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domingo, abril 15, 2012

La Cumbre de las guayaberas


Obama, el primer Presidente negro de Estados Unidos -sin dudas inteligente, bien instruido y buen comunicador-, hizo pensar a no poca gente que era un émulo de Abraham Lincoln y Martin Luther King.

Hace cinco siglos una Bula Papal, aplicando conceptos de la época, asignó alrededor de 40 millones de kilómetros cuadrados de tierra, aguas interiores y costas a dos pequeños y belicosos reinos de la península Ibérica.

Ingleses, franceses, holandeses y otros importantes Estados feudales fueron excluidos del reparto. Interminables guerras no tardaron en desatarse, millones de africanos fueron convertidos en esclavos a lo largo de cuatro siglos y las culturas autóctonas, algunas de ellas más avanzadas que las de la propia Europa, fueron deshechas.

Hace 64 años fue creada la repudiable OEA. No es posible pasar por alto el grotesco papel de esa institución. Un elevado número de personas, que tal vez sumen cientos de miles, fueron secuestradas, torturadas y desaparecidas como consecuencia de sus acuerdos para justificar el golpe contra las reformas de Jacobo Árbenz en Guatemala, organizado por la Agencia Central de Inteligencia yanki. Centroamérica y el Caribe, incluida la pequeña isla de Granada, fueron víctima de la furia intervencionista de Estados Unidos a través de la OEA.

Más grave todavía fue su nefasto papel en el ámbito de Suramérica.

El neoliberalismo, como doctrina oficial del imperialismo, cobró inusitada fuerza en la década del 70 cuando el Gobierno de Richard Nixon decidió frustrar el triunfo electoral de Salvador Allende en Chile. Una etapa verdaderamente siniestra en la historia de América Latina se iniciaba. Dos altos jefes de las Fuerzas Armadas chilenas, leales a la Constitución, fueron asesinados y Augusto Pinochet impuesto en la jefatura del Estado, tras una represión sin precedentes en la que numerosas personas seleccionadas fueron torturadas, asesinadas y desaparecidas.

La Constitución de Uruguay, un país que se había mantenido durante muchos años en el marco de la institucionalidad, fue barrida.

Los golpes militares y la represión se extendieron a casi todos los países vecinos. La línea de transporte aéreo cubana fue objeto de brutales sabotajes. Un avión fue destruido en pleno vuelo con todos sus pasajeros. Reagan liberó al autor más importante del monstruoso crimen de una prisión en Venezuela, y lo envió a El Salvador a organizar el intercambio de drogas por dinero para la guerra sucia contra Nicaragua, que costó decenas de miles de muertos y mutilados.

Bush padre y Bush hijo, protegieron y exoneraron de culpa a los implicados en estos crímenes. Sería interminable la lista de fechorías y actos terroristas cometidos contra las actividades económicas de Cuba a lo largo de medio siglo.

Hoy, viernes 13, escuché valientes palabras pronunciadas por varios de los oradores que intervinieron en la reunión de cancilleres de la llamada Cumbre de Cartagena. El tema de los derechos soberanos de Argentina sobre las Malvinas -cuya economía es brutalmente golpeada al privarla de los valiosos recursos energéticos y marítimos de esas islas-, fue abordado con firmeza. El canciller venezolano Nicolás Maduro, al finalizar la reunión de hoy, declaró con profunda ironía que del Consenso de Washington se pasó al Consenso sin Washington.

Ahora tenemos la Cumbre de las guayaberas. El río Yayabo y su nombre indio, totalmente reivindicado, pasarán a la historia.

Abril 13 de 2012

9 y 40 p.m.

domingo, marzo 11, 2012

Arbitrariedad de EU, la exclusión de Cuba de cónclave americano: canciller

*Todos entendemos que no hay "autorización" de Washington, señala Bruno Rodríguez
*Colombia, país anfitrión, propondrá el caso de la isla como tema de un "retiro" de presidentes
Bruno Rodríguez, canciller cubano, ayer en una rueda de prensa en La Habana.

La Habana, 8 de marzo. Aunque Cuba no asistirá a la sexta Cumbre de las Américas el mes próximo, será uno de los temas del debate previo y el punto principal en la sesión privada de los presidentes que asistan al cónclave de Cartagena, de acuerdo con los anuncios disponibles hoy.

La presencia de Cuba en Cartagena desde la distancia será inocultable, como ocurrió en el año 2009, dijo el canciller Bruno Rodríguez, en alusión a la quinta cumbre, en Trinidad-Tobago, donde la ausencia de la isla también atrajo parte de la discusión.

El ministro cubano señaló a Estados Unidos como responsable de excluir a la isla en forma “arbitraria, insostenible, propia de la guerra fría, impropia de estos tiempos, impropia de la relación” que Washington quiere construir ahora con América Latina y el Caribe.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció el miércoles en La Habana que no habría invitación a la isla por falta de consenso, pero que el tema se discutiría en Cartagena y que su colega Raúl Castro le había ofrecido que evitaría provocar un conflicto a la reunión.

Todos entendemos qué quiere decir el consenso, resumió Rodríguez el jueves, ante la prensa. Para este tema quiere decir la autorización de Washington.

Tras acompañar a Santos, la canciller María Angela Holguín anunció a Radio Caracol que Colombia, como anfitrión, propondrá el caso de Cuba como el tema de un retiro de presidentes, durante la cumbre del 14 y el 15 de abril.

Por su parte, los ocho países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) discutirán su reacción a la visita de Santos a Cuba.

En un comunicado, la cancillería venezolana informó que al hablar con Santos en La Habana, el presidente Hugo Chávez manifestó la necesidad de celebrar un debate para que el continente logre que se levante el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y que la Alba seguirá analizando esta situación en su Consejo Político.

Rodríguez aseguró que el grupo demanda en forma unánime el cese del bloqueo y de la exclusión de la isla en la Cumbre de las Américas. Sin embargo, el canciller cubano evitó manifestarse sobre el boicot a la cita de Cartagena, propuesto por el ecuatoriano Rafael Correa y el boliviano Evo Morales.

Además de esa omisión de Rodríguez, hay otras señales adversas al boicot: el nicaragüense Daniel Ortega se opuso desde el principio y pidió, en cambio, influir en la agenda; Santos anunció el miércoles que Chávez iría a la reunión en la medida que su salud se lo permitiera y agradeció a Castro su manifestación generosa de no querer crear un problema ni para la cumbre ni para Colombia.

Los cancilleres del bloque, integrado por Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Ecuador, Dominica, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y Venezuela, discutirán su posición ante la cumbre, en una fecha aún sin precisar, informó Rodríguez.

El ministro cubano precisó que Cuba nunca pidió ser invitada a ninguna de las cumbres de las Américas (que se realizan desde 1994); que ante consultas, respondió que de ser invitada en igualdad de condiciones, asistiría desde sus posiciones de principios de política exterior, con apego a la verdad y con todo respeto.

Rodríguez expuso primero que en la Alba hay una posición sólida y unánime para demandar que este tema se trate a profundidad durante la sexta cumbre de Cartagena. Pero más adelante, al aludir al retiro presidencial, afirmó que para Cuba no es aceptable que en una reunión privada entre el gobierno de Estados Unidos y América Latina y el Caribe se trate este tema en su ausencia.

La canciller colombiana había dicho horas antes que Cuba pidió que el debate sobre la isla en la cumbre sea con altura y que debe ser constructivo.

http://youtu.be/xlwdudKYpH4

miércoles, noviembre 02, 2011

México, incapaz de cumplir tratados internacionales

Auditorías practicadas a las secretarías de Relaciones Exteriores, Medio Ambiente y Marina revelan que México es incapaz de cumplir los compromisos internacionales que firma. La cancillería, reprobada por carecer de instrumentos que aseguren la observancia de 62 tratados, convenios y acuerdos en materia ambiental. Secretarías de Estado, institutos y comisiones nacionales ni siquiera tienen claro de qué acciones son responsables.

Las secretarías de Relaciones Exteriores, Marina Armada de México y Medio Ambiente y Recursos Naturales incumplen con la aplicación de 62 tratados internacionales en materia ambiental, revela la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Las dependencias federales ni siquiera saben en cuántos y cuáles tratados tienen competencia, a pesar de que la cancillería cuenta con un presupuesto de más de 700 millones de pesos para dar cumplimiento a los acuerdos.
Por ello, la ASF emitió dictamen negativo en la revisión del desempeño de la Secretaría de Relaciones Exteriores. La dependencia encargada de coordinar y verificar el cumplimiento de los compromisos internacionales que adquiere el Estado no ha contado, durante los gobiernos panistas, ni con sistemas de información y evaluación ni con mecanismos que le permitan acreditar el cumplimiento de los compromisos en materia ambiental que el país ha contraído.
La descoordinación ha sido tal, que las dependencias obligadas a hacer cumplir las disposiciones de los tratados, convenios y acuerdos internacionales ni siquiera estaban enteradas de cuáles instrumentos internacionales eran responsables.
En revisiones por separado, la Secretaría de Marina (Semar) también recibió dictamen negativo (Contralínea, 3 de julio de 2011) y la del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) obtuvo una aprobación “con reservas”.
En efecto, en entrevistas con este semanario, representantes de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Semarnat y la Semar coinciden en que no sabían ni qué papel debía jugar cada dependencia para hacer cumplir los compromisos internacionales que el Estado ha signado. Por separado, señalan que sólo después de los resultados de la auditoría iniciaron las reuniones para delimitar responsabilidades.
Hasta después de la publicación del Informe del resultado de la fiscalización de la Cuenta Pública 2009, representantes de las tres entidades del gobierno federal sostuvieron encuentros para acordar de qué manera podían cumplir los 62 acuerdos internacionales en materia ambiental que México ha suscrito. A dichas reuniones también se incorporaron representantes de las secretarías de Comunicaciones y Transportes (SCT) y de Energía (Sener).
La Secretaría de Relaciones Exteriores, en voz del ministro Rodrigo Labardini, consultor jurídico adjunto B, rechaza que México haya faltado a sus compromisos internacionales. En entrevista con Contralínea y ante los señalamientos de la Auditoría Superior, dice: “Ni la Secretaría ni ninguna otra dependencia están incumpliendo. Los tratados se efectúan a cabalidad y no ha habido ningún comentario negativo de los organismos internacionales; por el contrario, éstos han indicado que vamos bastante bien”.
Para Labardini, las observaciones de la Auditoría Superior se deben a que “ellos [los auditores] estiman que dentro de nuestros procesos hay algunas fallas, las cuales nosotros hemos ido corrigiendo igualmente junto con la Auditoría”.
—¿Cómo decir que se está cumpliendo con un tratado si las acciones no se realizan?
—Ha sido algo de lo que nos alertó la Auditoría Superior de la Federación con este proceso. En otros tratados habíamos visto esta necesidad de coordinación y es cuestión de ir atendiendo. No ha sido sencillo simplemente ubicar los 1 mil 337 tratados que tenemos en vigor y defender cada uno de los actores mexicanos federales que deben aplicar. Y esto representa problemas porque el tratado no sólo obliga a la Federación: también a los estados y a los municipios. Y entonces se debe hacer un gran esfuerzo por definir todo ello.
El funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores reconoce que “en el caso de algunas dependencias quizá no habían tenido plena cabalidad de la responsabilidad que tenían en el cumplimiento de un tratado”. Por ello, a decir de Labardini, se han celebrado “por lo menos dos” reuniones posteriores a la publicación de los resultados de la auditoría para determinar “quién es el responsable federal que puede participar en esto”.
En las reuniones, encabezadas por esta Secretaría –y en las que también participaron las de Marina, Medio Ambiente y Recursos Naturales, Comunicaciones y Transportes, Energía y las comisiones Reguladora de Energía, Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, entre otras dependencias–, “detectamos que había unidades que quizá desconocían su participación real [en el cumplimiento de los compromisos internacionales de medio ambiente] y detectamos otros que sí participan pero que no estaban mencionados por la propia Auditoría”, reconoce Labardini. Agrega: “Para esto sirven estas reuniones intersecretariales; reconozco aquí la labor de la Auditoría [Superior de la Federación] para lograr este ejercicio; nos alentó y nos ha llevado a avanzar más para lograr esa coordinación entre dependencias identificadas y otras que nosotros reconocemos, porque ésa es la cabalidad de la obligación”.
Y es que el dictamen de la auditoría de desempeño 09-0-05100-07-0161 establece: “La Secretaría de Relaciones Exteriores no dispuso de mecanismos para acreditar las acciones de coordinación y seguimiento, y asegurar el cumplimiento de los compromisos establecidos en los 62 tratados en materia de medio ambiente suscritos por el gobierno de México”.
Además, señala que tampoco “dispuso de sistemas de información que garanticen que las dependencias responsables de su ejecución practiquen las medidas y competencias que le otorgan los instrumentos internacionales suscritos por México, ya que se presentaron diferencias en cuanto al reconocimiento de la participación de las dependencias ejecutoras”.
Así, mientras que Relaciones Exteriores señala que la Secretaría de Marina debe participar en el cumplimiento de 25 tratados, ésta argumenta que sólo está facultada para intervenir en tres. Algo similar ocurre con la de Medio Ambiente y Recursos Naturales: mientras que Relaciones Exteriores informa que es obligación de la Semarnat colaborar en 26 tratados, ésta explica que sólo concurre en tres.
Hasta 2009, la Secretaría de Relaciones Exteriores no dispuso de ningún mecanismo que le permitiera “evaluar el seguimiento y la coordinación para el desempeño de los compromisos establecidos en los tratados internacionales en materia de medio ambiente”, señala la Auditoría Superior en el resultado 3 de la auditoría de desempeño 09-0-05100-07-0161.
El monto de los recursos públicos federales aplicados por la Secretaría de Relaciones Exteriores en los tratados internacionales durante 2009 fue de 748 millones 278 mil 200 pesos, instrumentados a través de seis direcciones generales y la Consultoría Jurídica.
Según la ASF, las siete entidades de la Secretaría de Relaciones Exteriores son las “responsables de las labores de coordinación y seguimiento de los compromisos establecidos en los tratados internacionales en materia de medio ambiente”.
Relaciones Exteriores cuenta con dos documentos en los que supuestamente se especifica cuáles secretarías de Estado son responsables del desempeño de los compromisos establecidos en los tratados internacionales en materia de medio ambiente: Tratados bilaterales Medio ambiente y Tratados multilaterales Medio ambiente (sic). Sin embargo, hasta la fecha en que se realizó la revisión, no contó con un sistema de información que garantizara que las dependencias cumplieran y ejercieran las competencias correspondientes.


Semarnat y Semar, rebasadas

Gracias a esta descoordinación, la Auditoría Superior encontró en 2009 que la Semanat participaba apenas en la ejecución de tres instrumentos, cuando su obligación –según lo reportado por Relaciones Exteriores– era colaborar en 26. Sólo concurría en el multilateral Convenio para la Protección y el Desarrollo para el Medio Marino de la Región del Gran Caribe, y en los bilaterales: Acuerdo de Cooperación entre Estados Unidos Mexicanos y Estados Unidos de América sobre la Contaminación del Medio Marino por Derrames de Hidrocarburos, y el acuerdo que lo modifica.
Asimismo, Relaciones Exteriores indicaba que la Secretaría de Marina estaba obligada a participar en 25 de los instrumentos internacionales. Pero la Armada de México sólo participaba en tres, y se reconocía como responsable de uno: el Convenio sobre la Prevención de la Contaminación del Mar por Vertimientos de Desechos y Otras Materias.
Así, 21 instrumentos internacionales de cooperación en materia de medio ambiente marítimo firmados por México no se cumplieron o, al menos, ninguna dependencia del gobierno federal pudo dar cuenta de ello. La Auditoría Superior señala que las direcciones generales para América del Norte, para Temas Globales, y de Organismos Económicos, Regionales y Multilaterales (todas de la Secretaría de Relaciones Exteriores) “no dispusieron de evidencia documental sobre el cumplimiento de los compromisos establecidos en 21 tratados suscritos en el marco de la Organización Marítima Internacional”.
Además, las unidades señaladas olvidaron incluir en sus registros internos un instrumento internacional con el que México se comprometió: el Convenio Internacional sobre el Control de los Sistemas Antiincrustantes Perjudiciales. Tampoco elaboraron ningún programa de trabajo “que incluyera metas cuantitativas en relación con la coordinación y seguimiento de los tratados internacionales en materia de contaminación marina”.

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sábado, septiembre 25, 2010

Se multiplican en ONU condenas contra bloqueo EE.UU. a Cuba


Gobernantes y ministros de países de Suramérica, el Caribe, África, Asia y Europa aumentaron hoy las condenas lanzadas ante la Asamblea General de Naciones Unidas contra el bloqueo de Estados Unidos a Cuba.

Las denuncias fueron hechas durante la segunda jornada del debate general del máximo órgano de la ONU por los presidentes Nicholas J. Liverpool (Dominica), José Ramos Horta (Timor Leste) y Desiré Delano (Suriname) y la canciller surafricana, Maite Nkoana Mashabane.

A ellos se sumó el ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, quien afirmó que los bloqueos son inútiles y no tienen sentido, al igual que las actitudes unilaterales que sólo perjudican las expectativas creadas . Antes, el mandatario de Dominica exigió el fin del cerco contra el país antillano y llamó a desarrollar el multilateralismo y la cooperación y a respetar la integridad territorial, la no injerencia y el derecho a la autodeterminación.

Asimismo, el jefe de Estado de Suriname, Desiré Delano, se pronunció contra el uso de la fuerza militar y la coerción política y criticó a los Estados que abusan de su propio sistema legal para forzar su voluntad política sobre otras naciones.

Al respecto, expresó la preocupación de su país por la persistencia de la imposición del embargo económico, comercial y financiero contra Cuba por más de medio siglo .

Dijo que esa medida está destinada a cambiar el desarrollo de la vida política y la hoja de ruta económica y social de la isla caribeña y causa dificultades y efectos severos en el desarrollo y bienestar del pueblo cubano.

Poco después, la canciller de Suráfrica se unió a las demandas por el levantamiento del bloqueo y señalo que hemos convergido aquí, año tras año, para hacer fuertes declaraciones sobre Palestina, el embargo a Cuba y la independencia del Sahara Occidental .

Consideró que la relevancia de la ONU estará dada por la solución de todos esos viejos asuntos de manera consistente con nuestras decisiones y los deseos colectivos de las naciones representadas en la organización .

Igual demanda contra el bloqueo fue expresada por el jefe de Estado de Timor Leste al señalar que la medida estadounidense es dacroniana.

El pueblo cubano está entre los muy pocos que en el mundo todavía sufren las inequidades de la era de la guerra fría, contienda que para algunos en Estados Unidos, en particular en la Florida, parece que no ha terminado , apuntó el gobernante.

Desde el podio de la Asamblea General Ramos Horta también reclamó al presidente de Estados Unidos, Barack Obama que ordene la liberación de cinco luchadores antiterroristas presos desde 1998 en cárceles norteamericanas.

Dijo que esos hombres (Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero, Fernando González y Ramón Labañino) no pueden recibir visitas familiares ni de representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja Internacional.

Al mismo tiempo, destacó la ayuda de Cuba a su país para la eliminación gradual del analfabetismo en los adultos y anunció que Timor Leste quedará libre de esa lacra dentro de dos o tres años.

También destacó la formación de 800 jóvenes timorenses como médicos en la isla caribeña, mientras 200 galenos cubanos han trabajado en Timor Leste desde 2004, en los más remotos rincones y entrenando al personal médico y de salud nacional.

Los miembros de la famosa Brigada Médica Cubana son verdaderos misioneros que merecen el Premio Nobel de la Paz como la Madre Teresa, apunto el presidente Ramos Horta.

Con información de Prensa Latina

jueves, julio 15, 2010

Polémica por depliegue militar estadounidense en Costa Rica


El profesor universitario Arnoldo Mora, considera que no es necesaria el despliegue militar en Costa Rica por parte de los Estados Unidos para combatir el narcotráfico. El académico, considera que la estrategia de Estados Unidos es la de militarizar toda la cuenca del caribe ya que para ellos es estratégica. teleSUR

sábado, junio 26, 2010

Planes antidrogas de EU fracasan en América Latina y el Caribe

La región de América Latina y el Caribe presentó la mayor tasa promedio de homicidios del mundo entre 2003 y 2008. En ese periodo, aumentó el número de muertes violentas por el narcotráfico: de 19.9 por cada 100 mil personas en 2003 a 32.6 por cada 100 mil personas en 2008, señala la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. El incremento en secuestros, asaltos y otras manifestaciones de la delincuencia organizada se dio a pesar de que el gobierno estadunidense financia programas antidrogas en esos países

La escalada de violencia en el norte de México “preocupa a algunos funcionarios estadunidenses, pues temen que se expanda hacia su país”, describe el estudio América Latina y el Caribe: tráfico de drogas ilícitas y los programas antidrogas de Estados Unidos, realizado por el Servicio de Investigación del Congreso estadunidense, publicado el 30 de abril de 2010.

Explica también que todos los informes de las agencias estadunidenses caracterizan a los grupos de traficantes latinoamericanos como la “mayor amenaza del crimen organizado para aquel país”. Por ello, el Congreso deberá determinar si permanecen o evolucionan los programas antidrogas que mantiene en esa región.

El informe, coordinado por Clare Ribando, especialista en temas latinoamericanos y dirigido a los representantes demócratas y republicanos del Congreso estadunidense, aporta una primera conclusión: “El tráfico de drogas también contribuye a los altos niveles de violencia en Belice, Brasil, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica y Venezuela”. También hace notar que, aunque Colombia tiene progresos significativos en la reducción del crimen y la violencia desde 2002, “hay informes de que en algunas partes del país los asesinatos relacionados con las drogas repuntaron”.

La presión del Pentágono

El trabajo de Clare Ribando, Sun Wyler y Beittel reseña la evolución de los distintos programas antidrogas para América Latina y el Caribe que ha emprendido Washington desde hace dos décadas. A mediados de 1970, el Congreso autorizó la asistencia antidrogas para Colombia, Bolivia y Perú, que más tarde se extendió hacia México. Todos se centraron en capacitar y equipar al personal en la erradicación de cultivos ilícitos y en fortalecer las capacidades de aplicación de la ley.

En la década de 1980, algunos políticos y miembros del Congreso estadunidense comenzaron a pedir que el ejército se sumara al esfuerzo antinarcóticos en el extranjero. Ese debate sobre el papel y la misión que debía desempeñar el Departamento de Defensa se prolongó, en tanto que la ayuda estadunidense hacia la región aumentó en el rubro de la intercepción de drogas en los países de tránsito, particularmente en el Caribe.

Recursos multimillonarios

En 2008, hubo un debate en el Congreso estadunidense respecto del futuro del Plan Colombia, sobre el apropiado balance entre la estrategia de seguridad denominada “lado duro” (el equipamiento y capacitación del ejército y la policía colombianos) y la tradicional, llamada “lado suave” (programas anuales de aplicación de la ley, ayuda económica y social), para los países de la región.

El presupuesto de 2011 redujo 9 por ciento la ayuda para Colombia; por lo que el próximo año recibirá 465 millones de dólares contra los 512 millones de dólares que obtuvo este año. En ese caso, las investigadoras del Congreso observan que se logrará un balance entre la asistencia al desarrollo del “lado suave” y la asistencia a la seguridad y antidrogas.

Obama y el Caribe

La subregión del Caribe, que integran 16 países, por su ubicación geográfica es una zona de gran tránsito de drogas hacia mercados estadunidenses y europeos. En septiembre de 2009, cuatro países fueron señalados por su elevada producción de drogas: Bahamas, República Dominicana, Haití y Jamaica. La asistencia al Caribe es a través del Programa Regional del Caribe de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y el Programa para el Hemisferio Occidental Regional del Departamento de Estado.

Soberanía y control antidrogas

Maureen Meyer señala que las políticas antidrogas y el proceso de certificación al que Estados Unidos somete a varios países de América Latina y el Caribe son fuente de tensión. Recientemente, los espacios de la política internacional de control de drogas en Naciones Unidas muestran señales de un distanciamiento entre varios países de la región con la postura estadunidense y apelan a una revaluación de sus políticas antidrogas.

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jueves, marzo 18, 2010

Eurodiputados exigen condena al feminicidio en México

MÉXICO, DF, 17 de marzo (apro-cimac).- Integrantes del Parlamento Europeo celebraron la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) contra el Estado mexicano por el caso del Campo Algodonero en Juárez, Chihuahua, y exigieron una condena firme contra el feminicidio en el país.
En la reunión de la Comisión de Asuntos Exteriores (AFET) del Parlamento Europeo, efectuada hoy en Bruselas, el grupo de los Verdes propuso una enmienda para incluir el tema del feminicidio en el informe presentado por el eurodiputado José Ignacio Salafranca sobre la estrategia de la Unión Europea en las relaciones con América Latina y el Caribe.
La enmienda reconoce que la sentencia de la CoIDH es un precedente para la región latinoamericana, y por ello pide a estas naciones la acojan como guía para su futuro trabajo y que su condena contra el feminicidio se acompañe de programas de protección, prevención, justicia y financiamiento adecuados.
También se demanda invertir en salud reproductiva, en programas destinados a fomentar la igualdad de género, educación sexual y acceso a métodos de planificación familiar, tal y como lo establece la Plataforma de Acción de El Cairo (1994).
Fuentes cercanas al Parlamento Europeo informaron que en abril próximo este posicionamiento de la AFET será presentado ante el pleno para su discusión y aprobación.
Y se espera que ese sea el eje principal en las acciones que la UE emprenda para poner fin a la situación actual de impunidad de los asesinatos de mujeres en algunos países como México y varios de Centroamérica.
Al término de la reunión, la eurodiputada austriaca y portavoz del grupo de los Verdes, Ulrike Lunacek, señaló que “el voto de hoy significa un paso en adelante muy decisivo en nuestra lucha común en contra del feminicidio en México y América Latina”.
Calificó además de “ejemplar” la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra el Estado mexicano por el feminicidio del Campo Algodonero, en Ciudad Juárez, donde en noviembre de 2001 fueron hallados sin vida los cuerpos de ocho mujeres asesinadas y torturadas sexualmente.
Agregó que las recomendaciones de la Corte Interamericana “tienen que ser reconfirmadas por un voto positivo de la plenaria del Parlamento Europeo y luego traducidas en acciones políticas concretas de parte de la Unión Europea”.
Lunacek se dijo "contenta de que la Comisión de Asuntos Exteriores hizo suya la propuesta proveniente del ala verde de la Comisión de Desarrollo. Mostró así que el Parlamento Europeo está dispuesto a reconocer el hito histórico que representa el juicio de la Corte Interamericana”.
Confió en que la próxima Cumbre de Jefes de Estado de la Unión Europea, América Latina y el Caribe, que se realizará en mayo próximo en Madrid, se retome el tema del feminicidio y la impunidad.

martes, marzo 16, 2010

“O nos unimos o nos hundimos”

La Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, que se desarrolló en Cancún, México, el 22 y 23 de febrero pasado, en la que se aprobó la creación de un nuevo organismo regional que en principio se llamará Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), sin la participación de Estados Unidos, ratifica la conformación de un nuevo mapa geopolítico en el continente.


Juan Manuel Bueno Soria


La voluntad de crear un nuevo organismo sin la tutela de Estados Unidos significa que ese país ya no es el actor más importante en la política exterior de las naciones de la región. La nueva conformación de fuerzas, unida a la dinámica misma de la propuesta llevada a cabo por los países más prósperos y a la vez más progresistas, para la creación de un nuevo organismo regional, salvó todos los obstáculos que se presentaron en Cancún. Países como Colombia, México, Panamá y Perú, que guardan estrechas relaciones políticas con Washington, accedieron a la creación de este nuevo ente internacional. No hubo entonces, en Cancún, argumento válido que impidiera el avance de la integración latinoamericana.

Lo que significa

La decisión unánime de los jefes de Estado y de gobierno en esta Cumbre de la Unidad –integrada por la II Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo y la XXI del Grupo de Río– deberá cerrar el largo capítulo de la Doctrina Monroe y del “Consenso de Washington”, mediante los cuales se manipularon las relaciones entre los países de la región.

Recordemos que el jueves 15 de mayo de 2008, los propios estadunidenses dieron por terminada la Doctrina Monroe, “América para los americanos”, en vigor desde el siglo XIX. En un informe del Consejo de Relaciones Exteriores, una reconocida organización no gubernamental estadunidense determinó el fin de la hegemonía de Estados Unidos en el continente, señalando que “la política estadunidense ya no puede ser basada sobre la suposición de que Estados Unidos es el actor exterior más importante en América Latina”. En ese informe se afirma que “el destino de América Latina está en gran medida en las manos de América Latina”.

En adelante, para Estados Unidos será más difícil imponer los criterios económicos establecidos en el llamado Consenso de Washington, el cual consiste en una serie de políticas económicas que los países latinoamericanos debían aplicar, para supuestamente impulsar su crecimiento: 1. Disciplina fiscal; 2. Reordenamiento de las prioridades del gasto público; 3. Reforma impositiva; 4. Liberalización de las tasas de interés; 5. Una tasa de cambio competitiva; 6. Liberalización del comercio internacional; 7. Liberalización de la entrada de inversiones extranjeras directas; 8. Privatización; 9. Desregulación; 10. Derechos de propiedad.

Aunque seguirá existiendo la Organización de Estados Americanos (OEA), en realidad muchas de sus funciones serán ejercidas por el nuevo organismo. Sobre este tema, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha declarado que la Celac deberá asumir funciones como la solución de controversias y de conflictos entre las naciones de la región, como el golpe de Estado en Honduras.

Para el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, la desaparición de la OEA dependerá de la voluntad de sus países miembros. Aunque agregó que los jefes de Estado y de gobierno de la región han manifestado su apoyo al actual secretario de la OEA.

Los antecedentes

Uno de los procesos políticos y diplomáticos más inmediatos que dejaron de manifiesto la esclerosis en la que se encuentra la OEA fue el bombardeo ilegal de Colombia contra Ecuador, en abril de 2008, ante lo cual, este organismo se vio incapacitado para resolver los conflictos regionales por la vía de la negociación política y diplomática.

La perspectiva histórica nos muestra, además, que los esfuerzos integracionistas de la región han sido múltiples, como bien lo ha sintetizado el editorial del diario La Jornada “América Latina: paso histórico”, del miércoles 24 de febrero, que resumido señala: en el ámbito de la cooperación económica se encuentran la Comunidad del Caribe, el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Comunidad Andina y el Sistema de la Integración Centroamericana. En el área de la cooperación, destacan los parlamentos regionales como el andino, el centroamericano, el latinoamericano y los mecanismos de solución de controversias como el Grupo Contadora y su sucesor, el Grupo de Río. A los esfuerzos destacados por el periódico citado, podemos agregar organismos ya en funciones, propuestos por iniciativa de Venezuela y que han sido ampliamente consensuados en la región: Petrocaribe, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), la Unión de Naciones Suramericanas, etcétera. También ha sido gracias a la política exterior de Venezuela, mediante la cual se han reanimado importantes instancias de integración latinoamericanas, como la Asociación Latinoamericana de Integración y el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (Sela).

Como muestra de los apoyos a la integración proporcionados por Venezuela, el 25 de julio de 2001, el presidente Hugo Chávez reinauguró la sede de la Secretaría Permanente del Sela, en Caracas. Con el reforzamiento de esa instancia, se fortaleció en el continente la lucha contra el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas y se vigorizaron las bases para la creación de lo que ahora se conoce como Alba. En aquella memorable reinauguración de la sede del Sela, el presidente Hugo Chávez, parafraseando al señor Otto Boye Soto, secretario permanente del Sela, sentenció: “Ya chocan en América dos versiones, la Bolivariana aquí en el sur y la de Monroe en el norte”.

La versión del sur, como señaló Chávez, se vió fortalecida en una década con la avalancha de los cambios: “Lula, Kirchner, Correa, Evo, Michelle, Ortega, Zelaya”, lo que ha marcado la tendencia hacia la práctica de la democracia participativa que fomentará este nuevo organismo.

Los desafíos por vencer

Como lo ha subrayado La Jornada, “si persiste la voluntad política de aquí a los encuentros de Caracas (2011) y de Santiago de Chile (2012), ese nuevo foro dotará a las naciones situadas al sur del río Bravo de un mecanismo equitativo de cooperación, integración, resolución de conflictos, solución de problemas comunes e incidencia en los fenómenos mundiales, funciones que la OEA no ha podido cumplir por un motivo fundamental: su supeditación a los designios del Departamento de Estado de Estados Unidos”.

Cabe agregar que la relación entre ambos organismos regionales dependerá de sus miembros. Aunque hasta ahora no se reconozca, habrá duplicidad en sus objetivos y funciones, pero todo apunta a la desaparición de la OEA. De otro modo, corre el riesgo de que sólo quede el cascarón, con algunos países fieles a Washington. No obstante, su trabajo llenará el espacio del cual la OEA nunca logró ocuparse: la vinculación y la articulación con instancias como el Sistema de Integración Centro Americana, la Comunidad Andina de Naciones, el Mercosur y Petrocaribe, además de la Organización de las Naciones Unidas y la Comisión Económica para América Latina (Cepal).

En el contexto actual, es importante mencionar que en ocasión de una conferencia sobre la integración latinoamericana, efectuada en la sede de la Cepal, en Santiago de Chile, el 21 de agosto de 2001, Chávez previno: “O nosotros nos unimos o nosotros nos hundimos”, para inmediatamente convocar a intelectuales y a estudiantes a opinar sobre la creación de un nuevo modelo por delinear. Ahora, los jefes de Estado y de gobierno de la región han tomado una decisión para evitar el hundimiento: crear la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe.

*Doctor en derecho de la cooperación internacional por la Universidad de Toulouse I, Francia

domingo, febrero 21, 2010

Divisiones en la "Cumbre de la Unidad"

Reunión en Cancún.

Homero Campa


MÉXICO, D.F., 21 de febrero (Proceso).- El gobierno de Felipe Calderón la bautizó como la “Cumbre de la Unidad”. A ella asisten prácticamente todos los presidentes de América Latina y del Caribe con un propósito explícito: crear un nuevo organismo regional que –sin Estados Unidos ni Canadá– pueda resolver problemas políticos y económicos de los países latinoamericanos y, a la vez, posicionar a éstos como un bloque ante la comunidad internacional.

De acuerdo con los documentos preparatorios de la “Cumbre de la Unidad” –que se llevará a cabo del 21 al 23 de febrero, en Cancún–, este nuevo organismo surgirá de la fusión gradual de dos instancias regionales: el Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (Calc). El primero es un mecanismo de concertación y diálogo políticos. Fue creado en diciembre de 1986 y lo integran 24 países. México, país fundador, ocupa la secretaría pro témpore desde 2008 y en Cancún la entregará a Chile. La segunda instancia nació en diciembre de 2008 en San Salvador de Bahía, Brasil, lo forman 33 países y su objetivo es impulsar los procesos de integración y cooperación económica entre las naciones del subcontinente.

Pero la “Cumbre de la Unidad” ocurre en un contexto en el que impera la división de los países latinoamericanos: los gobiernos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) –particularmente los de Hugo Chávez de Venezuela y Rafael Correa de Ecuador– mantienen constantes diferendos con el de Álvaro Uribe, de Colombia, al que acusan de “títere del Imperio” estadunidense; mandatarios de derecha –como el recién electo Sebastian Piñera, de Chile– o de izquierda moderada –como Alan García de Perú– toman distancia respecto del “populismo bolivariano” de Chávez y lo acusan de antidemocrático y de querer desestabilizar la región; el gobierno uruguayo de Tabaré Vázquez y el argentino de Cristina Fernández mantienen su diferendo en torno de la construcción de una empresa papelera en la frontera entre ambos países; el gobierno de Bachelet hereda a su sucesor, Piñera, el conflicto irresuelto con Bolivia de la salida al mar de este país; etcétera.

Un ejemplo ilustrativo de las posiciones encontradas en el subcontinente: mientras los integrantes del Alba se niegan a reconocer al gobierno de Porfirio Lobo en Honduras porque, afirman, es producto de un golpe de Estado; otras naciones –como Panamá y Colombia–, ya lo reconocen abiertamente; y otras más –como México y Brasil– esperan que cumpla las condiciones impuestas por la comunidad interamericana.

Son tales las diferencias que los gobiernos no se ponen de acuerdo en el nombre del nuevo organismo regional, cuya gestación será anunciada en Cancún: México propone que se llame Unión de América Latina y el Caribe; Paraguay también coincide en que se llame Unión, pero Latinoamericana y del Caribe; Brasil se opone debido a que ello se puede confundir con el de la Unión de Naciones de América del Sur (Unasur), cuyo nacimiento auspició, y puso sobre la mesa el nombre de Comunidad de América Latina y El Caribe; otros se decantan por Asociación de Estados de América Latina y del Caribe.

“El nombre es lo de menos. Me atrevo a decir que es una minucia frente a lo importante de la Cumbre: la convergencia de las agendas del Grupo de Río y de la Calc para, en una misma sesión, abordar los temas regionales que nos son comunes”, dice Salvador Beltrán del Río, subsecretario para América Latina y del Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

En entrevista con Proceso, sostiene que los latinoamericanos “nos pondremos de acuerdo” sobre los tiempos y el ritmo que permita crear este nuevo organismo. Afirma que existe consenso de que éste es “un paso necesario” tanto para resolver problemas en la región como para asumir posiciones comunes ante otros foros internacionales, como Naciones Unidas y la Unión Europea, en temas como el cambio climático, el crimen organizado y el desarrollo económico.

Rechaza que exista el temor de que si este proyecto fracasa, se pierda el mecanismo del Grupo de Río que desde hace 24 años ha impulsado –con altibajos– el diálogo y la concertación política entre la mayoría de las naciones de la región. Sostiene que el nuevo organismo integrará la experiencia y los métodos de trabajo del Grupo de Río: un mecanismo flexible de consulta y toma de decisiones, cuya creación no está asentada en un tratado internacional ni tiene burocracia ni impone cuotas económicas a sus integrantes.

A Beltrán del Río se le expone una preocupación expresada en corto por representantes de varios países: que los países del Alba se apoderen del nuevo organismo y lo conduzcan en función de sus intereses. Uno de ellos: la confrontación con Estados Unidos, el supuesto amigo, socio y aliado del gobierno de México.

–¿Cómo se eliminará o reducirá ese riesgo? –se le pregunta.

–Esta instancia regional va a trabajar con base en el consenso de sus países miembros. Eso reduce los riesgos (…)

Rechaza que este nuevo organismo duplique las funciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) –la cual también tiene entre sus objetivos el diálogo y la concertación política de los países de la región– o que incluso intente desplazarla ante la debilidad que ésta mostró para restituir al presidente hondureño Manuel Zelaya tras el golpe de Estado que sufrió en junio pasado.

Pone un ejemplo sobre cómo “evitar la duplicidad de esfuerzos” con la OEA: aprovechar los mecanismos subregionales para avanzar en la integración del subcontinente. Así, dice, se puede conectar el Proyecto Mesoamérica (impulsado por México) con el de Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IRSA) para crear una red de producción y distribución eléctrica desde México hasta Chile; o se pueden coordinar los esfuerzos de los países del área para apoyar a Haití en la etapa de reconstrucción (tema que está en la agenda de la cita de Cancún); o se pueden fijar posiciones comunes ante la próxima cumbre sobre cambio climático que a finales de este año también se llevará a cabo en Cancún; o….

–A propósito de la OEA y Honduras, ¿considera que este organismo fracasó para restituir el orden constitucional en ese país?.

–La OEA hizo lo que estaba dentro de sus posibilidades. No podía ir más allá de la sanción que impuso (al gobierno golpista): suspenderlo como país miembro. Fuera de eso no podía hacer más, aunque esa nación reciente todavía la cancelación temporal de varios créditos internacionales.

Beltrán del Río comenta que el caso Honduras abrió un debate dentro de la OEA. “Hay quienes sostienen que este organismo debe tener mayores facultades para que pueda implementar medidas coercitivas y así hacer valer sus decisiones. Esto se debe abordar en el marco de su próxima asamblea”, dice.

Recuerda que el presidente hondureño Porfirio Lobo no fue invitado a la Cumbre de Cancún debido a que la OEA aún no levanta las sanciones contra ese país. Rechaza la versión de que los presidentes de las naciones del Alba amenazaron con no asistir a Cancún si Lobo era invitado.

Explica que México no ha roto relaciones con el Estado Hondureño, pero aún no reconoce al gobierno de Lobo. Expone que dicho reconocimiento depende de la decisión que tome la OEA respecto de la reincorporación de Honduras, así como de que Lobo cumpla las condiciones de este organismo continental.

Enumera estas condiciones: que excandidatos presidenciales que compitieron con Lobo en las pasadas elecciones de noviembre se incorporen a su gabinete; que se establezca una Comisión de Verdad, pues hasta el momento sólo se ha formado un grupo que trabaja en la integración de dicha Comisión; que una Ley de Amnistía –ya aprobada por el congreso hondureño– se publique en la gaceta oficial de ese país…

El reportero comenta al subsecretario la tesis de los intelectuales Jorge Castañeda y Héctor Aguilar Camín, expuesta en el ensayo Un futuro para México, en el sentido de que el país se enfrenta al dilema de dónde quiere estar: en América Latina –donde están su corazón, su idioma y una cultura afín– o en América del Norte –donde están su “cartera”, su cabeza y la undécima parte de su población.

“Ese es un falso dilema”, ataja Beltrán del Río. Y dice que México se encuentra en ambos ámbitos. Más, sostiene que “la posición del gobierno de Calderón es clara: ser la puerta de entrada de Estados Unidos hacia América Latina, un puente entre ambas regiones…”

–Ese tipo de posición molesta mucho a los sudamericanos. Dicen que no necesitan a México como “puente” de Estados Unidos… –acota el reportero.

–Como nosotros tampoco necesitamos hacer a un lado nuestra pertenencia con América Latina y el Caribe para avanzar en nuestra relación bilateral con Estados Unidos…

–Se plantearía así: ¿Por qué necesitamos mostrarnos vociferantes latinoamericanistas cuando en realidad estamos enchufados a Estados Unidos? Pareciera que con este tipo de cumbres jugamos a esconder nuestra dependencia de Estados Unidos.

–No se trata de eso, sino de reconocer nuestra pertenencia a esta región latinoamericana y caribeña sin necesidad de confrontarnos con Estados Unidos o con cualquier otro país, como España, o instancia internacional, como la OEA…


El nuevo organismo integrador de AL, nacerá en Venezuela
Carlos Acosta y Homero Campa


CANCÚN, Q.Roo, 21 de febrero (apro).- El nuevo organismo que integrará a los países de América Latina y del Caribe se gestará en Cancún, pero nacerá en Caracas, pronosticó el canciller venezolano Nicolás Maduro durante la Reunión Ministerial previa a la llamada Cumbre de la Unidad de mandatarios de la región.

“Vamos a trabajar para que en la Cumbre de Caracas –que se llevará a cabo el 5 de junio de 2011—esté fundamentado en el continente el documento fundacional del proyecto que se eche andar aquí (en México)”, declaró el canciller venezolano a periodistas de medios de prensa de su país.

Maduro recordó que en la reunión ministerial se ratificó que Caracas celebre la próxima Cumbre de América Latina y del Caribe (Calc) el 5 de junio de 2011, fecha en que su país celebra 200 años de l inicio de la independencia de su país.

Sostuvo que de aquí a esa fecha de 2011 –“un año cuatro meses”— su gobierno “va a tener que conducir un debate para dejar muy claros cuáles son los conceptos, cuáles son nuestras señas, cuáles son los caminos para el fortalecimiento de esta organización naciente y de la unión de toda América Latina y del Caribe”.

Maduro hizo tales declaraciones antes de iniciar este domingo 21 la segunda sesión ministerial de la llamada “Cumbre de la Unidad” de América Latina y el Caribe, y en la cual los cancilleres de los 32 países que asisten a esta cita se encontraban entrampados respecto al nombre que debe tener este nuevo organismo regional.

De hecho, había consenso en que el nombre debe contener “Estados de América Latina y el Caribe”, pero los desacuerdos estribaban en el primer nombre: unos proponían que fuera “Unión”; otros “Organización” y otros “Confederación”.

Maduro dio por hecho que se llegaría a un consenso sobre el nombre de la “criatura”, pero que ésta no nacería en Cancún, aquí sólo se gestaría. Y consideró que en esta Cumbre “se visualizan pasos positivos en medio de debates y diferencias sobre lo que debe ser un futuro independiente, soberano y respecto a lo que debe ser el nuevo concepto y la nueva identidad latinoamericana y caribeña”.

Sostuvo que “el presidente Hugo Chávez y un conjunto de líderes de América Latina –entre ellos Luiz Inacio Lula Da Silva, de Brasil; Rafael Correa, de Ecuador; y Evo Morales, de Bolivia— venían planteado crear un organismo que integre a los países de la región sin Estados Unidos y Canadá”.

Dijo que ésta era una “aspiración histórica” cuyos orígenes se remontan a las ideas de “nuestro libertador Simón Bolivar” que intentó consolidar como un bloque la independencia del continente ante lo que “visualizó como el naciente y amenazante imperio estadunidense y frente a las potencias europeas, colonialistas de esa época”

“Ahora –dijo—pareciera que han madurado las condiciones para dar este primer paso (crear un organismo regional sin Estados Unidos), pareciera que ya se tiene el camino dilucidado y vamos a la Cumbre de Caracas el próximo año y de aquí a esa Cumbre podremos desplegar un conjunto de mecanismos de consulta, de debates públicos con nuestros pueblos para definir cómo sería la estructuración de esta nueva organización y cuáles serían sus objetivos esenciales”.

Señalo que el gobierno venezolano ya tiene la experiencia de la Alianza Bolivariana de Nuestros Pueblos de América (Alba), por lo que “nosotros sabemos que se pueden lograr grandes avances en la integración y el desarrollo económico (…), pero sobre todo en la independencia y la soberanía política”.

Entusiasmado, remató: este nuevo organismo regional “puede romper definitivamente la subordinación (de América Latina) con el Imperio estadunidense y con todos los viejos Imperios y las viejas pretensiones coloniales, vengan de donde vengan”.

viernes, febrero 19, 2010

Una cumbre llena de riesgos

Felipe Calderón, titular del Ejecutivo.

Olga Pellicer


MÉXICO, D.F., 19 de febrero.- Los días 22 y 23 de febrero se celebrará en Cancún, México, la cumbre de países de América Latina y el Caribe. Será un momento importante para conocer los alcances de la vertiente latinoamericana de la política exterior de Felipe Calderón; ocasión para identificar la incidencia que puede tener nuestro país en una región conducida, cada vez más, por liderazgos sudamericanos para los que México es un país distante de América del Norte.

El evento tiene lugar en momentos difíciles. Pocas veces en su historia reciente la región de América Latina había estado tan polarizada en términos de proyectos políticos y liderazgos. Pocas veces había confrontado problemas de carácter tan diverso como la defensa de la democracia en Honduras y la profundidad de los daños que salieron a la luz con el terremoto haitiano.

La polarización política es evidente. Se ha consolidado la Alianza de Países Bolivarianos (Alba), cuya propuesta política –la democracia “participativa”– y objetivos económicos –el socialismo del siglo XXI– difieren de los modelos existentes en la mayoría de las naciones de la región. Las posiciones coordinadas de estos países en la diplomacia multilateral se han hecho sentir. No pasa desapercibida su decisión de bloquear la aprobación por consenso del documento final, muy penosamente alcanzado, de la reunión sobre cambio climático en Copenhague. Las naciones bajo la influencia del Alba tienen un buen elemento de cohesión: el petróleo venezolano que, en mayor o menor grado, contribuye a la marcha de su economía; allí reside la fuerza y potencial del Alba.

Por otra parte, Brasil se ha consolidado como una potencia emergente del presente siglo, con reconocido liderazgo a nivel regional y global. Ese país ha desempeñado un papel clave en el surgimiento de nuevos mecanismos de concertación latinoamericanos, como la Unasur y el Consejo de Defensa Sudamericano; este último, una de las agrupaciones de mayor trascendencia en el Cono Sur por la cooperación que ha construido entre las fuerzas armadas de esa subregión, y por la vinculación entre éstas y la poderosa industria militar brasileña.

En ese ambiente de liderazgos con diversos vértices de poder, existe incertidumbre sobre las tendencias políticas que seguirá uno de los países más exitosos de América Latina: Chile. En las recientes elecciones presidenciales triunfó el representante de la derecha, que desplaza a la izquierda que había estado en el poder 20 años después de la dictadura militar. Sólo hay interrogantes sobre el camino hacia el futuro de la política exterior de Chile bajo el nuevo presidente Piñera; por el momento, sólo se conoce el nombre del nuevo ministro de Relaciones Exteriores.

La situación es aún más compleja por el rápido deterioro de la trágica situación en Haití, la cual obliga a la articulación urgente de medidas que, más allá de la asistencia inmediata, sean capaces de contribuir a la reconstrucción de ese país a largo plazo. Si algo puede dar significado al papel de América Latina en la problemática internacional actual es la capacidad para acordar e implementar ese programa.

Finalmente, hay problemas pendientes. Honduras sigue siendo un país expulsado de la OEA. Su retorno parece evidente, pero puede haber obstáculos. En todo caso, ¿quién ocupará su lugar en la cumbre de Cancún?

Con semejante trasfondo, el buen juicio aconsejaría que la cumbre coloque el acento en Haití y deje para momentos de mayor certidumbre otras propuestas de fondo. Sin embargo, no parece que será así. Felipe Calderón desea proyectar ahora su imagen de liderazgo latinoamericano proponiendo en la cumbre la creación de una nueva instancia de concertación de América Latina y el Caribe, lo que ha sido captado por los medios, con o sin razón, como “la nueva OEA sin Estados Unidos y Canadá”.

La nueva organización contemplaría la fusión, a mediano plazo, del Grupo de Río, el mecanismo de concertación ideado por México hace 24 años, y la Comisión de América Latina y el Caribe, lanzada por Brasil hace dos años.

Se trata de una propuesta llena de riesgos. El primero se relaciona con el hecho que no es un producto acabado, fruto de claros consensos entre los países de mayor peso de la región, con un mandato bien estipulado y marcos institucionales ya previstos. Es una idea, buen ejemplo del voluntarismo de nuestro presidente, que requiere de un periodo de transición, del que estará a cargo el próximo secretario permanente del Grupo de Río, que será Chile, acompañado de la llamada troika, que normalmente se forma por el secretario saliente (México) y el próximo en la línea (Venezuela). La voluntad política, el grado de compromiso y la orientación general del pensamiento internacional, que todavía no conocemos, del presidente Piñera, serán, pues, definitivos. Otro tanto lo será la buena colaboración que se establezca con el presidente Hugo Chávez.

El segundo riesgo es la desaparición del Grupo de Río. Ese mecanismo ha tenido limitaciones evidentes; no es fácil coordinar la pluralidad de tendencias en América Latina, pero tiene un acervo de experiencias y ha demostrado su potencial; por ejemplo, cuando desactivó en la reunión de Santo Domingo el conflicto entre Colombia y Ecuador. Ha sido el punto de referencia para la concertación en la ONU, ante la Unión Europea, en la Cumbre de las Américas. ¿Conviene sustituirlo por una entidad incierta?

Por último, el peligro que muchos temen es la utilización ideológica del latinoamericanismo “libre del imperio” por parte de las voces más radicales del Alba. Para la izquierda moderada, para los representantes de la derecha y, sobre todo, para México, eso sería un resultado con altos costos. Al final del camino la concertación en América Latina no saldría triunfante de la cumbre de Cancún; por el contrario, comenzaría un penoso descenso.

viernes, diciembre 25, 2009

Petróleo, causa del golpe de Estado en Honduras, afirma Zelaya

Hay crudo en el Caribe y pensaban que se iba a dar a Chávez, por eso la sublevación, indicó.



Tegucigalpa. Una de las causas del golpe de estado en Honduras, el pasado 28 de junio, fue la existencia de petróleo en el caribe del país, aseveró hoy el presidente constitucional Manuel Zelaya.
En declaraciones a Radio Globo, Zelaya indicó que duda que el presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, quien asumirá el poder el 27 de enero próximo, tenga valor para seguir adelante con las exploraciones petroleras que su administración llevó a cabo.
“Yo mandé a realizar todas las exploraciones del petróleo, hay petróleo en Honduras y esa fue una de las causas del golpe de Estado, decían que ese petróleo se lo iba a dar a Hugo Chávez (presidente de Venezuela), si Hugo Chávez tiene más petróleo que todo el mundo", dijo.
Sin embargo, entre los convenios que Zelaya firmó con Chávez al adherir a Honduras a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) en agosto de 2008, figuran acuerdos adjuntos, entre ellos queVenezuela se haría cargo de las exploraciones petroleras en el Caribe.
Zelaya consideró que Lobo tampoco tendrá valor para convertir el aeropuerto de Palmerola en civil, ya que de hacerlo será el mejor de Centroamérica, al servicio no sólo de Honduras, sino de Nicaragua, Costa Rica, Guatemala y El Salvador, además de República Dominicana.
Palmerola, es una base militar construida en la década de los 80 por Estados Unidos a un costo de 30 millones de dólares en el central departamento de Comayagua, a unos 50 kilómetros al norte de esta capital.
Zelaya aseguró en 2008 que destinaría 21 millones de dólares para convertir Palmerola en un aeropuerto civil.
Lobo dijo por su parte, tras ganar las elecciones generales del mes pasado, que no estaba entre sus prioridades Palmerola, sino resolver la pobreza, educación, alimentación y otros problemas que deben resolverse en este país, uno de los más pobres de América Latina.