lunes, agosto 07, 2006
El aspirante a presidente espurio
Vamos comentando la nota de La Jornada sobre la reunión de Calderón y sus legisladores del PAN:
“…Felipe Calderón declaró estar seguro que el recuento parcial de la votación que se inicia el miércoles ratificará su triunfo…”
¿Como debiéramos interpretar su declaración? Si el Tribunal solicitó que se hiciera el recuento de esas casillas quiere decir que existen errores que habría que corregir, ¿cómo sabe Calderón que al corregir esos errores se ratificará que él ganó? ¿conocía él éstas irregularidades pero sabe de antemano que no bastan para contrarrestar su mínima ventaja, o ya las corrigió para confirmar su manipulado triunfo?
“…pidió el apoyo para avanzar en su agenda legislativa que tendrá cuatro prioridades: crecimiento económico, reducción de la mitad de la pobreza extrema, rescate de la seguridad y reforma política.”
Ajá… crecimiento económico, ¿vendiendo lo poco que ya le queda a la nación? ¿y luego que lo venda entre sus amigos y extranjeros, qué? Ah, ya entiendo, el crecimiento económico va a ser para la camarilla de la cual forma parte y para algunos españolillos y gringos que le ayudaron con sumas extraordinarias de dinero para ganar la presidencia por medio de un fraude, a cambio de dichos negocios. En cuanto a la reducción de la “mitad” de la pobreza extrema, debe entenderse que con su proyecto neoliberal veinte de los cuarenta millones morirán por la desnutrición y las enfermedades. No pues así sí se reduce a la mitad. ¿Y sobre el rescate de la seguridad? Eso debe ser lo mismo que el rescate bancario, en vez de rescatar a los ciudadanos de la falta de empleo e ingresos para en buena parte combatir la delincuencia, lo que va a hacer es darles en la madre con aparatos represivos, “con la mano dura”, para que la gente bien se pasee tranquilamente por el Paseo de la Reforma y se sientan más seguros sin “nacos” a su alrededor. Por último, la reforma política, sencillamente debe referirse a establecer la dictadura del PAN.
Luego nos dice Calderón que “la solidez de nuestras instituciones han superado con creces las visiones antidemocráticas, anarquistas e intolerantes que las han amenazado, también es cierto, admitámoslo, que nuestro sistema electoral muestra signos de agotamiento”. Es decir, que de tanto superar la visiones antidemocráticas, anarquistas e intolerantes que amenazan a las instituciones, (¿debe entenderse que son todavía más antidemocráticas, etc… en tanto las superan?) ya el sistema electoral está agotado; en 1988 se cayó el sistema electoral, ahora nada más se agotó, sí está cansado de sostener el aparato fraudulento y ya no puede más, de manera que, hay que lograr “la transformación del sistema electoral, de su marco de competencia y de las instituciones que hacen posible la relación entre poderes y la convivencia entre los mexicanos”. Este retorcido pensamiento que no es más que pura demagogia hay que desmenuzarlo para comprender lo que expresa dentro del contexto anterior: que hay que cambiarlo para que al “sistema” no le resulte tan cansado, tan agotador, hay que cambiar el marco de su competencia, que pueda permitir que de plano se le permita a un adversario asesinar al otro si lo siente demasiado fuerte y ya; y transformar “las instituciones que hacen posible la relación entre poderes y la convivencia entre los mexicanos”, me imagino que no será poniendo gente decente con principios éticos que las represente, porque eso le impediría llegar a la presidencia y sería hacerse el harakiri, no, se refiere a que se establezca una red de negocios entre los tres poderes para que se lleven bien y en cuanto a la convivencia de los mexicanos, eso se arregla con el garrote vil y a ver si no se llevan bien.
La nota señala que Espino se adelanta al llamado de los michoacanos y ofrece su respaldo “sin condiciones” al chaparrito, peloncito, de lentes para que lo apoyen los diputados. ¿Pues cuáles eran las “condiciones” que le había puesto antes del llamado de los michoacanos? Y en fin, que para dejar atrás las dudas que hay sobre la relación entre él y Calderón, buscaron sintonía en sus discursos y en el tema de la consolidación democrática. Bueno, pero ¿cuál consolidación? Si la ciudad de México está con un plantón que va desde el zócalo hasta la fuente de petróleos y en todo el país se está protestando porque no tenemos lo elemental de la democracia, la transparencia en la elección, ¿éstos ya están pensando en consolidarla?
Dice luego que se han consolidado instituciones autónomas (sí, oyó usted bien, au-tó-no-mas) como el IFE y el TEPJ. Tan autónomas que el IFE está conformado por gente que puso Elba Esther y el PAN y que es a ellos a quienes deben el hueso; del TEPJ no sé que tan autónomo sea, pero a la fecha lo único que sabemos es que ha habido comunicaciones sospechosas entre el PAN, concordancias entre el PAN y el TEPJ y visitas del Ministro de la Suprema Corte, quién ya dio muestras de ser un lacayo del Ejecutivo cuando el desafuero. Felipillo dice que tan bien se va a llevar con las cámaras que pueden contar con él como un diputado o un senador más. Así que sin tener la capacidad de ser presidente, todavía se ofrece como legislador, sin olvidar, que además ya se ofreció también como jefe de la policía del D. F.? Es decir, va a ser un presidente multifacético. Él va a ser presidente, legislador y jefe de la policía del D.F.
Espino, humorísticamente, comparó esa reunión como el primer día de clases de los legisladores, ¿válgame el Señor?, y siguiendo la analogía, para conocer a las “muchachas guapas que nos tocan en el salón”, qué les parece. Y se sacaron la foto, adelante, Margarita Zavala, de la familia acusada de tráfico de influencias, Calderón, delincuente electoral, Espino, yunquista de oscuro pasado en el norte de la República, y Josefina Vázquez Mota, la que desvió los recursos de la Sedeso, y a quien por esa proeza premiarán, según se dice, nada menos que con la Secretaría de Gobernación. Más que camarilla de gobierno parece la foto del Reclusorio Norte.
Aventura con final feliz
El optimismo del cineasta invade también a los miles de partidarios de López Obrador
Esta es una película de aventuras que tendrá final feliz, prevé Luis Mandoki
Mientras se anuncian nuevas medidas de resistencia, una señora da a luz en el Zócalo
JAIME AVILES/La Jornada
Entre miles y miles de gargantas indignadas que desde el sábado corean una nueva rima de batalla, ésta con dedicatoria a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) -"¡no sean ojetes, abran los paquetes!"-, Andrés Manuel López Obrador propone dos nuevas medidas para intensificar la resistencia y, mientras el gentío las aprueba y se compromete a impulsarlas, una señora empieza a dar a luz en la esquina del Zócalo con 20 de Noviembre.
Luis Mandoki reflexiona en voz alta: "A los pesimistas hay que decirles algo: no se nos olvide que ésta es una película de aventuras con final feliz, y en las películas de aventuras con final feliz al héroe siempre se le complican las cosas, más y más, hasta que triunfa".
Con ese optimismo que se multiplica en los mensajes de los carteles y las mantas, en la seriedad del niño de traje negro con el pelo pintado de blanco con todo y gallito parado en la coronilla y la banda tricolor sobre el pecho, o en la escultura del López Obrador de cartón, a escala natural, sentado como presidente de la República sobre una majestuosa e inequívocamente religiosa silla de oro, la gente acepta con algarabía las dos propuestas que abrirán -pero no agotarán ni mucho menos- la agenda de la cuarta semana de la resistencia.
Una, asediar "pacíficamente" a Vicente Fox y a su esposa, donde quiera que vayan, "para protestar contra el fraude" y, dos, congregarse este lunes, en punto de las siete de la noche, a las puertas del TEPJF, allá por los rumbos de Culhuacán, "para discutir, para que nos oigan los jueces, las nuevas decisiones que tomará el movimiento".
Y más tarda López Obrador en decirlo que el blog del Sendero del Peje en explicar en Internet que para llegar al tribu -apócope del TEPJF- es necesario llegar al Metro Tasqueña y seguir rumbo a Culhuacán, por donde también pasa la calzada de La Virgen.
Radio Voluntad Popular
En Chapultepec, horas antes de la cuarta "asamblea informativa", cerca de la puerta de Los Leones, nítidos altavoces magnifican las palabras de un locutor aficionado que proclama con voz de terciopelo: "Radio Voluntad Popular, transmitiendo desde el Paseo de la Reforma, con 340 watts de potencia, en espera del mensaje que dará a la nación el presidente Andrés Manuel López Obrador".
-¿En qué frecuencia se oye esta estación? -pregunta el cronista.
-En ninguna -responde el locutor, después de mandar "al aire" una versión de Bonita, de Luis Arcaraz, tocada con órgano melódico-. Esto es como una obra de teatro o como una radio comunitaria en proyecto. Somos del movimiento en favor de una Constitución política para el Distrito Federal y estamos aquí desde el lunes (hace ocho días). Estamos transmitiendo de 9 de la mañana a 10 de la noche.
Una semana después de haber ocupado un tramo de nueve kilómetros desde la fuente de Petróleos, a la entrada de las Lomas de Chapultepec, hasta el Zócalo, el plantón de los seguidores de López Obrador ha trastocado por completo las nociones geográficas del Distrito Federal.
-Perdone, ¿aquí es Coyoacán? -pregunta alguien a los habitantes del campamento situado en el cruce de Reforma y Bucareli.
-No, aquí es Benito Juárez -responde una señora que está cocinando con la cabeza envuelta en una pañoleta amarilla-, Coyoacán está frente a la Zona Rosa.
-¿Aquí es Tlalpan? -arriesga el cronista, a sabiendas de que se encuentra en Polanco.
-Aquí es Valle de Chalco, estado de México. Tlalpan empieza ahí nomás -asegura un señor mirando las rejas del Zoológico y las carpas de sus vecinos.
La zona está acordonada con mecates de plástico que la gente llama "lazos" y éstos delimitan un área de una cuadra de extensión que el sábado al amanecer fue agredida furiosamente por un joven panista, Manuel Cosío Ramos, de 27 años, que en un acto de locura embistió con su camioneta de lujo una decena de tiendas de campaña, lastimando a varias personas, antes de ser detenido por los elementos de una patrulla, a quienes les dijo que era "ayudante" de Manuel Espino, el presidente nacional del PAN.
Ahora, en homenaje al muchacho, que llevaba las placas de su vehículo en la guantera -lo que habla de premeditación, alevosía y mucho, mucho odio de clase de su parte-, una cartulina advierte ante las sillas de plástico partidas en cachitos: "Estos son los destrozos de un pacífico panista que trató de matarnos".
Este pueblo sí se ve
"¡No sean ojetes, abran los paquetes!" La consigna nació el sábado en la tarde, horas después que los magistrados del tribu resolvieran volver a contar los votos de sólo 9.7 por ciento de las casillas del 2 de julio, ante lo que López Obrador contestará 24 horas después: "No queremos un diezmo de democracia, la queremos al cien por ciento".
En los gritos de la muchedumbre indignada, en las bocas desdentadas de los ancianos más pobres, en las lágrimas de los ojos que brillan de rabia antes del chubasco sabatino, cuando López Obrador dice que "negarse a abrir todos los paquetes es la prueba más contundente de que ganamos la Presidencia de la República"; en los coros espontáneos que aseguran mil veces que no darán "¡ni un paso atrás, ni un paso atrás!", en la reiteración única y sin embargo desdeñada del ¡voto por voto, casilla por casilla!, la cólera popular crece y crece al igual que la certeza de la gente en su victoria.
Si para unas y otros la suciedad del proceso electoral es gigantesca pero la fuerza, el tamaño y la extensión del movimiento son más grandes, nadie duda que hoy lunes, apenas amanezca, los medios desatarán una nueva andanada de insultos contra el tabasqueño. Por eso éste, en el tramo final de su discurso de ayer domingo -después de recorrer los cuatro costados de la plancha estrechando manos y repartiendo saludos antes de subir al templete a escuchar los mensajes de los dirigentes de los tres partidos de la coalición que lo apoya-, dedicó especial atención al papel que los grandes medios electrónicos han jugado en esta coyuntura.
"Después de las elecciones de 1988, la televisión ni pagando sacaba anuncios del PRD. Eso empezó a cambiar hace unos 10 años, cuando ya era yo presidente del partido. Había una apertura, los medios se volvieron más distantes al poder y más cercanos al pueblo, pero en los últimos meses también se ha retrocedido en lo que habíamos logrado en materia de libertad de expresión, ¡y eso es algo que tampoco estamos dispuestos a permitir!", expuso, causando tal vez renovado asombro en quienes han repetido con insistencia que por impugnar el resultado electoral "está echando por la borda su capital político".
Eso no parecía estar en sus cálculos cuando agregó: "dicen que ganamos muchos senadores, muchos diputados, que ya nos conformemos. Pero nuestra lucha no es por cargos, sino por defender la democracia y transformar el país pensando en las generaciones futuras, en los que vienen detrás de nosotros. Si a mí únicamente me moviera la ambición, si quisiera llegar a la Presidencia a cualquier costo, como dicen, hace tiempo que habría negociado con la mafia de la política, ¡pero no lo he hecho y por eso estamos aquí!"
Y de pronto alguien por ahí comenzó a gritar, y a sus vecinos agolpados por decenas de miles detrás del templete ante la fachada del Palacio Nacional les gustó la idea, y mientras la señora de 20 de Noviembre sentía las contracciones más fuertes y los médicos corrían a auxiliarla, el Zócalo se puso a vibrar debajo del sol coreando: "¡Este pueblo sí se se ve, este pueblo sí se ve!", hasta disolverse, antes del "corte a", en la película de aventuras que según Mandoki se aproxima día con día a su final feliz.
Esta es una película de aventuras que tendrá final feliz, prevé Luis Mandoki
Mientras se anuncian nuevas medidas de resistencia, una señora da a luz en el Zócalo
JAIME AVILES/La Jornada
Entre miles y miles de gargantas indignadas que desde el sábado corean una nueva rima de batalla, ésta con dedicatoria a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) -"¡no sean ojetes, abran los paquetes!"-, Andrés Manuel López Obrador propone dos nuevas medidas para intensificar la resistencia y, mientras el gentío las aprueba y se compromete a impulsarlas, una señora empieza a dar a luz en la esquina del Zócalo con 20 de Noviembre.
Luis Mandoki reflexiona en voz alta: "A los pesimistas hay que decirles algo: no se nos olvide que ésta es una película de aventuras con final feliz, y en las películas de aventuras con final feliz al héroe siempre se le complican las cosas, más y más, hasta que triunfa".
Con ese optimismo que se multiplica en los mensajes de los carteles y las mantas, en la seriedad del niño de traje negro con el pelo pintado de blanco con todo y gallito parado en la coronilla y la banda tricolor sobre el pecho, o en la escultura del López Obrador de cartón, a escala natural, sentado como presidente de la República sobre una majestuosa e inequívocamente religiosa silla de oro, la gente acepta con algarabía las dos propuestas que abrirán -pero no agotarán ni mucho menos- la agenda de la cuarta semana de la resistencia.
Una, asediar "pacíficamente" a Vicente Fox y a su esposa, donde quiera que vayan, "para protestar contra el fraude" y, dos, congregarse este lunes, en punto de las siete de la noche, a las puertas del TEPJF, allá por los rumbos de Culhuacán, "para discutir, para que nos oigan los jueces, las nuevas decisiones que tomará el movimiento".
Y más tarda López Obrador en decirlo que el blog del Sendero del Peje en explicar en Internet que para llegar al tribu -apócope del TEPJF- es necesario llegar al Metro Tasqueña y seguir rumbo a Culhuacán, por donde también pasa la calzada de La Virgen.
Radio Voluntad Popular
En Chapultepec, horas antes de la cuarta "asamblea informativa", cerca de la puerta de Los Leones, nítidos altavoces magnifican las palabras de un locutor aficionado que proclama con voz de terciopelo: "Radio Voluntad Popular, transmitiendo desde el Paseo de la Reforma, con 340 watts de potencia, en espera del mensaje que dará a la nación el presidente Andrés Manuel López Obrador".
-¿En qué frecuencia se oye esta estación? -pregunta el cronista.
-En ninguna -responde el locutor, después de mandar "al aire" una versión de Bonita, de Luis Arcaraz, tocada con órgano melódico-. Esto es como una obra de teatro o como una radio comunitaria en proyecto. Somos del movimiento en favor de una Constitución política para el Distrito Federal y estamos aquí desde el lunes (hace ocho días). Estamos transmitiendo de 9 de la mañana a 10 de la noche.
Una semana después de haber ocupado un tramo de nueve kilómetros desde la fuente de Petróleos, a la entrada de las Lomas de Chapultepec, hasta el Zócalo, el plantón de los seguidores de López Obrador ha trastocado por completo las nociones geográficas del Distrito Federal.
-Perdone, ¿aquí es Coyoacán? -pregunta alguien a los habitantes del campamento situado en el cruce de Reforma y Bucareli.
-No, aquí es Benito Juárez -responde una señora que está cocinando con la cabeza envuelta en una pañoleta amarilla-, Coyoacán está frente a la Zona Rosa.
-¿Aquí es Tlalpan? -arriesga el cronista, a sabiendas de que se encuentra en Polanco.
-Aquí es Valle de Chalco, estado de México. Tlalpan empieza ahí nomás -asegura un señor mirando las rejas del Zoológico y las carpas de sus vecinos.
La zona está acordonada con mecates de plástico que la gente llama "lazos" y éstos delimitan un área de una cuadra de extensión que el sábado al amanecer fue agredida furiosamente por un joven panista, Manuel Cosío Ramos, de 27 años, que en un acto de locura embistió con su camioneta de lujo una decena de tiendas de campaña, lastimando a varias personas, antes de ser detenido por los elementos de una patrulla, a quienes les dijo que era "ayudante" de Manuel Espino, el presidente nacional del PAN.
Ahora, en homenaje al muchacho, que llevaba las placas de su vehículo en la guantera -lo que habla de premeditación, alevosía y mucho, mucho odio de clase de su parte-, una cartulina advierte ante las sillas de plástico partidas en cachitos: "Estos son los destrozos de un pacífico panista que trató de matarnos".
Este pueblo sí se ve
"¡No sean ojetes, abran los paquetes!" La consigna nació el sábado en la tarde, horas después que los magistrados del tribu resolvieran volver a contar los votos de sólo 9.7 por ciento de las casillas del 2 de julio, ante lo que López Obrador contestará 24 horas después: "No queremos un diezmo de democracia, la queremos al cien por ciento".
En los gritos de la muchedumbre indignada, en las bocas desdentadas de los ancianos más pobres, en las lágrimas de los ojos que brillan de rabia antes del chubasco sabatino, cuando López Obrador dice que "negarse a abrir todos los paquetes es la prueba más contundente de que ganamos la Presidencia de la República"; en los coros espontáneos que aseguran mil veces que no darán "¡ni un paso atrás, ni un paso atrás!", en la reiteración única y sin embargo desdeñada del ¡voto por voto, casilla por casilla!, la cólera popular crece y crece al igual que la certeza de la gente en su victoria.
Si para unas y otros la suciedad del proceso electoral es gigantesca pero la fuerza, el tamaño y la extensión del movimiento son más grandes, nadie duda que hoy lunes, apenas amanezca, los medios desatarán una nueva andanada de insultos contra el tabasqueño. Por eso éste, en el tramo final de su discurso de ayer domingo -después de recorrer los cuatro costados de la plancha estrechando manos y repartiendo saludos antes de subir al templete a escuchar los mensajes de los dirigentes de los tres partidos de la coalición que lo apoya-, dedicó especial atención al papel que los grandes medios electrónicos han jugado en esta coyuntura.
"Después de las elecciones de 1988, la televisión ni pagando sacaba anuncios del PRD. Eso empezó a cambiar hace unos 10 años, cuando ya era yo presidente del partido. Había una apertura, los medios se volvieron más distantes al poder y más cercanos al pueblo, pero en los últimos meses también se ha retrocedido en lo que habíamos logrado en materia de libertad de expresión, ¡y eso es algo que tampoco estamos dispuestos a permitir!", expuso, causando tal vez renovado asombro en quienes han repetido con insistencia que por impugnar el resultado electoral "está echando por la borda su capital político".
Eso no parecía estar en sus cálculos cuando agregó: "dicen que ganamos muchos senadores, muchos diputados, que ya nos conformemos. Pero nuestra lucha no es por cargos, sino por defender la democracia y transformar el país pensando en las generaciones futuras, en los que vienen detrás de nosotros. Si a mí únicamente me moviera la ambición, si quisiera llegar a la Presidencia a cualquier costo, como dicen, hace tiempo que habría negociado con la mafia de la política, ¡pero no lo he hecho y por eso estamos aquí!"
Y de pronto alguien por ahí comenzó a gritar, y a sus vecinos agolpados por decenas de miles detrás del templete ante la fachada del Palacio Nacional les gustó la idea, y mientras la señora de 20 de Noviembre sentía las contracciones más fuertes y los médicos corrían a auxiliarla, el Zócalo se puso a vibrar debajo del sol coreando: "¡Este pueblo sí se se ve, este pueblo sí se ve!", hasta disolverse, antes del "corte a", en la película de aventuras que según Mandoki se aproxima día con día a su final feliz.
Tengo
Tengo
Seb Tal
Tengo confianza.
Porque,
tenemos esperanza,
la razón y el ánimo,
una conciencia que ha despertado,
la capacidad de cambiar y
un país que vale la pena defender.
Tengo porque tenemos.
Entrevista a Encinas
ENTREVISTA / ALEJANDRO ENCINAS RODRIGUEZ, JEFE DE GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL
Estamos dando una lección de democracia al mundo
"La democracia ha bajado a todos los estratos sociales"
Junto con el movimiento de 1968, este momento es uno de los cuatro grandes hitos en la historia de la democratización del país, expresa el gobernante. Respecto de 1988 y 2006 dice: ahora la izquierda está en condiciones de defender lo que ha ganado
ELENA PONIATOWSKA EN LA JORNADA
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, está en el ojo del huracán. La prensa, la televisión, la radio lo bombardean: "Exige la iniciativa privada a Encinas aplicar la ley o irse", "Baja la credibilidad de Encinas", "Piden a Encinas: haga su chamba", "O cumple o deja su puesto". Sin embargo Enrique Quintana, comentarista político y analista financiero -absolutamente creíble, y a quien respeto desde hace muchos años- asegura que el conflicto poselectoral no parece estar haciendo mella en la economía. Ante su satanización, Encinas, seguro de sí mismo y de lo que está haciendo, sonríe desde lo alto de su buena disposición hacia la vida. Jovial, tranquilo, a él tampoco parece estarle haciendo mella el plantón en el Zócalo ni el cierre del Paseo de la Reforma, que según los analistas afecta a millón y medio de autos y causa incontables problemas a los usuarios del transporte público que cruzan la ciudad para ir a su trabajo. Ya de por sí la tienen difícil, pero ahora su travesía se ha vuelto infernal. A Encinas le reprochan ser juez y parte; él es perredista y sucesor de Andrés Manuel López Obrador en la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
-¿Cuál sería su reacción si fuera el PAN el que ha tomado el Zócalo?
-Haría lo mismo si fuera el PAN el que tomara el Zócalo.
"Si el Partido Acción Nacional estuviera haciendo estos actos de resistencia civil pacífica, como los ha hecho durante muchos años a escala nacional y en los estados, yo lo respetaría en los mismos términos y condiciones, como lo he hecho con las manifestaciones y plantones de maestros, con la marcha contra la inseguridad pública, con el Foro Mundial del Agua, con Antorcha Popular, porque yo estoy convencido no solamente de que el ejercicio de la libertad debe ser pleno y abarcar todos los sectores independientemente de que coincidamos o no, sino también porque estoy convencido de que la ruta para resolver los problemas políticos es la razón y que el uso de la fuerza pública no resuelve estos problemas; por el contrario, a veces una decisión inadecuada no solamente no resuelve el problema, sino genera un conflicto mayor. Ahí están las experiencias negativas en San Salvador Atenco, en Lázaro Cárdenas, Michoacán; el problema de los maestros de Oaxaca, que son ejemplo de cómo una mala decisión de los gobernantes, lejos de resolver un conflicto, puede agravarlo. En este sentido asumo plenamente mi responsabilidad. Yo no voy a reprimir este movimiento porque estoy convencido, en primer lugar, de que no es la vía de solución y de que, por el contrario, una solución de esta naturaleza tendría implicaciones mucho más allá del Distrito Federal y podría desatar más una crisis institucional que un conflicto social de alcance nacional."
EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DE 1968, DETONADOR DE LA DEMOCRACIA
-El movimiento estudiantil de 68 fue constructor de la democracia, ¿cree usted que éste también?
-Indudablemente. El 68 marcó un hito en la historia de este país. Yo creo que hay tres grandes hitos que nos han permitido avanzar en la democratización de México. El más importante, sin lugar a dudas, es el movimiento popular estudiantil de 1968, que fue un enfrentamiento brutal contra un régimen totalitario y autoritario. Vienen las luchas de los años 70, el movimiento guerrillero, la época de la guerra sucia, viene la reforma política, la apertura electoral, pero un segundo momento que para mí es fundamental es la respuesta social frente a los sismos de 1985, que no solamente inició el proceso de democratización de la vida política de la ciudad, sino que marcó un avance muy importante en el cuestionamiento del régimen autoritario que teníamos en este país. El tercer momento fue 1988, que no solamente cuestiona al partido de Estado, sino que configura una alternativa que va consolidándose de manera significativa hasta el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en 1997. Hoy estamos, desde mi punto de vista, en el cuarto hito del proceso de transición democrática o de conformación de nuestra democracia en el país, que es este proceso electoral. Me refiero al 2006, pero esto es resultado de toda una campaña y un proceso de muchos años, donde, empezando por el Paraje San Juan, por los videoescándalos, el desafuero, la guerra sucia en los medios para destruir a unos de los candidatos, ha logrado consolidar un polo democrático que va a marcar los próximos años. Yo vería al 68 como el gran detonador de los cambios democráticos que se han ido consolidando siempre con fenómenos de mucha participación social. El asunto de los sismos fue una respuesta espontánea de la gente; el 88 no solamente significó la ruptura de la corriente democrática en el PRI y el acercamiento con la izquierda, sino una insurgencia electoral popular, y ahora lo que estamos viendo es un movimiento que tiene en el eje de su actividad la defensa de la institución más preciada, que es el voto, y creo que este movimiento va a marcar la historia de nuestro país.
CARDENAS, EL PERDEDOR
-El New York Times y el Financial Times están en favor del recuento de votos, y el periodista David Swanson va aún más lejos al decir que le da vergüenza no ser mexicano porque en Estados Unidos ni Gore ni Kerry lucharon por su voto; al contrario, se rindieron de inmediato.
-Yo creo que estamos dando una lección democrática al país y al mundo. Afortunadamente México ha sabido encauzar bien esas protestas y para eso hay que ver cómo en otras latitudes, donde se supone que es mayor el desarrollo democrático, no sólo tienen problemas en el ejercicio de sus procesos electorales, sino que no saben manejar sus diferencias ni aclarar los conflictos que se generan después de las elecciones. Esta es una lección para los candidatos que en Estados Unidos no estuvieron a la altura del reclamo de sus electores.
-¿Cree usted que en el caso de México, en 1988, Cuauhtémoc Cárdenas debió luchar más?
-Son dos momentos políticos distintos. Lo cierto es que en 88 estábamos en una situación de incertidumbre donde había la expectativa de ganar la elección, pero no se contaba con la estructura ni todo mundo estaba convencido de que se iba a ganar; entonces el conjunto de alianzas políticas, desde mi punto de vista, era muy frágil, y esa fragilidad se evidenció a muy corto plazo cuando el Frente Democrático Nacional se desintegró. Ahora estamos ante un fenómeno muy distinto, porque existe un liderazgo muy fuerte y una estructura nacional, además de una corriente mucho más organizada y mucho más consciente. Yo creo que la coalición Por el Bien de Todos ha trabajado muy bien, con libertad, pero el fenómeno político y social construido desde 88, más adelante con el primer triunfo en la ciudad de México en 97, la experiencia exitosa del gobierno de la ciudad a partir de 2000, ha generado un movimiento nacional muy sólido y positivo. Hay gran diferencia con el movimiento nacido en 1988, a pesar de que se tenía una corriente electoral muy fuerte, y también hay que recordar que había otro tipo de PRI. Era la parte final, en agonía, del partido de Estado, y hay que reconocer también que hemos avanzado, nos ha costado mucho y hay que verlo como un éxito. Alcanzamos con esta elección la posibilidad de ser la primera fuerza nacional.
-Sí, la izquierda ha pasado de perdedora a un adelanto tremendo por primera vez en la historia, pero el triunfo no compensa el fraude.
-Hemos ido ganando en corto tiempo; estamos hablando de menos de 30 años, desde la primera participación electoral abierta de izquierda, en 1979, hasta ahora convertirnos prácticamente en la primera fuerza nacional. Hay que ver esos avances y defenderlos. Habrá mucha gente que quisiera que regresáramos a la marginalidad, que saliéramos de la lucha pacífica electoral. No lo van a lograr. No solamente porque estamos convencidos, sino porque hemos podido acreditar una mayoría, y creo que lo que se está defendiendo en este momento es, aparte de la ruta democrática, la estabilidad del país; es más el derecho de la izquierda a convertirse en la mayoría, el derecho de todos los mexicanos a que podamos tener ya nuestras opciones políticas totalmente claras.
Esa es la gran diferencia entre 1988 y 2006, y ahora estamos en condiciones de defender lo que hemos ganado y de conducir nuestro destino.
-Las consecuencias del megaplantón son humanas, pero también económicas. Se nos dice que la ciudad está perdiendo millones, que vivimos en una zona de desastre...
-Claro que sí hay una afectación. También hay que entender que no toda la ciudad está colapsada. Tenemos un corredor de la ciudad con afectaciones negativas por los 47 campamentos hasta la fuente de Petróleos. Hace muchos años la ciudad perdió su centralidad. Este no es el único centro del DF, tenemos muchos centros, y esto permite que la ciudad mantenga su operación regularmente. En esta zona donde ha habido alteración, como gobierno, debemos mitigar los efectos de los campamentos y lo hemos hecho con todo el ordenamiento vial, cambio de sentido de vialidades, vialidades de doble sentido, y se han llevado a cabo con toda la seguridad las actividades cotidianas en el perímetro afectado.
-Eso no ha impedido el horror del tráfico...
-Estamos conscientes de que debemos dar apoyos a las empresas, a los hoteles, a los restaurantes, a los negocios que ven afectada su actividad económica regular. He atendido sus quejas y ha habido entendimiento. Las cúpulas nacionales han querido generar una imagen de ingobernabilidad en la ciudad, pero con las cámaras locales, los operadores de servicios, tenemos una muy buena relación y vamos a apoyarlos. Pero también tenemos que apoyar al sector más afectado, el de los trabajadores, los comerciantes, los empleados, para que no haya despidos, se mantengan las fuentes de empleo, pero además debemos atender las necesidades de los peatones que realmente tienen derecho a ser los más molestos, los que toman el microbús, transbordan, toman peseros, el Metro...
-Pero los que más se han quejado ¿no han sido los automovilistas?
-Sí, hay que reconocer que hay una afectación real, y asumirlo con responsabilidad. Por supuesto, tenemos que ayudar a mitigar esta situación de la mejor manera posible. Pero también, como se lo hemos dicho a la gente que ha hecho reclamos, todos tenemos que tener en claro, primero, que es un problema que no se deriva de una problemática del gobierno local, sino que tiene que ver con un proceso de elección federal; segundo, que estamos trabajando para enfrentar esta situación y resolver los impactos negativos, y tercero, que no vamos a tomar una decisión irresponsable que se convierta en una situación de violencia, como las que hemos vivido en Guadalajara, en Cancún, en Oaxaca, Michoacán. Hay ejemplos en las grandes urbes de cómo una decisión mal tomada genera amotinamientos, como en París. Cuando compartimos nuestras decisiones, la gente entiende que los fenómenos y los problemas políticos o sociales van más allá de una afectación coyuntural por una manifestación política. Creo que, a pesar de las campañas contra el gobierno, la gente empieza a ubicar la toma del Zócalo en su justa dimensión.
(Como para corroborar las palabras del jefe de Gobierno, se oye en la calle el canto de una mujer. En el templete, los artistas bailan, recitan, tocan diversos instrumentos desde que amanece hasta que anochece.)
LA DEMOCRACIA SE HA DEMOCRATIZADO
-La toma del Zócalo ha sido calificada como el aprovechamiento de los "jodidos". En la mañana Francisco Almaguer, quien tuvo la valentía de darme su nombre, me dijo que estaba tan decepcionado que iba a ir al Zócalo a quemar mis libros. "Usted nos ha decepcionado. Ya no creemos en usted. ¿Por qué cortan las calles? Con su paro cancelan nuestros derechos a la mayoría y es una vergüenza que jalen a los jodidos con un bolillo. Lo de ustedes es una chafez, una jodidez." Lo escuché sin chistar porque sentí que estaba llorando.
-Esto es parte del fenómeno de la campaña de descalificación y de miedo, la del supuesto peligro para México que trajo consigo reacciones que son señales de la parte cruda de nuestra sociedad, donde hay sectores que alentaron la discriminación y el desprecio, el racismo, esa idea de que la coalición Por el Bien de Todos representa a la gente que no tiene estudios, a los pobres, a los acarreados, un enorme desprecio. Creo que ése es uno de los saldos más negativos que tuvo esa campaña sucia en los medios. En contraparte, esa derecha que creíamos que había evolucionado, que era una derecha marginal y que de repente afloró con mucha fuerza en círculos con mucho poder económico, también se empieza a contrarrestar, porque yo no creo que la toma del Zócalo y la división actual sea asunto entre ricos y pobres o de buenos y malos. Tiene que entenderse como el reflejo claro de lo que es la diversidad política del país, y creo que el fenómeno político más importante de este movimiento es que la gente ha hecho suya una demanda democrática fundamental, el ejercicio y el respeto al voto. Como han dicho algunos especialistas, la democracia se ha democratizado, ha bajado a todos los estratos sociales y para mí es impresionante ver concentraciones de cientos de miles de personas en las que la demanda es el respeto al voto, utilizando los instrumentos legales, no sólo el derecho a la manifestación, sino acudir a las instancias jurisdiccionales, que son las que califican el proceso electoral. Nadie está planteando ni la revolución ni la ruptura social; todos están defendiendo una vía legal y legítima para la definición de las autoridades y del gobierno que conduzca a la República, y creo que es el mejor reflejo de que ésta es una sociedad que cree en la democracia. Seguramente el desprecio, la agresión, la discriminación, el racismo, ya afloraron en sectores muy conservadores de nuestra sociedad, pero pueden ser contrarrestados con un movimiento como el de la coalición Por el Bien de Todos, que entiende que las cosas han cambiado y que nos hace falta madurar mucho para eliminar los rezagos de intolerancia y de racismo. Estamos construyendo una ruta basada en la ley y en el entendimiento.
Estamos dando una lección de democracia al mundo
"La democracia ha bajado a todos los estratos sociales"
Junto con el movimiento de 1968, este momento es uno de los cuatro grandes hitos en la historia de la democratización del país, expresa el gobernante. Respecto de 1988 y 2006 dice: ahora la izquierda está en condiciones de defender lo que ha ganado
ELENA PONIATOWSKA EN LA JORNADA
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, está en el ojo del huracán. La prensa, la televisión, la radio lo bombardean: "Exige la iniciativa privada a Encinas aplicar la ley o irse", "Baja la credibilidad de Encinas", "Piden a Encinas: haga su chamba", "O cumple o deja su puesto". Sin embargo Enrique Quintana, comentarista político y analista financiero -absolutamente creíble, y a quien respeto desde hace muchos años- asegura que el conflicto poselectoral no parece estar haciendo mella en la economía. Ante su satanización, Encinas, seguro de sí mismo y de lo que está haciendo, sonríe desde lo alto de su buena disposición hacia la vida. Jovial, tranquilo, a él tampoco parece estarle haciendo mella el plantón en el Zócalo ni el cierre del Paseo de la Reforma, que según los analistas afecta a millón y medio de autos y causa incontables problemas a los usuarios del transporte público que cruzan la ciudad para ir a su trabajo. Ya de por sí la tienen difícil, pero ahora su travesía se ha vuelto infernal. A Encinas le reprochan ser juez y parte; él es perredista y sucesor de Andrés Manuel López Obrador en la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
-¿Cuál sería su reacción si fuera el PAN el que ha tomado el Zócalo?
-Haría lo mismo si fuera el PAN el que tomara el Zócalo.
"Si el Partido Acción Nacional estuviera haciendo estos actos de resistencia civil pacífica, como los ha hecho durante muchos años a escala nacional y en los estados, yo lo respetaría en los mismos términos y condiciones, como lo he hecho con las manifestaciones y plantones de maestros, con la marcha contra la inseguridad pública, con el Foro Mundial del Agua, con Antorcha Popular, porque yo estoy convencido no solamente de que el ejercicio de la libertad debe ser pleno y abarcar todos los sectores independientemente de que coincidamos o no, sino también porque estoy convencido de que la ruta para resolver los problemas políticos es la razón y que el uso de la fuerza pública no resuelve estos problemas; por el contrario, a veces una decisión inadecuada no solamente no resuelve el problema, sino genera un conflicto mayor. Ahí están las experiencias negativas en San Salvador Atenco, en Lázaro Cárdenas, Michoacán; el problema de los maestros de Oaxaca, que son ejemplo de cómo una mala decisión de los gobernantes, lejos de resolver un conflicto, puede agravarlo. En este sentido asumo plenamente mi responsabilidad. Yo no voy a reprimir este movimiento porque estoy convencido, en primer lugar, de que no es la vía de solución y de que, por el contrario, una solución de esta naturaleza tendría implicaciones mucho más allá del Distrito Federal y podría desatar más una crisis institucional que un conflicto social de alcance nacional."
EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DE 1968, DETONADOR DE LA DEMOCRACIA
-El movimiento estudiantil de 68 fue constructor de la democracia, ¿cree usted que éste también?
-Indudablemente. El 68 marcó un hito en la historia de este país. Yo creo que hay tres grandes hitos que nos han permitido avanzar en la democratización de México. El más importante, sin lugar a dudas, es el movimiento popular estudiantil de 1968, que fue un enfrentamiento brutal contra un régimen totalitario y autoritario. Vienen las luchas de los años 70, el movimiento guerrillero, la época de la guerra sucia, viene la reforma política, la apertura electoral, pero un segundo momento que para mí es fundamental es la respuesta social frente a los sismos de 1985, que no solamente inició el proceso de democratización de la vida política de la ciudad, sino que marcó un avance muy importante en el cuestionamiento del régimen autoritario que teníamos en este país. El tercer momento fue 1988, que no solamente cuestiona al partido de Estado, sino que configura una alternativa que va consolidándose de manera significativa hasta el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en 1997. Hoy estamos, desde mi punto de vista, en el cuarto hito del proceso de transición democrática o de conformación de nuestra democracia en el país, que es este proceso electoral. Me refiero al 2006, pero esto es resultado de toda una campaña y un proceso de muchos años, donde, empezando por el Paraje San Juan, por los videoescándalos, el desafuero, la guerra sucia en los medios para destruir a unos de los candidatos, ha logrado consolidar un polo democrático que va a marcar los próximos años. Yo vería al 68 como el gran detonador de los cambios democráticos que se han ido consolidando siempre con fenómenos de mucha participación social. El asunto de los sismos fue una respuesta espontánea de la gente; el 88 no solamente significó la ruptura de la corriente democrática en el PRI y el acercamiento con la izquierda, sino una insurgencia electoral popular, y ahora lo que estamos viendo es un movimiento que tiene en el eje de su actividad la defensa de la institución más preciada, que es el voto, y creo que este movimiento va a marcar la historia de nuestro país.
CARDENAS, EL PERDEDOR
-El New York Times y el Financial Times están en favor del recuento de votos, y el periodista David Swanson va aún más lejos al decir que le da vergüenza no ser mexicano porque en Estados Unidos ni Gore ni Kerry lucharon por su voto; al contrario, se rindieron de inmediato.
-Yo creo que estamos dando una lección democrática al país y al mundo. Afortunadamente México ha sabido encauzar bien esas protestas y para eso hay que ver cómo en otras latitudes, donde se supone que es mayor el desarrollo democrático, no sólo tienen problemas en el ejercicio de sus procesos electorales, sino que no saben manejar sus diferencias ni aclarar los conflictos que se generan después de las elecciones. Esta es una lección para los candidatos que en Estados Unidos no estuvieron a la altura del reclamo de sus electores.
-¿Cree usted que en el caso de México, en 1988, Cuauhtémoc Cárdenas debió luchar más?
-Son dos momentos políticos distintos. Lo cierto es que en 88 estábamos en una situación de incertidumbre donde había la expectativa de ganar la elección, pero no se contaba con la estructura ni todo mundo estaba convencido de que se iba a ganar; entonces el conjunto de alianzas políticas, desde mi punto de vista, era muy frágil, y esa fragilidad se evidenció a muy corto plazo cuando el Frente Democrático Nacional se desintegró. Ahora estamos ante un fenómeno muy distinto, porque existe un liderazgo muy fuerte y una estructura nacional, además de una corriente mucho más organizada y mucho más consciente. Yo creo que la coalición Por el Bien de Todos ha trabajado muy bien, con libertad, pero el fenómeno político y social construido desde 88, más adelante con el primer triunfo en la ciudad de México en 97, la experiencia exitosa del gobierno de la ciudad a partir de 2000, ha generado un movimiento nacional muy sólido y positivo. Hay gran diferencia con el movimiento nacido en 1988, a pesar de que se tenía una corriente electoral muy fuerte, y también hay que recordar que había otro tipo de PRI. Era la parte final, en agonía, del partido de Estado, y hay que reconocer también que hemos avanzado, nos ha costado mucho y hay que verlo como un éxito. Alcanzamos con esta elección la posibilidad de ser la primera fuerza nacional.
-Sí, la izquierda ha pasado de perdedora a un adelanto tremendo por primera vez en la historia, pero el triunfo no compensa el fraude.
-Hemos ido ganando en corto tiempo; estamos hablando de menos de 30 años, desde la primera participación electoral abierta de izquierda, en 1979, hasta ahora convertirnos prácticamente en la primera fuerza nacional. Hay que ver esos avances y defenderlos. Habrá mucha gente que quisiera que regresáramos a la marginalidad, que saliéramos de la lucha pacífica electoral. No lo van a lograr. No solamente porque estamos convencidos, sino porque hemos podido acreditar una mayoría, y creo que lo que se está defendiendo en este momento es, aparte de la ruta democrática, la estabilidad del país; es más el derecho de la izquierda a convertirse en la mayoría, el derecho de todos los mexicanos a que podamos tener ya nuestras opciones políticas totalmente claras.
Esa es la gran diferencia entre 1988 y 2006, y ahora estamos en condiciones de defender lo que hemos ganado y de conducir nuestro destino.
-Las consecuencias del megaplantón son humanas, pero también económicas. Se nos dice que la ciudad está perdiendo millones, que vivimos en una zona de desastre...
-Claro que sí hay una afectación. También hay que entender que no toda la ciudad está colapsada. Tenemos un corredor de la ciudad con afectaciones negativas por los 47 campamentos hasta la fuente de Petróleos. Hace muchos años la ciudad perdió su centralidad. Este no es el único centro del DF, tenemos muchos centros, y esto permite que la ciudad mantenga su operación regularmente. En esta zona donde ha habido alteración, como gobierno, debemos mitigar los efectos de los campamentos y lo hemos hecho con todo el ordenamiento vial, cambio de sentido de vialidades, vialidades de doble sentido, y se han llevado a cabo con toda la seguridad las actividades cotidianas en el perímetro afectado.
-Eso no ha impedido el horror del tráfico...
-Estamos conscientes de que debemos dar apoyos a las empresas, a los hoteles, a los restaurantes, a los negocios que ven afectada su actividad económica regular. He atendido sus quejas y ha habido entendimiento. Las cúpulas nacionales han querido generar una imagen de ingobernabilidad en la ciudad, pero con las cámaras locales, los operadores de servicios, tenemos una muy buena relación y vamos a apoyarlos. Pero también tenemos que apoyar al sector más afectado, el de los trabajadores, los comerciantes, los empleados, para que no haya despidos, se mantengan las fuentes de empleo, pero además debemos atender las necesidades de los peatones que realmente tienen derecho a ser los más molestos, los que toman el microbús, transbordan, toman peseros, el Metro...
-Pero los que más se han quejado ¿no han sido los automovilistas?
-Sí, hay que reconocer que hay una afectación real, y asumirlo con responsabilidad. Por supuesto, tenemos que ayudar a mitigar esta situación de la mejor manera posible. Pero también, como se lo hemos dicho a la gente que ha hecho reclamos, todos tenemos que tener en claro, primero, que es un problema que no se deriva de una problemática del gobierno local, sino que tiene que ver con un proceso de elección federal; segundo, que estamos trabajando para enfrentar esta situación y resolver los impactos negativos, y tercero, que no vamos a tomar una decisión irresponsable que se convierta en una situación de violencia, como las que hemos vivido en Guadalajara, en Cancún, en Oaxaca, Michoacán. Hay ejemplos en las grandes urbes de cómo una decisión mal tomada genera amotinamientos, como en París. Cuando compartimos nuestras decisiones, la gente entiende que los fenómenos y los problemas políticos o sociales van más allá de una afectación coyuntural por una manifestación política. Creo que, a pesar de las campañas contra el gobierno, la gente empieza a ubicar la toma del Zócalo en su justa dimensión.
(Como para corroborar las palabras del jefe de Gobierno, se oye en la calle el canto de una mujer. En el templete, los artistas bailan, recitan, tocan diversos instrumentos desde que amanece hasta que anochece.)
LA DEMOCRACIA SE HA DEMOCRATIZADO
-La toma del Zócalo ha sido calificada como el aprovechamiento de los "jodidos". En la mañana Francisco Almaguer, quien tuvo la valentía de darme su nombre, me dijo que estaba tan decepcionado que iba a ir al Zócalo a quemar mis libros. "Usted nos ha decepcionado. Ya no creemos en usted. ¿Por qué cortan las calles? Con su paro cancelan nuestros derechos a la mayoría y es una vergüenza que jalen a los jodidos con un bolillo. Lo de ustedes es una chafez, una jodidez." Lo escuché sin chistar porque sentí que estaba llorando.
-Esto es parte del fenómeno de la campaña de descalificación y de miedo, la del supuesto peligro para México que trajo consigo reacciones que son señales de la parte cruda de nuestra sociedad, donde hay sectores que alentaron la discriminación y el desprecio, el racismo, esa idea de que la coalición Por el Bien de Todos representa a la gente que no tiene estudios, a los pobres, a los acarreados, un enorme desprecio. Creo que ése es uno de los saldos más negativos que tuvo esa campaña sucia en los medios. En contraparte, esa derecha que creíamos que había evolucionado, que era una derecha marginal y que de repente afloró con mucha fuerza en círculos con mucho poder económico, también se empieza a contrarrestar, porque yo no creo que la toma del Zócalo y la división actual sea asunto entre ricos y pobres o de buenos y malos. Tiene que entenderse como el reflejo claro de lo que es la diversidad política del país, y creo que el fenómeno político más importante de este movimiento es que la gente ha hecho suya una demanda democrática fundamental, el ejercicio y el respeto al voto. Como han dicho algunos especialistas, la democracia se ha democratizado, ha bajado a todos los estratos sociales y para mí es impresionante ver concentraciones de cientos de miles de personas en las que la demanda es el respeto al voto, utilizando los instrumentos legales, no sólo el derecho a la manifestación, sino acudir a las instancias jurisdiccionales, que son las que califican el proceso electoral. Nadie está planteando ni la revolución ni la ruptura social; todos están defendiendo una vía legal y legítima para la definición de las autoridades y del gobierno que conduzca a la República, y creo que es el mejor reflejo de que ésta es una sociedad que cree en la democracia. Seguramente el desprecio, la agresión, la discriminación, el racismo, ya afloraron en sectores muy conservadores de nuestra sociedad, pero pueden ser contrarrestados con un movimiento como el de la coalición Por el Bien de Todos, que entiende que las cosas han cambiado y que nos hace falta madurar mucho para eliminar los rezagos de intolerancia y de racismo. Estamos construyendo una ruta basada en la ley y en el entendimiento.
Otra vez la preocupacion del atentado
Otra vez la preocupacion del atentado
Sique
No sé si es una atención selectiva de mi parte por la fatalidad, un desvelo maternal, o si en realidad a otros compañeros les pasa lo mismo. Últimamente ya sea a través de furibundos correos electrónicos, pintas o dichos en discusiones callejeras se observan expresiones con la idea de que la única forma de terminar con el movimiento por la democracia es atentando contra la vida de AMLO. En casi todos los correos anti-peje está la frase “muera el peje”; ayer un muchacho trataba de tapar una pinta en el metro que decía: “la solución matar a Obrador”, cuando llegaron unos policías y querían llevárselo justo porque estaba tratando de ocultar con calcomanías la palabra “matar”.
Insisto en que habría que decirles a esta bola de ciegos, ya sea a través de correos electrónicos o verbalmente, que eso es lo peor que le podría pasar no sólo a México y a los que creemos en el proyecto de la Coalición por el Bien de Todos, sino a los que están en contra: millones de mexicanos ultrajados, decididos como ya se ha visto a luchar por un país libre pero sin el líder que ordena nuestras acciones de manera pacífica sería muy peligroso para ellos, y también, que es imposible acabar con este movimiento porque es el proyecto de millones que queremos que este país cambie verdaderamente, tendrían que asesinar a todos los millones que hemos decidido defender la democracia. Reitero, ya no es sólo AMLO, somos millones.
He insistido en esto porque por un lado y desde un punto de vista psicológico el hablar de fantasías asesinas y ventilarlas les quita fuerza y ayuda a que no se lleven a la acción, y por el otro, el miedo al castigo también debilita el impulso destructivo. Las amenazas de muerte a Víctor del sendero del peje confirma la fuerza que ya tienen esas fantasías, metafóricamente, el sendero termina cuando el que anda deja de existir. Víctor es valiente y los manda a paseo para mostrarles que no lo intimidan dichas amenazas pero sí hay que tomar providencias y no desvirtuar su importancia. Hay que publicar esto en otros medios. El negar que eso se está gestando en la mente de muchos y hacer como que no pasa nada no es saludable. Aunque no lo digamos todos estamos con esa preocupación. El sábado pasado estaba esperando a que saliera AMLO a dar su discurso en el Zócalo cuando un individuo cuya vestimenta y actitud pareció extraña a los que ahí estábamos tuvo que salir por piernas porque varios empezaron a cuestionarle qué hacía ahí y a exigirle que se identificara.
Se me ocurre que habría incluso que enviarle una carta a Fecal diciéndole que si como resultado de la campaña de odio que él desató contra AMLO, algún loco se atreve a atentar contra su vida, se considerará que él es el autor intelectual de dicho crimen. Yo se la voy a enviar pero si algunos lectores comparten mi preocupación sería bueno que también lo hicieran, claro, que ha quedado claro que Fecal no tiene el más mínimo control sobre su gente, porque no es un líder, pero al menos se expresaría de manera explícita esta inquietud y si algo de moralidad quedara en su fuero interno o de miedo a ser considerado un asesino entonces quizás algo haga. Como dije antes, también habría que externar esta preocupación a los medios, si algún periódico publicara que tememos que los “pacíficos” ante la impotencia que sienten por no poder parar este movimiento lo único que se le ocurre es acabar con AMLO, debilitaría bastante la idea de llevar a cabo un atentado. Recuerden que mientras más se fortalezca el movimiento, mayor sentimiento de impotencia tendrán los adversarios y mayor irracionalidad sobrevendrá. Ahí lo dejo a su consideración.
¿Qué se siente?
¿Qué se siente?
Seb Tal¿Qué se siente que le llamen a uno defraudador y tener a millones de compatriotas en las calles denunciando un fraude?
¿Qué se siente saber que los poderes ejecutivo, legislativo y judicial buscaron hacer a un lado por vías extra electorales al candidato adversario con una estrategia profundamente antidemocrática? ¿Qué se siente estar con los que la planearon? ¿Qué se siente estar en contra de la parte de la sociedad que lo impidió?
¿Qué se siente estar en desacuerdo con la mayoría de los intelectuales, científicos y artistas mas prestigiados del país y con el 72% de la población?
¿Qué se siente saber que el candidato de tu preferencia tiene el apoyo de los más bajos y mezquinos intereses extranjeros?
¿Qué se siente saber que a tu candidato lo apoyan Aznar y Bush y que ellos están a favor de la invasión de países para apoderarse de sus recursos naturales y que son responsables de la muerte de cientos de miles de seres en el medio oriente?
¿Qué se siente apoyar al Presidente cuando este utiliza barbáricamente los recursos de tus impuestos para realizar una campaña de difamación y calumnia enriqueciendo a los medios que te seguirán recetando una basura de programación con el peor contenido posible?
¿Qué se siente saber que a tu candidato lo apoyan los más ricos y sobre todo los que más dinero hicieron en los últimos años y que si acaso, pagan sumas ridículas al fisco?
¿Qué se siente saber que al candidato de los otros lo apoyan los más humildes? ¿Qué se siente carecer de la empatía con los más rezagados? ¿Qué se siente evitar la noble posición de estar del lado del débil? ¿Que se siente estar del lado de los que son racistas y que prepotentemente diferencian su clase ecónomica con odio y devaaluación de las etnias originarias y ancestrales de nuestro país?
¿Qué se siente saber que empresas multimillonarias y trasnacionales apoyaron a tu candidato con mensajes subliminales y directos bajo estrategias fascistas?
¿Que se siente que tu candidato se exprese en contra de contar los votos y evitar tozudamente una legitimidad mínima para gobernar este enrabiado país?
¿Qué se siente estar en contra de la transparencia y la verdad?
¿Qué se siente saber que en el Zócalo hay un millón y medio de personas pidiendo un recuento?
¿Qué se siente saber que tus compatriotas se manifiestan también en Berlin, Roma, Barcelona, Madrid, Barcelona, Bruselas, Londres, Chicago y muchas otras ciudades importantes del mundo?
¿Qué se siente escuchar a los dirigentes del partido por el cual votaste llamarle violentos a los millones que marchan sin romper un solo cristal?
¿Qué se siente saberse del lado de los que madrean al que hace guardia en un distrito electoral para vigilar que no se siga alterando la voluntad popular?
¿Qué se siente estar del lado de los que tasajean a navajazos la libre expresión de artistas?
¿Qué se siente saber que tu candidato fue testigo de honor en la boda del director del IFE?
¿Qué se siente que a tu candidato lo enfrenten en la calle llamándole ratero y corrupto? ¿Qué se siente que tenga que hacerse de un aparato de seguridad y mantenerse en una indigna clandestinidad para evitar los reclamos de la gente que dice querer gobernar?
¿Qué se siente decir "ya ganamos" sin realmente saberlo o por lo menos comprobarlo? ¿Qué se siente reiterarlo mil veces sabiendo que es solo por .58% con evidencias de sobra de trampas, simulación y engaño? ¿Qué se siente abrir la página del IFE, sumar los números del 60% de las actas y encontrar los errores aritméticos? ¿Qué se siente no hacerlo y coincidir con Javier Alatorre, Joaquin López Dóriga y el resto de los peores periodistas del país? ¿Qué se siente ser manipulado todos los días por ellos?
¿Qué se siente escuchar al candidato adversario mostrar un acta dónde existen 700 votos de más asignados a tu candidato y ver callar al IFE y a tu candidato sobre esto?
¿Qué se siente empatizar con Oscar Mario Beteta y su recalcitrante e histérico fascismo? ¿Qué se siente estar con el que descalifica, difama, calumnia y denigra al adversario?
¿Qué se siente estar en desacuerdo con la justa consigna de "voto x voto, casilla por casilla"?
¿Qué se siente identificarse más con Josefina Vázquez Mota y Elba Esther Gordilla que con Elena Poniatowska y a Rosario Ibarra de Piedra?
¿Qué se siente no poder enriquecerse humanamente de las manifestaciones artísticas y culturales y del intercambio generoso y solidario con tus connacionales?
¿Qué se siente apoyar a un personaje tan gris y mediocre como Felipe Calderón?
¿Qué se siente estar en contra de la democracia?
¿Qué se siente perderse de un movimiento tan hermoso, ciudadano, noble, organizado, ético y espectacular que consolidará una parte indeleble de nuestra historia?
Afortunadamente, nunca lo sabré.
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