jueves, enero 20, 2011

Arrestan en Suiza al ex banquero que filtró a Wikileaks lista de clientes en islas Caimán

Julian Assange, fundador de Wikileaks (a la izquierda), y el ex banquero Rudolf Elmer, quien ayer entregó en Londres dos discos compactos con una lista de clientes de bancos de islas Caimán, sospechosos de evadir obligaciones fiscales.

*Lo acusan de violar el secreto bancario y amenazar a un empleado del Julius Baer Bank *Un juez lo cuestiona por volverse contra el sistema sólo porque no fue ascendido

El ex banquero Rudolf Elmer, quien hace unos días entregó a Julian Assange datos de cuentahabientes del Julius Baer Bank en islas Caimán, al salir ayer de una corte de distrito en Zurich, SuizaFoto Ap.

Zurich, 19 de enero. La policía de Suiza arrestó este miércoles al ex baquero Rudolf Elmer por nuevos cargos de haber violado la ley de secreto bancario del país al entregar datos a Wikileaks. Esto ocurrió horas después de que fue hallado culpable de otra violación a la norma, en una causa separada.

Elmer fue puesto bajo custodia por la policía, luego de haber sido hallado culpable de violar el estricto secreto bancario al publicar datos privados de clientes y de amenazar a un empleado en su ex firma Julius Baer Bank.

“La oficina del fiscal estatal está revisando para ver si Rudolf Elmer ha violado la ley bancaria suiza al entregar un CD a Wikileaks”, dijeron la policía del cantón de Zurich y el fiscal estatal en un comunicado conjunto.

En una conferencia de prensa en Londres este lunes, Elmer entregó datos de cientos de dueños extranjeros de cuentas bancarias al fundador de Wikileaks, Julian Assange, con el argumento de que quiere llamar la atención sobre numerosos abusos financieros.

Wikileaks ha enfurecido a autoridades de Estados Unidos por divulgar cientos de cables confidenciales del Departamento de Estado.

La corte había sentenciado a Elmer a pagar una multa de 7 mil 200 francos suizos (7 mil 505 dólares), suspendida por dos años, sin dar razones a la espera del veredicto escrito. La fiscalía exigía ocho meses de cárcel y una multa de 2 mil francos.

El fallo de la corte el miércoles no se refiere a Wikileaks y la defensa decidirá si apela dentro de diez días.

Este miércoles, durante la audiencia, el juez Sebastian Aeppli se mofó del hecho de que Elmer se autodefine como un Robin Hood del mundo bancario, quien un día tomó la decisión de denunciar prácticas inmorales. Usted fue parte del sistema bancario durante años y sacó provecho de él. Si actuó en contra del banco fue porque no fue ascendido y tuvo diferencias con sus superiores.

Aeppli absolvió a Rudolf Elmer de los cargos de que pidió 50 mil dólares por devolver los datos de clientes a su ex empleador, el banco Julius Baer y de que lanzó una amenaza de bomba contra la sede del banco.

Elmer, quien ayudó a Wikileaks a alcanzar la fama tres años atrás cuando utilizó el sitio electrónico para publicar detalles secretos de clientes y que entregó nuevos datos a la página web el lunes, admitió que había enviado información de Julius Baer Bank a las autoridades impositivas.

No obstante, negó haber extorsionado y hecho una amenaza de bomba contra la entidad financiera Julius Baer y dijo que nunca aceptó pagos a cambio de datos secretos.

Elmer, de 55 años, pasó un mes bajo custodia en 2005 cuando se levantaron cargos en su contra por primera vez.

Soy un crítico del sistema y quiero decirle a la sociedad lo que pasa en esos oasis turbios, dijo Elmer, quien estuvo a cargo de la filial en islas Caimán del banco suizo, dedicado a clientes adinerados, hasta su despido en 2002, en una conferencia de prensa antes del veredicto.

Elmer dijo que Baer libró una campaña de terror sicológico contra él y su familia y que le ofreció el pago de 500 mil francos suizos por su silencio. Él asegura que nunca aceptó dinero a cambio de los documentos secretos.

Pero admitió que escribió correos electrónicos anónimos en 2005, amenazando con enviar detalles de clientes a las autoridades y a los medios si el banco Julius Baer no cesaba ciertas acciones que no especificó.

La situación era muy amenazante. Teníamos mucho miedo y yo creía que el banco estaba detrás. Por eso mandé los correos electrónicos, dijo Elmer a la corte.

Admitió también que envió detalles de clientes a autoridades tributarias suizas, pero negó haber amenazado a sus antiguos colegas.

Julius Baer, que negó que su filial en las islas Caimán fuera utilizada para evadir impuestos, acusó a Elmer de realizar una campaña personal de intimidación y venganza contra el banco, luego de que la institución rechazó sus exigencias de compensación económica tras su despido en 2002.

Elmer se dijo satisfecho de haber sido juzgado de manera tan benigna y aseguró que planea publicar un libro autobiográfico Sobreviviendo como delator. Añadió que tiene el propósito de educar a la gente sobre cómo funciona la confidencialidad bancaria y los paraísos fiscales.

En 2005 Elmer amenazó con entregar información bancaria confidencial a autoridades fiscales en Suiza, Estados Unidos y Reino Unido. Se acercó a Wikileaks en diciembre de 2007 y se empezó a publicar su material al mes siguiente. Las acciones del banco Julius Baer emprendidas en 2008 lograron que el portal cerrara durante dos semanas.

Servicios privados de salud, negligencia y fraude

Víctimas de negligencias médicas y fraude en hospitales privados de México se encuentran en la indefensión. Aunque la salud es un derecho tutelado, en la estructura del gobierno federal no existe un órgano que supervise y verifique que se cumplan los protocolos médicos a cabalidad. Además, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos no atiende las quejas de los usuarios de hospitales privados y la Comisión Nacional de Arbitraje Médico es “ineficiente”, asegura experto

Elva Mendoza

A paso lento y ayudado por un par de bastones canadienses, Gustavo Vargas recorre las calles de San Andrés Cholula, Puebla. El hombre, de 62 años, habla con facilidad y fluidez de artoplastías, prótesis, cateterismos, infecciones, bacterias y medicamentos. Su léxico es el de un doctor experimentado. “Le hablo como médico porque me meto al internet”, aclara.

Gustavo, exempleado del Banco de Desarrollo Rural, perdió la rodilla derecha hace cinco años, víctima de negligencia médica en los servicios privados de salud del Hospital Betania, de la Fundación Tamiz Oropeza. Hoy, se enfrenta al sistema judicial para exigir que le sea reparado el daño.

En el país, ninguna dependencia pública o privada lleva registro de la ocurrencia de negligencias médicas en el sector privado. La Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) únicamente incluye en sus estadísticas los casos de personas que deciden quejarse ante el órgano.

Para el abogado Pedro Morales Aché, especialista en temas de salud y derechos humanos, no hay manera de conocer el número de negligencias médicas que ocurren en hospitales y clínicas privadas, debido a que no todas las personas que son víctimas de negligencia médica se quejan o demandan. Explica que hay pacientes que no se percatan de que fueron víctimas, pues desconocen la existencia de la negligencia médica.

Los pacientes están en total indefensión, agrega, pues la Comisión Nacional de los Derechos Humanos tampoco atiende sus quejas. Al respecto, Gustavo Tafolla, adscrito a la Dirección General de Comunicación Social y Proyectos de la Comisión, asegura que ésta no tiene facultades “por tratarse de asuntos entre particulares”.

La Conamed recibe anualmente alrededor de 14 mil quejas, el 15 por ciento corresponde a los servicios privados de salud. Las especialidades más señaladas son odontología, ginecología y obstetricia y, en tercer sitio, ortopedia. Éstas conforman el 80 por ciento de los reportes.

Se estima que a la Comisión acuden aproximadamente 2 mil 400 personas al año para denunciar actos de negligencia o mala práctica en consultorios, hospitales, clínicas y laboratorios privados, de los cuales se atiende únicamente a 400, el 80 por ciento es resuelto mediante procesos conciliatorios y el 20 por ciento, en la etapa de arbitraje, donde se emiten apenas 50 laudos favorables a los pacientes tanto de instituciones públicas como de privadas.

Respecto del número de quejas que recibe la Conamed y el número tan bajo de casos que son atendidos, Francisco Hernández Torres, director general de Calidad e Informática de la dependencia, asegura que se debe a que la negligencia es una “percepción subjetiva de la gente”.

Sin embargo, para Morales Aché, la Conamed es una instancia parcial que en la práctica se dedica a desproteger a los pacientes y a encubrir hospitales y médicos.


Organización criminal

El abogado atribuye las acciones negligentes y las malas prácticas, tanto de médicos como de las empresas prestadoras de servicios de salud, a la falta de supervisión y al funcionamiento y organización de los hospitales privados. “Son grandes negocios que pretenden ser hoteles y no pueden ser caracterizados así, puesto que están sujetos a regulación sanitaria y al cumplimiento de requisitos”, señala Aché.

Explica el litigante que estas empresas obligan a los pacientes a firmar documentos donde aceptan que el hospital únicamente renta instalaciones (presta servicios hospitalarios) y, por tanto, responsabiliza al paciente de los servicios médicos al argumentar que son ellos quienes designan al médico que los atiende. Situación que es falsa porque quien elige a los médicos que ahí laboran son los propios hospitales privados.

Como institución, continúa Aché, tienen la obligación de supervisar a su personal, así que los tribunales civiles sí encuentran como responsables a los hospitales privados de lo que pasa dentro de sus instalaciones y de las acciones de sus médicos.

Además de las negligencias médicas, los servicios privados de salud llevan a cabo prácticas fraudulentas e ilegales en perjuicio del paciente. La dicotomía es una de ellas. Esta práctica consiste en el pago de comisiones o premios a los médicos en función de los ingresos que le generan al hospital a través de internamientos, operaciones y estudios.

Otra práctica indebida, dice Morales Aché, es la realización de estudios, cirugías y demás procedimientos innecesarios. Cuando un médico ordena estudios que no están justificados, se considera que se está cometiendo un fraude. “Cada médico hace lo que quiere al interior de los hospitales privados. Si el paciente no requiere operación, basta con que su médico lo indique y nadie revisa si la decisión es correcta o no”.

Aduce también que en aras de ahorrar dinero, los hospitales privados contratan a personal de enfermería y paramédicos que no está debidamente capacitado y funciona de manera muy deficiente.

A decir de Morales Aché, todos los hospitales y clínicas cometen negligencias y malas prácticas; sin embargo, el abogado señala que se debe poner especial cuidado en los hospitales de lujo.

La Conamed negó a Contralínea los nombres de los consultorios, clínicas y hospitales privados con más quejas por negligencia o mala práctica médica. Esos datos “son confidenciales”, arguye Hernández Torres.

Gustavo Vargas no está de acuerdo. Él busca dar a conocer el nombre del médico que le causó daños físicos, sicológicos y patrimoniales irreversibles: “No podemos permitir que sigan ocurriendo negligencias; somos seres humanos”, asevera.

El Hospital Betania, de la Fundación Tamariz Oropeza, donde el ortopedista Alfonso Pedraza Aguilera le colocó una prótesis de titanio en la rodilla, es un hospital doblemente certificado por el Consejo de Salubridad General de la Secretaría de Salud, cuyo presidente es José Ángel Córdova Villalobos.

Los servicios médicos que recibió Gustavo Vargas fueron contratados por el Fideicomiso del Fondo de Pensiones del Sistema del Banco de Desarrollo Rural. La cirugía se llevó a cabo luego de que le diagnosticaran bloqueo de rodilla por una caída. El médico olvidó retirar un drenovac, motivo por el cual Vargas sufrió una infección posquirúrgica. Luego de 15 intervenciones, finalmente le retiraron la rótula y fijaron la tibia con el fémur, lo que ocasionó una reducción de alrededor de 4 centímetros a la pierna derecha y la pérdida de su función.

Gustavo Vargas vendió su casa para costear la denuncia penal que interpuso en contra de Alfonso Pedraza por responsabilidad médica y lesiones: “Dicen que los bienes sirven para resolver los males”, expresa con ironía.

Gobierno irresponsable

De acuerdo con el abogado Pedro Morales, el gobierno incumple su obligación de regular adecuadamente a los hospitales, pues las autoridades sanitarias no vigilan las prácticas hospitalarias.

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Vende el Panal despensas desde primarias del estado de México

*Utiliza a los alumnos para que lleven un volante promocional a padres de familia
*También envía a los hogares propaganda electoral que los mismos niños han debido doblar

Cuadernos enviados a los hogares por la estructura del SNTE

El accionar político del Partido Nueva Alianza (Panal) en el interior de las escuelas públicas es una constante: en planteles del estado de México, mediante la orden de los propios directores, los maestros distribuyen en los salones de clase millares de volantes con el objetivo de que los niños los entreguen a sus padres, para que éstos a su vez compren una despensa de frutas, legumbres, abarrotes y verduras, con un precio que va de 10 a 30 pesos, y que los paterfamilias voten por esa organización política al apoyarlos para adquirir alimentos básicos a bajo costo.

Además de dichos volantes, el Panal y la maquinaria del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), encabezado por Elba Esther Gordillo, entregó en las aulas cuadernos con la leyenda Mamá, sácate un 10... Vota por Nueva Alianza, así como reglas que dicen Nueva Alianza, una propuesta que marca tu vida y los mismos cuadernillos para colorear que se reparten en las escuelas públicas de Baja California Sur con motivo de las próximas elecciones, en donde se les pide a los menores de edad llenar un cupón con los datos confidenciales de ellos o de sus papás.

Esta propaganda, en poder de La Jornada, no sólo se ha entregado al interior del espacio público escolar sino que, como ocurrió en el caso de la primaria Constitución de Apatzingán, ubicada en la plaza principal sin número de San Agustín, en el municipio de Ecatepec, los niños han sido obligados a doblar folletos en las aulas y los padres a ponerse de acuerdo con los docentes en las instalaciones para asistir a manifestaciones políticas en favor de ese partido, afirman los paterfamilias.

Luz María Sánchez, integrante de la comunidad de padres en dicha primaria, sostiene que a todos los alumnos del plantel –alrededor de 600– los maestros les entregaron en cada uno de los salones un papelito para que éstos a su vez lo llevaran a sus padres y pudieran comprar la despensa del Panal.

Mi hija salió de la escuela con el papelito y me lo enseñó. ¿Quién te lo dio?, le pregunté. Adentro, me dijo. Aprovecha mamá, porque viene barato todo y de buena calidad, sostiene que le respondió la menor.

Al respecto, Martha Alicia Morales Valenzuela, otra de las madres de familia, cuenta cómo se distribuyen los paquetes de alimentos en las escuelas.

La operación consiste en lo siguiente: como primer paso reparten los volantes a los niños para que los padres o tutores estén informados y, al día siguiente, las madres tienen que llevar el dinero y su bolsa de mandado, porque afuera de la escuela está el camión de Nueva Alianza en donde se adquieren los productos.

En el volante se establecen tres tipos de precios: el paquete de legumbres y de verduras cuesta 10 pesos cada uno, el de frutas, 15, y los abarrotes 30 pesos. Eso sí, en la papeleta se advierte: En la compra de cualquier paquete, presentando este volante y tu bolsa de mandado te obsequiamos un producto más. Sujeto a cambios de productos, según su demanda.

Las madres, representantes de la comisión de paterfamilias de ese plantel, refieren que dichos volantes se repartieron los primeros días de octubre del año pasado. Los padres de cuarto A estábamos juntando firmas para que nuestro maestro no se fuera. Nos firmaron varias mamás que estaban formadas para comprar la despensa en el camión del Panal que estaba afuera de la escuela. Eran como 80, pero ya se habían ido otras.

Esta práctica continúa y se extiende a un sinnúmero de planteles. De hecho, en este momento lo anterior se realiza en Ciudad Cuauhtémoc, ya que de acuerdo con información proporcionada por la tercera regiduría en Ecatepec, a cargo del profesor Josué Abimael Pérez Rodríguez, del Panal –cuya grabación está en manos de este diario–, son demasiadas escuelas las que forman parte de la estrategia de esa organización política en los centros escolares públicos.

Lo anterior, dicen los padres de familia, con la complicidad de las autoridades de la escuela y del SNTE. De hecho, la directora de la primaria referida, Norma Angélica Colón Peralez, no trabaja para el centro escolar, su prioridad es el Partido Nueva Alianza, afirma otra de las madres de familia, quien solicita el anonimato.

En 2009, Colón Peralez se postuló como candidata a diputada del Panal por el distrito 13, en las elecciones del 5 de julio. Entonces, añade la madre, la directora armó un comité de maestros para que la ayudaran a doblar unas papeletas de Nueva Alianza y como eran muchas los maestros les dijeron a los niños que los apoyaran. A mí me lo comentó también la profesora Dulce María Fausto, quien me expresó que sí había papeletas e incluso ella se ofreció a doblarlas, pero como eran demasiadas los niñosdebieron ayudar a doblar.

Martha Alicia Morales Valenzuela recuerda que los alumnos que hicieron ese trabajo fueron los de sexto grado. En ese entonces yo tenía a mi hijo en sexto y también a mi sobrino. Ellos doblaron también y hay muchas mamás que están dispuestas a testificar.

La dirección, sala de belleza y cuartel de campaña

Las madres de familia afirman que a la hora de los honores a la bandera, en el patio de la escuela, la directora Norma Angélica, quien siempre ha actuado en contubernio con el supervisor de la Zona 24, Héctor Torres Juárez, tomaba el micrófono para invitar a los padres a acudir a sus mítines para apoyarla. Los maestros de nuevo ingreso también tenían que ir en horas de clase para respaldarla, porque estaban condicionados. Y los padres nos íbamos, incluso, a los salones de fiesta para asistir a sus actos de campaña política, refiere Morales Valenzuela.

Asegura que nos teníamos que poner de acuerdo con los maestros adentro de la escuela para asistir a sus mítines. Afuera del plantel nos esperaba un transporte que nos llevaba a todos y luego nos regresaba ahí o a nuestras casas.

Dicha primaria abrió sus puertas para un curso de verano en 2009, ya que forma parte de la Escuela Siempre Abierta. Por esa razón asistieron niños de diferentes centros educativos de la zona. De nueva cuenta, agrega, la directora aprovechó y dijo: Si no me lo toman a mal, por ahí me sobró esta propaganda y me voy a tomar la libertad de regalarles estos cuadernitos, reglas, plumas y gomas. Y todos los niños de diferentes instituciones públicas salieron con propaganda de aquel plantel. Yo traía como 20 cuadernos, por todos los chamacos que tengo, y hasta les dieron a mis niños doble.

Es tal el uso que Colón Peralez le da a la escuela para realizar sus tareas políticas, que convirtió la dirección en un salón de belleza, porque llegaba a la escuela sin arreglar y, antes de irse a sus mítines, ahí llegaba su peinadora exclusiva, se maquillaba y hasta se ponía sus medias, indica Morales.

Las madres de familia también cuentan que, entonces, los maestros se encerraban en la dirección para saber las funciones que debían hacer en la campaña de Colón Peralez y, mientras tanto, los niños se quedaban sin clases.

Al ver lo que hacen los profesores por la política, yo estoy desilusionada. No deben manipular a nuestros hijos, ni repartirles propaganda, afirma Luz María Sánchez. Sin embargo, y ante la inconformidad que los tutores han demostrado contra la directora, ésta les ha dicho: Hablen lo que quieran. A mí no me hacen nada. Yo me peino hacia atrás y chinguen a su madre las viejas.

Las víctimas “colaterales” de la guerra de Calderón

Fuego cruzado, Las víctimas atrapadas en la guerra del narco, es el primer libro de la reportera Marcela Turati. Editado por Grijalbo, ya empezó a circular. Roberto Zamarripa, subdirector editorial del diario Reforma, escribió el prólogo que a continuación se reproduce.

Retratista del escándalo, cronista de lo insólito, José Guadalupe Posada (San Marcos, Aguascalientes, 1852-1913) registró como pocos el México violento y el México emergente; dibujó a la nación agonizante y la que no terminaba de nacer.

La Gaceta Callejera, la hoja volante impresa en los talleres de Antonio Vanegas —el editor amigo de Posada— era la documen tación cotidiana de los incidentes que estremecían e inquietaban. Aparecía, como rezaba su lema: “cuando los acontecimientos de sensación lo requieran”.

Y no eran tantos asuntos como para aturdirse pero sí suficien tes para espantarse.

Los voceadores de la época cantaban la noticia por las calles vendiendo la papeleta. En un país de analfabetos, el México pre revolucionario, los grabados de Posada hacían la noticia completa.

El pueblo pobre leía a través de los trazos del maestro grabador. Fueron sus retratos los testimonios de un país convulso y de sus singulares incidentes que escandalizaban y horrorizaban.

Un puñado de escritores y periodistas anotaban palabras para adornar los trazos de Posada. Innecesarios los textos ante la ejem plar narración labrada con la punta del metal.

“Parece que así como el tifo y otras enfermedades de ese gé nero tienen sus épocas de desarrollo, el furor por matarse se hace también epidémico. En un espacio de tiempo sumamente corto se han dado mulititud de casos sumamente escandalosos, que con sobrada razón tienen alarmada a la sociedad pues ha llegado a tal punto la falta de respeto y de consideración que se guarda la gente que en ninguna parte se hallan seguras ni las más pacíficas personas, siendo continuo el peligro que corren de ser víctimas de un lance desagradable, por mucho que no intervengan en las cuestiones”, decía en su arranque la noticia estelar de la Gaceta Callejera de septiembre de 1893.

Para entonces dos o tres incidentes eran fenómeno. A la ola de muertes por desastres o de crímenes callejeros le llamaban epidemia. “El pánico de la peste”, los “Terribles y espantosísimos estragos habidos por la escasez de semillas y el terrible tifo que ha causado gran sensación en la ciudad de México, Durango, Zacate cas, Guadalajara, Sinaloa, Matamoros, etc., en el presente año de 1893”; los “Terribles sucesos acaecidos en la ciudad de Toluca, 37 envenenados con carne infectada de triquina”; “La hecatombe de Chachicomula”; “Gran cometa y quemazón que muy pronto se va a ver. El mundo se va a volver toditito chicharrón”, clamaban los papeleritos agitando las hojas con los excelsos dibujos de Posada.

Lo insólito: “Fenómeno con cara en las asentaderas, madre que da tres seres diabólicos”. Lo trágico: el “Horroroso asesinato acaecido en la ciudad de Tuxpan el día 10 del presente mes y año por María Antonia Rodríguez que mató a su compadre por no condescender las relaciones de ilícita amistad”; el “Fusilamiento de Rrosendo Ramírez en los llanos de San Lázaro, ejectuado el día 13 de marzo de 1891”; el “Fusilamiento de Manuel García en el Jardín de la cárcel de Belén”, y tantos y tantos ajusticiamientos que mostraban que la pena capital, en la época, era lo habitual.

Nadie insinuó que Posada hiciera apología de la violencia o alguna autoridad osó perseguirlo por dibujar la realidad y narrar los cataclismos de entonces. La suya era precisión e ironía; trazo libre y puntilloso. Buril de historia que supo interpretar el delirio popular sobre la muerte.

De las hojas volantes a las calaveras, Posada hacía de la muerte asunto trágico y también divertido. La muerte era tan importante que merecía festejarse.

De la catrina al Quijote, Madero y su botella, pero sobre todo las calaveras de los artesanos, los panaderos, los peluqueros, las tortilleras, las verduleras, las tamaleras, “a Florencia la frutera, con melones y guayabas, como siempre está tomada ya parece calavera”, o “Concepción la chimolera, que vende pancita he dionda, mas como siempre está de zorra, ya se volvió calavera”, a todas las placeras, a los pobres que fueron de una otra forma sus protagonistas y sus seguidores.

La muerte dolorosa trucada en jacarandosa, en “gran fandango y francachela”, en rito que dura más allá de los rezos para que el difunto sepa que la enterrada será la tristeza y el alma buena será recompensada a ritmo de mariachi.

Posada advirtió dónde punzaba la muerte con mayor dolor y fervor. La tragedia y la ironía quedaban entrelazadas en el enten dimiento de la creencia popular, de la sabiduría y el desafane, de los muertos que sí hacían ruido porque los pobres, los humildes, festejaban y lloraban, añoraban y reían, rezaban y bebían. La muer te era apetito de información, lectura, revisión de los entornos, de los destinos, a la vez que el mero gusto de festejar que la vida no vale nada.

“[…] es triste tener que consignar a diario semejantes sucesos que son desgraciadamente una prueba demasiado elocuente de la falta de moralidad que existe en nuestra sociedad”, anotó uno de los redactores de la Gaceta Callejera de septiembre de 1893.

Eran esas muertes, a pesar de todo, asuntos singulares, no re gulares. Sorprendía el deceso o un acontecimiento. Como cuando pasó el cometa. Era lo insólito y Posada lo hacía más que interesan te como cronista gráfico. Lo hacía divertido como relator popular y gracias a él, a su obra, los mexicanos agrandamos nuestro cariño por la muerte a la que siempre hemos visto con tanto respeto que hasta nos burlamos de ella y con ella.

Algo le pasó al país que la muerte dejó de ser singular para convertirse en cotidiana y para que los difuntos fueran despojados de su dignidad.

A los muertos de ahora ya no se les guarda respeto. Son números en el recuento de la guerra no pedida, son vergüenza porque nadie quiere ser estigmatizado ni vivo ni muerto como delincuente, como narco, como sicario, como villano. Ni tiempo de llorar, ni tiempo de despedir porque hay que esconder a la familia para que no la tomen como cómplice. Si el muerto era un muchacho, seguro era pandillero; si era policía o soldado, seguro era un infiltrado; si era ciudadano o ciudadana de calle qué hacía caminando por el lugar de los hechos. Estudiantes de excelencia exhibidos como sicarios; vendedores de tortillas convertidos en pistoleros; albañiles tratados como peligrosos malandrines. Cuerpos rotos, almas despedazadas, hileras interminables de familiares solicitando informes en las ventanillas de la desgracia. Ojos llorosos obligados a reconocer una mano, una cabeza, una cicatriz, un indicio, una seña.

Ya no hay dignidad ni para morir. Los discursos oficiales son rosarios y las condolencias sustituyen al castigo demandado contra los responsables. Y a los detenidos, muchos jueces les regresan la oportunidad de seguir matando.

Para qué el duelo si el difunto no lo merece. A qué parte del cuerpo le llora. A quién reconoce: ¿al muerto tres mil quinientos treinta y dos?

Esta es la crónica de este fin de época. Del México violento, del fenecimiento de una etapa cruenta, y del México emergente que no termina de nacer. Que no se atreve a surgir bajo el manto de la pól vora, las fragmentaciones de granadas y las horadaciones de la corrupción hecha batalla. Pero que ahí está, que gime, aulla, musita angustia y suelta con la lágrima un suspiro de esperanza.

“El desalmado Pozolero que cocinó en tambos de ácido a 300 cristianos”; “el estruendoso coche bomba que mató a un honorable doctor”; “Los hijos putativos de la Directora del Penal que por las mañanas purgaban sus penas y por las noches masacraban”; “La ho rrorosa muerte de 72 migrantes en San Fernando”, con su segundo capítulo: “La horrorosa voltereta del tráiler con 72 cadáveres en la ciudad de México manejado por un mozalbete que no durmió durante 24 horas”; “el despiadado ajusticiamiento de 15 lavacoches de Tepic”; “La horrible fosa de La concha con 55 descuartizados”.

Y “el fusilamiento de los jóvenes de Salvácar”; “el acribillamiento de los estudiantes confundidos con sicarios”; “La infame muerte del niño Bryan”.

¿Cómo hacer los retratos de esta época? ¿Cómo recuperar la dignidad de nuestros muertos? Sí, nuestros. Compatriotas, mexi canos, sin filiación ni cártel. A los que les han incinerado su acta de nacimiento para convertirlos en dígitos: 30 mil 234, 30 mil 235, 30 mil…

“Mientras se presuma su culpabilidad (hasta que no se de muestre lo contrario) sus familias no tienen permitido el duelo, sus pérdidas no son dignas de ser lloradas, está prohibido guardarles luto públicamente, se debe privatizar el dolor. Son vidas destrui bles, indignas”, dice Marcela Turati en esta espléndida colección de voces y testimonios de las víctimas, las personas sometidas por el horror y la intimidación, abrumadas por la ignorancia y el abuso, estremecidas por la impunidad y el dolor.

Marcela ha decidido despojarle a México el rótulo de “Fosa común” para ir más allá del epitafio y colocar las voces por encima del silencio que han querido imponer los barones de esta guerra.

¿Qué periodismo hacer para no quedar atrapado ni en la desazón ni en la desesperanza? ¿Cómo superar el recuento y entender que cada uno de esos miles tiene nombre, apellido, historia y razón de ser?

¿Cómo explicar cada una de las muertes y no abordarlas como un racimo desprendible? ¿Cómo abrir zonas de entendimiento al caos? ¿Cómo hacerlo sin partir de una plataforma oficial e inape lable: los muertos son productos de rencillas entre criminales? ¿Cómo desenmarañar ese dogma de una guerra inentendible?

Un punto de partida es acudir a las zonas más afectadas. A las regiones y los cinturones. A los estratos y las comunidades.

Marcela lo hace como periodista en un afán de misionera. Con la combinación de paciencia y terquedad, de prisa y desesperación, de curiosidad y certeza. De tender la mano a quienes desfallecen afónicos tras años de clamar ayuda, de gritar su angustia, de des ahogar sus cuitas. Marcela convierte esos testimonios en algo más que una noticia.

¿Existe un periodismo social? Lo existe como actitud, no nece sariamente como bandera. El periodismo es de lo social porque atiende a los fenómenos colectivos que determinan conductas, decisiones y caminos. Porque indaga sobre causas y hurga en las raíces. Un periodismo que sabe ensuciarse en el campo para salir limpio en el papel. Que obtiene información tan cerca de los poderes, institucionales e informales, y que la publica tan lejos de ellos. El periodismo de lo social hace recuentos y explica desencuentros. Describe y discierne. Jerarquiza desde su mira y su ubicación. Obliga a la ubicuidad y la omnipresencia; la de los ojos de muchos y no de unos cuantos. La de los ojos de abajo que miran hacia arriba pero sobre todo miran hacia los lados, hacia los suyos.

La violencia de hoy erosiona esas regiones donde acostumbra hurgar el periodismo de lo social. El narcotráfico bifurca sendas de la ganancia rápida pero no necesariamente del enriquecimiento fácil. Quien diga que es fácil enrolarse al filo de la guadaña es que no conoce el drama de ver destrozada la vida de un joven seducido por las bandas de criminales.

Por ello el periodismo que atiende a lo social ha topado de frente con el fenómeno delincuencial. Porque esa es la región fracturada. No quiere decir que ahí sea su origen. El narcotráfico y sus hordas no son sinónimo de pobreza. No es una enferme dad de los desahuciados sociales ni la consecuencia lógica de los desamparados. La narcoviolencia es el desencadenamiento brutal del neoliberalismo donde los capitales sucios envenenan la economía y toman mando en la vida de los estados y las comuni dades; donde los aparatos de muerte son usados para perpetuar los mandos y dominios, el control de las rutas de trasiego, el so­metimiento de comandancias policiales, el soborno de veladores y procuradores.

A algunos pobres, el narcotráfico los saca momentáneamente de su miseria pero perpetúa eternamente las condiciones de inequidad social. A la vez mantiene a los poderosos que abrieron la puerta a los criminales o bien quienes desde el poder del estado o de alguna empresa se convirtieron en capos.

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El libro de Marcela mueve, estruja. Está hecho para explicar hasta dónde ha enraizado la cultura de la violenta muerte.

El periodismo de lo social parte de la inconformidad y del disgusto por los abusos y las inequidades por eso elige el punto del surgimiento de la noticia. Es decir, acude con la gente.

Ryszard Kapuscinski —de inevitable convocatoria para enten der las letras de Marcela— decía que la provocación de los cambios desde el periodismo era posible, pero hechos por los lectores más que por los propios periodistas.

“La reacción a la palabra escrita es más bien mediata. En el primer momento puede ser incluso invisible, indetectable. Necesita tiempo para llegar a la conciencia del receptor, necesita tiempo para empezar a formar o cambiar esa conciencia. Sólo después de un largo camino podrá influir en nuestras decisiones, actitudes y acciones”, explicaba el cronista polaco.

Marcela anticipa. Hace visibles a las víctimas y reverbera su murmullo. Su palabra gana tiempo. Advierte. Deja claro que es un fin de época en un estertor que se alarga y amenaza con ser apenas el comienzo. Reúne testimonios para convocar. Provoca e incita. Avisa que es necesario parar, cambiar, darle la última palada a la fosa común para cerrarla y reconstruir un país distinto.

Hace un periodismo que no deja al lector quieto. Lo obliga, al término de la lectura, a decidir. ¿Quieren que sigamos en las mismas?

Hacer hablar a los protagonistas en medio de la desesperanza es bastante. Hacerlo donde ronda el silencio impuesto a ráfagas de plomo tiene un gran mérito. Describirlo y saberlo contar, narrar este fin de época es una gran aportación periodística y un enorme compromiso humano, en un país que por momentos, cada vez más estruendosos y frecuentes, eso es lo que menos importa, lo humano.

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La cobertura periodística del narcotráfico exige un entendimiento múltiple, un código de seguridad y una ética reafirmada.

La pulverización de los cárteles es consustancial al desga rramiento social, a la atomización política y al empobrecimento galopante.

El narcotráfico multiplica sus aristas. Desde colar su hebra en los ojales financieros hasta instalarse en el gobierno de las comunidades. Baña y beneficia con grandes capitales a empresas y empresarios, como lo hace en pueblos que reciben un bálsamo con el diezmo ensangrentado.

El narcotráfico tiene raíces e historia en México. Pero sus ramificaciones actuales resultan de potenciar los problemas ori ginales. Llanamente se beneficia —y lubrica— con la pobreza y la corrupción. Por ello ha dejado de ser singular o anecdóti co. Del capo excéntrico pasamos al barrio o al municipio ocupado. Del narcocorrido a la telenovela y de ahí al amasijo de criminales, artistas, promotores, músicos, deportistas, empresarios, como socios de un mismo club.

La narración de la erosión provocada por el narco, la guerra, la batalla sin sentido, tiene que entrelazar la extrema violencia con la extrema pobreza. La debilidad educativa con la debilidad de las fuerzas de seguridad. Las calles convertidas en semilleros y refugios de sicarios con las escuelas convertidas en estacionamien tos de incompetencia.

La deserción escolar crónica, por carencias económicas y por ínfimas calidades académicas, que acarrea muchachos a las zonas del abandono. Ni carreras técnicas ni empleos artesanales, ni eco nomía informal como red de protección. El afluente del fracaso educativo converge con el torrente de muchachos que desbalaga el desorden urbano, los servicios estropeados, la inequidad y la mu tilación de oportunidades, para hacerlas converger en las turbias aguas homicidas.

Muchachos que cruzan su pubertad con resentimiento y dispa ros de rencor. Que arrancan con torturas los pedazos de infidencia y destazan a los suyos como si fueran ajenos.

“No vemos caer a alguien, nomás vemos caer dinero”, le dice un sicario a Marcela.

“Los buitres” de las funerarias entienden los sonidos de la muerte a su manera. “Cuando hay un servicio donde hay mucha bulla, mucha música, es que el muerto murió en un evento y to dos corremos peligro”, cuentan con el oído afinado y las manos sudorosas.

“Ya no es lo mismo que antes, ya no se respetan los servicios, es peligroso, por eso a veces entran los soldados a darse sus vuel tas y espantan a la gente pero a nosotros nos dan tranquilidad”, platica un muertero que, quién iba a decirlo, ya hasta le teme a su materia de trabajo.

***

Reconstruir periodísticamente la guerra, sus batallas, el origen y desarrollo de sus protagonistas, cada vez tiene mayores compleji dades tanto en el ámbito de la seguridad personal y colectiva como en el de la transmisión ya no se diga de la verdad, sino de lo más aproximado a lo realmente acontecido.

Siempre será más fácil encontrar una voz oficial que nos diga de inmediato sus explicaciones, aunque sean falsas, sobre los saldos de una batalla. Eso no necesariamente será información. Muchas veces es mera propaganda.

Por ello, recopilar la voz de las víctimas, de los testigos civiles o de las mismas fuerzas de seguridad, de los enterradores y los desenterradores, se impone como exigencia de información pública y que no sea la guerra la que nos imponga la noticia. Una noticia que no tiene lados sino números. Cuántos murieron. Quién los mató pero nunca por qué acabaron con ellos.

Marcela Turati ha decidido evadir la ruta fácil y encontrar las claves en las raíces. Lo ha hecho desde sus inicios en el periódico Reforma hasta sus colaboraciones en la revista Proceso. Periodismo puro y duro.

Hacer ese periodismo no sólo ayuda a desentrañar los sucesos sino que acostumbra a colocar la multiplicidad de voces y desen tenderse del coro uniforme donde una voz manda, la oficial.

Esta guerra nos acostumbra a no preguntar. Preguntar no sólo es peligroso sino ha sido presentado como indebido. No preguntan las víctimas para no crecer su tragedia. No pregunta el periodista para no enlutar la redacción de su periódico.

Indagar es obligatorio, Marcela nos recuerda la importancia de esa curiosidad y de esa duda. De preguntar en voz alta y responder con una y muchas voces. De pelear por ese derecho, que la gente sepa qué está pasando.

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Los anonimatos van emparentados con los miedos. Atrás del twit ter, miles cuelan su denuncia.

“Fueron semanas de terror. Hasta que los ciudadanos, poco a poco, rompieron el cerco del silencio y se apropiaron de los medios de comunicación que tenían a la mano, twitter, youtube, blogs, e-mails y facebook, para informarse sobre en qué lugares había balaceras; llenar los vacíos informativos, documentar la guerra y sus muertos. Necesitaban dejar constancia del horror vivido, como hicieron antes las víctimas de otras guerras, como los nazis en Alemania o los serbios en Yugoslavia.

“En twitter, los ciudadanos comenzaron a crear grietas en el cerco asesino de la guerra: ”#NuevoLaredo —Hombres armados a bordo de camioneta en colonia centro

”#balacera en #reynosa —acabo de pasar por ahi, y es un desma, no se si aparte vieron el avion hercules que llego hoy en la manana”, recapitula Turati.

Los ciudadanos intentan a su modo recuperar la voz. Ocupan los sitios que los criminales han ocupado primero. Youtube o facebook, twitter o el blog. Quien llegue primero ayuda a su compañero.

Las palabras de Marcela colaboran e incentivan en esa re cuperación. Los foros libres deben ser ciudadanos. Ellos nutren de información a la sociedad. A los periodistas les corresponde recogerla, interpretarla, darle sentido y significado. Asumir esas voces como propias en lo que se ha convertido en un periodismo ciudadano de resistencia. Banderas blancas esparcidas en la red.

Marcela hace el trabajo esforzado de un coleccionista y cum ple con la responsabilidad de un ciudadano. Es la suya, la crónica del estertor de una negra época que para entenderla hay que leer y releer estas páginas. De un periodismo que se niega a que la esperanza también sea arrojada por los poderes de la violencia —criminales e institucionales— a la fosa común.

La reunión Calderón-Televisa-Univisión y el estreno de Laura Bozzo

Calderón con "Los Cuatro Fantásticos".

Jenaro Villamil

MÉXICO, D.F., 20 de enero (apro).- En los acontecimientos políticos y mediáticos no existen casualidades. Justo el mismo día que la conductora de origen peruano, Laura Bozzo, oficializó en entrevistas con medios que transmitirá a partir del próximo lunes 24 de enero su programa de talk show para Televisa y para Univisión, el presidente mexicano Felipe Calderón sostuvo una reunión con los cuatro principales ejecutivos de la primera empresa, encabezados por Emilio Azcárraga Jean, y con el presidente del Consejo de Administración de Univisión, el empresario Haim Saban, creador de los Power Rangers.

En un escueto comunicado, difundido en la página oficial de la presidencia de la República, se informó que Calderón sostuvo un encuentro con Azcárraga Jean, Bernardo Gómez, José Bastón y Alfonso de Angoitia –autodenominados como los Cuatro Fantásticos que dirigen los destinos de Televisa- para “intercambiar puntos de vista sobre los principales temas de interés general, así como las perspectivas de desarrollo para nuestro país en 2011”.

El boletín fue acompañado por una foto de Los Cuatro Fantásticos con Calderón, en el marco de la Plática Inaugural Estrategia 2011. Lo más significativo es que ese encuentro que para la presidencia de la República mereció un comunicado, para Televisa pasó desapercibido, al menos en sus páginas oficiales.

Después de ese encuentro, Calderón se reunió con Haim Saban, el presidente del Consejo de Administración de Univisión, la cadena de televisión de habla hispana más importante de Estados Unidos. Televisa ha divulgado su nuevo acuerdo de sociedad con Univisión. Después de haber perdido la posibilidad de comprar la mayoría de las acciones de control de esta cadena televisiva en junio de 2006, Azcárraga Jean ha logrado un acuerdo para renovar el acuerdo de intercambio de programación y para incrementar en más de 5 por ciento su participación en Univisión.

No es casual que en vísperas del año prelectoral más importante de México, Calderón presuma estos encuentros. Y que coincidan con el “estreno” de Laura Bozzo en el canal de las estrellas.

Laura Bozzo, la Propagandista Sospechosa

El programa Laura en América, grabado entre 1998 y 2000, alcanzó una gran popularidad durante el régimen del expresidente peruano Alberto Fujimori. Laura Bozzo, quien inició en los noventas con programas de corte feminista, se transformó en firme promotora de los excesos de la política de mano dura y de militarización del gobierno de Fujimori y, en especial, de su asesor Vladimiro Montesinos.

El talk show caracterizado por su sensacionalismo y por las sospechas de que muchos testimonios eran falsos, fue suspendido el 29 de septiembre de 2000, coincidiendo con la difusión de los famosos videoescándalos en los que se veía a Vladimiro Montesinos corromper a legisladores, funcionarios y artistas de televisión.

Entre esos personajes sospechosos estuvo Laura Bozzo. En 2002, después de un largo litigio jurídico, la conductora y abogada fue sentenciada a 4 años de arresto domiciliario, de los cuales cumplió tres. En 2006 fue encontrada culpable de haber recibido una joya de oro, regalada por Vladimiro Montesinos. Se presumió que esta joya fue adquirida con dinero público. Sin embargo, los principales testigos de este acto de colusión ya se habían suicidado.

Bozzo contratacó llevando su caso ante la Corte Interamericana de Justicia. E inició una trayectoria mediática en Miami, desde donde repitió la línea ideológica de su programa. Trabajó para Telemundo, la televisora que buscó ser la “tercera cadena” de televisión en México, que firmó un acuerdo de sociedad con Televisa y que finalmente acabó diluyéndose ante la nueva sociedad entre Televisa y Univisión.

Ahora, Bozzo llegará con toda su fuerza para repetir la fórmula de sensacionalismo y propaganda política a través de Televisa y de Univisión. Deja así TV Azteca, la empresa que le sirvió de mecanismo para ingresar al ambiente mediático mexicano.

Una nota publicada este jueves 20 de enero en El Universal destaca que “Laura quiere ser mexicana y hablar de política”. Con su singular estilo egocéntrico, Bozzo afirmó:

“A mí me pueden criticar todo el mundo y yo acepto las críticas, pero aquí lo real y lo concreto es que siempre he resuelto casos, estando en aquel programa –refiriéndose a cuando estuvo en TV Azteca-, resolví el caso de Celia Loría, yo fui la que hice el acta para que se llegara a un acuerdo, se hizo una ayuda social”.

¡Ayuda social! Le llama Bozzo a su negocio de talk show. En los canales de Televisa ya se promociona el programa de la conductora peruana con los testimonios del caso de Kalimba, el cantante sobre quien pesa ya una orden judicial de arresto por presunta violación de menores.

No es extraño que en este año, veamos a Bozzo entrevistando al JJ, a los narcotraficantes detenidos y lanzando loas a la estrategia de guerra contra el narco del gobierno de Felipe Calderón.

Y esos programas se divulgarán en México y entre la comunidad hispana de Estados Unidos.

Satirizan en Canadá a la violencia en México

A dos días de un gran despliegue mediático en México por la captura de narcotraficantes menores, como el JJ, en Canadá un caricaturista satirizó la violencia que sigue ocurriendo en México.

La versión canadiense del perioódico Metro publicó el día de hoy un cartón con una crítica a la violencia en México en el cual señala el tipo de balazos que puede alguien recibir en el país.

El cartón por Michael De Adder muestra primero una serie de jeringas con la leyenda "Vacunas (shots) que puedes recibir antes de visitar México". Luego de esto pone una hilera de balas de diversos calibres con la leyenda "Balazos (shots) que puedes recibir mientras visitas México".

El cartón aparece un día después de que se cumplan diez años de la fuga del Chapo Guzmán de Puente Grande, Jalisco, y a dos días del arresto de narcotraficantes menores, como el JJ, lo cual fue mostrado con bombo y platillo en los medios mexicanos.

Cabe señalar que la violencia sigue siendo tan grande en México que durante su primera gira de trabajo, el gobernador priista de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, tuvo que rodearse de militares y policías federales, estatales y municipales.

La espeluznante realidad

La escena de un crimen en Ciudad Juárez.

Sara Lovera

MÉXICO, DF, 20 de enero (apro).- La violencia en México se ha disparado. El investigador Fernando Escalante Monsalbo publicó en el último número de la revista Nexos un estudio basado en las cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), que muestra un aumento en los homicidios en el país hasta de 50%, respecto de lo que él mismo publicó un año antes, cuando sostuvo que habían disminuido sistemáticamente las muertes violentas.

Reconoce que entre 2008 y 2009, en el segundo año de gobierno de Felipe Calderón, se rompió la tendencia de manera violentísima y dice, sin acabar de reconocerlo, que ello tiene relación con la forma como se ha enfrentado al crimen organizado y ligado a la declaración de guerra. Y si no está relacionado el crecimiento de los homicidios con la guerra ¿entonces? La conclusión es sencilla, en esas cifras están escondidos el feminicidio y la violencia contra las mujeres, que entre 2009 y junio de 2010 cobraron la vida de mil 728 mujeres.

¿Por qué tomo a Escalante como referencia? Porque su estudio publicado hace más de un año causó, frente a los hechos y las cifras, un verdadero escándalo, porque sólo le creyó Héctor Aguilar Camín, que está prendido de la idea de que seguimos en la transición democrática y ahora Calderón Hinojosa no sabe qué hacer frente a las elecciones del Estado de México, el próximo 3 de julio, donde se dará la batalla más importante hacia 2012.

Lo cierto es que la noticia de la negativa del Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mueres (SNPASEVM) para establecer la alerta de género en el Estado de México ha mostrado como nunca el límite de la norma legal frente a la realidad interesada en no mirar lo que está pasando en esa región del país que, por no ser la única, es una zona donde la muerte tiene permiso y todo mundo quiere ocultarlo para quedar bien con Enrique Peña Nieto, el elegido del antiguo partido de Estado.

En la tierra de Peña Nieto no pasa nada. Es como puede interpretarse a las 20 funcionarias priistas que dirigen Institutos de las Mujeres que coincidieron en que no era necesaria la declaratoria de alerta contra la violencia de género en tierra mexiquense.

Claro, se trata de funcionarias adheridas directa e indirectamente al Partido Revolucionario Institucional (PRI), mujeres que han logrado, a veces como parte de un gabinete, el ansiado sitio donde se toman decisiones, ese que denodadamente muchas desean.

En el Estado de México no existe un Instituto de las Mujeres y actualmente se concentran algunas exmilitantes feministas que están asesorando el programa electoral del próximo candidato o candidata a la gubernatura.

Ahí, donde en dos años han sido documentados los asesinatos de 446 mujeres, donde existen al menos seis municipios de verdadera peligrosidad, el mismo lugar donde los índices de delincuencia se han disparado y hay más de 30 mil órdenes de aprehensión sin cumplirse, relacionadas con ejecuciones, secuestros, homicidios, lesiones, robos con violencia y violación a mujeres. Sí, es el Estado de México donde –dijeron-- no es necesaria la declaratoria de alerta de género.

El pasado 8 de diciembre, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos y el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio solicitaron al SNPASEVM una declaratoria de alerta de violencia de género en el Estado de México, mecanismo creado a partir de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, con el objeto de investigar y tomar medidas inmediatas e integrales para erradicar la violencia feminicida detectada en esa entidad.

La respuesta fue sorprendente. El 11 de enero el Sistema Nacional decidió de manera infundada, en sesión extraordinaria, negar la procedencia de dicha solicitud. Dijeron que no ¿por qué no? No se sabe quién se come a quién, porque mientras tanto también en los pasillos calderonistas se oculta cómo crecieron los feminicidios en el país y se buscan justificaciones biologistas o neurolingüísticas para explicar la violencia que los hombres ejercen contra las mujeres.

Lo más grave, dicen los pronunciamientos que han menudeado ante la inexplicable decisión, es que se anuló la posibilidad de sentar un precedente para operar un mecanismo de ley encaminado a proteger a las mexicanas de la violencia feminicida, y todos los estudios niegan los diagnósticos que colocan al Estado de México como una entidad en la que la discriminación femenina y la falta de valoración de las mujeres ha provocado que el feminicidio crezca y mutile miles de vidas y deje huérfanos a miles de niños y niñas, mientras el gobierno actual no ha resuelto la impunidad que lo rodea.

Las mujeres organizadas por ahora protestan y denuncian: la determinación tomada fue contraria a los estándares internacionales de protección a una vida libre de violencia, fortalece el patrón de impunidad y de discriminación y hace ver que en México puede haber leyes, pero mientras no haya cambio de conciencias y verdaderos compromisos, no podemos consentir a las autoridades, como se les justifica y consiente cuando únicamente cumplen con su deber, si es el caso.

¿Qué se buscaba con la alerta? Se buscaba iniciar una investigación, apresar a los delincuentes, tomar medidas precautorias en los lugares peligrosos y salvar vidas. No sólo intentar detener la violencia contra las mujeres y sus asesinatos, sino hacer operar la seguridad, tan llevada y traída en los vacíos discursos.

Se trataba de revisar los 546 asesinatos, tener acceso a los expedientes, pedir rendición de cuentas, como cuando se solicitó en Chihuahua desde 1993. Se desoyó esa solicitud y el resultado fue fatal, la impericia y el desprecio son inenarrables.

Las frases, incluso tecnocráticas: “Modificar el patrón de impunidad”, tampoco fueron oídas. Lo cierto es que ahora esta decisión pone en evidencia el límite de las mujeres que consiguen esos puestos, quienes han preferido proteger a su probable candidato que ejercer lo que muchas funcionarias de los Institutos de las Mujeres pregonan. Ellas no sólo encubren y manipulan, sino que forman parte de la simulación generalizada.

Es verdad que no tienen herramientas ni dinero, tienen limitación en sus intervenciones, e incluso algunas argumentan: “Somos tan pocas” y “no nos hacen caso”. Bueno, entonces, como diría en su célebre frase el empresario Alejandro Martí: “Si no pueden, que renuncien”.

Lo espeluznante es lo que pasa y lo que sabemos. De todas las víctimas la autoridad dice que en 99 casos no están identificadas. Recuerdo entonces a los y las funcionarias de Chihuahua por el feminicidio de Ciudad Juárez y las mil y un clasificaciones, si son o no feminicidios, si eran por razones de género, si en realidad son asesinos en serie, y mientras tanto continúa esta barbarie.

Es grave que ante las grandes deficiencias del sistema de justicia, uno de los pocos mecanismos de protección ideal con los que cuentan las mujeres y la sociedad civil estén en manos de los intereses políticos y de autoridades que se encuentran en el poder. Este será uno de los arietes en la discusión política electoral, sin duda. Hace falta mayor presión.

En estos días habrá solidaridad con las mexicanas en muchas partes del mundo, se insiste en nuevos mecanismos legales, como la modificación de la Ley General de Acceso de las Mujeres una Vida Libre de Violencia para que se incluya la participación ciudadana y académica en el Sistema Nacional con el objeto de que se garantice un mecanismo imparcial y efectivo.

También se pide la modificación del Reglamento de la Ley para eliminar los requisitos que van más allá de los establecidos por la Ley General y se exige que los Institutos de las Mujeres estén dirigidos por mujeres comprometidas con los derechos de las propias mujeres y no con los intereses políticos.

El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio ha documentado la gravedad del problema en el Estado de México; los diagnósticos que la Secretaría de Gobernación tiene engavetados y despreciados pudieran ser el comienzo de una solución global, siempre y cuando se pidan cuentas. Es curioso cómo se manipula la información en las televisoras que se benefician de estos ocultamientos y cómo se desvía la atención de los problemas de fondo. Mientras tanto, veremos este año, en tierra mexiquense, la danza de los discursos y un constante enfrentamiento.

Comentarios: saralovera@yahoo.com.mx

Educación chatarra: pobre desarrollo


Alumnos en educación primaria.

Axel Didriksson

MÉXICO, D.F., 20 de enero.- La educación es la base fundamental para el desarrollo humano de cualquier país. ¿Qué pasa cuando ésta no alcanza los mínimos resultados que podrían esperarse?, o bien, ¿hasta dónde un país puede mantener su crecimiento con fines de bienestar sin la participación de un sólido sistema educativo? La respuesta es obvia: una sociedad sin logros y avances educativos no tiene posibilidades de mantener altos niveles de desarrollo humano, y es esto lo que está ocurriendo en México.

De los más de 113 millones de habitantes, 33 millones de 15 años o mayores no cuentan con los aprendizajes más elementales para enfrentar la dinámica de una sociedad que avanza por el valor agregado que generan los conocimientos, los lenguajes abstractos, los mecanismos informáticos y digitales, y que se mueve al ritmo de los descubrimientos de la ciencia y la tecnología. Esto los reduce a la condición de pobres por ignorancia, con la única posibilidad de acceder a empleos mal pagados, o al subempleo informal, o a ser sujetos cautivos para engrosar las filas de la migración o de la delincuencia, por desesperación o abandono social. Sólo una minoría privilegiada puede ser parte de la modernidad digital y tecnológica, por su capacidad para alcanzar altos niveles de educación formal, pero esto sólo hace más ricos a algunos y más pobres a todos los demás.

Para los que tienen la oportunidad de cursar uno o dos ciclos de educación básica, el panorama tampoco es muy alentador. Con base en un estudio del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), el Observatorio Ciudadano de la Educación señala que, de los años noventa a principios de este siglo, sólo entre el 45% y el 66% de los estudiantes que ingresaron a la educación básica pudieron terminarla. En la modalidad de primaria indígena concluyó únicamente el 44.5%.

Estos datos muestran que la SEP no puede garantizar el total acceso a la educación básica, pero que tampoco puede organizarse para ofrecer conocimientos fundamentales y pertinentes. De acuerdo con la misma fuente, de cada 100 niños que pudieron mantenerse hasta la educación secundaria, sólo 18 alcanzaron a cubrir los mínimos de aprendizaje de español, y únicamente 14 lo hicieron en matemáticas (Este País 237, enero de 2011, páginas 39-43). Algo similar ocurre con otros aspectos centrales de sus conocimientos sobre salud y sus posibilidades de alcanzar habilidades y competencias laborales, de analizar la historia de su país y del mundo, de conocer y opinar sobre las dinámicas de la sociedad y la naturaleza, y de construir su futuro como ciudadanos activos y responsables. Entre quienes logran ingresar al bachillerato o continuar con una carrera de educación superior, las cifras se repiten: alrededor de la mitad de ellos se quedan en el camino.

El abismo se hace enorme cuando se sabe que para poder alcanzar un mayor nivel de bienestar y desarrollo se debe propiciar la producción de conocimientos complejos, así como favorecer la investigación científica, la innovación tecnológica y la capacidad institucional del Estado para promover sistemas nacionales de aprendizaje social muy amplios; pero, sobre todo, superar la fase de impulsar y reproducir carreras y profesiones de una sola especialización, para favorecer el surgimiento y consolidación de áreas interdisciplinarias y perfiles de egreso en nuevas áreas del conocimiento, como las de genómica y alimentos, nanotecnología, robótica, sustentabilidad y medio ambiente, salud integral y farmacogenética, nuevos materiales inteligentes, fuentes alternas de energía, diseño y arte, gobernabilidad y nueva ciudadanía, complejidad, ciencias sociales integrales, el más amplio desenvolvimiento de las humanidades, entre muchas otras.

La creación de nuevas instituciones de educación superior, tal y como se ha anunciado para este 2011, no atina a resolver la necesidad de estos nuevos perfiles de egreso, por lo que se incrementará la obsolescencia de las carreras actuales, así como la saturación laboral y el desempleo de los que de allí egresen.

El rezago digital del país es enorme frente al de otros países; la actividad profesional tradicional ha perdido competitividad, y su contribución al PIB del sector servicios ha caído casi 2% en el último año, de acuerdo con recientes cifras del INEGI. El sector científico apenas sobrevive con un presupuesto limitado año con año, y padece además del más absoluto oscurantismo sobre el significado que tiene esta actividad central para la economía y la sociedad de nuestro tiempo.

La monstruosa situación que se padece en la educación en México es la muestra incontestable del atraso político y económico que subsiste. Sumido como está el sistema educativo en los enredos, tan descomunales como trágicos, pero tan beneficiosos para las minorías que los promueven, de las cúpulas del SNTE y de la SEP, no es posible esperar ningún cambio positivo en la relación de la educación y el mejoramiento de los índices sociales y económicos para alcanzar mayores tasas de desarrollo humano. No es siquiera probable algún ligero mejoramiento de los mismos entre el 2011 y el 2012. En el futuro cercano sólo se ven políticas de chatarra y podredumbre.

La maestra

Elba Esther Gordillo, líder del SNTE.

José Gil Olmos

MÉXICO, D.F., 19 de enero (apro).- Poseedora de un instinto nato para el poder y también para usarlo en beneficio de sus intereses políticos y económicos, Elba Esther Gordillo está demostrando nuevamente que es una maestra en el juego de las cartas marcadas, y que para las elecciones de 2012 será una de las jugadoras fundamentales que inclinarán la balanza por alguno de sus candidatos favoritos: Enrique Peña Nieto o Marcelo Ebrard.

La dirigente sindical de los maestros ha comenzado a operar políticamente para posicionarse muy bien en los distintos escenarios electorales y, sobre todo, con los diferentes candidatos que buscarán la Presidencia en las elecciones de julio del próximo año.

A través del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), del Partido Nueva Alianza (Panal), de los recursos económicos derivados de estos dos organismos y, sobre todo, mediante las alianzas que ha tejido a lo largo de los años, la profesora originaria de Comitán, Chiapas, y quizá la cacique sindical más longeva que hay en el país, ha comenzado a hacerse sentir en el escenario político, haciendo valer su poderío acumulado desde 1989, cuando sustituyó mediante una traición en el magisterio a su protector, Carlos Jonguitud.

En los dos sexenios del panismo, Elba Esther Gordillo ha acrecentado su poder a niveles que probablemente no imaginaba. Además de permanecer al frente del sindicato magisterial, creó Nueva Alianza, partido a través del cual se ha posicionado en distintos estados, apoyando a los candidatos a gobernador, presidentes municipales y diputados locales, ampliando con ello su red de alianzas en todo el país.

El Panal ha sido su herramienta para hacer los acuerdos con los demás partidos (PAN, PRI y PRD) en las elecciones locales. Sin distingos políticos o ideológicos, Gordillo es capaz de acordar con quien sea, con tal de obtener espacios de gobierno o legislativos. Así lo hizo en la pasada elección de Oaxaca, cuando al final de la campaña decidió que la aspirante a gobernadora por Nueva Alianza, Irma Piñeyro, declinara a favor de Gabino Cué, quien al resultar ganador designó a Piñeyro última como su secretaria de gobierno.

Además, Elba Esther Gordillo sigue manteniendo posiciones privilegiadas dentro del gobierno federal, y llegó hasta la oficina de la Presidencia de la República con el vocero del gabinete de Seguridad Pública, Alejandro Poiré, quien en la elección de 2006, fue su pieza clave dentro del Instituto Federal Electoral (IFE).

A partir del año 2000, cuando el PRI perdió el poder presidencial, la maestra comenzó a operar de manera libre, sin tapujos políticos ni compromisos ideológicos. Y es que lo mismo le da jugar con el PAN que con el PRI o el PRD. Está donde le conviene estar. Por eso siempre juega con dos o tres candidatos a la vez.

Por ejemplo, pese a que fue expulsada del PRI desde 2005, por apoyar al PAN y por crear su propio partido (Nueva Alianza), la profesora ya tuvo acercamientos y pláticas con la dirigente nacional priista Beatriz Paredes e incluso con quien había declarado su enemigo número uno, Manlio Fabio Beltrones.

En el pragmatismo de la cacique magisterial no causa asombro que conforme fenece el gobierno de Felipe Calderón, ella va tomando distancia y se espera que termine dándole la espalda, no obstante que fue la primera en levantarle la mano como triunfador de la elección de 2006, a pesar de las claras dudas que hubo en la legitimidad de la victoria del panista.

Al mismo tiempo, Gordillo va preparando su camino, abonando con acciones el acercamiento con Enrique Peña Nieto, con quien tiene, desde 2006, una historia común. Según Carlos Ahumada, por órdenes de Carlos Salinas de Gortari, la maestra Elba Esther Gordillo y Peña Nieto fueron los encargados de entregarle 30 millones de pesos por los videos de René Bejarano, que sirvieron para denostar la imagen del PRD y de Andrés Manuel López Obrador.

Con Marcelo Ebrard, la maestra tiene una relación cercana desde que tomó las riendas del SNTE en 1989. El entonces presidente Carlos Salinas de Gortari apoyó a Elba Esther Gordillo para derrocar a Carlos Jongitud, le dio dinero para mantener al sindicato y le ordenó a Manuel Camacho Solís apuntalarla políticamente. Este último la apoyó, poniéndole a un grupo de jóvenes asesores, entre los que estaba el actual jefe de gobierno del Distrito Federal.

Por eso no es raro que hoy la profesora diga que Ebrard es uno de sus candidatos favoritos para alcanzar la presidencia de la República.

Esta capacidad de adaptación mediante el pago de favores a políticos, intelectuales, periodistas, empresarios, líderes religiosos, gobernadores, diputados, senadores y hasta presidentes de la República es la que ha mantenido a Elba Esther Gordillo en el pináculo del poder durante más de tres décadas.

Y todo parece indicar que repetirá la misma jugada con cartas marcadas para la elección presidencial de 2012, saliendo ganadora, independientemente de quien gane o pierda el juego.

Un dilema moral

Moreira y Calderón Dilema moral.

Sabina Berman

MÉXICO, D.F., 19 de enero.- La moral: las conductas que sostienen y acrecientan lo que es Bueno y propiedad de todos, el bien común. A nadie escapa que en México padecemos de un problema moral. Que lo hemos padecido a lo largo de nuestra historia. Nuestros historiadores no coinciden en ubicar un periodo donde la moral haya gobernado sobre los impulsos egoístas de las élites de poder. Acaso durante las presidencias de Juárez, señala alguno. Acaso más atrás, en el siglo de paz de la Colonia, cuando la Iglesia católica, en una Nueva España ya catolizada, se dedicó a edificar instituciones benéficas para todos: hospitales y escuelas gratuitas, asilos y morideros públicos, los monasterios donde los pobres y no criollos podían acceder a una suerte de aristocracia social, el clero.

Que en los 30 años de dictadura de Porfirio Díaz haya reinado en México una moral, como lo afirman otros historiadores, lo desmienten la violencia y la largueza de la Revolución. En el Porfiriato un pequeño grupo era dueño de las fuentes de riqueza del país, y el bien común era raquítico, de ahí que fuera tan popular entre los mexicanos de a huarache irse con la peligrosa bola, que equivalía en la práctica a irse a ver a cuántos mataba uno antes de que lo mataran. Mejor morir de bala que medio vivir de hambre, era la lógica.

El PRI nació como un acuerdo, no para el bien común del país entero, sino para el bien común de los hombres fuertes surgidos del triunfo de la Revolución: basta de dirimir quién manda a balazos, basta de intentonas de golpes de Estado, mantengamos la unidad del grupo de los fuertes y dirimamos dentro de nuestros recintos, a puerta cerrada, a quién le toca mandar, y cómo ese mandamás reparte entre los otros los poderes menores.

No es casual que en su discurso inaugural, en enero del 2011, el nuevo presidente del PRI haya señalado que “el gran reto del partido es la unidad” (podría parafraseársele así: “el gran retro del PRI es la unidad”). Ni que el segundo objetivo que haya fijado es “ganar la Presidencia”, es decir, regresar al partido al lugar desde donde se reparte el poder de los ministerios nacionales. Y tampoco que haya señalado como tercer objetivo, y no el primero o el segundo, “el construir el mejor proyecto de país”, con énfasis en la palabra construir: el PRI no cuenta con ese proyecto de antemano, en el siglo XX el PRI debió plegarse al proyecto de cada hombre fuerte a quien colocó en la cima del poder, y ahora debe asumir que un nuevo priista fuerte armará un nuevo proyecto al que los otros priistas se sumarán.

En cambio el PAN nació de una necesidad moral. De la necesidad de oponer a la mezquina moral de grupo de los hombres fuertes del PRI, una moral más amplia, que incluyera verídicamente al país entero. Y esa moral panista utópica, surgió en medida importante inspirada por la antigua moral católica de la Colonia. Los panistas de casta suelen decir que el presidente Fox no era un panista en serio, era un ranchero de valores empresariales, los valores de la Coca-Cola Company al poder, expresados en el léxico colorido de un rancho. Los panistas de vieja cepa, consideran que el primer presidente verdaderamente panista ha sido el actual, Felipe Calderón, hijo de fundadores del partido. Y sus actos lo validan así.

Llegado a la Presidencia, Calderón se olvidó del modesto, pragmático y viable proyecto que enarboló como candidato, crear empleos mediante la construcción de infraestructura, y decidió acometer el épico proyecto, de profunda vena católica, de destruir el Mal en México. “A los 30 días (de ocupar la presidencia) el presidente decidió lanzar la guerra”, palabras de su primer secretario de Gobernación.

¿Qué vio Calderón en la información privilegiada accesible en la cima del poder que lo horrorizó tan prontamente? “Un cuerpo invadido de cáncer”, declaró él mismo. O para citar una de sus declaraciones más recientes: “(En México) levantas cualquier pedazo de duela y encuentras un nido de ratas”. Ratas: el panismo de los años oscuros de la resistencia y del utopismo recalcitrante, de hace 50 y 60 años, nombraba así a los priistas: ratas.

Los choques entre los cárteles narcos no son herencia del PRI, pero sí lo son un sistema de justicia fallido, un sistema de seguridad históricamente en contubernio con el crimen y las formas corruptas de relación entre el poder y la sociedad, donde los gobernantes consideran suyo lo que por ley es del bien común, y medran comerciando con ello.

Eso, la cultura priista y sus resultados inmorales, fue lo que Felipe Calderón probablemente vio y lo horrorizó. Ese es el cáncer que vio plagando y devorando la geografía del país. Los nidos de ratas que sigue encontrando bajo cada duela. Lo vio y prontamente (de nuevo: a los 30 días de mandato, sin planificarlo, sin acopiar un mapa detallado del narco, sin tomar antes las previsiones elementales en cualquier guerra), con el ánimo de un profeta cristiano, sabiendo que aquello era el Mal y su impulso provenía del Bien, desenvainó la espada a su alcance, el Ejército.

Esto era un avispero de corrupción antes de que llegara el PAN a la Presidencia. Llegó el PAN y le dio un batazo. Henos acá en una tormenta de avispas furiosas, que luchan entre sí a muerte. O para retomar la metáfora del presidente Calderón: hay nidos de ratas bajo cada pedazo de duela, y por andarlos arrancando este gobierno nos está dejando sin piso.

Por eso tiene razón el nuevo presidente del PRI cuando afirma que el gobierno panista ha llevado al país a una crisis gravísima y es necesario cambiar el rumbo. Por eso el presidente Calderón tiene razón cuando dice que el regreso del PRI a la Presidencia sería una tragedia, una involución. Lo que requerimos es algo distinto. Ni destrucción frontal y ciega del Mal común, ni el regreso a la estrecha y torcida definición del Bien común del PRI. Una tercera opción que construya, con el énfasis en el verbo construir, un bien común más amplio.

Feminicidios, los gobernadores andan desnudos

Enrique Peña Nieto, gobernador del estado de México.

Jenaro Villamil

MÉXICO, D.F., 18 de enero (apro).- Como si se tratara de un concurso por desmentir cifras que pudieran despeinar su cuidada figura mediática, Enrique Peña Nieto respondió el 13 de enero ante la solicitud de emitir una alerta de género para investigar los feminicidios en su entidad, que “resulta sospechoso” que se hagan este tipo de señalamientos contra el Estado de México en vísperas del proceso de elección de julio de 2011.

Como si se tratara de una acusación en su contra y no de un llamado para que tome medidas efectivas como gobernador y no como precandidato, Peña Nieto citó las cifras que su procurador Alfredo del Castillo proporcionó un día antes para minimizar los crímenes de odio contra mujeres. Según este reporte, en su administración se redujeron de 944 a 468 los asesinatos de género, y no son 922 los crímenes cometidos en estos cinco años.

Peña Nieto y sus replicantes, entre ellos los diputados Enrique Jacob y Héctor Guevara, insistieron en la misma línea argumental: el Estado de México no es el de mayor registro de crímenes contra mujeres; “apenas” ocupa el sitio 14 y todo se trata de una estrategia electoral.

La presidenta del Instituto Nacional de Mujeres, Rocío Gaytán, recordó el mismo miércoles 12 de enero que, según las cifras aportadas por el Ministerio Público estatal, “hay 922 homicidios y 4 mil 773 denuncias por violaciones sexuales, y eso no se puede esconder”.

Afirmó que la alerta discutida la semana pasada era una oportunidad para impulsar medidas de prevención y evitar la impunidad prevaleciente.

Peña Nieto, como los gobernadores de Chihuahua, Nuevo León, Morelos, entre otras entidades señaladas por el incremento de los crímenes de género, han hecho de la misoginia institucionalizada un patrón de gobierno. El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, así como la comisión especial creada en la Cámara de Diputados desde la Legislatura pasada, han advertido una y otra vez que el fenómeno se ha incrementado en el Estado de México y que más del 50% de los casos no se resuelven o son mal manejados en los ministerios públicos.

En marzo de 2009, María Juárez Toledo, directora del Consejo Estatal de la Mujer, denunció que 55% de las mujeres en el Estado de México sufren violencia por maltrato de su esposo, concubino, novio o la persona que vive con ella. La forma más común de agresión es la ejercida en los centros laborales y en las escuelas. ¿Acaso no es responsabilidad de las autoridades estatales y municipales emprender campañas para combatir estos delitos? ¿Realmente creen que sólo con disminuir las cifras de homicidios contra mujeres se acaba el problema?

Juárez, el doble crimen

De las estrategias más perversas para institucionalizar la misoginia, el gobierno de Chihuahua y las autoridades de Ciudad Juárez han dado una muestra más que perversa en las últimas semanas. No les ha bastado con la mala fama de Ciudad Juárez como epicentro de los crímenes seriales y de género más impugnados a nivel internacional.

Ignoran sistemáticamente las protestas y los llamados de organizaciones internacionales, incluida la reciente carta firmada por seis mujeres galardonadas por el Premio Nóbel, quienes demandaron justicia y castigo contra los asesinos de las activistas Marisela Escobedo y de Susana Chávez.

A un mes de cumplirse el crimen de Marisela Escobedo –quien, a su vez, investigó y se enfrentó al muro de las autoridades ministeriales de Chihuahua y Zacatecas, y a la corrupción de jueces que liberaron al asesino de su hija--, el fiscal general de Justicia de Chihuahua declaró a los medios que Susana Chávez prácticamente merecía su destino por haberse ido de parranda con tres menores.

Según Manuel Salas, Chávez “se encontró con tres muchachos, se fue a divertir con ellos a casa de uno y lamentablemente estas personas estaban tomadas, estaban drogadas y después de estar compartiendo, decidieron matarla”.

Horas después de estas declaraciones cargadas de prejuicio moral --¿acaso es menos grave el asesinato por el hecho de que presuntamente la víctima se divirtió antes con sus homicidas?-- la propia Fiscalía General de Justicia de Chihuhaua emitió un boletín en el que afirmó que los homicidas formaban parte de la banda de Los Aztecas.

Ahora, andan filtrando la versión de que Chávez era “sexoservidora” y que su crimen constituye una venganza pasional.

Es la misma línea de argumentación que desde 1993, cuando gobernaba el PAN en Chihuahua y cuando iniciaron los crímenes contra jóvenes en Juárez, han mantenido los ministerios públicos, los policías y las autoridades: las víctimas son corresponsables de su propio destino por salir de noche, por usar minifalda, por irse con desconocidos, por tener una vida “disipada”.

Ese es el problema del feminicidio: constituye un doble crimen porque de antemano se responsabiliza a la mujer víctima de ser la provocadora; y las autoridades responsables de investigar siempre encuentran la manera de filtrar su misoginia.

Nuevo León, Chiapas, Sinaloa, Tamaulipas

En una jornada de protestas que se han desatado desde el asesinato de Marisela Escobedo, organizaciones ciudadanas encabezaron el lunes 17 de enero otra serie de manifestaciones contra los gobiernos de Nuevo León, Chiapas y Sinaloa exigiendo que se frene la violencia de género.

En Sinaloa, las organizaciones denunciaron que durante el recién concluido sexenio de Jesús Aguilar Padilla se cometieron 351 feminicidios. Tan sólo en 2010 fueron 116. En Nuevo León, las organizaciones denunciaron que el año pasado se cometieron 70 homicidios contra mujeres, 40 de ellos relacionados con el crimen organizado. Y en Chiapas, las organizaciones defensoras de los derechos de la mujer como el Movimiento Independiente de Mujeres y la Brigada Feminista por la Autonomía, así como colectivos vinculados a “la Otra Campaña” del EZLN, insistieron que todos los crímenes cometidos contra mujeres constituyen “un asunto de interés mundial, una cuestión de lesa humanidad, sobre todo, cuando es producto del crimen organizado”.

Para cerrar con broche de oro, el nuevo gobierno de Tamaulipas, más preocupado por vigilar la moral pública que por frenar el desastre de una entidad atenazada por el crimen organizada, acaba de prohibir a sus empleadas usar escotes, minifaldas y pantalones entallados.

“Ellas deben entender que vienen a trabajar, no a una fiesta, no a una pasarela de modas”, declaró Jorge Abrego Adame, secretario de Administración del nuevo gobierno de Egidio Torre Cantú (La Jornada, 18 enero 2011).

¿Y cuándo entenderán los gobiernos que su función es frenar esta doble ola de crimen organizado más crimen de género cuyo pegamento fundamental es uno: la rampante impunidad?

www.jenarovillamil.wordpress.com.

Guerrero: el recurso del voto

El candidato del PRI, Manuel Añorve.

John M. Ackerman

MÉXICO, D.F., 18 de enero.- La cobarde y brutal agresión a Guillermo Sánchez Nava, representante del PRD ante el Instituto Electoral del Estado de Guerrero (IEEG), forma parte de una clara estrategia de guerra sucia por parte del PRI para ganar la elección de gobernador en Guerrero este 30 de enero. En las próximas dos semanas, seguramente las violaciones a la legalidad y los principios constitucionales en la materia su multiplicarán, y al final podríamos escuchar la repetición de la célebre frase: “…Haiga sido como haiga sido…”.

Por eso las autoridades deberían actuar desde ya para evitar el desbordamiento de la situación, aunque la mejor respuesta sería que los ciudadanos salieran a votar masivamente, para expresar su repudio a la violencia, la corrupción y la inseguridad que tanto daño han hecho al estado.

Esta elección es un preludio histórico rumbo a los comicios presidenciales de 2012. Durante su desarrollo veremos si la equidad y la legalidad son posibles en materia electoral o si estamos condenados a la permanencia del imperio de la ley de la selva, donde el poder, la agresión y el dinero son más importantes que la voluntad popular.

El candidato del PRI, Manuel Añorve, ya tiene experiencia en las elecciones sucias. El mismo Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha reconocido que su campaña para la presidencia municipal de Acapulco en 2008 fue sumamente irregular. La asociación civil Ángel de la Guarda, dirigida por la esposa del candidato, contrató varios anuncios televisivos en horario estelar para inducir el voto a favor de Añorve. También se distribuyó masivamente una portada falsa de un periódico local que anunciaba el retiro de la contienda electoral del principal candidato de izquierda, Luis Walton. Otra serie de notas falsas calumniaban a Walton con la acusación de que había participado en una red de pornografía infantil.

Tanto Enrique Peña Nieto como el entonces gobernador priista de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio, participaron activamente en aquella campaña sucia. Asistieron a actos públicos, y todo parece indicar que también financiaron numerosos “operativos” electorales. La Iglesia intervino igualmente a favor del candidato ganador y hubo presión directa sobre los electores en numerosas casillas. Todo esto, mientras el Instituto Electoral del estado se mantuvo al margen.

De acuerdo con el TEPJF, todas estas tropelías no fueron suficientes para ameritar la anulación de la elección, aun cuando la diferencia entre el primero y el segundo lugares había sido de apenas 5 mil votos de los 223 mil sufragios válidos (es decir, sólo el 2.2%). En una reedición de la impunidad generada con el dictamen de validez de la elección presidencial de 2006, el TEPJF se negó a realizar cualquier esfuerzo por esclarecer las verdaderas condiciones del proceso electoral y simplemente avaló los resultados sobre las rodillas. De manera similar, el año pasado el TEPJF se negó a evaluar a fondo las condiciones de los comicios para gobernador de Durango y Veracruz.

Estos antecedentes de impunidad regresan hoy con fuerza para asegurar que el actual proceso electoral en Guerrero continúe corroyéndose hasta la médula. Es más que evidente que Añorve ya rebasó el tope de gasto de campaña de 33 millones de pesos. La cantidad de folletos, calcomanías, espectaculares y anuncios televisivos, los frecuentes viajes en helicóptero del candidato, la sospechosa cobertura “noticiosa” de las principales empresas de televisión, y la entrada de ejércitos de “promotores” bien financiados desde diversos estados gobernados por el PRI, hablan de un derroche desmedido y totalmente ilegal.

Asimismo, más allá del “gasto” explícito, habría que recordar que las donaciones “en especie” también deberían contabilizarse. Cada minuto “regalado” por Televisa a Añorve, cada hora de algún empleado del Estado de México dedicado a la campaña, y cada litro de gasolina utilizado para transportar láminas deben ser incluidos en el cálculo del gasto total.

Este tipo de donaciones, por cierto, son completamente ilegales y podrían dar lugar a sanciones administrativas y hasta penales para los involucrados. El artículo 407 del Código Penal Federal es contundente al imponer una pena de hasta nueve años de prisión al servidor público que destine “fondos, bienes o servicios” públicos, e incluso el “tiempo” de sus subordinados, a algún partido político o candidato. Aquí las autoridades también deberían vigilar la posible participación de recursos y empleados del Gobierno del Distrito Federal en la campaña de Ángel Aguirre.

Pero independientemente de lo que hagan o dejen de hacer las instituciones electorales, lo más importante es que la población salga a votar el 30 de enero. Los desastrosos resultados del gobierno de Zeferino Torreblanca no deberían llevar al desánimo, sino a la cada vez más activa participación social a favor de la democracia y la justicia. Por ejemplo, el llamado de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero para boicotear las elecciones es un grave error. Hace el juego a los priistas, quienes siempre se benefician cuando se reduce la participación espontánea de la población.

Por ejemplo, en las elecciones estatales de 2010 hubo una correlación directa entre el aumento de la tasa de participación ciudadana y una reducción en el porcentaje de votación para el PRI. En Tamaulipas la participación fue de apenas 44% y el viejo partido del Estado conquistó 62% de la votación. En Chihuahua, acudió a las urnas el 41% del electorado y el PRI recibió 56% de los sufragios. En contraste, las victorias de Gabino Cué, Mario López Valdés y Rafael Moreno Valle se sustentaron en una gran ola de participación ciudadana, que llegó a 57% en Oaxaca, a 58% en Sinaloa y a 59% en Puebla.

La abstención ayuda al PRI porque este partido cuenta con una vasta “maquinaria” electoral que por medio de la compra, la coacción y la intimidación logra obligar a los “suyos” a votar a como dé lugar. Sin embargo, cuando la tasa de participación es alta, el efecto de estos “operativos” se diluye, permitiendo que el resultado refleje de manera más fiel las preferencias reales de los electores.

Los siguientes 15 días serán claves. Hagamos votos para que el estado de Guerrero sea un ejemplo de valentía institucional y movilización ciudadana que preparen el camino para la celebración de elecciones presidenciales auténticamente democráticas en 2012.

www.johnackerman.blogspot.com

twitter: @JohnMAckerman