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martes, marzo 22, 2011

SCJN, sometida e incapaz

Encargados de determinar la constitucionalidad de las normas y actos de la autoridad, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación son designados en su encargo mediante un mecanismo que no garantiza la idoneidad de su perfil ni la independencia de su trabajo. A 186 años de haberse constituido, la Corte no logra consolidarse como la cabeza de un Poder Judicial autónomo y al servicio de la sociedad.

Mayela Sánchez

El trabajo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) está lleno de claroscuros, pues lo mismo se muestra progresista en temas como la despenalización del aborto, que poco diligente en otros, como la defensa de los derechos humanos.

Además, el máximo tribunal constitucional del país mantiene su dependencia al titular del Ejecutivo, a pesar de que la reforma judicial de 1994 intentó romper el vínculo entre éste y el Poder Judicial.

Muestra de ello es que continúa siendo el presidente de la República quien propone a los candidatos para ocupar alguno de los 11 lugares del pleno de la Corte, en un proceso en el que se desconoce el criterio con el que el mandatario elige.

De este modo, persiste la “dependencia política” de los ministros respecto de aquél que los elige, acusa el abogado Juan de Dios Hernández Monge, miembro del Colectivo de Abogados Zapatistas.

En este proceso discrecional, poco vale la experiencia académica y profesional de los candidatos, pues incluso los requerimientos establecidos para ocupar el cargo de ministro son laxos al respecto, al solicitar sólo el título de licenciado en derecho, “con, por lo menos, 10 años de antigüedad”, como se lee en el portal electrónico de la SCJN.

De este modo, no hay garantía de que quien ocupe el más alto cargo del Poder Judicial de la Federación tenga el perfil idóneo para ello, explica Pedro Salazar Ugarte, experto en control de la constitucionalidad.

El investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) también considera que el procedimiento de designación de los ministros favorece la opacidad en la construcción de los argumentos para seleccionar a los candidatos.

No es de extrañar que, bajo estos criterios, apenas la mitad de los ministros actuales tenga un grado académico superior al requerido. Y que de éstos, únicamente tres sean especialistas en derecho constitucional, aun cuando parte de su trabajo en la SCJN sea precisamente dirimir cuestiones relativas a la constitucionalidad o inconstitucionalidad de una norma o acto de la autoridad.


Ministros sin preparación

A decir de Salazar Ugarte, el trabajo de los jueces es una de las pocas tareas de un Estado democrático que requiere un alto grado de especialización en derecho y de una formación sólida en derecho constitucional, toda vez que sus resoluciones se basan en su interpretación de la Constitución y tienen efectos generales e inapelables para todo el país.

Sin embargo, para ser ministro de la SCJN basta con haber estudiado sólo la licenciatura en derecho, tal como lo han hecho seis de los 11 ministros actuales, incluido el presidente de la Corte, Juan Nepomuceno Silva Meza.

De acuerdo con lo que consignan sus currículos, de los cinco ministros que cuentan con estudios de posgrado, únicamente José Ramón Cossío Díaz, Margarita Beatriz Luna Ramos y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea son especialistas en derecho constitucional.

“En general, los ministros de la Suprema Corte carecen de los méritos y de los conocimientos académicos para ocupar el cargo de ministro”, opina Monge.

Al respecto, el abogado recuerda que durante la discusión en la SCJN sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo, los ministros no supieron diferenciar la cuestión moral de la ética.

“Y eso en la Corte representa un golpe muy fuerte porque son conceptos fundamentales que tienen que ver con la impartición de justicia. Creo que ése es un problema muy grave”, apunta.

Cuestionado sobre la importancia de su profesionalización, el ministro José Ramón Cossío Díaz concuerda con que los ministros deben tener una formación en derecho constitucional, porque básicamente su trabajo es determinar la constitucionalidad de los actos y normas.

Sin embargo, defiende que “no es lo único” que los ministros deben conocer, pues también atienden asuntos de materia civil, penal, laboral, administrativa, fiscal o mercantil, y señala que “es muy difícil” que se tenga una especialización en control de la constitucionalidad.

Cossío Díaz defiende que los requisitos establecidos para ser ministro son adecuados y considera que “no es malo” el que sólo se estipule el grado académico de licenciatura para el principal encargo del Poder Judicial de la Federación.

Una postura contraria es la que expresa el experto en control de la constitucionalidad Miguel Covián Andrade, para quien la especialización de los ministros en materia constitucional es fundamental para el desempeño de su trabajo.

En su libro La Suprema Corte y el control de la constitucionalidad (diez años de fallas e imprecisiones), Covián Andrade analiza casos en los que la falta de conocimiento en materia constitucional de los ministros los ha llevado a hacer interpretaciones equivocadas.

Una de ellas se refiere a que los partidos políticos no son los únicos que pueden ejercer una acción de inconstitucionalidad en contra de leyes electorales. El argumento esgrimido por los ministros es que la referencia expresa a que los partidos políticos pueden utilizar este recurso de impugnación no significa que otros actores estén impedidos de hacerlo.

Covián Andrade explica que en derecho público rige el principio “lo que no está permitido, está prohibido”; por ello, cuando no se concede una atribución a un órgano, se entiende que no puede ejercerla justamente porque la norma no se lo autoriza.

Otro ejemplo documentado por el actual profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM es el de la supremacía de la Constitución por encima de las leyes nacionales y los tratados internacionales.

Una interpretación incorrecta del artículo 133 llevó a los ministros a sustituir con una tesis errónea un trabajo previo en el que se había establecido que las leyes federales y los tratados internacionales están en el mismo nivel de jerarquía.


“Sumo derecho, suma injusticia”

El doctor en derecho Daniel Márquez Gómez recuerda el aforismo latino “sumo derecho, suma injusticia” para explicar que el trabajo de los ministros de la Corte también se ve mermado por una aplicación excesiva de los aspectos formales de la ley.

Tal fue el caso de la controversia constitucional promovida en 2003 por el entonces presidente Vicente Fox Quesada para impedir que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) solicitara a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público la suspensión del pago de los créditos asumidos por el Fondo Bancario para la Protección del Ahorro (Fobaproa).

El argumento esgrimido por Fox Quesada fue que la Auditoría no tenía facultades para hacer tal solicitud, por lo que pidió a los ministros la anulación de los oficios emitidos por la ASF.

La mayoría de los ministros (a excepción de Cossío Díaz, Juan Silva Meza y el exministro Genaro Góngora Pimentel) votó a favor de la controversia promovida por el expresidente. Con ello, se impidió que cuatro instituciones de la banca privada asumieran créditos por más de 4 mil millones de pesos incluidos de forma irregular en el Fobaproa.

Para Márquez Gómez, esta resolución es ilustrativa de cómo la SCJN ha optado por privilegiar un apego excesivo a la ley en contiendas que no están dirimiendo sustancialmente un tema jurídico, sino que se relacionan con el entorno político, económico y social del país, que es “el enfoque sustancial de la controversia constitucional”.

En el mismo tenor se resolvió el caso de la guardería sonorense ABC, subrogada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y que se incendió en junio de 2009 y provocó la muerte de 49 niños y decenas de heridos.

La SCJN atrajo el caso por estar entre sus facultades la de investigación. Sin embargo, en la resolución los ministros rechazaron señalar como responsables a 14 funcionarios involucrados, entre ellos Juan Molinar Horcasitas, exdirector del IMSS y actual secretario de Comunicaciones y Transportes; Daniel Karam, titular del IMSS; y Eduardo Bours, exgobernador de Sonora.

La propuesta de fincar responsabilidades a los funcionarios fue hecha por el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, pero fue desestimada por ocho de sus compañeros con el argumento de que la Corte no tenía facultades para hacerlo. Al final, el término responsables se matizó con el de involucrados.

Para el miembro del Colectivo de Abogados Zapatistas, Juan de Dios Hernández Monge, más allá de la capacidad que tengan los ministros para hacer resoluciones, el problema está en que ésta “queda supeditada a intereses de orden político y administrativo, y no se busca empatar la verdad histórica de los hechos con la verdad jurídica”.

El abogado sostiene que en México no hay justicia, pues ésta no existe en tanto no se empaten ambas verdades, un ejercicio ausente no sólo en la mayoría del trabajo de la SCJN, sino de todo el Poder Judicial.


Corte, “cada vez más derechista”

Como resultado de la permanencia de la derecha en el poder, en la SCJN se ha acrecentado la influencia del sector empresarial y de instituciones privadas, sostiene Edgar González Ruiz, especialista en estudios de la derecha política en México.

De los 11 ministros que actualmente integran la Corte, siete han sido nombrados durante los gobiernos panistas de Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa.

“Éste, como corresponde a sus propias ideas y raíces, ha impulsado a personajes más reaccionarios que los que ascendieron en la época de Fox, cuya falta de congruencia ideológica era conocida”, señala González Ruiz.

En lo que va del actual sexenio, Calderón Hinojosa ha nombrado a tres ministros de la Corte. Dos de ellos, Saldívar Lelo de Larrea y Jorge Mario Pardo Rebolledo, provienen de la Escuela Libre de Derecho (ELD), de donde también es egresado el mandatario.

El ministro José Fernando Franco González Salas también es egresado de esa institución educativa, vinculada a la derecha, donde además impartió clases.

Tanto él como los ministros Cossío Díaz y Zaldívar Lelo de Larrea tuvieron vínculos laborales con el Instituto Tecnológico Autónomo de México y, en el caso de Cossío Díaz, con la Universidad Panamericana, ambas instituciones privadas, calificadas por González Ruiz como “instituciones donde se defienden los intereses empresariales”.

En el caso del ministro Zaldívar Lelo de Larrea, es conocida su trayectoria como abogado al servicio de grandes empresas, entre ellas los bancos vinculados con el caso del Fobaproa, de acuerdo con el reportaje “Ministros marcados”, del periodista Jorge Carrasco Arriaga, publicado en el número 1731 de la revista Proceso.

Además, el semanario dio cuenta de que el ministro fue contemporáneo de Fernando Gómez Mont en la ELD, y fue éste quien operó su inclusión en la terna elaborada por el consejero jurídico de la Presidencia, Miguel Alessio Robles, también egresado de dicha institución.

Aunque González Ruiz aduce un “claro compromiso con el gobierno derechista y con los empresarios” de parte de todos los ministros, señala que es Sergio Salvador Aguirre Anguiano quien representa nítidamente a la ultraderecha católica, “que abandera el emblema de la cruz-espada del catolicismo”.

Dado que antes de que concluya el sexenio, Calderón Hinojosa tendrá que nombrar a dos ministros más (en sustitución de Aguirre Anguiano y Guillermo Ortiz Mayagoitia), el filósofo prevé que la SCJN “será cada vez más servil a la derecha en el poder y más opuesta al bienestar del pueblo de México, así como más represiva hacia la disidencia social y política”.


Claroscuros de la Corte

La composición actual de la SCJN es muy diversa por haberse constituido de forma escalonada, lo que le ha dado perfiles muy diferenciados, considera el investigador del IIJ Salazar Ugarte.

Y es que, aunque la mayoría de los ministros han sido nombrados durante las administraciones panistas, persisten cuatro jueces que fueron nombrados en 1995 por Ernesto Zedillo Ponce de León, el último de los presidentes priistas.

Dos de ellos serán sustituidos antes de que concluya el sexenio; sin embargo, los otros dos –Silva Meza y Olga Sánchez Cordero– permanecerán en sus cargos hasta 2015: el sucesor de Calderón Hinojosa definirá esos nombramientos.

En opinión de Salazar Ugarte, con los últimos cinco nombramientos se está configurando una Corte con una “vocación democrática más clara”, contraria a la tendencia de los ministros de la primera generación, a los que califica como “sólidos juristas, pero no necesariamente demócratas”.

Para González Ruiz, las recientes decisiones de la SCJN han manifestado dos tendencias de signo opuesto, ya que por un lado han prevalecido posiciones progresistas en casos como la despenalización del aborto y la autorización del matrimonio entre personas del mismo sexo en el Distrito Federal, incluso a pesar de la oposición del ministro Ortiz Mayagoitia, entonces presidente de la Corte.

Sin embargo, en casos de violaciones a los derechos humanos, como el de la periodista Lydia Cacho, el de la represión contra activistas sociales en Atenco y el de la Guardería ABC, “la gestión de la Corte fue calificada de poco diligente y poco eficaz, al grado de que los culpables de esos actos quedaron sin sanción jurídica alguna”.

Lo que ha prevalecido, sin embargo, es el compromiso de algunos ministros con la defensa del poder ante cualquier desafío proveniente de sectores sociales o de los medios de comunicación, concluye González Ruiz.

El Fobaproa y la “independencia” de los ministros

Durante su encargo como ministro, Humberto Román Palacios contó al entonces periodista Carlos Avilés Allende una anécdota que ilustraba la independencia que había ganado la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) respecto del presidente de la República tras la reforma judicial de 1994, impulsada por Ernesto Zedillo Ponce de León.

La historia se refería a la petición hecha por la Cámara de Diputados a Zedillo Ponce de León de los informes del Fondo Bancario para la Protección del Ahorro (Fobaproa).

El exministro recuerda que se hizo la petición al presidente “a sabiendas de que estábamos haciendo el requerimiento hacia quien había sido la persona que nos propuso”.

Ante el hecho, el ministro reflexionó: “Qué mejor forma de demostrar nuestra independencia que estar resolviendo en contra de la persona que nos propuso”.

El testimonio de Román Palacios forma parte del libro Los rostros de la Suprema Corte, publicado en 2003. Ese mismo año, el entonces presidente Vicente Fox Quesada presentó una terna para nombrar a un nuevo ministro de la SCJN. En ella, figuraba Margarita Beatriz Luna Ramos, quien hasta ese momento se desempeñaba como magistrada del Consejo de la Judicatura Federal.

A pesar de su amplia formación académica –es doctora en derecho y cuenta con varios cursos de especialización– y profesional –había ocupado todos los cargos de la carrera judicial posibles hasta entonces–, Luna Ramos no fue elegida y su terna fue desechada.

En la segunda propuesta de Fox Quesada, Luna Ramos fue nuevamente incluida, aun cuando el artículo 96 constitucional establece que debe tratarse de una terna nueva.

Esta vez, Luna Ramos fue elegida ministra y meses más tarde fue la encargada de dictaminar la controversia constitucional promovida por Fox Quesada en contra de la Cámara de Diputados, en la que la ASF reclamaba el pago de fondos del Fobaproa a cuatro bancos.

El 23 de junio de 2005, la mayoría de los ministros, entre ellos Luna Ramos, votaron a favor de que la petición de la ASF había invadido atribuciones, por lo que se invalidó. De este modo, la ASF no pudo recuperar 4 mil millones de pesos entregados a los bancos a través del Fobaproa.

De acuerdo con una nota de El Universal publicada el 8 de mayo de 2009, Carlos Ahumada reveló en su libro Derecho de réplica que él había operado la aprobación de Luna Ramos en el Senado de la República gracias a su relación con el entonces líder de la bancada panista, Diego Fernández de Cevallos.

El nombramiento había sido, según Ahumada, un favor personal a su amigo Alejandro Luna Ramos, hermano de la actual ministra y magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Fuente: Contralínea 225 / 20 de marzo de 2011

lunes, febrero 07, 2011

TOD@S SOMOS ARISTEGUI

ARISTEGUI: UNA PREGUNTA INCÓMODA, UNA RESPUESTA FULMINANTE
” No hay pregunta prohibida. No hay pregunta tonta. Y cuando surge la oportunidad, hay que hacerla. Aunque sea la última vez”

El imprescindible periodista Jorge Ramos escribió un texto que hoy resulta relevante ( vale la pena leer el texto completo)

http://www.jorgeramos.com/articulos/articulos394.htm

ARISTEGUI Y SU SALIDA:

Por: Lydia Cacho

Durante su noticiero matutino de MVS la periodista Carmen Aristegui cubrió una nota sobre una manifestación en el Congreso: http://youtu.be/M4mi7c4WpM0 . Como se puede apreciar en este video, Aristegui analizó los hechos concretos y más tarde reflexionó sobre la posibilidad de que el Ejecutivo esclareciera una pregunta que desde hace tiempo circula en algunos medios y redes sociales Carmen se preguntó al aire: ‘¿Tiene o no Felipe Calderón problemas de alcoholismo? Esto merece, insisto, una respuesta seria, formal y oficial de la propia Presidencia de la República.’ Hasta allí las y los radioescuchas enviaron sus comentarios encontrados. Algunos consideraron la pregunta de Aristegui una grosería contra la investidura presidencial; otros en cambio, pedían que el propio presidente se expresara y de una vez por todas restara poder a semejante rumor; un tercer grupo se mostraba indignado aduciendo que Aristegui no debería de dar voz a un diputado como Fernandez Noroña (el que aparece en el video) por su personalidad escandalosa y su actuar político poco profesional y provocador.

Este evento dentro del noticiero MVS desató un interesante debate en redes sociales ¿es o no pertinente que una o un periodista pregunte sobre un hipotético problema de salud -como sería el alcoholismo- de su mandatario? Y más allá de filias y fobias partidistas ¿debe una conductora de noticero vetar a ciertos actores públicos como a Fernández Noroña? son muchas las preguntas que surgieron alrededor de este tema, todas ellas pertinentes alrededor de asuntos que conciernen al peridosimo y al derecho de la sociedad a ser informada adecuada y verazmente. Lo que resultó sorprendente no fue la reacción del público radioescucha, sino la del propietario de MVS quien despidió a la periodista, que justamente este mes de enero cumplió dos años a cargo de su exitoso noticiero. Carmen y sus colaboradoras compartieron con colegas y amistades cercanas la subrepticia salida. Por su parte MVS borró de su página web toda la información sobre Arsitegui y publicó el siguiente comunicado (esta es copia textual)

‘En nuestro código de ética nos comprometemos a rechazar la presentación y difusión de rumores como noticias’, El viernes pasado, Aristegui ‘dio por válida una presunción, transgrediendo nuestro código ético y al negarse a ofrecer, como lo solicitó la empresa, una disculpa pública, decidimos dar por terminada nuestra relación contractual’. En el comunicado, Multivisión no menciona el motivo de la terminación de la relación laboral, pero señala que le pidió a la periodista ofrecer una disculpa pública, a lo que Aristegui se negó, por lo que la empresa decidió cancelar el contrato. Por su parte la versión del equipo de Carmen Aristegui comenzó a circular de manera informal en redes sociales, particularmente en Twitter. La reconocida Productora con una exitosa carrera, Kiren Mirét publicó en su Twitter: “Sí, les confirmo que Carmen Aristegui sale del aire en MVS. Supongo que lo explicará cuando lo considere pertinente”. Un segundo Tuit: “Y para quienes se lo preguntan y hacen juicios sin fundamentos, yo también me voy de MVS con Carmen (…)”.

La versión telefónica de primera mano de otro miembro del equipo de producción reveló algunos datos. Vargas se mostró nervioso e irritable, mandó llamar a Aristegui y ella misma pensó que si habría que afinar algunas ideas sobre el polémico tema, estaría dispuesta a hacerlo en la emisión del lunes siguiente. Sin embargo durante la junta se le presentó un documento que, a petición de los propietarios de la empresa, debía leer íntegro. En dicho documento no solamente se pedían disculpas por haber mencionado el rumor relacionado con la duda sobre alcoholismo. Aseguran que era “una carta inaceptable” en la que se solicitaba a la periodista pedir disculpas incluso por cosas que ella nunca dijo, “en un tono de sumisión ante la figura presidencial”.

Según su equipo, con quienes hablé la noche del domingo, “todo parecía indicar” que el propio documento había sido redactado en oficinas de Presidencia de la República, dentro de la propia empresa MVS ese era el rumor. Está claro que esa era una presunción, alimentada por lo que se dijo a lo largo de esa tensa reunión. Aristegui se negó a leer el documento al aire y se le informó que su contrato sería rescindido de manera inmediata por faltar al “código de ética firmado por ambas partes”. Lo cierto es que en la oficina de dirección de MVS se recibieron varias llamadas de las oficinas de Presidencia de la República el mismo día de la emisión del programa antes mencionado y al día siguiente. La propia Alejandra Sota, responsable de la oficina de Comunicación Social de Presidencia de la República dio a conocer que “la empresa MVS tomó la decision (de despedir a Aristegui) y lo comunicaron a presidencia una vez que fue tomada”. Lo que no dijo es que incluso antes de que fuera pública, en Los Pinos ya se sabía de la terminación de Aristegui.

La pregunta que el público se hizo de inmediato fue ¿y por qué o para qué el propietario de un medio independiente debe enviar una carta a presidencia para hacer de su conocimiento que despidió a una periodista empleada de su empresa privada? Ni la empresa, ni presidencia han querido responder a esta pregunta hasta el momento. Cabe mencionar que el comunicado oficial sobre el despido de Aristegui, que estuvo colgado en la página web de MVS (del que publicamos aquí un extracto copiado directamente) fue eliminado hace unas horas.

Está claro que en un ambiente tan complicado y tenso como el que se vive en este momento en México, temas como la salida de Carmen Aristegui de la radio a algunos les parece irrelevante, e incluso se ha dicho que es un simple asunto entre una empresa y su empleada despedida por no obedecer órdenes. Sin embargo no podemos olvidar que esta es la segunda vez que la periodista es despedida como método de censura. La también respetada conductora de un programa internacional de CNN en español, salió de W Radio en un episodio similar.
Y aunque en su momento la empresa insistió en que no existía dejo de censura para acallar un programa que daba voz a noticias regularmente vetadas y a una parte de la sociedad consistentemente ignorada por los medios y conductores más poderosos del país, el tiempo dio la razón a Aristegui con su salida de W Radio, gente de la empresa radiofónica admitió, un año después en reuniones privadas con periodistas, entre las cuales me encontraba yo, que sí hubo presiones de Presidencia para erradicar a quien consideraban “una periodista incómoda”.

Las y los reporteros conocemos la persistencia de Alejandra Sota, la joven vocera del Presidente, en hablar con los directores de los medios para evitar que se dañe la imagen presidencial (es su trabajo). Por otro lado es evidente que para que un medio se doblegue se necesita tener compromisos de tipo empresarial que dependen del poder público (tales como decisiones sobre concesiones pendientes) o simplemente que su propietario tenga coincidencias ideológicas con el poder en turno y prefiera darle la razón al político, antes que permitir el escrutinio público.
El problema consiste en que en un país como México, donde durante setenta años de priísmo los medios estaban absolutamente sometidos al poder presidencial, cualquier intento de mordaza levanta sospechas fundadas. Estos cuestionamientos no pueden hacerse sólo a gobernadores, alcaldes y presidentes que desde el poder intentan comprar, o someter, o acallar a los medios de comunicación o a determinados periodistas. También debe señalarse a los propietarios de los medios, porque ellos venden (o deberían vender) credibilidad.
La sociedad escucha, ve un noticiero o lee un diario, para formar opinión propia y actuar en consecuencia. La responsabilidad de las y los periodistas radica en la búsqueda de la verdad, en la honestidad. Cuando se cometen errores sin duda es importante rectificar y mantener siempre la clara noción de que la lealtad es para la sociedad que busca información para entender mejor su entorno. Cuando cosas como el despido de Aristegui suceden con tanta opacidad e indicios de un manotazo político, o miedo a represalias por insinuaciones de esos politicos, tenemos que decirlo abiertamente.

Los medios no pueden exigir transparencia si no son capaces de actuar en consecuencia. Y sí, como me han dicho algunos tuiteros molestos, nunca podremos demostrar que detrás de esa carta estaba el poder de la presidencia, incluso tal vez ni siquiera las órdenes del propio Calderón, sino de algún subalterno que creyó pertinente acallar a la mensajera de una pregunta que miles de mexicanos se hacen desde hace dos años, pregunta que según documentos filtrados por Wikileaks también se ha hecho la propia Hillary Clinton. Lástima que Calderón no siguió el ejemplo de Fox. Quien ante la pregunta, que medio México se hacía informalmente, sobre si tomaba Prozac respondió a Jorge Ramos “No”, de frente y sin manotazo.
Podemos, o no, coincidir con el lenguaje que utilizó Aristegui. Puede no gustar a muchos su estilo periodístico, pero no por ello se debe pedir que se le censure.
Yo personalmente no creo que el Presidente Calderón sea alcohólico, le resultaría imposible trabajar como lo hace. Lo que tengo claro es que se irrita fácilmente ante la crítica y que, a algunos miembros de su equipo más cercano, no les preocupa en lo más mínimo negociar las cabezas de periodistas incómodas, cuando de hacer acuerdos o salvar prestigios y cotos de poder se trata.

Para quienes dicen que pedimos un rasero de ética distinto para las colegas, respondo que eso es falso. Bastaría con hacer un análisis puntual de contenidos de todos los programas de MVS para entender que ese rasero del código de ética argumentado para el despido de Aristegui no se aplica de forma homogénea, sino a conveniencia.

Las noticias se construyen poco a poco. Antes de la existencia de las redes sociales un diario podía mantener una noticias varios días en sigilo, hasta armar el rompecabezas semicompleto, y aún así, en el seguimiento se descubre aun más sobre el tema. Hoy eso resulta imposible, los datos surgen a una velocidad impresionante y a veces la ciudadanía espera que la historia se articule en unas cuantas horas. Eso no sucede en la realidad.

Esta semana escucharemos en público a Carmen Aristegui, y poco a poco se revelará la verdad. Mientras tanto nos queda claro: este país necesita un periodismo plural, diverso, no uno uniforme, sumiso y bien portado, temeroso de perder el poder y el dinero. Cuando l@s tutier@s escriben: Todos somos Carmen Aristegui nos están diciendo que es inadmisible mandar a callar a quien pregunta lo que millones susurran en las calles. Imperdonable que se silencie a una de las pocas comunicadoras que dan voz a los grupos sociales vetados por el poder politico y por los intereses empresariales que eligen el discurso mediatico que “conviene al país”.

Sigue a Carmen Aristegui

Carmen no ha sido muy tuitera,pero ahora lo será. Su twitter es @aristeguicnn vamos a esperarla a mañana ( Al rato mas bien) @lydiacachosi

sábado, enero 29, 2011

Mujeres periodistas en riesgo

Lydia Cacho, periodista.

Sara Lovera

MÉXICO, D.F., 27 de enero (SEMlac-apro).- En los últimos cuatro años, dos mujeres periodistas perdieron la vida mientras cumplían su misión y alrededor de 20 recibieron amenazas de muerte o fueron atropelladas y perseguidas. María Esther Aguilar sigue desaparecida. Y la valiente Lydia Cacho todavía no se siente segura.

Este es el panorama que confrontan las mujeres dedicadas a esta profesión en México, lo que, en opinión de Brisa Solís, las coloca en una situación de alta vulnerabilidad.

Brisa Solís es directora ejecutiva del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos), el primer organismo que inició la defensa de periodistas desde la década de los setenta.

En entrevista con Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y el Caribe (SEMlac), la ejecutiva de Cencos aseguró que no hay garantías ni voluntad política en México para respetar la libertad de expresión, ni para investigar los 11 asesinatos de periodistas sucedidos en 2010.

Tampoco se atienden las denuncias, pese a que existen al menos cinco instancias gubernamentales que han ofrecido su intervención para frenar la agresión contra periodistas.

Solís recordó que la periodista Anabel Hernández hizo público, el 1 de diciembre de 2010, que existe un plan para atentar contra su vida, mismo que es instrumentado por funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública y elementos de la Policía Federal.

Las amenazas de muerte proferidas a Hernández, autora del libro Los señores del narco, que apareció en las últimas semanas de 2010, es una muestra de la impericia y el riesgo, dijo Solís.

Esas amenazas surgieron porque la última investigación de la periodista, publicada por la prestigiosa casa editorial Grijalbo, conjetura cómo las autoridades gubernamentales, militares y policíacas están relacionadas y protegen a los cárteles de la droga en México, al tiempo que muestra alarmantes complicidades en los altos círculos políticos y empresariales.

"Puso el dedo en la llaga", afirmó Solís. Pero lo más lamentable de lo que sucede en México es que mujeres y hombres periodistas que salen a realizar su cobertura informativa a cualquier parte pueden ser objeto de arbitrariedades.

El caso de Anabel, quien ha tenido todos los foros para denunciar --como lo hizo en su momento Lydia Cacho-- es emblemático. El problema es que otras y otros comunicadores no están en la misma situación, comentó.

La directora ejecutiva de Cencos recordó que el periodista Francisco Cruz relató el caso de Selene Hernández, una colega del Estado de México que en 2008 apareció ahorcada en un hotel. Sobre ese caso no existe a la fecha información o investigación alguna.

Según las autoridades, el crimen organizado es responsable de la persecución de periodistas, pero todas las investigaciones de organismos civiles indican que en 65% de los casos las amenazas provienen de funcionarios locales, gobernadores, jefes policíacos o caciques tradicionales. Y este es el problema.

Anabel narró que, tras la publicación de su libro, su informante le aseguró haber escuchado el plan para atentar contra su vida y hacerlo pasar por un accidente automovilístico, un robo o un intento de secuestro.

La periodista, quien colabora para la revista digital Reporte Índigo, presentó una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. El viernes 3 de diciembre, la PGJDF dictó medidas cautelares para Hernández, quien actualmente está protegida por escoltas.

Según Solís, ahora se pretende establecer, como sucede en Colombia o Guatemala, un mecanismo de protección permanente a los periodistas, iniciativa que se discute desde hace un año.

"Este 17 de enero las autoridades lo echaron a andar, sin formalidad alguna", denunció, luego de lo cual añadió que, además, las autoridades impidieron que en esa mesa de análisis participaran los afectados y trabajadores de la comunicación, lo que hace que esta situación se presente insegura, inconfiable y fuera de toda protección real.

Inmediatamente después reflexionó: "Nada ha detenido los ataques a periodistas" y no existe un solo caso investigado. No hay culpables detenidos ni expedientes para consultar, y eso hará que los organismos civiles, entre ellos Cencos, acudan este mismo mes a las instancias internacionales, detalló.

Solís afirmó que está en riesgo la periodista oaxaqueña Verónica Villalbazo, así como una veintena de publicaciones, amenazadas por diversas instancias locales o nacionales.

En México existen varias instancias gubernamentales para atender los problemas: una Comisión Especial en la Cámara de Diputados; una instancia especial en la Procuraduría General de la República; una visitaduría en la CNDH, y ahora este pretendido mecanismo, pero María Esther Aguilar, desparecida en Michoacán en noviembre de 2009, no aparece, y no se sabe quién la busca.

Cencos, que al mismo tiempo es un espacio de difusión para las organizaciones sociales, también ha estado en riesgo, porque desde ahí se investiga y da seguimiento a las denuncias, dijo Solís.

Y agregó que el trabajo periodístico de Hernández se ha enfocado, en los últimos años, en la documentación de actos de corrupción y abusos de poder por parte del titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Genero García Luna, uno de los hombres más poderosos del gobierno y quien realiza los operativos contra el narcotráfico.

El informe 2009 de ARTICLE19 y Cencos documentó que 65% de las agresiones a periodistas provienen de funcionarios públicos. Esta situación resulta alarmante al considerar las obligaciones que en la materia ha asumido el Estado mexicano.

ARTICLE19 es una organización internacional de derechos humanos que trabaja en la defensa y promoción de la libertad de expresión en el mundo. Toma su nombre del Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que reconoce el derecho a la libre expresión de todas las personas.

Cencos fue la primera organización en denunciar las agresiones contra periodistas en México, y busca promover la libertad de expresión y la libertad de prensa como un derecho individual de los periodistas, y como derecho colectivo de la sociedad en su conjunto.

Periodistas

La joven ejecutiva Brisa Solís y dos periodistas, José Reveles y Roberto Rodríguez Baños –el primero autor de varios libros especializados sobre la crisis de criminalidad y persecución que se vive en México, y el segundo coordinador de una mesa de periodistas de Capital 21, la TV por Internet del gobierno de la capital–, examinaron para SEMlac la peligrosidad de la profesión de periodista en este país.

Los tres explicaron que en México hay una fragmentación de las denuncias y los atropellos, que no sólo vulneran la libertad de expresión y ponen en riesgo a hombres y mujeres periodistas, sino que esas situaciones las viven también las mujeres y hombres integrantes del campesinado, sindicatos, organizaciones sociales y feministas.

Tal es el caso de la defensora de los derechos humanos Marisela Escobedo, asesinada el 16 de diciembre pasado –pese a tener vigilancia y protección–, frente al palacio de gobierno del estado de Chihuahua, donde se mantenía en plantón para exigir un avance en las investigaciones sobre el asesinato de su hija Rubi, quien fue asesinada por su novio en agosto de 2008.

La ejecutiva y los dos periodistas señalaron que no existen, en esta fragmentación cobijada por el gobierno, instancias de coordinación, y unas y otras autoridades se pasan la responsabilidad.

Ante ello, urgieron a cumplir los compromisos acordados en 2003 y 2004 en diversos foros internacionales para garantizar la vida e integridad de los periodistas, crear mecanismos de diálogo y realizar investigaciones creíbles y responsables. Hasta el momento, nada se ha hecho.

De acuerdo con Rodríguez Baños, apenas el pasado lunes 17, el secretario de Gobernación, Francisco Blake, dijo que el Estado mexicano tiene todos los recursos para garantizar un clima de seguridad en el país, algo que ruboriza por absolutamente falso.

Cada día, recordó, "leemos en los medios cómo caen ejecutados, cómo hay balas que matan a cualquier civil, y unos 20 mil niños han quedado huérfanos".

Por su parte, Solís ha sostenido que en el gobierno no hay sensibilidad alguna, y puso como ejemplo la falta de protección a las y los migrantes procedentes de Centroamérica, que frecuentemente son secuestrados a la vera del camino, mientras la autoridad simplemente "no hace caso".

Por ello, coincidieron en la entrevista a SEMlac, también urge crear un mecanismo social y civil integral, porque ahora, ante la confusa situación que vive México, "cada quien defiende lo que puede" en soledad o aisladamente. Y para los periodistas también hay una mesa de trabajo.

Eso, reflexionaron, hace recordar la docena de instancias creadas entre 1993 y 2004 alrededor del feminicidio en Ciudad Juárez, la veintena de recomendaciones internacionales y el anuncio de políticas públicas para recomponer el tejido social en esa ciudad fronteriza.

Sin embargo, hoy se sabe que se trata de la ciudad más peligrosa del país, donde no sólo no se ha frenado el feminicidio, sino que han sido asesinados una centena de jóvenes en casas de recuperación de drogadicción. Además, se han puesto bombas y no se puede circular.

Pronto se abrirá una casa de emergencia para periodistas perseguidos en la Ciudad de México, que será dirigida por el periodista Rogelio Hernández, quien afirmó que ya se han tocado todas las puertas, y nada pasa.

Ahora toca mantener la información y todo lo necesario para evitar el asesinato de periodistas, pero también de todas y todos los mexicanos.

lunes, noviembre 15, 2010

Fernández de Cevallos, al ataque

Por: Lydia Cacho
Cuando Jimena Marín Foucher se casó con David, el hijo de Diego Fernández de Cevallos, jamás se imaginó que su vida se convertiría en una pesadilla de violencia doméstica. Sus padres creyeron que el joven hijo de uno de los abogados más poderosos ycorruptos de México, cambiaría; pero sucedió lo contrario. Cuando Jimena pidió ayuda le pidió el divorcio. Como muchos agresores poderosos, él la encerró durante casi cuatro meses. El aislamiento, amenazas de muerte y la reiterada intimidación de la familia Fernández de Cevallos a Jimena, terminaron en una amenaza: si ella quería el divorcio jamás volvería a ver a sus hijos. Ella escapó de casa cuando se desató la crisis del secuestro de Diego.

Este jueves, David Fernández de Cevallos, acompañado de un primo y su hermano Rodrigo, llegaron a la casa de la familia Foucheren Cozumel, en una zona residencial cuyos testigos creyeron inicialmente que se trataba de un ataque de narcotraficantes por el despliegue de violencia. Protegidos por agentes encapuchados de la AFI, los hombres armados entraron en la casa a llevarse a los niños; cuando los vecinos llamaron a la policía local, ante la confusión, se vivieron momentos de gran tensión. Todos cortaron cartucho al ver que los supuestos federales no se identificaban. Ante cámara de video, frente al asombro de los vecinos, los Fernández de Cevallos se llevaron a los niños por la fuerza, aparentemente escoltados por un camión militar. El Ejército niega haberles protegido; asegura que “sólo atestiguó la diligencia”.

Como muchos maltratadores de mujeres, David se consideraba propietario de su joven esposa. Con el aparato de justicia al servicio de su familia, la acusación por violencia intrafamiliar y el proceso de divorcio fueron una verdadera pesadilla para la madre de los dos pequeños. Finalmente, Jimena había logrado que un juez le otorgara la custodia temporal de sus hijos y volvió a Cozumel con sus padres. Según testigos, David sabía que sus pequeños estaban seguros y bien cuidados con su madre, y lo que él quería no era lograr tener visitas paternas para el bien de los niños, de uno y cuatro años, sino vengarse de la desobediencia y quitárselos.

Además de los testigos presenciales, que aseguran que el hijo de Diego portaba un arma, hay un video. En la denuncia 1656/10/2010 por secuestro, ataque y lesiones, la madre de los pequeños y los abuelos explican que fueron golpeados, que les esposaron yencañonaron y recibieron amenazas de muerte. Todo esto sucedió, aseguran, en un contexto de compra de autoridades, colusión de servidores públicos (jueces, federales y militares). La Procuraduría de Quintana Roo asevera que no hubo solicitud de orden de colaboración, por tanto, los federales habrían cometido un ilícito. Mientras se investiga el caso, quedó en evidencia la complicidadmachista de varios servidores públicos que justifican los hechos.

La Ley de acceso a las mujeres a un vida libre de violencia debería de proteger a todas las ciudadanas, pero entre la letra y su cumplimiento encontramos la colusión de servidores públicos que ponen la justicia al servicio de los agresores, de los poderosos. Tal vez lo único bueno de esta desgracia es que Jimena ahora está protegida por la sociedad. Si algo le sucede a ella, a sus familiares, todo México sabrá quién es responsable. Jimena no está sola.


jueves, agosto 12, 2010

Valerosa Lydia

Señor presidente:

Me permito responder a su reciente llamado televisivo: Dijo usted a la ciudadanía “esta es una lucha que vale la pena luchar, que hay que librar. Y no es ni debe ser a lucha sólo del Presidente, sino de todos los mexicanos, y en particular de aquellos que tenemos la responsabilidad pública en el gobierno, ya sea a nivel federal, estatal o municipal o en los otros poderes, como el Legislativo y el Judicial, de actuar en favor de la gente”. Coincido plenamente al igual que millones de hombres y mujeres.

Antes que nada quisiera preguntarle, la lucha a la que se refiere ¿es sobre el rescate del país o exclusivamente sobre la guerra contra el narco? ¿cuándo dice "gente" se refiere a hombres, mujeres, niños y niñas? ¿o solamente a sus soldados y policías federales? Muchas personas consideramos que hay cientos de problemas ajenos a los cárteles que laceran a la sociedad y nos permitimos enumerar algunos.

Dijo Ud. “Tu participación es vital, porque esta lucha es de todos y por eso tu denuncia, por ejemplo, o la información que nos puedas hacer llegar, es clave para avanzar en ella”. Vayan pues algunos datos como evidencia de nuestra voluntad para la cooperación y asumiendo la co-responsabilidad por el bien de México:

El gobernador de Puebla Mario Marín protege a las redes de pornografía infantil a cambio de recursos para campañas políticas; su protegido Jean Succar Kuri sigue en espera de sentencia por trata sexual y pornografía infantil (de niñas hasta de 4 años) desde el 2005, sin embargo los jueces federales parecen no tener tiempo para girar sentencia ¿cree usted que el procurador Chávez a quien usted designó abogado de la Nación tenga tiempo, e interés, de revisar el caso? las niñas víctimas esperan su respuesta.

Hay indicios de que el gobernador de Morelos dio cobijo a la gente del capo Beltran Leyva, la Marina cuenta con evidencias, su domicilio en la primaveral Cuernavaca es público (pero podríamos enviarlo con gusto). Por otro lado un sujeto de nombre Ulises Ruiz, ha cometido crímenes diversos en Oaxaca, mantiene amenazados a periodistas y ha encubierto asesinos. Sus generales se le harán llegar si este caso resulta de su interés. ¿Recuerda usted a Brad Will, el norteamericano asesinado por sus policías? tal vez sea pertinente que tome usted una postura de indignación como la que asumió frente la policía norteamericana ante el asesinato de un adolescente en Ciudad Juárez.

Un peritaje demuestra que el incendio de la guardería ABC en que murieron calcinados 40 niños y niñas, veinticuatro más quedaron heridos y marcadas de por vida y otros sesenta fueron expuestos a la tragedia. Existe un listado de todos los implicados en la red de colusión de servidores públicos responsables de este siniestro; con gusto el enviaremos copia de la documentación para que -tal como usted dice- su gente se ponga “manos a la obra”.

Martín y Bryan Alamanza Salazar de 9 y 5 años fueron asesinados a balazos por el ejército. No conformes con ultimar la vida de los pequeños, los soldados del retén fabricaron evidencias argumentando “fuego cruzado”. Los peritajes y testimonios demuestran que fue un salvaje ataque a una familia inocente que se detuvo obedientemente en un retén militar en Ciudad Mier, Tamaulipas. Si gusta podemos hacerle llegar los nombres de soldados responsables de la balacera. Simplemente le suplicamos se asegure, señor presidente, de que la vida de los testigos no corra riesgo por cooperar con usted.

Los refugios para mujeres víctimas de violencia han sido atacados por policías; las víctimas son protegidas por la sociedad civil que, por colaborar con el Estado, se encuentra absolutamente desprotegida ¿qué recomienda usted para que esta colaboración no les cueste la vida a las activistas? Miles de niñas víctimas de trata sexual y laboral no tienen espacios seguros, ni recursos especializados para su rehabilitación y para reconstruir sus vidas. Con gusto le enviaremos los nombres de los explotadores e incluso de quienes les ofrecen puestos de elección popular para que les sea más fácil cooptar a su víctimas y estar plenamente protegidos de la acción de la justicia.

Ya que está usted interesado en la colaboración ciudadana deseamos hacer de su conocimiento que hombres y mujeres periodistas han sido secuestrados, asesinadas, desaparecidos y encarceladas justamente por investigar todo lo relacionado con la guerra contra la delincuencia organizada que usted lidera.Tal vez sea de su interés un listado de probables responsables de dichos delitos, ya que la fiscalía especial no ha podido resolver uno sólo de estos casos. Estamos seguras de que una vez enterado, usted dará las órdenes para que se lleve a cabo una investigación pronta y expedita.

Sabemos de su afán en erradicar la corrupción de los sindicatos; le informamos que una mujer de nombre Elba Esther Gordillo se ha enriquecido de forma inexplicable y es responsable de la parálisis y corrupción del sistema educativo.

Espero que esta humilde aportación sea de utilidad para el avance en ese México que todas y todos soñamos y, que usted ha dicho, está dispuesto a rescatar a nuestro lado. Bienvenido a nuestra realidad señor presidente. Tenga la seguridad de que seguiremos colaborando con información y deseo de justicia.

Fuente: “Carta a Felipe Calderon”, LydiaCacho.net

martes, junio 22, 2010

Investigación a Molinar si se reabren casos Atenco y Lydia Cacho: PAN

Con los putos del PRIAN solo hay justicia bajo negociacion, si no es IMPUNIDAD.

Carlos Alberto Pérez Cuevas, vicecoordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, rechazó que el acuerdo de la Junta de Coordinación Política esté dirigido a fincar responsabilidades al ex director del IMSS y actual secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, en el caso de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora.

Carlos Alberto Pérez Cuevas, vicecoordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, rechazó que el acuerdo de la Junta de Coordinación Política esté dirigido a fincar responsabilidades al ex director del IMSS y actual secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, en el caso de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora.

Explicó que la bancada del PAN decidió acompañar la propuesta del PRI de que el director Jurídico de la Cámara de Diputados estudie el procedimiento a seguir, en su caso, iniciar procedimiento de juicio político contra funcionarios tanto en el caso ABC, como en los de Atenco y Lydia Cacho-Puebla, en los que también hubo investigaciones de la Suprema Corte.

Pese a que un grupo de periodistas mostraron a Pérez Cuevas copias del acuerdo de la Junta de Coordinación Política en el que sólo se menciona la decisión de estudiar el caso jurídico para un eventual juicio político a Molinar Horcasitas, sin embargo, el vicecoordinador restó validez al documento al decir que él firma cada página de los acuerdos, y argumentó que ese acuerdo no fue el definitivo, sino un punto de partida de una discusión en la reunión de esta tarde de la Junta de Coordinación Política.

Al concluir el vicepresidente reiteró que lo que se acordó por mayoría fue ordenar el estudio jurídico sobre el procedimiento a seguir en caso de iniciar procedimiento de juicio político a autoridades que resulten con responsabilidades en los casos ABC, Atenco y Lydia Cacho-Puebla.

Con información de El Universal.com

miércoles, diciembre 30, 2009

Carta a Monseñor

Pedro Miguel

Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera:
Usted y la mayor parte del alto clero están molestos por las reformas al Código Civil aprobadas en el Distrito Federal el 21 de diciembre, en virtud de las cuales dos personas del mismo sexo podrán unirse en matrimonio y gozar, en su condición de casados, de plena igualdad con las parejas heterosexuales constituidas ante el Registro Civil, incluido el ejercicio del derecho a la adopción de menores.
Comparto, en alguna medida, el malestar de ustedes: el matrimonio en general me parece una fórmula caduca, restrictiva y generadora de problemas en las relaciones amorosas. Encuentro, además, que la inclusión de una autoridad (sea juez o cura) en un ámbito tan íntimo como el del vínculo afectivo y erótico entre dos personas, así sea en calidad de testigo o garante, es un despropósito. Por ello, pongo distancia ante cualquier forma de promoción del matrimonio, independientemente de la raza, religión, nacionalidad, cultura, condición social, identidad de género y preferencias sexuales de los contrayentes.
Pero la vigencia y la defensa de los principios universales de la libertad y la igualdad me parecen mucho más importantes que la consideración anterior, personal y reconocidamente subjetiva, y no veo una razón por la cual el vínculo conyugal formal debiera prohibirse a gays, a lesbianas y a transexuales.
Estoy al tanto de las posturas eclesiales –formuladas por algunos padres de la iglesia, y consolidadas a lo largo de muchas centurias, hasta convertirlas en lo que el cardenal Lozano Barragán llama palabra de Dios– que pretenden reducir a los homosexuales a la condición de personas de segunda clase, a las cuales ha de privárseles de algunos derechos de los que gozan los heterosexuales. ¿Por qué? Porque, han sostenido ustedes, el amor erótico entre hombres y entre mujeres es contra natura (eso mismo me dijo un ilustre dignatario iraní al que conocí hace poco) y pone en riesgo a la sociedad en la medida en que se desentiende de la función reproductiva. Y si uno les replica que no es antinatural, y que están científicamente documentadas las prácticas homosexuales corrientes en centenares de especies de invertebrados, vertebrados y mamíferos superiores (véase, por ejemplo, Bagemihl, Bruce: Biological Exuberance: Animal Homosexuality and Natural Diversity, St. Martin’s Press, 1999), ustedes responden: ¡Ah, animalidad pura!
Qué desacuerdo, Su Eminencia. A mi juicio, un verdadero peligro para la sociedad no es el coito entre dos hombres o entre dos mujeres, sino el ayuntamiento entre el poder religioso y el secular, porque bajo ese maridaje han florecido métodos de lucha contra lo que el Santo Oficio llamaba el pecado nefando de sodomía tales como la hoguera, la castración en acto público, la confiscación de bienes, el calabozo y los azotes. En apenas cuatro siglos, la Iglesia se ha modernizado (lo admito sin cortapisas) y ha pasado de las parrilladas inquisitoriales (en tiempos más recientes, el reichsführer de las SS, Heinrich Himmler, prescribía la matanza sistemática de homosexuales porque éstos, decía pueden aniquilar a Alemania) a la simple discriminación social y jurídica, pregonada por usted (La Jornada, 22/12/2009 y 28/12/09), y a la segregación celestial que estipuló Lozano Barragán (La Jornada, 3/12/2009). Toda atenuación de sadismos históricos ha de ser recibida con alivio y aplaudo, por mi parte, el patente esfuerzo de moderación.
Por lo que hace a las adopciones, Monseñor, me complace anunciarle una buena nueva: dicen los especialistas Maribel Nájera, del Instituto Latinoamericano de Estudios de la Familia, y Adrián Aldrete Quiñones, del Instituto de la Familia, que los niños adoptados por una pareja homosexual tiene las mismas probabilidades de verse afectados en su desarrollo integral que los menores que crecen en hogares formados por personas de sexos diferentes (Reforma, 27/12/2009). Más: “La Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología, que agrupa a más de 50 asociaciones de educación, investigación y terapia sexual, afirmó que ‘ni la homosexualidad, ni la heterosexualidad, ni la bisexualidad, determinan la orientación sexual de los hijos, de acuerdo con numerosas investigaciones científicas internacionales según las cuales los hijos con padres o madres del mismo sexo no tienen por esta situación un desarrollo sicosexual negativo ni sufren daños a la salud mental’” (íbid).
El peligro de que un niño o una niña experimenten agresión sexual está en todas partes: en Internet, claro, y también, acaso, en un hogar formado por dos gays o por dos lesbianas; pero esa clase de violencia la hemos visto, desde siempre, en dominios de los poderosos económicos y políticos (recuerde Ud. la red de pederastas, formada por empresarios y funcionarios, evidenciada por Lydia Cacho), en familias ortodoxas y convencionales, en escuelas públicas o privadas y también, desde luego, en casas parroquiales, nunciaturas, seminarios y conventos.
Razonemos, señor Cardenal: no hay agresión ni barbarie que broten del amor, ya sea en su vertiente mística (agape), en su manifestación familiar y de compañerismo (storge) o en su expresión erótica; la violencia y el abuso sexual, derivan, en cambio, del ejercicio indebido de un poder (el del padre, el del cónyuge, el del maestro, el del guía espiritual, el del patrón...) sobre una persona vulnerable. Permítase, pues, que las familias se formen como puedan y por los caminos que sus integrantes decidan, sin exclusiones ni discriminaciones, y establézcase un compromiso verdadero contra las agresiones sexuales a menores, ocurran en donde ocurran, y sea cual sea la condición social, económica o religiosa de los agresores.
Le expreso, por último, buenos deseos para el año que comienza.
navegaciones@yahoo.com - http://navegaciones.blogspot.com

Fuente: La jornada

viernes, noviembre 13, 2009

Persecución y ejecución de mujeres

SARA LOVERA

MÉXICO. D.F., 12 de noviembre (apro).- La doctora Norma Blázquez Graf en su texto El Retorno de las Brujas, documenta con los datos mas confiables de la literatura difundida en los últimos 50 años, que entre el siglo XIII y el XIV al menos 110 mil mujeres fueron expulsadas, perseguidas y torturadas, 60 mil de ellas ejecutadas, todas acusadas de "brujería".
El libro, que explica la historia femenina de la creación de conocimiento, sostiene que esa estrategia de exterminio tenía que ver con que las víctimas habían transgredido el poder de la época, negarse al control de su cuerpo y de su pensamiento, por haber actuado y crecido.
Acalladas por su capacidad y sus propuestas de transformar el mundo mujeres, "brujas" o locas, pero finalmente presas de conciencia son ejemplo de que no admitir el sometimiento en todos los planos nos hace vulnerables. Un relato se diría del pasado remoto, instalado por la horrenda historia inquisitoria y funesta.
Ello viene a cuento en esta hora por el listado creciente de denuncias cotidianas que circulan en las redes ciberespaciales y de comunicación que llegan a mi computadora todos los días: persiguen y amenazan a periodistas mujeres por los temas que tratan, otrora no considerados peligrosos para el poder: la trata, el aborto, la corrupción de funcionarios públicos, la denuncia de pederastia y violaciones, por pronunciarse a favor de la libertad sexual de las mujeres.
Asuntos todos que me conectan con ese pasado y me remiten al famoso texto El Martillo de las Brujas o la guía práctica de los verdugos que debían identificar y someter a sus víctimas.
Pienso que es ahí donde se han inspirado los políticos, caciques, emperadores modernos para mantener en la cárcel a Sara López Gómez por oponerse en Campeche a las intolerables tarifas eléctricas; para atemorizar la libre expresión de Gabriela Gallegos, directora de la revista electrónica Contra Línea de Durango, cuya casa fue asaltada hace unos días por oscurantistas que se llevaron sus materiales de trabajo y sus archivos.
También me remito a la estudiante de la UNAM, Lucía Moret, amenazada por el presidente de Colombia, Álvaro Uribe. Y recuerdo el largo peregrinaje de la periodista Lydia Cacho y las amenazas y represiones contra Sanjuana Martínez por haber denunciado la pederastia.
Lo grave es que no se trata únicamente de la política conservadora del desgobierno calderonista que ha encarcelado a más de 30 mujeres en Guanajuato por haberse practicado un aborto.
Hoy, escenificamos una política global contra la acción y las palabras de las mujeres defensoras de los derechos humanos y el ejercicio periodístico, denuncias que se acumulan en las oficinas domésticas de Derechos Humanos o internacionales, ante un silencio que va dañando cada día nuestra humanidad.
Déjenme tomar las palabras de una periodista cono sureña que me escribió desde Argentina:
"Me solidarizo con todas las colegas que vienen sufriendo agresiones de toda índole, tan sólo por atrevernos a denunciar hechos irregulares y corrupción que con desparpajo incurren los que tienen el poder... Soy periodista y me declaro vehemente cuando se trata de "destapar" la corrupción que está frente a mis narices; por ello he sido golpeada físicamente y vivo bajo el acecho permanente de quienes desearían mi desaparición.
"En enero del 2007, dos fornidos funcionarios del municipio de Chosica, distrito al Este de Lima, Perú, trataron de silenciarme, golpeándome en la cabeza y abdomen por que me había atrevido a denunciar la vida licenciosa del alcalde Luis Bueno Quino, acusado penalmente de ser pedófilo y de transmitir el VIH bajo chantaje sexual a sus trabajadores de seguridad ciudadana.
"Hice la denuncia policial respectiva pero como era de esperarse al final yo pasé de ser agredida a agresora, es decir, yo fui quien los golpeó y maltraté. Mi programa de radio fue cancelado, ordenaron a nivel judicial mi captura y se vino la avalancha de denuncias en mi contra.
Y reflexiona: "siguen muriendo más infectados de VIH, siguen aumentando sus incondicionales proveedores de niños (trabajadores del municipio); siguen desapareciendo "circunstancialmente" sus opositores como la periodista Consuelo Ruiz, asesinada en el 2004".
También ilustra lo que hace unos días sucedió a una funcionaria de la municipalidad de Santa Rosa, en la Pampa, Argentina, Mónica Molina, subdirectora de Políticas de Género.
Denuncia que una llamada anónima, con voz masculina advirtió a Molina: "le vamos a cortar el cogote y la vamos a colgar en el mástil para que flamee junto con la bandera frente al municipio...".
En posteriores declaraciones a los medios de prensa, Mónica denunció que es muy probable que las amenazas tengan que ver con el allanamiento de Le Coq Doré, un cabaret de Santa Rosa, clausurado por un procedimiento conjunto entre el Municipio y Gendarmería Nacional, donde se encontró a una menor a quien se explotaba sexualmente.
Mónica impulsó sanciones que eliminó las whiskerías, cabarets y night clubs de las habilitaciones municipales y denunció una red de tratantes de mujeres y niñas con objeto de explotación sexual, que terminó con más de una docena de presuntos proxenetas procesados y el cierre de numerosos prostíbulos encubiertos.
Agrego sólo unas líneas de la emblemática periodista nicaragüense Sofía Montenegro, quien nos informa que la Comisión Permanente de Derechos Humanos de aquel país denunció a Daniel Ortega de crear bandas para agredir a dirigentes de la sociedad civil, donde, recuerda Sofía, "mi nombre está en esa lista destinada a aterrorizar a un grupo de mujeres que somos voceras de organizaciones ciudadanas, tales como Doña Vilma Núñez de Escocia (un verdadero monumento nacional); Luisa Molina, de la Coordinadora Civil; Violeta Granera, del Movimiento por Nicaragua; Juanita Jiménez y Azahálea Solís, del Movimiento Autónomo de Mujeres".
Subraya el caso de Leonor Martínez, del Movimiento Juvenil, emboscada y vapuleada casi enfrente de su casa en días recientes por denunciar el asalto a la Constitución que prohíbe toda forma de interrupción del embarazo, así como la insólita situación de la periodista independiente María Mercedes Urbina sometida a abusos por el poder judicial, por investigar irregularidades del gobierno local en la comunidad de Nagarote.
Una denuncia adicional que envió una prominente feminista argentina, agrega otras fechorías de Ortega, como el caso de la nicaragüense Patricia Orozco, feminista, histórica defensora de los derechos humanos, periodista e integrante del Movimiento Autónomo de Mujeres, la cual fue golpeada y detenida ilegalmente por agentes policiales de la delegación departamental de León. Su trasgresión era haber realizado un taller de derechos de las mujeres.
Sobre esta situación, que ya ha llevado a numerosas feministas a pedir medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se han manifestado organizaciones civiles de todo el mundo, así como instancias internacionales de derechos humanos.
En Campeche, a Sara López González, junto con dos personas más le construyeron una acusación de "'privación ilegal de la libertad" y "secuestro" al ingeniero Leovigildo Domínguez López, cuando en realidad dialogaron con él y exigieron a la Comisión Federal de Electricidad suspender los cortes e interrupciones de suministro eléctrico que estaba aplicando a decenas de casas de la comunidad de Candelaria, en septiembre de 2008.
Hoy, Sara está en la cárcel de Kobén en Campeche, desde julio y Amnistía Internacional podría declararla junto a sus compañeros presa de conciencia al conocer que pertenece a una organización civil opositora al desmesurado aumento de tarifas eléctricas.
El caso de la periodista Gabriela Gallegos, advertida y perseguida sin causa visible, sólo por contar algunas realidades duranguenses, por decir, algunas cosas del manejo financiero de gobiernos y empresas, está ya en la mira.
El asalto es claramente una amenaza, porque no se llevaron sino los instrumentos de trabajo, computadoras, grabadoras, máquinas que diseñan su revista, archivos y su último pecado es haber aceptado ser la vicepresidenta de la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras.
Lo cierto es que ha reaparecido en América Latina el Martillo de las Brujas para hacernos entrar en razón. Las mujeres no podemos revelarnos ni pensar o actuar contra la injusticia del uso y abuso de nuestros cuerpos; menos atentar describiendo o actuando como funcionarias, sobre lo que hacen los empoderados y caciques. Algo muy grave está conspirando contra los derechos de las ciudadanas y de las periodistas que decidieron dejar atrás su historia de dominación y su papel de espectadoras en un mundo que se quiere sólo reafirmar como autoritario y hostil a las otras y a los otros.
Noviembre se conoce como el mes de promoción de la tarea para eliminar la violencia contra las mujeres. La última semana en Colombia, con el amparo del gobierno y las instituciones de ese país, un nutrido grupo de periodistas discutirá cómo hacer un periodismo no sexista.
La Red Internacional de Periodistas con Visión de Género tiene la gran oportunidad de abordar y resolver sobre la urgencia de promover en el mundo la justicia para las mujeres, sin tanta parafernalia de la tecnocracia de género. En el seno de un gobierno represor, que convendría no avalar con el silencio y la autocomplacencia.
Comentarios: saralovera@yahoo.com.mx
Fuente: Proceso

domingo, agosto 09, 2009

La Corte y el derecho a saber


Por lo menos tres ministros invocaron el derecho de los mexicanos a la verdad, durante el debate del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que concluyó con la aprobación de una pesquisa constitucional sobre la matanza de 49 niños en una guardería subrogada del IMSS. El jueves pasado el máximo tribunal no sólo resolvió ejercer la facultad excepcional que le otorga el segundo párrafo del artículo 97 constitucional, sino que proclamó el derecho a saber como un valor jurídico que el Estado debe satisfacer. La Corte, por lo pronto, se propone conocer la verdad de lo ocurrido en torno al incendio del 5 de junio que produjo aquel oprobioso resultado y hacerla conocer. Ese tribunal, sin embargo, es remiso a aprovechar ese objetivo esta vez señalado con entusiasmo por algunos de sus miembros. Con su escepticismo seco, el ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano, cuya ponencia fue rechazada por ocho de sus colegas y sólo apoyada por dos, dijo entre los fundamentos de su propuesta de rehusar la indagación que “para bien de los mexicanos, de los 13 expedientes que tenemos registrados” abiertos con la pretensión de aplicar el artículo 97, “seis solicitudes han sido desechadas por falta de legitimación; otras tres han sido declaradas improcedentes, y en una más, relativa a cierta autora, después de haberse practicado la investigación ordenada por el tribunal pleno, se concluyó mayoritariamente que no se encontró prueba idónea para demostrar la grave violación de garantías individuales”.Dejemos de lado la necesaria exploración psicológica que condujo a Aguirre Anguiano a convertir en innombrable a Lydia Cacho y a aludir a ella sólo como “cierta autora”. No podemos imaginar que lo hizo por rubor, porque la contundente seguridad en sí mismo que ostenta el ministro tapatío impide pensar que es capaz de esa demostración del ánimo, pariente del arrepentimiento o la vergüenza por un error cometido. Lo que importa es su balance sobre el ejercicio de la facultad de investigación de la Corte. No es alentador. Y el recuento de las ocasiones en que ese tribunal se ha negado a indagar hechos cuya verdad podría establecerse mediante ese mecanismo sería aún menos estimulante si agregamos la negativa de los ministros, en su función jurisdiccional, a atraer procesos en que puede establecerse el sentido último y el contorno de hechos sangrientos como la matanza del 10 de junio de 1971 o escándalos de defraudación electoral: desechó la posibilidad de manifestarse ante el debate sobre la revisión de los paquetes de la elección presidencial de 2006, litigio que por esa omisión del supremo tribunal se libra ahora en uno internacional.Creamos, sin embargo, que de ahora en adelante el compromiso de la Corte con la verdad discurrirá por otras vías. En congruencia con formulaciones previas, el ministro Genaro David Góngora Pimentel, que vive sus últimos meses en ese tribunal –concluye en noviembre el período de 15 años para el que fue designado–, evocó el derecho a la verdad. Antes formuló su hipótesis sobre el acontecimiento del 5 de junio: “Las consecuencias del accidente (…) probablemente se agravaron a partir de la negligencia continuada de diversos actores, que no solamente corresponden a los particulares encargados de la guardería subrogada, sino también son responsables directos autoridades encargadas de vigilar el correcto funcionamiento de este programa de seguridad social en beneficio de las niñas y niños hijos de derechohabientes”. Sostuvo después, al fundar su voto a favor de que la Corte investigara el caso y su entorno institucional, que, al hacerlo, el tribunal debe favorecer “el cumplimiento del derecho a la verdad, que se proyecta hacia las personas afectadas y hacia la comunidad en su conjunto, que debe tener ese derecho de saber qué pasó, el derecho a la verdad”.Ese derecho a saber había sido invocado por el ministro Juan Silva Meza en enero de 2006, cuando quedó en la minoría de quienes buscaron que el pleno atrajera una pesquisa sobre el crimen de Tlatelolco. Ahora lo equiparó al derecho a la información, a la “búsqueda de la verdad, de la verdad que quiere saber y conocer la sociedad respecto de actuaciones que han producido consecuencias tales como: violaciones graves, graves violaciones de derechos fundamentales…”. Y después insistió: “A través de esta investigación –y por eso estoy convencido que debe hacerse– es necesario exponer a la sociedad civil, en el caso concreto todas las personas que estuvieron en torno de estos lamentabilísimos hechos, la verdad, la verdad de estos hechos; si fueron propiciados directa o indirectamente por acción u omisión”. De los ocho ministros que aprobaron realizar la investigación, el ministro Fernando Franco González Salas fue el tercero en sostener que entre los logros que debe perseguir la indagación cuente satisfacer el derecho a la verdad:El hecho de que “los resultados de la investigación se hacen del conocimiento público, se dan a conocer (…) tiene un sentido fundamental. Me parece que el conocimiento y las conclusiones a que pueda llegar este pleno (…) tienen una importancia subrayada para los familiares afectados por esta terrible tragedia (…) pero también para la sociedad en su conjunto. Esto, dado que he sostenido y sigo sosteniendo que uno de los objetivos medulares del ejercicio de esta delicada facultad que tenemos es lograr reparar o disminuir, en lo posible, el impacto negativo que se dio en la comunidad con motivo de los hechos (…) conocer la verdad histórica de los hechos a los que arribe este pleno con total transparencia puede coadyuvar de manera importante a lograr ese objetivo”.No se incluyó la búsqueda de la verdad en los 10 puntos que serán el objeto de la investigación. No es necesario que aparezca de modo expreso en esa lista. Sí será conveniente, cuando el ministro Franco realice el engrose de esta resolución de la Corte –operación que recoge las expresiones de los ministros que contribuyen a formar la decisión mayoritaria–, tenga en cuenta esa suerte de compromiso de al menos tres ministros con la búsqueda de la verdad, la satisfacción del derecho a saber.

La Corte frente al Ejército
JORGE CARRASCO ARAIZAGA


MÉXICO, D.F., 7 de agosto (apro).- Por primera vez en este sexenio, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) mostrará si es capaz de acotar al gobierno de Felipe Calderón y cerrar la puerta a los abusos cometidos por militares en los operativos contra el narcotráfico.El amparo presentado por Reynalda Morales Rodríguez, viuda de uno de los civiles asesinados sin motivo por el Ejército, en mayo de 2008, en la sierra de Sinaloa, ha puesto a los ministros de la Corte ante la oportunidad de reivindicar al llamado máximo tribunal del país o ceder a las presiones del gobierno de Calderón.

Si en los tiempos del autoritarismo priista bastaba una llamada del presidente de la República para decidir las votaciones en la Corte, ahora el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, ejerce una presión distinta. La semana que pasó, Gómez Mont se dedicó a hacer labor en la SCJN para que los ministros dejen las cosas tal y como están en materia de fuero militar, cuando discutan, a partir del lunes, el alcance de la jurisdicción castrense en el caso de violaciones a los derechos humanos.Como encargado de la política interior del país, Gómez Mont no es, desde luego, un mero cabildero más.Ha sido el designado por Calderón para responder los cuestionamientos judiciales –nacionales e internacionales– en contra del Ejército mexicano, no sólo por el incremento en más de un 600% de las quejas de violaciones a la dignidad humana en lo que va del sexenio, sino porque ante esas denuncias los militares se investigan a sí mismos.Eso es posible porque el Código de Justicia Militar, en su artículo 57, establece que las agresiones de ese tipo cometidas contra civiles –así se trate de ejecuciones, torturas o secuestros– deben ser consideradas como "faltas a la disciplina militar" y, por lo tanto, ser investigadas por los tribunales castrenses.El amparo de Reynalda Morales Rodríguez busca precisamente que los ministros revisen la constitucionalidad de esa disposición del Código de Justicia castrense elaborado en 1933, en el México de la posrevolución dominado políticamente por los militares.Tanto el Ejército como la Marina se oponen a cualquier cambio en esa disposición del fuero militar, y como principales aliados políticos y sostén de Calderón en sus operativos contra el narcotráfico, quieren en retribución dejar las cosas como están.Lo que buscan, a toda costa, es evitar que elementos militares sean juzgados por tribunales civiles en casos de violaciones a los derechos humanos.Prácticamente en toda América Latina, que viene de una historia de dictaduras militares, ese tipo de legislación ha sido cambiada, ya sea por decisión del Ejecutivo, del Congreso o por resoluciones de la propia Corte.El propósito ha sido el de evitar la impunidad cuando se trata de violaciones a los derechos humanos.Los estándares internacionales indican precisamente que los tribunales castrenses no pueden llevar casos en los que hay civiles involucrados. Así lo reconoce México en el artículo 13 de la Constitución Política, pero en la práctica el Código de Justicia Militar es el que prevalece. Un Código que por lo demás fue publicado por el Ejecutivo sin ser sancionado por el Legislativo.El margen de interpretación de la SCJN respecto de la inconstitucionalidad de esa práctica es reducido. Pero las dudas sobre lo que decida la mayoría de ministros son amplias.De lo que decidan los ministros dependerá en buena medida lo que ocurra con los operativos de Calderón contra el narcotráfico en lo que resta del sexenio. Pues si la Corte acota el fuero, los militares se verán obligados a limitar sus arbitrariedades; lo contrario no sólo les daría carta blanca, sino garantía de impunidad.

jcarrasco@proceso.com.mx

jueves, abril 02, 2009

Erdely: secuestrar en nombre de Dios

Lydia Cacho
Plan B

El padre Marcial Maciel, ante las primeras acusaciones sobre pedofilia, aseguró que los infieles, movidos por el demonio, le difamaban para difamar a Dios y a los Legionarios de Cristo. Los 250 sacerdotes australianos acusados de pedofilia utilizaron los mismos argumentos, hasta que se les demostró su culpabilidad uno a uno. Jorge Erdely asegura que son sus enemigos de la Luz del Mundo y un puñado de zombis manipuladoras quienes lo difaman. Habla para confundir, es su especialidad.
Los principios de la Iglesia Cristiana Restaurada (ICR) parten de la premisa de que todas las personas son apóstatas y deben pasar por un proceso de arrepentimiento, confesión, adoctrinamiento, disciplina y restauración. Las reglas del gran pastor Erdely implican aislar a los restaurados y crear una gran iglesia mundial. Nada que no pretendan casi todas las religiones del mundo. El problema es que Erdely, Canavati y sus seguidores, desde México hasta Tailandia, están convencidos de que llevar niños y niñas robadas a vivir ilegalmente con familias restauradas es una obra de Dios, y no un delito.
Existen testimonios de familias que estuvieron en la ICR en Cancún y Mérida que narran cómo Casitas les entregaba en adopción cristiana a infantes. Lo que facilita este secuestro de menores para fines religiosos es el maltrato infantil, ya que la mayoría de criaturas terminaron en Casitas por haber sido víctimas de violencia intrafamiliar. Desde abandono y abuso sexual, hasta quemaduras con cigarro en el cuerpo, fracturas, golpes y violencia sicológica.
Bajo la premisa de que los maltratadores son apóstatas, Dios ilumina y autoriza por vía de su pastor que estos niños y niñas renazcan entre familias cristianas. El argumento de Erdely para su rebaño es el mismo de Martín Lutero: “La razón es la ramera del diablo, que no sabe hacer más que calumniar y perjudicar cualquier cosa que Dios diga o haga”.
Una niña que fue “adoptada para la restauración”, que conoció a Erdely, explica que por cada demérito les daban tres golpes en la espalda, por hablar de música no cristiana o ver televisión seis horas de encierro. Por cada reporte se les quitaba el derecho a los alimentos. “Mamá Paty” Seoane era la responsable de dar a estas niñas en adopción ilegal. Las familias que adoptan para la restauración deben asistir a los retiros con su gran pastor. Como Maciel y otros maltratadores de menores, Erdely alude a un liderazgo místico para evadir a la justicia. Sus seguidores están sujetos a la sumisión y la abyección del opio religioso, y bajo su manto sagrado cobijan el delito de secuestro.

lunes, marzo 30, 2009

Pinky y Cerebro vs el PRI

Por Lydia Cacho

Pinky y Cerebro son dos pequeños ratones, uno delgadito e ingenuo y otro cabezón y estratega. Viven en un laboratorio, y cada noche, cuando sus captores apagan la luz, Pinky, con voz aguda le pregunta a su compañero: “¿Qué vamos a hacer esta noche, Cerebro?”. El otro responde en tono de barítono, saliendo de la jaula: “Lo mismo que hacemos todas las noches Pinky… ¡tratar de conquistar al mundo!”.
Germán Martínez ha sido calificado por Murillo Karam y Emilio Gamboa como un loco de caricatura. Beatriz Paredes ha decidido no responder a las provocaciones del dirigente de la derecha. Desde hace un par de meses el líder del Acción Nacional ha declarado consistentemente que el PRI está vinculado con el narcotráfico, y son los priístas los responsables de que el país esté en peligro.
Mientras Beatriz Paredes borda sus huipiles para retomar Los Pinos y canta victoria por doquier, le quitan votos. Las encuestas de intención de voto mostraban, hace unas semanas, que el PRI tenía 40% de preferencia contra 25% del PAN. Las de ahora revelan al tricolor con 30% y al blanquiazul con 27%. Germán ha obtenido el primer triunfo: sembrar la duda en quienes pensaban que era mejor volver al control priísta que seguir con la débil incertidumbre de Acción Nacional.
Los alegatos diarios de Germán Martínez no han logrado llevar a esos votantes potenciales a decidir que el PAN es la opción ideal, pero sí consiguieron fomentar una duda razonable.
Todo parece indicar que es en el laboratorio político de Los Pinos donde se planea la batalla real. Calderón declara que el PRI ha ganado espacios, mientras Martínez nos pide que no olvidemos que el PRI destruyó el tejido ético de México, arrebatándonos el derecho a defender la dignidad. Que el PRI nos enseñó que somos un pueblo cautivo de los políticos abusivos y que no tendemos salida; que de eso viven y allí abrevan los más corruptos y perversos personajes que se preparan para volver a gobernarnos.
Paredes celebra ser la líder de los autores de la doctrina del primero roba y después diles que robar es privilegio de poder. Líder de quienes defienden a Mario Villanueva, su insigne narcogobernador. Del partido que protege a defensores de pederastas y de asesinos. Celebran ser un PRI que goza la sangrienta guerra en la que mueren miles, porque demuestra que ellos sí sabían negociar con el narco y tenerlo a raya (a cambio de una raya para sus gobernadores, alcaldes y policías).
Está claro que el PAN no ha demostrado ser mejor que el PRI, pero el PRI ha demostrado ser lo peor para México. Mientras el PRD se desmorona con su corrupción interna, Martínez tiene como tarea escupir a la cara del tricolor para quitarle votos. A Calderón le toca lograr que los indecisos elijan a su partido que, según ellos, es lo menos peor del mercado electoral.

viernes, marzo 27, 2009

Las costumbres del poder

Carmen Aristegui

El grado de frustración, desencanto y disgusto que se produjo en México a raíz del pronunciamiento de la Suprema Corte sobre el paradigmático caso de la periodista y escritora Lydia Cacho, en noviembre de 2007, fue tan grande que terminó por impulsar a los cuatro ministros disidentes a publicar, en un hecho casi insólito, el libro cuyo sugerente título se reproduce en esta colaboración. Genaro David Góngora Pimentel, José Ramón Cossío, José de Jesús Gudiño y Juan Silva Meza decidieron entregar a la editorial Porrúa textos de revisión y crítica al proceso de investigación y votación que realizó la Corte sobre este caso, en el uso de la facultad que le otorga el artículo 97 de la Constitución para conocer la verdad de hechos que resulten violatorios de garantías individuales y/o derechos fundamentales de ciudadanos y cuyos probables responsables sean las mismas autoridades que deberían investigar.Las costumbres del poder es un libro cuya mayor parte la ocupan apéndices y votos particulares de los cuatro autores. Contiene sus convicciones acerca de lo ocurrido en este caso que cimbró a la opinión pública y que puso a prueba el alcance y significado de esta facultad constitucional que, dicho sea de paso, se encuentra en riesgo de desaparecer según se reconoce en algún lado de estas páginas. Es más que claro que muchos políticos, y uno que otro ministro, quisieran que se esfumara el famoso artículo 97. No quieren que el máximo tribunal exhiba a políticos, gobernantes y autoridades que han abusado de sus cargos, cometido tropelías y usado a las instancias de justicia con propósitos deleznables como lo hizo Mario Marín en el caso Lydia Cacho.El también llamado "Caso Puebla" es un retrato de cuerpo entero precisamente de esas costumbres del poder. Las del gobernador que fue capaz de usar -en la peor acepción del término- a la Procuraduría, al Tribunal Superior de Justicia, a los agentes de la ley y todo lo que fuera necesario para darle "un coscorrón a esa pinche vieja", y satisfacer con ello al poderoso empresario Kamel Nacif, protector, a su vez, del pederasta Jean Succar Kuri. Muchos creíamos en la contundencia de la información sobre los abusos en contra de la periodista; la cruda exposición sobre estas costumbres del poder encarnadas en varios personajes que siguen ahí, como si nada; la gravedad de los hechos que se pretendieron encubrir; lo perturbador del origen del caso que remitía al libro de Lydia sobre las redes de abuso infantil; la pornografía con menores y las redes que las protegen serían suficientes elementos para lograr un pronunciamiento firme, contundente e inequívoco de quienes están ahí para hacer valer el sentido de la justicia. Lo que se quería, lo que se pedía y lo que se exigía era que en el ejercicio de esa facultad, hoy en peligro de extinción, la Suprema Corte se alzara como una voz que a partir de este emblemático caso pudiera reconciliar, en alguna medida, a todo un país, con las nociones fundamentales de la justicia.Por razones que no están al alcance de mi entendimiento, la mayoría de los ministros decidió, finalmente, que no quedaba demostrada la existencia de violaciones graves de garantías individuales de la periodista. Y a otra cosa. De las niñas y los niños abusados, de las redes que comercian con sus cuerpos, de los pederastas y sus organizaciones, de los políticos que los protegen. De eso ya ni hablar. En algún punto de las votaciones anteriores se determinó que tal cuestión "... no formaba parte del mandato emitido por el Tribunal del Pleno a la comisión investigadora". Y, también, a otra cosa. Aquello era, para una gran cantidad de personas que seguían el caso dentro y fuera del país, decepcionante, indignante e incomprensible.¿Qué pudo haber llevado a los cuatro ministros disidentes de esa mayoría a publicar un libro como Las costumbres del poder sino un sentimiento compartido de frustración y, por supuesto, un ánimo de crítica frente a lo ocurrido? El ministro Gudiño se pronuncia sobre lo verdaderamente grave y trascendente del "Caso Puebla". Y se contesta: "... esta mala experiencia pone el dedo en la llaga... y debe dejar huella en la conciencia colectiva de la superlativa importancia que tiene la selección de quienes habrán de ser nuestros procuradores y nuestros jueces y el necesario control social, además del orgánico, que en este rubro es necesario ejercer de manera permanente".Sobre el caso Atenco se reconoció una violación masiva de derechos humanos pero no hubo responsabilidades mayores. ¿Habrá libro sobre el caso? Viene ahora el caso Oaxaca. La comisión de Roberto Lara y Manuel Baraibar entregó el resultado de sus investigaciones con un escueto comentario: "No se adjudican responsabilidades, sino únicamente se identifican a las personas que participaron en los hechos calificados como graves violaciones a las garantías individuales". Se entiende que le tocaría a los ministros hacer los señalamientos. Aunque, después de Mario Marín y de Peña Nieto en el caso Atenco, ¿estará preocupado de algo Ulises Ruiz?"