miércoles, diciembre 27, 2006

Con deplorar y lamentarse no basta

Deploran recortes a presupuestos para ciencia y tecnología en 2007
Los recursos al sector serán de 0.35% del PIB; organismos internacionales recomiendan 1.5% para impulsar el crecimiento económico de naciones en desarrollo

El nivel más bajo en 20 años, dicen

JOSE GALAN , LAURA POY

La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) lamentó ayer los recortes a los presupuestos para ciencia y tecnología en 2007, al sostener que los recursos no sólo no aumentaron, sino que incluso retrocedieron 2.7 por ciento respecto de 2006. Al sumar la inflación prevista, el recorte total ascenderá en términos reales a 5.7 por ciento. Por ello externó su "más enérgica protesta".

Este año, el recorte alcanzó 835 millones de pesos, que colocará a la ciencia ya no en el 0.37 por ciento del producto interno bruto (PIB), sino en el 0.35. La AMC, que dirige Juan Pedro Laclette, consideró "positiva" la reasignación de recursos para educación y cultura que hizo la Cámara de Diputados al Proyecto de Presupuesto de Egresos 2007, pero al mismo tiempo manifestó su total desacuerdo con la falta de incremento a los montos para ciencia y tecnología, que permanecieron tal y como lo propuso el Ejecutivo federal.

Por su parte, René Asomoza, director general del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional, aseguró que es necesario que "quienes toman las decisiones reconozcan la importancia de la ciencia y la tecnología, pues de lo contrario no se podrán alcanzar las metas de desarrollo para el país".

Destacó que instituciones como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) "deberán buscar una reasignación de recursos para que los centros de investigación continúen laborando, e insistir ante los legisladores en la tarea fundamental que realizan para el crecimiento y bienestar de México".

Cabe señalar que, este año, las negociaciones en torno de los nuevos presupuestos para ciencia y tecnología estuvieron a cargo de José Luis Fernández Zayas, del Foro Consultivo en Ciencia y Tecnología, y Juan Carlos Romero Hicks, director general del Conacyt, organismos del gobierno federal. Por su parte, la AMC no participó en las labores de cabildeo.

"Algo similar ha venido ocurriendo a lo largo de los últimos seis años, en los que paulatinamente se disminuyó la inversión del Estado mexicano en ciencia y tecnología, de 0.42 por ciento del PIB en 2000, a 0.37 por ciento en 2006", afirmó la AMC en un comunicado.

"Con esta nueva disminución, quedará en 0.35 por ciento para el año entrante (29 mil 764 millones de pesos), que representa uno de los niveles más bajos de los últimos 20 años".

A ese recorte se debe agregar el déficit de 600 millones de pesos que se tuvo durante 2006 en el Fondo Sectorial SEP-Conacyt para ciencia básica, y la precaria situación de los Centros Conacyt como el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (Ipicyt); el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cicese); el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD); el Instituto Nacional de Astrofísica, Optica y Electrónica (INAOE), o El Colegio de la Frontera Norte (Colfron) , que han sufrido disminuciones en su presupuesto, en detrimento de su trabajo dirigido al desarrollo de sus respectivas regiones en el país.

"La Academia Mexicana de Ciencias, que aglutina a más de mil 800 científicos de todos los campos del conocimiento y de todo el país, expresa su más enérgica protesta por la falta de consideración hacia este sector estratégico para el desarrollo y el crecimiento nacionales", y añadió que la reducción presupuestal es contraria a la Ley de Ciencia y Tecnología, vigente desde 2004, que obliga al Estado mexicano a destinar el uno por ciento del PIB a este rubro.

También subrayó que esa falta de atención por parte de los legisladores mexicanos es contraria a las recomendaciones de organismos internacionales como la UNESCO, la OCDE y el Banco Mundial, que sugieren invertir entre uno y 1.5 por ciento del PIB en ciencia, tecnología e innovación para impulsar el crecimiento económico de naciones en desarrollo.

"Hacemos un llamado a los poderes Ejecutivo y Legislativo, y a la sociedad en su conjunto, para que en el futuro se inviertan mayores recursos en pro de la generación de conocimiento y de la innovación tecnológica, que representan la mejor vía para impulsar el desarrollo nacional y para resolver muchos de los problemas más acuciantes de nuestro país. De no hacerlo, se pondrá en riesgo la seguridad nacional y el futuro de nuestra población".

Al respecto, Javier Melgoza Valdivia, secretario general de la Universidad Autónoma Metropolitana, aseguró que destinar mayores recursos a ciencia y tecnología es una "responsabilidad que el gobierno federal no puede evadir, ya que se debe garantizar una política de largo aliento que no puede estar sujeta a un sexenio o una administración".

Indicó que la reasignación de recursos para las universidades públicas federales y estatales permitirá "cumplir con los compromisos mínimos en 2007, no ocurre así para los centros de investigación científica que afrontan una situación crítica y que requieren del apoyo del Estado para continuar con sus actividades".

Melgoza Valdivia insistió en que destinar 0.35 por ciento del PIB para el sector "no sólo es insuficiente, sino que incumple con la ley que fija la meta de uno por ciento del PIB para ciencia y tecnología", por lo que exhortó a la comunidad científica y de investigación a participar en la elaboración de una "política de Estado que garantice no sólo recursos, sino metas de largo aliento".

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