
http://www.revocacionmandato.

En la democracia el pueblo revisa periódicamente su situación, el desempeño de sus gobernantes, para decidir si mantiene o modifica el rumbo, ratifica o sustituye al partido en el poder, mediante elecciones. Independientemente de los factores que anulan la democracia aunque formalmente se sostenga, es elemental que para esta calificación de la ciudadanía se dé y exista un gobierno del pueblo, es ineludible que los partidos cumplan con su función constitucional: presentar alternativas y competir por el voto.
Es obvio que México no camina a una definición democrática, en las elecciones locales en curso, preludio de la elección federal en 2012. En el desastre, los partidos se ocupan en alianzas esperpénticas entre supuestas izquierdas y derechas sin más propuesta que evitar triunfos de otros, aprovechando debilidades o tratando de eludir el insalvable desprestigio del calderonismo. Coincido con Gómez Mont antes de “rajarse” por sus lealtades institucionales, al calificar estos arreglos como fraude electoral.
Para rescatar a México de la disolución que avanza, urgen alternativas a la política que nos hundió en el desastre: Estado fallido, media población en una pobreza que se propaga sin antídoto. Pero los partidos nada ofrecen. Aterrados de proponer cambios comprometedores. Fingen oposiciones imprecisas, en el temor de quedar mal con el amo al que se someten, prefieren colarse al poder, a sus migajas, sin riesgos. El pueblo, mientras, sometido sin esperanza.
México se aísla en este juego, ni los medios de comunicación ni los partidos analizan la batalla en Latinoamérica, entre defender el statu quo empobrecedor y manumitido o transformarlo. Salvo en Honduras sometido militarmente, ante el silencio cómplice de Calderón, la lucha se da democráticamente confrontando poderes reales y fácticos desesperados. Es increíble que la lucha de Evo Morales por reivindicar los derechos de la mayoría indígena oprimida ancestralmente, la recuperación de renta nacional enajenada, no sólo no se reconozca sino que se vea con desprecio. Y la ignorancia deliberada de lo que pasa en Ecuador, Venezuela y de por qué pasa, para consumir acríticamente las descalificaciones mediáticas interesadas. Pasar sin reflexionar el valor del triunfo presidencial de un ex guerrillero en Uruguay y su formidable discurso de reivindicación democrática, o el opuesto triunfo de la derecha en Chile, sin análisis, es autismo. El equilibrio político en el que estamos insertos pasa por estos países. Las tendencias que se definan en América Latina nos atañen, particularmente en la desnacionalización y debilidad en la que estamos sumidos.
En este equilibrio, lo que ocurra en Brasil es fundamental. Este enorme país hermano pesa aquí y en el mundo. Lula y su partido habrán gobernado ocho años con apoyo popular indiscutible, ahora su candidata Dilma Rousseff, antigua guerrillera y eficiente secretaria de Estado de Lula, se enfrentará electoralmente con la derecha. El triunfo de Dilma continuará la lucha por la justicia social perdida en el continente.
Lula sustituyó a F.H. Cardoso que, habiendo sido progresista, gobernó ocho años como neoliberal y la derecha insiste en que el neoliberalismo avanzó más que Lula. La estrategia del PT se centra en precisar las diferencias ante la política neoliberal y la social, comparando puntualmente los efectos de una y otra con números oficiales. No están en la abstracción, demuestran la superioridad de una política de justicia social frente a la supuesta racionalidad neoliberal al servicio de intereses transnacionales.
Esto es lo inaplazable, alternativas para que restablezcan el equilibrio social roto en México, con una economía que sólo beneficia a una minoría frente a una mayoría sin esperanza. ¿Lo harán el PRI, la supuesta izquierda? ¿Defenderá la derecha incrustada en unos y otros, sus tesis para confrontarlas? De no hacerse vamos directo a un fraude electoral y a un pueblo en la desesperanza.
Ex secretario de Estado
Amigas y amigos, debo avisarles que por parte de mi buen amigo José recibí malas noticias desde Guadalajara.
Varios camaradas tenían instalado un plantón el cual se encontraba en la plaza de armas, zona centro de Guadalajara desde 15 días antes del 6 de marzo. Este lunes 5 de abril a las 8 de la noche, cuando había menos gente en el plantón alrededor de 10 personas del gobierno del estado junto a 10 policías llegaron al lugar y avisaron que se llevarían todo. Entre jaloneos y confrontaciones verbales con los compañeros, las personas del gobierno del estado comenzaron a desarmar el plantón. Lograron rescatar algunas mantas,cobijas un megáfono y varios cientos de volantes. El resto quedó en manos del gobierno de estado.
Por favor difundan esta noticia, publiquenla y etiqueten a cuantos puedan de entre sus amistades. Me parece inaceptable que sucedan este tipo de arbitrariedades contra los ciudadanos que ejercen su derecho a la libertad de expresión y manifestación consagrados en la Constitución.
gobierno, dejaremos de contar con ese medio de comunicación, suspenderán nuestra línea y nos robarán el dinero que hayamos invertido en la compra de tiempo-aire para utilizarla.
Gracias a los senadores del PAN y del PRD (Gustavo Madero, Carlos Navarrete, Santiago Creel y Pablo Gómez, entre otros), cuyas bancadas rechazaron que el absurdo castigo se pospusiera un año, la medida afectará, además, a quienes sí registraron su aparato pero de todos modos no podrán hablarnos. Y dañará a los magnates de la telefonía móvil
, quienes, de acuerdo con Carlos Fernández-Vega (México SA de ayer viernes), sufrirán una pérdida anualizada cercana a 60 mil millones de pesos... de los que unos 42 mil millones dejarían de ingresar a la chequera
... de Carlos Slim.
Quienes no registraron su teléfono celular, en franca desobediencia civil, tienen sobradas razones para justificarse. Si Ernesto Zedillo puso al frente del Registro Nacional de Vehículos (Renave) al torturador argentino Ricardo Miguel Cavallo, hoy preso por incontables crímenes; si Luis Carlos Ugalde vendió los datos de 70 millones de votantes a empresas extranjeras, todo México da por hecho que los empleados de Calderón subastarán el padrón del Registro Nacional de Usuarios de Teléfonos (Renaut) entre los bancos que andan a la caza de deudores fugitivos, los call-centers que ofrecen cualquier clase de bisutería y las bandas que se dedican al secuestro y el narcotráfico.
Millones de mexicanos que se vieron obligados a dejar de cubrir el saldo y los intereses (y los intereses sobre los intereses) de sus tarjetas de crédito, y que no pueden permitirse el lujo de ser localizados en sus teléfonos fijos por los acreedores, no van a inscribirse en el Renaut para que éste los entregue a los bancos y les arruine, aún más, la vida. De igual modo, tampoco lo harán quienes desde la salida del sol (incluso los domingos) hasta que brillan las estrellas reciben continuas llamadas de tiendas departamentales o aseguradoras que, mediante tortura sicológica, intentan doblegarlos para que adquieran algún servicio.
Y ni qué decir de quienes, con toda sensatez, no descartan que el gobierno
filtre sus datos más íntimos al crimen organizado. ¿Qué pasará hoy? ¿Se formarán multitudinarias colas a las puertas de las oficinas registradoras? ¿La telecracia montará un espectáculo para sacar de sus moradas a los indecisos y animarlos a obedecer al cuarto para las 12? ¿Las autoridades
se mostrarán con-mo-vi-das por la respuesta popular y, mañana, pospondrán la caída de la guillotina hasta que el último solicitante haya sido anotado en el censo?
Veremos... Por lo pronto, quienes de ninguna manera piensan doblegarse preparan medidas alternativas para evitar la incomunicación. En efecto, los teléfonos celulares pueden ser sustituidos, a partir de mañana o desde hoy mismo, por Internet. (Ojo: Desfiladero sabe que muchos de sus lectores y lectoras militan en las filas de la tercera edad y desconfían de Internet. Si a usted, señor, o a usted, señora, le pasa esto, pídale asesoría a sus nietos o a sus vecinos más jóvenes, y verá qué fácil es utilizar las herramientas que en seguida se mencionarán.)
Las opciones más accesibles son cuatro: correo electrónico, Skype, Facebook y Twitter. Si usted se comunica 20 o 30 veces al día con alguien, a través de mensajitos
de celular, abra una cuenta de correo electrónico y póngase de acuerdo con esa persona para compartir la llave de entrada al buzón (password) y mandarse, entre sí, cartas de esa cuenta a esa cuenta (servidores tipo Hotmail son los más útiles en este caso). El mismo procedimiento puede emplearse entre varias personas (por ejemplo, una familiar, siempre y cuando el Ejército no la acribille en Tamaulipas).
El servicio de Skype permite hablar, de computadora a computadora, mediante un juego de audífonos con micrófono, y nos deja ver a nuestro interlocutor, y mostrarle nuestra cara, si los aparatos que ambos utilizan disponen de cámaras de video. (Estas instrucciones
harán bostezar a quienes manejan estos sistemas habitualmente; van dirigidas, sobre todo, a quienes aún viven fuera de Internet, para que descubran de qué recursos pueden valerse ante la emergencia que se avecina.) Otra ventaja de Skype es que sirve para hablar horas y horas a cualquier lugar del mundo con alguien que también lo tenga, y prácticamente no cuesta.
La tercera alternativa es Facebook. Usted, señor, usted, señora, puede inscribirse gratis en www.facebook.com, llenando un cuestionario muy sencillo, para contar con una página propia y de inmediato invitar a todas sus amistades a compartirla, bien para comunicarse con una de ellas en forma íntima, o con el grupo en su conjunto de manera abierta. El autor de esta columna y otras personas que ya veían venir este nuevo golpe autoritario crearon una página en Facebook a nombre de Lisbeth Salander Wallander, con una idea bien clara: que sirva como punto de encuentro entre quienes pretendan desarrollar al máximo sus posibilidades de comunicación sin teléfonos celulares.
También está a la mano, desde luego, el sistema Twitter, pero si usted quiere mayor información al respecto, hágase amiga, amigo, de Lisbeth Salander Wallander, y allí conocerá a especialistas voluntarios que le ayudarán a resolver sus dudas. Desde mañana, o quizá a partir de esta medianoche, decenas de millones de celulares se convertirán en simples agendas telefónicas, cámaras fotográficas y de video, archivos de imágenes, canciones y palabras, cajitas de juegos electrónicos y relojes despertadores, pero ya no nos permitirán hablar con nadie, ni intercambiar mensajitos aderezados, casi siempre, con la onomatopeya ¡jajajajajaja! ¿Nos reiremos tanto en la vida real como en nuestras conversaciones de texto? Quién sabe, pero nos vamos a reír mucho más cuando panistas, yunquistas y perredistas comprendan la verdadera dimensión del error que cometieron. ¡No nos van a callar!
Estudiantes contra la guerra
La muerte de dos estudiantes de posgrado el 20 de marzo en Monterrey, y de dos niños de cinco y nueve años el 4 de abril en Nuevo Laredo, asesinados en ambos casos por elementos del Ejército, así como las frecuentes denuncias de irrupciones de soldados en domicilios particulares (como ocurrió el domingo pasado en Valladolid, Yucatán), y la participación de militares en secuestros con fines de extorsión en Ciudad Juárez, han tocado en lo más hondo a la comunidad universitaria del norte del país.
Estudiantes del ITESM, la Universidad Autónoma de Nuevo León, la Universidad de Monterrey, la Universidad Regiomontana, la Escuela de Graduados en Administración y Políticas Públicas, así como de la UAM, el ITAM y la Universidad del Valle de México, preparan una movilización el próximo 23 de abril, que se llevará a cabo en diversas ciudades de la República para exigir que se acabe la guerra de Calderón
y las tropas regresen a sus cuarteles.
Entre tanto, el rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Manuel Pérez Rocha, demandará ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal que el gobierno capitalino entregue a esa casa de estudios el presupuesto completo que se comprometió a darle. Marcelo Ebrard, dicen los que saben, lo concederá si, y sólo si, María Esther Orozco queda al frente de la institución, pese a que la comunidad académica y escolar se inclina por Hugo Aboites.
Y mientras los levantacejas siguen fúricos por la entrevista del fundador de Proceso al número dos del cártel de Sinaloa, nadie repara en que la portada de esa revista es al mismo tiempo un calendario, en el que aparecen el Mayo y don Julio...
Renaut y señales de humo
29 millones sin registro
Empresarios sonrientes
de altaen tan atractiva cuan segura base de datos y correr el riesgo de que su línea sea cancelada.
De acuerdo con la estadística de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, la Cofetel, al cierre de enero pasado existían 84.1 millones de usuarios de telefonía móvil en el país (en realidad de líneas, porque un usuario puede tener varios aparatos), es decir, alrededor de 600 mil más con respecto a diciembre de 2009. De ese total (que, es de suponer, habrá crecido de febrero a la fecha) oficialmente se han registrado (8 de abril de 2010) cerca de 55 millones (según el nada confiable contador
que aparece en el portal electrónico de la dependencia), de tal suerte que la autoridad estaría obligada a cancelar algo así como 29 millones de líneas, cada una de las cuales, en promedio, generaría ingresos para los susodichos empresarios por 160 pesos diarios (70 por ciento de ellos para el consorcio de Carlos Slim).
Así, de no modificarse la tendencia de altas
en el Renaut, la perspectiva para los magnates de la telefonía móvil en el país se traduce en una pérdida anualizada cercana a 60 mil millones de pesos, o si se prefiere por allí de 4 mil 500 millones de dólares, de los que alrededor de 42 mil millones dejarían de ingresar a la de por sí gruesa chequera del hombre más rico del planeta. Ese sería, en números cerrados, el balance negativo para los empresarios de los celulares
, producto de una decisión de autoridad
que busca el control de los usuarios y no su beneficio por medio de tarifas más bajas y acordes a la tendencia internacional.
Para que lo anterior no suceda y los empresarios celulares
mantengan sus multimillonarios ingresos, en las últimas 48 horas (según el plazo establecido y considerando las nada confiables cifras del contador
de la Cofetel) deberían registrarse o darse de alta algo así como 604 mil usuarios por hora, es decir, 10 mil 70 por minuto o, si se prefiere, 168 por segundo. Lo más seguro es que la Comisión infle las cifras finales para mostrarse vincitora de la afrenta y demostrar
que la confiabilidad de la autoridad
es innegable.
Sin embargo, por mucha celebración de la Cofetel, y las secretarías de Gobernación y de Comunicaciones y Transportes, las cifras reales del Renaut las tendrán a la mano los empresarios de telefonía celular, es decir, quienes deberán enfrentar la multimillonaria caída real de ingresos, toda vez que la siempre atinada autoridad
ya dijo que para toda aquel que no entre al aro la suspensión del servicio telefónico está garantizada, sin más. Así, en perspectiva, millones recurrirían a las señales de humo para comunicarse, o al simple cuan generalizado truco de comprar chips piratas vía Internet o en el mercado más cercano a su corazón.
El de la telefonía móvil se ha convertido en uno de los negocios más suculentos, concentrados y de mayor crecimiento en el país: de 1990 a enero de 2010, el número de líneas se incrementó la friolera de 130 mil por ciento, de 64 mil a 84.1 millones, que representan utilidades netas superiores a 15 mil millones de dólares anuales. Nada ha hecho la autoridad
para evitar la concentración del mercado, controlar a los voraces empresarios de este sector ni para aligerar la pesadísima carga a los usuarios (abultadas tarifas y comisiones que por mucho rebasan los estándares internacionales), pero muestra las garras de papel y se aferra a cosas como el Renaut para demostrar
, aunque sea con cifras por demás cuestionables, que está vigilante y atenta a los intereses ciudadanos
.
Habrá que esperar las cifras oficiales definitivas, pero de cualquier forma la cuestión central con el susodicho registro es lo que en este espacio se planteó días atrás: ¿quién garantiza a la ciudadanía que la información personal por ella aportada no terminará en una comercializadora, en un banco, en una aseguradora, en una empresa que vende cualquier cantidad de mugres, en un partido político o en una banda de secuestradores o extorsionadores? ¿Quién, que los usuarios no serán bombardeados telefónicamente por todos tipo de negocios y sus productos innovadores
o, lo que no sería raro, en el listado electoral de los partidos políticos, o en el directorio de defraudadores, extorsionadores o secuestradores? ¿La autoridad, desde donde se trafica con bases de datos (por ejemplo el Registro Nacional de Vehículos, Renave, o el padrón electoral del IFE)?
Las rebanadas del pastel
De la lectoría al borde de un ataque de nervios, por falta de pago salarial: “somos trabajadores del Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal (IEMS), mejor conocido como las prepas del DF. Estamos bajo el régimen de honorarios. En lo que va del año hemos tenido retrasos en nuestros pagos hasta de cinco días (el pago de febrero lo recibimos el 5 de marzo). Este mes es la fecha (7 de abril) que no hemos recibido nuestro pago correspondiente a marzo. Nos indica el personal de Finanzas que los cheques y el presupuesto están autorizados desde antes de que acabara marzo, pero que no ha recibido autorización para liberar el pago. Hemos preguntado en Recursos Humanos y se niegan a darnos información del porqué en el retraso del pago, y tampoco dan fecha de pago. Aunado a esto, va a haber un recorte de salarios, el cual no nos fue informado con tiempo, para lo cual nosotros ya trabajamos un mes sin contratos y sin ser advertidos de que va a haber dicho recorte al salario para el mes ya trabajado. De hecho, nos dan a firmar el contrato el mismo día que cobramos, de modo que no tenemos ninguna certeza de cuál será el monto a cobrar para el próximo mes, porque de manera unilateral realizan los recortes. En 2009 nos redujeron el salario en alrededor de 40 por ciento de lo que obteníamos a principios de año. A ellos parece importarles poco que tengamos deudas que pagar, familia que alimentar e incluso pasajes para poder ir a trabajar, o ¿acaso ellos nos darán para pagar los intereses y comisiones por no pagar a tiempo las deudas que tenemos?” (por obvias razones se reservan los nombres).
El Director General de la compañía de análisis geopolítico mundial, Stratfor, (conocida como La Sombra de la CIA), George Friedman, nos advierte que Estados Unidos está por tomar decisiones serias, con respecto al problema de la guerra del narco en México, cuya solución es la intervención directa del país imperial, vía una compleja mezcla de acciones económicas y militares; o dejar que las cosas permanezcan como están y se decanten, para intervenir finalmente en su punto más crítico de la misma forma.
En clasepolitica.com decidimos republicar el artículo de Friedman, al considerarlo de relevancia para nuestros lectores. En pocas palabras: además de la intervención cultural que ya practican en nuestro país, los Estados Unidos ahora quieren el control del negocio y el dinero que beneficia a la economía nacional de México. Leamos:
México y el Estado fallido
Por George Friedman/Stratfor.com
Stratfor dijo el 13 de marzo de 2008, que México estaba a punto de la situación de un Estado fallido . Un Estado fallido es aquel en el que el gobierno central ha perdido el control sobre áreas significativas del país y el Estado es incapaz de funcionar. Al volver sobre esta cuestión, nos parece que el gobierno mexicano ha perdido el control de la zona norte del país entre las organizaciones de contrabando de drogas, que tienen mayor poder y son más significativas en la región que las fuerzas gubernamentales. Además, la capacidad del gobierno central para hacer valer su voluntad en contra de estas organizaciones se ha debilitado hasta el punto de que las decisiones tomadas por el Estado contra los cárteles no se están aplicando o se están aplicando de una manera que garanticen el fracaso.
A pesar de estos hechos, no está claro para Stratfor que México se esté convirtiendo en un estado fallido. En cambio, parece que el Estado mexicano se ha acomodado a la situación. En lugar de esto, se han desarrollado estrategias diseñadas tanto para aguantar la tormenta, como para maximizar los beneficios de esa tormenta para México.
En primer lugar, mientras que el gobierno mexicano ha perdido el control sobre las cuestiones que tengan que ver con drogas y con las fronteras de los Estados Unidos, el control de la ciudad de México frente a otras regiones – y otras áreas de lucha contra las drogas – no ha colapsado (aunque su falta de control sobre drogas podría extenderse a otras áreas con el tiempo). En segundo lugar, el narcotráfico reforma radicalmente las instituciones mexicanas y también, paradójicamente, estabiliza a México. Tenemos que examinar estas contracorrientes para comprender al Estado Mexicano.
El problema central de México
Comencemos por entender el problema central. Estados Unidos consume grandes cantidades de estupefacientes, que, aunque ilegales allí, se abren camino en abundancia. La producción de estupefacientes se deriva del bajo costo de estos productos agrícolas, que se convierten en consumibles con un procesamiento mínimo. Con su larga frontera con los Estados Unidos, México se ha convertido en un gran productor, procesador y exportador de estupefacientes. Debido a que las drogas son ilegales y por lo tanto fuera de los procesos normales de mercado, su precio se determina por su ilegalidad y no por el coste de producción. Esto significa beneficios extraordinarios que se pueden hacer por movimiento de narcóticos desde el lado mexicano de la frontera, a los mercados del otro lado.
Quien controla la cadena de suministro desde los campos hasta las instalaciones de transformación y, sobre todo, a través de la frontera, produce cantidades enormes de dinero. Varias organizaciones mexicanas – llamados cárteles, aunque no realmente funcionan como tales, ya que los cárteles ciertamente tienen menor participación en al menos un grado de cooperación entre los productores, no una guerra abierta – compiten por este negocio. Estas empresas están compitiendo, cada una con su propia cadena de suministro de la competencia.
Por lo general, la competencia entre empresas implica reducir las demandas y aumentar la calidad. Esto produciría cambios pequeños y graduales en los beneficios en el conjunto, mientras que reduce drásticamente los precios. Una mayor cuota de mercado podría compensar los precios más bajos. Del mismo modo, los pleitos son la solución normal a la competencia desleal. Pero tampoco es el caso respecto de las mercancías ilegales.
La manera más segura para aumentar las ganancias del contrabando no es a través de los mecanismos del mercado, sino hacerse cargo de las cadenas de competencia y suministro. Teniendo en cuenta los márgenes de beneficios involucrados, sería irracional que las personas quieran comprar para controlar las cadenas de suministro de drogas, ya que la solución menos costosa sería la de tomar el control de estas cadenas de suministro por la fuerza. Así, cada organización de contrabando tiene un organismo autónomo adscrito de paramilitares, para proteger su propia cadena de suministro y aprovechar las cadenas de sus competidores de suministro.
El resultado es la guerra en curso, entre las organizaciones competidoras. Dada la cantidad de dinero que están aportando en la entrega de su producto a las ciudades norteamericanas, estas organizaciones paramilitares están bien armadas, bien dirigidas y motivadas. La pertenencia a esos grupos paramilitares ofrece a empobrecidos hombres jóvenes extraordinarias oportunidades para hacer dinero, mucho mayor de lo que tendrían disponibles para ellos en actividades legítimas.
La encarnizada guerra en México se deriva lógicamente de la existencia de mercados para los narcóticos en los Estados Unidos, el bajo costo de los materiales y procesos requeridos para producir estos productos, y la economía en movimiento extraordinariamente favorables de narcóticos en la frontera. Esta guerra se concentra en el lado mexicano de la frontera. Pero desde el punto de vista mexicano, esta guerra no amenaza fundamentalmente los intereses de México.
Una lucha de Lejos del corazón de México
El corazón de México está al sur, lejos de los niveles del norte del país. El norte es una gran región desértica, escasamente poblada, y vista desde la ciudad de México, es como una zona de frontera exótica entrelazada con los Estados Unidos. En consecuencia, se observa que la encarnizada guerra no representa una amenaza directa para la supervivencia del régimen mexicano.
De hecho, las guerras que se libran redundan en beneficios de alguna manera para México. La cantidad de dinero que llega a México, anualmente, es impresionante. Se estima en alrededor de $35 mil millones dólares a $40 mil millones cada año. Los márgenes de beneficio masivo hacen esta cantidad aún más significativa. Suponga que el sector manufacturero produce ingresos de $40 mil millones de dólares al año, a través de las exportaciones. Suponiendo un generoso margen de 10 por ciento de beneficios, los beneficios reales serían de $4 mil millones al año. En el caso de los estupefacientes, sin embargo, los márgenes de beneficio según un cálculo conservador se sitúa en alrededor del 80 por ciento. La ganancia de los $40 mil millones sería de 32 mil millones dólares, para producir ingresos equivalentes en el sector manufacturero, las exportaciones tendrían que ser por un total de 320 mil millones dólares.
Para estimar el impacto del narcotráfico en México, por lo tanto, hay que tener en cuenta que las drogas no se pueden comparar con cualquier exportación convencional. El comercio de drogas y los márgenes de beneficio son tremendamente, en promedio, más altos, que su impacto total en México; incluso supera ampliamente las ventas totales estimadas, aunque los márgenes han cambiado sustancialmente.
En general, México es un gran beneficiario del tráfico de drogas. Aunque algunos de los bienes se invierten en el extranjero, la piscina de dinero restante fluye hacia México y crea una liquidez enorme en la economía mexicana, en un momento de recesión mundial. Es difícil determinar dónde se va y está el dinero de drogas, lo cual deriva de su ilegalidad. Ciertamente, los traficantes de drogas quieren su dinero en una jurisdicción donde no puedan ser fácilmente rastreados ni incautados. Las leyes de incautación de bienes por tráfico de drogas de los Estados Unidos no lo hacen un paraíso probable. Aunque el dinero fluye con claridad a México, la capacidad de los contrabandistas de influir en el comportamiento del gobierno mexicano por la inversión que hacen en el país, lo colocan como un destino probable para ser receptores de una parte considerable de esos fondos.
El dinero, sin embargo, no fluye de nuevo a manos de los hombres armados en la frontera, incluso sus jefes no pueden administrar fondos de esa magnitud. Y aunque el dinero puede ser – y es a menudo – embalado y oculto, el valor del dinero está en su uso. Al igual que con el dinero ilegal en todas partes, el objetivo es lavarlo y lo invierten en negocios legales en los que puede producir más dinero. Eso significa que tiene que entrar en la economía a través de instituciones legítimas – de los bancos y otras entidades financieras – y luego se reasigna a la economía. Esto no es diferente de la práctica estadounidense de la mafia durante y después de la prohibición.
La Guerra contra las Drogas y México: Intereses Nacionales
Desde el punto de vista de México, interrumpir el flujo de drogas a los Estados Unidos no está claramente en el interés nacional o en el de la élite económica. Los observadores a menudo hablan sobre la guerra entre las organizaciones de contrabando en la frontera norte, pero raramente del flujo de dinero estadounidense a México. Ciertamente, ese dinero podría corromper al Estado Mexicano, pero también se comporta como el dinero lo hace. Se acumula y se invierte, lo que genera riqueza y empleo.
Para el gobierno mexicano, estar dispuestos a cerrar este flujo de dinero, extendería la violencia geográfica. Y dada la dificultad de poner fin al tráfico de todos modos – y que muchos en la seguridad del Estado y el aparato militar se benefician de ella- una conclusión obvia se puede extraer: es decir, es difícil prever escenarios en los que el gobierno mexicano podría o querría dejar el narcotráfico. En cambio, México aceptará tanto el dolor y los beneficios del tráfico de drogas.
La política de México es consistente: Se hace todo lo posible para parecer detener el tráfico de drogas, para que no se le acuse de que lo apoyan. El gobierno no se opone a atacar a uno o más de los grupos de contrabandistas, siempre y cuando la entrada del total de dinero en efectivo no disminuya materialmente. Esto muestra ante los Estados Unidos (aunque de manera insuficiente) que se hace frente al comercio, al tiempo que señalan problemas muy reales, con su aparato militar y de seguridad; y con sus funcionarios en la Ciudad de México. Simultáneamente, se apunta a los Estados Unidos como la causa del problema, dado el fracaso de Washington para controlar la demanda o para reducir los precios mediante la legalización. Y si grandes cantidades de dinero van en tropel a México como resultado de este fracaso de EE.UU, México no lo va a rechazar.
El problema con los militares mexicanos o de la policía no es la falta de entrenamiento o equipo. No es una falta de liderazgo. Estos pueden ser problemas, pero son sólo problemas si interfieren con la aplicación de la política nacional mexicana. El problema es que estas fuerzas son personalmente motivadas para asumir los riesgos necesarios por ser eficaces, ya que les beneficiará más ser ineficaces. Esto no es incompetencia, sino una política nacional racional.
Por otra parte, México tiene profundos agravios históricos hacia los Estados Unidos que se remontan a la Guerra de Intervención Norteamericana. Estos han sido exacerbados por la política de inmigración de USA, pues los mexicanos ven esto tanto como un insulto y una amenaza a su política de exportación de mano de obra excedente hacia el norte. Así, no hay deseo de resolver el problema por parte de los americanos. Ciertamente, hay individuos en el gobierno de México que desean detener el contrabando y la entrada de miles de millones de dólares. Ellos tratarán. Pero no tendrán éxito, ya que hay demasiado en juego. Hay que ignorar las declaraciones públicas y las garantías de seriedad privada y en su lugar observar los hechos sobre el terreno para entender lo que realmente está pasando.
Problema: Lo estratégico de Estados Unidos
Y esto deja a los Estados Unidos con un problema estratégico. Hay algo de charla en la ciudad de México y Washington, sobre los norteamericanos, para involucrarse en la supresión del contrabando en México (a pesar de los cárteles, por usar ese nombre extraño, para asegurarse de no incurrir en actos de violencia significativos al norte de la frontera y hacer la máscara de la misma para reducir la presión de EE.UU. sobre México). Esto es ciertamente algo a lo que los mexicanos atrae. Pero no está claro que los estadounidenses tengan más éxito que los mexicanos. Lo que está claro es que cualquier intervención de EE.UU. contra los narcotraficantes mexicanos se interpretará por los patriotas como otra incursión yanqui. Recuerde que Pershing nunca capturó a Pancho Villa, pero sí ayudó a convertir a Villa en un héroe nacional en México.
Los Estados Unidos tienen una serie de opciones. Podrían aceptar el status quo. Se podría encontrar la manera de reducir la demanda de drogas en los Estados Unidos. Podrían legalizar las drogas, impulsando así su precio hacia abajo y poner fin a la motivación para el contrabando. Y podrían pasar la factura a México, en un intento de imponer su voluntad contra un gobierno, el que el sistema bancario, la policía y la fuerza militar, se benefician del tráfico de drogas.
Los Estados Unidos no saben cómo reducir la demanda de drogas. Los Estados Unidos no están dispuestos a legalizar las drogas. Esto significa que la elección se encuentra entre el statu quo y un complejo e incierto (por decir lo menos) sistema de intervención.
Tenemos la sospecha de que los Estados Unidos intentará un poco de variedad limitada de esto último, al término de la estrategia actual y que vive con el problema.
En última instancia, México es un Estado fallido sólo si acepta la idea de que su objetivo es aplastar a los contrabandistas. Si, en cambio, se acepta la idea de que todos los beneficios de la sociedad mexicana, a partir de la entrada de miles de millones de dólares americanos, (aunque también se paga un precio), entonces el Estado Mexicano no ha fracasado – está siguiendo una estrategia racional para a su vez resolver un problema, de beneficio nacional.
no puede soloy de que es
un problema internacional.
1. El escenario de violencia militar creado en México por el gobierno panista al generar por móviles políticos un desquiciamiento del país con la intervención irracional de las fuerzas armadas investidas anticonstitucionalmente como policías para supuestamente “luchar contra el narco”, está culminando conforme al papel desempeñado por la derecha (y sus aliados) tras el llamado que hizo el propio Calderón al Pentágono para que envíe fuerzas militares estadunidenses a nuestro país, lo que a todas luces conllevaría la creación de una base militar de Estados Unidos en México.
2. Las desquiciadas declaraciones hechas este miércoles por el general Guillermo Galván Galván (titular de la Sedena) en el sentido de que el Ejército seguirá en las calles de cinco a 10 años más, según reportó ayer La Jornada, asumiendo que proseguirán las actuales políticas de manera transexenal no significan más que el guión previsto se quiere seguir aplicando. Galván pasa por alto que si Calderón ha sido el gobernante más débil de la historia mexicana reciente y ha cedido en todo ante los poderes fácticos ha sido por su condición de ilegitimidad, de la que éstos se han aprovechado.
3. Las declaraciones de Galván olvidan que las modificaciones a leyes secundarias que Calderón pretende que apruebe el Legislativo, para una ley de seguridad nacional
, que acote derechos individuales y avale la intervención policial del Ejército, serían siempre contrarias a la Constitución y a la teoría constitucional.
4. Las políticas de Washington no se esconden, y el nuevo orden mundial diseñado por las elites financieras, militares y burocráticas de Estados Unidos, supone aquello que no imaginaron James Monroe en el siglo XIX ni Teddy Roosevelt en el XX y ni siquiera Ronald Reagan ni George Bush padre. El nuevo esquema del poder estadunidense, impulsado por el gobierno de Obama en el escenario de la globalización y asumiendo que su país es más que nunca el policía del mundo, supone multiplicar al máximo el número de bases estadunidenses en todo el planeta, con base en dos argumentos que nadie cree: que Estados Unidos debe luchar a) contra el terrorismo internacional
que amenaza a las democracias
, conforme a la doctrina esgrimida por Bush después del 11 de septiembre de 2001, pero también b) contra el narcotráfico
, al que la prensa llama también el crimen organizado
, que es, según se insiste, un peligro para Estados Unidos
5. La realidad de las cosas no se esconde, y John Lindsay-Poland, uno de los teóricos estadunidenses en la materia, escribía hace unos años que la red de bases militares de Estados Unidos en Latinoamérica tenía como función respaldar las políticas de Washington para tener acceso seguro a los mercados, controlar el flujo de las drogas y obtener los recursos naturales estratégicos que requiere, en particular el petróleo (Foreign Policy in Focus, agosto de 2004).
6. Los responsables de las políticas de Estados Unidos y de los organismos internacionales sometidos al dictado de Washington se multiplican por ello. Antonio María Correa, director de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), conocido como el zar antidroga
de la ONU –organización internacional que aparece hoy como apéndice de las políticas de Washington–, decía recientemente (El País Semanal, No. 1748) que la escalada militar que conduce en países de África occidental, ricos en recursos estratégicos, obedece a que no quiere que esta región se convierta en el México de Europa
y por ello se enfrenta a las mafias del crimen organizado
, por lo que muchos se preguntan si no es en nombre de las verdaderas mafias del crimen organizado
que dominan varios países que se organiza este escenario.
7. El caso de Brasil es muy significativo, pues el 1º de abril, día en que Dilma Rousseff, la candidata de Lula, iniciaba su campaña presidencial para el periodo 2011-2015 y se filtraba la información de que de ser electa Lula podría asumir la dirección de una nueva empresa paraestatal petrolera encargada de los vastísimos yacimientos descubiertos en la costa brasileña, los que estarían 100 por ciento en manos del Estado, se confirmó en Brasilia que el general Douglas Fraser, responsable del SouthCom o Comando Sur, discutió con militares brasileños la creación de una base militar multinacional y multifuncional
en Río de Janeiro, que sería un puesto de vigilancia
del Atlántico sur, entre otras cosas, para el control del narcotráfico
, lo que se especificaría durante el viaje anunciado, para mediados de abril, del secretario de Defensa de Estados Unidos: o sea que la elección presidencial brasileña pasa por la nueva base estadunidense.
8. El esquema anunciado para Brasil, en caso de que Estados Unidos logre doblegar a Lula, como parece va a acontecer, es muy tramposo, a pesar de lo obvio, pues se pretende en el discurso oficial de la Casa Blanca –repetido por los gobiernos sometidos– que dichos enclaves militares, que son un peligro enorme para los pueblos cuyos gobiernos cómplices de Washington los aceptan –y quedan subordinados al poderío castrense estadunidense–, que dichas bases son binacionales
y que si su edificación ha sido un gran negocio para algunas empresas se pueden convertir en el enclave para múltiples negocios
, como se quiere hacer en la Base de Panamá Pacífico.
9. El gobierno panista de México, que durante tres años ha cumplido con el guión impuesto desde Estados Unidos para hundir al país en un escenario de violencia sin precedentes con la simulación de que está luchando contra “el narco” y el crimen organizado
, reaccionó con inusitada violencia por conducto de las plumas oficiales
contra Julio Scherer García, por quedar una vez más desenmascarado en sus políticas de baño de sangre
tras el encuentro del legendario periodista con El Mayo Zambada, cuya crónica, aparecida en Proceso (No. 1744), sin proponérselo confirma lo que ya se sabe: que la supuesta lucha del gobierno calderonista contra el narcotráfico
está perdida y que las fuerzas armadas mexicanas lo único que han logrado en un escenario de terror es la violación masiva de derechos humanos y hundirse en la corrupción, pero hacer florecer el negocio.
10. La violencia indiscriminada de Calderón contra el pueblo de México tiende a propiciar lo inadmisible: la presencia de fuerzas armadas estadunidenses en territorio mexicano que garanticen la apropiación de las trasnacionales extranjeras de los recursos no renovables de nuestro país y la permanencia en el poder de una mafia, que ella sí representa al crimen organizado
, pues está entregada a negocios ilícitos en violación a la ley y en perjuicio de los derechos de los mexicanos y de la nación.