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sábado, agosto 13, 2011

Los mercenarios de Blackwater

La secretaria de  Seguridad Nacional de E.U. , Janet Napolitano. Foto: AP

Los mercenarios de Blackwater

MÉXICO, D.F. (apro).- ¿Mercenarios en México? La revelación del diario estadunidense New York Times no es nueva, Proceso documentó el hecho desde hace algunos años y, más recientemente, en febrero pasado publicó cómo es que agentes de otros países realizaron, …

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Dos mujeres  halladas en Ciudad Juárez. Foto: Ricardo Ruíz

El país de la barbarie

MÉXICO, D.F. (Proceso).- Con la equivocada estrategia para enfrentar al crimen organizado, al parejo del reiterativo pero ineficaz discurso gubernamental sobre la necesidad imperiosa de militarizar el país, se ha tejido una densa cortina de humo que opaca problemas verdaderamente preocupantes. Entre otros están las crisis económicas que se avecinan por efecto de la recesión en Estados Unidos, y la caída de los niveles....

Ernesto Cordero,  titular de la SHCP. Foto: Benjamin Flores

La insensibilidad de Cordero

MÉXICO, D.F. (apro).- El aspirante a la candidatura presidencial por el PAN, Ernesto Cordero, quien en sus ratos libres despacha como secretario de Hacienda, incluso cuando es cuidadoso, no deja de exhibir su insensibilidad por el costo social de las políticas de ajuste económico. Ejemplo de ello es que en los últimos días ha declarado en todos los sitios en los que le permiten hacerlo....

Barack Obama,  presidente de E.U. Foto: AP

El fin de una ilusión

MÉXICO, D.F. (Proceso).- El gobierno de Estados Unidos evitó la suspensión de pagos de su deuda. Hubo un suspiro de alivio entre los grupos financieros, de inversionistas, de empresarios, de jubilados y, en general, de los millones de gentes que tienen sus ahorros invertidos en los bonos del Tesoro de Estados Unidos; una inversión considerada, hasta hace poco, una de las más seguras. Se trata....

Agentes de la  DEA. Foto: AP

En riesgo, la soberanía nacional

MÉXICO, D.F. (apro).- Desde el año pasado, Proceso ha venido publicando una serie de reportajes escritos por el corresponsal en Washington, Jesús Esquivel, y el reportero Jorge Carrasco sobre el incremento de agentes de la DEA, la CIA y militares norteamericanos en el país, como parte de una nueva política del gobierno estadunidense. Esa estrategia indica que ya no están preocupados sólo por cuestiones migratorias...

domingo, octubre 24, 2010

La vergüenza de EU al descubierto

Imagen de archivo captada el 14 de noviembre de 2005 en el hospital Yarkouk de Bagdad, en donde aparece un policía iraquí que muestra las huellas causadas por la tortura


Como de costumbre, los árabes sabían. Sabían todo de las torturas en masa, del promiscuo tiroteo de civiles, del escandaloso uso del poderío aéreo contra viviendas de familias, de los despiadados mercenarios estadunidenses y británicos, los cementerios de muertos inocentes. Todo Irak lo sabía. Porque ellos eran las víctimas.

Sólo nosotros podíamos fingir que no sabíamos. Sólo nosotros en Occidente podíamos rechazar cada acusación, cada afirmación contra los estadunidenses o británicos, poniendo a algún digno general –vienen a la mente el pavoroso vocero militar estadunidense Mark Kimmitt y el terrible jefe del estado mayor conjunto Peter Pace– a rodearnos de mentiras. Si encontrábamos un hombre que había sido torturado nos decían que era propaganda terrorista; si descubríamos una casa llena de niños muertos en un bombardeo aéreo estadunidense también era propaganda terrorista, o daño colateral, o una frase simple: No tenemos información de eso.

Desde luego, siempre sabíamos que sí la tenían. Y el océano de memorandos militares que se reveló este sábado lo volvió a demostrar. Al Jazeera ha llegado a extremos para rastrear a las familias iraquíes cuyos hombres y mujeres fueron asesinados en retenes estadunidenses –yo he identificado a alguna porque la reporté en 2004, el carro acribillado, los dos periodistas muertos, hasta el nombre del capitán local estadunidense– y fue The Independent on Sunday el primero en alertar al mundo sobre las hordas de pistoleros indisciplinados que eran llevados a Bagdad para proteger a diplomáticos y generales. Estos mercenarios, que se abrieron paso asesinando en las ciudades de Irak, me insultaron cuando les dije que estaba escribiendo acerca de ellos, allá en 2003.

Siempre es tentador desentenderse de una historia diciendo que no es nada nuevo. La idea de la vieja historia es usada por los gobiernos para enfriar el interés periodístico, pues sirve para cubrir la inactividad periodística. Y es cierto que los reporteros ya han visto antes algo de esto. La evidencia de la participación iraní en la fabricación de bombas en el sur de Irak fue filtrada por el Pentágono a Michael Gordon, del New York Times, en febrero de 2007. La materia prima, que ahora podemos leer, es mucho más dudosa que la versión generada por el Pentágono. Por todo Irak había material militar iraní de la guerra Irak-Irán de 1980-88, y la mayoría de los ataques contra los estadunidenses fueron llevados a cabo en esa etapa por insurgentes sunitas. Por cierto, los informes que sugieren que Siria permitió el cruce de insurgentes por su territorio son correctos. He hablado con familias de los atacantes suicidas palestinos cuyos hijos llegaron a Irak desde Líbano a través de la villa libanesa de Majdal y luego por la ciudad norteña siria de Aleppo para atacar a los estadunidenses.

Pero, aunque escrita en escueto lenguaje militar, aquí está la evidencia de la vergüenza estadunidense. Es un material que puede ser usado por abogados en tribunales. Si 66 mil 81 –me encantó ese 81 – es la cifra más alta disponible de civiles muertos, entonces la cifra real es infinitamente más alta, pues este registro sólo corresponde a los civiles de los cuales los estadunidenses tuvieron información. Algunos fueron llevados a la morgue de Bagdad en mi presencia, y fue el oficial a cargo quien me dijo que el Ministerio de Salud iraquí había prohibido a los médicos practicar autopsias de los civiles llevados por soldados estadunidenses. ¿Por qué se dio esta orden? ¿Tendría algo que ver con los mil 300 reportes independientes estadunidenses sobre tortura en las estaciones policiales iraquíes?

Los estadunidenses no tuvieron mejores resultados la última vez. En Kuwait, soldados de Estados Unidos podían oír cómo los kuwaitíes torturaban a palestinos en los cuarteles de policía después de que la ciudad fue liberada de las legiones de Saddam Hussein, en 1991. Incluso un miembro de la familia real kuwaití participó en las torturas. Los estadunidenses no intervinieron y solamente se limitaron a quejarse ante la familia real. A los soldados siempre les dicen que no intervengan. Después de todo, ¿qué le dijeron al teniente del ejército israelí Avi Grabovsky cuando reportó a su superior, en septiembre de 1982, que falangistas aliados de Israel acababan de asesinar a mujeres y niños? Ya lo sabemos, no nos gusta, no intervenga. Eso fue durante la masacre en el campo de refugiados de Sabra y Chatila.

La cita viene del informe de la comisión Kahan de Israel de 1983; sabe Dios qué leeríamos si Wikileaks lograra echar mano a los archivos del Ministerio de Defensa israelí (o la versión siria, para el caso). Pero, claro, en aquellos días no sabíamos cómo usar una computadora, ya no digamos escribir en ella. Y eso, desde luego, es una de las lecciones importantes de todo el fenómeno Wikileaks.

En la Primera Guerra Mundial, en la segunda o en Vietnam, uno escribía sus informes militares en papel. Tal vez los presentaba por triplicado, pero podía numerar las copias, rastrear cualquier espionaje y evitar filtraciones. Los documentos del Pentágono estaban realmente escritos en papel. Pero el papel siempre se puede destruir, mojar, hacer trizas hasta la última copia. Por ejemplo, al terminar la guerra de 1914-1918, un teniente segundo inglés mató a uno de los trabajadores chinos que habían saqueado un tren militar francés. El chino había amenazado con un cuchillo al soldado. Pero durante la década de 1930 el expediente de los soldados británicos fue tachado tres veces, por lo que no queda del incidente más rastro que un diario de guerra de un regimiento que reporta el saqueo del tren francés de provisiones por los chinos. La única razón por la que estoy enterado de esa muerte es porque mi padre era el teniente británico y él me contó la historia antes de morir. En ese tiempo no había Wikileaks.

Sin embargo, sospecho que esta masiva revelación de material de la guerra de Irak tiene serias implicaciones para periodistas y ejércitos por igual. ¿Cuál es el futuro de los Seymour Hershes y del periodismo de investigación de vieja escuela que el diario Sunday Times solía practicar? ¿Qué caso tiene enviar equipos de reporteros a investigar crímenes de guerra y reunirse con gargantas profundas militares si de pronto casi medio millón de documentos secretos van a acabar flotando frente a uno en una pantalla?

Aún no hemos llegado al fondo de la historia de Wikileaks, y más bien sospecho que hay más de unos cuantos soldados estadunidenses implicados en esta última revelación. ¿Quién sabe si no llega hasta lo más alto? En sus investigaciones, por ejemplo, Al Jazeera encontró un extracto de una conferencia de prensa de rutina del Pentágono en noviembre de 2005. Peter Pace, el nada inspirador jefe del estado mayor conjunto, informa a los periodistas cómo deben reaccionar los soldados ante el tratamiento cruel de prisioneros, señalando con orgullo que el deber de un soldado estadunidense es intervenir si ve evidencia de tortura. Luego la cámara se mueve hacia la figura mucho más siniestra del secretario de Defensa Donald Rumsfeld, quien de pronto interrumpe casi en un murmullo, para gran consternación de Pace: No creo que quiera usted decir que los soldados están obligados a detenerla físicamente. Su deber es reportarla.

Desde luego, la significación de este comentario –crípticamente sádico a su modo– se perdió en los diarios. Pero ahora el memorando secreto Frago 242 arroja mucho más luz sobre esa conferencia de prensa. Enviada presumiblemente por el general Ricardo Sánchez, la instrucción a los soldados es: Supuesto que el reporte inicial confirme que las fuerzas estadunidenses no tuvieron que ver en el abuso contra detenidos, no se realizará mayor investigación, a menos que lo ordene el alto mando. Abu Ghraib ocurrió bajo la supervisión de Sánchez en Irak. Fue también Sánchez, por cierto, quien no pudo explicarme durante una conferencia de prensa por qué sus hombres dieron muerte a los hijos de Saddam Hussein en un tiroteo en Mosul, en vez de capturarlos.

El mensaje de Sánchez, según parece, debió haber tenido el visto bueno de Rumsfeld. Del mismo modo, el general David Petraeus –tan amado por los periodistas estadunidenses– fue presuntamente responsable del dramático incremento en los ataques aéreos estadunidenses en el curso de dos años: de 229 sobre Irak en 2006 a mil 447 en 2007. Resulta interesante que los ataques aéreos de Estados Unidos en Afganistán se han elevado 172 por cierto desde que Petraeus asumió el mando militar allá.

Todo esto hace aún más asombroso que el Pentágono ahora se desgarre las vestiduras porque Wikileaks podría tener sangre en las manos. El Pentágono ha estado manchado de sangre desde que dejó caer una bomba atómica sobre Hiroshima en 1945, y para una institución que ordenó la invasión ilegal de Irak en 2003 –¿acaso la cifra de civiles muertos no fue allí de 66 mil, según sus propias cuentas, de unos 109 mil registrados?– resulta ridículo afirmar que Wikileaks es culpable de homicidio.

La verdad, por supuesto, es que si este vasto tesoro de informes secretos hubiera demostrado que la cifra de muertos era mucho menor de lo que la prensa proclamaba, que los soldados estadunidenses nunca toleraron la tortura por policías iraquíes, que rara vez dispararon a civiles en retenes y siempre llevaron a los mercenarios asesinos ante la justicia, los generales estadunidenses habrían entregado estos expedientes a la prensa sin cargo alguno en las escalinatas del Pentágono. No sólo están furiosos porque se haya roto el secreto o porque se haya derramado sangre, sino porque los han pescado diciendo las mentiras que siempre supimos que decían.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

jueves, julio 15, 2010

EEUU y la OTAN construyen un imperio industrial, militar y mediático

El presidente Obama aprobó en secreto un enorme incremento en el número de Fuerzas Especiales de EEUU desplegadas en todo el mundo en misiones de búsqueda y destrucción contra Al-Qaeda. Si es efectivo, este aumento es lejos superior a las operaciones de las fuerzas especiales bajo la administración Bush y refleja cómo la agresividad de Obama persigue a Al Qaeda detrás de su retórica pública de compromiso mundial y diplomacia. Esta información no aparece de ninguna manera en los grandes medios de EEUU.

En cooperación con la OTAN, EEUU está construyendo las fuerzas de ocupación global para el control de los recursos internacionales en apoyo de las ganancias corporativas "trilaterales" de Estados Unidos, Europa y Japón. Un reporte del New York Times sobre la disponibilidad de un billón de dólares en riquezas minerales en Afganistán distrae la atención de la necesidad de tuberías de gas y petróleo desde el Mar Caspio y sugiere otras razones para los objetivos de EEUU en la región.

Jim Lobe, de Inter Press Service, escribió el 15 de junio de 2010: "El momento de la publicación de un importante artículo del New York Times sobre la vasta riqueza mineral sin explotar que existe bajo el suelo de Afganistán plantea importantes interrogantes acerca de la intención del Pentágono... Blake Hounshell, editor gerente de la revista Foreign Policy, dijo que el Servicio Geológico de EEUU (USGS) ya publicó en Internet en 2007 un inventario exhaustivo de los recursos minerales no petroleros de Afganistán, al igual que el Servicio Geológico Británico. Gran parte de su trabajo se basó en exploraciones y estudios realizados por la Unión Soviética durante su ocupación de Afganistán en la década de 1980″.

Teniendo en cuenta los informes anteriores, no hay nada nuevo acerca de los recursos naturales de Afganistán, nada que el Pentágono y las corporaciones multinacionales estadounidenses ya no conozcan. Por el contrario, el público debería saber que esta historia sobre los recursos afganos fue manejada en un boletín de prensa en un momento de sensibles preocupaciones respecto a la misión de la OTAN en Afganistán. La inserción deliberada de este tipo de "noticias", como esta historia sobre la riqueza mineral de Afganistán, está diseñada para concitar apoyo a la agenda de imperio global de Estados Unidos y la OTAN.

El manejo de "noticias" incluye tanto el lanzamiento de historias específicas destinadas a fomentar apoyo público, así como la deliberada falta de cobertura de noticias reales que puede poner en peligro las metas de EEUU. ¿Han dicho algo acerca de la privatización continua de esta guerra global? El periodista independiente Jeremy Scahill describió en la revista The Nation -el 23 de noviembre de 2009- cómo opera Blackwater (Xe) en la ciudad portuaria paquistaní de Karachi en la recolección de inteligencia y ayuda a dirigir la campaña militar secreta de bombardeos de EEUU en Paquistán con aviones sin piloto.

No hubo gran cobertura sobre el informe que ofreció Global Research, el 27 de mayo de 2010, respecto a las nuevas capacidades de EEUU en la guerra cibernética, anunciadas recientemente por el secretario de Defensa, Robert Gates, como la activación del primer comando computarizado del Pentágono y la primera operación cibernética militar, integral y multi servicio. CYBERCOM tiene su base en Fort Meade, Maryland, que también es el hogar de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).

El socio israelí de Estados Unidos en el Oriente Medio demostró una manipulación hábil de la cobertura de los medios globales cuando el 31 de mayo atacó a la Flotilla de la Libertad de Gaza. Israel controló las noticias y las imágenes que emergieron del ataque a las naves, afirmando que los paracaidistas invasores israelíes fueron duramente atacados por miembros de la tripulación, con el resultado de varias muertes "en defensa propia". Israel trató de desviar el foco de la discusión pública lejos del uso ilegítimo de fuerza excesiva contra un grupo de trabajadores humanitarios de diversas afiliaciones religiosas y nacionales- inculpando a las víctimas de causar su propia muerte.

El manejo de las noticias crea una Emergencia por la Verdad para el público que vive al interior del Imperio Militar-Industrial-Mediático de EEUU/OTAN. El manejo deliberado de noticias pre-fabricadas socava la libertad de información, con abierta censura sobre los hechos de los poderes militares y las entidades corporativas, mientras distrae masivamente con "noticias" artificiales, cuyo lanzamiento está programado para influir en la opinión pública (es decir, es propaganda).

Una Emergencia por la Verdad es la falta de autenticidad en las "noticias" generadas por esta propaganda y distracción. El resultado es que las personas, a pesar de ser potencialmente inundadas por un mar de "información", carecen de poder del discernimiento, con el resultado de un desconocimiento total sobre lo que está ocurriendo en el mundo. En pocas palabras, estamos viviendo una época en que la gente no sabe en quién confiar para obtener información precisa y anhelan la verdad.

Un antídoto para la actual Emergencia por la Verdad es la difusión de noticias independientes, validadas por colegios y universidades de todo el mundo, donde los estudiantes y profesores utilizan sus capacidades de investigación y bases de datos para comprobar hechos y verificar datos que se informan al público. Para más información sobre esta tarea, y lo que todos podemos hacer para contrarrestar la gestión de noticias, véase el nuevo sitio web de Proyecto Censurado Internacional en http://www.mediafreedominternational.org/. Juntos podemos construir transparencia en nuestros propios medios y dar vida de nuevo a nuestra extinguida república.

*) Peter Phillips es profesor de sociología en la Universidad Sonoma State, presidente de la Fundación Libertad de Medios / Proyecto Censurado, fue director del Proyecto Censurado y co-editor del informe Censurado 2010.

Mickey Huff es profesor asociado de historia en Diablo Valley College, director de la Fundación Libertad de Medios / Proyecto Censurado y co-editor de Censurado 2010.

Fuente: http://questiondigital.com/?p=5594
Tomado de TeleSur por Soberanía Popular

martes, mayo 25, 2010

OIL RIG DISASTER - HALIBURTON SABOTAGED THE RIG !

Was the disaster on the BP rig off the coast of mexico actually an act of terrorism?

Listen to this report from TruthFrequencyRadio.com to learn more

Is there a split in the Bilderberg Group members.... Was this the work fo Dick Cheyney, with the help of Xe, previously known as Blackwater, in an attempt to prevent The Dutch Royals from tapping into this huge oil field?

http://www.youtube.com/watch?v=NbyEeMS10cs

domingo, enero 24, 2010

The Merida Initiative and Collapse by Design

Mexico's National Security Law has just been turned into a carbon copy of the PATRIOT ACT. The reforms were approved by its Congress while the "Swine Flu Epidemic" took place.
This event went unnoticed by the national and international media.

The myths and facts about the Merida Initiative, the Narco War and Mexicos collapse by design. A wake up call for all the good and inquisitive US, Mexican and Latin American citizens.

Watch out the english of the PANistas supposedly graduated from Harvard, Yale or Rise Universities

http://www.youtube.com/watch?v=77hwkyTUNKk



http://www.youtube.com/watch?v=8Zbl2zulX1c

sábado, diciembre 12, 2009

Los asesinos al lado: Blackwater en Colombia

A principios del 2008, el Comando de Misiles y Defensa Espacial del Ejército de EEUU otorgó contratos por la cantidad de 15 mil millones de dólares a un grupo de contratistas privadas, incluyendo a Blackwater. El contrato, que incluye operaciones de inteligencia, espionaje y reconocimiento, entre otras tareas, está orientado hacia dos países en América Latina, México y Colombia.
Mercenarios de Blackwater participaron en actividades clandestinas de la CIA como violaciones de leyes, asesinato arbitrario y violaciones de derechos humanos. (Foto: Archivo)


No es sorpresa la revelación en Ecuador sobre el papel de Washington en la invasión ilegal del territorio ecuatoriano el primero de marzo de 2008. Se sospechaba del primer momento la participación de los militares y agentes de la inteligencia estadounidense, entonces ubicados en la base militar de Manta, en la operación que acabó con un campamento de las FARC. Ahora un informe oficial de Ecuador confirma este hecho. Reafirma, además, que donde se encuentran bases militares utilizadas por Estados Unidos, habrá acción militar ejecutada por Washington - sin importar las reglas, leyes y normas del país anfitrión.
El polémico acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos, firmado el pasado 30 de octubre, significa la expansión militarista más grande de Washington en América Latina en toda la historia. El acuerdo permite la presencia de contratistas privados al servicio de las necesidades de las agencias de Washington en territorio colombiano, con todas las mismas imunidades otorgadas a los funcionarios y militares estadounidenses. Esto no es nuevo. Dentro del acuerdo del Plan Colombia, desde hace 10 años Washington utiliza por encima de 30 empresas contratistas para ejecutar obras militares y de inteligencia y espionaje en Colombia. Algunos de ellos son las empresas más poderosas del complejo militar industrial, como DynCorp, Bechtel, Lockheed Martin, Grupo Rendon, y Raytheon entre otras.
Dentro del nuevo acuerdo militar, la cantidad de contratistas - o mercenarios de la guerra - aumentarán. La privatización de la guerra y el uso de empresas privadas para ejecutar acciones de seguridad, defensa e inteligencia, es hoy el modus operandi de Washington. La empresa más controversial es sin duda Blackwater, ahora conocida como Xe Services. Durante los últimos ocho años, Blackwater ha ganado por encima de 1.4 mil millones de dólares en contratos del Departamento de Estado y el Pentágono. Desde el 2005, Blackwater también ha entrado en contratos semi-secretos con el Departamento de Seguridad Interior (Homeland Security) en EEUU para realizar operaciones de seguridad y defensa dentro del país, los cuales han sido vistos como el inicio de la creación de un estado policial privatizado para reprimir y controlar una población que cada día se encuentra en una situación económica más desesperante.
A principios del 2008, el Comando de Misiles y Defensa Espacial del Ejército de EEUU otorgó contratos por la cantidad de 15 mil millones de dólares a un grupo de contratistas privadas, incluyendo a Blackwater. El contrato, que incluye operaciones de inteligencia, espionaje y reconocimiento, entre otras tareas, está orientado hacia dos países en América Latina, México y Colombia. El contrato específicamente detalla la "provisión de entrenamiento aéreo" a las fuerzas armadas colombianas y "apoyo estratégico de relaciones públicas" al gobierno colombiano (léase: operaciones psicológicas). En el caso de México, Blackwater está encargado de apoyar con las misiones contra el narcotráfico.
Hace días, fue revelado que Blackwater fue contratado por la CIA para asesinar supuestos insurgentes en Irak y Afganistán. Mercenarios de Blackwater participaron en algunas de las actividades más sensibles y clandestinos de la CIA, incluyendo el transporte de los detenidos a las cárceles secretas de la CIA. Ex mercenarios de Blackwater han indicado que su papel en esas operaciones clandestinas fue tan rutinario que la división entre la CIA, el Pentágono y Blackwater ya no existía.
Ahora, ésta empresa fachada de la CIA y el Pentágono, opera con libertad en Colombia. En EEUU, existen docenas de demandas y casos legales contra Blackwater, por violaciones de leyes, asesinato arbitrario y violaciones de derechos humanos. Sin embargo, el gobierno de Álvaro Uribe ha abierto la puerta para la presencia de esta peligrosa empresa en Suramérica, la cual significa una gran amenaza contra la paz y la seguridad regional.
Los países del ALBA y miembros de la UNASUR deberían prohibir colectivamente la presencia de contratistas - mercenarios - de la guerra en América Latina. Sino, más muerte, conflictos, violaciones de soberanía, y guerra nos esperarán.

lunes, agosto 31, 2009

Blackwater usó extranjeros para programa secreto de la CIA


Cuando la CIA reavivó en 2004 un plan para matar o capturar terroristas, la agencia buscó a la entonces bien conectada compañía de seguridad conocida como Blackwater USA, a fin de rastrear terroristas en regiones donde no rige la ley o países donde la CIA no tiene ninguna relación activa con sus gobiernos.Blackwater le dijo a la CIA que “podía poner a gente en el terreno para brindarle apoyo y vigilancia, ‘todo lo que necesitas para implementar una operación’”, dijo a The Associated Press un ex funcionario de alta jerarquía de la CIA, quien está familiarizado con el programa.

El uso por parte de la CIA de un contratista privado como parte de su plan, ya abandonado, para despachar escuadrones de la muerte generó preocupaciones que están resurgiendo ahora con las revelaciones recientes sobre el papel de Blackwater.El programa fue cancelado en junio, pero causó preocupaciones con las nuevas revelaciones sobre su papel, las negociaciones y las relaciones con ex funcionarios de la CIA que luego pasaron a trabajar para la empresa con sede en Carolina del Norte.El ex funcionario de la CIA consultado dijo haber dudado de la capacidad de los extranjeros reclutados por la contratista para realizar misiones de alto riesgo.“La pregunta se mantiene: ¿Por qué necesitamos a Blackwater?”, se preguntó Charles Faddis, un ex jefe funcionario de alto rango del centro antiterrorista de la CIA, quien se jubiló en 2008 y no estuvo involucrado en el programa. “Sigo desconcertado. Ese es el trabajo por excelencia de la CIA”.El ex funcionario de jerarquía de la CIA que conoció el proyecto explicó que “no querían dejar las huellas de Estados Unidos en él”.El funcionario, al igual que otros que trabajaron o trabajan para la agencia, hablaron bajo la condición de no ser identificados porque la información sigue clasificada como secreta.No fueron contestados los mensajes que se le dejaron a Stacy DeLuke, vocera de la emperesa Xe, el nuevo nombre de Blackwater.El ex funcionario de la CIA dijo que el programa de escuadrones de la muerte tenía cerca de una decena de reclutas.Los planes para crear el escuadrón de la muerte empezaron poco después de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001. El programa fue cancelado por los riesgos que implicaba, pero luego se reanudó en 2004. La operación se suspendió finalmente en junio.George Little, vocero de la CIA, dijo que el programa no tuvo éxito y que los reclutas nunca salieron al terreno.Varios funcionarios de alta jerarquía de la CIA han sido contratados por Blackwater, entre ellos J. Cofer Black y Enrique “Ric” Prado, quien dirigió el programa cuando empezó, dijeron tres ex funcionarios de inteligencia.Según el ex funcionario, Prado fue contactado por José A. Rodríguez hijo, quien encabezó el servicio clandestino de la CIA, y tomó parte en las negociaciones para revivir el programa con ayuda de Blackwater en 2004, según informaciones de The New York Times.

lunes, agosto 10, 2009

El asqueroso imperio y sus mercenarios

Blackwater acusada de utilizar prostitución infantil en Irak
Por: PressTV*

El promiscuo, cristiano de las cruzadas, asesino dueño de Blackwater, Eric Prince. Credito: presstv

Nuevas perturbadoras acusaciones han surgido en contra de XE, la infame firma de seguridad privada conocida como Blackwater Worldwide, cuyas operaciones fueron el centro de atención luego de la carnicería que realizaron en Bagdad en el año 2007.

Según un reportaje de MSNBC y basado en declaraciones juradas de dos empleados de Blackwater en la Corte Federal, la firma utilizó prostitución infantil en su complejo de la fortificada Zona Verde en Bagdad.

Las declaraciones añadieron que los infantes fueron implicados en actos sexuales con miembros de Blackwater a cambio de un dólar, y Erick Prince, el dueño de la firma, “no logró detener el uso de prostitutas, incluyendo la prostitución infantil, por parte de sus hombres”.

Basado en otras declaraciones, la firma estuvo involucrada en otro escándalo sexual. Las operaciones de Erick Prince en North Carolina llevaban a cabo un intercambio de esposas y anillo sexual, en el cual participaban muchos de los altos ejecutivos de Prince.

Los dos empleados también alegaron que Prince “se ve así mismo como un cristiano de las cruzadas con la tarea de eliminar a los musulmanes y la fé islámica alrededor del mundo”, reportó The Nation.

Prince también forzó a profesionales de la salud para que aprobaran el redesplazamiento de aquellos miembros de Blackwater que han tenido problemas mentales, tales como bebida excesiva y abuso de drogas.

Otros cargos en contra de la firma incluyen contrabando de armas, lavado de dinero y evasión de impuestos.

Las actividades criminales de la firma estuvieron por primera vez bajo escrutinio luego que un grupo de miembros de la empresa, que tenían la tarea de custodiar a diplomáticos norteamericanos en Irak, abrieron fuego a civiles en Bagdad en septiembre del 2007, asesinando a 17 personas.

Según datos del contrato federal obtenidos por The Nation, la administración de Obama recientemente extendió un contrato con Blackwater por más de 20 millones de dólares por “servicios de seguridad” en Irak.

*Prensa Web YVKE, Traducido del inglés por Ivana Cardinale

Estos asesinos y violadores mercenarios cometen sus crímenes impunemente porque no pueden ser enjuiciados ante la corte militar. ¡El colmo! En Colombia habrá por lo menos 1,400 soldados norteamericanos: 800 de manera directa y 600 bajo condición de "contratistas", es decir, estos canallas.

domingo, marzo 29, 2009

Obama to Bring More Mercenaries to Afghanistan -- Sound Familiar?

As Obama begins winding down the war in Iraq, he is building up his own war farther east. Like Bush, he will depend on private military contractors.

Hi-ho, hi-ho, it's off to war we go!
As President Barack Obama begins winding down the Bush war in Iraq, he is building up his own war farther east. We're told that it will be a new, expanded, extra-special American adventure in Afghanistan, involving a vigorous surge strategy to "stabilize" this perpetually unstable land.
The initial surge will add 17,000 troops to the 36,000 already there. Then, later this year, there is to be a second troop surge of another 17,000 or so. This mass of soldiers is expected to be deployed to a series of new garrisons to be built in far-flung regions of this impoverished, rural, mostly illiterate warlord state that is ruled by hundreds of fractious, heavily armed tribal leaders. We're not told how much this escalation will cost, but it will at least double the $2 billion a month that American taxpayers are already shelling out for the Afghan war.
The extra-special part of this effort is to come from a simultaneous "civilian surge" of hundreds of U.S. economic development experts. "What we can't do," said Obama in an interview last Sunday, "is think that just a military approach in Afghanistan is going to be able to solve our problems." To win the hearts (and cooperation) of the Afghan people, this development leg of the operation will try to build infrastructure (roads, schools, etc.), create new crop alternatives to lure hardscrabble farmers out of poppy production and generally lift the country's bare-subsistence living standard.
What Obama has not mentioned is that, in addition to soldiers and civilians, there is a third surge in his plan: private military contractors. Yes, another privatized army, such as the one in Iraq. There, the Halliburtons, Blackwaters and other war profiteers ran rampant, shortchanging our troops, ripping off taxpayers, killing civilians and doing deep damage to America's good name.
Already, there are 71,000 private contractors operating in Afghanistan, and many more are preparing to deploy as Pentagon spending ramps up for Obama's war. The military is now offering new contracts to security firms to provide armed employees (aka, mercenaries) to guard U.S. bases and convoys. Despite the widespread contractor abuses in Iraq, Pentagon chief Robert Gates defends the ongoing privatization push: "The use of contractor security personnel is vital to supporting the forward-operating bases in certain parts of the country," he declared in a February letter to the Senate Armed Services Committee.
What the gentle war secretary is really saying is this: "We don't have a draft, and I don't see a lot of senators' kinfolks volunteering to put their butts on the line in Afghanistan, so I've gotta pay through the nose to find enough privateers to guard America's Army in this forbidding place."

Meanwhile, here's an interesting twist to Obama's contractor surge: the for-hire guards protecting our bases and convoys will not likely be Americans. The Associated Press has reported that of the 3,847 security contractors in Afghanistan, only nine are U.S. firms.
Actually, being an American contractor is not a plus in the eyes of the Afghan people, for they've had bitter experiences with them. They point to DynCorp, a Virginia-based contractor that got nearly a billion dollars in 2006 to train Afghan police. The bumbling "Inspector Clouseau" of comic fame could've done a better job. At least he might have amused the people.
What they got from DynCorp was a bunch of highly paid American "advisors" who were unqualified and knew nothing about the country. Some 70,000 police were to be trained, but less than half that number actually went through the ridiculous eight-week program, which included no field training.
A 2006 U.S. report on the DynCorp trainees deemed them to be "incapable of carrying out routine law enforcement work." Meanwhile, no one knows how many of the trainees ever reported for duty, or what happened to thousands of missing trucks and other pieces of police equipment that had been issued for the training.
The punch line of this joke is that DynCorp got another contract ($317 million) last August to "continue training civilian police forces in Afghanistan."
Excuse me for saying it, but Obama is about to sink us -- and his presidency -- into a mess.
COPYRIGHT 2009 CREATORS SYNDICATE INC.

domingo, febrero 22, 2009

Blackwater, ejército privado en busca de nuevas guerras

Pere Rusiñol
Público

Están muy preocupados por la situación en Darfur. Cuando hay una catástrofe humanitaria en cualquier lugar del planeta dicen que están a punto para ayudar en lo que sea. Y no pegan ojo por culpa de las penurias de los atuneros al paso de Somalia. El misterioso nombre de la organización es Xe. ¿Una nueva ONG? No. Antes se llamaba Blackwater, el Ejército privado más famoso del mundo , que busca nuevos horizontes tras perder el negocio en Irak y la marcha de George W. Bush de la Casa Blanca.
Blackwater era uno de los principales socios privados de Bush en su "guerra contra el terrorismo" . Fundada por el fundamentalista cristiano Erik Prince, su cúpula cobijó a muchos neocons procedentes del Ejército y de la CIA. Durante años fueron los reyes en EEUU e Irak: han amasado más de 1.000 millones de dólares desde 2001 en contratos federales, según datos oficiales. Y siempre con licencia para operar sin dar explicaciones.

La imagen de Blackwater empezó a tambalearse en noviembre de 2007, cuando una matanza de 17 civiles iraquíes escandalizó al mundo. Pero la Administración de EEUU siguió protegiendo a una de las empresas más emblemáticas de la era Bush en la medida en que reunía tres de las señas de identidad de su política: guerra, privatización y fidelidad republicana.

Ahora, sin embargo, el imperio suma revés tras revés: en noviembre, Barack Obama desplazó a los republicanos de la Casa Blanca. En diciembre, el Departamento de Justicia de EEUU presentó cargos por homicidio contra cinco agentes de Blackwater , que ya han declarado ante el juez. A principios de enero, se puso fin en Irak a la impunidad legal de los Ejércitos privados. Y a finales del mismo mes, el Gobierno de Bagdad revocó la licencia que permitía a Blackwater operar en el país, como ya había hecho en 2007, aunque entonces Bush renovó igualmente el contrato a Blackwater.

Sin marcha atrás

Esta vez, en cambio, la decisión no tiene marcha atrás porque Washington la ha secundado: a principios de febrero anunció que no renovaría la licencia que le permitía operar en el país árabe, aunque de momento sigue en Afganistán.

Los tres meses que han estremecido a la compañía tuvieron su colofón el 12 de febrero: Blackwater ya no existe más. Se ha reencarnado en el vaporoso nombre de Xe y sus directivos aseguran que reenfocarán el modelo de negocio .

"Hacía meses que veníamos trabajando en la reestructuración de nuestras unidades y esta reflexión se ha concretado ahora", explica a Público desde EEUU Anne Tyrrell, portavoz de la empresa.

El nombre Blackwater ha desaparecido de todas las unidades. Xe se refiere al conjunto. Y la división que se dedica a las operaciones en el extranjero es ahora US Training Center, Inc. Ni rastro del pasado que lo ataba a Bush .

"El conjunto de cambios internos nos ha llevado a una situación tan apasionante que ha requerido incluso cambiar el nombre", subraya Tyrrell.

Además de los servicios tradicionales, Xe pone énfasis en los nuevos productos que querría implementar: ofrecerse como cascos azules donde la ONU cojea Darfur, luchar contra los piratas de Somalia y enseñar técnicas de autodefensa a los atletas americanos. "Y siempre estaremos al servicio de nuestro país" , concluye Tyrrell.

Un ejército de aspirantes para repartirse 100.000 millones de dólares
La guerra ha disparado los beneficio de las empresas privadas

Los Ejércitos privados han vivido con George W. Bush una expansión sin precedentes: han ganado más que nunca y han florecido como setas. Según un informe de 2008 del Congressional Budget Office, una entidad vinculada a la Cámara de Representantes, la invasión de Irak supuso un gasto de 100.000 millones de dólares para los contratistas privados , un nivel sin precedentes en la historia del país.

Los Ejércitos privados forman parte de este conglomerado llamado "contratistas privados" que según autores como Jeremy Scahill, autor de uno de los mejores estudios sobre Blackwater, tienen detrás todo un plan para privatizar las guerras. Actualmente, el 50% del dispositivo estadounidense en Irak pertenece al sector privado, según el Congressional Budget Office.

Entre el país árabe y Afganistán suman alrededor de 240.000 empleados . De ellos, sólo una pequeña parte son mercenarios armados equiparables a los soldados: en Irak, las tres empresas acreditadas suman unos 3.500 hombres. Pero sólo son la parte más visible porque muchas operaciones relacionadas con la seguridad se camuflan bajo otros paraguas.

Un mercenario estadounidense en Irak, según datos aportados ante el Congreso estadounidense, puede ganar hasta 1.200 dólares por día de trabajo . Y en ocasiones, las empresas se quedan con buena parte de este dinero contratando a mercenarios de países pobres y pagándoles un sueldo muchísimo más bajo. Varios ex empleados ugandeses de Triple Canopy han denunciado en su país a la compañía porque percibían apenas 30 dólares por día.

Lagunas legales

"A raíz de la guerra contra el terror de Bush, las empresas militares y de seguridad privada tienen gran demanda" , lamenta José Luis Gómez del Prado, experto del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la utilización de mercenarios. Y Gómez del Prado advierte que operan en un entorno legal lleno de "lagunas".

"Es muy difícil aplicar la definición de mercenario [regulada en una Convención] a los empleados de las empresas militares que están registradas legalmente y que han sabido explotar los vacíos jurídicos".

viernes, diciembre 19, 2008

La abdicación


La abdicación

El gobierno de facto de Felipe Calderón no parece tener más expectativa para 2009 que la de poder acomodarse con la nueva administración demócrata de Barack Obama, y en tanto prosigue entregando el país al mejor postor.

1. El año más desastroso en la historia reciente de México en materia de empleo y de seguridad –que fueron las dos ofertas de Calderón para llegar a Los Pinos– se termina sin que el gobierno de los panistas tenga la menor idea de cómo afrontar estos dos problemas, que él mismo ha llevado a un nivel crítico, si no es endosándoselos de manera patética al capital trasnacional y al gobierno de Washington, para que lo ayuden a salir del desastre.
2. El modelo neoliberal, que ha entrado en una gravísima crisis en 2008, supuso el desmantelamiento del Estado, y en México a pesar de que se están viendo las consecuencias nefastas de este error histórico no hay rectificación alguna. El Estado mexicano fue entregando el petróleo y sus riquezas estratégicas a las multinacionales desde los últimos gobiernos priístas, perdió el control del crédito en los años de Salinas, Fox permitió que agentes estadunidenses empezaran a tener injerencia en fronteras, aduanas, espacio aéreo y mar territorial, y Calderón ahora está ya dejando de tener el control estratégico de la seguridad nacional de México al gobierno estadunidense.
3. El caso de la empresa estadounidense Blackwater Worldwide en Irak es significativo de esta tendencia, pues dicha empresa, contratada por el gobierno de George W. Bush como la principal responsable de la “seguridad privada” en Irak, entiéndase esto como se quiera, ha sido acusada hace algunos días de que sus guardias mataron a por los menos 14 civiles, incluyendo a varios niños, e hirieron a más de 20, usando la táctica de “fuego de supresión”, y lo que es más significativo, sin motivo aparente alguno y actuando en absoluta sintonía con el gobierno de Washington (El País, 18 de diciembre). Aunque el escándalo por lo acontecido ha llevado a funcionarios de la administración Bush y de la entrante a sugerir que esta corporación no sea ya “la principal contratista de seguridad”, nadie cuestiona en absoluto en Estados Unidos este esquema de seguir entregando estas tareas a los que para muchos son unos “mercenarios”.
4. Estados Unidos tiene a 143 mil soldados en Irak pero a “más de 190 mil contratistas privados”, empleados según la versión oficial por decenas de compañías vinculadas al gobierno impuesto y sostenido por Bush, a las que prestan todo tipo de servicios logísticos –incluyendo los de seguridad–, y el fondo del problema no se toca. Barack Obama ha prometido retirar en 2009 a las fuerzas armadas estadunidenses que oficialmente se encuentran en ese país, pero nada ha dicho de los contingentes de “contratistas privados”, los cuales están empleados no nada más por las múltiples multinacionales que en los hechos llevan a cabo las funciones que debería realizar el gobierno de Bagdad, sino por las propias instancias oficiales, y en tareas que incluyen la “seguridad”, es decir el amedrentamiento y la represión, como fuerzas militares paralelas.
5. El modelo de Irak es sin paradojas el mismo de México, aunque aquí la guerra se libre por otros medios, pero para los mismos fines. La mejor definición de la administración de facto de Calderón sería la de un puñado de negociantes y traficantes de influencias que por la vía de la fuerza seudoinstitucional se han apoderado del aparato estatal para proseguir una guerra en contra de la mayoría del pueblo de México. Una guerra que se libra en el nombre de ese puñado de delincuentes de cuello blanco asociados a las trasnacionales para mantener el entramado de privilegios de unos cuantos, y en el que requieren de un número cada vez mayor de agentes extranjeros.
6. El Plan Puebla-Panamá le facilitó al gobierno entreguista de Fox el tener la coartada para encubrir la presencia de funcionarios militares y civiles estadunidenses en México, que siguieron introduciéndose en áreas estratégicas, y el Plan México disfrazado como Iniciativa Mérida y la supuesta guerra contra el narco le permiten a Calderón la abdicación absoluta.
7. La información oficial sobre este proceso que compromete la soberanía de México, pues áreas estratégicas se han entregado al extranjero, no se conoce, sin embargo, y si el gobierno calderonista hace hasta lo imposible para ocultarla, el Senado hace lo propio para incumplir sus responsabilidades y exigirle que rinda cuentas. En 2008, en plena discusión sobre “la reforma energética”, que según el gobierno de facto no profundizaría la privatización de la industria, decenas de técnicos de la Shell y la Repsol se hallaban en México concluyendo los proyectos que ya les habían sido asignados, y mientras la retórica gubernamental insiste en hablar de “su guerra” contra el narco, las fuerzas armadas y policiales de México son guiadas por las principales agencias estadunidenses.
8. El entreguismo actual no es privativo empero de los panistas, sino que lo comparten plenamente sus protectores y guías priístas. El gobernador fascistoide de Coahuila, Humberto Moreira, está involucrado por ejemplo en un nuevo escándalo por haber contratado como consejero al cubano-estadunidense Félix Batista, quien asesoraba también con su organización a empresarios de Saltillo y Monterrey en asuntos de seguridad y hoy se halla desaparecido (La Jornada, 18 de diciembre).
9. Los asesores extranjeros en las oficinas públicas son cada día más numerosos, los contratos que efectúa el gobierno con trasnacionales no han dejado de multiplicarse, e incluso hay empresas privadas de origen extranjero que están ahora proliferando en México en materia de seguridad privada y pública, lo que implica un número mayor de hombres armados en territorio nacional que no están controlados por el poder público, pero la administración de facto no informa sobre estos rubros a la nación, y esto es necesario que se conozca. ¿Qué contratos, concesiones y permisos se están otorgando en México? ¿Cuántos agentes extranjeros hay en nuestro país cumpliendo funciones que deberían ser privativas de los mexicanos?
10. No hay que olvidar que desde muchos sectores del pueblo mexicano no se ha dejado en todo este tiempo de recordarle al gobierno de facto que la privatización de los recursos y de los servicios públicos supone también la pérdida de la dignidad.