martes, marzo 13, 2007

Slim ya acumula el equivalente a 7% del PIB

Carlos Fernandez-Vega. (La Jornada)

En 16 años su fortuna creció 3,000% mientras el país avanzó sólo 2%.
La fortuna del magnate equivale a 65 por ciento, aproximadamente, del ingreso total anual de los hogares mexicanos, pero más allá de ese simple elemento los dineros de Slim alcanzarían para comprar Centroamérica (sin Guatemala), cuyas naciones reportan un producto interno bruto conjunto similar al patrimonio del dueño del Grupo Carso. De no ser de su agrado, podría adquirir, íntegramente, a Ecuador, con todo y petróleo, y le darían cambio.

El empresario Carlos Slim Helú. Imagen de archivo Foto: Marco Peláez y ni siquiera se le pone la cara roja de vergüenza.

Carlos Slim tuvo que conformarse con el tercer puesto de los ricos más ricos entre los ricos. Por segundo año consecutivo ocupa esa posición en el informe de multimillonarios elaborado por Forbes, en esta ocasión correspondiente a 2007 (con resultados al cierre de 2006).

Una medalla de bronce no parece ser el ideal del dueño de medio México, pero no todo está perdido: a escala mundial Carlos Slim es el multimillonario que mayor incremento, y por mucho, reportó en su fortuna a lo largo de 2006, con un crecimiento de 63 por ciento, equivalente a 19 mil millones de dólares (52.05 millones de billetes verdes por día), con lo que su hacienda acumuló 49 mil millones de dólares, o lo que es lo mismo, el 7 por ciento del producto interno bruto mexicano para él solito.

Bill Gates, el dueño de Microsoft, y Warren Buffett, el inversionista estadunidense con negocios en todas partes, conservaron la primera y la segunda posiciones entre los dueños del planeta, pero "sólo" incrementaron sus fortunas en 6 mil (12 por ciento) y 10 mil (24 por ciento) millones, en cada caso, para cerrar el años en 56 mil y 52 mil millones de dólares, respectivamente.

Carlos Slim aumentó la propia en 19 mil millones de billetes verdes (63 por ciento), de tal suerte que poco le falta para desbancar a los gringos de la primera posición. Para ello sería suficiente un contrato público, un decreto presidencial a modo o una ley a la medida, adicional a los ya otorgados por los últimos cuatro inquilinos de Los Pinos, para que, por fin, México ocupe la primera posición internacional en algo, aunque de ello ningún beneficio obtengan los mexicanos.

Con los resultados que reporta Forbes para 2006, Carlos Slim puede presumir que el sexenio foxista fue el mejor de todos desde que por primera vez asomó la cabeza como multimillonario Forbes, una vez que el generoso Carlos Salinas de Gortari le cedió Teléfonos de México, en diciembre de 1990.

Por aquellos tiempos, en su edición 1991, Forbes incluía a Carlos Slim por primera vez como multimillonario mexicano, con mil 600 millones de dólares. Dieciséis años después, el mismo medio reporta que el magnate atesora 49 mil millones de billetes verdes, es decir, un incremento cercano a 3 mil por ciento en el periodo, en un país con un promedio anual de crecimiento económico de 2 por ciento en igual lapso.

Slim concluyó el sexenio salinista con una fortuna (siempre según Forbes) de 3 mil 700 millones de dólares, monto que al cierre de la administración zedillista se incrementó a 10 mil 800 millones, lo que lo llevó al escalón número 25 de los ricos más ricos entre los ricos. Pero llegó el "cambio" y su hacienda creció hasta 49 mil millones, en espera de lo que la "continuidad" le tolere.

¿Qué se puede comprar con 49 mil millones de dólares? De entrada, la fortuna del magnate equivale a 65 por ciento, aproximadamente, del ingreso total anual de los hogares mexicanos, pero más allá de ese simple elemento los dineros de Slim alcanzarían para comprar Centroamérica (sin Guatemala), cuyas naciones reportan un producto interno bruto conjunto similar al patrimonio del dueño del Grupo Carso. De no ser de su agrado, podría adquirir, íntegramente, a Ecuador, con todo y petróleo, y le darían cambio.

Se pueden hacer muchas comparaciones y jugar al "turista" (monopolio) con los dineros de Slim, pero lo cierto es que tal concentración de la riqueza no sería posible ni concebible sin varios elementos favorables (para él, desde luego): el modelo económico, las flácidas leyes que lo rigen, las campañas políticas y la decidida participación del gobierno mexicano. Y para romper esa dinámica, hasta el momento no hay más que declaraciones.

Con Salinas de Gortari, la fortuna de Slim creció 130 por ciento; con Zedillo, 192 por ciento; con Fox 353 por ciento (casi 39 mil millones de dólares con el "cambio") ¿Hasta dónde la ambición, hasta dónde la licencia?
Más allá de Slim, un pequeño grupo de magnates -cada vez más compacto- mexicanos comparte el privilegio de ser multimillonario Forbes. En su reporte 2006 (con cifras de 2005) diez empresarios de ellos fueron relacionados, con un total de 50 mil 800 millones de dólares; en su edición 2007 (con datos a 2006), se redujo a ocho el número de predilectos, pero el monto de sus fortunas aumentó a 70 mil 800 millones, o lo que es lo mismo 40 por ciento.

Nadie sabe por qué Forbes, en su informe 2007, dejó fuera al zar del cemento, Lorenzo Zambrano, y al especulador bursátil-filántropo Alfredo Harp, pero sí es notorio el ascenso (segunda posición entre los ricos mexicanos) del platero (Peñoles) totalmente Palacio (de Hierro) Alberto Bailleres, Mister B, que acumula 5 mil millones de dólares, 78 por ciento más que un año atrás.

A Ricardo Salinas Pliego tampoco le fue mal: 4 mil 600 millones de dólares por los "abonos chiquitos" y otros detalles, que lo ubican en el tercer escalón. De un año al siguiente, su fortuna se incrementó en casi 50 por ciento.

Con todo y su década al frente de Televisa y la gran rebanada de la publicidad electoral de 2006, el tigrillo Emilio Azcárraga Jean "sólo" aumentó su fortuna 23.5 por ciento (de mil 700 a 2 mil 100 millones), con lo que debe conformarse con la quinta posición entre los ricos más ricos. Antes de él, Jerónimo Arango (ex Aurrerá), que redujo su hacienda (de 4 mil 600 a 4 mil 300 millones). Después de ellos, María Asunción Aramburuzavala (2 mil millones de dólares), Roberto Hernández (igual monto, libre de impuestos) e Isaac Saba Raffoul (mil 800 millones). Para ellos solitos el 10 por ciento del PIB mexicano, y viva la democracia empresarial.

Las rebanadas del pastel

Mucho debatir la "ley de salarios máximos" y ni quién se acuerde del incumplimiento constitucional de los salarios mínimos. Por cierto, los 19 mil millones de dólares de Slim en un solo año alcanzarían para pagar el salario mínimo anual de 11.5 millones de mexicanos.

cfvmx@yahoo.com.mx/ cfv@prodigy.net.mx

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