Entrevista desde Chile a Pedro Echeverría, analista y académico de larga trayectoria:“LAS CLASES MEDIAS Y ALTAS MEXICANAS PIENSAN Y VIVEN CON EL MODELO CULTURAL DE LOS EEUU”Pedro Echeverría V. es un articulista impenitente y obligatorio a la hora de conocer la realidad política mexicana. Escribe con la frecuencia cotidiana y apasionada que demanda el tránsito complejo de los de abajo. Sus innumerables textos de coyuntura política y actualidad reflexiva y crítica se han forjado a través de una larga carrera que ha conocido su pluma en varios periódicos impresos desde 1976. Es activista de izquierda desde hace 48 años en diferentes movimientos sociales, autor de varios libros, y académico de la Universidad Nacional de México (UNAM), la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y de la Universidad Autónoma de Yucatán (ADY). Es Licenciado en Historia (México) y Doctor en Ciencias de la Información (España). En la presente entrevista ofrece un panorama del México profundo, muy lejos de los estereotipos que el poder promueve respecto de ese país hermano en Chile. Desde Chile, México parece un puzzle de muchas realidades distintas. ¿Cuáles son los aspectos medulares que caracterizan la coyuntura del pueblo mexicano? ¿Cuál es la contradicción fundamental en curso? P. E.: “De entrada quiero decirte que no soy imparcial en mis juicios porque desde hace varias décadas, desde el triunfo de la Revolución Cubana, me comprometí (como si fuera un juramento que suelen hacer los jóvenes) a luchar por los intereses de los trabajadores y contra la explotación capitalista. Por ello, cuando pienso en Chile, tu país, recuerdo automáticamente a Salvador Allende y a Miguel Enríquez; aunque tampoco olvido a Pinochet, como uno de los militares más bárbaros y asesinos de la historia. México, como tú dices, parece un rompecabezas de realidades distintas. México es un país de 107 millones de habitantes, un territorio de casi dos millones de kilómetros cuadrados, una gran diversidad de ricas culturas que vienen de grupos indígenas, del imperio colonial español y del México independiente que se inicia a principios del siglo XIX. Pero además este país ha vivido profundos movimientos políticos, entre los que se cuenta una gran revolución burguesa con importantes reformas sociales.” ¿Cómo analizas la Revolución Mexicana? “He registrado por lo menos seis interpretaciones de esa revolución de 1910/17. La derecha (los beneficiarios y admiradores del régimen porfirista derrocado) la consideró “populista y hasta socialista”; los gobiernos del PRI consideraron, por lo menos hasta los año setenta, que “la revolución sigue adelante”; en la izquierda se le caracterizó de diferentes maneras: como “traicionada”, como “demoburguesa”, como “interrumpida” o simplemente como “continuidad capitalista”. Pero lo más importante fue que esa revolución burguesa integró a las masas, las controló de manera paternal, les otorgó muchos derechos sociales y las organizó en federaciones campesinas, sindicatos obreros y organismos populares, incluso empresariales. Las clases medias o pequeñoburguesas que encabezaron la revolución, antes de mutarse en gran burguesía burocrática, se encargaron de “educar” (no sin antes controlar) al nuevo proletariado y a la nueva burguesía para enseñarles a ver sus intereses en conjunto. Por eso el PRI (fundado en 1929) adoptó una posición de centro y manipuló en su provecho a la izquierda y a la derecha. Y por eso también resulta algunas veces difícil trazar una estrategia (única o unitaria) de lucha. Las organizaciones de centroizquierda (las antiguas: PPS, PCM, PMT, PST y las de hoy PRD (NI) y PSD) han pensado que hay que unirse o aliarse al sector progresista del PRI y del PAN, incluso del gobierno, para combatir a la derecha, al neoliberalismo y al imperio yanqui. Asimismo, a partir de las caracterizaciones de la burguesía dominante, se centran las estrategias que buscan la movilización social de masas, por un lado, la electoral, por otro, y la guerrillera que se ubica en los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas y algunas entidades más.” ¿Por qué se habla de que el actual gobierno es ilegítimo? “Al gobierno de Felipe Calderón lo hemos caracterizado como espurio e ilegítimo porque estamos ciertos que no ganó las elecciones presidenciales de 2006. Para los empresarios, los medios de información, las instituciones del Estado y para todos los gobiernos del mundo, Calderón es el presidente de la República Mexicana, pero para los seguidores de López Obrador (el candidato de oposición) y para quienes seguimos con puntualidad las campañas políticas y los comicios, él es un presidente ilegítimo. Tenemos todos los elementos para demostrarlo. En primer lugar, porque el gobierno panista y proempresarial de Vicente Fox se valió de todos los recursos “habidos y por haber” para someter al candidato opositor: desde tratar de desaforarlo y de usar todos los recursos del presupuesto público, hasta utilizar al clero, a los empresarios y a los medios de información, para presentar a López Obrador como “un peligro para México”. Luego de las elecciones se descubrieron actas, casillas y votos con datos falsos, al mismo tiempo que el gobierno de Fox y su candidato Calderón, se negaron a abrir los paquetes electorales para el recuento de los votos.” Se dice que Colombia, Chile, Perú y México serían los enclaves sustantivos de los intereses norteamericanos en la Patria Grande ¿Por qué México está incluido en esta lista? “De los cuatro países que mencionas, México, por obvias razones de vecindad, es el que está más integrado a la economía y a la política de los gobiernos y empresas yanquis. En este país, con frontera con los EEUU de más de mil kilómetros y con una relación política, económica y cultural que viene desde que el país se independizó de España en 1821, las clases medias y altas piensan y viven con el modelo cultural de los EEUU. Suelen decir que en vez de que en 1847 los EEUU se hayan quedado definitivamente con la mitad de nuestro territorio, lo mejor hubiese sido que toda la República Mexicana pasara a formar parte del país yanqui. La dependencia de Colombia, Perú y Chile es menos vieja, menos cercana y, hasta cierto punto, dependiendo de los tipos de gobierno. Se han registrado en esos tres países períodos de asociación y competencia, de dependencia fuerte y de independencia relativa. En Colombia, después del asesinato de Jorge Eliécer Gaytán en 1948 que produjo el Bogotazo, los gobiernos dictatoriales y burgueses de Gómez, Rojas Pinilla, López Michelsen, Barco, Pastrana y el actual de Uribe, sólo han servido a los dictados de los gobiernos de EEUU. Perú, a pesar de los primeros períodos de Odría y el profundo pensamiento de Mariátegui, los regímenes de Belaúnde, Alan García, Fujimori/Montesinos y Toledo acrecentaron la dependencia económica y política de Perú respecto al imperio de los EEUU. Quizá lo mismo podría decirse de Chile donde la Democracia Cristiana , que combatió con fuerza el allendismo, el régimen del asesino Pinochet y los de sus sucesores, con discursos diferentes, incluso la neosocialista Bachelet, no han dejado de servir a las grandes empresas transnacionales.
Pero en esto los chilenos conocen con profundidad los hechos.”
EL PETRÓLEO Y EL EXILIO ECONÓMICO¿Qué ocurre con la propiedad del petróleo mexicano? “El petróleo mexicano fue expropiado en 1938 por el gobierno de Lázaro Cárdenas (1934/40) de manos inglesas y yanquis que lo venían saqueando desde varias décadas antes. El petróleo se convirtió entonces en la riqueza más grande del país, de tal manera que el dinero de su venta pasó a conformar la mitad del presupuesto público. La educación, la salud, la vivienda, los créditos, etcétera, fueron posibles por la producción petrolera. Sin embargo, las empresas petroleras norteamericanas y el gobierno yanqui nunca dejaron de aprovechar cualquier coyuntura para invertir en la empresa, así como para presionar y luego controlar. Desde 1982, con el arribo del neoliberalismo, los gobiernos fueron facilitando más el dominio del capital yanqui en el ramo petrolero. Desde entonces nació entre amplios sectores del pueblo mexicano un pensamiento nacionalista hacia la defensa “patriótica” del llamado patrimonio nacional y también de muchas empresas paraestatales donde se agrupaban las de electricidad, los ferrocarriles, la Conasupo (comercio para la venta de artículos baratos de primera necesidad); sin embargo, a partir de 1982, con el discurso de que “el gobierno debe devolver a la sociedad (entiéndase propietarios privados) lo que le había quitado”, 1500 empresas “paraestatales”, con excepción del petróleo y la electricidad, fueron puestas a “remate” dejando al gobierno en la bancarrota que hoy se encuentra. Desde entonces, “no hay dinero para educación, para salud, para créditos al campo”, etcétera. Después que los gobiernos proempresariales del PRI y del PAN, a partir de 1982, vendieron casi todas las empresas al capital privado y extranjero, la denodada defensa del petróleo y de la electricidad se convirtió en los últimos pataleos del pueblo mexicano por conservar los recursos que aún puede “controlar” vía gobierno. Pero la privatización del petróleo, con algunas limitaciones, ya ha sido aprobada por casi todos los legisladores (PRI, PAN, PRD y otros partidos) con excepción de la corriente de legisladores que sigue a López Obrador. El gobierno de Calderón, los empresarios, la iglesia y los medios de información han declarado su satisfacción con la aprobación legislativa.” ¿Cuál es la dramática situación de los mexicanos que buscan asilo económico en Estrados Unidos? “Todos los años obtienen la edad para trabajar un millón 300 mil mexicanos, pero los gobiernos sólo han sido capaces de crear de 300 a 600 mil empleos anuales. Entre estos números muchas de esas ocupaciones son temporales. Ha sido tan grave esa situación de falta de trabajo y de ingresos, que cada año más de 500 mil trabajadores buscan cruzar, “ilegalmente”, a través del inmenso desierto (arriesgando seriamente sus vidas) la larguísima frontera que limita al territorio yanqui con el mexicano. Otros trabajadores toman el camino del comercio ambulante, de la prostitución, del limosneo o, de plano, de lo que han llamado “delincuencia”. Mientras eso sucede, el gobierno en lugar de obligar a los ricos a pagar impuestos y a invertir, quiere acabar el descontento haciendo más poderoso al ejército y la policía.”
LA SUERTE DE LOS EMPEÑOS ANTICAPITALISTAS Y LOS TRABAJADORES¿En qué pie se encuentra la izquierda anticapitalista? ¿Cuáles son sus posibilidades? “La izquierda anticapitalista en México es muy débil; apenas existe en pequeñas organizaciones, o sin ellas, participando en los movimientos sociales. La que creció desde 1977 con el apoyo del Estado, es la centroizquierda electoral. Entonces los gobiernos del PRI, a punto de cumplir medio siglo de gobernar, al sentir que estaban perdiendo legitimidad y cierto control de los grupos de izquierda radicalizados, inventaron la “reforma política” para ofrecer subsidios, legisladores de partido o de minoría y el uso de los medios masivos de información a los partidos que quisieran registrarse. Los partidos de izquierda y de derecha inmediatamente entraron a la “reforma política” y los líderes sin partido crearon los suyos porque lo electoral se convirtió en un gran negocio millonario. Muchos grupos y militantes del maoísmo, trotskismo, guerrillerismo, dejaron sus posiciones y tomaron a la oferta gubernamental. La izquierda anticapitalista es muy vigilada y perseguida por el gobierno. Los anticapitalistas también son antiparlamentarios y no le tienen confianza alguna a los procesos electorales. La amplia mayoría de ellos son jóvenes que combaten al gobierno, a los empresarios, a los medios de información, al PRI y al PAN, pero también critican el oportunismo de la mayoría de los dirigentes y funcionarios del Partido Revolucionario Democrático (PRD).
Por eso en muchas ocasiones, éstos dirigentes han culpado a los “jóvenes encapuchados” de ser “provocadores”, “anarquistas”, incluso “delincuentes”. Estos jóvenes, cuyo modelos u orígenes viene de los movimientos europeos de 1968 conformaron la “nueva izquierda” que desde el radicalismo libertario izquierdista criticó a la vieja izquierda autoritaria de los partidos comunistas. En México, la corriente “Nueva Izquierda” se adueñó del PRD, pero desde las posiciones derechistas y en alianza con el Estado. Paradojas de la historia..” ¿Cuál es la realidad del movimiento de los trabajadores organizados? “En México la mayoría de los trabajadores del campo pertenece desde 1937 a la CNC, organización corporativa del PRI; aunque en las últimas décadas surgieron otras organizaciones campesinas e indígenas con algunos grados de independencia. En cuanto a los obreros, a pesar del corporativismo del gobierno por medio de la CTM, del Congreso del Trabajo y otras confederaciones más, la mayoría de ellos no está organizada en sindicatos o federaciones. Los sindicatos más numerosos son los de electricistas, petroleros, los de los trabajadores de la salud, los burócratas (empleados administrativos del gobierno), entre otros. Sin embargo las grandes masas de trabajadores siguen la ideología que se difunde en la iglesia y los medios de información. Sólo algunos sindicatos, como el de electricistas, telefonistas, del IMSS, de trabajadores universitarios, de profesores del CNTE, tienen grados variables de independencia política.” ¿Cuál es la visión que el común de los mexicanos tiene de Chile? “La televisión, la radio y la prensa impresa, en ese orden, se han encargado de difundir su visión sobre todos los países de América y del mundo. Con esas concepciones, casi totalmente de derecha, se ha venido conformando la ideología de México. Para la mayoría de la clase media y alta mexicana Pinochet llegó al poder para salvar a Chile del comunismo allendista. Pinochet, al aplicar el neoliberalismo logró lo que ningún gobierno de América Latina ha conseguido: elevar los niveles económicos del pueblo chileno. Esa es la visión de la derecha, pero también la visión de la mayoría más común de los mexicanos respecto de Chile. Allende visitó México en 1973 y fue recibido por el presidente Luis Echeverría, el célebre presidente del discurso del “tercer mundo”, pero luego del golpe de Estado la propaganda de los medios fue tan intensa que sólo la izquierda supo lo que realmente pasó. Por último, es importante decir que en el sexenio del gobierno de Echeverría no ha sido correctamente valorado. Las acusaciones contra él por estar implicado en los asesinatos de estudiantes en 1968 y 1971, parecen desconocer que fue el régimen que (con mucho) hizo crecer más la educación superior; pero también que rompió relaciones con el gobierno de Pinochet y abrió las puertas del país a todos los exiliados chilenos y luego a los exiliados argentinos. ¿No se recuerda acaso la enorme campaña que desató la derecha panista, los empresarios y Televisa contra el gobierno de LEA por su apoyo a “extranjeros chilenos y argentinos que ocupan plazas de trabajo que deberían de ser de los mexicanos?”
Andrés Figueroa Cornejo
Enero 2 del 2009