domingo, diciembre 22, 2013


EL REPUDIO A Peña Nieto..

"EL REPUDIO A Peña Nieto
No solo es valido y legal,
ES CATARTICO
Saludable, Responsable,
DEMOCRATICO y Logico"

<< LA PROLE TE ESPERA >>

Has de salir, has de salir, 
Y EL PUEBLO te va a recibir.. 
ojete TRAIDOR ==>

Esto apenas comienza...


Lo lograron. No podía ser de otra manera. Han traicionado, otra vez, a este país, al que durante  tantas décadas han ensangrentado, saqueado y humillado.
Creerán que han vencido, que nos han derrotado. Se equivocan.
Hoy, conviene estar muy claros y conscientes del peso de esta fecha, de lo que habrá de significar en nuestras vidas.
Hoy, digo, viernes 20 de diciembre de 2013, en Palacio Nacional, precisamente el mismo sitio desde donde el general Lázaro Cárdenas decretara la expropiación petrolera, Enrique Peña Nieto promulgará la reforma energética y hará volver sobre sus pasos a este país herido.
Nos moveremos, todas y todos, hacia un oprobioso pasado. Con esa firma, este mediodía, al consumarse la traición, habremos atrasado el reloj 75 años.
Qué vergüenza.
Qué tarea tan difícil y tan grande la que tenemos por delante si queremos que este país sea, algún día, más justo, más libre, más soberano, más democrático.
Juzgará un día la historia, estoy seguro, con enorme dureza a los traidores.
También y con la misma dureza hemos de ser juzgados, más temprano que tarde, quienes les hemos dejado el paso franco, quienes, pese a todo, no logramos impedir la imposición, el regreso del PRI a Los Pinos y ahora ésta: la más grande de sus traiciones.
No hay ya espacio para la neutralidad. A todas y a todos nos traicionan. A todas y a todos nos están robando.
Indigna, encabrona para ser más preciso, cómo, impúdicamente, cantan victoria los que en la cárcel deberían estar pagando sus delitos.
Encabrona su manera de mentir, su cinismo.
Encabrona la impunidad de la que siempre han gozado y que, con estas reformas, pretenden perpetuar.
Porque, no nos engañemos, de eso se trata todo esto, de crear las condiciones para que ésos, los mismos que tanto han robado, se queden durante décadas en el poder.
Duele, por otro lado, ver cómo tantas y tantos mexicanos toleran la traición sin chistar.
Duele percatarse de que la ven, la sienten ajena, distante, como si a ellas y a ellos, domesticados por la propaganda oficial, aletargados frente a la tv, atormentados por la violencia que no cesa, arrinconados por la crisis económica, no les incumbiera en absoluto lo que aquí sucede.
Como si solo de petróleo se tratara.
Como si no estuviera en juego la soberanía de la Nación y esta soberanía, hoy perdida, nada tuviera que ver con ellas y con ellos.
Como si no estuvieran rematando el patrimonio de nuestros hijos y nietos.
Lo cierto es que a todos esos que con los brazos cruzados y la boca cerrada permanecen los han hecho comulgar a punta de spots, con ruedas de molino.
Una tras otra se tragaron todas las mentiras.
Las que Vicente Fox y Felipe Calderón, empeñados en su tarea de demolición de Pemex y las instituciones, fueron contando.
Una tras otra fueron cayendo en las trampas tendidas por el PRI y Peña Nieto.
Ovejas han sido de un rebaño que, mansamente, se deja conducir al matadero.
Cantarán ahora la tv, la radio y la prensa las glorias del “gran reformador” Enrique Peña Nieto, ese que hace apenas un año y con escándalo compró la Presidencia.
Decenas de miles de spots, de inserciones pagadas en los diarios, de entrevistas a modo, de sesudos análisis y comentarios de los líderes de opinión nos hablarán del “gran avance” que para el país representa esta reforma.
Pagaremos nosotros la propaganda destinada a convencernos de que el yugo nos viene bien, de que la traición nos sienta de maravilla.
Celebrarán también en Washington y en Europa este vergonzoso episodio.
Las grandes empresas petroleras causantes del derramamiento de tanta sangre festejarán que Peña Nieto y los legisladores les extiendan patente de corso para medrar en México.
Sobre ese enorme botín, esperando su tajada, estarán los mismos de siempre.
Los políticos y funcionarios corruptos que se volvieron contratistas, que hicieron enormes negocios con la riqueza nacional y sus cómplices en el sindicato petrolero.
El PRI y el PAN que hicieron de la paraestatal su caja chica para financiar fraudes electorales, para amasar enormes fortunas personales.
Creerán, porque eso les dice la pantalla de tv, su espejo, que han vencido. No nos verán llegar pero, de eso estoy seguro, llegaremos un día a recuperar lo que nos han robado. Esto, más nos vale, apenas comienza.
http://elcancerberodeulises.blogspot.com
www.twitter.com/epigmenioibarra

MANLIO FABIO, un ‘hombre peligroso’

PREGUNTA ARDIENTE:
¿Sera el senador un capo?

 El Diario

La 'ficha' de Malio

Cuando Manlio Fabio se impuso como gobernador en la elección de 1991, por la información que recibíamos en Chihuahua de aquel proceso, había la convicción de que quien sería titular del Poder Ejecutivo en Sonora era un “pillo”.

Tres años después, siendo yo coordinar de la campaña electoral del PAN en Ciudad Juárez y Diego Fernández de Cevallos nuestro candidato a la Presidencia de la República, tras el asesinato del candidato del PRI, en el que de inmediato apareció implicado Beltrones, la opinión que nos formamos de él evolucionó: se trataba de un “hombre peligroso”,

Con esa noción tan insuficiente de quién era el personaje que sería como el “Goliat” en el capítulo que estaba por escribirse en la historia del PAN en el estado, consideramos necesario tener información de su trayectoria, de sus vínculos, de su gobierno y del alcance de su poder. únicamente con base en datos periodísticos integramos una “ficha informativa” cuyo contenido provocó mis primeros temores respecto de quien sería mi más porfiado adversario.

De sus datos generales había que registrar lo básico: nació en Villa Juárez, Sonora, en 1952, y egresó como licenciado en Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México. De su destacada trayectoria como militante del PRI resaltamos que fue subsecretario de Gobernación federal; que fue diputado federal en la LII Legislatura; presidente estatal de su partido y secretario general de gobierno de su estado.

Aunque con poca claridad en los datos y limitación en las fuentes, nos resultó evidente que poseía una cantidad importante de propiedades y se insinuaba que su origen era irregular y producto de complicidades con prestanombres y socios de dudosa reputación –como Faustino Islas Ponce, conocido como Fausto, ex secretario de Ganadería del estado y Luis Fernando Heras Portillo, ex director de Bienes y Concesiones durante su sexenio– que se hicieron de inmensas fortunas al cobijo del gobernador, a quien le atendían negocios inmobiliarios en San Carlos, Hermosillo y Puerto Peñasco. Al respecto no escarbamos más en la hemeroteca, nos pareció confirmar lo que se rumoraba de sus bienes inmuebles y de cómo se había hecho de ellos.

Otros temas de interés relacionados con Manlio y que habían sido de manejo público quedaron referidos en su “ficha” en los términos siguientes:

Fraude electoral. En 1991 el PAN atribuyó a Beltrones las irregularidades que provocaron conflictos violentos en Guaymas y Puerto Peñasco; respondió con movilizaciones masivas y un plantón permanente en Guaymas, donde el Colegio Electoral anuló la elección de presidente municipal.

Caso Colosio. Cuando mataron a Luis Donaldo, bajo la justificación de la “representación presidencial” que le asignó el presidente Carlos Salinas, Beltrones pidió al procurador general Diego Valadés que le “prestara” al asesino mientras permanecía en Tijuana, para someterlo a un irregular, ilegal y clandestino interrogatorio. Mario Aburto, el presunto homicida, aseguró que fue sacado de la delegación de la PGR con las manos esposadas y envuelto en un colchón para torturarlo en la playa y obligarlo a inculpar a alguien más.

En la madrugada del 24 de marzo, durante dos horas completas, quedó fuera del control de la Procuraduría. Las dos listas existentes que relacionan a los asistentes al interrogatorio coinciden en once nombres y difieren en otros, pero en ambas se omiten los nombres del gobernador de Sonora y de su jefe de seguridad. En el interrogatorio, el asesino confeso de Colosio ratificó lo que había dicho al rendir su declaración ministerial ante el subdelegado de la PGR, Raúl Loza Parra: que Raúl Salinas de Gortari era el autor intelectual del crimen.

Un año y medio después, Manlio fue señalado como quien recomendó a Raúl Salinas para que se le expidiera un pasaporte falso. Así lo dijo Jorge Gómez del Campo, dirigente local de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción. Cuando se encontró el documento falso en el Union des Banques Suisses con su alias de Juan Guillermo Gómez Gutiérrez, Raúl ya había transferido millones de dólares a esa institución bancaria de Suiza. Manlio rechazó las imputaciones; “no voy a decir nada”, expresó cuando la prensa le preguntó al respecto.

Armando López Ferreiro, jefe de seguridad de Beltrones, la primera vez que acudió a declarar ante la subprocuraduría especial, en mayo de 1994, no sólo omitió el tema del interrogatorio paralelo, sino que negó haber participado. Casi un año después reconoció que sí hubo un interrogatorio y que él fue siempre “observador y espectador” de lo que estaba pasando, “cumpliendo la orden del gobernador de Sonora”. De acuerdo con Arturo Germán, fiscal especial del caso Colosio, López Ferreiro fue testigo de cómo torturaron al asesino del candidato del PRI.

El gobernador de Baja California, Ernesto Rufo Appel, había dicho que: “Algo que sí me caló un poquito fue que Carlos Salinas le pidió ayuda al gobernador Manlio Fabio Beltrones y no a mí”. Declaró contundentemente que jamás encabezó “una investigación paralela” del homicidio; que las autoridades respectivas de su estado sólo se involucraron directamente en el caso durante los primeros treinta minutos después de ocurrido el homicidio: “Después de que el presidente Salinas me dijo que el procurador Valadés se haría cargo de la investigación”.

Alcides Beltrones, hermano del gobernador, compareció ante la PGR debido a que siendo administrador del aeropuerto internacional de Tijuana otorgó una credencial de éste al entonces sospechoso de haber sido el segundo tirador en el asesinato de Colosio: Othón Cortés; además había rentado el vehículo utilizado por éste y por el general Domiro García Reyes, encargado de la seguridad del extinto candidato, para trasladarse al mitin de Lomas Taurinas.

Destape de Zedillo. Siete días después del crimen, Beltrones promovió la candidatura sustituta del ahora presidente Ernesto Zedillo, mediante la exhibición, durante una reunión de gobernadores convocada por él, de un video en el que Colosio hablaba de las virtudes de Zedillo cuando lo invitó a ser el coordinador de su campaña. Salinas decidió la candidatura presidencial de manera cupular, como había decidido la del propio Beltrones para hacerlo gobernador.

Deuda y pobreza extremas en Sonora. Según Francisco Ortiz Pinchetti, la población sonorense es hoy más pobre que cuando Beltrones llegó al gobierno. El 32% de la población vive en condiciones de pobreza extrema: casi el doble que hace cinco años.

Lo más grave es que los pobres moderados se van haciendo pobres extremos aceleradamente. El gobierno privilegió el desarrollo económico a un costo elevadísimo y dejó para el futuro la satisfacción de las necesidades inmediatas de la población más pobre, que otra vez tendrá que esperar.

La deuda directa del estado se incrementó de 498 millones 114 mil pesos, reportada en 1991, a 861 millones 357 mil pesos en 1994, además de una deuda contingente de mil 986 millones. Para fortalecer la economía de la administración estatal, Jesús Alberto Cano Vélez, secretario de Planeación del Desarrollo y Gasto Público, anunció la venta de activos públicos. Su argumento: “hay problemas, sus finanzas no están al día, falta liquidez y los proyectos autofinanciables no resultaron exitosos”. El estado está peligrosamente hipotecado.

Sonora es de las entidades más endeudadas y de las que tendrán que pagar más por servicio de deuda en relación a su presupuesto asignado.

Pésima gestión de gobierno. Los resultados de la gestión pública, caracterizada por una política opresiva y absolutista, reflejan un descuido generalizado en la acción de gobierno: nulo apoyo al sector agropecuario, deterioro de la seguridad pública, narcotráfico, alarmante ola de secuestros, enorme deuda y notable incremento de la población en condiciones de pobreza.

Adalberto Rosas ha denunciado el espionaje telefónico como una práctica común en el estado porque Manlio “quiere estar informado hasta de quién mueve una hoja”; opinó que la cuenta pública “no aguanta una auscultación”; calificó a Beltrones como un mal gobernante y afirmó que el PAN tiene todas las pruebas necesarias para comprobar que el gobierno escamotea recursos federales a los municipios.

En la más reciente encuesta que califica a gobernadores de trece estados de la República, el gobernador priísta de Sonora fue de los peor calificados, con 5.5 puntos. La más alta calificación fue la de 7.2, asignada a Héctor Terán Terán, gobernador panista de Baja California.

Narcotráfico. Las principales notas periodísticas relacionadas con el narcotráfico en los años 1991-1996, revelan que este fenómeno se comenzó a “acomodar” en el estado desde la nada austera campaña de Beltrones; y que adquirió una fuerza enorme durante su gobierno. El descubrimiento de plantíos de marihuana y de narcopistas de aterrizaje; el encuentro de aeronaves abandonadas con signos de haber transportado droga, de tráileres que recorren la entidad transportando cargamentos de cocaína y la denuncia de agentes de la Policía Judicial del Estado implicados en el narcotráfico, han sido noticias frecuentes de la prensa.

El ex subprocurador general de la República, Mario Ruiz Massieu, denunció la supuesta vinculación de dos secretarios de Estado y de dos gobernadores con el narcotráfico y con el asesinato de su hermano José Francisco. Al preguntársele sobre la posible vinculación del gobernador de Sonora con el narcotráfico, respondió: “Es tan sabido que no es noticia”.

Sonora se ha convertido en el paraíso del tráfico de drogas con la complacencia de autoridades nacionales y norteamericanas. El tramo fronterizo Sonoyta-El Sásabe se ha convertido en “la puerta dorada” para cruzar la droga al estado de Arizona y por lo menos tres veces por semana aparecen los aviones que “bombardean” el mar con droga para pasarla a Estados Unidos.

Héctor Luis El Güero Palma Salazar, uno de los más grandes capos del narcotráfico en México, no es nuevo en Sonora. Es en realidad un viejo conocido de agentes policiacos y políticos. En agosto de 1994 llegó a Ciudad Obregón; mientras la PGR ofrecía jugosa recompensa a quien ayudara a su captura, lo recibieron judiciales locales uniformados y le sirvieron de escolta durante su estancia en el sur de la entidad.

Hace un año (julio de 1995) la Policía Judicial Federal detuvo a Enésimo López, señalado por su presunta relación con un cargamento de droga asegurado en Agua Prieta hace aproximadamente tres años, y a quien se le vincula con el hermano del gobernador, Orestes Beltrones Rivera, y según un informe de Ejército, es piloto del avión de este último.

En los tiempos de José Luis Larrazolo Rubio, ex comandante de la PGR en Sonora y protector de narcos, era versión pública que su “padrino” Orestes decía quién se acercaba a hacer arreglos con el narcotráfico. Su base de operación estaba en Ciudad Obregón.

Corrupción. Sonora es el segundo estado con mayor índice de corrupción, después del Distrito Federal, de un total de dieciocho entidades analizadas. Hay funcionarios públicos demandados penalmente por los delitos de abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal y enriquecimiento inexplicable.

Dirigentes de organizaciones populares, vinculadas al gobierno, reconocen que Roberto Sánchez Cerezo, secretario general de gobierno, les da dinero destinado a los movimientos sociales que encabezan. Al publicarse una nota con la información, el funcionario dijo: “no niego ni afirmo nada”.

En una encuesta nacional, realizada por los periódicos El Imparcial, El Norte, Reforma, El Norte de Ciudad Juárez y Novedades de Campeche, se revela que el 95% de los sonorenses considera que sí hay corrupción en el estado, y un 57% dijo que no confía en el gobernador. Además fue el único estado en el que se señaló el narcotráfico como uno de sus principales problemas.

Según una encuesta reciente, en comparación con la administración de Rodolfo Félix Valdés, la corrupción del sexenio de Manlio aumentó y sólo fue superada por cuatro entidades del país.

Cooptación de la prensa. La mayoría de los medios de comunicación y una gran cantidad de reporteros y columnistas están cooptados por el gobierno; padecen de mutismo impuesto, que les hace eludir la crítica a Beltrones y los convierte en cómplices de sus acciones contra la sociedad y los partidos de oposición.

Con estos antecedentes registrados antes de mi establecimiento en Sonora, Manlio Fabio Beltrones, al dejar de ser gobernador, además de ocuparse de asesorar a gobiernos en forma profesional, fue secretario general del Comité Ejecutivo Nacional de la CNOP, otra vez diputado federal, senador y coordinador de su bancada. Con información adicional, a la “ficha” que hicimos en 1996 hoy podríamos agregar por lo menos estos datos:

Confirmación de nexos con el narco. La revista Proceso cita en un reportaje publicado por The New York Times titulado “Vínculos con la droga manchan a dos gobernadores mexicanos. La sombra en la frontera. Un reporte especial”, según el cual Beltrones “colabora con uno de los más poderosos narcotraficantes, creando un refugio para contrabandistas que transportan enormes cantidades de droga a Estados Unidos, de acuerdo con funcionarios estadounidenses e informes de inteligencia y basados en abundante evidencia”. Según un estudio realizado por analistas de la DEA, está bien documentado que Manlio Beltrones está asociado con la organización criminal de Amado Carrillo Fuentes.

El director de la policía antinarcóticos de Suiza, Valentín Roschacher, informó sobre las transacciones financieras de Raúl Salinas, involucrándolo con miembros del grupo de poder del sexenio de Carlos Salinas en operaciones dudosas en vinculación con el narcotráfico.

El documento afirma que Jorge Carrillo Olea y Manlio Fabio Beltrones, ex gobernadores de Morelos y Sonora respectivamente, “tuvieron relaciones con el difunto Amado Carrillo Fuentes”, conocido como El señor de los cielos, capo y fundador del Cártel de los Carrillo Fuentes, que según los suizos operó también bajo la protección de Raúl, Mario Ruiz Massieu y el general Jesús Gutiérrez Rebollo, ex comisionado del desaparecido Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD).
Un reporte del FBI cita declaraciones atribuidas al testigo protegido José Tomás Colsa McGregor, asesinado en julio de 1997, quien junto a varios gobernadores mexicanos mencionó a Beltrones como involucrado con capos de la droga, a los que brindaban protección.

Pretendiendo justificar a su amigo y jefe político, Germán Uribe, ex secretario particular de Manlio, distingue y precisa: “no es lo mismo ser narco que tener amigos narcos”.

Tráfico de influencias. Como presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, por medio de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, Manlio favoreció con contratos a la empresa Aregional, de la que es socio, lo que desembocó en una propuesta de punto de acuerdo para auditar esos convenios. El secretario técnico de dicha comisión legislativa, Jesús Alberto Cano Vélez, había sido secretario de Planeación del Desarrollo y Gasto Público durante su gobierno en Sonora, y era su socio en la consultora beneficiada. Un claro conflicto de intereses. Después se supo que Beltrones dio “asesorías confidenciales” a Roberto Madrazo Pintado para limpiar su administración estatal –se entiende del gobierno del Tabasco– para poder contender sin problemas por la candidatura presidencial del PRI.

Más adelante, salió a la luz pública que la Secretaría de Gobernación había otorgado 198 permisos para el funcionamiento de centros de apuestas a siete corporativos nuevos, entre éstos, la empresa Divertimex, la cual fue autorizada para operar el galgódromo de Hermosillo y siete centros de apuestas remotas. Su principal accionista o cabeza visible es –se dijo– Faustino Islas Ponce, su colaborador en el gobierno.

http://www.diario.com.mx/nota.php?notaid=f19bcc3f4450e5064a0345b1bb421c26

DENUNCIAS DE LOS SERVICIOS DE SEGURIDAD ESTADOUNIDENSES

Acusan a dos gobernadores mexicanos de narcotráfico


Gobiernan los estados de Sonora y Morelos · Permitirían el ingreso de droga a los EE.UU. · Los narcos ganan en México 10.000 millones de dólares al año · El 60% lo emplean para sobornar a las autoridades

MANLIO BELTRONES RIVERA

(WASHINGTON. The New York Times. Especial para Clarín).- Manlio Beltrones Rivera, gobernador del estado mexicano de Sonora, limítrofe con los Estados Unidos, colabora con el poderoso narcotraficante Amado Carrillo Fuentes y permite el transporte por esa región de gran cantidad de droga hacia territorio norteamericano, según fuentes de inteligencia de Washington. Beltrones participó de varias reuniones con Carrillo Fuentes, en las que el narcotraficante, uno de los más influyentes del mundo, pagaba a los políticos que protegían sus operaciones. 

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lunes, noviembre 04, 2013

Raro eclipse híbrido recorre el planeta

CIUDAD DE MÉXICO (03/NOV/2013).- Este domingo 3 de noviembre se pudo observar en gran parte de nuestro planeta un raro eclipse híbrido de Sol. El fenómeno no fue visible en México, sólo se observó en África, norte y sureste de América y Europa, de forma parcial o total dependiendo de la zona. Según CNN, un eclipse de este tipo no ocurría desde 1854. En Gabón, oeste de África, se pudo ver el eclipse total. En el punto máximo del fenómeno sobre la tierra en el centro de Gabón, en donde el Sol estuvo oculto durante aproximadamente un minuto. El eclipse será el último del año. Se llama eclipse híbrido a aquel que se produce cuando la Luna está muy cerca de la Tierra como para bloquear por completo el Sol, además de que en algunas zonas se muestra como anular y en otras como total. Gran expectación en Kenia Miles de personas se dieron cita para ver el eclipse total de Sol en Kenia, el lugar donde mejor se podrá contemplar ese fenómeno celeste en todo el planeta. La expectación fue máxima en el Parque Nacional de Sibiloi, en la orilla oriental del Lago Turkana (norte), donde se concentraron numerosos kenianos y turistas extranjeros para ser testigos del eclipse, que duró unos quince segundos.

Los Ilegales (Ricardo Flores Magon)

El verdadero revolucionario es un ilegal por excelencia. El hombre que ajusta sus actos a la ley podrá ser, a lo sumo, un buen animal domesticado; pero no un revolucionario. 

La ley conserva, la revolución renueva. Por lo mismo, si hay que renovar hay que comenzar por romper la ley. 

Pretender que la revolución sea hecha dentro de la ley, es una locura, es un contrasentido. La ley es yugo, y el que quiera librarse del yugo tiene que quebrarlo. 

El que predica a los trabajadores que dentro de la ley puede obtenerse la emancipación del proletariado, es un embaucador, porque la ley ordena que no arranquemos de las manos del rico la riqueza que nos ha robado, y la expropiación de la riqueza para el beneficio de todos es la condición sin la cual no puede conquistarse la emancipación humana. 

La ley es un freno, y con frenos no se puede llegar a la libertad. La ley castra, y los castrados no pueden aspirar a ser hombres. 

Las libertades conquistadas por la especie humana son la obra de los ilegales de todos los tiempos que tomaron las leyes en sus manos y las hicieron pedazos. 

El tirano muere a puñaladas, no con artículos del código. 

La expropiación se hace pisoteando la ley, no llevándola a cuestas. 

Por eso los revolucionarios tenemos que ser forzosamente ilegales. Tenemos que salirnos del camino trillado de los convencionalismos y abrir nuevas vías.

domingo, octubre 27, 2013


La utilidad de la luna

Texto completo de la ponencia sobre cultura y lectura presentada por el escritor colombiano ante los académicos de la lengua española, que sesionó esta semana en Panamá.

Sabemos que al llegar a su exilio en la isla de Jersey, en 1852, Victor Hugo exclamó: “Miraré el mar”, y que Francois su hijo le respondió: “Yo traduciré a Shakespeare”. Borges ha dicho que en ese diálogo está implícita la vastedad del mar y la vastedad de Shakespeare. Sin saberlo, ambos estaban formulando de nuevo la comparación audaz que está en el soneto “Al abrir por primera vez el Homero de Chapman”, donde John Keats relaciona el descubrimiento de un libro con el descubrimiento de un mar. Aunque el joven Keats, que no tuvo tiempo de leer mucho, haya confundido en su poema a Balboa con Cortés, quizás porque pensaba menos en un hombre que en un arquetipo del explorador de mundos, la humanidad le ha perdonado su error y ha preferido recordar la metáfora: el hombre que se asoma por primera vez a un libro es como el descubridor que ve aparecer el océano Pacífico, en silencio, desde una cumbre del Darién.
El niño recibió por primera vez el libro en la voz de un anciano. Había en ese relato tierras fantásticas, ladrones, hombres que se transformaban en perros, mujeres que se convertían en yeguas, polemistas capaces de encerrar en una alforja a todo Egipto con sus camellos, sus pirámides y el inmenso desierto.
Eran tiempos de guerra y aquel libro oral de los atardeceres era un refugio contra la rudeza del mundo, una prueba de que en la vida no sólo hay crueldad sino también belleza, milagro y salvación. El anciano creía darle un cuento, pero el niño recibió una llave, con la que abriría después las bibliotecas. Para leer, lo primero que se requiere es la necesidad de escapar hacia otros mundos, la necesidad de soñar despiertos.
Después un maestro con el que nunca había hablado puso en sus manos otro libro, hecho de papel y de tinta, pero al cerrarlo el muchacho no recordaba haber visto renglones llenos de letras sino un joven que intentaba volar desde un tejado, un hombre que jugaba a las cartas con el diablo, unas montañas llenas de historias.
Aprendió que los libros son objetos mágicos. Basta abrir uno, y ya estamos en el tren de Varsovia que se dirige a todo vapor a San Petersburgo, viendo cómo conversan unos aristócratas empobrecidos; basta abrir otro y ya estamos a bordo de un barco perseguido por un dios; o en un viaje hacia el centro de la tierra, o en un castillo que tiene la forma de una calavera; o en una ciénaga donde hay un perro endemoniado.
Se preguntó por qué una de las primeras cosas que atrapan a los seres humanos son las historias de terror. No ha de faltar Edgar Allan Poe en el camino. Pero es que el mundo es esencialmente un sitio peligroso, y tal vez sea necesario vacunarse temprano contra el espanto, aplicándose unas pequeñas dosis.
Cuando  alguien dijo que no se les deben contar cuentos de hadas a los niños porque los hacen sufrir, Chesterton respondió que lo que nos enseñan los cuentos no es que existe el miedo sino que es posible triunfar sobre él, que los peligros unen a los seres humanos, que el dolor despierta en nosotros la compasión, que los débiles pueden triunfar sobre los fuertes, que los fuertes deben luchar contra su propia fortaleza, que si algo nos da libertad y capacidad de resistir son las flores de la imaginación.
Hoy se piensa que los libros son mercancías: pero en realidad son lámparas en las que pueden estar guardados unos genios imprevisibles. Y aunque no toda lámpara tiene genio, lo que brota de ellos también depende de lo que hay en el alma del hombre que frota la lámpara. Porque leer de verdad no es consumir sino crear, y a menudo son los lectores quienes les revelan a los autores qué fue lo que en realidad escribieron.
El autor no es dueño del sentido de lo que ha escrito. Un creador escribe, no para comunicar algo que ya sabía, sino para descubrir algo que ignoraba. Al acto de escribir lo llamamos creación porque se espera que en ese proceso surjan cosas nuevas, que el autor sea el primer sorprendido con ellas. Paul Valery dijo que el ser humano “es absurdo por lo que busca y es grande por lo que encuentra”, y Franz Kafka dijo algo aún más perturbador: “El que busca no halla, pero el que no busca es hallado”.
Un escritor no tiene que saber plenamente qué es lo que ha hecho, pero debe tener la certeza de que lo hizo con rigor, con responsabilidad y con pasión. Cervantes podía creer que estaba contando apenas la fábula divertida de un hombre que enloquece después de leer muchos libros y que se lanza a vivir aventuras que sólo ocurren en su imaginación, pero no llevaríamos cuatro siglos extrayendo de ese libro toda clase de enseñanzas, descubriendo en sus palabras uno de los más complejos retratos de la humanidad, si Cervantes no hubiera puesto en el libro toda su capacidad creadora, su energía vital, la necesidad de darle a su vida un rumbo y un sentido.
Los editores saben que el que imprime un libro imprime un enigma. Acaso sea posible lograr con ciertos libros un éxito inmediato, pero se necesita criterio y conocimiento profundo de la humanidad para saber si un libro permanecerá entre los seres humanos porque es necesario.
Borges dijo que Cervantes, para huir de los reinos de la mitología, les opuso la seca realidad de Castilla, pero que su libro convirtió la seca realidad de Castilla en mitología. La historia y el mundo son de hierro y de piedra, pero, unas generaciones después, los hechos ya son otros y el mundo también. La aplastante realidad, que parecía prometida a la duración y a lo eterno: Carlomagno, Carlos V, Napoleón, Hitler, la Segunda Guerra Mundial, el Imperio Británico, la Unión Soviética, las grandes revoluciones, todo se vuelve fantasmal e intangible. Si queremos volver a tener noticias de su grandeza, tendremos que buscarla en los libros.
Hay libros que ayudan a ver hechos, libros que ayudan a entenderlos y libros que ayudan a vivirlos. Crónicas periodísticas, relatos históricos, novelas: esta edad juega a disolver las fronteras entre los géneros. Juega a concebir un libro que sea crónica, relato y novela, y que a esa conjunción podamos llamarla poesía. Tal vez en ese sentido hablaba Eliot de las diferencias entre la información, el conocimiento y la sabiduría.
Sabemos que todo libro es ficción, porque la realidad no es verbal. La realidad es infinita y simultánea, y convertir esa complejidad en el hilo sucesivo de un relato parece una mera simplificación. Pretender que toda Roma desplomándose está en el libro de Gibbon parecería un delirio. Y sin embargo cuando leemos ese libro, tenemos la nítida impresión de que estamos viendo a Roma, minuciosa y poderosa, viviendo y desplomándose. Entonces comprendemos que la ficción no es lo contrario de la realidad sino que puede ser su síntesis.
Hay autores en los que todo parece nuevo y revelador, un continente apareciendo ante los ojos de los exploradores, un volcán arrojando magmas desconocidos. Pero también dijo Borges que todo lo nuevo arroja luz sobre sus precursores: cuando aparece Joyce descubrimos ciertas aventuras de Dickens, cuando aparece Borges descubrimos ciertas audacias de Chatterton, cuando aparece la Ilíada de Chapman descubrimos una metáfora nueva para la aventura de Balboa.
Pero hay que saber que el que compra un libro todavía no es su dueño. Que un libro sea el más vendido es buena noticia para el autor y los editores, pero todavía no es un triunfo para la humanidad. Podría ser mejor noticia saber cuál es el libro más prestado.
Hubo edades en que los libros no eran en absoluto mercancías. Cuando el mítico Homero moduló la Ilíada y la Odisea, no se les podía prohibir a los rapsodas que memorizaran los libros y los recitaran ante los auditorios en las ciudades griegas. Es más: leyendo el diálogo de Platón Ion o de la poesía, he sentido el asombro de descubrir que en Grecia no sólo se consideraba poeta al que creaba un libro sino también al que se lo apropiaba. El rapsoda afirma que sólo Homero lo conmueve y lo inspira: de modo que para ser rapsoda también se necesita inspiración. El poeta creador se apoderaba mágicamente del alma del rapsoda y lo convertía en su médium.
Los libros se trasmitían de un modo oral, y era un triunfo que mucha gente se apropiara de ellos. Ello nos lleva a pensar que el proceso de apropiación de un libro es complejo: el verdadero dueño de un libro no es el que lo compra sino el que lo lee, y el verdadero poseedor de los libros no es el que más libros lee sino el que los lee mejor.
En esta época en que nos tiraniza la estadística: quién vende más libros, quién lee más libros, quién tiene más libros, quién lee más rápido, no sólo conviene hallar respuestas sino cambiar de preguntas.
Sin duda ha de ser difícil empezar a leer, cuando vivimos en esto que ahora llaman la sociedad de la información. Porque hay que contrariar al menos tres males conjugados: la telaraña de las desdichas cósmicas que vierten sobre nosotros día y noche los informativos, la avalancha de datos que circulan sin contexto, y la sensación de que los hechos no tienen causa, una sensación nacida del puro frenesí de la actualidad, de una suerte de síndrome del presente puro.
Nuestra época nos crea la ilusión de que hay que saberlo todo, pero igual nos impone el deber inmediato de olvidarlo: nos contagia la alarma ante el presente y la irresponsabilidad ante el pasado. Esta época multicultural es Babel por el hormigueo de sus textos y sus muchedumbres, pero es Alejandría por esa doble tendencia de acumulación y de olvido. También fue Kafka quien dijo en su clásico tono sombrío que no estamos construyendo la torre sino el pozo de Babel.
Hay un ritmo de la lectura que parece condicionado por las urgencias de la época, pero es preciso recordar que hay otro ritmo que depende del texto mismo, y otro ritmo que depende de la atención del lector. Es cierto que hay libros cuya lectura casi no nos permite detenernos, porque los gobiernan la intriga, el encadenamiento de los hechos, la sospecha, la curiosidad, la necesidad de un desenlace; pero hay textos cuyo secreto se libera lentamente, como esos sabores que se expanden y se demoran en el paladar, como esos licores que tardan en obrar su efecto.
Y en cuanto a la velocidad, que es uno de los dioses más crueles de la época, más vale desconfiar. Montaigne decía que el brío de un potro no se mide por su velocidad sino por su capacidad de parar en seco. También podemos decir que la sabiduría de un lector no sólo está en saber avanzar sino en saber detenerse.
Leer es como viajar. Una de las ineptitudes del turismo consiste en que sus protagonistas aspiran a regresar siendo los mismos que eran al partir. El viaje es otra cosa, y Derek Walcott tiene razón en su discurso de Estocolmo, cuando dice que el viajero, a diferencia del turista, es el que entra en contacto con el mundo al que visita, que no busca sólo una presurosa fotografía para su colección, o un recuerdo pintoresco, sino que se atreve a vivir ese mundo, y hasta corre el riesgo de llegar a pertenecerle.
En su poema El viaje, Baudelaire afirmó que los verdaderos viajeros son aquellos que parten por partir. También dice que son una fortuna esos viajes en los que el objetivo se desplaza y se aleja. Y en otro poema, Puesta de sol romántica, declara: “Pero persigo en vano a un dios que se retira”. Esa idea de una isla que se aleja a medida que avanzamos hacia ella, de un objetivo que se desplaza, la idea de que lo que busca el viajero es algo que también va de viaje, puede corresponder a una idea de la lectura distinta de la que suele proponernos nuestra costumbre.
La lectura ha tenido muchas veces en las iglesias y en los estados enemigos feroces. Pero sentimos el temor de que los dos más cordiales enemigos de la lectura terminen siendo la industria editorial y la academia. Cordiales, porque no hay duda de que están muy interesados en que la gente entre en contacto con los libros, pero enemigos, porque no se dan cuenta de que su interés primordial no es siempre la aventura de leer.
La industria editorial en nuestras sociedades, al mismo tiempo que pone el énfasis en la venta de libros, debería ponerlo también en la multiplicación de las experiencias de lectura. A diferencia de las sociedades opulentas, donde los peligros son otros, ¿no está contribuyendo aquí la sociedad de consumo a dificultar ese ejercicio mágico de apropiación del libro por los lectores? Quiero decir que en ninguna parte es tan urgente poner los libros al alcance de los seres humanos, como prioridad de un modelo de civilización.
Cuando acceder al libro es sobre todo una dificultad, ¿por qué quejarnos de que la gente esté leyendo menos? Si en países como España la caída en la venta, y quizás en la lectura de libros, coincide con la crisis económica y social, con la disminución de los recursos, es fácil entender lo que ocurre en sociedades donde lo normal es la crisis. Y ello debería sugerir nuevas estrategias de publicación y divulgación.
Sería absurdo, además de inútil, pretender que la industria editorial renuncie al orden comercial que la define, que se dedique a subsidiar a los que no tienen recursos: pero no sobraría que situándose en el contexto de sociedades pobres o empobrecidas, no se limitara a ofrecer libros sólo a quienes pueden  comprarlos, y se ingeniara la manera de hacerlos accesibles para muchos que los desean y los necesitan.
¿Quién no se ha privado de comprar un libro exclusivamente porque aunque todas las potencias del alma lo anhelaban, “la flaca bolsa de irónica aritmética” como la llamó León de Greiff, no podía responder al desafío? ¿Tienen que resignarse las sociedades a la injusticia de que muchos que anhelan un libro por su belleza, su poder, su elegancia editorial o su refinamiento estético, tengan que privarse del placer, porque no alcanzan los recursos?
Sé que tengo, como todos los escritores, el deber de rechazar la piratería de libros, aunque en el fondo no veo a la industria editorial tan alarmada con ese fenómeno. Acaso sabe que los que compran libros piratas no son los mismos que compran libros legales, que el target, como lo llaman los publicistas, es distinto, y que no hay en realidad competencia.
Pero la piratería sólo se acabará cuando los libros se hagan para todos, pensando en la capacidad adquisitiva de todos. No podemos hacer libros costosísimos y censurar a las comunidades pobres ansiosas de leer, que se resignan a réplicas defectuosas, a versiones degradadas del original.
Hay aquí un conflicto estimulante para la imaginación. Cuando se habla de la crisis de la lectura, más que de una indiferencia de los lectores, estamos hablando de la falta de un compromiso profundo de los estados, las dirigencias culturales y la industria editorial, para responder a las necesidades de una sociedad.
También he hablado de la academia. Nadie duda del desvelo de los maestros por lograr que sus alumnos lean. Pero muy a menudo utilizan unos mecanismos que pueden ser fatales: volver la lectura obligatoria, o imponerle una finalidad demasiado precisa. Yo no creo ser un gran lector: soy un lector que disfruta con ciertos libros, y que no puede vivir sin leer, y sobre todo sin releer, lo que le gusta. Pertenezco al curioso género del lector que no siempre logra terminar los libros, pero que no puede dejar de leer todo el día toda clase de cosas.
Y para ser ese lector desordenado pero apasionado, caprichoso pero laborioso, nada me ayudó tanto como no haber considerado nunca la lectura una obligación. Nunca he leído un libro sólo porque fuera importante, nunca lo terminé porque fuera un deber hacerlo. Al comienzo leía los libros que llegaban a mis manos: con los años he aprendido a buscarlos. Incluso tengo una teoría un poco estrafalaria acerca de que ciertos libros se las ingenian para llegar a ciertos lectores. Los libros de Hermann Hesse, por ejemplo, tenían en otro tiempo, y quizás la conservan, la curiosa capacidad de caer siempre en las manos de los muchachos de catorce años y perturbarles la vida.
Me gusta más que sean los libros los que encuentren a los lectores y los lectores los que encuentren los libros, como en un juego de azar ligeramente dirigido, y no que se imponga toscamente la obligación. Todo requiere sutileza, todo requiere una pequeña fracción de misterio: y las pesadas obligaciones no suelen tener lo uno ni lo otro. Más eficaz es el contagio, más poderosa es la tentación. Más sutil era el padre de Emily Dickinson que le regalaba libros a su hija con la recomendación de que no los leyera, para que no perturbaran su espíritu. Y tal vez más misteriosa era la iglesia católica que volvió tan populares a Voltaire y a Vargas Vila por el curioso camino de prohibir su lectura.
Cervantes decía que su voracidad de lector lo hacía leer hasta los papeles que encontraba en las calles, y no deja de ser conmovedor tratar de imaginar qué clase de papeles podían ser los que se encontraban por las calles en un mundo como la España del siglo XVI, tan escasa en papel comparada con nuestra época, y con una imprenta tan recientemente inventada. Igual tenemos la anécdota de Chesterton, quien una vez subió a un tren para viajar de Londres a alguna ciudad de provincia, y sólo cuando el tren echó a andar comprendió trágicamente que no llevaba nada qué leer. Se entretuvo un rato leyendo en las paredes del vagón las placas que informaban sobre la locomotora, los talleres y las fechas de fabricación. Finalmente, por suerte, encontró en sus bolsillos, que tienen fama de haber sido vastos y hospitalarios, el prospecto de una medicina, y tuvo suficiente material de lectura para no enloquecer hasta la siguiente parada. Los entiendo, porque la lectura, siendo tantas cosas tan altas y tan profundas, es también un vicio, y es acaso, en esta tremenda edad de adicciones, la más noble y salvadora de las adicciones humanas.
Ya he dicho que hoy hay muchas cosas que conspiran contra la lectura; la manía superficial de la información, el espacio saturado de textos imperativos, ciertas pantallas en las que el fantasma del mundo irrumpe a cada rato proponiéndonos cambiar de ocupación. Y los maestros saben como nadie de esa dificultad contemporánea, porque aprender a leer es aprender a estar solo, a menudo aprender a estar quieto, aprender a dialogar consigo mismo, aprender a abandonar la multiplicidad de las inquietudes de la mente, la divagación fragmentaria, y acceder a concentrarse, a seguir el curso de una idea, de una trama, de una intriga, de una argumentación, de una fantasía.
Leer, como viajar, es desprenderse de la orilla habitual a la que se pertenece, y que se cree conocer, y avanzar hacia un objetivo que se desplaza, que cambia a medida que avanzamos, es caminar hacia un dios que se retira. Con ello quiero decir que no podemos saber de antemano lo que buscamos; que es un mal maestro el que cree saber todo lo que va a encontrar una persona en un libro, y también el que cree que en un libro todas las personas encuentran lo mismo.
Una vida de fragmentarias pero intensas lecturas me ha enseñado que leer en realidad es leerse, que lo que se encuentra en los libros, no sólo de ficción sino en textos que aparentemente contienen verdades más objetivas, depende mucho del lector. El autor nos ofrece una partitura; el lector es un intérprete, que pone la ejecución, la manera y la música. Creo que cuando terminamos de leer un libro no sólo hemos conocido al autor sino que nos conocemos un poco más a nosotros mismos.
Creo que es importante que no sepamos de antemano lo que vamos a hallar, y se equivoca el jurado que piensa que es posible saber enseguida qué aprendió el lector. Porque memorizar los textos no siempre supone un aprendizaje. Hay lecturas que sólo liberan sus consecuencias mucho tiempo después del momento en que cerramos el libro. Una lectura verdadera no es un momento de la vida: es algo que permanece, cuyo sabor no nos abandona, cuyas revelaciones son graduales o tardías, algo que sigue en nosotros, creciendo y transformándose.
Por eso es grave y estéril que se pretenda imponerle a la lectura unas finalidades demasiado limitadas. Deberíamos ser capaces con frecuencia, como decía Baudelaire, de partir sólo por partir, de leer sólo por leer. Responder al utilitarismo y a la manía de instrumentalizarlo todo, atendiendo al sentido del verso de Lugones:
Y la luna servía para mirarla mucho.

No tenemos que preguntarnos siempre para qué leemos. Tampoco tenemos que saber siempre para qué vivimos, para qué amamos. Leer debería ser una de esas cosas que se justifican por sí mismas. Eso no significa que no nos dé grandes frutos, significa que no deberíamos subordinar el placer de las músicas verbales, de las fábulas, de las tramas, de los conjuros, de los pensamientos, a una finalidad, a un propósito siempre consciente; más bien deberíamos permitir que la lectura obre en nosotros su trabajo secreto.

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domingo, octubre 13, 2013

DETENER TODO PARA MOVER A MEXICO---> #14OctParoNacional



Banco Mundial: 5 días separan al planeta de una catástrofe económica global

El mundo podría acabar en un desastre económico dentro de unos días si los políticos estadounidenses no llegan a un acuerdo cuanto antes, alertó el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim. Texto completo en: http://actualidad.rt.com/economia/view/108350-banco-mundial-catastrofe-eeuu-deuda

Dentro de 5 días, el 17 de octubre, EE.UU. podría llegar al límite de su deuda federal de 16,7 billones de dólares, recuerda Jim Yong Kim, el presidente del Banco Mundial. Estamos en "un momento peligroso" si los políticos estadounidenses no llegan a un acuerdo sobre la ampliación del techo de la deuda para evitar el impago nacional, alertó. "Insto a los políticos estadounidenses a encontrar una solución antes de que se alcance el techo de la deuda. La falta de acción podría desembocar en el crecimiento de los intereses, la caída de la confianza y el freno del desarrollo", dijo Jim Yong Kim, que encabeza el Banco Mundial desde 2012. "Podría ser un desastre para el mundo en desarrollo, lo que a su vez dañaría también los países desarrollados", subrayó. Para saber más sobre la crisis en EE.UU., lea nuestros artículos: La deuda de EE.UU. toca techo: las 5 claves y China y Japón serán los primeros a quien tumbe el impago de EE.UU.

A Camarena lo ejecutó la CIA, no Caro Quintero

Una historia que parece sacada de una compleja novela de espionaje acaba de estallar en la televisión estadunidense: Enrique Kiki Camarena, el policía de la DEA asesinado en México en febrero de 1985, aparentemente no fue víctima del capo mexicano Rafael Caro Quintero sino de un oscuro integrante de la CIA. Este sujeto fue el encargado de silenciar al agente antinarcóticos por una grave razón: había descubierto que Washington se asoció con el narcotraficante y usaba las ganancias del trasiego de estupefacientes para financiar las actividades de la contrarrevolución nicaragüense. 

Enrique Kike Camarena.


WASHINGTON (Proceso).- Tres exagentes federales estadunidenses decidieron acabar con un silencio de 28 años y confiaron simultáneamente a este semanario y a la cadena estadunidense Fox News una información “bomba”: Enrique Kiki Camarena no habría sido asesinado por Rafael Caro Quintero –capo que purgó una sentencia por ese crimen– sino por un agente de la CIA. La razón: el integrante de la DEA descubrió que su propio gobierno colaboraba con el narco mexicano en su negocio ilícito.
En entrevistas con Proceso Phil Jordan, exdirector del Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC); Héctor Berrellez, exagente de la administración antidrogas de Estados Unidos (DEA), y Tosh Plumlee, expiloto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), aseguran tener las pruebas de que el propio gobierno estadunidense ordenó la ejecución de Kiki Camarena en 1985, y además señalan al siniestro personaje cubano Félix Ismael Rodríguez como el asesino.
“Fui yo quien dirigió la investigación de la muerte de Camarena”, dice Berrellez y agrega: “Durante esta investigación descubrimos que algunos efectivos de una agencia de inteligencia de Estados Unidos, infiltrados en la DFS (la mexicana Dirección Federal de Seguridad), participaron también en el secuestro de Camarena. Dos testigos identificaron a Félix Ismael Rodríguez. Ellos eran de la DFS y nos dijeron que incluso él (Rodríguez) se había identificado como ‘inteligencia norteamericana’”.
La historia oficial y la versión que sigue sosteniendo la DEA es que a Kiki Camarena lo secuestró, torturó y asesinó Caro Quintero en febrero de 1985 en venganza porque el estadunidense había descubierto sus enormes sembradíos de mariguana y su centro de procesamiento en el famoso rancho El Búfalo.
Félix Ismael Rodríguez, El Gato, tiene uno de los historiales más turbios de la intervención de Estados Unidos en Centroamérica, principalmente en Nicaragua. A este cubano –quien participó en la frustrada invasión a Bahía de Cochinos y luego en la Guerra de Vietnam– se le atribuye la captura y por ende el asesinato del Che Guevara en Bolivia el 9 de octubre de 1967.
Facilidades a Caro
En entrevistas por separado Jordan, Berrellez y Plumlee coinciden en muchos de los detalles de la reconstrucción de los hechos que habrían llevado a la CIA a decidir la eliminación de Camarena.
La historia que describen los tres exagentes se inicia con el señalamiento de que El Gato Rodríguez, además de estar infiltrado en la DFS llevó a México a un hondureño llamado Juan Matta Ballesteros, figura conocida por los narcotraficantes colombianos.
En México, según los entrevistados, la misión de Matta era conseguir droga en Colombia para el Cártel de Guadalajara, dirigido por Caro Quintero en los ochenta. Al narcotraficante mexicano el gobierno estadunidense le daba facilidades para vender cocaína, mariguana y otros estupefacientes donde quisiera. A Washington le convenía, porque participaba de las ganancias.
La parte del dinero que recibía la CIA –representada en México por Rodríguez a través de Matta– se hacía llegar a los contrarrevolucionarios de Nicaragua, La Contra, en forma de armas y otros equipos militares. Así Estados Unidos financiaba la lucha irregular contra el régimen sandinista, encabezado entonces por el actual presidente del país centroamericano, Daniel Ortega.
(Fragmento del reportaje principal que se publica en Proceso 1928, ya en circulación)

 

Los corredores de alta frecuencia y el peligro de un crack bursátil

Una de las caída en Wall Street.
Foto: AP

 
BRUSELAS (apro).- Poco antes del mediodía del jueves 12 de julio de 2012, Joe Saluzzi, fundador y socio de la agencia de bolsa Themis Trading, quedó atónito ante lo que veía en un monitor de su oficina de Manhattan conectado al mercado bursátil de Wall Street.
Todo comenzó cuando Saluzzi ajustó la terminal sobre los títulos de la trasnacional Coca-Cola.
“La gráfica que aparece en naranja sobre fondo negro lo deja sin voz. En una oscilación tan poderosa como regular, la acción dibuja unas olas. Esas pulsaciones, amplias y simétricas, no tienen nada que ver con los movimientos cotidianos de la bolsa, erráticos y difícilmente previsibles. Esta sucesión de picos y hondonadas sigue un ritmo preciso”, narra el libro titulado Krach Machine, cómo los traders de alta frecuencia amenazan con hacer estallar la bolsa, de los periodistas suizos Frédéric Lelièvre y François Pilet.
“Los movimientos se realizan en cadencia, en ciclos de una hora… Treinta minutos de descenso durante media hora, seguido de treinta minutos precisos de alza. Y va de nuevo. La acción de un grupo que pesa 172 mil millones de dólares en la bolsa de Nueva York pulsa sobre las pantallas como un electrocardiograma gigante. Más inquietante aún: el título (de Coca-Cola) no es el único afectado. McDonald’s, IBM y Apple siguen el mismo movimiento cronometrado”.
Saluzzi escribió en la ventana de un programa de discusión en directo: “Esta cosa no es humana, esto no tiene sentido”.
El extraño fenómeno bursátil, que desapareció media hora antes del cierre de Wall Street, a las 17:00 horas locales, no fue reportado por la prensa ni por las agencias de información financiera, recuerdan los autores, y la Securities and Exchange Commission (SEC), la agencia del gobierno de Estados Unidos que aplica la ley en los mercados de valores del país, no abrió ninguna investigación al respecto.
Riesgo fatal
Como sacado de un guión de ciencia ficción, la anomalía fue generada por alguno de los programas informáticos, llamados algoritmos, que fondos especulativos y bancos internacionales han diseñado sigilosamente con la finalidad de pasar órdenes de compra y venta de títulos de manera autónoma, sin intervención humana, con el objetivo de realizar “el sueño más viejo del mundo de la finanza: ganar siempre, al menos en la teoría”, precisan los autores.
Editores de las secciones de economía y finanzas del periódico Le Temps y el semanario Le Matin Dimanche de Suiza, respectivamente, Lelièvre y Pilet realizaron una profunda investigación tras la que concluyen que el sistema financiero internacional se dirige hacia un “fatal crack bursátil” si persiste la incontrolable y frenética actividad de los algoritmos que utilizan sin escrúpulos algunos corredores (traders) de alta frecuencia (HFT, por sus siglas en inglés).
Esos programas son capaces de transmitir diariamente una gigantesca cantidad de órdenes de intercambio de títulos que pueden generar millones de dólares de ganancias. A través de las operaciones de alta frecuencia se realiza 60% del número de transacciones en Estados Unidos y 40% en Europa.
Apoyada en documentos judiciales de Estados Unidos, principalmente, y en testimonios inéditos de actores directamente involucrados en el tema, la investigación ha atrapado la atención de la prensa europea por la detallada recreación que hace de los episodios en que esos algoritmos han desestabilizado las bolsas y que sólo suelen conocer quienes están inmersos en el sector.
En entrevista telefónica con Apro desde Ginebra, Lelièvre señala:
“La manipulación de la bolsa es un riesgo que existe desde que la bolsa existe. Pero el trading de alta frecuencia representa una nueva manera de hacerlo y lo ha vuelto prácticamente indetectable, ya que es muy complicado probar la manipulación”.
El libro expone que la bolsa NYSE Euronext, creada en 2007 con la fusión de Wall Street y las bolsas europeas, y en la que cotizan 4 mil 500 empresas, permite a sus clientes de alta frecuencia transmitir sus órdenes en 0.037 milisegundos, es decir a una velocidad 6 mil 756 veces más rápida que un abrir y cerrar de ojos.
Para ello fue necesario construir en un hangar de 30 mil metros cuadrados en la periferia de Londres, en Basildon, un inmueble a prueba de bombas, protegido de las ondas electromagnéticas y sobre el que no pasan corredores aéreos, en donde se reunieron los servidores de las bolsas y aquellos de los traders, ajustados al microsegundo.
Los periodistas, a quienes se les permitió visitar el “búnker”, cuya réplica se encuentra en Mahwah, a las afueras de Nueva York, remarcan que, anterior a la apertura de Basildon, cuya construcción demandó una inversión de 500 millones de dólares, los corredores de bolsa no podían acceder electrónicamente a todos los mercados bursátiles.
Más todavía, añaden que la “guerra por la velocidad” desatada en el sector empujó la instalación, que debe finalizar este año, de un nuevo cable trasatlántico que costó 250 millones de dólares y que promete disminuir en cinco milisegundos (a menos de 60 milisegundos) las transmisiones bursátiles entre Londres y Nueva York en relación con el cableado actual, que sigue una ruta más al sur.
Ofensivas cronometradas
La velocidad con que opera el sistema financiero da vértigo. En el libro se cita un caso provocado el 4 de junio de 2010 a las 11 horas, ocho minutos, 55 segundos y 152 milisegundos por un algoritmo operado sobre la bolsa electrónica Nasdaq desde la ciudad de Nanking, por un grupo de 55 traders chinos, a través de una plataforma manejada por la agencia Hold Brothers en Nueva Jersey, Estados Unidos.
Con base en los reportes de investigación de la SEC, los autores describen lo que llaman “un ataque cronometrado”. El algoritmo chino envía una orden de venta de mil acciones de la empresa industrial Grainger a un precio de 101.34 dólares, la mejor en ese instante. En los 170 milisegundos que siguen, el mismo programa lanza una descarga de 11 órdenes de compra, de 2 mil 600 acciones, a un ritmo de alza progresiva que llega al precio de 101.33 dólares.
Diez milisegundos después otro algoritmo activo en ese momento, previendo que el precio de compra alcanzaría los 101.34 dólares, compra las mil acciones en venta. Diez milisegundos después el algoritmo chino anula las órdenes de compra y cae la oferta y la demanda de las acciones a su nivel precedente.
Ahora el programa chino lanza una orden para comprar mil de esas mismas acciones a 101.30 dólares y descarga 11 ofertas a la baja, por lo que el algoritmo “víctima” las vende 96 milisegundos después, previendo que el precio caería todavía más.
La operación, que duró sólo cuatro segundos, dejó 40 dólares de ganancia a los traders chinos, que, según la SEC, entre enero de 2009 y septiembre de 2010 lanzaron sobre el Nasdaq 8 millones de órdenes que derivaron en 325 mil transacciones, por las que obtuvieron 1 millón 800 mil dólares de beneficios con esa técnica (layering).
No obstante, un “algoritmo solitario” posee en Estados Unidos el récord de órdenes en un segundo: 47 mil 138, que no produjeron ninguna transacción.
Las operaciones se ejecutan tan rápido que el control de la “máquina financiera no está garantizado actualmente”, afirma Lelièvre en la entrevista, y agrega: “los algoritmos se desbocan inesperadamente y la bolsa se derrumba”.
Relata que el 1 de agosto de 2012, Knight Capital, “un actor de peso en el trading electrónico, casi quiebra en un lapso de media hora a causa de una falla (bug) de su algoritmo, que se volvió loco y no lo pudo controlar”. La firma perdió 440 millones de dólares, y la respuesta de la SEC fue sólo organizar una mesa redonda con los actores del sector.
Frenar el sistema
La alta peligrosidad que representan estos programas informativos ultra-veloces quedó de manifiesto por primera ocasión el 6 de mayo de 2010, cuando ocurrió el crack bursátil bautizado como Flash Crash (Crack Relámpago), refieren en su investigación los periodistas suizos, que califican el suceso como “la más grande caída y también la más rápida remontada jamás registrada en la historia de Wall Street”.
A partir de un reporte de la SEC, el libro narra que a las 14:30 horas de ese día la bolsa estadunidense observó una presión a la baja. Dos minutos después una firma establecida en Kansas decidió ordenar la venta, a través de un algoritmo, de instrumentos financieros de protección contra la evolución del mercado, llamados E-Mini, por un valor de 4 mil millones de dólares. Esa misma operación hubiera tomado cinco horas sin utilizar el programa de algoritmo, que la ejecutó en 20 minutos.
El pánico atrapó los mercados y a las 14:42 horas la caída tomó una magnitud inédita: en los siguientes tres minutos se perdieron 700 mil millones de dólares, un monto equivalente a los beneficios que acumularon en 2010 las 500 empresas más grandes de Estados Unidos.
En 14 segundos, los corredores de alta frecuencia se retiraron brutalmente del mercado y sólo compraron 200 de los 27 mil contratos E-Mini que habían intercambiado, lo que amplificó la caída. A las 14 horas 45 minutos y 28 segundos, la bolsa tuvo que suspender durante cinco segundos las cotizaciones del instrumento financiero, tras lo cual los precios se estabilizaron y cinco minutos más tarde recuperaron su nivel anterior al incidente.
La SEC entregó su reporte el 30 de septiembre de 2010, casi cinco meses después. Otras investigaciones llegan a durar años.
Desde aquella ocasión, mencionan los autores en su libro, casi cada mes ocurre una falla algorítmica similar, y entre 2006 y 2011 se documentaron 18 mil 520 caídas y picos “ultrarápidos”, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Coldwell, en Nueva York, publicado en febrero de 2012 y que menciona el libro.
Lelièvre comenta a Apro: “En nuestra investigación algunos traders de alta frecuencia se quejaron de esos algoritmos; decían que los inducían al error al hacerlos creer que hay una presión para comprar un título mientras que en realidad alguien está sacando provecho con la venta”.
Prueba de que hay un interés manipulador detrás de esos programas informáticos es que nueve de cada diez órdenes efectuadas son anuladas porque no obedecen a un legítimo interés económico, refiere Lelièvre.
–¿Usted piensa que se debe regular la actividad del trading que maneja estos algoritmos?–, se le cuestiona.
–Hay que mejorar su control y su utilización. El trading algorítmico no es forzosamente malo en sí mismo. Es un progreso tecnológico. El punto es cómo limitar el riesgo. Existe un inmenso debate al respecto, el cual es muy técnico. En Europa se plantea la reducción de la velocidad con que operan. La Directiva sobre Mercados de Instrumentos Financieros (MIFID II) de la Unión Europea prohíbe la anulación o la modificación de una orden durante un periodo de 500 milisegundos. Eso ya es mucho en relación a la velocidad con que hoy funcionan los sistemas y me parece un nivel correcto de automatización. Así también se gana tiempo de reacción en caso de haber un problema.
En lo que fue una primicia, a finales de abril pasado el director ejecutivo de la plataforma bursátil EBS, Gil Mandelzis, anunció la intención de limitar la velocidad de sus sistemas algorítmicos, ya que, reconoció en una entrevista con el diario británico Financial Times, publicada el 28 de abril, los jugadores de bolsa de alta frecuencia cruzaron “la línea de riesgo” y han “dañado los mercados”.
También marcó un hito la aprobación en el parlamento alemán, el 28 de abril último, de la primera ley que obliga a los traders de alta velocidad a garantizar que sus algoritmos no puedan perturbar los mercados, y fija una proporción mínima entre las órdenes ejecutadas y aquellas anuladas para luchar contra las manipulaciones del mercado.
Al respecto, Lelièvre opina que “no sirve de nada legislar país por país”. Además, observa, en Alemania no hay traders de alta frecuencia, por lo que se requiere “una respuesta al menos a escala europea, porque negociar una a nivel internacional es muy complicado. En Europa tenemos una reglamentación, la MIFID II, pero en Estados Unidos no”.

Cuando un sicario se arrepiente

El sicario mató a su primera víctima a los 17 años.
Foto: Tomada de Youtube


MÉXICO, D.F. (apro).- “Yo fui sicario. Cuando tenía diez años vi como unos hombres mataron a mi padre y a mi madrastra. A  mi papá lo apuñalaron, lo quemaron. La mitad del cuerpo lo tasajearon y la otra la quemaron  y le mocharon la mitad de la cabeza. A mi madrastra la quemaron por completo en su cocina; a los dos juntos  pero con mi papá se ensañaron más.”
Bryan brindó su relato a mitad del desierto; entre dunas y basura de plástico que el viento llevó hasta allá. Accedió a hablar con Hoan Nguyen Manh y Maria Verza, realizadores del documental titulado Mataron a mi papá, que originalmente fue concebido para una televisora cultural franco- alemana.
En la arena, lejos de todo y todos, el exsicario abrió su corazón y confianza a Verza y Nguyen Manh. Con su acento norteño y sus chés largas y suaves, les dijo:
“Yo me dije, me voy a vengar. Yo ya no buscaba quién me la hiciera sino quién me la pagara. Mi infancia estuvo llena de odio.  Empecé a ser muy violento con todos y que nadie me volteara a ver;  quería expresar mi dolor. Fui muy violento con todos.  A los 17 años fue cuando maté por primera vez. No trato de pensar en esa primera vez porque uno se hunde. Trato de recordar por el por qué lo hice y me deprimo. Luego llegaron las malas amistades que me decían, `bueno si ya lo hiciste, pues jálale pa’ acá´. No lo hacía por el dinero, pues trabajaba y no me interesaba ni el dinero ni lo económico A veces me importaba más el poder, el que me conociera la gente, que me tuviera miedo por matón.”
Redención
Los cineastas buscaban testimonios de huérfanos de la guerra contra las drogas que inició el gobierno de Felipe Calderón. Encontraron que los sobrevivientes tienen heridas más profundas que las provocadas por las balas.
Actualmente Bryan (nombre ficticio) participa en la Organización No Gubernamental Sembradores de Paz. Cuando vio morir a su hijo, la sacudida fue tan grande que dejó todo atrás para redimirse y redimir a otros. Hoy trabaja con jóvenes para alejarlos de la violencia y del crimen organizado. Bryan tienen mucho que contar y es una persona ideal para advertir a los muchachos del peligro que corren y de lo que significa convertirse en, según sus palabras, “escoria social”.
Con el rostro difuminado para que la entrevista sea totalmente anónima, Bryan contó:
“No bebía, no me drogaba para estar en mis cinco sentidos, totalmente consciente de lo que hacía. Yo quería experimentar plenamente las emociones de disparar un arma, de quitarle la vida a alguien.  Me importaba mucho que la gente me tuviera miedo, que supiera de lo que soy capaz. Yo vivía para matar.  Aquí el que no mata, no vive a gusto; estamos en una zona sin ley, aquí cada quién hace con la ley lo que quiere. No mataba  por dinero, no lo necesitaba, tenía mi trabajo.
“Así pasaron los años hasta que me mataron a un hijo. Miré a mi esposa embarazada y me dije: esto no puede seguir así. De pronto dejé todo ese mundo. Si yo hubiera tenido la ayuda psicológica  yo creo que no hubiera pasado nada en mi vida”
Nguyen Manh, camarógrafo y editor del documental es canadiense. De niño fue testigo del asesinato de su padre durante un asalto. Esa experiencia se trasluce en su trabajo: un documental conmovedor que lanza un mensaje: no hay que descuidar a los sobrevivientes de la violencia y menos si éstos son niños.
El documental también muestra el trabajo de la Organización Popular Independiente (OPI), compuesta en su totalidad por adolescentes y jóvenes cuya misión es que los niños de Ciudad Juárez vuelvan a jugar y que el miedo no los encierre frente a la televisión; que no se olviden de jugar; es más, que tengan una infancia a pensar del ambiente de guerra de su ciudad.
Esos muchachos voluntarios de la OPI son constantemente agredidos por la policía. Los tratan como si fueran delincuentes, les arrebatan con violencia sus herramientas de trabajo. A pesar de todo la OPI sigue adelante. Uno de los voluntarios dijo ante la cámara: “Los jóvenes no somos el problema, sino la solución”.
Mataron a mi papá muestra lo necesario que es darle terapias a los huérfanos, a las víctimas de la violencia, para que no se conviertan en sicarios, para que no busquen venganza, para que no caigan en depresiones y sean suicidas potenciales.
Lupita, una niña de diez años, narró a Maria Versa y a Nguyen Manh:
“Un hombre joven se acercó y le disparó a mi papá. Estábamos comiendo y cuando abrió la puerta lo mataron. Yo vi todo. Luego le abrió la boca y le volvió a disparar. Yo vi al asesino a los ojos; él me vio a mí. Todas las noches tengo miedo. Le digo a mi mamá que cierre bien la puerta, que ese hombre va a venir por mí, que me va a matar”.
Lupita dice que cuando crezca va a buscar al asesino de su padre para matarlo. “Tengo mucho coraje. Cuando me entra la tristeza lloro y le pregunto a mi papá porqué no me llevó, por qué no me morí con él”, expresa.
Mientras Lupita reza al pie de un altar de muertos, su madre cuenta angustiada: “Mi hija me dice: ‘Mamá, odio a esos malditos por lo que le hicieron eso a mi papá. Yo los odio; ojalá y se mueran también ellos’. Y yo veía mi niña de diez años ya diciendo eso”.
Prosigue: “Lo primero que ella hace es ver a los hombres, les ve la mano para ver si no traen pistola. Y todas las noches me dice: ¡Mamá van a  abrir la puerta , ya se oyen ruidos, van a entrar a matarme y es que me vieron, ya saben quién soy’”.
Con la voz cargada de emociones la señora prosigue su relato mientras la cámara muestra las tumbas de niños en el cementerio.
“Ha sido muy difícil. Ay Dios mío y ahora esta mortificación. Es una mortificación. Mi chamaquita se volvió muy rebelde y dale y dale con que me quiero morir para ir con mi papá. Es que yo me hubiera ido con mi papá.”
De víctima a víctima
Lupita le confesó a Hoan, de víctima a víctima: “Yo ya tengo miedo de salir, tengo miedo de que me vayan a matar Ya lo pienso mucho antes de ir al parque porque me da miedo”
Javier Sicilia, dirigente del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, narró para el documental con su voz de barítono: “La violencia no cesa y los juarenses se han acostumbrado a vivir con el dolor. Muchas víctimas ni siquiera reclaman justicia con tal de salir adelante.  Para los huérfanos hay un programa oficial de ayuda pero ésta no llega a todos los afectados y muchos, como la mamá de Lupe, no se fían de nada que venga del gobierno. Prefieren acudir a Organizaciones  No Gubernamentales como Casa Amiga, que ofrece ayuda psicológica en condiciones de seguridad”.
Hace 15 años, la joven de nacionalidad holandesa, Hesther van Nirop estuvo de vacaciones en México y después tomaría un curso en Estados Unidos. Decidió viajar por tierra. Llegó a Chihuahua y se convirtió en una de las Muertas de Juárez. Su familia, en especial su mamá Arsene van Nirop, buscó desesperadamente justicia. Se topó con el desinterés de las autoridades. Arsene, compartió el dolor y la desesperación con las madres de las jóvenes asesinadas y desde entonces, la señora holandesa busca todos los medios y los apoyos para las organizaciones que dan apoyo a las víctimas y sus familias, como Casa Amiga.
Una de las psicólogas de Casa Amiga explica a la cámara: “Muchas veces las mamás piensan que es mejor no tocar el tema pero con el pasar de los años ellas se dan cuenta que sí. Los niños crecen y necesitan saber dónde está su papá, dónde está su hermano o la persona que falleció. En este taller tu vas a aprender a manejar cuando tu te sientes triste, cuando te sientes enojado. Los niños se sienten mal y culpables por las personas que se murieron.
“Cuando los chamaquitos te platican las noticias que ven en la televisión te acercan al drama. Cuando sólo está en los medios, uno ve la tragedia de lejos, no se involucra. Es muy impactante. Muchos creen que por ser psicólogo todo esto no te afecta, pero es al contrario”.
Casa Amiga ofrece terapia a los familiares de las víctimas. La terapia de contención es cada vez más conocida y más necesaria. Toda Ciudad Juárez necesita terapia, dicen los pobladores con ironía. Los psicólogos explicaron a los periodistas que un buen tratamiento puede evitar que niños como Lupita caigan en una profunda depresión de por vida, o que desarrolle un odio y un deseo de venganza que  la lleve a integrarse a una pandilla. Con un buen tratamiento, Lupita puede superar el trauma e incluso ser una persona feliz.
 

El teatrito del duopolio se cayó: Primero fue El Canelo, luego Chávez Jr…




 
La reaparición de Julio César Chávez Jr. –mediante la cual el pugilista supuestamente resarciría su maltrecha imagen– resultó un fiasco, a tal grado que incluso los cronistas de TV Azteca, que ha impulsado su carrera, coincidieron en que los jueces del estado de California que le dieron el triunfo por decisión unánime deberían avergonzarse por su falta de honestidad. Con esta debacle disfrazada de victoria se cierra un capítulo de la historia del boxeo en México, luego de que el duopolio televisivo se empeñó en construir ídolos al vapor: Televisa con El Canelo Álvarez y TV Azteca con El hijo de la leyenda.

MÉXICO, D.F. (Proceso).- “Hace muchos años dejamos claro que queremos a los boxeadores mexicanos, que creemos en nuestro proyecto y levantamos nuestra bandera para alegrarnos por las victorias, pero también hemos dejado claro que no somos porristas y no vamos a venir a fabricar resultados cuando la gente está viendo por televisión lo que sucede”. Esto dijo el analista de TV Azteca Eduardo Lamazón al concluir el combate en el que los jueces otorgaron a Julio César Chávez Jr., el triunfo por decisión unánime ante el estadunidense Bryan Vera.
Cuando el anunciador oficial leyó las tarjetas, los asistentes al StubHub Center de Carson, California, estallaron en abucheos. Carlos Aguilar, comentarista de la televisora, no se aguantó: “Yo no me trago ésta. Me quedo con la tarjeta de Eduardo Lamazón. La gente termina por protestar. Me parece que esto le hace daño al boxeo y que Julio debe recapacitar qué hace arriba del cuadrilátero”.
Como cada fin de semana, Lamazón anotó round por round, de acuerdo con su juicio, el número de puntos que cada peleador iba obteniendo. El especialista marcó 10 puntos para Vera en los rounds uno al cinco, ocho y nueve; sólo en el sexto, séptimo y décimo vio superior a Chávez Jr., para una suma final de 97-93 a favor del pugilista texano.
Ninguno de los 59 integrantes de la prensa estadunidense que cubrieron la pelea vio ganar a Chávez Jr., y menos por decisión unánime: 52 dieron el triunfo a Vera y otros siete marcaron empate.
Únicamente los jueces de la Comisión Atlética del Estado de California vieron ganar a Chávez Jr. Carla Caiz anotó 96-94 a favor de Chávez Jr., Marty Denkin 97-93 y Gwen Adair 98-92.
El mexicano enfrentó a Vera después de un año sin pelear. Traía a cuestas la derrota del 15 de septiembre de 2012, cuando Sergio Maravilla Martínez le arrebató el campeonato de peso mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). También arrastraba una suspensión de nueve meses porque dio positivo a mariguana en el control antidopaje realizado al término de ese combate, así como una sentencia de libertad condicional por conducir bajo los efectos de drogas y alcohol.
El pasado 17 de julio la promotora Zanfer, de Fernando Beltrán, dio a conocer que el 7 de septiembre Chávez Jr., regresaría a los encordados para una pelea de 12 rounds pactada en 168 libras. Una semana antes el boxeador reapareció durante una pelea de su hermano menor Omar. Lucía con sobrepeso.
Su tan anunciado regreso se convirtió en un circo. El ignominioso espec­táculo comenzó cuando los promotores de Chávez Jr. (Bob Arum, de Top Rank) y de Vera (Art Pelullo, de Banner Promotions) iniciaron las negociaciones.
En un principio la propuesta de Pelullo fue que la pelea se hiciera en 162 libras, pero los representantes del mexicano pugnaron libra por libra: 164, luego 165… hasta conseguir que el contrato se firmara en 168 (peso súper mediano: 76.2 kilos). El cuerpo de Chávez Jr., les decía a gritos que no habría forma de que pesara menos. El mexicano tenía sólo siete semanas para perder alrededor de 15 kilos.
Para su combate ante Vera ya no trabajó con Freddie Roach, el entrenador con quien se convirtió en campeón mundial, pero que en múltiples ocasiones se quejó de su indisciplina y falta de compromiso.
El lugar de Roach lo ocupó Julio César Chávez padre, el mismo con quien el boxeador ha estado a disgusto y que, según sus propias palabras, estorba más de lo que ayuda en los entrenamientos.
El 22 de julio el júnior declaró al diario El Universal: “Mi padre ya no seguirá más en mi esquina. Hemos llegado a un acuerdo para vernos sólo una vez por semana porque es muy difícil llevar esa relación familiar y profesional al mismo tiempo. Por ello, ya no estará más en los campamentos conmigo”.
Sin embargo, una semana después reculó.­ Le pidió que se integrara a su equipo, en el que ya estaban Vladimir Baldenebro y el preparador físico Alex Ariza, a quien conoció cuando entrenaba en Los Ángeles con Freddie Roach. En entrevista con ESPN, Ariza declaró que Chávez Jr., no tendría ningún problema para dar las 168 libras. Luego de unos días, sorpresivamente, Ariza dejó de formar parte del llamado Chávez Jr. Team.
A mediados de agosto pasado, Chávez Jr., sufrió una ligera cortadura en el párpado derecho en un entrenamiento. Esto ocasionó que la pelea contra Vera se pospusiera para el 28 de septiembre. Así, tuvo dos semanas más para ponerse en forma.

El peso, una pesadilla

El lunes previo a la pelea, cuando los Chávez llegaron al hotel, el papá de Julito declaró públicamente que el límite de peso para la pelea no sería de 168 libras, sino de 173. El anuncio dejó boquiabiertos a los reporteros. Todos sabían que Chávez Jr., pasaba apuros para dar las 168 libras, pero de ahí a cambiar los términos del contrato había una gran diferencia.
La noticia también sorprendió a Bob Arum, Fernando Beltrán y Art Pelullo. Del cambio de peso se enteraron por los medios. En una teleconferencia, Arum aclaró que hasta ese momento no había ningún cambio, que el miércoles 25 se reuniría con Pelullo para discutir el punto y que ese día pesarían a los boxeadores para tomar una determinación. “Sé lo que dijo Julio padre, pero realmente creo que se equivocó al hablar”, sentenció Arum.
En el colmo del absurdo, ninguno de los promotores de la pelea quiso anunciar el nuevo peso límite. Cuando se le preguntaba al respecto, Arum reía y se limitaba a decir que el peso era un personaje que estaba haciendo más atractivo el combate.
El 26 de septiembre, un día antes de la ceremonia de pesaje, se filtró a la prensa que el pleito estaba pactado en 173 libras, pero todos debían esperar hasta el viernes para tener la información oficial, por si Chávez Jr., no daba el nuevo peso. Era obvio que el problema se arreglaría con dinero; el peleador mexicano debía pagar por cada una de las cinco libras sobrantes. Por su parte, el equipo del estadunidense pidió que la pelea se hiciera en 10 rounds y no en 12.
Por esos días la prensa de Estados Unidos hizo escarnio de la promoción del pleito con que Chávez Jr., pretendía, supuestamente, restablecer su maltrecha imagen. Uno de los analistas de boxeo más eminentes, Dan Rafael, de ESPN.com y exreportero del diario USA Today, publicó en su cuenta de Twitter: “Hay esperanza de que Chávez dé las 168 (libras). Oí decir a uno de sus colabo­radores que ya cambió a Tecate light”.
El viernes 27, Chávez Jr., marcó 172.4 libras. Vera pesó 171.2. Mientras el estadunidense se dio el lujo de desayunar y comer lo que le vino en gana, el mexicano sudó hasta la última gota. De acuerdo con Dan Rafael, pasó horas pedaleando en una bicicleta fija, corriendo en una caminadora y sentado en el sauna. El pugilista llegó exprimido al pesaje.
Con todo y que no dio las 168 libras –por lo cual terminó indemnizando a Vera con 100 mil dólares adicionales a la bolsa de 400 mil firmada por el texano–, Chávez Jr., alardeó en conferencia de prensa de que puede bajar a 160 libras con tal de hacer el pleito de revancha con Maravilla Martínez. También desdeñó enfrentar otra vez a Marco Antonio Veneno Rubio, y retó a Saúl Canelo Álvarez para que suba de división y pelee contra él.
“Los boxeadores –dijo– buscamos peleas que gusten a la gente. Canelo tiene problemas para dar las 154 libras. Dio 152 pero no tenía piernas, así que si quiere otra pelea grande tiene que ser conmigo porque a todos nos conviene, a la gente, a los promotores, a él y a mí. Yo regresaría a las 160 libras sólo para una revancha contra el Maravilla. El Veneno Rubio es el rival ordenado por el CMB y quiero cumplir con eso, pero también pienso que haría un gran sacrificio para pelear contra alguien que ya derroté y, la verdad, no vale la pena.”
Durante semanas, Chávez Jr., declaró una y otra vez que ante Vera borraría sus errores del pasado, recuperaría la credibilidad perdida y encontraría el rumbo perdido. No paró de decir que es humano, que los humanos se equivocan, que le dará al boxeo la seriedad que merece, que corregirá esto, que enmendará aquello.

Indignación

La noche del 28 de septiembre, más de 5 mil personas acudieron a la arena para animar al mexicano. El desencanto comenzó desde el primer round. Chávez Jr., lucía fuera de forma, se veía pesado. Estuvo agazapado de principio a fin, tratando de cazar a su rival con un golpe para noquearlo. Éste, con mejor condición física, atacó todo el tiempo, pero el júnior lo hizo tambalear en un par de ocasiones.
Vera no es un gran boxeador. Tiene 31 años y poco más de la mitad de las peleas (29) que acumula Chávez Jr. (48), quien cumplió 27.
En un hecho inusitado, los comentaristas de TV Azteca cuestionaron a El hijo de la leyenda. Hablaron de su ineficacia, de que le afectó pasarse un año sin pelear. Desde el micrófono lo animaban a ir al frente y tirar golpes. Con la última campanada quedaron a la espera del resultado y mostraron indignación, entre una ola de abucheos, cuando se anunció el triunfo del pugilista.
De acuerdo con CompuBox, Vera tiró 734 golpes (de los cuales conectó 24%), contra 328 de Chávez Jr. (que concretó 38%). También en golpes de poder fue proporcionalmente más efectivo: 98 de 186 tirados (53%), contra 109 de 343 (32%). Según los especialistas, incluso un empate hubiera sido injusto. Lejos de silenciar las críticas, Chávez Jr., volvió a iniciar una controversia sobre su reputación.
Al Bernstein, veterano periodista y miembro del Salón de la Fama del Boxeo, publicó un análisis de la pelea en el que fustigó a los jueces y al mexicano:
“El viernes predije en Twitter que Brian Vera le ganaría a Julio César Chávez Jr. Resulta que yo tenía razón. Vera fue mejor peleador y Jr., fue mucho mejor quejándose. Al parecer los tres jueces valoraron más las quejas que el boxeo. Determinaron que Jr., fue el ganador. No se equivoquen: las tarjetas 98-92 y 97-93 son deshonrosas y los jueces que las presentaron deben estar muy avergonzados. Prácticamente toda la prensa y otros conocedores de boxeo que estaban en primera fila o viendo la televisión apuntaron que la pelea fue para Vera. Yo anoté 96-94. ¿De verdad es concebible darle al Jr., siete u ocho rounds?
“La inexistente ética de trabajo de Chávez Jr., ha dañado gravemente su repu­tación. Su comportamiento durante y después de la pelea ha diezmado aún más su prestigio. La única excusa que le faltó dar en la entrevista posterior a la pelea fue: ‘Mi perro se comió mi tarea’. Su mal desempeño lo atribuyó a tácticas sucias de Vera, una lesión en la mano, al ‘mal arbitraje’ de Lou Moret. Nunca mencionó lo que él dejó de hacer para tener un rendimiento tan deficiente. De hecho, según él, no tuvo un pobre rendimiento. Fue firme al declarar que ganó y llegó a decir que habría golpeado a Vera si no fuera por todas estas circunstancias ajenas a su voluntad.”
De acuerdo con el reporte de la televisora HBO, 1.4 millones de personas vieron la pelea en Estados Unidos. Lo reporta como el rating más alto de la empresa en lo que va de 2013.