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domingo, junio 26, 2011

Telmex y SCT incumplen programa social de telecomunicaciones

La empresa del hombre más rico del mundo, Teléfonos de México, incumple el programa de cobertura social que habría de beneficiar a 10 millones de personas marginadas. Casi 267 millones de pesos se han entregado de manera puntual a la empresa de Carlos Slim Helú sin que hasta la fecha miles de comunidades reciban los servicios de telecomunicaciones contratados. Pese a las faltas, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes no ha sancionado a la empresa. Telmex es la única beneficiaria del fondo federal de cobertura social en materia de telecomunicaciones, cuyo saldo asciende a 843 millones de pesos.

Mayela Sánchez

Contrario al solícito modo con que en los últimos años ha concesionado la principal red de fibra óptica del país y parte del espectro radioeléctrico, el gobierno federal ha desdeñado durante casi una década la operación del Fondo de Cobertura Social de Telecomunicaciones (Focosote), que habría de beneficiar a 10 millones de personas de escasos recursos.

Del incumplimiento es responsable la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), en tanto encargada de su operación; pero también lo es la empresa Teléfonos de México (Telmex), beneficiaria de la concesión de los dos únicos proyectos que se han puesto en marcha desde 2002 para llevar servicios de telefonía a poblaciones urbanas y rurales marginadas.

Ahora mismo, la SCT y Telmex se encuentran entrampadas en el más reciente conflicto que se ha suscitado dentro del sector telecomunicaciones, luego de que el pasado 27 de mayo la Secretaría negara a la empresa de Carlos Slim Helú una concesión para ofrecer servicio de televisión restringida. Lo anterior, a pesar de que el Poder Judicial de la Federación había otorgado un amparo a Telmex, en el cual reconocía que la omisión de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) para responder en tiempo a la petición de la empresa, se traducía en una opinión favorable a ésta.

A pesar de la demora con que la dependencia informó de su negativa, ésta no ha sido mayor a la pasividad mostrada para sancionar a Telmex por el incumplimiento de los contratos C-411-001-05 y C-411-001-06, conforme a los cuales para marzo de 2009 la compañía telefónica tendría que haber llevado el servicio de telefonía a, cuando menos, 6 mil 22 localidades marginadas, de las 11 mil 76 previstas por el Focosote.

En el conflicto que sostienen el gobierno federal y la empresa de Slim Helú, ésta ha argumentado que su entrada al mercado de la televisión restringida beneficiaría a los usuarios al ofrecer menores precios y mejor calidad en el servicio.

Pero al mismo tiempo, Telmex ha dejado cientos de comunidades pobres sin acceso a telefonía pública o con fallas en el servicio y ha hecho cobros indebidos a los usuarios, como consigna la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en su revisión al fideicomiso, al amparo del cual opera el programa de cobertura social de la SCT.

La auditoría, que forma parte del Informe del resultado de la fiscalización de la Cuenta Pública 2009, es la única inspección que el órgano fiscalizador ha hecho al Focosote desde su creación hace casi 10 años, a pesar de los exhortos de algunos senadores para transparentar su ejercicio.

El asunto no es menor si se considera que dicho Fondo recibió del gobierno federal 750 millones de pesos como aportación inicial para su operación, los cuales bien pudieron agotarse en el primer año de su ejercicio, dada la amplia necesidad de servicios de telecomunicaciones en el país, estima la doctora Clara Luz Álvarez González de Castilla, especialista en telecomunicaciones.

De la millonaria bolsa entregada al Focosote, hasta mayo del año pasado casi 267 millones habían ido a parar a manos de Slim Helú, de acuerdo con los saldos de sus estados financieros, cuyas copias posee Contralínea.

Datos más recientes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público muestran que hasta marzo de 2011 el fideicomiso tenía recursos disponibles por 843 millones de pesos, sin que a la fecha existan nuevos proyectos para utilizarlos.


Telmex incumple

Aunque el Focosote se creó desde noviembre de 2002, fue hasta el 2 de febrero de 2005 y el 4 de septiembre de 2006 que se suscribieron los primeros y únicos contratos que en casi una década han aprovechado los recursos del fideicomiso. Según un comunicado de la SCT, con tan sólo esos dos proyectos se habría de beneficiar a 10 millones de personas.

La empresa de Slim Helú –cuyo título de concesión le obliga a ofrecer el servicio universal de telefonía como una contraprestación– resultó ganadora de las dos licitaciones públicas que ampararon los contratos C-411-001-05 y C-411-001-06.

En éstos se lee que la empresa obtendría pagos no recuperables por máximos de 274 y 377 millones de pesos, respectivamente, así como la autorización para operar bandas de frecuencia del espectro radioeléctrico por 10 años.

En dichos acuerdos, Telmex se compromete a llevar el servicio público de telefonía básica local y de larga distancia tanto residencial como a través de casetas públicas a un total de 11 mil 155 localidades de escasos recursos. Un convenio modificatorio al primer contrato redujo la cifra a 11 mil 76 comunidades.

El acuerdo C-411-001-05 y su convenio modificatorio estipulan que Telmex tendría “como máximo 12 meses para instalar la infraestructura de la Red e iniciar la prestación del STB1 [Servicio Telefónico Básico Tipo 1]” en 1 mil 971 localidades previstas.

Una vez iniciada la prestación del STB1, contaría con seis meses más para iniciar la operación de un número de líneas telefónicas equivalente a la décima parte del total de viviendas electrificadas en cada comunidad.

En estas localidades el servicio sería proporcionado sin gastos de instalación, pago de renta mensual y se cobraría una tarifa máxima equivalente al promedio de las tarifas registradas de telefonía pública. Asimismo, el primer aparato telefónico sería proporcionado sin costo alguno para el usuario.

Para atender las 1 mil 880 regiones restantes, dispondría de 24 meses a partir de la firma del contrato y 12 meses más para poner en operación cuando menos el equivalente de líneas telefónicas al 5 por ciento de viviendas electrificadas. En éstas sí podría aplicar gastos de instalación, aunque mantendría las mismas características del servicio.

El segundo contrato fija plazos de 24 y 36 meses para la instalación de la infraestructura, más un semestre para la operación de líneas telefónicas en un porcentaje similar al establecido en el acuerdo anterior.

Esto significa que los trabajos de instalación y operación del primer contrato y los correspondientes a la primera etapa del segundo debieron concluir entre agosto de 2006 y marzo de 2009. Sin embargo, Telmex no cumplió con los plazos establecidos.

De acuerdo con la revisión de la ASF, para agosto del año pasado aún faltaban por instalar 7 mil 892 líneas telefónicas del contrato C-411-001-05 y 5 mil 792 de la primera fase del contrato C-411-001-06. De las líneas previstas en la segunda etapa de éste, hacían falta 32 mil 208 líneas –prácticamente la mitad de las programadas– a un mes de que venciera el plazo establecido.

Además del incumplimiento en la instalación de líneas telefónicas, se reportaron 2 mil 421 líneas que no funcionaban y 4 mil 731 que lo hacían pero con fallas técnicas, tan sólo durante 2009. También hubo 813 casos en los que el usuario había pagado por la instalación o por el aparato telefónico, en contravención con lo estipulado en los contratos.

En inspecciones físicas a comunidades de Oaxaca y Aguascalientes, (cuyas densidades de penetración del servicio de telefonía son de 7.6 y 20.5, respectivamente, por cada 100 habitantes), se detectaron 62 casos en los que no se instalaron las líneas telefónicas programadas, mientras que se reportaron 139 situaciones de cobros indebidos por la instalación o el aparato telefónico, y 62 por deficiencias en el servicio y en la instalación de las líneas.

Otro problema fue la falta de información, ya que en 103 casos a los usuarios no se les entregó el contrato formalizado con Telmex, a 152 no se les dejó el cuadro de tarifas, a 128 no se les informó que tenían acceso a internet y a 106 no se les proporcionó un número telefónico para reportar fallas.

Por si fuera poco, hubo discrepancias entre los informes entregados al Comité Técnico del fideicomiso –que preside la SCT– y los datos consignados en el Reporte del cumplimiento de la misión y fines, que se incluye en los informes trimestrales de información financiera entregados a la Dirección General de Programación, Organización y Presupuesto de la misma Secretaría.

En esos informes, además, no se identifica el avance en el número de localidades atendidas, por lo que, a ojos de la ASF, no se puede medir el grado real de cobertura, penetración y diversidad de servicios de telecomunicación ofrecidos por Telmex.


SCT, responsable

A pesar del incumplimiento en que incurrió Telmex, la SCT no le ha fijado ningún tipo de sanción. De acuerdo con la Auditoría Superior, la Secretaría sólo le notificó de una falta por haber reportado líneas de 29 localidades después de la fecha establecida, por la cual la telefónica debía pagar 140 mil 800 pesos –equivalentes al 0.05 por ciento del dinero del Focosote que se le ha entregado.

Pero la empresa solicitó “dejar sin efectos” tal requerimiento, sin que para agosto del año pasado (cuando concluyó el proceso de auditoría) la SCT hubiera hecho algún pronunciamiento al respecto.

Además, la empresa tampoco ha cumplido con la entrega de reportes semestrales de índices para medir la calidad en el servicio y la SCT ha sido omisa al pedírselos.

La Auditoría advierte que aun cuando la SCT sancionara a Telmex por no cumplir con los plazos establecidos, no podría hacerlo por las fallas en el servicio ofrecido, ya que los contratos no establecen penas para ese tipo de irregularidades.

Para Clara Luz Álvarez González de Castilla lo más “grave” que evidencia la revisión al Focosote es la mala gestión que ha tenido desde su creación, y que se manifiesta en el copioso monto que sigue sin destinarse a proyectos sociales de telecomunicaciones.

Autora de los libros Derecho de las telecomunicaciones e Internet y derechos fundamentales, así como de diversos artículos en materia de telecomunicaciones, Álvarez González de Castilla imputa tal responsabilidad a todas las entidades que participan en el Comité Técnico del fideicomiso, a cuya cabeza está la SCT y su actual titular, Dionisio Pérez Jácome.

En dicho Comité también participan representantes de entidades públicas como la Subsecretaría de Comunicaciones de la SCT, la Cofetel, la Coordinación General del Sistema Nacional e-México, la Comisión Federal de Competencia, así como representantes de la industria de las telecomunicaciones en el país.

La especialista en telecomunicaciones enfatiza que el tema de la cobertura social ha estado completamente ausente durante este sexenio, pues además de no destinársele más recursos al fideicomiso, tampoco se han elaborado nuevos proyectos para aprovechar el dinero disponible. “Es como si vieras que hay gente muriéndose de hambre y tienes comida para darle y no se la das”, equipara.


Rezago, el precio de la omisión

Desde la aparición del Focosote, durante el sexenio de Vicente Fox Quesada, el sector de las telecomunicaciones ha vivido episodios relevantes y controvertidos. Uno de ellos fue la modificación que se intentó hacer a las leyes federales de Telecomunicaciones y de Radio y Televisión para favorecer a las televisoras Televisa y TV Azteca con la entrega de espectro digital de frecuencias.

También lo fueron la entrega de la red de fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad a Televisa-Telefónica Movistar-Megacable, en un concurso en el que el consorcio fue el único participante, y la licitación de espectro radioeléctrico para telefonía móvil, en la que resultó ganador el grupo formado por Televisa (que después desistió) y Nextel, a cambio de un pago ínfimo al gobierno.

Pero ninguno de estos sucesos, ni de otros que han suscitado reyertas entre las empresas operadoras y la autoridad, han puesto atención en el tema de la cobertura social, ni mucho menos han colocado en la agenda los pendientes del Focosote.

Aunado a ello, en lo que va del sexenio calderonista el número de poblaciones con servicio telefónico en el país no ha mostrado avance, pues desde 2007 se mantiene en 55 mil 353, de acuerdo con datos de la SCT. Lo mismo ha ocurrido con las localidades comunicadas con telefonía rural, que desde hace cuatro años se estancaron en 51 mil 396.

Mientras tanto, la densidad de penetración de servicio de telefonía en el país se redujo entre 2005 y 2010, con lo que para el año pasado se encontraba en 17.9 líneas telefónicas por cada 100 habitantes. En el estado de Chiapas la situación es más crítica, pues la penetración ahí es de 5.7, lo que significa que menos de seis personas de cada 100 cuentan con servicio de telefonía en la entidad.

En el otro extremo se sitúa el Distrito Federal con el mayor nivel de penetración. Sin embargo, éste tampoco es muy alentador, pues apenas llega a 43.9 de cada centenar de habitantes.

Eso se traduce en un nivel de penetración de telefonía fija en el país menor al que existe en Brasil y Chile, además de representar la tercera parte de la penetración que tienen Alemania, Francia y Reino Unido.

Ramiro Tovar Landa, consultor en regulación y competencia económica, considera que en México no sólo ha faltado una cobertura universal en telecomunicaciones, sino que la ausencia de ésta ha dejado al país rezagado respecto de otras naciones.

En este tenor, considera que el Focosote no ha sido un instrumento utilizado por las dos últimas administraciones para cumplir con su obligación de brindar servicios de telecomunicaciones a las poblaciones marginadas. “No solamente en las cuentas se nota que no ha cumplido con sus objetivos, en los hechos también”, reprocha.

Para ejemplificar la gravedad de la brecha que persiste en cobertura de telecomunicaciones, Tovar Landa refiere datos del Censo de Población y Vivienda 2010, los cuales señalan que apenas el 16.6 por ciento de las viviendas rurales cuenta con línea telefónica, mientras que en las urbanas hay 3.5 veces más.

En servicio de internet la brecha es de 2.5 por ciento en zonas rurales contra 33 por ciento en áreas urbanas. En contraste, la penetración del servicio de televisión abierta –controlada actualmente por Televisa y TV Azteca– es de 99 por ciento en las ciudades y 97 por ciento en zonas rurales.

Dada la poca efectividad que el Focosote ha demostrado para reducir este rezago, el catedrático considera conveniente desaparecerlo y sustituirlo con un nuevo esquema que obligue a todos los operadores de servicios de telecomunicaciones a ofrecer servicios de cobertura social como una contraprestación. Actualmente, el único operador que tiene estipulada esta condición es Telmex.

La propuesta de Tovar Landa sobre el futuro del fideicomiso coincide con la planteada por la ASF, que recomienda a la SCT que “evalúe la conveniencia de extinguir[lo]”.

Para Álvarez González de Castilla la solución no está en desaparecer el fideicomiso, pues dice que ello no contribuiría a que se cumpliera con el mandato de dar cobertura en telecomunicaciones a las poblaciones de menores recursos, establecido en la Ley Federal de Telecomunicaciones.

Considera que “el enemigo a vencer” no es el fideicomiso, sino la forma en que se está manejando.

El diputado Francisco Hernández Juárez, integrante de la Comisión de Comunicaciones y secretario general del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, resalta la relevancia que tiene el tema de la cobertura social en telecomunicaciones, sobre todo en el contexto actual de confrontaciones entre operadores y el gobierno.

“Hoy es más vigente que nunca porque todo el conflicto se está centrando en el tema de la competencia, la regulación que el gobierno debe realizar y sobre la judicialización que se ha generado en el ámbito de las telecomunicaciones.”

Para conocer la postura de la SCT y de Telmex, Contralínea solicitó entrevistas a través de sus respectivas oficinas de comunicación y relaciones públicas. La subdirectora de Comunicación de Telmex, Concepción Rivera Romero, respondió que la información relativa al Fondo “se proporciona solamente a las autoridades”. Hasta el cierre de edición, la SCT no había respondido la petición.

Fuente: Contralínea 239 / 26 de junio de 2011

sábado, febrero 05, 2011

En aumento analfabetismo en el mundo

Más de 72 millones de niños en el mundo no cuentan con escuela. Pero la cifra podría incrementarse en los próximos años. La agudización de la pobreza y la nueva revolución tecnológica profundizan la desigualdad entre las naciones en materia educativa. Los Objetivos del Milenio cada vez más parecen utopías.

El Informe de seguimiento de educación para todos 2010 (EPT) alerta que existen 72 millones de niños en el mundo sin escolarizar, y los impactos de la crisis global amenazan con elevar esa cifra.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y organizaciones no gubernamentales (ONG) intensifican su labor para convencer a los gobiernos de la importancia de la enseñanza para el desarrollo económico, ambiental y el logro de las metas del Milenio.

La educación para el éxito económico fue el tema central en el reciente Foro Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), celebrado en Londres, Inglaterra.

Irina Bokova, directora general de ese ente de la ONU, insiste en que no se puede permitir el surgimiento de una generación de niños sin una educación que les permita salir de la pobreza.

En los últimos años, prevaleció el modelo económico neoliberal, y los recortes al sector de la formación de las nuevas generaciones y a la salud fueron las primeras medidas de los gobiernos para reducir el gasto público, los patitos feos del Estado.

Según un informe del Banco Mundial, la educación es uno de los elementos decisivos del desarrollo humano y un instrumento poderoso para reducir la pobreza.

También, continúa el texto, resulta fundamental para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y es un eficaz hilo conductor hacia el progreso de las personas y las sociedades, al mejorar la salud, la igualdad de género, la paz y la estabilidad.

Sin embargo, unos 28 millones de niños permanecen sin escolarizar en países afectados por conflictos, lo cual constituye uno de los principales obstáculos para la conquista de la enunciada EPT y para alcanzar en 2015 los ODM.

Los conflictos bélicos constituyen uno de los mayores problemas que en materia de desarrollo afronta la comunidad internacional.

Las guerras en Afganistán, Irak, Somalia y otros países son fuentes de pobreza, desigualdad y estancamiento económico. En tales condiciones, es imposible pensar en educación para todos.

Leer articulo completo AQUI.

martes, octubre 12, 2010

Chile: la herida mapuche

VALPARAISO, 12 de octubre (apro).- La prolongada huelga de hambre sostenida por 34 comuneros mapuches ha cuestionado las bases sobre las que se sustenta el modelo político y económico chileno. Ello justo en momentos en que Chile conmemora el Bicentenario de su independencia y se prepara para conmemorar un nuevo aniversario de la llegada de Colón al continente americano.

A pesar del intento del gobierno del presidente Sebastián Piñera de sellar el conflicto mediante la firma de un acuerdo aceptado parcialmente por los huelguistas, el conflicto se mantiene latente. Esto, debido a la negativa de 14 comuneros a abandonar la protesta por considerar que la oferta del gobierno no supone avances sustanciales.

Paralelo a la huelga de hambre mapuche, clanes rapanui realizan diversas acciones de protesta y gestiones políticas y jurídicas que buscan “la restitución absoluta e inmediata de sus tierras ancestrales”.

Además, los mapuche huilliche han hecho saber su intención de recuperar a la brevedad las tierras que hoy forman parte del Parque Tantauco, propiedad del presidente Sebastián Piñera.

De esta manera se ven frustrados los intentos del mandatario de poner fin al conflicto existente entre indígenas y el Estado de Chile, que en lo sustancial pone en tela de juicio al modelo económico y político hoy vigente en Chile, como lo expresa el codirector del Observatorio Ciudadano José Aylwin en su columna “La herida de Chile” –publicada en la web de este centro-. Allí este abogado indigenista expresa que “el bicentenario ha dejado al descubierto una de las heridas más profundas de Chile: la de su relación con los pueblos originarios. Aunque desde el gobierno y la prensa se hayan esforzado en esconder esta herida, las celebraciones oficiales, al igual que las privadas, no han podido ignorarla”.

Expresión del cuestionamiento que está sufriendo Chile es el hecho que horas antes de que se conociera el acuerdo entre el gobierno y los huelguistas de Concepción, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, exhortó al gobierno de Chile “a comprometerse para encontrar una solución lo antes posible y evitar la pérdida de vidas humanas”.

El pronunciamiento de éste diplomático coreano fue la principal exigencia realizada por una treintena de mapuches afiliados a la Alianza Territorial, que durante dos semanas ocuparon la sede de la CEPAL en Santiago.

El 28 de septiembre, un grupo de intelectuales estadunidenses liderado por Noam Chomsky emitió una declaración, en la que cuestionaba “la peligrosa indiferencia de las autoridades chilenas para acoger los justos planteamientos de este grupo de representantes de los primeros habitantes de Chile”.

Los reclamos en favor de un nuevo trato hacia los indígenas están llegando a los cerrados círculos de la derecha chilena. Prueba de ello es que el diario El Mercurio publicó, el pasado 27 de septiembre, una columna del jurista Carlos Peña titulada El conflicto chileno-mapuche, donde sostiene que la salida a éste “no se debe reducir a puras políticas de bienestar (…) se requieren medidas de justicia reparadora (tendientes a corregir las desventajas históricas de esos grupos y el fraude de que a veces fueron víctimas); la concesión de derechos políticos (una discriminación positiva bajo la forma de cuotas de participación); el ejercicio de derechos linguísticos y culturales (para proteger la cultura que el Estado intentó asimilar durante dos siglos), y una amplia gama de prácticas de reconocimiento (que permita que su cultura aparezca dotada de dignidad, y no como una simple excrecencia de siglos que ya pasaron)”.

Crecientes reclamos

La lucha de los huelguistas mapuches a favor de juicios más justos, ha ido de la mano de crecientes reclamos que buscan la restitución de tierras ancestrales. El 24 de septiembre, en medio de la primera ronda de la Mesa de Diálogo entre el gobierno y los Pueblos Indígenas, efectuada en el cerro Ñielol de Temuco, el cacique mayor del Concejo de Caciques Huilliche de Chiloé, Armando Llaitureo, reclamó la propiedad de las tierras donde hoy está el Parque Tantauco propiedad de Sebastián Piñera, de 118 mil hectáreas de extensión.

El exobispo de Aysén José Luis Ysern, consultado por Radio Bio Bio, otorgó legitimidad al reclamo de los huichille al recordar la existencia del Tratado de Tantauco –de 1826-- por el que la Corona Española reconocía la propiedad huichille de todas las tierras que conformaban la Isla Grande de Chiloé, ubicada a más de mil kilómetros al sur de Santiago.

El mismo 1 de octubre, medio centenar de comuneros mapuches de Paicaví Chico (provincia de Arauco, Región del Bio Bio), ocupó el fundo La Fortuna, propiedad de Forestal Cambium. Lo llamativo de esta ocupación es que fue realizada por una comunidad considerada “no conflictiva” por las autoridades.

En la Cordillera de Cunco, las comunidades mapuche-pewenche asociadas a la Alianza Territorial Mapuche continúan con las recuperaciones de tierras. Por su participación en las continuas tomas de tierras del latifundista Leonardo García (cuñado del intendente de la Región de La Araucanía, Andrés Molina) 14 comuneros del territorio Werere son enjuiciados bajo los cargos de “usurpación violenta, daños a la propiedad privada y desórdenes públicos”. El “werken” (mensajero) de esta comunidad Carlos Wenulef expresó, mediante comunicado difundido el 4 de octubre: “Resulta curioso que mientras los mapuche reclamamos lo que nos pertenece y lo que nos robaron, ahora los poderosos se transforman en victimas cuando lo único que han hecho con las tierras usurpadas es contaminarlas y cada día empobrecerlas”.

Pero, sin lugar a dudas, las principales movilizaciones mapuches de las últimas semanas fueron las realizadas en solidaridad con los comuneros en huelga de hambre. El momento más álgido se produjo entre el 29 y el 30 de septiembre, cuando miles de mapuches provenientes de comunidades rurales, bloquearon todos los accesos de Temuco, generando un clima de sublevación que hace tiempo no se veía en Chile.

El 30 de septiembre llegó a La Moneda la marcha de mujeres mapuches encabezadas por Juana Calfunao. Fueron recibida por el ministro del interior Rodrigo Hinzpeter, instancia clave en el posterior acuerdo con los comuneros, encabezados por Héctor Llaitul.

Ese mismo día, cerca de diez mil estudiantes marcharon por el centro de Santiago exigiendo una respuesta rápida del gobierno a las demandas de los huelguistas.

El acuerdo que supuso el fin parcial a la huelga de hambre fue dado a conocer el viernes 1 de octubre en la parroquial Casa Betania de Concepción. Contó con la rúbrica del arzobispo Ezatti, así como del subsecretario de la presidencia, Claudio Alvarado y de la vocera de los mapuche de Concepción, Natividad Llanquileo.

En lo fundamental, este suponía el compromiso por parte del gobierno de retirar, en un plazo de cinco días, las querellas que contemplaran la aplicación de la ley antiterrorista. También contemplaba la modificación de la justicia militar, con el fin de evitar los dobles procesamientos (justicia civil y justicia militar) por un mismo delito.

El texto de este compromiso, cuya redacción da a entender que fue preparado por el gobierno, sostiene que éste ha promovido reformas a la Ley Antiterrorista y a la justicia militar y que su accionar “responde a convicciones y principios democráticos previstos en nuestro ordenamiento jurídico, el que se inspira en nuestra Carta Constitucional, normas del derecho internacional, de los derechos humanos, y el Convenio 169 de la OIT, así como en recomendaciones de organismos internacionales”.

Los 14 mapuche que rechazaron sumarse a este convenio (10 de Angol, 3 de Temuco y un menor de Chol Chol) sostuvieron, mediante declaración pública dada a conocer el 3 de octubre, que “las reformas propuestas por el gobierno siguen atentando contra derechos humanos fundamentales, entre ellos, el debido proceso, el derecho a la intimidad, el derecho de defensa”.

Agregan: “En lo que respecta a la justicia militar, la reforma sólo beneficia a los uniformados, ya que aumenta las penas de los delitos que se cometan en su contra, otorgándoles más protección para actuar con impunidad, como ya lo hacen actualmente en las comunidades mapuche”.

En relación con la Ley Antiterrorista, los ayunantes expresaron que “las modificaciones tienden a perfeccionar su aplicación y no hay garantías de que no se vuelva a aplicar a la protesta social mapuche, como lo recomienda James Anaya, Relator Especial de la ONU para el tema indígena”.

En entrevista con Apro, un abogado defensor de mapuches, que prefirió mantener su identidad bajo reserva, sostuvo que “la huelga de hambre objetivamente logra un éxito increíble en cuanto a solidaridad nacional e internacional, pero, asegura, este éxito se ve aplacado por el triunfo mediático y político que logra el gobierno al lograr que algunos comuneros se bajen, sin lograr en la práctica ningún logro concreto, ni en términos políticos ni en términos procesales… solamente promesas que se va a actuar de buena y que va a retirar las querellas y eso en términos procesales tampoco implica absolutamente nada”.

Expresión de esto sería el hecho que el Juzgado de Garantía de Cañete negó, el pasado 7 de octubre, dar la libertad a 10 comuneros mapuches --de un total de 18--, que están acusados de realizar el ataque al fiscal Mario Elgueta, perpetrado en 2008 en el sector de Puerto Choque, provincia de Arauco. Los comuneros llevan un año y medio en prisión preventiva. Al momento de realizarse esta audiencia el gobierno todavía no cumplía con su compromiso de retirar las querellas en su contra.

Es importante señalar que el fiscal que lleva esta causa, Andrés Cruz, sostuvo en la ocasión que “la ley antiterrorista goza de buena salud” y que “mientras no haya una modificación que provenga del poder legislativo ellos van a seguir aplicando lo que ordena la ley”.

Con el fin de dar a conocer las irregularidades y aberraciones procesales de la que los mapuches han sido víctimas, tres representantes de los comuneros que se mantienen en huelga de hambre, se reunieron el jueves pasado con el presidente de la Corte Suprema, Milton Juica, quien recientemente comentó que “la ley antiterrorista no era propia de una democracia”.

Se trata del lonko de la comunidad autónoma de Temucuicui, Víctor Queipul, y de los werkenes Jorge Huenchullán y Rodrigo Curipán, quienes fueron acompañados por el abogado Jaime Madariaga. La cita tuvo lugar en el Palacio de los Tribunales de Justicia de Santiago.

Un juicio justo

En entrevista con Apro, Curipán se mostró satisfecho con los resultados de la entrevista. Expresó que “fue bastante grata la conversación porque nos permitió hablar con extensión respecto de las bestialidades que cometen la justicia en los lugares donde hay comunidades mapuche que reivindican tierras”.

Agregó: “Nos hemos ido con la convicción de que fuimos escuchados; con la sensación que él puede hacer algo para evitar que se repitan los criterios hasta ahora usado por los tribunales con relación a las causas mapuche”.

Curipán sostuvo que comprende a quienes decidieron deponer la protesta tras 83 días sin comer, pero expresa que ninguno de los puntos que formaron parte del acuerdo supone un avance para la causa mapuche. Estima que el Ministerio Público se está convirtiendo en el principal obstáculo para poner fin a la protesta.

Dice que no observa en el compromiso del 1 de octubre “una cuestión de fondo porque no se asegura que no se volverá a aplicar la ley antiterrorista a los mapuche”.

Rodrigo Curipán afirma que “el hecho de continuar la huelga en cierta forma responde al sacrificio que ha hecho toda la gente tanto mapuche como no mapuche, por levantar este movimiento, por tratar de dar a entender al mundo que no se le puede acusar al mapuche de ser terrorista cuando no lo es”.

Agregó: “Lo que ellos buscan es un juicio justo, un proceso donde no haya obstáculos para poder hacer una buena defensa, para poder pelear para demostrar nuestra inocencia”.

El werken sostiene que “cuando la huelga termine nuestro trabajo va seguir siendo la recuperación de tierras, va a seguir siendo luchar por nuestros derechos políticos”.

A pesar de ciertas reticencias respecto del contenido de los acuerdos, existe consenso entre los actores involucrados en la temática mapuche que la huelga de hambre ha significado un gran triunfo para quienes defienden esta causa.

La destacada periodista y defensora de este pueblo originario, Lucía Sepúlveda, expresa esta certeza de la siguiente manera: “Así es como el gobierno debió enviar a terreno a sus ministros dejando aún más en evidencia --por comparación-- la indiferencia criminal de los gobiernos de la Concertación en el tema. Así también, la jerarquía de la Iglesia católica debió intervenir en un tema, en el que hasta ahora estaba escandalosamente ausente. Y en la televisión, por primera vez aparecieron los mapuche como personas, dialogantes, capaces de discutir sobre sus demandas con la autoridad o sus detractores”.

Continuó: “El debate sobre la ley antiterrorista y sus efectos en las luchas sociales ingresó a la agenda ciudadana, junto a las demandas mapuche por el fin de la criminalización de las comunidades. La reforma a la justicia militar finalmente se encaró. Los jueces están hoy en la mira respecto de los juicios a mapuche; hay otro contexto político y otro contexto mediático y esto es especialmente cierto a nivel internacional. Los fiscales han sido tocados y el reclamo de ilegalidad sobre su actuar en los testigos protegidos llega a la Corte Suprema. Esta protesta no violenta a quienes sólo podían ofrecer sus cuerpos para hacerse oír. Deja en el país un nuevo escenario para las luchas populares, y muchos desafíos. ¿Qué más se le puede pedir a una huelga de hambre y a los 14 comuneros, algunos de los cuales iniciaron su ayuno el 26 de julio?”.

miércoles, abril 07, 2010

Piden justicia a dos años del homicidio de Teresa y Felicitas

Oaxaca, México.- La Red de Radios Indígenas y Comunitarias del Sureste, exigieron al gobierno estatal el esclarecimiento del asesinato de las locutoras Teresa Bautista y Felicitas Martínez, integrantes de la radio comunitaria “La Voz que rompe el Silencio”.

Felicitas y Teresa, en espera de justicia a dos años de su muerte

Al cumplirse el seis de abril, dos años que las jóvenes indígenas triquis fueron ultimadas en San Juan Copala, hasta el momento las autoridades judiciales no han dado a conocer avance en las investigaciones.

A continuación el comunicado:

Red de Radio Indígenas y Comunitarias del Sureste Mexicano

6 de abril del 2010

A la Opinión Pública, Nacional internacional

A los Pueblos Indígenas de México y el Mundo

A las organizaciones Sociales y de Derechos Humanos

A los medios de comunicación honestos, radios comunitarias y medios libres.

Nuevamente la Red de Radios Indígenas y Comunicadores del Sureste Mexicano, se pronuncia al cumplirse dos años de los asesinatos de nuestras compañeras comunicadoras triquis Teresa Bautista y Felicitas Martínez, integrantes de la radio comunitaria “La Voz que rompe el Silencio” y expresamos nuestro más enérgico reclamo de justicia, pues dicho crimen permanece impune hasta ahora.

Los actos de hostigamiento, intimidación y de persecución que el Gobierno Federal ha desatado en contra los comunicadores indígenas son sin lugar a dudas parte de la política de criminalización en contra del movimiento ciudadano de nuestro país. Esta criminalización y la militarización que se vive en territorios indígenas y en especial donde existe la mayor concentración de recursos naturales, busca imponer los megaproyectos mineros, ecoturísticos, hidroeléctrico, pesqueros y de represas entre otros, que benefician a las empresas extranjeras. Leer Nota completa

miércoles, julio 22, 2009

Disculpen la molestia: armados contra los pobres

Eduardo Galeano
Cubadebate

Si la justicia internacional de veras existe, ¿por qué nunca juzga a los poderosos? No van presos los autores de las más feroces carnicerías. ¿Será porque son ellos quienes tienen las llaves de las cárceles?

¿Por qué son intocables las cinco potencias que tienen derecho de veto en Naciones Unidas? ¿Ese derecho tiene origen divino? ¿Velan por la paz los que hacen el negocio de la guerra? ¿Es justo que la paz mundial esté a cargo de las cinco potencias que son las principales productoras de armas? Sin despreciar a los narcotraficantes, ¿no es éste también un caso de “crimen organizado”?

Pero no demandan castigo contra los amos del mundo los clamores de quienes exigen, en todas partes, la pena de muerte. Faltaba más. Los clamores claman contra los asesinos que usan navajas, no contra los que usan misiles.

Y uno se pregunta: ya que esos justicieros están tan locos de ganas de matar, ¿por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social? ¿Es justo un mundo que cada minuto destina 3 millones de dólares a los gastos militares, mientras cada minuto mueren 15 niños por hambre o enfermedad curable? ¿Contra quién se arma, hasta los dientes, la llamada comunidad internacional? ¿Contra la pobreza o contra los pobres?

¿Por qué los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo, que cotidianamente atentan contra la seguridad pública? ¿O acaso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados, o mal pagados, repitiéndoles noche y día que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de marca, tener, tener, y quien no tiene, no es?

¿Y por qué no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. ¿O no fabrica muerte la industria militar, que devora la mayor parte de nuestros recursos y buena parte de nuestras energías? Los amos del mundo sólo condenan la violencia cuando la ejercen otros. Y este monopolio de la violencia se traduce en un hecho inexplicable para los extraterrestres, y también insoportable para los terrestres que todavía queremos, contra toda evidencia, sobrevivir: los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollado una tecnología de la destrucción que está aniquilando, de paso, al planeta y a todos sus habitantes.

Esa tecnología se alimenta del miedo. Es el miedo quien fabrica los enemigos que justifican el derroche militar y policial. Y en tren de implantar la pena de muerte, ¿qué tal si condenamos a muerte al miedo? ¿No sería sano acabar con esta dictadura universal de los asustadores profesionales? Los sembradores de pánicos nos condenan a la soledad, nos prohíben la solidaridad: sálvese quien pueda, aplastaos los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho cuidado, éste te robará, aquél te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina.

miércoles, junio 10, 2009

La carcelización


En un estudio sobre los reclusorios del país, el Episcopado Mexicano concluye que las políticas penitenciarias basadas en criminalizar a los pobres, así como la explotación monetaria de los reclusos por las autoridades federales, estatales y del Distrito Federal generan un círculo vicioso de corrupción y rencor social, que incrementa los delitos, hace necesario construir más cárceles y favorece así la formación de nuevos delincuentes... Se calcula que 2 millones de personas están envueltas en este tipo de “experiencia carcelaria”.


La creciente criminalización de la pobreza ha provocado la explosiva sobrepoblación en los reclusorios del país, ya que un gran porcentaje de sus internos están arrestados por cometer delitos “famélicos”, como se denomina a los ocasionados por el hambre y la miseria.Pese a las carencias económicas de esos internos, cuyas familias pagan las cuotas que se les cobran durante su cautiverio, los reclusorios se han convertido en un gran negocio para los gobiernos estatales, que los utilizan como sus cajas chicas. Pero también para los cárteles de la droga, que cada vez tienen mayor control sobre las cárceles.De esta manera, en México impera un sistema penitenciario que no rehabilita a los reclusos, sino que los pervierte todavía más, provocando en ellos y en sus familias un resentimiento social… Además, genera un círculo vicioso que incrementa la violencia social.A esta conclusión llegó la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) después de realizar un detallado estudio en los reclusorios del país, y que dará a conocer en julio próximo.Pedro Arellano Aguilar, encargado de Pastoral Penitenciaria de la CEM y quien coordinó la investigación a nivel nacional, dice a Proceso:“El gobierno está implementando una política errónea en los reclusorios, pues parte del supuesto de que la inseguridad es el principal problema del país. Y su respuesta ha sido endurecer las penas con más carcelización. ¡Todo es cárcel! ¡Más y más cárcel!“En los códigos penales, por ejemplo, se han endurecido las penas contra los llamados delitos famélicos, que son los cometidos por los pobres. Son principalmente delitos contra el patrimonio. Si alguien se robó un teléfono celular o algún objeto de menos de 2 mil pesos, pues que se cuide, porque ahora el robo se persigue de oficio.”
–Si no es la inseguridad, ¿cuál es entonces el problema principal?
–Sobre todo es la miseria, el desempleo, la drogadicción, la violencia institucional y la impunidad de cuello blanco lo que ocasiona la delincuencia. Desgraciadamente, a este sistema capitalista le estorban los menesterosos, los indígenas, los niños de la calle y todos aquellos que no producen. Por eso resulta más fácil meterlos en la cárcel. No combatimos las causas y después nos quejamos de los efectos.“Pero lo más grave es que la cárcel no regenera a los reclusos, sino que los contamina y los pervierte todavía más. Un caso ilustrativo es el de El Mochaorejas, quien cayó en el Reclusorio Oriente por haberse robado unos tapones de auto. En la cárcel lo violaron, lo extorsionaron, lo obligaban a hacerle sexo oral a los custodios. Todo esto le provocó un gran rencor social. Ahí se transformó en un secuestrador cruel y sanguinario.“Se piensa que mientras haya más gente en la cárcel disminuirá la criminalidad. No, es al revés: mientras haya más presos, más aumentará la delincuencia. Estamos ante un círculo vicioso al que no se le ve fin, y todo porque nuestras autoridades no han buscado alternativas para prevenir el delito. ¡Todo es cárcel, todo!”
Rencor social
El encargado de la Pastoral Penitenciaria, Pedro Arellano Aguilar, adelanta algunas estadísticas que incluirá en su informe:De los 225 mil reclusos que hay en el país –concentrados en 488 prisiones– 28% son realmente “enfermos” con alguna adicción que los orilló a delinquir.Explica Arellano Aguilar: “Generalmente, las familias no se dan cuenta de que algún hijo fuma mariguana o es alcohólico. Se enteran hasta que les hablan del Ministerio Público diciéndoles que su hijo está detenido porque se robó unas cervezas en una tienda de abarrotes. Ese muchacho lo único que tiene es una mala adicción, es un enfermo, y sin embargo se le juzga como delincuente. No es justo que se le meta a un reclusorio donde sí lo van a convertir en delincuente”.Y agrega que, de acuerdo con la citada investigación, 62% de los jóvenes que están presos por robo se llevaron objetos que valen menos de 2 mil pesos, por lo que pueden considerarse robos famélicos.Señala el investigador que “esta carcelización lo único que genera es un gran rencor social, puesto que los presos, así hayan sido arrestados injustamente, quedan estigmatizados junto con sus familiares”.Además, de los 225 mil reclusos, Arellano menciona a los alrededor de 100 mil preliberados, que ya no están en prisión pero que tienen que ir a firmar y también son discriminados.“En total –dice– es una población de unas 325 mil personas. Pero si a éstas les sumamos a su familia, pongamos seis familiares por cada una, ya estamos hablando de 2 millones de mexicanos y mexicanas que, en este momento, están viviendo directamente la experiencia carcelaria, porque los familiares de los presos también viven atados a la cárcel. Imagínese el rencor social que se está creando en ellos, y todo porque nuestros genios tecnócratas se han dedicado a meter y meter a la cárcel a los pobres.”
–¿Es correcta la afirmación que habla de la criminalización de la pobreza?
–¡Claro! ¡Por supuesto! Como también lo es la frase que define a las cárceles como las universidades del crimen. En México, eso son realmente.
–¿No cumplen entonces con su función?–Mire, se dice que la prisión tiene tres objetivos: aislar a la persona para que no siga delinquiendo, castigarla y luego resocializarla. Es algo así como un hospital a donde se lleva a la persona para que se cure de su mal. Obviamente que esos objetivos son para dar risa.“En México, por ejemplo, la gente que tiene dinero muchas veces vive mejor adentro que afuera de la prisión. Un miembro del crimen organizado, así sea multihomicida, puede salir de la cárcel si paga algunos millones de pesos por su preliberación. Pero quien se robó un bolso en la calle, pues ese que se pudra y se contamine en la prisión.”Abogado y teólogo, Arellano Aguilar también es el actual director del Instituto de Penitenciaristas del Distrito Federal y lleva 25 años apoyando a reclusos. Señala que le llevó un año la investigación sobre las cárceles, para la cual contó con la ayuda de “las miles de personas” que trabajan en la Pastoral Penitenciaria de las diócesis y arquidiócesis del país.Aclara que hicieron encuestas en 350 reclusorios, que concentran a más de 90% de la población penitenciaria del país. “En los reclusorios pequeños y de menor población no realizamos nuestra encuesta, que finalmente es una muestra representativa de las 488 prisiones mexicanas”.Indica que les fue difícil determinar qué porcentaje de los reclusos está pagando delitos de narcotráfico, puesto que casi la mitad de los más de 50 mil presos por delitos federales aún no están sentenciados.Eso sí, señala que la rebelión en las cárceles se ha disparado muchísimo: “El año pasado hubo 18 motines a nivel nacional. En este 2009 ya llevamos 13 motines, pese a que todavía no llegamos a la mitad del año. En los reclusorios no se vive una realidad distinta a la de afuera. Al contrario, se condensa más dramáticamente esa realidad. Afuera hay droga, adentro también. Afuera hay violencia y atropellos a los derechos humanos, adentro se acentúan esos problemas.”
El monto del negocio
Entrevistado en las oficinas de la Comisión para la Pastoral Social, de la cual depende la Pastoral Penitenciaria, Arellano agrega:“También se están dando más fugas y evasiones en las cárceles. Las primeras se dan de manera violenta. En cambio, los evadidos salen hasta saludando por la puerta, ya que muchas veces logran que se les altere su expediente por sentencias más cortas. Existen grupos de abogados que realizan impunemente este tipo de trabajo sucio.”
–¿Están coludidos con las autoridades penitenciarias?
–Sí, por supuesto. Los reclusorios son un gran negocio no sólo para las autoridades penitenciarias, sino también para autoridades de más alto nivel. Para muchos gobiernos estatales, el reclusorio es la caja chica de donde se saca dinero para financiar campañas políticas y ambiciones personales. “En el Distrito Federal, por ejemplo, el gobierno de Marcelo Ebrard repartió los reclusorios entre las distintas tribus del PRD. Cada tribu tiene su propio reclusorio, de donde saca dinero para sus fines políticos. La tribu nombra al director y a las demás autoridades de su penal.”
–¿Es difícil calcular el monto del negocio carcelario?
–Muy difícil, ya que sólo seis prisiones son federales, las restantes 482 las manejan por su cuenta los gobiernos de los estados. Habría que investigar estado por estado. Nosotros no tenemos la capacidad para hacerlo, quizás alguna universidad o algún centro de investigación pudiera lograrlo.Ejemplifica con el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, que le deja jugosas ganancias al PRD por ser la cárcel más grande de América Latina: “De los 12 mil internos del Reclusorio Norte, 4 mil tienen teléfono celular. Cada uno pagó mil pesos por meterlo, aparte está pagando a las autoridades del penal una cuota de 500 pesos semanales por usarlo. De manera que las autoridades, tan sólo por uso de celulares, reciben un ingreso semanal de 2 millones de pesos.“Aparte, cada interno debe pagar cinco pesos cada que le pasan lista, que es tres veces al día. De manera que el preso desembolsa por ese rubro 15 pesos diarios. Así, las autoridades ganan diariamente 180 mil pesos por el pase de lista.“Los presos del Reclusorio Norte –a quienes apoyan económicamente sus familiares– deben además pagar por ir al baño, por tomar agua, por pasar alimentos, por recibir visita conyugal y por varias otras cosas. Sí, los reclusorios son para los gobiernos un negociazo redondo muy difícil de cuantificar.” Hasta el momento ha sido la Asociación Nacional de Familiares y Amigos de Detenidos, encabezada por Pedro Cedillo, la que logró hacer un cálculo sobre el negocio carcelario en el Distrito Federal.“Cada año, las autoridades del Distrito Federal sacan alrededor de mil 700 millones de pesos por esas cuotas que cobran en sus reclusorios. Pura corrupción, no puede llamársele de otro modo”, comenta Cedillo a Proceso.Y agrega que la venta de droga también se ha multiplicado en las prisiones: “Un caso ilustrativo es la prisión femenil de Santa Martha Acatitla. Antes, ahí sólo había una vendedora de droga. Ahora, son siete vendedoras las que surten de droga a las reclusas, en contubernio con las autoridades del penal”.
Fomento del crimen
José Patricio Patiño, a cargo del Sistema Penitenciario Nacional, dijo en una entrevista con el diario La Jornada, publicada el 24 de mayo pasado, que alrededor de 30 prisiones son consideradas “focos rojos”, sobre todo por el hacinamiento que altera el “orden interno”, por lo que es urgente “iniciar una despresurización”.Mientras que Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública federal, anunció el martes 2 que triplicará el número de prisiones federales a su cargo: a las seis que ya existen se sumarán 12 nuevas, que mandará construir con apoyo de la iniciativa privada y tendrán capacidad para 45 mil internos.Por su parte, Marcelo Ebrard se quejó de que las cárceles de la Ciudad de México ya están atiborradas, y en ellas hay 6 mil reclusos que no deberían estar ahí porque son del fuero federal, por lo que ya no seguirá admitiéndolos. Ebrard también proyecta aumentar la capacidad de las prisiones capitalinas; creará 16 mil nuevos espacios para el año 2012. Arellano Aguilar dice sobre esa política carcelaria:“Al crearse más universidades, habrá más profesionistas. Y al crearse más cárceles, habrá más delincuentes. Eso es justamente lo que están haciendo García Luna y Ebrard; aumentando la delincuencia. A partir del gobierno foxista, la Secretaría de Seguridad Pública empezó a manejar las cárceles, lo cual es muy cuestionable, porque su perfil es perseguir y encarcelar al pillo, no cuidarlo ni readaptarlo. Ya estamos viendo las consecuencias; en el penal federal del Altiplano mataron a balazos a una persona, un caso nunca antes visto. “Y respecto al subsecretario Patricio Patiño –quien viene del Cisen, que tampoco tiene que ver con la readaptación social–, lo mejor es que diga con claridad que esos “focos rojos” son realmente autogobiernos impuestos por los narcotraficantes que corrompieron a las autoridades. “Las mafias llegan y se apoderan de las cárceles. Van hasta con el gobernador de algún estado para decirle: ‘Queremos que pongas a tal persona como director del penal’. También se valen de métodos más inteligentes; crean grupos de expertos penitenciaristas que dizque dan asesoría y capacitación para las prisiones, y así poco a poco van logrando controlarlas. Anteriormente, los narcos querían ser políticos. Hoy los políticos quieren ser narcos.”
–¿Cuál es entonces la solución al problema penitenciario?
–¡La prevención, la prevención del delito! La cárcel no es natural. Dios nos hizo para vivir en libertad, no en cautiverio. La utopía cristiana es de una sociedad sin cárceles. Arellano Aguilar muestra al reportero las propuestas de la Iglesia que –por lo menos con el fin de “humanizar” la prisión– se incluirán en el informe:La implantación de un servicio penitenciario de carrera; la creación de juzgados para adictos; “antidoping permanente” a funcionarios y custodios de los penales; que los reclusos, vía internet, puedan tener “visitas virtuales” de sus familiares; cárcel electrónica para la prisión preventiva; cárcel para los agentes del Ministerio Público que mientan en la consignación del detenido; y que el juzgador que lleve el proceso sea distinto al que dicte el auto de formal prisión, entre otras propuestas.Comenta Arellano: “Esta es la primera vez que el Episcopado hace un informe de esta naturaleza, con estadísticas, gráficas y testimonios de los propios reclusos y de las autoridades penitenciarias. Calculo que el informe será dado a conocer en julio próximo. Representó un gran esfuerzo para nuestros catequistas y voluntarios que están trabajando en las prisiones mexicanas”.
–¿La Pastoral Penitenciaria no se conforma con dar alivio espiritual a los reclusos?
–La moderna pastoral no empieza ni termina entre los muros de los reclusorios. Nada de solamente rezar, prender veladoras y darse golpecitos de pecho. La Iglesia tiene un compromiso social que incluye la denuncia. En este caso, la denuncia de un sistema penitenciario injusto y cruel.