Guillermo Almeyra
En los últimos 10 años los gastos mundiales en armamentos aumentaron 37 por ciento. El 58 por ciento de ese monto se debe a las guerras actuales de Estados Unidos y a la preparación constante de la guerra "preventiva" contra Rusia y China. Este último país también se rearmó, modernizando su aviación y su ejército con armas rusas, pero tanto China como Rusia aportaron, cada una, apenas 5 por ciento de ese aumento. Como se sabe además desde hace tiempo, Estados Unidos tiene preparados sus planes de ataque a Irán, que dependen, para su ejecución, de la existencia de una situación política nacional e internacional favorable (Bush el maromero baila hoy en la cuerda floja en su propio país). Está preparando su llamado "escudo" contra posibles misiles chinos y rusos, pero Rusia acaba de lanzar tres misiles capaces de vencer esa intercepción, y se los podría dar a China, con lo cual estamos de nuevo en el equilibrio del terror atómico, como en plena guerra fría.
Corea del Norte, por su parte, lanzó cohetes que pueden llegar fácilmente a ese portaviones natural, anclado frente a ella y a China, que es Japón (que también se rearma a la chita callando). Por otra parte, mientras Estados Unidos coloca bases en Bulgaria y en Rumania, el 26 de abril Vladimir Putin amenazó con retirar a Rusia del Tratado sobre las Fuerzas Convencionales en Europa, que permite a las potencias enfrentadas inspeccionar las bases de los firmantes y controlar sus movimientos de tropas. Serguei Ivanov, viceministro encargado de los asuntos militares, declaró además la moratoria de las inspecciones y de las informaciones diciendo que Rusia tiene derecho pleno a desplazar sus tropas por su territorio. Pero Rusia considera que todo el Mar Negro tiene para ella importancia estratégica y, por lo tanto, mantiene una base en la región de Abjazia (en Georgia, aliada de Washington) y en Transnistria (en Moldavia, ligada a Estados Unidos) y, además, amenazó a Polonia, Ucrania y la República Checa con apuntar hacia esos países sus cohetes defensivos, ya que ellos instalan misiles estadunidenses que apuntan hacia toda Rusia.
Para agravar las cosas, el incendiario George W. Bush, en su reciente visita a la capital albanesa, Tirana, acaba de declarar su apoyo a la secesión por la fuerza de Kosovo, que es región autónoma de Serbia. Con eso no sólo da un golpe de muerte a la doctrina imperante desde después de las anexiones nazis en la Segunda Guerra Mundial (la integridad territorial de los países salidos de esa guerra) sino que también sienta un temible precedente. Por ejemplo, se podrá plantear en teoría la secesión de Flandes de los valones belgas (o sea, el fin de Bélgica), o separaciones (por la fuerza de otros, si éstos decidiesen intervenir en problemas) en Francia (Córcega, por ejemplo), Italia (Lombardía o Tirol), España (Cataluña o País Vasco) pero también en la parte oriental de Ucrania (que es pro rusa) o en Abjazia (Georgia) o Transnistria (Moldavia), si Moscú así lo decidiera.
La Revolución Francesa dio el impulso inicial a la organización estatal de las naciones europeas (hasta entonces divididas por razones dinásticas prescindiendo de la historia, la cultura, la geografía). La revolución de 1848, esa "primavera de los pueblos", desarrolló después la contradicción entre las estructuras estatales monárquicas y la voluntad de independencia nacional de los súbditos (húngaros, eslavos, italianos, polacos) de los mismos. El paneslavismo unió por casi un siglo (detrás de Rusia) a casi todos los Balcanes y parte de Europa central (la alianza checo-eslovaca, Hungría) y dio base a la independencia -con eje en Serbia- de los eslavos del sur, que formaron Yugoslavia, cuyo bautismo de sangre data de la guerra antifascista. Pero el estalinismo en Rusia y en los países de Europa oriental vacunó a esos pueblos no sólo contra el "socialismo real" sino también contra una alianza con Moscú, desarrollando sentimientos violentamente antirrusos. Alemania y Estados Unidos chapotean desde hace rato en ese caldo reaccionario. Disgregaron Yugoslavia, aplastaron a Serbia, tratan de meter la dictadura turca en Europa para controlar mejor y dividir esa zona y procuran expulsar a Rusia del Mar Negro y del Mediterráneo. Rusia, a la que quieren convertir en un país asiático de mediana importancia, con una parte europea (ahora es una potencia euroasiática), para explotar mejor su gas y su petróleo, responde estrechando lazos con China y se defiende utilizando todos los medios militares, económicos y financieros a su alcance (es una gran productora de oro, y por eso, y por sus energéticos y sus relaciones con otros países petroleros que tienen grandes reservas monetarias, puede debilitar aún más al dólar).
El panorama es así el de los años 30 del siglo pasado: armamentismo, conquistas de posiciones estratégicas, crisis financiera, nacionalismos, colonialismo (Israel en Palestina, Estados Unidos en Irak y Afganistán), equilibrio político internacional volátil. No se trata sólo, por consiguiente, de lograr mejores precios para las materias primas, el fin de los subsidios de los países imperiales a sus propios productos exportables o que terminen las prácticas industriales antiecológicas que amenazan la subsistencia de la humanidad. No se sabe, en efecto, si la guerra generalizada precederá al desastre ecológico y lo potenciará o si éste acelerará la disputa militar por los recursos y, por consiguiente, el conflicto bélico mundial. Por lo tanto, es indispensable discutir cómo salir de un sistema -el capitalista- que trae en su seno la guerra, la crisis y los desastres naturales tal como las nubes traen las tormentas destructivas. Una vez más hay que proclamar que la alternativa es el socialismo o la barbarie, y declarar la guerra a la guerra.
domingo, junio 17, 2007
La gravedad
Rolando Cordera Campos
Puede tener razón el secretario del Trabajo, Javier Lozano, cuando dice que las reformas a la Ley del ISSSTE "no son reversibles". No la tiene si con eso quiere sugerir que con esas enmiendas se alejó del panorama una crisis financiera catastrófica del organismo o que se logró un alivio de consideración para las frágiles finanzas públicas, como anda diciendo el presidente Calderón.
Ni en un aspecto ni en el otro puede el gobierno presumir su victoria y en este sentido la razón que hoy podría asistirle al secretario del Trabajo, de convertirse en credo gubernamental puede pronto volverse una sinrazón con efectos nocivos sobre las relaciones políticas y sociales que todavía sostienen un intercambio pacífico en las pugnas distributivas y de poder que cruzan el escenario nacional. La perspectiva del Estado debería ser la de una clara disposición a asumir la conveniencia de discutir la reforma de las reformas, tanto en el ISSTE como en el IMSS, y no negarse de modo tan dogmático a aceptar como tema a debate la conveniencia de un giro de fondo en la política previsional mexicana, en el rumbo de una universalización de las pensiones y del acceso de los mexicanos a los servicios de salud.
Quizás, con un giro de esta suerte, la ciudadanía estaría más dispuesta a recibir proposiciones de reforma fiscal que no sean la enojosa repetición de las ocurrencias anteriores, de IVA o muerte, con las que se casaron inopinadamente no sólo los panistas sino muchos destacados priístas que, so pretexto de la angustia financiera que en efecto circunda al Estado mexicano, están dispuestos a falsear la realidad internacional y a manipular la información fiscal con que se cuenta. Pero este es un tópico que vendrá pronto, aunque ya aparezca distorsionado por tanta visita foránea, de Greenspan a Gurría, y tan curiosas reuniones que parecen cursillos de cristiandad, en París o en las playas de Jalisco, como la que anuncian los legisladores del PRI.
No podremos avanzar en el tema crucial de las pensiones o del derecho a la salud si no admitimos la gravedad de la situación social del México de hoy. De esta admisión debe partir la deliberación y no al revés: de parche en parche a los síntomas hasta llegar al enredo total, como parece ocurrir ya en el IMSS, donde el inefable director general apenas llegando descubre que los acuerdos anteriores logrados por el gobierno del que también él formaba parte no aliviaron nada y la situación del instituto sigue tan mala como la radiografió Santiago Levy.
De remedio casero a invención tecnocrática, de conversión del cálculo actuarial en realidad inmediata a afirmación autoritaria repetida de que no hay más ruta que la suya, mientras la calle arde, el Estado acendra su pérdida de eficacia y su legitimidad rueda hacia abajo. Mientras tanto, la distancia social entre ricos y no ricos, y entre ellos y los pobres y muy pobres, se transparenta gracias a la urbanización de la pobreza y la desigualdad, en tanto que el universo de la sociedad desprotegida crece y la justicia social se desvanece. Más de la mitad de la población no tiene pensiones ni derecho efectivo a la salud, y aumenta con los días el número de mexicanos que no tiene empleo digno, ni salario de subsistencia, ni protección real de las leyes laborales.
Estos viven en la incertidumbre y el riesgo, y la única certeza que les asiste es la de que mañana estarán peor. Grave es el estado de la cuestión social, de la que no se salva el mundo del trabajo formal, donde la tentación caciquil, de hacendados tardíos, como ocurre con el superdueño del Grupo México, no se esconde más: lo que está sobre la mesa es la conculcación abierta de los derechos de los trabajadores, el sometimiento de sus sindicatos, la jibarización de los derechos sociales fundamentales. Guerra de clases, si es necesario, con tal de que la revolución de los ricos siga su marcha triunfal.
La cuestión, así, no es la irreversibilidad de una ley, sino su evaluación en el contexto de gravedad aguda que define la cuestión social de los mexicanos del nuevo siglo, de la globalización y de la democracia. Y es esto lo que se ha puesto en la picota y reclama que cuanto antes se deje atrás tanta leyenda negra y las dirigencias políticas asuman que la pradera seca es la realidad de todos los días y para todos, sin escape.
Todo, menos los procesos biológicos y la muerte entre ellos es reversible, así vamos contemplando la reversibilidad o la anulación de una ley criminal.
Puede tener razón el secretario del Trabajo, Javier Lozano, cuando dice que las reformas a la Ley del ISSSTE "no son reversibles". No la tiene si con eso quiere sugerir que con esas enmiendas se alejó del panorama una crisis financiera catastrófica del organismo o que se logró un alivio de consideración para las frágiles finanzas públicas, como anda diciendo el presidente Calderón.
Ni en un aspecto ni en el otro puede el gobierno presumir su victoria y en este sentido la razón que hoy podría asistirle al secretario del Trabajo, de convertirse en credo gubernamental puede pronto volverse una sinrazón con efectos nocivos sobre las relaciones políticas y sociales que todavía sostienen un intercambio pacífico en las pugnas distributivas y de poder que cruzan el escenario nacional. La perspectiva del Estado debería ser la de una clara disposición a asumir la conveniencia de discutir la reforma de las reformas, tanto en el ISSTE como en el IMSS, y no negarse de modo tan dogmático a aceptar como tema a debate la conveniencia de un giro de fondo en la política previsional mexicana, en el rumbo de una universalización de las pensiones y del acceso de los mexicanos a los servicios de salud.
Quizás, con un giro de esta suerte, la ciudadanía estaría más dispuesta a recibir proposiciones de reforma fiscal que no sean la enojosa repetición de las ocurrencias anteriores, de IVA o muerte, con las que se casaron inopinadamente no sólo los panistas sino muchos destacados priístas que, so pretexto de la angustia financiera que en efecto circunda al Estado mexicano, están dispuestos a falsear la realidad internacional y a manipular la información fiscal con que se cuenta. Pero este es un tópico que vendrá pronto, aunque ya aparezca distorsionado por tanta visita foránea, de Greenspan a Gurría, y tan curiosas reuniones que parecen cursillos de cristiandad, en París o en las playas de Jalisco, como la que anuncian los legisladores del PRI.
No podremos avanzar en el tema crucial de las pensiones o del derecho a la salud si no admitimos la gravedad de la situación social del México de hoy. De esta admisión debe partir la deliberación y no al revés: de parche en parche a los síntomas hasta llegar al enredo total, como parece ocurrir ya en el IMSS, donde el inefable director general apenas llegando descubre que los acuerdos anteriores logrados por el gobierno del que también él formaba parte no aliviaron nada y la situación del instituto sigue tan mala como la radiografió Santiago Levy.
De remedio casero a invención tecnocrática, de conversión del cálculo actuarial en realidad inmediata a afirmación autoritaria repetida de que no hay más ruta que la suya, mientras la calle arde, el Estado acendra su pérdida de eficacia y su legitimidad rueda hacia abajo. Mientras tanto, la distancia social entre ricos y no ricos, y entre ellos y los pobres y muy pobres, se transparenta gracias a la urbanización de la pobreza y la desigualdad, en tanto que el universo de la sociedad desprotegida crece y la justicia social se desvanece. Más de la mitad de la población no tiene pensiones ni derecho efectivo a la salud, y aumenta con los días el número de mexicanos que no tiene empleo digno, ni salario de subsistencia, ni protección real de las leyes laborales.
Estos viven en la incertidumbre y el riesgo, y la única certeza que les asiste es la de que mañana estarán peor. Grave es el estado de la cuestión social, de la que no se salva el mundo del trabajo formal, donde la tentación caciquil, de hacendados tardíos, como ocurre con el superdueño del Grupo México, no se esconde más: lo que está sobre la mesa es la conculcación abierta de los derechos de los trabajadores, el sometimiento de sus sindicatos, la jibarización de los derechos sociales fundamentales. Guerra de clases, si es necesario, con tal de que la revolución de los ricos siga su marcha triunfal.
La cuestión, así, no es la irreversibilidad de una ley, sino su evaluación en el contexto de gravedad aguda que define la cuestión social de los mexicanos del nuevo siglo, de la globalización y de la democracia. Y es esto lo que se ha puesto en la picota y reclama que cuanto antes se deje atrás tanta leyenda negra y las dirigencias políticas asuman que la pradera seca es la realidad de todos los días y para todos, sin escape.
Todo, menos los procesos biológicos y la muerte entre ellos es reversible, así vamos contemplando la reversibilidad o la anulación de una ley criminal.
Pésima memoria
Néstor de Buen
Con gran indignación leí hace unos días la noticia de que en España no permiten el ingreso de ciudadanos mexicanos si no comprueban que cuentan con recursos suficientes, acreditan la reservación de hoteles y muestran el boleto de regreso.
He tenido noticias confiables de que se trata de una medida decretada por la Unión Europea para impedir la estancia de extranjeros que, por regla general, lo que buscan es quedarse en Europa en busca del tan ansiado empleo. Me dicen, inclusive, que el ingreso de inmigrantes ilegales -así les llaman- por la vía aérea es mucho más intenso que en las famosas pateras, barquitos que sirven para muy poco y de los cuales muchas veces son más los muertos que los vivos los que llegan a las costas o son sorprendidos por los barcos encargados de impedir su acceso. Es sabido que las pateras vienen de Africa, particularmente de Marruecos, donde la falta de empleo lleva a estos aventureros a jugarse la vida -que muchas veces pierden- a cambio de la remota oportunidad de conseguir un trabajo en labores agrícolas. Los tripulantes de las pateras suelen ser de raza negra, lo que hace más difícil que, aun en el improbable caso de que alcancen las costas españolas, puedan pasar inadvertidos y lograr la residencia, aunque sea la precaria, del inmigrante ilegal.
Por supuesto que el tema conduce a comparaciones de nuestras propia emigración hacia Estados Unidos, tan llena de riesgos como la de los africanos y debida a causas muy semejantes. Lo que me causó dolor fue que España rechace a los mexicanos, a partir de un gobierno socialista que, por lo visto, ha perdido la memoria respecto del exilio que gracias a mi general Lázaro Cárdenas nos permitió a muchos miles de españoles escapar de la dictadura franquista sin cumplir otro requisito que nuestra propia identidad y circunstancia. Claro está que todo se confirmaba por venir en alguno de los barcos que hicieron el traslado desde Francia, como fueron, entre otros, el Sinaia, el Mexique y, memoria personal en juego, el Cuba, con el que viajamos desde Burdeos con destino a la República Dominicana, cuyo dictador, Leónidas Trujillo, no nos permitió desembarcar a los cerca de 500 españoles. El Cuba llegó a su destino final en Martinica, y desde allí, en un barquito disminuido denominado contradictoriamente Santo Domingo, navegamos a México y llegamos a un puerto de nombre imposible: Coatzacoalcos, el Puerto de la Esperanza como con tanto acierto lo calificó Eulalio Ferrer.
Ya instalados en México, en toda clase de condiciones, nada nos impidió hacer una vida normal: estudios, empleo, labores académicas, actividades profesionales, teatro y cine, periodismo, pintura, literatura y, entre otras, las actividades políticas, que nunca nos fueron ajenas. Se nos permitió todo, y yo digo, con particular orgullo, que el exilio español fue para México una excelente inversión. Pero no faltaba acto, que había muchos, en que se mencionara a Cárdenas, que no se desatara una enorme ovación, como alguna vez se lo oí decir a Ernesto Guasp, el inolvidable dibujante. El gobierno español invoca ahora, como razón de ser, las exigencias de la Unión Europea, que empieza a estar harta de la presencia de quienes no han nacido en los países que la integran. Me pregunto, por supuesto, si esas reglas de conducta son obligatorias o si cada uno de los países que integran la UE no podría invocar razones especiales para no cumplir esas disposiciones generales. Me cuesta trabajo aceptar que la soberanía nacional haya quedado pervertida por la obediencia ciega a mandatos que no toman en cuenta las razones particulares de cada país miembro. España no tiene derecho a rechazar el ingreso de mexicanos, obviamente adecuadamente documentados, que pretendan llegar al país, aunque pueda sospecharse que su intención sea la de quedarse para conseguir empleo. Las puertas de España siempre han estado abiertas, y en particular, a los mexicanos. En este momento (y menos si está gobernada por socialistas) no puede España faltar a la altísima responsabilidad de hacer honor a un compromiso histórico que pocos países han tenido, como el de pagar, en la mínima medida, una deuda que, por otra parte, es claramente impagable. En otros tiempos España abrió las puertas a muy distinguidos exiliados mexicanos, como Martín Luis Guzmán, probablemente el mejor escritor mexicano del siglo XX, y Alfonso Reyes, poeta y literato inolvidable. Debo suponer que eso ocurrió principalmente durante la monarquía. Pero en la Guerra Civil la presencia del lado de la República de las Brigadas Internacionales, que tanto contribuyeron a la defensa de Madrid, fue definitiva. América Latina ha sido la prolongación de España, o de la península ibérica si se quiere, como yo quiero considerar también a Brasil. Una prolongación que ha asumido su propia personalidad. Pero conserva el idioma, en sus dos versiones, las costumbres buenas y malas y los valores comunes. México ha hecho suya la memoria de un español fundamental como fue Francisco Javier Mina, que luchó por nuestra Independencia. El gobierno de España debe rectificar. Su enorme deuda histórica con México lo exige.
En varias ocasiones he escrito sobre el tema en este blog por lo cual concuerdo totalmente con el señor de Buen, de Buenos principios debería llamarse. En lo que no estoy de acuerdo es con que se deba a la mala memoria, creo que más bien es consecuencia de la falta de solidaridad humana que caracteriza a todos los países del planeta, y que aunque se les recuerde se quedan tan campantes cometiendo los mismos atropellos porque lo que menos les importa es rectificar. En este mundo las deudas por lo general no se pagan y menos las que son de índole moral, lamentablemente.
Con gran indignación leí hace unos días la noticia de que en España no permiten el ingreso de ciudadanos mexicanos si no comprueban que cuentan con recursos suficientes, acreditan la reservación de hoteles y muestran el boleto de regreso.
He tenido noticias confiables de que se trata de una medida decretada por la Unión Europea para impedir la estancia de extranjeros que, por regla general, lo que buscan es quedarse en Europa en busca del tan ansiado empleo. Me dicen, inclusive, que el ingreso de inmigrantes ilegales -así les llaman- por la vía aérea es mucho más intenso que en las famosas pateras, barquitos que sirven para muy poco y de los cuales muchas veces son más los muertos que los vivos los que llegan a las costas o son sorprendidos por los barcos encargados de impedir su acceso. Es sabido que las pateras vienen de Africa, particularmente de Marruecos, donde la falta de empleo lleva a estos aventureros a jugarse la vida -que muchas veces pierden- a cambio de la remota oportunidad de conseguir un trabajo en labores agrícolas. Los tripulantes de las pateras suelen ser de raza negra, lo que hace más difícil que, aun en el improbable caso de que alcancen las costas españolas, puedan pasar inadvertidos y lograr la residencia, aunque sea la precaria, del inmigrante ilegal.
Por supuesto que el tema conduce a comparaciones de nuestras propia emigración hacia Estados Unidos, tan llena de riesgos como la de los africanos y debida a causas muy semejantes. Lo que me causó dolor fue que España rechace a los mexicanos, a partir de un gobierno socialista que, por lo visto, ha perdido la memoria respecto del exilio que gracias a mi general Lázaro Cárdenas nos permitió a muchos miles de españoles escapar de la dictadura franquista sin cumplir otro requisito que nuestra propia identidad y circunstancia. Claro está que todo se confirmaba por venir en alguno de los barcos que hicieron el traslado desde Francia, como fueron, entre otros, el Sinaia, el Mexique y, memoria personal en juego, el Cuba, con el que viajamos desde Burdeos con destino a la República Dominicana, cuyo dictador, Leónidas Trujillo, no nos permitió desembarcar a los cerca de 500 españoles. El Cuba llegó a su destino final en Martinica, y desde allí, en un barquito disminuido denominado contradictoriamente Santo Domingo, navegamos a México y llegamos a un puerto de nombre imposible: Coatzacoalcos, el Puerto de la Esperanza como con tanto acierto lo calificó Eulalio Ferrer.
Ya instalados en México, en toda clase de condiciones, nada nos impidió hacer una vida normal: estudios, empleo, labores académicas, actividades profesionales, teatro y cine, periodismo, pintura, literatura y, entre otras, las actividades políticas, que nunca nos fueron ajenas. Se nos permitió todo, y yo digo, con particular orgullo, que el exilio español fue para México una excelente inversión. Pero no faltaba acto, que había muchos, en que se mencionara a Cárdenas, que no se desatara una enorme ovación, como alguna vez se lo oí decir a Ernesto Guasp, el inolvidable dibujante. El gobierno español invoca ahora, como razón de ser, las exigencias de la Unión Europea, que empieza a estar harta de la presencia de quienes no han nacido en los países que la integran. Me pregunto, por supuesto, si esas reglas de conducta son obligatorias o si cada uno de los países que integran la UE no podría invocar razones especiales para no cumplir esas disposiciones generales. Me cuesta trabajo aceptar que la soberanía nacional haya quedado pervertida por la obediencia ciega a mandatos que no toman en cuenta las razones particulares de cada país miembro. España no tiene derecho a rechazar el ingreso de mexicanos, obviamente adecuadamente documentados, que pretendan llegar al país, aunque pueda sospecharse que su intención sea la de quedarse para conseguir empleo. Las puertas de España siempre han estado abiertas, y en particular, a los mexicanos. En este momento (y menos si está gobernada por socialistas) no puede España faltar a la altísima responsabilidad de hacer honor a un compromiso histórico que pocos países han tenido, como el de pagar, en la mínima medida, una deuda que, por otra parte, es claramente impagable. En otros tiempos España abrió las puertas a muy distinguidos exiliados mexicanos, como Martín Luis Guzmán, probablemente el mejor escritor mexicano del siglo XX, y Alfonso Reyes, poeta y literato inolvidable. Debo suponer que eso ocurrió principalmente durante la monarquía. Pero en la Guerra Civil la presencia del lado de la República de las Brigadas Internacionales, que tanto contribuyeron a la defensa de Madrid, fue definitiva. América Latina ha sido la prolongación de España, o de la península ibérica si se quiere, como yo quiero considerar también a Brasil. Una prolongación que ha asumido su propia personalidad. Pero conserva el idioma, en sus dos versiones, las costumbres buenas y malas y los valores comunes. México ha hecho suya la memoria de un español fundamental como fue Francisco Javier Mina, que luchó por nuestra Independencia. El gobierno de España debe rectificar. Su enorme deuda histórica con México lo exige.
En varias ocasiones he escrito sobre el tema en este blog por lo cual concuerdo totalmente con el señor de Buen, de Buenos principios debería llamarse. En lo que no estoy de acuerdo es con que se deba a la mala memoria, creo que más bien es consecuencia de la falta de solidaridad humana que caracteriza a todos los países del planeta, y que aunque se les recuerde se quedan tan campantes cometiendo los mismos atropellos porque lo que menos les importa es rectificar. En este mundo las deudas por lo general no se pagan y menos las que son de índole moral, lamentablemente.
Precios del crudo: nuevos datos que confirman falsedad de cifras oficiales
Antonio Gershenson
A finales de abril, con motivo de una reducción en el precio oficial esperado para el petróleo crudo mexicano de exportación, mostrábamos que la tendencia real de este combustible, aquí y en el mercado mundial en el que se basa, era al alza. Nuevo datos apuntan a una alza a precios incluso mayores.
Primero, consideramos los precios promedio de los crudos de referencia tradicionales, WTI del oeste de Texas y Brent de la parte inglesa del Mar del Norte. Después de los datos mencionados en ese artículo anterior, que se pueden resumir en una alza de alrededor de tres dólares por mes de enero a abril de 2007. Luego de una baja de unos centavos en mayo, en lo que va de junio (la primera mitad) hay una alza de dos dólares y medio. Y tenemos enfrente el periodo de vacaciones de verano en el hemisferio norte, con un mayor consumo de gasolina en las carreteras; los posibles, meteorológicamente previstos, huracanes en el Golfo de México, aunque no necesariamente tengan que ser tan fuertes como los que hicieron subir de manera muy importante los precios de la energía hace dos años, y la inestabilidad política en regiones en las que hay países exportadores de petróleo.
Hay un segundo elemento, muy importante y que puede traducirse en cambios básicos en el mercado mundial del petróleo crudo. Uno de los crudos de referencia, el WTI, está dejando de serlo. Su comportamiento está dejando de ser representativo del comportamiento del conjunto del mercado mundial. Y este tipo de crudo es ahora más barato que, por ejemplo, el Brent, a pesar de ser más ligero (lo cual implica mayor rendimiento en gasolina en una refinería similar) y con menos azufre que el Brent. Históricamente, y técnicamente, ese crudo texano era y debía ser más caro que el Brent.
Todavía en enero pasado el WTI fue, en promedio mensual, casi dos dólares más caro que el Brent; pero luego ha sido, desde abril, más de tres dólares más barato. Podemos comparar este crudo texano con el ANS de Alaska, de peor calidad y que es el principal abastecedor de la costa del Pacífico del mismo Estados Unidos. En enero, el ANS era, como corresponde a su calidad, tres dólares y medio más barato que el texano. Pero su precio relativo ha subido sin cesar, y ya en abril era más de un dólar más caro que el WTI. ¿Hasta qué punto se puede seguir considerando como "de referencia" este último, si el comportamiento del precio de la variedad más importante para la costa del Pacífico de su mismo país es totalmente diferente?
De ahí que en algunos medios petroleros se empiece a considerar al Brent como crudo de referencia por sí solo. Y si esta apreciación se generaliza, eso implica que el precio promedio real del crudo en el mercado internacional sería mayor que el promedio de los "dos crudos de referencia" que hemos tomado como base para los precios mundiales.
Esto, a su vez, es parte de un fenómeno más amplio. El proceso de abandono del dólar como moneda de referencia en el ámbito mundial es gradual, pero no se ha detenido. En especial, se le usa menos para transacciones petroleras, aunque hay países que han hecho el cambio de manera más general.
Todo lo anterior nos muestra que lo que decíamos a finales de abril, en cuanto a que la baja en la previsión oficial de precios petroleros de exportación para 2007 iba en el sentido contrario de una realidad con precios crecientes del petróleo y de la energía en general. Ahora se ve que hay incluso, en ese sentido, elementos adicionales como el debilitamiento como pieza de mercado del crudo WTI, que a su vez es la parte más barata del promedio que hemos usado en el plano mundial. Esto, como vimos, lleva a un precio promedio real más elevado, además del aumento en el mismo binomio WTI-Brent.
También, como dijimos entonces, debemos estar alertas ante la distribución de los nuevos excedentes petroleros. Deben usarse en inversión de Pemex, y el remanente en inversión en infraestructura, y no, como ha sucedido, para beneficiar a minorías privilegiadas.
A finales de abril, con motivo de una reducción en el precio oficial esperado para el petróleo crudo mexicano de exportación, mostrábamos que la tendencia real de este combustible, aquí y en el mercado mundial en el que se basa, era al alza. Nuevo datos apuntan a una alza a precios incluso mayores.
Primero, consideramos los precios promedio de los crudos de referencia tradicionales, WTI del oeste de Texas y Brent de la parte inglesa del Mar del Norte. Después de los datos mencionados en ese artículo anterior, que se pueden resumir en una alza de alrededor de tres dólares por mes de enero a abril de 2007. Luego de una baja de unos centavos en mayo, en lo que va de junio (la primera mitad) hay una alza de dos dólares y medio. Y tenemos enfrente el periodo de vacaciones de verano en el hemisferio norte, con un mayor consumo de gasolina en las carreteras; los posibles, meteorológicamente previstos, huracanes en el Golfo de México, aunque no necesariamente tengan que ser tan fuertes como los que hicieron subir de manera muy importante los precios de la energía hace dos años, y la inestabilidad política en regiones en las que hay países exportadores de petróleo.
Hay un segundo elemento, muy importante y que puede traducirse en cambios básicos en el mercado mundial del petróleo crudo. Uno de los crudos de referencia, el WTI, está dejando de serlo. Su comportamiento está dejando de ser representativo del comportamiento del conjunto del mercado mundial. Y este tipo de crudo es ahora más barato que, por ejemplo, el Brent, a pesar de ser más ligero (lo cual implica mayor rendimiento en gasolina en una refinería similar) y con menos azufre que el Brent. Históricamente, y técnicamente, ese crudo texano era y debía ser más caro que el Brent.
Todavía en enero pasado el WTI fue, en promedio mensual, casi dos dólares más caro que el Brent; pero luego ha sido, desde abril, más de tres dólares más barato. Podemos comparar este crudo texano con el ANS de Alaska, de peor calidad y que es el principal abastecedor de la costa del Pacífico del mismo Estados Unidos. En enero, el ANS era, como corresponde a su calidad, tres dólares y medio más barato que el texano. Pero su precio relativo ha subido sin cesar, y ya en abril era más de un dólar más caro que el WTI. ¿Hasta qué punto se puede seguir considerando como "de referencia" este último, si el comportamiento del precio de la variedad más importante para la costa del Pacífico de su mismo país es totalmente diferente?
De ahí que en algunos medios petroleros se empiece a considerar al Brent como crudo de referencia por sí solo. Y si esta apreciación se generaliza, eso implica que el precio promedio real del crudo en el mercado internacional sería mayor que el promedio de los "dos crudos de referencia" que hemos tomado como base para los precios mundiales.
Esto, a su vez, es parte de un fenómeno más amplio. El proceso de abandono del dólar como moneda de referencia en el ámbito mundial es gradual, pero no se ha detenido. En especial, se le usa menos para transacciones petroleras, aunque hay países que han hecho el cambio de manera más general.
Todo lo anterior nos muestra que lo que decíamos a finales de abril, en cuanto a que la baja en la previsión oficial de precios petroleros de exportación para 2007 iba en el sentido contrario de una realidad con precios crecientes del petróleo y de la energía en general. Ahora se ve que hay incluso, en ese sentido, elementos adicionales como el debilitamiento como pieza de mercado del crudo WTI, que a su vez es la parte más barata del promedio que hemos usado en el plano mundial. Esto, como vimos, lleva a un precio promedio real más elevado, además del aumento en el mismo binomio WTI-Brent.
También, como dijimos entonces, debemos estar alertas ante la distribución de los nuevos excedentes petroleros. Deben usarse en inversión de Pemex, y el remanente en inversión en infraestructura, y no, como ha sucedido, para beneficiar a minorías privilegiadas.
De la ética y la política
Arnaldo Córdova
La política, vista desde afuera, es una cloaca pestilente y nauseabunda y es probable que haya muy contadas personas en el mundo que no estén convencidas de ello. Y creo que los políticos son los primeros que lo creen y lo saben, con la diferencia de que a ellos simplemente les tiene perfectamente sin cuidado. Pero buena parte de ellos sabe lo que los demás no saben o fingen no saber: que si bien la política es un mundillo tenebroso y siniestro en el que lo normal es que todos cometan contra los demás todas las traiciones, todas las deslealtades y todas las iniquidades que se les pueda ocurrir, también es cierto que la política es la actividad especializada que permite luchar por el poder del Estado (o de cualquier organización), alcanzarlo, ejercerlo y conservarlo.
La política tiene muy mala fama (y muy bien ganada). Creo que fue el Tejón Garizurieta quien en los años cuarenta la definió como "el arte de darle por el culo al que está abajo y de ponerle la misma región anatómica para que haga lo propio al que está arriba". Todos los norteamericanos, casi sin excepción, ven en la capital de su país, Washington, una auténtica Babilonia de corrupción, vileza y traición. Claro que lo es, pero es también el cerebro de la nación y el asiento del mayor poder mundial y ha llegado a serlo, precisamente, por las mismas razones por las que a los gringos se les congela el espinazo de tan sólo pensar en que deben hacer un viaje a esa ciudad para realizar algún trámite obligado.
Por razones de elemental supervivencia, los políticos deben saber estar bien dotados y armados para enfrentar toda clase de traiciones, deslealtades, engaños, tortuosidades, golpes bajos, maldades o seducciones (Gordillo dijo que eso le había pasado con Madrazo) e incluso hipnotismos que les pueden hacer sus contrincantes y hasta sus contlapaches. Y todos saben también que, en su momento, deben estar decididos para hacerles lo mismo si es que eso les produce un mejor posicionamiento o alguna ventaja. Saben, finalmente, que por esas razones nadie va a la cárcel y, si bien es cierto que puede pagar un costo si alguien lo descubre o lo expone en público con pruebas, después no pasa nada, porque no se trata de ningún delito, aunque sí de muchísimas faltas a la moral y a las buenas costumbres, pero tampoco eso está penado por la ley.
Mi querido amigo José Agustín Ortiz Pinchetti anda preocupado por esos problemas. Su punto de vista es que es absolutamente inadmisible que un político sea todo lo que hemos visto que es (creo que, por lo general, puede ser peor). Hace unas semanas me hizo una entrevista desde Florencia, Italia, para que le dijera qué pensaba del tema, comenzando por lo que escribió Maquiavelo al respecto. Creo que no le gustó lo que le respondí, porque en su columna tan rudamente titulada "Contra el maquiavelismo" de hace dos domingos escribió lo siguiente, dándome un severo coscorrón: "Es cierto que un político puede ser eficaz e inmoral simultáneamente, pero las violaciones a la ética no perdonan ni a los políticos. No existen dos esferas separadas: la política está sujeta a los principios de la ética, como cualquier otra actividad humana. El comportamiento corrupto, desleal, traicionero y tortuoso es signo de decadencia, no de habilidad".
José Agustín se refiere a dos respuestas mías. Me preguntó si Maquiavelo aconsejaba ser desleal, traicionero o tortuoso. Yo le dije que en realidad el Secretario Florentino no es que aconsejara al príncipe (al político) ser desleal, cruel, traicionero o falso; lo que él buscaba saber es lo que un príncipe hace para tener éxito, para triunfar en la lucha política, independientemente de sus métodos o de sus recursos. Maquiavelo no daba consejos, aunque lo parezca, sino descripciones de lo que el buen político hace para ganar. También me preguntó si Maquiavelo constató que los políticos de su época se portaban en forma desleal, tortuosa o traicionera. Le contesté que eso no le interesaba, sino ver cómo triunfa un príncipe en la política y estudiar la acción política exitosa del modo más objetivo posible, sin orejeras éticas o religiosas. El nunca juzgó a los príncipes de su época para saber si eran buenos o malos; esto le tenía sin cuidado.
También le dije a mi querido amigo que estoy convencido de que la ética no va con la política: es otra esfera de la vida de los hombres en sociedad. Si metemos a la ética con la política vamos a acabar corrompiéndola y adulterándola. Y a la política la vamos a acabar pervirtiendo hasta hacerla totalmente infuncional. Maquiavelo independizó a la política de la moral, para poder entenderla; Kant independizó al derecho de la moral, asimismo, para poder estudiarlo como tal. La ética no nos sirve para hacer política ni tampoco para estudiarla. De otro modo, acabaríamos sin ver ni saber nada tanto de la ética como de la política.
La sentencia de José Agustín en su citada columna es flamigerante: el que viola los principios éticos la paga. Pues, con todo respeto para mi amigo, yo no veo que Salinas haya pagado por no respetar los principios de la ética; tampoco veo que Zedillo, ni Fox, ni Gil Díaz, ni muchos otros hayan sufrido tal punición. La Gordillo, que es una violadora contumaz de los principios de la ética, sigue vivita y coleando. Madrazo pagó sus tonterías, no su falta de ética. Calderón fue poco ético, pero ganó finalmente la Presidencia de la República. A los corruptos no se les castiga, me dijo José Agustín. Yo le respondí que sí se les ha castigado, cuando los agarran en flagrancia, si bien habría que agregar que no los castigan precisamente por corruptos, sino, parafraseando a don Luis Cabrera, por pendejos.
La política es así. Estoy pensando en qué diría Salinas de Gortari si alguien le preguntara si él piensa que es éticamente bueno. O si se le preguntara a la Gordillo qué es la moral para ella y a tantos otros. Probablemente dirían, con el Alazán Tostado, Gonzalo N. Santos, "la moral es un árbol que da moras o sirve para pura chingada".
PD. En mi artículo del domingo pasado yo no escribí "las clases obreras", como algún corrector de mala leche me puso, sino "las clases trabajadoras". Todavía puedo distinguir a un trabajador de una fábrica y uno del campo y, también, sé lo que quiere decir "éste" (con acento) y "este" (sin acento)
Si bien concuerdo con que lo que pinta Arnaldo es la realidad, también creo que eso es lo que debiera al menos preocuparnos como a Ortiz Pinchetti, pues el que el derecho y la política, así como la economía, estén separados de la moral es lo que hace al mundo insufrible para más de tres cuartos de su población. Si las disciplinas que organizan la sociedad se rigen por mentiras, traiciones y corruptelas no podemos esperar que ésta reciba ningún beneficio de ellas y por lo tanto pierden la utilidad y los objetivos filosóficos que les dieron origen. Lo que ello refleja es el atraso en que el ser humano vive aún, en términos de procurarse bienestar de la convivencia. La falta de conciencia ética nos sitúa en el salvajismo y la barbarie y debiera ser ocupación constante para quienes la tienen apuntalarla lo más posible como modelo a seguir si es que queremos progresar como organización viviente y lo mero principal como seres vivos que puedan obtener de la vida un goce para que al dejarla nos vayamos con la idea de que valió la pena y no de que fue una lamentable experiencia además de el absurdo que en sí entraña.
La política tiene muy mala fama (y muy bien ganada). Creo que fue el Tejón Garizurieta quien en los años cuarenta la definió como "el arte de darle por el culo al que está abajo y de ponerle la misma región anatómica para que haga lo propio al que está arriba". Todos los norteamericanos, casi sin excepción, ven en la capital de su país, Washington, una auténtica Babilonia de corrupción, vileza y traición. Claro que lo es, pero es también el cerebro de la nación y el asiento del mayor poder mundial y ha llegado a serlo, precisamente, por las mismas razones por las que a los gringos se les congela el espinazo de tan sólo pensar en que deben hacer un viaje a esa ciudad para realizar algún trámite obligado.
Por razones de elemental supervivencia, los políticos deben saber estar bien dotados y armados para enfrentar toda clase de traiciones, deslealtades, engaños, tortuosidades, golpes bajos, maldades o seducciones (Gordillo dijo que eso le había pasado con Madrazo) e incluso hipnotismos que les pueden hacer sus contrincantes y hasta sus contlapaches. Y todos saben también que, en su momento, deben estar decididos para hacerles lo mismo si es que eso les produce un mejor posicionamiento o alguna ventaja. Saben, finalmente, que por esas razones nadie va a la cárcel y, si bien es cierto que puede pagar un costo si alguien lo descubre o lo expone en público con pruebas, después no pasa nada, porque no se trata de ningún delito, aunque sí de muchísimas faltas a la moral y a las buenas costumbres, pero tampoco eso está penado por la ley.
Mi querido amigo José Agustín Ortiz Pinchetti anda preocupado por esos problemas. Su punto de vista es que es absolutamente inadmisible que un político sea todo lo que hemos visto que es (creo que, por lo general, puede ser peor). Hace unas semanas me hizo una entrevista desde Florencia, Italia, para que le dijera qué pensaba del tema, comenzando por lo que escribió Maquiavelo al respecto. Creo que no le gustó lo que le respondí, porque en su columna tan rudamente titulada "Contra el maquiavelismo" de hace dos domingos escribió lo siguiente, dándome un severo coscorrón: "Es cierto que un político puede ser eficaz e inmoral simultáneamente, pero las violaciones a la ética no perdonan ni a los políticos. No existen dos esferas separadas: la política está sujeta a los principios de la ética, como cualquier otra actividad humana. El comportamiento corrupto, desleal, traicionero y tortuoso es signo de decadencia, no de habilidad".
José Agustín se refiere a dos respuestas mías. Me preguntó si Maquiavelo aconsejaba ser desleal, traicionero o tortuoso. Yo le dije que en realidad el Secretario Florentino no es que aconsejara al príncipe (al político) ser desleal, cruel, traicionero o falso; lo que él buscaba saber es lo que un príncipe hace para tener éxito, para triunfar en la lucha política, independientemente de sus métodos o de sus recursos. Maquiavelo no daba consejos, aunque lo parezca, sino descripciones de lo que el buen político hace para ganar. También me preguntó si Maquiavelo constató que los políticos de su época se portaban en forma desleal, tortuosa o traicionera. Le contesté que eso no le interesaba, sino ver cómo triunfa un príncipe en la política y estudiar la acción política exitosa del modo más objetivo posible, sin orejeras éticas o religiosas. El nunca juzgó a los príncipes de su época para saber si eran buenos o malos; esto le tenía sin cuidado.
También le dije a mi querido amigo que estoy convencido de que la ética no va con la política: es otra esfera de la vida de los hombres en sociedad. Si metemos a la ética con la política vamos a acabar corrompiéndola y adulterándola. Y a la política la vamos a acabar pervirtiendo hasta hacerla totalmente infuncional. Maquiavelo independizó a la política de la moral, para poder entenderla; Kant independizó al derecho de la moral, asimismo, para poder estudiarlo como tal. La ética no nos sirve para hacer política ni tampoco para estudiarla. De otro modo, acabaríamos sin ver ni saber nada tanto de la ética como de la política.
La sentencia de José Agustín en su citada columna es flamigerante: el que viola los principios éticos la paga. Pues, con todo respeto para mi amigo, yo no veo que Salinas haya pagado por no respetar los principios de la ética; tampoco veo que Zedillo, ni Fox, ni Gil Díaz, ni muchos otros hayan sufrido tal punición. La Gordillo, que es una violadora contumaz de los principios de la ética, sigue vivita y coleando. Madrazo pagó sus tonterías, no su falta de ética. Calderón fue poco ético, pero ganó finalmente la Presidencia de la República. A los corruptos no se les castiga, me dijo José Agustín. Yo le respondí que sí se les ha castigado, cuando los agarran en flagrancia, si bien habría que agregar que no los castigan precisamente por corruptos, sino, parafraseando a don Luis Cabrera, por pendejos.
La política es así. Estoy pensando en qué diría Salinas de Gortari si alguien le preguntara si él piensa que es éticamente bueno. O si se le preguntara a la Gordillo qué es la moral para ella y a tantos otros. Probablemente dirían, con el Alazán Tostado, Gonzalo N. Santos, "la moral es un árbol que da moras o sirve para pura chingada".
PD. En mi artículo del domingo pasado yo no escribí "las clases obreras", como algún corrector de mala leche me puso, sino "las clases trabajadoras". Todavía puedo distinguir a un trabajador de una fábrica y uno del campo y, también, sé lo que quiere decir "éste" (con acento) y "este" (sin acento)
Si bien concuerdo con que lo que pinta Arnaldo es la realidad, también creo que eso es lo que debiera al menos preocuparnos como a Ortiz Pinchetti, pues el que el derecho y la política, así como la economía, estén separados de la moral es lo que hace al mundo insufrible para más de tres cuartos de su población. Si las disciplinas que organizan la sociedad se rigen por mentiras, traiciones y corruptelas no podemos esperar que ésta reciba ningún beneficio de ellas y por lo tanto pierden la utilidad y los objetivos filosóficos que les dieron origen. Lo que ello refleja es el atraso en que el ser humano vive aún, en términos de procurarse bienestar de la convivencia. La falta de conciencia ética nos sitúa en el salvajismo y la barbarie y debiera ser ocupación constante para quienes la tienen apuntalarla lo más posible como modelo a seguir si es que queremos progresar como organización viviente y lo mero principal como seres vivos que puedan obtener de la vida un goce para que al dejarla nos vayamos con la idea de que valió la pena y no de que fue una lamentable experiencia además de el absurdo que en sí entraña.
El paraembajador de Colombia tiene los días contados
Carlos Fazio
Altos mandos del ejército colombiano estarían involucrados con paramilitares autores de matanzas contra civiles en el país sudamericano. La imagen, durante un desfile de 2003 Foto: Ap
Altos mandos del ejército colombiano estarían involucrados con paramilitares autores de matanzas contra civiles en el país sudamericano. La imagen, durante un desfile de 2003 Foto: Ap
El embajador de Colombia en México, Luis Camilo Osorio, está en problemas. El diplomático está siendo investigado en su país en el caso de la llamada narcoparapolítica, un tenebroso y enorme engranaje que parte del Estado mismo y vincula a empresarios, gobernadores, políticos y legisladores del entorno íntimo del presidente Alvaro Uribe, así como a magistrados del Poder Judicial con conocidos narcotraficantes y jefes paramilitares.
Osorio, quien presentó sus cartas credenciales como embajador en México el 22 de noviembre de 2006, fue fiscal general de la nación entre 2001 y 2005, y está identificado por diversas instituciones humanitarias como uno de los principales encubridores de responsables de masacres, ejecuciones extrajudiciales e inhumaciones clandestinas de cientos de personas. Durante su gestión, prácticamente nunca hubo esfuerzos por descubrir quiénes fueron los autores intelectuales y materiales de homicidios colectivos y crímenes de lesa humanidad en departamentos como Sucre, Antioquia, Norte de Santander o Meta, donde siempre aparecían vinculados los nombres de jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Carlos Castaño, Salvatore Mancuso o, incluso, Fidel Castaño.
El pasado 15 de mayo, al comparecer ante la fiscalía de Medellín, Salvatore Mancuso declaró lo que todo mundo sabía desde hace tiempo: que el paramilitarismo es y ha sido una estrategia del Estado colombiano. Apoyándose en los manuales de contrainsurgencia del ejército, en una acción discursiva calculada, Mancuso pretendió ubicarse como víctima de una ideología que preconiza la defensa del cristianismo, el capitalismo y la democracia. Banalizó su responsabilidad individual en crímenes de lesa humanidad e intentó sustentar una responsabilidad colectiva institucional. El, como el nazi Adolf Eichmann, sólo cumplía órdenes; era sólo una parte de la maquinaria militar oficial. Sin embargo, denunció: "Yo soy la prueba fehaciente del paramilitarismo de Estado en Colombia (...) El paramilitarismo ha sido orquestado por los gremios económicos, que son los que ponen la plata, plata que favorece a los políticos y el ejército dispara a quien se oponga a esto, sea o no sea guerrilla".
En su confesión, el ex comandante de las AUC soltó varios nombres de funcionarios y militares de alto rango presuntamente involucrados en matanzas contra población civil indefensa. Por ejemplo, reveló que se había reunido en varias ocasiones con el ahora vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, y con el actual ministro de Defensa, Juan Manuel Santos. Y por primera vez mencionó sus nexos con los generales retirados Iván Ramírez Quintero, ex jefe de inteligencia del ejército; el ex comandante del arma Martín Orlando Carreño, y Rito Alejo del Río, con quienes, dijo, planeó la "expansión paramilitar" en el norte de Colombia.
El brigadier general Rito Alejo del Río, ex comandante de la Brigada XVII del ejército en el Urabá antioqueño y sindicado como uno de los "padres" del paramilitarismo en los años 80, está acusado de ser autor intelectual de más de 200 crímenes de lesa humanidad. Entre ellos, la llamada Operación Génesis, que en febrero de 1997 provocó la muerte de 170 campesinos y el desplazamiento forzoso de 3 mil afrocolombianos de la cuenca del río Cacarica, en el departamento del Chocó. Del Río fue capturado el 21 de julio de 2001, pero el entonces fiscal general de la nación, Luis Camilo Osorio, desestimó las denuncias, a pesar de que había una carga probatoria importante.
Por vía paralela, según constató en 2002 la organización Human Rights Watch, Osorio, quien al llegar a la fiscalía dijo a sus subordinados que las investigaciones contra los militares "no eran bienvenidas" y que había que reducir la atención que se daba a los casos de actividad paramilitar, porque tenían una "carga ideológica", desencadenó una "purga" de funcionarios judiciales que habían participado en el caso de los paragenerales. Destituyó a nueve fiscales, 15 se vieron forzados a renunciar bajo la acusación de "falta de lealtad con la institución" y desmanteló la Unidad de Derechos Humanos de la fiscalía.
Asimismo, allanó el camino para que un juez concediera a Del Río un recurso de habeas corpus y recuperara su libertad. Las evidencias contra el militar eran tan contundentes, que el presidente Andrés Pastrana tuvo que retirarlo del servicio activo, y hasta Estados Unidos removió su visa por "terrorismo internacional". No obstante esos antecedentes, en marzo de 2004 el propio fiscal Osorio se encargó de investigar al general por los hechos de Urabá, reorientó la indagación, lo absolvió de responsabilidad penal y archivó el proceso. También se negó a investigar acusaciones muy graves contra el presidente Alvaro Uribe, quien había patrocinado grupos paramilitares cuando fue gobernador del departamento de Antioquia, así como sus presuntos vínculos de complicidad con las conductas delictivas del general Del Río.
Según organizaciones humanitarias, mediante opiniones arbitrarias, Osorio descalificó todos los testimonios allegados al proceso, no obstante obrar en el expediente acusaciones sobre numerosos asesinatos, desapariciones forzadas, torturas, desplazamientos obligados de población civil, bombardeos, actos de violencia sexual y pillajes. El caso ha sido admitido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que encontró responsabilidad del Estado colombiano en la Operación Génesis. Fue el mismo Osorio quien se encargó de absolver, además, al general de la Armada, Rodrigo Quiñónez Cárdenas, y a otros oficiales que eran investigados por presunta omisión en el asesinato de 26 campesinos en Chengue, Sucre, por paramilitares.
Osorio está siendo investigado, también, por haber desatendido a un testigo, Jairo Castillo Peralta, quien desde 2001 entregó todas las pruebas que demostraban el maridaje de la clase política de Sucre con el paramilitarismo. Paradójicamente, Castillo es en la actualidad la base para que la Corte Suprema de Justicia tenga en prisión a los congresistas Alvaro García Romero y Erick Morris, de la coalición gobernante, y la fiscalía busque a Salvador Arana, ex gobernador del departamento de Sucre.
Otra acusación que vincula a Osorio con los paramilitares fue formulada por Magally Moreno Vera, asistente personal de la ex directora de fiscalías de Cúcuta, Ana María Flórez, amiga personal del actual embajador en México. Moreno admitió que ambas formaban parte de una red controlada por el jefe paramilitar conocido como Iguana. También señaló que en los tiempos de Osorio la relación de las AUC con la justicia colombiana "ya no era de maridaje, sino una verdadera luna de miel". La testigo aseguró que prácticamente todas las instancias operativas y judiciales del departamento Norte de Santander estaban penetradas por el paramilitarismo. De hecho, reveló nombres de altos oficiales del ejército, la policía y el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) que eran activos colaboradores de los paras. Y aseguró que pese a que nunca conoció una orden directa, "todos en la fiscalía sabían que tenían que colaborar" con esa organización clandestina, porque "la orden venía de arriba (entiéndase Luis Camilo Osorio)".
El investigador Richard Riaño Botina, experto en rastrear comunicaciones y sistemas informáticos, es otro dolor de cabeza para Osorio. Riaño, quien realizaba labores de inteligencia dentro de la fiscalía, hasta que fue echado por Osorio, encontró que los teléfonos de al menos 54 funcionarios del ente investigador se cruzaban con los de paramilitares del oriente colombiano. El hacker halló idéntica situación en algunas oficinas del DAS y del Congreso. Riaño, quien pidió a las autoridades colombianas protección en el exterior, entregó al senador Gustavo Petro, del Polo Democrático, grabaciones, mensajes electrónicos y comunicaciones decodificadas que podrían servir no sólo para esclarecer algunos crímenes, sino para reabrir procesos contra paramilitares, que fueron cerrados durante la administración de Osorio.
El caso dio lugar para que el ahora embajador fuera vinculado formalmente a un proceso que, de prosperar, podría conducir a una declaración de indignidad para el ejercicio de su cargo diplomático en México. Si hay evidencia de que sus actuaciones como fiscal pueden calificarse como delitos, la Corte Suprema podría llevarlo a juicio. En ese caso, se convertiría en pieza clave para desentrañar los tentáculos de las Autodefensas Unidas de Colombia en el gobierno de Uribe, los empresarios y la clase política que integran la alianza oficial.
Por otra parte, el embajador Osorio ha sido acusado en México de seguir los pasos de su antecesor, Luis Ignacio Guzmán, quien convirtió la sede diplomática del país sudamericano en esta capital en un centro de espionaje contra residentes colombianos y mexicanos solidarios con las luchas en aquella nación. Tampoco sería ajeno a las filtraciones periodísticas de los servicios de inteligencia colombianos sobre presuntos vínculos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con narcotraficantes mexicanos y la existencia de "células" de esa guerrilla en territorio nacional. México, no hay duda, tiene un huésped diplomático con serios problemas judiciales, que además se inmiscuye en asuntos internos, por lo que algunas voces comienzan a señalar que debería ser declarado persona non grata.
Osorio, quien presentó sus cartas credenciales como embajador en México el 22 de noviembre de 2006, fue fiscal general de la nación entre 2001 y 2005, y está identificado por diversas instituciones humanitarias como uno de los principales encubridores de responsables de masacres, ejecuciones extrajudiciales e inhumaciones clandestinas de cientos de personas. Durante su gestión, prácticamente nunca hubo esfuerzos por descubrir quiénes fueron los autores intelectuales y materiales de homicidios colectivos y crímenes de lesa humanidad en departamentos como Sucre, Antioquia, Norte de Santander o Meta, donde siempre aparecían vinculados los nombres de jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Carlos Castaño, Salvatore Mancuso o, incluso, Fidel Castaño.
El pasado 15 de mayo, al comparecer ante la fiscalía de Medellín, Salvatore Mancuso declaró lo que todo mundo sabía desde hace tiempo: que el paramilitarismo es y ha sido una estrategia del Estado colombiano. Apoyándose en los manuales de contrainsurgencia del ejército, en una acción discursiva calculada, Mancuso pretendió ubicarse como víctima de una ideología que preconiza la defensa del cristianismo, el capitalismo y la democracia. Banalizó su responsabilidad individual en crímenes de lesa humanidad e intentó sustentar una responsabilidad colectiva institucional. El, como el nazi Adolf Eichmann, sólo cumplía órdenes; era sólo una parte de la maquinaria militar oficial. Sin embargo, denunció: "Yo soy la prueba fehaciente del paramilitarismo de Estado en Colombia (...) El paramilitarismo ha sido orquestado por los gremios económicos, que son los que ponen la plata, plata que favorece a los políticos y el ejército dispara a quien se oponga a esto, sea o no sea guerrilla".
En su confesión, el ex comandante de las AUC soltó varios nombres de funcionarios y militares de alto rango presuntamente involucrados en matanzas contra población civil indefensa. Por ejemplo, reveló que se había reunido en varias ocasiones con el ahora vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, y con el actual ministro de Defensa, Juan Manuel Santos. Y por primera vez mencionó sus nexos con los generales retirados Iván Ramírez Quintero, ex jefe de inteligencia del ejército; el ex comandante del arma Martín Orlando Carreño, y Rito Alejo del Río, con quienes, dijo, planeó la "expansión paramilitar" en el norte de Colombia.
El brigadier general Rito Alejo del Río, ex comandante de la Brigada XVII del ejército en el Urabá antioqueño y sindicado como uno de los "padres" del paramilitarismo en los años 80, está acusado de ser autor intelectual de más de 200 crímenes de lesa humanidad. Entre ellos, la llamada Operación Génesis, que en febrero de 1997 provocó la muerte de 170 campesinos y el desplazamiento forzoso de 3 mil afrocolombianos de la cuenca del río Cacarica, en el departamento del Chocó. Del Río fue capturado el 21 de julio de 2001, pero el entonces fiscal general de la nación, Luis Camilo Osorio, desestimó las denuncias, a pesar de que había una carga probatoria importante.
Por vía paralela, según constató en 2002 la organización Human Rights Watch, Osorio, quien al llegar a la fiscalía dijo a sus subordinados que las investigaciones contra los militares "no eran bienvenidas" y que había que reducir la atención que se daba a los casos de actividad paramilitar, porque tenían una "carga ideológica", desencadenó una "purga" de funcionarios judiciales que habían participado en el caso de los paragenerales. Destituyó a nueve fiscales, 15 se vieron forzados a renunciar bajo la acusación de "falta de lealtad con la institución" y desmanteló la Unidad de Derechos Humanos de la fiscalía.
Asimismo, allanó el camino para que un juez concediera a Del Río un recurso de habeas corpus y recuperara su libertad. Las evidencias contra el militar eran tan contundentes, que el presidente Andrés Pastrana tuvo que retirarlo del servicio activo, y hasta Estados Unidos removió su visa por "terrorismo internacional". No obstante esos antecedentes, en marzo de 2004 el propio fiscal Osorio se encargó de investigar al general por los hechos de Urabá, reorientó la indagación, lo absolvió de responsabilidad penal y archivó el proceso. También se negó a investigar acusaciones muy graves contra el presidente Alvaro Uribe, quien había patrocinado grupos paramilitares cuando fue gobernador del departamento de Antioquia, así como sus presuntos vínculos de complicidad con las conductas delictivas del general Del Río.
Según organizaciones humanitarias, mediante opiniones arbitrarias, Osorio descalificó todos los testimonios allegados al proceso, no obstante obrar en el expediente acusaciones sobre numerosos asesinatos, desapariciones forzadas, torturas, desplazamientos obligados de población civil, bombardeos, actos de violencia sexual y pillajes. El caso ha sido admitido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que encontró responsabilidad del Estado colombiano en la Operación Génesis. Fue el mismo Osorio quien se encargó de absolver, además, al general de la Armada, Rodrigo Quiñónez Cárdenas, y a otros oficiales que eran investigados por presunta omisión en el asesinato de 26 campesinos en Chengue, Sucre, por paramilitares.
Osorio está siendo investigado, también, por haber desatendido a un testigo, Jairo Castillo Peralta, quien desde 2001 entregó todas las pruebas que demostraban el maridaje de la clase política de Sucre con el paramilitarismo. Paradójicamente, Castillo es en la actualidad la base para que la Corte Suprema de Justicia tenga en prisión a los congresistas Alvaro García Romero y Erick Morris, de la coalición gobernante, y la fiscalía busque a Salvador Arana, ex gobernador del departamento de Sucre.
Otra acusación que vincula a Osorio con los paramilitares fue formulada por Magally Moreno Vera, asistente personal de la ex directora de fiscalías de Cúcuta, Ana María Flórez, amiga personal del actual embajador en México. Moreno admitió que ambas formaban parte de una red controlada por el jefe paramilitar conocido como Iguana. También señaló que en los tiempos de Osorio la relación de las AUC con la justicia colombiana "ya no era de maridaje, sino una verdadera luna de miel". La testigo aseguró que prácticamente todas las instancias operativas y judiciales del departamento Norte de Santander estaban penetradas por el paramilitarismo. De hecho, reveló nombres de altos oficiales del ejército, la policía y el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) que eran activos colaboradores de los paras. Y aseguró que pese a que nunca conoció una orden directa, "todos en la fiscalía sabían que tenían que colaborar" con esa organización clandestina, porque "la orden venía de arriba (entiéndase Luis Camilo Osorio)".
El investigador Richard Riaño Botina, experto en rastrear comunicaciones y sistemas informáticos, es otro dolor de cabeza para Osorio. Riaño, quien realizaba labores de inteligencia dentro de la fiscalía, hasta que fue echado por Osorio, encontró que los teléfonos de al menos 54 funcionarios del ente investigador se cruzaban con los de paramilitares del oriente colombiano. El hacker halló idéntica situación en algunas oficinas del DAS y del Congreso. Riaño, quien pidió a las autoridades colombianas protección en el exterior, entregó al senador Gustavo Petro, del Polo Democrático, grabaciones, mensajes electrónicos y comunicaciones decodificadas que podrían servir no sólo para esclarecer algunos crímenes, sino para reabrir procesos contra paramilitares, que fueron cerrados durante la administración de Osorio.
El caso dio lugar para que el ahora embajador fuera vinculado formalmente a un proceso que, de prosperar, podría conducir a una declaración de indignidad para el ejercicio de su cargo diplomático en México. Si hay evidencia de que sus actuaciones como fiscal pueden calificarse como delitos, la Corte Suprema podría llevarlo a juicio. En ese caso, se convertiría en pieza clave para desentrañar los tentáculos de las Autodefensas Unidas de Colombia en el gobierno de Uribe, los empresarios y la clase política que integran la alianza oficial.
Por otra parte, el embajador Osorio ha sido acusado en México de seguir los pasos de su antecesor, Luis Ignacio Guzmán, quien convirtió la sede diplomática del país sudamericano en esta capital en un centro de espionaje contra residentes colombianos y mexicanos solidarios con las luchas en aquella nación. Tampoco sería ajeno a las filtraciones periodísticas de los servicios de inteligencia colombianos sobre presuntos vínculos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con narcotraficantes mexicanos y la existencia de "células" de esa guerrilla en territorio nacional. México, no hay duda, tiene un huésped diplomático con serios problemas judiciales, que además se inmiscuye en asuntos internos, por lo que algunas voces comienzan a señalar que debería ser declarado persona non grata.
Telescopio
El Buscón
Por fin una noticia reconfortante: Cuba, como se sabe, es un pequeño país y su población total es casi un tercio de la del Distrito Federal y sus alrededores. Pues bien, el Granma informa con legítimo orgullo que dentro de dos años, en 2009, la isla tendrá nada menos que un millón de graduados universitarios. Hay que agregar que en varias ramas del saber la calidad de la enseñanza cubana está a la vanguardia y que el país, que es pobre, forma en sus universidades decenas de miles de estudiantes latinoamericanos con escasos recursos. El mismo periódico da una noticia opuesta: el Pentágono pide más dinero para reclutar 25 por ciento más de siquiatras, ya que entre 15 y 20 por ciento de los soldados que vuelven de Irak padecen trastornos mentales graves. Y hablando del Pentágono, El País, de Montevideo, publica una noticia insólita: aquél habría estudiado una "bomba gay" que, arrojada sobre los soldados enemigos, según el diario, "les provocaría irresistibles impulsos homosexuales" (acuérdense de cuando los geniales estrategas de la Agencia Central de Inteligencia estudiaron hacerle caer la barba a Fidel Castro para quitarle prestigio).
* * *
El caldero venezolano: Según Globovisión, el gobierno venezolano está dispuesto a comprar los equipos de la ex Radio Caracas Televisión (RCTV). Si sus ex concesionarios no concordasen con el precio, se nombrarían peritos para fijarlo. Quienes hablaban de despojo, en el país y en el extranjero, no han comentado la noticia, por supuesto. Tal Cual, igualmente opositor pero dirigido por un ex guerrillero, ex comunista, ex maoísta, ex ministro del gobierno del democristiano Caldera, dice ahora que el partido de éste -Copei- acusa al gobierno de malversación de fondos públicos, que habrían sido destinados a formar las listas del nuevo partido socialista único, el PSUV, promovido por Hugo Chávez Frías. Por su parte, El Nacional informa que a un año de su elección, de acuerdo con lo que permite la Constitución y a pedido de 20 por ciento del electorado de sus respectivas regiones, el primero de octubre próximo serán sometidos a referendo revocatorio siete gobernadores (los de Vargas, Anzoátegui, Bolívar, Trujillo, Miranda, Carabobo y Yaracuy) y 109 alcaldes. Pensemos, por ejemplo, en Oaxaca y Ulises Ruiz Ortiz.
* * *
En el sur del Sur: El País afirma que los sindicatos uruguayos se oponen a la reforma tributaria y que la mafia rusa invierte en el sector inmobiliario del país. Página 12, argentino, reporta por su parte el apoyo de la Central de Trabajadores Argentinos -a la que, sin embargo, el gobierno de Kirchner no le ha concedido la personería gremial- al candidato kirchnerista para la ciudad de Buenos Aires, Daniel Filmus. El chileno La Tercera revela, a su vez, que los ferrocarriles compraron a la española Renfe trenes usados que fallaron pocos días después de su inauguración, aunque una empresa china había ofrecido, más baratos, trenes nuevos y mejores.
Por fin una noticia reconfortante: Cuba, como se sabe, es un pequeño país y su población total es casi un tercio de la del Distrito Federal y sus alrededores. Pues bien, el Granma informa con legítimo orgullo que dentro de dos años, en 2009, la isla tendrá nada menos que un millón de graduados universitarios. Hay que agregar que en varias ramas del saber la calidad de la enseñanza cubana está a la vanguardia y que el país, que es pobre, forma en sus universidades decenas de miles de estudiantes latinoamericanos con escasos recursos. El mismo periódico da una noticia opuesta: el Pentágono pide más dinero para reclutar 25 por ciento más de siquiatras, ya que entre 15 y 20 por ciento de los soldados que vuelven de Irak padecen trastornos mentales graves. Y hablando del Pentágono, El País, de Montevideo, publica una noticia insólita: aquél habría estudiado una "bomba gay" que, arrojada sobre los soldados enemigos, según el diario, "les provocaría irresistibles impulsos homosexuales" (acuérdense de cuando los geniales estrategas de la Agencia Central de Inteligencia estudiaron hacerle caer la barba a Fidel Castro para quitarle prestigio).
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El caldero venezolano: Según Globovisión, el gobierno venezolano está dispuesto a comprar los equipos de la ex Radio Caracas Televisión (RCTV). Si sus ex concesionarios no concordasen con el precio, se nombrarían peritos para fijarlo. Quienes hablaban de despojo, en el país y en el extranjero, no han comentado la noticia, por supuesto. Tal Cual, igualmente opositor pero dirigido por un ex guerrillero, ex comunista, ex maoísta, ex ministro del gobierno del democristiano Caldera, dice ahora que el partido de éste -Copei- acusa al gobierno de malversación de fondos públicos, que habrían sido destinados a formar las listas del nuevo partido socialista único, el PSUV, promovido por Hugo Chávez Frías. Por su parte, El Nacional informa que a un año de su elección, de acuerdo con lo que permite la Constitución y a pedido de 20 por ciento del electorado de sus respectivas regiones, el primero de octubre próximo serán sometidos a referendo revocatorio siete gobernadores (los de Vargas, Anzoátegui, Bolívar, Trujillo, Miranda, Carabobo y Yaracuy) y 109 alcaldes. Pensemos, por ejemplo, en Oaxaca y Ulises Ruiz Ortiz.
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En el sur del Sur: El País afirma que los sindicatos uruguayos se oponen a la reforma tributaria y que la mafia rusa invierte en el sector inmobiliario del país. Página 12, argentino, reporta por su parte el apoyo de la Central de Trabajadores Argentinos -a la que, sin embargo, el gobierno de Kirchner no le ha concedido la personería gremial- al candidato kirchnerista para la ciudad de Buenos Aires, Daniel Filmus. El chileno La Tercera revela, a su vez, que los ferrocarriles compraron a la española Renfe trenes usados que fallaron pocos días después de su inauguración, aunque una empresa china había ofrecido, más baratos, trenes nuevos y mejores.
Los bueyes y la carreta
León García Soler
En su torre de marfil, Alan Greenspan fue oráculo de la Reserva Federal; el Mago de Oz ante cuyas palabras se inclinaban los dueños del dinero, y los simples mortales conteníamos el aliento en espera de los efectos económicos que predecían los dígitos dictados para fijar las tasas de interés del imperio. El prime rate y el rechinar de los ejes de las carretas del subdesarrollo o las economías a horcajadas, "en vías de desarrollo".
El hombrecillo de la magia se retiró. Hoy viaja por el mundo y predica la sabiduría acumulada en décadas de dictador de la economía global. Vino a México y sentenció la catástrofe del ingreso público si no damos vía libre a la inversión extranjera en Pemex. La expropiación y nacionalización del petróleo, punto de partida del progreso y del auge del capitalismo en México. Hoy los timoratos dicen que no viene el capital del que habla Greenspan porque Pemex es del Estado y nuestras leyes permiten la expropiación. Terquedad ignara contra certeza jurídica. Dondequiera que se ha constituido un Estado-nación, las leyes fundamentales establecen la facultad soberana de expropiar, de ejercer lo que los juristas anglosajones llaman emminent domain, el dominio eminente sobre la propiedad privada.
Donde impera la economía de mercado, donde la democracia es sinónimo de capitalismo y receta para enderezar entuertos ajenos; donde aceptamos y acatamos el consenso de Washington, ahí también puede el gobiernos expropiar en favor del interés común y fincar sobre terrenos registrados como sacrosanta propiedad privada.
El formidable señor Greenspan no trajo a cuento el pecado original mexicano de la expropiación petrolera. Lo suyo es la moneda, el capital y su flujo, rentas fijas o inversiones de riesgo. La del petróleo es una industria de riesgo, de alto riesgo. Y altos rendimientos. Los miedos que alientan los patrocinadores de prédicas capitalistas nada tienen que ver con que Pemex sea del Estado: la apabullante mayoría de las grandes empresas petroleras son de propiedad estatal. En Noruega, en Arabia Saudita, en Irán, en Rusia, en Brasil, en Venezuela. En fin, los timoratos nativos gritan que no fluye el capital porque Pemex es del Estado. Pero desde los primeros instantes del petróleo nacionalizado hubo y hay capital privado invertido en trabajos de exploración, perforación, refinación y distribución de crudo y gas. Lo que se debatía en la señorial reunión donde el señor Greenspan nos anunció el agotamiento de las reservas si no damos paso a la inversión extranjera, capital y tecnología para explotar los depósitos en mares profundos del Golfo de México, era la catástrofe fiscal, desplome del ingreso, de la hacienda pública. Pemex paga impuestos que equivalen a algo más de 40 por ciento del total recaudado por un ineficaz sistema que capta entre 10 y 11 por ciento del PIB.
Dicho en términos de lego: Pemex no puede crecer y aumentar su capacidad de exploración, producción, refinación y construcción de ductos, porque el fisco se queda con todo. Y, para colmo, la autonomía de gestión y el nuevo régimen fiscal indispensables para evitar el deterioro de Pemex, sólo podrían hacerse si Hacienda encuentra fuentes de ingreso que suplan lo que dejaría de ingresar por el nuevo régimen fiscal de Pemex. Y, de paso, dejar la parálisis de una recaudación apenas superior a 10 por ciento del PIB. En los países de la Unión Europea el ingreso fiscal es de entre 20 y 30 por ciento del respectivo producto interno bruto. Los del sur pobre, en Centroamérica, por ejemplo, captan 16, 17 y algunos 20 por ciento.
Vuelvo al lenguaje de lego. El problema de Pemex es fiscal: lo ordeñan. Acierta el señor Greenspan, la catástrofe sería para la hacienda pública. De eso sabe. Las tasas impositivas, el régimen al que está sujeto Pemex impiden que se invierta y podrían (no hay certidumbre fatal) conducir al agotamiento de las reservas probadas, dado el incremento en la producción de crudo y el acelerado descenso de los campos marítimos en explotación frente a Campeche y Tabasco. Acierta el gran oráculo de la Reserva Federal. Pero puso la carreta de Pemex adelante de los bueyes de la reforma hacendaria y la disponibilidad de capital. Si a las empresas extranjeras del gran capital dispuesto al riesgo las someten al régimen fiscal de Pemex y a un sistema de presupuesto anual, sin horizonte para la inversión a largo plazo, se les atoraría la carreta y los bueyes de la inversión se irían a la barranca.
Los legisladores panistas se reunieron con el presidente Calderón y recibieron adelantos de la iniciativa de reforma fiscal que presentará el titular del Ejecutivo ante la Cámara de Diputados. Plácida posición plural cuando se trata del poder de la bolsa, que debiera ser del Congreso y nadie disputa al Ejecutivo. Al inconcebible Vicente Fox le aprobaron por unanimidad los presupuestos diseñados ostentosamente por Paco Gil. Por hacer ruido, reviven el espantajo del IVA a medicinas y alimentos. Para curarse en salud aseguran que la reforma no contempla dichos impuestos. Y nadie sabe si habrá avances en materia de participaciones de las entidades de la República federal. Del centralismo de 1824 al de 1929 y, con el vuelco finisecular, vuelta al origen, con la opción de la Conago y los espacios de poder real para gobernadores que podrían reclamar voz y voto en la distribución del ingreso.
Lo extraño es que en el antiguo régimen, sin excluir los años del priato tardío, los diputados y senadores del Congreso de la Unión tuvieron las facultades y la representación necesarias para dictar el cómo y el cuánto de las participaciones del ingreso y para el gasto público. Hoy, el Poder Legislativo hace contrapeso retórico y simbólico al Ejecutivo; el deber de oponerse lo cumplen en la fantasía de lo absoluto, detrás del espejo. La obsesión litigiosa los impulsa a acudir al Poder Judicial; a llevar conflictos políticos a una Suprema Corte a la que han puesto al filo de legislar y en riesgo de dictar sentencias políticas.
La Corte resolvió la inconstitucionalidad de la llamada ley Televisa, preservó la certidumbre jurídica en asunto de interés capital, en el que el brillo del poder mediático pareció ocultar que estaba en juego la facultad soberana del Estado de otorgar o negar una concesión. Vino lo del IFE y se reafirmó la separación de poderes, así como la precisión de ejercer exclusivamente las facultades que la ley les señala.
Pero en plena tormenta anual del magisterio y tras el alto costo del abuso del poder para eliminar adversarios (en el caso de Ulises Ruiz, el presunto operador electoral de Roberto Madrazo), el pleno de la Corte discute si tiene la facultad de investigar posibles violaciones a las garantías individuales. El ministro Genaro Góngora se erigió en tribuno del pueblo: "La sociedad oaxaqueña está esperando justicia. Hay heridas que no han cerrado y es un foco que en cualquier momento puede estallar. El trance social no ha concluido y es necesaria nuestra intervención."
No hablaba el senador Góngora. ¿Puede la Corte "intervenir" directamente? ¿Puede declarar desaparecidos los poderes del estado libre y soberano de Oaxaca?
¡Cuidado! Separación de poderes. Pesos y contrapesos. Sin la vacuidad del presidencialismo ilustrado que se declaró fiel de la balanza.
En su torre de marfil, Alan Greenspan fue oráculo de la Reserva Federal; el Mago de Oz ante cuyas palabras se inclinaban los dueños del dinero, y los simples mortales conteníamos el aliento en espera de los efectos económicos que predecían los dígitos dictados para fijar las tasas de interés del imperio. El prime rate y el rechinar de los ejes de las carretas del subdesarrollo o las economías a horcajadas, "en vías de desarrollo".
El hombrecillo de la magia se retiró. Hoy viaja por el mundo y predica la sabiduría acumulada en décadas de dictador de la economía global. Vino a México y sentenció la catástrofe del ingreso público si no damos vía libre a la inversión extranjera en Pemex. La expropiación y nacionalización del petróleo, punto de partida del progreso y del auge del capitalismo en México. Hoy los timoratos dicen que no viene el capital del que habla Greenspan porque Pemex es del Estado y nuestras leyes permiten la expropiación. Terquedad ignara contra certeza jurídica. Dondequiera que se ha constituido un Estado-nación, las leyes fundamentales establecen la facultad soberana de expropiar, de ejercer lo que los juristas anglosajones llaman emminent domain, el dominio eminente sobre la propiedad privada.
Donde impera la economía de mercado, donde la democracia es sinónimo de capitalismo y receta para enderezar entuertos ajenos; donde aceptamos y acatamos el consenso de Washington, ahí también puede el gobiernos expropiar en favor del interés común y fincar sobre terrenos registrados como sacrosanta propiedad privada.
El formidable señor Greenspan no trajo a cuento el pecado original mexicano de la expropiación petrolera. Lo suyo es la moneda, el capital y su flujo, rentas fijas o inversiones de riesgo. La del petróleo es una industria de riesgo, de alto riesgo. Y altos rendimientos. Los miedos que alientan los patrocinadores de prédicas capitalistas nada tienen que ver con que Pemex sea del Estado: la apabullante mayoría de las grandes empresas petroleras son de propiedad estatal. En Noruega, en Arabia Saudita, en Irán, en Rusia, en Brasil, en Venezuela. En fin, los timoratos nativos gritan que no fluye el capital porque Pemex es del Estado. Pero desde los primeros instantes del petróleo nacionalizado hubo y hay capital privado invertido en trabajos de exploración, perforación, refinación y distribución de crudo y gas. Lo que se debatía en la señorial reunión donde el señor Greenspan nos anunció el agotamiento de las reservas si no damos paso a la inversión extranjera, capital y tecnología para explotar los depósitos en mares profundos del Golfo de México, era la catástrofe fiscal, desplome del ingreso, de la hacienda pública. Pemex paga impuestos que equivalen a algo más de 40 por ciento del total recaudado por un ineficaz sistema que capta entre 10 y 11 por ciento del PIB.
Dicho en términos de lego: Pemex no puede crecer y aumentar su capacidad de exploración, producción, refinación y construcción de ductos, porque el fisco se queda con todo. Y, para colmo, la autonomía de gestión y el nuevo régimen fiscal indispensables para evitar el deterioro de Pemex, sólo podrían hacerse si Hacienda encuentra fuentes de ingreso que suplan lo que dejaría de ingresar por el nuevo régimen fiscal de Pemex. Y, de paso, dejar la parálisis de una recaudación apenas superior a 10 por ciento del PIB. En los países de la Unión Europea el ingreso fiscal es de entre 20 y 30 por ciento del respectivo producto interno bruto. Los del sur pobre, en Centroamérica, por ejemplo, captan 16, 17 y algunos 20 por ciento.
Vuelvo al lenguaje de lego. El problema de Pemex es fiscal: lo ordeñan. Acierta el señor Greenspan, la catástrofe sería para la hacienda pública. De eso sabe. Las tasas impositivas, el régimen al que está sujeto Pemex impiden que se invierta y podrían (no hay certidumbre fatal) conducir al agotamiento de las reservas probadas, dado el incremento en la producción de crudo y el acelerado descenso de los campos marítimos en explotación frente a Campeche y Tabasco. Acierta el gran oráculo de la Reserva Federal. Pero puso la carreta de Pemex adelante de los bueyes de la reforma hacendaria y la disponibilidad de capital. Si a las empresas extranjeras del gran capital dispuesto al riesgo las someten al régimen fiscal de Pemex y a un sistema de presupuesto anual, sin horizonte para la inversión a largo plazo, se les atoraría la carreta y los bueyes de la inversión se irían a la barranca.
Los legisladores panistas se reunieron con el presidente Calderón y recibieron adelantos de la iniciativa de reforma fiscal que presentará el titular del Ejecutivo ante la Cámara de Diputados. Plácida posición plural cuando se trata del poder de la bolsa, que debiera ser del Congreso y nadie disputa al Ejecutivo. Al inconcebible Vicente Fox le aprobaron por unanimidad los presupuestos diseñados ostentosamente por Paco Gil. Por hacer ruido, reviven el espantajo del IVA a medicinas y alimentos. Para curarse en salud aseguran que la reforma no contempla dichos impuestos. Y nadie sabe si habrá avances en materia de participaciones de las entidades de la República federal. Del centralismo de 1824 al de 1929 y, con el vuelco finisecular, vuelta al origen, con la opción de la Conago y los espacios de poder real para gobernadores que podrían reclamar voz y voto en la distribución del ingreso.
Lo extraño es que en el antiguo régimen, sin excluir los años del priato tardío, los diputados y senadores del Congreso de la Unión tuvieron las facultades y la representación necesarias para dictar el cómo y el cuánto de las participaciones del ingreso y para el gasto público. Hoy, el Poder Legislativo hace contrapeso retórico y simbólico al Ejecutivo; el deber de oponerse lo cumplen en la fantasía de lo absoluto, detrás del espejo. La obsesión litigiosa los impulsa a acudir al Poder Judicial; a llevar conflictos políticos a una Suprema Corte a la que han puesto al filo de legislar y en riesgo de dictar sentencias políticas.
La Corte resolvió la inconstitucionalidad de la llamada ley Televisa, preservó la certidumbre jurídica en asunto de interés capital, en el que el brillo del poder mediático pareció ocultar que estaba en juego la facultad soberana del Estado de otorgar o negar una concesión. Vino lo del IFE y se reafirmó la separación de poderes, así como la precisión de ejercer exclusivamente las facultades que la ley les señala.
Pero en plena tormenta anual del magisterio y tras el alto costo del abuso del poder para eliminar adversarios (en el caso de Ulises Ruiz, el presunto operador electoral de Roberto Madrazo), el pleno de la Corte discute si tiene la facultad de investigar posibles violaciones a las garantías individuales. El ministro Genaro Góngora se erigió en tribuno del pueblo: "La sociedad oaxaqueña está esperando justicia. Hay heridas que no han cerrado y es un foco que en cualquier momento puede estallar. El trance social no ha concluido y es necesaria nuestra intervención."
No hablaba el senador Góngora. ¿Puede la Corte "intervenir" directamente? ¿Puede declarar desaparecidos los poderes del estado libre y soberano de Oaxaca?
¡Cuidado! Separación de poderes. Pesos y contrapesos. Sin la vacuidad del presidencialismo ilustrado que se declaró fiel de la balanza.
Reformas deseables, reformas posibles
José Agustín Ortiz Pinchetti
No me lo tomen a mal, pero no creo posible que salga adelante la reforma del Estado. Interesante catálogo de temas y presencia de asesores, entre ellos Diego Valadés y Porfirio Muñoz Ledo. Pero creo que hay tres razones para que no funcione el proyecto: primero, porque en México las grandes reformas sólo han sido posibles después de un conflicto en que uno de los contendientes es borrado del mapa y el otro puede imponer su proyecto (1824, 1867, 1917). Segundo, el pactismo (consenso) es imposible después de las heridas que provocó la desastrosa elección de 2006. Tercero, porque Calderón, por cuenta de los grupos de interés, quiere imponer "las reformas estructurales" y los otros partidos no están dispuestos a seguir al régimen, sino "colonizarlo". Esto fue lo que hizo que Fox, que al principio del sexenio había logrado un consenso muy amplio, lo desperdiciara y lo congelara.
No soy tan pesimista por lo que toca a la reforma electoral. La legislación actual y las reformas de 1994 y 1996 están dañadas irreparablemente. No sólo por sus debilidades técnicas, sino por el abuso que la derecha hizo de ellas. La perversidad o ineptitud con la que actuaron el presidente de la República, los gobernadores priístas y panistas, los medios electrónicos, las organizaciones patronales para impedir la alternancia emponzoñó la lucha política. Hay que blindar el sistema para que las elecciones de 2009 sean creíbles. Lo lógico, me diría usted lector amable, sería que la derecha quiera seguir gozando de ventajas. Pero creo que el PRI y el PAN están haciendo un análisis de las circunstancias y que se van a inclinar por permitir la reforma para conjurar males mayores.
Calderón no ha logrado legitimarse; 65 por ciento de la población está seguro que hubo fraude en su elección o duda si lo hubo. A pesar de una costosa campaña de medios, el agravio sigue abierto. La inconformidad social tenderá a crecer. Aumenta la resistencia a la abusiva Ley del ISSSTE y a los crímenes impunes de Oaxaca. No hay esperanzas de crecimiento económico. En el primer trimestre del año se perdieron 250 mil empleos y ahora es mucho más difícil buscarlos en Estados Unidos. La campaña militar de Calderón está fracasando. Cada día hay una ración de crímenes y de abusos de los soldados contra la población. El Congreso en lugar de lanzarse a la aventura de la reforma del Estado debería exigirle cuentas a Calderón por haber suspendido de hecho las garantías individuales sin un decreto del Legislativo y sin límites, en brutal violación de los artículos 29 y 129 de la Constitución.
La gobernabilidad no está garantizada. Intentar hacer las elecciones en 2009 con un sistema electoral que tenga los mismos personajes y defectos de 2006 puede ser muy peligroso para la estabilidad del país y del régimen. Aunque la reforma electoral parece indispensable y urgente, nuestro optimismo debe moderarse. Por lo que toca a la sensibilidad de la derecha mexicana, no hay que hacerse muchas ilusiones.
No me lo tomen a mal, pero no creo posible que salga adelante la reforma del Estado. Interesante catálogo de temas y presencia de asesores, entre ellos Diego Valadés y Porfirio Muñoz Ledo. Pero creo que hay tres razones para que no funcione el proyecto: primero, porque en México las grandes reformas sólo han sido posibles después de un conflicto en que uno de los contendientes es borrado del mapa y el otro puede imponer su proyecto (1824, 1867, 1917). Segundo, el pactismo (consenso) es imposible después de las heridas que provocó la desastrosa elección de 2006. Tercero, porque Calderón, por cuenta de los grupos de interés, quiere imponer "las reformas estructurales" y los otros partidos no están dispuestos a seguir al régimen, sino "colonizarlo". Esto fue lo que hizo que Fox, que al principio del sexenio había logrado un consenso muy amplio, lo desperdiciara y lo congelara.
No soy tan pesimista por lo que toca a la reforma electoral. La legislación actual y las reformas de 1994 y 1996 están dañadas irreparablemente. No sólo por sus debilidades técnicas, sino por el abuso que la derecha hizo de ellas. La perversidad o ineptitud con la que actuaron el presidente de la República, los gobernadores priístas y panistas, los medios electrónicos, las organizaciones patronales para impedir la alternancia emponzoñó la lucha política. Hay que blindar el sistema para que las elecciones de 2009 sean creíbles. Lo lógico, me diría usted lector amable, sería que la derecha quiera seguir gozando de ventajas. Pero creo que el PRI y el PAN están haciendo un análisis de las circunstancias y que se van a inclinar por permitir la reforma para conjurar males mayores.
Calderón no ha logrado legitimarse; 65 por ciento de la población está seguro que hubo fraude en su elección o duda si lo hubo. A pesar de una costosa campaña de medios, el agravio sigue abierto. La inconformidad social tenderá a crecer. Aumenta la resistencia a la abusiva Ley del ISSSTE y a los crímenes impunes de Oaxaca. No hay esperanzas de crecimiento económico. En el primer trimestre del año se perdieron 250 mil empleos y ahora es mucho más difícil buscarlos en Estados Unidos. La campaña militar de Calderón está fracasando. Cada día hay una ración de crímenes y de abusos de los soldados contra la población. El Congreso en lugar de lanzarse a la aventura de la reforma del Estado debería exigirle cuentas a Calderón por haber suspendido de hecho las garantías individuales sin un decreto del Legislativo y sin límites, en brutal violación de los artículos 29 y 129 de la Constitución.
La gobernabilidad no está garantizada. Intentar hacer las elecciones en 2009 con un sistema electoral que tenga los mismos personajes y defectos de 2006 puede ser muy peligroso para la estabilidad del país y del régimen. Aunque la reforma electoral parece indispensable y urgente, nuestro optimismo debe moderarse. Por lo que toca a la sensibilidad de la derecha mexicana, no hay que hacerse muchas ilusiones.
Pacífico colombiano: una realidad más allá del informe gubernamental (Colombia)
Número 176 – junio 15 de 2007 - El Turbión
El pasado 4 de junio, en la Universidad Javeriana, se realizó el lanzamiento del libro Derecho a la alimentación y al territorio en el Pacífico colombiano, de Jesús Alfonso Flórez López y Constanza Millán Echeverría, el cual se presenta como un informe alterno al presentado por el Estado a Naciones Unidas para el periodo 2000-2005.
Su objeto es ilustrar un balance sobre el cumplimiento de los Derechos Económicos Sociales y Culturales (DESC), respecto al control y tenencia del territorio, y sus correspondientes implicaciones en el disfrute del derecho a la alimentación de las comunidades residentes.
El libro presenta un contexto sobre la desigualdad y exclusión en la región; hace un análisis sobre las políticas públicas implementadas y el impacto de la intervención de actores armados, legales e ilegales, sobre el territorio y el derecho a la alimentación; brinda un espacio las organizaciones étnico territoriales para la presentación de sus propuestas y revisa el marco normativo, aterrizando en el estudio de cuatro casos específicos:
1. El desplazamiento y despojo de tierras, por el monocultivo de palma aceitera, de las comunidades del Medio y Bajo Atrato, en el periodo comprendido entre 1996 y 2005.
2. Las fumigaciones aéreas y la violación del derecho a la alimentación en Nariño.
3. Ejecuciones extrajudiciales de los jóvenes y violación de los derechos al trabajo y a la alimentación en Buenaventura.
4. Derecho a la salud en el municipio de Guapi.
Aunque sus nombres figuran en la carátula del libro, estos dos autores reconocen que el escrito es el fruto del esfuerzo interdisciplinario de un grupo de investigación integrado por abogados, sociólogos y trabajadores sociales, con el apoyo de las diócesis del Pacífico y de organizaciones étnico territoriales.
Los autores hacen énfasis, también, en que el libro no es un objetivo, sino un instrumento. Sus páginas son el resultado de un proceso que lleva más de seis años y que empezó a materializarse desde hace dos, advirtiendo la necesidad de rendir un informe a la comunidad nacional e internacional sobre la grave situación que se vive en la zona.
El libro es, entonces, una pieza más dentro de una propuesta conformada por los “distintos lenguajes con los que se presenta el informe”, señala Constanza Millán, del cual hacen parte también el video documental que presenta los casos y una propuesta teatral interétnica.
De esta última fuimos espectadores los asistentes al lanzamiento, que destinó un espacio a la presentación del grupo Resistencia Itinerante, cuya actuación hizo gala de la calidad histriónica de sus integrantes, conmocionando al público con fuertes imágenes y reflexiones sobre la problemática.
Apatía gubernamental e intereses económicos de las multinacionales: principales factores de la problemática
La fijación de políticas públicas encaminadas a garantizar la explotación de la tierra con la implementación de macroproyectos, cuyos beneficiarios directos son los sectores monopólicos del país y empresas multinacionales presentes desde hace varios años en la zona, aunada al correspondiente descuido del bienestar de las comunidades, resultan ser los factores principales de la problemática identificada en el informe.
“Los macro proyectos son la expresión de la política publica, donde el Pacifico solamente se ve como una región de polo de desarrollo, pero no como un área en donde puedan desarrollar el bienestar las comunidades de forma autónoma”, indica Jesús Alfonso Flórez, quien entiende el informe como un mecanismo para exigir al gobierno el cumplimiento de los DESC, dentro de una óptica en la que se asuma al “Pacífico como una región integrada desde las perspectivas de las comunidades y no desde la perspectiva del capital”.
El libro integra dos elementos cuya correspondencia es innescindible: el derecho a la alimentación y al territorio. El control sobre este último para el desarrollo de monocultivos limita el derecho al trabajo y, consecuentemente, arrebata a la población una de sus principales fuentes de sustento, la agricultura, más cuando los nuevos productos no se prestan para el consumo humano.
“El hambre en el Chocó es historica”
Con esta afirmación, Flórez pretendió dar cuenta de que la reciente puesta en discusión que algunos medios de comunicación han realizado sobre la situación de hambre en el Chocó no es una novedad y que, por el contrario, data desde sus inicios como resultado de un abandono gubernamental absoluto a la zona.
Inquietados por el propósito con el cual se estaba dirigiendo la mirada a dicha problemática, le preguntamos acerca de las razones que, en su sentir, explicaban el naciente auge de la discusión. Frente a ello, señaló que “los intereses políticos ahora se muestran para reflejar el hambre de cuatro niños, pero olvidan el hambre de los centenares de miles de afrocolombianos e indígenas que están sometidos a esta presión y no pueden acceder a los alimentos”.
Según el autor, el tema del hambre en el Pacífico no se reduce a un conjunto de niños en condición de desnutrición crónica, sino a la condena de muerte de muchos habitantes. De acuerdo con él, la importancia atribuida a la materia, desde hace unas semanas, responde a los mismos intereses económicos de aprovechamiento de la región, a la necesidad de que el gobierno involucre en su agenda la materia y la grave crisis humanitaria, como exigencia de la bancada afroamericana en el Congreso de EEUU.
Por su parte, Constanza Millán argumenta que “en este momento hay varias discusiones en el país que están afectando territorialmente la región: la discusión sobre la Ley de Aguas, la Ley Forestal, el Estatuto Agrario y el TLC, que hacen que la situación sea vigente”.
Como bien se aclara, con el libro no se agotan las tareas desarrolladas para contrarrestar la difícil situación de una de las regiones más pobres del país. Los datos en él consignados servirán, especialmente, para que la sociedad colombiana despierte a una realidad que siempre le acompañó, pero que se negaba a admitir. En nuestras manos se encuentra, entonces, no sólo su difusión, sino la realización de las acciones que contribuyan a eliminar las condiciones que están acabando con los afrodescendientes, indígenas y mestizos que, en mayor o menor medida, habitan ese territorio. En nuestras manos está continuar con la labor ahora impulsada por una red de agentes regionales, para trasladar el debate de la agenda local a la nacional e internacional.
El Turbión es un proyecto de comunicación del Movimiento por la defensa de los derechos del pueblo - MODEP
El pasado 4 de junio, en la Universidad Javeriana, se realizó el lanzamiento del libro Derecho a la alimentación y al territorio en el Pacífico colombiano, de Jesús Alfonso Flórez López y Constanza Millán Echeverría, el cual se presenta como un informe alterno al presentado por el Estado a Naciones Unidas para el periodo 2000-2005.
Su objeto es ilustrar un balance sobre el cumplimiento de los Derechos Económicos Sociales y Culturales (DESC), respecto al control y tenencia del territorio, y sus correspondientes implicaciones en el disfrute del derecho a la alimentación de las comunidades residentes.
El libro presenta un contexto sobre la desigualdad y exclusión en la región; hace un análisis sobre las políticas públicas implementadas y el impacto de la intervención de actores armados, legales e ilegales, sobre el territorio y el derecho a la alimentación; brinda un espacio las organizaciones étnico territoriales para la presentación de sus propuestas y revisa el marco normativo, aterrizando en el estudio de cuatro casos específicos:
1. El desplazamiento y despojo de tierras, por el monocultivo de palma aceitera, de las comunidades del Medio y Bajo Atrato, en el periodo comprendido entre 1996 y 2005.
2. Las fumigaciones aéreas y la violación del derecho a la alimentación en Nariño.
3. Ejecuciones extrajudiciales de los jóvenes y violación de los derechos al trabajo y a la alimentación en Buenaventura.
4. Derecho a la salud en el municipio de Guapi.
Aunque sus nombres figuran en la carátula del libro, estos dos autores reconocen que el escrito es el fruto del esfuerzo interdisciplinario de un grupo de investigación integrado por abogados, sociólogos y trabajadores sociales, con el apoyo de las diócesis del Pacífico y de organizaciones étnico territoriales.
Los autores hacen énfasis, también, en que el libro no es un objetivo, sino un instrumento. Sus páginas son el resultado de un proceso que lleva más de seis años y que empezó a materializarse desde hace dos, advirtiendo la necesidad de rendir un informe a la comunidad nacional e internacional sobre la grave situación que se vive en la zona.
El libro es, entonces, una pieza más dentro de una propuesta conformada por los “distintos lenguajes con los que se presenta el informe”, señala Constanza Millán, del cual hacen parte también el video documental que presenta los casos y una propuesta teatral interétnica.
De esta última fuimos espectadores los asistentes al lanzamiento, que destinó un espacio a la presentación del grupo Resistencia Itinerante, cuya actuación hizo gala de la calidad histriónica de sus integrantes, conmocionando al público con fuertes imágenes y reflexiones sobre la problemática.
Apatía gubernamental e intereses económicos de las multinacionales: principales factores de la problemática
La fijación de políticas públicas encaminadas a garantizar la explotación de la tierra con la implementación de macroproyectos, cuyos beneficiarios directos son los sectores monopólicos del país y empresas multinacionales presentes desde hace varios años en la zona, aunada al correspondiente descuido del bienestar de las comunidades, resultan ser los factores principales de la problemática identificada en el informe.
“Los macro proyectos son la expresión de la política publica, donde el Pacifico solamente se ve como una región de polo de desarrollo, pero no como un área en donde puedan desarrollar el bienestar las comunidades de forma autónoma”, indica Jesús Alfonso Flórez, quien entiende el informe como un mecanismo para exigir al gobierno el cumplimiento de los DESC, dentro de una óptica en la que se asuma al “Pacífico como una región integrada desde las perspectivas de las comunidades y no desde la perspectiva del capital”.
El libro integra dos elementos cuya correspondencia es innescindible: el derecho a la alimentación y al territorio. El control sobre este último para el desarrollo de monocultivos limita el derecho al trabajo y, consecuentemente, arrebata a la población una de sus principales fuentes de sustento, la agricultura, más cuando los nuevos productos no se prestan para el consumo humano.
“El hambre en el Chocó es historica”
Con esta afirmación, Flórez pretendió dar cuenta de que la reciente puesta en discusión que algunos medios de comunicación han realizado sobre la situación de hambre en el Chocó no es una novedad y que, por el contrario, data desde sus inicios como resultado de un abandono gubernamental absoluto a la zona.
Inquietados por el propósito con el cual se estaba dirigiendo la mirada a dicha problemática, le preguntamos acerca de las razones que, en su sentir, explicaban el naciente auge de la discusión. Frente a ello, señaló que “los intereses políticos ahora se muestran para reflejar el hambre de cuatro niños, pero olvidan el hambre de los centenares de miles de afrocolombianos e indígenas que están sometidos a esta presión y no pueden acceder a los alimentos”.
Según el autor, el tema del hambre en el Pacífico no se reduce a un conjunto de niños en condición de desnutrición crónica, sino a la condena de muerte de muchos habitantes. De acuerdo con él, la importancia atribuida a la materia, desde hace unas semanas, responde a los mismos intereses económicos de aprovechamiento de la región, a la necesidad de que el gobierno involucre en su agenda la materia y la grave crisis humanitaria, como exigencia de la bancada afroamericana en el Congreso de EEUU.
Por su parte, Constanza Millán argumenta que “en este momento hay varias discusiones en el país que están afectando territorialmente la región: la discusión sobre la Ley de Aguas, la Ley Forestal, el Estatuto Agrario y el TLC, que hacen que la situación sea vigente”.
Como bien se aclara, con el libro no se agotan las tareas desarrolladas para contrarrestar la difícil situación de una de las regiones más pobres del país. Los datos en él consignados servirán, especialmente, para que la sociedad colombiana despierte a una realidad que siempre le acompañó, pero que se negaba a admitir. En nuestras manos se encuentra, entonces, no sólo su difusión, sino la realización de las acciones que contribuyan a eliminar las condiciones que están acabando con los afrodescendientes, indígenas y mestizos que, en mayor o menor medida, habitan ese territorio. En nuestras manos está continuar con la labor ahora impulsada por una red de agentes regionales, para trasladar el debate de la agenda local a la nacional e internacional.
El Turbión es un proyecto de comunicación del Movimiento por la defensa de los derechos del pueblo - MODEP
Convocatoria
La Resistencia Creativa convoca a toda la resistencia civil pacífica a participar en una acción el día de mañana domingo 17 de junio a las seis de la tarde en punto en la puerta de los Leones, afuera del parque de Chapultepec de la Ciudad de México (estación "Chapultepec" de la línea 1 del Metro).
Convocatoria
Invitamos a los ciudadanos en general a participar en la Asamblea Dominical de la Resistencia Creativa este 17 de Junio a las 11:00 hrs. en el Hemiciclo a Juárez, en esta ocasión contaremos con la presencia de Raúl Álvarez Garín, dirigente del Comité 68, quien nos hablará de "los Riesgos de la Militarización del País", además continuaremos con la organización de "la exhibición de testimonios del fraude" la cual se llevará a cabo el 30 de junio en el Monumento a la Revolución.
¡Por un País más justo!
Resistencia Creativa
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