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viernes, febrero 03, 2012

México, cada vez más subordinado a EU

A 164 años de firmado el primer tratado vigente entre México y Estados Unidos, la agenda diplomática bilateral se encuentra marcada por la “guerra” contra el narcotráfico y el crimen organizado transnacional. A partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte se han privilegiado los acuerdos en materia de seguridad; sin embargo los recientes operativos antinarco de agencias de seguridad estadunidenses ponen en tela de juicio la efectividad de la cooperación entre ambos países. “México es obediente ante los designios de Washington”, considera analista de política internacional. Agrega que con el panismo se profundizó la subordinación de la política exterior mexicana a los intereses de la Casa Blanca.

Setenta y un tratados bilaterales vigentes rigen la relación entre Estados Unidos y México. El primero, firmado el 2 de febrero de 1848, fue el Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América, mejor conocido como el Tratado de Guadalupe-Hidalgo, que le otorgaba a Estados Unidos más de la mitad del territorio mexicano y ponía fin a la guerra entre ambas naciones.
A partir de esa fecha, se han firmado 21 tratados en materia de comunicaciones; 12 para establecer los límites entre ambos países; 12 acerca de la cooperación jurídica; y ocho en cuestión del medio ambiente.
Además en materia de cooperación económica existen cinco tratados; sobre cooperación educativa y cultural, cuatro; respecto de cooperación técnica y científica se mantienen tres; en el rubro de derecho marítimo, dos, al igual que en materia de salud. Finalmente existe un tratado sobre derecho diplomático y consular, y otro más sobre solución de controversias.
México ha signado también 626 tratados multilaterales con otros países. De éstos sobresale el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado por los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá, el 17 de diciembre de 1992, y puesto en marcha a partir del 1 de enero de 1994. Éste ha sido modificado, desde entonces, en seis ocasiones, la última en abril de 2008. Todos los cambios han ocurrido en sus anexos.
El analista de política internacional Juan Manuel Bueno Soria, en entrevista con Contralínea, ubica la entrada en vigor de dicho tratado como la fecha en que comienzan a privilegiarse las relaciones con Estados Unidos y se empiezan a abandonar las relaciones con otros países.
“Cuando se firma el TLCAN comienza a haber un abandono hacia los países del Sur, se mira más hacia el Norte y se empieza a perfilar un nuevo tipo de relaciones en materia de comercio, pero también de seguridad entre México y Estados Unidos. Comienza en 1994, pero es hasta 2000, con la llegada del Partido Acción Nacional a la Presidencia, cuando de manera definitiva se da el alejamiento”.

Los operativos “fallidos”

En marzo de 2011, la cadena estadunidense de radio y televisión Columbia Broadcasting System dio a conocer el operativo Rápido y Furioso, mediante el cual la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por su sigla en inglés) permitió, en el otoño de 2009, el tráfico de por lo menos 2 mil armas a México.
El supuesto objetivo del programa era ubicar el destino final de las armas. Sin embargo el armamento terminó en posesión de los cárteles mexicanos. A partir de entonces, se encendieron las alarmas en una parte de la clase política mexicana por la posible pérdida de la soberanía nacional frente a la injerencia de Estados Unidos.
No es el único operativo antinarco fallido fabricado desde Washington en los últimos meses. A Rápido y Furioso se le suman, al menos, dos más. Uno de estos consistió en lavar dinero de cárteles mexicanos. A cargo del blanqueo de capitales estuvo la propia Administración Federal Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por su sigla en inglés) para supuestamente rastrear en el sistema financiero mexicano el dinero que se obtiene del tráfico de drogas. Dicho operativo fue confirmado en diciembre de 2011, por Todd Robinson, subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley del Gobierno de Estados Unidos.

Leer articulo completo y lista de Tratados firmados entre México y Estados Unidos AQUI.

viernes, enero 20, 2012

La prerrogativa



El 2012 está planteando en México, aunque muchos no lo entiendan, la confrontación entre quienes sostienen que es necesario buscar establecer, aun imperfecto, un estado de derecho, y quienes desde el gobierno siguen defendiendo el principio del imperio de la fuerza.

1. La principal responsabilidad de un gobierno es salvaguardar la vida y la integridad de quienes habitan su territorio, pero la del gobierno panista de Felipe Calderón ha sido no nada más salvaguardar los intereses del gobierno estadunidense y de las corporaciones trasnacionales, sino avalar el exterminio de quienes, por formar parte del narcotráfico, son entendidos por el gobierno panista como sus enemigos, haciendo suyo de tal manera el derecho a matar, como lo documentan múltiples casos.

2. Noam Chomsky señala muy claramente en su libro más reciente, La era Obama y otros escritos sobre el imperio de la fuerza (Pasado y Presente, 2011), coincidiendo con periodistas de The Atlantic, que una diferencia significativa en la llamada política antiterrorista del actual gobierno estadunidense con las de la administración de Bush II es que ésta capturó a miles de sospechosos (para ella) de ser terroristas y los envió a campos de detención en Afganistán, Irak y Guantánamo, en tanto la administración Obama se ha concentrado en la eliminación, mediante sofisticados operativos, de aquellos a los que considera terroristas individuales en lugar de intentar capturarlos con vida (p. 231). Es decir, que en nombre de las nuevas políticas de seguridad nacional de Estados Unidos, la Casa Blanca se arroga el derecho de matar a los que juzga sus enemigos.

3. Ese derecho de matar a sus enemigos en cualquier parte del planeta, que Washington asume ahora como su prerrogativa, como expresó el presidente Barack Obama en su discurso en el Pentágono el día 5, fue denunciado, según señalan los periodistas de The Atlantic (4 de mayo de 2011), por el ex canciller alemán Helmut Schmidt, quien al analizar el caso de la ejecución en Pakistán de Osama Bin Laden por un comando de elite de infantes de la marina, el 1º de mayo de 2011, concluyó que ese operativo fue claramente una violación del derecho internacional. Obama hizo entonces lo que ningún mandatario estadunidense había hecho, ni siquiera tras la Segunda Guerra Mundial o la guerra de Vietnam: asumir que no hay un orden jurídico internacional, sino un mero imperio de la fuerza.

4. La doctrina Obama sobre el derecho a matar a quienes se considere enemigos de Estados Unidos, teniendo o no pruebas de ello –como en el caso de Bin Laden–, empalma de tal manera con dos aspectos de la llamada doctrina de Bush II: el de poder establecer de manera unilateral quiénes son esos enemigos (como acontece con el que llaman eje del mal) y el de establecer, también unilateralmente, el derecho de Washington a revocar el carácter de estados a los países que albergan los que a su juicio son terroristas, todo lo cual parecen esgrimirlo en el caso del narcotráfico en México.

5. La “guerra contra el narco” de México, que fue decidida en Washington en 2006 e impuesta a Calderón, está claramente marcada de tal suerte por los principios de la nueva estrategia estadunidense, y entre éstos el del derecho a matar. Las miles de ejecuciones de capos del narco en territorio mexicano en los últimos cinco años, que la información oficial ha presentado como producto del enfrentamiento de bandas o grupos rivales, no son exactamente eso. En un escenario que se sabe es, entre otras cosas, el de la reordenación del narcotráfico por las principales agencias estadunidenses que impunemente operan en territorio mexicano –la CIA, la DEA, la DIA, la NSRO y otras–, muchos de estos homicidios aparecen como resultado de operativos del poder, es decir, que fueron cometidos por fuerzas militares o policiales mexicanas bajo las directivas de las agencias de Washington. No se puede decir “operativos de Estado” porque ya aquí el poder público mexicano aparece subordinado a fuerzas del exterior.

6. El viaje que hizo a México el miércoles 18 el general David H. Petraeus, director de la Agencia Central de Inteligencia en Estados Unidos, quien como se recuerda fue hasta 2011 el comandante supremo en Irak, no es en este contexto una visita protocolaria más, como se pretende, sino un desplazamiento de importancia estratégica para ellos. El director de la CIA, en un hecho que no tiene precedente en nuestra historia, encabezó por la tarde una reunión de trabajo en la Secretaría de Gobernación con los integrantes del llamado gabinete de seguridad –los titulares de la Sedena, la Marina, Seguridad Pública, Gobernación y la PGR, así como el director del Cisen–, y es muy claro que en el periodo prelectoral mexicano, que coincide en parte con el estadunidense, Washington prepara agresivos operativos en México.

7. La expresión utilizada en el boletín expedido por Los Pinos, luego de que al anochecer se reunió Calderón con Petraeus, estableciendo que habían acordado seguir estrechando (¿aún más?) los lazos en materia de seguridad, no significa otra cosa que mayor subordinación de México a Washington. Y como si ya la lógica del agonizante gobierno panista fuera entregarlo todo –de las decisiones en materia financiera y económica a las de seguridad interna y externa–, en función de las elecciones de 2012, el jueves 19 Calderón anunció en un acto en Los Pinos que las políticas ecológica y de medio ambiente de México se decidirían también de común acuerdo con Washington, en función de un memorando de entendimiento.

8. La responsabilidad política y penal de Felipe Calderón y de los integrantes de su gobierno por haber entregado al exterior amplios aspectos del manejo del país y haber tornado a México en un espacio de experimentación de las estrategias militares de Washington es tan grande como la relativa a las que se estima son ya más de 60 mil muertes, y todo el derroche propagandístico del régimen no podrá ocultar esto.

9. Un boletín más del gobierno federal, expedido el día 18, curiosamente a la misma hora de la visita del director de la CIA a México, pretende que tras el violento inicio de 2012 no quedan en México en actividad más que dos cárteles, el de Sinaloa y el de Los Zetas, y que estos dos son responsables de la mayor parte de los muertos en el país (no el gobierno federal, desde luego). El boletín ignora así deliberadamente que la violencia de estos cinco años fue planeada, gestada e impulsada desde el poder, que hundir a México en ella ha sido parte de un proyecto económico y político, que los integrantes armados de los cárteles son en su mayoría ex policías o ex militares y ex marinos, y que el gobierno panista creó grupos paramilitares que se arrogaron, como las fuerzas oficiales, el derecho a matar.

10. La violencia ilegal que abruma a México debe terminar, y el clamor de ¡Ya basta! debe ser más intenso si se quiere salvar a la nación.

lunes, enero 16, 2012

Decepcionó: GENARO GARCIA LUNA: Woodrow Wilson Center

Washington, DC. EU: PRESENTACIÓN DE LIBRO: Casi los mata de aburrimiento


http://youtu.be/_JKlrBV51Q0

FUENTE García Luna se reunió con funcionarios de EU y presentó su nuevo libro
Durante la gira que el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna realiza por EU, sostuvo reuniones de trabajo con diversos funcionarios de ese país, entre ellos el procurador general Eric Holder.

lacronica El titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna, se reunió en Washington con la Secretaria del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano. Este encuentro se realizó para dar seguimiento al convenio de colaboración para reforzar y mejorar los trabajos para la seguridad de la frontera entre ambos países que se firmó entre ambas instituciones el año pasado.

La SSP federal informó en un comunicado que los temas que se abordaron fueron inteligencia en la realización de operativos precisos para objetivos específicos y cooperación para incrementar las alertas bilaterales en caso de emergencia. Además el diseño de operaciones para evitar la infiltración de organizaciones criminales, cuerpos policiales que prevengan las acciones criminales en la frontera y contar con suficiente personal, infraestructura y tecnología para mantener los esfuerzos bilaterales.

La dependencia señaló que esta reunión de trabajo reafirma el compromiso de colaboración para el combate a la delincuencia y la seguridad en la frontera, con lo cual se consolidan los proyectos entre los gobiernos de Estados Unidos y México.

lunes, diciembre 26, 2011

Incursión descarada de agentes estadunidenses en México

Ante el peligro que representa el narcotráfico mexicano para la seguridad de Estados Unidos, el gobierno de Barack Obama emprendió acciones con su contraparte del sur para frenar el ingreso en territorio estadunidense de organizaciones criminales como Los Zetas, el cártel del Golfo y el de Sinaloa. Sin embargo, el precio que está pagando México es muy alto en términos de soberanía: agentes de aquel país incursionaron de manera descarada en Tamaulipas, sin que hasta ahora la administración calderonista se haya pronunciado al respecto.

Agentes de la DEA.



La mañana del jueves 15 dos camionetas suburban blindadas pasaron veloces por la avenida Sexta de Matamoros. En su camino hacia el sur de la ciudad iban escoltadas por cuatro vehículos del Ejército mexicano.

Acostumbrada a este de tipo de movilizaciones y demostraciones de fuerza en una ciudad donde se enseñorean el narcotráfico y la violencia, la prensa captó cómo la policía de tránsito de la ciudad abría paso al convoy en el que una veintena de soldados se desplazaba en estado de alerta.
La custodia especial no era para ningún jefe del narcotráfico capturado en la zona, sino para funcionarios de Estados Unidos que viajaban en las dos camionetas con placas del gobierno de ese país, y que a las 9:30 de la mañana cruzaron el puente internacional Brownsville-Matamoros.
La seguridad de los enviados de Washington­ también era vigilada por un helicóptero de la administración Obama, que desde el cielo seguía la trayectoria de los vehículos que se enfilaron por el Libramiento Emilio Portes Gil rumbo al Regimiento de Caballería Motorizada, de la Guarnición Militar con sede en Matamoros.
La custodia del Ejército y el destino de la caravana fueron motivos para que la prensa local y regional informara sobre la presencia de efectivos militares estadunidenses en territorio mexicano.
Oficialmente no fue así. Según el alcalde de Matamoros, Alfonso Sánchez Garza, los ocupantes de las potentes camionetas vigiladas por tierra y aire eran agentes de la Patrulla Fronteriza. En declaraciones a los periodistas, citó al cónsul de Estados Unidos en la ciudad, Michael Barkin, para asegurar que los agentes federales ya habían pactado esa reunión.
A la explicación del alcalde se sumó la molestia y silencio del secretario general de Gobierno de Tamaulipas, Morelos Canseco Gómez. “Pregúntale al gobierno federal. No tenemos información como gobierno estatal. No tengo ningún comentario adicional”, respondió molesto ante las insistentes preguntas acerca de la presencia de funcionarios de Estados Unidos en la guarnición militar.
Pero el gobierno federal no dijo nada de la reunión, ni del propósito ni del nivel de los militares que participaron en el encuentro. Como si éste no hubiera ocurrido, el mando territorial del Ejército en Rey­nosa, Tamaulipas, informó el sábado 17 de sus aseguramientos de personas, droga, armas, dinero y equipo de logística delictiva en esa ciudad durante la semana que terminaba. También dio cuenta de la liberación de 21 personas que estaban secuestradas en Nuevo Laredo.

Ofensiva conjunta

El general brigadier Diplomado de Estado Mayor (DEM) Rogelio Armando Patiño Canchola, jefe de la guarnición militar en Matamoros y anfitrión de los estadunidenses, fue el primer obligado a guardar silencio.
Como subordinado de la Octava Zona Militar, con sede en Reynosa, se limitó a facilitar el encuentro en las instalaciones a su cargo. Pero su jefe, el comandante de esa Zona Militar, el general de brigada DEM Miguel Gustavo González Cruz, prefirió informar sobre las bajas materiales que el Ejército ha infligido al narcotráfico.
Ambos dependen del general de División Noé Sandoval Alcázar, comandante de la IV Región Militar, con sede en Nuevo León, responsable de enfrentar al cártel de Los Zetas en esa área castrense, que además de Nuevo León y Tamaulipas comprende a San Luis Potosí. En esas tres entidades hay una fuerte presencia de la organización delictiva creada en los noventa por militares de élite, y que sigue alimentando sus filas con desertores.
Sin precedentes registrados públicamente, la presencia de la delegación estadunidense en las instalaciones del Ejército en Matamoros se enmarca en la actual ofensiva de los gobiernos de México y Estados Unidos contra Los Zetas. Es también una respuesta a las amenazas atribuidas a esa organización en contra de ambos gobiernos.
Del lado mexicano, las acciones contra esa organización delictiva han derivado en el desmantelamiento de redes de telecomunicaciones en Veracruz, Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí y Tamaulipas.
En Veracruz, donde la Marina-Armada de México instaló su principal centro de operación contra Los Zetas, infantes de Marina han detenido a algunos de sus jefes regionales y desarticularon redes financieras y de telecomunicación. Esto ha dado lugar a una recomposición del narco en ese estado.
La experiencia militar de Los Zetas originales le ha permitido a ese cártel innovar en la logística de guerra. Ha adaptado vehículos para resistir los enfrentamientos y ha desarrollado técnicas para construir sus propios sistemas de radio y utilizar los sistemas de comunicación existentes de manera segura.
En septiembre pasado, la Marina desmanteló una red de telecomunicaciones Zeta que prácticamente abarcaba todo el estado e incluso llegaba a Tabasco. En noviembre, el Ejército aseguró lo que ese cártel llamaba La Central, en Torreón, Coahuila. En esa operación, los militares aseguraron equipo de telecomunicaciones por 350 mil dólares.
En diciembre el Ejército desmanteló una red de telecomunicaciones que operaba en los estados de Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí y Tamaulipas, estados donde hay presencia de Los Zetas.
Los gobiernos de Felipe Calderón y de Barack Obama se encuentran en una fase de confrontación con el cártel de origen militar, que además de su expansión hacia Centroamérica, en años recientes ha cruzado el Río Bravo y ha desplegado su violencia en Texas.

Incursiones en EU

Apenas el 23 de noviembre pasado un grupo de Zetas se enfrentó con elementos de la agencia antidrogas estadunidense (DEA) en el condado de Harris, en la zona conurbada de Houston. Se trató de una frustrada operación encubierta para capturar a integrantes de ese grupo criminal.
La agencia quería detener in fraganti a la supuesta célula del cártel e infiltró a un agente que haciéndose pasar por trailero recibiría un cargamento de más de 130 kilos de mariguana. Cuando llegó al lugar de la entrega, tres camionetas suburban emboscaron y mataron al policía.
En lo que los medios locales calificaron como una emboscada “al estilo mexicano”, los narcotraficantes se enfrentaron con agentes de la DEA que llegaron al lugar. En la refriega también resultó herido un agente.
Poco antes, el 8 de noviembre, 15 hombres armados que huían de una confrontación con el Ejército que, según testigos citados por la prensa estadunidense, incluso utilizó helicópteros artillados, se refugiaron en territorio de Estados Unidos en un rancho ubicado cerca de la población Escobares, en Texas, justo en el cruce de la frontera con México, del lado del río Bravo.
La incursión fue reportada a la 1:30 de la tarde por equipos SWAT de la policía estadunidense entrenados en armas y tácticas especiales. Ello provocó la movilización de agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos y de la Oficina del Sheriff del condado rural Starr para asegurar el área. Lograron la detención de una persona herida y advirtieron al gobierno mexicano del regreso a su territorio de otro sujeto.
Robert Bunker, especialista en seguridad nacional de Estados Unidos y en guerra no convencional, de la Universidad Militar de los Estados Unidos, en Virginia, calificó esa incursión como “una amenaza enteramente diferente” a las ocurridas hasta ahora. En un análisis que publicó en el sitio de internet Small Wars Journal dijo que esos “soldados” del cártel /banda serán más proactivos en sus acciones y no reactivos como la mayoría de los delincuentes.
Aseguró que las unidades SWAT se encuentran en desventaja frente a esos “soldados” que con sus armas semiautomáticas y de asalto y la muy alta probabilidad de que usen lanzagranadas y granadas de fragmentación “crean algo parecido a un escenario militar”, que supera la capacidad de respuesta de esas fuerzas policiales.
La presencia de presuntos Zetas en Texas se suma a las bajas que ha sufrido el gobierno estadunidense en su confrontación con los cárteles mexicanos. En febrero de 2011, una célula de esa organización liderada por Julián Zapata Espinosa, El Piolín, asesinó a Jaime Zapata, agente de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en ingles) y dejó herido a su compañero en un ataque ocurrido en San Luis Potosí.
El jueves 22 el gobierno de México extraditó a Estados Unidos a El Piolín para que sea juzgado en aquel país por su presunta responsabilidad en la agresión contra los agentes estadunidenses.
El gobierno de Estados Unidos busca evitar más bajas en su propio territorio. Cinco días después de la reunión en la base militar de Matamoros, el Departamento de Defensa (Pentágono) y el Departamento de Seguridad Interna anunciaron que en los próximos meses pasarán de operaciones en terreno a la vigilancia por medio de aviones y helicópteros en la frontera sureste con México, limítrofe con Tamaulipas.
La CBP es la agencia encargada de la defensa de esa parte de la frontera de Estados Unidos con México, pero desde 2010 el Pentágono, a través de la Guardia Nacional, se sumó a la vigilancia de esa zona.
Por orden del presidente Obama fueron desplazados mil 200 elementos de la Guardia Nacional. Con el nuevo método de vigilancia sólo habrá 300, aunque se prevé su retiro total para diciembre de 2012. A partir de enero, la Patrulla Fronteriza comenzará a aplicar una plataforma aérea que le proveerá de inteligencia, vigilancia, reconocimiento y movilidad en la frontera. El gobierno estadunidense prevé tener completamente en marcha el nuevo sistema hacia marzo próximo.
A su vez, la Guardia Nacional sobrevolará la frontera con Tamaulipas con helicópteros OH-58 y UH-72 con un radio de detección de seis y 12 millas náuticas, respectivamente. Además, sus elementos volarán en aeronaves RC-26 de detección y monitoreo con capacidad de 12 millas náuticas.
De esta manera el gobierno de Obama espera responder más rápido a las crecientes acciones de violencia que le llegan desde México.

Cuarteles móviles

Por lo que corresponde al gobierno mexicano, el jueves 8 Felipe Calderón inauguró en Ciudad Mier, Tamaulipas, las instalaciones del 105 Batallón de Infantería, el primer cuartel militar “móvil” del Ejército mexicano.
Ubicada a 190 kilómetros de Matamoros, Mier representó hasta el año pasado una línea divisoria entre el cártel del Golfo (CDG) y sus antiguos aliados de Los Zetas, organización formada en la década de los noventa para actuar como brazo armado del grupo encabezado por Osiel Cárdenas Guillén.
A mediados del año pasado, la mayoría de los 6 mil 300 habitantes de Mier abandonaron la ciudad y se mudaron a municipios vecinos y a Estados Unidos obligados por la confrontación entre ambas organizaciones delictivas. Se trató del primer gran desplazamiento interno en México forzado por la delincuencia organizada.
De acuerdo con investigadores del fenómeno del narcotráfico en Tamaulipas, quienes hablaron a condición de permanecer en el anonimato, Los Zetas han ido perdiendo posiciones en la entidad y en la actualidad se disputan la capital del estado –Ciudad Victoria– y Nuevo Laredo, con el CDG, ahora asociado al cártel de Sinaloa.
El establecimiento del cuartel militar en la llamada frontera chica entre México y Estados Unidos pretende acelerar el retorno de la población que comenzó a regresar tras la llegada del Ejército a mediados de 2011.
La instalación castrense está ubicada en las afueras de Mier en una zona de 40 hectáreas; tiene capacidad para 600 efectivos y se puede desplazar a otras áreas del estado.
De acuerdo con Bunker, el cuartel “móvil” es un nuevo “componente estratégico” del gobierno mexicano contra las “insurgencias criminales”, además de ser un prototipo de ciudad fortificada que se podría aplicar en Tamaulipas, entidad dominada por la confrontación entre Los Zetas y el CDG.
En un análisis publicado este mes el especialista asegura que el gobierno mexicano intenta crear islas de autoridad federal y estabilidad en la entidad para recuperar las zonas que se han perdido a manos de esos grupos delincuenciales.
Explica que los elementos del Ejército destacados en Mier patrullarán la zona y actuarán como fuerza de despliegue rápido en apoyo de una nueva fuerza policial que se creará junto con la llegada de los soldados y se establecerá cerca de las comunidades que se quieren recuperar.
Después de Mier, el modelo de ciudades fortificadas con un cuartel militar móvil se extenderá a San Fernando, donde 72 migrantes –la mayoría centroamericanos– fueron masacrados por Los Zetas en agosto de 2010. Una tercera base de ese tipo se construye en Ciudad Mante, otra ciudad dominada por el narcotráfico.
“En esencia, las ciudades fortificadas (ciudades militares) están siendo establecidas como forma de recolonizar (y estabilizar las poblaciones existentes) en una región de México perdida de facto por el control que sobre ella ejercen insurgentes criminales”, dice el experto que ha sido consultor tanto para agencias militares como de justicia de Estados Unidos.
Historiador, antropólogo y doctor en ciencia política, Bunker compara esa medida del gobierno mexicano con lo ocurrido al final del Imperio Romano y del oscurantismo en Europa, sobre todo a la luz de la multitud de atrocidades cometidas (torturas, mutilaciones y decapitaciones).
Por otra parte, sin confirmar ni negar la presencia de soldados armados de Estados Unidos en el estado de Tamaulipas, el teniente coronel Robert Ditchey, uno de los voceros del Pentágono, dice a Proceso que “las fuerzas armadas de los dos países con mucha frecuencia” llevan a cabo operaciones específicas contra grupos criminales.
“Son operaciones enfocadas a combatir a grupos criminales en la frontera común, e integran actos de colaboración entre las fuerzas armadas de México y de Estados Unidos”, subraya.
Cuestionado sobre cuántos operativos militares a nivel bilateral se han realizado y en qué lugares, Ditchey se limita a responder que esta información debe ser proporcionada por el gobierno de México.

miércoles, noviembre 09, 2011

El Chapo Guzman es empleado de Washington

Los Zetas, Los Matazetas, El cártel de Sinaloa, Gente Nueva, La Mano con Ojos, El Cártel del Milenio, etc. todos son frentes de la DEA para garantizar la entrada de Cocaina a los Estados Unidos controlado por la CIA y para desestabilizar e invadir a México en un futuro cercano...

http://youtu.be/qYNYklAC5dY

lunes, octubre 31, 2011

El enemigo en casa


Así como Vicente Fox heredó a Felipe Calderón un aparato estatal debilitado y carcomido por la corrupción y el crimen organizado, Calderón heredará a su sucesor instituciones públicas infiltradas e intervenidas por el gobierno estadunidense. El próximo Presidente se enfrentará a una doble tarea de limpieza: expulsar simultáneamente a los narcotraficantes y a los intereses extranjeros.

Calderón suele representar la situación en que encontraba el gobierno como una en que los criminales no solamente entraban a robar a la casa, sino ya pernoctaban en ella y desde allí operaban su negocio y cometían todo tipo de fechorías. Aun así, el actual Presidente prefirió la salida fácil de atacar mediáticamente a algunos de sus adversarios en la calle, en lugar de declarar una verdadera guerra contra el enemigo en casa. Esta estrategia ciega, torpe y criminal ha sido auspiciada y apoyada de principio a fin por el gobierno de Estados Unidos.

En lugar de insistir en una verdadera limpieza interna, los gobiernos de George W. Bush y Barack Obama accedieron a la petición de Calderón de hacerse de la vista gorda con respecto a la corrupción y la constante violación de los derechos humanos. Esto a cambio de que Calderón les abriera la puerta para participar y dirigir los operativos antinarco en el territorio nacional. La apertura en otros ámbitos, como el económico y el energético, también se incluyó como regalo adicional a cambio de los espejitos del silencio y la complicidad estadunidenses ante el grave estado de la administración pública federal.

Si bien este trueque ha beneficiado a corto plazo a Calderón en su desesperada búsqueda de legitimidad y reconocimiento externos, a largo plazo tendrá efectos sumamente graves para todos los mexicanos. El constante debilitamiento de las instituciones estatales ha sido aprovechado gustosamente por los estadunidenses para aumentar cada día su intervención en los asuntos internos del país. Así como los gobiernos neoliberales abandonaron Petróleos Mexicanos, Luz y Fuerza del Centro y Mexicana de Aviación con el fin de provocar su quiebra y así justificar su intervención, hoy Calderón sigue el mismo guión con respecto a las instituciones de seguridad pública.

En su artículo del pasado 24 de octubre, Ginger Thompson, de The New York Times, nos regala otra joya periodística al revelar la existencia de una red de informantes secretos del gobierno estadunidense dentro del territorio nacional, que incluye “integrantes de las corporaciones de seguridad pública, políticos con cargos de elección popular y operadores de cárteles” (artículo disponible aquí: http://nyti.ms/rRXKbW). Recordemos que fue la misma Thompson quien en meses recientes dio a conocer tanto los vuelos de aviones espías no tripulados sobre México (http://nyti.ms/g4y4xP) como la existencia de centros de fusión de inteligencia similares a los utilizados por EU en Irak y Afganistán (http://nyti.ms/pcDBPy).

En esta ocasión el mensaje es aún más preocupante, porque los informantes de la periodista afirman que el gobierno mexicano ni siquiera está enterado de la existencia de esta red secreta. No se informa a las autoridades mexicanas para evitar problemas con las “leyes que prohíben que fuerzas de seguridad americanas [sic] operen en territorio mexicano”. Es decir, funcionarios estadunidenses confiesan que violan de manera sistemática y flagrante nuestras leyes al participar en acciones de procuración de justicia y espionaje en el país.

Pero, más allá de conducir investigaciones ilegales en territorio nacional, queda claro que los agentes estadunidenses también participan de manera directa tanto en actos de corrupción de funcionarios gubernamentales como de complicidad con el crimen organizado. Aquellos políticos y policías que participan en esta red de informantes y reciben alguna remuneración por sus servicios, no solamente serían corruptos, sino también traidores a la patria. Asimismo, aquellos agentes estadunidenses que contratan y establecen relaciones de confianza con informantes de la delincuencia organizada a espaldas del gobierno mexicano están siendo cómplices de la comisión de los delitos cometidos por sus contactos.

Ahora bien, en lugar de ordenar inmediatamente una investigación sobre la posible comisión de delitos por agentes extranjeros, el gobierno mexicano ha afirmado que, supuestamente, está perfectamente informado sobre estas acciones y que todas se llevan a cabo estrictamente de acuerdo con la normatividad nacional. Tales declaraciones son tan poco creíbles como aquellas de la canciller Espinosa sobre los aviones espías, en las que afirmaba que el gobierno mexicano mantenía el control directo sobre todos los vuelos. Con este tipo de desinformación el Poder Ejecutivo federal encubre los actos delictivos cometidos por los agentes extranjeros en el territorio nacional.

No sorprende que el gobierno de Estados Unidos defienda sus intereses y busque operar libremente en el país, así como incidir directamente en las acciones del gobierno mexicano. Lo que sí llama la atención es la complicidad del gobierno de Calderón, así como su total desapego de los principios básicos de soberanía y autodeterminación de los pueblos.

Twitter: @JohnMAckerman

domingo, octubre 23, 2011

México: Como Cárdenas, nadie escapa de la supervisión de la embajada yanqui. ¿Podrá AMLO?

Cárdenas rompió con el PRI neoliberal de Salinas pero no con el PRI nacionalista que heredó de su padre.

1. Hoy, gracias a WikiLeaks y a su fundador Julian Assange, quien obtuvo cables clasificados del gobierno de Estados Unidos (EU) redactados en diferentes partes del mundo, se puede afirmar que el complot contra Andres Manuel López Obrador, en 2005-06 sí existió. Todos sus protagonistas desfilaron ante diplomáticos de la Embajada de Estados Unidos en México y del Vaticano para conspirar contra quien en ese momento encabezaba las preferencias electorales para ganar la Presidencia. Se encontraron a tres personajes: El primero es Arturo Sánchez Gutiérrez, consejero federal del Instituto Federal Electoral (IFE) de 2003 a 2010; El segundo es José Sidaoui, subgobernador del Banco de México de 2006 a la fecha, quien por ser servidor público tenía prohibido hacer proselitismo usando su cargo y el tercero, y el más inesperado es Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, líder moral del PRD y ex jefe de Gobierno del DF y demás.

2. No fueron los jefes del complot contra AMLO, pero sí figuras claves que sirvieron muy bien a la embajada yanqui para sus fines. Ya es archisabido –además por propia confesión- que los jefes del complot fueron: a) Salinas, el maquiavélico; b) Cevallos, el despótico y c) Fox, el chachalaco; sin embargo éstos, que construyeron el Plan, se aliaron al clero y a la embajada, así como a cientos de personas para instrumentarlo. Cárdenas no tiene cara de policía ni de chismoso sino de un político frustrado que –después de tres intentos y la búsqueda de la cuarto oportunidad- no pudo obtener la presidencia de la República. Además la CIA, como centro internacional de inteligencia sabe perfectamente dónde cojea cada quien, cuán es su parte débil. Conoce bien el dicho de que “con dinero hasta el perro baila”, pero hay quienes bailan cuando les ofrecen “prestigio”, “subsidios para publicaciones”, “becas” y otras cosas con que se compra y corrompe fácilmente.

3. Las embajadas yanquis en el mundo –y en México está absolutamente demostrado- no son otra cosa que centros de espionaje. Desde ellas se coordinan a todas las agencias yanquis del Departamento de Estado de los EEUU (CIA, FBI, DEA, etcétera) para informar con detalle de todo lo que sucede en cada país. No son 10 agentes, sino 10 mil agentes repartidos en instituciones de todo el territorio nacional. Estos mismos agentes construyen redes con personas de cada país con el fin de lograr un conocimiento que va más allá, que no tienen los gobiernos interiores de cada país. En la embajada yanqui –o directamente en el Departamento de Estado- sí saben con detalle de todos los movimientos políticos, de las protestas en cada entidad y, sobre todo, de las revueltas y revoluciones que pueden estallar. ¿O algún tontito cree que en los golpes al narcotráfico y contra las luchas sociales, no han sido los EEUU quienes han dado las pistas para la captura?

4. Cárdenas o cualquier político, empresario o líder sindical o social importante no escapa de la supervisión de los agentes de la embajada. Poseen gruesos expedientes para tenerlos muy bien checados, no por agentes yanquis, sino por agentes mexicanos de la red. Los presidentes de la República, sus secretarios de Estado, el ejército, la marina, la aviación, la policía, rinden pleitesía al embajador yanqui en turno porque conocen su enorme poder. Los mexicanos no pueden borrase de la mente el año de 1913 cuando en los sótanos de la embajada de los EEUU, presentes todos los golpistas que luego serían las más altas autoridades del país y presididos por el embajador Henry Lane Wilson, se organizó el golpe de Estado contra el presidente Madero y su asesinato posterior. Ha sido lo más conocidos de otras muchas intervenciones yanquis en el país. Así que el pobre Cárdenas, dolido porque fue desplazado por AMLO, tuvo que actuar como lo hizo.

5. Pero la bronca no debe ser personal contra Cárdenas sino contra su posición política de un limitado nacionalismo (México, México) sólo efectivo para los fanáticos de fútbol y para los guadalupanos; en un momento en que el imperio de EEUU invade países con sus aviones y misiles mientras los capitales internacionales (sin nación) dominan el mundo con sus negocios. La oposición de Cárdenas y sus fieles seguidores a la política lópezobradorista ha sido siempre evidente y hasta pública. Cárdenas rompió con el PRI neoliberal de Salinas pero no con el PRI nacionalista que heredó de su padre. Sus ideas se identifican con “los chuchos” del PRD y seguramente también con sus métodos de hacer política. López Obrador lo conoce bien, pero como “hijo político” se siente agradecido; pero AMLO tendrá que ser muy claro en diferenciar sus posiciones políticas si no quiere ser confundido. Lo hecho por Cárdenas contribuirá a dividir más al PRD entre AMLO y “los chuchos”.

6. Ningún país capitalista del mundo (con excepción de los muy jodidos de África, Asia y América Latina) podrá ser nacionalista. Después de la segunda guerra, de la ONU, de los organismos mundiales y sus programas, es decir desde hace 60 años, se acabaron los mercados y los capitales nacionales, todo opera de manera internacional o trasnacional. El “nacionalismo” de hoy es sólo para favorecer capitales internacionales que circulan en la nación, no para beneficio de un mercado interno o de la población. Por eso las batallas tienen que ser internacionales, contra los 20, siete y los mismos EEUU que imponen sus intereses en el mundo. Por eso Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua –por no decir la URSS, China y el bloque de Europa del Este- jamás pudieron construir socialismo alguno y sólo se quedaron con la voluntad. Así que con himno, bandera y escudo, así como con los patriotas, debe hacerse un chorlito para meterlo en el baúl de los recuerdos.

7. López Obrador ha buscado la unidad, hasta con quienes lo critican desde la izquierda; eso es muy bueno. Sin embargo es muy importante que así como su libro: “La mafia que se adueñó de México…” y el programa de Morena, siga definiendo ideológicamente los que ve en el país y en el mundo con el fin de diferenciarse del oportunismo y de las tonterías de los candidatos del PRI, PAN, PRD. El sabe que el mal del país se inició hace muchas décadas, empeoró a partir de 1982 y se profundizó con los dos gobiernos del PAN; sabe que el problema de la dependencia económica de México viene de por lo menos desde el Porfiriato. Eso muchos lo saben pero las amplias masas no, por eso tiene que explicado con detalle. ¿Creen acaso que los panistas proempresariales y los prístas que han dominado casi ochenta años, pueden explicarlo sin morderse la lengua? López Obrador sí lo puede hacer. Esperemos.

domingo, octubre 16, 2011

Las MENTIRAS del IMPERIO....

*Holder: fue desactivado; el embajador saudiárabe, el blanco

Ligan en EU a cártel mexicano en "complot iraní"

*El sicario era informante de la DEA, revela el fiscal estadunidense

David Brooks, corresponsal, y Patricia Muñoz Ríos

Eric Holder, procurador general de Estados Unidos, acompañado de Robert Mueller, director de la FBI, da pormenores del plan iraní para matar al embajador saudita.

Aristegui - Frustran Ataque Terrorista Contra Embajador Saudita (Anabel Hernandez)

http://youtu.be/gM7IxUSBDcc


http://youtu.be/Fj52rHqmF50

"Atentado" Frustrado Contra Embajador De Arabia Saudi 13-10-11 NOTICIAS MVS

http://youtu.be/Z6RulbjI8So


http://youtu.be/ZqHTPBg8GS4


http://youtu.be/8M_2KzzfDHw

jueves, octubre 13, 2011

99% vs. 1%


99% vs. 1% -- The Latest on Occupy Wall St. Movement: 853 Cities Across the World Shoring Up for the Long Haul.
It's Day 21 of Occupy Wall St. (#OWS), a movement that has inspired Americans all over the country to fight Wall St.'s assault on their political and economic rights. Wednesday, in the biggest action yet, over 20,000 people marched in Lower .

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Naomi Klein: How We Can Take on Corporate Power and Expand the Environmental Movement.
On the eve of their annual celebration, Rainforest Action Network leader Rebecca Tarbotton talks with Naomi Klein about how to take on multinational giants and win.


How the FBI's Network of Informants Actually Created Most of the Terrorist Plots "Foiled" in the US Since 9/11.
The FBI has built a massive network of spies to prevent another domestic attack. But are they busting terrorist plots—or leading them?


Of 400 Richest Americans, Only 8 Say They're Willing to Pay More Taxes
The 400 wealthiest people in America were asked if they'd be willing to pay more taxes. How many said they would pay more taxes? That's right: 2 percent .


When Warren Buffett called on the U.S. government in August to “stop coddling the super-rich,” he pointed out that he pays less of of his income in taxes than his secretary does. He said the rich should pay higher taxes for the sake of “shared sacrifice,” and suggested that most of his wealthy friends “wouldn’t mind being told to pay more.”

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Bank of America, Citigroup, Morgan Stanley Could Be Headed Toward Collapse -- Will Obama Have the Guts to Do the Right Thing This Time?
If events turn critical again and we face a repeat risk of the seizing up of financial markets as in the fall of 2008, the president will need to make a fateful decision.


Over the past few weeks, President Obama has at last "pivoted," in the widely used term, from emphasizing deficit reduction to focusing on jobs and taxation of millionaires. Spontaneous protest has done what the organized left failed to do; it has made Wall Street the appropriate target of diffuse economic frustrations. The labor movement has added its weight and institutional skills to these protests, and even President Obama has had some kind words for them.

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México, paraíso de trasnacionales del soborno

La administración federal favorece a empresas multinacionales a las que el Departamento de Justicia de Estados Unidos sancionó por prácticas corruptas, particularmente cohechos, mediante contratos de Pemex, la Comisión Federal de Electricidad, la Secretaría de Marina y Pronósticos Deportivos, entre otras.

En el banquillo de los acusados, ante las autoridades del Departamento de Justicia de Estados Unidos, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) y de la Comisión de Valores, decenas de altos ejecutivos de renombradas compañías trasnacionales se han declarado culpables de prácticas licenciosas para obtener millonarios contratos de servicios y obra pública; evadir impuestos o trámites aduanales; leyes a modo o cualquier privilegio para sus negocios; por haber regalado inmuebles, automóviles, yates, viajes; entregar fajos, bolsas y hasta vehículos repletos de dinero en efectivo; consentir a funcionarios públicos con sus tarjetas de crédito, guardaropa, lunas de miel; y por “entretenimiento inapropiado”.
El pago de sobornos se realiza por diversas vías, desde la convencional entrega directa de manojos de dinero en efectivo, la triangulación de capital a cuentas bancarias en el extranjero hasta estrategias más elaboradas como la creación ex profeso de compañías puente que facturan éstos como si fuesen “consultorías”, “asesorías” o “gastos de operación”. O también la creación de fideicomisos o supuestos fondos o cajas de ahorro.
Más allá de la implicación moral de las pericias corruptoras, generalmente los montos que las compañías pagan en sobornos los costean con sobreprecios en sus contrataciones gubernamentales, de manera que, al final, del erario salen los pagos ilegales.
En tal condición, el gobierno de Estados Unidos ha obtenido confesiones de éstas prácticas de compañías como Pride, Noble, ABB Group, Siemens, Eni, SPA, Kellogg Brown & Root, General Electric, Goldman Sachs Group, entre otras. A todas se les impuso multas millonarias e intereses que ingresaron a las arcas públicas de ese país.
En contraste, la administración de Calderón continuó transfiriendo millones de pesos del erario a dichas compañías, vía contratos gubernamentales, a pesar de que algunas confesaron que sus prácticas disolutas tuvieron como epicentro a México.
Las indagatorias
Las investigaciones sobre la corrupción que realiza el Departamento de Justicia de Estados Unidos invocan al Acta sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero, que prohíbe a las compañías estadunidenses ofrecer pagarles a los funcionarios de los gobiernos extranjeros o empleados de las compañías estatales, con la finalidad de obtener una ventaja competitiva; otorgarles regalos, viajes, comisiones o cualquier oferta en efectivo o también no monetaria.
Todas las empresas estadunidenses, incluso las extranjeras que cotizan en el mercado de valores de ese país, están obligadas a cumplir con los mandatos del Acta así como otras leyes antisoborno como la Ley Sarbanes-Oxley, en cualquier punto del mundo donde operen.
Después del escándalo del gigante energético Enron, que puso al descubierto las fraudulentas prácticas contables de la trasnacional para maquillar un capital que la colocaba como la número siete de Estados Unidos, apoyada en la estafa por su empresa auditora –el renombrado despacho Arthur Andersen–, el Departamento de Justicia abrió investigaciones a 120 empresas, muchas de las cuales todavía continúan en integración. Pero los resultados de las indagatorias hasta hoy concluidas son alarmantes: consorcios que oficialmente promueven códigos de ética, y que se dicen socialmente responsables, están envueltos en burdas prácticas de soborno hasta en los países más pobres.
Cuando las autoridades estadunidenses anunciaron las investigaciones, algunas empresas llamaron voluntariamente a este Departamento para confesar sus “pecados”. Detrás de esto había una intensión clara de obtener indulgencia y “negociar” sus penas, ello ante la advertencia pública que hizo el jefe del Departamento de Justicia asignado a la coordinación de las investigaciones, Mark Mendelsohn, en el sentido de que “si los llamamos antes de que nos llamen, no querrían estar en ese lugar”.
Así, corporaciones que promueven un prestigio e imagen corporativa revelaron insólitas tretas contables para ocultar sus ilegales pagos. Otras, que estaban bajo investigación, sus directivos tuvieron la audacia de pretender maquillar sus informes para engañar a la Comisión de Valores y al FBI.

Soborno nigeriano, privilegios mexicanos

Una de las indagatorias que la Comisión de Valores considera entre las más relevantes, se refiere a los cohechos de compañías del sector energético que operan tanto en el mercado mexicano como en el nigeriano. El parámetro a nivel mundial es que en ese sector los dos países con más altos niveles de corrupción son México y Nigeria, donde los corporativos –que en otras regiones se desempeñan con legalidad– ven en el soborno como la vía para obtener contratos gubernamentales altamente rentables y ganancias rápidas.
El Departamento de Justicia abrió una investigación en contra del consorcio Technip –con sede en París– dedicado a la ingeniería, construcción y servicios; de la empresa italiana Eni y su filial holandesa Snamprogetti; y la estadunidense Kellogg Brown & Root, entonces subsidiaria de la corporación Halliburton.
Todas estas compañías se asociaron para trabajar en Nigeria bajo la sigla TSKJ, y obtuvieron, en menos de una década, contratos de la Nigeria LNG Limited –empresa con participación accionaria mayoritaria del gobierno– por 6 mil millones de dólares, bajo una estrategia infalible: sistemáticos sobornos a funcionarios públicos. La indagatoria detalla que éstos se pagaron entre 1995 y 2004 para obtener los contratos para la construcción de instalaciones para la producción de gas natural licuado por miles de millones de dólares.
El director de la División de Vigilancia y Ejecución de la Comisión de Valores, Robert Khuzami, señala en el informe del caso que “el soborno era una práctica tan aceptada que la empresa conjunta tenía un eufemísticamente denominado ‘Comité Cultural’, en el que los cohechos abiertamente se discutían, aprobaban y conmemoraban”.
Desde que se asociaron los ejecutivos de las trasnacionales crearon el llamado “Comité Cultural”, en éste los más altos ejecutivos de ventas de cada empresa definían los planes y montos de los sobornos. Constituyeron una compañía fantasma controlada por un abogado de Inglaterra y una empresa comercial japonesa, con las cuales firmaron contratos falsos por 180 millones de dólares que cada trasnacional registró contablemente como “consultoría” y “servicios con subcontratistas”. Enviaban también dinero a cuentas bancarias en Suiza y de allí se triangulaban a las de cada funcionario destinatario de los “pagos”, con quienes previamente habían pactado el monto durante comidas realizadas en Londres.
El consorcio francés comenzó a cotizar en la Bolsa de Valores de Nueva York desde 2001, “cuando Technip se convirtió en un emisor, tenía la obligación de cumplir con el Acta sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero. En cambio, continuó con su descarado plan de hacer pagos de soborno”, indica en el informe Antonia Chion, codirectora de la División de Vigilancia y Ejecución de la Comisión de Valores.

Contacto en México
Entre 2004 y 2007, se crearon en México dos subsidiarias que ingresaron al padrón de proveedores del gobierno federal, junto con su casa matriz y otras cuatro de sus filiales domiciliadas en el extranjero: Technip France; Technip Italy SpA; Technip KTI SpA; Technip USA Corporation; Technip de México, S de RL de CV; Technip Servicios de México, SC; y Technipleres, SA de CV, todas contratistas del gobierno mexicano.
En 2010, cuando la Comisión de Valores hacía pública la multa millonaria que impuso a Technip y sus socios, 1 mil 200 millones de dólares, considerado el monto más alto por violaciones a la Acta sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero, en México, el gobierno a través de Petróleos Mexicanos (Pemex), le adjudicaba a la compañía un lucrativo contrato por 605 millones de pesos para la construcción de una unidad recuperadora de azufre en la Refinería de Salamanca (número CO-RSAL-013/10); la ingeniería para el proyecto de la plataforma PB-KU-H, por 38 millones de pesos (contrato 412423817); y la asistencia técnica para trabajos de ingeniería en la misma plataforma, por 6 millones de pesos, entre otros.
Respecto a las relaciones del gobierno con la empresa italiana Eni, en medio de la investigación oficial que ésta enfrentaba por múltiples violaciones al Acta sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero, la subsidiaria Pemex Exploración y Producción firmó con esa empresa un convenio para un Programa de Capacitación en perforación en aguas profundas y de diseño de pozos de aguas profundas, registra en uno de sus informes correspondiente a 2008 la paraestatal.
Sobre el papel de esa empresa en el llamado “plan de soborno nigeriano”, la Comisión de Valores indica que para pagar sus cohechos, Eni operaba cuentas en bancos suizos, maletines y “carretadas” de dinero en efectivo. Y es que como algunos de los sobornos en efectivo eran en nairas –la moneda de Nigeria–, el volumen era tan abultado que se requería de un automóvil para transpórtalo. Los sobornos que la empresa italiana pagaba tenían también como destinatario un partido político nigeriano.
Respecto a Kellogg Brown & Root, tanto esa compañía como su casa matriz, Halliburton, eran antes y después de los cohechos beneficiarias de millonarios contratos con Pemex. Sus relaciones comerciales con la paraestatal también estaban envueltas en polémicas, como la que generó la asignación que entre 1997 y 1998 Petróleos le hizo para que Kellogg Brown & Root instalara sistemas de procesamiento de gas e inyección en Cantarell. Los equipos debían estar operando desde 2000, pero ésta entregó la obra hasta 2004. Ante tal atraso, Pemex rescindió el contrato, y en respuesta, la trasnacional llevó al gobierno mexicano a juicio ante la Corte Internacional de Comercio de París, demandándole 807 millones de dólares. Apenas en agosto pasado se declaró la nulidad del laudo, pero quizá la compañía apele la decisión.
Pese a la disputa en la que el Estado ha invertido cuantiosos recursos en defensa, y aún después del escándalo en que el consorcio se vio envuelto por los sobornos nigerianos –en los cuales la agencia anticorrupción de Nigeria implicó hasta al exvicepresidente Dick Cheney, como directivo de Halliburton y Kellogg Brown & Root–, el gobierno mexicano mantiene a este último con contrataciones en la principal empresa del Estado, como la número 4500285709, que le fijó la Refinería de Tula por asignación directa, para “servicios técnicos” –durante cinco días–, por 144 mil 213 pesos.
También que el 30 de diciembre de 2009 signó con la Refinería de Salina Cruz, por 327 mil 313 pesos, para hacer algunos arreglos a una de sus plantas de compresión (número 4500310834). En 2010 la misma gerencia le encargó otra reparación, bajo el contrato 4500353869, por 4 millones 380 mil 238 pesos.
Halliburton –que fue la casa matriz de Kellogg Brown & Root hasta 2007– es desde hace varias décadas una de las principales beneficiarias de las contrataciones de Pemex. En los años inmediatos a la indagatoria de la Comisión de Valores, facturó por más de 2 mil millones de pesos, de acuerdo con el sistema Compranet.

El caso Siemens

En diciembre de 2008, el Departamento de Justicia hizo pública la declaración de altos ejecutivos del gigante alemán Siemens AG, de una prolongada práctica de sobornos como táctica para llevar a sus arcas ganancias multimillonarias, en muchos de los países donde opera, en su mayoría de contrataciones gubernamentales.
De acuerdo con el expediente judicial, durante casi una década, desde 1998 hasta 2007, Siemens realizó pagos ilegales por 1 mil 360 millones de dólares a través de diversos mecanismos. De esa suma, 554 millones 500 mil dólares se pagaron para fines desconocidos; 341 millones de dólares para consultores empresariales; y los otros 805 millones 500 mil dólares fueron perfectamente identificados como cohechos a funcionarios gubernamentales extranjeros –mexicanos incluidos– a quienes se les entregaron a través de fondos y cajas ilegales.
Por el monto de sus sobornos y la ramificación geográfica donde se pagaron –que prácticamente abarca todas las regiones del mundo– el de Siemens fue considerado por la Comisión de Valores como un caso sin precedentes.

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sábado, octubre 01, 2011

11 de septiembre: la “estrategia de la tensión”

El ataque del 11 de septiembre 2001 fue la prolongación de una doctrina conocida como “estrategia de la tensión”. El atentado ofreció el pretexto necesario para instalar un sistema de vigilancia internacional del individuo y favoreció la nueva proliferación de las guerras imperiales. La conmemoración del décimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre ha sido utilizada por los patrocinadores de dichos ataques para aparecer como víctimas.

Washington, Estados Unidos. Después de usar durante años la fascista “estrategia de la tensión” en Europa Occidental, Oriente Medio, África y América Latina, los neoconservadores que dirigían la administración de George W Bush la víspera del 11 de septiembre de 2001 estaban seguros de que el último acto planeado para destruir los edificios del World Trade Center de Nueva York, bombardear el Pentágono, además de destruir un objetivo aún desconocido con el vuelo United Flight 93 –avión que fue derribado por cazas interceptores de la Fuerza Aérea de Estados Unidos sobre Pennsylvania– traería consigo el cambio previsto.
Lo que provocó la conspiración neoconservadora –a través de sus medios de propaganda como el canal de televisión Fox News y el diario The Washington Post después de su esperado “Nuevo Pearl Harbor”– fue lo que llaman en ingles new normal, o nuevo estatus normal de Estados Unidos, la imposición de facto de una dictadura secreta y fascista de “choque de civilizaciones”, el enfrentamiento final entre el islam y el judeocristianismo. Se trata del “Armagedón” geo-socio-político ansiado por filósofos neofascistas, como los profesores Samuel Huntington y Bernard Lewis, que constituiría la batalla final que atestiguaría la caída de los gobiernos y regímenes islámicos desde Marruecos hasta Indonesia y el triunfo de la “civilización occidental”. En realidad, éste es un código para designar los dos pilares gemelos que son el militarismo y el sionismo apoyados por el capitalismo.
La “estrategia de la tensión”, utilizada por las redes secretas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en Europa desde la década de 1960 hasta el presente, es definida por el profesor suizo de historia contemporánea Daniele Ganser como el método mediante el cual “las potencias mundiales dividen, manipulan y controlan la opinión pública a través del miedo, la propaganda, la desinformación, la guerra sicológica, con agentes provocadores y operaciones terroristas encubiertas”, para conseguir sus objetivos finales.
Los ataques encubiertos del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Virginia lograron preparar la escena para llevar a cabo los planes de “demonización”, guerra sin fusiles y una campaña mediática que, 10 años después, son definidos por los medios corporativos como sucesos que “cambiaron el mundo”.
Incluso la fecha, 11 de septiembre, fue escogida como elemento de guerra sicológica: el 911 es el número de emergencia que se utiliza en Estados Unidos para pedir ayuda de las fuerzas del orden y otras instancias que brindan servicios de emergencia.
El telescreen (en la novela) de George Orwell, que es el medio por el cual el Gran Hermano consigue mantener el control de la opinión pública al exagerar amenazas no existentes contra la seguridad ciudadana, se convirtió en una realidad minutos después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 cuando los canales informativos, que parecían todos estar preprogramados para el suceso de terror, comenzaron a inculcar el miedo en las mentes de los estadunidenses y de los pobladores del mundo.
Meses después de los acontecimientos, cualquier persona que cuestionara la versión oficial era calificado como un “teórico conspirador” desleal (enfermo conspiracionista paranoico). Sin embargo, existían fehacientemente cientos de elementos –que fueron utilizados y presentados por quienes cuestionaron la versión oficial del 11 de septiembre de 2001– que excluían las explicaciones dudosas del informe de la Comisión oficial y otros documentos del gobierno, inclusive de los del Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos y del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología.
Los canales corporativos de noticias, encabezados por Fox News, crearon increíbles amenazas después del 11 de septiembre de 2001: bombas que podían explotar dentro de animales como las vacas; hombres-ranas que se aproximaban a las costas estadunidenses; integrantes de Al Qaeda que podían atacar centros comerciales en Estados Unidos, y terroristas árabes que se infiltraban en automóvil desde México. Todas estas historias de terror no tenían sentido ni fundamento alguno.
Después de más ataques –mediante el correo postal, con ántrax contra el Congreso y los medios, que conllevó a la aprobación inmediata por los parlamentarios del inconstitucional “Acta Patriótica”; el fallido intento de un terrorista por derribar un avión que volaba de París a Miami, después de otro nigeriano que venía desde Ámsterdam hacia Detroit y que trató de detonar material explosivo dentro de su ropa interior– se condicionó al público para que aceptara cualquier cosa como amenaza potencial a la seguridad.
Pero nada se mencionó sobre el papel de Israel en los ataques con ántrax y en el par de atentados fallidos. Los únicos arrestados por sospecha de haber estado involucrados en los hechos del 11 de septiembre de 2001 fueron cinco empleados de la empresa Urban Moving Systems, en Weehawken, Nueva Jersey. Los agentes de la Oficina Federal de Investigación (FBI, por su sigla en inglés) que visitaron los almacenes de ésta no solamente encontraron materiales para construir explosivos, sino también trazas de ántrax.
Dominic Suter, propietario de la firma, apareció más tarde en una base de datos de contrainteligencia conjunta del FBI y la CIA como agente del Mossad (servicio de inteligencia de Israel). Asimismo, algunos de los israelíes “sospechosos” arrestados también aparecieron en la misma base de datos. Los cinco israelíes arrestados fueron vistos mientras celebraban y filmaban los ataques contra las Torres Gemelas, minutos después del impacto del primer avión, desde un sitio ubicado en el parque Liberty State, del otro lado del río Hudson en la parte baja de Manhattan.
Fue precisamente una compañía israelí de seguridad aérea, la ICTS International, repleta en su administración de exagentes del Mossad y Shin Bet (servicio de seguridad general de Israel), la que coordinó la seguridad en los aeropuertos Charles de Gaulle, de París, y Schipol International, de Ámsterdam, donde Richard Reid, el terrorista que intentó abatir el avión, y Umar Farouk Abdulmutallab, el de la bomba en la ropa interior, trataron de llevar a cabo sus inexpertos atentados contra los vuelos 63 de American Airlines y el 253 de Northwest Airlines, respectivamente.
La ICTS también compartía responsabilidades de seguridad aérea en el aeropuerto internacional de Boston Logan el 11 de septiembre de 2001, donde el vuelo 11 de American Airlines fue supuestamente secuestrado por Mohammed Atta y conducido contra la Torre Norte del World Trade Center.
El concepto de “choque de civilizaciones” fue auspiciado por los neoconservadores pero no incluyó mención alguna por parte de los medios corporativos manipulados (por los sionistas) sobre los múltiples vínculos de Israel con los ataques del 11 de septiembre de 2001. La existencia de 19 secuestradores árabes –16 de ellos sauditas– fue lo que confirma la versión oficial, sin que pudiera existir nada fuera de los límites de esta historia. Incluso, las declaraciones hechas por el actual primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y del actual ministro de defensa de Israel, Ehud Barak, a la televisión de Estados Unidos sobre que el atentado beneficiaba a Israel, fueron ignoradas por los medios. Aquellos que fueron lo suficientemente valientes al señalar los vínculos de este país con el 11 de septiembre de 2001 fueron intimidados y tildados de “antisemitas”.
Algunos medios corporativos que informaron sobre actividades sospechosas de inteligencia israelíes en los meses anteriores al 11 de septiembre de 2001 fueron atacados en internet. Una serie de cuatro capítulos sobre la actividad israelí que lanzó Fox News desapareció de repente del sitio web. Temas similares, como el que sigue más abajo, también se evaporó como si fuera éter: “Quince personas fueron arrestadas en Dallas bajo sospecha de realizar monitoreos de edificios federales. [Fox] 11 News informó que personas que decían ser ‘estudiantes israelíes en artes’ podrían infiltrarse en edificios federales y de defensa, e incluso realizar algún tipo de vigilancia. En Dallas, los autoproclamados aparecieron a principios de este año en los edificios del FBI, de la DEA [agencia antidrogas] y en el edificio federal Earle Cabell, donde los custodios vieron a un estudiante merodeando por los pasillos con un plano del lugar en su poder” (10 de febrero de 2001).
Osama bin Laden, acusado de ser el autor de los ataques del 11 de septiembre de 2001, era un personaje que no estaba en los castings de Hollywood. Éste inicialmente negó estar vinculado con los atentados. En una entrevista publicada el 28 de septiembre de 2001 por el periódico paquistaní Ummar Karachi, Bin Laden expresó: “Ya he dicho que no estoy involucrado en los ataques del 11 de septiembre [de 2001] en Estados Unidos. Como musulmán, hago lo mejor por no decir mentiras. No tenía conocimiento sobre éstos, tampoco considero la muerte de mujeres y niños inocentes y otros seres humanos como un acto razonable”.
Incluso el director del FBI, Robert Mueller, admitió que no contaba con “evidencia firme que vincule a Bin Laden con el 11 de septiembre”.
Fueron pocos los medios de prensa que informaron sobre los históricos vínculos de éste con los servicios de inteligencia de Estados Unidos; relaciones que se mantuvieron hasta después del ataque en 1993 contra el World Trade Center.
De acuerdo con documentos clasificados de la inteligencia francesa, Al Qaeda y Bin Laden estuvieron bajo el control operativo de Estados Unidos y de los “servicios secretos” británicos hasta 1995, dos años completos después del ataque con bomba contra el World Trade Center. En 1996, el Departamento de Estado de Estados Unidos objetaba acusar a Al Qaeda como una organización terrorista.
Las viejas relaciones de Bin Laden con la CIA pudieron haber sellado su destino. Como sucedió con otros que trabajaron para ésta y que después fueron desechados como basura –Manuel Noriega (Panamá), Sadam Husein (Irak) y Muammar Gadafi (Libia)–, Osama bin Laden pudo haber sido utilizado como señuelo por los que perpetraron los ataques del 11 de septiembre de 2001, precisamente los que buscaban culpar a los árabes y musulmanes como parte de sus “importantes esquemas” del Proyecto para un Nuevo Siglo Americano que deseaba un “nuevo Pearl Harbor”; los que ansiaban “el choque de las civilizaciones” entre el judeocristianismo y el islam, y los que buscaban una estrategia de tensiones continuada para lograr sus objetivos. Ésta no terminaría con los ataques a las Torres Gemelas y más, se repetiría en años siguientes en Madrid, Londres, Bali, Beslán, Yakarta, Estambul, Casablanca, Mumbai y Oslo.
Los verdaderos arquitectos del 11 de septiembre de 2001 aún están sueltos y continúan con su campaña de la “estrategia de la tensión”. Muchos de los verdaderos ejecutores han estado reunidos en el sitio conocido como Ground Zero en Nueva York, para honrar pública e hipócritamente a aquellos que murieron en los ataques hace 10 años, pero seguro que celebrarían en privado sus logros y conquistas en esta década transcurrida. Los medios de prensa corporativos y comerciales eternizarán el mito del atentado y esperan que el público continúe aceptando la versión oficial de los hechos.