sábado, marzo 10, 2007

Repudio a Bush en América Latina

La Rebeldía Florece

Víctor G. Ayluardo

Esta vez, no fue la excepción, el río humano volvió a sacudir con una sola voz las calles de la ciudad de Oaxaca, una vez mas, retumbando, rugiendo desde todos sus rincones, desde todos sus agravios, desde el fondo de su alto orgullo y dignidad, salieron nuevamente a recorrer esas calles que ya son suyas, de tiempo atrás ganadas batalla a batalla, esas mismas calles que les pertenecieron con toda su imaginación, con toda su irreverencia, su valor, su desparpajo, enfrentando con la frente en alto todo aquello que los ha mantenido sumidos en su desgracia, en su olvido, una vez mas, todos siendo uno, todos bajo la misma rabia, sintiendo el dolor de cada compañero caído en la lucha, de cada preso político como suyo, de cada compa perseguido por la jauría rabiosa de los poderosos, ayer 8 de marzo, el río humano abrazo a los suyos nuevamente, haciéndoles saber que siguen siendo uno solo, una voz, un mismo grito, simplemente, que siguen en pie de lucha.

En Oaxaca sigue floreciendo la rebeldía, se sigue desbordando resistencia tras la embestida orquestada desde lo mas arriba, sin duda, Vicente Fox, Felipe Calderón, Carlos Abascal Carranza y Eduardo Medina-Mora junto a sus demás compinches, responsables de las acciones represivas y de persecución selectiva por parte de la policía político militar PFP, mostraron una vez mas el tamaño de su estupidez y su ineptitud, creyendo que tras una brutal arremetida contra un movimiento popular legítimo, su erradicación, desaparición, su persecución y su encarcelamiento, cortarían de tajo algo que su pequeña y estrecha capacidad mental nunca los ha dejado ver, la necesidad de resurgir del olvido y de reordenar el uso del poder popular, el desarrollo de una economía que llegue a todos sin excepción alguna, lejos de compadrazgos, cacicazgos, políticas de favoritismo a grupos de apoyo previamente seleccionados, y la corrupción que han encabezado gobiernos priístas en este momento, al cargo de Ulises Ruiz Ortiz.

La mañana del 29 de octubre de 2006, fuimos testigos de la entrada de la PFP con sus tanquetas a la ciudad de Oaxaca, bajo discursos gubernamentales de no favorecer a ninguna de las dos partes en conflicto, la presencia sería solamente con la intención de reestablecer el orden y la paz social, como si la paz social se alcanzara con efectivos militares recorriendo las calles, y no con políticas de orden social que busquen beneficiar al segundo estado con mas índice de pobreza en todo el territorio nacional, como si las tanquetas que arrasaban a su paso con chorros de agua mezclada con ácido a decenas de manifestantes, dejara a su paso hospitales, escuelas, centros de salud, funcionando eficazmente para la población, o brotaran de los helicópteros que día y noche sobrevolaban la ciudad, empleos bien remunerados y la oportunidad de desarrollarse en alguna actividad por la cual no se percibieran solo migajas.

Hoy, a casi cinco meses de aquella cobarde acción gubernamental, confirmamos la escasa voluntad del gobierno federal para "reestablecer" lo que ellos llaman orden, su doble discurso quedó una vez mas a la vista de todo el pueblo de México y la comunidad internacional, con el grueso de expedientes de comisiones nacionales e internacionales de derechos humanos, dando constancia de los abusos, los atropellos, las baja calidad moral y ética de las personas que atiborran las filas de la Policía Federal Preventiva, que una vez mas, así como en los operativos de San Salvador Atenco, manifiesto el grado de podredumbre humana a la que se puede llegar, cuando erróneamente se cree que el poder da automáticamente el derecho de abusar de el, y cometer acciones de bajeza humana, frente a luchadores sociales que buscan simplemente una opción diferente de enfrentar las múltiples necesidades y múltiples carencias de un pueblo como el oaxaqueño.

Vicente Fox Quezada junto con los altos mandos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pactaron en lo oscurito en aquellos días, el precio político que le costaría al gobierno federal, completar el quórum en la cámara de diputados en la toma de protesta de Felipe Calderón, ese precio sin duda era, apuntalar el inexistente gobierno de Ulises Ruiz bajo las tanquetas y efectivos de la policía militar PFP con algún operativo de desarticulación al movimiento social, costara lo que costara y el precio fue alto y ya todos lo sabemos, al final el beneficio sería mutuo, el PRI evitaría lidiar con la imagen de la ineptitud, de uno de sus militantes distinguidos, ante la desaparición de poderes en el estado y la crítica por parte la opinión pública, por el otro, la derecha conservadora y sus aliados empresariales representada por el panismo, llevarían otros seis años mas al poder, a un personaje dado a luz, bajo un fraude electoral que daría cobijo a la montaña de corrupciones político-empresariales existentes en el país, al amparo de gobiernos de corte neoliberal, y de paso, apagaría la mecha de lo que sin duda podría ser el comienzo de una sublevación popular, que pondría en jaque al sistema político nacional, por el grado de crispación social existente en el país en esos momento.

La megamarcha del 8 de marzo de 2007 en Oaxaca será sin duda, un golpe para quienes sentados cómodamente desde el poder, intentan de la forma que sea, hacer que prevalezca un orden político y social, que siga beneficiando a sus intereses, pero ejemplos de dignidad como el de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca nunca dejan de evidenciar el fracaso rotundo de esta, lecciones como esas nos saltan a la cara y nos hacen reflexionar que la fuerza organizada del pueblo al final será la que triunfe sobre los grandes poderes politicos-empresariales, y esa lección de resistencia debe dejar su huella y dar frutos con el tiempo haciendo que la rebeldía florezca en el campo y en la ciudad para gritar a los cuatro vientos que...

EN OAXACA NO HAY DERROTA.

Nuevo concepto de soberanía - El Fisgón

América Latina: cuatro bloques de poder

James Petras

En América Latina hay cuatro bloques de naciones que contienden, contrariamente al dualismo simplista con que la Casa Blanca y la mayoría de la izquierda describen el proceso. Cada uno de ellos representa diferentes grados de acomodo u oposición a las políticas e intereses estadunidenses, que dependerán de cómo defina o redefina Estados Unidos sus intereses según las nuevas realidades.

La izquierda radical incluye a las FARC en Colombia, sectores de los sindicatos y los movimientos campesinos y barriales en Venezuela; la confederación obrera Conlutas y sectores del Movimiento sin Tierra en Brasil; sectores de la Confederación Obrera Boliviana, los movimientos campesinos y las organizaciones barriales en El Alto; sectores del movimiento campesino-indígena de la Conaie en Ecuador; los movimientos magisteriales e indígena-campesinos en Oaxaca, Guerrero y Chiapas, México; sectores de la izquierda campesino-nacionalista en Perú; sectores de los sindicatos y desempleados en Argentina. Es un bloque político heterodoxo, disperso, fundamentalmente antimperialista, que rechaza cualquier concesión a las políticas socioeconómicas neoliberales, se opone al pago de la deuda externa y en general respalda un programa socialista o nacionalista radical.

La izquierda pragmática incluye al presidente Hugo Chávez en Venezuela, a Evo Morales en Bolivia y a Fidel Castro en Cuba. A una multiplicidad de grandes partidos electorales y a los principales sindicatos y uniones campesinas en Centro y Sudamérica: los partidos electorales de izquierda, el PRD en México, el FMLN en El Salvador, la izquierda electoral y la confederación obrera en Colombia, el Partido Comunista chileno, la mayoría en el partido parlamentario nacionalista peruano Humala, sectores de los líderes del MST en Brasil, el MAS en Bolivia, la CTA en Argentina y una minoría del Frente Amplio y la confederación obrera en Uruguay. Incluida está la gran mayoría de los intelectuales latinoamericanos de izquierda. Este bloque es "pragmático" porque no hace un llamado a la expropiación del capitalismo ni al rechazo de la deuda ni a ruptura alguna de relaciones con Estados Unidos.

En Venezuela los bancos privados, nacionales y extranjeros, ganaron una tasa de más de 30 por ciento entre 2005 y 2007. Menos de uno por ciento de las más enormes propiedades de tierra fue expropiado para otorgarle títulos a los campesinos desposeídos. Las relaciones del capital con la mano de obra siguen inclinando la balanza en favor de las empresas y los contratistas. Venezuela y el presidente Alvaro Uribe de Colombia han firmado varios acuerdos de cooperación económica y de seguridad de alto nivel. Mientras promueve una mayor integración latinoamericana, Chávez busca una "integración" con Brasil y Argentina, cuya producción y distribución de crudo son controladas por corporaciones multinacionales europeas e inversionistas estadunidenses. Aunque Chávez reprocha el intento estadunidense de subvertir el proceso democrático en Venezuela, el país provee 12 por ciento de las importaciones totales de crudo a Estados Unidos, es dueño de 12 mil gasolineras Citgo en Estados Unidos y de varias refinerías. El sistema político de Venezuela es muy abierto a la influencia de los medios masivos privados, apabullantemente hostiles al presidente electo y al Congreso. Hay organizaciones no gubernamentales financiadas por Estados Unidos, una docena de partidos y una confederación de sindicatos actuando en pro de los planificadores estadunidenses. Casi todos los funcionarios y miembros del Congreso que están en favor de Chávez se montaron en su carroza política más por intereses personales que por lealtad populista. El pragmatismo de Venezuela es un campo muy lucrativo para los inversionistas estadunidenses, suministra energía de modo confiable y crea alianzas con Colombia, principal cliente de Estados Unidos en América Latina.

La retórica y el discurso radical de Chávez no corresponden con las realidades políticas. Si no fuera por la intransigente hostilidad de Washington y sus tácticas de continua confrontación y desestabilización, Chávez parecería moderado. Es obvio que sectores de las grandes empresas se quejen del incremento en pagos por regalías, dividendos de ganancias e impuestos. Washington pinta a Chávez cual si fuera un "peligroso radical" porque compara su política con la de los previos regímenes clientelares de Venezuela en los años 90. Pero si tomamos los pronunciamientos de política exterior de Chávez con una pizca de sal, asumimos el cambio en el ambiente internacional acaecido entre 2000 y 2007 y sus limitadas reformas en asistencia social, impuestos y otras, de hecho Estados Unidos está ante un radical pragmático que puede acomodar.

Lo mismo se aplica a la política hacia Cuba y Bolivia. Cuba ha establecido lazos diplomáticos con casi todos los clientes y aliados de Estados Unidos en América Latina. Explícitamente le tendió la mano diplomática a Uribe, rechaza la izquierda revolucionaria de las FARC en Colombia y respalda en público a neoliberales como Lula da Silva de Brasil, Néstor Kirchner de Argentina y Tabaré Vázquez en Uruguay, además de firmar un amplio espectro de acuerdos de adquisición con grandes exportadores estadunidenses de alimentos. Cuba brinda servicios de salud gratis (y entrenamiento a miles de médicos y educadores) en un gran número de regímenes clientes de Estados Unidos, de Honduras a Haití y Pakistán. Abrió la puerta a inversionistas extranjeros de cuatro continentes en todos sus principales sectores de crecimiento. La paradoja es que mientras Cuba profundiza su integración al mercado capitalista mundial en la emergencia de una nueva clase de elites orientadas al mercado, la Casa Blanca incrementa su hostilidad ideológica. Esta postura extremista se emprende también con el régimen de izquierda pragmática de Morales en Bolivia, cuya "nacionalización" no ha expropiado ni expropiará ninguna empresa extranjera. Uno de sus principales propósitos es estimular los acuerdos comerciales entre la elite de las agroempresas de Bolivia con Estados Unidos.

El tercero y más numeroso de los bloques políticos en América Latina lo constituyen los neoliberales pragmáticos: el Brasil de Lula y la Argentina de Kirchner. Muchos son los imitadores de estos regímenes entre las filas de la oposición liberal de izquierda en Ecuador, Nicaragua, Paraguay y otros lados. Kirchner y Lula defienden su paquete completo de privatizaciones legales, semilegales e ilegales. Ambos prepagaron sus obligaciones oficiales de deuda y buscan estrategias de crecimiento mediante la exportación de minerales y productos agrícolas, e incrementaron las ganancias empresariales y financieras restringiendo sueldos y salario.

Hay también diferencias. La estrategia en favor de la industria de Kirchner condujo a una tasa de crecimiento que duplica la lograda por Lula; redujo el desempleo en 50 por ciento, lo cual contrasta con el fracaso de las políticas de empleo de Lula. En Argentina, el ambiente de inversión para empresarios y banqueros es favorable para la consecución de ganancias. Sus principales diferencias con Washington derivan de las negociaciones en torno a un acuerdo de libre comercio. Mayores oportunidades de comercio global y una posición mercantil más fuerte les otorga una posición más fuerte al negociar. Ni Lula ni Kirchner respaldarán el intento militar estadunidense de derrocar o boicotear a Chávez, porque trabajan conjuntamente aumentando lucrativas inversiones y proyectos de petróleo y gas. Reconocen la naturaleza básicamente capitalista del régimen de Chávez aun cuando rechacen la mayor parte de su radical discurso antimperialista. Ambos presidentes diversifican sus socios comerciales y buscan acceder a mercados en China y Asia.

Washington no es hostil con Argentina y tiene una relación amistosa de trabajo con Brasil, pero no logró extender su influencia a ellos por su renuencia a entender estos regímenes de libre comercio "nacionalista". Que Kirchner se empeñe en lograr acuerdos negociados, inversiones reguladas, recolección de impuestos y renegociaciones de la deuda es visto como "nacionalista", "izquierdista" y casi intolerable. Washington se preocupa de que las políticas de libre comercio de Lula exijan que Estados Unidos ponga fin a sus subsidios y cuotas agrícolas, como lo hace Brasil. Pero con tal de defender a sus empresas agrícolas no competitivas, Washington sacrifica en su extremismo la posibilidad de entrar a gran escala y largo plazo al sector industrial y de servicios de Brasil.

El cuarto bloque político son los regímenes, partidos y asociaciones de elite neoliberales doctrinarios, que siguen al pie de la letra los dictados de Washington. Es el régimen de Felipe Calderón en México, que se prepara para privatizar las lucrativas empresas petrolera y eléctrica. Es el régimen de Michelle Bachelet en Chile, perenne exportador de minerales y productos agrícolas, la Centroamérica exportadora de fruta tropical y plena de maquiladoras. Colombia, que recibe 5 mil millones de dólares en ayuda militar estadunidense desde finales de los 90. Perú que por más de 20 años ha privatizado toda su riqueza mineral, gobernado ahora por Alan García, otro cliente de Estados Unidos.

Según Washington y los ideólogos de derecha un "populismo radical" barre la región, simplificando una compleja realidad para servir a sus propios intereses. Lo que hay es un cuadrángulo de fuerzas que compiten y se confrontan en América Latina.

Washington insiste que la influencia subversiva de Venezuela y Cuba debilita su posición en América Latina. Un factor mucho más importante es el aumento generalizado de los precios de bienes de consumo, lo que significa mayores entradas por exportación a la región. Entonces, los países latinoamericanos dependen menos de las "condiciones" del FMI para allegarse préstamos, lo que limita aún más la influencia estadunidense. Mayor liquidez significa poder contar con préstamos comerciales sin recurrir al Banco Mundial. Los expansivos mercados de Asia, en particular el aumento de la inversión asiática en las industrias extractivas latinoamericanas, erosiona aún más el apalancamiento mercantil estadunidense en la región. Ante la caída de su propia economía en 2007, es probable que Estados Unidos reduzca sus inversiones y comercio con América Latina. En otras palabras, tiene menos margen de maniobra sobre izquierdistas y neoliberales pragmáticos que en los 90. Mal etiquetar a lo regímenes y exagerar grado y clase de la oposición conduce a la exacerbar los conflictos. Persistir en la actitud de lograr acuerdos de libre comercio a escala continental mediante concesiones no recíprocas es perder la oportunidad de lograr tratos comerciales.

Esto es efecto de una configuración ultraconservadora por parte de los planificadores estadunidenses y sus principales asesores.

Washington describe burda y malamente la realidad latinoamericana, lee incorrectamente el contexto regional e internacional actual, pero los intelectuales de izquierda exageran el radicalismo o la realidad revolucionaria de Cuba y Venezuela. Pasan por alto la contradictoria realidad y sus acomodos pragmáticos con los regímenes neoliberales. Con muy poca perspicacia histórica, continúan creyendo que neoliberales pragmáticos como Lula, Kirchner y Vázquez son "progresistas", y los agrupan junto con izquierdistas pragmáticos como Chávez, Castro y Morales. En ocasiones caracterizan a los partidos y a los regímenes según sus pasadas identidades políticas izquierdistas y no según sus actuales políticas elitistas de libre comercio y exportación de agrominerales.

La izquierda debe encarar el hecho de que pese a que el poder estadunidense declinó, se recupera y avanza desde que las rebeliones de masas derrocaron a sus clientes en 2000-2002. Quedaron en la nada las esperanzas de la izquierda en que la victoria de antiguos partidos políticos electorales de centroizquierda revirtiera las políticas neoliberales de sus predecesores. Redefinir la conversión de izquierdistas en neoliberales pragmáticos cual si fuera algo progresista o creara un contrapeso al poderío estadunidense, es ingenuo y confunde aún más.

El declive de la influencia estadunidense en América Latina no es lineal: una abrupta caída fue seguida de un repunte parcial. Ningún ascenso sostenido de la izquierda radical sale al paso de este descenso en influencia. Los ganadores reales son los izquierdistas y neoliberales pragmáticos, que llegaron el poder ante la retirada de los neoliberales doctrinarios y la favorable coyuntura expansiva de las condiciones del mercado mundial.

Una izquierda latosa

Gustavo Gordillo

1 Una verdad peligrosa. La izquierda socialdemócrata en México debe hacer suya casi como consigna la siguiente frase de Tocqueville: Es casi tan peligroso para la moralidad humana despreciar un prejuicio por las molestias que origina, como abandonar una idea verdadera porque sea peligrosa. La idea peligrosa es que para que este país se mueva, salga de su estancamiento, detenga su declive y oriente positivamente la energía social que emerge discretamente, debe acontecer un profundo cataclismo entre las elites.

2. El punto de partida para la acción de todas las izquierdas mexicanas debiera ser la definición de Bobbio sobre la democracia de los modernos. La lucha contra el abuso del poder que se desarrolla en dos frentes: contra el poder desde arriba en nombre del poder desde abajo, y contra el poder concentrado en nombre del poder distribuido. La lucha contra el abuso del poder desde abajo es la lucha por la transparencia y la fiscalización democrática. Es la lucha por acabar con el vicioso círculo de la impunidad de los poderosos. La lucha contra el poder concentrado es la lucha contra los poderes monopólicos tanto en la economía como en la cultura y sobre todo en la política. El monopolio de la política ha sido en México históricamente la nodriza que alimenta las concentraciones del poder en los otros ámbitos y de manera relevante en el económico. Ningún programa o política de combate a la pobreza o de reducción de la desigualdad tendrá éxito mientras no ocurra simultáneamente una reforma de la política.

3. Reforma de la política. Los enclaves autoritarios que subsisten después de las transiciones democráticas en toda América Latina y las diversas maneras en que en algunos países comienzan a aparecer signos de restauraciones -conservadoras o progresistas- subrayan que el gran problema es el corporativismo no sólo ni fundamentalmente de las asociaciones de trabajadores sino de las fuerzas económicas incluyendo las del conocimiento: los grandes empresarios trasnacionales, de la comunicación, de las finanzas, de la fe, del conocimiento académico, los dueños del monopolio de los pobres. Es decir el gran tema es la descorporativización de las elites políticas.

4. Instituciones o actores. Esas búsquedas restauradoras se alimentan de tres percepciones ciudadanas. El horizonte de las expectativas que le apuesta al éxito individual sin consideración a la solidaridad con los demás. La retracción de los ciudadanos a los espacios privados dado que los públicos están sobrepoblados de pequeñas minorías intensas que los ocupan. Y el cinismo del discurso político que no mira más allá de sus narices. En la discusión más estratégica para enfrentar estas tres expresiones creo percibir dos respuestas que expresan a distintos conjuntos sociales. Por una parte están quienes consideran que en un gobierno republicano el tema central para sustentar una nueva moral pública pasa por el cambio de reglas, mientras que otros insisten que más allá de las instituciones están los actores y la forma de construcción de nuevas coaliciones sociales. Privilegian el momento cultural y promulgan, por la naturaleza policéntrica del poder en el mundo de hoy, un proceso de acumulación de fuerzas de largo aliento que construya una nueva coalición histórica.

5. Ressentment. El resentimiento social contra la impunidad de los poderosos es probablemente el resorte más profundo en las movilizaciones ciudadanas de los últimos años. La desigualdad acrecienta la disparidad social y productiva de nuestras sociedades, pero la impunidad dificulta la construcción de consensos duraderos y alimenta una visión política depredadora. La desconfianza alimentada por la impunidad y la inequidad mina la ciudadanía y la competencia económica. Alimenta movilizaciones populares contra las formas de intervención del poder oligárquico. Los poderes oligárquicos generan los impulsos que desde la sociedad desarticulan instituciones y rompen reglas de convivencia.

6. Dignificar la política. Se necesita una reforma moral de los actores. Para romper el monopolio político se requiere circulación de las elites. Para lograrlo es indispensable reformar el sistema de partidos. Es crucial articular la política que emerge desde los movimientos sociales y desde ámbitos tan diversos como la cultura, las artes, las ciencias, los grupos de migrantes y sobretodo las jóvenes. El descrédito de los partidos políticos, la especie de equilibrio catastrófico en el que se encuentran las tres grandes formaciones políticas constituye un escenario ideal para construir una amplia movilización ciudadana que buscando dignificar a la política rompa el monopolio de los políticos de siempre.

7. Situs inversus. Esas movilizaciones las encabezarán quienes en verdad piensan en el largo plazo no quienes tienen mentalidad de abarroteros o de lavanderas de barrio. No la encabezarán quienes sufren el situs inversus de nuestra política. Situs inversus es una rara condición física en donde todos los órganos del cuerpo revierten sus posiciones de derecha a izquierda. La novelista Allison Macleod lo ejemplifica maravillosamente: "Mi amigo Jake tiene 30 y está preocupado por sus testículos. Me dice que el derecho cuelga más abajo que el izquierdo, que el izquierdo debería colgar más abajo que el derecho. Concluye que tiene situs inversus". Ahora que han pasado una serie de reuniones de las tres grandes formaciones políticas estoy convencido que tienen situs inversus.

8. Izquierda y derecha. En este cataclismo que me imagino no existe el centro. Se fue con el desmoronamiento del antiguo PRI, del PRI hegemónico. Libertad y justicia tampoco son los núcleos conceptuales que separan a derechas de izquierdas. Hay un conjunto de derechas en el gobierno, en la empresa, en los púlpitos, en la academia, en los partidos y las agrupaciones sociales y en los medios; distintas, incluso antagónicas pero unidas por el miedo de perder privilegios. Hay un conjunto de izquierdas distintas e incluso antagónicas en los partidos, pero sobre todo fuera de ellos que reclaman que la política vuelva a ser un bien público. Se requiere el impulso discursivo para amalgamarlas.

http://gustavogordillo.blogspot.com/

Y todavía los cabrones de la Coparmex se oponen a que suban los salarios mínimos ¡increíble!

Carlos Fernández-Vega
América Latina: alta concentración de la riqueza

Figuran en Forbes 33 latinoamericanos

Slim, rico entre los ricos

Democracia empresarial

Se reconoce hasta el cansancio (no hay foro en que no se repita), pero nada se hace para corregirlo: América Latina es la región más desigual del planeta, en la que la pobreza campea, las oportunidades socioeconómicas para su población brillan por su ausencia y los niveles de bienestar caen con velocidad vertiginosa.

Ello, a pesar de ser una región abundante en riqueza, pero vergonzosamente súper concentrada. El problema, pues, no es la carencia, sino la concentración en unas cuantas manos.

Por estas fechas, pero de 2006, en este espacio comentamos que buena parte de esa riqueza la acaparan unos cuantos magnates: 33, para ser precisos, que en 2005 acumularon fortunas cercanas a 114 mil millones de dólares.

Un año después, la democracia empresarial hizo su trabajo y ese número de ricos entre los ricos, de acuerdo con la clasificación Forbes, aumentó a 37, aunque las fortunas conjuntas, al cierre de 2006, se incrementaron casi 36 por ciento (41 mil millones) en esos 12 meses, para sumar alrededor de 155 mil millones de dólares, información que sólo confirma la creciente tendencia a concentrar lo de por sí concentrado en esta región, en la que 225 millones de personas sobreviven en condiciones verdaderamente deplorables.

Veintiséis mil millones de dólares de incremento en la fortuna de 37 magnates latinoamericanos en un solo año en una región en la que el 50 por ciento de sus habitantes subsiste en la pobreza, no da cuenta precisamente de las famosas "oportunidades iguales" presumidas en el discurso oficial sobre las bondades del modelo económico impuesto cinco lustros atrás.

Por el contrario, los 140 mil millones de dólares acumulados por 37 "hombres de negocios" duplican el monto de inversión extranjera directa en América Latina durante 2005 y equivalen al ingreso anual de casi 190 millones de esos pobres que inundan la región y subsisten con menos de dos dólares diarios.

Dos decenas y media de multimillonarios y sus fortunas, que en 2006 geográficamente se distribuyeron así:

-Diez mexicanos, con 74 mil 100 millones de dólares, un aumento cercano a 46 por ciento en sus haberes al cierre de 2006 respecto de 2005, equivalente a 23 mil 300 millones de billetes verdes: Carlos Slim, con 66 por ciento del total, Alberto Bailleres, Ricardo Salinas Pliego, Jerónimo Arango, Emilio Azcárraga Jean, Maria Asunción Aramburuzabala, Roberto Hernández Ramírez e Isaac Saba Raffoul; por cierto, en la entrega de ayer anotamos que Lorenzo Zambrano y Alfredo Harp quedaron fuera de la lista, pero no es así: el primero se anota con mil 700 millones y el segundo con mil 600;

-Diecinueve brasileños (Joseph Safra, Jorge Paulo Lemann, Aloysio de Andrade Faria, Antonio Ermirio de Moraes, Moise Safra, Marcel Herrmann Telles, Rubens Ometto Silveira Mello, Carlos Alberto Sicupira, Julio Bozano, Abilio dos Santos Diniz, Dorothéa Steinbruch, Elie Horn, Antonio Luiz Seabra, Guilherme Peirao Leal, Eliezer Steinbruch, Henrique Constantino, Joaquim Constantino Neto, Ricardo Constantino y Constantino de Oliveira Jr.), con 43 mil 800 millones de dólares (tres ricos menos, con un aumento en las fortunas conjuntas de 31 por ciento con respecto a 2005);

-Dos chilenos (Anacleto Angelini, Eliodoro Matte y Sebastián Piñera), con 12 mil 800 millones de dólares (un rico más que en 2005, pero con un incremento de 64 por ciento en el monto de las fortunas);

-Dos colombianos (Julio Mario Santo Domingo y Luis Carlos Sarmiento), con 10 mil 400 millones de dólares (igual número que en 2005, pero con un incremento de 17 por ciento en sus fortunas);

-Dos venezolanos (Gustavo Cisneros y Lorenzo Mendoza, con haberes parejos), con 12 mil millones de dólares (igual número, pero con un incremento de 21 por ciento en sus fortunas).

-Un argentino (Gregorio Pérez Companc), con mil 700 millones de dólares (sin cambios con respecto a 2005).

Como lo anotamos un año atrás, esos 37 magnates no son los únicos ricos de América Latina. Hay unos cuantos más, pero los relacionados por Forbes son la crema y nata de la concentración del ingreso y la riqueza en América Latina. México, con la mitad de su población condenada a la pobreza y la miseria, ocupa la segunda posición latinoamericana en lo que a multimillonarios se refiere, pero el primerísimo en monto de fortunas conjuntas: 74 mil 100 millones de dólares, el 48 por ciento del total (un año atrás representó el 44.6 por ciento). Un bello ejemplo de la igualdad que tanto se pregona desde los micrófonos oficiales.

Carlos Slim es el más rico entre los ricos latinoamericanos y el tercero a nivel mundial. Concentra el 66 por ciento de las fortunas mexicanas (60 por ciento en 2005) y el 32 por ciento (26 por ciento un año atrás) de los opulentos de América Latina regionales.

La segunda posición entre los latinoamericanos Forbes corresponde al chileno Anacleto Angelini, con 6 mil millones de dólares (apenas el 12.2 por ciento de la fortuna de Slim), un monto igual para cada uno de los venezolanos (Gustavo Cisneros y Lorenzo Mendoza) relacionados, y para el brasileño Joseph Safra. En tercer lugar se encuentra el colombiano Julio Mario Santo Domingo, con 5 mil 700 millones. Y de allí para abajo, pero no tanto, en el festín de la concentración del ingreso y la riqueza.

Las rebanadas del pastel

Sólo para equilibrar: en América Latina, de acuerdo con la FAO, el 40 por ciento del ingreso total es percibido por el 10 por ciento más rico de la población; tan sólo el 5 por ciento más rico obtiene el 25 por ciento. Estos indicadores representan la mayor concentración entre las regiones del mundo en desarrollo y casi el doble de la de los países desarrollados, donde el 5 por ciento más rico participa con el 13 por ciento del ingreso total. En contrapartida, en América Latina y el Caribe el 30 por ciento más pobre recibe solamente el 7.5 por ciento del ingreso total, menos que en cualquier otra región en el mundo y apenas la mitad que en los países desarrollados (14 por ciento).

Crearon Mi General, un pan de caja alternativo

Jaime Avilés

Hay cosas que no entiendo: ayer a estas horas tenía 28 años y ahora resulta -mi pasaporte lo confirma- que la semana próxima cumpliré 53. ¿En qué momento pasó la vida? Cuando entré a la primaria, los Gansitos costaban 80 centavos, aunque pronto los subieron a un peso y, si no mal recuerdo, se quedaron en ese precio -cuando mucho les aumentaron 20 centavos más- hasta la devaluación de 1976, la primera que hubo en México desde 1954.

Para los juegos olímpicos de 1964, el osito Bimbo, que era la adoración de las nuevas generaciones de entonces, sacó un álbum que los niños llenábamos con estampas del barón Pierre de Coubertin y del globo de Cantoya y de los atletas que habían establecido récords en todos los deportes. Las estampas, impresas a colores, venían en unos sobres de color café, que salían embarrados de chocolate de los paquetes del Gansito o del propio pan de caja, y en la escuela intercambiábamos las repetidas, que abundaban por cientos.

En cambio, con tal de obtener la que nos faltaba apostábamos la única que le faltaba al niño que nos caía más gordo, en una extraña competencia llamada "tapados", que consistía en golpear la codiciada prenda con la mano extendida en posición cóncava, de tal suerte que, al ser chupada por el vacío que provocaba el impacto, la imagen se diera la vuelta en el aire ella sola, en cuyo caso pasaba a ser nuestra. De lo contrario...

Nadie podrá negar que crecimos adorando al osito Bimbo y a todas las sabrosas porquerías que simbolizaba ese emblema; cuando conocí al subcomandante Marcos en 1994 y le pregunté qué productos extrañaba más de la ciudad, sin pensarlo siquiera me dijo que los Gansitos. Hoy, sin embargo, ante el protagonismo político de los propietarios de Bimbo-Marinela, que monopolizan 99.99 por ciento del mercado de productos de harina de trigo, hay quienes piensan que es necesario responder con la serena frialdad de aquel personaje de Ernest Hemingway en El viejo y el mar, cuando luchando contra un gigante del océano musitaba con tristeza: "perdóname, pez, yo te amo, pero te voy a matar porque tengo que seguir viviendo".

En las nuevas condiciones que sufre nuestro país, pensando en los niños que vienen, quizá tengamos que decir en voz baja y poniendo manos a la obra: "perdóname, plantígrado de peluche, yo te amo, pero lo que están haciendo en tu nombre es un crimen: por una parte, quienes te explotan protegen a pederastas como el padre Maciel, y por la otra hicieron el fraude electoral de 2006 y son cómplices del golpe de Estado que llevó al poder a un inepto que está destrozando a México y no podemos permanecer con los brazos cruzados".

Algo más o menos así fue lo que desde octubre del año pasado se plantearon dos militantes de la resistencia civil pacífica. Maru y Manuela se tomaron muy en serio la idea de crear un pan de caja alternativo al de Bimbo y, ahora, como se puede apreciar en la foto que acompaña a este Desfiladero, ya lo tienen. Es muy tierno, pesa 750 gramos, huele a trigo, está hecho con harina blanca, leche, huevo y levadura, costará 15 pesos en la calle y su color es ligeramente amarillo porque no contiene blanqueadores artificiales como el del oso oprobioso.

Economía solidaria

Para crear este producto, Maru y Manuela empezaron por el principio. Al hablar con un sinfín de tahoneros establecidos supieron, por ejemplo, que Carlos Slim, el tercer hombre más rico del mundo, vendió la cadena de pastelerías El Globo a los hermanos Roberto y Lorenzo Servitje, dueños de Bimbo-Marinela, quienes en la actualidad, con esa franquicia en su poder, están abriendo sucursales de El Globo enfrente de todas las panaderías que pueden con la sana finalidad de hundirlas.

Averiguaron también que cuando un panadero hornea pan de caja y lo anuncia en sus vitrinas, lógicamente un poco más barato que Bimbo, a la puerta de su negocio se estaciona una camioneta repartidora de Bimbo, cuyos operadores, por medio de altoparlantes, ofrecen toda su mercancía a mitad de precio mediante la conocida fórmula de 2 x 1. Con esa política, los Servitje han absorbido todas, absolutamente todas las marcas que antes les hacían competencia.

Cuando la CND, en su asamblea del 16 de septiembre, acordó boicotear los productos de los empresarios que destruyeron las instituciones democráticas para imponerle al país un presidente espurio, la gente descubrió que Bimbo era invulnerable a menos que cada quien renunciara a sus patrones de consumo de toda la vida. En ese momento, Maru y Manuela comprendieron que la única salida para contrarrestar a ese monopolio que, por otra parte, viola fragrantemente la ley con su existencia, era crear un pan de caja alternativo.

Después de realizar incontables experimentos, acudieron a la Universidad Autónoma Chapingo, donde un comité de científicos de las más diversas disciplinas examinó los ingredientes propuestos por ellas y les dio consejos para añadirle más valores nutricionales a la receta. Así nació finalmente el Pan de Trigo Mi General, nombre que escogieron pensando en que en los estados del sur la etiqueta mostrará el retrato de Emiliano Zapata y en los del norte el de Pancho Villa.

Para empezar, sólo en la ciudad de México, hornearán 2 mil panes a la semana y venderán cada uno a 15 pesos, ofreciendo una comisión de 20 por ciento por pieza a quienes se interesen en distribuirlo; esto es el doble de lo que reciben los repartidores de Bimbo. No se trata, dijeron Maru y Manuela, de hacer un negocio dentro de la CND, sino de "darle continuidad a la campaña contra las empresas que monopolizan el mercado y el poder político y económico, y reducir la influencia de los empresarios de extrema derecha".

Además, "queremos incentivar al gremio panadero a generar otras ofertas con este tipo de productos, mejorando calidad y precio, y al mismo tiempo apoyar a la pequeña y mediana industria, articular un proyecto cooperativo, tejer una red de distribución, generar empleos, aumentar los ingresos de la gente, en fin, impulsar la economía solidaria, sin olvidar que este proyecto puede ser un bastión del gobierno legítimo del licenciado Andrés Manuel López Obrador".

El viernes próximo, a las seis de la tarde, Maru y Manuela ofrecerán una conferencia en Benjamín Franklin 84, Tacubaya, junto al Metro Patriotismo, a las personas interesadas en hacer suya esta iniciativa política. Y tienen el correo electrónico boicompro@yahoo.com.mx abierto a quienes deseen ponerse en contacto con ellas. Su proyecto, la verdad sea dicha, no era lo que esperaba esta columna, pero no deja de ser el principio de algo que puede llegar lejos. Después, habrá que pensar en el boicot a la Kellogs, principal consumidora del maíz transgénico de Monsanto. Pero, bueno, por lo pronto, el pan Mi General empezará a ser masticado masivamente a partir del 21 de los corrientes, durante la asamblea de la CND.

Me sumo con una más entusiasta recepción ante estas mujeres porque éstas son las acciones que deben tomarse para crear un mercado alterno que presente opciones para que el boicot tome fuerza. ¡Bravo compañeras!

La usura bancaria en México

Enrique Galván Ochoa
Sondeo: las tarjetas de crédito

Un abuso, las comisiones bancarias

Los clientes necesitan organizarse

El uso del llamado dinero plástico -las tarjetas de débito y crédito- se ha generalizado. Circulan varios millones en la República emitidas por la banca comercial, que está librando una espectacular batalla por controlar ese mercado. En el sondeo que hicimos esta semana entre lectores de La Jornada, que participan en nuestro Foro México, 81 por ciento dijo que tenía al menos una tarjeta. En cuanto a las comisiones que pagan a los bancos, 61 por ciento opinó que son un abuso y sólo uno por ciento manifestó que le parecen adecuadas.

Metodología

El fin de semana anterior enviamos 8 mil 866 cuestionarios por correo electrónico a igual número de integrantes del foro. Ayer habíamos recibido respuesta de 40 por ciento. Tú también puedes participar con tus opiniones en futuras encuestas registrándote en el foro.

Votos razonados

Es obvio que las comisiones que cobran los bancos por las tarjetas de crédito rayan en la usura. En ningún país del mundo se permitirían. Los bancos se han convertido en ladrones avalados por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros. Y nosotros, como siempre, cayendo en el garlito, utilizando (por necesidad) un crédito carísimo, que a la postre no podremos pagar.

Eduardo de Swaan /Tampico

Creo que nadie se ha escapado de los abusos de los banqueros con el dinero plástico. Si estamos esperando que los yunquistas en el poder los metan en cintura, nos vamos a quedar con un palmo de nariz. Propongo que formemos una agrupación de derechohabientes de tarjetas, para defendernos de la usura de los delincuentes de cuello blanco.

Dr. M. Valdez Hernández/Distrito Federal

Creo que quienes tuvimos la gracia o desgracia de vivir lo del año 1994 ahora estamos curados de espanto. Muy pronto habrá crisis, la cual ya fue anunciada hace un par de semanas: los bancos enfrentan la morosidad de millones de clientes. Y volveremos a ver el rescate a banqueros.

Lourdes de Salazar/Distrito Federal

Es muy oportuna tu encuesta sobre las comisiones por los servicios bancarios. Hace poco salió en varios medios informativos, entre ellos La Jornada, que bancos como BBVA-Bancomer y Santander Serfín han sido un jugoso negocio para sus dueños trasnacionales, pues México aportó la ganancia más alta de toda Latinoamérica, si se compara con otras filiales de la región. Claro, éstas han sido generadas principalmente por el cobro de comisiones, lo cual me parece un robo.

Gonzalo Hatch/Distrito Federal

Ni en su país de origen los bancos cobran comisiones tan altas, pero aquí encontraron el paraíso cobrando lo que quieren, con la complicidad de quienes nos gobiernan, pues no los regulan ni les ponen un alto. Estoy de acuerdo con la propuesta de formar una asociación de tarjetahabientes para empezar a ponerles freno.

Carlos Pedro Mendoza/Distrito Federal

La tendencia parece ser que cada uno de nosotros quede "bancarizado", ya sea que reciba sueldo, pague consumos o servicios, reciba remesas, etcétera. Nadie debe escapar al tributo a los financieros. A mí me parece que, además del abuso evidente con las comisiones, anualidades, etcétera, los bancos están entregando tarjetas a personas que en otros tiempos se consideraba que no tenían capacidad de pago; más pronto que tarde el asunto tendrá que reventar.

Irma Lorena Acosta Reveles/Zacatecas

Los banqueros son iguales en todo el mundo. La diferencia en cada país la hacen los ciudadanos. Viví durante cinco años en España. No diré que son ciudadanos ejemplares, pero cuando era necesario unirse contra las alzas de Telefónica, bancos, tarifa de Internet, etcétera, lo hacían, y obtenían resultados gracias a que su asociación de consumidores es muy fuerte. Y nosotros, ¡bien, gracias!

Manuel Figueroa/Ensenada

Los mínimos salarios que quiere la Coparmex

Editorial

La postura de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) respecto a un posible incremento de los salarios mínimos niega una realidad incontrovertible. Esta postura también tiende a desestimar el innegable hecho de que México es uno de los países con mayor desigualdad en la distribución de la riqueza, un grave flagelo que incluso ha sido denunciado por organismos financieros internacionales, como el Banco Mundial.

Según el presidente de la comisión laboral de la Coparmex, Tomás Natividad Sánchez, no existe una necesidad "real" de aplicar un incremento de emergencia a los salarios mínimos ante el aumento de los precios, sobre todo de productos de la canasta básica, ya que en el país sólo 3.4 por ciento de la población percibe 50.57 pesos diarios. Para sustentar su afirmación, el dirigente empresarial explicó que una parte importante de la clase trabajadora tiene percepciones extra que complementan su sueldo y que incluso las personas que se "desempeñan en la economía informal se embolsan entre 100 y 150 pesos al día por concepto de propinas".

Las palabras de Natividad Sánchez ponen de manifiesto una escandalosa incongruencia por parte de la Coparmex sobre la situación del país: por una parte, festeja el crecimiento económico de la minoría que figura en las listas de las mayores fortunas del mundo de la revista Forbes y que ha visto su riqueza aumentar en los últimos años por encima del promedio de las naciones integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos o que tiene el suficiente capital para adquirir empresas trasnacionales.

Por otra parte, las declaraciones del líder empresarial buscan cerrar el paso a una justa repartición de la riqueza en un país donde alrededor de 53 por ciento de los 104 millones de mexicanos vive sin ingresos suficientes para atender sus necesidades básicas, de acuerdo con datos del Banco Mundial. Adicionalmente, otro 24 por ciento de la población sobrevive apenas en condiciones de extrema pobreza: por ejemplo, en Chiapas hay municipios en los que el ingreso per cápita es de tan sólo 1.65 dólares diarios. Así, la décima parte de la población más rica gana más de 40 por ciento de los ingresos totales, mientras la décima parte más pobre obtiene únicamente 1.1 por ciento, brecha que se hace cada vez más profunda a medida que pasa el tiempo.

En resumen, la opinión del dirigente de la Coparmex evidencia la carencia de una política congruente en materia de distribución de la riqueza, además de que constituye un insulto y un agravio a los millones de ciudadanos que luchan todos los días para percibir un magro salario que ni siquiera garantiza una adecuada alimentación a su familia: cuatro de cada 10 niños mexicanos padecen algún grado de desnutrición.

Increíble que la avaricia de los integrantes de la Coparmex los ciegue de tal forma que sin pudor alguno muestren su egoísmo, su falta de amor y de respeto por quienes menos tienen. ¡Qué gentuza!