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domingo, agosto 14, 2011

La de Alejandro Luna Ramos, una elección alarmante

La forma en que Alejandro Luna Ramos conservó la magistratura en 2006 y, sobre todo, la combinación de fuerzas que lo llevó a la presidencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, no son buenas señales en el ya enrarecido ambiente preelectoral con rumbo a 2012. Con amigos como Carlos Ahumada o Diego Fernández de Cevallos y un núcleo de parientes enquistados en ese poder federal, nada justifica la esperanza de que acabe con la opacidad y la parcialidad que caracterizaron la gestión de su antecesora, María del Carmen Alanís.
Alejandro Luna Ramos, presidente del TEPJF.


El 30 de octubre de 2006, dos meses después de convalidar la impugnada elección presidencial y declarar ganador a Felipe Calderón, fue un día clave en la vida de Alejandro Luna Ramos: el Partido Acción Nacional (PAN) aprovechó la ausencia de varios priistas y perredistas en el Senado y logró designarlo magistrado para los siguientes 10 años.

Luna Ramos tuvo suerte: el PAN sumó al Partido Verde y al único senador de Nueva Alianza, Rafael Ochoa Guzmán, allegado de Elba Esther Gordillo, y por un solo voto –59 a 58– no se quedó sin trabajo, porque se desechó el criterio de que sólo debía concluir ese día el periodo del magistrado José Luis de la Peza, al que sustituyó por su muerte un año antes.

Manuel Espino, en ese entonces presidente del PAN, niega que haya dado “línea” a los senadores para promover la designación de Luna Ramos por 10 años –“ya me había equivocado una vez, cuando les pedí aprobar la Ley Televisa a petición de Calderón”–, pero revela: “El grupo de Calderón sí cabildeó y orientó esa decisión”.

–¿Fue un premio por su postura en la elección?

–No, claro que no.

–¿Entonces?

–Por su experiencia y trayectoria, que en sí misma era un aval de su imparcialidad, la que ahora exijo no sólo para mi caso.

Y es que, desde el miércoles 10, Luna Ramos se convirtió en presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y uno de los casos inmediatos que deberá resolver es precisamente la expulsión de Espino del PAN que, según el propio expresidente panista, fue ordenada por Calderón. La propuesta del magistrado Salvador Nava Gomar es ratificarla.

Luna Ramos llegó a la presidencia del TEPJF precisamente con los votos de Nava Gomar, exsocio de Roberto Gil Zuarth, secretario particular y cabildero de Calderón, y de Constancio Carrasco Daza, primo del panista Diódoro Carrasco, exgobernador priista de Oaxaca, ambos promovidos también como magistrados por el PAN en octubre de 2006.

El chiapaneco Pedro Esteban Penagos, identificado como allegado a los priistas y quien emplea en su ponencia a Francisco Belisario Luna Ramos, y Manuel González Oropeza, allegado a la corriente perredista Nueva Izquierda, le dieron su respaldo.

Con esos cuatro votos, y el suyo propio, Luna Ramos obtuvo un voto más de los cuatro que requería para conquistar la presidencia –que desde el lunes 8 ejercía por su calidad de decano–, y frustró la reelección de María del Carmen Alanís, quien sólo obtuvo su propio sufragio, lo mismo que Flavio Galván Rivera.

Militante confeso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por lo menos hasta 1992, amigo del empresario Carlos Ahumada y de perfil jurídico más bien conservador, Luna Ramos tiene cuatro hermanos en el Poder Judicial Federal: Margarita, a quien Vicente Fox propuso como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN); Carlos Hugo, presidente del Séptimo Tribunal Colegiado, quien elaboró la “sentencia de Estado” que negó el amparo a la francesa Florence Cassez; Francisco Belisario, quien colabora con Penagos López –compadre de Margarita–, y María Guadalupe, funcionaria del Consejo de la Judicatura Federal.

“Compromiso con el PAN”

Responsable de la calificación de la elección de 2012, Luna Ramos enfrenta una disyuntiva, afirma Espino: “Ya veremos si el TEPJF fortalece su autonomía jurídica o somete su cometido jurídico a la voluntad política de fuerzas ajenas a la institución”.

–Si por él votaron Nava y Carrasco, identificados con Calderón, ¿tiene el sello de Los Pinos?

–Espero que no tenga el sello de Los Pinos. Y no por mi caso, sino por el interés nacional que debe privilegiar el tribunal.

Puntualiza: “Eso sí, mi caso puede servir para advertir en qué dirección va el tribunal hacia 2012: se verá si va hacia la condescendencia con el gobierno o hacia la congruencia de un desempeño apegado a derecho en beneficio de los mexicanos”.

Sin embargo, para el constitucionalista Raúl Carrancá y Rivas, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la elección de Luna Ramos como presidente del TEPJF es “una señal alarmante” hacia las elecciones de 2012.

No sólo porque es el único magistrado que calificó la elección de 2006, con criterios que convalidaron ilegalidades, sino porque –subraya– es hermano de la ministra Margarita Luna Ramos y ese “nepotismo electoral” hace prever una “manipulación” a favor del PAN y sus aliados.

“Sabemos cómo se nombran los ministros y que hay un cordón umbilical que parte de la Constitución, con el titular del Poder Ejecutivo. Entonces ahí veo yo una señal alarmante, porque, a no ser que fuera una ingrata, la ministra Luna Ramos le debe, no dinero ni cosas sucias, sino una mínima consideración al presidente de la República.

“Ella es hermana del presidente del tribunal que va a calificar la elección presidencial de 2012. Entonces esta línea, que de ninguna manera revela algo sucio o indebido –por lo menos no tenemos prueba fehaciente de ello–, sí manifiesta la presencia de compromisos que no van con la democracia y que no van con la situación tan delicada por la que está atravesando el país.”

Si a eso se añade el criterio del magistrado Luna Ramos para no sancionar la intervención de Vicente Fox y del empresariado en la elección de 2006, dice, entonces genera sospechas de su imparcialidad hacia 2012:

“Si sumamos ambos ingredientes hay, objetivamente, un hecho que mueve a muy serias dudas, que inquieta la conciencia ciudadana y que despierta resquemores muy graves. Tiene uno el derecho de pensar, o de sospechar pensando, que hay una manipulación que está preparando un tinglado a favor de sus intereses para 2012. Y eso es alarmante.”

–¿A quién beneficia esa manipulación?

–Por supuesto que al PAN y a políticos de otros partidos que hacen pactos con el PAN. No tendría empacho en dar nombres si los tuviera, pero se benefician de sus componendas, no tienen que ser panistas.

El apoyo de Nava y Carrasco, identificados con el PAN, forma parte de lo mismo, explica: “La sospecha lleva una lógica popular que todos manejamos: si un animal tiene orejas de gato, uñas de gato y dientes de gato, ¿es un rinoceronte? No, ¿verdad? No, hay cosas que a través de las señales, de los signos, dejan mucho que ver”.

Recuerda que Julio César repudiaba a su mujer porque se decía que tenía relaciones con el poeta Catulo, y un amigo le dijo que por qué hacía caso a rumores. “César contesta: ‘porque la mujer del César no sólo debe ser honesta, sino parecerlo”.

Insiste: “Como decía Jesús Reyes Heroles, la forma es fondo: hay características de una manipulación electorera que francamente alarma muchísimo a quienes creemos o queremos creer en la democracia mexicana y en la pulcritud del proceso electoral”.

Luego de la declinación de Penagos López, a quien en el Tribunal Electoral se identifica con el PRI, el representante de ese partido ante el Instituto Federal Electoral (IFE), Sebastián Lerdo de Tejada, se declaró complacido con Luna Ramos y dijo que su “principal reto será mantener la línea de objetividad que trazó la presidenta Alanís”.

–Los priistas están contentos con él –se le hace ver a Carrancá.

–Exactamente. Son arreglos que se hacen, pero con esos arreglos no hay pulcritud democrática ni ideológica. Entonces la falta de una protesta enérgica en el PRI bien puede significar eso, porque no creo que estén ciegos.

Compañero profesor de Luna Ramos en la Facultad de Derecho de la UNAM, y a quien dice respetar como abogado, Carrancá y Rivas lo define: “Un priista empanizado. Si no está empanizado, aparenta estarlo por lo que he expuesto. No podemos saber si realmente lo es, pero tiene todo el aspecto”.

Luego de que Luna Ramos fue felicitado por Calderón mediante un comunicado emitido el miércoles 10, y por el PAN, el jurista dice que el presidente magistrado trata de desmarcarse de Calderón, como se lo dijo en entrevista a la periodista Carmen Aristegui.

“Dijo que ni conoce al presidente ni éste le ha mandado mensajes ni lo ha saludado. Pero no es necesario que conozca al panista Calderón, basta y sobra con lo que he descrito para que se manifieste la sospecha y la duda de un compromiso muy fuerte con el PAN.”

Amigos de Ahumada

Justamente gracias al apoyo conjunto del PAN y del PRI, Margarita Luna Ramos ascendió, en 2004, al máximo escalafón en el Poder Judicial: ministra de la SCJN. Propuesta por Fox, ambos partidos la avalaron, pero también los senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que coordinaba Jesús Ortega.

Alejandro Luna Ramos fue clave en lograr ese propósito, porque recurrió a su amigo Carlos Ahumada, el empresario de origen argentino que en ese momento –febrero de 2004– tramaba lo que se conoció como los videoescándalos junto con Diego Fernández de Cevallos y Carlos Salinas.

El propio Ahumada cuenta en su libro Derecho de réplica que Luna Ramos le pidió interceder a favor de Margarita ante Fernández de Cevallos, en razón de la amistad y de “compartí por más de 10 años un sinfín de reuniones y fiestas en su casa y en la mía”:

En enero de 2004, un fin de semana, un sábado, llegó Alejandro a mi casa y me preguntó cómo era mi relación con Diego Fernández de Cevallos. No sé cómo, pero de algo estaba enterado. Le dije que en esos momentos creía que era buena, y entonces me comentó que su hermana Margarita había sido propuesta para ocupar el cargo de ministra de la Suprema Corte, como relevo de Juventino Castro.

Ahumada recuerda que, el 2 de diciembre previo, el PAN en el Senado había rechazado el nombramiento de Margarita, cuyo hermano le dijo que Fox la volvería a proponer y por eso requería su apoyo ante Diego. Habló con ella por teléfono:

La saludé, hablamos dos o tres minutos en los cuales me agradeció de antemano cualquier gestión que pudiera realizar con el llamado Jefe Diego para lo de su ratificación como ministra de la Suprema Corte.

Más tarde Ahumada se comunicó con el panista, quien lo citó en su casa y ahí le hizo la propuesta de apoyar a Margarita. “De entrada, me dijo que era una señora muy conflictiva y pagada de sí misma, pero luego añadió: ‘Bueno, dentro de la relación que estoy teniendo contigo y como una muestra más de mi apoyo hacia tu persona, la voy a apoyar’.”

Le pregunté que si me podía comunicar con Alejandro para comentarle su respuesta, y aceptó. Llamé a Alejandro, le dio mucha alegría, me dijo que jamás en la vida me lo podía pagar y me dio el número de celular de Margarita para comunicar a Diego con ella.

Acto seguido los comuniqué, quedaron de desayunar el lunes siguiente, y lo último que supe, por los medios de comunicación, fue que el 19 de febrero de 2004, Margarita Beatriz Luna Ramos fue nombrada ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con el apoyo del jefe Diego y la mayoría de los senadores del PAN, a pesar de que al interior de la bancada se le cuestionó a Fernández de Cevallos por qué el PAN tenía que apoyar a Luna Ramos, cuando en diciembre no lo había hecho.

Ahumada recuerda que después, cuando ya estaba preso, su esposa Cecilia buscó a los hermanos Luna Ramos:

Lo único que consiguió Ceci de su parte fue un trato muy frío y cortante. Alejandro le dijo cínicamente que un vaso de agua y una orden de aprehensión no se le negaban a nadie, que veía mi situación muy difícil y que no había nada que él pudiera hacer. Por su parte, Margarita se negó a recibir a Ceci personalmente.

“Sentencia de Estado”

Luna Ramos ha minimizado su amistad con Ahumada, como en la entrevista publicada en Reforma el viernes 12: “Era yo juez de distrito, allá por los años setenta y tantos… nos conocimos en un juego de futbol”.

Pero conforme a su semblanza oficial, fue juez de distrito a partir de 1980, año en el que Ahumada ingresó al Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Sur, a los 17 años.

Luna Ramos, quien recién se divorció, ha minimizado también su priismo. En la entrevista con Aristegui aceptó que llegó a ser enrolado en el PRI sólo para participar en un concurso de oratoria en su natal Chiapas y que en la Ciudad de México fue mecanógrafo “propinero” en ese partido.

Pero el Diccionario biográfico del gobierno de México consigna, en su edición de 1992, cuando era ya magistrado de circuito, un dato relevante: “Pertenece al PRI, donde ha desempeñado el cargo de asesor de la Dirección de Capacitación Electoral del CEN en el DF, 1968-1970”.

Es el mismo caso de su hermano Carlos Hugo Luna Ramos, quien en el mismo documento de ese año se anota que “pertenece al PRI desde 1960”. Apenas en febrero pasado elaboró el proyecto del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal que negó el amparo a la francesa Florence Cassez, luego de que el secretario particular de Calderón, Gil Zuarth, cabildeó con ministros de la SCJN.

Tal como lo publicó Proceso, Gil Zuarth comenzó su labor de convencimiento ante el presidente de la SCJN, Guillermo Ortiz Mayagoitia, en diciembre de 2010, cuando era aún subsecretario de Gobernación, y alegó que si los magistrados del Tribunal Colegiado declaraban inocente a Cassez “no sólo se caía el secretario de Seguridad Pública (Genaro García Luna), sino la lucha del gobierno contra la delincuencia organizada”.

El jueves 10 de febrero, horas antes de que se hiciera pública la negativa del amparo, Gil Zuarth desayunó en el comedor de la SCJN con su nuevo presidente, Silva Meza, Ortiz Mayagotia y los tres magistrados, entre ellos Luna Ramos, para agradecer el apoyo del Poder Judicial, porque se trataba de una “sentencia de Estado”.

Obtenida la información por dos vías, la diplomática y la jurisdiccional, los ministros Silva Meza y Ortiz Mayagoitia negaron haber participado en “cualquier tipo de reuniones” con miembros del gobierno de Calderón, como Gil Zuarth, para tratar el caso.

Gil Zuarth, quien con Calderón ha sido subsecretario de Gobernación, diputado federal, candidato derrotado a la presidencia del PAN y secretario particular, es identificado por Espino como el encargado de presionar a los magistrados para que ratifiquen su expulsión.

Y, según testigos, fue Gil Zuarth quien coordinó desde Los Pinos el ascenso de Luna Ramos a la presidencia del TEPJF a través de Constancio Carrasco y Nava Gomar, quien fue su socio y es amigo íntimo: apenas el 22 de mayo asistieron juntos a la final del futbol mexicano entre los Pumas de la UNAM y los Monarcas de Morelia, en el estadio olímpico de Ciudad Universitaria…

domingo, agosto 15, 2010

Calderón... y el PRI rompen con Fidel Castro

Bastó un texto con su firma para que Fidel Castro diera un giro en la política de Cuba hacia México: rompió con el expresidente Carlos Salinas de Gortari, figura prominente del PRI, partido que fue aliado histórico de la Revolución Cubana; halagó abiertamente a Andrés Manuel López Obrador y con ello tomó por primera vez partido por un aspirante de izquierda a la Presidencia del país; y, como de pasada, atacó a Calderón ahí donde le duele: en su legitimidad como mandatario, lo que presagia una nueva crisis diplomática entre México y La Habana.

http://www.youtube.com/watch?v=LKCZxU--xqI


Por primera vez, el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, se la juega públicamente con un aspirante de izquierda a la Presidencia de México: Andrés Manuel López Obrador.

Simultáneamente, cuestionó la legitimidad del presidente Felipe Calderón, de quien dijo que no ganó las elecciones en 2006, y se deslindó de su otrora amigo, el expresidente Carlos Salinas de Gortari, a quien señaló como responsable de propiciar en febrero de 2004 la fuga del empresario Carlos Ahumada a Cuba sin consultar a las autoridades de la isla y de ser uno de los autores del complot de los videoescándalos contra López Obrador.

Incluso, puso en duda el triunfo electoral de Salinas en 1988. “No me constaba si había habido o no fraude. Era el candidato del PRI, partido por el que siempre votaron durante décadas los electores mexicanos. Sólo el corazón me hacía creer que le robaron a Cuauhtémoc (Cárdenas) la elección”, escribió Castro en un texto titulado El gigante de las siete leguas.

Dicho texto fue publicado en dos partes (jueves 12 y viernes 13) por el diario Granma y el portal Cubadebate. En la primera parte de su texto, Castro hizo una larga glosa de La mafia que se apoderó de México…y el 2012, libro escrito por López Obrador. A partir de ello, ensalza la figura de Andrés Manuel López Obrador, quien ya se autodestapó como candidato para las elecciones de 2012.

De entrada, sostuvo que López Obrador “ganó la mayoría de los votos” en las elecciones presidenciales de 2006, “mas el imperio no le permitió asumir el mando”. Luego lo calificó como “la persona de más autoridad para hablar de la tragedia” que vive México y lo será “cuando el sistema se derrumbe, y con él, el imperio”.

E incluso, consideró que la “contribución (de López Obrador) a la lucha por evitar que el presidente (Barack) Obama desate esa guerra (contra Irán), será de gran valor”.

En referencia al libro que López Obrador acaba de publicar en México, Castro dijo que es “una valiente e irrebatible denuncia de la mafia que se apoderó de México”. De hecho, hizo suya tal expresión que de manera frecuente utiliza el político tabasqueño.

López Obrador –quien agradeció los comentarios de Castro– no ha visitado Cuba, pero su primera esposa, Rocío Beltrán, recibió el apoyo del gobierno de Castro para atenderse en La Habana el lupus, enfermedad que le provocó la muerte el 12 marzo de 2003.

Acuerdo tácito

En su texto Castro no sólo ensalzó abiertamente a un precandidato presidencial de izquierda, sino que tomó distancia del partido que fue su aliado histórico: el Revolucionario Institucional (PRI), en el que Salinas es figura prominente e influyente.

Y es que durante décadas –de 1960 a 1994– los presidentes priistas en turno mantuvieron una relación cordial con el régimen cubano.

¿La razón? Un acuerdo básicamente tácito: para los gobernantes priistas era preferible tener en Cuba un régimen socialista y enfrentado a Estados Unidos que un gobierno dependiente y sujeto al poder de Washington. En términos geográficos, si Cuba fuera una especie de Puerto Rico, México tendría un brazo estadunidense en el Golfo de México. Es como si el “imperio” abrazara al país y lo copara.

Además, para los regímenes priistas Cuba era una carta de equilibrio frente a Estados Unidos que se ajustaba muy bien al discurso del nacionalismo revolucionario de los años 60, 70 y parte de los 80.

Más aún, el apoyo a la Revolución Cubana tenía su beneficio interno: se aplacaba así a la izquierda mexicana que profesaba un apoyo irrestricto al gobierno de Castro.

En un contexto de la Guerra Fría, ello a los cubanos también les venía bien: Fidel sabía que mientras mirara hacia la Unión Soviética y hacia Europa del Este –de cuyo campo era dependiente en sus relaciones políticas y económicas– habría a sus espaldas una política de contención ante Estados Unidos aplicada por México, uno de los hermanos mayores de los países de América Latina.

Hubo otro factor clave: mientras el régimen de Fidel Castro propició, entrenó y financió a las guerrillas de los países del continente, con México no lo hizo. Y en el contexto de la efervescencia revolucionaria de los años 60 y 70, los gobiernos priistas lo agradecieron y aprovecharon: pudieron aplicar con relativa tranquilidad la llamada “guerra sucia” en contra de los “movimientos subversivos”.

Durante la primera mitad de los años 70 unos 50 integrantes de varios grupos de guerrilleros mexicanos estuvieron exiliados en Cuba –de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), de La Liga de los Comunistas Armados, de las Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo (FRAP), del Movimiento Armado del Pueblo (MAR), del FUZ, y del Ejército de Liberación Nacional (ELN)–, pero lo hicieron con acuerdo explícito entre los gobiernos de Castro y Luis Echeverría para tenerlos controlados. A diferencia de otros exiliados guerrilleros del continente –como del FSLN, del M-19 o del MIR–, los mexicanos nunca pudieron organizarse para regresar a México a luchar por sus ideales. No lo hicieron simplemente porque el gobierno cubano no los dejó.

Pero si la “izquierda revolucionaria” no tuvo apoyo por parte del régimen cubano, la “izquierda electoral” tampoco. Fidel siempre apostó por el PRI.

Un ejemplo ilustrativo: en 1988, Castro asistió a la toma de posesión de Salinas de Gortari como presidente de México, a pesar de su triunfo electoral sumamente cuestionado. La presencia de Fidel fue una especie de aval para Salinas que dejó un sabor amargo en la izquierda mexicana y en su candidato presidencial, Cuauhtémoc Cárdenas, cuyo padre, el general Lázaro Cárdenas, ayudó a Fidel durante su exilio en México.

“Todos los grandes, medios y pequeños Estados lo habían reconocido (a Salinas). Cuba fue el último. Sólo unos días antes de la toma de posesión, lo hicimos aceptando su invitación de asistir a la asunción del cargo”, justificó Fidel Castro en su citado texto El gigante de las siete leguas.

Y es cuando soltó que “sólo el corazón me hacía creer que le robaron a Cuauhtémoc la elección”.

Con excepción del gobierno de Ernesto Zedillo –con quien Castro mantuvo serios desencuentros–, la alianza entre los priistas y el gobierno cubano se mantuvo aún durante los gobiernos del PAN.

Un hecho reciente lo reflejó: el 14 de abril, la bancada del PRI en el Senado frenó un punto de acuerdo en el que se lamentaba la muerte del disidente cubano Orlando Zapata y se exhortaba al gobierno de Raúl Castro a abrir un diálogo con la disidencia y a liberar a los presos políticos. Varios senadores del PRI habían expresado que apoyarían la iniciativa, entre ellos la excanciller Rosario Green y el exembajador de México en Cuba, Pedro Joaquín Coldwell. Sin embargo, un día antes –el 13 de abril– el embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera de la Paz, se reunió con el líder del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, y los priistas se echaron para atrás.

El caso Ahumada

En la segunda parte de su texto, Castro se explayó sobre el caso Ahumada. Con base en las confesiones del empresario argentino –detenido en Cuba el 30 de marzo de 2004 y deportado a México un mes más tarde–, Castro confirmó que hubo un complot para detener la candidatura de López Obrador, el cual fue orquestado por Salinas, el exsenador panista Diego Fernández de Cevallos y los entonces titulares de la Secretaría de Gobernación, Santiago Creel, y de la Procuraduría General de la República, Rafael Macedo de la Concha. Dijo que fue Salinas quien le sugirió a Ahumada refugiarse en Cuba, pero que de ello no sabían nada las autoridades de la isla.

Afirmó que “comprende la desconfianza de López Obrador” hacia su gobierno debido a un hecho: Salinas se encontraba en Cuba cuando Ahumada le mostró los videos en los que aparecen los colaboradores del entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México: Gustavo Ponce jugando en Las Vegas y René Bejarano y Carlos Imaz recibiendo dinero. Y se afanó entonces por aclarar que su gobierno nunca tuvo intención de dañar la imagen política de López Obrador.

De hecho, anotó la indicación que le dio a José Arbezú, vicejefe de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba: “A Obrador decirle, en primer lugar, que nosotros ni estamos en ningún complot contra él ni ninguna conspiración contra él ni estamos coaligados con nadie para hacerle daño (…)”.

Es entonces cuando Castro habló de su relación con Salinas y, de plano, se deslindó de él.

De entrada lo calificó de “hombre sumamente hábil, sabía mover todas las fichas como un experto en ajedrez, con talento por arriba de quienes lo rodeaban”.

Luego se refirió a la estancia de Salinas en Cuba: “Cuando (Ernesto) Zedillo, un hombre realmente mediocre que lo sustituyó en la Presidencia, celoso esta vez de su influencia política, le prohibió residir en México, Salinas tenía en ese momento una difícil situación personal y solicitó residir en Cuba. Sin vacilación lo autorizamos y aquí nació la primera hija de su segundo matrimonio”.

Salinas llegó a Cuba en 1995, cuando era acusado de ser el responsable de la crisis económica y de la descomposición política del país. Ocupó una residencia blanca, de muros altos y enrejados, ubicada en la calle 266 en el exclusivo barrio de Atabey, en La Habana, la cual se encontraba a escasos 500 metros de una de las casas de Fidel. “Adquirió legalmente la residencia de un particular”, informó Castro en su texto.

Luego reveló que Salinas “quiso invertir” en Cuba, pero, dijo, “no lo dejamos”.

Y añadió: “Salinas mantuvo la práctica de visitar Cuba con determinada frecuencia, intercambiaba conmigo y nunca trató de engañarme. Me enfermé gravemente el 26 de julio de 2006 y no volví a saber de él”.

Nuevo pleito

López Obrador “se presentó a las elecciones (de 2006) y ganó la mayoría de los votos frente al candidato del PAN. Mas el imperio no le permitió asumir el mando”.

Tal frase –la única del extenso texto de Castro que hace alusión a Calderón, pero sin mencionarlo por su nombre– provocó una airada reacción de Los Pinos. El Jueves 12 y el viernes 13 Calderón sostuvo reuniones con varios de sus colaboradores y realizó llamadas telefónicas con el embajador en Cuba, Gabriel Jiménez Remus, y con la canciller Patricia Espinosa, quien se encontraba de gira en Turquía.

Por la tarde de ese día, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) emitió el comunicado 252 en el que “expresa el rechazo del gobierno de México a las afirmaciones formuladas por el expresidente de Cuba, Fidel Castro Ruz, en las cuales pretende descalificar a las instituciones mexicanas y se hace eco de afirmaciones sin sustento sobre el país y su desarrollo”.

Y se lanzó de lleno: “El gobierno de México hace votos para que pronto el pueblo de Cuba pueda acudir a elecciones libres para elegir a sus representantes y se respeten plenamente los derechos humanos en la isla”.

La respuesta de la cancillería presagia una nueva crisis en la relación entre México y Cuba. Sería la segunda en lo que va de este sexenio, pues en abril y mayo de 2009 las relaciones bilaterales se crisparon luego de que Castro acusó a Calderón de ocultar el brote epidémico A/H1N1 para no estropear la visita del presidente estadunidense Barack Obama (Proceso 1697)

De hecho, el texto de Fidel Castro sorprendió a diplomáticos y a funcionarios de la cancillería mexicana, pues los puntos sensibles de la agenda bilateral –comercio y deuda, migración, repatriación de presos mexicanos y diálogo político– iban a paso lento y con bajo perfil, pero avanzaban.

Incluso, durante el viaje de la canciller Espinosa a la isla, realizado en diciembre de 2009, el gobierno de Raúl Castro aceptó repatriar a una decena de mexicanos que se encontraban presos en diferentes cárceles cubanas para que pudieran purgar sus condenas en prisiones del país.

Luego, en febrero, Calderón recibió a Raúl Castro en Cancún, donde se celebró la llamada Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe. De hecho, Raúl y Calderón se elogiaron mutuamente después de que ambos intervinieron para frenar el entrentamiento que protagonizaron en ese evento los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez; y de Colombia, Álvaro Uribe.

Después, el 15 de marzo el presidente Castro recibió al embajador mexicano Jiménez Remus, quien le informó, a nombre del gobierno de México, el contenido del comunicado que unas horas más tarde emitió la SRE.

Ese comunicado lamentaba, con tres semanas de atraso, la muerte del disidente Orlando Zapata; expresaba la preocupación del gobierno mexicano por el estado de salud de Guillermo Fariñas, quien entonces llevaba más de dos semanas en huelga de hambre; y exhortaba al gobierno cubano a “realizar las acciones necesarias para proteger la salud y la dignidad de todos sus prisioneros”.

En diciembre, durante su gira por La Habana, Espinosa refrendó el interés de Calderón por visitar Cuba y estimó que ésta se llevaría a cabo durante el primer semestre de 2010. Luego, en febrero, durante la cumbre de Cancún, se volvió a hablar del tema. Pero el 23 de ese mes murió Orlando Zapata y al régimen le llovieron las condenas internacionales. Dicha muerte sorprendió al presidente de Brasil, Luis Inacio Lula Da Silva, realizando una visita a la isla. Esa coincidencia le provocó un escándalo interno y una llamada de atención del Congreso brasileño. El gobierno de México consideró que no había buen clima para que Calderón fuera a la isla y dejó de mencionar el tema. l

miércoles, diciembre 09, 2009

¡Hipócritas!


MÉXICO, DF, 7 de diciembre (apro).- La derecha está jubilosa: El Congreso “fundacional” del Partido de la Revolución Democrática (PRD), celebrado este fin de semana en Morelos, ratificó en los hechos su condición de agrupación marginal, sectaria y corrupta, contrapuesta al espíritu de cambio verdadero para la nación que ofreció hace dos décadas.
Si alguna refundación se produjo en el Congreso del PRD fue hacer más eficiente la lógica de facción de las corrientes que, en realidad, sólo robusteció a una de ellas, Nueva Izquierda (NI), que es y seguirá siendo hegemónica en ese partido.
Por eso la derecha no cabe de contenta.
Más allá de discursos y posturas triunfalistas de las cabezas de corriente --Jesús Ortega, de NI; Alejandro Encinas, de Izquierda Unida (IU), y Amalia García, de Foro Nuevo Sol--, las promesas y compromisos de nueva ética política son retórica harto conocida para la militancia que ha resistido la corrupción interna y para los cada vez menos simpatizantes en la sociedad.
Dijeron exactamente lo mismo luego del fracaso del 2000 y lo repitieron luego de la trama de Rosario Robles, Carlos Ahumada y René Bejarano.
La oligarquía que domina el país, a través de priistas y panistas, no tiene nada de qué preocuparse.
Porque, además, los Chuchos de Nueva Izquierda garantizan que seguirán controlando todos los internos de ese partido, con el fin no de ganar el poder político nacional, estatal y municipal, así como posiciones legislativas para bien de la sociedad, sino seguir siendo una agencia de colocaciones para usufructuar presupuestos públicos.
La derecha está más que relajada.
Porque en los estados el PRD pertenece a los gobernadores priistas y panistas, que hace inviable la demagógica política de alianzas partidarias: En los gobernados por el PRI, ir unidos con el PAN y, en los administrados por éste, ir con los priistas, siempre como cabús, como ocurrió en Guanajuato en su alianza con priistas amigos del chuchista Carlos Navarrete.
La derecha está radiante, sobre todo, por una jugada de los Chuchos que revela su astucia: Al anunciar Navarrete su propósito de ser candidato presidencial --que lo podría ser, si acaso, a alcalde de Celaya--, esboza el objetivo principal: Que sea Jesús Ortega el aspirante a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
La jugada es la misma ecuación de ganar perdiendo que tantos buenos resultados les ha dado a los Chuchos y que, ante el 2012, pareciera que también les resultará frente a los prospectos presidenciales Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador.
Está muy claro: El precio de la declinación de Navarrete será que Ortega sea el candidato a suceder a Ebrard, quien no oculta ya ese pacto que se robustecerá ante la próxima salida del gabinete capitalino de Martí Batres, cuya corriente --Izquierda Social-- fue la única que repudió los acuerdos “refundacionales” del PRD.
La derecha, entonces, es dichosa: Su brazo político en el PRD, la “izquierda moderna”, ha ganado otra vez.
Apuntes
Hay un torneo entre el PRI y el PAN para ver cuál partido es más reaccionario: Por una parte los priistas aprobando leyes que castigan con cárcel a las mujeres que abortan, aun en caso de violación, y con su prospecto de candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, yendo al Vaticano a besar el anillo papal, y por otra parte el PAN ostentando su clerecía, como Felipe Calderón engallado por su herencia cristera… El país, mientras tanto, se va al carajo.

Comentarios: delgado@proceso.com.mx

jueves, octubre 15, 2009

Corrupción e impunidad en el PRD

La impunidad en el manejo corrupto de las finanzas del PRD, al descubierto. Los mismos perredistas confiesan irregularidades, simulaciones y ocultamiento de información. Las revelaciones, en el informe final de la Comisión Especial Investigadora contra la Corrupción sobre la Administración de Rosario Robles, un documento celosamente ocultado en los sótanos del partido.

Quienes emprendieron el esclarecimiento de la corrupción e impunidad en el manejo de las finanzas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) mejor se rindieron ante su descomunal caos o lo dejaron por la paz para no ser objeto de investigaciones de la Procuraduría General de la República por fraudes y del Instituto Federal Electoral (IFE), por rebasar topes de campaña en las elecciones federales de 2003.
Por eso, el noveno Congreso Nacional del PRD, realizado en abril de 2005, resolvió mejor mandar al archivo el informe de la Comisión Especial Investigadora contra la Corrupción sobre la administración de Rosario Robles, presidenta del partido de 2002 a 2003, en la que tuvo una participación destacada el empresario argentino Carlos Ahumada.
El carpetazo también recibió el visto bueno del entonces líder nacional del partido, Leonel Godoy, actual gobernador de Michoacán, cuya administración fue puesta recientemente en entredicho por las autoridades federales, en virtud de sus posibles nexos con el narcotráfico.
El congreso del PRD de 2005 tampoco dio a conocer el “voto particular” de Alejandro Morales Becerra, integrante de dicha comisión. El documento de 133 páginas, fechado el 22 de abril de 2005, sostiene que el partido se abstuvo de aplicar sanciones estatutarias y penales a todos aquellos que pusieron en riesgo su existencia con Rosario Robles Berlanga, inclusive ella misma, y a pesar de que había indicios suficientes para llevarlas a cabo.
Existían testimonios y evidencias para comprobar irregularidades graves como el endeudamiento inusitado, que sobrepasaba su capacidad de pago; conductas delictivas en el manejo de las prerrogativas del IFE; violaciones a los estatutos; componendas con medios de comunicación para subsanar adeudos, y pagos anormales a empresas privadas, entre otras.
No sólo tenía responsabilidad Rosario Robles, sino también otros destacados perredistas por acción u omisión, como Carlos Navarrete, entonces secretario general del PRD (actual coordinador de los senadores del partido); José Ramón Zebadúa González, coordinador general de administración y finanzas del CEN; María Eugenia López Brun, secretaria de Finanzas; Ricardo García Sainz, responsable del Órgano Central de Fiscalización (actual contralor general del gobierno de Marcelo Ebrard en el Distrito Federal), y Carlos Armando Bello, director de contabilidad, por distintos motivos.
El “voto particular” de Alejandro Morales asegura que el Comité Ejecutivo Nacional en tiempos de Rosario Robles Berlanga “incumplió mandatos estatutarios que lo obligaban a evitar el desastre económico, administrativo y ético en el que se encontraba el PRD”. Por lo tanto, fueron omisos José Luis Jaime Correa, José Antonio Rueda Márquez, Juan Guerra Ochoa (exdiputado), Mario Gilberto Saucedo Pérez, Martha Dalia Gastelum Valenzuela, Feliciando Rosendo Marín Díaz, Silvia Gómez Tagle, Trinidad Morales Vargas, Guadalupe Acosta Naranjo (expresidente del PRD), Claudia Sofía Corichi García (senadora), Carlos Sotelo García, Jesús Ortega Martínez (dirigente actual del partido) y Martí Batres Guadarrama (secretario de Desarrollo Social del gobierno de Marcelo Ebrard).
El documento de Alejandro Morales Becerra señala: “Nunca seremos capaces de transformar democráticamente al sistema ni de crear una sociedad más justa, si en nuestro interior no se practica la democracia y no se erradica la corrupción y la inequidad”.
Dice también: “El hallazgo, pues, de actos de corrupción en el instituto político sólo confirma lo que ya se sabía: en el PRD los recursos económicos y las posiciones han adquirido un poder inusitado capaz de corroer sus estructuras”.
Al defender su voto particular, sostiene: “Ha llegado la hora de tomar medidas de fondo. Se deben promover sanciones estatutarias y legales a todos los involucrados en los hechos de corrupción”. Pero la propuesta no fue tomada en cuenta.
“En el PRD, lo sabemos, se tienen muchos adversarios fuera, pero hoy el peligro mayor está adentro”, puntualiza.
Jaime Cárdenas, diputado electo por el Partido del Trabajo, también encabezó a la Comisión Especial Investigadora contra la Corrupción en la administración de Rosario Robles, pero renunció al poco tiempo porque no le dieron toda la información documental que solicitaba, no le dejaron practicar una auditoría integral y no le permitieron citar al entonces gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, para que compareciera.
No obstante, alcanzó a percibir por distintas versiones que la situación de las finanzas del partido era grave. El exconsejero del IFE recuerda, por ejemplo, que Carlos Payán, quien formó parte de una comisión previa a la de anticorrupción, se extrañó de la forma en que el PRD redujo su deuda de 600 a 400 millones de pesos en poco tiempo.
—El informe final de la Comisión Especial Investigadora contra la Corrupción recoge un testimonio de Carlos Armando Bello, director de contabilidad de la coordinación de Finanzas del partido, quien advirtió que si se daba a conocer toda la información no iban a poder justificar los gastos ante el IFE y eso podía dar lugar a un Pemexgate –se le menciona a Morales Becerra.
—El asunto de los videoescándalos de Carlos Ahumada con personajes del PRD era tan grave, desde el punto de vista electoral, como el Pemexgate o Amigos de Fox. Es un problema de esa magnitud y esas características, y sí requeriría de una investigación a fondo.
—¿En el informe final de la comisión anticorrupción se menciona la participación del empresario argentino Carlos Ahumada, como intermediario, negociador y beneficiario de la presidencia de Rosario Robles? –se le pregunta.
—Pues ahora en su libro Derecho de réplica, Ahumada cuenta todo eso. Con esos elementos y lo que sabe la gente del PRD, el IFE está obligado a abrir una indagación. Si ya prescribió o no, en su momento lo tendrá que decir el IFE, luego de que realice las investigaciones. A eso también está obligada la Fepade (Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales).
Si el partido no siguió fue por el temor a que las averiguaciones de la PGR o del IFE les implicaran multas mayores, puntualiza.
“Ésa es una historia no concluida en el PRD ni en el IFE, por eso ahora se requiere esclarecer los hechos. Tenemos que saber respecto de las acusaciones contenidas en el libro de Carlos Ahumada, sobre si hubo o no financiamiento ilegal en las campañas del PRD”, sostiene el también profesor e investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Los hechos
El “voto particular” de Alejandro Morales sobre el informe de la “Comisión Especial Investigadora contra la Corrupción sobre la administración de Rosario Robles” contiene una síntesis de las diligencias, documentos y testimonios del expediente, guardado celosamente en los sótanos del PRD.
Señala, por ejemplo, que el despacho Galaz, Yamazaki, Ruiz Urquiza no concluyó la auditoría que le encargó el PRD sobre la situación financiera del PRD al 31 de diciembre de 2003, una vez transcurridas las elecciones federales a diputados de ese año.
Sin embargo, el despacho mencionó los motivos: demora en los registros y la inconsistencia de los mismos, falta de documentación comprobatoria, ausencia de contratos debidamente requisitados que precisaran las condiciones de las operaciones del partido, particularmente con la radio y la televisión.
Asimismo, irregularidades en el diseño y operación de la estructura de control interno, destacando la falta de políticas para asegurar las mejores condiciones del gasto para adquirir bienes y servicios, como son cotizaciones o licitaciones para erogaciones por montos importantes o recurrentes.
El PRD no fue capaz de cruzar esta información con la que obtuvo a través del Órgano Central de Fiscalización del partido, de la denuncia interpuesta por la exdiputada Rosa María Avilés, de los testimonios de Adriadna Montiel Reyes, secretaria de Finanzas del partido en el Distrito Federal; de los testigos Dolores Padierna, exjefa delegacional en la Cuauhtémoc, y Agustín Guerrero Castillo, dirigente del PRD en la capital, así como de la revisión y sanciones millonarias que le aplicó el IFE por anomalías graves en la presentación de sus gastos de campaña de 2003. Todas las fuentes coincidían en las mismas irregularidades.
El partido simplemente se conformó con tener una auditoría privada irresuelta y se abstuvo de fincar responsabilidades.
Al inicio de la gestión de Rosario Robles en la dirigencia nacional, los pasivos eran de 120 millones de pesos. Tres años después no se sabía a ciencia cierta a cuánto ascendían. Oficialmente se dijo que eran de 410 millones de pesos, pero había pasivos no reconocidos.
Robles Berlanga –primera jefa de Gobierno del Distrito Federal por el PRD, de 1999 a 2000– aceptó que el presupuesto de 2002 fue modificado y se elevó el endeudamiento, pero alegó que éste fue una medida política para posicionar mejor al partido, la cual fue aprobada por el Comité Ejecutivo Nacional y el Consejo Nacional.
Pero los estatutos, dice el documento, no otorgaban a Rosario Robles Berlanga ni al Comité Ejecutivo Nacional la facultad de modificar el presupuesto, y no existe sesión alguna en donde el Consejo Nacional aceptara ese cambio.
Sin sesión de por medio, el Consejo Nacional consintió un acuerdo para que el CEN modificara el presupuesto, pero los estatutos tampoco le otorgaban esa facultad. Sus integrantes incurrieron en responsabilidad, además de que no se hizo del conocimiento al Congreso Nacional ni a la comisión de garantías y vigilancia.
“El pragmatismo político no justifica la violación de los principios del partido, pues de lo contrario se permitiría cualquier acto a costa de la obtención del poder”, señala el documento.
Además, Robles Berlanga incurrió en otra responsabilidad administrativa al modificar de facto el funcionamiento financiero del partido al crear y dar facultades amplísimas a la Coordinación General de Administración y Finanzas, relegando en la práctica a la Secretaría de Finanzas del partido.
“La modificación del funcionamiento del partido, en todo caso, correspondía al Congreso Nacional, en términos de lo establecido en el artículo 10, numeral 7, inciso a”.
La falta de atención de la secretaría de Finanzas –a cargo de María Eugenia López Brun– en el manejo de los recursos “puso en riesgo financiero al partido”, al no cumplir sus fines.
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sábado, septiembre 05, 2009

Bajo sospecha de estafa, la presidenta del TEPJF

¡Calderón debería renunciar hoy mismo, después de pedirle perdón al pueblo de México por haberle destrozado el presente, el pasado y el futuro!

Todas las ocurrencias que Felipe Calderón está fraguando para tapar el boquete fiscal del año próximo parten de una mentira, que los medios afines al régimen repiten a toda hora: el agujero en el presupuesto de 2010 no es, como dijo el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, de 300 mil millones de pesos”, sino, como lo expuso Rogelio Ramírez de la O, de “480 mil millones de pesos”.

El dato fue dado a conocer el pasado 26 de agosto por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, el cual prevé que a finales de este año los ingresos reales de la hacienda pública serán “480 mil 100 millones de pesos” menores a lo presupuestado por el Ejecutivo y votado por el Congreso en 2008.
Esta suma tiene dos componentes: habrá un faltante de 320 mil millones de pesos para los gastos federales de 2010 y otro de 160 mil millones para los estados y los municipios. La suma de ambas cifras totaliza 480 mil 100 millones que, convertidos a dólares de 13 pesos, equivale a unos 37 mil millones de dólares.
Ese es el verdadero tamaño del hoyo que Calderón pretende cubrir desmantelando las secretarías de la Reforma Agraria y de la Función Pública (antes Contraloría), reduciendo (o ¡fusionando!) las de Turismo y Economía, y quién sabe qué más.
En otras palabras, el “gobierno” (o lo que sea) ahorraría despidiendo a miles de empleados públicos, desatendiendo aun más sus obligaciones en el campo, eliminando la oficina que acota la impunidad de los altos cargos en sus fechorías, achicando la que tiene mayor potencial de crecimiento y reduciendo a la dimensión de una cabeza de jíbaro la que “piensa” (es un decir) el comportamiento de las actividades productivas.
Como salta a la vista, se trata de una monumental patraña, tan grotesca e indigna de confianza como el decálogo que Calderón presentó para sacar a México del hoyo en que él mismo lo ha hundido. ¿Cómo que a medio sexenio descubre que siempre sí tiene un proyecto de país? ¿Por qué no lo dijo al ponerse la banda tricolor en diciembre de 2006? ¿Las medidas que ahora anticipa serán tan eficaces como aquella por la cual congeló el precio del perejil deshidratado?
¿Por qué hemos de creerle media palabra al que, durante su campaña, prometió suprimir el cobro de la tenencia automovilística, crear un millón de empleos anuales, evitar la inflación y el endeudamiento, ganar la batalla contra la inseguridad y, sobre todo, garantizar que en México “nunca más” volviera a haber una crisis económica? ¡Calderón debería renunciar hoy mismo, después de pedirle perdón al pueblo por haberle destrozado el presente, el pasado y el futuro!
¿Cómo se atreve a ofrecer que, en materia de educación pública, logrará “enseñanza de calidad para que México supere el marasmo de los intereses y las inercias”? ¿Cómo podría superar, él mismo, el marasmo de sus propios intereses e inercias? Solamente en los espots que hizo para cacarear su informe de calamidades se gastó los 200 millones de pesos que le va a recortar este año a la UNAM (Fernández Vega dixit). ¡Basta ya de insultar la inteligencia de decenas de millones de pobres y de miserables! ¡Nadie puede sentirse tan listo como para engañar tantas veces a tanta gente!
México tiene recursos más que suficientes para salir del hoyo. En el Desfiladero de la semana pasada vimos que si se aplica la Ley de Salarios Máximos a los altos burócratas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el erario se ahorraría 8 mil millones de pesos, sin que ministros, magistrados y jueces dejaran de todos modos de ganar un sueldazo. Andrés Manuel López Obrador calculó, un año atrás, que si se reducían 50 por ciento los ingresos de los altos funcionarios de los tres poderes, el ahorro sería de 200 mil millones de pesos.
¿Tomó Calderón en serio esa razonable propuesta? Todo lo contrario: “el gobierno federal incrementó 2.5 por ciento el gasto en servicios personales, es decir, en salarios, durante el primer semestre” de 2009. El aumento fue “de 35 mil 451 millones de pesos, al pasar de 412 mil 612 millones de pesos en el primer semestre de 2008, a 448 mil 63 millones en el mismo período del presente año” (El Universal, 4/9/2009). Juguemos un poco con esas cifras.
Si en los primeros seis meses de 2009 Calderón pagó 35 mil millones de pesos más a los empleados públicos, en diciembre el incremento en este rubro será de 70 mil millones. Ergo, al menos 70 mil de los 480 mil millones que le faltan para 2010 los tomará de donde sea para cubrir las prestaciones de su personal. Pero si no despide a nadie y hace valer la Ley de Salarios Máximos, 200 mil millones de pesos y quizá hasta más de lo que propone López Obrador saldrían sin dificultad de la aplicación de medidas austeras ineludibles para los altos burócratas. Porque, de tomos modos, ¿para qué les pagamos sueldos tan elevados a los altos burócratas? ¿Para que no se corrompan?
El caso que demuestra exactamente lo contrario es el de los siete magistrados del TEPJF, que actúan por consigna del Ejecutivo, no como jueces probos y honestos, sino como verdaderos delincuentes. Pero no se conforman con sus salarios. En 2007, el entonces presidente del tribunal fue sorprendido en el intento de estafar a la institución mediante la compra de un edificio para la sala regional del DF. Hoy, las mismas sospechas recaen sobre su sucesora, María del Carmen Alanís, amiga íntima de Margarita Zavala, esposa de Calderón, y que espera llegar a la Suprema Corte en noviembre del brazo de su otro protector, el senador Manlio Fabio Beltrones.
Una nota de prensa aparecida el lunes de esta semana reveló que en noviembre de 2008 el tribunal presidido por Maca Alanís compró en 90.9 millones de pesos un edificio que en 2007 Carlos Ahumada Kurtz había vendido en 58.5 millones a la empresa Equipos y Maquinaria del Pedregal. Aunque ese dato estaría comprobado por el diario que divulgó la noticia, Diego Gutiérrez, secretario administrativo del órgano electoral, aseguró que esa firma había adquirido el inmueble en 74 millones de pesos y que ellos (los magistrados), con el aval de la Secretaría de la Función Pública, lo compraron en 87 millones y pagaron 3.9 millones más por concepto de impuestos a Hacienda.
Ahora, si Calderón desaparece la Secretaría de la Función Pública, Maca no tendrá que explicarle a nadie por qué autorizó la compra en 90 millones de una construcción que valía mucho menos. ¿Quiénes se llevaron las comisiones? ¿Dónde quedó la bolita?
Los mexicanos somos víctimas de la más formidable y extendida pandilla de ladrones que se haya apoderado jamás de la administración pública. Tiene razón Muñoz Ledo: la proporción entre miserables y potentados es la más desigual del planeta. Pero nada conseguiremos si nos limitamos a sufrir nuestras desventuras. Somos más de 100 millones de seres humanos inconformes y está a nuestro alcance la posibilidad de provocar pacíficamente un cambio de política y de políticos. La prueba de fuerza que el Sindicato Mexicano de Electricistas dio el jueves contra la mafia del secretario del Trabajo, que ahora pretende hacer con ese gremio lo mismo que ha hecho con el de los mineros, debe servirnos de ejemplo.
La movilización organizada, con objetivos claros, prudentes y alcanzables, no es lo mismo que el estallido social sino su antídoto. El decálogo de Calderón no pasará de ser un mero ejercicio de pésima retórica. La pretensión de aplicarnos nuevos impuestos y subir los precios del gas, la luz y la gasolina –es decir, de todo– debe ser rechazada enérgicamente con protestas masivas. La exigencia de que se aplique la Ley de Salarios Máximos debe ser apoyada por el pueblo en su conjunto. Podemos salir del hoyo, pero necesitamos luchar unidos.
Para comunicarse con esta columna
jamastu@gmail.com

lunes, agosto 31, 2009

Ahumada burla a la justicia y regresa a Argentina


México D.F., 31 de agosto (apro).- El empresario Carlos Ahumada se burló nuevamente de la justicia mexicana al regresar a Argentina, el pasado sábado 29, antes de que un juez librara una orden de aprehensión en su contra por incumplir con el pago de 22 millones de pesos de multa –el plazo venció el viernes 28--, como reparación del daño por el quebranto cometido en contra del erario de la delegación Gustavo A. Madero.

Pero antes de volar a su tierra natal, Ahumada dejó lista una carta abierta dirigida al titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito federal (PGJDF), Miguel Ángel Mancera Espinosa, en la que, en un tono socarrón por momentos, se queja por la forma en que personal de esa dependencia le entregó la notificación actuarial que, en su opinión, no cumplió con las formalidades establecidas en el Código Procesal penal del DF, "por lo que me reservo mi derecho de presentar el recurso legal correspondiente a dicha violación".Además, acusa al funcionario de utilizar dicho mandamiento judicial "para distraer a la opinión pública de los problemas" que enfrenta la Procuraduría. "Si ese es el caso, lo felicito porque lo logró", subraya.
Prosigue Ahumada:
"Comprendo que cotidianamente se encuentre combatiendo la feroz inseguridad que afecta a todos los habitantes de la ciudad y más aún, que debido a los lamentables resultados que la Procuraduría a su digno cargo ha obtenido en esa lucha desigual, no haya tenido el tiempo de conocer a profundidad la causa 38/07 del Juzgado 12 Penal."Sinceramente, ante hechos tan atroces como los de los catorce niños desaparecidos de Casitas del Sur, la dificultad de cuadrar su teoría de la banda de la Flor con los Petriciolet, o enterarse de que, en un operativo fallido, dos elementos de élite (sic) de la corporación hayan muerto a manos de sus propios compañeros, sin mencionar que la secuestrada también falleció, resulta lógico que no esté enterado de que, en lo que respecta a mi persona, en la causa citada anteriormente, ya operó la prescripción de la potestad para ejecutar las penas impuestas al suscrito, por lo que, con fecha 28 de agosto de 2009, presenté ante el Juzgado 12 Penal el correspondiente Incidente no especificado".Ahumada le dice también a Mancera que "en reciprocidad a su fino detalle de hacerme saber los plazos para responder a la notificación del 25 de agosto, le hago saber públicamente que, de acuerdo a la ley (sic), el 24 de septiembre de 2008 prescribió la pena de multa, mientras que el pasado 16 de agosto prescribieron tanto la potestad para ejecutar la pena privativa de libertad como la reparación del daño"."Tal vez -- añade--, lo subestimo y usted si estaba enterado de la prescripción de la potestad para ejecutar las penas, y audaz (y si me permite decirlo, hasta picadamente) utilizó la multicitada notificación para distraer a la opinión pública de los problemas que enfrenta la dependencia a su cargo".En el desplegado, Ahumada, quien apareció en público en la ciudad de Córdoba, Argentina, el pasado domingo 30, dice que ojalá que la PGJDF tuviera el mismo celo cuando las resoluciones son a su favor. Y le recuerda que la PGJDF no ha respondido a las recomendación 19/2007 de la Comisión de Derechos Humanos del DF por el caso de "las violaciones cometidas en agravio de mis hijos, mi esposa y mi persona".Tampoco, prosigue, con el atentado que sufrieron su esposa y sus hijos en junio de 2006 y otro del que él mismo fue víctima en diciembre de 2007.Ahumada apunta, así mismo, que tiene la conciencia tranquila "porque soy inocente" y concluye:"En confianza, le confieso que es mi más preciado anhelo que no se vuelva a repetir algo así por el bien de todos los habitantes de la ciudad de México, que no se vuelva a corromper la justicia en aras de la venganza y que los funcionarios públicos no se vuelvan a prestar a algo semejante, arriesgando su honorabilidad, su prestigio y el respeto de la sociedad".Ayer, Ahumada reapareció en Córdoba, en el estadio del Talleres, pero se negó a hablar sobre el problema que enfrenta con la justicia mexicana.

sábado, junio 06, 2009

De la Madrid-Salinas: tapaderas mutuas


Bastaron sólo 11 días para que Miguel de la Madrid Hurtado recuperara la lucidez mental que había perdido por la vía epistolar, y detrás de la milagrosa rehabilitación está nuevamente la mano de Carlos Salinas de Gortari.La presencia del expresidente Salinas en la vida política del país ha sido permanente en las últimas fechas. Siempre en medio del escándalo y casi siempre sin responder a sus detractores.En una grabación telefónica revelada el 12 de febrero pasado en Primera Emisión, el noticiario radiofónico de Carmen Aristegui, el entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, dijo que Salinas se había quedado con la mitad de la partida secreta de la Presidencia de la República.

Salinas guardó silencio, pero Téllez dio una conferencia de prensa en la que aceptó la veracidad de las grabaciones entregadas por Diana Pando –presumiblemente su compañera sentimental–, aunque matizó: “Lo dije de manera indebida ya que carecía de sustento alguno. Nunca tuve ni he tenido evidencia alguna sobre acciones ilícitas del expresidente Carlos Salinas de Gortari”. Pese a la disculpa pública, Téllez tuvo que renunciar por este escándalo.Apenas se había apagado la batahola, el 7 de mayo apareció el libro de Carlos Ahumada Derecho de réplica, en el que señala a Salinas como el orquestador de la difusión de los videos de corrupción de los perredistas René Bejarano y Carlos Ímaz, entre otros, por los que ofreció 400 millones de pesos, de los cuales al final sólo pagó 35 millones, según el empresario de origen argentino. Pese a ser responsabilizado por el “complot” operado por panistas contra Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos, Salinas de Gortari tampoco contestó a las acusaciones.Una semana después, el 13 de mayo, en el mismo noticiario de Aristegui, Salinas fue nuevamente objeto de escándalo a raíz de la entrevista que le dio Miguel de la Madrid a la periodista como parte del proyecto de un libro. Ahí el expresidente Miguel de la Madrid rompió la supuesta regla de oro de los expresidentes: no hablar de su sucesor en Los Pinos, y confirmó que Carlos Salinas se había quedado con parte de la partida secreta y reveló, además, los presuntos nexos de sus hermanos Raúl y Enrique con el narcotráfico.Salinas no aguantó más y reaccionó operando con sus seguidores para desmentir a De la Madrid y acusar a la periodista de abuso en una carta firmada por él mismo.De acuerdo con diversas versiones (entre ellas la de Porfirio Muñoz Ledo, en Proceso 1698), ese mismo miércoles al mediodía, al difundirse la entrevista de Miguel de la Madrid en el noticiario de MVS Multivisión, el expresidente Salinas comenzó a maniobrar desde Inglaterra, donde vive desde hace años, para desacreditar las palabras de su antecesor.Según el embajador Muñoz Ledo, un grupo de priistas fue enviado por Salinas a la casa de De la Madrid (entre ellos el exdirector de Pemex, el diputado Carlos Rojas; el exsecretario de Comunicaciones y actual líder de la bancada en la Cámara de Diputados, Emilio Gamboa, y el exregente capitalino Ramón Aguirre Velázquez) para preparar la rectificación del exmandatario colimense. Los personeros de Salinas se reunieron con la familia de Miguel de la Madrid y fue Federico, su hijo, quien apareció públicamente para declarar incapacitado mentalmente a su padre y de esa manera invalidar lo que dijo en la entrevista con Aristegui.Presuntamente, Miguel de la Madrid escribió una carta dirigida a MVS Noticias y a la opinión pública, en la que sostuvo:“Actualmente me encuentro convaleciendo en un estado de salud que no me permite procesar adecuadamente diálogos o cuestionamientos, tal como constan las grabaciones presentadas por la Sra. Aristegui en las que mi tono de voz se escucha débil y confuso, por lo que después de haber escuchado la entrevista, mis respuestas carecen de validez y exactitud.”Al día siguiente, 14 de mayo, se atribuyó a Salinas la autoría intelectual de la carta enviada a Carmen Aristegui por el expresidente Miguel de la Madrid en el que se retractó de la entrevista que le dio a la periodista. En la víspera, cerca de las 10 de la noche, Carlos Salinas envió él mismo una carta a Carmen Aristegui en la que manifestaba su “dolor e indignación” porque, según él, se había aprovechado de la mala salud y del “deterioro de sus facultades” de De la Madrid para hacerle la entrevista.En la carta, de una cuartilla y media, Salinas también defendió a sus hermanos –sobre todo a Raúl– con el argumento de que las autoridades mexicanas, francesas y suizas ya habían investigado y concluido que las imputaciones fueron falsas y fabricadas. Sobre la partida secreta, citándose a sí mismo en su libro La década perdida 1995-2006, dijo que ya se habían auditado las cuentas públicas de su gobierno y descartó que se hubieran cometido desvíos hacia cuentas particulares o personales. Pero la carta no tuvo la aceptación social ni mediática que él deseaba.Quizá por eso, y a pesar de que ya había advertido que no estaba en condiciones para expresarse con “validez” y “exactitud”, el 26 de mayo De la Madrid envió otra carta a Aristegui en la que dio un nuevo giro a su posición. Ahora, con toda lucidez, resaltó la “modernización” que impulsó su sucesor Carlos Salinas de Gortari y le sugirió a la periodista tomar en cuenta los “logros de su gobierno” para la realización de su libro:

Señora Carmen Aristegui
Presente

Señora Aristegui:
Para ponderar el gobierno del licenciado Carlos Salinas de Gortari es necesario tomar en cuenta la importante modernización que promovió en distintas áreas de la vida del país: la promoción de reformas estructurales, el Tratado de Libre Comercio con América del Norte destacan, entre otros, los logros que obtuvo su gobierno.Considero que usted debería de tomar en cuenta estos hechos en su estudio sobre el periodo presidencial del licenciado Carlos Salinas de Gortari.Agradezco la atención que le preste a la presente comunicación.De acuerdo con varias versiones, el domingo 24 de mayo Salinas fue a visitar a De la Madrid a su casa de Coyoacán. El periódico Reforma publicó el martes 26 una de estas versiones.“Por lo visto Carlos Salinas de Gortari sigue siendo el villano favorito que provoca soponcios y escalofríos a la tutifruti clase política. Y es que si ayer había quienes aseguraban que estuvo en Veracruz, ahora ya quedó claro que no fue por allá ni se reunió con Carlos Hermosillo, Miguel Ángel Yúnes o Fidel Herrera. “Donde estuvo fue en la Ciudad de México. ¿Y para qué? Quesque para visitar al convaleciente Miguel de la Madrid. Ahora sólo falta que Salinas y De la Madrid hayan departido alegremente con un cafecito y galletitas para recordar los viejos buenos tiempos.”
Gobiernos corruptos
Ahora, De la Madrid y Salinas vuelven a estar unidos en el escándalo.Dolia Estévez, corresponsal de la publicación financiera El Semanario, informó el jueves 28 de mayo que, según documentos secretos desclasificados en Washington, el gobierno estadunidense dio protección a Miguel de la Madrid y Carlos Salinas con un objetivo: impedir que México cayera en la inestabilidad, a pesar de que sus investigaciones concluían que altos funcionarios de sus gobiernos tenían vínculos con el narcotráfico y habían incurrido en actos de corrupción.En su nota, la corresponsal en Washington señala que, de acuerdo con un memorándum del 26 de enero de 1988, el secretario de Estado George Shultz le advirtió al presidente Ronald Reagan sobre la situación en México.“Mi gran preocupación está en el área de drogas. Algunos en la administración buscarán negarle a México la certificación de ‘país cooperante’. Si no manejamos esto con acierto, estaremos minando todos los avances que hemos alcanzado en otras áreas y debilitando los esfuerzos de De la Madrid y Salinas para preservar la estabilidad interna. De hecho, México ha hecho un gran esfuerzo contra las drogas. Es comprensible que resientan declaraciones de funcionarios de EU menospreciando esos esfuerzos o alegando complicidades delictivas por parte de altos funcionarios del Gobierno de México. Sugiero que el tema de las drogas sea el centro de sus discusiones privadas con De la Madrid, a diferencia de las sesiones abiertas que deberán resaltar los logros”, señala el documento, fechado 18 días antes de una reunión que sostuvieron Reagan y De la Madrid.Otro documento desclasificado citado por la corresponsal, que también lo es del noticiario de Aristegui, es una carta sin fecha de Elliot Abrams, quien era subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos, en la que le advierte a Shultz que las políticas de austeridad estaban afectando la imagen de Salinas en plena campaña por la Presidencia, a pesar de que tenía asegurado su triunfo, “pero quizá con abstencionismo y fraude electoral”.Abrams toca también el tema del narcotráfico, previendo lo que hoy vive el país:“Muchos consideran que los programas para combatir el narcotráfico son insuficientes. Los traficantes y productores de drogas están ganando terreno. Algunos temen que México se vuelva otra Colombia; el programa está siendo socavado por los malos manejos, corrupción y una aparente falta de voluntad política para tomar medidas duras y arriesgadas para reducir el tráfico y la producción de drogas; (aún así) el estigma de negarle la certificación desataría una tormenta política en México. Haría de EU tema de la campaña electoral y reduciría el campo de maniobra de Salinas para cooperar con EU.”Para cerrar, la corresponsal recuerda que ese año México recibió la certificación, Salinas “ganó con fraude” y Washington lo promovió como “ejemplo de buen gobierno”, algo que años después Miguel de la Madrid pondría en duda al aceptar que se equivocó al nombrarlo candidato: “Me siento decepcionado, me equivoqué”. l

martes, mayo 26, 2009

Asociación de abogados presenta denuncia penal contra el expresidente Salinas

LA REDACCIóN

MÉXICO, D.F., 26 de mayo (apro).- La Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD) demandó hoy que se investigue al expresidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, por los señalamientos que, sobre su persona, hizo su antecesor en el cargo, Miguel de la Madrid.
La ANAD presentó una denuncia de hechos en la Procuraduría General de la República (PGR) ante el "silencio cómplice" de las autoridades gubernamentales.Antes de formalizar la denuncia ante la oficialía de partes de la PGR, Oscar Alzaga, miembro de la ANAD, explicó que la intención es que se conozca la "verdad histórica" de los hechos, y se indague si Salinas se robó parte de la "partida secreta" o cometió otros delitos como el fraude, enriquecimiento ilícito, o abuso de confianza."Se acusa a Salinas de una cantidad increíble de delitos que se cometieron en el país, y no hay autoridad que lo investigue para ver si es cierto o no; la denuncia de hechos que nosotros presentamos se refiere precisamente a saber si los señalamientos son reales o son mentiras."Exigimos a la procuraduría que investigue a fondo (...) porque están agraviando al pueblo mexicano porque tiene que ver con la falta de democracia que hay en el país y con la impunidad de esos delitos. Es importante que no haya silencio y las autoridades asuman su responsabilidad", dijo.En el documento se incluyeron las versiones estenográficas de los señalamientos que, durante una entrevista para radio, hizo Miguel de la Madrid, así como de las grabaciones a conversaciones del exsecretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, y algunos fragmentos del libro de Carlos Ahumada "Derecho de Réplica".

jueves, mayo 21, 2009

Después de las elecciones, se ajustarán cuentas con AMLO, adelanta Ortega


ESTOS ENTES VEN A LA POLITICA COMO UN NEGOCIO.......

VERóNICA ESPINOSA

ZACATECAS, Zac., 21 de mayo (apro).- El presidente nacional del PRD, Jesús Ortega Martínez, advirtió hoy que la dirigencia nacional del PRD esperará a que pasen las elecciones del 5 de julio para ajustar cuentas con aquéllos militantes que actualmente promueven el voto por otros partidos, incluido Andrés Manuel López Obrador.
Ortega reiteró su desacuerdo con la actividad de proselitismo que realizan el tabasqueño y otros perredistas en favor de otros partidos que forman parte de la alianza "Salvemos a México" (PRD, PT y Convergencia)."He dicho que no es correcto, no me parece conveniente que lo hagan los compañeros, incluido Andrés Manuel", agregó.
Sin embargo, rechazó la posibilidad de discutir el asunto al interior del PRD en tiempos de campaña, con el argumento de "no volver a los conflictos internos que tanto daño nos han hecho".
El dirigente perredista dijo que se encuentra "en una verdadera disyuntiva", pero aclaró que será por la vía de la negociación, el diálogo y una posible modificación a los estatutos, como se buscará dirimir las diferencias.
"No soy un dirigente que resuelva los problemas cazando brujas", subrayó.
Por otra parte, Ortega hizo un llamado a los dirigentes del PRI y del PAN, Beatriz Paredes y Germán Martínez, respectivamente, para que dejen a un lado los escándalos y se dediquen a promover la participación ciudadana en las urnas, el próximo 5 de julio.
De acuerdo con Ortega, "algunos partidos se dedican a darle juego a los escándalos para que crezcan (…) y eso –dijo-- alienta el abstencionismo".Eso, añadió, lo están haciendo el PRI y el PAN, con el libro de Carlos Ahumada y las revelaciones de Miguel de la Madrid sobre Carlos Salinas.
El PRD, advirtió, pondrá especial atención en la concurrencia ciudadana a las urnas, "para garantizar la legitimidad del Congreso de la Unión que está en juego".
Durante una visita a esta entidad para reunirse con los promotores del voto perredista en los cuatro distritos federales electorales, el presidente del PRD añadió que ellos quieren estar aislados "de la confrontación estéril y la guerra sucia en que se han involucrado el PRI y el PAN".
Y señaló que aunque es válido que ambos partidos busquen ganar votos, es irresponsable que pretendan hacerlo mediante los ataques para alejar a sus respectivos votantes.

El círculo cerrado

Agenda Ciudadana

¿Sin Salida? En México, el círculo de lo político pareciera haberse cerrado: lo antiguo no funciona pero persiste porque lo nuevo ni siquiera tuvo la oportunidad de cuajar. El grueso de la sociedad está insatisfecho con el arreglo en que mal operan las instituciones públicas, pero esa insatisfacción carece de salida práctica porque el juego del poder está dominado por un sistema de partidos que no está en capacidad de desempeñar su papel como representante de los intereses mayoritarios. Como conjunto nacional México no avanza, sólo gira sobre un mismo punto, está estancado.
En nuestro camino hacia ninguna parte, los comicios en puerta son un ejemplo de esta ausencia de salida. Las elecciones por venir se asemejan insoportablemente a las que hemos tenido desde siempre: votaciones donde no está en juego una disyuntiva real sino un mero recambio de personal. Es por ello que las elecciones son básicamente forma -muy costosa- sin contenido. Ninguna de las oligarquías que controla a los tres grandes partidos tiene la posibilidad y menos la voluntad de ofrecer una solución a la mediocridad, a la decadencia de la vida pública. Para ellas, estos malos tiempos resultan ser muy buenos: disponen de dinero público y, en la práctica, no hay forma de pedirles cuentas.
La vieja legitimidad -aquella basada en el crecimiento de la economía y el mantenimiento del orden- se agotó hace poco más de un cuarto de siglo y la nueva duró apenas un suspiro. Lo que hoy domina es una clase política sin clase, inmersa en la corrupción por las vías descritas o aceptadas recientemente por el ex presidente Miguel de la Madrid en una entrevista que dio a Carmen Aristegui y donde admitió sin ambages que la impunidad es el elemento indispensable y dominante de la forma prevalente de ejercer el poder en México.
Es verdad que inmediatamente después de la difusión de lo dicho por De la Madrid, el círculo dirigente priista le obligó a retractarse públicamente, pero las propias circunstancias en que se dio esa retracción -la presión abierta ejercida por los incondicionales del ex presidente Carlos Salinas, a quien De la Madrid acusó de enriquecimiento tan explicable como ilegítimo- y la total ausencia de reacción del actual gobierno ante las acusaciones de un ex presidente contra otro, simplemente sirvieron para confirmar las sospechas sobre la naturaleza de la oligarquía que domina la vida pública mexicana.
Por otra parte, un personaje secundario -el ex contratista Carlos Ahumada- pero observador participante de la corrupción de las cúpulas políticas mexicanas, acaba de describir con detalle en el libro "Derecho de réplica", ese modus operandi. La clase política mexicana está dividida por siglas de partidos y está enfrascada en una lucha interna por el control de las fuentes de riqueza, pero a la vez conforma una élite unida por sus prácticas, sus privilegios y la ausencia de sentido de dignidad y grandeza.
EL ANTIGUO RÉGIMEN HIZO SUYO AL NUEVO
En el año 2000 era válido suponer que en México moría un viejo régimen político y que ese evento histórico -la derrota electoral del PRI y su reconocimiento- llevaría al nacimiento de otro régimen, de otro México. Por algún tiempo, quizá hasta el 2004 o el 2006 hubo elementos objetivos -cada vez menos- para sostener esa interpretación. Sin embargo, a partir de la forma en que se dieron las últimas elecciones presidenciales y de lo ocurrido desde entonces, ya no fue posible sostener con credibilidad el supuesto de que nuestro país vivía en un marco democrático y, como consecuencia, eran posibles la vigencia del Estado de Derecho y la consolidación de la democracia.
El contexto cotidiano del México de hoy es uno donde dominan casi todas las características negativas que definieron la vida pública de por lo menos los últimos 70 años pero con agravantes: la inseguridad está peor y la economía simplemente ya no crece. Lo políticamente nuevo -básicamente la pérdida de poder de la llamada "presidencia imperial"- quedó neutralizado por la forma no democrática en que se ejerce ese poder en su nueva locación: en los gobiernos estatales, en el legislativo o en las zonas de la economía dominadas por los poderes fácticos (los únicos que verdaderamente se han beneficiado del supuesto cambio).
UN CAMBIO QUE SE FRUSTRÓ
El autoritarismo político mexicano nunca fue el más brutal de su especie, pero la masacre de 1968 marcó el momento en que las formas de sostenerse se hicieron disfuncionales. A ojos de muchos, un sistema que no encontró otra forma de resolver una protesta estudiantil -de las que hubo tantas en el mundo en ese entonces- que con un asesinato masivo y que, además, hacía lo mismo con la protesta rural, no tenía futuro.
Para otros, notoriamente el grupo empresarial, la represión política no era siquiera problema, pero sí lo era el que desde los 1970 y sobre todo a partir de 1982, el sistema se mostrara incapaz de sostener el crecimiento económico rápido. Desde el exterior -Estados Unidos-, el atractivo del régimen mexicano a partir del final de la II Guerra Mundial había sido su eficacia como neutralizador de la izquierda. Pero a fines de los 1980, al terminar la Guerra Fría, esa virtud dejó de ser importante y, en cambio, empezaron a ser evidentes sus inconvenientes, en especial la corrupción, que interfería con el buen funcionamiento del mercado y además abonaba el terreno para la inseguridad y el crecimiento de los cárteles de la droga. Por esas y otras razones de la misma naturaleza, el sistema priista perdió legitimidad y tanto la oposición de derecha como izquierda pudieron echar a andar proyectos para reemplazarlo.
En principio, estas oposiciones de ambos extremos del espectro ideológico convergieron en su propuesta de un sistema político moderno, competitivo, pluralista, democrático. Desde la óptica de la izquierda, la revolución ya no era el único camino hacia la justicia social. Desde la visión de la derecha, la democracia política era la vía hacia una economía más dinámica, menos sujeta al chantaje de la burocracia y más asentada en el Estado de Derecho. Sin embargo, el encuentro con los privilegios del poder, distorsionó ambos proyectos.
Una vez en "Los Pinos", la derecha panista encabezada por Vicente Fox concluyó que la democracia política no le interesaba si eso significaba la posibilidad de que llegara a la presidencia Andrés Manuel López Obrador (AMLO) o cualquier grupo político montado en una movilización de las clases populares -a las que desde el siglo XIX había visto como peligrosas- y proponiendo como centro de su plataforma electoral un Estado más activo y una redistribución del ingreso.
El resultado de ese temor fue una alianza entre el grupo que llegó a la presidencia en el 2000 y el que la había tenido desde 1929. A veces esa asociación fue explícita –Elba Esther Gordillo y Fox, por ejemplo- y otras tácita -la que se dio entre el gobierno federal panista y los cuestionados gobernadores priistas de Puebla o Oaxaca. Frutos de esta asociación fueron, entre otros, el desafuero de AMLO en 2004, la composición del IFE o el apoyo a la toma de posesión de Felipe Calderón en 2006.
Por otra parte, no hay duda que si Carlos Ahumada pudo gravar sus devastadores videos sobre los actos de corrupción de René Bejarano, Carlos Ímaz y Gustavo Ponce, fue porque antes ya había fallado la fibra moral de partes importantes del PRD. Las fuertes divisiones dentro de la izquierda apenas si lograron mantenerse bajo control hasta julio del 2006, pero a partir de su derrota, esas escisiones se manifestaron de manera espectacular y destructiva. Con apoyo de la autoridad electoral, los adversarios de AMLO tomaron el control del PRD y le negaron apoyo a su esfuerzo de largo plazo por dar forma a un auténtico movimiento social. Hoy por hoy, el grueso del PRD está más empeñado en mantener sus parcelas de poder -puestos y manejo del presupuesto del partido, delegaciones en la capital, gubernaturas, curules, presidencias municipales- que en arriesgarlas para enfrentarse de verdad con la élite del poder en un proyecto de cambio.
TIEMPO SIN HORIZONTE
La única fuerza política aún empeñada en la búsqueda de una salida al círculo cerrado en que se encuentra el proceso político mexicano, es la encabezada por AMLO. Sin embargo, el gran poder de sus adversarios combinado con la desilusión colectiva con la política -con cualquier política-, hace que la construcción de la alternativa desde la izquierda y desde la base, no logre recuperar el terreno perdido en 2006.
Por ahora, el tiempo mexicano es uno donde aún no se vislumbra el horizonte ni es posible saber cuándo y por dónde se percibirá.
RESUMEN:
"En esta etapa, resulta imposible saber cuándo y cómo se iniciará la regeneración política de México".
agenda_ciudadana@hotmail.com

martes, mayo 19, 2009

El sistema está desnudo




Es conocida la fábula del rey que se paseaba creyendo estar vestido con lujosas ropas, al que sus súbditos, por temor, no se lo señalaban. Un inocente niño que asistía, atónito, ante tanta obsecuencia y temor, comenzó a gritar “el rey está desnudo” y la fara terminó. Todos los súbditos perdieron el miedo y empezaron a gritar la verdad: “el rey está desnudo”.
Siendo adversarios políticos entre sí o más aún, sin vínculos entre ellos, Miguel de la Madrid, en entrevista con Carmen Aristegui; Roberto Madrazo en su libro El despojo y Carlos Ahumada en su Derecho de réplica, coinciden en desnudar y llevar a juicio a un sistema que ya no les sirve ni a ellos mismos.
El sistema político mexicano ha sido sometido a juicio muchas veces y desde distintos ángulos, pero ninguna con la contundencia y crudeza con que lo han hecho en estos días esos tres actores, testigos y víctimas de primera línea.
La mayor parte de las revelaciones de estos tres personajes ya habían sido señaladas o expuestas en diversos momentos e, incluso, dieron lugar a sendos procesos judiciales. Por ejemplo, los videoescándalos de Ahumada dieron lugar al encarcelamiento de René Bejarano y del propio empresario de origen argentino, no así al resto de los personajes involucrados, que siguen libres y, algunos de ellos, en activo político.
Roberto Madrazo, por su parte, señala que tanto Ernesto Zedillo como Vicente Fox pactaron con el narco, el primero lo habría hecho con el cártel de Juárez y, el segundo, con El Chapo Guzmán. Esto explicaría por qué “hoy todo el país se encuentra de algún modo en la ilegalidad y la informalidad, con un Estado que podría considerarse un cártel más, cada vez más ausente en el control del país en cuanto a seguridad, crecimiento, generación de empleos y bienestar social”.
El ex presidente de la Madrid, por su parte, retomó los señalamientos contra su sucesor, Carlos Salinas, y su hermano Raúl, sobre presuntos vínculos con el narcotráfico y el desvío de la llamada “partida secreta” que cada presidente disponía con discrecionalidad, hasta que el ex presidente Zedillo la canceló.
Insistimos, muchas de estas revelaciones no son nuevas, pero el hecho de que las retomen personajes de dentro del sistema, que han estado en las entrañas del mismo, le dan un nivel de veracidad y fuerza que no habían tenido en ocasiones anteriores. La expresión popular, “a confesión de parte, relevo de prueba” le da una vigencia inusitada y una nueva dimensión.
La manera como han sido procesadas cada una de las denuncias sobre corrupción e impunidad que en solo unas semanas han expuesto De la Madrid, Madrazo y Ahumada, revela cómo el sistema hace a su hombres y luego los desecha. Al ex presidente de la Madrid se le trató como demente senil y él lo aceptó, confirmándose aquella expresión de Shakespeare sobre la locura: “El loco se cree cuerdo, mientras el cuerdo reconoce que no es sino un loco”. Roberto Madrazo habla del despojo a la nación, pero también del despojo político del que él mismo fue objeto cuando se enfrentó desde adentro del PRI al presidente Zedillo. Ahumada, por su parte, como la araña “viuda negra”, después de copular con la cúpula política (de diversos partidos y colores), decidió devorar a sus socios y aliados.
Cuando los beneficiarios directos de un sistema desnudan de esa manera al mismo, quiere decir que ha dejado de funcionar y es hora de cambiarlo. Ya no le sirve ni a sus creadores o promotores. Cada una de las revelaciones de estos personajes, especialmente las de Madrazo y De la Madrid, pueden ser colocadas como epitafio de uno de los sistemas políticos más longevos, que fue capaz de lograr la alternancia electoral pero no de constituirse en una nueva alternativa social, económica y política. Por ejemplo: “sin la impunidad el gobierno no funcionaría”, señaló el ex presidente, a quien los priistas prefirieron presentar como demente senil antes que reconocer la veracidad o falsedad de sus expresiones.
Sin embargo, el mejor epitafio podría ser aquel que José Martí colocó al sistema político cubano al que desnudó y combatió: “Conozco al monstruo, viví en sus entrañas”. De la Madrid, Madrazo y Ahumada habiendo crecido, vivido y conocido desde adentro al “monstruo”, hoy lo exhiben en su etapa de degradación terminal.
La cuestión central no es la salud mental ni la “autoridad moral” de estos tres personajes que, siendo enemigos o desconocidos entre ellos, coinciden en tiempo y propósitos. Lo de fondo es la salud, la autoridad y la legitimidad de un sistema político que está desnudo y a mitad de la calle. Ha llegado la hora de llevarlo a juicio y de decidir si no es el momento de cambiarlo a fondo.

ricardo_monreal_avila@yahoo.com.mx


lunes, mayo 18, 2009

Carta de López Obrador

Carta de López Obrador

Rafael Rodríguez Castañeda
Director de la revista “Proceso”
Presente.

Una vez más sostengo que nunca he visto a Carlos Ahumada Kurtz. Es mentira su dicho de que me reuní con él en un hotel de Villahermosa. Jamás hablé por teléfono para tratar el asunto de los adeudos del PRD con Televisa. No establezco relaciones de complicidad con nadie. En pocas palabras, no soy corrupto. Justo por esa razón, la mafia del poder y del dinero que domina en el país ha querido destruirme: primero con los escándalos de los videos, luego con el desafuero y después con el fraude electoral de 2006. De todo esto he hablado tanto en mi libro La mafia nos robó la Presidencia, como en discursos y escritos posteriores.Pero independientementede lo anterior, el propósito de estas líneas es expresar mi desacuerdo con la actitud de los duendes que existen en la redacción de la revista Proceso. Obviamente, no generalizo, no incluyo a don Julio Scherer, a Carlos Monsiváis, a Miguel Ángel Granados Chapa, a Enrique Maza, a Enrique Semo, a Naranjo, ni a otros que enaltecen cotidianamente el oficio del periodismo.Mi crítica va dirigida a quienes, invocando una supuesta pluralidad, nos calumnian para complacer a la derecha. A ellos atribuyo aquella portada de Proceso (1539), durante la campaña electoral de 2006, en plena guerra sucia, donde se me inventó la afirmación “la estrategia soy yo”. De la misma manera, en marzo de este año, con motivo de la detención del director de la cárcel municipal de Cancún, Marco Antonio Mejía, acusado por presuntos vínculos con el narcotráfico, publicaron una nota bajo el título “Puma, peligrosamente cerca de AMLO” (Proceso 1688), donde lo presentan como “una persona de todas mis confianzas” y como supuesto “coordinador de mi equipo de seguridad durante la campaña de 2006”, quien manejó “información sensible”. Otro ejemplo está en su más reciente edición (Proceso 1697), en la cual, al comentar el libro de Carlos Ahumada, se llega a decir que dicho personaje me “exhibe en actitudes poco éticas”. Subrayo estos ejemplos por tres razones básicas: porque muchos de los lectores de Proceso participan en el movimiento de resistencia que encabezo y estoy obligado a informarles. Lo hago también porque Proceso es uno de los pocos espacios que no están al servicio de la mafia, de la oligarquía que, ante la debacle del país, quiere evadir su responsabilidad sembrando la idea de que todos los políticos somos iguales. Y por último, porque no estoy dispuesto a aceptar ningún señalamiento que, sin fundamento alguno, afecte mi honestidad y mis principios, lo que estimo más importante en mi vida. Además, siempre he sostenido que nadie puede aspirar a dirigir a un movimiento de renovación sin autoridad moral y política. Es cierto que la llamada sociedad política está podrida, pero la inmensa mayoría del pueblo de México no está enferma ni de codicia ni de odio, y muchos están participando en la transformación del país. Soy partidario de la prensa libre. Pero defenderé en todo momento mi dignidad y el derecho del pueblo a la esperanza.
Atentamente
Andrés Manuel López Obrador

Respuesta del director:
Andrés Manuel López Obrador se equivoca.
En Proceso no hay duendes. Hay seres humanos libres, honestos, valerosos y apasionadamente comprometidos con la profesión periodística. La ejercen, la ejercemos, en congruencia con la línea editorial que hace más de 32 años dio a luz a Proceso: independiente y crítica y, como dice nuestro lema, sin concesiones. Proceso no ha sido, no es y no será incondicional de nada ni de nadie. La razón de ser de nuestro trabajo semanario son los lectores, no los hombres del poder ni aquellos que aspiran a conquistarlo. Publicamos lo que atestiguamos, investigamos y documentamos. Nada más y nada menos. En Proceso no somos partidarios de la prensa libre. En Proceso hoy, como ayer, simplemente somos libres.

Rafael Rodríguez Castañeda