sábado, junio 30, 2007

Boletín Informativo ISA 121

Ciudad de México, 30 de junio de 2007
Sumario:

I. Miles de personas rumbo al Zócalo, en la XXIX Marcha del Orgullo Lésbico-Gay, por Rocío Sánchez/NotieSe
II. Defensa de la educación pública, por Patricia Romana Barcena
III. Lo que todo ciudadano debe saber acerca de la represión, por David Cilia Olmos

MILES DE PERSONAS RUMBO AL ZÓCALO, EN LA XXIX MARCHA DEL ORGULLO LÉSBICO-GAY

Por Rocío Sánchez/Notiese

Con la asistencia de miles de personas de todas las orientaciones e identidades sexuales, arrancó este mediodía la XXIX Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual y Transexual (LGBT) de la Ciudad de México, desde el Ángel de la Independencia en dirección al Zócalo capitalino.

Antes se realizó un breve mitin en el que participaron Jorge Saavedra, director del Centro Nacional para la Prevención y Control del Sida (Censida), y la cantante Rocío Banquells, reina de la marcha el año pasado.

En 1978, recordó Saavedra, la marcha estuvo conformada “por un puñado de valientes” que poco a poco empezó a crecer. Sin embargo, en 1983 apareció el VIH/sida en nuestro país y eso provocó que “muchos de los valientes organizadores y participantes de las primeras marchas se fueran para siempre a causa del sida”.

Actualmente, resaltó, se sabe que no es una conducta de riesgo el ser homosexual, lo que implica riesgo es tener relaciones sexuales sin condón, por lo que éste sigue siendo la herramienta para prevenir la transmisión del virus.

Hace doce años, el organismo entonces encargado de las políticas públicas contra la epidemia, el Consejo Nacional para la Prevención y Control del Sida (Conasida), acudió por primera vez a la marcha con 5 mil condones. “Hoy traemos 100 mil”, anunció el funcionario, y agregó que para el año próximo, en la XXX Marcha, el Censida se propone distribuir un millón de preservativos. Asimismo, hizo votos para que el año próximo “marchemos de la mano de la igualdad y, por supuesto, usando condones”.

Abordado por los medios, Saavedra afirmó que eventos de apertura como la Marcha facilitan que las campañas de prevención lleguen a sus destinatarios, pues propician “que la gente no se esconda” por su orientación sexual.

Por su parte, Rocío Banquells cantó en vivo ante cientos de personas que esperaban la salida de la Marcha. Tras agradecer los aplausos, la también actriz expresó su cariño hacia la comunidad LGBT: “Los quiero, los respeto y los admiro por la lucha que hacen cada día”.

Veinte minutos después de la 1 de la tarde, hora programada para el banderazo, el contingente partió hacia el Zócalo, donde se pronunciará el mensaje político de este año.

DEFENSA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA

Por Patricia Romana Barcena

Los maestros no podemos permitir que Elba Esther Gordillo intervenga en el destino de los niños y de los jóvenes mexicanos. Ya es suficiente con su intromisión en la política nacional y su salto de rana del PRI al PAN para conservar el poder que adquirió por ser artífice de grandes traiciones y componendas millonarias. El entreguismo de maestros borregos del SNTE le ha permitido comprar conciencias baratas, pero hoy es distinto el panorama, se trata de seres humanos que constituyen el verdadero tesoro de México.

Después de escuchar las aberraciones que presentó como propuestas en Los Pinos, no tenemos más alternativa que revitalizar la resistencia y apagar la luz verde que le da Felipe Calderón para imponer su maquiavélica “transformación educativa”.

Elba Esther dejó de ser maestra hace muchos años. Se convirtió en represora y operadora política; perdió un tiempo valioso de investigación y lectura de pedagogos, sociólogos y filósofos de actualidad que podían enriquecerla espiritualmente, olvidó por completo lo que alguna vez aprendió en la Escuela Normal. La primera que necesita una evaluación de fondo es ella misma, lo mismo que la que calienta la silla que alguna vez ocupó José Vasconcelos; pero Vázquez Mota tiene la atenuante de ser un comodín del régimen usurpador, y como comodín no está obligada a tener noción de lo que es un proceso educativo y un valor humano. Todos sabemos que le ofrecieron la Secretaría de Gobernación y que tras el violento cobro de facturas tuvo que conformarse con la SEP. Pero, volviendo a la inmoralidad de Elba Esther para asumirse protagonista de la transformación educativa, tarea fundamental que requiere hoy el país, rebatiré cada una de sus propuestas.

Crear escuelas rurales de tiempo completo (sin un proyecto educativo). La construcción de competencias en los seres humanos es un proceso psicosociogenético de naturaleza cultural, y no tiene que ver con el tiempo (minutos-horas) sino con las mediaciones que el entorno ofrece para potenciar las capacidades del sujeto y generar con ello procesos metacognitivos a la vez que metaafectivos (Torres y Cols). Mantener a los niños de comunidades rurales apartados de su entorno no elevará la “calidad educativa”, al contrario, puede ocasionarles serios problemas por la imposición de normas ajenas a su cultura, como ocurrió a las niñas en las Villas de Chalco. Lo que sí beneficiaría a las zonas rurales es que, sin menospreciar sus valores y tradiciones, se les ofrezcan espacios dignos para desarrollar las capacidades de sus niños con la guía de maestros bien remunerados y libres de ejercer su profesión.

Utilizar nuevas tecnologías para ofrecer al alumno conocimientos, casi, de manera individualizada. Por lo visto, Elba Esther Gordillo desconoce las aportaciones que a la práctica educativa han dado autores como Sassure, Chomsky, Gardner, Perkins, Lavín, Piaget y Vigotsky, entre otros, sobre la importancia del aspecto social en el desarrollo del psiquismo. Para empezar, la lengua es un fenómeno social que surge del intercambio con los demás; pensar en individualizar la enseñanza revela la ignorancia que ha alcanzado a la líder en su senectud. Los años, si estamos dispuestos, pueden darnos sabiduría, pero ante la parálisis del pensamiento sólo nos dejan soberbia y cerrazón. Integrar al otro es la tarea más importante del ser humano, y a partir de esa integración construir en colectivo un mundo para todos, no pequeñas islas en las que lo alcance la desolación; como ella misma que, en medio de su riqueza material, debe sentir la soledad de su mundo artificial. Lo más importante que un niño aprende en la escuela es: lo que él es, a través de lo que sabe hacer, de lo que sabe decir a los demás y de la resolución no violenta de los conflictos de la vida cotidiana. Sólo en la mente de una persona que piensa en ella misma antes que en nadie (ropa de marca, cirugías plásticas, residencias, cuentas bancarias, etc.) puede penetrar la idea de que se aprende más de manera individual; además, el individualismo y el egoísmo han probado ser los generadores de la injusticia y la violencia.

Integrar un consejo que encamine la transformación del sistema educativo, con miembros de la SEP, del SNTE, de la CONAGO, de la ANUIES y de padres de familia. Esto suena más a incremento de cargos administrativos que otra cosa. Seguir mermando el poco presupuesto destinado al trabajo dentro de las aulas. ¿Quiénes representan en estos momentos a la SEP, y qué autoridad moral poseen? Tecnócratas insensibles y burócratas amañados. ¿Quiénes representan al SNTE? Maestros adiestrados a base de permisos y sobresueldos, bajo las faldas de su líder. ¿Qué preocupación por la educación han mostrado la mayoría de los gobernadores? Ninguna. ¿Qué aporta la ANUIES para defender la educación pública, laica y gratuita? Todo lo contrario, su mira es la educación privada. Por último, ¿a qué hora pueden los padres de familia integrarse a las actividades escolares? El índice de participación de los padres en el quehacer educativo es muy bajo en la mayoría de las escuelas, por la falta de recursos económicos que los obliga a trabajar largas jornadas o luchar en el comercio informal para sostener a su familia.

Crear una norma oficial NOM que regule la “calidad educativa” administrada por la SEP (o sea, la fórmula perfecta para perpetuar el autoritarismo y la burocracia; y seguir desviando el presupuesto a cargos obsoletos). Por lo visto no le queda claro a la señora Elba Esther que la calidad de la educación no está en las formas modernas de abordar un conocimiento sino en el conocimiento mismo. El maestro Padilla, investigador mexicano, nos aclara que un conocimiento es de calidad cuando quien lo adquiere lo pone al servicio de los demás. De ahí nuestra baja puntuación en pruebas internacionales donde se mide cuánto sabes y no cómo aplicas lo que sabes. Esa serie de parámetros internacionales que nos quieren imponer el qué y el cómo han de aprender nuestros niños mexicanos tiene como propósito influir en la formación de individuos productivos dentro de un mundo globalizado; poco les interesa, o más bien no les interesa, la formación de seres reflexivos, críticos, libres y felices.

Las palabras no son inocentes, nos dice Sandra Lorenzano: “las palabras tienen historia, filias y fobias, tienen afinidades, tienen carga afectiva, simbólica e ideológica... Las palabras no son inocentes y por eso el poder, los poderes, procuran controlarlas, cambiarles el sentido, limpiarlas de su carga o eliminarlas… Es preocupante lo que ha pasado en algunas instancias de la SEP que borran de los programas prioritarios los términos “cultura”, “arte”, “difusión”, “talleres creativos” o “promociones artísticas y culturales”, y los sustituyen por: producciones académicas y curriculares”.

Eliminar el aspecto humanístico de la educación o anteponer el carácter académico sin fortalecer la espiritualidad de los alumnos mediante el arte y la cultura, conlleva a respuestas violentas, como nos muestran los casos de jóvenes desequilibrados en universidades de Estados Unidos.

Importación docente de Estados Unidos para la enseñanza del inglés obligatorio. Con esta propuesta, Elba Esther Gordillo se da el tiro de gracia, porque exhibe públicamente, en Los Pinos, su complicidad con Calderón para vender la educación pública a la inversión extranjera, además de revelar su absoluta ignorancia de lo que requiere este país para salir adelante.

Nadie puede negar que nuestra educación necesita una transformación de fondo, pero ésta no surgirá, de ninguna manera, de las cúpulas del poder económico; al contrario, se viene gestando en las bases y desde hace mucho tiempo. En México existen maestros preparados, científicos de la educación e intelectuales comprometidos para llevar a cabo una verdadera transformación mediante un Proyecto Nacional, y sobre todo dispuestos a defender la educación pública, laica y gratuita. Por todo el territorio, los maestros trabajan diariamente en circunstancias adversas: bajos salarios, escaso material didáctico, presión de autoridades irracionales, pésimos programas de actualización y graves circunstancias que rodean a las familias de los alumnos que atienden. ¿En qué momento le han preocupado a Elba Esther Gordillo los niños, y los maestros de México que ahora despoja de su pensión?, basta asomarse al edificio del sindicato para darse cuenta de que su prioridad siempre estuvo en otra parte.

Que no nos venga con el cuento de que ahora sí le importa la educación.

LO QUE TODO CIUDADANO DEBE SABER ACERCA DE LA REPRESIÓN

Por David Cilia Olmos

8:00 hrs. La carretera México Cuernavaca es tomada por aproximadamente 3 000 compañeros del STUNAM, sección XIV de la CNTE, organizaciones sociales diversas, así como estudiantes de diversas facultades de Ciudad Universitaria. Liberan a los automovilistas del pago de peaje, aproximadamente a las 8:30 son reprimidos por antimotines de PFP, quienes les lanzas gases lacrimógenos, la zona es sobrevolada por un helicóptero del grupo Cóndor de la SSP-DF, y se hace la denuncia de que fueron lanzados gases contra los manifestantes desde un helicóptero de Radio Red. Se concentraron alrededor de 1 000 compañeros, quienes ante la represión se vieron obligados a replegarse.

Comité Nacional de Huelga. REPORTE PARCIAL DE ACCIONES REALIZADAS EN EL MARCO DEL 3ER. PARO CÍVICO NACIONAL

Este primero de junio del 2007, día del Paro Cívico Nacional, en la caseta de cobro de la autopista a Cuernavaca, la policía llegó y nos echó gases lacrimógenos, más o menos como en los viejos tiempos. Digo, no se necesita mucho análisis como para darnos cuenta de que Calderón Hinojosa ya está instalado de plano en la carretera de la represión.

México ya cambió, efectivamente, pues si alguien creía que estábamos en la ruta de la transición hacia la democracia o el Estado de derecho o hacia algo distinto, en el último año ha habido pruebas plenas de que no.

Hace poco más un año, se dio la orden de reprimir, en Lázaro Cárdenas, Michoacán, la huelga de los mineros de Sicartsa y hubo al menos cuatro muertos; hace un año se dio la orden de reprimir con todo, y todo incluye la violencia sexual, al movimiento de Atenco y hubo dos muertos; hace seis meses se dieron las órdenes de acabar con el movimiento de Oaxaca a cualquier costo y hubo 23 muertos. El gobierno ya ha desatado una nueva guerra contra el pueblo, ni más ni menos que como en los viejos tiempos.

El gobierno panista no ha aprendido en todo el proceso social, de 1950 para acá, que mientras más se reprime un movimiento social, más fuerte o más violenta es la forma en la que se expresa posteriormente. No han entendido que los movimientos sociales no se crean ni se destruyen, sólo se transforman, y que la represión fascista sólo es un hecho que temporalmente suprime un movimiento, pero que crea y multiplica las razones para luchar.

Pero parece que nosotros tampoco aprendemos, y cuando de repente granaderos y pefepos empiezan a recetarnos gases lacrimógenos y garrotazos a diestra y siniestra, de pronto no sabemos qué hacer, o a veces hacemos exactamente lo que no debemos hacer.

A riesgo de que los tontos de siempre acusen este texto de provocación, voy a hacer algunas reflexiones sobre lo que sí y lo que no debemos hacer en caso de represión policiaca. Digo, y no se me espante compañero, si hasta cuando se sube uno a un avión, lo primero que le informan es de las medidas de seguridad y lo que se debe hacer en tal o cual caso, pues más aún en las manifestaciones masivas que se avecinan, donde el soldadito de plomo o, lo que es lo mismo, el Calderón de hojalata, ya prepara sus granadas de gas pimienta para recetarnos todo el peso de “la ley”.

Los granaderos y la PFP, son muy adictos a tirarnos con gases lacrimógenos. A una orden de sus jefes, varios granaderos cubiertos por otros que sí traen escudos, cargan sus arcabuces o lanzagranadas y las disparan contra los contingentes.

Esos arcabuces o lanzagranadas de hecho son armas de fuego que disparan cartuchos de bala de verdad que tienen por objeto impulsar la granada. Dependiendo de la dirección del viento y de la velocidad, pueden causarnos más o menos daño. Si hay mucho viento, o la dirección del viento es de nosotros hacia los granaderos, serán menos dañinos.

Lo que uno tiene que hacer cuando le llega cerca una de esas granadas es patearla fuerte en dirección a los granaderos. No pasa nada si uno la patea, ya no van a estallar. Si uno se siente con más confianza después de haber pateado algunas, lo que puede hacer es tomarla con un guante o con un pedazo de cartón, colocándose de espaldas al viento para que el gas que está saliendo no moleste, y aventarla en dirección a los granaderos. Esas latas son un poco más gordas que una lata de cerveza y más pesadas, pero es mejor que se la regresemos a los granaderos a que los gases que despiden estén molestando a la gente.

También pueden ponerse trapos grandes mojados sobre ella, o cubetas o cacerolas con piedras u objetos pesados arriba. En general, se trata de impedir que los gases lacrimógenos se queden de nuestro lado.

Esto significa que antes de cada manifestación debemos pensar en llevar zapatos adecuados, lo que significa que preferimos los zapatos bajos a los de tacón, los de cuero a los de material sintético, los de agujetas a los que se quitan fácilmente; las botas de trabajo o de campo a los zapatos de vestir, los que tienen casco de protección a los que no lo tienen.

También significa que debemos llevar al menos un guante de carnaza o de algodón de uso industrial para regresar las granadas, y ya que estamos en eso, uno o más paliacates o pañuelos de algodón. Los pañuelos o paliacates, y también las bufandas, que no son de estambre o material sintético, nos pueden servir para protegernos de los gases lacrimógenos. Para esto se requiere humedecerlos en vinagre o agua, y colocarlos frente a la nariz y boca. Para proteger los ojos hay que llevar gogles de buceo o industriales.

En Oaxaca se demostró que la coca cola, en cualquiera de sus presentaciones, también es útil cuando uno es bañado por los polvos, los gases o las aguas lacrimógenas; con ésta puede limpiarse la cara o el cuerpo y se obtiene un poco de alivio. No está de más llevar una coca cola o mejor aún una Lulú cola en tu morral.

Ahora bien, ¿a quién le corresponde patear o regresar las granadas lacrimógenas? Al que esté más cerca y tenga cierta agilidad. ¿En qué momento? En cuanto se pueda, lo más rápido posible.

Pero hay una cosa más peligrosa que los gases lacrimógenos y ésta es que cuando se está demasiado cerca de los granaderos, éstos en lugar de disparar “bombeadito”, es decir, en tiro parabólico sus granadas, lo hacen directamente contra los manifestantes. Como las granadas llegan a pesar hasta medio kilogramo y son disparadas por un arma de fuego, es bastante peligroso el impacto directo, por lo que se recomienda no quedar a menos de 10 metros de la línea de granaderos y tener cuidado de no ser blanco de tiro directo cuando se regresan o patean las granadas. Si es posible, actuar coordinadamente con otro compañero o compañera para evitar sorpresas o para protegerse con algún escudo.

En caso de que algún compañero sea alcanzado por el tiro directo de una granada, debe ser de inmediato retirado del área de combate y atendido, limpiándole la cara con coca cola para que pueda respirar, quitándole la ropa impregnada del polvo amarillo que suelta la granada y presionando con un trapo limpio donde haya sangrado; si es posible, debe aplicarse un torniquete. En caso de contusión en el rostro o cabeza, debe ser de inmediato trasladado a un centro médico de urgencias, tomando todas las medidas del caso y vigilando siempre que pueda respirar, considerando que el gas o polvo lacrimógeno no se quita con una sola lavada.

Qué mas quisiéramos que no hubiera granaderos o que no tuvieran granadas o que las granadas que nos lanzan fueran de fruta. Pero sí existen, sí las disparan y, como pasó la mañana del primero de junio en la caseta de Cuernavaca, sí pueden herir a un compañero. Por eso, sólo nos queda saber qué hacer y hacerlo.

Lo otro es decirle a los que quieren llevar este país al fascismo: “ah, no hay problema, hagan lo que quieran, aquí están sus dejaditos”. Pero eso compañeros, creo que no lo vamos a hacer. ¿O sí?

O como dicen las maquinitas: game over, el juego terminó.

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