PALABRAS DEL PRESIDENTE LEGÍTIMO DE MÉXICO, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, DURANTE SU PARTICIPACIÓN EN LA MESA DE TRABAJO “PRIMERO ES EL CAMPO” DE LA SEGUNDA ASAMBLEA DE LA CONVENCIÓN NACIONAL DEMOCRÁTICA, EN EL CENTRO CULTURAL ESTACIÓN INDIANILLA
Amigas y amigos, me da gusto el participar en este mesa con este tema tan importante que tiene que ver con la necesidad de rescatar al campo.
Escogí estar en esta mesa por varias razones. Creo entre otras cosas que tenemos que rescatar nuestra cultura y esto tiene que ver, como aquí se ha dicho, con el rescate y el fortalecimiento del campo, de las comunidades rurales, de las comunidades indígenas. Creo que el problema debe ser atendido como una estrategia parecida a lo que nosotros estamos haciendo con el propósito de transformar a nuestro país.
Tenemos que trabajar en dos direcciones o atender dos tareas. Primero tenemos que pensar en lograr una transformación de nuestro país, de nuestra vida, porque de eso depende todo.
No vamos a lograr nada con la misma política económica, con la misma forma de hacer política, no vamos a avanzar con el modelo de vida que se ha venido implantando, no vamos a salir adelante si no hay una renovación tajante de la vida pública.
No vamos a poder sacar a México del atraso en que se encuentra, mucho menos vamos a poder sacar a nuestro pueblo de la pobreza y de la marginación, sino hay una transformación profunda, algo que abarque todos los campos, todos los terrenos.
Esa transformación tiene que atender lo económico, lo político, lo social, lo cultural, lo espiritual. Esa es una transformación.
Pero al mismo tiempo que trabajamos para lograr la transformación del país, tenemos que proteger a nuestro pueblo y defender el patrimonio de la Nación, porque lo he explicado en otros momentos, si nos dedicamos a organizarnos para transformar a México y dejamos de lado la protección del pueblo y la defensa del patrimonio nacional, si no atendemos las circunstancias que se van presentado, cuando estemos en condiciones de transformar al país, ya sólo vamos a encontrar escombros de país y va a ser muy difícil el sacar adelante a nuestro pueblo.
Por eso, con una mano trabajar en la transformación y con otra mano proteger a nuestro pueblo y defender el patrimonio de la Nación.
Esa es la estrategia general que nosotros estamos siguiendo, y ésta --creo yo-- es la estrategia o se parece mucho a lo que aquí se ha propuesto para el rescate del campo.
Tenemos que, primero, pensar en un planteamiento estructural que cambie la actual política económica para rescatar al campo; es justo, necesario, como aquí se ha planteado, el regresar al campo y eso sólo se va a lograr si cambia la actual política económica.
Porque aquí se ha dicho, y creo que todos sabemos, de que se abandonó por complemento el campo, porque no se considera importante, se llegó a decir que era mejor, y eso es un poco la mentalidad de la tecnocracia de derecha, que se fueran los campesinos.
Que todo era cuestión de capacitarlos, para que en Estados Unidos pudiesen trabajar mejor, que había que capacitarlos incluso en lo que se estaba demandando en Estados Unidos y como ya la población de Estados Unidos y de otros países se está envejeciendo, pues había que formar por ejemplo enfermeras o formar cuidadores de adultos mayores en Estados Unidos y otro tipo de cosas.
Pero ya como destino manifiesto, como que eso es lo que teníamos que hacer, esa concepción prevalece en la tecnocracia, nada más que todavía se cuidan, se están descarando cada vez más, se están arrancando la máscara, cada vez hay más cinismo, pero todavía no terminan de desnudarse.
Yo recuerdo que hace poco un diputado del PAN, cuando se estaba discutiendo el presupuesto habló de que las universidades públicas no tenían razón de ser o cosa por el estilo, que era lo que realmente él está pensando y es lo que realmente están pensando los que pertenecen a las cúpulas de ese partido.
Como se dieron cuenta de que era un agravio mayor, que era un absurdo lo que habían dicho, de inmediato dieron marcha atrás.
Pero en esencia el pensamiento de derecha es el de no darle importancia al campo y, lo que aquí se ha dicho, no darle importancia a nada que no sea rentable o que no tenga importancia en el Producto Interno Bruto.
Entonces, tenemos que cambiar la política económica, hay que regresar al campo, hay que volver a invertir al campo, tiene que haber créditos para el campo, tenemos que impulsar políticas de fomento para el campo, se tienen que fijar precios de garantía para el campo.
Se tiene, y es algo que coincido también con lo que aquí se ha dicho, que revalorizar la importancia de la economía tradicional campesina, se tiene que impulsar la tecnología campesina tradicional.
Todos sabemos que la técnica o mejor dicho que la tecnología es la técnica hecha costumbre y la agricultura viene de cultura. Nosotros tenemos que recoger, fortalecer nuestra tradición, nuestra vocación productiva.
En fin, tenemos que evitar que se siga despoblando el campo por falta de oportunidades, por falta de trabajo, esto que estamos viendo de cómo se van nada más del medio rural, 300 mil personas cada año a trabajar a Estados Unidos, si a esto agregamos la población urbana, estamos hablando ya de 500, 600 mil mexicanos que se ven obligados a emigrar, que se ven obligados a ir al exilio por necesidad, que se ven obligados a ir a Estados Unidos a buscar trabajo, por el abandono en que está el campo.
Lo estoy viendo, todos lo estamos constatando, si no tiene el precio el café, si baja el precio del café, los jóvenes, los hijos de los productores están saliendo y es algo directamente vinculado a la política económica, para decirlo de otra manera: la emigración es resultado de la política económica que se ha venido aplicando.
No había fenómeno migratorio en el sur, en el sureste, hace 15 años y de 15 años a la fecha, y esto coincide con la aplicación de la actual política económica, hay un millón de veracruzanos que abandonaron el estado de Veracruz para ir a trabajar a las ciudades fronterizas y del otro lado de la frontera.
¿Cuándo habíamos visto que de Tabasco, de Chiapas saliera gente a trabajar a Estados Unidos? Y eso es lo que está sucediendo, es un fenómeno general; de ahí la necesidad de cambiar la actual política económica, de regresar al campo y de verlo como algo fundamental.
Yo, en este propósito de atender lo estructural, creo que es muy importante para todos el tener un programa para el rescate del campo en lo estructural. Yo aquí quiero pedir que todos contribuyamos.
Tenemos que tener ese programa, para empezarlo a llevar a cabo, a aplicar o tenerlo listo, porque yo estoy seguro de que más temprano que tarde va a triunfar nuestra causa y aplicarlo, trabajemos en eso.
Y mi propuesta concreta sería que en esta elaboración del programa pues participen todos, que participen las organizaciones convocantes a este foro, que nos ayuden los cinco ponentes si así lo consideran: Blanca Rubio, Cristina Barrios, Héctor Borges, Antonio Turrent y Armando Vargas.
Vamos trabajando en un programa, en la elaboración de un programa para el rescate del campo, con todo esto que aquí se ha expuesto.
Con esta visión de diversidad, de pluralidad, con esta visión integral, esto que tiene que ver, que aquí lo planteó Armando, pero que Cristina también, todos, la necesidad de considerar lo económico y lo social y lo cultural y lo ecológico y todo para un programa alternativo que podamos defender, que podamos difundir, que podamos aplicar en su momento.
Esto es lo que yo veo como lo estructural, pero como hablaba de la estrategia que estamos siguiendo, se necesita también atender lo que se nos está presentando.
Yo creo que en esto es fundamental el que podamos ponernos de acuerdo en los puntos que aquí se han presentando para un plan de acción que tiene que ver con un año, creo que está muy bien puntualizado y que todos tenemos debemos de participar.
Y de manera muy especial yo creo que tenemos que ponernos de acuerdo para no permitir la importación de maíz y de fríjol a partir del primero de enero del 2008. Que ese sea el punto de articulación de otras propuestas, pero si logramos eso, luego hay que luchar por otras cosas, hay que estar defendiendo a los campesinos, a los dirigentes, hay que estar defendiendo a indígenas, a sus dirigentes ante el autoritarismo, hay que estar pidiendo, exigiendo, que los liberen de las cárceles.
Todo eso hay que seguirlo haciendo, pero propongo también que lo del maíz y del fríjol sea un asunto fundamental.
Yo también aquí de manera muy respetuosa, les propongo que para este plan estructural, este plan para el rescate al campo y para las acciones o el plan inmediato, se considere como mi representante al secretario de Desarrollo Económico, a Luis Linares, que está aquí con nosotros.
Desde luego yo voy a estar trabajando también, si ustedes así lo consideran de manera directa, pero como un representante del Gobierno Legítimo a mi me gustaría que Luis Linares nos ayudará o participará junto con ustedes en estos propósitos.
Creo que sí hay condiciones para lograr esto que planteaba Armando, del pacto campo-ciudad, que es la solidaridad que tiene que haber con los campesinos, que tiene que expresarse a favor de campesinos y de indígenas, esto se da en el medio urbano. Me ha tocado constatarlo.
Cada vez que en una colonia popular se habla del campo, hay de inmediato apoyo de la gente, porque los orígenes vienen del campo, los orígenes de la gente que vive en las colonias, que viven en las ciudades en general.
Entonces, yo sí creo que se puede lograr este pacto, este acuerdo entre el campo y la ciudad. El domingo que hablemos de esto, hasta se los adelanto, cuando se toque el tema, la mayor parte van a ser personas de la ciudad los que van a asistir, pero va a haber mucha solidaridad con este tema.
Ahí está nuestro corazón, ahí están nuestros sentimientos en el campo. También es necesario el acuerdo, el pacto del campo y el Estado, que es importante.
Por lo que a nosotros nos corresponde, yo tengo la convicción firme, tengo la creencia de lo que se ha logrado acuñar en una frase, yo creo como muchos de ustedes que sin maíz, no hay país. Creo eso.
Y una cosa que recojo de lo que aquí se ha dicho, que también creo, es que o hay un México con campesinos y pueblos indios o no hay México.
Es muy claro esto, o sea, tenemos que seguir trabajando todos juntos, este es un tema fundamental.
Yo quiero agradecerles a ustedes su presencia, como aquí se dijo, no me puedo quedar más tiempo, porque tengo otros asuntos que atender, no es simbólica la presencia legítima, no se trata de un gabinete de sombra, trabajamos mucho por defender a nuestro pueblo, tenemos muchas tareas.
Yo les agradezco su asistencia a todos ustedes, yo creo que si se organiza bien en la tarde, pueden todos participar, todos pueden dar a conocer sus puntos de vista, sus ponencias, puede haber una discusión circular, es muy importante, y sobre todo se pueden recoger propuestas, se pueden elaborar proyectos de resolución.
Y yo les invitaría para que mañana participen en las plenarias de la Convención en donde se van a tocar todos los acuerdos que se van a presentar el domingo en la Asamblea General del Zócalo.
Yo les agradezco a ustedes su participación, su presencia. Agradezco la participación, desde luego, más que nada la convocatoria que han hecho las organizaciones sociales, las organizaciones campesinas, agradezco al Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas, al Barzón, Alianza Nacional de Productores Agropecuarios y Pesqueros.
Agradezco la organización de este acto también a la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, a la CNPA, agradezco también la participación de la Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos y de otras organizaciones que convocaron a este foro.
Agradezco también la participación de los cinco ponentes, especialistas, gente de primer orden, que es un orgullo el que hayan estado aquí con nosotros, el escucharnos gente con tanto conocimiento y sobre todo tan comprometidos con lo social, con lo humano.
Eso es todo lo que yo quería decirles.
Muchas gracias amigas y amigos.
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