Mostrando las entradas con la etiqueta Kamel Nacif. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Kamel Nacif. Mostrar todas las entradas

viernes, julio 02, 2010

Ante el tribunal de la opinión

Mario Marín, gobernador de Puebla.

Jesús Cantú

MÉXICO, D.F., 28 de junio.- Como hongos brotan las grabaciones que evidencian la intromisión de las autoridades de los estados en los procesos electorales. Expresa o tácitamente, todos los actores políticos involucrados en las mismas reconocen su autenticidad. En algunos casos, tratan de contextualizar las conversaciones para explicarlas ante la opinión pública; en otros, ni siquiera se toman esa molestia: simplemente se empeñan en desacreditarlas porque fueron obtenidas ilegalmente.

Ninguna de las comunicaciones divulgadas, hasta el momento, revela hechos, prácticas o complicidades previamente desconocidas; sólo confirman los secretos a voces y evidencian la obsolescencia de la legislación en la materia y la inoperancia de las instituciones.

Las grabaciones muestran cómo se desvían recursos públicos para apoyar a candidatos de partidos políticos; algunos “arreglos” que pueden darse entre gobiernos y concesionarios de medios de comunicación para influir en la política editorial de éstos; la sospechosa cercanía y los tratos secretos de los gobernadores en turno con los presidentes de los consejos de los órganos electorales, y el trato preferencial que reciben los representantes de determinados partidos políticos, entre otras cosas. Algunas de ellas violan flagrantemente la ley y hasta la Constitución; otras, más bien pueden considerarse de mal gusto o sospechosas.

Lo cierto es que ni unas ni otras son perseguidas por las autoridades responsables, y la experiencia previa indica que las denuncias debidamente respaldadas ante las autoridades correspondientes terminarán sin sanción alguna o, en el mejor de los casos, en una sanción mínima. Al menos eso fue lo que sucedió hace seis años, precisamente en las tres entidades donde se han divulgado grabaciones: Sinaloa, Veracruz y Oaxaca; en las tres, el PRI retuvo la gubernatura por un mínimo margen, a pesar de que se mostraron públicamente las irregularidades e ilegalidades que afectaron los respectivos procesos electorales, pero según las autoridades las mismas no tenían un respaldo jurídicamente válido o no eran suficientes para alterar el resultado de la elección.

La ley hace prácticamente imposible para los partidos políticos y los particulares allegarse las pruebas jurídicamente válidas para demostrar las ilegalidades, y las autoridades que tienen a su alcance instrumentos para conseguirlas –especialmente tras las reformas constitucionales de 2007– no lo hacen.

Ante la imposibilidad de transitar por la vía legal, la única opción que tiene la oposición es la denuncia pública: la difusión de las grabaciones que exhiben las ilegalidades, con la esperanza de que el tribunal de la opinión pública sí sancione, en las urnas, a los candidatos del partido gobernante y ejerza suficiente presión para atenuar un poco la parcialidad de las autoridades electorales y el cinismo de los gobernantes.

Pero el cinismo de los gobernantes mexicanos es tal que ni siquiera los perturban la difusión generalizada en los medios masivos de comunicación, las condenas en las redes sociales electrónicas o las manifestaciones públicas de desaprobación. Continúan impasibles su tarea.

Sin embargo, la divulgación de las grabaciones no únicamente muestra las prácticas ya comentadas, sino que también desnuda las limitaciones jurídicas de los gobernantes y la arbitraria y discrecional procuración de justicia que se vive en el país.

En el primero de estos casos, ni por asomo aparece alguna autoridad –de cualquier ámbito, ya que, además de la electoral, son varias las legislaciones violadas– que asuma que las grabaciones sí contienen pistas de posibles actos ilícitos y que, por lo mismo, debe iniciar una investigación. Hoy las autoridades se desentienden de los contenidos de las grabaciones con el argumento de que se obtuvieron ilícitamente.

Ninguna autoridad comparte los criterios que algunos ministros expresaron en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación durante septiembre de 2006, al discutir por primera ocasión el proyecto de informe del caso de Lydia Cacho. En esa ocasión, el ministro José de Jesús Gudiño señaló respecto al valor de las grabaciones de los diálogos entre Mario Marín y Kamel Nacif:

“…Hay que distinguir dos cosas: el efecto legal y la consecuencia material. Son dos aspectos distintos; desde el punto de vista legal, no tienen valor probatorio (…), y si no tienen valor probatorio, tampoco de ellas puede desprenderse una presunción, porque el precepto que nos acaba de leer don Juan (Díaz Romero) habla de presunciones que se desprenden de hechos probados; si no le estamos dando valor probatorio a la grabación, no puede de ahí desprenderse una presunción, pero sí tiene efectos materiales. ¿Cuál es el efecto material? Que nos da una pista a investigar, nos pone sobre el camino de la investigación (…), pero no confundamos lo que es el efecto legal, la consecuencia jurídica, de lo que es un resultado material; esa grabación indudablemente no tiene efecto jurídico, pero da una pista, nos pone sobre el camino que debemos investigar para corroborar o no, para llegar a una conclusión en un sentido o en otro, pero como resultado de la investigación, no antes.”

Y continuó: “El señor ministro Cossío ayer ponía un ejemplo muy interesante. Imaginen que hay una grabación donde dos personas se ponen de acuerdo para cometer un delito; quien oiga la grabación dice: bueno, esto yo no lo puedo tocar; entonces no puedo investigar esto porque esta grabación es ilícita. No, no podrá presentarla en juicio, pero sí tiene una pista para investigar qué fue lo que realmente sucedió, y eso es lo que falta justamente en esta investigación”.

Eso también falta en todos estos casos, pues las grabaciones sí aportan pistas; aportan pistas de un delito que está por cometerse, pues se concretará entre estos días y el domingo 4 de julio, pero a nadie se le ocurre investigar, las descalifican y desechan en automático. Se materializa el ejemplo de Cossío. A las autoridades les interesa que el proceso transcurra con los menores sobresaltos, no que se apegue a la legalidad.

En el segundo caso, aunque fue fuera de tiempos electorales y por motivaciones muy distintas, el proceso penal que hoy enfrenta Purificación Carpinteyro, exsubsecretaria de Comunicaciones y Transportes, por divulgar las grabaciones de diálogos privados del entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, y la averiguación previa que le integra la Procuraduría General de la República por presuntamente intervenir las comunicaciones privadas, son una muestra de un trato muy desigual a hechos iguales.

Así, la regla parece clara: la persecución o no del emisor depende de su cercanía e identificación con el responsable de procurar la justicia; todo indica que Miguel Ángel Yunes, César Nava y Enrique Cambranis –candidato a gobernador, líder nacional del blanquiazul y dirigente del panismo veracruzano, respectivamente– no tienen nada que temer; y Fidel Herrera fue el único de los involucrados que presentó una denuncia.

El impacto electoral de la divulgación de las grabaciones todavía es incierto. No podrá medirse sino hasta el próximo domingo; pero lo que sí es una realidad, en estos momentos, es que desnudaron la obsolescencia de las leyes y la inoperancia de las instituciones electorales, penales y administrativas. Y, finalmente, ese fue el objetivo en el momento en que se optó por recurrir al tribunal de la opinión pública y no a las instancias legales.

¿Porque Le Dicen Precioso al Góber? El Góber Habla!


http://www.youtube.com/watch?v=7V69L_iG3_E

martes, febrero 23, 2010

La represión del "cabrón irresponsable"

Manuel Clouthier en la Cámara de Diputados.

MÉXICO, D.F., 22 de febrero (apro).- En un país donde la clase política idolatra la mentira, valor supremo de toda componenda, decir la verdad es blasfemia.

Y eso fue lo que ocurrió con el diputado federal Manuel Clouthier Carrillo, contra quien el gobierno de Felipe Calderón y el Partido Acción Nacional (PAN) activaron, en una estrategia conjunta, un desproporcionado embate para censurarlo y someterlo.

¿La razón? Denunciar públicamente, en una entrevista periodística con este reportero y publicada en el semanario Proceso, que la “guerra” contra el crimen organizado no ha llegado a Sinaloa, cuyo cártel, encabezado por Joaquín El Chapo Guzmán, goza de la protección institucional del gobierno federal:

“El gobierno federal habla de una guerra contra el narcotráfico que en Sinaloa no se ha visto. Se ha golpeado a todos los cárteles y no ha sido proporcional con el cártel de Sinaloa. ¡Eso es evidente! ¡Y si nos preguntan a los sinaloenses es más evidente!”

No sólo eso, sino que Clouthier --ajeno a los recovecos de los políticos del altiplano y con el lenguaje claridoso de los norteños-- se refirió directamente a Calderón por no atacar la “narcopolítica” en Sinaloa:

”Eso significa que nos va a costar a los sinaloenses generaciones enteras porque un cabrón irresponsable --y digo irresponsable porque es su responsabilidad-- no tuvo el tamaño de hacer lo que le correspondía por mandato.”

Aunque la revista Proceso comienza a circular la noche del sábado, para los suscriptores, el domingo comenzaron a cobrar dimensión las palabras del empresario que fue, durante tres lustros, director del diario El Noroeste, de Culiacán, Sinaloa, e hijo de Manuel Clouthier del Rincón, candidato presidencial del PAN en 1988.

Ese mismo diario sinaloense y otro de la Ciudad de México, La Razón, siguieron la información publicada por el semanario y hablaron con el legislador que ratificó, como en decenas de entrevistas más en casi todos los medios, la médula de su afirmación.

Es decir, que el crimen organizado en Sinaloa cuenta con la protección institucional, a tal punto que existe la posibilidad real de que sea gobernado por un narcotraficante, y este modelo está siendo “clonado” en otras entidades del país. Por eso, dijo, el caso Sinaloa es peor aún que el martirio de Chihuahua, particularmente Ciudad Juárez.

El aludido, lastimado en su sensibilidad por ser exhibido como un “cabrón irresponsable” por el hijo del prócer panista, montó en cólera y, desde el fortín militar que habita transitoriamente, emitió la orden de escarmentar al insolente. Y se activaron los mecanismos de represión.

Los cortesanos de Los Pinos, incluido César Nava, creyeron que con el vapuleo contra Clouthier podían, además, “matar” el escándalo por el deleznable pacto de Fernando Gómez Mont con el PRI para aumentar impuestos a cambio de la orfandad electoral del PAN, que había escalado hasta exhibir a Calderón como inepto, mentiroso y sin palabra.

La estrategia, que fundió al gobierno y al PAN en uno solo, salvó a Nava de aclarar su conocimiento y responsabilidad en el arreglo con el PRI, como afirmó Gómez Mont, y con esta lógica de facción ordenada por el déspota se llegó al extremo del ridículo.

Inició la ofensiva nada menos que el próximo exsecretario de Gobernación, quien exhibió, en una carta que envió el miércoles al semanario, un amasijo de números para dar credibilidad a su aserto de que el gobierno federal combate a todas las bandas por igual.

Le siguió la diligencia y diputación del PAN: No sólo se amenazó a Clouthier con deponerlo como diputado federal si no reculaba, sino que el CEN “desautorizó” sus declaraciones, como si se tratara de un militante, que no lo es, y desconociendo lo que establece el artículo 61 constitucional, que establece que los legisladores no pueden ser reconvenidos por sus opiniones.

La ofuscación de Calderón que activó el embate contra Clouthier ha tenido ya respuesta: El legislador no sólo no se ha desdicho, sino que inclusive ha anunciado que se reafiliará al PAN, en el que dejó de militar en 1994, “cuando tenía chiste ser panista, es decir, cuando era ir en contra de todo el establisment, cuando era un panismo generoso, de entrega, y no un panismo de oportunidad en el poder”.

De hecho, en la entrevista con el reportero, había anticipado que podría haber represión: “Si es real que se me está aplicando un castigo, se equivocan: No voy a aprender con esos castigos. Si alguien cree que con eso van a someterme, se equivocan.”

Advertía: “Primero, tengo una escuela que aplica una tesis distinta y lo decía Maquío. Habemos gentes que somos como los toros de lidia: entre más nos pican más embestimos. Segundo, gozo y amo mi independencia y mi libertad. Y tercero: soy un convencido que aun con todas mis limitantes, algo tendré que aportar.”

Y de plano anticipaba: “No sé tragar mierda sin hacer gestos. Me cuesta mucho callar.”

Apuntes

Vista la represión contra quienes disienten en el PAN, está latente la sanción que padecerá el senador Ricardo García Cervantes quien, en entrevista con Proceso, repudia el pacto de Gómez Mont con el PRI para elevar impuestos y hace responsable también a Nava, así como a Josefina Vázquez Mota y Gustavo Madero, en un arreglito igual al que hicieron Emilio Gamboa con Kamel Nacif… Otra víctima reciente de la intolerancia del PAN es la diputada local Lía Limón, hija de Miguel Limón Rojas, secretario de Educación de Ernesto Zedillo, quien no se sumó a la cruzada de Calderón asociado con el clero católico y El Yunque para atacar el derecho a los matrimonios entre personas del mismo sexo… Mientras, el PAN se regodea con la postulación de puros expriistas…

Comentarios: delgado@proceso.com.mx

domingo, febrero 21, 2010

PRI-PAN ¿Qué más han negociado?

¿Qué más han negociado?



Para el senador panista Ricardo García Cervantes, el acuerdo del secretario de Gobernación con el PRI para evitar las alianzas electorales del PAN es una muestra de que su partido está copado por políticos de un pragmatismo aberrante. En entrevista, admite que, al margen de las consideraciones éticas y de principios, el carácter cupular del pacto lo lleva a preguntarse si otras importantes legislaciones, como la Ley Federal de Telecomunicaciones y la de Seguridad Nacional, también son materia de esos o de otros acuerdos secretos. “A ver: ¿qué más han negociado?”.


El senador Ricardo García Cervantes no vacila: dice que la cúpula del Partido Acción Nacional (PAN), en el que milita desde hace 32 años, ha impuesto un pragmatismo extremo, capaz de signar el pacto “absolutamente aberrante” de aprobar aumentos de impuestos a cambio de cancelar alianzas electorales, pero también ha incubado la sospecha sobre el alcance de otros arreglos.

Porque este acuerdo, aclara, no fue sólo responsabilidad del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, sino también del presidente del PAN, César Nava, y de los coordinadores parlamentarios en la Cámara de Diputados, Josefina Vázquez Mota, y en el Senado, Gustavo Madero.

“¡No me digan que Josefina y Madero no tienen vela en el entierro! Por supuesto que la tienen frente al secretario de Gobernación, que yo no sé de dónde saca que sí puede comprometer todo el accionar de una institución política como Acción Nacional, a la cual él conoce.”

El legislador dice que el diferendo por el pacto con la cúpula del Partido Revolucionario Institucional (PRI), supuestamente al margen de Felipe Calderón, “ahora queda entre el presidente del partido y sus coordinadores parlamentarios”.

–¿Cree usted que Calderón no lo sabía?

–Mire: a creer, en la religión. Aquí ciertamente hay una palabra del secretario de Gobernación. Me quedo con los dichos del secretario, y el secretario dice que no.

–¿Y de quién es la responsabilidad política?

–Lo más importante de la relación del secretario y del presidente de la República es su nivel de confianza. Yo no especulo. Veo que el presidente Calderón tiene confianza en el licenciado Gómez Mont, lo hace público, y lo demás es lo de menos.

–Como parlamentario, ¿tiene confianza en la palabra del secretario de Gobernación que se comprometió a algo y no lo cumplió?

–No, en lo que ya no empiezo a tener mucha confianza es en la coordinación, porque ahí estaba comprometiendo también nuestros votos, nuestra propia ética personal, nuestra propia responsabilidad frente a nuestro cargo, que es una responsabilidad de conciencia

Sobre este pacto, que define como “una devaluación o una autodenigración de los cuerpos colegiados”, a García Cervantes le surgen dudas como miembro del grupo parlamentario del PAN: “Si yo estoy fuera de las consideraciones éticas, estratégicas y tácticas que involucran mi responsabilidad personal, yo lo primero que digo es: ‘A ver... ¿y qué más han negociado?’”.

Plantea: “¿(Se negoció) esa concesión que se da para no cobrar derechos al nuevo tramo del espectro radioeléctrico y que ya se sabía quiénes, y ahora se ve la concentración de ese espectro y la concentración del poder en la comunicación y en la economía de un grupo como Televisa con estos privilegios? ¿Fue parte del negocio, fue parte de la negociación? ¿O por qué está parada y no sale una serie de piezas legislativas urgentes para el país, como la Ley de Seguridad Nacional, que podría darle un marco jurídico (si se quiere cuestionable, pero cuando menos que se discuta) a la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico? ¿Son también parte de las negociaciones?

–¿Lo son?

–Yo creo que sí lo son ahora. ¿Por qué? Porque ahora se negocia una cosa por la otra.

El legislador afirma que este comportamiento ya incubó la sospecha entre los legisladores del PAN: “Ha traído la desconfianza en todo tipo de negociación el hecho de que cupularmente se haga sin informar a quienes luego tenemos que ser idiotas útiles acompañando el proceso, negociaciones que se salen de los cánones de la ética política y de la práctica política como tal”.



El estilo Gamboa-Kamel



Actual vicepresidente del Senado, presidente de la Cámara de Diputados en la LVIII Legislatura –en carácter de tal invistió a Vicente Fox con la banda presidencial–, exsubsecretario de Gobernación y miembro del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN desde 1990, García Cervantes se niega a ser un “político práctico” y por eso reprueba el pacto que hizo renunciar a Gómez Mont a su militancia en el PAN.

“Nada tiene que ver una negociación de carácter legislativo con un compromiso de conducción de un partido político”, critica el legislador. “Por eso vemos el alejamiento que tienen ahora la sociedad y los electores con los partidos, que siempre ha estado, pero ahora están a flor de piel las razones”.

Aclara que no es vergonzoso crear mayorías parlamentarias, ni siquiera para aumentar impuestos, como ocurrió cuando los legisladores del PRI y los del PAN aprobaron elevar el IVA, el ISR y las gasolinas. “Ese no es el tema. El tema es: ¿a cambio de qué? Eso es lo que a mí me parece absolutamente aberrante”.

Aunque se ha impuesto la práctica de vincular una legislación con otra, como condicionar la fiscal a la política, al menos en este tema se da en el terreno legislativo. “Pero ahora ya hay negociación legislativa por otros intereses”, censura.

Y pone como ejemplo la conversación difundida en septiembre de 2006 entre el senador Emilio Gamboa Patrón y el empresario Kamel Nacif, en la que el legislador le informa que se aprobará una reforma legal sobre el hipódromo:

–¿Cómo lo ves? (pregunta Gamboa).

–No, no la chingues (se opone Nacif).

–Entonces lo que tú digas, cabrón, lo que tú digas, por ahí vamos cabrón.

–No, dale pa’ tras, papá.

–Pues entonces va pa’ tras, esa chingadera no pasa en el Senado, ¿eh?

–¡A huevo!

García Cervantes compara este episodio con el arreglo de Gómez Mont y el PAN con el PRI: “Eso era reprobable porque se estaba sacando una negociación del ámbito legislativo para un interés económico. Bueno, ¡pues esto es exactamente igual!”.

Explica: “Es sacar una negociación del ámbito legislativo hacia el ámbito electoral, y el ciudadano se da cuenta de que la mezquindad, la ruindad en la política, ya llegó, porque se ancló en el cálculo electoral. ¡Sólo si me da rentabilidad, si tengo utilidad o ganancia electoral, hago o dejo de hacer! ¡Eso es absolutamente decepcionante!



Diego, el maestro



García Cervantes se define como practicante de la negociación, “pero no en este tipo de arreglos”, como el que signó Gómez Mont, quien se alejó de la militancia en el PAN en 1996, a partir de que sus compañeros de partido manifestaron su molestia porque él era también asesor de Ernesto Zedillo y socio de Rubén Valdés Abascal, asesor de Carlos Salinas.

“No niego que en Acción Nacional empieza a gestarse un estado de ánimo de inconformidad en contra de Fernando –confirmó García Cervantes en agosto de ese año, cuando era coordinador de la bancada–. Genera parque para el detractor y le arrima piedras al enemigo.”

Gómez Mont calificó las “falsedades, medias verdades e inexactitudes” como “una manera torpe y cobarde de hacer política”, y se mantuvo alejado del PAN hasta que, en 2008, Germán Martínez, entonces presidente del PAN, lo llamó a colaborar con él en el Comité Ejecutivo Nacional, y luego, a la muerte de Juan Camilo Mouriño, asumió la Secretaría de Gobernación.

Controvertido como su mentor, Diego Fernández de Cevallos, Gómez Mont ha sido criticado más bien en voz baja por los panistas, salvo Manuel Espino, expresidente del PAN, y Juan José Rodríguez Prats, quien, en entrevista, censura el pacto con el PRI.

“Es mi amigo Gómez Mont, pero se entrometió en la vida del PAN. Somos un partido político, uno; y dos, si a estas alturas estamos creyendo en la palabra del PRI, entonces no tenemos remedio”, dice el exdiputado, quien censura la posición del funcionario sobre las alianzas, tal como lo hizo también Fernández de Cevallos. “Siento que Diego ya arrió sus banderas de panista”.

–De plano.

–De plano. Ir al informe de gobierno de Enrique Peña Nieto es una traición. Peña Nieto es el candidato de la ultraderecha, detrás de él están los intereses más nefastos y sucios del país. ¡Cómo puede ir!

Cuenta que el año pasado, después de que supo que asistió al cuarto informe de gobierno del gobernador del Estado de México, habló por última vez con Fernández de Cevallos: “Le dije que tenga autoestima: ‘Qué desgracia que tu lema de un México sin mentiras sea una mentira’”.

–¿Qué le respondió?

–Nada. Se quedó callado.

A su vez, García Cervantes lamenta que el pragmatismo en el PAN se exhiba al no tener candidatos propios, sino expriistas que no significan, como ha ocurrido en procesos anteriores, un cambio real. Ahora postula en Puebla a Rafael Moreno Valle, en Oaxaca a Gabino Cué y en Veracruz a Miguel Ángel Yunes.

“Los actuales empoderados de mi partido hablan de que los principios y la doctrina no ganan elecciones. Yo creo que sí. Pero si no lo creen, por eso estamos perdiendo.”

Añade: “Yo nada más veo ambiciones y procesos de invasión del poder económico sobre el poder político, de la colusión del poder económico y del poder político para intereses de grupo, y veo a una sociedad cada vez más decepcionada de lo que ahora llaman la política real”.



Pragmatismo estéril



El senador aclara, sin embargo, que tampoco es correcto censurar a rajatablas las alianzas, sobre todo en estados como Oaxaca e Hidalgo, “que tienen los más altos índices de pobreza, de marginación y de cinismo político en su máxima expresión”.

En esas dos entidades está de acuerdo con las alianzas, pero no en Durango ni en Puebla, aunque asume la decisión de la mayoría. Algo distinto, contrasta, es cuando se signa un pacto como el que se hizo con el PRI para aumentar impuestos a cambio de que el PAN no se alíe con la izquierda.

–¿Deshonra este pacto al PAN y a su gobierno?

–Tampoco lo llevemos a esos extremos de deshonra, porque estas son conductas personales, y tampoco se puede llevar de la actitud personal a la deshonra institucional.

La responsabilidad, dice, cae en el ámbito de las personas concretas y puntuales, con nombre y apellido, con trayectoria y con ubicación concreta, sus responsabilidades, como ya lo hizo Gómez Mont con la renuncia al PAN.

“Queda en el ámbito personal de Nava y de los coordinadores parlamentarios, y en la de todos los que de alguna manera creen que es posible negociar piezas legislativas con actitudes o por conductas institucionales que toma un órgano distinto. El que me enseñe la factura del partido que tome las decisiones, porque ni siquiera el dueño mayoritario de las Chivas puede explotar el nombre de las Chivas.”

–La factura la tiene Calderón, que ejerce control en el PAN.

–Sí, pero la diferencia entre la factura unipersonal es que poco importaría el sentimiento de los empleados. Este es un empoderamiento, una capacidad de decidir, pero que ha generado el desánimo, que ha generado la desilusión, la irritación y la división al interior del partido. No de ahora, desde tiempo atrás.

García Cervantes insiste: “Estas prácticas de hacer política cupular, que llaman civilizatorias, sin tomar en cuenta la deliberación de órganos colegiados ni muchísimo menos los sentimientos, el estado de ánimo de las bases y de los militantes, da como resultado todo esto”.

Convencido de que la política se debe subordinar a la ética, el senador dice que es posible corregir el rumbo: “Tampoco puedo hacer de un episodio destino. Estamos en presencia de una perversidad de la política al tratar de llevar una negociación de carácter legislativo a un comportamiento electoral. Eso está reprobado. Punto. El PAN tiene un capital político y una reserva moral que lo puede sacar adelante con toda tranquilidad”.

–¿Ha pensado renunciar al PAN?

–Como pensado, sí.

–¿Y qué lo ha hecho desistir?

–Esos pensamientos están en el ámbito personal. Pero, además, no se me adelante. Ya lo veremos…

viernes, mayo 15, 2009

Para el cinismo panista, el victimismo del PRI


La epidemia de influenza, pero de manera particular el fallo del Tribunal Electoral que proscribió las campañas negras partidistas y ratificó la multa del IFE al PAN por su propaganda denigratoria contra el PRI, trastornaron la estrategia de guerra sucia del partido en el gobierno, adoptada ante el temor de una debacle en las elecciones del próximo 5 de julio. Mientras el Revolucionario Institucional se regodea en su victimismo, Acción Nacional recurre a su vieja estratagema: la doble moral.Frente a la crisis de seguridad pública, traducida en cotidianas matanzas, y la económica, ya oficialmente en una recesión inédita desde 1995 –que liquida las promesas de estabilidad y empleo de Felipe Calderón–, la apuesta del Partido Acción Nacional (PAN) ante las elecciones era una estrategia propagandística dual: Campaña negativa contra la oposición –particularmente la priista– y vinculación con los programas sociales del gobierno federal.Pero la repentina epidemia de la influenza, que acreditó otra crisis –la sanitaria y de ineptitud oficial–, y sobre todo el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que declaró proscritas las campañas denominadas negras, negativas o de contraste, dejó coja la estrategia del partido del gobierno, en su objetivo de remontar el vaticinio de debacle en las elecciones del 5 de julio.La sentencia del TEPJF no sólo ratificó la sanción que el Instituto Federal Electoral (IFE) aplicó al PAN por denigrar al Partido Revolucionario Institucional ((PRI) con su campaña denominada “sopa de letras”, mediante la cual lo asoció al narcotráfico, la corrupción y el crimen, sino que ordenó aumentarle la multa por incurrir en actos anticipados de campaña.“Ahora resulta que Acción Nacional no va a poder decir quiénes son los candidatos del PRI, de dónde vienen, cuántas veces han sido legisladores y a quienes aplaudían hace 10 años, hace 15 años, hace 20 años. ¿Por qué? Porque eso implicaría demeritar la imagen de un partido político. Si esto no es cancelar la libertad de expresión, entonces yo no entiendo nada”, juzga Roberto Gil Zuarth, representante del PAN ante el IFE.Y es que el PAN fincó parte de su estrategia hacia las elecciones en sus ataques al PRI, que evidenció cuando pidió al IFE aplazar el inicio de la campaña electoral, que por ley arrancó el 3 de mayo, pero al no tener éxito, entre otras razones porque el propio gobierno de Calderón no dio elementos para modificar el calendario electoral, usó otra argucia: Solicitó, por sensibilidad ante la emergencia, no difundir sus promocionales.La razón era que, en el contexto de la epidemia, cuando la población estaba atenta a la emergencia sanitaria, el PAN grabó spots para la televisión en los que la medallista olímpica Iridia Salazar y el luchador Místico ensalzaban el combate del gobierno federal al narcotráfico, que resultaban contraproducentes, si bien no aludían al PRI.“Ese es el argumento que nunca le dimos al PRI”, refiere Gil, quien tampoco admite que, en los promocionales de radio, había alusiones a los priistas, como uno sobre dinosaurios y que, por ello, eran propensos a sanciones del IFE. “Esas son interpretaciones”.Pero, en efecto, en el promocional que el PAN ya no quiso difundir se escuchan ruidos de aves y gruñidos de animales. Enseguida, una voz en off dice: “Durante años los dinosaurios gobernaron esta tierra. Intentan regresar. No los dejes”.El segundo spot de radio, del que el PAN se arrepintió:“¿Te has puesto a pensar por qué algunos partidos te tienen que decir que son nuevos, reformados, que tienen un nuevo espíritu? Es porque tienen mucha cola que les pisen, porque les urge que te olvides de su pasado, de lo que han venido haciendo siempre. Les urge que pienses que sus herencias no cuentan y que ahora sí, de verdad, van a cambiar. ¿Les vas a creer? Vota por los que hablan con acciones, no promesas.” La moral de la derecha
Al respecto, Sebastián Lerdo de Tejada, representante del PRI ante el Consejo General del IFE, afirma que la estrategia del PAN está muy clara: “La ha sustentado en dos cosas: Pegarle al PRI y colgarse del gobierno”.En el primer caso, dice, la sentencia de los magistrados del Tribunal Electoral es alentadora. “Es una buena noticia, no para el PRI nada más, sino para todo el proceso. Ojalá sirva de llamada de atención para reencauzar el proceso electoral y que le entremos a un debate, sí duro, desinhibido, pero que tenga que ver con los modelos de país que estamos planteando cada quien”.Además de ilegales, la denigración y los insultos del PAN son inaceptables, insiste Lerdo de Tejada, futuro diputado federal del PRI, igual que Gil, del PAN, a cuyo partido atribuye un comportamiento de doble moral.“Es mucho el corte clásico de la derecha, no solamente en México: Por un lado, atacar, denigrar, insultar, difamar y, por otro lado, hacerse los buenos de la película.”
–Aunque también el PAN se queja de que el PRI está recurriendo al insulto.
–Nosotros no los hemos acusado de ninguna actitud que esté vinculada con delitos. Es muy distinto que te digan narco o ladrón a que les digas que es una estrategia hipócrita. Y si no es una estrategia hipócrita me remito a los hechos.Pone el ejemplo “absolutamente claro” de la “sopa de letras” que asociaba al PRI con conductas hasta delincuenciales por las que el Consejo General, con el voto en contra de los consejeros Arturo Sánchez Gutiérrez y Benito Nacif, multó al PAN con 465 mil pesos por denigrar y calumniar a ese partido.Como el PAN se inconformó por considerarlo un ataque a la libertad de expresión, y el PRI porque no se aceptó que tal estrategia era también un acto anticipado de campaña, ambos partidos recurrieron al TEPJF, que el miércoles 6 emitió un fallo en el que ratificó la ilegalidad de la “sopa de letras”, pero también acreditó que era un acto anticipado de campaña que ordenó al IFE sancionar.“El contenido de la ‘sopa de letras’ publicado en medios de circulación nacional es ilegal, porque las palabras constituyen un significado que tiende a denigrar al PRI”, sostuvo en su fallo aprobado de manera unánime por los magistrados de la Sala Superior del TEPJF, que recordó que la Constitución prohíbe que los partidos denigren a las instituciones, a otros institutos políticos o que calumnien a las personas, así sea como una opinión o con información.Los magistrados consideraron que la “sopa de letras” –que atribuyó al PRI características de pobreza, censura, deuda, atraso, robo, impunidad, complicidad, transa, corrupción, narco, represión, abuso y crimen– tuvo el propósito de desalentar a los ciudadanos a votar por el PRI y, al contrario, incitar a hacerlo por el PAN.“Debido a que tiene por objeto influir en las preferencias electorales de los ciudadanos a favor de un partido y en contra de otro, y fue emitida fuera del plazo permitido por la ley, es evidente que se trata, por sí misma, de un acto anticipado de campaña”, dice el dictamen, por lo que se ordenó al IFE multarlo también por este delito.
“Sopa de letras” priista
En la sesión del viernes 8, Nacif y Sánchez Gutiérrez consideraron “peligrosa” la sentencia del TEPJF, porque establece que, tratándose de propaganda política o electoral de los partidos políticos, existe un énfasis a la restricción constitucional a la libertad de expresión, y porque se puede denigrar a alguien diciendo la verdad y eso es motivo de una falta.Al respecto, el panista Gil criticó la sentencia, porque implica que los ciudadanos se convierten en menores de edad que requieren de una tutela, de una autoridad que les tape los oídos y les diga qué pueden escuchar y qué no pueden escuchar. “La diferencia entre una democracia liberal, una democracia que aprecie las libertades, frente a una democracia demagógica, es justamente cómo se entiende al ciudadano”.La respuesta del priista Lerdo de Tejada fue mordaz: “Lamentablemente la derecha acude siempre a una doble moral: se hacen las víctimas cuando en realidad esconden y defienden los intereses más aviesos”.
Rememoró: “Miren, la derecha del siglo XIX trajo a un extranjero a gobernar la nación, la derecha del siglo XX se opuso a los ideales de la revolución y trató de obstaculizar sus logros; la derecha del siglo XXI no atina a cómo gobernar el país y lo lleva sin rumbo, en un escenario internacional complejo. La derecha se ha caracterizado por hacer de la propaganda su única oferta, que incluso le hace confundir la realidad con la fantasía, como fue el paradigmático caso del gobierno del presidente Fox”.
Y añadió: “Gobiernan con encuestas, no con programas; a éstos los desintegran para convertirlos en arietes de su oferta política. Hace casi una década prometieron un crecimiento de 7%; en tres años, empleos al por mayor. Hoy la economía no crece, millones buscan empleos que no se crean; prometen pero no cumplen. Estamos ya oficialmente en recesión, una –por cierto– de las más profundas de la historia reciente del país. Al final de este año, la propuesta de la derecha y del PAN será, sin duda, o más impuestos o más deuda”. El mismo viernes 8, el PAN dio respuesta al PRI: Presentó hoy una queja contra un scrabble priista que identifica a los panistas con el “desempleo” y la inflación”, una parodia de la “sopa de letras” que se publicó, el viernes 3 de abril, en el periódico Alfa, del Estado de México.La inserción, que lleva el emblema del PRI, simula un juego de mesa conocido como scrabble, en cuyo tablero es posible identificar cuatro palabras, a manera de fichas: “Desempleo”, “inflación”, “PAN” y “devaluación”, y rubrica con dos frases: “¿Vas a permitir que el PAN siga jugando con el país? NOSOTROS NO”.La queja incluye, también, sancionar los desplegados que la bancada del PRI en el Senado publicó en las revistas Proceso y Milenio, en los que afirma que ese partido “cumple”, y además la publicación, en la revista Nexos, de un discurso de Beatriz Paredes, presidenta nacional priista, en el que ataca a los panistasGil afirma que el IFE debe proceder a sancionar al PRI, porque, por ejemplo, Paredes, que además es candidata a diputada, atacó al PAN sobre su supuesta alianza con los empresarios: “Toda la arenga nacionalista que acostumbra la echeverrista Beatriz Paredes. Todo esto denigra y le quita lustre a mi partido”.“Es muy sencillo: el PRI fue a buscar al tribunal un criterio restrictivo de las cosas. Hay que esperar a ver qué dice el PRI sobre la propaganda que ellos mismos emiten. Espero que el IFE y el tribunal digan lo mismo.”El mismo viernes, el PAN difundió en su página en internet un video de casi dos minutos en el que usa los diálogos del gobernador de Puebla, Mario Marín, con el empresario textilero Kamel Nacif y de éste con Emilio Gamboa, coordinador de los diputados priistas, para parodiar al que los priistas tienen al aire.
–¿No es una provocación del PAN?
–¿No podemos comentar los spots que un partido difunde en tiempos oficiales? El PRI está diciendo en su spot: “Cuando nos insultan contestamos con propuestas”. ¿Tampoco les podemos contestar? ¿Entonces tampoco es objeto de debate público la propaganda que los partidos difundan en sus tiempos de radio y televisión? Quieren una democracia de sordos y de mudos.
Arrimados al gobierno
Como parte de su estrategia propagandística, el PAN también asoció temáticamente sus spots con los del gobierno federal, particularmente los referidos al combate a las drogas y a la atención en salud, que inclusive se transmitieron durante la emergencia y gracias a los tiempos del Estado que el IFE administra en tiempos de campaña.Supuestamente, por la emergencia sanitaria, el gobierno de Calderón dispondría de los espacios que le cedió el IFE en radio y televisión para promover información sobre la influenza, pero también se difundieron sobre tabaquismo, prevención de accidentes por hablar por teléfono celular y la construcción y remodelación de clínicas y hospitales.En uno de ellos, una mujer dice: “Nunca me imaginé que mi hija consumiera drogas. Y el día que me enteré me quería morir”.Una voz masculina en off, dice: “Trabajamos para que la droga no llegue a tus hijos. Acércate a los centros nueva vida, aquí te damos el apoyo y la orientación que necesitas. Acude a tu Centro Nueva Vida o DIF más cercano”.En otro promocional, una mujer dice: “Un día Lupita se me puso muy mal. Yo creí que se me moría, pero la llevé al nuevo hospital y me la salvaron”.Una voz masculina informa: “Hemos construido 489 clínicas y hospitales nuevos, y aumentado la cobertura del seguro popular para que tú y tu familia cuenten con la atención médica segura siempre que lo necesiten”.El tercer spot que el propio PAN hizo que ya no fuese difundido consiste en un juego de voces, después de que una voz advierte que, “cuando votas, eliges mucho más que un partido”. “Yo voy a votar por que la droga no les llegue a mis hijos”, dice una mujer. “Yo sí voy a votar por los que sí van de frente contra el crimen”, añade otra. “Yo voy a votar por mantener la estabilidad”, expresa un hombre joven. “Yo voy a votar por acciones, no promesas”, exclama otra mujer. “Yo voy a votar por mi seguridad y la de los míos”, añade un hombre de voz madura. “Yo voy a votar por el futuro de mis niños”, replica otra mujer. “Para apoyar al presidente, yo voy a votar por el PAN”.Al respecto, Lerdo de Tejada sostiene que la vinculación de las estrategias de propaganda del PAN y del gobierno son claras y por ello reitera que Calderón “saque las manos” del proceso electoral y que cesen, después del fallo del TEPJF, los insultos del PAN.“Caer en denigraciones, insultos y propaganda negra, como han planteado algunos publicistas que el PAN ha contratado y les ha hecho caso, es un error. Primero, porque ya no es novedoso; segundo, porque es ilegal, y tercero, porque la gente está harta de las agresiones de ese tipo entre partidos y candidatos”. 

viernes, marzo 27, 2009

Las costumbres del poder

Carmen Aristegui

El grado de frustración, desencanto y disgusto que se produjo en México a raíz del pronunciamiento de la Suprema Corte sobre el paradigmático caso de la periodista y escritora Lydia Cacho, en noviembre de 2007, fue tan grande que terminó por impulsar a los cuatro ministros disidentes a publicar, en un hecho casi insólito, el libro cuyo sugerente título se reproduce en esta colaboración. Genaro David Góngora Pimentel, José Ramón Cossío, José de Jesús Gudiño y Juan Silva Meza decidieron entregar a la editorial Porrúa textos de revisión y crítica al proceso de investigación y votación que realizó la Corte sobre este caso, en el uso de la facultad que le otorga el artículo 97 de la Constitución para conocer la verdad de hechos que resulten violatorios de garantías individuales y/o derechos fundamentales de ciudadanos y cuyos probables responsables sean las mismas autoridades que deberían investigar.Las costumbres del poder es un libro cuya mayor parte la ocupan apéndices y votos particulares de los cuatro autores. Contiene sus convicciones acerca de lo ocurrido en este caso que cimbró a la opinión pública y que puso a prueba el alcance y significado de esta facultad constitucional que, dicho sea de paso, se encuentra en riesgo de desaparecer según se reconoce en algún lado de estas páginas. Es más que claro que muchos políticos, y uno que otro ministro, quisieran que se esfumara el famoso artículo 97. No quieren que el máximo tribunal exhiba a políticos, gobernantes y autoridades que han abusado de sus cargos, cometido tropelías y usado a las instancias de justicia con propósitos deleznables como lo hizo Mario Marín en el caso Lydia Cacho.El también llamado "Caso Puebla" es un retrato de cuerpo entero precisamente de esas costumbres del poder. Las del gobernador que fue capaz de usar -en la peor acepción del término- a la Procuraduría, al Tribunal Superior de Justicia, a los agentes de la ley y todo lo que fuera necesario para darle "un coscorrón a esa pinche vieja", y satisfacer con ello al poderoso empresario Kamel Nacif, protector, a su vez, del pederasta Jean Succar Kuri. Muchos creíamos en la contundencia de la información sobre los abusos en contra de la periodista; la cruda exposición sobre estas costumbres del poder encarnadas en varios personajes que siguen ahí, como si nada; la gravedad de los hechos que se pretendieron encubrir; lo perturbador del origen del caso que remitía al libro de Lydia sobre las redes de abuso infantil; la pornografía con menores y las redes que las protegen serían suficientes elementos para lograr un pronunciamiento firme, contundente e inequívoco de quienes están ahí para hacer valer el sentido de la justicia. Lo que se quería, lo que se pedía y lo que se exigía era que en el ejercicio de esa facultad, hoy en peligro de extinción, la Suprema Corte se alzara como una voz que a partir de este emblemático caso pudiera reconciliar, en alguna medida, a todo un país, con las nociones fundamentales de la justicia.Por razones que no están al alcance de mi entendimiento, la mayoría de los ministros decidió, finalmente, que no quedaba demostrada la existencia de violaciones graves de garantías individuales de la periodista. Y a otra cosa. De las niñas y los niños abusados, de las redes que comercian con sus cuerpos, de los pederastas y sus organizaciones, de los políticos que los protegen. De eso ya ni hablar. En algún punto de las votaciones anteriores se determinó que tal cuestión "... no formaba parte del mandato emitido por el Tribunal del Pleno a la comisión investigadora". Y, también, a otra cosa. Aquello era, para una gran cantidad de personas que seguían el caso dentro y fuera del país, decepcionante, indignante e incomprensible.¿Qué pudo haber llevado a los cuatro ministros disidentes de esa mayoría a publicar un libro como Las costumbres del poder sino un sentimiento compartido de frustración y, por supuesto, un ánimo de crítica frente a lo ocurrido? El ministro Gudiño se pronuncia sobre lo verdaderamente grave y trascendente del "Caso Puebla". Y se contesta: "... esta mala experiencia pone el dedo en la llaga... y debe dejar huella en la conciencia colectiva de la superlativa importancia que tiene la selección de quienes habrán de ser nuestros procuradores y nuestros jueces y el necesario control social, además del orgánico, que en este rubro es necesario ejercer de manera permanente".Sobre el caso Atenco se reconoció una violación masiva de derechos humanos pero no hubo responsabilidades mayores. ¿Habrá libro sobre el caso? Viene ahora el caso Oaxaca. La comisión de Roberto Lara y Manuel Baraibar entregó el resultado de sus investigaciones con un escueto comentario: "No se adjudican responsabilidades, sino únicamente se identifican a las personas que participaron en los hechos calificados como graves violaciones a las garantías individuales". Se entiende que le tocaría a los ministros hacer los señalamientos. Aunque, después de Mario Marín y de Peña Nieto en el caso Atenco, ¿estará preocupado de algo Ulises Ruiz?"

miércoles, marzo 25, 2009

¡Eh, Gamboa! y Beltrones lo sabe, lo sabe


Consternado porque todavía hay gente que pone en duda la autoría única del asesinato de Colosio (yo como nomás sé de tres Aburtos y casi ni soy sospechosista me tiene sin cuidado), veo que varios lectores, entre quienes se destaca Rodrigo Escobar, encontraron que Gamboa Patrón utilizó el “muchacho pendenciero” para referirse a Germy Martínez alias El Chico del bikini blanquiazul a la manera de un acto de ingenuidad disfrazada. En vez de “muchacho pendenciero” quiso decir “muchacho pendejo”. No lo creo. Don Emily carece de la maldad necesaria para imaginar siquiera una idea tan grosera y poco elegante como esa. Y para demostrar la calidad humana del líder de los diplodocos priistas en San Lázaro, baste recordar las ecuménicas e idílicas conversaciones que el hombre del mostachón (o el bigote que legisla) sostenía con ese otro grande del pensamiento filosófico occidental llamado Kamel Nacif, que eran como diálogos entre Prudencia Griffel y Sara García en Las hermanitas Vivanco.
Cómo olvidar aquel intercambio de profundas reflexiones que parecen escritos por Sófocles y que ha quedado registrado en la Wikipedia:
- (Gamboa): Vamos a sacar la reforma del hipódromo, ya no del juego… del hipódromo
- (KNacif): ¿ Para qué…?
- (G): Para hacer juego ahí, cabrón...
- (KN): ¿Cómo? ... Bueno...
- (EG): ¿Cómo lo ves?
- (KN): No, no la chingues
- (EG): Entonces lo que tu digas cabrón, lo que tú digas, por ahí vamos cabrón
- (KN): No, dale pa'tras, papá
- (EG): Pues entonces va pa'trás, esa chingadera no pasa en el Senado, ¿eh?
- (KN): ¡A huevo!
- (EG): Ok
¿No es una maravilla?
Algo casi tan encantador como la más reciente ocurrencia del secretario del Trabajo al que no le costó ningún trabajo injertarse en Fernando Soler en La oveja negra o en Cuando los hijos se van para hacer un llamado a los padres de familia para que impidan que sus hijos estudien lo que les gusta y los obliguen a entrar a carreras con verdadero futuro como biotecnología o ingeniería, para que luego no se quejen de los altos índices de desempleo.
¡Qué demócrata! ¿Por qué no lo pusieron en la SEP o en el Konacoolta?
¿Quién iba a decir que al joven Lozano sin gracia iba a querer instituir el macartysmo educativo, englobado en algo así como la Restricción de dominio de la vocación profesional?
Claro que habría que decir que las verdaderas carreras con futuro en la patria están en otro lado, ahí donde pastan los apologistas de la violencia: en la pozolería, de cazarecompensas en la PGR, como infiltrado en la AFI y la PFP…