domingo, enero 14, 2007

Psicóticos y psicópatas dirigiendo el destino del país y del mundo

Sique

En muchas ocasiones la gente confunde los términos psicótico y psicópata. En general, psicótico es aquel que tiene alteraciones perceptuales y/o mentales mediante las cuales pierde el principio de realidad; psicópata es aquel que a pesar de la integridad de las funciones perceptivas y mentales, tiene alterada la conducta social, en razón de una falta de estructura moral para la convivencia, el bienestar y la armonía de la sociedad. El ejemplo más representativo es el caso del asesino serial.


Frecuentemente me he preguntado cómo es posible que si para obtener un empleo digamos de cajero en un banco, el individuo tiene que someterse a pruebas psicológicas que den una noción de su perfil y sus características de personalidad, esto no se haga con los candidatos que pretenden obtener un puesto de funcionario público. La respuesta es fácil, a los banqueros como es natural, sí les importa que el futuro empleado tenga la capacidad para realizar el trabajo que se le va a encomendar, sin embargo, pareciera que a los partidos no les interesa la capacidad del candidato que proponen en cuanto a su función de servicio público, lo importante para ellos es que el individuo tenga facultades y experiencia en corrupción y mentiras y que sean hábiles en los manejos turbios que les soliciten quienes lo postulan, porque en lo que menos están pensando es en el servicio público. Es decir, lo importante es que tan psicópata es el candidato que proponen, ése es el bueno. Es exactamente al revés de como debería ser, justamente los psicópatas no podrían ser funcionarios públicos.

De ahí que nuestros gobiernos estén infiltrados con una gran cantidad de psicópatas. Si tomamos esto en consideración, no nos será tan incomprensible la actuación de los funcionarios públicos porque sabemos cuales fueron los resortes que los dispararon a tomar el poder en algún sector del gobierno. Resulta muy claro el porqué las sociedades avanzan, si es que lo hacen, tan lentamente.

Tomemos en consideración que no es el pueblo quien elige a sus candidatos, sino los partidos los que los ponen, de tal forma, que cuando se propone a alguien, por lo general, ya tiene un perfil psicopático. Y ahora sí que como buen psicópata, tiene la habilidad del engaño, suelta discursos a diestra y siniestra prometiendo ser una persona interesada en satisfacer las demandas del pueblo aunque sabe perfectamente que una vez que sea elegido no lo hará, porque no es eso lo que importa a quienes lo postularon. Prueba fehaciente de esto la tenemos ahora a la vista. El pelele no lleva ni dos meses, ya se desdijo de todo lo que prometió y está llevando al país a una debacle peor de la que ya tenía.

Pero no sólo un cajero debe someterse a pruebas psicológicas sino a aquellas que permitan constatar si tiene las habilidades que tendrá que ejercer en su cargo, tendrá que saber de números, de sumas y restas, de computación y de sistemas bancarios, además, por lo general, se le da capacitación. El pelele, sin experiencia para gobernar, pues nunca había ejercido esa función más allá de ser presidente de su partido, ha demostrado no tener habilidades para gobernar y ni siquiera capacitación le dieron. Eso lo señalamos millones que tuvimos la mínima claridad para verlo, era cuestión de sentido común. Acostumbrados a no pensar, entrenamiento del cual se encarga la televisión, ni siquiera se les ocurrió, ya no digamos a la gente no pensante que ignorante y asustada votó por él, sino a los empresarios, lo cual demuestra que son bastante torpes en eso del pensar. Podrían haber elegido a un pelele pero al menos un pelele mínimamente entrenado para el cargo para que no estuviera preguntando a todos qué hacer y haciendo ridículo tras rídiculo, como lo mencioné en otro espacio, salta de oficina en oficina y de llamada en llamada para preguntar ¿y ahora qué hago?

Entonces, para gobernar a un país de 103 millones de habitantes tenemos a un pelele inepto y psicópata, tal es el escenario del cual dependen los mexicanos ¿y esperan que soportemos esta situación por seis años?

En peores circunstancias se encuentran los estadounidenses, George W. Bush no sólo es un psicópata inepto para el cargo de, nada más y nada menos, presidente del país más poderoso del planeta, sino que además está psicótico, es decir no tiene principio de realidad. Después de la atroz experiencia de la guerra de Irak, ahora decide que enviará 21,000 soldados más. Sin importarle que ya republicanos y demócratas del Congreso se oponen, él insiste en que es su plan y lo llevará a cabo en contra no sólo del Congreso sino de lo más importante, el criterio de la ciudadanía que es la víctima directa de sus estúpidas acciones y que está exponiendo no sólo su economía sino su vida. Su delirio consiste en que cree que Dios dicta sus actos para hacerse del petróleo de la mayor parte del mundo y en esa creencia fuera de toda realidad, decide sobre las vidas de los ciudadanos en una escalada bélica que cada vez lo acerca más al precipicio. Su delirio es compartido por su Secretaria de Estado, Condolezza Rice, otra psicópata, quien dijo sin conciencia alguna que los ataques a iraníes en Irak fueron autorizados por Bush, es decir, se están exponiendo a que Irán y el mundo árabe que ya de por sí los detesta respondan a los ataques masivamente ocasionando una guerra peor de proporciones inimaginables. No hay diferencias entre un asesino serial y Bush, lo grave es que éste último es el presidente de los Estados Unidos.

Lo peor, es que no sólo no hay prevención sometiendo a los mandatarios a pruebas psicológicas que den cuenta de su salud mental sino que tampoco existen mecanismos eficaces para destituirlos rápidamente en caso de que se aprecie que tienen alteradas las capacidades mentales. ¿Qué pasa si el gobernante se vuelve loco? Nada, sigue gobernando. Es decir, una vez que el psicótico o psicópata toman el poder, el país o el mundo entero quedan bajo los criterios y decisiones de un loco. Pruebas hay por todas partes: Ulises Ruiz, Mario Marín, Ramírez Acuña, Fernández de Cevallos, Elba Esther Gordillo, etcétera, etcétera, etcétera... en el ámbito nacional, y en el internacional ni se diga.

Esto no sólo es responsabilidad de quienes tienen el poder y el control político sino de la gente, que no obstante los sufrimientos que les ocasionan sus mandatarios y las cuantiosas pérdidas que tienen de vidas humanas no se movilizan para echarlos de su puesto como lo hace cualquier banquero con un cajero que le ocasiona una pérdida económica, a veces hasta por mínima que sea.

En fin, nuestro mundo está bajo los criterios de un psicótico y psicópata que no le importa la vida humana ni la conservación del planeta en que vivimos y nuestro país bajo la dirección de un pelele psicópata e inepto que está llevando a México a una desestabilización social y económica peor de la que ya tiene.

Y nosotros ¿qué vamos a hacer al respecto? Cada quien deberá hacer su parte y si sumamos esfuerzos quizás haya una mayoría que actúa para transformar esta realidad en una mejor despidiendo a quienes no sepan gobernar, y ahora sí que, realmente podremos "vivir mejor" y tener más oportunidades para nuestra supervivencia y nuestra felicidad.

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