tropa- quedando bajo su control y mando. La Guardia Nacional tomaría paulatinamente las responsabilidades de la seguridad nacional, así como de las labores de protección civil y de resguardo de fronteras y aduanas. Un poder de tal magnitud no es sano asentarlo sobre un solo cuerpo, ni siquiera el militar.
Mientras se cuenta con ese cuerpo, Felipe Calderón ya dio muestras de que no variará ni un ápice su “estrategia” contra el crimen organizado. En la celebración del Día del Ejército, reiteró en su calidad de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, que éstas seguirán “combatiendo a los enemigos del país que atentan contra las instituciones, que asedian a la sociedad y traicionan a la Nación”. El Ejército volverá a los cuarteles “una vez que los esfuerzos por dar a los mexicanos instituciones policiales profesionales y confiables rindan frutos, cuando se haya recuperado el estado de derecho en las zonas alcanzadas o vulneradas por la delincuencia y las autoridades estén en plena capacidad de combatir este flagelo”, es decir que “ya merito”.
Mientras, “para taparle el ojo al macho”, ya echaron a andar uno de los compromisos del acuerdo nacional firmado el 21 de agosto pasado por los diversos sectores del Estado mexicano en Palacio Nacional: el Observatorio Nacional Ciudadano para la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, para lo cual se prestó de inmediato la presidenta de México Unido contra la Delincuencia, María Elena Morera, quien acotó, de entrada, que dicho observatorio “no será un tribunal inquisitorio de los gobiernos”, sino que, en teoría, dará seguimiento permanente a las instituciones de seguridad pública de los tres órdenes de gobierno, “a través de una serie de indicadores que permitirán la actuación permanente de un diagnóstico sobre la seguridad en todo el país”
En tanto todo lo anterior empieza a funcionar, México “está herido por tanto golpe del crimen y de distintas expresiones de injusticia y mal”, además de que los mexicanos todavía tenemos que enfrentar la crisis económica que provoca el incremento de la indigencia, tal como lo señaló en la Basílica de Guadalupe el obispo de Toluca, Francisco Javier Chavolla, al presidir la peregrinación 71 de esa diócesis.

Rechazan sindicatos
reforma laboral
Martín Esparza, dirigente de los trabajadores electricistas, y Ricardo Aldana, representante de los petroleros, rechazaron la reforma laboral que pretende impulsar y aprobar en el Congreso el gobierno de Felipe Calderón. En primerísimo lugar, impugnan tajantemente la anulación de la cláusula de exclusión que obliga a los trabajadores a pertenecer a un sindicato y la difusión de los contratos colectivos de trabajo.
Esparza subrayó que el objetivo de la administración calderonista es desaparecer a los sindicatos, porque para ellos, dijo, “el mejor sindicato es el que no existe y por ello se busca acabar con el contrato colectivo de trabajo”. Sobre la rendición de cuentas en los sindicatos, defendió que los trabajadores son los únicos que pueden organizarse y prever en sus estatutos la forma en que serán informados sobre el manejo de cuotas y patrimonio.
Hasta donde se conoce, la reforma laboral calderonista pretende obligar a los sindicatos a rendir cuentas a sus agremiados sobre el manejo del dinero y el patrimonio de las organizaciones cuando menos cada seis meses, además de suprimir la denominada “cláusula de exclusión por separación”, que actualmente obliga a los trabajadores a afiliarse a un sindicato. También pretende intervenir en los estatutos de las organizaciones gremiales para que señalen el procedimiento de elección de sus dirigentes.
Por su lado, el diputado federal del PRI y dirigente del sindicato petrolero, Ricardo Aldana, consideró que la propuesta de reforma laboral de Calderón sería una imposición para los sindicatos y su autonomía. Tanto Aldana como Esparza advierten que no habrá ningún apoyo a esa iniciativa.
En total contraste, el coordinador del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, dijo que la iniciativa debe ser negociada con el sector obrero, antes de llevarse a cabo el proceso legislativo para su aprobación, por lo que recomendó al secretario del Trabajo, Javier Lozano, que antes de negociar con los legisladores lo haga con el sector obrero.
Estos renglones dentro de la reforma laboral que han sido resaltados se antojan más a las propagandas electoreras clásicas de estos tiempos. No parece que el gobierno de Calderón esté dispuesto a enfrentarse con quienes han sido también sus aliados y cómplices. Está el caso de los petroleros, el único y muy singular relacionado con el magisterio, el del Seguro Social, el de los burócratas, y en sí la cerrazón que ha mostrado cuando grupos opositores a los dirigentes actuales de esas organizaciones han demandado cuentas claras o pretendido la expulsión de dirigentes en clara exigencia a elecciones limpias en las que la Secretaría del Trabajo se ubique en el papel que le corresponde y no actúe en complicidad con quienes les garantizan que mantendrán controles sobre la clase trabajadora anulando, incluso, conquistas laborales que les llevaron décadas conseguir.

De los pasillos
A cada paso se presentan más y más pruebas de que el alcalde de Benito Juárez, Cancún, no está en sus cabales o tal vez su desesperación por mantenerse como autoridad raya en la total locura. El tema es el Malecón Cancún. Para empezar, uno de sus más cercanos colaboradores, Manuel Conde Canto, cuando se desempeñó como director de Fonatur en Cancún, fue uno de los testigos de la entrega de ese gran predio al Ayuntamiento y el argumento para que ese Fondo lo donara fue la necesidad de construir otro palacio municipal, uno cuyo funcionamiento y estructura estuvieran acordes con el destino turístico. Resulta que no era así, según lo asevera el propio Conde Canto. El predio se entregó para la construcción de áreas y parques temáticos porque una parte es manglar. Considerando cualquiera de las dos informaciones, es decir ya sea para el edificio municipal o para los parques, no se reveló entonces ningún ánimo de pretender siquiera enajenar el terreno, sin embargo el alcalde hizo las gestiones para lograr la operación.
Una vez que se revisaron bien los renglones de la donación, los regidores, aún los que habían votado a favor del acuerdo aprobado en Sesión de Cabildo para que el terreno fuera vendido, han decidido retractarse, por lo que recibieron de Sánchez Martínez un severo regaño y una serie de insultantes calificativos. Los acusó de ser protagonistas, de emprender una grilla barata al asegurar que no se cumplió con la votación por mayoría calificada para lograr la aprobación. De tales expresiones no se salvaron ni los perredistas, de ahí que los ánimos cada día, a cada momento, sean más y más tensos en el interior del Palacio Municipal y todos vayan en contra de las actuaciones del cuestionado alcalde.
Tres años han pasado de la tragedia en la mina Pasta de Conchos, en Coahuila, y en la Procuraduría General de la República (PGR) no se tiene para cuando se avance en la investigación de estos lamentables hechos en los que murieron 65 mineros, por lo que todo parece indicar que le están apostando a que el asunto se olvide, lo que ha provocado que hasta la feche no se haya castigado a los funcionarios responsables, ni mucho menos se haya sancionado a la empresa minera…. La impunidad, dueña y señora del país.
lilia_arellano@yahoo.com

miércoles, febrero 18, 2009

Celebración riesgosa

Fuerzas Armadas

Los funcionarios de gobierno y en general los políticos, jamás dominarán el interés propio ni el honor para obtener como resultado la moral. Pero sí, parapetarán su miedo detrás de nuestras fuerzas armadas.

En medio de una recrudecida violencia que al parecer sólo no la ve la Secretaría de Relaciones Exteriores, el presidente Felipe Calderón ordenó al Ejército invadir Nuevo León, al menos ritualmente el próximo día 19, cuando se celebre en Monterrey el Día del Ejército.
Esta es la primera vez que se recuerde en la historia moderna que el Ejército sale de la Ciudad de México o de sus campos militares aledaños a ella para conmemorar tan importante fecha para los soldados mexicanos.
Preguntaba al final de la pasada entrega si quedaba algo por decir en el intercambio de mensajes entre el poder civil y el poder militar en este mes de febrero preñado de reminiscencias bélicas.
Pero no hubo necesidad de esperar a los mensajes, cuando en la capital neolonesa surgió y permanece un grupo de desadaptados que exige con la cobardía del anonimato enmascarado que se retiren los soldados de Monterrey.
Y no, no sólo no se retirarán, sino que ya ocupan posiciones en todo el estado para hacerse ver y escuchar.
No se entiende más que con la injerencia de la alta delincuencia, radique donde radique, que grupos de individuos se planten en las calles para demandar que salgan los militares. Dice el gobernador Natividad González Parás que posiblemente estén patrocinados por los Zetas o por el Cartel del Golfo.
Reportes de prensa afirman que este tipo de plantones y reclamos por la presencia del Ejército, llegaron ya a Veracruz.
¿Qué clase de país queremos tener? ¿Quién está revolviendo este explosivo caldero en el que se quiere legalizar el consumo de la droga, que el Ejército se meta a dormir a sus cuarteles, y la secretaria de Relaciones Exteriores trate de minimizar el nivel de violencia que campea por todo el territorio nacional?
¿Ya se habrá enterado del sangriento enfrentamiento ocurrido ayer en Reynosa, Tamaulipas, donde hasta la última cuenta iban diez muertos?
Para algunos la presencia del alto mando militar y del presidente de la república en Monterrey, con motivo de celebrar el Día del Ejército, podría ser un alarde que está demás, pero como ya se ha dicho aquí también, el gobierno de Felipe Calderón se encuentra a la mitad del río y la corriente aumenta su caudal y su fuerza. Es momento, por más que también parezca una contradicción con lo que se ha expuesto en este espacio, de lanzarse con todo contra quienes quieren acabar con este país, estén en donde estén. A problemas extraordinarios, soluciones extraordinarias.
Los soldados no dan un paso atrás, por más que esta clase de decisiones entrañen riesgos.
Comenta la Comisión de Análisis y Opinión de Militares Retirados (CAOMIR), que la gran problemática a la que los militares se encuentran en esta época de grave incertidumbre, ?es la inexorable difuminación de los principios que los constituyentes plasmaron a nuestra original Carta Magna. Las fuerzas apátridas representadas por los panistas declarados (porque en otros partidos existen otros panistas embozados); saben lo que para las fuerzas armadas representan lo que decía Tucídides: La solución a la anarquía es no negar el miedo, el interés propio, ni el honor; sino dominarlos con el fin de obtener un resultado moral.
?Los funcionarios de gobierno y en general los políticos, jamás dominarán el interés propio ni el honor para obtener como resultado la moral. Pero sí, parapetarán su miedo detrás de nuestras fuerzas armadas. Para ellos, el fin siempre justificará los medios, como buenos estudiantes de Nicolás Maquiavelo?.
De nada ha servido que el alto mando militar señale la necesidad de hacer más, de que todos hagamos más, pues de no ser así ?nuestro arrepentimiento será irreversible?.
Los riesgos que corren las fuerzas armadas no son únicamente aquellos inherentes a su condición, misiones y servicio a la patria. Los riesgos radican igualmente en las disyuntivas que puedan enfrentar dentro de muy poco tiempo, si es que no hacemos más, todos hacemos más. No, no se habla aquí de aventuras anticonstitucionales ni arribazones anacrónicas, pero sí de la conciencia que priva en los militares de no permitir que se nos deshaga este país por culpa de unos cuantos.
Lamentablemente las balas siguen hablando, pero el día 19 habrá que escuchar con doble atención lo que el alto mando militar va a decir en Monterrey.

fuerzasarmadas@prodigy.net.mx

miércoles, enero 28, 2009

Estado fallido o descontrol del Estado

Javier Ibarrola
Fuerzas Armadas

Cualquiera que sea la calificación que se dé al Estado mexicano fuera o dentro, las fuerzas armadas están llamadas a recuperar el control del Estado y de su territorio en todos sus frentes.

A unas cuantas semanas de que la sociedad llegue a las urnas para emitir un voto que habrá de marcar el futuro inmediato de Felipe Calderón, su gobierno y su partido, la versión de que México se volvió un estado fallido, vino a completarse con la declaración del propio Calderón en octubre pasado, sobre lo imperioso que resulta “recuperar el control del Estado y de su territorio en todos sus frentes”.
Fue un llamado angustioso lanzado ante lo más granado del alto mando militar, cuando en octubre se reunieron en el H. Colegio Militar.
Eso fue ante los militares. Después, ante los legisladores, dijo que “los esfuerzos realizados hasta el momento no han logrado consolidar un adecuado sistema de seguridad pública articulado en una estrategia nacional, la cual ha sido una misión largamente postergada y sustituida en ocasiones por el discurso”.
Una vez más, han sido las fuerzas armadas las que actúan sin tapujos ni discursos y quienes descubren las entrañas podridas del país que han dejado el narcotráfico.
Baste el hecho de haber detenido a ese individuo a quien llaman “El Pozolero”, y quien había deshecho a 300 cuerpos humanos en ácido. Claro, todo por encargo de los grandes capos de la droga.
Esta captura en Chihuahua, y los golpes que dieron a la delincuencia organizada en Baja California, uno de los estados más violentos de la república, es una buena muestra de que hay que salir al paso de quienes señalan a México como un “Estado fallido”, es decir, un “Estado débil en el cual el gobierno central tiene poco control práctico sobre su territorio. El término es muy ambiguo e impreciso. Por ejemplo, si se toma de forma literal, un Estado fallido sería aquel en el que no hay un gobierno efectivo, al contrario de un gobierno dictatorial que acapara y utiliza todo el poder”.
Sin embargo, esta condición no sólo procede de un país que ha sido superado por la delincuencia, sino porque su economía, principalmente, se va deteriorando al grado de dejar sin empleo a millones de ciudadanos, con la agravante que en el caso mexicano en 2010, cuando celebremos el bicentenario de la independencia y centenario de la revolución, el pronóstico es de cero creación de empleos.
Desde luego que ambas vertientes se juntan y producen una fuerza desestabilizadora descomunal y muy peligrosa. El alto mando militar lo sabe y por lo pronto ha decidido la creación de una nueva zona militar, la 46ª con sede en Ixtepec, Oaxaca, comandada por el general de Brigada Edmundo Villegas, donde seguramente se esperan nuevos conflictos magisteriales.
Oaxaca contará ahora con tres Zonas Militares: la 28ª, en Ixcotel, comandada por Carlos Guillermo Murillo Soberanis; la 44ª, en Miahuatlán, a cuyo frente está el también general de Brigada Jesús Martínez Martínez. A esto se le agrega la Base Aérea 2 en Ixtepec, comandada por el general de Ala Carlos Ignacio Velasco Vall.
Lo curioso del asunto es que el Partido de la Revolución Democrática está buscando a generales retirados para ocupar candidaturas y contender por diputaciones del sol azteca.
Por ello, no faltará quien diga que el término “Estado fallido” también se utiliza en el sentido de un Estado que se ha hecho ineficaz (es decir, tiene control nominal militar y policial sobre su territorio, solamente en el sentido de no tener grupos armados desafiando directamente la autoridad del Estado; en resumen: la visión: “que no haya noticias, es una buena noticia”) y no puede hacer cumplir sus leyes uniformemente debido a las altas tasas de criminalidad, corrupción extrema, un extenso mercado informal, burocracia impenetrable, ineficacia judicial, interferencia militar en la política, las situaciones culturales en las cuales los líderes tradicionales gastan más energía que el Estado sobre ciertas áreas aunque no compitan con el Estado, y otros factores. Camerún, Liberia, Nigeria y Papúa, Nueva Guinea, se mencionan a menudo en esta categoría.
Cualquiera que sea la calificación que se dé al Estado mexicano fuera o dentro, las fuerzas armadas están llamadas a recuperar el control del Estado y de su territorio en todos sus frentes.
Esto quedó claro cuando en diciembre pasado el general de División Piloto Aviador, Leonardo González García, al tomar posesión de la jefatura de la Fuerza Aérea Mexicana, dijo que las fuerzas armadas, al garantizar la seguridad interior, “busca el logro del orden interior por medio de, mantenimiento del imperio de la Constitución y demás leyes, en problemas que requieren ser solucionados por las fuerzas armadas como último recurso y no solamente por las fuerzas de seguridad pública.
Mantener el imperio de la Constitución formaba parte de las misiones encomendadas al Ejército, hasta que Luis Echeverría se las retiró.
Sin duda los civiles siempre han temido que de permanecer está misión para el Ejército, no podría en su momento, como lo hacen a cada rato, utilizar la Constitución como trapo de cocina. De hoy en adelante será otra cosa, si no queremos realmente saber lo que significa un estado fallido y sin control.

domingo, octubre 26, 2008

El Silencio de la SEDENA



Blvd. Manuel Ávila Camacho S/N. Esq. Av. Ind. Mil., Col. Lomas de Sotelo; Deleg. Miguel Hidalgo, D.F. C.P. 11640 Tel. 21228800 Ext. 3585.

A Carmen Aristegui, por el premio María Moors Cabot

MÉXICO, D.F., 24 de octubre (apro).- El Ejército mexicano atraviesa uno de sus peores momentos desde que Felipe Calderón lo sacó a las calles, en diciembre de 2006, para enfrentar a los cárteles del narcotráfico.
Entre el 8 y el 22 de octubre de este año, una decena de efectivos de la Séptima Zona Militar, con sede en Escobedo, Nuevo León, fueron asesinados por comandos de la delincuencia organizada, el mayor número de bajas militares en un solo estado y en tan poco tiempo, en el marco de las operaciones ordenadas por Calderón.
De por sí agraviantes para las Fuerzas Armadas, estas muertes son una verdadera afrenta pública al Ejército por la manera en que se cometieron: todos fueron degollados y apuñalados.
Tres de ellos fueron sorprendidos en un centro nocturno de Monterrey, donde al parecer realizaban labores de recolección de información.
Un comando de jóvenes llegó al lugar y los sometió. Luego de golpearlos, los sicarios empezaron a torturarlos con armas blancas. Heridos, los arrastraron al centro de la pista de baile, donde los dejaron ante la sorpresa de los empleados y clientes que se vieron obligados a permanecer en el lugar.
Poco a poco aparecieron más efectivos del Ejército degollados al estilo de la técnica utilizada por desertores de la fuerza especial del Ejército de Guatemala conocida como kaibiles.
De confirmarse la autoría, el agravio para las Fuerzas Armadas mexicanas sería aún mayor, pues exmilitares extranjeros habrían actuado en contra de efectivos del Ejército.
En menos de dos años, decenas de elementos castrenses, incluidos algunos jefes, han sido torturados y asesinados por el narcotráfico, ya sea en emboscadas, secuestros o enfrentamientos.
En todos los casos ha quedado demostrado que el Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina carecen de preparación para la guerra a la que los embarcó Calderón.
En más de una ocasión, los narcotraficantes han mostrado mayor poder de fuego. Además, no constituyen una fuerza regular, a la que en teoría los soldados mexicanos están preparados para enfrentar.
Los sicarios del narcotráfico tampoco actúan como grupos subversivos. Son aún más peligrosos. Muchos mandos castrenses han sido entrenados para enfrentar a la guerrilla. En el mejor de los casos, el Ejército cuenta con fuerzas especiales para combatir a los brazos armados de los cárteles de la droga.
Pero está demostrado que esas fuerzas del Ejército mexicano son insuficientes para enfrentar simultáneamente en diferentes partes del país a los lugartenientes y comandos del narcotráfico.
Apenas este viernes 24, el gobierno de Nuevo León y la comandancia de la Séptima Zona Militar rindieron un homenaje a las víctimas en las instalaciones del Ejército en Nuevo León.
Pero en la ciudad de México, la secretaría de la Defensa Nacional guardó silencio. Ni siquiera emitió un boletín para informar del reconocimiento a sus elementos.
El silencio no sólo tiene que ver con una estrategia de comunicación. Se puede entender que forma parte de la institucionalidad del Ejército y que las bajas están consideradas en el cumplimiento de sus obligaciones.
Pero no son aisladas las voces de elementos militares, retirados y en activo, inconformes con las situaciones de ignominia en que se ha colocado al Ejército.
En más de una ocasión, los militares no ven quién se los hizo, sino quién se los paga. De ahí el incremento de violaciones a los derechos humanos de civiles a manos del Ejército.
Muy caro le está saliendo a las Fuerzas Armadas darle la legitimidad al Presidente, pues no hay que olvidar que en medio de la crisis política que representó su llegada a la Presidencia, el primer acto de gobierno de Calderón fue sacar a los militares de sus cuarteles para enfrentar al narco.
jcarrasco@proceso.com.mx

martes, octubre 14, 2008

¿Puede el Ejército de los Estados Unidos invadir a los Estados Unidos?

Barómetro Internacional

Por Sandra Angeleri

Entre los medios de comunicación más radicales de los Estados Unidos (más extremistas, dirían otras fuentes), se maneja en este momento una pregunta que pone en peligro las próximas elecciones presidenciales en ese país. Los rumores y las historias que corren pueden verse en el siguiente sitio Web http://www.youtube.com/watch?v=UgMx2F41XD0. Representantes del Congreso de los Estados Unidos introducen, a partir de amenazas y conversaciones privadas que han tenido, su propia interpretación de una serie de sucesos que van desde mediados de los años ochenta hasta el 2008. Muestran que los marines y los soldados del Ejército de su país están siendo entrenados para sofocar mediante las armas cualquier levantamiento masivo contra el gobierno por parte de la población estadounidense.
El Representante demócrata por California, Brad Sherman, durante los debates que se realizaron la semana pasada hizo una gran revelación. Este congresista plantea que muchos y muchas de sus colegas fueron amenazados en caso de no votar a favor del paquete de ayuda a los banqueros. Se les decía que se caería el cielo, que los mercados se caerían en miles de puntos, y a algunos se les dijo que se implantaría la Ley Marcial, de no aprobarse tal paquete.
Ya el mes pasado, el periódico "The Army Times" había publicado un artículo sobre el tema. En esta fuente se planteaba que las fuerzas armadas estadounidenses podrían ser llamadas a intervenir para controlar el descontento civil o para manejar escenarios potencialmente aterradores tales como "envenenamientos masivos" o el uso de armas químicas, biológicas, nucleares o de gran potencia explosiva, en su propio territorio.
En este impresionante artículo del "The Army Times", se planteaba que el gobierno de Bush estaba haciendo regresar al territorio de los Estados Unidos equipos de combate de Irak. La continuación de su misión en "America" y su re-asignación al Comando Norte para intervenir en caso de movilizaciones civiles masivas, es el objetivo de la repatriación de estas tropas. Estas instrucciones violan al Posse Commitatus, un instrumento legislativo estadounidense que previene y prohíbe la vigilancia armada de la población civil por parte de su propio ejército.
Es importante tener en cuenta que estos acontecimientos son el último paso de un plan, que según lo que aparece en el video antes citado, ha sido estratégicamente implementado desde mediados de la década de los ochenta, tanto por los gobiernos del partido demócrata como republicano. Es crucial entender que, hoy por hoy , el gobierno de Bush puede estar lanzando líneas para llegar al punto final de un plan que se ha venido ejecutando por décadas, experimentado con su propia población, siendo el caso del Huracán Katrina, uno de sus más relevantes ejemplos.
El último rumor que esta fuente maneja es que se está construyendo la noticia de un nuevo "Nueve de Septiembre". Como ya aconteció en 2001, el virus del antrax, con todas las implicaciones de un terrorismo biológico que este tipo de guerra implica, justificaría no sólo la implantación de la ley marcial en los Estados Unidos, sino que principalmente suspendería las elecciones presidenciales a realizares en Estados Unidos el 4 de noviembre del 2008.

sandra_angeleri@yahoo.com

lunes, octubre 13, 2008

Ejército represor

Eduardo Ibarra Aguirre

Para el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional Felix Galván Galván, “es cuestión de altísimo riesgo para el Ejército” la solicitud de la Policía Federal Preventiva para mantener las vías de comunicación abiertas en el conflicto magisterial y popular de Morelos.

La claridad que tiene el divisionario e hizo publica el legislador José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, pone de relieve que en el alto mando de la sociedad vestida de verde sí entienden las graves implicaciones que tiene el uso del Ejército como fuerza represiva para contener el creciente reclamo social, como se hizo el 8 y 9 de octubre en Ameyuca y Xoxocotla, Morelos, sin que se disponga de la valoración pertinente desde las organizaciones civiles defensoras de los derechos humanos, los partidos políticos y la academia sobre un hecho sin precedente desde el 2 de octubre de 1968, de acuerdo al general José Francisco Gallardo Rodríguez.

Incluso diarios como La Jornada , comprometido como ninguno con el movimiento social, todavía no da un despliegue informativo mayor y un diagnóstico del gravísimo hecho, saturado como está –igual que casi todos los medios de comunicación-- con la crisis hipotecaria venida a sistémica, como postula Marivilia Carrasco Bazúa; el baño de sangre que padece la República y que ilustra Alán (Francisco Javier Portillo Ruiz) en la elogiada pero estremecedora portada de Forum de octubre; amén de la pérdida de la capacidad de asombro de la ciudadanía, agobiada como se encuentra con las crisis de seguridad, de empleo, energética, alimentaria y de gobernabilidad.

En la reunión que sostuvo con 17 diputados en las instalaciones de la Sedena , es decir: como en los mejores tiempos del priato que asumía a la cúpula castrense como un poder fáctico, el divisionario insistió en que la solicitud de la PFP se puede interpretar de manera muy distinta a una petición de apoyo y exhortó a los legisladores a jugar un papel de intermediación entre el vigoroso movimiento magisterial y de los padres de familia de Morelos en rechazo a la Alianza por la Calidad de la Educación , la impugnación en 20 estados de la República del cacicazgo de Elba Esther Gordillo Morales, la aliada favorita de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa como antes lo fue de la grotesca pareja presidencial, en demérito de la calidad y el alcance de la decisiva tarea educativa del Estado. Para el reportero José Gil Olmos “Se trata, quizá, de una de las protestas más importantes en la historia del magisterio nacional, comparable a las que encabezó Othón Salazar (Ramírez) en 1956”.

El general secretario dice verdades a medias. Él no puede autorizar el despliegue de soldados para confrontar a inermes indígenas, con todo y bloqueos de carreteras, sin la venia del comandante supremo de las fuerzas armadas.

Un factor de poder como él, que no tiene que molestarse en acudir al Palacio Legislativo de San Lázaro, que no rinde cuentas a nadie, más que a Calderón Hinojosa, por supuesto que no tiene que atender presuntas solicitudes de Genaro García Luna, el policía mayor de México, y el incompetente Marco Antonio Adame Castillo, gobernador de Morelos.

Es claro que la de Galván Galván es sólo una fórmula para expresar su desacuerdo con el peligroso involucramiento del Ejército para aplicar las políticas del grupo gobernante para criminalizar el movimiento social, como con altanería e irresponsabilidad mayúsculas se anuncia extraoficialmente desde la Secretaría de Gobernación.

Resultan pertinentes, por ello, las definiciones castrenses, interpretadas y difundidas por el diputado Suárez, en semanas en que el movimiento social adquiere un gran dinamismo y las tentaciones autoritarias desde el poder civil y castrense están a la orden del día.

Acuse de recibo

Israel Galán Baños critica sobre Los otros 68 (1-X-08) una referencia a Romeo González Medrano, después de reseñar la trayectoria de sí mismo como dirigente estudiantil y militante de la izquierda socialista, así como de su compañero de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, el Consejo Nacional de Huelga, el Partido Estudiantil Socialista y el espartaquismo. Y concluye: “No sé qué hizo Romeo en Matamoros como lo refieres, pero creo que es sólo una percepción tuya pasada por el tamiz del tiempo transcurrido desde entonces, lo de la ‘frivolidad’ del compañero. Yo me baso también en datos de la historia y en recuerdos personales y ellos me dicen que asumimos con responsabilidad nuestra tarea en cualquier circunstancia.”… Por el contrario, el doctor Américo Saldívar Valdés sostiene: “Linda y formativa tu breve reseña sobre la solidaridad al 68 fuera de los muros chilangueros. Creo, sin estar cien por ciento seguro, que el tal Romero Medrano estuvo con nosotros unos meses en Lecumberri, apresado también el 2 de octubre, como yo. Él fue uno de los primeros en salir del ‘bote’ pocos meses después. Felizmente tenía palancas y familiares que lograron un rápido ‘desistimiento de la acción penal’. Recibe un fraterno y sesentaiochero abrazo”.

forum@forumenlinea.com