viernes, diciembre 29, 2006

Posada Renegada: La piñata pelele

POSADA RENEGADA: LA PIÑATA PELELE

En un lugar de "La Mancha" se libró una batalla más contra los molinos de viento y contra los adversarios de los espejos... El lugar en particular no importa pues batallas como esta se libraron en miles de hogares mexicanos... Batallas simbólicas emprendidas con decisión y alegría... Batallas simbólicas que dejan clara una enseñanza y un objetivo... Batallas simbólicas que siembran en nuestros hijos el espíritu nuevo y la nueva conciencia que México necesita... Batallas simbólicas que anuncian la derrota de nuestros enemigos y la inevitable victoria nuestra...

¡Que el próximo año 2007 nos encuentre generosos, convencidos y fuertes para seguir combatiendo el buen combate!

Álvaro, ciudadano de la IV República

http://www.youtube.com/watch?v=dZqlGlB0arA

2007: Reflexiones y propósitos

2007: REFLEXIONES Y PROPÓSITOS

Ante un terremoto
Los seres humanos que sobrevivimos nos unimos
Para rescatar a las víctimas,
Aminorar los daños,
Recuperar la esperanza.

Ante un sunami
Los seres humanos que sobrevivimos volvemos a la vida,
Levantamos las casas, rehacemos los caminos,
Veneramos los muertos,
Preparamos a los niños para cuando regrese y ellos sean adultos.

Ante un bombardeo atómico o similar
Los seres humanos que sobrevivimos reconstruimos todo,
Cuidamos los enfermos, mejoramos albergues y hospitales,
Organizamos la vida apostándole a la paz con toda la humanidad.

Ante un gobierno usurpador, espurio y represivo,

Ilegítimo y fraudulento, hipócrita y simulador,

Los seres humanos que sobrevivimos resistimos,

Combatimos, informamos, educamos, escribimos, publicamos,

Pintamos, creamos, filmamos, cantamos, teatralizamos, bailamos,

Analizamos, replanteamos, dialogamos, debatimos, acordamos,

Actuamos, denunciamos, nos organizamos, construimos colectivos,

Comités, redes, formas de unidad, de convivencia y convergencia,

Levantamos trincheras, barricadas y todas las formas de defensa

Imaginables contra la injusticia, la represión, el saqueo, la simulación,

La traición, la hipocresía, el crimen y la impunidad,

Solicitando sin descanso a los seis mil millones de hermanos del resto

Del planeta su comprensión, solidaridad, amor y fraternidad.

Profr. José Luis Alonso Vargas

Hussein ejecutado al amanecer en Bagdad

El gobierno estadounidense invadió Irak haciéndole creer a su pueblo que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva que atentaban contra la seguridad de Estados Unidos. Aprehendió a Hussein y lo entregó a un gobierno iraquí que ellos pusieron para que lo juzgara por genocida debido a los asesinatos de 148 aldeanos chiítas de Dujail, tras un fracasado intento de asesinato en su contra en 1982.

Hoy Saddam Hussein fue ejecutado.

¿Podría el pueblo estadounidense enjuiciar a Bush por genocida al causar la muerte de 650,000 iraquíes y cerca de 3,000 estadounidenses, tras el fracaso de una guerra provocada por una mentira?

¿Cuándo sería Bush ejecutado?

¡Qué poca vergüenza!

Afirman diputados del PAN que IU participó en congreso de APPO
Juan Balboa

La fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados calificó a la organización política española Izquierda Unida (IU) de mantener un “ideologismo extremo” y la acusó de hacer política en México con “fines de desestabilización”, al participar, según los legisladores del blanquiazul, en el primer congreso de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), realizado los pasados días 11 y 12 de noviembre.

Los diputados del PAN hicieron una pública condena a la presunta intervención del Partido Izquierda Unidad de España en los asuntos internos de México y exigieron a la Secretaría de Gobernación “de puntual seguimiento al apoyo político y económico” de la organización política española a organizaciones como la APPO.

Si a ésas nos vamos:

Afirmamos los mexicanos que el Partido Popular español participó en el fraude electoral que se llevó a cabo en México.

Los más de quince millones de mexicanos y mexicanas agraviados por el fraude electoral en México calificamos a una fracción de la política española de mantener un "ideologismo fascista" y los acusamos de hacer política en México con "fines de desestabilización", al participar haciendo proselitismo en favor del candidato de la derecha de nuestro país en el mes de febrero de 2006 mediante declaraciones televisadas de José María Aznar, asesores españoles y contubernios en futuros negocios.

Los mexicanos hacemos una pública condena a la intervención del Partido Popular en los asuntos internos de México y le exigimos a la Secretaría de Gobernación "de puntual seguimiento al apoyo político y económico" de la organización política española al Partido de Acción Nacional.

¡Qué poca vergüenza! Cada día da más asco su cinismo.

Política, represión, crimen y tragedias, marcas de 2006

ROSA ELVIRA VARGAS /I

De principio a fin, 2006 será un año del que los mexicanos guardarán huellas imborrables en la memoria. Si bien la política fue la gran protagonista a lo largo de estos 12 meses, otros temas acapararon también la atención.

Contra lo ocurrido en otros años electorales, en éste el registro cronológico consigna, además de las campañas más confrontadas y uno de los resultados comiciales más impugnados de la historia, otra serie de sucesos en los cuales el gobierno federal, en manos del Partido Acción Nacional (PAN), utilizó a la fuerza pública en forma artera y reiterada contra la población y los trabajadores, significativamente en los estados de México, Michoacán y Oaxaca.

El resultado de un año tan errático y convulso está a la vista: un ex presidente, Vicente Fox, del que en pocas semanas nadie parece querer acordarse; un mandatario constitucional, Felipe Calderón, quien desde su primera semana en Los Pinos puso en evidencia que fueron discursos antagónicos los empleados para pedir el voto y el que tiene ahora para gobernar, y un ''presidente legítimo'', Andrés Manuel López Obrador que, trashumante, se mantiene como líder de un movimiento nacional que aglutina y desafía.

En 2006, México presenció y protagonizó el movimiento de resistencia pacífica más extenso y multitudinario de su historia y, al mismo tiempo, fue testigo o actor de escenas de violencia gubernamental en donde, además, el gobierno empleó el mismo ahínco tanto para impulsar la campaña presidencial de su candidato como para reprimir manifestaciones sociales; en hacer retórica contra las medidas migratorias de Estados Unidos, al autorizar la construcción de un gigantesco muro en su frontera sur, que en regatear justicia a las familias de los mineros de Coahuila que fallecieron tras la explosión en la carbonífera Pasta de Conchos.

Con ímpetu desmedido, Vicente Fox defendió a su esposa, Marta Sahagún, y a los hijos de ella ante las investigaciones por enriquecimiento inexplicable y tráfico de influencias, mientras volteaba la vista hacia el infinito para no encarar el desmesurado crecimiento de la violencia protagonizada por el narcotráfico y el crimen organizado.

Podría decirse, quizá, que salvo para los seguidores de las Chivas, y en todo caso para los de Felipe Calderón, 2006 fue un auténtico annus horribilis a la mexicana.

Enero, el preámbulo

Como en 1994, cuando el primer día del año apareció ante el mundo, esta vez el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) tomó esa fecha para arrancar la otra campaña por todo el país. Desde sus primeros discursos el subcomandante Marcos atacó la opción electoral representada por López Obrador. ''El no es de izquierda'' y su equipo está constituido, dijo, por gente que trabajó con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

Así, al arranque del año, y cuando los candidatos a la Presidencia de la República cumplían a regañadientes la tregua a las campañas impuesta por el Instituto Federal Electoral (IFE), el crimen organizado arreciaba sus vendettas y en el rumbo de Santa Fe, en la ciudad de México, asesinó a dos militares del cuerpo de elite Gafe (Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales) en una acción que, con diversas modalidades y llevando como víctimas a miembros de la propia delincuencia y de los cuerpos del orden, se convertiría en cuño corriente en 2006.

Ese mismo mes, el presidente Vicente Fox nombró a la entonces directora del DIF, Ana Teresa Aranda, como titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso). La nueva funcionaria en apenas 11 meses logró desmantelar una de las pocas áreas del gobierno federal que habían recibido reconocimiento por el cumplimiento de sus metas.

Febrero, la explosión

El sábado 4, y en acatamiento a leyes de Estados Unidos, el hotel Sheraton-María Isabel expulsó de sus instalaciones en la ciudad de México a una delegación comercial cubana; entre sus integrantes se encontraba Raúl Pérez de Prado, viceministro primero del Ministerio de la Industria Básica. Ante la protesta de La Habana, la Secretaría de Relaciones Exteriores ofreció investigar y envió una tibia protesta verbal a la Casa Blanca. Al final se impuso al hotel una multa de poco más de un millón de pesos.

Las campañas electorales, mientras tanto, entraron al desenfreno declarativo y acusatorio que las marcaría irremediablemente. Un ingrediente que gravitó en toda la contienda fueron las declaraciones del ex presidente del gobierno español, José María Aznar, quien en visita a México llamó a votar por Felipe Calderón Hinojosa y en clara alusión a López Obrador advirtió contra los ''peligros del populismo''.

Ese mes, sin embargo, contundentes revelaciones presentadas por La Jornada, y la tragedia ocurrida en la mina de carbón Pasta de Conchos, marcarían aquello que México tuvo que encarar y vivir en este aciago año. El 14 de febrero, la reportera Blanche Petrich presentó el contenido de una serie de conversaciones telefónicas entre el empresario textil Kamel Nacif y el gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, donde se evidencia cómo ambos fraguaron la detención, el 16 de diciembre anterior, de la periodista Lydia Cacho.

La revelación del contubernio entre el poder económico y el político para orientar todo el aparato de justicia poblano en perjuicio de la escritora que puso al descubierto una extensa red de pederastia que operaba en Cancún, bajo la égida del también empresario Jean Succar Kuri, produjo inmediatas reacciones en todas las esferas políticas y sociales con la exigencia de obtener la renuncia y someter a juicio al conocido desde entonces como el góber precioso. Sin embargo, ni las evidencias, las denuncias ni la presión de la opinión pública lograron la dimisión y el mandatario local sigue impertérrito en su cargo.

Cinco días después, el 19 de febrero, una explosión en la mina coahuilense Pasta de Conchos, propiedad de Industrial Minera México, atrapó a 65 mineros mientras laboraban. Las autoridades de la Secretaría del Trabajo se presentaron en el lugar 15 horas después de ocurrido el accidente.

Tras la tragedia surgieron documentos y reportes en los que ya se advertía a la patronal sobre la acumulación de gas metano en el interior de la mina, sin que se hubieran tomado las medidas correctivas. A casi un año de la explosión, los cuerpos de los trabajadores siguen sepultados en el interior del yacimiento y no hay nadie en la cárcel o sancionado por este suceso.

Marzo, las marchas

Y mientras se multiplicaban las marchas en apoyo a los mineros y a su dirigente, Napoleón Gómez Urrutia, desconocido por la Secretaría del Trabajo el último día de febrero, acusado de haber defraudado con 55 millones de dólares a sus agremiados, en Estados Unidos miles de migrantes mexicanos iniciaban las primeras de un sinnúmero de manifestaciones que llegarían a movilizar a millones de paisanos en varias ciudades del país vecino en demanda de leyes migratorias más justas y contra la iniciativa, aprobada a la postre, de edificar un nuevo muro en la zona fronteriza con México.

Asimismo, durante la ceremonia por el bicentenario del natalicio de Benito Juárez, en San Pablo Guelatao, Oaxaca, el presidente Vicente Fox Quesada y las autoridades locales fueron increpados por maestros de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), por el uso dado a la imagen del Benemérito y exigiendo incremento salarial. Era apenas el anticipo del conflicto que a partir de mayo estalló en esa entidad y cuyo desenlace aún no se conoce.

Y contra el clamor de especialistas e inclusive de funcionarios de empresas públicas, como el Instituto Mexicano de la Radio (Imer) y de Canal Once, se aprobó en el Senado la llamada ley Televisa. Actualmente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) analiza una controversia interpuesta contra esa legislación.

Marzo, dimes y diretes

En tanto, las campañas presidenciales subían de tono. El primero de marzo, Felipe Calderón Hinojosa admitió no haber avanzado en las preferencias electorales y dijo que corregiría estrategias.

A su vez, Roberto Madrazo, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), aseguró que ya había rebasado en las encuestas a Calderón y, según él, se aprestaba a empatar a López Obrador. Y en una muestra de lo que sería después una auténtica guerra sucia contra el candidato de la coalición Por el Bien de Todos, el panista Germán Martínez Cázares solicitó al Instituto Federal Electoral (IFE) una investigación sobre la presunta participación de funcionarios del gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, en la campaña del perredista.

El miércoles 15 de marzo, el ex jefe del gobierno capitalino se lanzó contra Fox: ''¡Cállese, ciudadano presidente, ya no ande gritando como chachalaca!'' Esa frase sería ampliamente utilizada por sus contrincantes políticos, así como comentaristas y escritores de artículos, con la intención de diezmar sus preferencias electorales.

Abril, el linchamiento

En este mes las campañas políticas entraron en una dinámica de golpeteo severo. Desde Los Pinos y el cuartel panista se intensificó la oleada de vituperios y ataques contra López Obrador, y se mostró la cada vez más abierta posición de Vicente Fox en favor de Calderón Hinojosa.

El 3 de abril, la SCJN ratificó la suspensión concedida a la Cámara de Diputados, la cual prohibió a Fox Quesada emitir mensajes publicitarios sin una leyenda que especificara que los fondos de los proyectos habían sido aprobados por el Congreso, y se le pidió no promover en los mismos su imagen personal.

Del mismo modo, y con el papel protagónico que jugó a lo largo de este año, el día 6 la Corte negó el amparo solicitado por seis ciudadanos vascos en contra de su extradición a España para enfrentar cargos por actividades asociadas al terrorismo.

El narcotráfico siguió en su febril accionar. El día 12 fue decomisado en Ciudad del Carmen, Campeche, un avión que transportaba 5.5 toneladas de cocaína y se descubrió que dos de los pilotos laboraban en la Comisión Nacional de Agua (Conagua). Asimismo, el jueves 20, las cabezas de un comandante y de un policía preventivo de Acapulco aparecieron clavadas en una reja metálica que circunda una oficina administrativa de ese puerto.

Y en el ámbito de las campañas políticas, La Jornada reveló el miércoles 19 que Diego Heriberto Zavala Gómez del Campo, cuñado de Felipe Calderón Hinojosa y director de la empresa de software Hildebrando SA, tenía entre sus clientes al IFE. El panista michoacano había dicho días antes que ya había logrado un ''empate técnico'' con López Obrador.

Además, el martes 25 se realizó el primer debate entre los aspirantes presidenciales, al cual no acudió Andrés Manuel López Obrador.Política, represión, crimen y tragedias, marcas de 2006
A pocas semanas de su salida nadie parece querer recordar a Fox

ROSA ELVIRA VARGAS /I



El accidente ocurrido en la mina coahuilense Pasta de Conchos, que provocó la muerte de 65 trabajadores, conmocionó al país. En la imagen de archivo rescatistas salen del yacimiento luego de las infructuosas tareas para recuperar los cuerpos de sus compañeros Foto: Marco Peláez
De principio a fin, 2006 será un año del que los mexicanos guardarán huellas imborrables en la memoria. Si bien la política fue la gran protagonista a lo largo de estos 12 meses, otros temas acapararon también la atención.

Contra lo ocurrido en otros años electorales, en éste el registro cronológico consigna, además de las campañas más confrontadas y uno de los resultados comiciales más impugnados de la historia, otra serie de sucesos en los cuales el gobierno federal, en manos del Partido Acción Nacional (PAN), utilizó a la fuerza pública en forma artera y reiterada contra la población y los trabajadores, significativamente en los estados de México, Michoacán y Oaxaca.

El resultado de un año tan errático y convulso está a la vista: un ex presidente, Vicente Fox, del que en pocas semanas nadie parece querer acordarse; un mandatario constitucional, Felipe Calderón, quien desde su primera semana en Los Pinos puso en evidencia que fueron discursos antagónicos los empleados para pedir el voto y el que tiene ahora para gobernar, y un ''presidente legítimo'', Andrés Manuel López Obrador que, trashumante, se mantiene como líder de un movimiento nacional que aglutina y desafía.

En 2006, México presenció y protagonizó el movimiento de resistencia pacífica más extenso y multitudinario de su historia y, al mismo tiempo, fue testigo o actor de escenas de violencia gubernamental en donde, además, el gobierno empleó el mismo ahínco tanto para impulsar la campaña presidencial de su candidato como para reprimir manifestaciones sociales; en hacer retórica contra las medidas migratorias de Estados Unidos, al autorizar la construcción de un gigantesco muro en su frontera sur, que en regatear justicia a las familias de los mineros de Coahuila que fallecieron tras la explosión en la carbonífera Pasta de Conchos.

Con ímpetu desmedido, Vicente Fox defendió a su esposa, Marta Sahagún, y a los hijos de ella ante las investigaciones por enriquecimiento inexplicable y tráfico de influencias, mientras volteaba la vista hacia el infinito para no encarar el desmesurado crecimiento de la violencia protagonizada por el narcotráfico y el crimen organizado.

Podría decirse, quizá, que salvo para los seguidores de las Chivas, y en todo caso para los de Felipe Calderón, 2006 fue un auténtico annus horribilis a la mexicana.

Enero, el preámbulo

Como en 1994, cuando el primer día del año apareció ante el mundo, esta vez el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) tomó esa fecha para arrancar la otra campaña por todo el país. Desde sus primeros discursos el subcomandante Marcos atacó la opción electoral representada por López Obrador. ''El no es de izquierda'' y su equipo está constituido, dijo, por gente que trabajó con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

Así, al arranque del año, y cuando los candidatos a la Presidencia de la República cumplían a regañadientes la tregua a las campañas impuesta por el Instituto Federal Electoral (IFE), el crimen organizado arreciaba sus vendettas y en el rumbo de Santa Fe, en la ciudad de México, asesinó a dos militares del cuerpo de elite Gafe (Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales) en una acción que, con diversas modalidades y llevando como víctimas a miembros de la propia delincuencia y de los cuerpos del orden, se convertiría en cuño corriente en 2006.

Ese mismo mes, el presidente Vicente Fox nombró a la entonces directora del DIF, Ana Teresa Aranda, como titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso). La nueva funcionaria en apenas 11 meses logró desmantelar una de las pocas áreas del gobierno federal que habían recibido reconocimiento por el cumplimiento de sus metas.

Febrero, la explosión

El sábado 4, y en acatamiento a leyes de Estados Unidos, el hotel Sheraton-María Isabel expulsó de sus instalaciones en la ciudad de México a una delegación comercial cubana; entre sus integrantes se encontraba Raúl Pérez de Prado, viceministro primero del Ministerio de la Industria Básica. Ante la protesta de La Habana, la Secretaría de Relaciones Exteriores ofreció investigar y envió una tibia protesta verbal a la Casa Blanca. Al final se impuso al hotel una multa de poco más de un millón de pesos.

Las campañas electorales, mientras tanto, entraron al desenfreno declarativo y acusatorio que las marcaría irremediablemente. Un ingrediente que gravitó en toda la contienda fueron las declaraciones del ex presidente del gobierno español, José María Aznar, quien en visita a México llamó a votar por Felipe Calderón Hinojosa y en clara alusión a López Obrador advirtió contra los ''peligros del populismo''.

Ese mes, sin embargo, contundentes revelaciones presentadas por La Jornada, y la tragedia ocurrida en la mina de carbón Pasta de Conchos, marcarían aquello que México tuvo que encarar y vivir en este aciago año. El 14 de febrero, la reportera Blanche Petrich presentó el contenido de una serie de conversaciones telefónicas entre el empresario textil Kamel Nacif y el gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, donde se evidencia cómo ambos fraguaron la detención, el 16 de diciembre anterior, de la periodista Lydia Cacho.

La revelación del contubernio entre el poder económico y el político para orientar todo el aparato de justicia poblano en perjuicio de la escritora que puso al descubierto una extensa red de pederastia que operaba en Cancún, bajo la égida del también empresario Jean Succar Kuri, produjo inmediatas reacciones en todas las esferas políticas y sociales con la exigencia de obtener la renuncia y someter a juicio al conocido desde entonces como el góber precioso. Sin embargo, ni las evidencias, las denuncias ni la presión de la opinión pública lograron la dimisión y el mandatario local sigue impertérrito en su cargo.

Cinco días después, el 19 de febrero, una explosión en la mina coahuilense Pasta de Conchos, propiedad de Industrial Minera México, atrapó a 65 mineros mientras laboraban. Las autoridades de la Secretaría del Trabajo se presentaron en el lugar 15 horas después de ocurrido el accidente.

Tras la tragedia surgieron documentos y reportes en los que ya se advertía a la patronal sobre la acumulación de gas metano en el interior de la mina, sin que se hubieran tomado las medidas correctivas. A casi un año de la explosión, los cuerpos de los trabajadores siguen sepultados en el interior del yacimiento y no hay nadie en la cárcel o sancionado por este suceso.

Marzo, las marchas

Y mientras se multiplicaban las marchas en apoyo a los mineros y a su dirigente, Napoleón Gómez Urrutia, desconocido por la Secretaría del Trabajo el último día de febrero, acusado de haber defraudado con 55 millones de dólares a sus agremiados, en Estados Unidos miles de migrantes mexicanos iniciaban las primeras de un sinnúmero de manifestaciones que llegarían a movilizar a millones de paisanos en varias ciudades del país vecino en demanda de leyes migratorias más justas y contra la iniciativa, aprobada a la postre, de edificar un nuevo muro en la zona fronteriza con México.

Asimismo, durante la ceremonia por el bicentenario del natalicio de Benito Juárez, en San Pablo Guelatao, Oaxaca, el presidente Vicente Fox Quesada y las autoridades locales fueron increpados por maestros de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), por el uso dado a la imagen del Benemérito y exigiendo incremento salarial. Era apenas el anticipo del conflicto que a partir de mayo estalló en esa entidad y cuyo desenlace aún no se conoce.

Y contra el clamor de especialistas e inclusive de funcionarios de empresas públicas, como el Instituto Mexicano de la Radio (Imer) y de Canal Once, se aprobó en el Senado la llamada ley Televisa. Actualmente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) analiza una controversia interpuesta contra esa legislación.

Marzo, dimes y diretes

En tanto, las campañas presidenciales subían de tono. El primero de marzo, Felipe Calderón Hinojosa admitió no haber avanzado en las preferencias electorales y dijo que corregiría estrategias.

A su vez, Roberto Madrazo, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), aseguró que ya había rebasado en las encuestas a Calderón y, según él, se aprestaba a empatar a López Obrador. Y en una muestra de lo que sería después una auténtica guerra sucia contra el candidato de la coalición Por el Bien de Todos, el panista Germán Martínez Cázares solicitó al Instituto Federal Electoral (IFE) una investigación sobre la presunta participación de funcionarios del gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, en la campaña del perredista.

El miércoles 15 de marzo, el ex jefe del gobierno capitalino se lanzó contra Fox: ''¡Cállese, ciudadano presidente, ya no ande gritando como chachalaca!'' Esa frase sería ampliamente utilizada por sus contrincantes políticos, así como comentaristas y escritores de artículos, con la intención de diezmar sus preferencias electorales.

Abril, el linchamiento

En este mes las campañas políticas entraron en una dinámica de golpeteo severo. Desde Los Pinos y el cuartel panista se intensificó la oleada de vituperios y ataques contra López Obrador, y se mostró la cada vez más abierta posición de Vicente Fox en favor de Calderón Hinojosa.

El 3 de abril, la SCJN ratificó la suspensión concedida a la Cámara de Diputados, la cual prohibió a Fox Quesada emitir mensajes publicitarios sin una leyenda que especificara que los fondos de los proyectos habían sido aprobados por el Congreso, y se le pidió no promover en los mismos su imagen personal.

Del mismo modo, y con el papel protagónico que jugó a lo largo de este año, el día 6 la Corte negó el amparo solicitado por seis ciudadanos vascos en contra de su extradición a España para enfrentar cargos por actividades asociadas al terrorismo.

El narcotráfico siguió en su febril accionar. El día 12 fue decomisado en Ciudad del Carmen, Campeche, un avión que transportaba 5.5 toneladas de cocaína y se descubrió que dos de los pilotos laboraban en la Comisión Nacional de Agua (Conagua). Asimismo, el jueves 20, las cabezas de un comandante y de un policía preventivo de Acapulco aparecieron clavadas en una reja metálica que circunda una oficina administrativa de ese puerto.

Y en el ámbito de las campañas políticas, La Jornada reveló el miércoles 19 que Diego Heriberto Zavala Gómez del Campo, cuñado de Felipe Calderón Hinojosa y director de la empresa de software Hildebrando SA, tenía entre sus clientes al IFE. El panista michoacano había dicho días antes que ya había logrado un ''empate técnico'' con López Obrador.

Además, el martes 25 se realizó el primer debate entre los aspirantes presidenciales, al cual no acudió Andrés Manuel López Obrador.

La dimensión desconocida

Ahumada

El narcopoder

Luis Javier Garrido

Una pregunta sigue apareciendo en los análisis que se hacen sobre México en otros países, que aquí sigue soslayándose a pesar de su importancia. ¿Es México abiertamente un narcoestado, como lo califican muchos analistas de otros países? ¿Y lo es más claramente ahora que la derecha se apoderó por la fuerza del poder gubernamental?

1. El gobierno ilegítimo de Felipe Calderón se ha preocupado en su primer mes en hacer valer que tiene el respaldo de las fuerzas armadas y de los factores tradicionales de poder, pero está teniendo que enfrentar una serie de manifestaciones de inconformidad social y ha recibido una serie de reveses políticos en el Congreso que lo sitúan en su verdadera dimensión: un poder de facto incapaz de enfrentar la realidad, y vinculado además a los peores grupos de poder, que le siguen pasando la factura, como se ve en la serie de nombramientos vergonzosos que ha venido haciendo.

2. Las señales ominosas de lo que está aconteciendo en México con el gobierno espurio de la derecha se multiplican, y una de las más siniestras es precisamente la de los cárteles del narcotráfico, a los que éste parece estar asociado como sus predecesores, y lo acaecido en estas primeras semanas del nuevo sexenio lo están confirmando ampliamente, como lo ha sido el operativo militar contra el narco, que no ha dejado de ser una operación más de propaganda.

3. El homicidio de Felipe Zavala McGregor, primo de Margarita Zavala, la esposa de Calderón, el día 12 en Naucalpan, poco después de iniciado el operativo de Michoacán, que se pretendió era contra los cárteles, quien fue ejecutado en un crimen no aclarado, como no lo fue tampoco en 2004 el del hermano de Carlos Salinas, y que ha sido minimizado por la prensa nacional y ampliamente analizado por la de otros países, fue entendido en medios del extranjero como un aviso a Calderón de que no se deben romper ciertos acuerdos, y el silencio oficial no ha hecho más que corroborar las especulaciones.

4. La alternancia política constituyó en México un proceso de continuidad y no de ruptura, pues entre los gobiernos de la tecnocracia priísta (1982-2000) y los del panismo (2000-...) ha existido una similitud tanto en las políticas generales del Estado como en las prácticas políticas. Y ese ha sido el caso de las relaciones de los gobiernos de todos esos años con el narcopoder, con el que han tenido una alianza estratégica, determinada en buena medida por las políticas seguidas por los gobiernos estadunidenses.

5. La vinculación de las autoridades surgidas del PAN con el narcotráfico no ha sido una cuestión individual como se puede ver revisando los acontecimientos de los últimos años: esto es, de políticos que hayan fallado a supuestos principios éticos, que ya se sabe no existen entre los panistas , sino estructural; es decir, de políticas deliberadas que evidencian la subordinación de Acción Nacional a la tecnocracia del PRI y la descomposición absoluta que existe en ese partido por la ambición de poder económico y político de sus miembros.

6. La clase política panista se ha beneficiado, al igual que los priístas, del narcotráfico, desde Diego Fernández de Cevallos, la figura emblemática del PAN e instrumento de Salinas, que ha sido abogado de varios negocios de El Señor de los Cielos, y hasta ahora los hijos de Marta Sahagún, que han sido objeto de señalamientos sobre sus negocios que no parecen dejar lugar a dudas. Los gobiernos estatales panistas fueron todos funcionales al narco, desde el de Ernesto Rufo en Baja California (1989-1995) cuyo "hermano incómodo" estuvo involucrado en múltiples escándalos, el de Francisco Barrio en Chihuahua (1990-1996) que prometió combatir a los cárteles y terminó entre escándalos por su vinculación con éstos, hasta el de Sergio Estrada Cajigal en Morelos (2000-2006) ­que estuvo abiertamente asociado al narcopoder. Y a escala local basta ver el caso de la zona metropolitana de Monterrey, cuyos municipios más elegantes, gobernados por panistas, se hallan en poder del narco.

7. El escándalo causado por el "narcogolpe de Estado", como llama el periodista Ricardo Ravelo a los acontecimientos de Reynosa de finales de octubre pasado, que condujeron a la dirigencia del cártel del Golfo a decidir el violento relevo del "mando de la plaza" (Proceso 1573), se debió a que pusieron de manifiesto que el narcopoder ejerce en México el poder político a escala municipal y estatal, de manera mucho más directa de lo que se dice, pero también al hecho de que fueron actores centrales de los acontecimientos los hermanos Bribiesca Sahagún, hijos de Martha, lo que evidencia una vez más la colusión tanto de la PGR como de Los Pinos con el poder de los narcos.

8. La impunidad de la burocracia panista vinculada al narcotráfico ha sido sin embargo en todo este tiempo casi absoluta, pues las detenciones se han limitado a funcionarios menores, como lo dicen los propios reportes oficiales. Un libro blanco, dado a conocer por la PGR, y que es un claro ejemplo de la política de la simulación, señala que en el sexenio de Fox fueron detenidos sólo 148 funcionarios policiales por sus nexos con alguno de los siete principales cárteles que operan en México (Diario Monitor, 27 de diciembre), y muy selectivamente para dar una falsa idea de imparcialidad y de aplicación de la ley: 38 relacionados con el cártel del Golfo que encabeza Osiel Cárdenas Guillén, 36 con el cártel de Juárez dirigido por Vicente Carrillo Fuentes y 33 con el cártel de Tijuana, comandado por Eduardo Arellano Félix, estando los restantes vinculados con los otros cárteles que según la DEA y la PGR operan en México: el de Colima o de las anfetaminas de los hermanos Amezcua, el de Sinaloa de los hermanos Guzmán Loera y el del Milenio de Luis Valencia. Ningún funcionario panista, y nadie de la judicatura.

9. El gobierno de facto de Calderón no va a investigar a Carlos Salinas de Gortari, su protector y amigo, que es el político mexicano más poderoso en el bajo mundo, como tampoco a Zedillo y a Fox, que mucho se beneficiaron de su relación con el crimen organizado, ni a los altos jerarcas panistas que tienen las manos sucias como aquéllos, ni a los miles de funcionarios priístas y panistas inodados hoy de una u otra manera en el narcotráfico. Y ninguna instancia oficial va a investigar a Calderón y a sus allegados, con lo que la economía del país y su organización social van a estar marcadas por el poder de quienes controlan el narco, que son trasnacionales cada vez más poderosas.

10. La impunidad es rasgo central de un narcoestado, y mientras en México los grandes capos de la política vinculados a la protección del tráfico de estupefacientes se hallen libres y los cárteles trasnacionales sigan operando libremente, los operativos mediáticos no lograrán convencer al pueblo ni cambiar la naturaleza del poder político.

La justicia es ciega en Oaxaca

Carlos Beas Torres

Vicente Fox culminó su gestión presidencial siendo copartícipe de una brutal oleada represiva en contra de una movilización ciudadana democrática, la cual se había caracterizado como pacífica, a pesar de la gran cantidad de agresiones y provocaciones que a diario sufría y de la campaña mediática que ha hecho aparecer a la APPO como un club de terroristas y a sus numerosos muertos, presos y desaparecidos, como víctimas de la casualidad.

Cientos de personas fueron detenidas, y decenas de ellas fueron conducidas de manera ilegal a lejanos penales federales. A todas ellas se les imputaron una gran cantidad de delitos, fueran o no fueran miembros de la APPO. Agentes del Ministerio Público les integraron al vapor averiguaciones previas y les fueron dictados de manera aberrante autos de formal prisión por jueces, todos al servicio de Ulises Ruiz. En Oaxaca no existe separación de poderes... y en México, tampoco.

La gran mayoría de los detenidos los días 25 y 26 de noviembre pasado, aparte de ser apresados de manera ilegal sufrieron graves maltratos, torturas y vejaciones por parte de policías federales y estatales. Estos actos de brutalidad policiaca, según la ley, pueden y deben ser sancionados, y los responsables de los mismos, encarcelados y cesados de su cargo, pero no ha ocurrido así.

Hasta ahora los únicos que han sido castigados, con una agilidad sospechosa y con un rigor extremo, son los ciudadanos que participaron en el movimiento opositor a Ulises Ruiz. Los asesinos de Lorenzo San Pablo, del profesor Emilio Alonso y de muchos otros oaxaqueños víctimas de los sicarios de Ulises Ruiz, no han sido detenidos ni sujetos a proceso legal.

Es más, y a pesar del escándalo internacional, el crimen del documentalista estadunidense Bradley Will ha quedado ya impune, pues los presuntos responsables, Abel Santiago Zárate y Orlando Manuel Aguilar Coello, fueron liberados. Otros ocho priístas involucradas en el asesinato del periodista, según la averiguación 1247/CR/06, ni siquiera fueron molestados para que rindieran su declaración.

El fiscal especial para Agresiones contra Periodistas, David Vega Vera, en su momento denunció las maniobras que hacía la procuraduría estatal para proteger a los presuntos homicidas del periodista estadunidense. Nadie le hizo caso, pero por supuesto.

Los autores materiales e intelectuales de las violaciones generalizadas a los derechos humanos en Oaxaca están tranquilos, pues se saben impunes. ¿De qué sirve que la Comisión Nacional de Derechos Humanos, o que organismos internacionales gubernamentales o no gubernamentales, declaren que en Oaxaca se han cometido graves violaciones a derechos fundamentales? Realmente no sirve de mucho, pues no existen autoridades que valoren estos dictámenes y los usen para hacer justicia.

¿Quién va acatar las recomendaciones que se hagan? Nadie. Los funcionarios responsables de los múltiples atropellos obviamente no las acatarán, como no acataron las emitidas por los ilegales hechos cometidos en Guadalajara, Lázaro Cárdenas y Atenco.

Es por ello que el homicidio de Jorge Alberto López, quien resultó muerto en Oaxaca el 29 de octubre en el operativo de la Policía Federal Preventiva, también quedará impune. ¿Quién va a hacer justicia a los muertos de Oaxaca? Nadie, ya que hablo de justicia y no de la farsa brutal que a unos aniquila y atropella y a otros protege y premia.

El conflicto en Oaxaca ayudó en mucho a desnudar cómo se aplica la justicia en México. Nos ayudó a comprender lo que son capaces de hacer los funcionarios gubernamentales con tal de proteger sus propios intereses. Nos enseñó que la ley y el estado de derecho sólo se aplican en nuestro país de manera discrecional.

Lo que hace aún más grave esta situación es que se premie a los responsables de tanto atropello. Además de la barbarie de la torturas; de los sicarios disparando y asesinando de manera impune; de los policías amenazando con lanzar desde los helicópteros en vuelo a los presos, lo que hace más grave a esta situación es que el nuevo Presidente de la República, Felipe Calderón, haya incorporado a su primer equipo a los responsables de tanta brutalidad.

Si en México y en Oaxaca existiera estado de derecho, Ramírez Acuña, Medina Mora, Ulises Ruiz y otros funcionarios responsables de graves violaciones a los derechos humanos estarían presos. Si en México existiera... pero no, ya que en nuestro país a pesar de su ilegalidad sólo impera el derecho de los poderosos.

La izquierda latinoamericana según Alain Touraine

Gilberto López y Rivas

Envío, revista mensual de la Universidad Centroamericana (UCA), reproduce en su número de noviembre-diciembre un artículo del conocido sociólogo francés Alain Touraine, "Entre Bachelet y Evo Morales ¿existe una izquierda en América Latina?", en el que formula discutibles opiniones sobre los procesos políticos de algunos países de la región.

Inicia su texto pronunciando sus desacuerdos sobre las expresiones de izquierda y derecha, "inventados y utilizados para un contexto totalmente diferente". Propone descartar éstas ante el fracaso de América Latina para ubicar "las luchas sociales dentro de un marco institucional y democrático". El problema radica en recurrir a términos sólo a partir de sus orígenes histórico-regionales (en este caso Europa y sus tradiciones parlamentarias), ya que su universalización con la expansión capitalista trae consigo el esfuerzo de su uso en tiempo y espacio. Con las ambigüedades y equívocos de los vocablos "derecha" e "izquierda", es evidente que el "triunfo de Calderón" (ejemplo que Touraine utiliza) significa la entronización de la derecha, como muchos mexicanos han constatado durante el primer mes de su gobierno: represión, imposición militar, gabinete que favorece abiertamente los intereses trasnacionales y la alianza estratégica con Estados Unidos, complicidad con grupos corporativos y clientelares de la vieja burocracia del PRI.

Habiendo conocido la experiencia del EZLN, Touraine dictamina el "fracaso de Marcos y los zapatistas" por la hostilidad manifestada por este movimiento hacia el candidato Andrés Manuel López Obrador durante la contienda electoral. "La campaña de Marcos afirma el autor no le quitó muchos votos a López Obrador. No potenció la defensa de las comunidades indígenas, ni reforzó la necesidad de un proyecto democrático mexicano ­elementos que engrandecieron al movimiento zapatista hasta la Marcha sobre México , lo que finalmente dejó a los zapatistas en una situación de extrema debilidad." Por ello, llega a la conclusión de que "la propia esperanza nacida del alzamiento zapatista ha desaparecido, y no se ve cómo podría renacer en un futuro próximo."

Tales juicios resultan parciales por no tomar en consideración la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, la otra campaña y las exitosas experiencias de las juntas de buen gobierno, que ciertamente no se acercan a los referentes parlamentarios de Europa Occidental pero que desde la brújula indígena señalan una trascendente práctica de democracia directa que bien podría ser una aportación al propio concepto de democracia, también observado a través de la lente europea.

La realidad oaxaqueña de los últimos meses, y en particular la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), que asumen en parte las críticas zapatistas a la izquierda institucionalizada, refutan otra de las tesis de Touraine respecto a México en la que identifica a "la migración masiva como factor debilitador de la capacidad de acción política de los sectores más desfavorecidos", siendo Oaxaca, precisamente, uno de los estados de la República con mayor éxodo de migrantes fuera del estado.

Compartimos los reproches de Touraine al gobierno de Lula pero no la generalización que hace en el sentido que esta experiencia representa el "fracaso fundamental de las soluciones que podríamos llamar 'de izquierda' en el conjunto del continente". Precisamente, las críticas de la izquierda anticapitalista latinoamericana al PRD mexicano o al PT brasileño por sus tendencias a la corrupción sistémica y a la reproducción burocrática y estamentaria la llevan a elaborar propuestas fuera del sistema de partidos y de las instituciones de la democracia tutelada.

Sorprende también la superficialidad con que se califica la "retórica de Chávez" y el análisis del proceso revolucionario venezolano, sobre el cual Touraine expresa: "Porque, a pesar de los progresos logrados desde su elección, el de Chávez sigue siendo un modelo débil de transformación social, si se consideran los inmensos recursos obtenidos por Venezuela por el aumento brutal del precio del petróleo". Es difícil, aun siendo Touraine, dejar fuera del razonamiento político los complejos procesos de concientización y el papel de las fuerzas populares incluyendo a los militares bolivarianos durante y después del fracasado golpe de Estado contra Chávez y el extraordinario esfuerzo de ganar consecutivos procesos electorales a pesar de la oposición subversiva de Estados Unidos, los medios de comunicación locales o externos y las alianzas con la derecha internacional de la oligarquía venezolana.

Estando de acuerdo con Touraine sobre la trascendencia del proceso boliviano y el presidente Evo Morales, no coincido plenamente con la siguiente afirmación: "el lugar donde se decide la vida política del continente y su capacidad de inventar un modelo político y social capaz de operar sobre una situación extraordinariamente difícil es, sin ninguna duda, Bolivia". En política es difícil considerar la pertinencia de un "modelo", y más aún suponer que éste determina el futuro de América Latina. Tan importante es lo que ocurre en Bolivia como las prácticas autonómicas indígenas en muchos países latinoamericanos, la construcción de poder popular en Oaxaca, la intrincada experiencia de la revolución bolivariana en Venezuela, la siempre instructiva batalla de ideas en Cuba, y muchas otras luchas y procesos que no se mencionan y que provocan en América Latina como afirma acertadamente nuestro autor "un clima, si no eufórico, al menos moderadamente optimista".

Los pesimistas latinoamericanos

Jorge Camil

No encuentro nada más enervante que artículos de opinión escritos por personajes que creen poseer la verdad absoluta; aquellos que nos impiden alcanzar nuestras propias conclusiones, y que para colmo de males nos propinan una andanada de conclusiones masticadas y digeridas con aire autoritario.

En días pasados apareció un ejemplo clásico en la sección de negocios de El País. El analista, un ejemplo de dogmatismo económico con resabios del Readers' Digest, se llama José Juan Ruiz, y en un artículo titulado "Adiós al prestigio del fracaso" dice que encuentra sorprendente que las elites latinoamericanas continúen aferradas al derrotismo cuando las cosas mejoran. Alega que nuestro característico pesimismo existe sin importar que se trate de "intelectuales, funcionarios, políticos, amas de casa o empresarios cuyo éxito les ha llevado a figurar en las páginas de Forbes". (Tengo que confesar que al leer esta barbaridad lamenté que por lo menos, en el caso de México, el señor Ruiz no hubiese proporcionado ejemplos de "intelectuales, políticos y amas de casa mexicanos" cuyas hazañas hayan merecido el reconocimiento de la conocida publicación especializada en temas financieros.)

Hay que decir que el señor Ruiz nos considera caso perdido, porque asegura que hoy, cuando las cosas marchan bien (debe saber algo que desconocemos), y tenemos democracia, y comienza a sacar la cabeza la clase media, insistimos en sumirnos en el derrotismo. Acepta que hayamos sido pesimistas cuando las cosas iban "rematadamente mal", o cuando no había democracia, porque nuestra pésima distribución de la riqueza "aparecía en los libros de texto como ejemplo mundial de inequidad". Pero hoy que nuestras economías mejoran, y que en el ámbito político "hemos dejado atrás a los Pinochet y a los Videla" (olvidó a los hermanos Castro y a los Chávez), no perdona que continuemos atrapados en el derrotismo y el malditismo.

Añade este filósofo de banqueta que nuestro problema es que a todos nos educan creyendo "que el pesimismo es lo elegante, y el malditismo lo más latinoamericano". (¡Y dale con el malditismo, el maldito!) Pero evita dejarnos en la depresión, porque dice que al menos, en el escenario político, superamos las predicciones que auguraban un giro hacia el populismo.

Quizás se burla de nosotros, porque cifra el éxito de los recientes comicios latinoamericanos, sin empatar resultados con circunstancias, en el hecho de que 86 por ciento "optó por confirmar a sus líderes de los últimos cuatro años" y, en el caso de México y Chile, "a los partidos que estaban en el gobierno". Pero la crítica del señor Ruiz parece no tener fin, y nos viste de plañideras, lamentando que vivimos en un continente "partido", en el que "los parlamentos son ingobernables porque, ¡maldición! ¡de nuevo el malditismo! , esta vez la democracia electoral ha sido realmente competitiva".

En lo del continente partido tiene algo de razón, porque con la notable excepción de México (de Alan García ni me ocupo), la mayoría de los principales países latinoamericanos están gobernados por la izquierda (Cuba, Brasil, Ecuador, Bolivia, Argentina, Chile, Venezuela, Uruguay). Y poco importa que sean de corte socialdemócrata, como Chile, o recalcitrantes, como Venezuela, el caso es que los electores rechazan los programas de las derechas. En cuanto a los "parlamentos ingobernables" es obvio que el señor Ruiz no lee ni su propio periódico, que registró en primera plana a nuestros ilustres diputados dándose hasta con la cubeta.

Dice que quizá nuestra bonanza se deba a que desligamos el ciclo político del económico, pero eso no es necesariamente bueno, porque en México, merced a Vicente Fox, las derechas descubrieron que si controlan el proceso económico, y la toma de decisiones financieras, importa un bledo la política. Don José Juan termina su dogmático artículo con una advertencia sobre el pesimismo: "puede ser un poderoso agente de insatisfacción y pobreza".

Así que ya lo sabe: a mayor pobreza mejor cara. Y a disfrutar las fiestas navideñas en grande, porque estamos gobernados por el mismo partido que nos trajo el gobierno invisible de Vicente Fox, y todo parece indicar que continuaremos privilegiando a los verdaderos habitantes de la revista Forbes, fomentando la "estabilidad económica" (que promueve inversiones, mas no necesariamente el empleo) y, para colmo de males, aprobamos un Presupuesto de Egresos que soslaya el desarrollo de ciencia, tecnología y cultura, e hizo recortes sustanciales a las universidades públicas. (¿Para qué necesitamos educación pública cuando tenemos costosas universidades privadas?).

Estoy seguro que ésta, mi última colaboración de 2006, haría tan feliz a don José Juan que quizá le envíe una copia a la redacción de El País como regalo de Año Nuevo. ¡Vaya!, para que brinde con sidra de la buena, en la tranquilidad de que existe al menos un mexicano que confirma a carta cabal su teoría del pesimismo latinoamericano. A pesar de todo, ¡feliz Año Nuevo!, que no obstante nuestro justificado pesimismo aún sabemos divertirnos.

Nueva Izquierda se torna azul

Miguel Angel Velázquez

Desde la Asamblea Legislativa se lanza contra el GDF

El Ejecutivo local insiste en la redistribución equitativa

Y ahora que no nos salgan con que la traición es una virtud de la democracia.

Por fin, ya sin tapujos y en pleno descaro, el grupo perredista mayoritario en la Asamblea Legislativa, Nueva Izquierda, que encabeza René Arce, se declaró aliado del panismo, por tanto enemigo del gobierno de Marcelo Ebrard.

Así, con esa simpleza podría resumirse el enfrentamiento que hoy se vive en torno al presupuesto financiero de la ciudad, del que dependen muchos de los proyectos de desarrollo previstos por el gobierno central.

La situación la inscribe la miopía política en el ejercicio de una venganza de Nueva Izquierda sobre la administración de Marcelo Ebrard, que decidió dejar a esa tribu perredista fuera de las carteras del gobierno, o para decirlo mejor, no le permitió adueñarse del entorno político del DF. Pretendían, para su causa, la Secretaría de Desarrollo Social.

Pero nada más falso. Entre Nueva Izquierda y el Gobierno del Distrito Federal se halla el proyecto de gobierno, allí reside la gran diferencia. Nueva Izquierda se ha corrido hacia el panismo, mientras Ebrard continúa firme en el camino de la redistribución equitativa de los recursos que impuso Andrés Manuel López Obrador.

No es nuevo, aunque ya se ha llega al extremo. Arce decidió, junto con su grupo, convertirse, sin hacer mucho ruido, pero exhibiendo sus desacuerdos, en voz baja, en uno de los enemigos del proyecto de López Obrador, y ahora de Ebrard.

La unidad casi total de la militancia perredista en torno al ex jefe de Gobierno hizo que Arce fuera cuidadoso con sus declaraciones, pero no frenó su ambición. La estrategia era fortalecer su corriente apoderándose de la mayoría en la Asamblea Legislativa, para desde allí dirigir su ataque.

El tiempo de guerra por fin llegó. Nueva Izquierda no logró romper la unidad de las otras corrientes ahora bases de apoyo para Marcelo Ebrard y recurrió, sin conflicto de conciencia, al refugio seguro que le brindaban los otros enemigos del proyecto del gobierno: los panistas.

Así las cosas, ya sin caretas, Nueva Izquierda presentó al gobierno de la ciudad su proyecto de presupuesto, y el de ingresos tenía el inconfundible tufo azul que le dejó la huella de Obdulio Avila y de Federico Döring, pero no es todo, el de egresos plantea la fórmula descarada de beneficiar, a las delegaciones de Nueva Izquierda, una de ellas Iztapalapa, a la que gobernaron sucesivamente René Arce y su hermano, Víctor Hugo Círigo, hoy un cuestionado jefe de la bancada perredista en la Asamblea Legislativa, y el más visible aliado de los azules.

Nunca, hasta donde podemos recordar, una fracción parlamentaria, de ningún partido, se había manifestado en contra del proyecto de gobierno eso incluye los dineros de un mandatario de su propio signo político, como sucedió esta vez.

Y que no se diga que un hecho así, habla de madurez política y de democracia al interior del PRD. La traición carece de matriz política, porque obedece a intereses grupales reducidos y sólo mira por el encumbramiento de un líder capaz de escupir sobre su propia figura para cumplir sus ambiciones.

Nueva Izquierda quiere restar facultades al gobierno central. Menoscabar su solvencia económica permite ensanchar los márgenes de maniobra de Felipe Calderón que, como ya se sabe, ha jurado venganza contra los habitantes de la ciudad.

Todo aquello que el Gobierno del Distrito Federal no pueda hacer será aprovechado por el panismo, que busca doblegar la fe de los habitantes de la capital en el cambio verdadero, de la única manera que conoce, mintiendo y comprando voluntades.

Y si las cosas siguen igual, Nueva Izquierda dejará por sí misma de militar en el PRD, y René Arce se convertirá en el candidato de los azules a la jefatura de Gobierno en las elecciones que siguen. Tenía razón la abuela: caminando la carreta se acomodan las calabazas.

Es decir, Nueva Izquierda se convierte en enemigo de los capitalinos que los pusieron donde están, pues bien los podemos quitar. Bola de traidores.

Jóvenes de AL conocen la democracia sin bonanza económica

Carlos Fernández-Vega

Veinticinco años de modelo económico se resumen así: al menos las dos generaciones más jóvenes de latinoamericanos no conocen lo que es un período prolongado de bonanza económica, y son precisamente las generaciones que han sido socializadas en democracia.

El anterior es uno de los principales resultados del Informe Latinobarómetro 2006, recientemente divulgado, en el que se subraya que sólo 18 por ciento de los latinoamericanos considera que la situación económica actual de sus respectivos países "es muy buena/buena", aunque ello también refleja un aumento de 7 puntos respecto de 2005 (de 11 a 18 por ciento). A su vez, el porcentaje que siente que la situación es muy mala/mala bajó de 47 en 2005 a 35 en 2006. En 2001, 61 por ciento de los habitantes de la región consideraba que la situación económica del país era muy mala/mala, hoy sólo 35 tiene la misma opinión. Por primera vez en 10 años ésta fracción es menor a 40 por ciento.

Las conclusiones del citado informe se basan en 20 mil 234 entrevistas entre latinoamericanos de 18 países, las cuales revelan que a pesar de lo anterior la dispersión de opiniones es bastante grande: mientras 43 por ciento de los venezolanos piensa que la situación actual es muy buena/buena, influido probablemente por la política fiscal de su presidente y del precio del petróleo, sólo 6 por ciento de los nicaragüenses tiene esa opinión. Hay sólo 5 países donde el 20 por ciento o más piensa así: Venezuela (43), Argentina (34), Brasil (28) y Chile (26). Para el caso mexicano, ocho de cada diez piensan exactamente lo contrario.

Uno de cada tres habitantes de América Latina piensa que la actual situación económica del país es mejor que la del año pasado, aumentando 6 puntos respecto la medición del 2005. Este indicador es el más alto desde que Latinobarómetro empezó a medirlo en 2001, cuando 14 por ciento de la gente pensaba de esa manera. Los países que están a la cabeza en este indicador son Venezuela (59 por ciento), Argentina (58) y Brasil (50). México sólo 30 por ciento.

Aunque las más recientes estimaciones proyectan lo contrario, los resultados de la encuesta levantada por Latinobarómetro revelan que cuatro de cada diez latinoamericanos piensa que la situación del país será mucho mejor/mejor el próximo año en comparación con 2006, 8 puntos más respecto de la medición de 2005 y 16 puntos por arriba en comparación con 2001. Nuevamente Venezuela, Brasil y Argentina aparecen en los primeros lugares. México ocupa la décima posición, de 18 en total.

Treinta por ciento de los habitantes de la región piensa que su situación actual -o la de su familia- es muy buena/buena. Es más alta entre los argentinos (48 por ciento) y más baja entre los peruanos (14). En el caso de la situación económica de sus respectivos países sólo 18 por ciento de la región consideró que ésta era muy buena/buena. Argentina está experimentado tasas de crecimiento económicas altas después de la crisis de 2001 cuando el PIB per cápita cayó 11.7 por ciento. Perú por otra parte ha tenido tasas de crecimiento del PIB per cápita superiores al 2 por ciento desde 2001, algo que no había experimentado durante la década de los noventa, sin embargo la fracción de gente que califica que la situación económica es muy buena/buena es la más baja de la región. En el caso mexicano, sólo el 29 por ciento.

El 49 por ciento de los habitantes de la región piensa que la situación económica personal y la de su familia será mucho mejor/mejor el próximo año que el 2006. Es más alta en Brasil (70 por ciento) y más baja en El Salvador (23). En el caso mexicano es de 51 por ciento. Los países que liderarán en términos económicos la región en el año 2007 serán Argentina, Brasil y Venezuela.

En promedio el problema más importante de la región es el desempleo (24 por ciento), seguido por la delincuencia (16). En el análisis por país las situaciones son muy distintas: en 8 de los 18 países considerados el primer problema más importante es el desempleo (Panamá, Uruguay, Nicaragua, Perú, Paraguay, Ecuador, Brasil y México); en cinco es la delincuencia (El Salvador, (40 por ciento; Venezuela, 39; Guatemala, 36; Honduras, 26; Argentina, 23). Para el caso mexicano, los dos problemas más importantes son el desempleo (18 por ciento) y la delincuencia (17).

En cinco países el primer problema más importante tiene otros componentes: en Bolivia es el desempleo y la pobreza, ambos con el 25 por ciento; en Chile el desempleo y la delincuencia son igualmente importantes (22); en República Dominicana es la inflación (32); en Colombia el terrorismo, violencia, guerrilla (33) y en Costa Rica la delincuencia e inflación (16). En otros, segundo problema más importante es la inflación (Nicaragua, Guatemala), la economía en general (Uruguay), la educación (Chile), la salud (Brasil) y pobreza (Perú).

La evolución del problema más importante para los latinoamericanos desde 2003 muestra que la delincuencia ha subido lentamente al doble en tres años de 8 por ciento en 2003 a 16 por ciento en 2006, mientras que el desempleo como problema más importante se mantuvo constante entre 2003 y 2005, alrededor del 30 por ciento cayendo sólo en la medición de 2006 a 24 por ciento.

Las rebanadas del pastel

Desde Morelia, Michoacán, doña Yolanda Robles Garnica (yrogar@ yahoo. com) solicita un comparativo para saber qué se podría comprar con los 14 mil millones de dólares que al erario le costó el "rescate" y exención fiscal de Banamex. Bien: alrededor de 800 mil viviendas de interés social, satisfacer el presupuesto sexenal destinado al desarrollo social, casi 80 millones de boletos del Metro, 39 millones de litros de leche Liconsa, y en fin muchísimas cosas socialmente más justas que incrementar las ganancias de los banqueros. Saludos.

2006: fin de la ilusión democrática

Julio Boltvinik

Explorando la posibilidad del diálogo (por lo pronto) en la academia

La economía moral es convocada a existir como resistencia a la economía del "libre mercado": el alza del precio del pan puede equilibrar la oferta y la demanda de pan, pero no resuelve el hambre de la gente

2006 quedará inscrito en la historia al lado de 1968, 1971, 1988 y 1994. Durante este año se desvanecieron las ilusiones de que vivíamos en una democracia. El IFE y el TEPJF se comportaron a la altura de lo que en los hechos son: instrumentos al servicio de los verdaderos poderes de la nación (crecientemente trasnacionalizados) y la represión política se reinstaló a niveles hace mucho no observados. La democracia requeriría, en primer lugar, que las instituciones electorales fueran verdaderamente independientes de los poderes formales y reales, lo que entre otras cosas supondría no sólo la independencia de los servidores públicos sino también su capacidad para no dejarse amedrentar por los poderosos. Estamos muy lejos de ambas condiciones. El miedo es una fuerza que domina a casi todos los mexicanos. En segundo lugar, la verdadera democracia debe practicarse todos los días en el trabajo, en el hogar, en las organizaciones vecinales, etcétera. En México, sin embargo, casi todas estas instituciones son profundamente autoritarias.

Una manera de apreciar el bajísimo nivel de la democracia en México es asomándose a la vida académica nacional. En ella, la crítica es interpretada como descalificación personal. Quien se atreve a criticar las ideas, análisis y conclusiones de sus colegas es castigado por la comunidad con el aislamiento. De esta manera, la universal necesidad de pertenencia lleva a (casi) todos los académicos a abstenerse de toda crítica a sus colegas. He tenido la oportunidad, en agudo contraste con este triste panorama, de observar a los académicos británicos debatir con dureza las ideas de sus colegas y, terminado el seminario, ir todos juntos al pub a tomar cervezas con la misma cordialidad de siempre. Quizás por ello he buscado recientemente establecer un diálogo (único camino para avanzar en el conocimiento: ya que si a las tesis se contraponen las antítesis, la confrontación de ambas pueden conducir a la síntesis superior; conocimiento no confrontado, se estanca) con académicos del exterior. En particular, parece promisorio el diálogo con Ruth Levitas, profesora de sociología de la Universidad de Bristol en Gran Bretaña, cuyos campos de investigación son la pobreza y el pensamiento utópico.

Hoy quiero relatar el inicio de un diálogo con dicha investigadora en torno algunas ideas que plasmé en mi tesis doctoral. Este diálogo, que se había iniciado con motivo de mi estadía como profesor visitante en dicha Universidad en mayo del 2005, ha despegado con motivo de la preparación del número 23 de Desacatos. Revista de antropología social (publicada por el CIESAS: Centro de Investigación y Estudios Superiores de Antropología Social, que estará dedicado al tema central de mi tesis de doctorado: el florecimiento humano.1 A invitación de Jorge Alonso, director de la revista, y de la directora del CIESAS, Virginia García Acosta, he coordinado la preparación de este número que estará circulando a partir de finales de enero próximo. Ruth Levitas escribió un artículo para dicho número denominado "Florecimiento humano. ¿Una agenda autopista?" En él sostiene que:

El florecimiento humano es intrínsecamente un concepto utópico en tanto que se enfoca, más allá del presente, a un orden social transformado como condición necesaria de dicho florecimiento. El problema conceptual del florecimiento humano es entonces, en sí mismo, el problema de la utopía. Como Marx y los marxistas siempre lo entendieron, es imposible imaginarlo, porque no podemos prever ni cerrar anticipadamente las necesidades, deseos y capacidades de los seres humanos del futuro; no sabemos lo que ellos o nosotros podamos ser entonces. Aun así, estamos obligados a intentarlo, pues es solamente el imaginarnos el mundo y a nosotros mismos de otra manera lo que nos proporciona un punto de apoyo para el cambio por la vía de la crítica de las condiciones actuales.

La autora revisa la creciente bibliografía sobre la felicidad, el bienestar y la calidad de vida, cuyo análisis le lleva, entre otras muchas publicaciones a una muy reciente que en español podría llamarse Un Manifiesto bien-estarista por una sociedad floreciente2. Al describir su contenido, muestra que en algunos sentidos la imagen que describe es utopista en el buen sentido del término, pues se refiere a una sociedad muy diferente y mejor que la actual, pero que resulta menos que utópica en otros sentidos, porque mezcla los niveles de la utopía con los de recomendaciones para las políticas públicas en el aquí y en el ahora, lo cual la autora considera un grave error, pero sobre todo porque hace una petición de principio al suponer que la productividad, la actividad y la actitud empresarial serían valores centrales en el futuro, a lo cual Levitas contrapone la observación de Shakesperae de que en "obtener y gastar desperdiciamos nuestras horas". En este punto, Levitas se conecta con varios temas centrales de mi tesis sobre el florecimiento humano y la pobreza: el análisis de las teorías de necesidades humanas de Maslow y de Max Neef (sobre las cuales buscan sus fundamentos los autores del Manifiesto) y la crítica del enfoque de las capabilities (que suelen traducirse como capacidades pero que son más bien oportunidades económicas) de Amartya Sen. Sobre éste, coincidimos que, como lo dice ella: "las capabilities a desarrollar son siempre aquellas que se valoran en el mercado" y "que la noción de ser humano se ve acotada...a un actor económico capaz. Las capabilities, como las concibe Sen, son en esencia económicas y muy distantes de cómo concibe Marx las capacidades".

Respecto de la supuesta distinción de Maslow entre necesidades básicas y necesidades superiores, que describen los autores del Manifiesto (y que Levitas asume como si fuese correcta) para después sostener que la ganancia material tiene poco impacto sobre el bienestar una vez que dichas necesidades están satisfechas, Levitas asume una postura crítica apoyándose en William Leiss:

El problema esencial es que las necesidades, las apetencias y las satisfacciones, y las incompatibilidades entre ellas, son generadas socialmente. Como ha señalado William Leiss (1978), el capitalismo es un sistema en el que existen límites intrínsecos a la satisfacción. Este opera precisamente mediante la generación constante de nuevas necesidades y apetencias, y la introducción de nuevos satisfactores al mercado, generando una creciente carga al tener que elegir, así como una creciente brecha de escasez... Leiss pone en duda la posibilidad de distinguir entre necesidades y apetencias, o entre necesidades 'reales' y 'falsas'. Esto es porque (como Max-Neef también acepta) mientras la distinción entre necesidades básicas y superiores puede ser defendible a cierto nivel de abstracción, en la práctica las necesidades y los satisfactores funcionan como una formación histórica concreta, en la cual los medios para enfrentar las necesidades tienen en sí mismos un significado social. La distinción entre necesidades básicas y superiores se desvanece entonces en la práctica. Este también es el mensaje central de Fred Hirsch en Social Limits to Growth: lo que hace deseables a muchos bienes y actividades descansa precisamente en el hecho de que están disponibles sólo para unos cuantos y confieren estatus, de manera que los bienes situacionales sólo "funcionan sobre bases temporales".

Más adelante Levitas retoma, indirectamente esta crítica al abordar mi tesis:

Boltvinik acepta la problemática distinción que hace Maslow entre necesidades bajas y superiores, así como la distinción entre necesidades y apetencias (wants). Argumenta que la diferencia es demostrable por el daño humano que se ocasiona cuando las necesidades, en oposición a los deseos, no son satisfechas. Sin embargo, si el daño se entiende como obstáculo al florecimiento humano, la distinción deviene otra vez problemática.

No estoy de acuerdo con esta crítica y así se lo he hecho saber a Levitas. Hay otra crítica que, en cambio, acepto. Se refiere a que no he hecho la distinción explícita entre utopía y políticas públicas para el aquí y el ahora, por lo que he caído en el mismo error que los autores del Manifiesto. Afortunadamente, se trata de un error sin consecuencias importantes para el conjunto de mi trabajo y que puedo corregir fácilmente. Respecto a mi desacuerdo sobre las distinciones, le he escrito a la profesora Levitas lo siguiente:

Tu tesis, apoyada en Leiss y Hirsch, tiene su momento más fuerte en la frase: "en la práctica las necesidades y los satisfactores funcionan como una formación histórica concreta, en la cual los medios para enfrentar las necesidades tienen en sí mismos un significado social". El argumento tiene dos aspectos. Primero, la afirmación que las "necesidades, las apetencias y las satisfacciones, y las incompatibilidades entre ellas, son generadas socialmente". Esto está relacionado con una idea sugerida, pero no desarrollada, por Max Neef sobre las relaciones entre necesidades, satisfactores y bienes. Esta línea de razonamiento tiene una premisa: la distinción analítica entre necesidades y satisfactores es una distinción analítica útil, pues de otra manera tus dos frases citadas carecerían de sentido. Una vez que esta distinción analítica (entre necesidades y satisfactores es aceptada) el problema pasa a ser otro: el de analizar las relaciones entre ellos, como quería Max Neef. Una cosa es decir que los medios de satisfacer necesidades tienen un significado social y otra muy diferente es decir que las necesidades y los satisfactores están completamente embrollados y no pueden distinguirse del todo. Un Cadillac es un satisfactor de la necesidad de transporte, pero "estar privado de poseer un Cadillac" es una frase sin sentido, mientras estar privado de transporte puede resultar mortal. Satisfactores de la misma necesidad son sustituibles entre sí (si uno no tiene un Cadillac puede usar el transporte público), pero las necesidades no son sustituibles unas por otras: uno no puede trasladarse a la clínica ingiriendo más alimentos. Si uno está enfermo y no puede llegar a la clínica puede resultar seriamente dañado. Ciertamente estoy de acuerdo en que los medios de satisfacción son significativos pues se vuelven, como Bordieu ha mostrado, medios de distinción social y, por tanto, de pertenencia a cierta clase. Pero siguen siendo medios y pueden ser sustituidos unos con otros. Tengo la impresión de que, en tu texto, la distinción analítica entre necesidades y satisfactores se ha embrollado con la distinción entre necesidades bajas y superiores, pero se trata de dos distinciones diferentes y deben mantenerse separadas. En efecto, inmediatamente después de sostener que en la práctica "las necesidades y los satisfactores operan como una formación histórica concreta", concluyes: "La distinción entre necesidades básicas y superiores se desvanece entonces en la práctica". Amartya Sen reconoce la primera pero no la segunda distinción, mientras Maslow es el autor de la segunda pero no menciona la primera.

A esto respondió Levitas de la siguiente manera:

El Cadillac es un buen ejemplo, pero uno más actual en el Reino Unido son las camionetas 4X4, monstruos contaminantes devoradores de gasolina, los que la gente cree que necesita porque tienen que transportar muchas cosas y a los niños y si uno tiene un accidente con ellos los probabilidades de que los niños se maten son menores (en el accidente aunque puedan morir de asma por las emisiones del tráfico). El argumento es que en la práctica un vehículo nunca es 'sólo' un medio de transporte, sino que ocupa una posición mucho más compleja en la matriz de necesidades (transporte, seguridad, estatus) y satisfacciones. El hilo central de mi argumentación se refiere a la distinción entre nesidades básicas/bajas y necesidades superiores, no a la separación analítica entre necesidades y satisfactores, que admito haber pasado sobre ella sin mucho comentario. Creo que tú y yo tenemos aquí un desacuerdo sustantivo sobre la relación entre necesidades y satisfactores. La implicación del argumento de Leiss en el cual la distincion entre necesidades y apetencias es problematizado es que al nivel concreto las necesidades/apetencias son generadas en una relación dialéctica con los satisfactores. No creo que yo esté aquí confundida, ¡pienso que solamente estoy en desacuerdo contigo!

El espacio se ha terminado. Espero que el lector aprecie que el diálogo es difícil pero puede ser posible. El diálogo supone humildad. Saber que uno puede equivocarse. Sin esta actitud los conocimientos no pueden avanzar. Tampoco puede haber democracia. Por su importancia, analizaré en la próxima entrega, la primera del 2007, la obra de Leiss en la que se apoya Levitas.

1Julio Boltvinik, Ampliar la Mirada. Un nuevo enfoque de la pobreza y el florecimiento humano, CIESAS-Occidente, abril de 2005.

2Hetan Shah y y Nic Marks, A Well-Being Manifesto for a Flourishing Society, New Economics Foundation, Londres, 2004.

Inquietudes de los mexicanos en 2007

Enrique Galván Ochoa

Esta última semana del año encuestamos a 3 mil 200 personas. Les planteamos una sola pregunta: tus propósitos para el año que viene. 8 por ciento contestó: bajar de peso. 2 por ciento: cambiar de pareja. 4 por ciento: cambiar de empleo. 3 por ciento: dejar de fumar. Pero un significativo 67 por ciento expresó que, de la mano de sus intereses personales y familiares, tienen también el propósito de contribuir de alguna manera a que cambien las condiciones de vida del país, hacia un futuro mejor para todos los mexicanos.

Metodología

Como todas las semanas, enviamos por correo electrónico nuestro cuestionario a 8 mil 942 de los 10 mil 456 miembros activos de nuestro Foro México. Hasta ayer en la tarde había contestado 35.7 por ciento. Nuestro foro es el más grande de habla hispana en el género de opinión política. Sus miembros han posteado 83 mil 917 mensajes y es visitado por más de un millón de personas cada mes.

Votos razonados

En 2004 sindicalicé a 30 trabajadores agrícolas de Guatemala en Quebec. Este año sindicalicé 554 trabajadores agrícolas mexicanos en Canadá; mi meta para 2007 es sindicalizar a los 18 mil restantes, para que gobiernos y patrones vayan aprendiendo a respetar a los trabajadores migrantes extranjeros e inmigrantes.

Patricia Pérez/Montréal, Canada

Vivir la vida... porque por encima del gobierno de Felipe Calderón, del "gobierno legítimo" del Peje y de todos los demás problemas, está mi vida y la vida de quienes me rodean. Lo más importate es cómo la vivimos día a día, lo demás viene detrás.

Raúl Arévalo/ Distrito Federal

Mi deseo es que el próximo año haya un cambio verdadero en el país, que ya se vea reflejado en la mayoría del pueblo...aunque lo dudo, ya que, por lo que estamos viendo, es más de lo mismo. Ojalá hubiera una verdadera democracia y que llegara el bienestar a los bolsillos del pueblo.

Guillermo Pomares Bortoni/Ciudad Mante

Mira, no fumo, no tengo empleo, estoy un poco pasado de peso, pero desde hace dos años hago algo de ejercicio y está más o menos controlado, así que la preocupación que tengo por mi futuro personal, por mi familia y por mi país es que podamos salir cuanto antes de esta oscurísima noche panista, que no creo que podamos soportar por otros seis años. Acabamos de tener a un payaso en la Presidencia de la República, no nos merecemos a otro del mismo circo en ese puesto.

Francisco J. Silva Muñoz/Chihuahua

Considerando que en años anteriores me he propuesto todas las otras opciones (a veces de manera infructuosa), esta ocasión elijo lo que considero más urgente y, además, lo que nunca antes me había decidido a impulsar: un verdadero cambio en el país. Si de revolución de conciencias se trata, debemos comenzar por la propia; millones de ciudadanos nos encontramos ahora en la misma sintonía, así que quizá tengamos mejor suerte esta vez. Lo que nos sobra es esperanza y voluntad, ya veremos cuál será el resultado.

Erika Hernández/Cd. de México

Mi propósito es empezar a cumplir la décima parte de mis propósitos

Ing. Gabriel Torres/ciudad de México

¡Titularme!, eso seguro que es lo primero que tengo en mente. A fin de cuentas, uno contribuye con el país con las acciones positivas personales y sociales que realicemos a lo largo de nuestra vida.

Alberto Ayala Islas/Distrito Federal

Con el "gobierno" que nos cargamos, mi propósito es sobrevivir el año que entra: olvídate de dejar de fumar o bajar de peso...

Gerardo González/Distrito federal

¿Propósitos? ¿Cuáles? Si la situación es de sobrevivencia; este sería el mío: sobrevivir, sólo eso.

Bernardo López Arano/DF

Este año cumplí 98 por ciento de mis propósitos, el resto no estuvo en mis manos lograrlo. Seguiré participando para que exista un verdadero cambio en el país, pues realmente me desanimó la caricatura de Magú en La Jornada, en la que dice que se perdió la oportunidad de que la izquierda tomara las riendas del país. Yo creo que no.¡Felicidades!

Cristina Rebeca Paz T. /DF

¿Qué propósitos puede tener una familia que tiene dos profesionistas en casa y no tienen trabajo, por más que lo han buscado? Llevan cinco años en el desempleo, ¡y nada! Esta encuesta tiene cuatro propuestas baladíes, una sola coherente, las demás son pendejadas: "dejar de fumar", ¿cómo?, si el país no está para bollos; "cambiar de empleo", ¿cuál?, ¡si ni empleo tengo!, y si lo tuviera de seguro sería mal pagado; "cambiar de pareja", ¡si la que tenía se fue al otro lado a conseguir para comer!, y está preso; "bajar de peso", ¿cómo?, si de lo único que me alimento es de pura chatarra, y para apagar mi sed tomo sodas.

María Gómez Sánchez/Guadalajara