domingo, agosto 27, 2006

Alberto nos comenta respecto a los "náufragos"

La prueba mas fehaciente de esta ridícula farsa y que nadie ha mencionado, consiste en que al eliminar la ingesta de carbohidratos, máximo a las 48 horas el cuerpo comienza a producir cetonas y entra en lo que se conoce como un estado de cetosis comenzando a consumir la grasa del cuerpo en forma acelerada. Este es el principio básico de las dietas bajas en carbohidratos como la de Atkins por ejemplo, llevada al extremo al reducir totalmente los carbohidratos.

Con este consumo exclusivo de proteinas por un lapso de 9 meses, debe haber una reducción total de la grasa del cuerpo así como una importante reducción muscular, lo que implicaría un estado de delgadez extrema similar a la que hemos observado en fotografías de supervivientes de campos de concentración. Se requiere meses de una adecuada alimentación para recuperar el peso normal original.

Por otra parte por la misma falta de fibra y el consumo exclusivo de carne se produce una severa constipación y oclusión intestinal.

Ninguno de estos síntomas se presenta en los supuestos náufragos. Ya basta que los medios y el gobierno nos quieran ver la cara de pendejos.

Las clases privilegiadas son, en general, minusválidas moralmente

Sique

Fernando Savater nos dice en su libro de fácil lectura pero de profundos conceptos “Ética para Amador” que la ética es una cuestión que a quien más beneficia es a quien la posee. En esta obra dedicada a su hijo adolescente, Savater le dice en términos coloquiales que la ética es importante para que se la pase bien en la vida. Es decir, los principios éticos como la verdad, la justicia y la libertad concentran el amor a sí mismo y a los congéneres y es el amor fuente de bienestar en la vida de los seres humanos. Sin ánimo de una disertación maniquea y concediendo que no existen el blanco y el negro, creo que en términos generales, el proyecto de AMLO y el movimiento por la democracia tiene como eje central justamente la búsqueda de la verdad, la justicia y la libertad para todos, esa es su enseñanza y esa es su fuerza, mientras que el proyecto de FECAL busca mantener privilegios en quienes ostentan el poder;se ha caracterizado por una campaña de calumnia, mentira y odio y está poniendo en juego acciones represivas a las manifestaciones del pueblo que exige el respeto a sus derechos ciudadanos; su fuerza es el dinero.

Ahora, con la crisis electoral se ha puesto de manifiesto cuales son los jóvenes que se identifican con un proyecto que busca la verdad, la justicia y la libertad para todos y aquellos que se identifican con el proyecto que ha ejercido la mentira, la calumnia, la injusticia y la represión. En términos generales, observamos que los jóvenes de la clase privilegiada son quienes más se identifican con FECAL y los de clases más populares con AMLO. Esto nos lleva a considerar que los padres de las clases altas no han inculcado principios éticos en sus hijos y los han formado en la cultura del dinero y del odio por quienes no lo tienen, mientras que los de las clases populares tienen un mayor sentido de la importancia de la ética dentro de sus vidas. Paradójicamente, los de las clases más privilegiadas son los que se consideran decentes y superiores moralmente, víctimas del racismo y el clasismo observan al pueblo como carente de valores morales. ¿Son inconscientes de su inmoralidad? Puede ser que sí. No creo que los padres de esos jóvenes no quieran a sus hijos, pero los quieren poco, porque no pueden quererlos más, no saben de los valores que fortalecen el sentimiento amoroso y que van más allá de la satisfacción de necesidades puramente materiales. Cuando los jóvenes no han sido formados dentro de la ética porque los padres carecen de ella, no entienden lo que ésta significa y sus criterios se equivocan al desconocer las premisas de las que emanan los juicios morales. Esto da por resultado que los jóvenes de clases altas sean proclives a odiar, un sentimiento que los hace desgraciados, aunque no se den cuenta. Baste observar como se arremete visual y verbalmente contra AMLO y contra la gente que lo apoya, madres solteras, adultos mayores y gente pobre llamándolos "borregos" y "nacos".

El señor Marcial Maciel fue el fundador de los “Legionarios de Cristo”, asociación religiosa que invoca las enseñanzas de Jesucristo dentro de las cuales no recuerdo que haya estado la perversión sexual a menores, por tanto es un gremio sin principios morales. En 1998, el “padre” Maciel fue denunciado por decenas de personas que fueron víctimas de sus abusos sexuales, sin embargo sólo hasta 2005, el Vaticano lo relegó a una vida dedicada a la oración y de penitencia, renunciando a todo ministerio público. El expresidente de los Legionarios de Cristo en Estados Unidos, una de las víctimas de Maciel, afirmó, entre muchos otros testimonios, que los abusos sexuales de los Legionarios de Cristo son comunes. Que hay víctimas de abuso sexual de segunda y tercera generación puesto que los pervertidos por Maciel ya han seguido su pederastia con las nuevas generaciones. Por tanto, La Universidad Anáhuac de los Legionarios de Cristo que tiene una red de universidades en el país es un centro educativo donde se lleva a cabo la pederastia y justamente en esas universidades es donde se educan los hijos de las clases más privilegiadas.

Esto es perfectamente congruente con nuestra premisa anterior, desafortunadamente los padres de las clases privilegiadas, en general y con sus honrosas excepciones, no tienen principios éticos, por tanto no los enseñan a sus hijos, y tampoco cuestionan la calidad moral de sus educadores. Con que sea una universidad que agrupe a gente privilegiada y con dinero para que no tengan que rozarse con indios, con pobres o "nacos" y puedan compartir con sus compañeros actividades de altos costos económicos no les importa que se conviertan en perversos sexuales. ¿Cómo entonces, estos jóvenes van a apreciar los valores que representa Andrés Manuel López Obrador?

Estos jóvenes tienen, por decirlo así, una enfermedad congénita que a su vez heredarán a sus hijos, son los que en su mayoría injurian, odian y desprecian al movimiento por la democracia, a quienes luchan por la verdad, por la justicia y por la libertad. Esta gente no tiene remedio, ya es inútil que aprendan, porque los principios y la moralidad se aprenden en la temprana infancia, se maman por decirlo así. Esta gente no va a cambiar porque no puede, está minusválida moralmente. De manera que por más que Calderón hipócritamente diga ahora que está interesado en las clases pobres sabemos que es una más de sus mentiras. Hay ahí una cuestión de fondo que lo incapacita para ello.

Esta gente representa entre un 10-15% de la población. Una de sus representantes en el Congreso es la senadora María Irma Ortega Fajardo del Partido Verde Ecologista quien ante el plantón de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca afuera del senado exclamó: “¡Cómo es posible que por unos pinches indios no pueda entrar!” “¡Cómo es posible que estos pinches nacos tengan secuestrado el Centro, que huele a mierda y a porquería!” Sabemos que el PVEM es un partido conformado por una familia pudiente y que la mayoría de sus agremiados son personas acomodaticias y sin principios. Pero resulta que también la mayoría panista los representa y parte del PRI.

El problema es que existe una sobre representación de la clase privilegiada y el 80% de la población sólo tiene una representación minoritaria en el Congreso. Este es un problema de fondo que tiene que cambiar. La propuesta de AMLO de que los legisladores tienen que recibir sueldos más modestos es una forma de depurar al Congreso y a los cargos públicos en general, porque estas clases privilegiadas que participan en política es por su amor al dinero y no se interesan por el pueblo al que tienen que representar, ni se van a interesar nunca porque como se dijo están incapacitados para ello. Es urgente que haya una revisión de los honorarios de los miembros del Congreso y que estos perciban sueldos normales como los de cualquier profesionista, sin bonos ni prebendas. Si queremos que la clase política no sea la misma que pertenece a la que tiene un alto poder adquisitivo necesitamos separarlas. En 1990, no se ahora, en Suecia, los miembros del parlamento eran profesionistas que incluso no cobraban como congresistas sino que se mantenían de sus profesiones, he ahí un país sin desigualdad social; actualmente, en Finlandia, los congresistas ganan un salario que es más bajo que el que tenían cuando trabajaban en sus empresas, es más, ¡un maestro finlandés gana más que un miembro del Congreso!

Urge que nuestros diputados y senadores se bajen los sueldos, si no, este país no puede cambiar, ni nuestros representantes van a representar a las mayorías.